Mostrando entradas con la etiqueta La Carne es Débil. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta La Carne es Débil. Mostrar todas las entradas

viernes, 11 de octubre de 2019

La Carne es débil, y la dirige el Espíritu encarnado. Los órganos cerebrales, correspondiendo a las diversas aptitudes, deben su desarrollo a la actividad de su espíritu y que así, éste desarrollo es un efecto y no una causa.

La carne no tiene pensamiento, ni voluntad, no prevalece jamás sobre el espíritu, que es el ser pensante y voluntarioso; el espíritu es quién dá a la carne las cualidades correspondientes a sus instintos, como un artista imprime a su obra material el sello de su génio.

Un hombre, no es músico, porque tenga la protuberancia de la música, sino que tiene ésta protuberancia, porque su espíritu es músico. Sí la actividad del espíritu obra sobre el cerebro, debe obrar igualmente sobre las otras partes del organismo. De éste modo el espíritu es el artífice que arregla su propio cuerpo, por decirlo así, a fin de amoldarle a sus necesidades y a la manifestación de sus tendencias. Sentado ésto, la perfección del cuerpo de las razas adelantadas, no será producto de creaciones distintas, sino resultado del trabajo del espíritu, que perfecciona su instrumento a medida que sus facultades aumentan. Por una consecuencia natural de éste principio, las disposiciones morales del espíritu deben modificar las cualidades de la sangre, darle más o menos actividad, provocar secreción más o menos abundante de bilis u otros fluidos.
Soy Espírita por Convicción... : 

LAS PENAS FUTURAS SEGÚN EL ESPIRITISMO.

Libro del Cielo y el Infierno y la Justicia Divina.
CAPÍTULO VII

La carne es débil.—Orígenes de la doctrina espiritista sobre las penas futuras.

Código penal de la vida futura.

La carne es débil -

    Hay inclinaciones viciosas que son evidentemente inherentes al Espíritu, porque tienen más relación con la gran parte moral que con la física; otras más bien parecen consecuencia del organismo, y por éste motivo, uno se cree menos responsable; tales son las predisposiciones a la cólera, a la indolencia, a la sensualidad, etc.

    Se reconoce hoy perfectamente por los filósofos espiritualistas, que los órganos cerebrales, correspondiendo a las diversas aptitudes, deben su desarrollo a la actividad de su espíritu y que así, éste desarrollo es un efecto y no una causa. Un hombre, no es músico, porque tenga la protuberancia de la música, sino que tiene ésta protuberancia, porque su espíritu es músico.

    Sí la actividad del Espíritu obra sobre el cerebro, debe obrar igualmente sobre las otras partes del organismo. De éste modo el Espíritu es el artífice que arregla su propio cuerpo, por decirlo así, a fin de amoldarle a sus necesidades y a la manifestación de sus tendencias. Sentado ésto, la perfección del cuerpo de las razas adelantadas, no será producto de creaciones distintas, sino resultado del trabajo del Espíritu, que perfecciona su instrumento a medida que sus facultades aumentan.

    Por una consecuencia natural de éste principio, las disposiciones morales del espíritu deben modificar las cualidades de la sangre, darle más o menos actividad, provocar secreción más o menos abundante de bilis u otros fluidos. Así es, por ejemplo, que al glotón se le llena la boca de agua a la vista de un bocado apetitoso. En éste caso, no es el bocado el que puede sobre excitar el órgano del gusto, puesto que no hay contacto, sino el espíritu que obra en virtud de la sensualidad que se le ha dispertado, con la acción del pensamiento, sobre este órgano, miéntras que en otro, la vista de aquel bocado no produce ningún efecto. Por la misma razón, una persona sensible derrama lágrimas fácilmente; la abundancia de las lágrimas no dá la sensibilidad al espíritu, sino que la sensibilidad del espíritu provoca la secreción abundante de las lágrimas.

    El organismo bajo el impulso de la sensibilidad, se ha apropiado ésta disposición normal del espíritu, como se ha apropiado la del espíritu del glotón.

    Siguiendo éste órden de ideas, se comprende que un espíritu iracundo debe propender al temperamento bilioso; de lo que se deduce que un hombre no es colérico porque sea bilioso, sino que es bilioso porque es colérico. 

    Lo mismo sucede en cuánto a las otras disposiciones instintivas. Un espíritu perezoso e indolente, dejará su organismo en un estado de atonía en relación con su carácter, miéntras que sí es activo y enérgico, dará a su sangre y a sus nervios cualidades muy diferentes. Es tan evidente la acción del espíritu sobre la parte física, que se ven a menudo producirse graves desórdenes por efecto de violentas conmociones morales. La expresión vulgar: La emoción le ha cambiado la sangre, no está tan desnuda de sentido como podría creerse; ¿pero quién ha podido cambiar la sangre, sino las disposiciones morales del espíritu?

    Se puede, pues, admitir que el temperamento es, al menos en parte, determinado por la naturaleza del espíritu, que es la causa y no el efecto.

    Decimos en parte, porque hay casos en que lo físico influye ciertamente sobre lo moral. Ésto sucede, cuándo un estado mórbido o anormal se determina por una causa. externa, accidental, independiente del espíritu, como la temperatura, el clima, los vicios hereditarios de constitución, un malestar pasajero, etc., etc. Entonces puede estár afectada la moral del espíritu en sus manifestaciones por el estado patológico, sin que su naturaleza intrínseca se modifique.

    Excusarse de sus defectos por la debilidad de la carne, no es más que un subterfugio para eludir la responsabilidad. 

    La carne sólo es débil, porque el espíritu es débil, lo que destruye la excusa y deja al espíritu la responsabilidad de sus actos. 

    La carne no tiene pensamiento, ni voluntad, no prevalece jamás sobre el espíritu, que es el ser pensante y voluntarioso; el espíritu es quién dá a la carne las cualidades correspondientes a sus instintos, como un artista imprime a su obra material el sello de su génio.

    El espíritu, emancipado de los instintos de la bestialidad, se compone un cuerpo que no es un tirano para sus aspiraciones hacía la espiritualidad de su ser; entonces es cuándo el hombre come para vivir, porque vivir es una necesidad; pero no vive para comer.

    Queda, pues, entera la responsabilidad moral de los actos de la vida; pero la razón dice que las consecuencias de ésta responsabilidad deben estár en relación con el desarrollo intelectual del espíritu; cuánto más ilustrado es, menos excusa tiene, porque con la inteligencia y el sentido moral nacen las nociones del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto.

    Ésta ley explica el mal resultado de la medicina en ciertos casos. Desde luego que el temperamento es un efecto y no una causa, los esfuerzos hechos para modificarle se hallan necesariamente paralizados por las disposiciones morales del espíritu, que opone una resistencia inconsciente y neutraliza la acción terapéutica. Es preciso, pues, obrar sobre la primera causa.

    Dad, si es posible, ánimo al medroso, y vereis cesarlos efectos fisiológicos del miedo.

    Ésto prueba, repito, la necesidad en que está el arte de curar, de tomar en cuenta la acción del elemento espiritual sobre el organismo. {Revista Espiritista,
Marzo, 1869, p. 65.)

Origenes de la doctrina espiritista sobre las penas futuras.

    La doctrina espiritista, en lo que concierne  las penas futuras, no se funda en una teoría preconcebida cómo en sus otras partes no es un sistema sustituido a otro sistema: en todas las cosas se apoya en observaciones, y ésto es lo que constituye su autoridad. Ninguno ha imaginado que las almas después de la muerte, vengan a encontrarse en tal o cuál situación; los mismos seres que han dejado la tierra, son los que vienen hoy a iniciarnos en los misterios de la vida futura, a describir su posición feliz o desgraciada, sus impresiones y su trasformación después de la muerte del cuerpo; en una palabra, a completar sobre éste punto la enseñanza de Cristo.

    No se trata aquí de la relación de un sólo Espíritu que podría ver las cosas desde su punto de vista, bajo un sólo aspecto, o estár todavía dominado por las preocupaciones terrestres, ni de una revelación hecha a un sólo individuo, que podría dejarse engañar por las apariencias, ni de una visión extática que se presta a las ilusiones y no es muchas veces más que a resultado de una imaginacion exaltada, (1) sino de innumerables ejemplos suministrados por todas las categorías de Espíritus, desde lo alto hasta lo más bajo de la escala, con ayuda de innumerables intermediarios diseminados sobre todos los puntos del globo de tal modo, que la revelación no es privilegio de nadie, sino que cada uno está en disposición de ver y de observar, y nadie está obligado a creer sobre su palabra a otro.
_________________________
(1) Véase más arriba, cap. VI, núm. 7; y Libro de los Espíritus, mims. §443, §444,

7. —Para hombres que sólo tenía una noción confusa de la espiritualidad del alma, la idea del fuego material nada chocante era, tanto ménos cuánto que estaba en la creencia vulgar derivada de la del Infierno Pagano, casi universalmente esparcida. La eternidad de las penas nada tenía tampoco que repugnase a gentes sometidas, desde muchos siglos, a la legislación del terrible Jehovah. En el pensamiento de Jesús, el fuego Jesúseterno no podía ser más que una figura; poco le importaba que aquélla figura fuese tomada al pié de la letra, sí debía servir de freno; bien sabía que el tiempo y el progreso se encargarían de hacer comprender su sentido alegórico, sobre todo, cuándo según su predicción, el Espíritu de verdad vendría a iluminar a los hombres sobre todas las cosas.

    El carácter esencial de las penas irrevocables, es la ineficacia del arrepentimiento; Jesús, pues, jamás dijo que el arrepentimiento nunca hallaría perdón ante Dios. En todas las ocasiones, al contrario, muestra a Dios clemente, misericordioso, pronto a recibir al hijo pródigo a su regreso, bajo el techo paterno. No lo presenta inflexible más que con el pecador endurecido; pero sí tiene el castigo en una mano, en la otra tiene siempre el perdón para el culpable, cuándo éste vuelve sinceramente hacía él.

    No es éste por cierto el retrato de un Dios sin piedad. Así es que hay que notar que Jesús nunca pronunció contra persona alguna, ni áun contra los mayores culpables, una condenación irremisible.

La Doctrina de Moisés (1) era despótica, y le causó mucho daño a la humanidad, así lo expresaron los Espíritus a Allan Kardec en el Libro de Génesis Espiritual.

La Doctrina de Moisés era despótica:

“(…) La doctrina de Moisés es absoluta, despótica; no admite discusión y se impone al pueblo por la fuerza. La de Jesús es esencialmente consejera; se acepta libremente y sólo se impone por la persuasión; dio motivo a controversias aún en vida de su fundador, que no despreció la discusión con sus adversarios.” [Libro de Génesis, Capítulo I, Ítem §49]

§49. —Las dos primeras revelaciones no podian menos de ser el resultado de una enseñanza de secta: debían imponerse a la fé por la autoridad de la palabra del maestro, puesto que los hombres no estaban bastante adelantados para cooperar eficazmente a la elaboración.

Observamos entre ellas, sin embargo, una diferencia muy característica, que depende de los progresos de las costumbres y de las ideas, aún - cuándo hechas en un mismo pueblo y en un mismo medio, y a diez y ocho siglos de distancia. La doctrina de Moisés es absoluta, despótica: no consiente discusion y se impone a todo el pueblo por la fuerza; la de Jesús es esencialmente conciliaria, se acepta o no se acepta libremente, y no se impone sinó por la persuasión : es controvertible, aún viviendo su fundador, que no desceñaba discutir con sus adversarios.

§23. La parte más importante de la revelación de Cristo, …

(Nota de Frank: Las palabras para referirse a Cristo y Jesús no se hacen distinciones aparentemente, pero si leemos con detenimiento el Libro de Génesis Espiritista, capítulo 1, items §25 al §30, podemos ver cómo los Espíritus explicaron las diferencias entre Jesús nacido en Nazareth y el Cristo nacido en Belen. No tienen el mismo significado en los Libros Codificados, pero Allan Kardec enfatizó que no confundiéramos al Cristo con el Mesías de Nazareth, pues Cristo según la religión cristiana, se refiere al que falsamente se presenta en la Biblia como el nacido en Belén, el Mesías Prometido, el perdonador de pecados, el que su sacrificio de sangre trae Salvación. El Espiritismo, enseña a Jesús de Nazareth y no al Cristo.

Ésto para hacer creer que era el MESÍAS PROMETIDO y linaje directo de David [Refierase al Ítem §62 del Capítulo I, Libro de Génesis Espiritista, que fue mutilado con una nota añadida sin permiso por Pierre Gaetan Leymarie, en la 5ta edición, 2nda Revisión adulterada)

Continúa el texto citado en el ítem §23, capitulo 1 ... 

… en el sentido de primera fuente, de piedra angular de toda su doctrina, es el punto de vista absolutamente nuevo desde el cuál considera a la Divinidad.  Ésta ya no es el Dios terrible, celoso, vengativo de Moisés; el Dios cruel e implacable que riega la tierra con sangre humana, que ordena la masacre y el exterminio de pueblos, sin exceptuar a las mujeres, a los niños y a los ancianos, y que castiga a quienes tratan con indulgencia a las víctimas; ya no es el Dios injusto que escarmienta a todo un pueblo por la falta de su líder, que se venga del culpable en la persona del inocente, que daña a los hijos por las faltas de los padres; sino un Dios clemente, soberanamente justo y bueno, pleno de mansedumbre y misericordia, que perdona al pecador arrepentido y da a cada uno según sus obras. Ya no es el Dios de un único pueblo privilegiado, el Dios de los ejércitos que dirige los combates para sustentar su propia causa contra el Dios de los otros pueblos, sino el Padre común del género humano, que extiende su protección a todos sus hijos y los convoca a todos hacia él; ya no es el Dios que recompensa y castiga sólo con los bienes de la Tierra, que hace consistir la gloria y la felicidad en la esclavitud de los pueblos rivales y en la multiplicidad de la progenie, sino un Dios que dice a los hombres: “Vuestra verdadera patria no está en este mundo, sino en el reino celestial, allí donde los humildes de corazón serán elevados y los orgullosos serán humillados”. Ya no es el Dios que hace de la venganza una virtud y ordena que se retribuya ojo por ojo, diente por diente; sino el Dios de misericordia que dice: “Perdonad las ofensas si queréis ser perdonados; haced el bien a cambio del mal; no hagáis a los demás lo que no queréis que os hagan”. Ya no es más el Dios mezquino y meticuloso que impone, bajo las más rigurosas penas, el modo como quiere ser adorado, que se ofende por la falta de observancia de una fórmula; sino el Dios grande que ve el pensamiento y al que no se honra con la forma. En fin, ya no es el Dios que quiere ser temido, sino el Dios que quiere ser amado.

Nota de Frank: Vuestra verdadera patria no está en este mundo, sino en el reino celestial, allí donde los humildes de corazón serán elevados y los orgullosos serán humillados”. No está en ningún  país del Mundo. El decir que Brasil es la patria del Evangelio, nunca debe confundirse con la verdadera patria del Espiritu.

§24. Por ser Dios el eje de todas las creencias religiosas, y el objetivo de todos los cultos, el carácter de todas las religiones está conforme con la idea que estas tienen de Él. Las religiones que hacen de Dios un ser vengativo y cruel creen honrarlo con actos de crueldad, con hogueras y torturas; las que tienen un Dios parcial y celoso son intolerantes y, en mayor o menor medida, meticulosas en la forma, pues lo consideran más o menos contaminado con las debilidades y la frivolidad humanas.

§25. Toda la doctrina de Cristo está fundada en el carácter que Él atribuye a la Divinidad. Con un Dios imparcial, soberanamente justo, bueno y misericordioso, Él hizo del amor de Dios y de la caridad para con el prójimo la condición expresa de la salvación, y dijo: Amad a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a vosotros mismos; en esto consiste toda la ley y los profetas; no existe otra ley. Sobre esta única creencia asentó el principio de la igualdad de los hombres ante Dios, así como el de la fraternidad universal. En cambio, ¿era posible amar al Dios de Moisés? No, sólo se podía temerlo. La revelación de los verdaderos atributos de la Divinidad, juntamente con la de la inmortalidad del alma y de la vida futura, modificaba profundamente las relaciones mutuas entre los hombres, les imponía nuevas obligaciones, los hacía encarar la vida presente desde otro aspecto, y por eso mismo habría de reaccionar contra las costumbres y las relaciones sociales. Ése es, indiscutiblemente, por sus consecuencias, el punto principal de la revelación de Cristo, cuya importancia no fue suficientemente comprendida. Además, es lamentable decir que también es el punto del que la humanidad más se ha apartado, el que más ha ignorado en la interpretación de sus enseñanzas.

____________________________

https://soyespirita.blogspot.com/2016/08/la-doctrina-de-moises-era-despotica-y.html

https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=3990530164342197&id=100001557580199


443. Hay cosas que el extático pretende ver y que evidentemente son producto de una imaginación dominada por las creencias y preocupaciones terrestres. ¿No es, pues, real todolo que ve?
«Lo que ve es real para él; pero como su espíritu está siempre bajo la influencia de las ideas terrestres, puede verlo a su modo o, por mejor decirlo, expresarlo en un lenguaje apropiado a sus preocupaciones y a las ideas en que se ha educado, o a las vuestras a fin de darse a comprender mejor. En éste sentido especialmente puede equivocarse».
444. ¿Qué grado de confianza puede prestarse a las revelaciones de los extáticos?
«El extático puede equivocarse con mucha frecuencia, sobre todo cuándo quiere penetrar lo que debe ser un misterio para el hombre; porque entonces se entrega a sus propias ideas, o bien es ludibrio de espíritus mentirosos que aprovechan su entusiasmo para fascinarle».

________________________________

Conclusión... 

Lis comportamientos de los seres humanos, que piensan y tienen razocinio, los dirige el Espíritu encarnado. Por lo tanto sí una persona tiene comportamientos de Egoísmo, Orgullo, Soberbia, Lujuria, Sensualismo, Materialismo extremo, sexualismo, son comportamientos de Espíritus encarnados que mediante un proceso, no corto de muchas reencarnaciones, logra Moralizar su Espíritu que es voluntarioso, que tendrá la Voluntad necesaria para controlar vicios, excesos y así converirse en un Espíritu Moralizado, con intenciones de tener contros de sus comportamientos mientras está encarnado en un cuerpo fisico y cuándo ya está desencarnado. 

Los Espíritus Moralizados, controlan los comportamientos de la carne, porque la carne es un instrumento material que no piensa, pues no tiene inteligencia ni voluntad ... 

Es el Espíritu encarnado el que domina la carne, es decir el cuerpo físico. Entonces los comportamientos de los seres humanos, está dominado y regido por el Alma Moral o INMORAL según el caso. Los comportamientos lujuriosos, egoistad, orgullosos los provocan el Espíritu encarnado y su condicion Moral, al igual que los comportamientos bodadosos, compasivos y de amor sublime a sus semejantes, son provocados por el Espíritu Y su acendencia Moral inequívoca de desear el bien a los demás. 

Todo comportamiento humano, lo provocan el sentido moral del Espíritu, que es al que debemos educar. Esa es la mision del Espíritu Moralizador y el Consuelo de los afligidos para el progreso de la humanidad... 

La carne no tiene pensamiento, ni voluntad, no prevalece jamás sobre el espíritu, que es el ser pensante y voluntarioso; el espíritu es quién dá a la carne las cualidades correspondientes a sus instintos, como un artista imprime a su obra material el sello de su génio.


 

jueves, 3 de septiembre de 2015

Si la actividad del espíritu obra sobre el cerebro, entonces, si educas tu Alma, puedes vencer cualquier vicio, porque el Alma es la que controla todos los comportamientos del cuerpo.


El fumar, es sólo un modo de que estés subyugado por un vicio, es una de las actividades que afectan tu salud seriamente, como cualquier vicio de Drogas,  alcohol, etcétera; es como si te dieras tu mismo/a una sentencia a muerte.

Pues tarde o temprano morirás de esos efectos terribles demostrados por la ciencia que atentan a tu propia salud y a tu vida. ¿Crees que los vicios no tienen nada que ver con los Espíritus?. Pues demostrare que si es muy relacionado al Espíritu.

De hecho se puede considerar un acto de suicidio, cualquier vicio, pues los Espiritistas sabemos que los vicios, que se reflejan en tentaciones casi incontrolables, las inducen en la mente los malos Espíritus, inferiores, y viciosos que lo arrastran también de sus encarnaciones pasadas. 

En términos espirituales, es una Obsesión de subyugación de un Espíritu Obsesor que busca tomar imperio, y lo ha logrado sobre el Espíritu obsesado que eres tú, esto aplica a Espíritus encarnados o desencarnados. 

Y el propósito es que pierdas tu vida. No les importa en absoluto que seas feliz o no, lo que importa es que te quites la vida, ya sea por un vicio que poca a poco toma y deteriora tu salud o por el suicidio mismo.

Ese, como cualquier vicio, no permite que seas libre en tu pensamiento, sino dependiente del vicio. Entonces, eres tú misma/o el/la que debes decidir.

¿Quieres una sentencia de Muerte segura o deseas ser libre, mediante el ejercicio de tu voluntad?

El Espiritismo te ayuda a educar tu Alma, que es la que te ayuda a superar TODO vicio.

El Libro del Cielo y el Infierno o la Justicia Divina según el Espiritismo - Allan Kardec nos habla del comportamiento humano y como el Alma logra dominar la carne cuando se está Moralizada.  Cualquier comportamiento humano será modificado hacia el bien en todos sus ámbitos cuando el Alma decide un camino de Bien Común, veamos y cito.


Cielo y el Infierno o la Justicia Divina, CAPÍTULO VII
Las penas futuras según el Espiritismo

La carne es débil

"Hay inclinaciones viciosas que son evidentemente inherentes al espíritu, porque tienen más relación con la gran parte moral que con la física. Otras más bien parecen consecuencia del organismo, y por este motivo, uno se cree menos responsable, por ejemplo: las predisposiciones a la cólera, a la indolencia, a la sensualidad, etc.

Se reconoce hoy perfectamente por los filósofos espiritualistas que los órganos cerebrales, correspondiendo a las diversas aptitudes, deben su desarrollo a la actividad de su espíritu, y que así este desarrollado es un efecto y no una causa. Un hombre no es músico porque tenga la protuberancia de la música, sino que tiene esta protuberancia porque su espíritu es músico.

Si la actividad del espíritu obra sobre el cerebrodebe obrar igualmente sobre las otras partes del organismo. De este modo, el espíritu es el artífice que arregla su propio cuerpo, por decirlo así, a fin de amoldarlo a sus necesidades y a la manifestación de sus tendencias. Sentado esto, la perfección del cuerpo de las razas adelantadas no será producto de creaciones distintas, sino resultado del trabajo del espíritu, que perfecciona su instrumento a medida que aumenta sus facultades.  

Por una consecuencia natural de este principio, las disposiciones morales del espíritu deben modificar las cualidades de la sangredarle más o menos actividad, provocar secreciones más o menos abundantes de bilis u otros fluidos. Así es, por ejemplo, que al glotón se le hace la boca agua a la vista de un bocado apetitoso. En este caso, no es el bocado el que puede sobreexcitar el órgano del gusto, puesto que no hay contacto, sino el espíritu, que obra en virtud de la sensibilidad que se le ha despertado, con la acción del pensamiento, sobre este órgano, mientras que en otro, la vista de aquel bocado no produce ningún efecto. Por la misma razón una persona sensible derrama lágrimas fácilmente. La abundancia de las lágrimas no da la sensibilidad al espíritu, sino que la sensibilidad del espíritu provoca la secreción abundante de las lágrimas. El organismo, bajo el impulso de la sensualidad, se ha apropiado esta disposición normal del espíritu, como se ha apropiado la del espíritu del glotón.

Siguiendo este orden de ideas, se comprende que un espíritu iracundo debe propender al temperamento bilioso. De esto se deduce que un hombre no es colérico porque sea bilioso, sino que es bilioso porque es colérico. Lo mismo sucede en cuanto a las otras disposiciones instintivas. Un espíritu perezoso e indolente dejará su organismo en un estado de atonía en relación con su carácter, mientras que si es activo y enérgico, dará a su sangre y a sus nervios cualidades muy diferentes. Es tan evidente la acción del espíritu sobre la parte física que se ven a menudo producirse graves desórdenes por efecto de violentas conmociones morales. La expresión común:La emoción le ha cambiado la sangre, no está tan carente de sentido como podría creerse. ¿Pero qué ha podido cambiar la sangre, sino las disposiciones morales del espíritu?

Se puede, pues, admitir que el temperamento es, al menos en parte, determinado por la naturaleza del espíritu, que es la causa y no el efecto. Decimos en parte, porque hay casos en que lo físico influye ciertamente sobre lo moral. Esto sucede cuando un estado mórbido o anormal se determina por una causa externa accidental, independiente del espíritu, como la temperatura, el clima, los vicios hereditarios de constitución, un malestar pasajero, etc. Entonces, puede estar afectada la moral del espíritu en sus manifestaciones por el estado patológico, sin que su naturaleza intrínseca se modifique."

Excusarse de sus defectos por la debilidad de la carne no es más que un subterfugio para eludir la responsabilidad. La carne sólo es débil porque el espíritu es débil, lo cual destruye la excusa y deja al espíritu la responsabilidad de sus actos. La carne no tiene pensamiento ni voluntad. No prevalece jamás sobre el espíritu, que es el ser pensante y voluntario. El espíritu es quien da a la carne las cualidades correspondientes a sus instintos, como un artista imprime a su obra material el sello de su genio. El espíritu, emancipado de los instintos de la bestialidad, se compone un cuerpo que no es un tirano para sus aspiraciones hacia la espiritualidad de su ser. Entonces es cuando el hombre come para vivir, porque vivir es una necesidad, pero no vive para comer.

Así pues, sobre el espíritu recae la responsabilidad moral de sus propios actos. Pero la razón manifiesta que las consecuencias de esta responsabilidad deben estar en relación con el desarrollo intelectual del espíritu. Cuanto más ilustrado es, menos excusa tiene, porque con la inteligencia y el sentido moral nacen las nociones del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto.

Esta ley explica el mal resultado de la medicina en ciertos casos. Desde luego que el temperamento es un efecto y no una causa, y los esfuerzos hechos para modificarlo se hallan necesariamente paralizados por las disposiciones morales del espíritu, que opone una resistencia inconsciente y neutraliza la acción terapéutica. Dad, si es posible, ánimo al medroso, y veréis cesar los efectos fisiológicos del miedo.

Es prueba, repito, la necesidad que tiene la medicina convencional de tener en cuenta la acción del elemento espiritual sobre el organismo (Revue Spirite, marzo 1866, p. 65).

Lo vemos nuevamente en el Libro Obras Póstumas otra vez mejor definido, veamos

La Carne es Débil – Estudio Fisiológico y Moral
(Este estudio se ha publicado en la Revue Spirite de París, en 1866, – Sociedad Anónima Propagadora del Espiritismo)

Hay pensamientos viciosos que evidentemente son inherentes al Espíritu, porque tienden más a lo moral que a lo físico: otros más bien parecen la consecuencia del organismo y por esta razón, se cree que en ellos hay menos responsabilidad. Tales son las predisposiciones a la cólera, a la malicie, a la sensualidad, etc. 

Esta perfectamente reconocido hoy por los filósofos espiritualistas que los órganos cerebrales, correspondiendo a las diversas aptitudes, deben su desarrollo a la actividad del Espíritu; que este desarrollo es, pues, un efecto y no una causa. Un hombre no es músico porque tiene la protuberancia de la música, sino que tiene la protuberancia de la música porque su Espíritu es músico. 

Si la actividad del Espíritu obra sobre el cerebro, debe obrar igualmente sobre las demás partes del organismo. El Espíritu es así el artista de su propio cuerpo, que amolda, por decirlo así, con objeto de apropiarlo a sus necesidades y a la manifestación de sus tendencias. Dado esto, la perfección del cuerpo en las razas adelantadas sería el resultado del trabajo del Espíritu, que perfecciona su organismo a medida que aumenta sus facultades. (El Génesis según él-Espiritismo, Cáp. II; Génesis Espiritual).

Por una consecuencia natural de este principio, las disposiciones morales del Espíritu deben modificar las cualidades de la sangre, darle más o menos actividad, provocar una secreción más o menos abundante de bilis o de otros fluidos. Así es, por ejemplo, como el glotón se siente venir la saliva o, como vulgarmente se dice, el agua a la boca, al ver un manjar apetitoso. No es el manjar quien puede sobrexcitar el órgano del gusto, puesto que no hay contacto: es, pues, el Espíritu, cuya sensualidad se ha despertado, quien obra por el pensamiento sobre este órgano, mientras que la vista de este manjar no produce efecto alguno .en otro Espíritu. Lo mismo sucede con todos los apetitos, con todos los deseos provocados por la vista.

La diversidad de las emociones no puede explicarse en muchos casos sino por la diversidad de las cualidades del Espíritu. Tal es la razón porque una persona sensible vierte fácilmente lágrimas: no es la abundancia de las lágrimas la que da la sensibilidad al Espíritu, sino la sensibilidad del Espíritu es la que provoca la secreción abundante de lágrimas. Bajo el imperio de la sensibilidad se ha modelado el organismo sobre esta disposición normal del Espíritu, como se ha modelado sobre la del Espíritu glotón.

Siguiendo este orden de ideas, se comprende que un Espíritu irascible debe infundirse en un temperamento bilioso: de donde se deduce que un hombre no es colérico porque es bilioso, sino que es bilioso porque es colérico. Lo mismo sucede con todas las demás disposiciones instintivas. Un Espíritu débil e indolente dejará a su organismo en un estado de atonía en relación con su carácter, en tanto que si es activo y enérgico, dará a su sangre y a sus nervios cualidades completamente distintas. La acción del Espíritu sobre el físico es de tal modo evidente, que se ve con frecuencia producirse por el efecto de violentas conmociones morales grandes desórdenes orgánicos. La expresión vulgar: La emoción le ha vuelto la sangre, no es tan desnuda de sentido como pudiera creerse; luego, ¿Quién ha podido volver la sangre sino las disposiciones morales del Espíritu?

Este efecto es sensible, especialmente en los grandes dolores, las grandes alegrías y los grandes sustos, cuya reacción puede hasta causar la muerte. Se ven gentes que mueren de miedo de morir; ¿qué relación existe, pues, entre el cuerpo del individuo y el objeto que causa su espanto, objeto que, con frecuencia, no tiene realidad alguna? Se dice: es efecto de la imaginación: sea; pero, ¿qué es la imaginación sino un atributo, un modo de sensibilidad del Espíritu? Difícil parece atribuir la imaginación a los músculos y a los nervios, porque entonces no se explicaría por qué estos músculos. Y estos nervios no tienen siempre imaginación; porque no la tienen ya después de la muerte; porque lo que en unos causa un espanto mortal, excita el valor en otros, etc.

De cualquier sutileza que se use para explicar los fenómenos morales por las solas propiedades de la materia, se cae inevitablemente en un laberinto, en cuyo fondo se percibe, en toda su evidencia y como única solución posible, el ser espiritual independiente, para quien el organismo no es sino un medio de manifestación, como el piano es el instrumento de las manifestaciones del pensamiento del músico. Del mismo modo que el músico armoniza su piano, puede decirse que el Espíritu armoniza su cuerpo para ponerlo al diapasón de sus disposiciones morales.

Es curioso, en verdad, ver al materialismo hablar incesantemente de la necesidad de levantar la dignidad del hombre, cuando se esfuerza por reducirlo a un pedazo de carne que se pudre y desaparece sin dejar ningún vestigio; reivindicar para él la libertad como un derecho natural, cuando le considera solo un mecanismo sin responsabilidad de sus actos. 

Con el ser espiritual independiente, preexistente y sobreviviendo al cuerpo, la responsabilidad es absoluta; pues, para la mayoría, el primero, el principal móvil de la creencia en la nada, es el espanto que causa esta responsabilidad, fuera de la ley humana, y a la cual creen escapar cerrando los ojos. Hasta hoy ninguna buena definición tenía esta responsabilidad: no era más que un terror vago, fundado, es preciso reconocerlo, en creencias no siempre admisibles por la razón: el Espiritismo la demuestra como una realidad patente, efectiva, sin restricción, como una consecuencia natural de la espiritualidad del ser; por eso ciertas gentes tienen miedo al Espiritismo, que les turbaría en su inquietud, colocando frente a ellos el terrible tribunal del porvenir. Probar que el hombre es responsable de todos sus actos, es probar su libertad de acción, y probar su libertad, es elevar su dignidad. La perspectiva de la responsabilidad fuera de la ley humana es el elemento moralizador más poderoso; a este fin conduce el Espiritismo por la fuerza de las cosas. 

Según las precedentes .observaciones fisiológicas, puede, pues, admitirse, que el temperamento es, en parte al menos, determinado por la naturaleza del Espíritu, que es causa y no es efecto. Decimos en parte, porque hay casos en que el físico influye evidentemente sobre lo moral; por ejemplo, cuando un estado mórbido o anormal está determinado por una causa externa accidental, independiente del Espíritu, como la temperatura, el clima, los vicios hereditarios de constitución, un mal pasajero, etc. La moral del Espíritu puede entonces estar afectada en sus manifestaciones por el estado patológico, sin que su naturaleza intrínseca sea modificada.

Excusarse de las malas acciones por la debilidad de la carne, no es, pues, más que un pretexto para escapar a la responsabilidad. La carne no es débil sino porque el Espíritu es débil, lo que cambia la cuestión y deja al Espíritu la responsabilidad de todos sus actos. La carne, que no tiene pensamiento ni voluntad, no prevalece nunca sobre el ser pensador y que quiere; el Espíritu es quien da a la carne las cualidades correspondientes a sus instintos, como un artista imprime a su obra material el sello de su genio. El Espíritu, libre de los instintos de la bestialidad, se amolda un cuerpo que ya no es un tirano para sus aspiraciones hacia la espiritualidad de su ser: entonces es cuando el hombre come para vivir, porque vivir es una necesidad, pero no vive ya para comer.

La responsabilidad moral de los actos de la vida, queda, pues íntegra; pero la razón dice que las consecuencias de esta responsabilidad deben ser proporcionadas al desarrollo intelectual del Espíritu; cuanto más ilustrado, le es menos excusable, porque con la inteligencia y el sentido moral nacen las nociones del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto. El salvaje, muy próximo todavía a la animalidad, que cede al instinto del bruto comiéndose a su semejante, es, sin duda, menos culpable que el hombre civilizado que comete simplemente una injusticia.

También en la medicina encuentra esta ley su aplicación y da la razón del mal éxito de aquella en ciertos casos. Desde el momento que el temperamento es un efecto y no una causa, los esfuerzos intentados para modificarlo pueden ser paralizados por las disposiciones morales del Espíritu, que opone una resistencia inconsciente y neutraliza la acción terapéutica. Es, pues, preciso obrar sobre la causa principal: si se consigue cambiar las disposiciones morales del Espíritu, el temperamento se modificará él mismo bajo, el imperio de una voluntad diferente o, por lo menos, la acción del tratamiento médico será secundada en vez de ser contrarrestada. Dad, si es posible, valor al poltrón y veréis cesar los efectos fisiológicos del miedo: lo mismo sucede con las demás disposiciones.

Sin embargo, ¿se dirá, el médico del cuerpo, puede hacerse médico del alma? ¿Está en sus atribuciones hacerse el moralizador de sus enfermos? Si, indudablemente, hasta cierto punto; es hasta un deber que un buen médico no desatiende nunca, desde el instante que ve en el estado del alma un obstáculo al restablecimiento de la salud del cuerpo; lo esencial es aplicar el remedio moral con prudencia, tacto y oportunidad, según las circunstancias. Desde este punto de vista, su acción es forzosamente circunscrita, porque, además de no tener el médico sobre el enfermo más que un ascendiente moral, una transformación del carácter es difícil en cierta edad: a la educación primera es a quien incumbe esta clase de cuidados. Cuando desde la cuna la educación se dirija en este sentido, cuando se trate de ahogar en su germen las imperfecciones morales, como se hace para las imperfecciones físicas, el médico no encontrará ya en el temperamento un obstáculo contra el cual es impotente su ciencia las más de las veces.

Este es, como se ve, todo un estudio pero un estudio completamente estéril, en tanto que no se cuide de la acción del elemento espiritual en el organismoParticipación incesantemente activa del elemento espiritual en los fenómenos de la vida: tal es la clave de la mayor parte de los problemas contra los que se estrella la ciencia; cuando la ciencia haga tener en cuenta la acción de este principio, verá abrirse ante ella horizontes completamente nuevos. El Espiritismo demuestra esta verdad.

La Lujuria, según aparece en: Obras Póstumas de Allan Kardec, que aporta a este tema de la siguiente manera

"Se distingue, por el contrario, a los Espíritus atrasados, por su rebelión desde el primer instante contra Dios, negando la providencia y todo poder superior a la humanidad; y después, por la propensión instintiva a las pasiones degradantes, a los sentimientos anti fraternales del orgullo, la malevolencia, los celos, la lujuria, en fin, por el predominio, por el deseo vehemente en ellos hacia todo lo que es material.



Entonces, si educas tu Alma, puedes vencer cualquier vicio.

sábado, 30 de mayo de 2015

Se necesita solo una existencia para corregir la Homosexualidad como comportamiento humano. En nuevas existencias ya ese comportamiento de homosexualidad ha de haberse corregido.

“El Alma Moralizada, domina el comportamiento 
humano hacia el Bien común”.
Se necesita solo una existencia para corregir la Homosexualidad como comportamiento humano. En nuevas existencias ya ese comportamiento de homosexualidad ha de haberse corregido, y en la próxima encarnación, se encarna como un espíritu de bien en pleno empeño de su adelantamiento espiritual, porque el Espiritu NUNCA RETROGRADA


Progresión de los Espíritus
Libro de Los Espíritus, Acerca de los Espíritus, Libro Segundo – Capítulo I 
114. Los Espíritus, ¿son buenos o malos por naturaleza, o mejoran por sí mismos?

“Los Espíritus mejoran por sí mismos: al hacerlo pasan de un orden inferior a otro superior.” 
115. Los Espíritus, ¿han sido creados unos buenos y otros malos?

“Dios creó a todos los Espíritus simples e ignorantes, es decir, desprovistos de ciencia. A cada uno le dio una misión con el objetivo de instruirlos y de hacerlos llegar progresivamente a la perfección mediante el conocimiento de la verdad, y para aproximarlos a Él. Para ellos la dicha eterna e imperturbable reside en esa perfección. Los Espíritus adquieren esos conocimientos al pasar por las pruebas que Dios les impone. Algunos aceptan esas pruebas con sumisión y llegan más pronto al objetivo que se les asignó. Otros sólo las sufren con quejas, y así, por su culpa, quedan alejados de la perfección y de la felicidad prometida.” 
[115a] – Según esto, en su origen los Espíritus parecen ser como los niños: ignorantes y sin experiencia, aunque poco a poco adquieren los conocimientos que les faltan a medida que recorren las diferentes fases de la vida.

“Sí, la comparación es exacta. El niño rebelde permanece ignorantee imperfecto. Aprende más o menos según su docilidad. Sin embargo, la vida del hombre tiene un término, mientras que la de los Espíritus se extiende hasta lo infinito.”
116. Entre los Espíritus, ¿los hay que quedarán perpetuamente en las categorías inferiores?
“No, todos llegarán a ser perfectos. Cambian, pero con lentitud, porque como lo hemos dicho en otra ocasión, un padre justo y misericordioso no puede conservar a sus hijos en el destierro por toda la eternidad. ¿Pretenderías acaso que Dios, tan grande, bueno y justo, fuese peor que vosotros mismos?” 
117. ¿Depende de los Espíritus apresurar su progreso hacia la perfección?

“Sin duda. Llegan con mayor o menor rapidez según su deseo y su sumisión a la voluntad de Dios. Un niño dócil, ¿no se instruye acaso más rápido que uno reacio?” 
118. Los Espíritus, ¿pueden degenerar?

“No. A medida que avanzan comprenden lo que los alejaba de la perfección. Cuando el Espíritu ha concluido una prueba, adquirió el conocimiento de ella y no lo olvida. Puede permanecer estacionario, pero no retrocede.” 
119. ¿No podría Dios eximir a los Espíritus de las pruebas que deben sufrir para llegar a la primera categoría?

“Si hubiesen sido creados perfectos no tendrían el mérito para gozar de los beneficios de esa perfección. ¿Cuál sería el mérito si no hubiera lucha? Por otra parte, la desigualdad que existe entre ellos es necesaria para su personalidad. Además, la misión que cumplen en los diferentes grados está dentro de los designios de la Providencia en relación con la armonía del universo.” 
Puesto que en la vida social todos los hombres pueden llegar a los primeros puestos, valdría preguntarse por qué el soberano de un país no asciende a general a cada uno de sus soldados, por qué todos los empleados subalternos no llegan a ser funcionarios superiores, o por qué todos los escolares no se convierten en maestros. Ahora bien, hay una diferencia entre la vida social y la vida espiritual: la primera es limitada y no siempre permite ascender todos los grados, mientras que la segunda es ilimitada y deja a cada uno la posibilidad de elevarse al grado supremo. 
120. ¿Todos los Espíritus pasan por la serie del mal para llegar al bien?

“No por la serie del mal, sino por la de la ignorancia.”
121. ¿Por qué algunos Espíritus han seguido el camino del bien y otros el del mal?
“¿Acaso no tienen libre albedrío? Dios no creó Espíritus malos; los creó simples e ignorantes, es decir, con tanta aptitud para el bien como para el mal. Los que son malos llegaron a serlo por su voluntad.”
122. ¿Cómo pueden los Espíritus, en su origen, cuando aún no tienen conciencia de sí mismos, tener la libertad de elegir entre el bien y el mal? ¿Hay en ellos un principio, alguna tendencia que los lleve en una dirección más que en otra?
“El libre albedrío se desarrolla a medida que el Espíritu adquiere la conciencia de sí mismo. No habría libertad si la elección fuese determinada por una causa independiente de la voluntad del Espíritu. La causa no está en él, sino fuera de él, en las influencias a las cuales cede en virtud de su voluntad libre. Se trata de la gran alegoría de la caída del hombre y del pecado original: algunos cedieron a la tentación, otros resistieron.”
[122a] – ¿De dónde provienen las influencias que se ejercen sobre él?
“De los Espíritus imperfectos que procuran apoderarse de él y dominarlo, y que se complacen en hacerlo sucumbir. Es lo que se ha querido representar mediante la figura de Satán.” 
[122b] – Esa influencia, ¿sólo se ejerce sobre el Espíritu en su origen?

“Lo sigue durante su vida de Espíritu hasta que haya conseguido tal dominio de sí mismo, que los malos renuncien a obsesionarlo.” 
123. ¿Por qué Dios ha permitido que los Espíritus puedan seguir el camino del mal?

“¿Cómo os atrevéis a pedir a Dios cuenta de sus actos? ¿Acaso creéis poder penetrar sus designios? Sin embargo, estáis en condiciones de deciros esto: la sabiduría de Dios está en la libertad que deja a cada uno de elegir, pues cada uno tiene el mérito de sus obras.” 
124. Puesto que hay Espíritus que desde el principio siguen el camino del bien absoluto, y otros el del mal absoluto, ¿existen sin duda grados entre esos dos extremos?
“Sí, con certeza, y son la gran mayoría.” 
125. Los Espíritus que han seguido el camino del mal, ¿podrán llegar al mismo grado de superioridad que los otros?

“Sí, pero las eternidades serán más largas para ellos.” 
Por la expresión las eternidades debemos entender la idea que tienen
los Espíritus inferiores acerca de la perpetuidad de sus padecimientos,
porque no les es dado ver el término de los mismos. Esa idea se
renueva con cada una de las pruebas ante las que sucumben. 
126. Los Espíritus que han llegado al grado supremo después de haber pasado por el mal, ¿tienen ante Dios menos mérito que los otros?
“Dios contempla a los extraviados con la misma mirada y los ama a todos con el mismo amor. Se los llama malos porque han sucumbido, pero antes sólo eran Espíritus simples.” 
127. Los Espíritus, ¿son creados iguales en cuanto a sus facultades intelectuales?

“Son creados iguales, pero al no saber de dónde provienen es preciso que el libre albedrío siga su curso. Progresan con mayor o menor rapidez, tanto en inteligencia como en moralidad.” 
Los Espíritus que siguen desde el principio el camino del bien no son por eso Espíritus perfectos. Si bien no tienen malas tendencias, no están eximidos de adquirir la experiencia y los conocimientos necesarios para alcanzar la perfección. Podemos compararlos con niños que, sea cual fuere la bondad de sus instintos
naturales, tienen necesidad de desarrollarse, de instruirse, y no llegan sin transición de la infancia a la edad madura. Así como hay hombres que son buenos y otros que son malos desde la infancia, de igual modo hay Espíritus que son buenos o malos
desde el principio, con la diferencia capital de que el niño tiene instintos completamente formados, mientras que el Espíritu, en su formación, no es ni malo ni bueno; tiene todas las tendencias, y toma una u otra dirección en virtud de su libre albedrío.

Así continua adelantando su Espíritu en forma consecuente con el sexo que desplegará su orientación sexual, ya corregida.

Cuando el Alma se moraliza, y adquiere ascendencia Moral, en su próxima existencia, ese comportamiento se corrige y se reencarna como un Espíritu Bueno, pues al moralizar su alma encarnada en la presente existencia, le toca encarnar normal en un Espíritu Bueno conforme a su Alma Moralizada. Por lo tanto, Si; es importante lograr moralizar el Alma en esta existencia. Veamos que dice el Libro de los Espíritus.
[192a] – El hombre, ¿puede al menos asegurarse desde esta vida una existencia futura sin tantas amarguras?
“Sí, sin duda. Puede abreviar la extensión y las dificultades del camino. Sólo el negligente se encuentra siempre en el mismo punto.”
193. Un hombre, en sus nuevas existencias, ¿puede descender por debajo del nivel en que se encontraba?
“En su posición social, sí. Como Espíritu, no.”
194. El alma de un hombre de bien, ¿puede, en una nueva encarnación, animar el cuerpo de un malvado?
“No, porque no puede degenerar.”
[194a] – El alma de un hombre perverso, ¿puede convertirse en la de un hombre de bien?
“Sí, si se arrepintió. En ese caso constituye una recompensa.” 
La marcha de los Espíritus es progresiva, nunca retrógrada. Ellos se elevan gradualmente en la jerarquía y no descienden de la categoría a la que han llegado. En sus diferentes existencias corporales pueden descender como hombres, pero no como Espíritus. Así, el alma de un hombre que ha sido poderoso en la Tierra puede más tarde animar al más humilde artesano, y viceversa. Eso se debe a que las categorías entre los hombres suelen hallarse en razón inversa a la elevación de los sentimientos morales. Herodes era rey; y Jesús, carpintero. [Nota de Allan Kardec]
195. La posibilidad de mejorar en otra existencia, ¿no puede llevar a algunas personas a perseverar en el camino del mal, debido a la idea de que siempre podrán corregirse más tarde?
“El que piensa así no cree en nada, y la idea de un castigo eterno tampoco lo retiene, porque su razón la rechaza. Además, dicha idea conduce a la incredulidad acerca de todas las cosas. Si se hubieran empleado medios racionales para conducir a los hombres, no habría tantos escépticos. Un Espíritu imperfecto puede, en efecto, pensar como tú dices durante su vida corporal, pero una vez desprendido de la materia piensa de otro modo, porque pronto se da cuenta de que elaboró un juicio equivocado, y entonces llevará consigo un sentimiento contrario en la nueva existencia. Así se realiza el progreso. Por esa razón tenéis en la Tierra hombres más adelantados que otros. Algunos ya tienen la experiencia que otros todavía no poseen, pero que adquirirán poco a poco. De ellos depende acelerar su progreso o demorarlo indefinidamente.” 
El hombre que está en una mala situación desea cambiarla lo antes posible. El que está persuadido de que las tribulaciones de esta vida son la consecuencia de sus imperfecciones, procurará asegurarse una nueva existencia menos penosa. Este pensamiento habrá de apartarlo del camino del mal más aún que la idea del fuego eterno, en el que no cree.
196. Dado que los Espíritus sólo pueden mejorar si sufren las tribulaciones de la existencia corporal, ¿se sigue de ahí que la vida material sea una especie de tamiz o depurador por el que deben pasar los seres del mundo espírita para llegar a la perfección?
“Sí, es exactamente eso. Los Espíritus mejoran en esas pruebas al evitar el mal y practicar el bien. Pero sólo después de muchas encarnaciones o depuraciones sucesivas alcanzan, en un tiempo más o menos prolongado, según sus esfuerzos, el objetivo hacia el cual tienden.”
[196a] – ¿Influye el cuerpo sobre el Espíritu, para mejorarlo, o el Espíritu influye sobre el cuerpo?
“Tu Espíritu lo es todo. Tu cuerpo es una vestidura que se pudre: eso es todo.”
Encontramos una comparación material de los diferentes grados de purificación del alma en el jugo de la vid. El jugo contiene el licor, denominado espíritu o alcohol, pero debilitado por una infinidad de sustancias extrañas que alteran su esencia. El licor sólo alcanza la pureza absoluta después de muchas destilaciones, en cada una de las cuales se despoja de alguna impureza. El alambique es el cuerpo, en el que debe entrar para depurarse. Las sustancias extrañas son como el periespíritu, que también se depura a medida que el Espíritu se aproxima a la perfección.

Entonces, bolo se necesita de una Encarnación para lograr que el Alma se Moralice y por la ley natural de Progreso del Espiritu, que nunca retrograda, su nueva encarnación ya ese comportamiento ha sido mejorado, mediante el Alama Moralizada, que es la que domina el cuerpo y la carne.

Los Espíritus deciden sus pruebas antes de cada encarnación por virtud de su Libre Albedrío


Elección de las pruebas: 
Ítem #258. En el estado errante, antes de comenzar una nueva existencia corporal, ¿tiene el Espíritu conciencia y previsión de lo que habrá de sucederle durante la vida?
“Él mismo escoge la clase de pruebas que quiere sufrir.  En eso consiste su libre albedrío.” 
Ítem #[258a] – Entonces, ¿no es Dios quien le impone las tribulaciones de la vida como castigo?
“Nada sucede sin el permiso de Dios, pues   es Él quien ha establecido las leyes que rigen el universo. ¡Preguntad, pues, por qué ha hecho tal ley en vez de otra! Al dar al Espíritu la libertad de elegir, Dios le deja la responsabilidad completa de sus actos y de las consecuencias de estos. Nada obstaculiza su porvenir. Puede optar por seguir el camino del bien o el del mal. Pero si sucumbe, le queda un consuelo: no todo terminó para él, pues Dios, en su bondad, le deja la libertad para que recomience lo que hizo mal. Por otra parte, es necesario distinguir lo que es obra de la voluntad de Dios, de lo que es obra de la voluntad del hombre. Si un peligro os amenaza, no habréis sido vosotros quienes lo crearon, sino Dios. No obstante, vuestra fue la voluntad de exponeros a ese peligro, porque habéis visto en él un medio para vuestro progreso, y Dios lo ha permitido.”  
Ítem # 259. Si el Espíritu elige la clase de pruebas que deberá sufrir, ¿se sigue de ahí que todas las tribulaciones que experimentamos en la vida fueron previstas y elegidas por nosotros?
“Todas no es la palabra, porque no se puede decir que vosotros habéis elegido y previsto todo lo que os sucede en el mundo, hasta las más mínimas cosas. Elegisteis la clase de pruebas; los detalles son consecuencia de la posición en que os encontráis y, a menudo, de vuestras propias acciones. Si el Espíritu, por ejemplo, quiso nacer entre malhechores, sabía a qué tentaciones se exponía, pero ignoraba cada uno de los actos que llevaría a cabo. Esos actos son el efecto de su voluntad y de su libre albedrío. El Espíritu sabe que al elegir un camino tendrá que sufrir determinado tipo de lucha. Conoce, pues, la naturaleza de las vicisitudes con las que se encontrará, pero ignora si un acontecimiento se producirá antes que otro. Los pormenores nacen de las circunstancias y de la fuerza de las cosas. Sólo se pueden prever los acontecimientos importantes, aquellos que influyen en el destino. Si sigues un camino escarpado, sabes que habrás de tomar grandes precauciones, porque tienes   posibilidades de caer. No obstante, no sabes en qué punto caerás, y existe la posibilidad de que no caigas si eres suficientemente prudente. Si al pasar por la calle te cae una teja en la cabeza, no creas que estaba escrito, como vulgarmente se dice.”
Es entonces claro que cada cual es responsable de sus expiaciones, y no es nadie más. Cada cual escoge sus pruebas y es responsable de sus acciones
De manera que no es correcto inferir que los Espíritus pueden confundir su sexo al encarnar. El Espiritismo ha indicado que el Espíritu desencarnado decide las pruebas, antes de encarnar, pues tiene perfecta conciencia. 
Decir algo contrario sería decir que el espíritu estaba confundido y que se equivocó al momento de decidir el cuerpo que encarnaría, y es muy claro que el Espiritu desencarnado no es así, pues es y debe ser un Espiritu con perfecta conciencia.

Según el Espiritismo las pruebas a reparar o expiar son decididas por el mismo Espíritu antes de la reencarnación, el argumento de que debido a que los Espíritus han reencarnado muchas veces en diferentes sexos, y pueda existir una confusión en el sexo que el Espíritu demuestra en una encarnación, tornándose en una orientación desviada hacia hombre o mujer ocasionado un comportamiento homosexual, no es lo que el Espiritismo enseña.  

Según lo expresan muchos expositores de nuestro tiempo, ellos indican que se justifica un comportamiento homosexual por el hecho de que el Espíritu, luego de muchas encarnaciones y por consecuencia de innumerables reencarnaciones como hombre o mujer, se tiende a tener más tendencia hacia un sexo que a otro.  Esto tiene lógica, porque el Espiritu que encarna no tiene sexo, pero si tiene faltas cometidas que debe expiar. Su condición de homosexualidad, es inducida por su Alma no moralizada aun, y arrastra ese comportamiento de encarnación a encarnación hasta que logre corregir su comportamiento, moralizando su Alma.

Aunque esto fue mencionado por Emannuel a Chico Xavier, se aleja a lo que nos indica la Codificación Espirita

Personalmente estoy en desacuerdo a esa forma de pensar. No es conforme a lo que dijeron los Espíritus

Probaré en este articulo que el comportamiento homosexual es el resultado de haber encarnado con ese comportamiento, y que viene de otras encarnaciones con estas tendencias con el propósito de expiación en su ultima encarnación,y es el Alma que se debe moralizar para que puede dominar el comportamiento del cuerpo en la presente encarnación. 

No solo los comportamientos heterosexuales, sino todo comportamiento sean homosexuales, egoístas, materialistas, sensuales, o cualquier comportamiento humano deberán ser modificados por su Alma Encarnada que debe moralizarse. 

Lo importante no es el comportamiento humano, sino la moralización del Alma Encarnada o el nivel Moral alcanzado en su ultima encarnación, que permite que su Alma, que domina el cerebro, la sangre y la carne y el comportamiento, no haya sido moralizada todavía.

El Espiritismo enseña que el Espíritu que tiene perfecta conciencia, decide la vida que ha de vivir en cada existencia antes de encarnar por virtud a su Libre Albedrío para llevar a cabo su proceso de reparación o expiación de faltas del pasado. Veamos lo que nos dice el Libro de Génesis espiritual:
La Génesis - Capítulo XVII
Ítem #67. Por su parte, según ha quedado explicado aquí (véase el § 63), el juicio por la vía de la emigración es racional. Se basa en la más rigurosa justicia, dado que de ese modo el Espíritu conserva por toda la eternidad su libre albedrío; no constituye un privilegio para nadie: Dios concede a todas las criaturas, sin excepciones, la misma libertad de acción para que progresen; e incluso el aniquilamiento de un mundo, que acarrea la destrucción del cuerpo, no ocasionará ninguna interrupción a la marcha progresiva del Espíritu.
Tales son las consecuencias de la pluralidad de los mundos y de la pluralidad de las existencias. De acuerdo con esa interpretación, la calificación de juicio final no es exacta, puesto que los Espíritus pasan por un tribunal cada vez que se renuevan los mundos en que habitan, hasta que alcancen un cierto grado de perfección. No hay, por lo tanto, un juicio final propiamente dicho, sino juicios generales en todas las épocas de renovación parcial o total de la población de los mundos, a consecuencia de las cuales se producen las grandes emigraciones e inmigraciones de Espíritus.
Sin duda, el Espiritu al conservar su Libre Albedrío por toda la eternidad, conserva su conciencia en la erraticidad, para poder tomar decisiones siempre con el mejor juicio posible, sin dar lugar a confusion alguna.




Vea este vídeo complementario sobre este tema:



https://youtu.be/_l-kDvIn0BU

275, (2-2-14), 2072 (5-30-15)

Es menester incluir en esta informacion que piensan otros colegas que han escrito sobre este tema y deseo estar claro que no estoy de acuerdo en asumir o interpretar, deseo solo referirme a conclusiones concretas en cuanto a lo que los mismos Espíritus dijeron. No creo apropiado hablar sobre este tema asumiendo cosas o tratando de justificar términos. Todo debe ser filtrado por el tamiz de la razón. El Alma educada y Moralizada es capaz de controlar los comportamientos físicos. 

Vea vídeo complentario al tema:


http://youtu.be/dGwLgrdsKu4


El Libro del Cielo y el Infierno o la Justicia Divina según el Espiritismo - Allan Kardec nos habla del comportamiento humano y como el Alma logra dominar la carne cuando se esta Moralizada.  Cualquier comportamiento humano sera modificado hacia el bien en todos sus ámbitos cuando el Alma decide un camino de Bien Común, veamos y cito.

CAPÍTULO VII
Las penas futuras según el Espiritismo
La carne es débil

"Hay inclinaciones viciosas que son evidentemente inherentes al espíritu, porque tienen más relación con la gran parte moral que con la física. Otras más bien parecen consecuencia del organismo, y por este motivo, uno se cree menos responsable, por ejemplo: las predisposiciones a la cólera, a la indolencia, a la sensualidad, etc.

Se reconoce hoy perfectamente por los filósofos espiritualistas que los órganos cerebrales, correspondiendo a las diversas aptitudes, deben su desarrollo a la actividad de su espíritu, y que así este desarrollado es un efecto y no una causa. Un hombre no es músico porque tenga la protuberancia de la música, sino que tiene esta protuberancia porque su espíritu es músico.

Si la actividad del espíritu obra sobre el cerebrodebe obrar igualmente sobre las otras partes del organismo. De este modo, el espíritu es el artífice que arregla su propio cuerpo, por decirlo así, a fin de amoldarlo a sus necesidades y a la manifestación de sus tendencias. Sentado esto, la perfección del cuerpo de las razas adelantadas no será producto de creaciones distintas, sino resultado del trabajo del espíritu, que perfecciona su instrumento a medida que aumenta sus facultades.  

Por una consecuencia natural de este principio, las disposiciones morales del espíritu deben modificar las cualidades de la sangredarle más o menos actividad, provocar secreciones más o menos abundantes de bilis u otros fluidos. Así es, por ejemplo, que al glotón se le hace la boca agua a la vista de un bocado apetitoso. En este caso, no es el bocado el que puede sobreexcitar el órgano del gusto, puesto que no hay contacto, sino el espíritu, que obra en virtud de la sensibilidad que se le ha despertado, con la acción del pensamiento, sobre este órgano, mientras que en otro, la vista de aquel bocado no produce ningún efecto. Por la misma razón una persona sensible derrama lágrimas fácilmente. La abundancia de las lágrimas no da la sensibilidad al espíritu, sino que la sensibilidad del espíritu provoca la secreción abundante de las lágrimas. El organismo, bajo el impulso de la sensualidad, se ha apropiado esta disposición normal del espíritu, como se ha apropiado la del espíritu del glotón.

Siguiendo este orden de ideas, se comprende que un espíritu iracundo debe propender al temperamento bilioso. De esto se deduce que un hombre no es colérico porque sea bilioso, sino que es bilioso porque es colérico. Lo mismo sucede en cuanto a las otras disposiciones instintivas. Un espíritu perezoso e indolente dejará su organismo en un estado de atonía en relación con su carácter, mientras que si es activo y enérgico, dará a su sangre y a sus nervios cualidades muy diferentes. Es tan evidente la acción del espíritu sobre la parte física que se ven a menudo producirse graves desórdenes por efecto de violentas conmociones morales. La expresión común:La emoción le ha cambiado la sangre, no está tan carente de sentido como podría creerse. ¿Pero qué ha podido cambiar la sangre, sino las disposiciones morales del espíritu?

Se puede, pues, admitir que el temperamento es, al menos en parte, determinado por la naturaleza del espíritu, que es la causa y no el efecto. Decimos en parte, porque hay casos en que lo físico influye ciertamente sobre lo moral. Esto sucede cuando un estado mórbido o anormal se determina por una causa externa accidental, independiente del espíritu, como la temperatura, el clima, los vicios hereditarios de constitución, un malestar pasajero, etc. Entonces, puede estar afectada la moral del espíritu en sus manifestaciones por el estado patológico, sin que su naturaleza intrínseca se modifique."

Excusarse de sus defectos por la debilidad de la carne no es más que un subterfugio para eludir la responsabilidad. La carne sólo es débil porque el espíritu es débil, lo cual destruye la excusa y deja al espíritu la responsabilidad de sus actos. La carne no tiene pensamiento ni voluntad. No prevalece jamás sobre el espíritu, que es el ser pensante y voluntario. El espíritu es quien da a la carne las cualidades correspondientes a sus instintos, como un artista imprime a su obra material el sello de su genio. El espíritu, emancipado de los instintos de la bestialidad, se compone un cuerpo que no es un tirano para sus aspiraciones hacia la espiritualidad de su ser. Entonces es cuando el hombre come para vivir, porque vivir es una necesidad, pero no vive para comer.

Así pues, sobre el espíritu recae la responsabilidad moral de sus propios actos. Pero la razón manifiesta que las consecuencias de esta responsabilidad deben estar en relación con el desarrollo intelectual del espíritu. Cuanto más ilustrado es, menos excusa tiene, porque con la inteligencia y el sentido moral nacen las nociones del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto.

Esta ley explica el mal resultado de la medicina en ciertos casos. Desde luego que el temperamento es un efecto y no una causa, y los esfuerzos hechos para modificarlo se hallan necesariamente paralizados por las disposiciones morales del espíritu, que opone una resistencia inconsciente y neutraliza la acción terapéutica. Dad, si es posible, ánimo al medroso, y veréis cesar los efectos fisiológicos del miedo.

Es prueba, repito, la necesidad que tiene la medicina convencional de tener en cuenta la acción del elemento espiritual sobre el organismo (Revue Spirite, marzo 1866, p. 65).

Lo vemos nuevamente en el Libro Obras Póstumas otra vez mejor definido, veamos

La Carne es Débil – Estudio Fisiológico y Moral
(Este estudio se ha publicado en la Revue Spirite de París, en 1866, – Sociedad Anónima Propagadora del Espiritismo)

Hay pensamientos viciosos que evidentemente son inherentes al Espíritu, porque tienden más a lo moral que a lo físico: otros más bien parecen la consecuencia del organismo y por esta razón, se cree que en ellos hay menos responsabilidad. Tales son las predisposiciones a la cólera, a la malicie, a la sensualidad, etc. 

Esta perfectamente reconocido hoy por los filósofos espiritualistas que los órganos cerebrales, correspondiendo a las diversas aptitudes, deben su desarrollo a la actividad del Espíritu; que este desarrollo es, pues, un efecto y no una causa. Un hombre no es músico porque tiene la protuberancia de la música, sino que tiene la protuberancia de la música porque su Espíritu es músico. 

Si la actividad del Espíritu obra sobre el cerebro, debe obrar igualmente sobre las demás partes del organismo. El Espíritu es así el artista de su propio cuerpo, que amolda, por decirlo así, con objeto de apropiarlo a sus necesidades y a la manifestación de sus tendencias. Dado esto, la perfección del cuerpo en las razas adelantadas sería el resultado del trabajo del Espíritu, que perfecciona su organismo a medida que aumenta sus facultades. (El Génesis según él-Espiritismo, Cáp. II; Génesis Espiritual).

Por una consecuencia natural de este principio, las disposiciones morales del Espíritu deben modificar las cualidades de la sangre, darle más o menos actividad, provocar una secreción más o menos abundante de bilis o de otros fluidos. Así es, por ejemplo, como el glotón se siente venir la saliva o, como vulgarmente se dice, el agua a la boca, al ver un manjar apetitoso. No es el manjar quien puede sobrexcitar el órgano del gusto, puesto que no hay contacto: es, pues, el Espíritu, cuya sensualidad se ha despertado, quien obra por el pensamiento sobre este órgano, mientras que la vista de este manjar no produce efecto alguno .en otro Espíritu. Lo mismo sucede con todos los apetitos, con todos los deseos provocados por la vista.

La diversidad de las emociones no puede explicarse en muchos casos sino por la diversidad de las cualidades del Espíritu. Tal es la razón porque una persona sensible vierte fácilmente lágrimas: no es la abundancia de las lágrimas la que da la sensibilidad al Espíritu, sino la sensibilidad del Espíritu es la que provoca la secreción abundante de lágrimas. Bajo el imperio de la sensibilidad se ha modelado el organismo sobre esta disposición normal del Espíritu, como se ha modelado sobre la del Espíritu glotón.

Siguiendo este orden de ideas, se comprende que un Espíritu irascible debe infundirse en un temperamento bilioso: de donde se deduce que un hombre no es colérico porque es bilioso, sino que es bilioso porque es colérico. Lo mismo sucede con todas las demás disposiciones instintivas. Un Espíritu débil e indolente dejará a su organismo en un estado de atonía en relación con su carácter, en tanto que si es activo y enérgico, dará a su sangre y a sus nervios cualidades completamente distintas. La acción del Espíritu sobre el físico es de tal modo evidente, que se ve con frecuencia producirse por el efecto de violentas conmociones morales grandes desórdenes orgánicos. La expresión vulgar: La emoción le ha vuelto la sangre, no es tan desnuda de sentido como pudiera creerse; luego, ¿Quién ha podido volver la sangre sino las disposiciones morales del Espíritu?

Este efecto es sensible, especialmente en los grandes dolores, las grandes alegrías y los grandes sustos, cuya reacción puede hasta causar la muerte. Se ven gentes que mueren de miedo de morir; ¿qué relación existe, pues, entre el cuerpo del individuo y el objeto que causa su espanto, objeto que, con frecuencia, no tiene realidad alguna? Se dice: es efecto de la imaginación: sea; pero, ¿qué es la imaginación sino un atributo, un modo de sensibilidad del Espíritu? Difícil parece atribuir la imaginación a los músculos y a los nervios, porque entonces no se explicaría por qué estos músculos. Y estos nervios no tienen siempre imaginación; porque no la tienen ya después de la muerte; porque lo que en unos causa un espanto mortal, excita el valor en otros, etc.

De cualquier sutileza que se use para explicar los fenómenos morales por las solas propiedades de la materia, se cae inevitablemente en un laberinto, en cuyo fondo se percibe, en toda su evidencia y como única solución posible, el ser espiritual independiente, para quien el organismo no es sino un medio de manifestación, como el piano es el instrumento de las manifestaciones del pensamiento del músico. Del mismo modo que el músico armoniza su piano, puede decirse que el Espíritu armoniza su cuerpo para ponerlo al diapasón de sus disposiciones morales.

Es curioso, en verdad, ver al materialismo hablar incesantemente de la necesidad de levantar la dignidad del hombre, cuando se esfuerza por reducirlo a un pedazo de carne que se pudre y desaparece sin dejar ningún vestigio; reivindicar para él la libertad como un derecho natural, cuando le considera solo un mecanismo sin responsabilidad de sus actos. 

Con el ser espiritual independiente, preexistente y sobreviviendo al cuerpo, la responsabilidad es absoluta; pues, para la mayoría, el primero, el principal móvil de la creencia en la nada, es el espanto que causa esta responsabilidad, fuera de la ley humana, y a la cual creen escapar cerrando los ojos. Hasta hoy ninguna buena definición tenía esta responsabilidad: no era más que un terror vago, fundado, es preciso reconocerlo, en creencias no siempre admisibles por la razón: el Espiritismo la demuestra como una realidad patente, efectiva, sin restricción, como una consecuencia natural de la espiritualidad del ser; por eso ciertas gentes tienen miedo al Espiritismo, que les turbaría en su inquietud, colocando frente a ellos el terrible tribunal del porvenir. Probar que el hombre es responsable de todos sus actos, es probar su libertad de acción, y probar su libertad, es elevar su dignidad. La perspectiva de la responsabilidad fuera de la ley humana es el elemento moralizador más poderoso; a este fin conduce el Espiritismo por la fuerza de las cosas. 

Según las precedentes .observaciones fisiológicas, puede, pues, admitirse, que el temperamento es, en parte al menos, determinado por la naturaleza del Espíritu, que es causa y no es efecto. Decimos en parte, porque hay casos en que el físico influye evidentemente sobre lo moral; por ejemplo, cuando un estado mórbido o anormal está determinado por una causa externa accidental, independiente del Espíritu, como la temperatura, el clima, los vicios hereditarios de constitución, un mal pasajero, etc. La moral del Espíritu puede entonces estar afectada en sus manifestaciones por el estado patológico, sin que su naturaleza intrínseca sea modificada.

Excusarse de las malas acciones por la debilidad de la carne, no es, pues, más que un pretexto para escapar a la responsabilidad. La carne no es débil sino porque el Espíritu es débil, lo que cambia la cuestión y deja al Espíritu la responsabilidad de todos sus actos. La carne, que no tiene pensamiento ni voluntad, no prevalece nunca sobre el ser pensador y que quiere; el Espíritu es quien da a la carne las cualidades correspondientes a sus instintos, como un artista imprime a su obra material el sello de su genio. El Espíritu, libre de los instintos de la bestialidad, se amolda un cuerpo que ya no es un tirano para sus aspiraciones hacia la espiritualidad de su ser: entonces es cuando el hombre come para vivir, porque vivir es una necesidad, pero no vive ya para comer.

La responsabilidad moral de los actos de la vida, queda, pues íntegra; pero la razón dice que las consecuencias de esta responsabilidad deben ser proporcionadas al desarrollo intelectual del Espíritu; cuanto más ilustrado, le es menos excusable, porque con la inteligencia y el sentido moral nacen las nociones del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto. El salvaje, muy próximo todavía a la animalidad, que cede al instinto del bruto comiéndose a su semejante, es, sin duda, menos culpable que el hombre civilizado que comete simplemente una injusticia.

También en la medicina encuentra esta ley su aplicación y da la razón del mal éxito de aquella en ciertos casos. Desde el momento que el temperamento es un efecto y no una causa, los esfuerzos intentados para modificarlo pueden ser paralizados por las disposiciones morales del Espíritu, que opone una resistencia inconsciente y neutraliza la acción terapéutica. Es, pues, preciso obrar sobre la causa principal: si se consigue cambiar las disposiciones morales del Espíritu, el temperamento se modificará él mismo bajo, el imperio de una voluntad diferente o, por lo menos, la acción del tratamiento médico será secundada en vez de ser contrarrestada. Dad, si es posible, valor al poltrón y veréis cesar los efectos fisiológicos del miedo: lo mismo sucede con las demás disposiciones.

Sin embargo, ¿se dirá, el médico del cuerpo, puede hacerse médico del alma? ¿Está en sus atribuciones hacerse el moralizador de sus enfermos? Si, indudablemente, hasta cierto punto; es hasta un deber que un buen médico no desatiende nunca, desde el instante que ve en el estado del alma un obstáculo al restablecimiento de la salud del cuerpo; lo esencial es aplicar el remedio moral con prudencia, tacto y oportunidad, según las circunstancias. Desde este punto de vista, su acción es forzosamente circunscrita, porque, además de no tener el médico sobre el enfermo más que un ascendiente moral, una transformación del carácter es difícil en cierta edad: a la educación primera es a quien incumbe esta clase de cuidados. Cuando desde la cuna la educación se dirija en este sentido, cuando se trate de ahogar en su germen las imperfecciones morales, como se hace para las imperfecciones físicas, el médico no encontrará ya en el temperamento un obstáculo contra el cual es impotente su ciencia las más de las veces.

Este es, como se ve, todo un estudio pero un estudio completamente estéril, en tanto que no se cuide de la acción del elemento espiritual en el organismoParticipación incesantemente activa del elemento espiritual en los fenómenos de la vida: tal es la clave de la mayor parte de los problemas contra los que se estrella la ciencia; cuando la ciencia haga tener en cuenta la acción de este principio, verá abrirse ante ella horizontes completamente nuevos. El Espiritismo demuestra esta verdad.

La Lujuria, según aparece en: Obras Póstumas de Allan Kardec, que aporta a este tema de la siguiente manera

"Se distingue, por el contrario, a los Espíritus atrasados, por su rebelión desde el primer instante contra Dios, negando la providencia y todo poder superior a la humanidad; y después, por la propensión instintiva a las pasiones degradantes, a los sentimientos anti fraternales del orgullo, la malevolencia, los celos, la lujuria, en fin, por el predominio, por el deseo vehemente en ellos hacia todo lo que es material.



Quiero compartir algunos extractos de un articulo publicado por mi amada y apreciada amiga Marina Silva hace un tiempo atrás.

Articulo publicado y titulado:

Reflexión Espirita sobre la Homosexualidad

y cito:....En el mes de Enero de 1866, en la citada revista, Kardec diserta sobre el tema de la desigualdad entre los sexos (hombre-mujer), considerándola como un signo de inferioridad humana y argumenta que Dios no creó a los machos superiores a las hembras, así que la inferioridad femenina no está en los decretos divinos, sino en la ignorancia humana, que creó desigualdades contrarias a las leyes divinas a través de la fuerza bruta.
¿Qué decir sobre la desigualdad entre homosexual y heterosexual? ¿No nos parece igualmente anticristiana?
La diferencia que hacemos entre hombres y mujeres es una tendencia materialista, la cual no considera la inmortalidad del Alma y la justicia de la reencarnación, que da a todos, oportunidades iguales, sin privilegios y sin perjuicio. Y creer lo contrario es ignorar la Bondad y la Justicia de Dios, que nos ama a todos de igual manera, sin importar la vestimenta carnal que usamos. Importa, pues nuestra evolución moral e intelectual.
Hombres, mujeres, heterosexual, homosexual… ¿No somos los mismos Espíritus reencarnados en las sucesivas existencias carnales?
El sexo no está en el Alma, sino en el cuerpo físico. En el Alma guardamos nuestras tendencias, adquisiciones buenas o malas que conquistamos en las diferentes existencias.
Y acerca de esas tendencias, el Espíritu Emmanuel nos explica en el libro “Vida y Sexo”[1], que el Espíritu pasa por muchas reencarnaciones en cuerpos masculinos y femeninos, lo que nos hace desarrollar “tendencias más o menos pronunciadas de los dos sexos”. Y puede ocurrir que un Espíritu reencarne en un cuerpo, cuya “anatomía genital” esté en conflicto con las tendencias que predominan en su Alma.
Es decir, un Espíritu que adquirió tendencias femeninas más amplias y encarna en un cuerpo masculino, puede tener inclinación homoafectiva. Y si predominan en él las tendencias masculinas y encarna en un cuerpo femenino, también puede sentir esa inclinación.
Según Emmanuel, no hay Espíritu con plenitud femenina o masculina. “Tanto la mujer tiene algo de viril, como el hombre de femenino”.
Tales enseñanzas de Emmanuel están de acuerdo con la codificación, pues Kardec, en el mismo artículo de la citada revista, dice que “las Almas o Espíritus no tienen sexo. Los afectos que las une nada tiene de carnal y por esa razón son más duraderos porque son fundamentados sobre una simpatía real y no están subordinadas a las vicisitudes de la materia.”
Agrega que un Espíritu que transitó varias existencias con un mismo sexo puede conservar durante mucho tiempo en su estado de Espíritu el carácter de hombre o de mujer, cuya marca permaneció en él y esas tendencias “espirituales” pueden influenciar en su vida corpórea.
Y lo más interesante es que el codificador escribe que tales tendencias explican las aparentes anomalías que se notan en el carácter de ciertos hombres y mujeres. Fijémonos bien, anomalías aparentes. Porque Dios no creó la desigualdad y el Espíritu es el ser esencial y no la materia.
Nos parece que las enseñanzas son muy claras y podemos pasar a otra cuestión bastante controvertida para muchos, que es la posibilidad de la unión matrimonial entre dos personas del mismo sexo.
Aunque estudiosos y Espíritus instructores recomienden el respeto hacia los homosexuales, muchos de ellos también orientan la abstinencia sexual entre ellos.
El doctor Jorge Andreas en el libro “Fuerzas Sexuales del Alma”[2], escribe que es necesario al homosexual mantener la “castidad constructiva” para encontrar la armonía en futuras reencarnaciones.
El estudioso Jorge Hessen tiene otra opinión y en su artículo “La legítima visión cristiana de la homosexualidad”[3] dice:
“(…) entendemos que la unión estable [casamiento] entre homosexuales puede ser legítima, hasta porque cada uno debe saber de sí mismo lo que es mejor para su propia felicidad. Sólo conseguiremos entender mejor la cuestión homosexual después de que nos liberemos de los prejuicios que nos acompañan hace muchos milenios. Nos arriesgaríamos a afirmar que la legalización del casamiento entre dos personas del mismo sexo es un avance de la sociedad, que está reglamentando lo que de hecho ya existe.” 
Como ya habíamos comentado, Kardec no abordó directamente el tema de la homosexualidad, pero en “El Libro de los Espíritus” encontramos:“695. El matrimonio, esto es, la unión permanente de dos seres, ¿es contrario a la ley natural?” “- Es un progreso en la marcha de la humanidad.” (Destaque nuestro)
Más adelante el codificador pregunta sobre el celibato y en su nota escribe que ese sacrificio es meritorio cuando realizado en provecho de la humanidad y si confrontamos sus palabras con las del doctor Jorge Andreas, notamos que la “castidad constructiva” orientada por éste no posee el carácter meritorio apuntado por aquél. Así que no se la justifica.
Si comparamos ahora las palabras de Jorge Hessen con las enseñanzas codificadas por Kardec, podemos percibir similitudes. Kardec pregunta a los Espíritus sobre la unión entre dos seres y no entre hombre y mujer. Algunos podrían argumentar que no era necesario dejar explícitas las palabras “hombre” y “mujer”, dado que las uniones “normales” ocurren entre ellos. Sin embargo, sabemos que Kardec siempre fue muy atento al uso del lenguaje para no causar dobles interpretaciones. Además, la homosexualidad no es un “invento” actual, sino que existe desde hace mucho.Confirman esos argumentos lo que escribió en el citado artículo de la Revista Espírita, cuyas ideas ya discutimos en este texto:“(…) puede ocurrir que el Espíritu transite por una serie de existencias en un mismo sexo, lo que puede hacerlo conservar  durante mucho tiempo, en el estado de Espíritu, el carácter de hombre o de mujer (…) que permaneció en él. (…) esa influencia repercute de la vida corpórea a la vida espiritual (…) ocurre lo mismo cuando el Espíritu pasa de la vida espiritual a la vida corpórea.”
Por último, nos gustaría aclarar que este artículo no representa una apología de la promiscuidad, como muchos pueden suponer. Hasta porque la homoafectividad no tiene nada de sucio o vergonzoso, siempre que la unión entre una pareja homosexual sea movida por el amor verdadero.
“(...) Cambiando de sexo podrá conservar en su nueva encarnación los gustos y las tendencias inherentes al sexo que acaba de dejar. De ese modo se explican las aparentes anomalías que se notan en el carácter de ciertos hombres y de ciertas mujeres.” (destaques nuestros) 

  • Nota: Este comentario extraído de la revista Espirita enero/1866, Aquí Kardec no es especifico en indicar que se refería a la homosexualidad, Frank Montanez.
Lo ilícito a una pareja heterosexual también lo es para una pareja homosexual. Todas las relaciones afectivas deben encarar el sexo como un intercambio de energías creadoras, solamente posible cuando está estructurado sobre sentimientos nobles y verdaderos.
El libertinaje del sexo irresponsable y únicamente sometido a las exigencias instintivas sólo demuestra nuestra inferioridad moral y no es recomendable ni a heterosexuales y ni a homosexuales. No podemos desviarnos de nuestra necesidad mayor, que es nuestra evolución espiritual, a través de la transformación íntima. ¡Concentrémonos en ello!
Artículo extraido de la "Revista Espírita Mies de Amor", disponible enhttp://miesdeamor.jimdo.com/

[1] Psicografiado por Francisco Cândido Xavier y lanzado por la FEB.[2] Libro lanzado por la FEB, 9ª edición[3] Disponible en: http://jorgehessen.net/Publicado por Marina Silva en 09:40 http://img1.blogblog.com/img/icon18_email.gifEtiquetas: Mies de Amor

Esta contribución de Marina Silva, nos da luz para entender como otros importantes expositores de temas Espiritas piensan y se expresan sobre este tema. 

No estoy de acuerdo a la postura generalizada de la confusion del Espiritu al equivocarse en encarnar en un cuerpo de hombre o mujer con un espiritu confundido por las diversas encarnaciones de hombre o mujer. 

En este análisis, deseo primero que nada acudir a la revista Espirita de Enero de 1866, a fin de reconciliar lo dicho por Allan Kardec y los Espíritus. 


(Nota: Los comentarios de Allan Kardec se constituyen las expresiones de los Espíritus que dictaron los Libros Codificados, según Prolegómenos en el Libros de los Espíritus, la nota #34, establece que los comentarios de Allan Kardec fueron controlados por los Espíritus, de modo que lo que Allan Kardec expone, tiene la autoridad espiritual de los Libros Codificados).
Este extracto pertenece a la revista Espirita, Enero de 1866, del Articulo llamado: 

¿LAS MUJERES TIENEN UN ALMA? 
ESTUDIOS PSICOLÓGICOS
Revista Espírita 1866
En el año 01 de enero de 1866.

Pagina #2,
... Las almas o espíritus no tienen sexo. El afecto que los une no es nada carnal y, para ello incluso, son más durables porque no están basadas en una real simpatía, están sujetos a los avatares de la materia. Si las almas encarnadas, es decir, son temporalmente una envoltura carnal similar a la envoltura pesada antes de la muerte. Esta envoltura material, poniéndolos en relación con el mundo material, en este estado, compiten para el progreso material del mundo que habitamos; la actividad que se requieren para que se desarrollen, ya sea para la conservación de la vida, es de bienestar proporcionado, y ayuda a su avance intelectual y moral. En cada encarnación, el alma obtiene más desarrollo; y trae nuevas ideas y conocimientos adquiridos en existencias anteriores; así es el progreso de los pueblos; los hombres civilizados de hoy son los mismos que vivieron en la edad media y en los días de la barbarie, y que vinieron avanzando; aquellos que vivirán en los futuros siglos serán los de hoy, pero incluso más avanzados intelectualmente y moralmente. Lo Sexos no existen salvo en el cuerpo; son necesarios para la reproducción de los seres materiales; pero los espíritus, siendo la creación de Dios, no se reproducen el uno con el otro, Por esta razón los sexos serían inútiles en el mundo espiritual. El progreso de los espíritus es por el trabajo que realizan y las pruebas que tienen que soportar; como el trabajador lo hace en su arte por el trabajo que hace. Esta evidencia y estos trabajos varían según su posición social. Los espíritus obtienen el progreso en absoluto, al conseguir el conocimiento, cada uno se les llama para competir en varios puestos de trabajo y apoyo a los diferentes géneros de la existencia; Por esta razón renacen alternativamente como ricos o pobres, caballeros o servidores, los trabajadores del pensamiento o de la materia. Se fundamenta en las leyes de la naturaleza, con el principio de igualdad, Una vez que el grande de hoy, puede ser el pequeño en el día de mañana y viceversa.
Con este principio de fraternidad, desde las relaciones sociales, nos encontramos con conocimientos ancestrales y que el desafortunado que nos alcanza va a encontrar a un pariente o un amigo. Es el mismo objetivo que el espíritu encarnado en los diferentes sexos; tales que era hombre, puede ser mujer renacida, y tales que eran mujer pueden nacer como hombre, a fin de cumplir con los deberes de cada una de estas posiciones y de ellos apoyan la existencia. La naturaleza hizo a las hembras más frágil que el otro, porque los deberes son menores, y no requieren una fuerza muscular igual y están incluso incompatibles con rudeza masculina. Le están admirablemente dotadas de la delicadeza de las formas y la delicadeza de sensaciones apropiados para el cuidado de la maternidad. Son hombres y mujeres, Sí, tareas especiales, igualmente los datos importantes en el orden de las cosas; son dos elementos que son complementarios entre sí.
Pagina #3 El espíritu encarnado sufre la influencia del organismo, sus cambios de carácter de acuerdo a las circunstancias y dobla las necesidades y los cuidados que requiere este mismo organismo. Esta influencia no se borra inmediatamente después de la destrucción de lo material del manto, de la misma manera que no se pierdan al instante los gustos y hábitos terrestresEntonces, puede ocurrir que el espíritu opera a través de una serie de acciones de un mismo sexo, lo que hace que durante mucho tiempo, puede salvar, su estado de ánimo, el carácter de hombre o la mujer que la etiqueta ha permanecido en ella.
 Es nada más que lo que le pasa a un cierto grado de avance y la "desmaterialización" que la influencia de la materia desaparece completamente y con ello el carácter de los sexos. Aquellos que se  presentan a nosotros como hombres o como mujeres, es para recordar la existencia en el cual los conocemos.
 Si esta influencia afecta la vida corporal a la vida espiritual, se produce del mismo modo, cuando el espíritu en la vida espiritual pasa a la vida corpórea. En una nueva encarnación, él traerá el carácter del y las  inclinaciones que tenia el espírituSi el Espiritu es avanzado, hará que un hombre sea Avanzado; Si el Espiritu es atrazado, va hacer que haya un algún tipo de atrazo, conforme al nivel Espiritual alcanzado.
El cambio de sexo sucio, puede por lo tanto caer bajo esa impresión y en su nueva encarnación, salvar o mantener los gustos, las tendencias y carácter inherente en el sexo que acaba de tener en su ultima encarnación.
Así es que eso explica ciertas anomalías aparentes que muestran en el carácter de algunos hombres y algunas mujeres. 
Nota de Frank: Esta expresión de Allan Kardec, no es especifica,  y no puede ser una definición de un comportamiento homosexual o heterosexual. 

No hay diferencias entre el hombre y la mujer ya que el material del cuerpo se aniquila en la muerte del cuerpo; Pero en cuanto al espíritu, el alma, el ser esencial, es imperecederoNo existe que hay dos clases de alma; Dios lo quiso así, en su justicia, en todas sus criaturas; dando a todos un mismo principio, fundó la verdadera igualdad; No existe desigualdad o temporalmente en avance; Pero todos tienen derecho al mismo destino, a la que cada uno llega a su trabajo, porque ese Dios no favoreció a nadie a expensas de otros.
Nota de Frank: Aquí, Allan Kardec continua con su defensa de la igualdad del Alma de la mujer o del hombre encarnado. 
La doctrina materialista pone a la mujer en una inferioridad natural de la cual no es por si no fuera por la buena voluntad del hombre. Según esta doctrina, el alma No existe, o, si existe, extingue con la vida o se pierde en la totalidad universal, lo que viene a ser lo mismo. Hay, por lo tanto, a su esposa o su debilidad corporal que pone bajo la dependencia de los más aptos. La superioridad de algunos no es más que una excepción, una rareza de la naturaleza, el funcionamiento de los órganos y no podía hacer bien, la doctrina espiritista vulgar reconoce toda la existencia del alma individual y la inmortal, Pero es incapaz de demostrar que no hay diferencias entre el hombre y la mujer, y así una superioridad natural de uno sobre el otro. En la doctrina espírita, igualdad de la mujer ya no es una simple teoría especulativa; Ya no es una concesión de fuerza de la debilidad, es un derecho fundado en las propias leyes de la naturaleza. Haciendo reconocer estas leyes, el Espiritismo se abre la época de la emancipación buena mujer, cómo abrir la igualdad y la fraternidad.

Entonces, luego de haber puesto en claro la posición de Allan Kardec con relación a la igualdad del Alma Encarnada del hombre o la mujer, procedo a lo que es mi posición en cuanto a que el comportamiento de Alma Encarnada, procederá en la existencia a comportarse, se acuerdo al grado Moral alcanzado, antes de su encarnación. El Alma no esta confundida antes de encarnar, no existe aval para esa suposición. El que así lo exprese, deberá considerarse como una "Opinión Personal", aislada, de la cual el Espiritismo no se responsabiliza.

Mi interés en este articulo es expresar una opinión, basada en mi estudio del Espiritismo para educacion de mis amigos que leen mis artículos y ven mis vídeos.

Comenzaré presentando lo que reconocidos expositores tienen que decir sobre este tema. Por eso incluyo: Estos vídeos de Expositores Espiritas, donde se ilustran las opiniones con relación al Homosexualismo.  Recomiendo que evalúes las opiniones utilizando como comparación, lo que dijeron los Espíritus en la Codificación Espirita.



Notas de los vídeos: 
  1. Divaldo dice en el primer vídeo aquí indicado (en el segundo 16, que no es un desvío Moral el comportamiento homosexual), que no depende del Alma moralizada o no, sino de una confusion en el Espiritu, estrictamente a un problema de polaridad. ????. Entonces esta en desacuerdo al capitulo VII del Libro del Cielo y el Infierno. El Espiritu es asexual, pero cuando encarna, lo hace en un cuerpo masculino o femenino, en ese momento de la encarnación, asume un roll determinado, y si es con tendencias homosexuales, es porque viene con ese comportamiento determinado por el grado moral de su Alma. EN NINGÚN MOMENTO CITA LOS LIBROS CODIFICADOS, NI EL COMPROMISO DE EDUCAR EL ALMA, QUE ES LO QUE DEFINE EL COMPORTAMIENTO DEL CUERPO. 
  2. Divaldo, (Minuto: 2:45, confunde la locura patológica que Allan Kardec claramente define en el Libro ¿Que es el Espiritismo?, donde se establece una diferencia entre la obsesión Subyugante (Esquizofrenia ect) con un problema patológico vinculada al cuerpo. Tanto la mente, que es el Alma, como una Obsesión Subyugante, nada tiene que ver con el cuerpo de un homosexual. Todo depende del Alma, cuan moralizada esta al momento de encarnar. Claramente explicado en el capitulo VII, Libro el Cielo y el Infierno. 
  3. La justicia divina no impone reencarnaciones dolorosos, porque la reencarnación se basa en el Libre Albedrío de cada Alma al imponer sus propias faltas para expiación. (Minuto: 3:17). Divaldo siempre olvida el Libre Albedrío de las Almas Encarnadas o desencarnadas, y eso hace que se olviden de la Moralización y adelantamiento del Espiritu encarnado que es el propósito máximo de cada encarnación, mejoramiento del alma, para alcanzar la pureza del Espiritu. 
  4. Divaldo, en el minuto 3:33, reconoce que una terapia de regresión a vidas pasadas no es correcto, y que puede ocasionar malas consecuencias. Estoy muy de acuerdo a esto.
  5. Los demás expositores, tampoco mencionan la Moralización del Alma como conducto a expiar los comportamientos homosexuales. En ningun momento se cita la codificación y se confunden la homosexualidad con trastornos mentales. Oh, muy lejos a lo indicado por los Espíritus.



Comienzo con lo siguiente en mi análisis. Lo expresado por el Espiritu Emmanuel: y cito:
..Y acerca de esas tendencias, el Espíritu Emmanuel nos explica en el libro “Vida y Sexo”[1], que el Espíritu pasa por muchas reencarnaciones en cuerpos masculinos y femeninos, lo que nos hace desarrollar “tendencias más o menos pronunciadas de los dos sexos”. Y puede ocurrir que un Espíritu reencarne en un cuerpo, cuya “anatomía genital” esté en conflicto con las tendencias que predominan en su Alma.
Es decir, un Espíritu que adquirió tendencias femeninas más amplias y encarna en un cuerpo masculino, puede tener inclinación homoafectiva. Y si predominan en él las tendencias masculinas y encarna en un cuerpo femenino, también puede sentir esa inclinación.
Según Emmanuel, no hay Espíritu con plenitud femenina o masculina. “Tanto la mujer tiene algo de viril, como el hombre de femenino”.  termino la cita.
Considero que como opinión debe ser considerada lo que presentó Emanuel, pero al decir puede ocurrir, no debe ser una implicación que sea así.

Mi opinión de que el espiritu que desea encarnar, no puede estar confundido, debe estar en total control de sus intenciones antes de encarnar.  Un ejemplo es como tratar de justificar la locura de una persona con inferir que el Espiritu esta "loco". 

Podría decir que la pregunta #375 del Libro de Los Espíritus nos puede dar luz a la condición del Espiritu, que nunca podríamos considerarlo "LOCO", pues el Espiritu tiene plena conciencia de sus actos. 
375. En la locura ¿cuál es la situación del Espíritu?
- En estado de libertad, el Espíritu recibe directamente sus impresiones y ejerce asimismo de manera directa su acción sobre la materia. Pero, si se encuentra encarnado, se halla en condiciones del todo diferentes y en la necesidad de hacerlo sólo con ayuda de órganos especiales. Si una parte o el conjunto de tales órganos se ha alterado, su acción o sus impresiones, en lo que a dichos órganos concierne, se ven interrumpidas. Si pierde los ojos se vuelve ciego. Si se trata del oído, se torna sordo, etcétera. Ahora, figúrate que el órgano que preside los efectos de la inteligencia y de la voluntad sea parcial o enteramente afectado o modificado, y te será fácil comprender que, no teniendo ya el Espíritu a su servicio sino órganos incompletos o desnaturalizados, de ello debe resultar una perturbación de la que el Espíritu –para consigo mismo y en su fuero interno- tiene perfecta concienciapero cuyo curso no es dueño de detener.
El Espiritu tiene perfecta conciencia de sus actos, nunca esta confundido. Lo que Emannuel insinuó, deja la puerta abierta, pues nos dice categóricamente que el Espiritu se ha confundido a consecuencias de sus múltiples encarnaciones con su sexo.  No hay nada en la codificación que indique eso.

Allan Kardec, según citado en este extracto de Marina Silva se refiere a una "aparente anomalía", pero inmediatamente el mismo aclara que
"Porque Dios no creó la desigualdad y el Espíritu es el ser esencial y no la materia."  Y eso precisamente es el meollo de mi comentario, Dios no creó la desigualdad y yo añado ni la confusion, lo esencial es el Espiritu y no la materia.  Un comportamiento fisico, puede ser modificado por el Espiritu. Si el Espiritu tiene perfecta conciencia, no hay porque dudar de su capacidad de decision que tiene por virtud de su Libre Albedrío, y lograr que el comportamiento sea acorde al Bien Común que ocasionara adelantamiento Espiritual..."
Algunos expositores del Espiritismo han indicado, sin ninguna justificación ni aval espiritual, que cuando un Espiritu desencarnado, producto de muchas encarnaciones y perturbaciones, no esta lo suficientemente equilibrados para tomar sus propias decisiones y tienen que recurrir a Espíritus más elevados en el Mundo Espiritual le socorren al momento de escoger sus pruebas, para decidir las pruebas de una nueva encarnación.

Esto es una aberración al Libre Albedrío que todos los Espíritus encarnados y desencarnados tienen. Esta asunción, no esta avalada por los Espíritus de la Codificación.  Nunca se mencionó tal aseveración de que los Espíritus que deciden sus pruebas, necesiten ayuda de otros Espíritus para decidir sus pruebas en una nueva reencarnación. Eso invalidaría el Libre Albedrío de los Espíritus desencarnados. 

Encarnamos para reparar faltas cometidas, para mejorar y activar nuestro adelantamiento Espiritual, y eso lo hacemos cuando moralizamos el Alma Encarnada. Demosle la oportunidad al Alma en su existencia a ser Moralizada, y entonces, que sea la propia Alma que decida el comportamiento del ser.

La "abstinencia sexual" como un modo de lidiar con un comportamiento sexual según avalado por el Dr. Jorge Andreas en el libro “Fuerzas Sexuales del Alma”[2], escribe que es necesario al homosexual mantener la “castidad constructiva” para encontrar la armonía en futuras reencarnaciones.  

Es aquí que considero que debemos como Espiritas poner atencion. Si tanto el Heterosexual como el Homosexual, no procuran lograr comenzar con un proceso de Moralización de su Alma y deciden continuar con su comportamiento fisico y material y egoísta, eso no conducirá a la armonía que debe prevalecer en lo que debería ser su orientación sexual. 

Si se decide por lograr la moralización primero, y permitir que el Alma tome control de la carne y determine su comportamiento, esto ocasionará luego que se logre adelantar el Espiritu y así lograr una armonía en la existencia actual, lo cual significaría detener un proceso de reencarnación con el propósito de reparar comportamientos que hayan justificado expiación, pero aunque continuarán expiando otras faltas cometidas y esto ayudará a corregir estas faltas para no repetir en futuras reencarnaciones lo mismo.

Las fuerzas internas necesarias para llegar a esa armonía, las producirá el Alma Moralizada que buscará la manera de hacer viable esa transición y minimizará cualquier conflicto o justificación que puedan detener el proceso.

Mi posición no es evaluar lo comportamientos de los seres humanos en términos de ser heterosexuales o homosexuales, ni justificarlas, mi posición es la de concentrarse en la Moralización del Alma, sea heterosexual o homosexual, luego cada cual decide por virtud de su Libre Albedrío lo que desean hacer sus Almas con sus comportamientos.

Decir que el Espiritismo enseña la confusión de los sexos debido a muchas reencarnaciones y que cuando el Espiritu encarna esta confundido en lo relacionado a la orientación sexual, no esta de acuerdo a lo que dijeron los Espíritus. Seria entonces decir que el Espiritu no tiene perfecta conciencia al momento de hacer su selección de pruebas para su próxima encarnación.

Esta opinión de decir que el Espiritu no tiene perfecta conciencia, es considerada una "Simple Opinión" en la cual el Espiritismo no se hace responsable, (Libro de Génesis - Introducción del Libro: Vea definición de una "Simple Opinión" en el Espiritismo) y decir que están confundidos en sus sexos, es una opinión generalizada, y no entiendo porque no se evalúa  esta situación entendiendo que el Espiritu que se encarna sabe de antemano a lo que se va a encontrar en una encarnación. 

Este modo de pensar, lastimosamente generalizado entre los Espiritas, no tiene base en el Espiritismo. Decir que el Espiritu de un encarnado esta confundido en términos de su orientación sexual, es dejar a un lado el propósito de expiación que cada cual tiene que enfrentar según lo expone el Espiritismo. 

El adelantamiento Espiritual es el propósito sustentable en todos los libros Codificados y es la razón de ser de la Reencarnación. 

El Espíritu encarnado, Sí; sabe cuáles serán sus pruebas y deberá utilizar su Libre Albedrío y su intuición para superar sus pruebas, pero la prioridad ha de ser la Moralización del Espiritu para activar el adelantamiento espiritual. Los comportamientos humanos y de orden físico y no espiritual, depende en gran medida de la educación Moral que el Espíritu adquirirá al Encarnar.

Si el Espiritu Encarnado, no logra educar su Alma y dedica su encarnación a desplegar un comportamiento, dígase heterosexual o homosexual, su Alma Encarnará y se estancará, hasta que logre su activación mediante la adopción 
de un comportamiento Moral o de Bien Común.  

No se tiene que ser Homosexual para detener el adelantamiento espiritual, los heterosexuales que desplieguen comportamientos sensuales, de lujuria o de infidelidad, tambien detienen su adelantamiento Espiritual debido a su comportamiento alejado del Bien Común. Un homosexual que dedica su vida a luchar con un comportamiento fisico, logrará seguir posponiendo el reparar un comportamiento que puede haber sido arrastrado de otra encarnaciones hacia otras reencarnaciones..

Debemos tener claro que todas las pruebas que se deben reparar, TODAS son evaluadas y decididas de antemano. 



Veamos que específicamente el El Espiritu Emmanuel dijo en el Libro Psicografiado por Chico Xavier.

VIDA Y SEXO
  
DICTADO POR EL ESPÍRITU EMMANUEL

Traducido al Español
Luis Enrique García C.
Asociación Espírita Tercera Revelación
Bogotá Colombia

21.
La Homosexualidad.

<< Pregunta – cuando somos Espíritus, ¿preferimos encarnarnos en el cuerpo de un hombre o de una mujer? >>
<< Repuesta – poco le importa al Espíritu; por que depende de las pruebas que ha de sufrir. >>
Pregunta No. 202 de << El Libro de los Espíritus >>
La homosexualidad, también llamada transexualidad, en los círculos de la ciencia, se define como el conjunto de características, que adopta la criatura para la unión afectiva con otra criatura del mismo sexo, esta situación no encuentra explicación fundamental en los estudios psicológicos que tratan el tema desde el punto de vista material, más es muy comprensible, a la luz de la reencarnación. Vista la ocurrencia, más, con los pre-conceptos de la sociedad, hecha en la tierra por la mayoría heterosexual, nos damos cuenta de que esta misma ocurrencia va aumentando en intensidad y extensión, y el mundo ve, en la actualidad, en todos los países, grandes comunidades de hermanos en esas experiencias, formadas por millones de hombres y mujeres, que solicitan atención y respeto, e igualdades con respecto a las criaturas heterosexuales.La humanidad aprenderá, gradualmente a comprender que los conceptos de normalidad o anormalidad dejan mucho que desear cuando se trata simplemente de señales morfológicas, para levantarse como agentes elevados en la definición de la dignidad humana; toda vez que la individualidad en si, exalta la vida comunitaria por el propio comportamiento en la sustentación del bien o que por el contrario deprime por el mal que causa la práctica de la delincuencia. La vida espiritual pura y simple, se rige por afinidades electivas esenciales; pero a través de milenios y milenios, el Espíritu pasa por una secuencia de reencarnaciones, ya sea en condición femenina o ya sea en condición masculina, lo que abona el fenómeno de la bisexualidad, más o menos pronunciado, en casi todas las criaturas.
El hombre y la mujer serán, así mismo acentuadamente masculino o femenino sin especificación psicológica absoluta. Frente a esto, el tránsito de la individualidad femenina a la masculina o viceversa, al albergar el vestido físico, demostrará fatalmente los trazos de la feminidad, donde se hallaba estacionado por muchos siglos, en que pese al aspecto masculino que lo caracteriza se verifica así mismo un proceso análogo referente a la mujer, en las mismas circunstancias. Es obviamente comprensible, frente a lo expuesto que el Espíritu al renacer, entre los hombres puede tomar un cuerpo femenino o masculino no solo atendiendo al imperativo de encargos particulares en determinado sector sino también en lo concerniente a las obligaciones regenerativas.
El hombre que abuso de las facultades genésicas, arruinando la existencia de otras personas con la destrucción de uniones y hogares diversos, en muchos casos es inducido a buscar una nueva posición al renacer en un cuerpo morfológicamente femenino, aprendiendo, en esta prisión a equilibrar sus propios sentimientos; y la mujer que actuó de igual manera es impulsada a la reencarnación en un cuerpo morfológicamente masculino con los mismos fines. Y, aún, en muchos casos, Espíritus cultos y sensibles, aspiran a realizar tareas específicas en la elevación de grupos humanos y consecuentemente en la elevación de si mismos, y piden a los instructores en la vida mayor, quienes los asisten en su inmersión en el campo físico, en un vestido, carnal opuesto a la estructura psicológica en la cual se definen. Con esto tratan de vivir ocultamente en la armadura carnal con la cual se protegen contra consecuencias irreversibles, en el mundo afectivo, a manera de perseverar, sin mayores dificultades, en los objetivos que se halla propuesto. Observadas las tendencias homosexuales, de los compañeros reencarnados en esta faja probatoria, es necesario darles el amparo educativo adecuado, de la misma manera que se da la educación y la instrucción a la mayoría heterosexual. Y para que se verifique la justicia y la comprensión, camina el mundo de hoy hacia una más alta compresión de los problemas del amor y del sexo, por que así frente a la vida eterna los errores y los aciertos de los hermanos, de cualquier procedencia en los dominios del sexo y del amor son analizados por el mismo elevado modelo de justicia y misericordia. Eso ocurre por que todos los asuntos en esta área de la evolución y de la vida se especifican en la intimidad de la conciencia de cada uno.

Mi opinión sobre lo indicado por Emmanuel.
  • Completamente en desacuerdo a lo siguiente que dijo Emmanuel: 
  • " y piden a los instructores en la vida mayor, quienes los asisten en su inmersión en el campo físico, en un vestido, carnal opuesto a la estructura psicológica en la cual se definen. Con esto tratan de vivir ocultamente en la armadura carnal con la cual se protegen contra consecuencias irreversibles, en el mundo afectivo, a manera de perseverar, sin mayores dificultades, en los objetivos que se halla propuesto."  Esto es un abierto rechazo al Libre Albedrío del Alma desencarnada.  No esta avalado por los Espíritus.
  • No veo ninguna conección con los libros Codificados en esta opinión de Emmanuel, no existe ninguna conexión con el mensaje del Espiritismo a través de los Libros Codificados, lo cual constituye una "Simple Opinión", a lo cual el Espiritismo no se hace responsable (Vea que es una "Simple Opinión", en el Espiritismo).
  • El mismo Espiritu Escoge sus pruebas antes de reencarnar, no son instructores en la vida mayor que lo deciden, es por virtud del Libre Albedrío de Cada Espiritu desencarnado que deberá decidir por si mismo.  Esto invalidaría el Libre Albedrío, y en contra de lo establecido en toda la Codificación. Esta es una "Simple Opinión" de Emannuel en la que el Espiritismo no se hace responsable. Esta aseveración de Emannuel no tiene ningun aval Espiritual de los Espíritus que dictaron la Codificación espirita.
  • No se menciona en ningun momento la educacion del Alma y su moralización que decidirá por el comportamiento del cuerpo en la encarnación.
  • No puede existir como condición del comportamiento homosexual la influencia de muchas reencarnaciones en los diferentes sexos del Espiritu cuando encarnó en vidas anteriores, no es así como se presento este proceso en la Codificación Espirita. Por lo tanto es una "simple opinión".
  • El Espiritu desencarnado en plena conciencia y total control de sus deseos por su libre albedrío que decidirá si reencarna como hombre o mujer. 
  • El cuerpo encarnado con un Alma no moralizada, deberá educar su Alma en Moralidad para así modificar su comportamiento acorde a su sexo.
  • El Espiritu desencarnado no tiene porque estar confundido en cuanto al sexo, pues el Espiritu no tiene sexo antes de encarnar.
  • En ningun momento se menciona que el comportamiento homosexual viene ya de vidas anteriores que no ha podido modificar y cuando encarna lo hace para modificar ese comportamiento mediante la moralización de su ALMA. Puesto que TODOS los Espíritus Encarnados, deberán cumplir con la Ley de Reproducción, que claramente define el Espiritismo. Vea el Olvido del pasado en el Libro de Los Espiritus : ítem #392 a #399.
A continuación veremos que el Alma hay que moralizarla para que controle el comportamiento del cuerpo y así cumplir con su deseo de expiar sus faltas de comportamiento y reparar así su orientación sexual, para cumplir con sus responsabilidades de reproducción que es una ley natural.  El comportamiento HOMOSEXUAL viene de encarnaciones anteriores, Emmanuel no hace referencia a que es una expiación y que deberá corregirse, para lograr adelantamiento espiritual.  Tampoco hace alusión de que la ley de reproducción no se cumple en un comportamiento homosexual y es por eso que seguirá   reencarnando hasta que logre su rectificación y lograr encontrar la armonía en futuras reencarnaciones. 



Veamos lo que dijeron los Espíritus en El Libro de Los Espíritus y cito:

Pregunta de Kardec #258. En estado errante, y antes de iniciar una nueva existencia corporal, ¿tiene el Espíritu conciencia y previsión de lo que le sucederá durante la vida?

Respuesta del Espiritu: - Él mismo escoge el tipo de pruebas a que quiere ser sometido, y en esto consiste su libre albedrío.

Pregunta de Kardec #258 a. ¿No es entonces Dios quien le impone las tribulaciones de la vida como castigo?

Respuesta del Espiritu:- Nada acontece sin permiso de Dios, por cuanto es Él quien ha establecido todas las leyes que rigen el Universo. ¡Preguntaréis por qué ha hecho tal ley en lugar de otra! Al dar al Espíritu la libertad de elegir, Él le deja toda la responsabilidad de sus actos y de sus consecuencias, sin obstruir para nada su porvenir. Suya puede ser la senda del bien, así como la del mal. Pero si cae derrotado le quedará un consuelo: el de que todo no terminó para él, y que Dios, en su bondad, le deja libre para reiniciar lo que hizo mal. Además, es menester distinguir lo que es obra de la voluntad de Dios, de aquello otro que es obra del hombre. Si un peligro os amenaza, no seréis vosotros quienes lo hayáis creado, sino Dios. Pero podéis exponeros voluntariamente a él, porque habéis visto en él un medio para vuestro propio adelanto, y Dios lo permite.52

52 Recordamos al lector neófito, lo apuntado por J. H. Pires en la “Noticia de la obra” sobre la aparente “humanización” de Dios (pág. 16 y ss.). Dios tiene sus Leyes, a las cuales todos estamos sometidos; el aparente antropomorfismo con que algunos Espíritus nos presentan a Dios, es un recurso para hacerlo más accesible a nuestro entendimiento. [N. del copista.]

Pregunta de Kardec #259. Si cabe al Espíritu elegir el género de pruebas que deberá afrontar, ¿se deduce de ello que todas las adversidades que experimentamos en la vida han sido previstas y escogidas por nosotros?

Respuesta del Espiritu: - “Todas” no es la palabra adecuada, porque no es cuestión de afirmar que hayáis seleccionado y previsto cuanto ha de aconteceros en el mundo, hasta las cosas de menor cuantía. Lo que elegisteis es una clase de pruebas: los detalles son consecuencia de la posición en que os halléis y a menudo de vuestras propias acciones. Si, por ejemplo, el Espíritu ha querido nacer entre malhechores, sabía a qué consecuencias se exponía, pero no conocía de antemano cada uno de los actos que iba a realizar. Tales actos son el efecto de su voluntad o de su libre arbitrio. El Espíritu sabe que al optar por semejante camino le aguarda determinado tipo de lucha. Conoce, pues, la índole de las vicisitudes por las que va a pasar, pero ignora si tal acontecimiento se producirá antes que tal otro. Los detalles nacen de la fuerza de las circunstancias. Sólo puede prever los sucesos importantes, aquellos que influirán sobre su destino. Si tomas un sendero escabroso sabes que deberás adoptar grandes precauciones, porque tienes posibilidades de caer, pero desconoces en qué lugar exacto se producirá tu caída, y quizá no caigas si eres lo bastante prudente. Si caminas por la vereda y te cae sobre la cabeza una teja desde lo alto, no creerás que estaba escrito, como vulgarmente se afirma.

Según el Espiritismo, no puede existir confusiones del encarnado ni en cuanto a que vida va a tener en cada encarnación. 

El Libro de los Espíritus nos indica lo siguiente:

393. ¿Cómo puede el hombre ser responsable de actos y rescatar faltas que no recuerda? ¿De qué modo puede aprovechar la experiencia adquirida en existencias que han caído en el olvido? Comprendemos que las tribulaciones de la vida serían una lección para él si se acordara de aquello que ha podido ocasionarlas. Sin embargo, puesto que lo ha olvidado, cada existencia es para él como si fuese la primera. Así, siempre vuelve a comenzar. ¿Cómo conciliar esto con la justicia de Dios?

En cada nueva existencia el hombre tiene más inteligencia y puede distinguir mejor el bien del mal. ¿Cuál sería su mérito si se acordara de todo el pasado? Cuando el Espíritu retorna a su vida primitiva (la vida espírita), toda su vida pasada se despliega ante él. Ve las faltas que ha cometido y que son la causa de su sufrimiento. También ve lo que habría podido impedir que las cometiera. Comprende que la situación en que se encuentra es justa, y busca entonces una existencia con la cual reparar la que acaba de transcurrir. Busca pruebas análogas a las que pasó, o las luchas que considere adecuadas para su adelanto, y pide a los Espíritus superiores a él que lo ayuden en esa nueva Regreso a la Vida Corporal tarea que emprende, pues sabe que el Espíritu que se le asignará como guía en esa nueva existencia tratará de hacerlo reparar sus faltas dándole una especie de intuición de las que cometió. Esa misma intuición es el pensamiento, el deseo criminal que a menudo surge en vosotros y al cual os resistís instintivamente, atribuyendo vuestra resistencia, la mayoría de las veces, a los principios que habéis recibido de vuestros padres, cuando en realidad es la voz de la conciencia la que os habla. Esa voz es el recuerdo del pasado, la voz que os advierte para que no volváis a caer en las faltas que habéis cometido. Si el Espíritu que ha ingresado en esa nueva existencia sufre esas pruebas con valor y resiste, se habrá elevado y ascenderá en la jerarquía de los Espíritus, cuando vuelva a estar con ellos.”
Si bien no conservamos, durante la vida corporal, un recuerdo preciso de lo que hemos sido, ni del bien o el mal que hemos hecho en nuestras existencias anteriores, conservamos en cambio la intuición de ello, y las tendencias instintivas son una reminiscencia de nuestro pasado, contra las cuales nuestra conciencia, es decir, el deseo que hemos concebido de no cometer más las mismas faltas, nos advierte para que resistamos.

El Libro de los Mediums dice lo siguiente:

Pregunta de Kardec #261. En las pruebas que debe arrostrar el Espíritu para alcanzar la perfección ¿tiene que experimentar toda clase de tentaciones, debe pasar por todas las circunstancias capaces de despertar en él el orgullo y la envidia, la avaricia y la sensualidad, etcétera?

Respuesta del Espiritu: - Ciertamente que no, puesto que sabéis que hay entre ellos quienes toman desde el comienzo una senda que los exime de muchas pruebas. Pero el que se deje conducir por el mal camino corre todos los peligros que en el mismo existen. Puede un Espíritu, por ejemplo, pedir riqueza, y podrá concedérsela. Entonces, conforme a su carácter, es posible que se torne avaro o pródigo, egoísta o generoso; o si no, se entregará a todos los goces de la sensualidad. Pero esto no significa que deba pasar forzosamente por la serie de pruebas de todas esas características.

III.- Obstáculos a la Reproducción

Pregunta de Kardec #694. ¿Qué hay que pensar de los procedimientos que tienen por efecto impedir la reproducción humana con miras a satisfacer la sensualidad?

Respuesta del Espiritu: - Ello demuestra la predominancia del cuerpo sobre el alma y cuán sumergido en la materia está el hombre.

Pregunta de Kardec #701. Entre la poligamia y la monogamia, ¿cuál de las dos se halla más de acuerdo con la ley natural?

Respuesta del Espiritu: - La poligamia es una ley humana cuya abolición significa un progreso social. El matrimonio, según los designios de Dios, debe basarse en el afecto de los seres que se unen. Con la poligamia no hay afecto real, sino sólo sensualidad.



Mi conclusión a este tema:

Considero que no es conforme a lo que indica el Espiritismo el tratar de mezclar un comportamiento humano y físico como es la conducta sexual de tanto heterosexuales, como homosexuales, no se trata de comportamientos inducidos por el egoísmo, o el materialismo, sino lo que provoca el comportamiento del Alma Encarnada. Si el Alma Encarnada se educa, esta debe activar su adelantamiento espiritual lo antes posible en la vida corpórea. 

Esa Alma encarnada que decidió habitar en un cuerpo físico, antes de encarnar no tenía sexo definido, pues los Espíritus no tienen sexo en el mundo espiritual. Pero al momento de encarnar ya ha decidido un sexo que ha de desplegar durante toda la presente existencia. Es entonces, una cuestión de comportamiento inducido por el Alma Encarnada.  Si el Alma que se encarna, tiene tendencias homosexuales, esto significa que esa Alma nunca ha sido educada en términos de Bien Común o Moral Espírita.

Si esa Alma despliega una orientación sexual homosexual, eso indica que esa orientación ya venía de otras vidas, que se vuelve a repetir y que deberá corregir antes de volver a desencarnar mediante la educación o Moralización utilizando su Voluntad y Libre Albedrío. No es una aberración, es algo real que viene arrastrando.

Ahora bien, el Espiritismo, sí; indica que cuando se moraliza el Alma, esa misma Alma logra dominar la carne y la sangre, pues eso implica que en virtud del Libre Albedrío de cada cual es posible decidir el comportamiento, que debe tener y que pueda activar un mejoramiento espiritual que logre detener comportamientos para otras existencias.

Ese es el reto a enfrentar, pero también el Alma se debe enfrentar a un proceso de mejoramiento a fin de lograr su adelantamiento Espiritual, ejerciendo su función con el sexo en que encarnó.  Pero el reto de lograr laMoralización de su Alma, se pospone o se posterga porque la carne y el comportamiento domina su situación.

El interés primordial del Espíritu es lograr moralizar su comportamiento y reparar las faltas del pasado, con el fin de detener la reparación de las faltas siempre deberá enfrentar sus pruebas con la intención de lograr activar su adelantamiento espiritual.

Cada persona deberá cumplir con su función en base al sexo que decidió asumir en ese cuerpo encarnado.

Los Espíritus han indicado que cada AlmaDesencarnada decide por las condiciones de su futura Encarnación. En ningún lugar se discute que el Espíritu pueda confundir su sexualidad como consecuencia de haber tenido innumerables encarnaciones.  Pues el Espíritu nunca se confunde en consecuencia de muchas reencarnaciones en diferentes sexos. Eso no es discutido en ninguno de los libros codificados.

El Espiritismo enseña que cada Alma decideantes de encarnar por virtud de su Libre Albedrío las condiciones que se darán cuando escoge un cuerpo en la nueva reencarnación.  Cuando el Alma es Moralizada, es entonces que esta misma Alma domina la carne o cualquier comportamiento físico inherente a su cuerpo físico de hombre o mujer. 

Es determinante para exponer una opinión con relación a este tema, el comprender el propósito espiritual de cada cual. Los espíritus tienen la oportunidad de activar su adelantamiento cada vez que deciden dedicar su comportamiento e intenciones hacia el bien común. Un Comportamiento homosexual, no debe ser confundido con las actividades que el Alma debe desplegar en base a su proceso moralizador, pues un Alma Moralizada, sabe que deberá cumplir con un comportamiento conforme al sexo que escogió antes de encarnar. 

Se dedica tanto tiempo a juzgar los comportamientos físicos y su orientación sexual solamente y se deja rezagado la función del Alma en relación a cómo influye el comportamiento del cuerpo.  Su proceso evolutivo en búsqueda de su moralización debería ser su derrotero, pero con tantas justificaciones se logra desviar lo que dijeron los Espíritus de una manera contundente en el Cap. #VII del Libro del Cielo y el Infierno, uno de los libros codificados..

Todos los interesados en el tema del homosexualismo en los seres humanos, centran su interés en el comportamiento físico y se olvidan del Alma y se olvidan que el Espiritismo ha indicado que todo comportamiento humano puede ser controlado por el Alma.  Si el Alma se educa, y se le conduce a su Moralización, esa misma Alma logrará, entonces controlar la sangre y la carne y honrara su decisión de comportarse tal como el sexo que el Alma escogió antes de encarnar. 

Prefiero dedicar mis tiempos para lograr la moralización de los Espíritus Encarnados, que desviar mi atención a los comportamientos de la Sangre y de la Carne en los seres humanos. Amo a todos, no importa su orientación sexual, doy lo mejor de mí en educación para ayudar a modificar los comportamientos. No acuso, ni juzgo, precisamente tengo muy grandes amigos homosexuales que sufren de frustraciones, y oramos juntos para no dejarlos sucumbir, cuando se sienten rechazados por los seres humanos que juzgan sus comportamientos según la religiosidad.

No se requiere ningún argumento y menos justificación alguno, basta leer la codificación y para entender las reglas espirituales.

Debemos amar a todos, y no corresponde justificar o rechazar a nadie por su condición u orientación espiritual.  Todos deben ser consolados y aceptados y deben ser ayudados a lidiar con una sociedad implacable, y que el espiritismo enfatiza en educar el Alma y esta dominara los comportamientos pues cada cual tiene Libre Albedrío y Voluntad.

Concluyo diciendo en que creo que se considere en la "Abstinencia Sexual", al momento de lograr activar el proceso de Moralización del Alma o sea comenzar lo antes posible el ser mejor hoy que ayer.  Y dar lugar al Alma Moralizada a socorrer en el comportamiento.

Añadir lapiz de Edición


INFAMIA denuncia de Henri Sause 1 dic 1884

Vídeos publicados sobre el tema:Falsificación de Génesis

Vídeos publicados sobre el tema:Falsificación de Génesis Espiritista, 5ta Edición, 2nda Revisión del Libro de Génesis Espiritista... https://youtu.be/LahxKBMvd84
Ésta es mí contestación oficial sobre la Carta de la Federación Espírita de Brasil FEB, que publiqué é el 6 de abril del 2018. Y consta en el  artículo que contiene el siguiente Video.

Contestación oficial de mi parte a la Federación Espírita de Brasil FEB



5ta Edición, 2nda Revisión del Libro de Génesis Espiritista... https://youtu.be/fQyH70ypda4


5ta Edición, 2nda Revisión del Libro de Génesis Espiritista... Versión de Carleen Bransteter https://youtu.be/9AABq-nWY-M, Carleen Branstetter, 👌okp21 verificado... (11/29/2021).





Carta de la Federacion Espirita de Brasil FEB del 29 de enero del 2018

Carta de la Federación Espirita de Brasil FEB, 29 de de enero del 2018.

Esta carta de la FEB expresa excusas, como justificación para no hacer nada por 134 años desde que Henri Sausse hizo la denuncia de la Infamia el 1 de diciembre de 1884, en el Periodico "Le Espiritisme".

Todas las excusas son sólo válidas para los que nunca tuvieron compromiso con el Espiritismo, y que creyeron que el Espiritualismo moderno suplantaría las enseñanzas del Espiritismo unido a las enseñanzas apócrifas de Jean Baptiste Roustaing. Pero el Espiritismo, que no es Espiritualismo, no se puede sostener en la mentira. Es por eso que esta defensa por la integridad de la filosofía es muy válida.


Hoy, la Federación Espirita de Brasil FEB, sólo tiene dos (2) opciones.

  • Opción #1 - Corregir las alteraciones a los libros codificados y restaurar la integridad doctrinaria del Espiritismo, en próximas ediciones de traducciones. 
  • Opción #2 - NO HACER NADA, que automáticamente se convierte en la primera y única Opción.
Par saber que va a pasar, se debe evaluar el espíritu o las intenciones, que al menos las tenemos por escrito.

Y es por eso importante evaluar el contenido de la Carta de la FEB del 29 de enero del 2018, a fin de determinar si esas son las intenciones. El hacer las correcciones correspondientes, y cumplir con traducciones correctas, implicaría que sí estaban falsificadas las traducciones realizadas en todos los idiomas, incluyendo el idioma portugués, desde hace 146 años. Esto es poco probable y si esta fuera la opción a seguir, deberíamos estar muy pendientes a que eso se logre. Digamos que quieren hacer creer que esa es la opción, pues es solo cuestión de esperar a que todo se olvide, como ocurrió en el pasado. Hoy la Federación Espirita de Brasil FEB, no ha demostrado ningún interés en preservar la integridad doctrinaria del espiritismo moralizador y consolador, porque el interés real es que el Espiritismo, siga siendo considerado una religión Espiritualista que este de acuerdo a los libros publicados de Chico Xavier y Divaldo Pereira Franco, que son considerados como base fundamental de sus creencias espiritualistas.


Las que nadie se las cree, ni ellos mismos, tergiversa la verdad, y lo peor para ellos los incriminan en esta maldad infame de falsificar el libro de Génesis publicado por Allan Kardec el día 6 de enero del 1868. 


Los cogimos con las manos en la masa.



Creen que ya no tendrán que preocuparse. Están lejos de la verdad. Es ahora que los tenemos con las manos en la masa. Quedarán en ridículo, y la credibilidad mundial los juzgará. No os daremos cuenta pronto que están derrumbado y sin un plan B, por haber sido, malos, mentirosos, hipócritas e Infames. Quedarán en el ridículo mundial. 
Carta de la FEB 1-5 en Portugués y en español


####### Traducción al Español #######
Pagina 1

LA GÉNESIS

MILAGROS Y LAS PREDICCIONES
SEGÚN EL ESPIRITISMO
EDICIÓN FINAL

El propósito de las preguntas formuladas últimamente acerca de lo que sería la edición definitiva de la Génesis, milagros y las predicciones según el Espiritismo, Federación Espírita de Allan Kardec Brasileña, a través de su Consejo de administración, llega oficialmente al movimiento espírita expresa su entendimiento nacional sobre el tema.

Como todos saben, la primera edición de la obra salió a la luz, en París, el 6 de enero en 1868, seguido ese mismo año, la publicación de las segunda y terceros ediciones, absolutamente idénticas, simplemente reimpresiones de la primera edición. La 4 ª edición, que contiene en la cubierta y la portada el año 1868, se publicó sólo en la primavera de 1869, ya desencarnado el codificador, aunque manteniendo las mismas características de las tres primeras ediciones, con el cual no distingue en cualquier momento.

La 5ª edición de la génesis, milagros y las predicciones según el Espiritismo, a diferencia de cuatro primeras ediciones, no contiene el año de su lanzamiento, ni en la portada o en la portada, por lo que hasta hace poco no era posible conocer con precisión la fecha publicada. Hoy en día y que el sitio electrónico de la Biblioteca Nacional de Francia, realizar un seguimiento de la fecha exacta de su fecha de lanzamiento: 23 de diciembre de 1872, en el revisado, corregido y ampliado.

Como es conocido por todos, la quinta edición francesa, o que ella siguió y que son idénticos en todos los puntos, es el que ha servido de espejo a las traducciones en las diversas lenguas nacionales de los países del mundo, por haber sido la última edición revisada. Si he usado los traductores febianos Portugués, incluyendo el Dr. Guillón Ribeiro, siendo pertinente tener en cuenta que la primera edición brasileña de la obra, publicados en los años 80 del siglo XIX y traducido por Joaquim Carlos Travassos, Fortúnio, basado en la edición revisada, corregida y ampliada.

No es nuevo en la controversia que el último libro de la codificación espírita habría sido "adulterado" .

Después de la muerte de Allan Kardec, visto que suprime, modifica o agrega palabras, frases y párrafos completos que, en opinión de algunos, no fueron escritos por el autor y que tu desde 1884, 

1 


http://soyespirita.blogspot.com/2018/03/carta-de-la-federacion-espirita-de.html

Seguir a Frank en Facebook

¿Cómo reconocer un “Espiritista Verdadero”, en el Espiritismo?

¿Cómo reconocer un “Espiritista Verdadero”, en el Espiritismo? 
Un Espiritista Verdadero es aquel que según el Libro de Obras Póstumas, de Allan Kardec lo describe así:

Breve Contestación a los Detractores del Espiritismo

“Solo reconoce por adeptos suyos a los que practican su enseñanza, es decir, a los que trabajan en su propio mejoramiento moral, esforzándose en vencer sus malas inclinaciones, en ser menos egoístas y orgullosos, más afables, más humildes, pacientes, benévolos, caritativos para con el prójimo y moderados en todas las cosa, pues este es el signo característico del espiritista verdadero…”

Un Espiritista Verdadero, no es el que cobra menos dinero. Esos son “Charlatanes”, infiltrados en el Espiritismo. Los “Charlatanes”, son los que cobran dinero en el Espiritismo.


Evaluar a un Espiritista, y saber si es uno Verdadero, se necesita tener conocimiento adquirido, mediante la lectura de los Libros Codificados de Allan Kardec, Así se puede verificar la autenticidad.

Mensajes en Fotos


Body

















1/15/16

Un RESUMEN sobre los recursos del Espiritismo para sanar las Obsesiones Espirituales seria:









  • Moralización del Obsesado obteniendo su ascendencia Moral y luego al Obsesor moralizarlo.



  • Fortalecimiento de la "Voluntad" del Obsesado para que pueda Rechazar al Obsesor.



  • Oración Magnética Mental. (Grupales),



  • Magnetización del Obsesado, mediante Pases Magnéticos.



  • Educación Espirita.


Los postulados y la definición de la Filosofía Espirita antes expresada es nuestra razón de ser en esta red social. Por la naturaleza de este medio, muchas personas con diferentes corrientes de pensamiento y de diferente postura con relación al Espiritismo, pueden hacer comentarios a nuestras reflexiones. Esto nos llena de mucha satisfacción, porque ilustra claramente que el propósito de la existencia de esta página ha cometido su propósito al lograr cruzar barreras de idiomas y de pensamientos. Estamos muy claros en que nuestra filosofía es una de carácter Kardeciana y es la que promulga el deseo genuino de Dios en cuanto al comportamiento Moral de nuestra sociedad y de toda la raza humana, pero no tenemos ninguna conexión con otras corrientes de pensamiento sincretistas como lo son: Práctica de africanismo, indigenismos o ritualismos étnicos, Religiosos, folclóricos o sincréticos ni se hacen rezos, baños de plantas, consume de aguardiente o tabacos, inhalaciones toxicas, curaciones mágicas, maleficios o encantamientos y Santería.



Las obsesiones se Curan según el Espiritismo.






Excelente recurso de información según El Espiritismo, en el siguiente Libro Gratuito:








Todos están bienvenidos a comentar nuestras reflexiones, pero en nada esto significa que patrocinemos estas corrientes diferentes de pensamientos.











Queremos ser un faro, donde aquellos que desean encontrar el puerto seguro, puedan libremente acercarse al dialogo y a la comprensión. Jesús nos enseño a no hacer acepción de persona alguna, somos llamados a la comprensión y a la tolerancia con todos aquellos que aunque tengan pensamientos diferentes, siguen siendo seres humanos en el proceso de encontrar el sendero de la verdad en su camino evolutivo.












REFERENCIAS PARA ESCRIBIR ESTA REFLEXIÓN



  • El Evangelio Según El Espiritismo, Allan Kardec

  • El Libro de Los Espíritus, Allan Kardec

  • Obras Póstumas, Allan Kardec

  • Genesis

  • El Cielo Y el Infierno – Allan Kardec

  • El Libro de Los Médiums – Allan Kardec











Frank Montañez

“Soy Espírita”

Director de la Página


Soy Espirita en Facebook

Nuestro Canal Soy Espirita en Youtube

Blog de Soy Espirita

soyespirita@yahoo.com

"Soy Espirita" en Twitter

"Soy Espirita" en Google +

    No dejes de inscribirte en mi blog, así podrás recibir notificación de nuevas adiciones a mi página. Debes tener una cuenta de correo electrónico de gmail para poder hacer comentarios a los artículos y también para inscribirte en este blog. Además, si consideras que esta reflexión hoy ha sido de mucha ayuda, por favor compártela haciendo un enlace a tu muro en Facebook y no dejes de escribir un comentario para así saber que ha servido de ayuda a alguien. Gracias por leer este blog. Frank





NOTA Importante:




Si consideras que este articulo o reflexión es útil, y deseas citarnos en un artículo o nota que publiques en tu blog o en Facebook, por favor haz una mención de que obtuviste la información de un articulo nuestro ya publicado. Eso es actuar en Moral y bien común. No permitas que el atribuirte consciente o inconscientemente crédito por algo que copiaste de otro autor, afecte tu espiritualidad, y que cometas faltas que se han de acumulan a las que ya tienes.




Si me mencionas o no, no es importante para mí, pero sí; es una falta el atribuirte que la información publicada es de tu autoría al no hacer mención alguna del autor original, si no das el crédito al que originalmente lo creo, eso es propiedad intelectual y al no dar el crédito, constituye una falta de moralidad. Recomiendo que añadas al final de tu reflexión algo así:




Partes de esta reflexión ha sido tomada de un artículo publicado por Frank Montañez de “Soy Espírita” en su blog: www.soyespirita.blogspot.com




Nombre del Artículo:


Fecha Publicado:


Eso evitarás que actúes mal sin quererlo hacer, de eso se trata la Educación Espírita.






Los siguientes enlaces te conducen a estos temas ya publicados para ayudarte en tu desarrollo de educación espiritual:









































Te los ofrezco gratuitos en estos enlaces y en audio que son mas fáciles de manejar. Te los ofrezco gratuitos en estos enlaces y en audio que son más fáciles de manejar.




Audio Libros en Español GRATUITOS




Los invito a que descarguen los AUDIO Libros en mi blog. No hay escusas para no leer el Libro de los Espíritus y el de Los Médiums, pues pueden escucharlos narrados. Visita mi blog o simplemente dale clic al libro que ves listado a continuación.





¡VIVA EL ESPIRITÍSMO!





Haz clic en este enlace - AUDIO LIBRO – EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO.


Haz clic en este enlace - AUDIO LIBRO – GÉNESIS




Espero estos enlaces te conduzcan a información que te ayude a lograr activar tu crecimiento espiritual, a través de la Transformación Moral.


________________________________________




NOTA ACLARATORIA:





Han notado que nuestras reflexiones se redactan para la Educación de nuestra filosofía, tal y como lo ilustran Los Espíritus de La Codificación Espirita dada a Allan Kardec. Muchas de estas enseñanzas lucen como que deben ser tratadas en la Casa Espírita y creo que sí; es esto correcto. Pero la mayoría de nuestros lectores no tienen acceso a Casa Espírita alguna, entonces no nos podemos quedar con las manos cruzadas esperando que Espíritus Impuros que sabiendo esta realidad se adelanten se introduzcan en los hogares de personas que con genuino interés se acercan a nuestra página buscando ayuda. Para ellos les sugiero considerar conformar un pequeño grupo de Estudios en su hogar. Así se deleitaran de las enseñanzas de los Espíritus. Estos dos enlaces te ayudaran a comenzar a conformar tu grupo de Estudio:





  • http://soyespirita.blogspot.com/2014/01/ley-de-sociedad-i-necesidad-de-la-vida.html

  • http://soyespirita.blogspot.com/2011/08/recomendaciones-para-los-nuevos-grupos.html













No demostramos compasión si no ayudamos a estas personas en estos lugares inaccesibles que no existe ninguna Casa Espírita cerca y tal vez nunca la habrá a no ser por nuestra educación por el Internet. Para muchos el desarrollo de la Mediúmnidad es tan serio que no han desarrollado aun Médiums en sus lugares de reunión. Pero eso no debe ser la norma, pues el mismo Allan Kardec nos apercibió de que esto era esencial en el desarrollo espiritual de las comunicaciones Mediúmnica.




Preferimos hacer accesible esta información para aquellos que genuinamente desean crecer espiritualmente, y yo soy el de pensar que si los deseos de estos nuevos allegados son encaminados al desarrollo de la Mediúmnidad, es preferible ayudarlos que dejarlos a expensas de Espíritus Impuros que aprovechándose del deseo más profundo de crecer espiritualmente intervengan para que esto no se logre.




Esta educación debe ser el detonador para el establecimiento de nuevos centros de reunión para nuevos allegados y esto cumple el propósito de la codificación y de la Ley de Progreso y Crecimiento espiritual a que todos tenemos derecho.









































Autenticidad de los libros Codificados por Allan Kardec según el Libro de Génesis, ¿Qué es una Opinión en el Espiritismo? y el propósito del Espiritismo con la Humanidad:





Ítem #10. Sólo los espíritus puros reciben la misión de transmitir la palabra de Dios, pues hoy sabemos que los espíritus están lejos de ser todo perfectos y que algunos intentan aparentar lo que no son, razón por la cual San Juan ha dicho: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios” (Primera Epístola Universal de San Juan Apóstol 4:1).



De modo que nadie tiene la autoridad Espiritual ni Moral de realizar cambios a los libros codificados que no sean los dueños y autores originales; "Los Espíritus".




Veamos lo que dice la introducción del Libro de Génesis, comentado y firmado por Allan Kardec y lee como sigue: Introducción, De la primera edición, publicada en enero de 1868.


“A pesar de la intervención humana en la elaboración de esta





Doctrina, la iniciativa pertenece a los espíritus, pero no a uno en especial, ya que es el resultado de la enseñanza colectiva y concordante de muchos espíritus, puesto que si se basara en la doctrina de un espíritu no tendría otro valor que el de una "opinión personal". El carácter esencial de la Doctrina y su existencia misma se basan en la uniformidad y la concordancia de la enseñanza. Por tanto, todo principio no general no puede considerarse parte integrante de la Doctrina, sino una simple opinión aislada de la cual el Espiritismo no se responsabiliza.


Es esa concordancia colectiva de opiniones, sometidas a la prueba de la lógica, la que otorga fuerza a la Doctrina Espírita y asegura su vigencia. Para que cambiase, sería necesario que la totalidad de los espíritus mudasen de opinión, es decir, que llegase el día en que negasen lo dicho anteriormente. Ya que la Doctrina emana de la enseñanza de los espíritus, para que desapareciese sería necesario que los espíritus dejasen de existir. Y es por eso que esta Doctrina prevalecerá siempre sobre los demás sistemas personales, que no poseen, como ella, raíces por doquier. El Libro de los Espíritus ha consolidado su prestigio porque es la expresión de un pensamiento colectivo y general.”

Firmado por Allan Kardec.






El Libro de Génesis, escrito por Allan Kardec nos indica lo siguiente tambien:


Ítem #40. El Espiritísmo presenta, como ha sido demostrado (cap. I, n.º 30), todos los caracteres del Consolador prometido por Jesús. No es, en absoluto, una doctrina individual, una concepción humana; nadie puede decirse su creador (Pues sus creadores fueron los Espíritus). Es el fruto de la enseñanza colectiva de los espíritus presididos por el Espíritu de Verdad. No suprime nada del Evangelio: lo completa y aclara. Con la ayuda de las nuevas leyes que revela, en unión con las de la ciencia, hace comprender lo que era ininteligible y admitir la posibilidad de aquello que la incredulidad tenía inadmisible. Hubo precursores y profetas que presintieron su llegada. Por su poder moralizador, prepara el reino del bien sobre la Tierra.


La doctrina de Moisés, incompleta, terminó circunscrita al pueblo judío; la de Jesús, más completa, se extendió a toda la Tierra mediante el cristianismo, pero no convirtió a todos; el Espiritismo, más completo aún, con raíces en todas las creencias, convertirá a la Humanidad.1


1. Todas las doctrinas filosóficas y religiosas llevan el nombre de la individualidad fundadora, por lo que se dice: el Mosaísmo, el Cristianismo, el Mahometismo, el Budismo, el Cartesianismo, el Furierismo, el Sansimonismo, etc. La palabra Espiritismo, por el contrario, no involucra a ninguna persona en especial; pero sí define a una idea general que indica, al mismo tiempo, el carácter y la fuente múltiple de la Doctrina. [N. de A. Kardec.]






Claramente Allan Kardec y El Espíritu de verdad que dictó los Libros Codificados que el Espiritísmo, más completo aún, es con raíces en TODAS LAS CREENCIAS y la fuente múltiple de la doctrina, refiriéndose a que con Moisés la Doctrina fue incompleta y la de Jesús se extendió mediante el Cristianismo, pero no convirtió a todos, por lo tanto es hoy que el Espiritísmo ha de ser de todos, todas las doctrinas religiosas, "Mosaísmo, Cristianismo, Mahometismo, el Budismo, el Cartesianismo, el Furierismo, el Sansimonismo, y yo ando los Musulmanes, los Hinduistas, los Ateos, los Laicos, los de Joaquín Trincado, los Santeros, Umbanda, en fin a "TODOS", es más incluyo, hasta los extraterrestres, Todos adelantaran sus Espíritus mediante las enseñanzas del Espiritísmo.



En el libro de Obras Póstumas, Allan Kardec, luego de haber dedicado 13 años a la Codificación Espírita, y haber codificado y publicado los 5 Libros Básicos, dijo lo siguiente refiriéndose al Espiritismo:



EL ESPIRITÍSMO NO ES UNA RELIGIÓN Constituida…



El espiritismo es una doctrina filosófica que tiene consecuencias religiosas como toda filosofía espiritualista y por esto mismo toca forzosamente las bases fundamentales de todas las religiones: Dios, el alma y la vida futura; pero no es una religión constituida, dado que no tiene culto, rito ni templo, y que entre sus adeptos ninguno ha tomado ni recibido titulo de sacerdote o sumo sacerdote. Estas calificaciones son pura invención de la crítica.


Obras Póstumas – Allan Kardec







TODOS SOMOS MÉDIUMS





Libro de Los Mediums - Sobre los Médiums - X




Todos los hombres son médiums, todos tienen un Espíritu que los orienta hacia el bien, en caso de que sepan escucharlo. Ahora bien, poco importa que algunos se comuniquen directamente con él a través de una mediumnidad especial, y que otros sólo lo escuchen a través de la voz del corazón y de la inteligencia, pues no deja de ser su Espíritu familiar quien los aconseja. Llamadlo espíritu, razón o inteligencia: en todos los casos es una voz que responde a vuestra alma y os dicta buenas palabras. Sin embargo, no siempre las comprendéis. No todos saben proceder de acuerdo con los consejos de la razón, no de esa razón que se arrastra y repta más de lo que camina, que se pierde en la maraña de los intereses materiales y groseros, sino de esa razón que eleva al hombre por encima de sí mismo y lo transporta a regiones desconocidas. Esa razón es la llama sagrada que inspira al artista y al poeta, el pensamiento divino que eleva al filósofo, el impulso que arrebata a los individuos y a los pueblos. Razón que el vulgo no puede comprender, pero que eleva al hombre y lo aproxima a Dios más que ninguna otra criatura; entendimiento que sabe conducirlo de lo conocido a lo desconocido, y le hace realizar las cosas más sublimes. Escuchad, pues, esa voz interior, ese genio bueno que os habla sin cesar, y llegaréis progresivamente a oír a vuestro ángel de la guarda, que desde lo alto del cielo os tiende la mano. Repito: la voz íntima que habla al corazón es la de los Espíritus buenos, y desde ese punto de vista todos los hombres son médiums.




Channing






Libro de Los Mediums - Capt. XVII


Amigos míos, permitidme que os dé un consejo, dado que avanzáispor un terreno nuevo, y si seguís la ruta que os indicamos no osextraviaréis. Se os ha dicho una gran verdad, que deseamos recordaros: el espiritismo es sólo una moral, y no debe salirse de los límites de la filosofía, ni más ni menos, salvo que quiera caer en el dominio de la curiosidad.


Dejad de lado las cuestiones científicas, pues la misión de los Espíritus no es resolverlas, ahorrándoos el esfuerzo de las investigaciones.


"Tratad antes de mejoraros, pues de ese modo progresaréis realmente".


San Luis







Mapa de Visitas

Horarios en comparación a Puerto Rico