Explicación del Proceso de la Reencarnación, y el tema : ENCARNACIÓN de los Espiritus, EN DIFERENTES MUNDOS, según el Libro de Los Espíritus.
El libro de Los Espíritus explica cuál es la razón de que existe la Reencarnación, veamos la pregunta en el ítem #167.
#167. ¿Cuál es el objeto (Propósito) de la reencarnación?
Respuesta de los Espíritus :
«La expiación y mejoramiento progresivo de la humanidad. ¿Dónde estaría sin éso la justicia?»
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El Espiritismo Verdadero, que es Moralizador y el Consuelo de los afligidos al Mundo, el Verdadero Espiritismo, es el que se sostiene con la información contenida en los Libros Codificados por Allan Kardec.
Precisamente, el libro de Los Espíritus tiene la respuesta a ésta pregunta. Éste tema sobre el Alma Inmortal que entra al cuerpo humano en la concepción, está vinculado al tema de la reencarnación, verdades fundamentales que sostienen el Espiritismo Verdadero... .
Veamos Libro de los Espíritus, el capítulo VII,Preludios del regreso. - Unión del alma y del cuerpo. Aborto. - Facultades morales e intelectuales del hombre - Influencia del organismo. - Idiotismo, locura. - De la infancia. - Simpatías y Antipatías terrestres. - Olvido del pasado.
PRELUDIOS DEL REGRESO...
«La presienten, como el ciego siente el fuego a que se aproxima. Saben que han de volver a tomar cuerpo, como sabéis vosotros que habéis de morir un dia, sin saber cuándo sucederá». (166). Veamos este ítem de referencia.
DE LA REENCARNACIÓN...
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TEMA : Resurrección de La Carne, ¿Es o No Posible?, Soy Espírita
Te invito a ver y compartir mí vídeo sobre éste tema : "La Reencarnación, libro de los Espíritus, Ítems #166 al #170, Programa #22, Soy Espirita ," en YouTube, por Mickey Owsle, okp22, okp21
«Sufriendo la prueba de una nueva existencia».
«Es indudable que purificándose el alma, sufre una transformación; pero para conseguirlo, le es precisa la prueba de la vida corporal»
«Sí; todos tenemos muchas existencias. Los que os dicen lo contrario, quieren teneros en la ignorancia en que ellos están. Su deseo no es otro».
« Evidentemente».
167. ¿Cuál es el objeto de la reencarnación?
«La expiación y mejoramiento progresivo de la humanidad. ¿Dónde estaría sin eso la
justicia?»
168. ¿Es limitado el número de las existencias corporales o bien se reencarna
perpetuamente el espíritu?
«En cada nueva existencia, el espíritu da un paso en el camino del progreso, y cuando se despoja de todas las impurezas no necesita ya las pruebas de la vida corporal».
169. ¿Es el mismo el número de encarnaciones para todos los espíritus?
«No; porque el que progresa rápidamente se evita pruebas. Como quiera que sea, las encarnaciones sucesivas son siempre muy numerosas; porque el progreso es casi infinito».
170. ¿Qué viene a ser el espíritu después de su última encarnación?
«Espíritu bienaventurado. Espíritu puro».
El libro de los Espíritus...
JUSTICIA DE LA REENCARNACIÓN
171. ¿En qué se funda el dogma de la reencarnación?«En la justicia de Dios y en la revelación; porque, como lo repetimos siempre, un buen padre deja siempre a sus hijos una puerta abierta al arrepentimiento. ¿No te dice la razón que sería injusto privar irremisiblemente de la dicha eterna a todos aquellos, cuyo mejoramientono ha estado en su mano? ¿Por ventura todos los hombres no son hijos de Dios? Sólo entre los hombres egoístas impera la iniquidad, el odio implacable y las perlas irremisibles».
Todos los espíritus tienden a la perfección, y Dios les proporciona medios de conseguirla por las pruebas de la vida corporal; pero en su justicia les permite que cumplan en nuevas existencias lo que no pudieron hacer o terminar en la prueba anterior.
No estaría conforme ni con la equidad, ni con la bondad de Dios, el castigar eternamente a los que han podido encontrar obstáculos ajenos de su voluntad, y en el mismo medio en que viven, que retarden su perfeccionamiento. Sí la suerte del hombre quedase irrevocablemente decidida después de la muerte, Dios no habría pesado las acciones de todos con la misma balanza, ni los habría tratado con imparcialidad.
La doctrina de la reencarnación, que admite muchas existencias sucesivas, es la única conforme con la idea que nos formamos de la justicia de Dios, respecto de los hombres que ocupaban una condición moral inferior, la única que puede explicarnos el porvenir y basar nuestras esperanzas, puesto que nos proporciona medios de enmendar nuestras faltas por nuevas pruebas. La razón así lo índica y así nos lo enseñan los espíritus.
El hombre que tiene conciencia de su inferioridad halla en la doctrina de la reencarnación una consoladora esperanza. Si cree en la justicia de Dios, no puede esperar que será eternamente igual a los
que han obrado mejor que él. La idea de que su inferioridad no le deshereda para siempre del bien supremo, y de que podrá lograrlo con nuevos esfuerzos, le sostiene, alentando su ánimo. ¿Quién es el que al terminar su vida, no se conduele de haber adquirido demasiado tarde la experiencia de que no puede aprovecharse? Pues esta experiencia tardia no se pierde, y será empleada con provecho en una nueva vida.
171a. -¿Es, pues, la reencarnación una necesidad de la vida espiritista, como la muerte lo es de la vidá corporal?
«Justamente es así».
331. ¿Todos los espíritus se ocupan de su reencarnación?
«Los hay que ni siquiera piensan en ella, ni la comprenden, lo que depende de su naturaleza más o menos adelantada. Para algunos es un castigo la incertidumbre en que están de su porvenir».
332. ¿Puede el espíritu apresurar o retardar el momento de su encarnación?
«Puede apresurarlo, solicitándolo con sus oraciones y puede también retardarlo, si retrocede ante la prueba; porque entre los espíritus los hay cobardes e indiferentes; pero no lo hace impunemente, pues sufre en consecuencia, como el que retrocede ante un remedio saludable que puede curarle».
333. Sí un espíritu se considerase bastante feliz en una condición mediana entre los espíritus errantes, y si no ambicionase elevarse más, ¿podría prolongar indefinidamente semejante estado?
«Indefinidamente no, pues el progreso es una necesidad que tarde o temprano experimenta el espíritu. Todos deben ascender; este es su destino».
334. La unión del alma a tal o cual cuerpo, ¿está predestinada, o sólo en el último
instante se hace la elección?
«El espíritu está destinado con antelación. Escogiendo la prueba que quiere sufrir, el
espíritu solicita encarnarse, y Dios, que lo sabe y ve todo, ha sabido anticipadamente que tal alma se unirá a tal cuerpo».
335. ¿Tiene el espíritu la elección del cuerpo en que ha de entrar, o solamente la del género de vida que le ha de servir de prueba?
«Puede elegir también el cuerpo; porque las imperfecciones de éste son pruebas que
favorecen su progreso, si vence los obstáculos que en él encuentra; pero no siempre depende de él la elección. Puede pedirla».
-¿Podría desistir el espíritu, en el último momento de entrar en el cuerpo elegido por él?
«Si desistiese sufriría por ello mucho más que aquel que ninguna prueba hubiese
intentado».
336. ¿Podría suceder que un niño que hubiera de nacer, no encontrase espíritu que quisiese encarnarse en él?
«Dios proveería entonces. Cuando el niño ha de nacer viable. está siempre predestinado a tener un alma, pues nada ha sido creado sin propósito».
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
«Puede ser impuesta lo mismo que las otras pruebas, sobre todo, cuando el espíritu no es apto aún para elegir con conocimiento de causa. Por vía de expiación, el espíritu puede ser obligado a unirse al cuerpo de un niño que, por su nacimiento y la posición que ocupará en el mundo, podrá ser objeto de castigo».
338. Si aconteciese que muchos espíritus se presentasen para el mismo cuerpo que ha de nacer, ¿qué decidirían entre ellos?
«Muchos pueden pedirlo, y Dios juzga en semejante caso el que es más capaz de cumplirla misión a que está destinado el niño; pero, te digo, que el espíritu está designado antes del momento de unirse al cuerpo».
339. ¿Acompaña al momento de la encarnación una turbación semejante a la que tiene lugar a la salida del cuerpo?
«Mucho mayor y sobre todo más prolongada. Al morir el espíritu sale de la esclavitud, al nacer entra en ella».
340. ¿El instante en que un espíritu ha de encarnarse es solamente para él? ¿Realiza este acto como cosa grave e importante?
«Viene a ser como un viajero que se embarca para una travesía peligrosa, y que ignora si hallará la muerte en medio de las olas que desafía».
El viajero que se embarca sabe a qué peligros se expone; pero ignora si naufragará. Así sucede al espíritu, conoce la clase de pruebas a que se somete; pero ignora si sucumbirá.
Del mismo modo que la muerte del cuerpo es una especie de renacimiento para el espíritu, la reencarnación es para éste una especie de muerte, o mejor de destierro o clausura. Abandona el mundo de los espíritus por el corporal, como el hombre abandona el mundo corporal por el de los espíritus. El espíritu sabe que se reencarnará, como el hombre que morirá; pero como este último, aquél no tiene
conciencia de ello hasta el postrer instante, cuando llega el tiempo deseado. Entonces, en aquel momento supremo, se apodera de él la turbación como del hombre que agoníza, turbación que dura hasta que la nueva existencia está completamente formada. Los preludios de la reencarnación son una especie de agonía para el espíritu.
341. La incertidumbre del espíritu sobre la eventualidad del éxito de las pruebas que va asufrir en la vida, ¿es causa de ansiedad antes de la encarnación?
«Ansiedad muy grande, puesto que las pruebas de la existencia no adelantarán o retardarán, según las soporte bien o mal».
342. En el momento de la reencarnación, ¿está acompañado el espíritu de otros Espíritus amigos que asisten a su partida del mundo espiritista, como salen a su encuentro cuando regresa?
«Depende de la esfera en que habita el espíritu. Si se encuentra en la esfera donde reina el afecto, los espíritus que le aman le acompañan hasta el último momento, le animan y a veces hasta le siguen en la vida».
343. Los espíritus amigos que nos siguen en la vida, ¿son los que a veces vemos en sueños, que nos demuestran afecto y que se nos presentan bajo formas desconocidas?
«A menudo son ellos que vienen a visitarnos como vosotros, vais a ver al prisionero».
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
UNIÓN DEL ALMA Y DEL CUERPO. ABORTO
344. ¿En qué momento se une el alma al cuerpo?
«La unión empieza en la concepción; pero no es completa hasta el momento del nacimiento. Desde el instante de la concepción, el espíritu designado para habitar en un cuerpo determinado se une a él por un lazo fluídico, que se va estrechando poco a poco, hasta que el niño sale a luz. El grito que lanza entonces anuncia que pertenece al número de los
vivientes y servidores de Dios».
345. ¿La unión del espíritu y del cuerpo es definitiva desde el momento de la concepción? Durante éste primer período, ¿podría el espíritu renunciar a habitar en aquél cuerpo?
«La unión es definitiva en el sentido de que otro espíritu no podría reemplazar al
designado para aquel cuerpo; pero, como los lazos que a él le unen son muy débiles,
fácilmente se rompen y pueden serlo por la voluntad del espíritu que retrocede ante la prueba que ha elegido; pero entonces no vive el niño».
346. ¿Qué sucede al espíritu, si el cuerpo que ha escogido muere antes de nacer?
«Escoge otro».
-¿Qué utilidad pueden tener esas muertes prematuras?
«Las imperfecciones de la materia son las más frecuentes causas de semejantes muertes».
347. ¿Qué utilidad puede tener para el espíritu su encarnación en un cuerpo, que muere pocos días después del nacimiento?
«El ser no tiene conciencia bastante desarrollada de su existencia; la importancia de la muerte es casi nula, y como hemos dicho, es con frecuencia una prueba para los padres».
348. ¿Sabe anticipadamente el espíritu que el cuerpo elegido no tiene probabilidades de vida?
«Lo sabe a veces; pero si por este motivo lo escoge, retrocede ante la prueba».
349. Cuando una encarnación es improductiva para el espíritu, por una causa cualquiera, ¿es suplida inmediatamente por otra existencia?
«No siempre inmediatamente, pues el espíritu necesita tiempo para escoger de nuevo, a menos que la reencarnación instantánea no provenga de una determinación anterior».
350. Unido el espíritu al cuerpo del niño y no pudiendo ya desistir, ¿siente a veces la elección que ha hecho?
«¿Quieres decir si se queja como hombre de su vida? ¿Si la cambiaría por otra? Si ¿Quieres decir sí siente la elección que ha hecho? No, puesto que ignora que la haya elegido.
Encarnado el espíritu, no puede sentir una elección de la que no tiene conciencia; pero puede a encontrar muy pesada la carga, y si la cree superior a sus fuerzas, entonces acude al suicidio».
351. En el intervalo de la concepción al nacimiento, ¿disfruta el espíritu de todas sus facultades?
«Más o menos según la época; porque no está aún encarnado, sino ligado. Desde el momento de la concepción, la turbación empieza a apoderarse del espíritu, advirtiéndo se le de este modo que ha llegado el momento de tomar una nueva existencia. La turbación va aumentando hasta el nacimiento, y en este intervalo su estado es poco más o menos el de un
espíritu encarnado, durante el sueño del cuerpo. A medida que se aproxima el acto del nacimiento, bórranse sus ideas y el recuerdo del pasado, del cual cesa, como hombre, de tener conciencia así que entra en la vida; pero este recuerdo lo recobra poco a poco en su estado de espíritu».
352. En el acto del nacimiento, ¿recobra inmediatamente el espíritu la plenitud de sus facultades?
«No, se desarrolla gradualmente con los órganos. Se trata de una nueva existencia y espreciso que aprenda a servirse de sus instrumentos. Las ideas le acuden poco a poco, como sucede al hombre que se despierta y que se encuentra en distinta posición de la que tenía antes de dormirse».
353. No consumándose completa y definitivamente, hasta después del nacimiento, la unión del espíritu y del cuerpo, ¿puede considerarse al feto como dotado de alma?
«El espíritu que debe animarlo existe en cierto modo fuera de él y propiamente hablando, no tiene, pues, un alma, puesto que la encarnación está sólo en vías de operarse; pero está ligado a la que ha de escoger».
354. ¿Cómo se explica la vida intrauterina?
«Es la vida de la planta que vegeta. El niño vive la vida animal. El hombre reúne en sí la vida animal y la vegetal que completa, al nacer, con la espiritual».
355. ¿Existen, según indica la ciencia, niños que, desde el seno de la madre, no han nacido viables? ¿Con qué objeto sucede así?
«Sucede a menudo, y Dios lo permite como prueba, ya para los padres, ya para el Espíritu destinado a aquel cuerpo»
356. ¿Hay niños que nacen muertos y que no han sido destinados a la encarnación de ningún espíritu?
«Sí, los hay que nunca han tenido un espíritu destinado para su cuerpo, pues nada debía realizarse respecto de ellos. Semejante niño viene únicamente para expiación de sus padres».
356a. -Un ser de ésta naturaleza, ¿puede llegar al tiempo normal?
«A veces si pero entonces no vive».
356b. -Todo niño que sobrevive, pues, al nacimiento, ¿tiene necesidad de un espíritu encarnado?
«¿Qué sería sí no lo tuviese? No sería un ser humano».
357. ¿Qué consecuencias tiene el aborto para el espíritu?
«Es una existencia nula que debe volverse a empezar».
358. ¿Es un crimen el aborto provocado, cualquiera que sea la época de la concepción?
«Desde el momento que violáis la ley de Dios, existe crimen. La madre u otro cualquiera que sea, comete siempre un crimen, quitando la vida al niño antes del nacimiento; porque impide al alma soportar las pruebas, cuyo instrumento había de ser el cuerpo».
359. En el caso de que corriese peligro la vida de la madre a consecuencia del nacimiento del niño, ¿es un crimen sacrificar a éste para salvar a aquélla?
«Es preferible sacrificar al ser que no existe que no al que existe».
360. ¿Es racional guardar al feto las mismas consideraciones que al cuerpo de un niño,que hubiese vívido?
«En todo ved la voluntad de Dios y su obra, y no tratéis, pues, con ligereza cosas que debéis respetar. ¿Por qué no se han de respetar las obras de la creación, incompletas a veces por voluntad del Creador? Esto entra en sus designios, y a juzgar de ellos no está llamado nadie».
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Entonces, no hablemos de tiempo definido para indicar cuándo el Alma entra al cuerpo humano, y decir una incongruencia tan grande en decir que el Alma entra al cuerpo pasados 49 días luego de la concepción, que algunos Espiritualistas tratan de inventar. Eso no es de acuerdo a las enseñanzas del Espiritismo.
El Alma se encarna al momento de la concepción. Sí no fuera así, que es lo que hace mover los Espermatozoides que se analizan microscópicamente. El Alma es la Vida, el principio vital que está presente al momento de la concepción que se logra en la culminación del acto sexual, entre el hombre y la mujer.
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