Invito a compartir éste contenido con familiares y amigos, sólo copia el siguiente enlace y lo pegas en tú página de Facebook e INSTAGRAM, recuerda que no existen las evidencias de Fraudes que ha alegado el Presidente Donald Trump, el perdedor de éstas elecciones generales de Estados Unidos...
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"Voter fraud of any kind is exceedingly rare in the US, election experts confirm / Twitter".
Traducción al español : "El fraude electoral de cualquier tipo es extremadamente raro en los EE. UU., Confirman los expertos electorales / Twitter"
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Nota de Frank Montañez añadida a ésta noticia : "A pesar de las falsas acusaciones de Donald Trump de que las elecciones fueron amañadas, fraudulentas y manipuladas en su contra por los democratas, Trump y su equipo de campaña no han presentado ni una prueba de sus falsas acusaciones. El sistema electoral de Estados Unidos ha sido probado como uno de los más confiables.
Toda alegación de fraude electoral llevado y procesado en las cortes de justicia de todos los Estados, han sido rechazados por carecer de pruebas sustanciales ni tener pruebas de las alegaciones de fraudes. ¡Ha triunfado la democracia.!!! ♥ ♥ ♥...
Todo ha sido motivado por un Presidente que perdió las elecciones por su incapacidad de poder manejar una presidencia, cuyos retos lograron demostrar que Trump no pudo manejar.
La credibilidad de Trump no ayudó en nada a la percepción de la mayoría de los votantes en Estados Unidos que votaron en su contra. No se presentaron ningunas pruebas de Fraide Electoral, la mayoría, votó en contra de Trump, que ha demostrado ser un mal perdedor, sin importarle nada que no sea su ego herido.
Los ciudadanos merecían a un Presidente que se interesará en el bienestar de los ciudadanos y no en sus propios interés personales.
*** NO SE PROBÓ NINGUN FRAUDE ELECTORAL CONFIRMADO POR EL TRIBUNAL DE LA CORTE SUPREMA DE ESTADOS UNIDOS. ***
Es tiempo de sanar heridas, y ser parte de la unidad por el bienestar de todos los ciudadanos. ===========================
WASHINGTON (AP) - Las elecciones presidenciales de 2020 terminaron. Pero los infundados esfuerzos del presidente Donald Trump para socavarlo y las consecuencias de esas acciones antidemocráticas permanecerán en Estados Unidos por mucho más tiempo. Cada vez está más claro que no hay ningún hecho, ninguna prueba ni ningún fallo judicial que disuada a Trump de intentar engañar a los estadounidenses sobre la victoria del presidente electo Joe Biden. Y Trump no ha estado sólo en ese esfuerzo; Numerosos republicanos lo apoyaron o se quedaron en silencio, incluidos 126 miembros republicanos de la Cámara que respaldaron un intento de que la Corte Suprema invalide la victoria de Biden en cuatro estados clave.
El tribunal rechazó enfáticamente el caso el viernes por la noche. Trump respondió en Twitter el viernes por la noche: "La Corte Suprema realmente nos decepcionó", pero prometió "¡seguir luchando!"
Las acciones de Trump y sus aliados han expuesto una sorprendente realidad sobre Estados Unidos: muchos legisladores de uno de los dos principales partidos políticos del país están dispuestos a respaldar los esfuerzos para anular una elección libre y justa o no están dispuestos a hablar en contra de tal campaña.
Eso establece el predicado para que los políticos cuestionen la integridad de cualquier elección si los resultados no van como un partido o un candidato, una noción peligrosa que probablemente erosione aún más la confianza de los estadounidenses en el gobierno y ponga a prueba la durabilidad de las instituciones democráticas de la nación.
Con el presidente en ejercicio liderando el camino y los medios de comunicación amistosos esperando para ampliar sus afirmaciones, el resultado es que millones de estadounidenses probablemente seguirán convencidos de que la victoria de Biden fue ilegítima y la elección fue fraudulenta.
Según una encuesta de la Universidad de Quinnipiac realizada esta semana, el 77% de los republicanos cree que hubo un fraude generalizado en las elecciones de noviembre y alrededor del 60% dice que considera que la victoria de Biden es ilegítima.
En realidad, Biden ganó 306 votos en el colegio electoral, el mismo número que Trump obtuvo hace cuatro años en una victoria que consideró abrumadora. Biden también superó a Trump por más de 7 millones de votos en todo el país. "Desde la noche de las elecciones, mucha gente ha estado confundiendo a los votantes con teorías de conspiración tipo Birther de Kenia, 'Chávez manipuló la elección de la tumba'", dijo el senador Ben Sasse de Nebraska, uno de los únicos legisladores republicanos en opinar después del fallo del tribunal superior del viernes. "Pero todos los estadounidenses que se preocupan por el estado de derecho deben sentirse tranquilos de que la Corte Suprema, incluidas las tres elecciones del presidente Trump, cerró el libro sobre esa tontería".
Sin embargo, la condena de Sasse a las conspiraciones infundadas promulgadas por Trump también insinuaba su poder de permanencia. Mucho antes de convertirse en presidente, Trump fue el principal defensor de la mentira de que el presidente Barack Obama nació en Kenia, no en los Estados Unidos, y no era elegible para servir como presidente.
Hubo una amplia evidencia de lo contrario, sin embargo, la mentira se prolongó durante años, alimentando la animosidad hacia Obama entre algunos votantes republicanos y haciendo más difícil que los líderes republicanos trabajaran con él. En sus últimos días en la Casa Blanca, Trump ahora confía en un libro de jugadas similar contra Biden, quién prestará juramento el 20 de enero.
Sus ataques electorales han congelado a muchos republicanos, dejándolos reacios a reconocer la victoria de Biden y sugiriendo que pueden ver poco incentivo político para trabajar con él una vez que haya juramentado, a pesar de la pandemia histórica y la incertidumbre económica que se apodera del país. Incluso el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, que sirvió junto a Biden en el Senado durante décadas y llegó a acuerdos con él cuando el demócrata se desempeñaba como vicepresidente de Obama, se ha negado a afirmar claramente que Biden ganó y Trump perdió. "El engaño del fraude electoral se considerará uno de los episodios más vergonzosos y deshonrosos en la historia política estadounidense, e innumerables funcionarios republicanos lo aceptaron y lo promocionaron", dijo el representante Justin Amash, un republicano convertido en independiente de Michigan y un crítico frecuente del presidente y su ex partido.
Algunos de los aliados clave de Trump no se doblegaron después del fallo de la Corte Suprema del viernes. Rudy Giuliani, el abogado personal de Trump y una fuerza detrás de muchos de sus intentos de anular la victoria de Biden en la corte, continuó insistiendo sin evidencia en que la elección había sido "robada". "Creo que esto va a ser algo terrible, terrible en la historia de Estados Unidos", dijo Giuliani el viernes por la noche en Fox News. Trump ha arremetido contra las elecciones durante semanas sin tener en cuenta la realidad. Los jueces de todo el país han rechazado rápidamente las demandas presentadas por su campaña y otros republicanos. Incluso el fiscal general William Barr dijo a The Associated Press en una entrevista que su departamento no había visto evidencia de fraude que cambiara el resultado de las elecciones. Aún así, más republicanos apoyaron los esfuerzos de Trump esta semana en un descarado intento de lograr que la Corte Suprema rechace la voluntad de los votantes.
Más de 120 republicanos de la Cámara, incluido el líder de la minoría Kevin McCarthy de California, agregaron su apoyo a una demanda que hizo acusaciones falsas y refutadas sobre la votación en Georgia, Michigan, Pensilvania y Wisconsin, todos los estados que ganó Biden. El caso también fue respaldado por 19 fiscales generales estatales republicanos. La breve orden del tribunal que rechazó el caso señaló que los jueces no se verían arrastrados a un esfuerzo descaradamente partidista para subvertir los resultados de las elecciones.
La atención ahora se centra en la votación formal del Colegio Electoral del lunes, un hito que algunos republicanos han sugerido que están esperando antes de reconocer la victoria de Biden. Otros en el partido parecen estar tratando de seguir avivando la ira entre los votantes republicanos antes de un par de elecciones en Georgia a principios de enero que determinarán el control del Senado.
Sin embargo, hay indicios de que el final para otros podría poner a la nación en un camino aún más traicionero. Poco después del fallo de la Corte Suprema el viernes, Allen West, el presidente del Partido Republicano de Texas, casi pidió que los estados se separaran. "Quizás los estados respetuosos de la ley deberían unirse y formar una Unión de estados que respeten la constitución", escribió West.
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Nota del editor: Julie Pace ha cubierto la Casa Blanca y la política para AP desde 2007. Síguela en http://twitter.com/jpaceDC
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