Reencarnación versus El Renacimiento Budista - NO ES LO MISMO...
A
continuación las marcadas diferencias que no deben dar lugar a confusiones en
el Espiritismo. Sin lugar a dudas las
diferencias son muy marcadas. El
Espiritismo no tiene nada que ver con el hinduismo, el Espiritismo no acepta la memptesicosis o no existe el principio de la degradación o retrógrado del Espíritu.
Un Espírita debe ser capaz de poder
entender la diferencia entre lo que es la Reencarnación y lo que es el
Renacimiento Budista.
El Espiritismo cree y sustenta la
Reencarnación, pues al creer que el Alma es Inmortal, la Reencarnación es el
proceso lógico para lograr el adelantamiento espiritual hacia su perfección. El
Renacimiento Budista como concepto, no cree en la inmortalidad del Alma y el
Espiritu. En el budismo se prefiere el término "renacimiento" en vez
de "reencarnación", debido a que no afirma la existencia de un alma
perdurable que pueda transmigrar. Así, el renacimiento en el budismo no es
igual que la reencarnación en el hinduismo. Para entender el renacimiento es
necesario entender también el concepto de anatta.
En el renacimiento budista, el proceso del
karma hará que la existencia de seres conscientes se manifieste, pero no existe
un alma o espíritu eterno. Durante el proceso reencarnatorio se logran reparar
las faltas cometidas de un pasado, eso es expiación o limpieza del Alma
Inmortal. Que tendrá su oportunidad de irse depurando. Sin embargo otras
religiones no ven la Reencarnación, la inmortalidad el Alma ni la razón del
sufrimiento del mismo modo. Por lo tanto
un Espírita debe comprender la diferencia que existe. Los Budistas no creen en
la Reencarnación sino en el Renacimiento.
Por lo tanto expongo ante ustedes que es el Renacimiento según el
Budismo. No existen las "LARVAS MENTALES
"
o "LARVAS ESPIRITUALES", de acuerdo a las enseñanzas apócrifas de
Jean Baptiste Roustaing, un enemigo declarado del Espiritismo, y fue refutado
por el Espíritu Erasto en una Carta publicada en la Revista Espirita por Allan
Kardec, y leída en público por Kardec.. Acaso ¿creen los “Roustanguistas”, que
somos tontos al creer en "LARVAS MENTALES", como consecuencias de las
“Caídas de los Espíritus”, que es contrario a lo que enseña el Espiritismo de
que no hay “Retrógrado del Espíritu”?
El
Libro de Los Espíritus,
Ítem #118: Allan Kardec le pregunta a los Espíritus :
"Los
Espíritus, ¿pueden degenerar?
“No; a medida que avanzan comprenden lo que los alejaba de la perfección. Cuando el Espíritu ha concluido una prueba, adquirió el conocimiento de ella y no lo olvida. Puede permanecer estacionario, pero no retrocede.”
Nos tomaron el pelo la Federación Espírita
de Brasil FEB, y Chico Xavier con un Espíritu que nunca existió, André Luiz,
parece mentira que nadie dijera nada por tantos años. Yo lo descubrí
recientemente, y veo como millones han sido engañados en el Espiritismo. Pero
por aproximadamente 80 años le tomaron el pelo a todos los que no leyeron los
libros codificados. Todavía andan por ahí publicando las profecías de Chico
Xavier, que no se cumplió ninguna. Se tuvo que esperar 50 años para decir lo
que cualquier Verdadero Espírita ya sabía. Falsas Profecías, que es
ADIVINACIÓN, que el Espiritismo no puede ser responsable.
La “Caída del Espíritu” y las Larvas
Espirituales no resisten el análisis. Y
todo esto, Divaldo Franco lo aprueba, y lo promueve. El Espiritismo enseña que
los Espíritus NUNCA retrógrada en animales.
Esto es una verdad, que sólo se debate con
una explicación lógica y razonable. ¿Por qué engañaron a millones de
Espiritistas, y ahora pretenden que le pasemos la mano, y que seamos cómplices
de misticismos y engaños.? El Espiritismo Verdadero no basa sus principios y
enseñanzas en mentiras, en contradicciones en mistificaciones en contra de sus
enseñanzas.
La "Caída del Espíritu" de Jean
Baptiste Roustaing es justificada con Espíritus que son convertidos o
encarnados en Larvas babosas (criptógamos carnudos). Tenemos a Emmanuel,
Espíritu Mentor de Chico Xavier predicando la Caída del Espíritu es sus libros,
específicamente en el libro, "El Consolador, además André Luis hace lo
mismo con la predica de “Larvas Fluidificas” en el Libro “Evolución de los
Mundos”.
"En
el libro "Evolución en dos Mundos" de André Luis, Psicografiado por
Chico Xavier, en la página 111, en su 4to párrafo dice:
"....alimentadas
por las formas-pensamientos en torturante desequilibrio, clasificables como
LARVAS MENTALES, de extremo poder corrosivo y alucinatorio, a pesar de la fugaz
duración con que se articulan, cuando no obedecen a ideas infelices largamente
sostenidas a través del tiempo."
Esta información de André Luis, es
contraria a las enseñanzas del Espiritismo. Estos Espíritus que llaman en
Brasil MENTORES Y BENEFACTORES que contradicen los Libros Codificados, son muy
fácilmente reconocidos en la Mentira y el misticismo.
Sin embargo
el Libro de Los Médiums, el Espíritu de Verdad ya había dicho en el Ítem
#301, que los Espíritus realmente superiores, no pueden entrar en
contradicciones en conceptos específicos en el Espiritismo, NUNCA se
contradicen. Y es reafirmado en el artículo 268, nuevamente se menciona, que
NUNCA se contradicen.
Los Espíritus nunca degeneran o
retrogradan. Aquí tenemos pruebas de que estos Espíritus Perturbadores en El
Espiritismo, llamados Emmanuel, André Luis, y Joanna de Ángelis, no son
Espíritus SUPERIORES, que se han hecho llamar Espíritus Protectores y Guías,
hasta BENEFACTORES, que no lo pueden ser porque no son Espíritus SUPERIORES. Un Espíritu SUPERIOR, NUNCA se
contradicen con las enseñanzas del ESPIRITISMO, si se contradicen tan siquiera
una vez, son pues Espíritus inferiores, impostores.
En Brasil creyeron que nunca serian
descubiertos estos Espíritus inferiores e impuros que se contradicen con las
enseñanzas del Espiritismo y que sólo buscan reconocimiento en Brasil, para
vender libros y ensalzar las figuras de Chico Xavier y Divaldo Pereira Franco.
Veamos que es el Nirvāņa: El Despertar, La Iluminación En la filosofía
shramánica, nirvana es el estado de
liberación tanto del sufrimiento (dukkha) como del ciclo de renacimientos. Es
un concepto importante en el hinduismo, jainismo y budismo y suele alcanzarse
mediante diferentes prácticas y técnicas espirituales. En el contexto
religioso, este término pasa a aplicarse en las religiones en India como el
hinduismo, budismo, jainismo, para así indicar un estado de cese de la
actividad mental corriente y que significará una liberación espiritual, el
estado de felicidad supremo. Dependiendo de cada contexto religioso, el nirvana
tiene diferentes implicaciones.
Las dos religiones más importantes respecto a
su influencia en Occidente son
la hinduista y la budista (esta fundada por el
Buda Gautama). En todas estas religiones, la palabra nirvana tiene
connotaciones de quietud y paz. La persona que experimenta el nirvana se
compara con un fuego apagado cuando su provisión de combustible se ha extinguido.
En todas ellas también este combustible sería la falsa idea del Yo, que causa
(y es causada por) el deseo, la necesidad, la conciencia, el nacimiento, la
muerte, la codicia, el odio, la confusión, la ignorancia. Entonces el nirvana
no sería un sitio ni un estado, sino una verdad absoluta que debe ser
experimentada. Según sus practicantes, la experiencia del nirvana es posible
mediante: Cada uno de estos senderos considera que es el único que permite
alcanzar el nirvana y considera que los demás senderos son seudo religiosos y
dirigidos por maestros o gurús falsos.
Hinduismo es el estado transcendente libre de sufrimiento y de la
existencia fenoménica individual; es la experiencia religiosa más identificada
con el budismo. La palabra procede de un verbo que significa enfriarse o
apagarse, como el final de una vela. La connotación es que sólo en el
nirvana están extinguidas las llamas de la lujuria, el odio, la codicia y la
ignorancia. En estado de nirvana se rompe el ciclo de la transmigración, que de
otra manera sería eterno. Su naturaleza ha sido muy debatida por el pensamiento
occidental, algunos de cuyos investigadores sostienen que implica una total
aniquilación aunque otros lo interpretan como beatitud eterna. Ambos puntos de
vista son problemáticos en ocasiones, ya que el nirvana es indescriptible y
sólo puede conocerse desde su experiencia. En el hinduismo se habla de la unión
con el uno absoluto (Brahman), por tanto aunque el nirvana apunta a un mismo
suceso de paz interior, no se debe considerar exactamente con las mismas
consecuencias que en el budismo, ya que de hecho el budismo redefinió el
concepto de nirvana según sus propios postulados. Cada una por tanto tiene su
propio marco religioso. El hinduismo utiliza el término nirvana en su contexto
de mokṣa (liberación del samsara o del ciclo de nacimientos y muertes
repetidos), en el que el alma o ātmān se fundirá con la divinidad o lo
absoluto. Esta liberación es por tanto una fusión del alma con la divinidad. A
su vez dentro del hinduismo este concepto de liberación es concebido de manera
diferente por los distintos credos (dárśanas) hindúes. Los vaishnavas
(vishnuistas, o devotos del dios Vishnú) consideran que mokṣa no implica la
fusión monista del alma dentro de Dios, sino la aceptación del alma para
servirlo. Por eso en el vaishnavismo no se desea realmente abandonar la
reencarnación, sino servir a Dios, aunque sea sufriendo en este mundo lejos de
él.
El
nirvana en el budismo
Siddhartha
Gautama se refería al nirvana de la siguiente manera: «Hay, monjes, una
condición donde no hay tierra, ni agua, ni aire, ni luz, ni espacio, ni
límites, ni tiempo sin límites, ni ningún tipo de ser, ni ideas, ni falta de
ideas, ni este mundo, ni aquel mundo, ni sol ni luna. A eso, monjes, yo lo
denomino ni ir ni venir, ni un levantarse ni un fenecer, ni muerte, ni
nacimiento ni efecto, ni cambio, ni detenimiento: ese es el fin del
sufrimiento.» (Udana, VIII, 2) Como no se puede definir el nirvana con
palabras, se lo suele delimitar por lo que no es: No es la existencia común a
la que está sujeto el ser humano.
No
tiene principio ni fin (no se encuentra dentro del tiempo medible).
No
se puede generar o fabricar.
No
tiene dualidad, por lo que no puede ser descrito con palabras.
No
es un estado subjetivo de conciencia.
No
está condicionado a nada o por nada.
No
es ningún tipo de desarrollo o conversión.[cita requerida]
No
tiene partes o etapas que se puedan distinguir unas de otras. Buda
Gautama
redefinió la consecución del nirvana presente en el hinduismo mediante un
proceso de meditación en el que se analiza el cuerpo y la mente como carentes
de una individualidad intrínseca. En ese proceso existe un vacío de
individualidad (śūnyatā) de todo lo presente en el cuerpo y mente del sujeto.
Esta falta de una individualidad es también común en todos los fenómenos del
universo.
Al
igual que en el hinduismo, la realización del nirvana budista implica la
liberación definitiva del sufrimiento de la existencia o de los diferentes
estados de reencarnación a los que todos los seres están sujetos. Pero en el
budismo esta idea será llevada hasta sus últimas consecuencias. La diferencia
en el contexto hinduista es que esto ocurre por la unión a un absoluto
(Brahman) a semejanza de lo que expone la mística de las religiones teístas
occidentales.
La
afirmación de que el budismo considera el nirvana como lo opuesto al samsāra
(el mundo tal como lo vivimos ahora) no es correcta desde el punto de vista de
la doctrina budista, toda vez que dioses y hombres están sujetos al karma y
Buda expresó la liberación final de dioses y hombres en medio del mundo de los
fenómenos. Por lo tanto, se distanció de ese estado de absorción en la
divinidad o unión a un absoluto como vía de liberación definitiva tal como
estaba presente en el hinduismo.
Śūnyatā
es por tanto la naturaleza final de la realidad según el budismo y que Buda
aplicó a cualquier estado de conciencia y existencia concebibles. En el budismo
también aparece la idea de parinirvāṇa o liberación definitiva tras la muerte.
El budismo mahāyāna de Asia Oriental entiende el nirvana no como un objetivo
externo sino como el encuentro con la naturaleza más profunda de uno mismo, que
solo necesita ser reconocida. Se refieren a él como hermandad budista,
condición intrínseca, y vacío.
El
nirvana en el jainismo
Imagen
del nirvana de Mahavira procedente del Kalpasutra. En ella se aprecia el
Siddhashila, lugar al que acuden las almas de los que logran el nirvana.
Imagen del nirvana de Mahavira procedente del Kalpasutra. En ella se aprecia el Siddhashila, l ugar al que acuden las almas de los que logran el nirvana. |
En
el jainismo se refiere a la liberación de las ataduras del Karma. Cuando un ser
humano como un Tirthankara se libera de sus karmas finaliza su experiencia en
el mundo logrando el nirvāṇa. Técnicamente, el final del período de vida es
llamado nirvana en tanto que ha acabado la existencia terrenal y ha alcanzado
la liberación. El Moksa sería entonces la liberación que sigue al nirvana. Así
tendríamos un primer paso, el nirvana, que realiza el Arhat y que solo después
y mediante el Moksa pasa a convertirse en siddha, el liberado.
Los
jainas celebran el Diwali como el día en que Mahavira logró su nirvana. El
Kalpasutra narra detalladamente el nirvana de Mahavira.2
Artículo
principal: Nirvana.
Buda
Gautama afirmó que es posible el cese definitivo del círculo de la Originación
dependiente y el renacimiento. La meta de la práctica budista es por tanto el
de despertar del Samsāra para experimentar la verdadera naturaleza de la
existencia y la vida. Este esquema de realidad se expresa en las enseñanzas por
medio de las Cuatro Nobles Verdades, Las Tres Marcas de la Existencia, la
Originación Dependiente y el Renacimiento (explicadas anteriormente). Alcanzar
este estado de liberación implica por tanto vivir una nueva experiencia sobre
la naturaleza de la vida, de la muerte y del mundo que los rodea.
A
las personas que no hayan alcanzado este estado aún solo se les pueden
proporcionar definiciones, analogías y comparaciones imperfectas e indirectas sobre
este estado. El Nirvāņa se describe principalmente por lo que no es: no-nacido,
no-originado, no-creado, no-compuesto. Sin embargo no se debe confundir ni con
la aniquilación o aislamiento del individuo ni con un nihilismo.
¿Que
es El nihilismo? (del latín nihil, "nada") es la corriente filosófica
que toma como base la negación de uno o más de los supuestos sentidos de la
vida. El nihilismo suele presentarse como nihilismo existencial, forma en la
que se sostiene que la vida carece de significado objetivo, propósito, o valor
intrínseco.[1] El nihilismo se puede considerar crítica social, política y
cultural a los valores, costumbres y creencias de una sociedad, en la medida en
que éstas participan del sentido de la vida negado por dicha corriente filosófica.
El término Nihilista fue utilizado inicialmente por el ruso Iván Turguénev en
su novela Padres e hijos: "Nihilista es la persona que no se inclina ante
ninguna autoridad, que no acepta ningún principio como artículo de fe".
Nietzsche estructuró la conceptualización del término, pero éste ya existía
como corriente en la antigua Grecia[2] representado por la Escuela cínica y en
el escepticismo.[3]
El
nihilismo niega lo que pretenda un sentido superior, objetivo o determinista de
la existencia puesto que dichos elementos no tienen una explicación
verificable. En cambio, es favorable a la perspectiva de un devenir constante o
concéntrico de la historia objetiva, sin ninguna finalidad superior o lineal.
Es partidario de las ideas vitalistas y lúdicas, de deshacerse de todas las
ideas preconcebidas para dar paso a una vida con opciones abiertas de
realización, una existencia que no gire en torno a cosas inexistentes.
En
este sentido el nihilismo no significa creer "en nada", ni pesimismo
ni mucho menos "terrorismo" como suele pensarse, si bien estas
acepciones se le han ido dando con el tiempo a la palabra. De todas formas hay
autores que al nihilismo, entendido como negación de todo dogma para dar
apertura a opciones infinitas no determinadas, le llaman "nihilismo
positivo", mientras que al sentido de negación de todo principio ético que
conlleve la negligencia o la autodestrucción le llaman "nihilismo
negativo" (también se les conoce como "activo" y
"pasivo").
Una
de las referencias más lejanas se encuentra en el filósofo sofista Gorgias
quien afirmaba: "Nada existe, si algo existe no es cognoscible por el
hombre; si fuese cognoscible, no sería comunicable" o en la actitud vital
de su discípulo Diógenes de Sinope.[4]
Como
la experiencia del Nirvāņa no es descriptible de manera clara con el lenguaje,
y por lo tanto no es fácil de comunicar, lo único que se puede dar es una
indicación del camino a seguir para obtenerla.
Las
Tres Características de la Existencia (Tri-Laksana)
Artículo
principal: Tri-Laksana.
(en
sánscrito) Las Tres Marcas, Los Tres sellos, Las Tres Realidades
Esta
enseñanza fundamental del budismo explica la naturaleza de los fenómenos del
mundo percibido, los cuales poseen tres características universales:
Anitya:
impermanencia.
Anātman:
inexistencia de un ego permanente.
Duḥkha:
sufrimiento, descontento o insatisfacción.
Renacimiento
Budista
Artículo
principal: Renacimiento.
En
la India, la idea de reencarnación era ya parte del contexto en el que nació el
budismo. En el budismo se prefiere el término "renacimiento" en vez
de "reencarnación", debido a que no afirma la existencia de un alma
perdurable que pueda transmigrar. Así, el renacimiento en el budismo no es
igual que la reencarnación en el hinduismo. Para entender el renacimiento es
necesario entender también el concepto de anatta.
En
el renacimiento budista, el proceso del karma hará que la existencia de seres
conscientes se manifieste, pero no existe un alma o espíritu eterno. Así, las
acciones de cuerpo, habla y pensamiento conllevan efectos que se experimentarán
con el tiempo, ya sea en la vida actual o siguiente. La continuidad entre
individuos la constituye esa corriente causal, que es manifestada como
tendencias y circunstancias en sus vidas.
El
renacimiento no es visto como algo deseable, ni significa un determinismo o
destino. El camino budista sirve para que la persona pueda liberarse de esa
cadena de causas y efectos. Mientras no exista un cese de este ciclo, nuestra
vida es Samsárica. Si bien el individuo debe experimentar las circunstancias en
las que le toca vivir, a la vez es el único responsable de lo que decida hacer
frente de ellas.
La
meditación, práctica fundamental en el budismo, es una herramienta útil para el
budista. Con esta práctica aprende a observar cómo no existe un dueño de (sus)
pensamientos, pero que a la vez es responsable de lo que decida hacer con
estos. El apego o no apego son por tanto la clave para conseguir más
ecuanimidad respecto a sí mismo y al mundo.
Las
Cuatro Nobles Verdades
(En
pāḷi: Cattari Ariya Saccani)
Artículo
principal: Cuatro Nobles Verdades.
Tras
el despertar de Buda Gautama, el primer discurso (Sutra) que dio fue a sus
antiguos compañeros de meditación, en lo que se conoce como "La puesta en
marcha de la rueda del Dharma" (Dhammacakkappavattana). En este primer
discurso, Buda Gautama establece las bases para la comprensión de la realidad
del sufrimiento y su cese. Estas bases se conocen como "Las Cuatro Nobles
Verdades", las cuales constatan la existencia de lo que en el budismo se
llama duhkha; una angustia de naturaleza existencial.
Duhkha
(el sufrimiento) existe.
La
vida es imperfecta, la insatisfacción y el sufrimiento existen y son
universales. Este es el punto de partida de la práctica budista. Esta verdad
contiene las enseñanzas sobre las Tres Marcas de la Existencia.
La
causa de duhkha es tŗşņā (en sánscrito: el deseo, el querer, el anhelo, la
sed). El origen, la causa raíz, de duhkha es el anhelo, el ansia o la sed
(tŗşņā) de cualquier situación o condición placentera. Creemos que algún acto,
logro, objeto, persona o entorno nos llevarán a la satisfacción permanente del
“yo”, cuando el "yo" en sí no es más que una fabricación impermanente
de la mente. Y de ahí que el origen del anhelo sea la ilusión o la ignorancia
(avidyā) en la vida samsárica. Los seres samsáricos no comprenden la manera y
forma en la que realmente funciona el karma. Esta verdad contiene la
explicación del Surgimiento Condicionado.
Existe
un cese de duhkha.
Según
el budismo, a través del aprendizaje de la observación de los procesos
considerados como ignorantes y alimentados por Los Tres Fuegos, se empieza a
crear la base para lograr su cese. La forma de que la insatisfactoriedad de la
vida cese es la de enfrentarnos de manera directa a duhkha y tŗşņā, su causa.
Al enfrentarnos a la realidad, la entendemos como realmente es, sabemos las
causas del sufrimiento y cómo hacer para que no surjan. Esta verdad contiene la
enseñanza sobre nuestra capacidad de llegar al Nirvana.
Existe
un Noble Camino para lograr este cese.
El
método y la disciplina para eliminar la ignorancia, el anhelo y finalmente
dukkha es el camino de la sabiduría, la ética y la meditación, expuesto de
manera detallada en el Noble Camino.
Fin
del Artículo publicado en Wikipedia.
Referencias
para escribir este artículo:
WIKEPEDIA
El
Libro de Los Espíritus – Allan Kardec
¿QUE
ES LA REENCARNACIÓN?
La
Reencarnación, sí EXISTE y tiene un propósito en el Plan Universal de la
Humanidad.
Veamos
ahora lo que nuestra Filosofía Espírita tiene que decir con relación a la
Reencarnación...Como paso lógico hacia la educación que es lo más importante en
la divulgación de nuestra filosofía, no podemos dejar de publicar sobre a
Reencarnación. Hoy día los que se volcán
a los Cultos Religiosos que lo que promueven es la Prosperidad y que como
consecuencia de no conocer la realidad del Alma Inmortal, niegan el proceso
reencarnatorio y ceden a los caprichos de los Mercaderes Espirituales.
Estos
Mercaderes Espirituales, su único propósito en la vida, es el beneficio propio
y el enriquecimiento ilícito, aprovechando la necesidad de los que con
esperanza de que les vaya ir mejor en la vida, caen inmisericordemente.
Cada
cual tiene derecho a ejercer el Libre Albedrío que el mismo Jesús nos indicó
por medio de sus enseñanzas de Bien Común debíamos acatar. Por lo tanto cada
cual puede decir lo que quiera, y el decir que el Espiritismo con el concepto
de la Reencarnación no es valido, es faltar a la verdad espiritual.
Cuando
Jesús nos enseñó que no le hiciéramos a nadie lo que no nos gustaría nos
hicieran a nosotros mismos, estaba indicando que teníamos la voluntad de hacer
el bien o el mal por nuestra propia decisión.
Porque no hay forma de tener una acción si no es primero decidido en
nuestro interior o en nuestras intenciones, para luego actuar. Por eso Dios es
muy enfático en decir que lo que importa son las intensiones de nuestras
acciones.
Entonces,
si el Libre Albedrío es esencial en los comportamientos humanos y además, el
Alma es Inmortal, nada más lógico que la reencarnación para que el Alma
encarnada pueda progresar permitiendo que se adelante gradualmente luego de
cada reencarnación. Y entonces...
¿Qué
es la Reencarnación según Nuestra Filosofía Espírita?
¿Por
qué Reencarnamos?
¿Qué
importancia tiene?
¿Qué
son las faltas que se comenten?
¿Qué
es la ley de Causa y Efecto?
¿Por
qué paso por pruebas en la vida?
¿Qué
es el Alma?
¿Por
qué el Alma es Inmortal?
¿Qué
Pasa con los niños después de la Muerte Orgánica?
La
mayoría de los que corren detrás de milagros y prodigios y a las predicas de
Prosperidad, no saben o no entienden lo importante de la Reencarnación en
nuestras vidas. Al no considerar que la
Reencarnación es real y que como consecuencia de nuestras Almas Inmortales,
tenemos la oportunidad de espiar nuestros errores y no estar condenados a una
muerte eterna o en el infierno o en el cielo. Ninguno de estos 2 conceptos son
reales, pues ¿para que se necesita un infierno o un cielo si la naturaleza del
Alma es Inmortal?, nunca morirá jamás…
Entonces
al no conocer esta verdad, sus mentes son amoldadas a lo que Los Mercaderes
Espirituales de nuestros tiempos tienen que decir de una manera subliminal, “Vamos
a ser prósperos, primero porque eso es lo que Dios quiere, pues luego de la
muerte no se necesita el dinero pero aquí en lo terrenal si es necesario”. Y esto no es agradable a Dios, por que este
comportamiento encierra en si: “Orgullo, Egoísmo, Avaricia, Codicia,
Materialismos” y todo alejado del Bien Común, que es lo que hace del ser humano
uno noble y de principios. Entonces No
dejemos de darle la importancia debida a este término de la Reencarnación.
Ni
la Reencarnación, ni todas las leyes espirituales establecidas por DIOS, no
están en discusión de si existen o no. Si lo crees o no, no es importante, pues
Dios las estableció y ahí están El no va
a cambiarlas o modificarlas de acuerdo a nuestras creencias o no. Lo que si
podemos hacer es tratar de entender los propósitos de la razón de nuestras
existencias. Si crees o no, en nada cambiaran de por si, pero si logras
entenderlas y aceptarlas, por seguro ocasionarán un cambio radical en tus
comportamientos y en tus acciones, que es lo que Dios mira en ti.
Yo
te digo, quita la venda religiosa que te han impuesto, y medita si hace lógica
o no el que la Reencarnación es correcto o no, o si existe o no. Ese análisis
te ayudará en tu crecimiento espiritual.
Vea
nuestro Vídeo Complementario sobre este tema de La Reencarnación a
continuación:
En
el Resumen de la enseñanza de los Espíritus, en el Libro: El Espiritismo en su
Más Simple Expresión, escrito por Allan
Kardec, nos dice lo siguiente desde el Ítem #12 al Ítem #20.
12.
El perfeccionamiento del Espíritu es fruto de su propio esfuerzo; no pudiendo,
en una sola existencia corpórea, adquirir todas las cualidades morales e
intelectuales que deben conducirlo al objetivo, él lo alcanza por una sucesión
de existencias, en cada una de las cuales da algunos pasos adelante en el
camino del progreso.
13.
En cada existencia corporal el Espíritu debe llevar a cabo una labor en
proporción con su grado de desarrollo; cuanto más ruda y trabajosa sea tanto mayor
será el mérito en cumplirla. De esta manera, cada existencia es una prueba que
lo acerca al objetivo. El número de esas existencias es indeterminado. Depende
de la voluntad del Espíritu abreviarlo esforzándose activamente por su
perfeccionamiento moral; del mismo modo que depende de la voluntad del obrero,
que debe entregar un trabajo, el disminuir la cantidad de días que emplea en
hacerlo.
14.
Cuando una existencia fue mal empleada y sin provecho para el Espíritu, debe
recomenzarla en condiciones más o menos penosas, debido a su negligencia y su
mala voluntad; del mismo modo, en la vida, se puede ser constreñido a hacer al
día siguiente, lo que no se hizo en la víspera o a rehacer lo que se hizo mal.
15.
La vida espiritual es la vida normal del Espíritu y es eterna; la vida corpórea
es transitoria y pasajera: no es sino un instante en la eternidad.
16.
En el intervalo de sus existencias corpóreas, el Espíritu está errante. La
Erraticidad no tiene una duración determinada; en ese estado, el Espíritu es
feliz o infeliz; según el buen o mal empleo que hizo de su última existencia;
él estudia las causas que apresuraron o retardaron su adelanto; toma las
resoluciones que procurará poner en práctica en su próxima encarnación y
escoge, él mismo, las pruebas que cree más apropiadas para su evolución; pero
en algunas ocasiones se equivoca o sucumbe, porque no mantiene, como hombre,
las resoluciones que había tomado como Espíritu.
17.
El Espíritu culpable es castigado con sufrimientos morales en el mundo de los
Espíritus y con penas físicas en la vida corpórea. Sus aflicciones son
consecuencias de sus faltas, vale decir, de sus infracciones a la ley de Dios;
de esta manera constituyen, a la vez, una expiación del pasado y una prueba
para el porvenir; así es que el orgulloso puede tener una existencia de
humillaciones; el tirano una de servidumbre y el mal rico una de miseria.
18.
Hay mundos apropiados a los diferentes grados de adelanto de los Espíritus y donde la existencia corporal se
encuentra en condiciones muy diferentes. Cuanto menos avanzado es el Espíritu,
tanto más pesado y material es el cuerpo con que se reviste; a medida que se
purifica, pasa a mundos superiores moral y físicamente. La Tierra no es ni el
primero ni el último, pero, sí, uno de los más atrasados.
19.
Los Espíritus culpados están encarnados en los mundos menos avanzados donde
expían sus faltas por las tribulaciones de la vida material. Esos mundos son
para ellos verdaderos purgatorios, pero de donde depende de ellos salir,
trabajando por su perfeccionamiento moral. La Tierra es uno de esos mundos.
20.
Siendo Dios, soberanamente justo y bueno, no condena a sus criaturas a castigos
perpetuos por faltas transitorias; les ofrece en todo momento medios para
progresar y reparar el mal que pudieron hacer. Dios perdona, pero exige el
arrepentimiento, la reparación y el retorno al bien; de suerte que la duración
del castigo es proporcional a la persistencia del Espíritu en el mal; en consecuencia,
el castigo sería eterno para aquel que permaneciese eternamente en el mal
camino; pero, desde que la claridad del arrepentimiento entra en el corazón del
culpado, Dios extiende sobre él su misericordia. Así, El Espiritismo en su Más
Simple Expresión la eternidad de las penas debe ser entendida en el sentido
relativo y no en el sentido absoluto. Este resumen es muy importante en este tema de la
Reencarnación porque resume todo lo que debemos saber sobre el tema.
La
Reencarnación es para mejorar y adelantar nuestro espíritu, y las faltas
cometidas deberán ser expiadas para que este proceso se active y continúe. No
es correcto decir que no hay que sufrir o no hay que expiar, pues sería
completamente en contra de lo que los Espíritus Superiores y Puros nos dejaron
saber a través de lo dictado a Allan Kardec.
Esta muy bien definido en la
Filosofía Espirita estos conceptos de expiación de pruebas y los propósitos
esenciales de la reencarnación.
A
continuación voy a exponer lo que nos dice la Codificación Espírita de una
manera muy clara, sobre este tema muy
importante, además, podrán ver las diferentes definiciones de diferentes
fuentes a manera de comparación. Esto hace que este artículo sea un poco
extenso. Pero vamos a concentrarnos en lo que dijeron los Espíritus Superiores
y Puros a través de Allan Kardec en el Libro de Los Espíritus y El Libro de Los
Médium preponderantemente.
Los
Espiritas creemos de una manera inequívoca que
el Espíritu progresa luego de cada reencarnación, y nunca jamás un
espíritu es retrogrado en su comportamiento reencarnatorio, ni menos aun
reencarna en un animal o en una cucaracha como los detractores de nuestra
filosofía tratan de explicar la Reencarnación para hacer desistir a los que
desean conocer sobre nuestra Filosofía de Bien Común.
Estos
que así se expresan, demuestran no tener ningún conocimiento de nuestra
filosofía, y son desmentidos por los mismos que se acercan para conocer el
mundo espiritual a través de nuestra filosofía.
Cuando
las personas que han sido invadidos por falsas definiciones de lo que es la
reencarnación y porque reencarnamos, deciden de una manera determinante que lo
que La Filosofía Espírita expone si tiene lógica y razón de ser. Entonces aquellos que trataron de tergiversar
lo correcto que es la reencarnación, terminan siendo ridiculizados.
En
fin estas y otras interrogantes están definidas en esta reflexión. Quiero hacer
una aclaración aquí. Debido a lo importante de este tema, he decidido copiar
literalmente lo que los Espíritus Superiores le contestaron a Allan Kardec, el
codificador en cuanto a este tema. Luce un poco extenso, pero si te interesa
este tema, no es prudente resumir lo que dijeron los Espíritus Superiores. Tarde
o temprano lo leerás en el Libro de Los Espíritus, pues te lo hacemos cómodo y
servirá de motivación a continuar leyendo este hermoso Libro de Los Espíritus.
Toda
la información aquí contenida ha sido sustraída del Libro de Los Espíritus,
escrito por Allan Kardec en el 1857. Para los que por primera vez están
expuestos a la codificación que hizo Allan Kardec podrán darse cuenta que se componen de
preguntas realizadas por Allan Kardec a los Espíritus Superiores y las
contestaciones dadas por ellos.
Nota
aclaratoria, a continuación antes de exponer lo que nos dice la Codificación
Espirita de una manera muy clara sobre este tema muy importante, podrán ver las
diferentes propuestas de diferentes fuentes y de diferentes creencias
religiosas. Esto expone que la manera en
que se define la reencarnación no es la manera que los Espíritus Superiores nos hicieron saber en la
Codificación Espírita.
Los
Espiritas creemos de una manera inequívoca que el Espíritu progresa luego de
cada reencarnación, y nunca jamás un espíritu es retrogrado en su
comportamiento reencarnatorio, ni menos aun reencarna en un animal o en una
cucaracha como los detractores de nuestra filosofía tratan de explicar la
Reencarnación para hacer desistir a los que desean conocer sobre nuestra
Filosofía de Bien.
Estos
que así se expresan, demuestran no tener ningún
conocimiento de nuestra filosofía, y son abatidos por los mismos que se acercan para conocer el
mundo espiritual a través de nuestra filosofía, haciendo que estos sean el
ridículo ante ellos mismos, por haber hablado de algo que no saben.
Reflexión
Final:
El
Espiritismo presenta la Reencarnación de una manera coherente y sustentada con
evidencias científicas y mediante innumerables comunicaciones Mediúmnicas. El Budismo es una religión con conceptos de
la antigüedad que no creen en la reencarnación, sino que creen en el Renacimiento.
Los
fundamentos Budistas, son tácitamente en contraposición de lo que postula el
Espiritismo. El propósito de esta reflexión es el de la educación
Espirita. Cada cual tiene el derecho y
la oportunidad de decidir en qué creer y por consiguiente dirigir sus pasos en
la vida para lograr su adelantamiento espiritual a través de una Transformación Moral.
La
Reencarnación es algo vital en nuestra Filosofía Espírita, el tratar de
atemperar esto con lo que enseñan otras religiones, corren el riesgo de que su
adelantamiento espiritual sea modificado y por consiguiente ser detenido.
El
lograr entender que el modificar el comportamiento hacia uno de bien común,
permite el adelantamiento espiritual según indicado por los Espíritus
Superiores y Puros. El entender la diferencia entre lo que es el Renacimiento
según la religión Budista y lo que es la Reencarnación según el Espiritismo,
ayuda a corregir el camino hacia el progreso espiritual.
El
Alma no renace, pero si Reencarna, pues el Alma es Inmortal. No te confundas.
El Alma nace una sola vez, cuando Dios la creo, de ahí en adelante, el Alma
solo reencarna.
¿Qué
hace la diferencia entre el Espiritismo del Budismo en los siguientes tópicos?
Inmortalidad del Alma:
El
Budismo no cree en un Alma o Espíritu eterno, de manera que es contrario a lo
que enseña el Espiritismo, que la Inmortalidad del Alma es esencial en la
Filosofía Espírita.
Por
lo tanto Renacimiento y Reencarnación son muy diferentes, de hecho se
contradice uno del otro.
Sufrimientos:
Además,
el Budismo considera el sufrimiento no como la causa de faltas cometidas en
encarnaciones anteriores, como lo postula el Espiritismo, sino como algo que se
tiene que tener en la vida, sin justificación alguna es causado por cualquier
movimiento de la voluntad es karma aunque no sea consciente.
Karma o Causa y Efecto:
El
funcionamiento del karma es extremadamente complejo en el Budismo; su resultado
exacto y preciso es imposible de predecir y no siempre se manifiesta de manera
inmediata, ya que su maduración depende de las circunstancias. El karman
tampoco es una explicación a la mala fortuna, debido al gran número de
variables y fuerzas involucradas. En el Espiritismo la aplica Ley de Causa y
Efecto, esta bien definido, sin sorpresas.
La causa de lo que provoca los sufrimientos son el resultado de las
faltas en comportamientos del pasado. Si
se sufre, es porque se hizo sufrir primero.
Por
lo tanto el Budismo no es igual al Espiritismo. No importa la justificación o
los lindos mensajes de sabiduría de Buda.
Los mensajes bonitos de Buda tampoco adelantan el espíritu, pues si no
se reparan las faltas cometidas, y el comportamiento no se dirige hacia el bien
común como definición de vida, y no se reencarna, entonces no hay progreso
espiritual.
Le
toca a cada cual decidir qué es lo que hace que su espíritu adelante,
definitivamente y creo firmemente que el Espiritismo sí logra llevar al
adelantamiento espiritual del ser humano y progreso de la humanidad.
La
reencarnación alcanzaría su "NIRVANA" en el Espiritismo, cuando
alcanza el Alma Inmortal la pureza y
perfección Espiritual, es ahí donde concluye el proceso reencarnatorio en el
Espiritismo. Ni el término "Renacimiento", ni la "Palingenesia"
alcanzaría su Nirvana jamás.