domingo, 16 de septiembre de 2018

Periespíritu con referencias a todos los Libros de Allan Kardec.



  Este artículo sobre el tema del "Periespíritu", se citan todas las referencias en cada uno de los Libros Codificados y los escritos por Allan Kardec. Debe servir de referencia a los Estudiosos del Espiritismo, a fin de tener a la mano el tema del Periespíritu en cada uno de los Libros Codificados. Comenzamos con el Libro de Los Espíritus
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EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
Introducción VI
   »El lazo o periespíritu que une el cuerpo y el espíritu es una especie de envoltura semi-material. La muerte es la destrucción de la envoltura más grosera; pero el espíritu conserva la segunda, que le constituye un cuerpo etéreo, invisible para nosotros en estado normal y que puede hacer visible accidentalmente, y hasta tangible. como sucede en el fenómeno de las      apariciones.
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   Cada espíritu es una unidad indivisible: pero cada uno de ellos puede extender a diversos puntos el pensamiento, sin dividirse, y sólo en este sentido, debe entenderse que se atribuye a los espíritus el don de ubicuidad. Tal sucede con un centro de luz que, proyectando a lo lejos su claridad, puede ser percibida de todos los puntos del horizonte, y tal asimismo con un hombre que, sin cambiar de puesto ni dividirse, puede transmitir órdenes, seriales e indicar los movimientos a lugares diferentes.

PERIESPÍRITU
93. ¿El espíritu propiamente dicho no tiene envoltura alguna, o como se pretende, está rodeado de una sustancia?
«El espíritu está envuelto en una sustancia, aunque vaporosa para tí, muy grosera aún para nosotros; pero suficientemente ligera empero, para poderse sostener en la atmósfera y trasladarse donde quiere».
   Así como el germen del fruto está rodeado del periespermo, así también el espíritu propiamente dicho está rodeado de una envoltura, que por comparación puede llamarse periespíritu.

   94. ¿De dónde toma el espíritu la envoltura semi-material?
«En el fluido universal de cada globo, y por esta razón no es igual en todos los mundos. Al pasar de uno a otro mundo, el espíritu cambia de envoltura, como vosotros de vestido».
-¿De modo que cuando los espíritus que habitan en los mundos superiores vienen al nuestro, toman un periespíritu más grosero?
«Ya lo hemos dicho, es preciso que se vistan a vuestro modo».
95. ¿La envoltura semi-material del espíritu afecta formas diferentes, y puede ser perceptible?
«Sí, la forma que plazca al espíritu, y así es como se os aparece de vez en cuando, ora en sueños, ora estando despiertos, y como puede tomar una forma visible y hasta palpable».  _______________________________
DEL ALMA
134. ¿Qué es el alma?
«Un espíritu encarnado».
-¿Qué era el alma antes de unirse al cuerpo?
«Espíritu».
-¿Las almas y los espíritus son, pues, una misma cosa?
«Sí, puesto que las almas no son más que espíritus. Antes de unirse al cuerpo, el alma es uno de los seres inteligentes que pueblan el mundo invisible, y que toman temporalmente una envoltura carnal para purificarse e ilustrarse».
135. Además del alma y del cuerpo, ¿hay alguna otra cosa en el hombre?
«El lazo que une el alma al cuerpo».
-¿Cuál es la naturaleza de ese lazo?
«Semi-material, y sirve de intermedio entre el espíritu y el cuerpo, y así debe ser, para que puedan comunicarse el uno con el otro. Por medio de este lazo el espíritu obra sobre la materia y viceversa».
Así, pues, el hombre está formado de tres partes esenciales:
1º El cuerpo o ser material, análogo a los animales y animado por el mismo principio vital;2º El alma, espíritu encarnado cuya habitación es el cuerpo, y3º El principio intermediario o periespíritu, sustancia semi-material que sirve de envoltura primera al espíritu y une el alma al cuerpo. Tales son en el fruto, el germen, el periespermo y la cáscara.
136. ¿El alma es independiente del principio vital?
«Incesantemente lo repetimos, el cuerpo no es más que la envoltura».
-¿Puede existir el cuerpo sin el alma?
«Sí, y sin embargo, desde que cesa de vivir el cuerpo, el alma lo abandona. Antes del nacimiento, no existe unión definitiva entre el alma y el cuerpo, al paso que, después de establecida la unión, la muerte del cuerpo rompe los lazos que lo unen al alma, y ésta lo abandona. La vida orgánica puede animar un cuerpo sin alma; pero ésta no puede habitar en un cuerpo privado de vida orgánica».
-Qué sería de nuestro cuerpo si careciese de alma?
«Un montón de carne sin inteligencia, todo lo que queráis, menos un hombre».
137. ¿Un mismo espíritu puede a la vez encarnarse en dos cuerpos diferentes?
«No; porque el espíritu es indivisible y no puede animar simultáneamente a dos seres diferentes». (Véase en El libro de los médiums, el capitulo «Bicorporeidad y transfiguración».
138. ¿Qué debemos pensar de los que opinan que el alma es el principio de la vida material?
«Cuestión de palabras en la que no nos fijamos. Empezad por entenderos».
139. Ciertos espíritus, y. antes que ellos, ciertos filósofos han definido el alma Una chispa anímica emanada del gran Todo. ¿Cómo se explica esta contradicción?
«No existe tal contradicción, y depende aquello de la acepción en que se toman las palabras. ¿Por qué no tenéis una palabra especial para cada cosa?»
La palabra alma se emplea para expresar cosas muy diferentes. Llaman así unos al principio de la vida, y es exacto decir en esta acepción y figuradamente, que el alma es una chispa anímica emanada del gran Todo. Estas últimas palabras expresan el origen universal del principio vital del que absorbe una parte cada ser, parte que vuelve a la masa, después de la muerte.

Esta idea no excluye en manera alguna la de un ser moral distinto, independiente de la materia y que conserva su individualidad.  Este es el ser que se llama igualmente alma; y en esta acepción puede decirse, que el alma es un espíritu encarnado.  Al dar diferentes definiciones del alma, los espíritus han hablado con arreglo a la aplicación que hacían de la palabra y a las ideas terrestres de que estaban aún más o menos dominados. Depende esto de la insuficiencia del lenguaje humano, que no tiene una palabra para cada idea, y de aquí el origen de una multitud de equivocaciones y discusiones. Véase por qué los espíritus superiores nos dicen que ante todo nos entendamos acerca de las palabras.¹
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¹ Véase, en la «Introducción» la explicación de la palabra alma, párrafo II.

140. ¿Qué hemos de pensar de la teoría del alma subdividida en tantas partes cuantos músculos hay, presidiendo de este modo a cada una de las funciones del cuerpo?
«También depende del sentido que se dé a la palabra alma. Si se entiende por ella el fluido vital, la teoría es exacta; pero, si se entiende el espíritu encarnado, es falsa. Lo hemos dicho ya, el espíritu es indivisible, y transmite el movimiento a los órganos por el fluido intermedio, sin dividirse a pesar de ello».
-Sin embargo, algunos espíritus han dado esa definición.
«Los espíritus ignorantes pueden tomar el efecto por la causa».
El alma obra por medio de los órganos, que están animados del fluido vital repartido entre ellos y con más abundancia en los que forman los centros o focos del movimiento. Pero esta explicación no puede  convenir al alma, considerada como espíritu que habita en el cuerpo durante la vida, y que lo abandona al morir.

141. ¿Qué hay de verdad en la opinión de los que creen que el alma es exterior y rodea al cuerpo?
«El alma no está encerrada en el cuerpo, como un pájaro en la jaula, sino que irradia y se manifiesta al exterior, como la luz a través de un globo de cristal, o como el sonido alrededor de un centro sonoro, y así es como puede decirse que es exterior; pero no es empero, la envoltura del cuerpo. El alma tiene dos envolturas: la sutil y ligera que es la primera, a la cual llamas periespíritu, y la otra, que es el cuerpo, grosera, material y pesada. Ya lo hemos dicho, el alma es el Centro de todas esas envolturas, como el germen en el hueso de las frutas».
142. ¿Qué concepto hemos de formar de la otra teoría, según la cual el alma de los niños se completa en cada periodo de la vida?
«El espíritu es uno, y se encuentra en su totalidad, lo mismo en el niño que en el adulto. Los que se desarrollan y completan son los órganos o instrumentos de manifestación del alma. También aquí se toma el efecto por la causa».
143. ¿Por qué todos los espíritus no definen el alma de un mismo modo?
«Todos los espíritus no están igualmente instruidos sobre estas materias, y los hay limitados aún que no comprenden las cosas abstractas, como sucede entre vosotros con los niños. También hay espíritus de falsa instrucción (falsos sabios) que, para imponerse, hacen alarde de palabrería, lo mismo que entre vosotros ciertos hombres. Además, los mismos espíritus adelantados pueden expresarse en términos diferentes, que en el fondo tienen el mismo valor, sobre todo, tratándose de cosas para cuya clara expresión no basta vuestro lenguaje, pues entonces es preciso recurrir a las figuras y comparaciones que vosotros tomáis por la misma realidad».
144. ¿Qué debe entenderse por el alma del mundo?
«Es el principio universal de la vida y de la inteligencia, de donde nacen las individualidades. Pero con frecuencia los que emplean estas palabras no se entienden. Es tan elástica la palabra alma, que cada uno la interpreta con arreglo a sus teorías. A veces se atribuye también un alma a la tierra, y entonces debe entenderse por ella el conjunto de espíritus solícitos que dirigen vuestras acciones hacia el buen camino, cuando les escucháis, y que vienen a ser como los lugartenientes de Dios en vuestro globo».
145. ¿Cómo tantos filósofos antiguos y modernos han discutido tanto tiempo sobre la ciencia psicológica, sin llegar a la verdad?
«Esos hombres, que eran los precursores de la doctrina espiritista eterna, han preparado el camino. Eran hombres y pudieron engañarse, porque tomaron sus propias ideas de la verdad; pero sus mismos errores, demostrando el pro y el contra, sirven para poner en claro aquélla. Por otra parte, entre sus errores, se encuentran grandes verdades que os hace comprender el estudio comparativo».
146. ¿El alma tiene en el cuerpo un lugar determinado y circunscrito?
«No; pero reside particularmente en la cabeza, en los grandes genios, en todos aquellos que piensan mucho, y en el corazón, en los que sienten mucho y cuyas acciones todas se relacionan con la humanidad».
-¿Qué debe pensarse de la opinión de los que colocan el alma en un centro vital?
«Es lo mismo que decir que el espíritu habita con preferencia en esta parte de vuestra organización; porque a ella van a parar todas las sensaciones. Los que la sitúan en lo que consideran como centro de la vitalidad, la confunden con el principio o fluido vital. Como quiera que sea, puede decirse que el alma reside más particularmente en los órganos de las manifestaciones intelectuales y morales».
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MATERIALISMO

147. ¿Por qué los anatómicos, los fisiólogos y en general los que profundizan las ciencias naturales se inclinan frecuentemente al materialismo?
«El fisiólogo lo refiere todo a lo que ve. Orgullo de los hombres que creen saberlo todo. y que no admiten que algo sea superior a su entendimiento. Su misma ciencia los hace presuntuosos y creen que nada puede ocultarles la naturaleza.»
148. ¿No es lamentable que el materialismo sea consecuencia de estudios que debieran, por el contrario, demostrar al. hombre la superioridad de la inteligencia que gobierna al mundo? ¿Debe deducirse de esto que son peligrosos?
«No es verdad que el materialismo sea consecuencia de esos estudios, sino que el hombre deduce de ellos consecuencias falsas; porque puede abusar de todo, hasta de las cosas mejores. La nada, por otra parte, los horroriza más de lo que quieren aparentar, y los despreocupados son a veces más fanfarrones que valientes. La mayor parte son materialistas solamente; porque no saben cómo llenar aquel vacío, y si ante el abismo que a sus ojos se abre les ofrecéis un áncora de salvación, se asirán solícitos a ella».
149. ¿Qué se hace el alma en el momento de la muerte?
«Vuelve a ser espíritu, es decir, entra de nuevo en el mundo de los espíritus que habla abandonado momentáneamente».
150. ¿El alma conserva su individualidad después de la muerte?
«Si, y no la pierde nunca. ¿Qué sería si no la conservase? »
-¿Cómo manifiesta el alma su individualidad, careciendo del cuerpo material?
«Tiene un fluido que le es propio, que toma en la atmósfera de su planeta y que representa la apariencia de su última encarnación: su periespíritu».
-¿Nada se lleva el alma consigo de este mundo?
«Nada más que el recuerdo y el deseo de ir a otro mundo mejor. Aquel recuerdo es grato o desagradable, según el uso que se ha hecho de la vida, y mientras más pura es el alma, mejor comprende la futilidad de lo que deja en la tierra».
151. ¿Qué hemos de pensar de la opinión según la cual el alma vuelve, después de la muerte, al todo universal?
«¿No forma un todo la reunión de los espíritus? ¿No son todo un mundo? Cuando estás en una reunión, formas parte integrante de ella, y sin embargo, conservas tu individualidad».
152. ¿Qué prueba podemos tener de la individualidad del alma después de la muerte?
«¿No la tenéis en las comunicaciones que obtenéis? Si no sois ciegos, veréis; y oiréis, si no sois sordos; porque a menudo habla una voz que os revela la existencia de un ser que vive fuera de vosotros».
Los que opinan que al morir, el alma entra en el todo universal están equivocados, si entienden decir que, semejante a la gota de agua que cae en el océano, pierde su individualidad, pero están en lo cierto, si por el todo universal entienden la reunión de seres incorporales de la cual forma un elemento cada alma o espíritu; Si las almas estuviesen confundidas con el conjunto, no tendrían otras cualidades que las de éste, y nada las distinguiría entre sí. No tendrían una inteligencia, ni cualidades propias, cuando en todas las comunicaciones revelan la conciencia del yo y una voluntad distinta, siendo infinita la diversidad, que bajo todos aspectos ofrecen. consecuencia también de las individualidades. Si después de la muerte, sólo existiese lo que se llama el gran Todo que absorbe todas las individualidades, este Todo sería uniforme, y por lo tanto, todas las comunicaciones que se recibiesen del mundo invisible serían idénticas. Pero puesto que en él se encuentran seres buenos y malos. sabios e ignorantes. dichosos y desgraciados; puesto que los hay de todos los caracteres, alegres y tristes, ligeros y profundos. etc., es evidente que son seres distintos. La individualidad se hace más palmaria aún, cuando prueban su identidad por medio de signos incontestables, de pormenores personales relativos a su vida terrestre y que pueden comprobarse, y no puede ponerse en duda, cuando se presentan a la vista en las apariciones. La individualidad del alma nos era enseñada teóricamente como un artículo de fe; pero el espiritismo la patentiza, y hasta cierto punto la materializa.
153. ¿En qué sentido debe entenderse la vida eterna?
«La eterna es la vida del espíritu, la del cuerpo es transitoria y pasajera. Cuando el cuerpo muere, el alma vuelve a la vida eterna».
-¿No sería más exacto llamar vida eterna a la de los espíritus puros, a la de los que, habiendo llegado a la cumbre de la perfección, no han de sufrir más pruebas?
«Es más bien es la dicha eterna, pero ésta es cuestión de palabras. Llamad a las cosas del mundo como queráis, con tal de que os entendáis».

SEPARACIÓN DEL CUERPO Y DEL ALMA

154. ¿Es dolorosa la separación del alma y del cuerpo?
"No, y a menudo sufre más el cuerpo durante la vida que en el momento de la muerte, pues el alma no toma parte alguna. Los sufrimientos que a veces se experimentan en el momento de la muerte, son un placer para el espíritu. que ve llegar el término de su destierro».
En la muerte natural, que proviene de la extinción de los órganos a consecuencia de la edad, el hombre abandona la vida sin notarlo. Es como una lámpara que se apaga por falta de aceite.
155. ¿Cómo se opera la separación del alma y del cuerpo?
«Rotos los lazos que la detenían, se separa del cuerpo».
-¿La separación se opera bruscamente y en virtud de una transición brusca? ¿Existe una línea de demarcación claramente trazada entre la vida y la muerte?
«No; el alma se separa gradualmente, y no vuela como un pájaro prisionero al que de súbito se deja en libertad. Los dos estados se tocan y confunden, de modo, que el espíritu se desprende poco a poco de los lazos, que se sueltan y no se rompen».
Durante la vida, el espíritu está ligado al cuerpo por la envoltura semi- material o espíritu, y la muerte no es más que la destrucción del cuerpo; pero no la de la segunda envoltura que se separa de aquél, cuando cesa en él la vida orgánica. La observación prueba que en el instante de la muerte, el desprendimiento del periespíritu no es súbitamente completo; sino que se opera gradualmente y con lentitud muy variable según los individuos. En unos es bastante rápida, y puede decirse que con pocas horas de diferencia, el momento de la muerte es también el de la emancipación; pero en otros, sobre todo en aquellos cuya vida ha sido completamente material y sensual, el desprendimiento es mucho menos rápido, y dura a veces días, semanas y hasta meses, lo que no implica en el cuerpo la menor vitalidad, ni la posibilidad del regreso a la vida, sino entre el cuerpo y el espíritu, la cual está siempre en proporción de la preponderancia que, durante la vida, ha dado el espíritu a la materia. Es, en efecto, racional el concebir que cuanto más se ha identificado el espíritu con la materia, tanto más trabajo ha de tener en separarse, al paso que la actividad intelectual y moral, y la elevación de pensamientos, operan un principio de separación hasta en la duración de la vida del cuerpo, de modo, que al llegar la muerte, es casi instantánea. Tal es el resultado de los estudios hechos en todos los individuos observados en el momento de morir. Estas observaciones prueban también que la afinidad, que en ciertos individuos persiste entre el alma y el cuerpo, es muy penosa a veces, porque el espíritu puede experimentar el horror consiguiente a la descomposición. Este caso es excepcional y peculiar de ciertas clases de vidas y de muertes, y se observa en algunos suicidas.
156. La separación definitiva del alma y del cuerpo. ¿puede verificarse antes de que cese completamente la vida orgánica?
«A veces en la agonía el alma ha abandonado ya el cuerpo, no existiendo más que la vida orgánica. El hombre no tiene ya conciencia de sí mismo, y sin embargo, le queda aún un soplo de vida. El cuerpo es una máquina que hace funcionar el corazón. y que existe mientras éste hace que circule la sangre en las venas, no teniendo necesidad para ello del alma».
157. En el momento de la muerte, ¿siente a veces el alma una aspiración o éxtasis que le permite entrever el mundo en que va a entrar?
«A menudo el alma siente cómo se rompen los lazos que la unen al cuerpo, y entonces pone todos sus esfuerzos en romperlos completamente. Separada en parte de la materia, ve el porvenir descorrerse ante ella, y goza anticipadamente del estado de espíritu».
158. El ejemplo del gusano que al principio se arrastra por el suelo y después se encierra en la crisálida, aparentemente muerto, para renacer a más brillante existencia, ¿puede darnos una idea de la vida terrestre, de la que sigue a la muerte y de nuestra nueva existencia?
«Una pequeña idea. La figura es buena; pero no debe, sin embargo, tomarse literalmente, como soléis hacerlo con frecuencia».
159. ¿Qué sensación experimenta el alma en el momento que conoce que está en el mundo de los espíritus?
«Según y cómo: si has hecho mal por deseo de hacerlo, te avergúenzas en aquel momento de haberlo hecho. Para el justo es muy diferente la cosa, pues se encuentra como aliviado de un gran peso; porque no teme ninguna mirada escudriñadora».
160. ¿El espíritu encuentra inmediatamente a los que ha conocido en la tierra, y qué han muerto antes que él?
«Sí, según el afecto que les profesaba y el que ellos sentían respecto de él, y a menudo salen a recibirle a su entrada en el mundo de los espíritus, y le ayudan a separarse de las mantillas de la materia. Ve también a muchos a quienes había perdido de vista durante su permanencia en la tierra, a los que están en la erraticidad y a los encarnados, a quienes visita».
161. ¿En la muerte violenta y accidental, no estando aún debilitados los órganos por la edad o las enfermedades. la separación del alma y la cesación de la vida se verifican simultáneamente?
«Así sucede generalmente; pero en todos los casos es muy corto el instante que los separa».
162. ¿Después de la decapitación por ejemplo, conserva el hombre por algunos instantes conciencia de sí mismo?
«A menudo la conserva durante algunos minutos, hasta que se extingue completamente la vida orgánica. Pero a menudo también el temor a la muerte se la hace perder, antes del instante del suplicio».
Trátese aquí únicamente de la conciencia que el ajusticiado puede tener de sí mismo como hombre y por mediación de los órganos, no como espíritu. Si no ha perdido esa contienda antes del suplicio, puede conservarla durante algunos instantes de muy corta duración. y cesa necesariamente con la vida orgánica del cerebro. lo que no implica que el periespíritu esté completamente separado del cuerpo. Por el contrarío, en todos los casos de muerte violenta, cuando no es resultado de la extinción gradual de las fuerzas vitales, los lazos que unen el cuerpo al periespíritu son más tenaces, y la separación completa es más lenta.

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
163. ¿El alma, al abandonar el cuerpo, tiene inmediatamente conciencia de sí misma?
«Conciencia inmediata no es la palabra, pues por algún tiempo está turbada».
164. ¿Todos los espíritus experimentan con la misma intensidad y duración la turbación, que sigue a la separación del alma y el cuerpo?
«No, puesto que depende de su elevación. El que está ya purificado se reconoce inmediatamente; porque se ha separado de la materia, durante la vida del cuerpo, al paso que el hombre carnal, cuya conciencia no es pura, conserva por mucho más tiempo la impresión de la materia».
165. ¿El conocimiento del espiritismo tiene alguna influencia en la duración más o menos larga de la turbación?
«Muy grande; porque el espíritu comprende de antemano su situación; pero la práctica del bien y la pureza de la conciencia son las que más influyen».
En el momento de la muerte, todo es al principio confuso, y el alma necesita algún tiempo para reconocerse, pues está como aturdida y en el mismo estado del hombre que, despertándose de un sueño profundo, procuro explicarse su situación, La lucidez de las ideas y la memoria del pasado le vuelven a medida que se extingue la influencia de la materia, de que acabo de separarse. y se disipa la especie de bruma que anubla sus pensamientos.
La duración de la turbación subsiguiente a la muerte es muy variable, puede ser de algunas horas, de muchos meses y hasta de muchos años. Es menos larga en las personas que, desde esta vida, se han identificado con su estado futuro; porque entonces comprenden inmediatamente su posición.
La turbación presenta circunstancias especiales, según el carácter de los individuos, y sobre todo según la clase de muerte. En las violentas, ocasionadas por suicidio, suplicio, accidente, apoplejía, heridas, etc., el espíritu está sorprendido, admirado y no cree estar muerto; lo sostiene con terquedad; ve, sin embargo. su cuerpo, sabe que es el suyo, y no comprende que esté separado de él; se acerca a las personas a quienes aprecia, y no comprende por qué no le oyen. Semejante ilusión duro hasta la completa separación del periespíritu, y hasta entonces no se reconoce el espíritu, ni comprende que ha dejado de pertenecer a los vivos. Este fenómeno se explica fácilmente. Sorprendido de improviso por la muerte, el espíritu queda aturdido con el cambio brusco que en él se ha verificado; para él la muerte continúa siendo sinónimo de destrucción, de anonadamiento, y como piensa, ve y oye, no se considera muerto. Lo que aumenta su ilusión es el verse con un cuerpo semejante al anterior, en cuanto a la forma, cuya naturaleza etérea no ha tenido tiempo de estudiar aun; lo cree sólido y compacto como el primero que tenia, y cuando sobre este punto se llama su atención, se sorprende de no poderse palpar. Este fenómeno es semejante al de los sonámbulos novicios que creen que no duermen. Para ellos el sueño es sinónimo de suspensión de facultades, y como piensan libremente y ven, se figuran estar despiertos.
Ciertos espíritus ofrecen esta particularidad, aunque la muerte no haya sobrevenido repentinamente; pero siempre es más general en los que, aunque estaban enfermos, no creían morirse. Véase entonces el raro espectáculo de un espíritu que asiste a su entierro como al de un extraño, y que habla de él como si no le incumbiera; hasta que comprende la realidad.
La turbación subsiguiente a la muerte no es nada penosa para el hombre honrado; sino tranquila y semejante en todo al que se despierta apaciblemente. Para el que no es puro de conciencia, la turbación abunda en congojas y angustias, que aumentan a medida que se reconoce.
En los casos de muerte colectiva, se ha observado que todos los que mueren a un mismo tiempo no se vuelven a ver inmediatamente. En la turbación subsiguiente a la muerte, cada uno toma por su lado, o no se ocupa más que de lo que le interesa.
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Así, pues, las razas que en la actualidad pueblan la tierra desaparecerán un día. siendo reemplazadas por seres más y más perfectos, y esas razas transformadas sucederán a la actual, como ésta ha sucedido a otras más groseras aún.
186. ¿Existen mundos en los cuales el espíritu, dejando de habitar en un cuerpo material, no tiene otra envoltura que el periespíritu?
«Sí, y esta misma envoltura se hace tan etérea, que para vosotros es como si no existiese, y tal es el estado de los espíritus puros».
-¿Parece resultar de esto que no hay una demarcación clara entre el estado de las últimas encarnaciones y el del espíritu puro?
«Esa demarcación no existe, y desapareciendo gradualmente la diferencia, se hace insensible, como desaparece la noche a los primeros fulgores del día».
187. La sustancia del periespíritu, ¿es la misma en todos los globos?
«No, es más o menos etérea. Al pasar de un mundo a otro, el espíritu reviste la materia propia a cada uno de ellos, operación que dura tan poco tiempo como un relámpago».
188. ¿Los espíritus puros habitan en mundos especiales, o están en el espacio universal sin predilección de un globo sobre los otros?
«Los espíritus puros habitan en ciertos mundos, pero no están confinados en ellos como los hombres en la tierra, y más fácilmente que los otros pueden estar en todas partes».¹
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¹ Según los espíritus, entre todos los globos que componen nuestro sistema planetario, la Tierra es uno de aquellos cuyos habitantes están menos adelantados física y moralmente, Marte es inferior, y Júpiter mucho más superior en todos conceptos. El Sol no es un mundo habitado por seres corporales, sino un punto de reunión de los espíritus superiores, que desde ahí irradian por medio del pensamiento a los otros mundos que dirigen por mediación de espíritus menos elevados, con los cuales comunican merced al fluido universal. Como constitución física, el Sol es un foco de electricidad. Parece que todos los soles se encuentran en posición idéntica.
   El, volumen y distancia que separa a los planetas del Sol no tienen ninguna relación necesaria con el grado de adelanto de los mundos, puesto que parece que Venus está más adelantado que la Tierra, y Saturno menos que Júpiter.
   Muchos espíritus que han animado a personas conocidas en la Tierra, han dicho que estaban reencarnadas en Júpiter, uno de los mundos más próximos a la perfección, y ha podido causar admiración ver en este mundo tan adelantado a hombres que la opinión en la Tierra no conceptuaba dignos de tanto.
    Nada debe sorprender esto, si se considera que ciertos espíritus que habitan en este planeta, pudieron ser enviados a la Tierra para desempeñar una misión, que a nuestros ojos no les hacia dignos del primer puesto. En segundo lugar, entre su existencia terrestre y la que viven en Júpiter. pueden haber vivido otras intermediarias, durante las cuales se hayan mejorado; y en tercer lugar, en este mundo, como en el nuestro, hay diferentes grados de desenvolvimiento, entre los cuales puede haber la distancia que separa entre nosotros al salvaje del hombre civilizado. Así, pues, del hecho de habitar en Júpiter, no se sigue que ha de estarse al nivel de los seres más adelantados, del mismo modo que no por vivir en Paris se ha de estar a la altura de uno de los sabios del Instituto.
   Las condiciones de longevidad tampoco son las mismas en todas partes que en la Tierra, y la edad no puede compararse. Una persona que había muerto hacia algunos años, fue evocada, 'y dijo que estaba encarnada hacia ya seis meses, en un mundo cuyo nombre es desconocido. Preguntada acerca de la edad que en aquel mundo tenía contestó: «No puedo precisarla; porque no contamos como vosotros; además. el modo de vivir no es el mismo, pues aquí nos desarrollamos mucho más pronto, y sin embargo, aunque sólo hace seis de vuestros meses que me encuentro en este mundo, puedo decir, que, en punto a inteligencia, tengo treinta años de la edad que contaba en la Tierra».
   Muchas respuestas análogas han sido dadas por otros espíritus, y esto no es nada Inverosímil. ¿No vemos en la Tierra que una multitud de animales llegan en pocos meses a su desarrollo normal? ¿Por qué no ha de suceder lo mismo con el hombre en otras esferas? Obsérvese, por otra parte, que el desarrollo a que llega el hombre en la Tierra a la edad de treinta años, no pasa quizá de ser una especie de infancia, comparado con el que está llamado a alcanzar. Se necesita ser muy miope de inteligencia para tomarnos en todo por tipos de la creación, y se rebaja mucho a la Divinidad. creyendo que, fuera de nosotros, nada hay que le sea posible.
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EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
TRANSMIGRACIÓN PROGRESIVA
189. Desde el principio de su formación, ¿goza el espíritu de la plenitud de sus
facultades?
«No; porque el espíritu, como el hombre, tiene también su infancia. En su origen, no tienen los espíritus más que una existencia instintiva, y apenas tienen conciencia de si mismos y de sus actos. Sólo poco a poco se desarrolla la inteligencia».
190. ¿Cuál es el estado del alma en su primera encarnación?
«El estado de infancia en la vida corporal, y apenas se desarrolla su inteligencia; se ensaya en la vida».
191. ¿Las almas de nuestros salvajes son almas en estado de infancia?
«Infancia relativa; pero son almas desarrolladas ya, pues tienen pasiones».
-¿Las pasiones son, pues, una señal de desarrollo?
«De desarrollo, sí; pero no de perfección. Son una señal de actividad y de conocimiento del yo mientras que en el alma primitiva la inteligencia y la vida están en germen».
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La vida del espíritu recorre en conjunto las mismas fases de la vida corporal. Pasa gradualmente del estado de embrión al de infancia, para llegar por una serie de períodos al de adulto, que es el de la perfección; pero con la diferencia de que no tiene decaimiento y decrepitud como en la vida corporal; que su vida, que tiene principio, no tendrá fin; que necesita un tiempo inmenso, a nuestro modo de ver, para pasar de la infancia espiritista al desarrollo completo, y que realiza su progreso no en una sola esfera, sino pasando por diversos mundos. La vida del espíritu se compone, pues, de una serie de existencias corporales, cada una de las cuales le es ocasión de progreso, como cada existencia corporal se compone de una serie de días, en cada uno de los cuales acrecienta el hombre su experiencia e instrucción. Pero del mismo modo que en la vida del hombre hay días infructuosos, en la del espíritu hay existencias corporales que no producen resultado; porque no ha sabido aprovecharlas.
192. ¿Se puede desde esta vida, observando una conducta perfecta. franquear todos los grados y llegar a ser espíritu puro, sin pasar por otros intermediarios?
«No; porque lo que el hombre cree perfecto está muy lejos de la perfección, y hay cualidades que le son desconocidas y no puede comprender. Puede ser tan perfecto como lo permita su naturaleza terrestre; pero ésta no es la perfección absoluta. Así como el niño, por mucha que sea su precocidad, ha de pasar por la juventud antes de llegar a la madurez, así también el enfermo pasa por la convalecencia antes de recobrar toda la salud. Y además, el espíritu ha de progresar en ciencia y moralidad, y si sólo en un sentido ha progresado, es preciso que progrese en el otro para llegar a lo alto de la escala. Pero mientras más adelanta el hombre en la vida presente, menos largas y penosas son las pruebas siguientes».
-¿Puede el hombre, por lo menos asegurarse desde esta vida una existencia futura menos sobrecargada de amarguras?
«Sin duda que Sí, pues puede abreviar la extensión y dificultades del camino. Sólo el indolente se encuentra siempre en el mismo punto».
193. En sus nuevas existencias, ¿puede el hombre descender a más baja condición de la que ocupaba?
«Respecto de la posición social, sí; pero no considerado como espíritu».
194. ¿El alma de un hombre de bien puede, en una nueva encarnación, animar el cuerpo de un malvado?
«No; porque no puede degenerar».
-¿El alma de un perverso puede llegar a ser la de un hombre de bien?
«Sí, si se arrepiente, y entonces la transformación es una recompensa».
La marcha de los espíritus es progresiva y nunca retrógrada; se elevan gradualmente en la jerarquía, y no descienden de la altura a que han llegado. En sus diferentes existencias corporales pueden descender como hombres; pero no como espíritus. Así el alma de un potentado de la tierra puede más tarde animar al más humilde artesano, y viceversa; porque los rangos entre los hombres están con frecuencia en razón inversa de los sentimientos morales. Herodes era rey, y Jesús, carpintero.
195. La posibilidad de mejorarse en otra existencia, ¿no puede inducir a ciertas personas a perseverar en el mal camino, creídos de que más tarde podrán corregirse?
«El que así piensa no cree en nada, y tampoco le contiene la idea de un castigo eterno, porque su razón la rechaza, y semejante idea conduce a la incredulidad sobre todas las cosas. Si sólo medios razonables se hubiesen empleado en la dirección de los hombres, no habría tantos escépticos. Un espíritu imperfecto puede, en efecto, pensar lo que tú dices durante su vida corporal; pero una vez desprendido de la materia, piensa de muy distinto modo, porque pronto comprende que ha calculado mal, y entonces es cuando trae un sentimiento contrario en una nueva existencia. Así es como se realiza el progreso, y he aquí por qué tenéis en la tierra hombres más adelantados que Otros. Unos tienen aquella experiencia de que carecen otros; pero que adquirirán paulatinamente. De ellos depende precipitar su progreso o retardarlo indefinidamente».
El hombre que ocupa una mala posición desea cambiarla lo más pronto posible. El que está persuadido de que las tribulaciones de esta vida son consecuencia de sus imperfecciones, procurará proporcionarse una nueva existencia menos penosa, y este pensamiento, más que el del fuego eterno, en el que no cree, le alejará del camino del mal.
196. No pudiendo los espíritus mejorarse más que sufriendo las tribulaciones de la vida corporal, ¿se deduce que la vida material es una especie de tamiz o depuratorio, por el que deben pasar los seres del mundo espiritista para llegar a la perfección?
«Sí; exactamente, es así. Se mejoran en esas pruebas evitando el mal y practicando el bien. Pero sólo después de muchas encarnaciones o purificaciones sucesivas, alcanzan el objeto hacia el cual se dirigen en un tiempo más o menos largo, según sus esfuerzos».
-¿Es el cuerpo el que influye en el espíritu para mejorarle, o el espíritu en el cuerpo?
«Tu espíritu lo es todo; el cuerpo es una vestidura que se pudre; todo se reduce a esto».
El jugo de la vid nos ofrece una comparación material de los diferentes grados de la purificación del alma. Contiene el licor llamado espíritu de vino o alcohol, pero debilitado por una multitud de materias extrañas que alteran su esencia, y no se obtiene su pureza absoluta sino después de muchas destilaciones en cada una de las cuales se desprende de alguna impureza. El alambique es el cuerpo en que ha de entrar para purificarse, y las materias extrañas vienen a ser como el periespíritu, el cual se purifica a medida que el espíritu se aproxima a la perfección.
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ENSAYO TEÓRICO SOBRE LA SENSACIÓN EN LOS ESPÍRITUS

257. El cuerpo, instrumento del dolor, es, si no su causa primera, por lo menos, su causa inmediata. El alma tiene la percepción del dolor, percepción que es el efecto. El recuerdo que de él conserva, aunque puede ser muy penoso, no puede tener acción física. El frío y el calor no pueden, en efecto, desorganizar los tejidos del alma, que no puede helarse, ni abrasarse. ¿Por ventura no vemos cada día que el recuerdo o temor de un mal físico produce el mismo efecto que la realidad, ocasionando hasta la muerte? Todos sabemos que las personas a quienes se ha amputado un miembro continúan sintiendo el dolor en él, aunque no exista el miembro. Ciertamente que no está localizado el dolor en aquel miembro ni que de él parte, sino que es el cerebro el que conserva la impresión. Puede creerse, pues, que sucede algo análogo en los sufrimientos del espíritu después de la muerte. Un estudio más profundo del periespíritu, que tan importantes funciones desempeña en todos los fenómenos espiritistas, las apariciones vaporosas o tangibles, el estado del espíritu en el acto de la muerte, la idea tan frecuente de que vive aún, el sorprendente espectáculo de los suicidas, de los ajusticiados, de las personas que se han entregado a los goces materiales y otros muchos hechos, han venido a hacer luz en este asunto, dando lugar a las explicaciones cuyo resumen pasamos a dar.
   El periespíritu es el lazo que une el espíritu a la materia del cuerpo; lo tomamos del medio ambiente, del fluido universal, y participa a la vez de la electricidad, del fluido magnético y hasta cierto punto de la materia inerte. Pudiera decirse que es la quintaesencia de la materia. Es el principio de la vida orgánica; pero no el de la intelectual, ya que ésta reside en el espíritu. Es, por otra parte, el agente de las sensaciones externas. Semejantes sensaciones están localizadas, en el cuerpo, en los órganos que les sirven de conductos.    Destruido el cuerpo, las sensaciones se hacen generales, y he aquí por qué no dice el espíritu que la cabeza le duela más que los pies. Es preciso, además, no confundir las sensaciones del periespíritu independiente ya, con las del cuerpo, que sólo podemos tomar como término de comparación y no como analogía. Desprendido el cuerpo, el espíritu puede sufrir, pero este sufrimiento no es el del cuerpo, y sin embargo, no es un sufrimiento exclusivamente moral como el remordimiento, puesto que se queja de frío y de calor. La temperatura no les impresiona, puesto que no sufren más en invierno que en verano y puesto que hemos visto a algunos atravesar las llamas, sin experimentar sufrimiento alguno.   
   El dolor que sienten no es, pues, físico propiamente dicho, sino un vago sentimiento íntimo del que no siempre se da perfecta explicación el mismo espíritu, precisamente porque el dolor no está localizado, ni es producido por agentes externos, Es más bien un recuerdo de la realidad; pero recuerdo tan penoso como ésta. A veces, sin embargo, es más que un recuerdo, según vamos a ver.
   La experiencia nos enseña que, en el acto de la muerte, el periespíritu se desprende más o menos lentamente del cuerpo. Durante los primeros momentos, el espíritu no se explica su situación; no se cree muerto; se siente vivo; ve su cuerpo a un lado, sabe que le pertenece y no comprende que esté separado de él. Semejante estado dura mientras existe un lazo entre el cuerpo y el periespíritu. Un suicida nos decía: «No, no estoy muerto», y añadía: «Y, sin embargo, siento cómo me roen los gusanos». Ciertamente que los gusanos no roían el periespíritu y menos aún el espíritu, sino el cuerpo. Pero como no era aún completa la separación del cuerpo y del periespíritu, resultaba una especie de repercusión moral que le transmitía la sensación de lo que en el cuerpo se realizaba. Quizá repercusión no sea la palabra, porque podría dar la idea de un efecto demasiado material, y más bien la vista de lo que ocurría en su cuerpo, al que le ligaba el periespíritu, le producía una ilusión que tomaba por la misma realidad. Así, pues, no era un recuerdo, porque, durante la vida, no había sido roído de gusanos, sino el sentimiento de su estado actual. De este modo se comprenderán las deducciones que pueden hacerse de, los hechos, cuando atentamente se les observa. Durante la vida, el cuerpo recibe las impresiones externas y las transmite al espíritu por mediación del periespíritu, que probablemente constituye lo que se llama fluido nervioso. Muerto el cuerpo, nada siente, porque carece de espíritu y de periespíritu.
   Éste, separado del cuerpo, experimenta la sensación; pero, como no la recibe por conducto limitado, se hace general la sensación. Luego, como en realidad no es más que un agente de transmisión, pues que el espíritu es el que siente, resulta que, si pudiese existir un periespíritu sin espíritu, no seria más sensible que el cuerpo después de muerto, del mismo modo que, si el espíritu careciese de periespíritu, seria inaccesible a las sensaciones penosas, lo cual tiene lugar en los espíritus totalmente purificados. Sabemos que, mientras más se purifican, más etérea se hace la esencia del periespíritu, de donde se sigue que la influencia material disminuye a medida que el espíritu progresa, es decir, a medida que el mismo periespíritu se hace menos grosero.
   Pero, se dirá, las sensaciones gratas, como las desagradables, son transmitidas al espíritu por el periespíritu, y si el espíritu puro es inaccesible a las unas, debe serlo igualmente a las otras.
   Indudablemente que sí, respecto de las que provienen únicamente de la materia que conocemos. El sonido de nuestros instrumentos y el perfume de nuestras flores no le causan impresión alguna, y, sin embargo, existen en él sensaciones íntimas y de un indefinible encanto del cual ninguna idea podemos formarnos; porque en este punto somos como los ciegos de nacimiento respecto de la luz. Sabemos que existe; pero, ¿de qué modo? Hasta aquí llega nuestra ciencia. Sabemos que existen en ellos percepciones, sensaciones, audición y visión; que estas facultades son atributos de todo el ser, y no de una parte de éste, como sucede en el hombre; pero volvemos a preguntarlo: ¿por qué medio? No lo sabemos. Los mismos espíritus no pueden explicarlo, porque nuestro idioma no está creado de modo que con él se expresen ideas de que carecemos, como en el de los salvajes no se encuentran términos para expresar las de nuestras artes, ciencias y doctrinas filosóficas.
   Al decir que los espíritus son inaccesibles a las impresiones de nuestra materia, queremos hablar de espíritus muy elevados cuya envoltura etérea no tiene análoga en la tierra. No sucede lo mismo en los espíritus que tienen más denso el periespíritu, los cuales perciben los sonidos y olores terrestres, pero no por una parte limitada de su individuo, como cuando vivían. Podría decirse que las vibraciones moleculares se hacen sentir en todo el ser, llegando así al sensorio común, que es el mismo espíritu, aunque de un modo diferente y quizá con diferente impresión, lo que produce una modificación en la percepción. Oyen el sonido de nuestra voz y nos entienden sin embargo, sin el auxilio de la palabra, por la sola transmisión del pensamiento. Y viene en apoyo de lo que decimos. el hecho de que la penetración es tanto más fácil cuanto más desmaterializado está el espíritu. En cuanto a la vista. es independiente de nuestra luz. La facultad de ver es atributo esencial del alma, para la cual no existe oscuridad; pero es más vasta y penetrante en 'los que están más purificados. El alma o espíritu tiene, pues, en sí mismo la facultad de todas las percepciones. Durante la vida corporal están entorpecidas por la imperfección de nuestros órganos, y en la extra corporal disminuye semejante entorpecimiento, a medida que se hace más transparente la envoltura semimaterial.
   Esta envoltura que tomamos en el medio ambiente, varía según la naturaleza de los mundos. Al pasar de uno a otro, los espíritus cambian de envoltura como nosotros de vestido, al pasar del invierno al verano, o del polo al ecuador. Cuando los espíritus más elevados vienen a visitarnos, revisten, pues, el periespíritu terrestre, realizándose entonces sus percepciones como las de los espíritus vulgares; pero todos ellos, así los inferiores, como los superiores, no oyen y sienten más que lo que quieren. Sin tener órganos sensitivos, pueden a su gusto hacer que sus percepciones sean nativas o nulas, y sólo se ven obligados a oír una cosa: los consejos de los espíritus buenos. La vista es siempre activa en ellos; pero mutuamente pueden hacerse invisibles los unos a los otros. Según el lugar que ocupan, pueden ocultarse a los que les son inferiores; pero no a los superiores. En los momentos subsiguientes a la muerte, la vista del espíritu está siempre turbada y confusa, aclarándose a medida que se desprende y puede adquirir la misma lucidez que durante la vida, independientemente de su penetración a través de los cuerpos que son opacos para nosotros.
   En cuanto a su extensión a través del espacio indefinido, así para el porvenir como para el pasado, depende del grado de pureza y elevación del espíritu.
   Toda esta teoría, se dirá, no es muy tranquilizadora. Nosotros creíamos que una vez desprovistos de nuestra grosera envoltura, instrumento de nuestros dolores, no sufriríamos más, y ahora nos venís con que aún habremos de sufrir, puesto que poco importa que sea de
este o de aquel modo, si al fin y al cabo sufrimos. ¡Ah! Sí, aún podemos sufrir, y mucho y por mucho tiempo; pero también podemos dejar de sufrir, hasta desde el momento de terminar esta vida corporal.
Las sufrimientos de la tierra son a veces independientes de nosotros; pero en muchas ocasiones son consecuencia de nuestra voluntad. Remontémonos a su origen, y se verá que el mayor número es consecuencia de causas que hubiésemos podido evitar. ¿Cuántos males, cuántas dolencias no debe el hombre a sus excesos, a su ambición, a sus pasiones, en una palabra? El hombre que siempre viviese sobriamente, que hubiese sido siempre sencillo en sus gustos modesto en sus deseos, se evitaría no pocas tribulaciones. Lo mismo sucede al espíritu, cuyos sufrimientos son siempre producto del modo cómo ha vivido en la tierra.
   Ciertamente no padecerá de gota y reumatismo; pero tendrá otros sufrimientos que no le van en zaga. Hemos visto que éstos son resultados de los lazos que aún existen entre él y la materia; que mientras más se desprende de ella, o de otro modo, que mientras más desmaterializado está, menos sensaciones penosas experimenta, dependiendo de él, por lo tanto, librarse de semejante influencia desde esta vida. Tiene su libre albedrío, y, por consiguiente, la elección de hacer o dejar de hacer. Que domine sus pasiones animales; que no tenga odio, ni envidia, ni celos, ni orgullo; que no se deje dominar por el egoísmo; que purifique su alma con buenos sentimientos; que practique el bien y que no dé a las cosas de este mundo más importancia de la que merecen, y entonces, hasta bajo la envoltura corporal, estará purificado y desprendido de la materia, y al separarse de ella no sufrirá su influencia.
   Los padecimientos físicos que haya experimentado no le dejarán recuerdo alguno penoso, no le quedará de ellos impresión alguna desagradable; porque sólo al cuerpo, y no al espíritu, habrán afectado. Se considerará feliz al verse libre de aquella envoltura, y la tranquilidad de la conciencia le emancipará de todo sufrimiento moral. Hemos interrogado sobre el particular a mil y mil, que han pertenecido a todos los órdenes sociales, a todas las posiciones de la sociedad; los hemos estudiado en todos los períodos de su vida espiritista, desde el acto de la muerte; paso a paso los hemos seguido en la vida de ultratumba para observar los cambios que en ellos se operan, así en sus ideas como en sus sensaciones, y sobre semejante asunto, no son los hombres vulgares los que nos han proporcionado los puntos de estudio menos preciosos. Y siempre hemos observado que los sufrimientos están en relación de la conducta, cuyas consecuencias experimentan, y qué aquella nueva existencia es origen de inefable dicha para los que han seguido el buen camino, de donde se deduce que los que padecen, es porque así lo han querido y que sólo a ellos debe culparse, así en éste como en el otro mundo.
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284. ¿Cómo los espíritus, no teniendo cuerpo, pueden evidenciar su individualidad y distinguirse de los otros seres espirituales que los rodean?
«Por medio del periespíritu, que los constituye en seres distintos unos de otros, como el cuerpo entre los hombres».
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RESUMEN TEÓRICO DEL SONAMBULISMO, DEL ÉXTASIS
Y DE LA DOBLE VISTA
455. Los fenómenos del sonambulismo natural se producen espontáneamente y son independientes de toda causa externa conocida; pero en ciertas personas dotadas de una organización especial, pueden ser provocados artificialmente por la acción del agente magnético.
   El estado designado con el nombre de sonambulismo magnético no difiere del sonambulismo natural más que, en que el uno es provocado al paso que el otro es espontáneo.
   El sonambulismo natural es un hecho notorio que nadie piensa poner en duda, a pesar de los maravillosos fenómenos que ofrece. ¿Qué tiene, pues, de más extraordinario o de más irracional el sonambulismo magnético, porque es producido artificialmente como otras tantas cosas? Se dice que los charlatanes lo han explotado; razón de más para no abandonarlo en sus manos. Cuando la ciencia se lo haya apropiado, el charlatanismo tendrá mucho menos crédito en las masas; pero en el ínterin como el sonambulismo natural o artificial es un hecho, y como contra éste no son posibles razonamientos, se acredita a pesar de la mala voluntad de algunos, y hasta en la misma ciencia, en la cual entra por una multitud de puertecillas, en vez de hacerlo por la principal. Más cuando haya penetrado del todo, preciso será concederle derecho de ciudadanía.
   Para el espiritismo, el sonambulismo es algo más que un fenómeno fisiológico, es una luz que refleja en la psicología. En él se puede estudiar el alma; porque se presenta a las claras, y uno de los fenómenos que la caracterizan es la clarividencia independiente de los órganos ordinarios de la vista. Los que impugnan el fenómeno, se fundan en que el sonámbulo no ve siempre y a voluntad del experimentador, como con los ojos. Pero, ¿hemos de admirarnos de que, siendo diferentes los medios, no sean los mismos los efectos? ¿Es racional el pedir efectos idénticos, no existiendo el instrumento? El alma tiene sus propiedades como el ojo las suyas, y debe juzgárselas en sí mismas y no por analogía.
   La causa de la clarividencia del sonámbulo magnético y del sonámbulo natural es idénticamente la misma: es un atributo del alma, una facultad inherente a todas las partes del ser incorporal que reside en nosotros y que no tiene más limites que los señalados a la misma alma. Ve todos los puntos a donde puede transportarse su alma, cualquiera que sea la distancia.
   En la vista a distancia el sonámbulo no ve las cosas desde el punto donde está su cuerpo, y como por un efecto telescópico. Las ve presentes, y como si estuviese en el lugar donde se encuentran; porque allí está en realidad su alma, y por esto su cuerpo está como anonadado y parece hallarse privado de sentimiento hasta que el alma vuelve a posesionarse de él. Esta separación parcial del alma y del cuerpo es un estado anormal que puede durar más o menos, pero no indefinidamente; motivo por el cual el cuerpo experimenta fatiga después de cierto tiempo, sobre todo cuando el alma se consagra a un trabajo activo.
   No estando circunscrita la vista del alma o del espíritu y no teniendo lugar determinado, queda explicado el por qué los sonámbulos no pueden señalarle órgano especial. Ven, porque ven, sin saber cómo ni por qué, no teniendo para ello como espíritus lugar determinado la vista. Si se refiere a su cuerpo, paréceles que ese lugar está en los centros en que es mayor la actividad vital, principalmente en el cerebro, en la región epigástrica, o en el órgano que, según ellos, es el punto de unión más tenaz entre el espíritu y el cuerpo.
   La potencia de la lucidez sonambúlica no es indefinida. Hasta el espíritu completamente libre está limitado en sus facultades y en sus conocimientos según el grado de perfección a que ha llegado, y lo está más, cuando está ligado a la materia cuya influencia siente. Esta es la causa de que la clarividencia sonambúlica no es universal, ni infalible. Menos puede aún fiarse en su infalibilidad, cuando se la aparta del fin que se ha propuesto la naturaleza, y se la constituye en objeto de curiosidad y de experimentación.
   En el estado de desprendimiento en que se encuentra el espíritu del sonámbulo entra más fácilmente en comunicación con los otros espíritus desencarnados o encarnados. Estableciese esta comunicación por medio del contacto de los fluidos que componen los periespíritu y sirven de conductores al pensamiento como el hilo eléctrico. El sonámbulo no necesita, pues, de que el pensamiento sea articulado por la palabra: lo siente y lo adivina, lo cual le hace eminentemente impresionable y accesible a las influencias de la atmósfera moral en que se halla colocado. Por esto también un concurso numeroso de espectadores, y especialmente de curiosos más o menos malévolos, perjudica esencialmente el desarrollo de sus facultades, que se repliegan, por decirlo así, en sí mismas, y no se despliegan con completa libertad más que en la intimidad y en un centro simpático. La presencia de personas malévolas o antipáticas produce en él, el mismo efecto del contacto de la mano en la sensitiva.
   El sonámbulo ve a la vez su espíritu y su cuerpo. Son, por decirlo así, dos seres que le representan la doble existencia espiritual y corporal que se confunden, por lo tanto, por los lazos que los unen. No siempre se da el sonámbulo cuenta de esta situación, y semejante dualismo hace que hable a menudo de él como de un extraño, y es que tan pronto el ser corporal habla al espiritual, como el espiritual al corporal.
   El espíritu adquiere un aumento de conocimientos y de experiencia en cada una de sus existencias corporales. Los olvida parcialmente durante su encarnación en una materia demasiado grosera; pero los recuerda como espíritu. Por esto ciertos sonámbulos revelan conocimientos superiores a su grado de instrucción y hasta su aparente capacidad intelectual.
   La inferioridad intelectual y científica del sonámbulo estando despierto, nada prejuzga, pues, sobre los conocimientos que pueda revelar en estado lúcido. Según las circunstancias y el fin que nos propongamos, puede tomarlos de su propia experiencia. de la clarividencia de las cosas presentes o de los consejos que de otros espíritus recibe; pero como el suyo puede estar más o menos adelantado, puede decir cosas más o menos exactas.
   Por los fenómenos del sonambulismo ya natural, ya magnético, la providencia nos da la prueba irrecusable de la existencia e independencia del alma, y nos hace asistir al sublime espectáculo de su emancipación, abriéndonos de este modo el libro de nuestro destino.
   Cuando el sonámbulo describe lo que ocurre a distancia, es evidente que lo ve, y no con los ojos del cuerpo; se ve a sí mismo, se siente transportado, hay, pues, allí algo suyo, y no siendo este algo su cuerpo, no puede ser otra cosa que su alma o su espíritu. Mientras el hombre se extravía entre las sutilezas de una metafísica abstracta e ininteligible, corriendo en busca de las causas de nuestra existencia moral, Dios pone diariamente en sus manos y ante sus ojos, los más sencillos y patentes medios para el estudio de la psicología experimental.
   El éxtasis es el estado en que la independencia del alma y del cuerpo se manifiesta del modo más sensible y se hace hasta cierto punto palpable.
   En el sueño y en el sonambulismo el alma vaga por los mundos terrestres; en el éxtasis penetra en un mundo desconocido, en el de los espíritus etéreos con los cuales se comunica, sin poder, empero, salvar ciertos límites que no podría franquear sin romper completamente los lazos que le unen al cuerpo. Un brillo resplandeciente, nuevo del todo la rodea, armonías desconocidas en la tierra la arrebatan, y la penetra un bienestar indefinible: goza anticipadamente de la beatitud celeste y puede decirse que pone un pie en el umbral de la eternidad.
   En el estado de éxtasis es casi completo el anonadamiento del cuerpo, no goza, por decirlo así que de la vida orgánica, y se conoce que no está unida a él el alma más que por un hilo que bastaría a romper definitivamente un esfuerzo más.
   En semejante estado desaparecen todos los pensamientos terrestres para ceder su puesto al sentimiento puro que es la misma esencia de nuestro ser inmaterial. Entregado totalmente a esta sublime contemplación, el extático considera la vida como una parada momentánea. Los bienes y los males, las alegrías groseras y las miserias de este mundo no son más que incidentes fútiles de un viaje, de cuya terminación se consideraría feliz.
   Sucede con los extáticos lo mismo que con los sonámbulos: su lucidez puede ser más o menos perfecta y su mismo espíritu es más o menos apto para conocer y comprender las cosas, según que sea más o menos elevado. A veces es en ellos mayor la exaltación que la lucidez verdadera, o por mejor decir, su exaltación perjudica a la lucidez, y por esto sus revelaciones son con frecuencia una mezcla de verdades y errores, de cosas sublimes y de cosas absurdas y hasta ridículas. Los espíritus inferiores se aprovechan a menudo de esa exaltación, que siempre es causa de debilidad, cuando no se sabe dominarla para gobernar al extático, y a este fin toman a sus ojos apariencias que mantienen sus ideas y preocupaciones vulgares. Este es un escollo; pero todos los extáticos no son iguales, y tócanos a nosotros juzgar fría-mente y pesar sus revelaciones en la balanza de la razón.
   La emancipación del alma se manifiesta a veces en estado de vela, y produce el fenómeno designado con el nombre de doble vista, que da a los que de ella están dotados la facultad de ver, de oír o sentir más allá del límite de nuestros sentidos. Perciben las cosas de todos los puntos a que el alma extiende su acción, y las ven, por decirlo así, a través de la vista ordinaria y como por una especie de espejismo.
   En el momento en que se produce el fenómeno de la. doble vista, el estado físico esta sensiblemente modificado, hay algo de vaguedad en los ojos, miran sin ver, y toda la fisonomía refleja una especie de exaltación. Se prueba que los órganos de la vista son extraños al fenómeno; porque la visión persiste, a pesar de cerrar los ojos.
   Esta facultad parece a los que de ella gozan, natural como la de ver, y es para ellos un atributo de un ser que no les parece excepcional. Sucede lo más comúnmente el olvido a esta lucidez pasajera, cuyo recuerdo más y más vago, concluye por borrarse como el de un sueño.
   La potencia de la doble vista varía desde la sensación confusa, hasta la percepción clara y neta de las cosas presentes o ausentes. En estado rudimentario da a ciertas personas el tacto, la perspicacia y una especie de seguridad en sus actos, que puede llamarse la exactitud del golpe de vista moral. Más desarrollada, despierta el presentimiento, y más aún, ofrece los acontecimientos realizados o a punto de realizarse.
   El sonambulismo natural y artificial, el éxtasis y la doble vista son variedades o modificaciones de una misma causa. Estos fenómenos, lo mismo que los sueños, son naturales, y por esto han existido en todas las épocas. La historia nos dice que fueron conocidos, y hasta explotados, desde la más remota antigüedad, y en ellos se encuentra la explicación de una multitud de hechos que las preocupaciones han hecho considerar como sobrenaturales.
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   668. Habiéndose producido los fenómenos espiritistas en todos los tiempos y siendo conocidos desde las primeras edades del mundo, ¿no han podido hacer creer en la pluralidad de los dioses?
«Indudablemente; porque llamando los hombres dios a todo lo que era sobrehumano, los espíritus eran dioses para ellos, y por esto cuando un hombre se distinguía por sus acciones de todos los otros, por su genio, o por un poder
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¹ Respuesta dada por el espíritu de M. Monod, pastor protestante de París, muerto en abril de 1856. La precedente respuesta, número 664, es del espíritu de San Luis.
oculto incomprensible para el vulgo, se le hacía un dios y se le tributaba culto después de muerto». (603)
La palabra dios tenía entre los antiguos una acepción muy alta. No era, como en nuestros días, una personificación del autor de la naturaleza, sino una calificación genérica dada a todo ser que estuviese fuera de las condiciones de la humanidad. Habiéndoles, pues, revelado las manifestaciones espiritistas la existencia de seres incorporales que obraban como fuerzas de la naturaleza, los habían llamado dioses, así como nosotros los llamamos espíritus, - simple cuestión de palabra, aunque con la diferencia de que en su  ignorancia, sostenida expresamente por los que tenían interés en ello, les elevaban templos y altares muy lucrativos, al paso que para nosotros no son más que simples criaturas más o menos perfectas, despojadas de su envoltura terrestre. Si se estudian con atención los diversos atributos de las divinidades paganas, sin trabajo se reconocerán en ellos todos los de los espíritus que ocupan los grados de la escala espiritista, su estado físico en los mundos superiores, todas las propiedades del periespíritu y la parte que toman en las cosas de la tierra.
El cristianismo, al derramar sobre el mundo su divina luz, no pudo destruir una cosa que está en la naturaleza; pero hizo que se dirigiese la adoración a Aquél a quien pertenece. Respecto de los espíritus, su recuerdo se ha perpetuado bajo diferentes nombres, según los pueblos, y sus manifestaciones, que jamás han faltado, han sido diversamente interpretadas y explotadas con frecuencia bajo el prestigio de lo misterioso, y al paso que la religión ha visto en ellas fenómenos milagrosos, los incrédulos han visto supercherías. Hoy. gracias a un estudio más serio, hecho públicamente, el espiritismo, libre de las ideas supersticiosas que lo han oscurecido durante muchos siglos nos revela uno de los más grandes y sublimes principios de la naturaleza.
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Ahora el Libro de Génesis: La Génesis - Capítulo I, Debe ser El Génesis y no El Génesis Traducción de Gustavo Martínez.

Capitulo 1,
   14. Como medio de elaboración, el espiritismo procede exactamente de la misma manera que las ciencias positivas, es decir, aplica el método experimental. Cuando se presentan hechos nuevos que no se pueden explicar a través de las leyes conocidas, él los observa, los compara y analiza, y remontándose de los efectos a las causas, llega a la ley que los rige; después deduce sus consecuencias y busca las aplicaciones útiles. No establece ninguna teoría preconcebida; por eso no presentó como hipótesis la existencia y la intervención de los Espíritus, como tampoco del periespíritu, la reencarnación ni ningún otro principio de la doctrina. Concluyó por la existencia de los Espíritus cuando esa existencia resultó evidente a partir de la observación de los hechos, y ha procedido de igual manera en cuanto a los otros principios. No han sido los hechos los que vinieron con posterioridad a confirmar a la teoría, sino que la teoría vino a continuación para explicar y resumir los hechos. Es, pues, rigurosamente exacto que se diga que el espiritismo es una ciencia de observación y no un producto de la imaginación. Las ciencias sólo hicieron progresos importantes después de que sus estudios se basaron en el método experimental; hasta entonces se creía que ese método sólo era aplicable a la materia, mientras que también se aplica a las cosas metafísicas.
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   39. El espiritismo experimental estudió las propiedades de los fluidos espirituales y su acción sobre la materia. Ha demostrado la existencia del periespíritu, sobre el cual había sospechas desde la Antigüedad, y que San Pablo denominó cuerpo espiritual, es decir,
cuerpo fluídico del alma después de la destrucción del cuerpo tangible.
   Se sabe hoy que esa envoltura es inseparable del alma; que forma uno de los elementos constitutivos del ser humano; que es el vehículo de la transmisión del pensamiento y que, durante la vida del cuerpo, sirve de lazo entre el Espíritu y la materia. El periespíritu representa un rol tan importante en el organismo y en una cantidad de afecciones, que se liga a la fisiología tanto como a la psicología.

   40. El estudio de las propiedades del periespíritu, de los fluidos
espirituales y de los atributos fisiológicos del alma, abre nuevos
horizontes a la ciencia y aporta la clave de una infinidad de fenómenos
incomprensibles hasta hoy, pues faltaba el conocimiento de la ley que los rige; fenómenos que el materialismo niega, debido a que se hallan vinculados con la espiritualidad, y que otras creencias califican como milagros o sortilegios. Tales son, entre otros, el fenómeno de la doble vista, la visión a distancia, el sonambulismo natural y artificial, los efectos físicos de la catalepsia y la letargía, la presciencia, los presentimientos, las apariciones, las transfiguraciones, la transmisión del pensamiento, la fascinación, las curas instantáneas, las obsesiones y posesiones, etc. Al demostrar que esos fenómenos reposan en leyes tan naturales como las de los fenómenos eléctricos, y en qué
condiciones normales se pueden reproducir, el espiritismo destruye
el imperio de lo maravilloso y lo sobrenatural y, por consiguiente,
la fuente de la mayor parte de las supersticiones. Así como lleva a
la creencia en la posibilidad de ciertas cosas que algunos consideran
quiméricas, también impide que se crea en muchas otras, pues comprueba su imposibilidad e irracionalidad.
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Veamos El Libro de Obras Póstumas

1. El Periespíritu - Principio de las Manifestaciones
   9. Los Espíritus, según hemos dicho, tienen un cuerpo fluídico al que se da el nombre de periespíritu. Su sustancia es tomada en el fluido universal o cósmico, que lo forma y alimenta, como el aire forma y alimenta el cuerpo material del hombre. El periespíritu es más o menos etéreo según los mundos y el grado de depuración del Espíritu. En los mundos y en los Espíritus inferiores, su naturaleza es más grosera y se acerca mucho a la materia bruta.
   10. En la encarnación, el Espíritu conserva su periespíritu, que es el órgano de transmisión de todas las sensaciones. Para las que vienen del exterior, puede decirse que el cuerpo recibe la impresión, el periespíritu la transmite, y el Espíritu, el ser sensible e inteligente, la siente. Cuando el acto parte de la iniciativa del Espíritu, puede decirse que este quiere, el periespíritu transmite y el cuerpo ejecuta.
   11. El periespíritu no está encerrado en los límites del cuerpo como en una caja. Por su naturaleza fluídica es expansible; irradia al exterior y forma alrededor del cuerpo una especie de atmósfera, que el pensamiento y la fuerza de voluntad pueden extender más o menos. De aquí se sigue, que personas que no están en contacto corporal, pueden estarlo por medio del periespíritu y transmitirse, aún a pesar suyo, las impresiones y a veces hasta la intuición de sus pensamientos.
   12. Siendo el periespíritu uno de los elementos constitutivos del hombre, desempeña un papel importante en todos los fenómenos psicológicos, y hasta cierto punto en los fisiológicos y patológicos. Cuando las ciencias médicas tomen en consideración la influencia del elemento espiritual en la economía, habrán dado un gran paso y nuevos horizontes se abrirán ante ellas; muchas causas de las enfermedades serán explicadas entonces y se encontrarán poderosos medios de combatirlas.
   13. Por medio del periespíritu obran los Espíritus sobre la materia inerte y producen los diferentes fenómenos de las manifestaciones. Su naturaleza etérea, no podría ser obstáculo para ello, puesto que se sabe que los más poderosos motores se hallan en los fluidos más rarificados y en los imponderables. No hay, pues, que maravillarse de ver que con ayuda de semejante palanca, los Espíritus producen ciertos efectos físicos, tales como golpes y ruidos de toda clase; elevación, transporte, lanzamiento de objetos en el espacio, etc. Para explicarse esto, ninguna necesidad hay de acudir a lo maravilloso a los efectos sobrenaturales.
   14. Obrando los Espíritus sobre la materia, pueden manifestarse de muchas maneras diferentes: por medio de efectos físicos, tales como los ruidos y movimientos de objetos; por la transmisión del pensamiento, por la vista, el oído, la palabra, el tacto, la escritura, el dibujo, la música, etc., en una palabra, por todos los medios que pueden servir para ponerles en relación con los hombres.
   15. Las manifestaciones de los Espíritus pueden ser espontáneas o
provocadas. Las primeras tienen lugar inopinadamente y de improviso; con frecuencia se producen en las personas más extrañas a las ideas espiritistas. En ciertos casos y bajo la acción de ciertas circunstancias, las manifestaciones pueden ser provocadas por la voluntad, bajo la influencia de las personas dotadas al efecto de facultades especiales.
   Las manifestaciones espontáneas han tenido lugar en todas las épocas y países. Sin duda alguna el medio de provocarlas era también conocido en la antigüedad, pero constituía el privilegio de ciertas castas que no lo revelaban más que a escasos iniciados bajo rigurosas condiciones, ocultándolo al vulgo a fin de dominarlo con el prestigio de una fuerza oculta. Se ha perpetuado, empero, a través de las edades, hasta nosotros, en algunos individuos; pero desfigurado casi siempre por la superstición o confundido con las prácticas ridículas de la magia, lo que había contribuido a desacreditarlo. Hasta entonces, no habían pasado de ser gérmenes plantados aquí o allá. La Providencia había reservado a nuestra época el conocimiento completo y la vulgarización de esos fenómenos, para purificarlos de la mala liga y hacerlos servir en pro del mejoramiento de la humanidad, en disposición hoy de comprenderlos y deducir sus consecuencias.

2. Manifestaciones visuales (Marcas o cicatrices de nacimiento)

16-21, Marcas o cicatrices de nacimiento, las produce el Espíritu Encarnado a través del Periespíritu…
   16. Por su naturaleza y estado normal el periespíritu es invisible, lo que tiene de común con una porción de fluidos que sabemos que existen y que nunca, sin embargo, hemos visto. Pero, lo mismo que ciertos fluidos, puede también sufrir modificaciones que le hacen perceptible a la vista, sea por una especie de condensación, sea por un cambio en su disposición molecular. Hasta puede adquirir las propiedades de un cuerpo sólido y tangible, pero puede súbitamente volver a su estado etéreo o invisible. Se puede formar idea de este efecto, por el del vapor, que es susceptible de pasar de la invisibilidad al estado brumoso, después liquido, luego sólido y viceversa.
   Estos diferentes estados del periespíritu son resultado de la voluntad del Espíritu, no de una causa física exterior, como en el gas. Cuando un Espíritu aparece, es porque pone su periespíritu en el estado referido para hacerlo visible.
   Más no basta siempre su voluntad; se necesita, para que pueda operarse esta modificación del periespíritu, un concurso de  circunstancias independientes de él.
   Se necesita, además, que el Espíritu tenga permiso para hacerse ver por una determinada persona, lo que no siempre le es concedido, o no lo es más que en ciertas circunstancias por motivos que no podemos apreciar. (Véase El Libro de los Médiums, cap. VI).
   Otra propiedad del periespíritu que depende de su naturaleza etérea, es la penetrabilidad. Ninguna materia le es obstáculo, las atraviesa todas, como atraviesa la luz los cuerpos transparentes. De aquí que no haya clausura que pueda oponerse a la entrada de los Espíritus, quienes van a visitar al prisionero en su calabozo con la misma facilidad que al hombre que está en medio del campo.
   17. Las manifestaciones visuales más comunes tienen lugar durante el sueño; estas son las visiones. Las apariciones propiamente dichas tienen lugar en estado de vigilia, cuando se disfruta de la plenitud y completa libertad de las facultades. Se presentan generalmente bajo una forma vaporosa, diáfana, a veces vaga e indecisa; al principio, se ofrecen con frecuencia como un reflejo blanquecino cuyos contornos se dibujan poco a poco; otras veces, las formas están claramente acentuadas y se distinguen los más tenues rasgos de la cara, hasta el extremo de poder dar una muy precisa descripción. Los movimientos y el aspecto son semejantes a los del Espíritu durante su vida.
   18. Pudiendo tomar todas las apariencias, el Espíritu se presenta bajo aquella que mejor pueda darle a conocer, si tal es su deseo. Así es que, aunque como Espíritu no tenga ningún defecto corporal, se presenta defectuoso, cojo, herido, con cicatrices, si esto es menester para patentizar su identidad. Otro tanto sucede con el vestido. El de los Espíritus, que nada han conservado de los apetitos terrenales, se compone ordinariamente de un ropaje de largos pliegues flotantes y su cabellera es ondulante y graciosa.
   Los Espíritus se presentan a menudo con los atributos característicos de su elevación, como una aureola, alas los que pueden considerarse como ángeles, un aspecto luminoso y resplandeciente, mientras otros tienen los que recuerdan sus ocupaciones terrestres. Así, un guerrero podrá aparecer con su armadura, un sabio con un libro, un asesino con un puñal, etc. Los Espíritus superiores tienen una fisonomía hermosa, noble y tranquila; los más inferiores tienen algo de feroz y bestial, y en ciertas ocasiones conservan las huellas de los crímenes que han cometido o de los suplicios que han sufrido. Esta apariencia es real para ellos, es decir, que se creen ser lo que parecen, lo cual es un castigo.
   19. El Espíritu que quiere o puede aparecerse, toma a veces una forma mas precisa aún, teniendo todas las apariencias de un cuerpo sólido, hasta el punto de producir una ilusión completa y de hacer creer que se tiene delante un ser corporal.
   En ciertos casos y bajo el influjo de ciertas circunstancias, la tangibilidad puede hacerse real, es decir, que se puede tocar, palpar, sentir la misma resistencia, el mismo calor de un cuerpo vivo, lo que no es óbice a que desaparezca con la rapidez del rayo. Se podría pues, estar en presencia de un Espíritu con el que se cambiase palabras y actos de la vida, creyendo tratar con un mortal, sin sospechar que es un Espíritu.
   20. Cualquiera que sea el aspecto bajo el que se presente un espíritu, aún bajo la forma tangible, puede en el mismo instante, no ser visible más que para unos cuantos. En una reunión, podría, pues, presentarse sólo a uno o varios miembros; y de dos personas que estuviesen juntas, puede una verle y tocarle y la otra no puede ver ni sentir nada’.
   El fenómeno de la aparición a una sola persona entre muchas que se hallan reunidas, se explica por la necesidad de una combinación entre el fluido periespiritual del Espíritu y el de la persona, para que se produzca. Para esto es preciso que haya entre esos fluidos una especie de afinidad que favorezca la combinación. Si el Espíritu no encuentra la aptitud orgánica necesaria, dicho fenómeno no puede producirse; pero si existe, el Espíritu es libre de aprovecharla o no, de donde resulta que, si dos personas igualmente favorecidas bajo este aspecto se encentran juntas, el Espíritu puede realizar la combinación fluídica con aquella a quien quiere presentarse; no haciéndolo con la otra, esta no lo verá. Lo mismo pasaría con dos individuos que tuviesen un velo ante los ojos. Si un tercer individuo quiere hacerse ver solo a uno de los dos, solo a él levantaría el velo; pero si el tal individuo fuera ciego, ya podría levantársele el velo, que no le sería por ello dada la facultad de ver.
   21. Las apariciones tangibles son muy raras, pero las vaporosas son frecuentes, sobre todo en el momento de la muerte. Parece que el Espíritu libre se apresura a volver a ver a sus parientes y amigos como para advertirles que acaba de dejar la tierra, y decirles que vive a pesar de ello. Evoque cada cual sus recuerdos, y se verá cuantos hechos auténticos de este género, de los cuales no se daba cuenta, han tenido lugar no solo de noche, durante el sueño, sino en pleno día y en estado de la mis completa vigilia.

3. Transfiguración - Invisibilidad
   22. El periespíritu de las personas vivas aún goza de las mismas propiedades que el de los Espíritus. Según se deja dicho, no está confinado en el cuerpo, sino que irradia y forma alrededor de él una especie de atmósfera fluídica. Puede suceder, pues, que en un determinado caso y bajo el influjo de las mismas circunstancias, sufra una transformación análoga a la que hemos descrito. La forma real y material del cuerpo puede desaparecer bajo esa envoltura fluídica, si así podemos expresarnos, y tomar momentáneamente una apariencia del todo diferente; la de otra persona o la del Espíritu que combina su fluido con el del individuo, o bien dar a un rostro feo un aspecto bello y radiante. Tal es el fenómeno designado bajo el nombre de  transfiguración, fenómeno bastante frecuente, y que se produce principalmente cuando las circunstancias provocan una expansión, más abundante de fluido.
   El fenómeno de la transfiguración puede manifestarse con una intensidad muy diferente, según el grado de depuración del periespíritu, grado que corresponde siempre al de elevación moral del Espíritu. A veces, se reduce a un simple cambio en el aspecto de la fisonomía, y puede en otras, dar al periespíritu un aspecto luminoso y resplandeciente.
   La forma material puede, pues, desaparecer bajo el fluido periespiritual, pero no es de necesidad para este fluido el tomar otro aspecto. A veces puede limitarse a velar un cuerpo inerte o vivo, y hacerlo invisible para una o varias personas, como lo haría una capa de vapor.
   Las cosas actuales solo las tomamos como puntos de comparación y no con la mira de establecer una analogía absoluta que no existe.

   23. Estos fenómenos, no parecen extraños más que todo, porque no se conocen las propiedades del fluido periespiritual. Es este un cuerpo nuevo que debe tener propiedades nuevas y que no pueden estudiarse por los procedimientos ordinarios de la ciencia; pero que no dejan de ser propiedades naturales, que solo la novedad tiene de maravilloso.
__________________________________
Hasta aquí las referencias del Libro de Los Espíritus del término "Periespíritu", en todos los Libros Codificados los escritos por Allan Kardec


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INFAMIA denuncia de Henri Sause 1 dic 1884

Vídeos publicados sobre el tema:Falsificación de Génesis

Vídeos publicados sobre el tema:Falsificación de Génesis Espiritista, 5ta Edición, 2nda Revisión del Libro de Génesis Espiritista... https://youtu.be/LahxKBMvd84
Ésta es mí contestación oficial sobre la Carta de la Federación Espírita de Brasil FEB, que publiqué é el 6 de abril del 2018. Y consta en el  artículo que contiene el siguiente Video.

Contestación oficial de mi parte a la Federación Espírita de Brasil FEB



5ta Edición, 2nda Revisión del Libro de Génesis Espiritista... https://youtu.be/fQyH70ypda4


5ta Edición, 2nda Revisión del Libro de Génesis Espiritista... Versión de Carleen Bransteter https://youtu.be/9AABq-nWY-M, Carleen Branstetter, 👌okp21 verificado... (11/29/2021).





Carta de la Federacion Espirita de Brasil FEB del 29 de enero del 2018

Carta de la Federación Espirita de Brasil FEB, 29 de de enero del 2018.

Esta carta de la FEB expresa excusas, como justificación para no hacer nada por 134 años desde que Henri Sausse hizo la denuncia de la Infamia el 1 de diciembre de 1884, en el Periodico "Le Espiritisme".

Todas las excusas son sólo válidas para los que nunca tuvieron compromiso con el Espiritismo, y que creyeron que el Espiritualismo moderno suplantaría las enseñanzas del Espiritismo unido a las enseñanzas apócrifas de Jean Baptiste Roustaing. Pero el Espiritismo, que no es Espiritualismo, no se puede sostener en la mentira. Es por eso que esta defensa por la integridad de la filosofía es muy válida.


Hoy, la Federación Espirita de Brasil FEB, sólo tiene dos (2) opciones.

  • Opción #1 - Corregir las alteraciones a los libros codificados y restaurar la integridad doctrinaria del Espiritismo, en próximas ediciones de traducciones. 
  • Opción #2 - NO HACER NADA, que automáticamente se convierte en la primera y única Opción.
Par saber que va a pasar, se debe evaluar el espíritu o las intenciones, que al menos las tenemos por escrito.

Y es por eso importante evaluar el contenido de la Carta de la FEB del 29 de enero del 2018, a fin de determinar si esas son las intenciones. El hacer las correcciones correspondientes, y cumplir con traducciones correctas, implicaría que sí estaban falsificadas las traducciones realizadas en todos los idiomas, incluyendo el idioma portugués, desde hace 146 años. Esto es poco probable y si esta fuera la opción a seguir, deberíamos estar muy pendientes a que eso se logre. Digamos que quieren hacer creer que esa es la opción, pues es solo cuestión de esperar a que todo se olvide, como ocurrió en el pasado. Hoy la Federación Espirita de Brasil FEB, no ha demostrado ningún interés en preservar la integridad doctrinaria del espiritismo moralizador y consolador, porque el interés real es que el Espiritismo, siga siendo considerado una religión Espiritualista que este de acuerdo a los libros publicados de Chico Xavier y Divaldo Pereira Franco, que son considerados como base fundamental de sus creencias espiritualistas.


Las que nadie se las cree, ni ellos mismos, tergiversa la verdad, y lo peor para ellos los incriminan en esta maldad infame de falsificar el libro de Génesis publicado por Allan Kardec el día 6 de enero del 1868. 


Los cogimos con las manos en la masa.



Creen que ya no tendrán que preocuparse. Están lejos de la verdad. Es ahora que los tenemos con las manos en la masa. Quedarán en ridículo, y la credibilidad mundial los juzgará. No os daremos cuenta pronto que están derrumbado y sin un plan B, por haber sido, malos, mentirosos, hipócritas e Infames. Quedarán en el ridículo mundial. 
Carta de la FEB 1-5 en Portugués y en español


####### Traducción al Español #######
Pagina 1

LA GÉNESIS

MILAGROS Y LAS PREDICCIONES
SEGÚN EL ESPIRITISMO
EDICIÓN FINAL

El propósito de las preguntas formuladas últimamente acerca de lo que sería la edición definitiva de la Génesis, milagros y las predicciones según el Espiritismo, Federación Espírita de Allan Kardec Brasileña, a través de su Consejo de administración, llega oficialmente al movimiento espírita expresa su entendimiento nacional sobre el tema.

Como todos saben, la primera edición de la obra salió a la luz, en París, el 6 de enero en 1868, seguido ese mismo año, la publicación de las segunda y terceros ediciones, absolutamente idénticas, simplemente reimpresiones de la primera edición. La 4 ª edición, que contiene en la cubierta y la portada el año 1868, se publicó sólo en la primavera de 1869, ya desencarnado el codificador, aunque manteniendo las mismas características de las tres primeras ediciones, con el cual no distingue en cualquier momento.

La 5ª edición de la génesis, milagros y las predicciones según el Espiritismo, a diferencia de cuatro primeras ediciones, no contiene el año de su lanzamiento, ni en la portada o en la portada, por lo que hasta hace poco no era posible conocer con precisión la fecha publicada. Hoy en día y que el sitio electrónico de la Biblioteca Nacional de Francia, realizar un seguimiento de la fecha exacta de su fecha de lanzamiento: 23 de diciembre de 1872, en el revisado, corregido y ampliado.

Como es conocido por todos, la quinta edición francesa, o que ella siguió y que son idénticos en todos los puntos, es el que ha servido de espejo a las traducciones en las diversas lenguas nacionales de los países del mundo, por haber sido la última edición revisada. Si he usado los traductores febianos Portugués, incluyendo el Dr. Guillón Ribeiro, siendo pertinente tener en cuenta que la primera edición brasileña de la obra, publicados en los años 80 del siglo XIX y traducido por Joaquim Carlos Travassos, Fortúnio, basado en la edición revisada, corregida y ampliada.

No es nuevo en la controversia que el último libro de la codificación espírita habría sido "adulterado" .

Después de la muerte de Allan Kardec, visto que suprime, modifica o agrega palabras, frases y párrafos completos que, en opinión de algunos, no fueron escritos por el autor y que tu desde 1884, 

1 


http://soyespirita.blogspot.com/2018/03/carta-de-la-federacion-espirita-de.html

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¿Cómo reconocer un “Espiritista Verdadero”, en el Espiritismo?

¿Cómo reconocer un “Espiritista Verdadero”, en el Espiritismo? 
Un Espiritista Verdadero es aquel que según el Libro de Obras Póstumas, de Allan Kardec lo describe así:

Breve Contestación a los Detractores del Espiritismo

“Solo reconoce por adeptos suyos a los que practican su enseñanza, es decir, a los que trabajan en su propio mejoramiento moral, esforzándose en vencer sus malas inclinaciones, en ser menos egoístas y orgullosos, más afables, más humildes, pacientes, benévolos, caritativos para con el prójimo y moderados en todas las cosa, pues este es el signo característico del espiritista verdadero…”

Un Espiritista Verdadero, no es el que cobra menos dinero. Esos son “Charlatanes”, infiltrados en el Espiritismo. Los “Charlatanes”, son los que cobran dinero en el Espiritismo.


Evaluar a un Espiritista, y saber si es uno Verdadero, se necesita tener conocimiento adquirido, mediante la lectura de los Libros Codificados de Allan Kardec, Así se puede verificar la autenticidad.

Mensajes en Fotos


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1/15/16

Un RESUMEN sobre los recursos del Espiritismo para sanar las Obsesiones Espirituales seria:









  • Moralización del Obsesado obteniendo su ascendencia Moral y luego al Obsesor moralizarlo.



  • Fortalecimiento de la "Voluntad" del Obsesado para que pueda Rechazar al Obsesor.



  • Oración Magnética Mental. (Grupales),



  • Magnetización del Obsesado, mediante Pases Magnéticos.



  • Educación Espirita.


Los postulados y la definición de la Filosofía Espirita antes expresada es nuestra razón de ser en esta red social. Por la naturaleza de este medio, muchas personas con diferentes corrientes de pensamiento y de diferente postura con relación al Espiritismo, pueden hacer comentarios a nuestras reflexiones. Esto nos llena de mucha satisfacción, porque ilustra claramente que el propósito de la existencia de esta página ha cometido su propósito al lograr cruzar barreras de idiomas y de pensamientos. Estamos muy claros en que nuestra filosofía es una de carácter Kardeciana y es la que promulga el deseo genuino de Dios en cuanto al comportamiento Moral de nuestra sociedad y de toda la raza humana, pero no tenemos ninguna conexión con otras corrientes de pensamiento sincretistas como lo son: Práctica de africanismo, indigenismos o ritualismos étnicos, Religiosos, folclóricos o sincréticos ni se hacen rezos, baños de plantas, consume de aguardiente o tabacos, inhalaciones toxicas, curaciones mágicas, maleficios o encantamientos y Santería.



Las obsesiones se Curan según el Espiritismo.






Excelente recurso de información según El Espiritismo, en el siguiente Libro Gratuito:








Todos están bienvenidos a comentar nuestras reflexiones, pero en nada esto significa que patrocinemos estas corrientes diferentes de pensamientos.











Queremos ser un faro, donde aquellos que desean encontrar el puerto seguro, puedan libremente acercarse al dialogo y a la comprensión. Jesús nos enseño a no hacer acepción de persona alguna, somos llamados a la comprensión y a la tolerancia con todos aquellos que aunque tengan pensamientos diferentes, siguen siendo seres humanos en el proceso de encontrar el sendero de la verdad en su camino evolutivo.












REFERENCIAS PARA ESCRIBIR ESTA REFLEXIÓN



  • El Evangelio Según El Espiritismo, Allan Kardec

  • El Libro de Los Espíritus, Allan Kardec

  • Obras Póstumas, Allan Kardec

  • Genesis

  • El Cielo Y el Infierno – Allan Kardec

  • El Libro de Los Médiums – Allan Kardec











Frank Montañez

“Soy Espírita”

Director de la Página


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NOTA Importante:




Si consideras que este articulo o reflexión es útil, y deseas citarnos en un artículo o nota que publiques en tu blog o en Facebook, por favor haz una mención de que obtuviste la información de un articulo nuestro ya publicado. Eso es actuar en Moral y bien común. No permitas que el atribuirte consciente o inconscientemente crédito por algo que copiaste de otro autor, afecte tu espiritualidad, y que cometas faltas que se han de acumulan a las que ya tienes.




Si me mencionas o no, no es importante para mí, pero sí; es una falta el atribuirte que la información publicada es de tu autoría al no hacer mención alguna del autor original, si no das el crédito al que originalmente lo creo, eso es propiedad intelectual y al no dar el crédito, constituye una falta de moralidad. Recomiendo que añadas al final de tu reflexión algo así:




Partes de esta reflexión ha sido tomada de un artículo publicado por Frank Montañez de “Soy Espírita” en su blog: www.soyespirita.blogspot.com




Nombre del Artículo:


Fecha Publicado:


Eso evitarás que actúes mal sin quererlo hacer, de eso se trata la Educación Espírita.






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Los invito a que descarguen los AUDIO Libros en mi blog. No hay escusas para no leer el Libro de los Espíritus y el de Los Médiums, pues pueden escucharlos narrados. Visita mi blog o simplemente dale clic al libro que ves listado a continuación.





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NOTA ACLARATORIA:





Han notado que nuestras reflexiones se redactan para la Educación de nuestra filosofía, tal y como lo ilustran Los Espíritus de La Codificación Espirita dada a Allan Kardec. Muchas de estas enseñanzas lucen como que deben ser tratadas en la Casa Espírita y creo que sí; es esto correcto. Pero la mayoría de nuestros lectores no tienen acceso a Casa Espírita alguna, entonces no nos podemos quedar con las manos cruzadas esperando que Espíritus Impuros que sabiendo esta realidad se adelanten se introduzcan en los hogares de personas que con genuino interés se acercan a nuestra página buscando ayuda. Para ellos les sugiero considerar conformar un pequeño grupo de Estudios en su hogar. Así se deleitaran de las enseñanzas de los Espíritus. Estos dos enlaces te ayudaran a comenzar a conformar tu grupo de Estudio:





  • http://soyespirita.blogspot.com/2014/01/ley-de-sociedad-i-necesidad-de-la-vida.html

  • http://soyespirita.blogspot.com/2011/08/recomendaciones-para-los-nuevos-grupos.html













No demostramos compasión si no ayudamos a estas personas en estos lugares inaccesibles que no existe ninguna Casa Espírita cerca y tal vez nunca la habrá a no ser por nuestra educación por el Internet. Para muchos el desarrollo de la Mediúmnidad es tan serio que no han desarrollado aun Médiums en sus lugares de reunión. Pero eso no debe ser la norma, pues el mismo Allan Kardec nos apercibió de que esto era esencial en el desarrollo espiritual de las comunicaciones Mediúmnica.




Preferimos hacer accesible esta información para aquellos que genuinamente desean crecer espiritualmente, y yo soy el de pensar que si los deseos de estos nuevos allegados son encaminados al desarrollo de la Mediúmnidad, es preferible ayudarlos que dejarlos a expensas de Espíritus Impuros que aprovechándose del deseo más profundo de crecer espiritualmente intervengan para que esto no se logre.




Esta educación debe ser el detonador para el establecimiento de nuevos centros de reunión para nuevos allegados y esto cumple el propósito de la codificación y de la Ley de Progreso y Crecimiento espiritual a que todos tenemos derecho.









































Autenticidad de los libros Codificados por Allan Kardec según el Libro de Génesis, ¿Qué es una Opinión en el Espiritismo? y el propósito del Espiritismo con la Humanidad:





Ítem #10. Sólo los espíritus puros reciben la misión de transmitir la palabra de Dios, pues hoy sabemos que los espíritus están lejos de ser todo perfectos y que algunos intentan aparentar lo que no son, razón por la cual San Juan ha dicho: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios” (Primera Epístola Universal de San Juan Apóstol 4:1).



De modo que nadie tiene la autoridad Espiritual ni Moral de realizar cambios a los libros codificados que no sean los dueños y autores originales; "Los Espíritus".




Veamos lo que dice la introducción del Libro de Génesis, comentado y firmado por Allan Kardec y lee como sigue: Introducción, De la primera edición, publicada en enero de 1868.


“A pesar de la intervención humana en la elaboración de esta





Doctrina, la iniciativa pertenece a los espíritus, pero no a uno en especial, ya que es el resultado de la enseñanza colectiva y concordante de muchos espíritus, puesto que si se basara en la doctrina de un espíritu no tendría otro valor que el de una "opinión personal". El carácter esencial de la Doctrina y su existencia misma se basan en la uniformidad y la concordancia de la enseñanza. Por tanto, todo principio no general no puede considerarse parte integrante de la Doctrina, sino una simple opinión aislada de la cual el Espiritismo no se responsabiliza.


Es esa concordancia colectiva de opiniones, sometidas a la prueba de la lógica, la que otorga fuerza a la Doctrina Espírita y asegura su vigencia. Para que cambiase, sería necesario que la totalidad de los espíritus mudasen de opinión, es decir, que llegase el día en que negasen lo dicho anteriormente. Ya que la Doctrina emana de la enseñanza de los espíritus, para que desapareciese sería necesario que los espíritus dejasen de existir. Y es por eso que esta Doctrina prevalecerá siempre sobre los demás sistemas personales, que no poseen, como ella, raíces por doquier. El Libro de los Espíritus ha consolidado su prestigio porque es la expresión de un pensamiento colectivo y general.”

Firmado por Allan Kardec.






El Libro de Génesis, escrito por Allan Kardec nos indica lo siguiente tambien:


Ítem #40. El Espiritísmo presenta, como ha sido demostrado (cap. I, n.º 30), todos los caracteres del Consolador prometido por Jesús. No es, en absoluto, una doctrina individual, una concepción humana; nadie puede decirse su creador (Pues sus creadores fueron los Espíritus). Es el fruto de la enseñanza colectiva de los espíritus presididos por el Espíritu de Verdad. No suprime nada del Evangelio: lo completa y aclara. Con la ayuda de las nuevas leyes que revela, en unión con las de la ciencia, hace comprender lo que era ininteligible y admitir la posibilidad de aquello que la incredulidad tenía inadmisible. Hubo precursores y profetas que presintieron su llegada. Por su poder moralizador, prepara el reino del bien sobre la Tierra.


La doctrina de Moisés, incompleta, terminó circunscrita al pueblo judío; la de Jesús, más completa, se extendió a toda la Tierra mediante el cristianismo, pero no convirtió a todos; el Espiritismo, más completo aún, con raíces en todas las creencias, convertirá a la Humanidad.1


1. Todas las doctrinas filosóficas y religiosas llevan el nombre de la individualidad fundadora, por lo que se dice: el Mosaísmo, el Cristianismo, el Mahometismo, el Budismo, el Cartesianismo, el Furierismo, el Sansimonismo, etc. La palabra Espiritismo, por el contrario, no involucra a ninguna persona en especial; pero sí define a una idea general que indica, al mismo tiempo, el carácter y la fuente múltiple de la Doctrina. [N. de A. Kardec.]






Claramente Allan Kardec y El Espíritu de verdad que dictó los Libros Codificados que el Espiritísmo, más completo aún, es con raíces en TODAS LAS CREENCIAS y la fuente múltiple de la doctrina, refiriéndose a que con Moisés la Doctrina fue incompleta y la de Jesús se extendió mediante el Cristianismo, pero no convirtió a todos, por lo tanto es hoy que el Espiritísmo ha de ser de todos, todas las doctrinas religiosas, "Mosaísmo, Cristianismo, Mahometismo, el Budismo, el Cartesianismo, el Furierismo, el Sansimonismo, y yo ando los Musulmanes, los Hinduistas, los Ateos, los Laicos, los de Joaquín Trincado, los Santeros, Umbanda, en fin a "TODOS", es más incluyo, hasta los extraterrestres, Todos adelantaran sus Espíritus mediante las enseñanzas del Espiritísmo.



En el libro de Obras Póstumas, Allan Kardec, luego de haber dedicado 13 años a la Codificación Espírita, y haber codificado y publicado los 5 Libros Básicos, dijo lo siguiente refiriéndose al Espiritismo:



EL ESPIRITÍSMO NO ES UNA RELIGIÓN Constituida…



El espiritismo es una doctrina filosófica que tiene consecuencias religiosas como toda filosofía espiritualista y por esto mismo toca forzosamente las bases fundamentales de todas las religiones: Dios, el alma y la vida futura; pero no es una religión constituida, dado que no tiene culto, rito ni templo, y que entre sus adeptos ninguno ha tomado ni recibido titulo de sacerdote o sumo sacerdote. Estas calificaciones son pura invención de la crítica.


Obras Póstumas – Allan Kardec







TODOS SOMOS MÉDIUMS





Libro de Los Mediums - Sobre los Médiums - X




Todos los hombres son médiums, todos tienen un Espíritu que los orienta hacia el bien, en caso de que sepan escucharlo. Ahora bien, poco importa que algunos se comuniquen directamente con él a través de una mediumnidad especial, y que otros sólo lo escuchen a través de la voz del corazón y de la inteligencia, pues no deja de ser su Espíritu familiar quien los aconseja. Llamadlo espíritu, razón o inteligencia: en todos los casos es una voz que responde a vuestra alma y os dicta buenas palabras. Sin embargo, no siempre las comprendéis. No todos saben proceder de acuerdo con los consejos de la razón, no de esa razón que se arrastra y repta más de lo que camina, que se pierde en la maraña de los intereses materiales y groseros, sino de esa razón que eleva al hombre por encima de sí mismo y lo transporta a regiones desconocidas. Esa razón es la llama sagrada que inspira al artista y al poeta, el pensamiento divino que eleva al filósofo, el impulso que arrebata a los individuos y a los pueblos. Razón que el vulgo no puede comprender, pero que eleva al hombre y lo aproxima a Dios más que ninguna otra criatura; entendimiento que sabe conducirlo de lo conocido a lo desconocido, y le hace realizar las cosas más sublimes. Escuchad, pues, esa voz interior, ese genio bueno que os habla sin cesar, y llegaréis progresivamente a oír a vuestro ángel de la guarda, que desde lo alto del cielo os tiende la mano. Repito: la voz íntima que habla al corazón es la de los Espíritus buenos, y desde ese punto de vista todos los hombres son médiums.




Channing






Libro de Los Mediums - Capt. XVII


Amigos míos, permitidme que os dé un consejo, dado que avanzáispor un terreno nuevo, y si seguís la ruta que os indicamos no osextraviaréis. Se os ha dicho una gran verdad, que deseamos recordaros: el espiritismo es sólo una moral, y no debe salirse de los límites de la filosofía, ni más ni menos, salvo que quiera caer en el dominio de la curiosidad.


Dejad de lado las cuestiones científicas, pues la misión de los Espíritus no es resolverlas, ahorrándoos el esfuerzo de las investigaciones.


"Tratad antes de mejoraros, pues de ese modo progresaréis realmente".


San Luis






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