El Estado Normal y Definitivo del Espíritu es el estado Espiritista, (Se refiere al Estado de Espíritu), es ahí que estará por toda la Eternidad... "Éste es un tema importante de reflección con conocimientos dados por los Espíritus. Échale mano, medita y reflecciona. Dejame saber tú opinión al respecto... ✅ ✅ ✅
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"[Nota añadida por Frank Montañez : El Libro de los Espíritus en su introducción, sección VI (6), define el "Mundo Espiritual", como el "Mundo Espiritista".) Es importante ésta distinción...
Publicado primera vez :
26 de septiembre de 2023,Reencarnaremos en diversos planetas durante el proceso evolutivo del Espíritu...
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Tema Profundo... ✅ ✅ ✅
"El Estado Normal y Definitivo del Espíritu es el estado Espiritista, (Se refiere al Estado de Espíritu), es ahí que estará por toda la Eternidad... " [Nota añadida por Frank Montanez : El Libro de los Espíritus en su introducción, sección VI (6), define el "Mundo Espiritual", como el "Mundo Espiritista".) Es importante ésta distinción...
Libro del Cielo y el Infierno
Cáp. III, Ítem #10 hasta el #15.
La Patria del Espiritu es el Universo entero... El, CIELO. 29, nos ilustra éste tema fundamental del Espiritismo Verdadero que es Moralizador y el Consuelo de los afligidos al Mundo :
Ítem #10.— En el intérvalo de las existencias corporales, el Espíritu vuelve por un tiempo más o menos largo al mundo Espiritista, en el cuál es feliz o desgraciado, según el bien o el mal que hizo. El estado Espiritista es el normal del Espíritu, puesto que ése debe ser su estado definitivo, y puesto que el cuerpo espiritual no muere; el estado corporal sólo es transitorio y pasajero. En el estado espiritual sobre todo, el Espíritu recoge los frutos del progreso logrados por su trabajo durante la encarnación, también se prepara a nuevas luchas, y toma las resoluciones que se esforzará en practicar a su vuelta a la humanidad.
El Espíritu progresa igualmente en la erraticidad; adquiere allí conocimientos especiales que no podría lograr en la tierra; sus ideas se modifican. El estado corporal y el estado Espiritista son para él origen de dos géneros de progreso solidarios el uno del otro; y de aquí que pasa alternativamente por éstos dos modos de existencias.
Libro del Cielo y el Infierno
Cáp. III, Ítem #10 hasta el #15.
El, CIELO. 29, nos ilustra éste tema fundamental del Espiritismo Verdadero Moralizador y el Consuelo de los afligidos al Mundo :
Ítem #11. —La reencarnación puede verificarse en la tierra o en otros mundos. Entre los mundos, hay unos más adelantados que otros, en dónde la existencia se cumple en condiciones menos penosas que en la tierra, física y moralmente; pero en ellos sólo son admitidos los Espíritus llegados a un grado de perfección en relación con el estado de aquéllos mundos.
'La vida en los Mundos Superiores es ya una recompensa, porque allí no se sufren los males y las vicisitudes con los cuáles se lucha aquí bajo. Los cuerpos, menos materiales, casi fluídicos, no están expuestos ni a las enfermedades, ni a los accidentes, ni áun a las necesidades. Estando excluidos de allí los Malos Espíritus, los hombres viven en paz, sin otro cuidado que el de su Adelantamiento Moral adquirido, luego de muchas existencias por el trabajo de la inteligencia. Allí imperan la verdadera fraternidad, porque no hay Egoísmo; la verdadera igualdad, porque no hay orgullo; la verdadera libertad, porque no hay desórdenes que reprimir, ni ambiciosos que quieran oprimir al débil. Comparados con la tierra aquéllos mundos, son verdaderos paraísos; son etapas del camino del progreso que conduce al estado definitivo.
[Se refiere a que el Estado de Espíritu es DEFINITIVO,]
La tierra es un mundo inferior destinado a la depuración de los Espíritus imperfectos, y ésta es la razón porque domina aquí el mal, hasta que plazca a Dios hacer de éste planeta mansión de Espíritus más adelantados.
Así es que el Espíritu, progresando gradualmente a medida que se desarrolla, llega al apogeo de la felicidad; pero, antes de haber alcanzado el punto culminante de la perfección, goza de una dicha en proporcion con su Adelantamiento Moral , bien así como el niño disfruta de los placeres de su edad primer, más tarde de los de la juventud, y finalmente de los más sólidos de la edad madura.
Libro del Cielo y el Infierno
Cáp. III, Ítem #10 hasta el #15.
El, CIELO. 29, nos ilustra éste tema fundamental del Espiritismo Verdadero Moralizador y el Consuelo de los afligidos al Mundo :
[La Felicidad de los Espíritus].
Ítem #12. —La felicidad de los Espíritus bienaventurados no consiste en la ociosidad contemplativa, que sería, como a menudo se ha dicho, una eterna y fastidiosa inutilidad. La vida espiritual, en todos los grados, es por lo contrario una actividad constante; pero una actividad exenta de fatigas. La suprema dicha consiste en el goce de todos los esplendores de la creación, que ninguna lengua humana podría expresar y que la imaginación más fecunda no podría concebir; en el conocimiento y la penetración de todas las cosas; en la carencia de todas las penas físicas y morales; en una satisfacción íntima, una serenidad de alma que nada turba; en el amor puro que une a todos los seres, resultado de ningún roce ni contacto con los malos, y sobre todo, en la visión de Dios y en la contemplación de sus misterios revelados a los más dignos.
Consiste también en las funciones, cuyo encargo es una dicha. Los Puros Espíritus son los Mesías o mensajeros de Dios para la trasmisión y la ejecución de sus voluntades; llevan a cabo las grandes misiones, presidiendo la formación de los mundos y la armonía general del universo, cometido glorioso al cuál no se llega sino con la perfección. Los del rango más elevado son los únicos iniciados en los secretos de Dios, inspirándose en su pensamiento, cuyos son los representantes directos. (Notar que sólo los Espíritus Puros y Perfectos son los que se comunican directamente con Dios, (Referencia : "Libro de Génesis, ítem # 10).
Ítem # 13. —Las atribuciones de los Espíritus son proporcionadas a su adelantamiento, a las luces que poseen, a sus capacidades, a su experiencia y al grado de confianza que inspiran al Soberano Señor. Allí nada de deprivilegios, nada de favores que no sean premio del mérito: todo está medido con el peso de la estricta justicia. Las misiones más importantes no son confiadas más que a los que Dios conoce capaces de llenarlas, e incapaces de faltar a ellas o de comprometerlas.
Miéntras que, a la vista de Dios, los más dignos, componen el Consejo Supremo, la dirección de las infinitas evoluciones planetarias está confiada a Jefes superiores; a otros está conferida la de mundos especiales.
Vienen después, en el órden del adelantamiento y de la subordinación jerárquica, las atribuciones más restringidas de aquéllos que presiden la marcha de los pueblos, la protección de las familias y de los individuos, el impulso de cada ramo de progreso, las diversas operaciones de la naturaleza hasta los más ínfimos detalles de la creación. En ése vasto y armonioso conjunto, hay ocupaciones para todas las capacidades, todas las aptitudes, todas las buenas voluntades; ocupaciones aceptadas con alegría, solicitadas con ardor, porque son un medio de adelantamiento para los Espíritus que aspiran a elevarse.
Ítem #14. — Así como las grandes misiones son confiadas a los Espíritus Superiores, las hay de todos los grados de importancia, destinadas a los Espíritus de varios rangos; de lo que puede deducirse que cada encarnado tiene la suya, es decir, deberes que llenar, para el bien de sus semejantes, desde el padre de familia a quién incumbe el cuidado de hacer progresar a sus hijos, (nota añadida por Frank Montanez, ésta es la Misión de los Padres) hasta el hombre de genio que derrama en la sociedad nuevos elementos de progreso. A menudo en ésas misiones secundarias se encuentran debilidades, prevaricaciones, apartamientos, pero sólo perjudican al individuo y no al conjunto.
Ítem # 15. —Todas las inteligencias contribuyen, pues, a la obra general, en cualquier grado que se encuentren,y cada una según la medida de sus fuerzas; las unas en el estado de encarnación, las otras en el estado de Espíritu. En toda actividad, desde el pie hasta la cumbre de la escala, todos, instruyéndose, coadyuvándose, prestándose un mutuo apoyo, dándose la mano para llegar a la cima. Así se asienta la solidaridad entre el mundo espiritista y el mundo corporal, o dicho de otro modo, entre los hombres y los Espíritus, entre los Espíritus libres y los Espíritus cautivos. Así se perpetúan y se consolidan, por la depuración y la continuidad de las relaciones, las simpatías verdaderas, los santos afectos.
En todas partes, pues, todo es vida y movimiento; ni un rincón hay del infinito que no esté poblado; ni una región que no sea incesantemente recorrida por innumerables legiones de seres radiantes, invisibles para los sentidos groseros de los encarnados; pero cuya contemplación enajena de admiración ❗ y de alegría 😁 a las almas libres ya de la materia.
En todas partes, en fin, hay una dicha relativa para todos los progresos, para todos los deberes bien cumplidos; cada uno lleva consigo los elementos de su dicha, en proporción a la categoría en que le coloca su grado de adelanto.
La dicha radica en las cualidades propias de los individuos, y no en el estado material del centro en que se encuentran; está, pues, en todas partes dónde haya Espíritus capaces de ser felices; ningún sitio circunscrito tiene señalado en el universo. En cualquier lugar que se encuentren, los Espíritus puros pueden contemplar la Divina Majestad, porque Dios está en todas partes.
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Entonces, podremos decir:
"La patria del Espíritu es el mundo de los Espíritus..."
Así es, la patria del Espíritu es el UNIVERSO 🌌, no es Brasil, como decía Chico Xavier, y sigue diciendo Divaldo Pereira Franco...!!!!
«Tu verdadera patria no está en este mundo, si no en el cielo; allí es donde los humildes de corazón serán ensalzados, y abatidos los soberbios.»
Los Espiritus no están atados a ningún país en especifico. Decir que la patria lo es todo y hay que morir por la patria, es una Opinión Personal, aislada, y que el Espiritismo establece que el Espíritu no tiene patria terrestre, es un sentimiento Nacionalista que es intolerable a los demás que piensen diferente.
Amo mí país, pero reconozco que mí Espíritu está de paso, y que la Verdadera Patria de cualquier Espíritu es el Universo, pues así será por la eternidad, que es el Estado Definitivo, el del Espíritu, y reencarnará en muchos mundos habitados eternamente, hasta alcanzar su depuración y perfección, estado único de los Espíritus Puros y Perfectos.
Respeto los sentimientos Nacionalistas y Patriótico de cada cuál, pero mí pensamiento se eleva a lo infinito, a la verdadera patria, que es el Universo.
Asirse o amarrarse a ideologías politicas a pensamientos puramente materialistas patriótica o Nacionalistas, debe ser tomado, en que no es así con los Espíritus Encarnados o Desencarnados, y tomarse con cautela, para no confundir los términos.
(…). para los Espíritus la patria es el Universo, y no tienen Nacionalidad en la tierra...
Veamos el Libro de Los Espíritus…
Ítem # 317. Después de la muerte ¿conservan los Espíritus el amor a la patria?
- Sigue siendo el mismo principio: para los Espíritus elevados la patria es el Universo. La Tierra es el lugar dónde tienen mayor número de personas que les son simpáticas.
Comentario de Allan Kardec: - "La situación de los Espíritus y su modo de ver las cosas varían hasta lo infinito, en virtud de su grado de desarrollo moral e intelectual. Los Espíritus de un orden elevado sólo. Pero entre ellos los hay más serios, que miran y observan con el propósito de instruirse, de perfeccionarse.
Génesis Capítulo 1,
Carácteres DE LA REVELACIÓN ESPÍRITA, #23...
Ítem # 23.— La parte más importante de la revelación del Cristo, en el sentido de que es el principal distintivo y la piedra angular de toda su doctrina, es el nuevo punto de vista bajo que hace considerar a la divinidad. No es el Dios terrible, celoso y vengativo de Moisés; el Dios cruel e implacable que riega la tierra con sangre humana, y ordena la matanza y el exterminio de los pueblos, sin exceptuar a las mujeres, niños, ni ancianos, y que castiga a los que perdonan a las víctimas. No es el Dios injusto que castiga a todo un pueblo por el pecado de su rey; que se venga del culpable en la persona del inocente, y que hiere a los hijos por las faltas de sus padres; sino un Dios clemente, soberanamente justo y bueno, lleno de mansedumbre y de misericordia, que perdona al pecador arrepentido y da a cada uno según sus merecimientos. No es el Dios de un sólo pueblo privilegiado, el Dios de los ejércitos que preside los combates para sostener su propia causa contra el Dios de los otros pueblos; sino el padre común del género humano que extiende su protección a todos sus hijos y los llama hacia él. No es tampoco el Dios que recompensa y castiga con sólo los bienes de la tierra, y que hace consistir la gloria y la felicidad en la dominación y esclavitud de los pueblos rivales y en la multiplicidad de su progenie; sino que dice a los hombres: «Tu verdadera patria no está en este mundo, si no en el cielo; allí es donde los humildes de corazón serán ensalzados, y abatidos los soberbios.»
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