Control universal
de la enseñanza de los Espíritus
REVISTA
ESPÍRITA
PERIÓDICO
ESTUDIOS
PSICOLÓGICOS
7el
AÑO 04 DE ABRIL DE 1864.
BIBLIOGRAFÍA
EN
VENTA:
IMITACIÓN
DEL EVANGELIO
Según
el Espiritismo (-1)
(1) una gran vol. en-12. Casa de los Sres. Didier y
Cie., 35, muelle de las Grands-Augustins; Ledoyen, en el Palais-Royal y en la
oficina de la Revista Espírita, precio: 3 p. 50C.).
Contiene: la
explicación de máximas Morales de Cristo, su contrato con el Espiritismo y -a
las distintas posiciones de vida I aplicación.
De ALLAN
KARDEC,
Con este epígrafe: "no
hay ninguna fe inquebrantable que de lo contrario puede enfrentar cara
a cara a la razón, en todas las edades de la humanidad".
Abstenerse de cualquier
reflexión sobre este trabajo, nosotros mismos para extraer la introducción
y limitar la parte que indica la meta.
"Los evangelios se puede dividir en cuatro
materias: los actos comunes de la
vida de Cristo, los milagros, las predicciones, y la enseñanza moral. Si las tres
primeras partes fueron objeto de controversia, lo último se mantuvo inexpugnable.
Dado este código divino, inclina su propia incredulidad; es el terreno donde
se pueden encontrar todos los cultos, izan bandera bajo la cual todo el mundo
puede tomar refugio, su cren-dren, porque ella nunca ha sido objeto de
los conflictos religiosos, siempre y en todas partes se levantadan preguntas
sobre los dogmas; discutirlas, por cierto, las sectas se habrían encontrado su
propia convicción, porque la mayoría de ellos está vinculada a la parte
mística, más que la parte moral que requiere la reforma de la misma. Para los
hombres en particular es una regla de conducta que cubre todas las
circunstancias de la vida pública o privada, el principio de las
relaciones sociales fundadas en estricta justicia; Finalmente y sobre todo, la
ruta segura de la felicidad futura, una esquina del velo levantado sobre el más
allá. Es esta parte que hace el único objeto de este trabajo.
"Todo el mundo admira
la moral evangélica; cada uno lo proclama la sublimidad y la necesidad, pero
muchos lo hacen en confianza, sobre lo que escucharon, o sobre la fe en algunas
máximas que llegó a ser proverbial; Pero pocos saben el fondo, mucho menos
entienden y saben cómo deducir las consecuencias. La razón de esto es en gran
medida de la dificultad que presenta la lectura del Evangelio, incomprensible
para la mayoría. La forma alegórica, misticismo lenguaje intencional, causa de
gran parte de la lectura por la paz de conciencia y deber como leen las
oraciones sin comprender ellos, es decir, ninguna fruta. Los preceptos de
moralidad, esparcidos aquí y allá, fusionados con la masa de otras cuentas,
pasan desapercibidos; se convierte, entonces, imposible le agarran el conjunto y su objeto de una lectura y una meditación si
se detiene.
"Hubo,
de hecho, tratados Morales evangélicas, pero el moderno estilo de literario
arreglo Tómalos ingenuidad primitiva que, al mismo tiempo, les dio el encanto y
la autenticidad. Lo mismo ocurre con máxima destacado, reducido a su más simple
expresión proverbial; son no más, entonces, o aforismos que pierden parte de su
valor e interés, por la ausencia de los accesorios y las circunstancias en las
que se les dio.
"Para
superar estos inconvenientes, nos reunimos en este artículos de sitio que
pueden Contras-form, propiamente hablando, un código moral universal, sin
distinción de culto; entre comillas ahorrado todo lo que era útil para el
desarrollo del pensamiento, no podar, pero las cosas extrañas al tema. Además,
respetamos escrupulosamente la traducción original de Sacy, así como la
división en versículos. Más en lugar de arrestar a un imposible
cronológicamente y ninguna ventaja real sobre un tema similar, las máximas
fueron agrupadas y metódicamente clasificadas según su naturaleza, para
que, tanto como sea posible, a deducir de los demás. La llamada de los números
de serie de los capítulos y versículos permite recurriendo a tipo vulgar, juzga
apropiado.
"Yo
no estaba allí, pero un material de trabajo solo, no habría sido lo contrario
una utilidad secundaria; lo esencial era ponerlo al alcance de todos, para la
explicación de pasajes oscuros y el desarrollo de todas las consecuencias con
el fin de implementar las distintas posiciones de la vida. Eso es lo que
intentamos hacer con la ayuda de los buenos espíritus que nos asisten.
"Muchos
puntos del Evangelio, la Biblia y sagrados autores en General, son no
teligíveis, inin-muchos aún no parece irracionales, pero por falta de clave
para comprender ellos el verdadero sentido; Esta clave es enteramente en el
Espiritismo, como si fueran capaces de convencer a quienes
estudiaban en serio, y con el fin de reconocer mejor más adelante. El
Espiritismo es en todas partes en la antigüedad y en todas las edades de la
humanidad; todos a su alrededor son los rasgos en las escrituras y las creencias
acerca de los monumentos; es por ello, si horizontes nuevos y el futuro abierto,
arroja una luz no menos vivo sobre los misterios del pasado.
"Como
un complemento a cada precepto, poner algunas instrucciones elegidos entre los
que fueron dictadas por los espíritus en varios países y a través de diferentes
medios. Si estas instrucciones han surgido de una sola fuente, podrian
sufrir una influencia personal la medida, mientras que la diversidad de
orígenes demuestra que los espíritus dan sus enseñanzas en todas partes y no
hay nadie privilegiado bajo este aspecto.
"Este
trabajo es para el uso de todo el mundo; cada uno puede dibujar los medios para
conformar su conducta a la moral de Cristo. Los espiritistas en él encontrarán
otras aplicaciones que se refieren más concretamente. Gracias a lo establecido
permanentemente en el futuro las comunicaciones entre el hombre y el mundo
invisible, la ley evangélica enseñado en todas las Naciones por los espíritus,
ya no será letra muerta, porque cada uno ha de entenderse y pedirá continuamente
a ponerla en práctica, por el Consejo de sus guías espirituales. Las
instrucciones de los espíritus son rea-mente las voces del cielo para aclarar a los
hombres e invitarlos a imitación de los E-como.
___________________
AUTORIDAD
DE LA DOCTRINA ESPÍRITA.
Control universal de la enseñanza de los espíritus.
Afloramos
este tema ya en nuestra edición anterior, el propósito de un artículo especial
(la perfección de los seres creados); Pero ella es de tal gravedad, tiene
conseqüência de en las noticias tan importantes para el futuro del Espiritismo, que
creemos deben tratarse completamente.
Si la
doctrina espírita fuera una concepción puramente humana, no seria que ser
segura, pero las luces que había diseñado; Ahora, nadie en el mundo poderia
tiener una demanda fundada para poseer solo la verdad absoluta. Si los espíritus
que demostraron que se habían manifestado a un solo hombre, nada garantizaría su
origen, porque sería creer la palabra del que dijo haber recibido sus enseñanzas.
Investigaciones administrativas, su sinceridad perfecta, jamas podrían
convencer a la gente que la acompañan; pero no podrian tiener más credibilidad alrededor del mundo.
Dios
quería que la nueva revelación de llegar alguna vez a los hombres para un más
rápido y más auténtico, por eso yo le ordené a los espíritus para ir desde un
poste otro, que se manifiesta en todas partes, sin dar a nadie el privilegio
exclusivo para escuchar su palabra. Un hombre puede engañar, puedes engañar a
ti mismo; Este podría serlo cuando millones de hombres, ver y oír lo mismo: es
una garantía para cada uno y para todos. De hecho, usted puede deshacerse de un
hombre, no fazem desaparecen las masas; Usted puede quemar los libros, pero no
se queman los espíritus; Ahora, quemar todos los libros, la fuente de la
doctrina así no sería menos inagotable, así que incluso si no está en la
tierra, que aparece por todas partes y que cada uno pueden hauri. La falta de
hombres para difundirlo, siempre que los espíritus que llegan a todo el mundo y
que nadie puede alcanzar.
En
realidad, son por lo tanto sus propios Espíritus que hacen la propaganda, con
la ayuda de incontables médiums que plantean desde todos los ángulos. Si no
hubiera sino un solo intérprete, aunque favoreció, apenas era conocido el Espiritismo;
el intérprete, de cualquier clase que perteneció, habría sido que objeción de
las medidas de parte de mucha gente; Todas las Naciones bien podrían haber
aceptado, mientras que el espíritu-tos, comunicando por todas partes, a todos
los pueblos, a todas las sectas y todo par-tomado, son aceptados por todos; El
Espiritismo no tiene ninguna nacionalidad; de todos los cultos particulares; No
se cumple por cualquier clase de sociedad, ya que cada uno puede aceptar las
instrucciones de tu familia y tus amigos más allá de la tumba. Necesitas que
sea así para podrías llamar a todos los hombres a la fraternidad; Si él no
estaba colocado en un terreno neutral, habría mantenido bastante falta de
consenso de calmarlos.
Esta
universalidad en la enseñanza de los espíritus es la fuerza del Espiritismo;
También es la causa de su propagación tan rápidamente. Mientras la voz de un
solo hombre, incluso con el recurso de los medios de comunicación, empleando
siglos antes de llegar al oído de todo, he aquí miles de voces se escuchan
simultáneamente en todos los puntos de la tierra para proclamar los mismos
principios y transmitirlos a los más ignorantes, como el más sabio, para que
nadie ser desheredado. No es una ventaja que go-za ninguno de las doctrinas que
han aparecido hasta ahora. Por lo tanto, el Espiritismo es una verdadera, no
teme a la mala voluntad de los hombres, ni las revoluciones Morales, ni las
distorsiones en el mundo físico, porque ninguna de estas cosas puede llegar a
los espíritus.
Pero esto
no es la única ventaja que resulta de esta situación excepcional; la
espiritualidad que se encuentra una mayor garantía de poder ilimitado contra
los cismas que podría planteadas por internacionales-tar, es la ambición de
unos pocos, las contradicciones de ciertos espíritus. Estas tradiciones-con,
seguramente, son un pico que se toma el remedio para el lado del mal.
Es sabido
que los espíritus, como consecuencia de la diferencia en sus capa-ciudades,
están lejos de ser individualmente de posesión de la verdad; No es de todo penetrar algunos misterios; que su
conocimiento es proporcional a su depuración; espíritus ordinarios no saben más
que los hombres y menos de algunos hombres; entre ellos y entre estos últimos,
los aspirantes y la pseudo-sábios que creen saben lo que no sabes; la
sistemática tomando sus ideas para la verdad; De todos modos, los espíritus de
orden superior, aquellos que son completamente des-materializados, son los
únicos que despojado de ideas y prejuicios terrestre; Pero también es engañoso
espíritus no escrúpulos para a refugiarse bajo nombres prestados, a aceptar sus
utopías. Se deduce que, por todo lo que está fuera de la enseñanza
exclusivamente moral, las revelaciones que cada uno puede obtener, tienen un
carácter individual sin autenticidad; que sean considerados como opiniones
personales de tal o tal un espíritu y que sería temerario a aceptarlos y
promulgar los ligeramente como absoluta verdad.
El
primer control, sin razón, contradijo, a los que debe presentar, sin excepción,
todo lo que proviene de los espíritus; cada teoría en contradicción manifiesta
con sentido común, con una lógica rigurosa, y con los datos positivos que tiene
que ser respetable nombre firmado, debe ser rechazada. Pero este control es
incompleta en muchos casos, como consecuencia de la insuficiencia de ciertas
personas y la tendencia de muchos a su propio juicio por único árbitro de la
verdad. En tal caso, lo que los hombres que no tienen, en sí mismos, una
confianza absoluta. La opinión de la mayoría, y la opinión mayoritaria es tu
guía. Por lo tanto, uno debe estar en guardia sobre la enseñanza de los
espíritus, que ellos mismos nos proporcionan al mei.
El
acuerdo en la enseñanza de los espíritus es, por tanto, mejor control; Pero
tarda un-inda que ocurre bajo ciertas condiciones. El menos seguro de todo es
cuando un psíquico, interroga a varios espíritus en un punto dudoso; está muy
claro que, si estás bajo el pulgar de una obsesión, y si usted tiene negocios
con un espíritu engañoso, este espíritu puede decir la misma cosa bajo
diferentes nombres. No, no, ya una garantía adecuada de acuerdo que usted puede
obtener por medios de un solo centro, porque pueden sufrir la misma influencia.
La única verdadera garantía está de acuerdo que existe entre las revelaciones
hechas espontáneamente, a través de un gran desnudo-número de extraños medios
uno al otro y en varios países. Concibe que no es una
cuestión de comunicaciones relativas a intereses secundarios, pero la
vinculación a los principios de la doctrina. La experiencia demuestra que,
cuando un nuevo ingrediente debe recibir su solución, que le enseñado
espontáneamente sobre diferentes puntos al mismo tiempo e idénticamente, pero
por cierto, al menos por el fondo. Si, sí, soy un espíritu presente sistema
excéntrico, basado únicamente en sus ideas y la verdad, uno puede estar seguro
que este sistema será ser circunscrito y caen en la unanimidad de las
instrucciones dadas por otras piezas, como ya ha ocurrido en varios ejemplos.
Fue esta unanimidad que le hizo caer todos los sistemas parciales del
Espiritismo, nacieron cuando cada uno explicó el fenómeno en su propio camino,
y antes de que conocen las leyes que regulan las relaciones en el mundo- y la
diferencia de nivel mundial es invisible.
Tal es la
base en la cual apoyamos cuando formulamos un principio de enseñanza; No es
porque él está de acuerdo con nuestras ideas que nosotros como verdadero; no
ponemos en modo alguno como árbitro Supremo de la verdad, y no decimos el
nin-nadie: "Creo en tal cosa, porque decimos". Nuestra opinión no es,
a nuestros propios ojos, pero una opinión personal que puede ser justa o falsa,
porque somos infalibles no más que otro. No es, ya no, porque un principio se
nos enseña que es para nosotros la verdad, sino porque recibió la sanción del
acuerdo.
Este
control remoto universal es una garantía para el futuro del Espiritismo y las
interrupciones-RA todas las teorías contradictorias. Es donde, en el futuro,
una decisión se alcanzará como criterio de la verdad. ¿Qué hizo el éxito de la
doctrina formulada en el libro de los espíritus y en el libro de los médiums,
es que, en todas partes, cada una puede recibir directamente con los espíritus
con reclamaciones que contienen. Si, de todos los partidos, los espíritus han sido
contradice a ellos, estos libros tendría después de mucho tiempo sufrió el
destino de todas nes fantásticos conceptuales. El apoyo de la prensa no hubiera
salvado del naufragio, mientras apoyo privado, así que me queda por hacer una
vía rápida, porque tenían los espíritus cuya buena voluntad pagó y además, la
falta de voluntad de los hombres. Será con todas las ideas que emanan de los
espíritus o de hombres, que no soportaba a rem-prueba de ese control, que nadie
puede disputar el poder.
¿Supongamos
que, por lo tanto, que por favor ciertos espíritus dictan, bajo cualquier
título, un li-vro en dirección opuesta: Supongamos que incluso si una intención
hostil, y con el fin de desacreditar a la doctrina, el Malevolencia esa entidad
comunicaciones apócrifos consenso-cia podría tener estos escritos si se les
niega, desde todos los lados, por los espíritus? Es la adhesión de este último
para asegurar antes de lanzar un sistema en su nombre. Un sistema único para
todos, hay la distancia de la unidad hasta el infinito. Usted puede incluso
todos los argumentos de sus detractores en la opinión de las masas, cuando
millones de voces amigables, juegos de espacio, vienen desde todos los puntos
del globo y dentro de cada familia, atacarlos enérgicamente. ¿La experiencia en
este sentido no ha confirmado la teoría? ¿Que se convirtieron en todas estas
publicaciones que, supuestamente, aniquilar el Espiritismo? ¿Cuál es el que
sólo se detuvo la marcha. Hasta hoy no había visto la cuestión bajo este punto
de vista, uno de los más graves, sin contradijo; cada uno dijo a sí mismo, pero
sin contar a los espíritus.
Todo esto
pone de relieve una verdadera capital, es que aquellos que querían poner como
nota-somos cómo ideas de negocio actual establecido y sancionado, podría bien
provocar un pecado-en local y momentáneo disturbio, pero nunca dominan el
conjunto, incluso en el presente y aún menos en el futuro.
Además
señala que las instrucciones dadas por los espíritus en los puntos de doctrina
no aclarada aún, no pudo hacer la ley, aunque aislado; por lo tanto, no, debe
ser aceptado o bajo todas las reservas y con fines informativos.
De ahí la
necesidad de llevar a su publicación la mayor prudencia; y en el caso en el
cual creían deber publicarlas, por favor no envié excepto como comentarios
individuales, más o menos probable, pero que, en todos los casos, necesidad de
consolidación con. Es esta confirmación que tiene que esperar antes de
introducir un principio como la verdad absoluta, si no quieres ser acusado de ligereza
o credulidad irrefle-tomado.
Los
autores intelectuales son, en sus revelaciones, con un extremo sabedori; no
aborda las grandes preguntas de doctrina o gradualmente, como la inteligencia
es capaz de comprender las verdades de orden superior y que el circunstancias
son propicias para la emisión de una nueva idea. ¿Por qué, desde el principio,
no dijeron nada, y no han dicho nada hoy, nunca ceder a impaciencia de la gente
apurada, que quieren cosechar los beneficios antes de su maturi-dade. Por lo tanto
sería superfluo que preceden el tiempo marcado cada cosa por favor
clarividencia, porque entonces los espíritus verdaderamente serios niegan
positivamente su competencia; Pero los espíritus frívolos, mientras cuida de la
verdad, responden a todo; Es por ello que, a todas las preguntas, siempre hay
respuestas contradictorias prematura.
Los
principios anteriores no son el hecho de una teoría personal, sino la
consecuencia es cada de las condiciones en que los espíritus se manifiestan. Es
bastante claro que, si un espíritu algo dicho por un lado, mientras millones de
fantasmas diga lo contrario en otra parte, la presunción de verdad no puede ser
para uno que es justo, o Wed-si, en su opinión; Sin embargo, afirman que la
única razón contra todo el mundo, ser tan ilógico de par un espíritu de parte
de los hombres. Los espíritus verdaderamente sabios, si no te sientes
suficientemente informado acerca de un tema, no decidan de una manera nunca
absoluta; declaran no para tratarlo de otra manera en su punto de vista, y
ellos mismos un conselham esperan su confirmación.
Para
grande, hermoso y justo como una idea, es imposible para ella una, desde el
principio-cio, todas las opiniones. Los conflictos que resultan son la
consecuencia inevitable del movimiento que opera; se necesitan para delinear
mejor la verdad, y es útil que se producen al principio, de manera que las
ideas falsas son más fácilmente gas-tas. Los espiritistas que idear algunos de
ellos, temiendo por lo tanto deben ser que van desde usted tranquilo. Todas las
reclamaciones aisladas caerán por la fuerza de las cosas antes el criterio de
control universal grande y poderoso. No es la opinión de un hombre que se
unirán, es la voz unánime de los espíritus; No será un hombre, no los nodos más
que otro, esa diversión-dará la ortodoxia espírita; No será, no más, un
espíritu viene a imponer a quien es la universalidad de los espíritus que se
comunican a través de toda la tierra por orden de Dios; Es el carácter esencial
de la doctrina espírita; Ahí está su fuerza, su autoridad. Querido su derecho a
establecerse sobre una base firme, es por eso no descanse sobre la cabeza de un
solo hombre frágil.
Se dará
este Areópago de gran alcance, que no conocía ni siquiera los grupos ni la
validez ri-celoso, no sectas o naciones, venir a romper todas las ADSL-nes,
todas las ambiciones, toda pretensión de supremacía individual; Eso nos
braríamos nosotros mismos si queríamos anular nuestras propias ideas a sus
niveles de soberanos; Sólo él decidirá todo litigio cuestiones, que cierra el
dissidên-noticias y dar razón o no a quien pueda interesar. ¿Dado este
impresionante arreglo de todas las voces desde el cielo, que puede otra opinión
o un espíritu? Menos de la gota de agua que se pierde en el mar, a menos que la
voz de la niña ahogada por la tormenta.
La
opinión universal, que es el juez supremo, quien decide en última instancia;
Está formado de todas las opiniones individuales; Si uno de ellos no es verdad,
o su pariente de peso en la balanza; Si es false, no puedes imponer sobre todos
los demás. En esta inmensa competencia, salen las individualidades, y hay un
nuevo fracaso para el orgullo humano.
Este
sistema de juego es el diseño; Ahora, este siglo no pasará si no o-cupar con
todo su brillo para fijar todas las incertidumbres; Porque aquí y allí son
poderosos zes habrán recibido la misión de hacer oír sus voces para unir a los
hombres bajo la misma bandera, ya que el campo es suficientemente arado. Por
eso, el-al que flotan entre dos sistemas opuestos, usted será capaz de ver en
qué sentido la opinión general; es el derecho de la pista en el sentido en el
cual se pronuncia la mayoría de los espíritus sobre los diferentes puntos donde
se comunican; Es un signo no menos seguro de de dos sistemas que impondrán.
________________
Autoridad
de la doctrina espírita. Control universal de la enseñanza de los
Espíritus
Espiritualista de doctrina de
la autoridad. Control universal de la enseñanza de los Espíritus por encima de
mí
REVISTA
ESPIRITA
JORNAL
DE
ESTUDOS PSICOLÓGICOS
7a ANO
NO. 4 ABRIL 1864
BIBLIOGRAFIA
À VENDA:
IMITAÇÃO DO EVANGELHO
SEGUNDO O ESPIRITISMO
(1-)
(1) Um grande vol. in-12. Casa Srs. Didier e Cie., 35,
cais dos Grands-Augustins; Ledoyen, no Palais-Royal, e no escritório da Revista Espírita, Preço: 3 fr. 50 c.).
Contendo: a explicação das máximas morais do Cristo, sua concordância
com o Espiritismo, e sua a-plicação às diversas posições da vida.
Por
ALLAN KARDEC,
Com
esta epígrafe: "Não há fé inabalável senão aquela que pode encarar a razão
face a face, em todas as épocas da Humanidade."
Abstemo-nos
de toda reflexão sobre esta obra, nos limitando a extrair da introdução a parte
que lhe indica o objetivo.
"Podem-se
dividir as matérias contidas nos Evangelhos em quatro partes: Os atos comuns da vida do Cristo, os milagres,
as predições, o ensino moral. Se as três primeiras partes foram objeto
de controvérsia, a última permaneceu inatacável. Diante desse código divino, a
própria incredulidade se inclina; é o terreno onde todos os cultos podem se
reen-contrar, a bandeira sob a qual todos podem se abrigar, quaisquer que sejam
suas cren-ças, porque ela jamais foi o objeto de disputas religiosas, sempre e
por toda a parte levan-tadas pelas questões de dogmas; discutindo-as, aliás, as
seitas aí teriam encontrado a sua própria condenação, porque a maioria está
mais ligada à parte mística, do que à parte moral que exige a reforma de si
mesmo. Para os homens em particular é uma regra de conduta abarcando todas as
circunstâncias da vida privada ou pública, o princípio de to-das as relações
sociais fundadas sobre a mais rigorosa justiça; é, enfim, e acima de tudo, a rota infalível da felicidade
futura, um canto do véu levantado sobre a vida futura. É esta parte que se faz
o objeto exclusivo desta obra.
'Todo
o mundo admira a moral evangélica; cada um lhe proclama a sublimidade e a
necessidade, mas muitos o fazem em confiança, sobre o que ouviram dizer, ou
sobre a fé em algumas máximas que se tornaram proverbiais; mas poucos a
conhecem a fundo, menos ainda a compreendem e sabem deduzir-lhe as
conseqüências. A razão disso está em grande parte na dificuldade que apresenta
a leitura do Evangelho, ininteligível para a maioria. A forma alegórica, o
misticismo intencional da linguagem, fazem com que a maior parte o leiam para
descargo de consciência e por dever, como lêem as preces sem com-preendê-las,
quer dizer, sem fruto. Os preceitos de moral, disseminados aqui e ali,
con-fundidos na massa dos outros relatos, passam desapercebidos; torna-se,
então, impossí-
1
vel
apreender-lhe o conjunto, e dele fazer objeto de uma leitura e de uma meditação
se-paradas.
"Fizeram-se,
é verdade, tratados de moral evangélica, mas o arranjo em estilo literá-rio
moderno lhes tira a ingenuidade primitiva que, ao mesmo tempo, lhes deu o
encanto e a autenticidade. Ocorre o mesmo com as máximas destacadas, reduzidas
à sua mais simples expressão proverbial; não são mais, então, senão aforismos
que perdem uma parte de seu valor e de seu interesse, pela ausência dos
acessórios e das circunstâncias nas quais foram dadas.
"Para
obviar esses inconvenientes, reunimos nesta obra os artigos que podem
cons-tituir, propriamente falando, um código de moral universal, sem distinção
de culto; nas citações conservamos tudo o que era útil ao desenvolvimento do
pensamento, não po-dando senão as coisas estranhas ao assunto. Além disso,
respeitamos escrupulosamente a tradução original de Sacy, assim como a divisão
por versículos. Mais em lugar de nos prendermos a uma ordem cronológica
impossível e sem vantagem real num semelhante assunto, as máximas foram
agrupadas e classificadas metodicamente segundo a sua na-tureza, de maneira
que, tanto quanto possível, se deduzam uma das outras. A chamada dos números de
ordem dos capítulos e dos versículos permite_ recorrer à classificação vulgar,
julgando-se oportuno.
"Não
estivesse aí senão um trabalho material sozinho, não teria sido senão de uma
utilidade secundária; o essencial era colocá-lo ao alcance de todos, pela
explicação das passagens obscuras, e o desenvolvimento de todas as
conseqüências tendo em vista a aplicação às diferentes posições da vida. Foi o
que tentamos fazer com a ajuda dos bons Espíritos que nos assistem.
"Muitos
pontos do Evangelho, da Bíblia e dos autores sacros em geral, não são
inin-teligíveis, muitos mesmo não parecem irracionais, senão por falta da chave
para compre-ender-lhes o verdadeiro sentido; esta chave está inteiramente no
Espiritismo, assim como já se puderam se
convencer disso aqueles que o estudaram
seriamente, e assim como se o reconhecerá melhor ainda mais tarde. O
Espiritismo se encontra por toda a parte na antigüidade e em todas as épocas da
Humanidade; por toda a parte dele se encontram os traços nos escritos, nas
crenças, e sobre os monumentos; é por isso que, se abrem hori-zontes novos para
o futuro, lança uma luz não menos viva sobre os mistérios do passado.
"Como complemento de cada preceito, juntamos algumas
instruções escolhidas en-tre aquelas que nos foram ditadas pelos Espíritos em
diversos países, e por intermédio de diferentes médiuns. Se essas instruções
tivessem saído de uma fonte única, teriam podi-do sofrer uma influência pessoal
ou a do meio, ao passo que a diversidade de origens prova que os Espíritos dão seus ensinos por
toda a parte, e que ninguém tem privilégio sob esse aspecto.
"Esta obra é para o uso de todo o mundo; cada um pode
nela haurir os meios de conformar a sua conduta à moral do Cristo. Os Espíritas
nela encontrarão outras aplica-ções que lhes concernem mais especialmente.
Graças às comunicações estabelecidas doravante de maneira permanente entre os
homens e o mundo invisível, a lei evangélica ensinada em todas as nações pelos
próprios Espíritos, não será mais uma letra morta, porque cada um a
compreenderá, e será incessantemente solicitado a pô-la em prática, pelos
conselhos de seus guias espirituais. As instruções dos Espíritos são
verdadeira-mente as vozes do céu que
vêm esclarecer os homens, e convidá-los à
imitação do E-vangelho."
___________________
AUTORIDADE
DA DOUTRINA ESPÍRITA.
Controle universal do ensinamento dos Espíritos.
Já afloramos esta questão em nosso número anterior, a
propósito de um artigo es-pecial (da perfeição dos seres criados); mas ela é de
uma tal gravidade, tem conseqüên-cias de tal modo importantes para o futuro do
Espiritismo, que acreditamos dever tratá-la de maneira completa.
Se a Doutrina Espírita fosse uma concepção puramente humana,
ela não teria por garantia senão as luzes daquele que a tivesse concebido; ora,
ninguém nesse mundo po-deria ter a pretensão fundada de possuir sozinho a
verdade absoluta. Se os Espíritos que a revelavam tivessem se manifestado a um
único homem, nada lhe garantiria a origem, porque seria crer sob palavra em
quem dissesse ter recebido seu ensinamento. Admi-tindo-se de sua parte uma
perfeita sinceridade, no máximo poderia convencer as pessoas que o acompanham;
poderia ter sectários, mais não chegaria jamais a reunir todo o mun-do.
Deus quis que a nova revelação chegasse aos homens por uma
via mais rápida e mais autêntica, foi por isso que encarregou os Espíritos de
irem levá-la de um pólo a ou-tro, manifestando-se por toda a parte, sem dar a
ninguém o privilégio exclusivo de ouvir a sua palavra. Um homem pode ser
enganado, pode-se enganar a si mesmo; isso não po-deria ser assim quando
milhões de homens vêem e ouvem a mesma coisa: é uma garan-tia para cada um e
para todos. Aliás, pode-se fazer desaparecer um homem, não se fa-zem
desaparecer as massas; podem-se queimar os livros, mas não se podem queimar os
Espíritos; ora, queimem-se todos os livros, a fonte da doutrina por isso não
seria menos inesgotável, por isso mesmo que ela não está sobre a Terra, que
surge por toda a parte, e que cada um pode hauri-la. À falta de homens para
difundi-la, haverá sempre os Espíritos que atingem todo o mundo e que ninguém
pode atingir.
Em realidade, são, pois, os próprios Espíritos que fazem a
propaganda, com a ajuda dos inumeráveis médiuns que suscitam de todos os lados.
Se não tivesse tido senão um único intérprete, embora favorecido que fosse, o
Espiritismo seria dificilmente conhecido; o próprio intérprete, a qualquer
classe que pertencesse, teria sido objeto de prevenções da parte de muitas
pessoas; todas as nações não o teriam aceito, ao passo que os Espíri-tos, se
comunicando por toda parte, a todos os povos, a todas as seitas e a todos os
par-tidos, são aceitos por todos; o Espiritismo não tem nacionalidade; está
fora de todos os cultos particulares; não é imposto por nenhuma classe da
sociedade, uma vez que cada um pode receber instruções de seus parentes e de
seus amigos de além-túmulo. Seria preciso que isso fosse assim para que pudesse
chamar todos os homens à fraternidade; se ele não estivesse colocado num
terreno neutro, teria mantido dissenções ao invés de acalmá-las.
Essa universalidade no ensinamento dos Espíritos faz a força
do Espiritismo; aí está também a causa de sua propagação tão rápida. Ao passo
que a voz de um único homem, mesmo com o recurso da imprensa, empregaria
séculos antes de chegar ao ouvido de todos, eis que milhares de vozes se fazem
ouvir simultaneamente sobre todos os pontos da Terra para proclamar os mesmos
princípios e transmiti-los aos mais ignorantes, como aos mais sábios, a fim de
que ninguém seja deserdado. É uma vantagem da qual não go-za nenhuma das
doutrinas que apareceram até hoje. Se, pois, o Espiritismo é uma verda-de, ele
não teme a má vontade dos homens, nem as revoluções morais, nem os transtor-nos
físicos do globo, porque nenhuma dessas coisas pode atingir os Espíritos.
Mas esta não é a única vantagem que resulta dessa posição
excepcional; o Espiri-tismo nisso encontra uma garantia poderosíssima contra os
cismas que poderiam susci-tar, seja a ambição de alguns, seja as contradições
de certos Espíritos. Essas con-tradições, seguramente, são um escolho que leva
em si o remédio ao lado do mal.
Sabe-se que os Espíritos, em conseqüência da diferença que
existe em suas capa-cidades, estão longe de estar individualmente de posse de
toda a verdade; que não é da-
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do a
todos penetrar certos mistérios; que seu saber é proporcional à sua depuração;
que os Espíritos vulgares dela não sabem mais que os homens, e menos do que
certos ho-mens; que há entre eles, como entre estes últimos, os presunçosos e
os pseudo-sábios que crêem saber o que não sabem; os sistemáticos que tomam
suas idéias pela verdade; enfim, que os Espíritos de ordem mais elevada,
aqueles que estão completamente des-materializados, são os únicos despojados
das idéias e dos preconceitos terrestres; mas sabe-se também que os Espíritos
enganadores não fazem escrúpulo de se abrigarem sob nomes emprestados, para
fazer aceitar as suas utopias. Disso resulta que, para tudo o que está fora do
ensinamento exclusivamente moral, as revelações que cada um pode obter, têm um
caráter individual sem autenticidade; que elas devem ser consideradas co-mo
opiniões pessoais de tal ou tal Espírito, e que haveria imprudência em
aceitá-las e promulgá-las levianamente como verdade absolutas.
O
primeiro controle, sem contradita, é o da razão, ao qual é preciso submeter,
sem exceção, tudo o que vem dos Espíritos; toda teoria em contradição manifesta
com o bom senso, com uma lógica rigorosa, e com os dados positivos que se possui,
por respeitável que seja o nome assinado, deve ser rejeitada. Mas esse controle
é incompleto em muitos casos, em conseqüência da insuficiência das luzes de
certas pessoas, e da tendência de muitos em tomar seu próprio julgamento por
único árbitro da verdade. Em semelhante caso, que fazem os homens que disso não
têm, em si mesmos, uma confiança absoluta? Tomam a opinião da maioria, e a
opinião da maioria é seu guia. Assim, deve-se estar em guarda a respeito do
ensino dos Espíritos, que disso eles mesmos nos fornecem os mei-os.
A
concordância no ensino dos Espíritos é, pois, o melhor controle; mas é preciso
a-inda que ela ocorra em certas condições. A menos segura de todas é quando um
médium interroga, ele mesmo, vários Espíritos sobre um ponto duvidoso; é muito
evidente que, se estiver sob o domínio de uma obsessão, e se tem negócio com um
Espírito enganador, esse Espírito pode lhe dizer a mesma coisa sob nomes
diferentes. Não há, não mais, uma garantia suficiente na conformidade que se
possa obter pelos médiuns de um único cen-tro, porque podem sofrer a mesma
influência. A única garantia séria
está na concordância que existe entre as revelações feitas espontaneamente, por
intermédio de um grande nú-mero de médiuns estranhos uns aos outros, e em
diversos países. Concebe-se que não se
trata aqui de comunicações relativas a interesses secundários, mas do que se
ligue aos próprios princípios da Doutrina. A experiência prova que, quando um
princípio novo deve receber a sua solução, ele é ensinado espontaneamente sobre diferentes
pontos ao mesmo tempo, e de maneira idêntica, senão pela forma, ao menos pelo
fundo. Se, pois, apraz a um Espírito formular um sistema excêntrico, baseado
unicamente sobre as suas idéias e fora da verdade, pode-se estar certo de que esse
sistema ficará circunscrito, e
cairá diante da unanimidade das instruções dadas por todas outras partes, assim
como isso já ocorreu em vários exemplos. Foi esta unanimidade que fez cair
todos os sistemas parciais eclodidos na origem do Espiritismo, quando cada um
explicava os fenômenos à sua maneira, e antes que se conhecessem as leis que
regem as relações do mundo visí-vel e do mundo invisível.
Tal é a base sobre a qual nos apoiamos quando formulamos um
princípio da Doutri-na; não é porque ele está segundo as nossas idéias que o
damos como verdadeiro; não nos colocamos de nenhum modo como árbitro supremo da
verdade, e não dizemos a nin-guém: "Crede em tal coisa, porque o
dizemos." Nossa opinião não é, aos nossos próprios olhos, senão uma opinião
pessoal que pode ser justa ou falsa, porque não somos mais infalíveis do que um
outro. Não é, não mais, porque um princípio nos é ensinado que seja para nós a
verdade, mas porque recebeu a sanção da concordância.
Esse controle universal é uma garantia para a unidade futura
do Espiritismo, e anula-rá todas as teorias contraditórias. É aí que, no
futuro, procurar-se-á o critério da verdade. O que fez o sucesso da doutrina
formulada em O Livro dos Espíritos e
em O Livro dos Médiuns, é que,
por toda a parte, cada um pode receber diretamente dos Espíritos a con-firmação
daquilo que encerram. Se, de todas as partes, os Espíritos tivessem vindo
con-tradizê-los, esses livros teriam depois de muito tempo sofrido a sorte de
todas as concep-ções fantásticas. O próprio apoio da imprensa não os teria
salvo do naufrágio, ao passo que, privados desse apoio, por isso não deixaram
de fazer um caminho rápido, porque tiveram o dos Espíritos cuja boa vontade
compensou, e além, a má vontade dos homens. Assim o será com todas as idéias
emanadas dos Espíritos ou dos homens, que não pude-rem suportar a prova desse
controle, do qual ninguém pode contestar o poder.
Suponhamos, pois, que agrade a certos Espíritos ditar, sob
um título qualquer, um li-vro em sentido contrário: suponhamos mesmo que, numa
intenção hostil, e tendo em vista desacreditar a Doutrina, a malevolência
suscitasse comunicações apócrifas, que influên-cia poderiam ter esses escritos
se são desmentidos, de todos os lados, pelos Espíritos? É da adesão destes
últimos que é preciso se assegurar antes de lançar um sistema em seu nome. Do
sistema de um único ao de todos, há a distância da unidade ao infinito. Que
podem mesmo todos os argumentos dos detratores sobre a opinião das massas,
quando milhões de vozes amigas, partidas do espaço, vêm de todos os pontos do
globo, e no seio de cada família, atacá-los vivamente? A experiência, sob este
aspecto, já não confirmou a teoria? Que se tornaram todas essas publicações que
deveriam, supostamente, aniquilar o Espiritismo? Qual é aquela que dele somente
deteve a marcha? Até este dia não se tinha encarado a questão sob esse ponto de
vista, um dos mais sérios, sem contradita; cada um contou consigo mesmo, mas
sem contar com os Espíritos.
Ressalta disto tudo uma verdade capital, é que quem quisesse
se colocar como obs-táculo da corrente de idéias estabelecida e sancionada,
poderia bem causar uma peque-na perturbação local e momentânea, mas jamais
dominar o conjunto, mesmo no presente, e ainda menos no futuro.
Além disso disto ressalta que as instruções dadas pelos
Espíritos sobre os pontos da Doutrina não elucidados ainda, não poderiam fazer
lei, enquanto estiverem isolados; que elas não devem, por conseqüência, ser
aceitas senão sob todas as reservas e a título de informação.
Daí a necessidade de levar à sua publicação a maior
prudência; e, no caso em que se cresse dever publicá-las, importa de não as
apresentar senão como opiniões individu-ais, mais ou menos prováveis, mas
tendo, em todos os casos, necessidade de con-firmação. É essa confirmação que é
preciso esperar antes de apresentar um princípio como verdade absoluta, se não
se quer ser acusado de leviandade ou credulidade irrefle-tida.
Os Espíritos superiores procedem, em suas revelações, com
uma extrema sabedori-a; não abordam as grandes questões da Doutrina senão
gradualmente, à medida que a inteligência está apta a compreender as verdades
de ordem mais elevada, e que as cir-cunstâncias são propícias para a emissão de
uma idéia nova. É por isso que, desde o começo, não disseram tudo, e ainda não
disseram tudo hoje, não cedendo jamais à impa-ciência das pessoas muito
apressadas, que querem colher os frutos antes de sua maturi-dade. Seria, pois,
supérfluo querer anteceder o tempo assinalado a cada coisa pela Pro-vidência,
porque então os Espíritos verdadeiramente sérios recusam positivamente seu
concurso; mas os Espíritos levianos, pouco se importando com a verdade,
respondem a tudo; é por esta razão que, sobre todas as questões prematuras, há
sempre respostas contraditórias.
Os princípios acima não são o fato de uma teoria pessoal,
mas a conseqüência for-çada das condições nas quais os Espíritos se manifestam.
É bem evidente que, se um Espírito disse uma coisa de um lado, ao passo que
milhões de Espíritos dizem o contrário em outra parte, a presunção de verdade
não pode estar para aquele que está só, ou qua-se, em sua opinião; ora,
pretender ter a única razão contra todos, seria tão ilógico da par-te de um
Espírito quanto da parte dos homens. Os Espíritos verdadeiramente sábios, se não
se sentem suficientemente esclarecidos sobre uma questão, não decidem jamais de maneira absoluta; declaram
não tratá-la senão no seu ponto de vista, e eles mesmos a-conselham esperar-se
a sua confirmação.
Por grande, bela e justa que seja uma idéia, é impossível
que ela una, desde o iní-cio, todas as opiniões. Os conflitos que dela resultam
são a conseqüência inevitável do movimento que se opera; são mesmo necessários
para melhor fazer ressaltar a verdade, e é útil que ocorram no começo, para que
as idéias falsas sejam mais prontamente gas-tas. Os Espíritas que concebam
algumas delas, tementes devem, pois, estar perfeitamen-te tranqüilos. Todas as
pretensões isoladas cairão, pela força das coisas diante do grande e poderoso
critério do controle universal. Não é à opinião de um homem que se unirá, é à
voz unânime dos Espíritos; não será um homem, não mais nós do que um outro, que fun-dará a ortodoxia espírita;
não será, não mais, um Espírito vindo se impor a quem quer que seja: será a
universalidade dos Espíritos se comunicando sobre toda a Terra por ordem de
Deus; aí está o caráter essencial da Doutrina Espírita; aí está a sua força, aí
está a sua autoridade. Deus quis que a sua lei se assentasse sobre uma base
inabalável, foi por isso que não a fez repousar sobre a cabeça frágil de um
único homem.
Será diante desse poderoso areópago, que não conhece nem os
grupos, nem as ri-validades invejosas, nem as seitas, nem as nações, que virão
se quebrar todas as oposi-ções, todas as ambições, todas as pretensões à
supremacia individual; que nos que-braríamos nós mesmos se quiséssemos
substituir as nossas próprias idéias aos seus de-cretos soberanos; só ele
decidirá todas as questões litigiosas, que fará calar as dissidên-cias, e dará
razão ou não a quem de direito. Diante desse imponente acordo de todas as vozes do céu, que pode a opinião
de um homem ou de um Espírito? Menos do que a gota d'água que se perde no
Oceano, menos que a voz da criança abafada pela tempestade.
A opinião universal, eis, pois, o juiz supremo, aquele que
decide em última instância; ela se forma de todas as opiniões individuais; se
uma delas é verdadeira, não tem senão seu peso relativo na balança; se é falsa,
não pode se impor sobre todas as outras. Nesse imenso concurso, as individualidades
se apagam, e está aí um novo fracasso para o orgu-lho humano.
Esse conjunto harmonioso já se desenha; ora, este século não
passará se não o o-cupar com todo o seu brilho, de maneira a fixar todas as
incertezas; porque aqui e lá vo-zes poderosas terão recebido a missão de se
fazerem ouvir para unir os homens sob a mesma bandeira, desde que o campo
esteja suficientemente lavrado. A espera disso, a-quele que flutuar entre dois
sistemas opostos, poderá observar em que sentido se forma a opinião geral; é o indício
certo do sentido no qual se pronuncia a maioria dos Espíritos sobre os diversos
pontos onde se comunicam; é um sinal não menos certo daquele dos dois sistemas
que se imporá.
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