Es un gran error asumir que existen Universos Paralelos, pues ésos supuestos Universos Paralelos según la Teoría y la Física Cuantica, no considera que no existe forma alguna de dividir el Alma humana en diferentes lugares al mismo tiempo. El Libro de los Espíritus, dice : Item §137. ¿Un mismo espíritu puede a la vez encarnarse en dos cuerpos diferentes?
«No; porque el espíritu es indivisible y no puede animar simultáneamente a dos seres diferentes».
(Véase en El libro de los Médiums, el capítulo «Bicorporeidad y transfiguración, y el libro de los Espíritus, ítem § 203».
El Quantum weirdness o rareza cuántica permitió a los investigadores hacer esta fotografía de un recorte de cartón en forma de gato con luz que nunca interactuaba directamente con el animal. |
Imagen ilustrativa de la dualidad onda-partícula, en el que se aprecia cómo un mismo fenómeno puede ser percibido de dos modos distintos. |
El espíritu es indivisible y no puede animar simultáneamente a dos seres diferentes.
Es un gran error asumir que existen Universos Paralelos, pues ésos supuestos Universos Paralelos según la Teoría y la Física Cuantica, no considera que no existe forma alguna de dividir el Alma humana en diferentes lugares al mismo tiempo. El Libro de los Espíritus, dice : Item §137. ¿Un mismo espíritu puede a la vez encarnarse en dos cuerpos diferentes?
«No; porque el espíritu es indivisible y no puede animar simultáneamente a dos seres diferentes».
(Véase en El libro de los Médiums, el capítulo «Bicorporeidad y transfiguración, y el libro de los Espíritus, ítem § 203».
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El espíritu es indivisible y no puede animar simultáneamente a dos seres diferentes, por lo tanto, no pueden existir Universos Paralelos...
Tema: DEL ALMA
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
Ítem §134 - §162, Del Alma
134. ¿Qué es el alma?
«Un espíritu encarnado».
134a. -¿Qué era el alma antes de unirse al cuerpo?
«Espíritu».
134b. -¿Las almas y los espíritus son, pues, una misma cosa?
«Sí, puesto que las almas no son más que espíritus. Antes de unirse al cuerpo, el alma es uno de los seres inteligentes que pueblan el mundo invisible, y que toman temporalmente una envoltura carnal para purificarse e ilustrarse».
135. Además del alma y del cuerpo, ¿hay alguna otra cosa en el hombre?
«El lazo que une el alma al cuerpo».
135a. -¿Cuál es la naturaleza de ese lazo?
«Semimaterial, y sirve de intermedio entre el espíritu y el cuerpo, y así debe ser, para que
puedan comunicarse el uno con el otro. Por medio de este lazo el espíritu obra sobre la
materia y viceversa».
Así, pues, el hombre está formado de tres partes esenciales:
1º El cuerpo o ser material, análogo a los animales y animado por el mismo principio vital;2º El alma, espíritu encarnado cuya habitación es el cuerpo, y
3º El principio intermediario o periespíritu, sustancia semimaterial que sirve de envoltura primera al espíritu y une el alma al cuerpo. Tales son en el fruto, el germen, el periespermo y la cáscara.
136. ¿El alma es independiente del principio vital?
«Incesantemente lo repetimos, el cuerpo no es más que la envoltura».
136a. -¿Puede existir el cuerpo sin el alma?
«Sí, y sin embargo, desde que cesa de vivir el cuerpo, el alma lo abandona. Antes del
nacimiento, no existe unión definitiva entre el alma y el cuerpo, al paso que, después de
establecida la unión, la muerte del cuerpo rompe los lazos que lo unen al alma, y ésta lo abandona. La vida orgánica puede animar un cuerpo sin alma; pero ésta no puede habitar en un cuerpo privado de vida orgánica».
136b. -Qué sería de nuestro cuerpo si careciese de alma?
«Un montón de carne sin inteligencia, todo lo que queráis, menos un hombre».
137. ¿Un mismo espíritu puede a la vez encarnarse en dos cuerpos diferentes?
«No; porque el espíritu es indivisible y no puede animar simultáneamente a dos seres
diferentes». (Véase en El libro de los médiums, el capitulo «Bicorporeidad y transfiguración».
138. ¿Qué debemos pensar de los que opinan que el alma es el principio de la vida
material?
«Cuestión de palabras en la que no nos fijamos. Empezad por entenderos».
139. Ciertos Espiritus, y antes que ellos, ciertos filósofos han definido el alma es una
chispa anímica emanada del gran TODO. ¿Cómo se explica esta contradicción?
«No existe tal contradicción, y depende aquello de la acepción en que se toman las palabras. ¿Por qué no tenéis una palabra especial para cada cosa?»
La palabra alma se emplea para expresar cosas muy diferentes. Llaman asi unos al principio de la vida, y es exacto decír en esta acepción y figuradamente, que el alma es una chispa anímica emanada del gran Todo. Estas últimas palabras expresan el origen universal del principio vital del que absorbe una parte cada ser, parte que vuelve a la masa, después de la muerte. Esta idea no excluye en manera alguna la de un ser moral distinto, independiente de la materia y que conserva su indivídualidad. Este es el ser que se llama igualmente alma; y en esta acepción puede decirse, que el alma es un espíritu encarnado. Al dar diferentes definiciones del alma, los espíritus han hablado con arreglo a la aplicación que hacían de la palabra y a las ideas terrestres de que estaban aún más o menos dominados. Depende esto de la
insuficiencia del lenguaje humano, que no tiene una palabra para cada idea, y de aquí el origen de una multitud de equivocaciones y discusiones. Véase por qué los espíritus superiores nos dicen que ante todo nos entendamos acerca de las palabras.¹
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¹ Véase, en la «Introducción» la explicación de la palabra alma, párrafo II.
140. ¿Qué hemos de pensar de la teoría del alma subdividida en tantas partes cuantos
músculos hay, presidiendo de este modo a cada una de las funciones del cuerpo?
«También depende del sentido que se dé a la palabra alma. Si se entiende por ella el
fluido vital, la teoría es exacta; pero, si se entiende el espíritu encarnado, es falsa. Lo hemos dicho ya, el espíritu es indivisible, y transmite el movimiento a los órganos por el fluido intermedio, sin dividírse a pesar de ello».
140a. -Sin embargo, algunosespíntus han dado esa definición.
«Los espíritus ignorantes pueden tomar el efecto por la causa».
El alma obra por medio de los órganos, que están animados del fluido vital repartido entre ellos y con más abundancia en los que forman los centros o focos del movimiento. Pero esta explicación no puede convenir al alma, considerada como espirítu que habita en el cuerpo durante la vida, y que lo abandona al morir.
141. ¿Qué hay de verdad en la opinión de los que creen que el alma es exterior y rodea al
cuerpo?
«El alma no está encerrada en el cuerpo, como un pájaro en la jaula, sino que irradia y se manifiesta al exterior, como la luz a través de un globo de cristal, o como el sonido alrededor de un centro sonoro, y así es como puede decirse que es exterior; pero no es empero, la envoltura del cuerpo. El alma tiene dos envolturas: la sutil y ligera que es la primera, a la cual llamas periespíritu, y la
otra, que es el cuerpo, grosera, material y pesada. Ya lo hemos dicho, el alma es el centro de todas esas envolturas, como el germen en el hueso de las frutas».
142. ¿Qué concepto hemos de formar de la otra teoría, según la cual el alma de los niños se completa en cada período de la vida?
«El espíritu es uno, y se encuentra en su totalidad, lo mismo en el niño que en el ádulto. Los que se desarrollan y completan son los órganos o instrumentos de manifestación del alma. También aquí se toma el efecto por la causa».
143. ¿Por qué todos los espíritus no definen el alma de un mismo modo?
«Todos los espíritus no están igualmente instruidos sobre estas materias, y los hay limitados aunque no comprenden las cosas abstractas, como sucede entre vosotros con los niños. También hay espíritus de falsa instrucción (falsos sabios) que, para imponerse, hacen alarde de palabrería, lo mismo que entre vosotros ciertos hombres. Además, los mismos espíritus adelantados pueden expresarse en términos diferentes, que en el fondo tienen el mismo valor, sobre todo, tratándose de cosas para cuya clara expresión no basta vuestro lenguaje, pues entonces es preciso recurrir a las figuras y comparaciones que vosotros tomáis por la misma realidad».
144. ¿Qué debe entenderse por el alma del mundo?
«Es el principio universal de la vida y de la inteligencia, de donde nacen las
individualidades. Pero con frecuencia los que emplean estas palabras no se entienden. Es tán elástica la palabra alma, que cada uno la interpreta con arreglo a sus teorías. A veces se atribuye también un alma a la tierra, y entonces debe entenderse por ella el conjunto de espíritus solícitos que dirigen vuestras acciones hacia el buen camino, cuando les escucháis, y que vienen a ser como los lugartenientes de Dios en vuestro globo».
145. ¿Cómo tantos filósofos antiguos y modernos han discutido tanto tiempo sobre la ciencia psicológica, sin llegar a la verdad?
«Esos hombres, que eran los precursores de la doctrina espiritista eterna, han preparado
el camino. Eran hombres y pudieron engañarse, porque tomaron sus propias ideas de la verdad; pero sus mismos errores, demostrando el pro y el contra, sirven para poner en claro aquélla. Por otra parte, entre sus errores, se encuentran grandes verdades que os hace comprender el estudio comparativo».
146. ¿El alma tiene en el cuerpo un lugar determinado y circunscrito?
«No; pero reside particularmente en la cabeza, en los grandes genios, en todos aquellos que piensan mucho, y en el corazón, en los que sienten mucho y cuyas acciones todas se relacionan con la humanidad».
146a. -¿Qué debe pensarse de la opinión de los que colocan el alma en un centro vital?
«Es lo mismo que decir que el espíritu habita con preferencia en esta parte de vuestra
organización; porque a ella van a parar todas las sensaciones. Los que la sitúan en lo que
consideran como centro de la vitalidad, la confunden con el principio o fluido vital. Como quiera que sea, puede decirse que el alma reside más particularmente en los órganos de las manifestaciones intelectuales y morales».
MATERIALISMO
147. ¿Por qué los anatómicos, los fisiólogos y en general los que profundizan las ciencias
naturales se inclinan frecuentemente al materialismo?
«El fisiólogo lo refiere todo a lo que ve. Orgullo de los hombres que creen saberlo todo. yque no admiten que algo sea superior a su entendimiento. Su misma ciencia los hacepresuntuosos y creen que nada puede ocultarles la naturaleza.»
148. ¿No es lamentable que el materialismo sea consecuencia de estudios que debieran,
por el contrario, demostrar al. hombre la superioridad de la inteligencia que gobierna almundo? ¿Debe deducirse de esto que son peligrosos?
«No es verdad que el materialismo sea consecuencia de ésos estudios, sino que el hombre deduce de ellos consecuencias falsas; porque puede abusar de todo, hasta de las cosas mejores.
La nada, por otra parte, los horroriza más de lo que quieren aparentar, y los despreocupados son a veces más fanfarrones que valientes. La mayor parte son materialistas solamente; porque no saben cómo llenar aquél vacío, y sí ante el abismo que a sus ojos se abre les ofrecéis un áncora de salvación, se asirán solícitos a ella».
- Enlace que te conduce a la explicación de que la NADA no existe...
Por una aberración de la inteligencia, hay personas que no ven en los seres orgánicos más que la acción de la materia, y que refieren a ella todos nuestros actos. No han visto en el cuerpo humano más que una máquina eléctrica; no han estudiado el mecanismo de la vida más que en el funcionamiento de los órganos; la han visto cesar con frecuencia por la ruptura de uno de sus hilos y no han visto otra cosa más que ése mismo hilo; han indagado sí quedaba aún algo, y como sólo han encontrado la materia inerte ya y no han podido distinguir el alma que se desprendía, ni han podido apoderarse de ella, han deducido que todo estribaba en las propiedades de la materia, y que por lo tanto, después de la muerte. sólo la NADA del pensamiento existe. Triste consecuencia, si así fuese; porque entonces no tendrían objeto el mal y el bien; el hombre obraría cuerdamente no pensando más que en sí mismo y en sobreponer a todo la satisfacción de sus goces materiales; se romperían los lazos sociales y rotos quedarían para siempre los más santos afectos. Afortunadamente, semejantes ideas están muy lejos de ser generales, puede muy bien decirse que están muy circunscritas y que sólo constituyen opiniones individuales; porque en ninguna parte han sido erigidas en doctrina. Una sociedad fundada en tales bases, llevaría en sí misma el germen de disolución, y sus miembros se despedazarían como fieras.
El hombre tiene instintivamente la creencia de que todo no concluye para él con la vida; tiene horror a la NADA, y en vano se resiste a la idea del porvenir, pues cuándo llega el momento supremo, pocos son los que dejan de preguntarse qué será de ellos; porque el pensamiento de cesar absolutamente en la vida es desconsolador. ¿Quién podrá, en efecto, mirar con indiferencia la separación absoluta y eterna de todo lo que se ha amado? ¿Quién podrá, sin horrorizarse, ver cómo se abre a su vista el inmenso abismo de la nada, donde irían a sepultarse para siempre todas nuestras facultades, todas nuestras esperanzas?, y decirse: «¡Qué, después de mí nada, nada más que el vacío; todo acaba para siempre; dentro de algunos
días, mi recuerdo se borrará de la memoria de todos los que me sobreviven; pronto no quedará vestigio de mí tránsito por el mundo, basta el bien que he hecho será dado al olvido por los ingratos que he creado y nada hallaré en recompensa, nada más que la perspectiva de mí cuerpo roído por los gusanos!»
¿No es horroroso, no es glacial semejante cuadro?
La religión nos enseña que no puede suceder así, y la razón viene en su apoyo. Pero esa existencia futura, vaga e indefinida, nada tiene que satisfaga nuestro positivismo, lo cual engendra dudas en muchos. Tenemos un alma, cierto; pero, ¿qué es nuestra alma? ¿Tiene una forma, una apariencia cualquiera? ¿Es un ser limitado o indefinido? Unos dicen que es un soplo de Dios; otros, una chispa; éstos, una parte del gran Todo, el principio de la vida y de la inteligencia; pero ¿qué nos enseña todo eso? ¡De qué nos vale tener un alma, sí al morir nosotros, se pierde en la inmensidad como las gotas de agua en el océano! ¿La pérdida de la individualidad no es lo mismo para nosotros que la nada? Se dice también que el alma es inmaterial; pero lo inmaterial no puede tener proporciones definidas, y para nosotros es nada. La religión nos enseña también que seremos felices
o desgraciados. según el bien o el mal que hayamos hecho; pero ¿qué dicha es la que nos espera en el seno de Dios? ¿Es una beatitud, una contemplación eterna, sin más ocupación que la de cantar alabanzas al Creador? ¿Las llamas del Infierno son una realidad o un símbolo? La misma Iglesia ⛪ las toma en éste último sentido, pero
¿qué sufrimientos son éstos? ¿Dónde está ése sitio de suplicio? En una palabra, ¿qué se hace y qué se ve en ése mundo que nos espera a todos? Nadie, se dice, ha vuelto de él para traernos noticias. Esto es falso, y precisamente la misión del espiritismo es la de ilustrarnos acerca de ése porvenir, haciéndonoslo, hasta cierto punto, tocar con los dedos y ver con los ojos, no por medio de raciocinios, sino por medio de hechos.
Gracias a las comunicaciones espiritistas, no es ya el porvenir una presunción, una probabilidad que cada uno compone a su modo, y que los poetas embellecen con sus ficciones o siembran de imágenes alegóricas y engañadoras, sino la realidad que sale a nuestro encuentro; porque los mismos seres de ultratumba vienen a pintarnos su situación, a decirnos lo que hacen permitiéndonos, por decirlo así, asistir a todas las peripecias de su nueva vida y patentizándonos de éste modo la suerte inevitable que nos está reservada, según nuestros méritos y faltas. ¿Hay nada de irreligioso en esto? Todo lo contrario; porque en ello encuentran fe los incrédulos, y los indiferentes una renovación de fervor y confianza. El espiritismo es por lo tanto, el auxiliar más poderoso de la religión. Puesto que los hechos existen, es porque Dios los permite, y los permite para alentar nuestras vacilantes esperanzas y conducirnos al
camino del bien por medio de la perspectiva del porvenir.
CAPITULO III
REGRESO DE LA VIDA MATERIAL A LA ESPIRITUAL
El alma después de la muerte; su individualidad. Vida eterna.
- Separación del cuerpo y del alma.
- Turbación espiritista...
EL ALMA DESPUES DE LA MUERTE; SU INDIVIDUALIDAD. VIDA ETERNA
149. ¿Qué se hace el alma en el momento de la muerte?
«Vuelve a ser espíritu, es decir, entra de nuevo en el mundo de los espíritus que había
abandonado momentáneamente».
150. ¿El alma conserva su individualidad después de la muerte?
«Si, y nó la pierde nunca. ¿Qué sería si no la conservase? »
150a. -¿Cómo manifiestá el alma su individualidad, careciendo del cuerpo material?
«Tiene un fluido que le es propio, que toma en la atmósfera de su planeta y que
representa la apariencia de su última encarnación: su periespíritu».
150b. -¿Nada se lleva el alma consigo de este mundo?
«Nada más que el recuerdo y el deseo de ir a otro mundo mejor. Aquél recuerdo es grato
o desagradable, según el uso que se ha hecho de la vida, y mientras más pura es el alma, mejor comprende la futilidad de lo que deja en la tierra».
151. ¿Qué hemos de pensar de la opinión según la cual el alma vuelve, después de la
muerte, al todo universal?
«¿No forma un todo la reunión de los espíritus? ¿No son todo un mundo? Cuando estás en una reunión, formas parte integrante de ella, y sin embargo, conservas tú individualidad».
152. ¿Qué prueba podemos tener de la individualidad del alma después de la muerte?
«¿No la tenéis en las comunicaciones que obtenéis? Si no sois ciegos, veréis; y oiréis, si
no sois sordos; porque a menudo habla una voz que os revela la existencia de un ser que vive fuera de vosotros".
Los que opinan que al morir, el alma entra en el todo universal están equivocados, si entienden decir que, semejante a la gota de agua que cae en el océano, pierde su individualidad, pero están en lo cierto, sí
por el todo universal entienden la reunión de seres incorporales de la cual forma un elemento cada alma o ser espíritu; Si las almas estuviesen conlundidas con el conjunto, no tendrian otras cualidades que las de éste, y nada las distinguiría entre sí. No tendrían una inteligencia, ni cualidades propias, cuando en todas las comunicaciones revelan la conciencia del yo y una voluntad distinta, siendo infinita la diversidad, que
bajo todos aspectos ofrecen consecuencia también de las individualidades. Sí después de la muerte, sólo existiese lo que se llama el gran Todo que absorbe todas las individualidades, este Todo sería uniforme, y
por lo tanto, todas las comunicaciones que se recibiesen del mundo invisible serían idénticas. Pero puesto que en él se encuentran seres buenos y malos. sabios e ignorantes, dichosos y desgraciados; puesto que los hay de todos los carácteres, alegres y tristes, ligeros y profundos. etc., es evidente que son seres distintos.
La individualidad se hace más palmaria aún, cuando prueban su identidad por medio de signos incontestables, de pormenores personales relativos a su vida terrestre y que pueden comprobarse, y no puede ponerse en duda, cuándo se presentan a la vista en las apariciones. La individualidad del alma nos era enseñada teóricamente como un artículo de fe; pero el espiritismo la patentiza, y hasta cierto punto la materializa.
153. ¿En qué sentido debe entenderse la vida eterna?
«La eterna es la vida del espíritu, la del cuerpo es transitoria y pasajera. Cuando el cuerpo muere, el alma vuelve a la vida eterna».
153a. -¿No sería más exacto llamar vida eterna a la de los espíritus puros, a la de los que, habiendo llegado a la cumbre de la perfección, no han de sufrir más pruebas?
«Esa más bien es la dicha eterna, pero ésta es cuestión de palabras. Llamad a las cosas
del mundo como queráis, con tal de que os entendáis».
SEPARACIÓN DEL CUERPO Y DEL ALMA...
154. ¿Es dolorosa la separación del alma y del cuerpo?
"No, y a menudo sufre más el cuerpo durante la vida que en el momento de la muerte, pues el alma no toma parte alguna. Los sufrimientos que a veces se experimentan en el momento de la muerte, son un placer para el espíritu. que ve llegar el término de su
destierro».
En la muerte natural, que proviene de la extinción de los órganos a consecuencia de la edad, el hombre abandona la vida sin notarlo. Es como una lámpara que se apaga por falta de aceite.
155. ¿Cómo se opera la separación del alma y del cuerpo?
«Rotos los lazos que la detenían, se separa del cuerpo».
155a. -¿La separación se opera bruscamente y en virtud de una transición brusca? ¿Existe una línea de demarcación claramente trazada entre la vida y la muerte?
«No; el alma se separa gradualmente, y no vuela como un pájaro prisionero al que de súbito se deja en libertad. Los dos estados se tocan y confunden, de modo, que el espíritu se desprende poco a poco de los lazos, que se sueltan y no se rompen».
Durante la vida, el espíritu está ligado al cuerpo por la envoltura semimaterial o espíritu, y la muerte no es más que la destrucción del cuerpo; pero no la de la segunda envoltura que se separa de aquél, cuando cesa en él la vida orgánica. La
observación prueba que en el instante de la muerte, el desprendimiento del periespíritu no es súbitamente completo; sino que se opera gradualmente y con lentitud muy variable según los individuos. En unos es
bastante rápida, y puede decirse que con pocas horas de diferencia, el momento de la muerte es también el de la emancipación; pero en otros, sobre todo en aquellos cuya vida ha sido completamente material y
sensual, el desprendimiento es mucho menos rápido, y dura a veces dias, semanas y hasta meses, lo que no implica en el cuerpo la menor vitalidad, ni la posibilidad del regreso a la vida, sino una simple afinidad entre el cuerpo y el espíritu, la cual está siempre en proporción de la preponderancia que, durante la vida, ha dado el espíritu a la materia. Es, en efecto, racional el concebir que cuanto más se ha identificado el espíritu con la materia, tanto más trabajo ha de tener en separarse, al paso que la actividad intelectual moral, y la elevación de pensamientos, operan un principio de separación hasta en la duración de la vida del cuerpo, de modo, que al llegar la muerte, es casi instantánea. Tal es el resultado de los estudios hechos en todos los individuos observados en el momento de morir. Estas observaciones prueban también que la afinidad, que en ciertos individuos persiste entre el alma y el cuerpo, es muy penosa a veces, porque el espíritu puede experimentar el horror consiguiente a la descomposición. Este caso es excepcional y
peculiar de ciertas clases de vidas y de muertes, y se observa en algunos suicidas.
156. La separación definitiva del alma y del cuerpo. ¿puede verificarse antes de que cese
completamente la vida orgánica?
«A veces en la agonía el alma ha abandonado ya el cuerpo, no existiendo más que la vida
orgánica. El hombre no tiene ya conciencia de si mismo, y sin embargo, le queda aún un
soplo de vida. El cuerpo es una máquina que hace fun cionar el corazón. y que existe mientras
éste hace que circule la sangre en las venas, no teniendo necesidad para ello del alma».
157. En el momento de la muerte, ¿siente a veces el alma una aspiración o éxtasis que le
permite entrever el mundo en que va a entrar?
«A menudo el alma siente cómo se rompen los lazos que la unen al cuerpo, y entonces
pone todos sus esfuerzos en romperlos completamente. Separada en parte de la materia, ve el
porvenir descorrerse ante ella, y goza anticipadamente del estado de espíritu».
158. El ejemplo del gusano que al principio se arrastra por el suelo y después se encierra
en la crisálida, aparentemehte muerto, para renacer a más brillante existencia, ¿pue
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ALLAN KARDEC
de darnos una idea de la vida terrestre, de la que sigue a la muerte y de nuestra nueva
existencia?
«Una pequeña idea. La figura es buená; pero no debe, sin embargo, tomarse literalmente,
como soléis hacerlo con frecuencia».
159. ¿Qué sensación experimenta el alma en el momento que conoce que está en el mundo de los espíritus? (Tránsito).
«Según y cómo: sí has hecho mal por deseo de hacerlo, te avergúenzas en aquel momento
de haberlo hecho. Para el justo es muy diferente la cosa, pues se encuentra como aliviado de un gran peso; porque no teme ninguna mirada escudriñadora».
160. ¿El espíritu encuentra inmediatamente a los que ha conocido en la tierra, y qué han
muerto antes que él?
«Sí, según el afecto que les profesaba y el que ellos sentían respecto de él, y a menudo
salen a recibirle a su entrada en el mundo de los espíritus, y le ayudan a separarse de las
mantillas de la materia. Ve también a muchos a quienes había perdido de vista durante su
permanencia en la tierra, a los que están en la erraticidad y a los encarnados, a quienes visita».
161. ¿En la muerte violenta y accidental, no estando aún debilitados los órganos por la
edad o las enfermedades. la separación del alma y la cesación de la vida se verifican
simultáneamente?
«Así sucede generalmente; pero en todos los casos es muy corto el instante que los
separa».
162. ¿Después de la decapitación por ejemplo, conserva el hombre por algunos instantes conciencia de si mismo?
«A menudo la conserva durante algunos minutos, hasta que se extingue completamente la vida orgánica. Pero a menudo también el temor a la muerte se la hace perder, antes del instante del suplicio».
Trátase aquí únicamente de la conciencia que el ajusticiado puede tener de si mismo como hombre y por mediación de los órganos, no como espíritu. Si no ha perdido esa contienda antes del suplicio, puede conservarla durante algunos instantes de muy corta duración. y cesa necesariamente con la vida orgánica
del cerebro, lo que no implica que el periespíritu este completamente separado del cuerpo. Por el contrarío, en todos los casos de muerte violenta, cuando no es resultado de la extinción gradual de las fuerzas vitales, los lazos que unen el cuerpo al periespíritu son más tenaces, y la separación completa es más lenta.
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