La OBSESIÓN, y sus tres clasificaciones,... Simple, de Fascinación, de Subyugación ...
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El tema de la Obsesión tiene mucho significado en el Espiritismo Verdadero, que es Moralizador y Consolador al Mundo. Éste contenido abarca la información sobre éste tema. Los enlaces que se incluyen te dará un de temas relacionados a éste tema fundamental del Espiritismo.
Del Libro: QUÉ ES EL ESPIRITISMO, escrito y publicado por Allan Kardec...
Escollos de los Médiums ...
No existen las Enfermedades del Alma...
Te invito a compartir éste contenido con familiares y amigos, recuerda que el Espiritismo Verdadero se sostiene con los contenidos de los Libros Codificados por Allan Kardec, y es ahí que están todas las respuestas a las preguntas e incógnitas de éstos temas... No son las conferencias de Chico Xavier, Divaldo Pereira Franco y los libros apócrifos de Emmanuel, André Luiz, Joanna de Ángelis, León Denís, y ningún otro Espiritualista del pasado, que hoy descubrimos por sus publicaciones en las redes sociales, que no predicaban Espiritismo Verdadero, que es Moralizador y Consolador al Mundo... sino que todo era Espiritualismo Religioso, Racionalista o Laico.
¡Qué pena que los Espiritualistas no entiendan que las Obsesiones Subyugantes como la llamada Esquizofrenia, no es una patología, no es una enfermedad del Alma y no tiene la posibilidad de ser hereditaria, porque no es provocada por el organismo, sino por la acción de Espíritus externos al organismo!.
https://soyespirita.blogspot.com/2011/04/causa-y-cura-de-la-obsesion-desde-el.html
https://soyespirita.blogspot.com/2017/01/dios-psicografia-dada-el-27-de-octubre.html
Vea ésto en el libro escrito por Allan Kardec, ¿Qué es el Espiritismo?, ítems #73 al #78...
73. La subyugación obsesiva, designada en épocas pasadas con el nombre de la posesión, es una coacción física ejercida siempre por Espíritus de la peor especie, y que puede llegar a neutralizar el libre albedrío de la persona. A menudo se limita a simples impresiones desagradables. no obstante, algunas veces provoca movimientos desordenados, actos insensatos, gritos, palabras incoherentes o injuriosas, cuya ridiculez el subyugado comprende en ocasiones, aunque no puede evitarlo. Éste estado difiere esencialmente de la locura patológica, con la cuál se lo confunde por error, pues en él no hay ninguna lesión orgánica dado que la causa es diferente, los medios para curarla también deben ser otros, no es raro que con la aplicación del método ordinario de las duchas y los tratamientos corporales se llegue a desencadenar una verdadera locura allí donde sólo había una causa moral.
74. En la locura propiamente dicha la causa del mal es interna, y hay que tratar de que el organismo vuelva a su estado normal.
En cambio, en la subyugación la causa es externa, por lo que es preciso liberar al enfermo de un enemigo invisible, sin oponerle remedios, sino una fuerza moral superior a la suya. La experiencia prueba que en ésos casos los exorcismos nunca han producido un resultado satisfactorio, sino que han agravado la situación en lugar de mejorarla. Al indicar la verdadera causa del mal, sólo el espiritismo puede ofrecer los medios para combatirlo. Es necesario, por decirlo así, efectuar la educación MORAL del Espíritu obsesor. A través de consejos sabiamente dirigidos se logra tornarlo mejor y que voluntariamente deje de atormentar al enfermo, que entonces queda libre. (véase El libro de los médiums, §
279; Revista Espírita, febrero, marzo y junio de 1864: “La joven obsesa de Marmande”.)
75. Por lo general, la subyugación obsesiva es individual; pero cuándo un grupo de Espíritus malos se lanza sobre una población, puede presentar un carácter epidémico. Un fenómeno de ése tipo ocurrió en tiempos de cristo; sólo un poder moral superior podía doblegar a ésos seres malignos -designados entonces con el nombre de demonios- y restituir la calma a sus víctimas. 4
4 Una epidemia semejante hizo estragos durante varios años en una población ubicada en la Alta Saboya (Véase la Revista Espírita, abril y diciembre de 1862; enero, febrero, abril y mayo de 1863: “Los poseídos de Morzine”). (N. de Allan Kardec.)
76. Un hecho importante a considerar es que la obsesión, sea cuál fuere su naturaleza, es independiente de la mediumnidad, y que se la encuentra en todos los grados, principalmente en el último, en una gran cantidad de individuos que nunca han escuchado hablar de espiritismo. En efecto, dado que los Espíritus han existido siempre, en todas las épocas han ejercido la misma influencia. La mediumnidad no es una causa, sino un modo de manifestación de la obsesión, de ahí que podamos decir con certeza que todo médium obseso ha sufrido de alguna manera, y a menudo en los actos más comunes de la vida, los efectos de ésa influencia. y sí no existiera la mediumnidad, se manifestaría por otros efectos, a menudo atribuidos a ésas enfermedades misteriosas que escapan a todas las investigaciones de la medicina. A través de la mediumnidad, el ser maligno delata su presencia; sin ella, es un enemigo oculto del que no se sospecha.
77. Los que no admiten nada fuera de la materia no pueden reconocer ésa causa oculta. Sin embargo, cuándo la ciencia haya salido del atolladero materialista reconocerá, en la acción del mundo invisible que nos rodea y en medio del cuál vivimos, un poder que reacciona tanto sobre las cosas físicas como sobre las morales. Será un nuevo camino abierto al progreso, así como la clave de una multitud de fenómenos que han sido mal comprendidos.
78. Cómo la obsesión nunca puede provenir de un Espíritu bueno, es esencial que sepamos reconocer la naturaleza de los que se presentan. El médium que carece de instrucción al respecto puede ser engañado por las apariencias, mientras que el prevenido está atento a las menores señales de sospecha, de modo que el Espíritu termina por retirarse cuándo ve que no tiene nada que hacer. El conocimiento previo de los medios para distinguir a los Espíritus buenos de los malos es, pues, indispensable para el médium que no desea exponerse a caer en la trampa, como lo es también para el simple observador, que puede por ese medio apreciar el valor de lo que ve o escucha. (véase El libro de los médiums, cap. XXIV.)
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Libro : "Qué es Espiritismo", escrito y publicado por Allan Kardec en el año 1859...
79 - 88, Escollos de los Médiums, libro ¿Qué es el Espiritismo? Capítulo II, Cualidades de los médiums. Nociones elementales de espiritismo...
79. La facultad mediúmnica depende del organismo. Es independiente de las cualidades morales del médium, y se la encuentra desarrollada tanto en los más indignos como en los más dignos. No sucede lo mismo con la preferencia que los Espíritus buenos conceden al médium.
Nota de Frank Montañez añadida: "Notese que se refiere a que la facultad mediúmnica depende del organismo, pero no es producida por el organismo, porque no es una condición patológica.
Los Médiums no son, ni deben ser Juguetes de los malos Espíritus...
80. Los Espíritus buenos se comunican con mayor o menor buena voluntad a través de tal o cual médium, según la simpatía que éste les inspire. Lo que constituye la cualidad de un médium no es la facilidad con la cuál obtiene comunicaciones, sino su aptitud para recibir solamente las buenas y para no ser juguete de Espíritus livianos y embusteros.
[Libro :"Qué es el Espiritismo" #80]
Los Médiums no son, ni deben ser Juguetes de los malos Espíritus... 80. Los Espíritus buenos se comunican con mayor o menor buena voluntad a través de tal o cual médium, según la simpatía que éste les inspire. Lo que constituye la cualidad de un médium no es la facilidad con la cuál obtiene comunicaciones, sino su aptitud para recibir solamente las buenas y para no ser juguete de Espíritus livianos y embusteros. [Libro :"Qué es el Espiritismo" #80]
81. Los médiums que más dejan que desear desde el punto de vista moral reciben algunas veces muy buenas comunicaciones, que no pueden provenir más que de Espíritus buenos. Esto no debe ser motivo de asombro, pues a menudo sucede para bien del médium y con el fin de trasmitirle sabios consejos. Si este no losaprovecha, mayor será su culpa, porque de ese modo redacta su propia condena. Dios, cuya bondad es infinita, no puede negar asistencia a aquellos que más la necesitan. El virtuoso misionero que moraliza a los criminales hace lo mismo que los Espíritus buenos con los médiums imperfectos. Por otra parte, los Espíritus buenos, al querer impartir una enseñanza útil a todos, se sirven del instrumento que tienen a su alcance, pero lo dejan tan pronto como encuentran otro que les es más afín y que aprovecha sus lecciones cuando los Espíritus buenos se retiran, queda entonces el campo libre para los inferiores, a quienes poco les importan las cualidades morales, que los fastidian de ahí resulta que los médiums moralmente imperfectos y que no procuran enmendarse, tarde o temprano son víctimas de los Espíritus Malos, que muchas veces los conducen a la ruina y a las mayores desgracias incluso en la vida terrenal. En cuanto a su facultad, tan hermosa que era, y que así debía conservarse, se pervierte debido a que los Espíritus buenos los abandonaron, y acaba por desaparecer.
82. Los médiums más meritorios no están libres de las mistificaciones de los Espíritus embusteros. En primer lugar, porque no existe una persona suficientemente perfecta que no tenga algún lado débil por el cual brinde acceso a los Espíritus malos. En segundo, porque los Espíritus buenos permiten eso, algunas veces, a fin de que ejercitemos nuestra razón, aprendamos a distinguir la verdad del error y no nos confiemos, para no aceptar nada ciegamente y sin control. No obstante, el engaño nunca procede de un Espíritu bueno, y todo nombre respetable con el que se firme un error, es necesariamente apócrifo. Esas mistificaciones además pueden ser una prueba para la paciencia y la perseverancia del espírita, sea médium o no. El que se desanimara por algunas decepciones demostraría a los Espíritus buenos que no pueden contar con él.
83. no es asombroso ver Espíritus malos que obsesionan a personas meritorias, pues también vemos en la Tierra sujetos malvados que se ensañan con hombres de bien. Es digno de notar que, después de la publicación de El libro de los médiums, la cantidad de médiums obsesos disminuyó mucho, porque al estar prevenidos se mantienen vigilantes y descubren las menores señales que pudieran denunciar la presencia de un Espíritus engañador. La mayoría de los que están obsesos no han hecho el estudio previo recomendado, o no aprovecharon los consejos que recibieron.
84. Lo que constituye al Médium propiamente dicho es la facultad. En ese aspecto puede estar más o menos formado, más o menos desarrollado. Lo que constituye al médium seguro, a aquel que puede realmente ser calificado de buen médium, es la aplicación de la facultad, la aptitud para servir de intérprete a los Espíritus buenos. Si se deja de lado la facultad, el poder del médium para atraer a los Espíritus buenos y rechazar a los malos está en razón de su superioridad moral; esa superioridad es proporcional a la suma de las cualidades que hacen al hombre de bien. Por ella se gana la simpatía de los buenos y ejerce ascendiente sobre los malos.
Lugar
85. Por el mismo motivo, la suma de las imperfecciones morales del médium, al aproximarlo a la naturaleza de los Espíritus malos, le quita la influencia necesaria para apartarlos de sí. En vez de imponerse a ellos, ellos se imponen a él. Esto se aplica no sólo a los médiums, sino a todas las personas indistintamente, dado que no hay nadie que no esté sometido a la influencia de los Espíritus.
(véanse los §§ 74 y 75.)
86. Para imponerse al médium, los Espíritus malos saben explotar hábilmente todos sus defectos morales. Se aprovechan
preferentemente del orgullo, sentimiento que predomina en la mayoría de los médiums obsesos, y sobre todo en los fascinados. El orgullo los lleva a que se consideren infalibles y a rechazar las advertencias. Ese sentimiento es, lamentablemente, excitado por los elogios de que son objeto; basta que un médium presente una facultad un tanto trascendente para que las personas lo busquen y lo adulen. Entonces acaban por considerarse importantes y juzgarse indispensables, lo que constituye su perdición.
87. Mientras que el médium imperfecto se enorgullece de los nombres ilustres -por lo general apócrifos- que ostentan las comunicaciones que recibe, y que lo llevan a que se considere un intérprete privilegiado de las potencias celestiales, el buen Médium nunca se cree suficientemente digno de semejante favor: tiene siempre una saludable desconfianza acerca de la calidad de lo que recibe, y no se fía de su propio juicio. como no es más que un instrumento pasivo, comprende que una buena comunicación no es fruto de su mérito personal, como tampoco es responsable si lo que recibe es malo, y que sería ridículo confiar en la identidad absoluta de los Espíritus que se manifiestan a través de él. deja que terceros desinteresados juzguen la cuestión, sin que su amor propio se ofenda por alguna opinión desfavorable, del mismo modo que un actor no sufre por la censura dirigida a la pieza que interpreta. El carácter distintivo del buen médium es la simplicidad y la modestia. Se considera feliz con la facultad que posee, no para envanecerse de ella, sino porque le ofrece un medio de ser útil, lo que hace de buen grado cuando se le da la ocasión; y nunca se molesta cuando no lo ubican en primera fila, como los médiums son intermediarios e intérpretes de los Espíritus, corresponde al evocador, e incluso al simple observador, apreciar el mérito del instrumento.
88. La facultad mediúmnica es un don de dios, como todas las otras facultades, que se puede emplear tanto para el bien como para el mal, y de la cual se puede abusar. Tiene por objeto ponernos en relación directa con las almas de los que han vivido, a fin de que recibamos sus enseñanzas y seamos iniciados en la vida futura. Así como la vista nos pone en relación con el mundo visible, la mediumnidad nos pone en relación con el mundo invisible. Aquel que se vale de ella con un fin útil, para su propio adelanto y el de sus semejantes, cumple una verdadera misión, por la que será recompensado. El que abusa de esa facultad y la emplea en cosas fútiles o para satisfacer intereses materiales, la desvía de su fin providencial, y tarde o temprano sufrirá su castigo, como todo aquel que hace mal uso de cualquier otra facultad.
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La llamada "Esquizofrenia" Sí; PUEDE SER Erradicada SU INFLUENCIA EN LOS INDIVIDUOS, NO DIGO QUE PUEDE SER CURADA PORQUE LAS OBSESIONES SUBYUGANTES NO SON ENFERMEDADES DEL ESPÍRITU. TODAS LAS OBSESIONES SUBYUGANTES SON PROVOCADAS POR ESPÍRITUS FUERA DEL CUERPO FÍSICO, NO SON de Origen ORGÁNICOS O PATOLÓGICOS, SEGÚN EL ESPIRITISMO. ¡Que pena que un tema tan importante en el Espiritismo como lo es la Obsesión Subyugante, llamada ESQUIZOFRENIA, es tratada por los Espiritualistas, como enfermedades del Alma, por no tener EDUCACIÓN ESPÍRITA.
Este artículo no aporta nada, para lograr ayudar a los Esquizofrenicos. Pues no hace nada en la elaboración que el Espiritismo propone en el libro de Génesis para explicar en los temas de Obsesiones Espirituales.
Quisiera que mi mensaje le llegue a Maricarmen, a Jacobo SANCHEZ, a Merchita y a Jorge Hessen de Brasil. Este mensaje, para mí entender es uno de corte Espiritualista y no del Espiritismo. No aporta nada a nadie.
Allan Kardec en el Libro de "Que es el Espiritismo", nos da información relevante sobre las obsesiones Subyugantes. El Libro de Los Médiums, aporta importante información para la desobsesion espiritual. No he visto ninguna mención de la Cura de la Esquizofrenia en este artículo, de acuerdo a las enseñanzas del Espiritismo. Reconozco que este artículo de Jorgr Hansen, que leo sus escritos por más de 8 años, es uno de los pocos aportes del Espiritismo a este tema.
Aunque no tengo la experiencia, ni el conocimiento que ustedes tienen, he logrado que todos mis lectores, Espíritas y no Espiritas, y que se han permitido recibir educación Espírita, han logrado vencer esta condición que no es "Patológica", por lo cual no puede considerarse una enfermedad biológica, sencillamente logrando que cada uno, ejerza su "Voluntad" .
Espero que lean los libros codificados por Allan Kardec y se dejen de estar por ahí publicando espiritualismo religioso. Ustedes, todavía confunden a Cristo con Jesús el Nazareno, y no dedican tiempo a ver las diferencias según los Espíritus de la Codificación Espírita. No han evaluado ni entendido el contenido del libro "Que es el Espiritismo", y el libro de "Los Médiums", a partir del artículo 237 hasta el 254.5.
Dejen de decir que son Espiritistas, son meramente Espiritualistas que no ayudan en nada a la Elaboración de Espiritismo (Libro de Génesis, capítulo 1, artículo #14).
La Esquizofrenia, SÍ PUEDE SER ERRADICADA, NO CURADA, NO ES UNA ENFERMEDAD PATOLOGICA, NI UN TRASTORNO MENTAL, ES A LO SUMO, Una OBSESIÓN SUBYUGANTE, SEGÚN LO EXPRESARON LOS ESPÍRITUS Y ALLAN KARDEC.
Se requiere la EDUCACIÓN ESPÍRITA, que es contenida en los libros del Espiritismo. Se requiere lograr educar en el sentido de tomar control de la voluntad del obsesado, dependiendo del estado, se requerirá más o menor tiempo, pero cuando se logra que el obsesado enfrente a su Obsesor, 100% de los casos son erradicados por ellos mismos. Si no fuera así, nunca podrá un obsesado curarse de la influencia de Espíritus Obsesores.
El problema mayor es que los mismos Espiritualistas que no conocen el Espiritismo, recomiendan las drogas psicotrópicos que hace adictos y ocasiona enfermedades adicionales, a los obsesados, y logran crear entonces, enfermedades patológicas.
La buena noticia, todos los que hemos educado el Espíritu, basado en los contenidos de los libros codificados hemos ayudado a lograr la erradicación de esta "Obsesión Subyugante".
Pero es difícil lograr mejores resultados, cuando escritos o artículos como este no aportan nada a la Educación Espírita. Ya sé que se reirán de mis argumentos, pero eso ya lo sabemos, a que algunos Espiritualistas se ríen de las creencias Espiritistas. (Libro de los Médiums, capítulo XXXII, Vocabulario Espírita, definición de Espiritualistas).
Este es mi aporte a este temaé
http://soyespirita.blogspot.com/2013/07/esquizofrenia-metodo-para-curar-esta.html.
La definición errónea de un artículo publicado en Luz Espiritual de España.
http://www.akardec.com/?p=2732&cpage=1#comment-243873
Veamos el Libro ¿Que es el Espiritismo?, lo que nos dice Allan Kardec, sobre la diferencia entre locura patológica y la Obsesión SUBYUGANTE. Y cito:
"El diablo, se dice, sólo asusta a los niños; es un freno para que se tranquilicen. En efecto, como el cuco y el hombre lobo, y cuando les han perdido el miedo se comportan peor que antes. A fin de obtener ese hermoso resultado no se tiene en cuenta la cantidad de epilepsias causadas por la conmoción de un cerebro delicado. no se debe confundir la locura patológica con la obsesión.
Esta no proviene de ninguna lesión cerebral, sino de la subyugación que Espíritus malévolos ejercen sobre ciertos individuos, y que a veces tiene la apariencia de la locura propiamente dicha. Esta afección, muy frecuente, no depende de la creencia en el espiritismo, y ha existido en todos los tiempos. En ese caso, la medicación común es impotente, e incluso perjudicial. El espiritismo, al dar a conocer esta nueva causa de perturbación en el organismo, nos ofrece al mismo tiempo el único medio para derrotarla, al actuar no sobre el enfermo sino sobre el Espíritu obsesor. El espiritismo es el remedio y no la causa del mal. termino la cita. Entonces.: cierro cita...
Más claro no canta un gallo. En el tiempo de Allan Kardec, el Espiritismo ya hacía una diferencia entre una locura patológica y la Obsesión SUBYUGANTE. El Espiritismo siempre ha sido consciente de que las OBSESIONES tienen cura sin medicación Psicotrópica. Los Espiritistas de Verdad pueden hacer mucho indicándole a la ciencia esta diferencia. Pero cuando a un esquizofrénico se le somete a medicación temprana, es que se logra que una obsesión SUBYUGANTE completamente curable, se convierta a un problema patológico causando desorganización en las químicas del cerebro. Entonces es que se logra un desorden patológico inducido no por la obsesión SUBYUGANTE, sino por la medicación psicotrópica aplicada al paciente. Pues se ha probado científicamente que estas Drogas, Psicotrópicas ni sanan ni curan las OBSESIONES SUBYUGANTES.
Si logramos como Espiritistas de Verdad, llevar un mensaje contundente en definir esos llamados trastornos mentales, en sus etapas iniciales, evitando la medicación automática de psicotrópicos con educación Espírita y trabajando en fortalecer la VOLUNTAD del obsesado, mediante la educación Espírita, logramos aliviar estas Obsesiones en la gran mayoría de los afectados. Pero esta solución no es opción para los profesionales de la salud, pues al no necesitar usar drogas dañinas a la salud del paciente, no es rentable a sus intereses. Y es ahí donde el Espiritismo puede ayudar mucho.
Es más difícil ayudar a un enfermo mental ya medicado que alguien que presenta un cuadro de obsesión SUBYUGANTE en su etapa inicial, pero aunque es siempre reversible cuando media la “Voluntad” del obsesado. Es aquí en este escrito del Libro de Allan Kardec, que se demuestra la posición del Espiritismo en cuanto a las OBSESIONES SUBYUGANTES.
Personalmente me consta el conocimiento de casos de los “Llamados trastornos mentales”, que con educación han logrado zafarse de las drogas psicotrópicas a veces a la fuerza por no haber recursos económicos del afectado para la medicación y otros por propia voluntad, y hoy están libres de esas falsas enfermedades mentales inventadas para propósitos comerciales casi exclusivamente. Así que medicar primero y tratar después no es la estrategia, sino Educar primero para lograr la “Voluntad del obsesado” y luego tratar con lo que el Espiritismo ofrece que es en la auto cura de la obsesión. Y reitero, los llamados "Trastornos mentales", que resultan ser "Obsesiones Subyugantes", Sí; tienen Cura y auto-cura.
Voluntad y Libre Albedrío es ejercer la Libertad de Conciencia, son derechos inalienables del ser humano, para así lograr adelantar el Espíritu Encarnado.
http://soyespirita.blogspot.com/2014/02/voluntad-y-libre-albedrio-es-ejercer-la.html
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No existen las Enfermedades del Alma...
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¡Qué pena que los Espiritualistas no entiendan que las Obsesiones Subyugantes como la llamada Esquizofrenia, no es una patología, no es una enfermedad del Alma y no tiene la posibilidad de ser hereditaria, porque no es provocada por el organismo, sino por la acción de Espíritus externos al organismo!.
https://soyespirita.blogspot.com/2011/04/causa-y-cura-de-la-obsesion-desde-el.html
https://soyespirita.blogspot.com/2017/01/dios-psicografia-dada-el-27-de-octubre.html
Vea ésto en el libro escrito por Allan Kardec, ¿Qué es el Espiritismo?, ítems #73 al #78...
73. La subyugación obsesiva, designada en épocas pasadas con el nombre de la posesión, es una coacción física ejercida siempre por Espíritus de la peor especie, y que puede llegar a neutralizar el libre albedrío de la persona. A menudo se limita a simples impresiones desagradables. no obstante, algunas veces provoca movimientos desordenados, actos insensatos, gritos, palabras incoherentes o injuriosas, cuya ridiculez el subyugado comprende en ocasiones, aunque no puede evitarlo. Éste estado difiere esencialmente de la locura patológica, con la cuál se lo confunde por error, pues en él no hay ninguna lesión orgánica dado que la causa es diferente, los medios para curarla también deben ser otros, no es raro que con la aplicación del método ordinario de las duchas y los tratamientos corporales se llegue a desencadenar una verdadera locura allí donde sólo había una causa moral.
74. En la locura propiamente dicha la causa del mal es interna, y hay que tratar de que el organismo vuelva a su estado normal.
En cambio, en la subyugación la causa es externa, por lo que es preciso liberar al enfermo de un enemigo invisible, sin oponerle remedios, sino una fuerza moral superior a la suya. La experiencia prueba que en ésos casos los exorcismos nunca han producido un resultado satisfactorio, sino que han agravado la situación en lugar de mejorarla. Al indicar la verdadera causa del mal, sólo el espiritismo puede ofrecer los medios para combatirlo. Es necesario, por decirlo así, efectuar la educación MORAL del Espíritu obsesor. A través de consejos sabiamente dirigidos se logra tornarlo mejor y que voluntariamente deje de atormentar al enfermo, que entonces queda libre. (véase El libro de los médiums, §
279; Revista Espírita, febrero, marzo y junio de 1864: “La joven obsesa de Marmande”.)
75. Por lo general, la subyugación obsesiva es individual; pero cuándo un grupo de Espíritus malos se lanza sobre una población, puede presentar un carácter epidémico. Un fenómeno de ése tipo ocurrió en tiempos de cristo; sólo un poder moral superior podía doblegar a ésos seres malignos -designados entonces con el nombre de demonios- y restituir la calma a sus víctimas. 4
4 Una epidemia semejante hizo estragos durante varios años en una población ubicada en la Alta Saboya (Véase la Revista Espírita, abril y diciembre de 1862; enero, febrero, abril y mayo de 1863: “Los poseídos de Morzine”). (N. de Allan Kardec.)
76. Un hecho importante a considerar es que la obsesión, sea cuál fuere su naturaleza, es independiente de la mediumnidad, y que se la encuentra en todos los grados, principalmente en el último, en una gran cantidad de individuos que nunca han escuchado hablar de espiritismo. En efecto, dado que los Espíritus han existido siempre, en todas las épocas han ejercido la misma influencia. La mediumnidad no es una causa, sino un modo de manifestación de la obsesión, de ahí que podamos decir con certeza que todo médium obseso ha sufrido de alguna manera, y a menudo en los actos más comunes de la vida, los efectos de ésa influencia. y sí no existiera la mediumnidad, se manifestaría por otros efectos, a menudo atribuidos a ésas enfermedades misteriosas que escapan a todas las investigaciones de la medicina. A través de la mediumnidad, el ser maligno delata su presencia; sin ella, es un enemigo oculto del que no se sospecha.
77. Los que no admiten nada fuera de la materia no pueden reconocer ésa causa oculta. Sin embargo, cuándo la ciencia haya salido del atolladero materialista reconocerá, en la acción del mundo invisible que nos rodea y en medio del cuál vivimos, un poder que reacciona tanto sobre las cosas físicas como sobre las morales. Será un nuevo camino abierto al progreso, así como la clave de una multitud de fenómenos que han sido mal comprendidos.
78. Cómo la obsesión nunca puede provenir de un Espíritu bueno, es esencial que sepamos reconocer la naturaleza de los que se presentan. El médium que carece de instrucción al respecto puede ser engañado por las apariencias, mientras que el prevenido está atento a las menores señales de sospecha, de modo que el Espíritu termina por retirarse cuándo ve que no tiene nada que hacer. El conocimiento previo de los medios para distinguir a los Espíritus buenos de los malos es, pues, indispensable para el médium que no desea exponerse a caer en la trampa, como lo es también para el simple observador, que puede por ese medio apreciar el valor de lo que ve o escucha. (véase El libro de los médiums, cap. XXIV.)
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Libro : "Qué es Espiritismo", escrito y publicado por Allan Kardec en el año 1859...
79 - 88, Escollos de los Médiums, libro ¿Qué es el Espiritismo? Capítulo II, Cualidades de los médiums. Nociones elementales de espiritismo...
79. La facultad mediúmnica depende del organismo. Es independiente de las cualidades morales del médium, y se la encuentra desarrollada tanto en los más indignos como en los más dignos. No sucede lo mismo con la preferencia que los Espíritus buenos conceden al médium.
Nota de Frank Montañez añadida: "Notese que se refiere a que la facultad mediúmnica depende del organismo, pero no es producida por el organismo, porque no es una condición patológica.
Los Médiums no son, ni deben ser Juguetes de los malos Espíritus...
80. Los Espíritus buenos se comunican con mayor o menor buena voluntad a través de tal o cual médium, según la simpatía que éste les inspire. Lo que constituye la cualidad de un médium no es la facilidad con la cuál obtiene comunicaciones, sino su aptitud para recibir solamente las buenas y para no ser juguete de Espíritus livianos y embusteros.
[Libro :"Qué es el Espiritismo" #80]
Los Médiums no son, ni deben ser Juguetes de los malos Espíritus... 80. Los Espíritus buenos se comunican con mayor o menor buena voluntad a través de tal o cual médium, según la simpatía que éste les inspire. Lo que constituye la cualidad de un médium no es la facilidad con la cuál obtiene comunicaciones, sino su aptitud para recibir solamente las buenas y para no ser juguete de Espíritus livianos y embusteros. [Libro :"Qué es el Espiritismo" #80]
81. Los médiums que más dejan que desear desde el punto de vista moral reciben algunas veces muy buenas comunicaciones, que no pueden provenir más que de Espíritus buenos. Esto no debe ser motivo de asombro, pues a menudo sucede para bien del médium y con el fin de trasmitirle sabios consejos. Si este no losaprovecha, mayor será su culpa, porque de ese modo redacta su propia condena. Dios, cuya bondad es infinita, no puede negar asistencia a aquellos que más la necesitan. El virtuoso misionero que moraliza a los criminales hace lo mismo que los Espíritus buenos con los médiums imperfectos. Por otra parte, los Espíritus buenos, al querer impartir una enseñanza útil a todos, se sirven del instrumento que tienen a su alcance, pero lo dejan tan pronto como encuentran otro que les es más afín y que aprovecha sus lecciones cuando los Espíritus buenos se retiran, queda entonces el campo libre para los inferiores, a quienes poco les importan las cualidades morales, que los fastidian de ahí resulta que los médiums moralmente imperfectos y que no procuran enmendarse, tarde o temprano son víctimas de los Espíritus Malos, que muchas veces los conducen a la ruina y a las mayores desgracias incluso en la vida terrenal. En cuanto a su facultad, tan hermosa que era, y que así debía conservarse, se pervierte debido a que los Espíritus buenos los abandonaron, y acaba por desaparecer.
82. Los médiums más meritorios no están libres de las mistificaciones de los Espíritus embusteros. En primer lugar, porque no existe una persona suficientemente perfecta que no tenga algún lado débil por el cual brinde acceso a los Espíritus malos. En segundo, porque los Espíritus buenos permiten eso, algunas veces, a fin de que ejercitemos nuestra razón, aprendamos a distinguir la verdad del error y no nos confiemos, para no aceptar nada ciegamente y sin control. No obstante, el engaño nunca procede de un Espíritu bueno, y todo nombre respetable con el que se firme un error, es necesariamente apócrifo. Esas mistificaciones además pueden ser una prueba para la paciencia y la perseverancia del espírita, sea médium o no. El que se desanimara por algunas decepciones demostraría a los Espíritus buenos que no pueden contar con él.
83. no es asombroso ver Espíritus malos que obsesionan a personas meritorias, pues también vemos en la Tierra sujetos malvados que se ensañan con hombres de bien. Es digno de notar que, después de la publicación de El libro de los médiums, la cantidad de médiums obsesos disminuyó mucho, porque al estar prevenidos se mantienen vigilantes y descubren las menores señales que pudieran denunciar la presencia de un Espíritus engañador. La mayoría de los que están obsesos no han hecho el estudio previo recomendado, o no aprovecharon los consejos que recibieron.
84. Lo que constituye al Médium propiamente dicho es la facultad. En ese aspecto puede estar más o menos formado, más o menos desarrollado. Lo que constituye al médium seguro, a aquel que puede realmente ser calificado de buen médium, es la aplicación de la facultad, la aptitud para servir de intérprete a los Espíritus buenos. Si se deja de lado la facultad, el poder del médium para atraer a los Espíritus buenos y rechazar a los malos está en razón de su superioridad moral; esa superioridad es proporcional a la suma de las cualidades que hacen al hombre de bien. Por ella se gana la simpatía de los buenos y ejerce ascendiente sobre los malos.
Lugar
85. Por el mismo motivo, la suma de las imperfecciones morales del médium, al aproximarlo a la naturaleza de los Espíritus malos, le quita la influencia necesaria para apartarlos de sí. En vez de imponerse a ellos, ellos se imponen a él. Esto se aplica no sólo a los médiums, sino a todas las personas indistintamente, dado que no hay nadie que no esté sometido a la influencia de los Espíritus.
(véanse los §§ 74 y 75.)
86. Para imponerse al médium, los Espíritus malos saben explotar hábilmente todos sus defectos morales. Se aprovechan
preferentemente del orgullo, sentimiento que predomina en la mayoría de los médiums obsesos, y sobre todo en los fascinados. El orgullo los lleva a que se consideren infalibles y a rechazar las advertencias. Ese sentimiento es, lamentablemente, excitado por los elogios de que son objeto; basta que un médium presente una facultad un tanto trascendente para que las personas lo busquen y lo adulen. Entonces acaban por considerarse importantes y juzgarse indispensables, lo que constituye su perdición.
87. Mientras que el médium imperfecto se enorgullece de los nombres ilustres -por lo general apócrifos- que ostentan las comunicaciones que recibe, y que lo llevan a que se considere un intérprete privilegiado de las potencias celestiales, el buen Médium nunca se cree suficientemente digno de semejante favor: tiene siempre una saludable desconfianza acerca de la calidad de lo que recibe, y no se fía de su propio juicio. como no es más que un instrumento pasivo, comprende que una buena comunicación no es fruto de su mérito personal, como tampoco es responsable si lo que recibe es malo, y que sería ridículo confiar en la identidad absoluta de los Espíritus que se manifiestan a través de él. deja que terceros desinteresados juzguen la cuestión, sin que su amor propio se ofenda por alguna opinión desfavorable, del mismo modo que un actor no sufre por la censura dirigida a la pieza que interpreta. El carácter distintivo del buen médium es la simplicidad y la modestia. Se considera feliz con la facultad que posee, no para envanecerse de ella, sino porque le ofrece un medio de ser útil, lo que hace de buen grado cuando se le da la ocasión; y nunca se molesta cuando no lo ubican en primera fila, como los médiums son intermediarios e intérpretes de los Espíritus, corresponde al evocador, e incluso al simple observador, apreciar el mérito del instrumento.
88. La facultad mediúmnica es un don de dios, como todas las otras facultades, que se puede emplear tanto para el bien como para el mal, y de la cual se puede abusar. Tiene por objeto ponernos en relación directa con las almas de los que han vivido, a fin de que recibamos sus enseñanzas y seamos iniciados en la vida futura. Así como la vista nos pone en relación con el mundo visible, la mediumnidad nos pone en relación con el mundo invisible. Aquel que se vale de ella con un fin útil, para su propio adelanto y el de sus semejantes, cumple una verdadera misión, por la que será recompensado. El que abusa de esa facultad y la emplea en cosas fútiles o para satisfacer intereses materiales, la desvía de su fin providencial, y tarde o temprano sufrirá su castigo, como todo aquel que hace mal uso de cualquier otra facultad.
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La llamada "Esquizofrenia" Sí; PUEDE SER Erradicada SU INFLUENCIA EN LOS INDIVIDUOS, NO DIGO QUE PUEDE SER CURADA PORQUE LAS OBSESIONES SUBYUGANTES NO SON ENFERMEDADES DEL ESPÍRITU. TODAS LAS OBSESIONES SUBYUGANTES SON PROVOCADAS POR ESPÍRITUS FUERA DEL CUERPO FÍSICO, NO SON de Origen ORGÁNICOS O PATOLÓGICOS, SEGÚN EL ESPIRITISMO. ¡Que pena que un tema tan importante en el Espiritismo como lo es la Obsesión Subyugante, llamada ESQUIZOFRENIA, es tratada por los Espiritualistas, como enfermedades del Alma, por no tener EDUCACIÓN ESPÍRITA.
Este artículo no aporta nada, para lograr ayudar a los Esquizofrenicos. Pues no hace nada en la elaboración que el Espiritismo propone en el libro de Génesis para explicar en los temas de Obsesiones Espirituales.
Quisiera que mi mensaje le llegue a Maricarmen, a Jacobo SANCHEZ, a Merchita y a Jorge Hessen de Brasil. Este mensaje, para mí entender es uno de corte Espiritualista y no del Espiritismo. No aporta nada a nadie.
Allan Kardec en el Libro de "Que es el Espiritismo", nos da información relevante sobre las obsesiones Subyugantes. El Libro de Los Médiums, aporta importante información para la desobsesion espiritual. No he visto ninguna mención de la Cura de la Esquizofrenia en este artículo, de acuerdo a las enseñanzas del Espiritismo. Reconozco que este artículo de Jorgr Hansen, que leo sus escritos por más de 8 años, es uno de los pocos aportes del Espiritismo a este tema.
Aunque no tengo la experiencia, ni el conocimiento que ustedes tienen, he logrado que todos mis lectores, Espíritas y no Espiritas, y que se han permitido recibir educación Espírita, han logrado vencer esta condición que no es "Patológica", por lo cual no puede considerarse una enfermedad biológica, sencillamente logrando que cada uno, ejerza su "Voluntad" .
Espero que lean los libros codificados por Allan Kardec y se dejen de estar por ahí publicando espiritualismo religioso. Ustedes, todavía confunden a Cristo con Jesús el Nazareno, y no dedican tiempo a ver las diferencias según los Espíritus de la Codificación Espírita. No han evaluado ni entendido el contenido del libro "Que es el Espiritismo", y el libro de "Los Médiums", a partir del artículo 237 hasta el 254.5.
Dejen de decir que son Espiritistas, son meramente Espiritualistas que no ayudan en nada a la Elaboración de Espiritismo (Libro de Génesis, capítulo 1, artículo #14).
La Esquizofrenia, SÍ PUEDE SER ERRADICADA, NO CURADA, NO ES UNA ENFERMEDAD PATOLOGICA, NI UN TRASTORNO MENTAL, ES A LO SUMO, Una OBSESIÓN SUBYUGANTE, SEGÚN LO EXPRESARON LOS ESPÍRITUS Y ALLAN KARDEC.
Se requiere la EDUCACIÓN ESPÍRITA, que es contenida en los libros del Espiritismo. Se requiere lograr educar en el sentido de tomar control de la voluntad del obsesado, dependiendo del estado, se requerirá más o menor tiempo, pero cuando se logra que el obsesado enfrente a su Obsesor, 100% de los casos son erradicados por ellos mismos. Si no fuera así, nunca podrá un obsesado curarse de la influencia de Espíritus Obsesores.
El problema mayor es que los mismos Espiritualistas que no conocen el Espiritismo, recomiendan las drogas psicotrópicos que hace adictos y ocasiona enfermedades adicionales, a los obsesados, y logran crear entonces, enfermedades patológicas.
La buena noticia, todos los que hemos educado el Espíritu, basado en los contenidos de los libros codificados hemos ayudado a lograr la erradicación de esta "Obsesión Subyugante".
Pero es difícil lograr mejores resultados, cuando escritos o artículos como este no aportan nada a la Educación Espírita. Ya sé que se reirán de mis argumentos, pero eso ya lo sabemos, a que algunos Espiritualistas se ríen de las creencias Espiritistas. (Libro de los Médiums, capítulo XXXII, Vocabulario Espírita, definición de Espiritualistas).
Este es mi aporte a este temaé
http://soyespirita.blogspot.com/2013/07/esquizofrenia-metodo-para-curar-esta.html.
La definición errónea de un artículo publicado en Luz Espiritual de España.
http://www.akardec.com/?p=2732&cpage=1#comment-243873
Veamos el Libro ¿Que es el Espiritismo?, lo que nos dice Allan Kardec, sobre la diferencia entre locura patológica y la Obsesión SUBYUGANTE. Y cito:
"El diablo, se dice, sólo asusta a los niños; es un freno para que se tranquilicen. En efecto, como el cuco y el hombre lobo, y cuando les han perdido el miedo se comportan peor que antes. A fin de obtener ese hermoso resultado no se tiene en cuenta la cantidad de epilepsias causadas por la conmoción de un cerebro delicado. no se debe confundir la locura patológica con la obsesión.
Esta no proviene de ninguna lesión cerebral, sino de la subyugación que Espíritus malévolos ejercen sobre ciertos individuos, y que a veces tiene la apariencia de la locura propiamente dicha. Esta afección, muy frecuente, no depende de la creencia en el espiritismo, y ha existido en todos los tiempos. En ese caso, la medicación común es impotente, e incluso perjudicial. El espiritismo, al dar a conocer esta nueva causa de perturbación en el organismo, nos ofrece al mismo tiempo el único medio para derrotarla, al actuar no sobre el enfermo sino sobre el Espíritu obsesor. El espiritismo es el remedio y no la causa del mal. termino la cita. Entonces.: cierro cita...
Más claro no canta un gallo. En el tiempo de Allan Kardec, el Espiritismo ya hacía una diferencia entre una locura patológica y la Obsesión SUBYUGANTE. El Espiritismo siempre ha sido consciente de que las OBSESIONES tienen cura sin medicación Psicotrópica. Los Espiritistas de Verdad pueden hacer mucho indicándole a la ciencia esta diferencia. Pero cuando a un esquizofrénico se le somete a medicación temprana, es que se logra que una obsesión SUBYUGANTE completamente curable, se convierta a un problema patológico causando desorganización en las químicas del cerebro. Entonces es que se logra un desorden patológico inducido no por la obsesión SUBYUGANTE, sino por la medicación psicotrópica aplicada al paciente. Pues se ha probado científicamente que estas Drogas, Psicotrópicas ni sanan ni curan las OBSESIONES SUBYUGANTES.
Si logramos como Espiritistas de Verdad, llevar un mensaje contundente en definir esos llamados trastornos mentales, en sus etapas iniciales, evitando la medicación automática de psicotrópicos con educación Espírita y trabajando en fortalecer la VOLUNTAD del obsesado, mediante la educación Espírita, logramos aliviar estas Obsesiones en la gran mayoría de los afectados. Pero esta solución no es opción para los profesionales de la salud, pues al no necesitar usar drogas dañinas a la salud del paciente, no es rentable a sus intereses. Y es ahí donde el Espiritismo puede ayudar mucho.
Es más difícil ayudar a un enfermo mental ya medicado que alguien que presenta un cuadro de obsesión SUBYUGANTE en su etapa inicial, pero aunque es siempre reversible cuando media la “Voluntad” del obsesado. Es aquí en este escrito del Libro de Allan Kardec, que se demuestra la posición del Espiritismo en cuanto a las OBSESIONES SUBYUGANTES.
Personalmente me consta el conocimiento de casos de los “Llamados trastornos mentales”, que con educación han logrado zafarse de las drogas psicotrópicas a veces a la fuerza por no haber recursos económicos del afectado para la medicación y otros por propia voluntad, y hoy están libres de esas falsas enfermedades mentales inventadas para propósitos comerciales casi exclusivamente. Así que medicar primero y tratar después no es la estrategia, sino Educar primero para lograr la “Voluntad del obsesado” y luego tratar con lo que el Espiritismo ofrece que es en la auto cura de la obsesión. Y reitero, los llamados "Trastornos mentales", que resultan ser "Obsesiones Subyugantes", Sí; tienen Cura y auto-cura.
Voluntad y Libre Albedrío es ejercer la Libertad de Conciencia, son derechos inalienables del ser humano, para así lograr adelantar el Espíritu Encarnado.
http://soyespirita.blogspot.com/2014/02/voluntad-y-libre-albedrio-es-ejercer-la.html
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Te invito a compartir éste contenido con familiares y amigos, recuerda que el Espiritismo Verdadero se sostiene con los contenidos de los Libros Codificados por Allan Kardec, y es ahí que están todas las respuestas a las preguntas e incognitas de éstos temas... No son las conferencias de Chico Xavier, Divaldo Pereira Franco y los libros apócrifos de Emmanuel, André Luiz, Joanna de Ángelis, León Denís, y ningún otro Espiritualista del pasado, que hoy descubrimos por sus publicaciones en las redes sociales, que no predicaban Espiritismo Verdadero, que es Moralizador y Consolador al Mundo... sino que todo era Espiritualismo Religioso, Racionalista o Laico.
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