Sin necesidad de refutar la Redención de Pecados, con los Religiosos de fe ciega, y que el Espiritismo Verdadero no enseña, los Espíritus revelaron, que Jesús el nacido en Nazareth, no era un Redentor de Pecados, del hombre...
El Espiritismo demuestra en el Libro de Obras Póstumas, que Jesús no tenía que interceder, ni redimir pecados de nadie...
Veamos:
"Está también indicada la subordinación de Jesús por su misma calidad de mediador, que implica la existencia de una persona distinta. Él es quién intercede para con el Padre: Él es quién se ofrece en sacrificio para redimir los pecados. Pues bien, sí es el mismo Dios, o sí es igual a Dios en todo, no tiene necesidad de interceder, porque nadie intercede para consigo mismo."
Libro De Obras Póstumas de Allan Kardec.