Este articulo fue publicado en Brasil en el idioma Portugués,
y traducido al Español por Frank Montañez.
lunes, 18 de abril de 2016
El descubrimiento de Chico Xavier no es considerado
"santo"
El endiosamiento de Francisco Cándido Xavier tiene sus
aspectos insólitos que muestran cuánto el deslumbramiento religioso tiene sus
omisiones. Es extraño, por ejemplo, que su descubridor, el ex presidente de la
Federación "Espírita" Brasileña, Antonio Wantuil de Freitas, no tiene
la misma adoración.
Descubridor de Chico Xavier, Wantuil, como era conocido,
presidió la FEB durante casi treinta años. Fue el "mentor" terreno de
Chico Xavier, y trabajó para promover la fama y el prestigio del
"médium" minero.
Si Chico Xavier se convirtió en el ídolo adorado por los
brasileños, en una supuesta unanimidad que obligaría al dramaturgo Nelson
Rodrigues, una buena parte de responsabilidad se debe a Wantuil, al igual que
Roberto Marinho, de las Organizaciones Globo y Malcolm Mugger, periodista de la
BBC.
Todos ellos serían también "santos", si Chico
Xavier lo es. Serían igualmente "espíritus puros", Wantuil, Marino y
Muggeridge, y debían ser adorados porque ellos contribuyeron a la consagración
definitiva del "médium" de Pedro Leopoldo y Uberaba.
Wantuil, porque lanzó y condujo el mito de Chico Xavier,
antes un mero funcionario público que era católico y paranormal, y luego fue
promovido a un supuesto portavoz de personalidades del más allá de la tumba y
de anónimos ciudadanos brasileños.
Marino, porque las Organizaciones Globo, con su poder de
persuasión que alcanza, dependiendo del caso, hasta parte de los detractores de
esa corporación mediática, difundió y amplió el mito de Chico Xavier a través
de una propaganda religiosa disimulada de documental periodístico.
Muggeridge, de forma indirecta, porque el periodista
británico, católico fervoroso, creó los ingredientes de la mitificación
filantrópica y mesiánica que desarrolló para la Madre Teresa de Calcuta y que
fueron usados en Brasil para relanzar el mito de Chico Xavier.
Si Chico Xavier es considerado un "espíritu
puro", se esperaba que al menos Wantuil, que lo descubrió, recibiera la
misma adoración. Al final, él fue presidente de la FEB, cargo que otro dirigente
"santificado", el médico Adolfo Bezerra de Menezes, también ejerció.
Y vemos en Bezerra de Menezes la personificación
ideológica del "Papá Noel brasileño", en que el mito se sobrepuso al
hombre, en que fantasías ligadas al médico "espírita" impiden la
comprensión exacta de lo político, ya que el trabajo de parlamentario del dr.
Bezerra sólo es vagamente mencionado, él, que fue contemporáneo de Joaquim
Nabuco, de hartos datos biográficos.
¿Y por qué Wantuil no pudo ser considerado
"santo", en ese contexto de tanto deslumbramiento religioso? Él, en
casi tres décadas de actividad, lanzó libros, dio testimonios y lanzó frases,
se consideraba un "intelectual espírita", podría muy bien ser un
ídolo religioso tal cual su pupilo más famoso.
Y si Chico Xavier y Bezerra de Menezes ganaron narrativas
fantasiosas, en detrimento de biografías más realistas que faltan ser lanzadas
o relanzadas, Wantuil podría muy bien haber ganado narrativas fantasiosas,
deslumbradas, con historias fascinantes, relatos de "amor" y
"caridad".
Tal vez Wantuil no tuviera el carisma necesario para
tanto. Era el "capo" de la FEB, no siempre querido por sus pares.
Parecía un técnico que actuaba entre bastidores que alguien que pudiera ser un
mito religioso. Y tenía un poder concentrado que discriminaba las actuaciones
de las federaciones regionales.
Sin embargo, se cree que, en el valle-todo
"espírita", capaz de transformar fallecidos autores ateos en
supuestos predicadores religiosos, el mito de Wantuil podría muy bien ser
retrabajado para que él sea también considerado un "icono de la
fraternidad", el " "gran líder espírita", el "apóstol
brasileño de Jesús", el "legislador del amor" o algo parecido.
El hecho de que Wantuil, con toda la responsabilidad de
ser el "mentor" y "protector" terreno de Chico Xavier y el
idealizador de su mito, no haber recibido la misma adoración muestra lo que el
"espiritismo" presenta también sus omisiones, no fueran las
contradicciones infinitas de su contenido doctrinal. El deslumbramiento
religioso también es "selectivo".