En el Espiritismo, existimos para lograr vencer el
Orgullo y el Egoísmo.
en todas las existencias. Donald Trump, un político estadounidense, nominado a la candidatura a la Presidencia por el Partido Republicano o el Partido Conservador, y competir para ganar las elecciones de Estados Unidos para 8 de Noviembre del 2016.
En este momento que escribo este artículo, aparece en las encuestas por debajo de su rival política, Hillary Clinton, por más de 5% de los votos.
No soy político, ni me debo inmiscuir en la política, por mis convicciones con el Espiritismo, de MORAL o sea de bien común, y de respeto al libre pensar de todos.
Pero el caso de Donald Trump, es el ejemplo más acertado de una persona Egoísta, que miente, y siente mucho orgullo en decir que el ego, hace a una persona, no lucir como un estúpido, o un perdedor. "Hay que dominar el comportamiento basado en el Ego", porque eso es contrario al Espiritismo.
Es precisamente la descripción más fiel de lo que es el Egoísmo en el ser humano. Lo sorprendente del caso es, la cantidad de millones de personas que en Estados unidos piensan igual a él. Se llegará al 8 de noviembre a un Estados Unidos polarizado, casi el 50% desean que Donald Trump gane las elecciones. Desde el punto de vista Espírita, tener el 50% de las personas, incluyendo organizaciones religiosas evangélicas, mirar hacia el lado, en temas de mentiras y aceptar el EGOÍSMO como un comportamiento aceptable, es verdaderamente preocupante. ¿Dónde están los valores de los que no les interesa los valores que se sostienen en la verdad?
Pensar que el destino de un país, la mitad de la población piensa en el materialismo y no en los valores. La parte material de la fórmula del futuro, como nación, no puede ser tan volátil, como querer tener más cosas materiales, y sepultado lo espiritual, que debe tener de base el bien común.
Sin yo querer ser un adivino, el bien SIEMPRE, prevalece, no es dejar de pensar que su rival en la política, pueda ser perfecta, pero en caso de la rival de Donald Trump en estas elecciones, su caso con los errores cometidos en el manejo de sus correos privados y que afectaron su buen juicio, permitirán que aprendiera la lección de hacer las cosas incorrectas en lo oculto le exime, siempre se descubren, y esos errores se pagan,
No debe haber duda que ya ella aprendió la lección, y ha pagado por su error.
Ella sabe que esto le puede costar sus aspiraciones a ser la primera mujer en la historia a ser presidente de su país, a ser Presidente de Estados Unidos de América.
Otro indicio de una sociedad machista y discriminatoria, donde no se considera la igualdad del hombre y la mujer.
Bueno, estamos hablando que todos tienen algo oculto que deberán corregir en el transcurso de sus existencias. Nadie es perfecto, mientras encarna en cuerpos físicos, perecederos, pero el cometer errores, tiene sus costo en la vida. Cuando se ha llegado a un punto en que se decide por el uno o por el otro, deberíamos considerar al que se arrepiente y pide disculpas públicamente, o al que nunca se disculpa, y vive su vida mintiendo en todo lo que dice, y cree por su gran egoísmo, ser merecedor de que se le pase la mano a mentiras, agravios a los que no son conforme al modo de él ver la vida materialista. Y que todos olviden que también tiene un techo muy frágil de cristal.
A escasos 6 días, se decidirá quién será el próximo presidente de Estados Unidos de América, aunque he mencionado que el Ego es clave en uno de los candidatos, dicho por él mismo, no dejaré de pensar que el Bien Común deberia prevalecer, y no la inclusión del yo o el Ego.
En este video a continuación, expongo mi "Opinión Personal", aislada, de la que el Espiritismo no se responsabiliza. Donald Trump es mi ejemplo sobre lo que es el retrato de un Egoísta. No lo veo en términos políticos, sino en lo espiritual.
Nunca, ningún espiritu encarnado, logrará progreso Espiritual, mientras el Egoísmo lo domine.
Un "Espiritista Verdadero", nunca le pasará la mano, a la mentira, al comportamiento egoísta, por consiguiente al Materialismo profundo de las mentes egoístas. Los religiosos, han indicado que todos tienen derecho en arrepentirse de ser mentiroso, mitología, o egocentrismo, pero en este caso, no asoma por la ventana, ningún indicio de arrepentimiento. Sino de profundizar en seguir haciendo exclusiones y a lograr el trofeo del poder a cualquier precio, y eso incluye a cambiar de posiciones, sin importar los valores humanos.
ESO ME EXIME EN SER CONSIDERADO <UN POLÍTICO>, en mi posición a este tema.
En el Espiritismo, tenemos más que argumentos lógicos en relación al Egoísmo, pero el siguiente artículo, llamó mi atención, por la descripción explicita de un Egoísta y por supuesto, un materialista.
Este punto de vista me hace sentir que este artículo define lo lógico y razonable, y evalúa a un Egoísta. Ya eso es un indicio de cambio hacia lo espiritual que rechaza el Egoísmo, cuyo retrato es Donald Trump.
[ Jack Shafer ]
Trump de más de un narcisista, pero corta una franja extrañamente similar a través de la política del país como lo hizo George Wallace. Trump proyecta un sentido exagerado de su propia importancia, muestra fantasías de poder y brillantez, indica una creencia de que él es especial y digno de admiración , demuestra un sentido de derecho y la falta de empatía y actúa en, formas-todo despectivas altivos de los cuales describen el narcisista clásico. Wallace escribió la mayor parte del libro de jugadas que Trump está operando a partir de hoy. El último defensor de la segregación, Wallace agitaba a los estadounidenses en la política desde hace más de una década antes de que un supuesto asesino lo paralizó con dos balas en un acto de la campaña a presidente en mayo de 1972. Por su dificultad, Wallace fue tan despreciado por el establecimiento de su partido como Trump es por el GOP (Good old Party) ahora.
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Si se reunían Donald Trump por primera vez, ¿cuánto tiempo se va a llevar a discernir que es un fanfarrón , un Exagerado, un cajero de mentiras , un farolero , un agresor , una bestia cruel , un promotor de sí mismo y un narrador poco fiable?
¿Cuánto tiempo antes de que usted, también, fueron paginación a su copia del diagnóstico y estadístico Manual de los Trastornos Mentales y maravillado por la superposición entre los comportamientos de Trump y la definición de "trastorno de la personalidad narcisista", como escritora María Konnikova hizo recientemente?Trump proyecta un sentido exagerado de su propia importancia, muestra fantasías de poder y brillantez, indica una creencia de que él es especial y digno de admiración , demuestra un sentido de derecho y la falta de empatía y actúa en, formas-todo despectivas altivos de los cuales describen el narcisista clásico.
EGO-glotones siempre han gravitado hacia la afirmación de que las ofertas en la política.
Chris Christie, otro exagerado auto-agrandador, comparte muchas de las desviaciones psicológicas de Trump. Ted Cruz y Hillary Clinton resoplan con lo mejor de ellos, mientras que Carly Fiorina y Ben Carson vagan la tierra de auto-engaño. Pero sólo en Trump se hace el olor de la floración plena del narcisismo. Cuando se enfrentan a un narcisista en toda regla en la vida personal, la mayoría de nosotros pasa al otro extremo del cóctel. Pero el lugar de ese mismo narcisista en la vida política en el momento adecuado y algo más sucede con frecuencia: Al igual que un tenedor de sintonía, el candidato narcisista, despierta algo en el subconsciente de una masa considerable de los votantes, y como un grupo que responde positivamente a alguien que rechazarían si fueran a reunirse con él en la calle.
El recurso de Trump, como de Político, Ben Schreckinger escribió en agosto, que se asemeja a otro que "decia las cosas como candidato", es el ex gobernador demócrata del estado de Alabama, George Wallace , que se postuló para presidente en cuatro ocasiones entre 1964 y 1976.
Aunque no es el narcisista que Trump es, quién es una estrella, una celebridad de programas de realidad (Reality tv Shows) en programas televisivos de Estados Unidos, un multimillonario de estos programas de televisión , -Wallace escribió la mayor parte del libro de jugadas que Trump está operando a partir de hoy. El último defensor de la segregación, Wallace, que agitaba a los estadounidenses en la política, desde hace más de una década, antes de que un supuesto asesino lo paralizó con dos balas en un acto de la campaña para ser presidente en mayo de 1972.
Por su dificultad, Wallace fue tan despreciado por el establecimiento de su partido como Trump es por el GOP ahora. En 1964, durante la campaña presidencial, el senador de Maryland, Daniel Brewster llamado Wallace "un mentiroso profesional, un intolerante y un aspirante a dictador y un cierto enemigo de la Constitución de los Estados Unidos." Me parece que esto suena familiar.
Nunca muy carismático uno a uno, Wallace era un genio en aprovechar las inseguridades reales e imaginarios de sus constituyentes. En lugar de predicar su egolatría a la multitud como lo hace Trump, Wallace alimentaba y nutría su egolatría existente entre la multitud.
Wallace también presagiaba como Trump posicionandose a sí mismo como la persona ajena que se rebela contra "las élites", que, como es natural, incluidos los "medios de comunicación que distorsionan el mercado". (Trump aún tiene que atacar a los " de cabeza puntiaguda intelectuales" y " burócratas de maletín hasta los dientes " de Washington, pero no darles tiempo.) Wallace luchó contra el movimiento de derechos civiles mediante la movilización de los blancos contra los negros agraviados. Trump ofrece una voz similar a sus seguidores, la defensa de ellos sobre los inmigrantes que se han asentado aquí ilegalmente. Wallace, como Trump, utilizaba el, más simple y básico idioma en sus laberínticos discursos para hacer sus casos. Y ambos han confiado en su talento para el espectáculo para actuar como David del pueblo en contra del Goliat de Washington.
Escribir en la pizarra al final de septiembre de Jamelle Bouie utiliza de Jody Carlson 1981, en el libro de George C. Wallace y la política de la falta de poder equiparar la campaña Trump con las campañas de Wallace. Ambos hombres se consideron a sí mismos como una sola persona en bandas musicales, conforme á ningún partido o ideología. "La campaña de Wallace tenía el aire de una empresa pequeña, de trato personal", escribe Carlson. Del ego de Wallace, dijo un partidario, "Wallace no le gusta que nadie le eclipsara: Quiere ser la única estrella." Ambos candidatos prosperaron por el ordeño de la sensación de impotencia de sus seguidores. Pero hay aún más, la sabiduría de Wallace engendrado en-Trump de recoger directamente de la beca de Carlson. Wallace era, Carlson escribe, "un maestro en saber cómo se siente fuera y explotar el descontento." Wallace, como Trump, encantados con la presencia de provocadores en sus actos de campaña porque él era experto en la transformación de la multitud contra ellos. Al igual que Trump, se destacó en la explotación de los medios de comunicación, como es sabido de pie delante de la puerta de la escuela, salvo la integración en la Universidad de Alabama en el verano de 1963 y dando un discurso de cinco minutos para las cámaras de televisión. Horas más tarde, Wallace presentó a las órdenes presidenciales, pero lo que recordaban a sus seguidores era su desafío. Cuando Trump se niega a disculparse por sus malos modales, corregir sus errores abundantes, o inclinarse ante nadie, él está haciendo eco de Wallace. Cuando Trump envía encima de su oposición con un golpe o una broma, añade un guiño o saber inclinación de cabeza, tal como lo hizo Wallace. Internacionalizar nuestra comparación, pensar en Trump como un americano , Vladimir Putin, otro "a mi manera o la carretera " de máximo líder. Acciones de Trump con Putin una profunda sensibilidad nacionalista, y la capacidad de reproducir el payaso malo. ¿Injusto? Yo creo que no. Hoy en día, Trump se alineó con Putin en llamar a Turquía un aliado del Estado Islámico. Wallace nunca llegó cerca de ganar la nominación presidencial de su partido, por lo que si el pasado es prólogo, no debemos esperar que Trump para llevar los colores del GOP en la convención republicana. Foráneos como Trump y Wallace, libre de las sutilezas políticas habituales, pueden hacer una gran muestra de ello durante meses, pero con el tiempo la disciplina de partido entra en acción para movilizar a los votantes en una dirección más ortodoxo, dejando el ególatra única posible victoria el papel de alerón . Si se estima que la mayor parte de la ayuda de Wallace como un tercer candidato en 1968 se produjo a expensas de la pizarra Democrática, fue responsable de la elección de Richard Nixon. ¿Quién de nosotros se sorprendería si Trump sacó la misma estrategia muertos-Ender con una candidatura a terceros de su propia campaña de esta temporada? Dicha entrada en la carrera sería el candidato republicano rótula y hacer un regalo de la elección de Hillary Clinton. No apueste contra él, como lo hace. El verdadero ególatra nunca se rinde.
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El verdadero ególatra nunca se rinde...
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