El Espiritismo enseña a no aceptar las Manifestaciones de Espiritus (Libro de los Mediums, ítem 269)...
El siguiente es el enlace de éste contenido sobre el tema de las Manifestaciones Espontáneas, prohibidas en el Espiritismo Verdadero Moralizador y el Consuelo de los afligidos al Mundo...
Manifestaciones Espontáneas son prohibidas en las sesiones Mediumnicas, también. El Libro de Los Médiums Segunda Parte – Capítulo XXV item #269, dice.
Los Espíritus pueden comunicarse en forma espontánea, o bien en respuesta a nuestro llamado, es decir, presentándose mediante la evocación. Algunas personas piensan que no debemos evocar a ningún Espíritu, sino que es preferible esperar la llegada de cualquiera que desee comunicarse. Se basan en la opinión de que, cuándo llamamos a un Espíritu determinado, no podemos tener la certeza de que sea él mismo quién se presenta, mientras que aquél que acude espontáneamente, por su propia iniciativa, prueba mejor su identidad, puesto que de ése modo manifiesta el deseo que tiene de conversar con nosotros. Por nuestra parte, opinamos que eso es un error.
Primero, porque siempre estamos rodeados de Espíritus, la mayoría de las veces de condición inferior, que no desean otra cosa que comunicarse.
En segundo lugar, y precisamente por esa razón, el hecho de que no llamemos a ningún Espíritu en particular equivale a abrir la puerta a todos los que quieran entrar. En una asamblea, no ceder la palabra a nadie implica dejarla libre a cualquiera, y se sabe lo que de ahí puede resultar. El llamado directo que se hace a un Espíritu determinado establece un vínculo entre él y nosotros. Lo convocamos porque es nuestro deseo, y de ese modo oponemos una especie de barrera a los intrusos. Sí no existiera un llamado directo, la mayoría de las veces un Espíritu no tendría motivo alguno para acercarse a nosotros, a menos que fuera nuestro Espíritu familiar.
¿Cuales son las Manifestaciones Espontáneas de las que te debes cuidar?
Son cuándo sientas que muevan cosas, que sientas que ves sombras, que sientes que te tocan, apariciones, influencias extrañas, Obsesiones Subyugantes, tristezas, depresión, malestares en tú cuerpo, pensamientos suicidas, discusiones sin motivo con tú pareja o tus hijos, en fin todo lo que tú no seas que ocurra, amarres, hechizos, brujerías, conjuros. Todo éso son manifestaciones de Malos Espíritus, NO EVOLUCIONADOS que debes rechazar con severidad, y con tú VOLUNTAD, pues seria muy facil verte involucrado en una Obsesion Subyugante, perjudicial.Por lo tanto permitir que espíritus inferiores e impuros, se manifiesten sin permiso, puede ser una garantía de que el Espiritismo que dice ser, no lo es. Es apropiado advertirles que ésas comunicaciones no aportan nada, y no son apropiadas en cuánto a las Evocaciones de Espíritus.
Los Espíritus que se manifiestan espontáneamente,
no les importa introducirse sin permiso, y violan el libre albedrío de los demás. Irrumpen en las reuniones sin permiso la mayoría de las veces. Que lo que hacen es imponer sus criterios sin
que se les haya autorizado. Ésteccomportamiento es caracteristico a Malos Espíritus.
Los Espiritualistas Religiosos, aceptaron una comunicación del Espíritu Ismael en el año de 1888, dónde este Espíritu se contradijo con las enseñanzas del Espiritismo, y les indicó a los que lo escucharon y lo convirtieron en una regla de los Espiritualistas, siendo ésa manifestacion Espontánea una "Opinión Personal", aislada, que el Espiritismo no se responsabilizaría.
Los Espiritualistas Religiosos, aceptaron una comunicación del Espíritu Ismael en el año de 1888, dónde este Espíritu se contradijo con las enseñanzas del Espiritismo, y les indicó a los que lo escucharon y lo convirtieron en una regla de los Espiritualistas, siendo ésa manifestacion Espontánea una "Opinión Personal", aislada, que el Espiritismo no se responsabilizaría.
Debo mencionar que en Brasil, los seguidores de Chico Xavier y Divaldo Pereira Franco, con la ayuda de la Federación Espirita de Brasil FEB, y la Federación Espirita de España FEE, patrocinan al Espiritu Falso llamados Ismael, que en el año de 1888, les habló a la Federación Espirita de Brasil FEB, indicando que las Manifestaciones Espontaneas eran correctas y había que aceptarlas. ¡CUIDADO" Esto no es lo que enseña Espiritismo Verdadero.
¡Cuidado a los que están desarrollando su mediúmnidad que por inexperiencia pueda caer obsesionado con un Espíritu que sea evocado sin tomar las debidas precauciones…!
- ISMAEL- "Ángel" Ismael habría sido el autor intelectual de Espiritolicismo en Brasil. Sábado, 07 de junio 2014. http://soyespirita.blogspot.com/2016/03/angel-ismael-habria-sido-el-autor.html
- Ismael seria el Espiritu Mentor de Brasil. http://dossieespirita.blogspot.com/2014/06/anjo-ismael-teria-sido-o-mentor-do.html
- Manifestaciones Espontáneas son prohibidas en el Espiritismo. https://soyespirita.blogspot.com/2018/09/manifestaciones-espontaneas-son.html
¡Cuidado a los que están desarrollando su mediúmnidad que por inexperiencia pueda caer obsesionado con un Espíritu que sea evocado sin tomar las debidas precauciones…!
Libro de los Médiums, artículos #211, #212
#211, (…) El primer punto consiste en que el médium, animado de fe sincera, se coloque bajo la protección de Dios y solicite la asistencia de su ángel de la guarda, pues ése Espíritu siempre es bueno. En cambio, los Espíritus familiares, dado que simpatizan con las cualidades del Médium, tanto sí son buenas como sí son malas, pueden ser frívolos o incluso malos.#212. Así como es importante que el médium no caiga –sin proponérselo–bajo la dependencia de los Espíritus malos, más importante todavía es que no se someta a ellos voluntariamente. Un deseo incontrolable de escribir no debe hacerle creer que da lo mismo dirigirse al primer Espíritu que aparezca, en la suposición de que, si no le conviene, podrá desembarazarse de él más tarde. Sea cual fuere la razón, no se solicita impunemente la asistencia de un Espíritu malo, pues él puede exigir un pago muy alto por sus servicios. Algunas personas, impacientes con el desarrollo de sus facultades mediúmnicas, que a su juicio era muy lento, tuvieron la idea de pedir la ayuda de un Espíritu cualquiera, aunque fuese malo, suponiendo que podrían despedirlo inmediatamente después. Muchos recibieron la asistencia que anhelaban, y escribieron enseguida. Pero el Espíritu evocado, sin preocuparse por el hecho de que lo hubieran convocado a falta de algo mejor, se mostró menos dócil a la hora de irse que a la de llegar. Conocemos algunas personas que, por la presunción de considerarse suficientemente fuertes para apartarlos a voluntad, fueron castigadas con años de obsesiones de todo tipo, con las más ridículas mistificaciones, con una fascinación persistente, y hasta con desgracias materiales y las más crueles decepciones. El Espíritu, al principio, se mostró abiertamente malo, y después actuó con hipocresía, a fin de que se creyera en su conversión, o en el pretendido poder de su subyugado para expulsarlo cuando quisiera.
Comunicaciones Espontaneas
Consideraciones generales
Libro de Los Médiums
Segunda Parte –
Capítulo XXV
# 269. Los
Espíritus pueden comunicarse en forma espontánea,
o bien en respuesta a nuestro llamado, es decir, presentándose
mediante la evocación. Algunas personas piensan que no debemos
evocar a ningún Espíritu, sino que es preferible esperar la llegada de
cualquiera que desee comunicarse. Se basan en la opinión de que, cuándo
llamamos a un Espíritu determinado, no podemos tener la certeza de que sea él
mismo quien se presenta, mientras que aquel que acude espontáneamente, por su
propia iniciativa, prueba mejor su identidad, puesto que de ese modo manifiesta
el deseo que tiene de conversar con nosotros. Por
nuestra parte, opinamos que eso es un error. Primero, porque
siempre estamos rodeados de Espíritus, la mayoría de las veces de condición
inferior, que no desean otra cosa que comunicarse. En segundo lugar, y
precisamente por esa razón, el hecho de que no llamemos
a ningún Espíritu en particular equivale a abrir la puerta a todos los que
quieran entrar. En una asamblea, no ceder la palabra a nadie implica dejarla
libre a cualquiera, y se sabe lo que de ahí puede resultar. El llamado directo
que se hace a un Espíritu determinado establece un vínculo entre él y nosotros.
Lo convocamos porque es nuestro deseo, y de ese modo
oponemos una especie de barrera a los intrusos. Si no existiera
un llamado directo, la mayoría de las veces un Espíritu no
tendría motivo alguno para acercarse a nosotros, a menos que fuera nuestro Espíritu familiar.
Ambas maneras de
actuar tienen sus ventajas, y el único inconveniente radicaría en que alguna de
ellas fuera excluida de manera absoluta. Las
comunicaciones espontáneas no acarrean ningún inconveniente si mantenemos el
control de los Espíritus y estamos seguros de que los malos no lograrán
dominarnos.
En ese caso, por
lo general es útil aguardar la buena voluntad de los que están dispuestos a
manifestarse, porque su pensamiento no sufre ninguna presión, y de esa manera
se pueden obtener cosas admirables. En cambio, puede suceder que el Espíritu a quien
se llama no esté dispuesto a hablar, o no sea capaz de hacerlo en el sentido
deseado. El análisis escrupuloso que hemos aconsejado
es, además, una garantía contra las malas comunicaciones.
En las reuniones
regulares, sobre todo en aquellas en las que se realiza un trabajo continuado,
siempre hay Espíritus habituados a concurrir sin que se los llame, justamente
porque están prevenidos a causa de la regularidad de las sesiones. A menudo
toman la palabra de manera espontánea, para tratar un tema cualquiera,
desarrollar una proposición o prescribir lo que se debe hacer, en cuyo caso son
fácilmente reconocibles, sea por la forma del lenguaje, que es siempre
idéntico, sea por la escritura, o bien por ciertos hábitos que les son
peculiares.
# 270. Cuándo
deseamos entrar en comunicación con un Espíritu determinado, es absolutamente
necesario que lo evoquemos (Véase el § 203). Sí ése Espíritu puede venir, la
respuesta
generalmente es Sí, o Estoy aquí, o también: ¿Qué queréis
de mí?
Otras veces, entra directamente en tema respondiendo por
anticipado a las preguntas que nos proponíamos hacerle.
Cuando se evoca a un Espíritu por primera vez, conviene designarlo
con cierta precisión. En las preguntas que le hacemos, corresponde
evitar las fórmulas bruscas e imperativas, que constituirían para él un motivo
de alejamiento.
Las fórmulas
empleadas deben ser afectuosas o respetuosas,
según el Espíritu, y en todos los casos el evocador debe dar muestra de benevolencia.
# 271. Muchas
veces es sorprendente la celeridad con que un Espíritu evocado se presenta,
incluso desde la primera vez. Se diría que estaba prevenido de que lo
evocaríamos y, de hecho, eso es lo que sucede cuando tenemos previamente la
intención de hacerlo. Esa intención es una especie de evocación anticipada, y
como siempre tenemos a nuestros Espíritus familiares, que se identifican con nuestro
pensamiento, ellos preparan el camino para que, si no surge ningún obstáculo,
el Espíritu al que deseamos llamar ya se encuentre presente en el momento de la
evocación. En caso contrario, quien va a buscarlo es el Espíritu familiar del
médium, o el del interrogador, o incluso el de uno de los que frecuentan las reuniones,
y para eso no necesita mucho tiempo. Si el Espíritu evocado no puede acudir de inmediato, el mensajero –los
paganos dirían Mercurio– establece un plazo, a veces de cinco minutos, un cuarto
de hora, una hora y hasta de varios días. Cuando el Espíritu llega, el
mensajero dice: Aquí está. Entonces podemos comenzar a hacerle las preguntas
que queramos.
El mensajero no
siempre es un intermediario indispensable, pues el Espíritu puede oír directamente
el llamado del evocador, conforme está explicado en el § 282, pregunta 5, que
trata acerca del modo en que se transmite el pensamiento.
Cuando
recomendamos que la evocación se haga en el nombre de Dios, confiamos en que nuestra
recomendación sea tomada con seriedad, no a la ligera. Quienes apenas vean en eso
el empleo de una fórmula sin consecuencia, será mejor que se abstengan.
# 272. A menudo,
las evocaciones ofrecen a los médiums más dificultades que los dictados
espontáneos, especialmente cuando se trata de obtener respuestas precisas a
preguntas detalladas.
Para éso se
requieren médiums especiales, flexibles y positivos a la vez. Ya hemos visto
(en el § 193) que esos médiums son bastante raros, porque, según dijimos, las
relaciones fluídicas no siempre se establecen, de manera instantánea, con el
primer Espíritu que se presenta. Conviene, pues, que los médiums sólo se
entreguen a las evocaciones minuciosas después de que estén seguros del desarrollo de sus facultades, así como de la
naturaleza de los Espíritus que los asisten, pues en aquéllos médiums que están
mal acompañados las evocaciones no pueden reunir ningún carácter de autenticidad.
# 273. Por lo
general, a los médiums se los busca mucho más para las evocaciones de interés privado
que para las comunicaciones de interés general. Ésto se explica por el muy
natural deseo que todos tenemos de conversar con los seres que nos son
queridos. Al respecto, consideramos que es preciso hacer varias recomendaciones
importantes a los médiums. En primer término, que sólo respondan a ese deseo
con mucha reserva cuando se trate de personas de cuya sinceridad no estén completamente seguros, y que estén precavidos
contra las trampas que personas malintencionadas podrían tenderles.
En segundo
término, que no se presten a ésas evocaciones bajo ningún pretexto si perciben
que el objetivo es la curiosidad o el interés, y no una intención seria de
parte del evocador. Además, que se nieguen a hacer preguntas improductivas o
que excedan el ámbito de las que racionalmente se pueden dirigir a los
Espíritus. Las preguntas deben ser formuladas con claridad y precisión, sin
segundas intenciones, a fin de que se obtengan respuestas categóricas. Por consiguiente,
es necesario descartar todas las preguntas que tengan carácter insidioso,
porque sabemos que a los Espíritus no les satisfacen aquellas cuyo objetivo es
ponerlos a prueba. Insistir en preguntas de esa naturaleza significa que uno
mismo busca ser engañado. El evocador debe dirigirse con franqueza y
abiertamente a su objetivo, sin subterfugios ni rodeos. Si teme ser explícito,
será mejor que se abstenga.
También es
conveniente actuar con mucha prudencia cuando se hacen evocaciones sin que
estén presentes las personas que las han solicitado, e incluso muchas veces es preferible
no hacerlas en esos casos, dado que solamente esas personas están en
condiciones de analizar las respuestas, juzgar acerca de la identidad del
Espíritu que se comunica, pedir aclaraciones si fuera necesario, y formular las
preguntas adicionales que las circunstancias requieran.
Además, su presencia
constituye un lazo que atrae al Espíritu, que por lo general se halla poco
dispuesto a comunicarse con extraños, que no le inspiran ninguna simpatía.
El médium, en
una palabra, debe evitar todo aquello que pueda convertirlo en un agente de
consultas, puesto que, desde el punto de vista de muchas personas, eso equivale
a actuar como un decidor de la buenaventura.
Contradicciones
y Mistificaciones
Mistificaciones
303. Si bien es desagradable equivocarse, peor
todavía es ser objeto de una mistificación. Por otra parte, se trata de uno de
los inconvenientes de los que resulta más fácil preservarse. Los medios para
frustrar las tretas de los Espíritus embusteros ya han sido expuestos en las
instrucciones precedentes, razón por la cual poco agregaremos al respecto.
Veamos las respuestas que nos han dado los Espíritus en relación con el tema:
1. Las mistificaciones son uno de los escollos
más desagradables del espiritismo práctico. ¿Existe algún medio para
preservarnos de ellas?
“Me parece que podéis hallar la respuesta en todo lo que se os ha enseñado. En efecto, hay un medio sencillo para preservarse: no pedir al espiritismo más de lo que puede y debe daros. Su objetivo es el mejoramiento moral de la humanidad. Mientras no os apartéis de ese objetivo, nunca seréis engañados, pues no existen dos maneras de comprender la verdadera moral, aquella que todo hombre provisto de buen sentido puede admitir.
”Los Espíritus acuden a instruiros y a guiaros en el camino del bien, y no en el de los honores y las riquezas, como tampoco acuden para servir a vuestras pasiones mezquinas. Si nunca se les pidiera nada fútil, o que exceda sus atribuciones, nadie daría acceso a los Espíritus embusteros. De ahí debéis inferir que sólo es objeto de mistificación aquel que lo merece.
”El rol de los Espíritus no consiste en informaros acerca de las cosas de vuestro mundo, sino en guiaros con seguridad en aquello que os pueda ser útil para el otro. Cuando os hablan de las cosas de la Tierra es porque lo juzgan necesario, y no porque vosotros lo pedís. Si consideráis a los Espíritus como sustitutos de los adivinos y los hechiceros, sin duda seréis engañados.
”Si los hombres no tuvieran más que dirigirse a los Espíritus para saberlo todo, ya no poseerían libre albedrío, y se apartarían del camino que Dios ha trazado a la humanidad. El hombre debe actuar por sí mismo. Dios no envía a los Espíritus para que le allanen la ruta material de la vida, sino para prepararles la del porvenir.”
[1a] – Pero hay personas que, aunque no pregunten nada, son engañadas de manera infame por Espíritus que se presentan en forma espontánea, sin que se los haya llamado.
“No preguntan nada, pero dejan que se les hable, lo que viene a ser lo mismo. Si recibieran con reserva y desconfianza todo lo que se aparta del objetivo esencial del espiritismo, los Espíritus frívolos no las convertirían en sus víctimas con tanta facilidad.”
“Me parece que podéis hallar la respuesta en todo lo que se os ha enseñado. En efecto, hay un medio sencillo para preservarse: no pedir al espiritismo más de lo que puede y debe daros. Su objetivo es el mejoramiento moral de la humanidad. Mientras no os apartéis de ese objetivo, nunca seréis engañados, pues no existen dos maneras de comprender la verdadera moral, aquella que todo hombre provisto de buen sentido puede admitir.
”Los Espíritus acuden a instruiros y a guiaros en el camino del bien, y no en el de los honores y las riquezas, como tampoco acuden para servir a vuestras pasiones mezquinas. Si nunca se les pidiera nada fútil, o que exceda sus atribuciones, nadie daría acceso a los Espíritus embusteros. De ahí debéis inferir que sólo es objeto de mistificación aquel que lo merece.
”El rol de los Espíritus no consiste en informaros acerca de las cosas de vuestro mundo, sino en guiaros con seguridad en aquello que os pueda ser útil para el otro. Cuando os hablan de las cosas de la Tierra es porque lo juzgan necesario, y no porque vosotros lo pedís. Si consideráis a los Espíritus como sustitutos de los adivinos y los hechiceros, sin duda seréis engañados.
”Si los hombres no tuvieran más que dirigirse a los Espíritus para saberlo todo, ya no poseerían libre albedrío, y se apartarían del camino que Dios ha trazado a la humanidad. El hombre debe actuar por sí mismo. Dios no envía a los Espíritus para que le allanen la ruta material de la vida, sino para prepararles la del porvenir.”
[1a] – Pero hay personas que, aunque no pregunten nada, son engañadas de manera infame por Espíritus que se presentan en forma espontánea, sin que se los haya llamado.
“No preguntan nada, pero dejan que se les hable, lo que viene a ser lo mismo. Si recibieran con reserva y desconfianza todo lo que se aparta del objetivo esencial del espiritismo, los Espíritus frívolos no las convertirían en sus víctimas con tanta facilidad.”
303.2. Libro de los Mediums: ¿Por qué Dios permite que personas
sinceras, que aceptan el espiritismo de buena fe, sean engañadas? ¿No podría
eso tener el inconveniente de hacer que su creencia vacile?
“Si su creencia vacila por eso, entonces su fe no es demasiado sólida. Los que renuncian al espiritismo por una simple contrariedad, demuestran que no lo han comprendido ni se han dedicado a su aspecto serio. Dios permite las mistificaciones para poner a prueba la perseverancia de los verdaderos adeptos, así como para castigar a los que hacen del espiritismo un objeto de entretenimiento.”
“Si su creencia vacila por eso, entonces su fe no es demasiado sólida. Los que renuncian al espiritismo por una simple contrariedad, demuestran que no lo han comprendido ni se han dedicado a su aspecto serio. Dios permite las mistificaciones para poner a prueba la perseverancia de los verdaderos adeptos, así como para castigar a los que hacen del espiritismo un objeto de entretenimiento.”
EL ESPÍRITU DE VERDAD
OBSERVACIÓN – La astucia de los Espíritus mistificadores a veces supera todo lo imaginable. El arte con que apuntan sus baterías y combinan los medios de persuasión sería un hecho curioso si sólo consistiera en hacer algunas bromas inocentes. Sin embargo, las mistificaciones pueden tener consecuencias desagradables para aquellos que no tomen sus precauciones. Estamos contentos de haber podido abrir a tiempo los ojos de muchas personas que nos solicitaron consejo, y de haberles ahorrado acciones ridículas y comprometedoras. Entre los medios que esos Espíritus emplean, hay que incluir en primer lugar, por ser de los más frecuentes, los que tienen el objetivo de tentar la codicia, como la revelación de presuntos tesoros ocultos, el anuncio Contradicciones y de herencias u otras fuentes de riqueza. Además, deben considerarse sumamente sospechosas las predicciones con fecha determinada, así como todas las indicaciones concretas relativas a intereses materiales. Es preciso abstenerse de aquellas acciones prescritas o aconsejadas por los Espíritus, toda vez que sus fines no sean eminentemente racionales. Nunca hay que dejarse deslumbrar por los nombres que los Espíritus adoptan para dar una apariencia de verdad a sus palabras. Es necesario desconfiar de las teorías y los sistemas científicos arriesgados y, por último, de todo lo que se aparte del objetivo moral de las manifestaciones. Llenaríamos un volumen curiosísimo con la historia de todas las mistificaciones que han llegado a nuestro conocimiento.
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Libro
de Obras Póstumas y las Manifestaciones de los Espíritus.
Carácter
y Consecuencias Religiosas de las Mismas
Preliminares
1. Las
almas o Espíritus de los que han vivido constituyen el mundo invisible que
puebla el espacio y en medio del cual vivimos. De aquí resulta que desde que existen
hombres, existen Espíritus, y que si éstos tienen el poder de manifestarse, han
debido hacerlo en todas las épocas. Así lo patentizan la historia y las
religiones de todos los pueblos. En estos últimos tiempos, empero, las
manifestaciones de los Espíritus han adquirido un gran desenvolvimiento y un
carácter de mayor autenticidad, porque estaba en las miras de la Providencia
poner término a la plaga de la incredulidad y del materialismo con pruebas
evidentes, permitiendo a los que han dejado la tierra, venir a atestiguar su
existencia y revelar su situación feliz o desgraciada.
2.
Viviendo el mundo visible en medio del invisible, con el que está en perpetuo
contacto, resulta que incesantemente reacciona el uno con el otro. Esta reacción
es origen de una multitud de fenómenos que se han considerado como sobrenaturales
por ignorarse su causa.
La acción
del mundo invisible sobre el visible y viceversa, es una de las leyes, una de
las fuerzas de la naturaleza, necesaria a la armonía universal como la ley de
atracción; si cesara de funcionar se perturbaría la armonía, como si se
separase una rueda de las de un mecanismo.
Estando
semejante acción fundada en una ley de la naturaleza, se deduce que todos los
fenómenos por ella producidos, nada tienen de sobrenaturales. Sólo han parecido
tales, porque no se conocía su causa, como así ha sucedido con ciertos efectos
de la electricidad, de la luz, etc.
3. Todas
las religiones tienen por base la existencia de Dios y por objeto el porvenir
del hombre después de la muerte. Este porvenir, que es para el hombre de
capital interés, está necesariamente enlazado con la existencia del mundo invisible.
Por esta razón, el conocimiento de semejante mundo ha sido en todo tiempo
objeto de las investigaciones y preocupaciones de aquel. Su atención ha sido
naturalmente atraída hacia los fenómenos que tienden a probar la existencia del
mundo invisible, y no los había más concluyentes que los de la manifestación
de los Espíritus, por cuyo medio sus mismos
habitantes revelaban su existencia.
He aquí porque,
los tales fenómenos han constituido la base de la mayor parte de los dogmas de
todas las religiones.
4.
Teniendo naturalmente el hombre intuición de un poder superior, ha sido inducido,
en todos los tiempos, a atribuir a su acción directa, los fenómenos cuya causa
le era desconocida, y que eran para él prodigios y efectos sobrenaturales.
Esta
tendencia es considerada por los incrédulos como consecuencia del apego del
hombre a lo maravilloso, pero no inquieren la causa de tal apego, que reside sencillamente
en la intuición mal definida de un orden de cosas extra corporal. Con el
progreso de la ciencia y el conocimiento de las leyes de la naturaleza, esos fenómenos
han pasado poco a poco del dominio de lo maravilloso, al de los efectos naturales,
de tal modo, que lo que en otro tiempo parecía sobrenatural, no lo es en la actualidad,
y lo que hoy lo es, no lo será mañana.
Los
fenómenos que dependen de la manifestación de los Espíritus, han
debido proporcionar, por su misma naturaleza, un
abundante contingente a los hechos tenidos por maravillosos; pero había de
llegar un tiempo en que, siendo conocida la ley que los rige, entrarían, como
los otros, en el orden de los hechos naturales. Ha llegado el tiempo y, dando a
conocer semejante ley, el Espiritismo ofrece la clave de la mayor parte de los
pasajes incomprensibles de las sagradas Escrituras que a él hacen alusión y de
los hechos considerados como milagrosos.
5. El
carácter del hecho milagroso, es el de ser insólito y excepcional, es una derogación
de las leyes de la naturaleza. Desde el momento en que un fenómeno se produce
en condiciones idénticas, es porque está sometido a una ley y no es milagroso.
Esta ley puede ser desconocida, pero no deja por ello de existir; el tiempo se
encarga de darla a conocer.
El
movimiento del sol, o mejor de la tierra, detenido por Josué, sería un verdadero
milagro, porque fuera una derogación manifiesta a la ley que rige el movimiento
de los astros; pero si el hecho pudiera reproducirse en condiciones dadas,
sería porque estaba sometido a una ley y dejaría, por consiguiente, de ser milagroso.
6. Sin
razón, se sobrecoge la Iglesia al ver que se estrecha el circulo de los hechos
milagrosos, puesto que Dios prueba mejor su grandeza y poderío por el admirable
conjunto de sus leyes, que por algunas infracciones de las mismas, tanto más
cuanto que ella atribuye al demonio el poder de hacer prodigios, lo que implicaría
que, pudiendo el demonio interrumpir el curso de las leyes divinas, sería tan
poderoso como Dios.
Atreverse
a decir que el Espíritu del mal, puede suspender la acción de las leyes de
Dios, es una blasfemia y un sacrilegio.
La religión, lejos de perder su autoridad,
porque hechos tenidos por milagrosos pasen al orden de los hechos naturales,
no puede menos que ganar.
Ante todo,
porque si un hecho es tenido sin razón por milagroso, es un error y la religión
no puede dejar de perder, apoyándose en un error, sobre todo si se obstina en
mirar como un milagro lo que no lo es. En segundo lugar, no admitiendo muchas personas
la posibilidad de los milagros, niegan los hechos reputados milagrosos, y por
consiguiente, la religión que en ellos se apoya. Si, por el contrario, la posibilidad
de tales hechos es demostrada como consecuencia de las leyes naturales, no hay
lugar a rechazarlos, como tampoco a la religión que los proclama.
7. Los
hechos evidenciados por la ciencia de un modo perentorio, no pueden ser
impugnados por ninguna creencia religiosa contraria. La religión no puede menos
de ganar en autoridad, siguiendo el progreso de los conocimientos científicos,
y de perder, quedándose rezagada o protestando contra esos mismos conocimientos
en nombre de los dogmas; porque ninguno de estos podrá prevalecer contra las
leyes de la naturaleza ni anularlas. Un dogma, fundado en la negación de una
ley de la naturaleza, no puede ser expresión de la verdad.
El
Espiritismo, fundado en el conocimiento de las leyes no comprendidas hasta ahora,
no viene a destruir los hechos religiosos, sino a sancionarlos, dando de ellos
una explicación racional. Solo viene a destruir las falsas consecuencias que
han sido deducidas a causa de la ignorancia de aquellas leyes o de su errónea interpretación.
8.
Induciendo al hombre la ignorancia de las leyes de la naturaleza a buscar causas
fantásticas a los fenómenos que no comprende, es el origen de las ideas supersticiosas,
de las que son algunas debidas a los fenómenos espiritistas mal comprendidos.
El conocimiento de las leyes que los rigen, destruye las ideas supersticiosas,
reduciendo las cosas a su realidad y demostrando el límite de lo posible.
1. El Periespíritu -
Principio de las Manifestaciones
9. Los
Espíritus, según hemos dicho, tienen un cuerpo fluídico al que se da el nombre
de periespíritu. Su sustancia es tomada en el fluido universal o cósmico, que
lo forma y alimenta, como el aire forma y alimenta el cuerpo material del hombre.
El periespíritu es más o menos etéreo según los mundos y el grado de depuración
del Espíritu. En los mundos y en los Espíritus inferiores, su naturaleza es más
grosera y se acerca mucho a la materia bruta.
10. En la
encarnación, el Espíritu conserva su periespíritu, que es el órgano de
transmisión de todas las sensaciones. Para las que vienen del exterior, puede decirse
que el cuerpo recibe la impresión, el periespíritu la transmite, y el Espíritu,
el ser sensible e inteligente, la siente. Cuando el acto parte de la iniciativa
del Espíritu, puede decirse que este quiere, el periespíritu transmite y el
cuerpo ejecuta.
11. El
periespíritu no está encerrado en los límites del cuerpo como en una caja. Por
su naturaleza fluídica es expansible; irradia al exterior y forma alrededor del
cuerpo una especie de atmósfera, que el pensamiento y la fuerza de voluntad pueden
extender más o menos. De aquí se sigue, que personas que no están en contacto
corporal, pueden estarlo por medio del periespíritu y transmitirse, aún a pesar
suyo, las impresiones y a veces hasta la intuición de sus pensamientos.
12. Siendo
el periespíritu uno de los elementos constitutivos del hombre, desempeña un
papel importante en todos los fenómenos psicológicos, y hasta cierto punto en
los fisiológicos y patológicos. Cuando las ciencias médicas tomen en
consideración la influencia del elemento espiritual en la economía, habrán dado
un gran paso y nuevos horizontes se abrirán ante ellas; muchas causas de las enfermedades
serán explicadas entonces y se encontrarán poderosos medios de
combatirlas.
13. Por
medio del periespíritu obran los Espíritus sobre la materia inerte y producen
los diferentes fenómenos de las manifestaciones. Su naturaleza etérea, no
podría ser obstáculo para ello, puesto que se sabe que los más poderosos motores
se hallan en los fluidos más rarificados y en los imponderables. No hay, pues,
que maravillarse de ver que con ayuda de semejante palanca, los Espíritus producen
ciertos efectos físicos, tales como golpes y ruidos de toda clase; elevación,
transporte, lanzamiento de objetos en el espacio, etc. Para explicarse esto,
ninguna necesidad hay de acudir a lo maravilloso a los efectos sobrenaturales.
14.
Obrando los Espíritus sobre la materia, pueden manifestarse de
muchas maneras diferentes: por medio de efectos
físicos, tales como los ruidos y movimientos de objetos; por la transmisión del
pensamiento, por la vista, el oído, la palabra, el tacto, la escritura, el
dibujo, la música, etc., en una palabra, por todos los medios que pueden servir
para ponerles en relación con los hombres.
15. Las
manifestaciones de los Espíritus pueden ser espontáneas o provocadas. Las
primeras tienen lugar inopinadamente y de improviso; con frecuencia se producen
en las personas más extrañas a las ideas espiritistas. En ciertos casos y bajo
la acción de ciertas circunstancias, las manifestaciones pueden ser provocadas
por la voluntad, bajo la influencia de las personas dotadas al efecto de
facultades especiales.
Las
manifestaciones espontáneas han tenido lugar en todas las épocas y países. Sin
duda alguna el medio de provocarlas era también conocido en la antigüedad, pero
constituía el privilegio de ciertas castas que no lo revelaban más que a
escasos iniciados bajo rigurosas condiciones, ocultándolo al vulgo a fin de dominarlo
con el prestigio de una fuerza oculta. Se ha perpetuado, empero, a través de
las edades, hasta nosotros, en algunos individuos; pero desfigurado casi siempre
por la superstición o confundido con las prácticas ridículas de la magia, lo que
había contribuido a desacreditarlo. Hasta entonces, no habían pasado de ser gérmenes
plantados aquí o allá. La Providencia había reservado a nuestra época el conocimiento
completo y la vulgarización de esos fenómenos, para purificarlos de la mala
liga y hacerlos servir en pro del mejoramiento de la humanidad, en disposición
hoy de comprenderlos y deducir sus consecuencias.
2. Manifestaciones visuales
16. Por su
naturaleza y estado normal el periespíritu es invisible, lo que tiene de común
con una porción de fluidos que sabemos que existen y que nunca, sin embargo,
hemos visto. Pero, lo mismo que ciertos fluidos, puede también sufrir modificaciones
que le hacen perceptible a la vista, sea por una especie de condensación, sea
por un cambio en su disposición molecular. Hasta puede adquirir las propiedades
de un cuerpo sólido y tangible, pero puede súbitamente volver a su estado
etéreo o invisible. Se puede formar idea de este efecto, por el del vapor, que
es susceptible de pasar de la invisibilidad al estado brumoso, después liquido,
luego sólido y viceversa.
Estos
diferentes estados del periespíritu son resultado de la voluntad del Espíritu,
no de una causa física exterior, como en el gas. Cuando un Espíritu aparece, es
porque pone su periespíritu en el estado referido para hacerlo visible.
Más no
basta siempre su voluntad; se necesita, para que pueda operarse esta modificación
del periespíritu, un concurso de circunstancias independientes de él.
Se
necesita, además, que el Espíritu tenga permiso para hacerse ver por una determinada
persona, lo que no siempre le es concedido, o no lo es más que en ciertas
circunstancias por motivos que no podemos apreciar. (Véase El Libro de los Médiums,
cap. VI).
Otra
propiedad del periespíritu que depende de su naturaleza etérea, es la penetrabilidad.
Ninguna materia le es obstáculo, las atraviesa todas, como atraviesa la luz los
cuerpos transparentes. De aquí que no haya clausura que pueda oponerse a la
entrada de los Espíritus, quienes van a visitar al prisionero en su calabozo
con la misma facilidad que al hombre que está en medio del campo.
17. Las
manifestaciones visuales más comunes tienen lugar durante el sueño; estas son
las visiones. Las apariciones propiamente dichas tienen lugar en estado de
vigilia, cuando se disfruta de la plenitud y completa libertad de las
facultades. Se presentan generalmente bajo una forma vaporosa, diáfana, a veces
vaga e indecisa; al principio, se ofrecen con frecuencia como un reflejo
blanquecino cuyos contornos se dibujan poco a poco; otras veces, las formas
están claramente acentuadas y se distinguen los más tenues rasgos de la cara,
hasta el extremo de poder dar una muy precisa descripción. Los movimientos y el
aspecto son
semejantes a los del Espíritu durante su vida.
18.
Pudiendo tomar todas las apariencias, el Espíritu se presenta bajo aquella que
mejor pueda darle a conocer, si tal es su deseo. Así es que, aunque como Espíritu
no tenga ningún defecto corporal, se presenta defectuoso, cojo, herido, con cicatrices,
si esto es menester para patentizar su identidad. Otro tanto sucede con el
vestido. El de los Espíritus, que nada han conservado de los apetitos
terrenales, se compone ordinariamente de un ropaje de largos pliegues flotantes
y su cabellera es ondulante y graciosa.
Los
Espíritus se presentan a menudo con los atributos característicos de su elevación,
como una aureola, alas los que pueden considerarse como ángeles, un aspecto
luminoso y resplandeciente, mientras otros tienen los que recuerdan sus ocupaciones
terrestres. Así, un guerrero podrá aparecer con su armadura, un sabio con un
libro, un asesino con un puñal, etc. Los Espíritus superiores tienen una fisonomía
hermosa, noble y tranquila; los más inferiores tienen algo de feroz y bestial,
y en ciertas ocasiones conservan las huellas de los crímenes que han cometido o
de los suplicios que han sufrido. Esta apariencia es real para ellos, es decir,
que se creen ser lo que parecen, lo cual es un castigo.
19. El
Espíritu que quiere o puede aparecerse, toma a veces una forma mas precisa aún,
teniendo todas las apariencias de un cuerpo sólido, hasta el punto de producir
una ilusión completa y de hacer creer que se tiene delante un ser corporal.
En ciertos
casos y bajo el influjo de ciertas circunstancias, la tangibilidad puede hacerse
real, es decir, que se puede tocar, palpar, sentir la misma resistencia, el
mismo calor de un cuerpo vivo, lo que no es óbice a que desaparezca con la
rapidez del rayo. Se podría pues, estar en presencia de un Espíritu con el que
se cambiase palabras y actos de la vida, creyendo tratar con un mortal, sin
sospechar que es un Espíritu.
20.
Cualquiera que sea el aspecto bajo el que se presente un espíritu, aún bajo la
forma tangible, puede en el mismo instante, no ser visible más que para unos
cuantos. En una reunión, podría, pues, presentarse solo a uno o varios miembros;
y de dos personas que estuviesen juntas, puede una verle y tocarle y la otra no
‘ver ni sentir nada’.
El
fenómeno de la aparición a una sola persona entre muchas que se hallan reunidas,
se explica por la necesidad de una combinación entre el fluido periespiritual
del Espíritu y el de la persona, para que se produzca. Para esto es preciso que
haya entre esos fluidos una especie de afinidad que favorezca la combinación.
Si el Espíritu no encuentra la aptitud orgánica necesaria, dicho fenómeno no
puede producirse; pero si existe, el Espíritu es libre de aprovecharla o no, de
donde resulta que, si dos personas igualmente favorecidas bajo este aspecto se
encentran juntas, el Espíritu puede realizar la combinación fluídica con aquella
a quien quiere presentarse; no haciéndolo con la otra, esta no lo verá. Lo mismo
pasaría con dos individuos que tuviesen un velo ante los ojos. Si un tercer individuo
quiere hacerse ver solo a uno de los dos, solo a él levantaría el velo; pero si
el tal individuo fuera ciego, ya podría levantársele el velo, que no le sería
por ello dada la facultad de ver.
21. Las
apariciones tangibles son muy raras, pero las vaporosas son frecuentes, sobre
todo en el momento de la muerte. Parece que el Espíritu libre se apresura a
volver a ver a sus parientes y amigos como para advertirles que acaba de dejar
la tierra, y decirles que vive a pesar de ello. Evoque cada cual sus recuerdos,
y se verá cuantos hechos auténticos de este género, de los cuales no se daba
cuenta, han tenido lugar no solo de noche, durante el sueño, sino en pleno día
y en estado de la mis completa vigilia.
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Se están viviendo momentos de avivamiento en las iglesias que algunos le llaman el Avivamiento de Toronto 1986. Que se empezaron a experimentar en Iglesias cristianas en todo lugar en el año 1986. Verifique esta informacion, es importante saber lo que esta ocurriendo en todo el mundo. Todo es para darle cabida a la Manifestación Espontanea de Espíritus, obsesores y malos. El Espiritismo enseña que tenemos que decirle No a las Manifestaciones Espontaneas de Espíritus (Libro de los Mediums item #269).
Eso es ignorancia Espiritual. Donde Espíritus impuros logran incorporarse. Sólo los malos Espíritus hacen eso. No puede ser provocado por el llamado Espíritu Santo cristiano, porque no existe un sólo Espíritu Santo. Todos SOMOS Espíritus encarnados. Cuando el ser humano muere en su cuerpo físico su Espíritu no muere porque es Alma o Espiritu Inmortal.
Como los Espíritus son invisibles, necesitan un cuerpo para manifestarse, y es ahí que las iglesias cristianas, fomentan esas Manifestaciones Espontáneas que causan que la gente se revuelque en el piso. Pero no pasa así con los Espíritus buenos y Elevados, que no se incorpora en ningún cuerpo que no le pertenece, sin el debido permiso, porque los Buenos Espíritus no intervienen con el libre pensar de nadie.
Estos Espíritus que se incorporan en las iglesias no respetan el cuerpo de nadie, ni su derecho a pensar y a decir que no es un juguete de los Espíritus.
Estos comportamientos, pueden tornarse en "Obsesiones Subyugantes", que pueden ser posible que no se curen fácilmente. Pero toda Obsesión Subyugante, fascinante o simple, puede ser curada mediante la voluntad del obsesado. Para lograr eso, se requiere educación, Espírita par enseñar que todos pueden liberarse de esos malos Espíritus. Los líderes de las iglesias, no saben nada del mundo de los Espíritus, y lo que hacen es inducir a la incorporación de malos Espíritus que fácilmente los atacan a ellos mismos.
Todos estos movimientos de Manifestaciones Espontaneas, avivamiento de la Risa, Incorporación de Espíritus, en fin todo tipo de Manifestaciones Espontaneas.
Y no basta decir que los saca en el nombre de Dios o de Jesús, porque esos Espíritus se ríen de los que los quieren sacar, porque SÓLO se sacan con un ascendente Moral. Veamos los vídeos a continuación.
Y no basta decir que los saca en el nombre de Dios o de Jesús, porque esos Espíritus se ríen de los que los quieren sacar, porque SÓLO se sacan con un ascendente Moral. Veamos los vídeos a continuación.
¡Que negocito!, 200 x $20.00 = $4,000 en 19 minutos. Bambalanes, váyase a trabajar, y no robe al pueblo.
Avivamiento de la Risa, nuevo avivamiento Mundial.
Cultos de Fuego, avivamiento de Toronto 1986
En Africa, el mismo avivamiento falso de Malos Espíritus, todos hipnotizados con la música y actúan como borrachos
Comiendo yerba en el campo como hipnotizados
Pastor les hace beber gasolina.....
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Vídeos
dedicados a éste tema de la prohibición a las comunicaciones o manifestaciones Espontáneas.
Las
Manifestaciones Espontáneas, están prohibidas en el Espiritismo, como algo
saludable en cuánto a las Evocaciones se refiere.
Carleen Branstetter, okp21
Las
Manifestaciones Espontaneas de Espíritus, están prohibidas en el Espiritismo,
Soy Espírita…
https://youtu.be/AW6yRL-RbF4
Llamada
Omar Galindo y MANIFESTACIÓN ESPONTÁNEA EN UNA SESIÓN DE ALLAN KARDEC Ouran,
Soy Espírita…
https://youtu.be/G_pY4rg3BeA
Las
reuniones Espiritas, deben ser de educación y no de manifestaciones
espontaneas, Soy Espírita…
https://youtu.be/aNB9IyefBDc
Manifestación
de Espíritus en religiones a través de la incorporación de Espíritus es
incorrecto, Soy Espírita…
https://youtu.be/UUH9kf0S0BM
Cómo
identificar Espiritualistas, en el Espiritismo, que No es lo mismo, Soy
Espírita.
https://youtu.be/B-YP9_5K1Fc
Las
reuniones Espiritas, deben ser de educación y no de manifestaciones
espontaneas, Soy Espirita.
https://youtu.be/qINUIWWUiIc