Mucho se habla de Espiritismo Cristiano,
por los Espiritistas religiosos, ellos no se han encargado de verificar, si
este término era parte de los Libros Codificados. El afán de lograr convencer por muchísimos años que el Espiritismo tenía que ser cristiano, nunca verificaron,
que en ningún libro codificado se había considerado eso. Porque sencillamente
el Espiritismo no era para cristianizar a nadie.
Eso sería convertir al Espiritismo como
falso y pernicioso, como indicaron los Espíritus en el Libro de los Espíritus.
Ítem #842. Puesto que todas las
doctrinas abrigan la pretensión de ser la única expresión de la verdad, ¿por
qué signos podremos reconocer a aquella que tenga el derecho de presentarse como
tal?
- Será
la que haga más hombres de bien y menos hipócritas, vale decir, más
hombres que practiquen la ley de amor y caridad en su mayor pureza y en su más
amplia aplicación. Por ese indicio reconoceréis que una doctrina es buena, pues
toda doctrina que tenga por resultado sembrar la discordia y establecer
demarcaciones entre los hijos de Dios no puede ser sino falsa y perniciosa.
La siguiente información pertenece a Gélio Lacerda da Silva. Entonces usted evalúa el contenido y espero sea lo suficiente
para aceptar que el concepto “Espiritismo Cristiano”, tiene raíces fuera de los
Libros Codificados.
Nos `propusimos analizar partes de los libros
de Jean Baptiste Roustaing titulado “Los cuatro Evangelios”, denominados
también “Revelación de la Revelación” y “Espiritismo Cristiano”, editados por la Federación
Espirita Brasileña y por ella adoptados para estudio,
ininterrumpido, desde su fundación.
Anotar todos los conceptos anti doctrinarios de
los cuatro gruesos volúmenes sería necesario escribir otros tantos libros.
A los títulos citados antes se suceden las
palabras: “Seguidos de los mandamientos explicados en espíritu y verdad por los
Evangelistas asistidos por los Apóstoles y Moisés”. Traducción de Guillon
Ribeiro (ex - presidente de la FEB). Tenemos la 5 ª edición, 1971.
De inicio, una “Nota de la editora” enalteciendo
las cualidades intelectuales del traductor Guillon Ribeiro que fue presidente
de la Federación Espirita Brasileña durante 26 años consecutivos, desencarnado
el 26 de Octubre de 1943.
En la hoja hay una “RECOMENDACIÓN”:
“Para
que el lector mejor pueda comprender y asimilar la enseñanza contenida en esta
obra, es necesario que primeramente lea los siguientes obras de Allan Kardec:
“El
Libro de los Espíritus”
“El
Libro de los Médiums”
LA
EDITORA.”
Se esclarece, desde ya, que Roustaing trasplantó
para sus libros la terminología espirita de los libros de Kardec, motivo por el
que la FEB hace esa recomendación. Tan solo, porque, con relación a la esencia
de la doctrina espirita, Roustaing la modificó completamente, como más adelante se verá, introduciendo así el primer
cisma en el Espiritismo.
En las páginas 9 a la 12, bajo el titulo “DOSPALABRAS”, el traductor se revela deslumbrado con la obra de Roustaing y se
confiesa “Muy por debajo al encargo recibido”.
Aquí una pequeña muestra de "DOS PALABRAS", que ocupa cuatro páginas del
libro:
“de ningún modo pretendemos realzar aquí, en dos palabras, el valor y la importancia
verdaderamente extraordinaria de esta obra incomparable, única hasta hoy en el
mundo, donde, día a día, a la medida que va siendo calmadamente estudiada y
meditada, aumentará su grandiosidad y su profundidad. Para ello, tal vez no
huiríamos de escribir, cuando no nos faltase la capacidad”.
Se nota la fascinación del traductor, juzgando
escribir por lo menos un volumen, a titulo de prefacio a la obra de Roustaing,
si no le faltase capacidad. Si realizase su intento, estaría apenas siguiendo
el estilo prolijo de su maestro Roustaing, ya mencionado por Kardec, cuando
este, en su crítica a “Los Cuatro evangelios” de Roustaing, afirmó que “la obra podría haber sido
reducida a dos, o incluso a un solo volumen y habría ganado popularidad.”
(Revista Espirita”. Edición, junio/1866)
Y acrecienta el traductor:
“En ella se encierra toda una revelación de
verdades divinas que aun en ninguna otra ha sido dada a entrever al hombre.
Ella nos pone ante los ojos, bañados en una claridad intensísima, que a veces
aún nos ofusca los ojos tan poco acostumbrados a la luminosidad de las cosas
espirituales, ese código de sabiduría que se ha de tornar el código único de
los Hombres. Los Evangelios de Jesús. Suficientes para comprobar su valor inapreciable. "
El traductor, por cierto, conocía los libros de
Kardec, más su fascinación por los libros de Roustaing da la medida exacta de lo poco o
nada que para el representaba las enseñanzas de la Codificación Kardeciana.
Ante “la claridad intensísima” de la obra roustainguistas, que le ofusco los
ojos, vemos al traductor imitando a Pablo cuando, a la entrada de Damasco,
quedó temporalmente ciego por la luminosidad de Jesús.
Concluyendo el resumen de las “Dos Palabras”:
“ Si, a pesar de esa asistencia y de esa misericordia,
estamos muy por debajo del encargo recibido, como es nuestra convicción, que
nos perdonen los que al leer esta traducción de la obra inmortal de los “CuatroEvangelios explicados en espíritu y verdad”…”
Por cuestión de respeto, no diremos que la
“verdad” roustanguista es una grosera mentira, más afirmamos, convencidos, y el
lector constatará, que la verdad de Roustaing no es la verdad espirita.
Es curioso resaltar que, en los libros deRoustaing, el autor enaltece apasionadamente la obra. En el “Evangelio Según el Espiritismo”, de Allan Kardec, edición FEB, también traducido por
Guillon Ribeiro, este no escribe siquiera una palabra sobre el libro. En lugar
de eso, en la 77 edición, por ejemplo, se leen elogios de
la Federación Espirita Brasileña a la
traducción del traductor.
En su “Prefacio” en las paginas 57/67, Roustaing explica el porqué de “Los Cuatro Evangelios”:
“Leí el Libro de los Espíritus. en las páginas
de ese volumen encontré: una moral pura, una
doctrina racional, de armonía con el espíritu y progreso de los tiempos
modernos, consoladora para la razón humana; la explicación lógica y trascendente de la ley divina o natural, de las leyes de adoración, de
trabajo, de reproducción, de destrucción, de sociedad, de progreso, de igualdad,
de libertad, de justicia, de amor y caridad, de perfeccionamiento moral, de
sufrimientos y gozos futuros.
“Enseguida, depare con explicaciones juiciosas
acerca del alma en el estado de encarnación y en el de libertad; del fenómeno
de la muerte, de la individualidad y de las condiciones de individualidad del
alma después de la muerte; de lo que se llamó ángel y demonio; de los caminos y
medios, de los agentes secretos u ostensivos de los que se sirve Dios para el
funcionamiento, el desenvolvimiento, el progreso físico de los mundos; del
progreso y desenvolvimiento físico, moral e intelectual de todas sus criaturas.
“Encontré una explicación racional de la
pluralidad de los mundos; de la ley de renacimiento presidiendo, por el
progreso incesante no solo de la materia como de la inteligencia, de la vida y
de la armonía universal, en lo infinito y en la eternidad."
“Comprendí, más que nunca, ante la pluralidad de
los mundos y de las humanidades, así como de sus jerarquías; de la pluralidad
de las existencias y de la expectativa jerárquica, que los hombres, en nuestro
planetas son de una inferioridad moral notoria; de una inferioridad intelectual
acentuada relativamente a las leyes que están sujetos en la Tierra los diversos
reinos de la Naturaleza y las leyes naturales a que obedecen los mundos y las
humanidades superiores, por medio de las cuales aquellas leyes se conjugan en
la unidad y en la solidaridad."
(- - -)
“Leí enseguida el Libro de los Mediums…,
consulté la Historia,… Por ilustrar los libros de las dos revelaciones, el
Antiguo y Nuevo Testamento…
"Mas, si por un lado la moral sublime de
Cristo resplandeció mis ojos en toda su pureza, en todo su fulgor, como
frotando de una fuente divina, por otro lado, todo permaneció oscuro,
incomprensible e impenetrable a mi razón, en lo tocante a la revelación sobre
el origen y la naturaleza espiritual de Jesús, sobre su posición espirita en
relación a Dios y a nuestro planeta, sobre sus poderes y su autoridad.
“En cuanto a la revelación, sobre el origen, la
naturaleza al mismo tiempo humana u extra-humana de Jesús, sobre el modo de
cómo apareció en la Tierra, todo, como antes, se conservó igualmente oscuro,
incomprensible e impenetrable a mi razón.
(...)
Como se ve, “Los Cuatro Evangelios” dieron dictados a Roustaing para atenderlo en sus dudas en
cuanto al origen y naturaleza de Jesús. Los Espíritus mistificadores, con todo,
fueron más allá de la expectativa de Roustaing; lo satisficieron con la teoría
de un Jesús de naturaleza extra-humana, no engendrado por María, en fin, un
agênere, resucitando la ideología docetista del cuerpo aparente de Jesús,
surgida después de su muerte, que el apóstol Juan denunció de “Anticristo”
(Juan, 1ª Ep. Univ., 4: 1ª3, y 2ª Ep., 1:7), y aún, en esos libros de
Roustaing, la falange de espíritus embusteros contesta a varias enseñanzas espiritas contenidas en los
libros de Allan Kardec.
Hay también, en el 1º volumen de “los Cuatro Evangelios” de Roustaing, una “Introducción” por el escrita, de la pág., 69 a la 126: son 58 páginas con
repetidas referencias al “cuerpo fluídico” de Jesús o a su “naturaleza
extra-humana”, y a la virginidad de María”, expresiones que se extienden,
exhaustivamente a lo largo de los cuatro gruesos volúmenes.
El deslumbramiento de Roustaing por la tesis
docetista “de que Jesús no vino en carne”, condenada por el apóstol Juan, es de
tal monta que, mientras el Espiritismo dice “Fuera de la Caridad no hay Salvación”, Roustaing coloca como piedra angular de su doctrina “la naturaleza extra-humana de Jesús”. Si el espiritismo se preocupa con la esencia de las
enseñanzas de Jesús, Roustaing se fascina con la teoría del Jesús de apenas “cuerpo fluídico”.
Retirado
del libro “Concienciación Espirita”.
Concluyo
diciendo, que exhorto a los Espiritas de Verdad, a verificar todo lo que se llame
espiritismo y que en realidad no lo es. Eso solo se logra, leyendo los Libros Codificados, ahí verás al descubierto las grandes "Mistificaciones" en el Espiritismo.
Discutir o
argumentar sin fundamento espiritual seria una pérdida de tiempo valioso, que debería
dedicarse a la divulgación de la Filosofía del Espiritismo. Y se resume en la
siguiente lámina.
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