¿Qué significan las Contradicciones en el Espiritismo Verdadero, que es Moralizador y Consolador al Mundo...? Es contradecir, es negar lo dicho por los Espíritus, que son el resultado de la Revelación Divina, que emana de Dios, que es la Palabra de Dios, es la Ley Natural de Dios inscrustada en las conciencoas de todos los Espíritus, encarnados y desencarnados, es la Eterna Verdad Absoluta del Espiritismo.
"Es más Fácil engañar a la Gente que convencerlos que han sido engañados"
Mark Twain
En el Espiritismo entre los Espiritistas Verdaderos, no hay cabida ni lugar para contradictores ni externos y menos internos. La contradicción no debe existir en los Espíritus “Realmente Superiores", según indicado por el Espíritu de Verdad a Allan Kardec [libro de los Médium; Item #268 No. 1, y Ítem #301, No. 2].
Los
Espíritus Verdaderamente Superiores, que son los
Espíritus Protectores y Guías, NUNCA se CONTRADICEN para caer en la
mentira y el Misticismo.
No
se trata de que Emmanuel, André Luís, Joanna de Ángelis se puedan equivocar
algunas veces, es que se hacen llamar hasta benefactores, Mentores y Guías
espirituales, que no pueden ser, ya lo que dicen se contradicen con las ENSEÑANZAS del Espiritismo,
que el mismo Espíritu de Verdad indicó que Espíritus realmente SUPERIORES - NUNCA, se
pueden contradecir.
Por eso DIOS, le ha dotado a los Espíritus Superiores de
todo el conocimiento para no tener contradicciones. Léalo usted mismo en el
libro de Los Médiums, artículo 268 y el 301.2.
Los
que creen en estos Espíritus inferiores, no son Espiritistas Verdaderos. Son y
seguirán siendo Espíritus que todavía no saben lo que es y lo qué no es
Espiritismo. Y si no aceptan esta "Verdad Espiritual", ni son
Espiritistas Verdaderos y no están adelantando el Espíritu.
Vea el Libro de Los Médium
#268
Segunda
Parte – Capítulo XXIV
268. Preguntas sobre la naturaleza y la identidad de los Espíritus
1. ¿Mediante qué signos se puede reconocer la superioridad o la inferioridad de los Espíritus?
“Por su lenguaje, así como distinguís a un hombre sensato de uno atolondrado. Ya hemos dicho que los Espíritus superiores NUNCA se contradicen y sólo manifiestan conceptos beneficiosos. Sólo quieren el bien, que constituye su única preocupación. ”Los Espíritus inferiores se encuentran todavía bajo el dominio de las ideas materiales. Sus discursos reflejan la ignorancia y la imperfección que los caracterizan. Sólo a los Espíritus superiores les es dado conocer todas las cosas y juzgarlas sin apasionamiento.”
2. La ciencia que un Espíritu posee, ¿es siempre un signocierto de su elevación?
“No, porque si él todavía se encuentra bajo la influencia de la materia, es probable que tenga vuestros vicios y prejuicios. En el mundo hay algunas personas que son excesivamente envidiosas y orgullosas, ¿acaso creéis que tan pronto como lo dejen se liberarán de esos defectos? Después de su partida de allí, los Espíritus, en especial los que han alimentado pasiones intensas, permanecen envueltos en una especie de atmósfera que conserva todas esas cosas malas.”Esos Espíritus medianamente imperfectos son más de temer que los Espíritus malos, porque en su mayoría combinan la astucia y el orgullo con la inteligencia. Mediante ese pretendido saber se imponen a las personas simples y a los ignorantes, que aceptan sin análisis sus teorías absurdas y falaces. Aunque esas teorías no puedan prevalecer sobre la verdad, no por eso dejan de producir un daño pasajero, porque obstaculizan la marcha del espiritismo, y porque los médiums cierran los ojos de buen grado en lo que concierne al mérito de esas comunicaciones. Esto exige un estudio profundo por parte de los espíritas esclarecidos y de los médiums, que deben concentrar toda su atención en distinguir lo verdadero de lo falso.”
Libro de
los Médiums…
Mistificaciones.
301. Estas son las respuestas que dieron los Espíritus a las preguntas relativas a las contradicciones:
1. Si un mismo Espíritu se comunica en dos centros diferentes, ¿puede dar en cada uno de ellos respuestas contradictorias sobre un mismo tema?“Si las opiniones y las ideas no son las mismas en los dos centros, las respuestas podrán llegarles tergiversadas, dado que esos centros se encuentran bajo la influencia de diferentes falanges de Espíritus. No es contradictoria la respuesta, sino la manera en que ha sido dada.”
2. Se comprende que una respuesta pueda ser alterada. No obstante, cuando las cualidades del médium excluyen toda idea de una mala influencia, ¿cómo se explica que Espíritus superiores empleen lenguajes diferentes y contradictorios, sobre un mismo tema, ante personas absolutamente serias?“Los Espíritus realmente superiores nunca se contradicen, y el lenguaje que emplean es siempre el mismo ante las mismas personas. Puede variar de acuerdo con las personas y los lugares. Con todo, se debe estar atento al hecho de que la contradicción, muchas veces, es sólo aparente. Está más en las palabras que en el pensamiento, dado que, al reflexionar, se llega a la conclusión de que la idea fundamental es la misma. Además, el mismo Espíritu puede responder en forma diferente acerca de un mismo tema, de acuerdo con el grado de perfección de quienes lo evocan. No siempre conviene que todos reciban la misma respuesta, dado que no se encuentran adelantados por igual. Es exactamente como si un niño y un sabio te formularan la misma pregunta. Por cierto, responderías a cada uno de ellos de modo que te comprendiesen y que darán satisfechos. Las respuestas, en ese caso, aunque fueran diferentes, tendrían el mismo contenido.”
Los Espíritus
Verdaderamente Superiores, los Espíritus Protectores y Guías, NUNCA se
CONTRADICEN para caer en la mentira y el Misticismo.
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El Libro de Los Médiums en los Ítem #334
al #341, Allan Kardec nos ilustra en detalle lo que puede considerarse en el
Espiritismo como un detractor y como un perturbador. Nunca se refirió a los que con mucha cordura
y motivados en preservar los contenidos doctrinarios, sin adulteración, o
modificación alguna, luchan no sólo con los Espiritualistas que dicen ser Espiritistas y no lo son, los que se pasean diciendo que son Espiritistas Kardecistas, Cristianos y Religiosos, los de adentro, sino de
los escépticos y detractores del Espiritismo claramente identificados por Allan
Kardec y los Espíritus desde hace más de 162 años.
En el Libro de Los Médiums, vemos definidos
los - Provocadores mal intencionados en el Espiritismo y en los Grupos de
Estudio. Kardec nunca se refirió a los provocadores como contradictorios en el
Espiritismo. Los Espíritus Realmente “Superiores”, no se contradicen ni se les
considera "contradictorios" en el Espiritismo, confundiéndose con perturbadores.
Veamos lo que habla el Libro de Los Médiums con relación a los "provocadores".
Libro de Los Médiums, Capítulo XXVII.
Ítem #336. No nos olvidemos de que el espiritismo tiene enemigos interesados en impedir su avance, y sus triunfos les causan irritación. Los más peligrosos no son aquellos que lo atacan abiertamente, sino los que actúan en la sombra. Son los que con una mano lo alientan, y con la otra lo atacan. Esos seres malévolos se infiltran en todas partes donde puedan introducir el mal. Como saben que la unión hace la fuerza, tratan de socavarla sembrando la discordia. Así pues, ¿quién podrá afirmar que, en las reuniones espíritas, las personas que esparcen la perturbación y la cizaña no son agentes provocadores, interesados en el desorden? De seguro no son espíritas verdaderos, ni buenos espíritas. Nunca harán el bien, pero pueden hacer mucho mal. Se comprende que para ellos es infinitamente más fácil infiltrarse en las reuniones numerosas que en los grupos pequeños, donde todos se conocen. Merced a maniobras solapadas, que pasan desapercibidas, siembran la duda, la desconfianza y la enemistad. Con un hipócrita interés por la causa, critican todo, forman conciliábulos y bandos que posteriormente destruyen la armonía del conjunto, pues eso se proponen. Con esta clase de personas, apelar a los sentimientos de caridad y fraternidad equivale a hablar a quienes desean ser sordos, porque su objetivo consiste precisamente en destruir esos sentimientos, que constituyen los mayores obstáculos para sus maniobras. Ese estado de cosas, lamentable en cualquier sociedad, se vuelve aún peor en las sociedades espíritas, porque, si no ocasiona una ruptura, genera una preocupación que es incompatible con el recogimiento y la atención.
Ítem # 337. “Sin embargo –se dirá–, si las reuniones van por mal camino, los hombres sensatos y bienintencionados que las frecuentan, ¿no tendrán derecho a ejercer la crítica? ¿Deberán, acaso, dejar que el mal se instale, sin decir nada, y aprobar todo con el silencio?” De ningún modo, pues les asiste ese derecho, e incluso constituye un deber. Pero si la intención que los anima es realmente buena, emitirán sus opiniones con discreción y benevolencia, abiertamente y no a escondidas. Si no son escuchados, se retirarán, pues no se puede concebir que quien no proceda con segundas intenciones se obstine en permanecer en una sociedad donde se hacen cosas que lo perjudican.
Así pues, se puede establecer como principio que todo aquel que en una reunión espírita incita al desorden o a la desunión, de manera ostensible o encubierta, a través de cualquier medio, es un agente provocador o, por lo menos, un muy mal espírita, del que es preciso desembarazarse cuanto antes. No obstante, los compromisos mismos que vinculan a los integrantes de la reunión suelen crear obstáculos para eso, de ahí que sea conveniente que se eviten los compromisos indisolubles. Los hombres de bien siempre se comprometen en la medida de lo necesario, mientras que los malintencionados lo hacen en exceso.
Ítem # 338. Además de las personas notoriamente malévolas que se infiltran en las reuniones, existen también las que, por su propio carácter, llevan consigo la perturbación a todas partes adonde van. De modo que todo cuidado es poco para la admisión de nuevos elementos. Los más perjudiciales, en ese caso, no son los que ignoran la materia, ni tampoco los que no creen. La convicción sólo se adquiere mediante la experiencia, y hay personas que desean esclarecerse de buena fe. Por consiguiente, es necesario precaverse, sobre todo, de los que adhieren a sistemas preconcebidos; de los incrédulos obstinados, que dudan hasta de lo evidente, y de los orgullosos, que pretenden tener el privilegio de la luz infusa e imponen sus opiniones en todas partes, mientras miran con desdén a los que no piensan como ellos. No os dejéis engañar por su fingido deseo de instruirse. Más de uno quedaría muy disgustado si fuera obligado a admitir que se equivocó. Cuidaos, principalmente, de los que pronuncian discursos insípidos, que siempre quieren tener la última palabra, así como de los que sólo se complacen en contradecir. Tanto los unos como los otros hacen perder el tiempo, sin ningún provecho para sí mismos. Los Espíritus no aprecian las palabras inútiles.
Ítem # 339. Ante la necesidad de evitar toda causa de perturbación y distracción, una sociedad espírita debe, al organizarse, prestar mucha atención a las medidas que es preciso tomar para impedir que los promotores de desórdenes dispongan de medios para hacer daño, además de crear mecanismos que faciliten su alejamiento. Los grupos reducidos sólo requieren un reglamento disciplinario muy sencillo para mantener el orden adecuado en las sesiones, mientras que las sociedades regularmente constituidas exigen una organización más completa. El mejor sistema será aquel cuya implementación resulte menos complicada. Tanto los grupos como las sociedades podrán extraer lo que pueda aplicarse a ellos, así como lo que consideren útil, del reglamento de la Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas, que ofrecemos en el próximo capítulo.
Ya aclarado que los Perturbadores o Provocadores no son lo mismo que los Espíritus contradictorios y Mentirosos, aunque se convierten en Espíritus Perturbadores. Cuando analizamos a los Espíritus desencarnados que son contradictorios y Mistificadores, debemos reconocer que se convierte en "Perturbadores y Provocadores" en las enseñanzas del Espiritismo. TODOS SE QUEDAN EN LA MISMA FAMILIA.
Miremos los retos que tenemos con los detractores del Espiritismo, para luego discutir las Contradicciones en el Espiritismo.
Miremos los retos que tenemos con los detractores del Espiritismo, para luego discutir las Contradicciones en el Espiritismo.
Los que amamos esta bella Filosofía tenemos
que luchar en contra de los que están en contra de los Postulados específicos
en el Espiritismo. Vea las consideraciones siguiente:
- Estigmatización creada por los enemigos del Espiritismo, llámese religiosos católicos o cristianos, escépticos, ateos, y todo aquel que miente al confundir el espiritismo con prácticas sincretistas, ocultistas o cultos a entidades espirituales inferiores y a los que tienen intereses económicos o personales.
- La falta de Educación Espírita, que permite una interpretación equivocada de nuestra Filosofía de Bien Común.
- Las demarcaciones dentro del Espiritismo en considerar el Espiritismo como una religión, como cristiano separado de otras corrientes religiosas, laico que hace indiferencias tambien, y expone hostilidad contra cualquier indicio religioso.
- Contra los que piensan que el Espiritismo es religioso. porque se predica la doctrina Moral o realiza Oraciones en las reuniones públicas.
- Los Misticismos creados por aquellos Espiritistas, que se alejaron de los postulados del Espiritismo y que han establecido “Opiniones Personales” que atentan con los principios específicos que requieren autorización y aval Espiritual.
- Los Plagios, y los fraudes que se han identificado que han ocurrido por expositores que se alejaron de los postulados de nuestra bella filosofía.
Entonces, los que podrían considerarse
contradictorios, no pueden ser considerados como los que critican o los que
murmuran, sino aquellos que no tienen conocimiento por haber fallado en leer e
interpretar los Libros Codificados del Espiritismo.
Sí, me he motivado a escribir un artículo
de aclaración de lo que es un perturbador, detractor o contradictor de lo que es un
Espiritista que practica la indulgencia en contra de de contradicciones, y de
errores doctrinarios en los EspiritistasEspiritualistas, como muchos tienden a
confundir. Es una falta de conocimiento y falta de profundidad y errónea interpretación doctrinaria.
Veamos las Contradicciones, Libro de Los Médiums:
Ítem # 297. Los adversarios del espiritismo no dejan de objetar que los adeptos de esta ciencia no están de acuerdo entre ellos; que no todos comparten las mismas creencias; en una palabra, que se contradicen.
“Si la enseñanza os es impartida por los Espíritus –preguntan ellos–, ¿por qué no es idéntica?” Sólo un estudio serio y en profundidad de la ciencia espírita puede reducir estos argumentos a su justo valor. Digamos, en principio, que esas contradicciones, de las que algunas personas hacen gran alarde, por lo general son más aparentes que reales; que se observan, en la mayoría de los casos, más en la superficie que en el fondo de la cuestión, y que, por consiguiente, no tienen importancia. Las contradicciones proceden de dos fuentes: los hombres y los Espíritus.
Ítem # 298. Las contradicciones de origen humano han sido suficientemente explicadas en el capítulo referido a los “Sistemas” (§ 36), al cual remitimos al lector. Todos comprenderán que, al comienzo, por el hecho de que las observaciones todavía estaban incompletas, era natural que surgieran opiniones divergentes acerca de las causas y las consecuencias de los fenómenos espíritas. De esas opiniones, las tres cuartas partes ya se han desmoronado ante un estudio más serio y más profundo. Con muy escasas excepciones, y dejando a un lado a ciertas personas que no se despojan fácilmente de las ideas que han alimentado o concebido, podemos afirmar que en la actualidad existe unidad de criterio entre la inmensa mayoría de los espíritas, al menos en cuanto a los principios generales, con excepción de algunos detalles carentes de significación.
Ítem # 299. Para que se comprenda la causa y el valor de las contradicciones de origen espírita, es preciso haberse identificado con la naturaleza del mundo invisible, y haberlo estudiado en todos sus aspectos. A primera vista, puede parecer extraño que no todos los Espíritus piensen de la misma manera. Sin embargo, eso no puede sorprender a quienquiera que se haya convencido del número infinito de grados que ellos deben recorrer antes de llegar a lo alto de la escala. Suponer que todos los Espíritus aprecian las cosas del mismo modo, equivaldría a imaginarlos a todos en el mismo nivel. Pensar que todos deben juzgar con exactitud, sería admitir que ya todos han llegado a la perfección, lo que no es cierto ni podría serlo, si se considera que los Espíritus no son otra cosa que la humanidad despojada de la envoltura corporal. Dado que pueden manifestarse Espíritus de todos los grados, resulta de ahí que sus comunicaciones llevan el sello de su ignorancia o de su saber, de la inferioridad o de la superioridad moral que han alcanzado. Para distinguir lo verdadero de lo falso, así como lo bueno de lo malo, deben servir las instrucciones que hemos brindado. No se debe olvidar que, entre los Espíritus, del mismo modo que entre los hombres, hay falsos sabios y sabios a medias, orgullosos, presuntuosos y sistemáticos. Puesto que el conocimiento de todas las cosas sólo es dado a los Espíritus perfectos, para los demás Espíritus –tanto como para nosotros– hay misterios que ellos explican a su manera, según sus propias ideas, y acerca de los cuales pueden formarse opiniones más o menos exactas, opiniones que, por amor propio, tratan de hacer que prevalezcan, y que se complacen en reproducir en sus comunicaciones. La culpa es de algunos de sus intérpretes, que adoptaron con mucha ligereza opiniones contrarias al buen sentido, y se convirtieron en sus editores responsables. Así pues, las contradicciones de origen espírita no tienen otra causa más que la diversidad en cuanto a la inteligencia, los conocimientos, el juicio y la moralidad de algunos Espíritus, que todavía no son aptos para saberlo y comprenderlo todo. (Véase El Libro de los Espíritus, “Introducción”, § XIII, y “Conclusión”, § IX.).
Ítem # 300. ¿Para qué sirve la enseñanza de los Espíritus –alegarán algunas personas–, si no nos ofrece mayor certeza que la enseñanza humana? La respuesta es fácil. No aceptamos con la misma confianza la enseñanza de todos los hombres y, entre dos doctrinas, preferimos aquella cuyo autor nos parece más ilustrado, más capaz y juicioso, y menos accesible a las pasiones. De la misma manera se debe proceder con los Espíritus. Si bien entre ellos los hay que no están por encima de la humanidad, muchos son también los que la han superado, y que pueden ofrecernos instrucciones que en vano buscaríamos entre los hombres más instruidos. Debemos dedicarnos, pues, a distinguirlos entre la multitud de los Espíritus inferiores, en caso de que queramos ilustrarnos. El conocimiento en profundidad del espiritismo nos conduce a que hagamos esa distinción. No obstante, esas instrucciones tienen un límite, porque si no es dado a los Espíritus saberlo todo, con más razón debe ser así en el caso de los hombres. Por consiguiente, hay cuestiones sobre las cuales sería inútil interrogar a los Espíritus, ya sea porque se les prohíbe revelarlas, o porque ellos mismos las ignoran, de modo que al respecto sólo pueden darnos su opinión personal. Ahora bien, son precisamente esas opiniones personales las que los Espíritus orgullosos presentan como verdades absolutas. Insisten, sobre todo, en aquello que debe permanecer oculto, como el futuro y el principio de las cosas, a fin de dar la impresión de que están en conocimiento de los secretos de Dios. Por esa razón, son esos los puntos sobre los cuales existen más contradicciones. (Véase el capítulo precedente.)
Ítem # 301. Estas son las respuestas que
dieron los Espíritus a las preguntas relativas a las contradicciones:
1. Si un mismo Espíritu se comunica en dos centros diferentes, ¿puede dar en cada uno de ellos respuestas contradictorias sobre un mismo tema?
“Si las opiniones y las ideas no son las mismas en los dos centros, las respuestas podrán llegarles tergiversadas, dado que esos centros se encuentran bajo la influencia de diferentes falanges de Espíritus. No es contradictoria la respuesta, sino la manera en que ha sido dada.”
2. Se comprende que una respuesta pueda ser alterada. No obstante, cuando las cualidades del médium excluyen toda idea de una mala influencia, ¿cómo se explica que Espíritus superiores empleen lenguajes diferentes y contradictorios, sobre un mismo tema, ante personas absolutamente serias?
“Los Espíritus realmente superiores nunca se contradicen, y el lenguaje que emplean es siempre el mismo ante las mismas personas. Puede variar de acuerdo con las personas y los lugares. Con todo, se debe estar atento al hecho de que la contradicción, muchas veces, es sólo aparente. Está más en las palabras que en el pensamiento, dado que, al reflexionar, se llega a la conclusión de que la idea fundamental es la misma. Además, el mismo Espíritu puede responder en forma diferente acerca de un mismo tema, de acuerdo con el grado de perfección de quienes lo evocan. No siempre conviene que todos reciban la misma respuesta, dado que no se encuentran adelantados por igual. Es exactamente como si un niño y un sabio te formularan la misma pregunta. Por cierto, responderías a cada uno de ellos de modo que te comprendiesen y quedaran satisfechos. Las respuestas, en ese caso, aunque fueran diferentes, tendrían el mismo contenido.”
3. ¿Con qué objetivo hay Espíritus serios que parecen aceptar, ante ciertas personas, ideas y hasta prejuicios que combaten entre otras?
“Es necesario que nos entendamos. Si alguien tiene una convicción muy arraigada acerca de una doctrina falsa, debemos apartarlo de esa convicción, pero en forma gradual. Por eso utilizamos a menudo sus propios términos, y aparentamos concordar con sus ideas, a fin de que no se sienta repentinamente confundido y no deje de instruirse con nosotros. “Por otra parte, no hay que atacar con tanta brusquedad los prejuicios, pues de esa manera dejaría de escucharnos. Por eso los Espíritus muchas veces hablan de acuerdo con la opinión de quienes los escuchan, para llevarlos poco a poco a la verdad. Los Espíritus adaptan su lenguaje a las personas, como tú mismo lo haces en caso de que seas un orador relativamente hábil. Por ese motivo no le hablarán a un chino o a un mahometano, como lo harían con un francés o un cristiano, porque con seguridad serían rechazados. “No se debe tomar por una contradicción lo que generalmente es una fase de la elaboración de la verdad. Todos los Espíritus tienen su tarea asignada por Dios, y la desempeñan dentro de las condiciones que juzgan convenientes, en bien de las personas que reciben sus comunicaciones.”
4. Las contradicciones, incluso aparentes, pueden suscitar dudas en el Espíritu de algunas personas. ¿Qué control podemos emplear para conocer la verdad?
“Para discernir lo falso de lo verdadero es necesario profundizar esas respuestas y meditarlas durante un lapso prolongado, con seriedad. Se debe realizar un estudio completo. Para eso se necesita tiempo, tanto como el que se requiere para estudiar cualquier otra cosa.
“Estudiad, comparad, ahondad. Os hemos manifestado reiteradamente que el conocimiento de la verdad sólo se obtiene a ese precio. ¿Cómo pretendéis alcanzar la verdad, si todo lo interpretáis de acuerdo con vuestras ideas limitadas, a las que tomáis por grandes pensamientos? Con todo, no está lejano el día en que la enseñanza de los Espíritus será uniforme en todas partes, tanto en los pormenores como en los puntos principales. Ellos tienen la misión de destruir el error, pero eso sólo se logra gradualmente.”
5. Hay personas que no tienen el tiempo ni la aptitud necesarios para efectuar un estudio serio y en profundidad, y que aceptan sin analizar lo que se les enseña. ¿No estarán expuestas al inconveniente de creer en los errores?
“Lo esencial es que practiquen el bien y no incurran en el mal. Para eso no hay dos doctrinas. El bien es siempre el bien, así lo hagáis en el nombre de Alá o en el de Jehová, pues existe un solo Dios para todo el universo.”
6. ¿Cómo es posible que Espíritus, aparentemente desarrollados en inteligencia, puedan sostener ideas evidentemente falsas sobre determinados asuntos?
“Tienen sus propias doctrinas. Los que no son suficientemente adelantados, pero creen serlo, confunden sus ideas con la verdad. Tal como sucede entre vosotros.”
7. ¿Qué debemos pensar de las doctrinas según las cuales sólo un Espíritu podría comunicarse, y que ese Espíritu sería Dios o Jesús?
“El Espíritu que enseña eso es un Espíritu que tiene el propósito de dominar. Por eso trata de hacer creer que es el único que se comunica. No obstante, el desventurado que ose tomar el nombre de Dios expiará duramente su orgullo. En cuanto a esas doctrinas, ellas se refutan a sí mismas, porque se hallan en contradicción con los hechos mejor comprobados. No merecen un análisis serio, ya que carecen de raíces.“La razón os dice que el bien proviene de una fuente buena; y el mal, de una fuente mala. ¿Por qué habríais de querer que un buen árbol diera malos frutos? ¿Acaso habéis cosechado uvas en los manzanos? La diversidad de las comunicaciones es la prueba más patente de la diversidad de su origen. Además, los Espíritus que pretenden ser los únicos que se comunican, se olvidan de decir por qué los otros no pueden hacerlo. La pretensión que manifiestan es la negación de lo que el espiritismo tiene de más bello y consolador: las relaciones entre el mundo visible y el mundo invisible, entre los hombres y los seres a los que aman, y que de ese modo estarían perdidos para ellos irremediablemente. Esas relaciones, que identifican al hombre con su porvenir, son las que lo emprenden del mundo material. Suprimirlas equivaldría a sumergirlo de nuevo en la duda que constituye su tormento; sería alimentar su egoísmo. Si se examina con cuidado la doctrina de esos Espíritus, se descubrirán en ella, a cada paso, contradicciones injustificables, huellas de su ignorancia acerca de las cosas más evidentes y, por consiguiente, indicios seguros de su inferioridad.”
El Espíritu de Verdad
8. Entre las contradicciones que se observan en las comunicaciones de los Espíritus, una de las más sorprendentes es la relativa a la reencarnación. Si la reencarnación es una necesidad de la vida espírita, ¿cómo se explica que no todos los Espíritus la enseñen?
“¿No sabéis que hay Espíritus cuyas ideas se hallan limitadas al presente, como sucede con muchos hombres en la Tierra? Consideran que la situación en que se encuentran habrá de durar para siempre. No ven más allá del círculo de sus percepciones, y no se preocupan por saber de dónde han venido, ni hacia dónde van. Sin embargo, deben someterse a la ley de la necesidad. La reencarnación es para ellos una necesidad, en la que sólo piensan cuando lesllega. Saben que el Espíritu progresa, pero ¿de qué manera? Ese es un problema para ellos. Entonces, si los interrogarais al respecto, os hablarán de los siete cielos superpuestos como pisos. Algunos aludirán incluso a la esfera del fuego, a la esfera de las estrellas, a la ciudad de las flores, a la ciudad de los elegidos.”
9. Comprendemos que es posible que los Espíritus poco adelantados no entiendan esta cuestión. Pero en ese caso, ¿a qué se debe que otros Espíritus, cuya inferioridad moral e intelectual es notoria, hablen espontáneamente de sus diferentes existencias y de su deseo de reencarnar para redimir su pasado?
“En el mundo de los Espíritus suceden cosas que os resulta muy difícil comprender. ¿No hay entre vosotros personas muy ignorantes sobre ciertos temas, pero ilustradas acerca de otros? ¿No hay algunas que poseen más juicio que instrucción, y otras que tienen más talento que juicio? ¿No sabéis, también, que ciertos Espíritus se complacen en mantener a los hombres en la ignorancia, aunque aparenten instruirlos, y que se aprovechan de la facilidad con que sus palabras son aceptadas? Esos Espíritus pueden seducir a aquellos que no se detienen a observar el fondo de las cosas. Con todo, cuando reciben la presión del razonamiento, no continúan con su papel por mucho tiempo.“Además, hay que tomar en cuenta la prudencia con que en general actúan los Espíritus que divulgan la verdad. Una luz demasiado intensa y súbita encandila pero no ilumina. Por lo tanto, en ciertos casos, pueden juzgar conveniente difundirla sólo en forma gradual, de acuerdo con las épocas, los lugares y las personas. Moisés no había enseñado todo lo que Cristo enseñó, y Cristo mismo enunció muchos conceptos cuya comprensión estaba reservada a las generaciones futuras. Vosotros habláis de la reencarnación, y os asombráis de que ese principio no haya sido enseñado en algunos países. No obstante, tened presente que en un país donde reinara soberano el prejuicio racial, donde la esclavitud se encontrará arraigada en las costumbres, el espiritismo sería rechazado por el solo hecho de que proclamase la reencarnación, pues la idea de que el amo puede convertirse en esclavo, y viceversa, habría parecido monstruosa. ¿No sería mejor divulgar primero el principio general, y dejar que sus consecuencias se saquen más tarde? ¡Oh, hombres! ¡Qué corta es vuestra vista para apreciar los designios de Dios! Sabed que nada se hace sin su permiso y sin un objetivo, que difícilmente llegáis a comprender. Os he dicho que en la creencia espírita se logrará la unidad. Tened la certeza de que así será, y que las disensiones, ahora menos profundas, desaparecerán poco a poco, a medida que los hombres se iluminen, y acabarán por desaparecer completamente. Esa es la voluntad de Dios, y contra ella no puede prevalecer el error.”
El Espíritu de Verdad
10. Las doctrinas erróneas que ciertos Espíritus enseñan, ¿no tienen por efecto retardar el progreso de la verdadera ciencia?
“Sería vuestro deseo obtener todo sin esfuerzo. Sabed, pues, que no hay un solo campo donde no crezcan hierbas dañinas que el agricultor deba extirpar. Esas doctrinas erróneas son una consecuencia de la inferioridad de vuestro mundo. Si los hombres fueran perfectos sólo aceptarían la verdad. Los errores son como las joyas falsas, que sólo el ojo experto puede descubrir. Por consiguiente, necesitáis un aprendizaje para distinguir lo verdadero de lo falso. ¡Pues bien! Las falsas doctrinas son útiles para que os ejercitéis en hacer la distinción entre la verdad y el error.”
[10a] – Aquellos que adoptan el error, ¿no retrasan su adelanto?
“Si adoptan el error es porque no están suficientemente adelantados para comprender la verdad.”
302. Mientras la unidad doctrinaria se concreta, cada uno cree que tiene consigo la verdad, y sostiene como verdadero sólo lo que él sabe, ilusión que los Espíritus embusteros no dejan de alimentar. En ese caso, ¿en qué puede basarse para emitir un juicio el hombre imparcial y desinteresado?33
33 Compárense esta pregunta y su respuesta con las que Allan Kardec introduce en el § IX de la “Conclusión” de El Libro de los Espíritus. (N. del T.)
“No hay nube que pueda opacar la luz más pura. El diamante sin tacha es el que más vale. Así pues, juzgad a los Espíritus por la pureza de sus enseñanzas. La unidad habrá de lograrse allí donde el bien nunca se haya mezclado con el mal. En ese punto los hombres se pondrán de acuerdo por la fuerza de los hechos, porque reconocerán que en esos hechos reside la verdad. Notad, además, que los principios fundamentales son los mismos en todas partes, y deben uniros en un pensamiento común: el del amor a Dios y la práctica del bien. Sea cual fuere, pues, el modo de progresar que se suponga para las almas, el objetivo final es el mismo, y el modo de alcanzarlo también es el mismo: hacer el bien. Y no existen dos maneras de hacerlo. Si surgieran disidencias sustanciales, en lo que se refiere al principio mismo de la doctrina, disponéis de una regla segura para evaluarlas. Esa regla es la siguiente: la mejor doctrina es aquella que mejor satisface al corazón y a la razón, y que dispone de más elementos para conducir a los hombres al bien. Os aseguro que esa es la que prevalecerá.”
El Espíritu de Verdad
OBSERVACIÓN – Las contradicciones que se advierten en las comunicaciones espíritas pueden deberse a las siguientes causas: la ignorancia de ciertos Espíritus; el engaño de Espíritus inferiores que, por malicia o maldad, dicen lo contrario de lo que el Espíritu cuyo nombre usurpan ha manifestado en otro lugar; la voluntad del Espíritu mismo, que habla de acuerdo con las épocas, los lugares y las personas, y que puede juzgar conveniente no comunicar todo a todos; la insuficiencia del lenguaje humano para expresar las cosas del mundo incorporal; la insuficiencia de los medios de comunicación, que no siempre permiten al Espíritu expresar todo su pensamiento; y por último, la interpretación que cada uno puede dar a una palabra o a una explicación, según sus ideas, sus prejuicios, o el punto de vista desde el cual considere el asunto. Sólo el estudio, la observación, la experiencia y la renuncia a todo sentimiento de amor propio pueden enseñar a distinguir esos diversos matices.
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Luego
de esta exposición y análisis de lo que son los “Perturbadores, detractores,
contradictores, mistificadores, murmuradores y concluyo con lo que son las
indulgencias.
¿Qué son las Indulgencias en
el Espiritismo?
EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO
Capítulo X, Pág.
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18. Queridos amigos, sed severos para con vosotros mismos e indulgentes para con las debilidades de los otros; también esto es una práctica de la santa caridad que muy pocas personas observan. Todos vosotros tenéis malas inclinaciones que vencer, defectos que corregir, costumbres que modificar, todos vosotros tenéis una carga más o menos pesada que depositar para subir a la cumbre de la montaña del progreso. ¿Por qué, pues, veis tanto para el prójimo, y sois tan ciegos para vosotros mismos? ¿Cuándo, pues, cesaréis de advertir en el ojo de vuestro hermano una arista de paja que le hiere, sin mirar en el vuestro la viga que os ciega, y os hace marchar de precipicio en precipicio? Creed en vuestros hermanos los espíritus: Todo hombre bastante orgulloso para creerse superior en virtud y en mérito a sus hermanos encarnados es insensato y culpable, y Dios le castigará en el día de su justicia. El verdadero carácter de la caridad, es la modestia y la humildad que consiste en no ver superficialmente los defectos para dedicarse a hacer volver lo que hay en el bueno y virtuoso; porque si el corazón humano es un abismo de corrupción, existe siempre en algunos de sus pliegues más escondidos, el gérmen de buenos sentimientos, chispa brillante de la esencia espiritual. ¡Espiritismo, doctrina consoladora y bendita; felices los que te conocen y se aprovechan de las saludables enseñanzas de los espíritus del Señor!
Para ellos el camino es claro, y durante todo el viaje pueden leer estas palabras que les indican el medio de llegar al fin: caridad práctica, caridad de corazón, caridad para el prójimo como para sí mismo, en una palabra, caridad para todos y amor de Dios sobre todas las cosas, porque el amor de Dios resume todos los deberes y porque realmente es imposible amar a Dios sin practicar la caridad, de la que hace una ley para con todas sus criaturas. (Dufétre, obispo de Nevers, Bordeaux).
19. "Si nadie es perfecto, ¿se sigue de esto que nadie tiene el derecho de corregir a su vecino?"
Seguramente que no, puesto que cada uno de vosotros debe trabajar para el progreso de todos, y sobre todo de aquellos cuya tutela se os ha confiado; pero hay una razón para hacerlo con moderación, con un fin útil, y no como se hace la mayor parte de las veces por el placer de denigrar. En este último caso la censura es una maldad; en el primero es un deber que la caridad manda cumplir con toda prudencia posible, y aun la censura que se quiere hacer a otro, debe uno hacérsela a sí mismo al propio tiempo y preguntarse si también la merece. (San Luis. París, 1860).
20. "¿Es uno reprensible por observar las imperfecciones de los otros cuando no puede resultar ningún provecho para ellos, aun cuando no las divulgue?"
Todo depende de la intención; ciertamente no está prohibido ver el mal cuando el mal existe, y aun habría inconveniente en ver por todas partes el bien; esta ilusión perjudicaría al progreso. Lo malo es hacer recaer esta observación en detrimento del prójimo, desacreditándole, sin necesidad, en la opinión. Sería también reprensible haciéndolo para complacerse a sí mismo en sus sentimientos de malevolencia y de alegría al encontrar a los otros en falta. Lo contrario sucede cuando echando un velo sobre el mal para el público, se limita uno a observarlo para su provecho personal, es decir, para estudiarse y evitar lo que se censura en los otros. Por lo demás, esta observación, ¿no es acaso, útil, al moralista? ¿Cómo pintaría los males de la humanidad si no estudiase los modelos? (San Luis, París, 1860).
21. "¿Hay casos en que sea útil el descubrir el mal de otro?"
Esta pregunta es muy delicada, y aquí es cuando debe recurrirse a la caridad bien comprendida. Si las imperfecciones de una persona sólo dañan a ella misma, nunca hay utilidad en hacerlas conocer; pero si pueden ocasionar perjuicio a otro es menester preferir el interés del mayor número al interés de uno solo. Según las circunstancias, descubrir la hipocresía y la mentira, puede ser un deber, porque vale más que un hombre caiga que no que muchos vengan a ser su ludibrio y sus víctimas. En tal caso, se han de pesar las ventajas y los inconvenientes. (San Luis. París, 1860).
También el Libro
de Los Espíritus en el ítem #841, nos da luz a esta situación, donde debemos
imponer el bien, cuando doctrinas perniciosas se dan lugar:
Libro de Los
Espíritus, pág. 466
Ítem # 841. Por respeto a la libertad de conciencia, ¿debemos permitir que se difundan doctrinas perniciosas, o podemos –sin atentar contra esa libertad– intentar que vuelvan al camino de la verdad aquellos que se han extraviado por seguir principios falsos?
“Sin duda podéis intentarlo, e incluso debéis hacerlo. Pero enseñad, según el ejemplo de Jesús, mediante la dulzura y la persuasión, y no por la fuerza, lo cual sería peor que la creencia de aquel a quien queréis convencer. Si hay algo que está permitido imponer, es el bien y la fraternidad. Con todo, no creemos que el medio de lograr que se los admita sea obrar con violencia, pues la convicción no se impone.”
Libro de Los Espíritus -.
Ítem #842. Puesto que todas las doctrinas abrigan la pretensión de ser la única expresión de la verdad, ¿por qué signos podremos reconocer a aquella que tenga el derecho de presentarse como tal?
- Será la que haga más hombres de bien y menos hipócritas, vale decir, más hombres que practiquen la ley de amor y caridad en su mayor pureza y en su más amplia aplicación. Por ese indicio reconoceréis que una doctrina es buena, pues toda doctrina que tenga por resultado sembrar la discordia y establecer demarcaciones entre los hijos de Dios no puede ser sino falsa y perniciosa.
Por lo tanto
podemos resumir que el Espiritismo proclama el derecho a la expresión, a
exponer lo que se pueda considerar falso y pernicioso a fin de ayudar a otros a
no ser engañados.
Cada cual puede
tener su propia interpretación de las cosas. Algunos consideran que exponer
unas faltas cometidas que afectan a los que consideran que la información que
ofrecen las fuentes es correcta, cuando no lo es, lo ven como críticas malsanas
o perniciosas. Pero a la luz de que aquí se expresa, no lo es.
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Nuestro reto es la
Educación Espírita, así evitamos tantos errores doctrinarios que solo afecta a
cada cual en su adelanto Espiritual.