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martes, 13 de febrero de 2018

Espíritu Fuerte es un término que el Libro de los Espíritus define a un Espíritu encarnado, como un Orgulloso y obstinado.


Publicado  por 
Revisado y actualizado en: 11/25/20
El orgullo es el terrible adversario de la humildad. 

¡Cuidado, estos comportamientos pueden llegar a ser adoptados como normales y justificar 
a los orgullosos ǃ

orgulloso

 (redireccionado de orgullosos)
También se encuentra en: Sinónimos.
orgulloso, a
1adj./ s. Que presume de sus valores y cualidades es tan orgulloso que se cree imprescindible. arrogante
2Que está satisfecho de sus acciones o de lo que considera propio está orgullosa de su trabajo. descontento
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2016 Larousse Editorial, S.L.
El Espíritu Fuerte es un término que el Libro de los Espíritus define a un Espíritu encarnado, como un Orgulloso y obstinado.  

Frecuentemente, nos preguntamos cómo el comportamiento de los Orgullosos parece    prevalecer, pero en realidad ésto es el comportamiento de los Espíritus Orgullosos que por su obstinación, se las tendrán que ver con Dios. Eso lo vemos contestado en el capítulo VII, ítem 1 al 12, del Libro del Evangelio Según el Espiritismo. (Incluido este extracto en este mismo artículo a continuación incluido), cuando se habla de los Pobres de Espíritu, que los orgullosos se refieren a los que son humildes y obedientes a la Ley de Dios y su Justicia. Ellos, los orgullosos creen que los que no han logrado riquezas mal habidas, no tienen la voluntad para obtener las cosas materiales, como ellos la obtienen y eso es precisamente el pensamiento de los Orgullosos.

Al momento de escribir este artículo, tenemos al Presidente de Estados Unidos Presidente Donald Trump (2016 - 2020 ?????). Lo vemos en el siguiente vídeo, con un resumen de su comportamiento. Y este es un excelente ejemplo de un espíritu encarnado llamado en el Espiritismo un "Espíritu Fuerte y Orgulloso", el cual tendrá que lidiar por su terquedad el destino de los Espíritus Orgullosos.



¡Cuidado, estos comportamientos pueden llegar a ser adoptados como normales y justificar 
a los orgullosos ǃ

Veamos lo dice el Espiritismo en los Libros Codificados

Libro de Los Espíritus, Libro cuarto – capítulo II

962. Dado que el alma transmite al hombre el sentimiento de las cosas espirituales, ¿por qué hay escépticos?
“Los hay menos de lo que creéis. Durante la vida, muchos se consideran espíritus fuertes125 por orgullo, pero en el momento de la muerte dejan de ser tan fanfarrones.”
La responsabilidad de nuestros actos es la consecuencia de la vida futura. La razón y la justicia nos dicen que, en el reparto de la felicidad a que todo hombre aspira, los buenos y los malos no pueden ser confundidos. No es posible que Dios pretenda que algunos disfruten, sin haber trabajado, de los bienes que otros sólo alcanzan con esfuerzo y perseverancia.125 [Esprits forts: Véanse los §§ 9 y 148.]
La idea que Dios nos da de su justicia y de su bondad mediante la sabiduría de sus leyes no nos permite creer que el justo y el malo se encuentren ante Él en la misma categoría. Tampoco nos permite dudar de que algún día habrán de recibir, el uno la recompensa, y el otro el castigo, por el bien y el mal que hayan hecho. Por eso, el sentimiento innato que tenemos de la justicia nos da la intuición de las penas y de las recompensas futuras.

125. Los espíritus que han seguido el camino del mal, ¿podrán llegar al mismo grado de
superioridad que los otros?
«Sí; pero las eternidades serán más largas para ellos».
 Por estas palabras las eternidades debe entenderse la idea que tienen los espíritus inferiores de que
serán perpetuos sus sufrimientos, cuyo término no les es dado ver; idea que se renueva en todas las
pruebas en que sucumben.

9. ¿Dónde se ve, en la causa primera, una inteligencia suprema y superior a todas las inteligencias?
“Tenéis un proverbio que dice: Por la obra se conoce al autor. Pues bien, mirad la obra y buscad a su autor. El orgullo engendra la incredulidad. El hombre orgulloso no quiere nada por encima de él, y por eso se llama a sí mismo espíritu fuerte36. ¡Pobre ser, a quien un soplo de Dios puede abatir!”
36 [Esprit fort: Incrédulo. Persona que se jacta de no adherir a las ideas aceptadas por la mayoría, especialmente en materia de religión. (Véanse también los §§ 148 y 962.)].
El poder de una inteligencia se juzga por sus obras. Ningún ser humano puede crear lo que la naturaleza produce. Por consiguiente, la causa primera es una inteligencia superior a la humanidad. Sean cuales fueren los prodigios realizados por la inteligencia humana, esta inteligencia también tiene una causa, y cuanto más grande sea lo que ella realice, tanto más grande será la causa primera. Esa inteligencia superior es la causa primera de todas las cosas, independientemente del nombre con el cual el hombre la designe.

Encarnación de los espíritus
Materialismo

147. ¿Por qué los anatomistas, los fisiólogos y, en general, quienes se dedican a las ciencias de la
naturaleza son inducidos tan a menudo hacia el materialismo?
“El fisiólogo relaciona todo con lo que ve. Orgullo de los hombres que creen saberlo todo y no admiten que algo pueda rebasar su entendimiento. Su propia ciencia los hace presuntuosos: piensan que la naturaleza no puede ocultarles nada.”
148. ¿No es lamentable que el materialismo sea una consecuencia de estudios que, por el contrario, deberían mostrar al hombre la superioridad de la Inteligencia que gobierna el mundo? ¿Será preciso concluir de ahí que esos estudios son peligrosos?
“No es verdad que el materialismo sea una consecuencia de esos estudios: el hombre es quien infiere de ellos una conclusión falsa, pues puede abusar de todo, hasta de las mejores cosas. Por otra parte, la nada los asusta más de lo que tratan de aparentar. Los espíritus fuertes 54 suelen ser más fanfarrones que valientes. La mayoría de ellos sólo son materialistas porque no tienen nada con qué llenar ese vacío. Ante el abismo que se abre a sus pies, mostradles una tabla de salvación y de inmediato se aferrarán a ella.”
54 [Esprits forts: Véanse los §§ 9 y 962.]
A continuación el siguiente comentario pertenece al articulo 148...
    Por una aberración de la inteligencia, hay personas que sólo ven en los seres orgánicos la acción de la materia, y atribuyen a ella todos nuestros actos. No han visto en el cuerpo humano más que una máquina eléctrica. No han estudiado el mecanismo de la vida más que en el funcionamiento de los órganos. Con frecuencia la han visto extinguirse por la ruptura de un hilo, y sólo vieron ese hilo. Buscaron, por si quedaba algo, y como sólo encontraron la materia que se había vuelto inerte, y no vieron al alma desprenderse ni pudieron atraparla, concluyeron que todo se basa en las propiedades de la materia y que, por lo tanto, después de la muerte el pensamiento ya no existe. Triste conclusión, si así fuese, porque entonces el bien y el mal no tendrían sentido. El hombre hallaría fundadas razones para pensar sólo en sí mismo y poner por encima de todo la satisfacción de sus goces materiales. Los lazos sociales se romperían, y los más puros afectos se destruirían para siempre. Por fortuna, estas ideas están lejos de ser generales; incluso podemos decir que se encuentran muy circunscritas y que sólo constituyen opiniones individuales, pues en ninguna parte se han erigido en doctrina. Una sociedad fundada en estas bases llevaría en sí el germen de su disolución, y sus miembros se destrozarían unos a otros como bestias feroces.  
    El hombre tiene, instintivamente, la convicción de que para él no todo termina con la vida. La nada le infunde horror. En vano se ha resistido a la idea del porvenir. Cuando llega el momento supremo, pocos son los que no se preguntan qué será de ellos, pues la idea de dejar la vida para siempre tiene algo de aflictivo. En efecto, ¿quién podría encarar con indiferencia una separación absoluta, eterna, de todo lo que amó? ¿Quién podría ver sin pavor abrirse ante sí el abismo inmenso de la nada, donde se hundirían para siempre todas sus facultades y esperanzas, y decirse: “¡Y qué! Después de mí, nada, nada más que el vacío; todo acabará para siempre; unos días más y mi recuerdo se borrará de la memoria de los que me sobrevivan; pronto no quedará rastro alguno de mi paso por la Tierra; hasta el bien que hice será olvidado por los ingratos a quienes ayudé; y nada para compensar todo eso, ninguna perspectiva más que la de mi cuerpo roído por los gusanos”? 
    ¿No tiene este cuadro algo de horroroso y glacial? La religión nos enseña que no puede ser así, y la razón nos lo confirma. No obstante, esa existencia futura, vaga e indefinida, no tiene nada que satisfaga nuestro afán por lo positivo. Es esto lo que en muchos engendra la duda. Tenemos un alma, de acuerdo; pero ¿qué es nuestra alma? ¿Tiene una forma, una apariencia determinada? ¿Es un ser limitado o indefinido? Algunos dicen que es un soplo de Dios, otros una chispa, otros una parte del gran Todo, el principio de la vida y de la inteligencia. Pero ¿qué nos enseña todo esto? ¡Qué nos importa tener un alma si, después de la muerte, ella se confundirá en la inmensidad como las gotas de agua en el océano! La pérdida de nuestra individualidad, ¿no es para nosotros lo mismo que la nada? Se dice además que el alma es inmaterial, pero una cosa inmaterial no puede tener proporciones definidas. Por lo tanto, para nosotros no es nada. La religión nos enseña también que seremos felices o desdichados según el bien o el mal que hayamos hecho. Pero ¿en qué consiste esa dicha que nos aguarda en el seno de Dios? ¿Será una beatitud, una contemplación eterna, sin otra ocupación más que cantarle alabanzas al Creador? Las llamas del Infierno, ¿son una realidad o un símbolo? La propia Iglesia las entiende en este último sentido. Pero ¿en qué consisten esos padecimientos? ¿Dónde está ese lugar de suplicios?
En una palabra, ¿que se hace, qué se ve en ese mundo que nos aguarda a todos? Se dice que nadie ha vuelto de él para dárnoslo a conocer. Eso es un error, y la misión del espiritismo consiste precisamente en instruirnos acerca de ese porvenir, en mostrárnoslo -haciendo que hasta cierto punto lo palpamos y lo veamos-, ya no mediante el razonamiento, sino con los hechos. Gracias a las comunicaciones espíritas, la existencia futura ya no es una presunción, una probabilidad sobre la cual cada uno discurre a su antojo, que los poetas embellecen con sus ficciones o siembran de imágenes alegóricas que nos engañan: es la realidad que se presenta ante nosotros, pues son los propios seres de ultratumba los que vienen a describirnos su situación y a decirnos lo que hacen, que nos permiten asistir -por decirlo así- a todas las peripecias de su nueva vida, y de ese modo nos muestran la suerte inevitable que nos está reservada según nuestros méritos y nuestras malas acciones. ¿Hay en esto algo antirreligioso? Muy por el contrario, ya que los incrédulos encuentran en eso la fe; y los tibios, la renovación de su fervor y su confianza. El espiritismo es, por consiguiente, el más poderoso auxiliar de la religión. Puesto que existe, Dios lo permite, y lo permite para reanimar nuestras debilitadas esperanzas y reconducirnos hacia el camino del bien mediante la perspectiva del porvenir.
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Capítulo VII
Libro del Evangelio según el Espiritismo
BIENAVENTURADOS LOS
POBRES DE ESPÍRITU

Lo que debe entenderse por pobres de espíritu. – El que se eleve será rebajado. – Misterios ocultos a los sabios y a los sagaces. – Instrucciones de los Espíritus: El orgullo y la humildad. – Misión del hombre inteligente en la Tierra.

Lo que debe entenderse por pobres de espíritu
Bienaventurados los pobres de espíritu


1. “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los Cielos.” (San Mateo, 5:3.).
2. La incredulidad se ha burlado de esta máxima: Bienaventurados los pobres de espíritu, así como de muchas otras cosas que no comprende. Por pobres de espíritu Jesús no alude a los hombres desprovistos de inteligencia, sino a los humildes. Él dice que el reino de los Cielos es para ellos y no para los orgullosos. Los hombres sabios y experimentados, según el mundo, por lo general tienen tan alta opinión de sí mismos y de su superioridad, que consideran que las cosas divinas son indignas de su atención. Como concentran la mirada en su propia persona, no pueden elevarla hasta Dios. Esa tendencia a creerse por encima de todo, con frecuencia sólo los conduce a negar aquello que, por no estar a su alcance, podría rebajarlos. Incluso niegan a la propia Divinidad, o bien, si consienten en admitir su existencia, refutan uno de sus más bellos atributos: su acción providencial sobre las cosas de este mundo, pues están persuadidos de que sólo ellos bastan para gobernarlo convenientemente. Toman su inteligencia para medir la inteligencia universal, y se consideran aptos para comprenderlo todo, razón por la cual no creen en la posibilidad de lo que no comprenden. Cuando han pronunciado una sentencia, no admiten la apelación.  Si se resisten a admitir el mundo invisible y un poder extrahumano, no es porque eso esté fuera de su alcance, sino porque su orgullo se subleva ante la idea de que haya algo por encima de lo cual no puedan colocarse, algo que los haría descender de su pedestal. Por ese motivo, sólo tienen sonrisas desdeñosas para todo lo que no pertenece al mundo visible y tangible. Se atribuyen suficiente experiencia y sabiduría como para creer en cosas que, según ellos, son buenas para las personas simples, y consideran pobres de espíritu a los que las toman en serio. Con todo, digan lo que digan, tendrán que ingresar, como los demás, en ese mundo invisible del que se mofan. Allí se les abrirán los ojos y reconocerán su error. Dios, que es justo, no recibe de la misma manera al que no ha reconocido su poder y al que se ha sometido humildemente a sus leyes, así como tampoco los retribuye con partes iguales. Al decir que el reino de los Cielos es para los simples, Jesús dio a entender que nadie será admitido en ese reino sin la simplicidad del corazón y la humildad del espíritu, y que el ignorante que posea esas cualidades será preferido al sabio que cree más en sí mismo que en Dios. En todas las circunstancias, Jesús coloca a la humildad en la categoría de las virtudes que aproximan a Dios, y al orgullo entre los vicios que de Él alejan. Esto es así por una razón muy natural: la humildad es un acto de sumisión a Dios, mientras que el orgullo constituye una rebelión contra Él. Más vale, pues, para su felicidad futura, que el hombre sea pobre de espíritu, en el sentido del mundo, y rico en cualidades morales.

El que se eleve será rebajado
3. En ese mismo momento los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: “¿Quién es el mayor en el reino de los Cielos?” Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: “En verdad os digo, que si no cambiáis y os volvéis como niños, no entraréis en el reino de los Cielos. Cualquiera, pues, que se humille y se haga pequeño como este niño, ese será el mayor en el reino de los Cielos, y el ue recibe a un niño en mi nombre, tal como acabo de decir, a mí me recibe”. (San Mateo, 18:1 a 5.).
4. Entonces se acercó a él la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y lo adoró para dar a entender que quería pedirle algo. Él le dijo: “¿Qué quieres?” Dijo ella: “Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, el uno a tu derecha y el otro a tu izquierda”. Pero Jesús le respondió: “No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo habré de beber?”. Ellos le dijeron: “Podemos”. Jesús les respondió: “Es cierto que beberéis el cáliz que yo beberé. Pero en lo que respecta a que os sentéis a mi derecha o a mi izquierda, no me corresponde a mí concederlo, sino que es para aquellos a quienes mi Padre lo ha preparado”. Cuando los otros diez apóstoles oyeron eso, se llenaron de indignación contra los dos hermanos. Jesús los llamó y les dijo: “Sabéis que los príncipes de las naciones las dominan, y que los grandes las oprimen. No debe ser así entre vosotros. Por el contrario, aquel que quiera ser el mayor, sea vuestro servidor; y aquel que quiera ser el primero entre vosotros, sea vuestro esclavo; del mismo modo que el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar la vida por la redención de muchos”. (San Mateo, 20: 20 a 28.)
5. Jesús entró un día sábado en casa de uno de los principales fariseos, para comer; y los que estaban allá lo observaban. Entonces, notando cómo los invitados elegían los primeros lugares en la mesa, les propuso una parábola, y dijo: “Cuando seáis convidados a bodas, no toméis el primer lugar, para que no suceda que, habiendo entre los invitados una persona más importante que vosotros, aquel que os haya convidado venga a deciros: ‘Dad el lugar a este’, y entonces os veáis obligados a ocupar, llenos de vergüenza, el último lugar. Por el contrario, cuando seáis convidados, id a colocaros en el último lugar, a fin de que, cuando aquel que os convidó llegue, os diga: ‘Amigo, ven más cerca’. Entonces ese será para vosotros un motivo de gloria delante de los que estén con vosotros a la mesa. Porque todo el que se eleve, será rebajado; y todo el que se rebaje, será elevado”. (San Lucas, 14: 1 y 7 a 11.)
6. Estas máximas son la consecuencia del principio de humildad que Jesús no cesa de presentar como condición esencial de la felicidad prometida a los elegidos del Señor, y que Él ha enunciado con estas palabras: “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los Cielos”. Jesús toma un niño como el modelo de la simplicidad de corazón y dice: “Será el mayor en el reino de los Cielos aquel que se humille y se haga pequeño como un niño”, es decir, que no alimente ninguna pretensión de superioridad o infalibilidad.  Encontramos la misma idea fundamental en esta otra máxima: Aquel que quiera ser el mayor, sea vuestro servidor, así como en esta otra: Todo el que se rebaje, será elevado; y todo el que se eleve, será rebajado. El espiritismo viene a sancionar la teoría mediante el ejemplo, cuando nos muestra que los grandes en el mundo de los Espíritus son los que eran pequeños en la Tierra, y que a menudo los muy pequeños en el mundo de los Espíritus son los que en la Tierra eran los más grandes y poderosos. Sucede que los primeros se llevaron consigo, al morir, sólo aquello que hace la verdadera grandeza en el Cielo, y que jamás se pierde: las virtudes. En cambio, los otros tuvieron que dejar lo que constituía su grandeza terrenal, que no se puede llevar a la otra vida: la fortuna, los títulos, la gloria, la nobleza. Como no poseían otra cosa, llegan al otro mundo desprovistos de todo, como náufragos que perdieron hasta la ropa. Sólo conservan el orgullo, que hace que su nueva posición sea aún más humillante, porque ven por encima de ellos, resplandecientes de gloria, a aquellos a quienes oprimieron en la Tierra. El espiritismo nos muestra otra aplicación de ese principio en las encarnaciones sucesivas, mediante las cuales los que ocuparon las más elevadas posiciones en una existencia, son rebajados a una ínfima condición en una existencia posterior, en caso de que hayan sido dominados por el orgullo y la ambición. Por consiguiente, si no queréis ser obligados a descender, no busquéis el primer puesto en la Tierra, ni pretendáis poneros por encima de los otros. Buscad, por el contrario, el lugar más humilde y modesto, porque Dios sabrá daros uno más elevado en el Cielo, si lo merecéis.
Misterios ocultos a los sabios y a
los sagaces
7. Entonces Jesús dijo estas palabras: “Os doy gloria, Padre mío, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a los sabios y a los sagaces, y las revelaste a los simples y a los pequeños”. (San Mateo, 11:25.).           
8. Puede parecer extraño que Jesús dé gracias a Dios por haber revelado estas cosas a los simples y a los pequeños, que son los pobres de espíritu, y por haberlas ocultado a los sabios y a los sagaces, más aptos, aparentemente, para comprenderlas. Sucede que es preciso entender por los primeros a los humildes, que se humillan ante Dios y no se creen superiores a todo el mundo; y por los segundos a los orgullosos, envanecidos con su saber mundano, que se creen sagaces porque niegan o tratan a Dios de igual a igual, en caso de que no lo repudien. En la antigüedad, sabio era sinónimo de científico. Por eso Dios les concede investigar los secretos de la Tierra, y revela los del Cielo a los simples y a los humildes que se inclinan ante Él.
9. Lo mismo sucede hoy con las grandes verdades que el espiritismo revela. Algunos incrédulos se admiran de que los Espíritus realicen tan pocos esfuerzos para convencerlos. Eso se debe a que estos últimos se ocupan de los que buscan la luz de buena fe y con humildad, de preferencia a los que suponen que poseen toda la luz e imaginan, al parecer, que Dios debería estar muy feliz de  conducirlos hacia Él, dándoles la prueba de su existencia. El poder de Dios se pone de manifiesto tanto en las cosas más pequeñas como en las más grandes. Él no pone la luz debajo del celemín, sino que la esparce a raudales por todas partes, de modo que solamente los ciegos no la ven. Dios no quiere abrirles los ojos a la fuerza, puesto que les place mantenerlos cerrados. Ya les llegará su hora, pero antes es preciso que experimenten las angustias de las tinieblas y reconozcan a Dios, y no al acaso, en la mano que hiere su orgullo. Dios emplea, para vencer a la incredulidad, los medios más convenientes según los individuos. No le corresponde al incrédulo prescribirle lo que debe hacer, y decirle: “Si quieres convencerme, debes proceder de esa o de aquella manera, en tal momento y no en tal otro, porque esa ocasión me conviene más”. Por consiguiente, no se asombren los incrédulos de que ni Dios ni los Espíritus, que son los agentes de su voluntad, se sometan a sus exigencias. Tendrían que preguntarse a sí mismos qué dirían si el último de sus servidores quisiera impartirles órdenes. Dios establece sus condiciones pero no se somete a las de los hombres. Escucha con bondad a los que se dirigen a Él con humildad, y no a los que creen que son más que Él.
10. Habrá quien se plantee esta pregunta: ¿No podría Dios advertir a los incrédulos mediante señales evidentes, ante las cuales hasta los más obstinados tendrían que inclinarse? No cabe duda de que podría, pero entonces, ¿dónde estaría el mérito de ellos y, por otra parte, para qué serviría eso? ¿No vemos todos los días a los que rechazan la evidencia, diciendo incluso: “Aunque viese, no creería, porque sé que es imposible”? Si se niegan a reconocer la verdad, es porque su espíritu aún no está maduro para comprenderla, ni su corazón para sentirla. El orgullo es la venda que les tapa la vista. ¿De qué sirve mostrarle la luz a un ciego? Así pues, es preciso que se cure antes la causa del mal. Por eso, como médico hábil que es, Dios castiga primero el orgullo. No abandona a sus hijos extraviados, porque sabe que tarde o temprano sus ojos se abrirán; pero quiere que sea por su propia voluntad. Entonces, doblegados por los tormentos de la incredulidad, se arrojarán por sí mismos en los brazos de Él y, tal como hacen los hijos pródigos, le pedirán perdón.
INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS
El orgullo y la humildad

11. ¡La paz del Señor sea con vosotros, queridos amigos! Vengo a infundiros valor para que sigáis en el camino del bien. A los pobres Espíritu que en otras épocas han habitado en la Tierra, Dios les confía la misión de esclareceros. Bendito sea Él, por la gracia que nos concede de poder contribuir a vuestro perfeccionamiento. ¡Que el Espíritu Santo me ilumine y me ayude, a fin de que mi palabra sea comprensible, y que me conceda la gracia de colocarla al alcance de todos! En cuanto a vosotros, encarnados, que estáis afligidos y buscáis la luz, ¡que la voluntad de Dios venga en mi ayuda para hacer que resplandezca ante vuestros ojos!. La humildad es una virtud muy postergada entre vosotros. Los grandes ejemplos que se os han dado no son tenidos en cuenta como correspondería. Sin embargo, sin humildad, ¿podéis ser caritativos para con el prójimo? ¡Oh! no, porque ese sentimiento nivela a los hombres; les dice que son hermanos, que deben ayudarse mutuamente, y los conduce al bien. Sin la humildad, os adornáis con virtudes que no tenéis, como si os pusierais un vestido para ocultar las deformidades de vuestro cuerpo. Acordaos de Aquel que nos salvó; recordad su humildad, que lo hizo tan grande y lo elevó por encima de los profetas. El orgullo es el terrible adversario de la humildad. Si Cristo prometía el reino de los Cielos a los más pobres, se debe a que los grandes de la Tierra se imaginan que los títulos y las riquezas son recompensas acordes con sus méritos, y que su esencia es más pura que la del pobre. Consideran que tienen derecho a esas cosas, razón por la cual, cuando Dios se las quita, lo acusan de cometer una injusticia. ¡Oh! ¡Escarnio y ceguera! ¿Acaso Dios os reconoce por el cuerpo? La envoltura del pobre, ¿no es de la misma esencia que la del rico? El Creador, ¿ha hecho dos  especies de hombres? Todo lo que Dios hace es grande y sabio. Nunca le atribuyas las ideas que vuestros cerebros orgullosos conciben. ¡Oh, rico! Mientras tú duermes en tus aposentos dorados, al resguardo del frío, ¿no sabes que miles de hermanos tuyos, que valen tanto como tú, yacen sobre la paja? El desdichado que padece hambre, ¿no es tu igual? Cuando escuchas eso tu orgullo se subleva, bien lo sé. Consentirás en darle una limosna, ¡pero jamás le estrecharías fraternalmente la mano! “¡Cómo! –pensarás– ¡Yo, de noble estirpe, uno de los grandes de la Tierra, seré igual a ese miserable cubierto de harapos! ¡Vana utopía de los que pretenden ser filósofos! Si fuésemos iguales, ¿por qué Dios lo habría colocado tan abajo y a mí tan arriba?” Es verdad que vuestras vestimentas no son semejantes. Con todo, si ambos se desnudaran, ¿qué diferencia habría entre vosotros? “La nobleza de la sangre”, dirás. Pero la química no ha encontrado diferencia alguna entre la sangre de un gran señor y la de un plebeyo, ni entre la del amo y la del esclavo. ¿Quién te garantiza que tú no has sido miserable y desdichado como él? ¿Que no has pedido limosna? ¿Que no se la pedirás un día a ese mismo al que hoy desprecias? ¿Acaso son eternas las riquezas? ¿No se acaban cuando se extingue el cuerpo, envoltura perecedera de tu Espíritu? ¡Oh! ¡Imprégnate de humildad! Pon finalmente la mirada en la realidad de las cosas de este mundo, en lo que da lugar al enaltecimiento o a la humillación en el otro. Piensa que la muerte no te respetará, como tampoco respetará a los demás hombres; que los títulos no te preservarán de su ataque; que ella puede herirte mañana, hoy, en cualquier momento. Y si te encierras en tu orgullo, ¡oh, cómo te compadezco, porque serás digno de piedad! ¡Orgullosos! ¿Qué erais antes de ser nobles y poderosos?  Es posible que estuvieseis por debajo del último de vuestros criados. Inclinad, pues, vuestras altivas frentes, pues Dios puede bajarlas en el momento en que más las levantáis. Todos los hombres son iguales en la balanza divina. Sólo las virtudes los distinguen ante Dios. Todos los Espíritus son de la misma esencia, y todos los cuerpos son modelados con la misma arcilla. Vuestros títulos y vuestros nombres en nada os modifican; quedan en la tumba, y no son ellos los que os darán la felicidad prometida a los elegidos. La caridad y la humildad son sus títulos de nobleza. ¡Pobre criatura! Eres madre y tus hijos sufren: sienten frío, tienen hambre. Y tú acudes, doblada bajo el peso de tu cruz, a humillarte para conseguirles un pedazo de pan. ¡Oh, yo me inclino ante ti! ¡Cuán noble, santa y grande eres a mis ojos! Aguarda y ruega. La felicidad aún no es de este mundo. A los pobres y oprimidos que confían en Él, Dios les concede el reino de los Cielos. Y tú, jovencita, pobre niña entregada al trabajo y a las privaciones, ¿por qué esos tristes pensamientos? ¿Por qué lloras? Que tu mirada, piadosa y serena, se eleve hacia Dios: Él da alimento a las avecillas. Ten confianza en Él, que no te abandonará. La algarabía de las fiestas y los placeres del mundo agitan tu corazón. Quisieras también adornar tu cabello con flores y mezclarte con los felices de la Tierra. Piensas que podrías, como esas mujeres a las que ves pasar alegres y risueñas, ser rica también. ¡Oh! ¡Cállate, niña!. Si supieses cuántas lágrimas y dolores indescriptibles se ocultan bajo esos vestidos bordados, cuántos sollozos son ahogados por el ruido de esa alegre orquesta, preferirías tu humilde refugio y tu pobreza. Mantente pura ante Dios, si no quieres que tu ángel de la guarda se eleve hacia Él,  con el rostro oculto bajo sus blancas alas, y te deje con tus remordimientos, sin guía, sin amparo, en este mundo donde estarías perdida, mientras esperas tu castigo en el otro. Y vosotros, los que sufrís las injusticias de los hombres, sed indulgentes para con las faltas de vuestros hermanos, reconociendo que tampoco estáis exentos de culpas: en eso consiste la caridad, y también la humildad. Si sufrís por las calumnias, inclinad la frente ante esa prueba. ¿Qué os importan las calumnias del mundo? Si vuestra conducta es pura, ¿acaso Dios no puede recompensaros por ello? Soportar con valor las humillaciones de los hombres implica ser humilde y reconocer que sólo Dios es grande y poderoso. ¡Oh, Dios mío! ¿Será preciso que Cristo venga por segunda vez a la Tierra para enseñar a los hombres tus leyes, porque las olvidan? ¿Deberá Él expulsar otra vez del templo a los mercaderes que corrompen tu casa, destinada exclusivamente a la oración? ¡Oh, hombres! ¡Quién sabe si, en caso de que Dios os concediera la gracia de enviaros nuevamente a Jesús, no renegaríais de Él como lo hicisteis antes! ¡O si no lo llamaríais blasfemo, porque abatiría el orgullo de los fariseos modernos! Es posible que lo hicierais recorrer de nuevo el camino del Gólgota. Cuando Moisés subió al monte Sinaí para recibir los mandamientos de Dios, el pueblo de Israel, entregado a sí mismo, abandonó al verdadero Dios. Hombres y mujeres se desprendieron de su oro y sus alhajas para que se hiciera un ídolo, al que adoraron. Hombres civilizados, vosotros os comportáis del mismo modo que ellos. Cristo os confió su doctrina; os dio el ejemplo de todas las virtudes, pero lo habéis abandonado todo, tanto el ejemplo como los preceptos. Cada uno de vosotros contribuyó con sus pasiones, y os habéis hecho un Dios a la medida de vuestra voluntad: según algunos, terrible y sanguinario; según otros, indiferente a los intereses del mundo. El Dios que fabricasteis sigue siendo el becerro de oro que cada uno adapta a sus gustos y a sus ideas. Reflexionad, hermanos y amigos míos. Que la voz de los Espíritus conmueva vuestros corazones. Sed generosos y caritativos sin ostentación, es decir, haced el bien con humildad. Que cada uno derribe poco a poco los altares que habéis erigido al orgullo. En una palabra, sed verdaderos cristianos, y alcanzaréis el reino de la verdad. No dudéis más de la bondad de Dios, cuando Él os da tantas pruebas de ello. Los Espíritus venimos a preparar el camino para que las profecías se cumplan. Cuando el Señor os dé una manifestación más resonante de su clemencia, que el enviado celestial os encuentre formando una gran familia; que vuestros corazones afables y humildes sean dignos de oír la palabra divina que Él habrá de traeros; que el elegido no encuentre en su camino otra cosa que las palmas que vosotros hayáis dispuesto por vuestro retorno al bien, a la caridad, a la fraternidad, y entonces vuestro mundo se convertirá en el paraíso terrenal. Por el contrario, si permanecierais insensibles a la voz de los Espíritus enviados para purificar y renovar vuestra sociedad civilizada, rica en ciencias, pero tan pobre en buenos sentimientos, entonces,  ¡ay!, sólo nos quedará llorar y gemir por vuestro destino. Pero no, no sucederá de ese modo. Volved a Dios, vuestro Padre, y en ese caso nosotros, que habremos contribuido al cumplimiento de su voluntad, entonaremos el cántico de acción de gracias, para agradecer al Señor su inagotable bondad, y para glorificarlo por los siglos de los siglos. Así sea. (Lacordaire. Constantina, 1863.)
12. Hombres, ¿por qué os quejáis de las calamidades que vosotros mismos habéis acumulado sobre vuestras cabezas? Habéis despreciado la santa y divina moral de Cristo. No os asombréis, pues, de que la copa de la iniquidad haya desbordado por todas partes. El malestar se generaliza. ¿A quién acusar sino a vosotros mismos, que sin cesar procuráis aniquilaros unos a otros? No podéis ser felices si falta la mutua benevolencia. Pero ¿cómo puede la benevolencia coexistir con el orgullo? El orgullo: ahí está el origen de todos vuestros males. Aplicaos, pues, a destruirlo, si no queréis ver perpetuadas sus funestas consecuencias. Disponéis de un solo medio para hacerlo, pero que es infalible: adoptar como regla invariable de vuestra conducta la ley de Cristo, ley que habéis rechazado, o falseado en su interpretación. ¿Por qué tenéis en tan grande estima lo que brilla y fascina a la vista, en vez de lo que llega al corazón? ¿Por qué hacéis del vicio, que crece en la opulencia, el objeto de vuestras adulaciones, mientras que sólo dedicáis una mirada de desdén para el verdadero mérito, que permanece oculto en la oscuridad? Si un rico libertino, perdido en cuerpo y alma, se presenta dondequiera que sea, todas las puertas se le abren, todas las consideraciones son para él, mientras que se desdeña conceder un saludo protector al hombre de bien, que vive de su trabajo. Cuando la consideración que se otorga a las personas se mide conforme al peso del oro que poseen o según el nombre que llevan, ¿qué interés pueden tener ellas en corregir sus defectos?. Muy distinto sería si la opinión general fustigara al vicio dorado tanto como al vicio andrajoso. Pero el orgullo es indulgente para con todo lo que lo adula. “Siglo de codicia y de dinero”, diréis. Sin duda. No obstante, ¿por qué habéis permitido que las necesidades materiales prevalezcan sobre el buen sentido y la razón? ¿Por qué quiere cada uno elevarse por encima de su hermano? La sociedad sufre hoy las consecuencias de esa situación. No olvidéis que ese estado de cosas constituye siempre una señal de decadencia moral. Cuando el orgullo llega al límite, es indicio de una caída próxima, porque Dios castiga siempre a los soberbios. Si algunas veces los deja subir, es para darles el tiempo necesario para que reflexionen y se enmienden bajo los golpes que, de cuando en cuando, lanza a su orgullo como advertencia. Con todo, en vez de humillarse, se revelan. Entonces, cuando la medida está colmada, Dios los derriba por completo, y la caída les resulta tanto más terrible cuanto más alto han subido. Pobre raza humana, cuyo egoísmo ha corrompido todos los caminos. Ten valor, a pesar de todo. En su misericordia infinita, Dios te envía un poderoso remedio para tus males, un socorro inesperado para tu aflicción. Abre los ojos a la luz: aquí están las almas de los que ya no viven en la Tierra, que vienen a convocarte al cumplimiento de tus verdaderos deberes. Ellas te dirán, con la autoridad de la experiencia, cuán poca cosa son las vanidades y las grandezas de tu pasajera existencia, en comparación con la eternidad. Te dirán que, en el Más Allá, el más grande es quien ha sido el más humilde entre los pequeños de este mundo; que el que más ha amado a sus hermanos será también el más amado en el Cielo; que los poderosos de la Tierra, si abusaron de su autoridad, se verán obligados a obedecer a sus servidores; que, en definitiva, la caridad y la humildad, esas hermanas que siempre van tomadas de la mano, son los títulos más eficaces para obtener gracia ante el Eterno. (Adolfo, obispo de Argel. Marmande, 1862.)
_______________________________________
A los pobres Espíritu que en otras épocas han habitado en la Tierra, Dios les confía la misión de esclareceros. 


Ahora bien, después de haber leído este contenido extraído del Libro de los Espíritus y el Libro del Evangelio según el Espiritismo, te quedan dudas en cuanto a entender los comportamientos de los Egoístas cuyo espíritu fuerte u orgulloso parecen no poder ser vencidos. Pues, hoy sabemos que nunca prevalecerán sobre los buenos, todo es cuestión de tiempo.

No temas a los malos, a ellos se les vence por tu voluntad y tu deseo de hacer el bien.

martes, 24 de enero de 2012

Humildad, es una virtud olvidada, que eleva y es la única grandeza que DIOS Reconoce. El ser humilde, se siente, es la mejor indicacion que el Espíritu está adelaantando, no está detenido, estancado, está en el lugar que su Espíritu procura ser, mejor cada día, está determinado a permitir que sus intenciones sean de Bien Común... Ese es el propósito del Espiritismo Moralizador y Consolador al Mundo, el Verdadero Espiritismo...Volver bien por mal.

El concepto “Humildad” esta intercalado en los Libros Codificados por Allan Kardec  a través de los diferentes escritos por Allan Kardec y es una virtud olvidada. Se demuestra cuando das la otra mejilla, cuando amas a tús enemigo, cuándo siempre pagas bien por mal. El concepto siempre está acompañado cuándo se menciona el amor, la caridad y la compasión
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Revisado y actualizado en :1/12/21

Aunque no se realza como debiera ser de acuerdo a su significado, le pasamos por alto, sin prestarle la atención debida.

HUMILDAD Según el diccionario
Synonimo: modestia, magnanimidad
Antonimo: soberbiaegoísmo
La Humildad, según el Espiritismo Moralizador y Consolador al Mundo, el Verdadero Espiritismo, demuestra que el Espiritu es "Fruta Madura". Luego de muchas armonías, con los buenos espíritus y haber disfrutado del estudio profundo de la los Libros 📚 Codificados por Allan Kardec, llamada la Codificación Espírita, es que puedo percatarme de que la Humildad es el comportamiento que todo Espírita Verdadero debe lograr cultivar en su personalidad y en su diario vivir por medio de sus pensamientos, acciones y sus intenciones en su paso por la vida.

Los Espiritistas Verdaderos, son considerados como "Fruta Madura", y precisamente la humildad es la virtud que demuestra la madurez del Espíritu, porque practican las enseñanzas y creencias del Espiritismo, y porque sienten esa necesidad interior.
http://soyespirita.blogspot.com/2018/02/lo-que-es-fruta-madura-en-el-espiritismo.html

Vea mi vídeo complementario a este tema:

El Libro de Los Médiums, Capítulo XIX, el espíritu San Luis, se refiere de la siguiente manera:

“Amigos míos y fieles creyentes, soy siempre feliz de poderos dirigir por el camino del bien; es una misión dulce que Dios me da, de la que estoy contentísimo, porque el ser útil es siempre una recompensa. Que el Espíritu de caridad os reúna, tanto a la caridad que da como a la caridad que ama. Manifestaos pacientes contra las injurias de vuestros detractores; sed firmes en el bien, y sobre todo humildes ante Dios; sólo la humildad eleva; es la única grandeza que Dios reconoce. Entonces solo vendrán a vosotros los Espíritus buenos; de lo contrario el del mal se apoderaría de vuestra alma. Sed bendecidos en nombre del Creador y os engrandeceréis a los ojos de los hombres, al mismo tiempo que a los ojos de Dios.”
San Luis.

Según este espíritu de nombre San Luis, este nos indica que sólo la humildad eleva, es la única grandeza que Dios reconoce.  Oh, el ser humilde logra establecer una grandeza ante Dios.

Y si el que trata de comunicarse con los buenos espíritus, deberá también ser uno que ha doblegado su orgullo y por consecuencia se conducirá a la humildad.  Entonces los buenos espíritus se fijaran en su humildad de una manera especial.

El Evangelio Según el Espiritismo, nos presenta la humildad de un modo muy relevante. Y dice lo siguiente:

“Sin embargo, por más que digan, será preciso que entren como los otros en ese mundo invisible de que se ríen; entonces será cuando abrirán los ojos y conocerán su error. Dios, que es justo, no puede recibir con el mismo título al que ha desconocido su poder y al que se ha sometido humildemente a sus leyes, ni hacerles una parte igual. Diciendo que el reino de los cielos es para los humildes, Jesús entiende que no se admite a nadie "sin la sencillez de corazón y la humildad del espíritu; que el ignorante que poseerá estas cualidades, será preferido al sabio que cree más en sí que en Dios. En todas las circunstancias coloca la humildad en la categoría de las virtudes que aproximan a Dios y el orgullo entre los vicios que alejan de Él, por una razón muy natural, porque la humildad equivale a un acto de sumisión a Dios mientras que el orgullo es rebelarse contra El. Vale, pues, más, para la futura felicidad del hombre, ser pobre de espíritu en el sentido del mundo, y rico en cualidades morales.

6. Estas máximas son consecuencia del principio de humildad que Jesús no cesa de sentar como condición esencial de la felicidad prometida para los elegidos del Señor, y que ha formulado con estas palabras: "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos". Tomó un niño como tipo de la sencillez de corazón, y dijo: "Cualquiera, pues, que se humillare como éste niño", éste es el mayor en el reino de los cielos, es decir, el que no tendrá ninguna pretensión a la superioridad o a la infalibilidad.

La murmuración y la adivinación convierte a cualquier persona en un Perturbador. El Espiritismo no fomenta la Murmuración y mucho menos la Adivinación.  Amar a los enemigos es algo importante para lograr adelantamiento moral del Espíritu.

Lamentablemente las personas que murmuran en nuestros grupos, no son bienvenidos. No se trata de tolerancia, sino de murmuradores. Creo que ésta es una bella filosofía que rechaza a murmuradores. Es tiempo de que lean los libros y no cometan el error de la murmuración.

La murmuración es producto del Orgullo y el Egoísmo.

El Evangelio según el Espiritismo, capítulo XII, ítem #3,....

Volver bien por mal.

1. ¿Has oido que fué dicho: "Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo". — Más yo les digo: "Ama a tus enemigos: haz bien a los que re aborrecen; y ruega por los que te persiguen y calumnian: — Para que sean hijos de tu Padre, que está en los cielos: el cual hace nacer su sol, sobre buenos y malos; y llueve sobra justos y pecadores. — Porque si amas a los que te aman, ¿qué recompensa vas a tener? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? — Y sí saludas tan solamente a tus hermanos, ¿qué haces de más? ¿No hacen esto mismo los gentiles? Porque te digo, que si tu justicia no fuere mayor que la de los Escribas y Fariseos, no entrarás en el reino de los cielos. (S. Mateo, cap. V, v. de 43 a 47 y 20.)

2. Y sí amas a los que te aman, ¿qué mérito tendrás? porque los pecadores también aman a los que les aman a ellos. — Y si hicieras bien a los que te hacen bien, ¿qué mérito tendrías? porque los pecadores también hacen eso. — Y si le prestas a aquellos, de quienes esperas recibir, ¿qué mérito tendrás? porque también los pecadores prestan unos a otros, para recibir otro tanto. — Ama, pues, a tus enemigos: haz bien y da prestado; sin esperar por eso nada: y tu galardón será grande, y serán hijos del Altísimo, porque Él es bueno aún para los ingratos y malos. — Sean, pues, misericordiosos, como también nuestro padre es misericordioso. (S. Lucas, capítulo VI, v. de 32 a 36.)

3. Sí el amor del prójimo es el principio de la caridad, amar a sus enemigos es su aplicación sublime, porque esta virtud es una de las más grandes victorias contra el egoísmo y el orgullo. Sin embargo, generalmente se equivocan sobre el sentido de la palabra amar en esta circunstancia; Jesús no entendió, por esas palabras, que se deba amar  su enemigo con el cariño que se tiene a un hermano​ o a un amigo; la ternura supone confianza, y no se puede tener confianza en aquel que se sabe que es capaz de hacernos mal, y no se pueden tener con Él las expansiones de la amistad, porque se sabe que sería capaz de abusar de ellas; entre las personas que desconfian unas de otras, no pueden existir los arranques de simpatía que existen entre aquellos que son de una misma comunión de pensamientos; en fin, no puede tenerse el mismo placer encontrándose con un enemigo que con un amigo. Este sentimiento es también el resultado de una ley física: la de la asimilación y de la repulsión de los fluídos; el pensamiento malévolo dirige una corriente fluídica cuya impresión es penosa; el pensamiento benévolo nos envuelve en una emanación agradable; y de aquí resulta la diferencia de sensaciones que se experimentan al aproximarse un amigo o un enemigo. Amar a sus enemigos no puede, pues, significar que no debe hacerse ninguna diferencia entre ellos y los amigos; este precepto parece difícil y aún imposible de practicar, porque se creé falsamente que prescribe que demos a ambos el mismo puesto en el corazón. Si la pobreza de las lenguas humanas obliga a servirse de la misma palabra para expresar diversos grados de sentimiento, la razón debe establecer la diferencia según los casos. Amar a sus enemigos, no es pues tenerles un afecto que no está en la naturaleza, porque el contacto de un enemigo hace latir el corazón de muy diferente modo que el de un amigo; es no tenerle, ni odio, ni rencor, ni deseo de venganza; es perdonarle sin segunda intención y sin condicionar el mal que nos hace; no poner ningún obstáculo a la reconciliación; desearles bien en vez de quererles mal; alegrarse en vez de afligirse del bien que les acontece; tenderles una mano caritativa en caso de necesidad; abstenerse en palabras y en acciones de todo lo que puede perjudicarles; en fin, volverles siempre bien por mal, sin intención de humillarles. Cualquiera que haga esto llena las condiciones del mandamiento: Amad a vuestros enemigos. 

4. Amar a sus enemigos, es un despropósito para los incrédulos; aquel para quien la vida presente es el todo, sólo vé en su enemigo, un ser pernicioso que turba su reposo y del que sólo la muerte puede desembarazarle; de aquí viene el deseo de venganza; no tiene ningún interés en perdonar si no es para satisfacer su orgullo a los ojos del mundo; aún perdonar, en ciertos casos, le parece una debilidad indigna de él, si no se venga, no deja por eso de conservar rencor y un secreto deseo de perjudicar. Para el creyente, pero sobre todo para el espiritista, la manera de ver es muy diferente, porque dirige sus miradas al pasado y al porvenir, entre los que la vida presente sólo es un punto; sabe que por el mismo destino de la tierra, debe esperar encontrar en ella, hombres malvados y perversos; que las maldades a que está expuesto forman parte de las pruebas que debe sufrir, y el punto de vista elevado en que se coloca, hace que las vicisitudes Ie sean menos amargas, ya provengan de los hombres o de las cosas; si no murmura de las pruebas, tampoco debe murmurar de los que son instrumentos de aquéllas; si en vez de quejarse, dá gracias a Dios porque le prueba, debe tambien dar gracias a la mano que le proporciona ocasión de manifestar su paciencia y su resignación. Este pensamiento le dispone natural mente al perdón; siente además que cuánto más generoso es, más se engrandece  sus propios ojos y se •encuentra fuera del alcance de los tiros malévolos de su enemigo. • El hombre que ocupa un puesto elevado en el mundo no se considera ofendido por los insultos de aquel a quién mira como inferior; lo mismo sucede con el que se eleva en el mundo moral sobre la humanidad material; comprende que el odio y el rencor le envilecerían y le rebajarian; luego para ser superior a su adversario, es preciso que tenga el alma más grande, más noble y más generosa. 

Los enemigos desencarnados​».

5. El espiritista tiene aún otros motivos de indulgencia para con sus enemigos. En primer lugar sabe que la maldad no es el estado permanente de los hombres; que es una imperfección momentánea y que de la misma manera que el niño se corrige de sus defectos, el hombre malo, reconocerá un día sus malas obras y se volverá bueno. Sabe tambien que la muerte sólo le libra de la presencia material de su enemigo, pero que este puede perseguirle con su ódio, aún despues de haber dejado la tierra; que de este modo la venganza no consigue su objeto, sino que al contrario, tiene por efecto el producir una irritación más grande y que puede continuarse de una existencia a otra. Pertenecía al Espiritismo probar por la experiencia y la ley que rige las relaciones del mundo visible con el mundo invisible, que la expresión : Ahogar en sangre la ira, es radicalmente falsa, y la verdad es, que la sangre conserva el odio hasta más allá de la tumba; y dar, por consiguiente, una razon de ser efectiva y una utilidad práctica al perdon y a la sublime máxima de Cristo: Ama a tus enemigos. No hay corazon, por perverso que sea, que no se conmueva al ver un buen comportamiento, aún sin darse cuenta de ello con los buenos procederes, se quita por lo menos todo pretexto de represalias; de un enemigo puede hacerse un amigo antes y despues de la muerte. Con malos procederes se le irrita, y entónces el mismo sirve de instrumento a la justicia de Dios para castigar al que no ha perdonado.

6. Pueden, pues, tenerse enemigos entre los desencarnados y entre los encarnados; los enemigos del mundo invisible, manifiestan su malevolencia por las obsesiones y las subyugaciones a las que están sujetas tantas gentes, y que son una variedad en las pruebas de la vida; tanto estas pruebas como las otras ayudan al adelantamiento y deben ser aceptadas con resignación, y como consecuencia de la naturaleza inferior del globo terrestre; si no hubiese hombres malos en la tierra, no habría tampoco Espíritus malos a su alrededor. Si pues debemos tener indulgencia y benevolencia para con los enemigos encarnados, debe tenerse la misma para con los que están desencarnados. En otro tiempo se sacrificaban víctimas sangrientas para apaciguar a los dioses infernales, que eran los Espíritus malos. 

A los dioses infernales, han sucedido los demonios que son la misma cosa. El Espiritismo viene a probar que esos demonios no son más que las almas de los hombres perversos, que aún no se han despojado de los instintos materiales; que no se apaciguan sino por el sacrificio de su odio, es decir, por la caridad; que la caridad no tiene sólo por efecto, el impedir que hagan el mal, sino el de conducirles al camino del bien y contribuir a su salvación. Así es que la máxima: Ama a tus  enemigos, no está circunscrita al círculo estrecho de la tierra y de la vida presente, sino que entra en la gran ley de la solidaridad y de la fraternidad universal. 

Si alguno te hiere en la mejilla derecha, preséntale también la otra. 

7. Has oido que fué dicho: Ojo por ojo y diente por diente. — Más yo te digo, que no resistas al mal, antes si alguno te hiere en la mejilla derecha, presentale tambien la otra. — Y a aquel que quiere ponerte en pleito, y tomarte la túnica, déjale también la capa. — Y al que te precisare a ir cargado mil pasos, vé con Él otros dos mil más . — Da al que te pida: y al que te quiere pedir prestado, no le vuelvas la espalda. (S. Mateo, cap. V, v. de 38 a 42.)

8. Las preocupaciones del mundo sobre lo que se llama entre los hombres punto de honor, dán esa susceptibilidad sombría, nacida del orgullo y de la exaltación de la personalidad, que conduce al hombre a volver injuria por injuria, herida por herida, lo que parece la justicia para aquel cuyo sentido moral no se eleva sobre las pasiones terrestres; por esto la ley mosaíca decía: Ojo por ojo, y diente por diente, ley en armonía con el tiempo en que vivía Moisés. Cristo vino y dijo: «Devuelve bien por mal. Dijo más: «No te resistas al mal que te quieran hacer; si te hieren en una mejilla, presentale la otra. Para el orgulloso esta máxima parece una cobardía, porque no comprende que se necesite más valor para soportar un insulto que para vengarse, y esto siempre por la razón de que su vista no alcanza más allá del presente. ¿Pero hemos de tomar esta máxima al pie de la letra? No, lo mismo que la que dice que nos arranquemos el ojo, si nos es ocasion de escándalo; llevada adelante con todas sus consecuencias, seria condenar toda represión, aún cuando fuese legal, y dejar el campo libre a los malos, quitándoles todo miedo; si no se pusiera un freno a sus agresiones, muy pronto serian víctimas suyas todos los buenos. 

El mismo instinto de conservación, que es una ley de la naturaleza, dice que no debe uno presentar voluntariamente el cuello al asesino. Con estas palabras, pues, Jesús no prohibió la defensa, sino que condenó la venganza. Diciendo que se presente una mejilla cuando se ha herido la otra, es decir bajo otra forma, que no debe volverse nunca mal por mal; que el hombre debe aceptar con humildad todo lo que tiende a rebajar su orgullo; que es más honroso para Él ser herido que herir; sobrellevar con paciencia una injusticia que cometerla Él mismo; que vale más ser engañado que engañar; ser arruinado que arruinar a los demás. Es al mismo tiempo la condenación del duelo que no es otra cosa que un alarde de orgullo. La fé en la vida futura y en la justicia de Dios, que nunca deja el mal impune, puede sólo dar la fuerza para soportar con paciencia los tiros dirigidos a nuestros intereses y a nuestro amor propio, por esto decimos sin cesar: Dirige tus miradas al porvenir, cuanto más te eleves con el pensamiento sobre la vida material, menos te atormentarán las cosas de la tierra.

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Agradezco la amistad de todos, pero, los murmuradores y adivinos se convierten en Mistificadores y en Murmuradores. Existen infinidad de grupos que no les importa las ENSEÑANZAS del Espiritismo. Cada cual debería saber que la murmuración y la adivinación los convierte en perturbadores del Espiritismo. 

"El que Murmura a espaldas de los aludidos, no sólo comete faltas que deberán ser expiadas, sino que demuestra no ser amigo, ni haber perdonado. Su orgullo y egoísmo lo domina y no permite su adelanto Espiritual, está perdiendo su tiempo en esta existencia, y ocasiona que los que por ignorancia se hacen parte de la murmuración. También deberan que Expiar esa falta. Ya no es sólo una sola falta cometida individual, sino que se convierte en doble falta". 

Frank Montañez, 
Espírita por Convicción 


Que no se maravillen, pues, los incrédulos, si Dios y los espíritus que son los agentes de su voluntad, no se someten a sus exigencias. Que se pregunten qué es lo que dirían si el último de sus servidores quisiera imponérseles.  Dios  impone sus condiciones y no las recibe; escucha con bondad a los que se dirigen a Él con humildad, y no a los que creen ser más que El.

Hoy día personalmente he oído quien predica públicamente que eso de lavar los pies a otra persona es anticuado y se mofan diciendo que eso de lavar los pies sucios de alguien no es lo que ellos enseñan en sus organizaciones. Y de primera intensión me causó revuelo oír una  atrocidad como esa, donde claramente se observa una falta de humildad y compasión contrario a lo que nos enseñó Jesús. Este modo de pensar de muchos hoy día, es claramente  un comportamiento egoísta y materialista. Otros dicen que todo lo que nos enseñó Jesús era de orden religioso, por tanto no es importante predicar eso porque el espiritismo es algo  científico y filosófico solamente y nada que ver con los religiosos, puesto que el espiritismo no es una religión. 

Todas estas corrientes de pensamiento tienen mi respeto, por cuanto cada cual tiene el libre  albedrío de pensar como más lo crea apropiado. Pero no me quedaré cayado, porque del mismo modo que otros expresan su modo de pensar en cuanto al legado de Jesús para la humanidad y lo menosprecian, yo lo aplaudo y me regocijo que el modo de pensar de Jesús haya impactado mi vida, mi moral y mis pensamientos con relación a la vida.

Enseñaré humildad, compasión, caridad y amor, porque eso nos conduce al Bien Común, y eso es lo que Dios desea de los seres humanos. No se puede dar compasión, amor y caridad si no se es humilde de corazón.  Porque no se puede dar lo que no se tiene para dar. Sí en mi trayectoria de vida tengo que lavar los pies de alguien, no solo le lavare los pies, sino que lo bañaré, lo vestiré y lo calzare si eso es necesario. No tengo problemas mentales con eso, porque no se puede educar sino se puede ilustrar los conceptos con nuestro ejemplo.

Es tiempo de olvidarse de las apariencias y de ser realista con lo que creemos y enseñamos. 

Ahora bien, también encontré lo siguiente en este mismo libro:

EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO
INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS

Orgullo y humildad
11. ¡La paz del Señor sea con vosotros, queridos amigos! Vengo a animaros a seguir el buen común.  A los pobres espíritus que en otro tiempo habitaban la tierra, Dios les da la misión de iluminaros. Bendito sea, por la gracia que nos concede de poder favorecer vuestro mejoramiento. ¡Que el Espíritu Santo me ilumine y me ayude, para que mi palabra sea comprensible, y que me haga la gracia de que esté al alcance de todos! ¡Vosotros, encarnados, que estáis en pena y buscáis la luz, que la voluntad de Dios venga en mi ayuda para hacerla brillar a vuestros ojos!
La humildad es una virtud muy olvidada entre vosotros; los grandes ejemplos que se os han dado se han seguido muy poco, y, sin embargo, sin humildad, ¿podéis, acaso, ser caritativos con vuestro prójimo? ¡Oh! no, porque ese sentimiento nivela a los hombres; él les dice que son hermanos, que deben ayudarse entre sí, y las conduce al bien. Sin humildad hacéis gala de virtudes que no tenéis, como si lleváis un vestido para ocultar las deformidades de vuestro cuerpo. Acordáos de "Aquel" que nos salvó; recordad su humildad, que tan grande le hizo y le elevó por encima de todos los profetas.

El orgullo es el terrible adversario de la humildad. Si Cristo prometió el reino de los cielos a los más pobres, fué porque los grandes de la tierra se figuran que los títulos y las riquezas son recompensas dadas a su mérito y que su esencia sea más pura que la del pobre; creen que esto se les debe, y por lo mismo cuando Dios se las quita le acusan de injusto. ¡Oh irrisión y ceguera! ¿Acaso Dios hace distinción entre vosotros por el cuerpo? La envoltura del pobre, ¿no es igual a la del rico? ¿Ha hecho el Criador dos especies de hombres? Todo lo que Dios ha hecho es grande

El mayor de los mandamientos

4. Mas los fariseos, cuando oyeron que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a consejo.-Y le preguntó uno de ellos, que era doctor de la ley, tentándole: Maestro, ¿cuál es el grande mandamiento en la ley? - Jesús le dijo:
Amarás al Señor tu Dios de todo corazón, y de toda tu alma y de todo tu entendimiento. - Este es el mayor y primer mandamiento. - Y el segundo semejante es a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. - De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. (San Mateo, cap. XXII, v. de 34 a 40).

5. Caridad y humildad: tal es, pues, el sólo camino de la salvación; egoísmo y orgullo, tal es el de la perdición. Este principio está formulado en términos precisos en estas palabras: "Amaréis a Dios de toda vuestra alma y a vuestro prójimo como a vosotros mismos"; "toda la ley y los profetas están encerrados en estos dos mandamientos". Y para que no haya equivocación sobre la interpretación del amor de
Dios y del prójimo, añade: "Y el segundo semejante es a éste"; es decir, que no se puede verdaderamente amar a Dios, sin amar a su prójimo, ni amar a su prójimo sin amar a Dios; pues todo lo que se hace contra el prójimo, se hace contra Dios. No pudiendo amar a Dios, sin practicar la caridad con el prójimo, todos los deberes del hombre están resumidos en esta máxima: "Sin caridad no hay salvación".

658. La plegaria ¿es grata a Dios?

- La oración siempre es agradable a Dios cuando ha sido dictada por el corazón, por cuanto la intención lo es todo para Él, y la plegaria que te surge del corazón es preferible a la que puedes leer, por bella que ésta sea, si las estás leyendo más con los labios que con el pensamiento. La oración es grata a Dios cuando se dice con fe, sinceridad y fervor. Pero no creas que Él escuche la del hombre vano, orgulloso y egoísta, salvo que se tratara de un acto de arrepentimiento sincero y de genuina humildad.

El Libro de los Médiums

Se comprende fácilmente toda la diferencia que hay entre la obsesión simple y la fascinación; se comprende también que los Espíritus que producen estos dos efectos deben diferir de carácter. En la primera, el Espíritu que se une a vosotros sólo es un ser importuno por su tenacidad, y se desea con impaciencia poderse desembarazar de él. En la segunda es otra cosa; para llegar a tales fines es necesario un Espíritu hábil, vivo y profundamente hipócrita, porque no puede chasquear y hacerse aceptar sino con ayuda de la máscara que sabe tomar y de un falso semblante de virtud; las grandes palabras de caridad, humildad y de amor de Dios son para él como credenciales; pero a través de todo esto deja penetrar las señales de inferioridad, que es necesario estar fascinado para no ver, teme también a todas las personas que ven demasiado claro; así es que su táctica es casi siempre la de inspirar a su intérprete el alejamiento de cualquiera que pudiera abrirle los ojos; por este motivo, evitando toda contradicción, siempre tiene la seguridad de tener razón.

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Nota psicográfica sobre la HUMILDAD dada a Frank Montañez

Viendo la importancia de lo que debe ser la humildad, y armonizando con los buenos espíritus recibí hoy esta nota psicográfica que deseo compartir con ustedes mis amigos. Deseo tanto que la humildad si no ha hecho nido en tu corazón que si lo haga hoy, pues te expone ante Dios y los Buenos espíritus como alguien de mucha valía espiritual. Así me hablaron los espíritus hoy:….

Humildad

“La Humildad rompe los corazones más endurecidos, se logra a
través de una gran fe en Dios. A través de la resignación y a través del conocimiento.  
Se es humilde cuando se entiende que el conocimiento se da de acuerdo al adelantamiento espiritual, pues se logra comprender nuestra posición en la vida. No tiene que ver con el materialismo, sino por el contrario por la profundidad espiritual que se logra en las comunicaciones privadas con Dios, a través de las armonías.

Nunca verás a un orgulloso desplegando rasgos de humildad, pues es exactamente contrario al orgullo y al egoísmo, es arrogancia.

Cuando se es humilde se goza de estatura espiritual. Se logra el respeto de los buenos espíritus. La humildad en pensamientos, en dichos y en intensiones, activa el adelantamiento espiritual.

No confundamos la humildad con debilidad de carácter, no; es exactamente lo que modifica el carácter y lo define a él.  El humilde cree en el prójimo, y como le cree, se da en compasión, caridad y amor, creyendo y no preconcibiendo los comportamientos. El humilde logra captar la atención de los buenos espíritus y abre las puertas del conocimiento. Si eres humilde, no tendrás prejuicios, no sufrirás por la desconfianza y será conforme con lo que tengas que pasar en la vida.  Sé humilde y serás bendecido, sé humilde y lograrás consolación y alegrías incontables. La humildad desarma a los orgullosos y detiene las maquinaciones de los malos espíritus.

Ser humilde es ser fuerte e invencible. El ser humilde resume lo necesario para caminar en Bien Común, que es lo que agrada a Dios.

Mensaje Psicográfico a Frank Montañez dado por el espíritu Sebastián
Lunes 23 de enero de 2012, 3:50 pm, Indiana EUA
Con texto Perfumado….



Reflexión Final:

Es muy emotivo pensar que Dios y los Buenos Espíritus valoran tanto en una persona que haya experimentado cambios en torno a la Moral o al Bien Común, que no me explico porque no le damos más importancia a esta virtud olvidada. Es precisamente lo contrario al Orgullo y al egoísmo, y sin irnos muy lejos también es contrario al materialismo que corrompe al ser humano.

En la nota psicográfica que les presento hoy, llama la atención que esta virtud en nosotros despierta admiración en el mundo espiritual, nos hace sabios y merecedores de conocimiento.  Y sabes ¿por qué?, Porque cuando se es humilde de corazón, significa que se han abolido los prejuicios, se ha erradicado el orgullo y el egoísmo y esos espacios vacíos que quedan, se pueden llenar de conocimiento de Dios y del mundo espiritual.

Se puede entonces enfocar nuestro interés al crecimiento espiritual en vez de estar pensando en envidias, codicias, mentiras, y maquinaciones mundanas que nos manchan como seres humanos.

Allan Kardec o su nombre Hippolyte León Denizard Rivail también disfrutó de esta virtud cuando fue escogido por los Espíritus Superiores para escribir los Libros de la Codificación Espírita .  Sin duda el trato del cual Kardec fue objeto, fue debido a su humildad como virtud mas sobresaliente.

Veamos cómo fue tratado Allan Kardec o su nombre Hippolyte León Denizard Rivail por estos espíritus al asignarle la tarea:


PROLEGÓMENOS




Así le dijeron los Espíritus Superiores a Kardec:
"Este libro es la recopilación de sus enseñanzas. Ha sido escrito por orden y bajo el dictado de Espíritus superiores, para asentar los cimientos El Libro de los Espíritus. No contiene nada que no sea la expresión de su pensamiento y que no haya sido controlado por ellos. Sólo el orden y la distribución metódica de las materias, así como las observaciones y la forma de ciertas partes de la redacción, constituyen la obra de quien recibió la misión de publicarlo.
He aquí los términos en que han dado ellos por escrito, y sirviéndose de diversos médium, la misión de organizar este libro (Libro de Los Espíritus):
“Ocúpate con celo y perseverancia de la tarea que has emprendido con nuestro concurso, porque este trabajo es nuestro. En él hemos sentado las bases del nuevo edificio que se eleva y que debe un día reunir a todos los hombres en un mismo sentimiento de amor y caridad. Pero, antes de publicarlo lo revisaremos juntos, a fin de controlar todos sus pormenores.
Contigo estaremos cada vez que lo pidas y para ayudarte en tus otras labores, pues ésta sólo constituye una parte de la misión que se te confía, y que te ha sido revelada ya por uno de nosotros.
Entre las enseñanzas que se te imparten hay algunas que debes guardar para ti solo, hasta nueva orden. Nosotros te indicaremos cuando haya llegado el momento de publicarlas. En el ínterin, medítalas, a fin de estar preparado cuando te avisemos.
Pondrás a la cabecera del libro el sarmiento que te hemos dibujado18, porque es el emblema del trabajo del Creador.
Todos los principios materiales que mejor pueden representar al cuerpo y al Espíritu se hallan reunidos en él: la rama representa al cuerpo. El Espíritu es el licor. El alma o Espíritu unidos a la materia constituyen el grano. El hombre destila el Espíritu por medio del trabajo, y tú sabes que sólo por el trabajo del cuerpo adquiere el Espíritu conocimientos.
No te desaliente la crítica. Hallarás contradictores encarniza-dos, en modo especial entre aquellas personas interesadas en los abusos. Inclusive los encontrarás entre los Espíritus, porque los que no se hallan del todo desmaterializados tratan a menudo de sembrar la duda, ya sé por malicia o bien por ignorancia. Pero sigue siempre adelante. Cree en Dios y marcha con confianza. Nosotros estaremos allí para sostenerte, y está cerca el tiempo en que la verdad destellará por doquier.
La vanidad de ciertos hombres, que creen saberlo todo y quieren explicarlo todo a su manera, engendrará opiniones disidentes. Pero todo los que tengan presente el gran principio de Jesús se confundirán mediante un vínculo fraternal, que abarcará al mundo entero. Dejarán a un lado las míseras discusiones por palabras para no ocuparse más que de las cosas esenciales, y la Doctrina será siempre la misma, en lo que respecta al fondo, para todos aquellos que reciban las comunicaciones de los Espíritus superiores.
Con la perseverancia llegarás a cosechar el fruto de tus trabajos. El placer que experimentarás al ver a la Doctrina difundirse y ser bien comprendida será para ti una recompensa, cuyo valor conocerás en su totalidad, quizá más en el porvenir que en el presente. No te inquietes, pues, por los espinos y las piedras que sembrarán en tu camino los incrédulos o los malvados. Conserva la confianza: con ella alcanzarás la meta, y merecerás ser ayudado siempre.
Acuérdate de que los Buenos Espíritus no asisten sino a quienes sirven a Dios con humildad y desinterés, y en cambio repudian a cualquiera que busque en la senda del Cielo un escalón para las cosas de la Tierra. Aquéllos se apartan del orgulloso y del ambicioso. Orgullo y ambición constituirán siempre una barrera entre el hombre y Dios. Son un velo arrojado sobre las celestes claridades, y Dios no puede valerse del ciego para hacer comprender la luz”.

SAN JUAN EVANGELISTA. SAN AGUSTÍN. SAN VICENTE DE PAÚL. SAN LUIS. EL ESPÍRITU DE VERDAD. SÓCRATES. PLATÓN. FENELÓN. FRANKLIN. SWEDENBORG. ETCÉTERA.19
18 El sarmiento reproducido a la cabecera de estos “Prolegómenos” es el facsímil del que fue dibujado por los Espíritus. [N. de A. Kardec.]

19 Algunas personas se extrañan ante la reunión de tantos nombres venerables como firmantes de estas recomendaciones. Una consulta al Cap. XII, “De la identificación de los Espíritus”, en la “Introducción al Estudio de la Doctrina Espírita”, que inicia este volumen, aclarará el problema. [N. de J. H. Pires.]" 


Mi conclusión a este hermoso tema de la Humildad, es que debemos enfocarnos más y más  en cómo poder cultivar esta virtud en nuestras vidas. Cuando educamos el Espíritu y nos proponemos a ser mejores cada día, entonces podemos practicar el bien común y es cuando nuestro trabajo sea evaluado como de un Buen Espíritu, que será en términos de humildad. Es cuando hemos logrado ser mejores seres humanos y mejor aún, hemos logrado activar nuestro crecimiento espiritual de nosotros y de otros....



Frank Montañez
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INFAMIA denuncia de Henri Sause 1 dic 1884

Vídeos publicados sobre el tema:Falsificación de Génesis

Vídeos publicados sobre el tema:Falsificación de Génesis Espiritista, 5ta Edición, 2nda Revisión del Libro de Génesis Espiritista... https://youtu.be/LahxKBMvd84
Ésta es mí contestación oficial sobre la Carta de la Federación Espírita de Brasil FEB, que publiqué é el 6 de abril del 2018. Y consta en el  artículo que contiene el siguiente Video.

Contestación oficial de mi parte a la Federación Espírita de Brasil FEB



5ta Edición, 2nda Revisión del Libro de Génesis Espiritista... https://youtu.be/fQyH70ypda4


5ta Edición, 2nda Revisión del Libro de Génesis Espiritista... Versión de Carleen Bransteter https://youtu.be/9AABq-nWY-M, Carleen Branstetter, 👌okp21 verificado... (11/29/2021).





Carta de la Federacion Espirita de Brasil FEB del 29 de enero del 2018

Carta de la Federación Espirita de Brasil FEB, 29 de de enero del 2018.

Esta carta de la FEB expresa excusas, como justificación para no hacer nada por 134 años desde que Henri Sausse hizo la denuncia de la Infamia el 1 de diciembre de 1884, en el Periodico "Le Espiritisme".

Todas las excusas son sólo válidas para los que nunca tuvieron compromiso con el Espiritismo, y que creyeron que el Espiritualismo moderno suplantaría las enseñanzas del Espiritismo unido a las enseñanzas apócrifas de Jean Baptiste Roustaing. Pero el Espiritismo, que no es Espiritualismo, no se puede sostener en la mentira. Es por eso que esta defensa por la integridad de la filosofía es muy válida.


Hoy, la Federación Espirita de Brasil FEB, sólo tiene dos (2) opciones.

  • Opción #1 - Corregir las alteraciones a los libros codificados y restaurar la integridad doctrinaria del Espiritismo, en próximas ediciones de traducciones. 
  • Opción #2 - NO HACER NADA, que automáticamente se convierte en la primera y única Opción.
Par saber que va a pasar, se debe evaluar el espíritu o las intenciones, que al menos las tenemos por escrito.

Y es por eso importante evaluar el contenido de la Carta de la FEB del 29 de enero del 2018, a fin de determinar si esas son las intenciones. El hacer las correcciones correspondientes, y cumplir con traducciones correctas, implicaría que sí estaban falsificadas las traducciones realizadas en todos los idiomas, incluyendo el idioma portugués, desde hace 146 años. Esto es poco probable y si esta fuera la opción a seguir, deberíamos estar muy pendientes a que eso se logre. Digamos que quieren hacer creer que esa es la opción, pues es solo cuestión de esperar a que todo se olvide, como ocurrió en el pasado. Hoy la Federación Espirita de Brasil FEB, no ha demostrado ningún interés en preservar la integridad doctrinaria del espiritismo moralizador y consolador, porque el interés real es que el Espiritismo, siga siendo considerado una religión Espiritualista que este de acuerdo a los libros publicados de Chico Xavier y Divaldo Pereira Franco, que son considerados como base fundamental de sus creencias espiritualistas.


Las que nadie se las cree, ni ellos mismos, tergiversa la verdad, y lo peor para ellos los incriminan en esta maldad infame de falsificar el libro de Génesis publicado por Allan Kardec el día 6 de enero del 1868. 


Los cogimos con las manos en la masa.



Creen que ya no tendrán que preocuparse. Están lejos de la verdad. Es ahora que los tenemos con las manos en la masa. Quedarán en ridículo, y la credibilidad mundial los juzgará. No os daremos cuenta pronto que están derrumbado y sin un plan B, por haber sido, malos, mentirosos, hipócritas e Infames. Quedarán en el ridículo mundial. 
Carta de la FEB 1-5 en Portugués y en español


####### Traducción al Español #######
Pagina 1

LA GÉNESIS

MILAGROS Y LAS PREDICCIONES
SEGÚN EL ESPIRITISMO
EDICIÓN FINAL

El propósito de las preguntas formuladas últimamente acerca de lo que sería la edición definitiva de la Génesis, milagros y las predicciones según el Espiritismo, Federación Espírita de Allan Kardec Brasileña, a través de su Consejo de administración, llega oficialmente al movimiento espírita expresa su entendimiento nacional sobre el tema.

Como todos saben, la primera edición de la obra salió a la luz, en París, el 6 de enero en 1868, seguido ese mismo año, la publicación de las segunda y terceros ediciones, absolutamente idénticas, simplemente reimpresiones de la primera edición. La 4 ª edición, que contiene en la cubierta y la portada el año 1868, se publicó sólo en la primavera de 1869, ya desencarnado el codificador, aunque manteniendo las mismas características de las tres primeras ediciones, con el cual no distingue en cualquier momento.

La 5ª edición de la génesis, milagros y las predicciones según el Espiritismo, a diferencia de cuatro primeras ediciones, no contiene el año de su lanzamiento, ni en la portada o en la portada, por lo que hasta hace poco no era posible conocer con precisión la fecha publicada. Hoy en día y que el sitio electrónico de la Biblioteca Nacional de Francia, realizar un seguimiento de la fecha exacta de su fecha de lanzamiento: 23 de diciembre de 1872, en el revisado, corregido y ampliado.

Como es conocido por todos, la quinta edición francesa, o que ella siguió y que son idénticos en todos los puntos, es el que ha servido de espejo a las traducciones en las diversas lenguas nacionales de los países del mundo, por haber sido la última edición revisada. Si he usado los traductores febianos Portugués, incluyendo el Dr. Guillón Ribeiro, siendo pertinente tener en cuenta que la primera edición brasileña de la obra, publicados en los años 80 del siglo XIX y traducido por Joaquim Carlos Travassos, Fortúnio, basado en la edición revisada, corregida y ampliada.

No es nuevo en la controversia que el último libro de la codificación espírita habría sido "adulterado" .

Después de la muerte de Allan Kardec, visto que suprime, modifica o agrega palabras, frases y párrafos completos que, en opinión de algunos, no fueron escritos por el autor y que tu desde 1884, 

1 


http://soyespirita.blogspot.com/2018/03/carta-de-la-federacion-espirita-de.html

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¿Cómo reconocer un “Espiritista Verdadero”, en el Espiritismo?

¿Cómo reconocer un “Espiritista Verdadero”, en el Espiritismo? 
Un Espiritista Verdadero es aquel que según el Libro de Obras Póstumas, de Allan Kardec lo describe así:

Breve Contestación a los Detractores del Espiritismo

“Solo reconoce por adeptos suyos a los que practican su enseñanza, es decir, a los que trabajan en su propio mejoramiento moral, esforzándose en vencer sus malas inclinaciones, en ser menos egoístas y orgullosos, más afables, más humildes, pacientes, benévolos, caritativos para con el prójimo y moderados en todas las cosa, pues este es el signo característico del espiritista verdadero…”

Un Espiritista Verdadero, no es el que cobra menos dinero. Esos son “Charlatanes”, infiltrados en el Espiritismo. Los “Charlatanes”, son los que cobran dinero en el Espiritismo.


Evaluar a un Espiritista, y saber si es uno Verdadero, se necesita tener conocimiento adquirido, mediante la lectura de los Libros Codificados de Allan Kardec, Así se puede verificar la autenticidad.

Mensajes en Fotos


Body

















1/15/16

Un RESUMEN sobre los recursos del Espiritismo para sanar las Obsesiones Espirituales seria:









  • Moralización del Obsesado obteniendo su ascendencia Moral y luego al Obsesor moralizarlo.



  • Fortalecimiento de la "Voluntad" del Obsesado para que pueda Rechazar al Obsesor.



  • Oración Magnética Mental. (Grupales),



  • Magnetización del Obsesado, mediante Pases Magnéticos.



  • Educación Espirita.


Los postulados y la definición de la Filosofía Espirita antes expresada es nuestra razón de ser en esta red social. Por la naturaleza de este medio, muchas personas con diferentes corrientes de pensamiento y de diferente postura con relación al Espiritismo, pueden hacer comentarios a nuestras reflexiones. Esto nos llena de mucha satisfacción, porque ilustra claramente que el propósito de la existencia de esta página ha cometido su propósito al lograr cruzar barreras de idiomas y de pensamientos. Estamos muy claros en que nuestra filosofía es una de carácter Kardeciana y es la que promulga el deseo genuino de Dios en cuanto al comportamiento Moral de nuestra sociedad y de toda la raza humana, pero no tenemos ninguna conexión con otras corrientes de pensamiento sincretistas como lo son: Práctica de africanismo, indigenismos o ritualismos étnicos, Religiosos, folclóricos o sincréticos ni se hacen rezos, baños de plantas, consume de aguardiente o tabacos, inhalaciones toxicas, curaciones mágicas, maleficios o encantamientos y Santería.



Las obsesiones se Curan según el Espiritismo.






Excelente recurso de información según El Espiritismo, en el siguiente Libro Gratuito:








Todos están bienvenidos a comentar nuestras reflexiones, pero en nada esto significa que patrocinemos estas corrientes diferentes de pensamientos.











Queremos ser un faro, donde aquellos que desean encontrar el puerto seguro, puedan libremente acercarse al dialogo y a la comprensión. Jesús nos enseño a no hacer acepción de persona alguna, somos llamados a la comprensión y a la tolerancia con todos aquellos que aunque tengan pensamientos diferentes, siguen siendo seres humanos en el proceso de encontrar el sendero de la verdad en su camino evolutivo.












REFERENCIAS PARA ESCRIBIR ESTA REFLEXIÓN



  • El Evangelio Según El Espiritismo, Allan Kardec

  • El Libro de Los Espíritus, Allan Kardec

  • Obras Póstumas, Allan Kardec

  • Genesis

  • El Cielo Y el Infierno – Allan Kardec

  • El Libro de Los Médiums – Allan Kardec











Frank Montañez

“Soy Espírita”

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NOTA Importante:




Si consideras que este articulo o reflexión es útil, y deseas citarnos en un artículo o nota que publiques en tu blog o en Facebook, por favor haz una mención de que obtuviste la información de un articulo nuestro ya publicado. Eso es actuar en Moral y bien común. No permitas que el atribuirte consciente o inconscientemente crédito por algo que copiaste de otro autor, afecte tu espiritualidad, y que cometas faltas que se han de acumulan a las que ya tienes.




Si me mencionas o no, no es importante para mí, pero sí; es una falta el atribuirte que la información publicada es de tu autoría al no hacer mención alguna del autor original, si no das el crédito al que originalmente lo creo, eso es propiedad intelectual y al no dar el crédito, constituye una falta de moralidad. Recomiendo que añadas al final de tu reflexión algo así:




Partes de esta reflexión ha sido tomada de un artículo publicado por Frank Montañez de “Soy Espírita” en su blog: www.soyespirita.blogspot.com




Nombre del Artículo:


Fecha Publicado:


Eso evitarás que actúes mal sin quererlo hacer, de eso se trata la Educación Espírita.






Los siguientes enlaces te conducen a estos temas ya publicados para ayudarte en tu desarrollo de educación espiritual:









































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Los invito a que descarguen los AUDIO Libros en mi blog. No hay escusas para no leer el Libro de los Espíritus y el de Los Médiums, pues pueden escucharlos narrados. Visita mi blog o simplemente dale clic al libro que ves listado a continuación.





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Espero estos enlaces te conduzcan a información que te ayude a lograr activar tu crecimiento espiritual, a través de la Transformación Moral.


________________________________________




NOTA ACLARATORIA:





Han notado que nuestras reflexiones se redactan para la Educación de nuestra filosofía, tal y como lo ilustran Los Espíritus de La Codificación Espirita dada a Allan Kardec. Muchas de estas enseñanzas lucen como que deben ser tratadas en la Casa Espírita y creo que sí; es esto correcto. Pero la mayoría de nuestros lectores no tienen acceso a Casa Espírita alguna, entonces no nos podemos quedar con las manos cruzadas esperando que Espíritus Impuros que sabiendo esta realidad se adelanten se introduzcan en los hogares de personas que con genuino interés se acercan a nuestra página buscando ayuda. Para ellos les sugiero considerar conformar un pequeño grupo de Estudios en su hogar. Así se deleitaran de las enseñanzas de los Espíritus. Estos dos enlaces te ayudaran a comenzar a conformar tu grupo de Estudio:





  • http://soyespirita.blogspot.com/2014/01/ley-de-sociedad-i-necesidad-de-la-vida.html

  • http://soyespirita.blogspot.com/2011/08/recomendaciones-para-los-nuevos-grupos.html













No demostramos compasión si no ayudamos a estas personas en estos lugares inaccesibles que no existe ninguna Casa Espírita cerca y tal vez nunca la habrá a no ser por nuestra educación por el Internet. Para muchos el desarrollo de la Mediúmnidad es tan serio que no han desarrollado aun Médiums en sus lugares de reunión. Pero eso no debe ser la norma, pues el mismo Allan Kardec nos apercibió de que esto era esencial en el desarrollo espiritual de las comunicaciones Mediúmnica.




Preferimos hacer accesible esta información para aquellos que genuinamente desean crecer espiritualmente, y yo soy el de pensar que si los deseos de estos nuevos allegados son encaminados al desarrollo de la Mediúmnidad, es preferible ayudarlos que dejarlos a expensas de Espíritus Impuros que aprovechándose del deseo más profundo de crecer espiritualmente intervengan para que esto no se logre.




Esta educación debe ser el detonador para el establecimiento de nuevos centros de reunión para nuevos allegados y esto cumple el propósito de la codificación y de la Ley de Progreso y Crecimiento espiritual a que todos tenemos derecho.









































Autenticidad de los libros Codificados por Allan Kardec según el Libro de Génesis, ¿Qué es una Opinión en el Espiritismo? y el propósito del Espiritismo con la Humanidad:





Ítem #10. Sólo los espíritus puros reciben la misión de transmitir la palabra de Dios, pues hoy sabemos que los espíritus están lejos de ser todo perfectos y que algunos intentan aparentar lo que no son, razón por la cual San Juan ha dicho: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios” (Primera Epístola Universal de San Juan Apóstol 4:1).



De modo que nadie tiene la autoridad Espiritual ni Moral de realizar cambios a los libros codificados que no sean los dueños y autores originales; "Los Espíritus".




Veamos lo que dice la introducción del Libro de Génesis, comentado y firmado por Allan Kardec y lee como sigue: Introducción, De la primera edición, publicada en enero de 1868.


“A pesar de la intervención humana en la elaboración de esta





Doctrina, la iniciativa pertenece a los espíritus, pero no a uno en especial, ya que es el resultado de la enseñanza colectiva y concordante de muchos espíritus, puesto que si se basara en la doctrina de un espíritu no tendría otro valor que el de una "opinión personal". El carácter esencial de la Doctrina y su existencia misma se basan en la uniformidad y la concordancia de la enseñanza. Por tanto, todo principio no general no puede considerarse parte integrante de la Doctrina, sino una simple opinión aislada de la cual el Espiritismo no se responsabiliza.


Es esa concordancia colectiva de opiniones, sometidas a la prueba de la lógica, la que otorga fuerza a la Doctrina Espírita y asegura su vigencia. Para que cambiase, sería necesario que la totalidad de los espíritus mudasen de opinión, es decir, que llegase el día en que negasen lo dicho anteriormente. Ya que la Doctrina emana de la enseñanza de los espíritus, para que desapareciese sería necesario que los espíritus dejasen de existir. Y es por eso que esta Doctrina prevalecerá siempre sobre los demás sistemas personales, que no poseen, como ella, raíces por doquier. El Libro de los Espíritus ha consolidado su prestigio porque es la expresión de un pensamiento colectivo y general.”

Firmado por Allan Kardec.






El Libro de Génesis, escrito por Allan Kardec nos indica lo siguiente tambien:


Ítem #40. El Espiritísmo presenta, como ha sido demostrado (cap. I, n.º 30), todos los caracteres del Consolador prometido por Jesús. No es, en absoluto, una doctrina individual, una concepción humana; nadie puede decirse su creador (Pues sus creadores fueron los Espíritus). Es el fruto de la enseñanza colectiva de los espíritus presididos por el Espíritu de Verdad. No suprime nada del Evangelio: lo completa y aclara. Con la ayuda de las nuevas leyes que revela, en unión con las de la ciencia, hace comprender lo que era ininteligible y admitir la posibilidad de aquello que la incredulidad tenía inadmisible. Hubo precursores y profetas que presintieron su llegada. Por su poder moralizador, prepara el reino del bien sobre la Tierra.


La doctrina de Moisés, incompleta, terminó circunscrita al pueblo judío; la de Jesús, más completa, se extendió a toda la Tierra mediante el cristianismo, pero no convirtió a todos; el Espiritismo, más completo aún, con raíces en todas las creencias, convertirá a la Humanidad.1


1. Todas las doctrinas filosóficas y religiosas llevan el nombre de la individualidad fundadora, por lo que se dice: el Mosaísmo, el Cristianismo, el Mahometismo, el Budismo, el Cartesianismo, el Furierismo, el Sansimonismo, etc. La palabra Espiritismo, por el contrario, no involucra a ninguna persona en especial; pero sí define a una idea general que indica, al mismo tiempo, el carácter y la fuente múltiple de la Doctrina. [N. de A. Kardec.]






Claramente Allan Kardec y El Espíritu de verdad que dictó los Libros Codificados que el Espiritísmo, más completo aún, es con raíces en TODAS LAS CREENCIAS y la fuente múltiple de la doctrina, refiriéndose a que con Moisés la Doctrina fue incompleta y la de Jesús se extendió mediante el Cristianismo, pero no convirtió a todos, por lo tanto es hoy que el Espiritísmo ha de ser de todos, todas las doctrinas religiosas, "Mosaísmo, Cristianismo, Mahometismo, el Budismo, el Cartesianismo, el Furierismo, el Sansimonismo, y yo ando los Musulmanes, los Hinduistas, los Ateos, los Laicos, los de Joaquín Trincado, los Santeros, Umbanda, en fin a "TODOS", es más incluyo, hasta los extraterrestres, Todos adelantaran sus Espíritus mediante las enseñanzas del Espiritísmo.



En el libro de Obras Póstumas, Allan Kardec, luego de haber dedicado 13 años a la Codificación Espírita, y haber codificado y publicado los 5 Libros Básicos, dijo lo siguiente refiriéndose al Espiritismo:



EL ESPIRITÍSMO NO ES UNA RELIGIÓN Constituida…



El espiritismo es una doctrina filosófica que tiene consecuencias religiosas como toda filosofía espiritualista y por esto mismo toca forzosamente las bases fundamentales de todas las religiones: Dios, el alma y la vida futura; pero no es una religión constituida, dado que no tiene culto, rito ni templo, y que entre sus adeptos ninguno ha tomado ni recibido titulo de sacerdote o sumo sacerdote. Estas calificaciones son pura invención de la crítica.


Obras Póstumas – Allan Kardec







TODOS SOMOS MÉDIUMS





Libro de Los Mediums - Sobre los Médiums - X




Todos los hombres son médiums, todos tienen un Espíritu que los orienta hacia el bien, en caso de que sepan escucharlo. Ahora bien, poco importa que algunos se comuniquen directamente con él a través de una mediumnidad especial, y que otros sólo lo escuchen a través de la voz del corazón y de la inteligencia, pues no deja de ser su Espíritu familiar quien los aconseja. Llamadlo espíritu, razón o inteligencia: en todos los casos es una voz que responde a vuestra alma y os dicta buenas palabras. Sin embargo, no siempre las comprendéis. No todos saben proceder de acuerdo con los consejos de la razón, no de esa razón que se arrastra y repta más de lo que camina, que se pierde en la maraña de los intereses materiales y groseros, sino de esa razón que eleva al hombre por encima de sí mismo y lo transporta a regiones desconocidas. Esa razón es la llama sagrada que inspira al artista y al poeta, el pensamiento divino que eleva al filósofo, el impulso que arrebata a los individuos y a los pueblos. Razón que el vulgo no puede comprender, pero que eleva al hombre y lo aproxima a Dios más que ninguna otra criatura; entendimiento que sabe conducirlo de lo conocido a lo desconocido, y le hace realizar las cosas más sublimes. Escuchad, pues, esa voz interior, ese genio bueno que os habla sin cesar, y llegaréis progresivamente a oír a vuestro ángel de la guarda, que desde lo alto del cielo os tiende la mano. Repito: la voz íntima que habla al corazón es la de los Espíritus buenos, y desde ese punto de vista todos los hombres son médiums.




Channing






Libro de Los Mediums - Capt. XVII


Amigos míos, permitidme que os dé un consejo, dado que avanzáispor un terreno nuevo, y si seguís la ruta que os indicamos no osextraviaréis. Se os ha dicho una gran verdad, que deseamos recordaros: el espiritismo es sólo una moral, y no debe salirse de los límites de la filosofía, ni más ni menos, salvo que quiera caer en el dominio de la curiosidad.


Dejad de lado las cuestiones científicas, pues la misión de los Espíritus no es resolverlas, ahorrándoos el esfuerzo de las investigaciones.


"Tratad antes de mejoraros, pues de ese modo progresaréis realmente".


San Luis







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