Jesús el Nazareno, es un término correcto avalado por los Espíritus
de los Libros Codificados y Allan Kardec – Además, Jesús, es proclamado como un
Espíritu Puro y Perfecto, en el Libro de Los Médiums. Capítulo
XXXI, #IX. Disertaciones espíritas, en su segunda edición, verificado por Allan Kardec.
El Cristo
es un nombre religioso dado a Jesús, que no significa lo mismo. Me permito en definir ambos nombres.
Predicciones
del Evangelio
·
Jesús
el Nazareno: Es el Jesús que encarnó con la misión divina de expresar la Segunda
Revelación Espirita a la humanidad. Es el Jesús que efectivamente nació en
Nazareth, Israel. No dejó nada por escrito, y su misión fue la de Moralizar a
la humanidad. Pero no llegó a todos. El libro de Génesis Espiritual indica en
el capitulo XVII, ítem #840, lo siguiente: "Es el fruto de la enseñanza
colectiva de los Espíritus, enseñanza que conduce el Espíritu de Verdad. No
suprime nada del Evangelio, sino que lo completa y lo explica. Con la ayuda de
las nuevas leyes que revela, conjugadas con las que la ciencia ya ha
descubierto, conduce a la comprensión de lo que era ininteligible y hace que se
admita la posibilidad de aquello que la incredulidad consideraba inadmisible.
Tuvo sus precursores y profetas, que presagiaron su llegada. Por su poder
moralizador, el espiritismo prepara el reinado del bien sobre la Tierra. La
doctrina de Moisés, incompleta, quedó circumscrita al pueblo judío; la de
Jesús, más completa, se extendió a toda la Tierra mediante el cristianismo,
pero no convirtió a todos; el espiritismo, más completo aún, con raíces en
todas las creencias, convertirá a toda la humanidad.98."
98 Todas las doctrinas filosóficas y
religiosas llevan el nombre de su fundador. Se dice: el mosaísmo, el
cristianismo, el mahometismo, el budismo, el cartesianismo, el furierismo, el sansimonismo,
etc. La palabra espiritismo, por el contrario, no alude a ninguna personalidad;
implica una idea general que al mismo tiempo indica el carácter y la fuente
múltiple de la doctrina. (N. de Allan Kardec.)
•
Cristo : Era el nombre dado a Jesús el Nazareno,
significaba para los Cristianos el Mesías Prometido pero no para los Judíos,
pues nunca lo han reconocido, el Rey de Israel, el Redentor y perdonador de
Pecados, el Cordero de Dios, que se sacrificó, para salvar al hombre del Pecado
Original y de sus pecados subsiguientes. Cristo fue añadido en la Biblia como
nacido en Belén, Israel en el libro de Mateos, aunque el Libro de Lucas, coloca
a Jesús naciendo en Nazareth.
Gracias
a Dios, que todo está muy claro en los Libros Codificados, para los que leen
los libros.
Existen detractores del Espiritismo y de la naturaleza de Jesús,
indicando y publicando que “Nazareth en Israel”, no existía al tiempo de Jesús.
Eso es falso y pernicioso, pues “Nazareth en Israel”, sí; existía, aunque no
era reconocido, pues no tenía ninguna importancia en el tiempo de Jesús. Ese
lugar siempre existió en el tiempo de Jesús.
Los Espiritistas tenemos la confirmación en el Libro de Los Médiums, y
personalmente lo he verificado de la copia original del Libro de Los Médiums,
segunda edición de Allan Kardec, que es correcto decir referirse a “Jesús el Nazareno”.
Específicamente cito el extracto Libro de Los Médiums, Capítulo XXXI, #IX,
donde Allan Kardec proclama a Jesús como un Espíritu Puro y Perfecto, y lo nombra como Jesús de Nazareth, en la sección de Disertaciones espíritas.
En esta sección se documenta una comunicación Mediúmnica de un Médium muy
conocido por la Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas y que por Allan Kardec,
lo expone como una comunicación “Apócrifa”.
Esta supuesta comunicación Mediúmnica de un conocido Médium de la época,
y el aparente Espíritu de Jesús, es apócrifa, y es fácilmente reconocible por
el lenguaje que utiliza, que no es a tono con el Espíritu noble de Jesús el Nazareno. Es aquí que se establece a Jesús como el Nazareno y que además, que ya
alcanzó su pureza espiritual.
Libro
de Los Médiums. Capítulo XXXI, #IX. Disertaciones espíritas, en su segunda edición,
verificado por Allan Kardec.
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Veamos
el extracto del Libro de Los Médiums en español y en francés:
Español>>>
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Ahora veamos en el idioma Francés, este contenido
traducido al Español.
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IX
“Vengo a ti, yo, tu salvador y tu juez. Vengo, como en otros tiempos,
hacia los hijos descarriados de Israel. Vengo a traer la verdad y a disipar
las tinieblas. Escuchadme. El espiritismo, como en el pasado lo hizo mi
palabra, debe recordar a los materialistas que por encima de ellos reina la
inmutable verdad: el Dios bondadoso, el Dios poderoso que hace que germinen
las plantas y se eleven las olas.
Yo revelé la doctrina divina. Como el segador, até en haces el bien
esparcido en la humanidad, y dije: “¡Venid a mí, todos los que sufrís!”. Pero
los hombres, ingratos, se desviaron del camino recto y amplio que conduce al
reino de mi Padre, y se han extraviado en los ásperos senderos de la
impiedad. Mi padre no quiere aniquilar a la raza humana; quiere que, ya no a
través de profetas y apóstoles, sino ayudándoos unos a otros, muertos y vivos
–es decir, muertos según la carne, porque la muerte no existe–, os socorráis,
y que la voz de aquellos que ya no viven en la Tierra se haga escuchar aún para
exclamar: “¡Orad y creed!” Porque la muerte es la resurrección, y la vida es
la prueba elegida, durante la cual las virtudes que hayáis cultivado habrán
de crecer y desarrollarse como el cedro.
Creed en las voces que os responden: son las almas de aquellos a
quienes evocáis. Muy rara vez me comunico. Mis amigos, los que estuvieron
presentes en mi vida y en mi muerte, son los intérpretes divinos de los
mandatos de mi Padre. Hombres débiles, que reconocéis el error de vuestras
oscuras inteligencias, no extingáis la antorcha que la clemencia divina
deposita en vuestras manos para iluminar vuestro camino y conduciros, como
niños perdidos, al regazo de vuestro Padre. En verdad os digo: creed en la
diversidad, en la multiplicidad de los Espíritus que os rodean. Estoy
embargado de compasión por vuestras miserias, por vuestra inmensa debilidad,
para no tender una mano caritativa a los infelices extraviados que, aunque
miren al Cielo, caen en el abismo del error. Creed, amad, comprended las
verdades que se os revelan. No mezcléis la cizaña con las buenas simientes,
ni los sistemas con las verdades.
¡Espíritas! Amaos, esta es la primera enseñanza. Instruíos, esta es
la segunda. Todas las verdades se encuentran en el cristianismo. Los errores
que se han arraigado en él son de origen humano. Y he aquí que desde más allá
de la tumba, a la que considerabais la nada, brotan voces que os advierten:
“¡Hermanos!
Nada perece. Jesucristo es el vencedor del mal, sed vosotros los vencedores
de la impiedad”.
OBSERVACIÓN – Esta comunicación, obtenida por uno de los mejores médiums
de la Sociedad Espírita de París, fue suscrita con un nombre que el respeto
no nos permite reproducir sino con la mayor reserva, tan importante sería el
insigne favor de su autenticidad, y porque en muchas ocasiones se ha abusado
de él en comunicaciones evidentemente apócrifas. Ese nombre es el de Jesús de Nazaret.
No dudamos en modo
alguno de que Él pueda manifestarse. Con todo, dado que los Espíritus
verdaderamente superiores sólo lo hacen en circunstancias excepcionales, la razón
nos inhibe de creer que el Espíritu puro por excelencia responda al llamado
del primero que se lo proponga. En todo caso, sería una profanación atribuirle
un lenguaje indigno de Él.
Sobre la base de estas consideraciones nos hemos abstenido siempre de
publicar algo que llevara ese nombre, y consideramos que nadie será en exceso
cuidadoso en lo atinente a publicaciones de este género, que sólo tienen
autenticidad para el amor propio, y cuyo menor inconveniente es proveer de
armas a los adversarios del espiritismo.
Como hemos dicho, cuanto más elevados en la jerarquía son los
Espíritus, con tanta mayor desconfianza deben ser acogidos sus nombres en las
comunicaciones. Sería preciso que alguien estuviera dotado de una enorme
dosis de orgullo para que se vanagloriase de tener el privilegio de
comunicarse con esos Espíritus, y que se considerase digno de conversar con
ellos, como si lo hiciera con sus iguales. En la comunicación precedente
reconocemos una sola cosa: la incontestable superioridad del lenguaje y de
las ideas. Dejamos que cada uno juzgue por sí mismo si Aquel cuyo nombre
lleva lo desaprobaría o no.35
____________________
Esta nota fue añadida
por el Traductor, Gustavo N. Martinez
35 Compárese esta
comunicación con la que Allan Kardec transcribe en el Capítulo VI, § 5, de El
Evangelio según el espiritismo, Brasilia: CEI, 2009. (N. del T.)
|
IX
Je viens, moi, ton Sauveur et ton juge; je viens, comme autrefois,
parmi les fils égarés d’lsraël; je viens appor ter la vérité et dissiper les
ténèbres. Écoutez-moi. Le spi—ritisme, comme autrefois ma parole, doit
rappeler aux matérialistes qu’au-dessus d’eux règne l’immuable vérité : Dieu
bon, le Dieu grand qui fait germer la plante et qui soulève les flots. J ‘ai
révélé la doctrine divine; j’ai, comme un moissonneur, lié en gerbes le bien
épars dans l’huma
nité, et j’ai dit: Venez à moi, vous tous qui
souffrez!
Mais les hommes ingrats se sont détournés de la voie
droite etlarge qui conduit au royaume de mon Père, et ils se sont égarés dans
les âpres sentiers de l’impiété. Mon Père ne veut pas anéantir la race
humaine; il veut, non plus par des prophètes, non plus par des apôtres, il
veut que vous aidant les uns les autres, morts et vivants, c’està—dire morts
selon la chair, car la mort n'existe pas, vous vous secouriez, et que la voix
de ceux qui ne sont plus se fasse entendre encore pour vous crier : Priez et
croyez! car la mort est la résurrection, et la vie, l’épreuve choisie pendant
laquelle vos vertus cultivées doivent grandir et se développer comme le
cèdre.
Croyez aux voix qui vous répondent : ce sont les
âmes elles-mêmes de ceux que vous évoquez. Je ne me com - munique que
rarement; mes amis, ceux qui ont assisté à ma vie et à ma mort sont les
interprètes divins des volontés
de mon Père.
Hommes faibles qui croyez à l’erreur de vos obscures
intelligences, n’éteignez pas le flambeau que la clémence divine place entre
vos mains pour éclairer votre route et vous ramener, enfants perdus, dans le
giron de votre Père.
Je vous le dis, en vérité, croyez à la diversité, à
la mul—tiplicité des Esprits qui vous entourent. Je suis trop touché de
compassion pour vos misères, pour votre immense faiblesse, pour ne pas tendre
une main secourable aux malheureux égarés qui, voyant le ciel, tombent dans l’abîme
de l’erreur. Croyez, aimez, comprenez les vérités qui vous sont révélées; ne
mêlez pas l’ivraie au bon grain, les systèmes aux vérités.
Spirites! aimez-vous, voilà le premier enseignement;
instruisez-vous, voilà le second. Toutes vérités se trouvent dans le
christianisme; les erreurs qui y ont pris
____________________
Original Francés del Libro de Los médiums, Segunda edición revisada
por Allan Kardec.
Remarque. Cette communication, obtenue par un des meil—leurs médiums
de la société spirite de Paris, est signée d’un nom que le respect ne nous
permet de reproduire que sous toutes réserves, tant serait grande l’insigne
faveur de son authenticité, et parce qu’il en a été trop souvent abusé dans
des communica-tions évidemment apocryphes; ce nom est celui de Jésus de Nazareth.
Nous ne doutons nullement qu’il ne puisse se manifester; mais si les Esprits
vraiment supérieurs ne le font que dans des circonstances exceptionnelles, la raison nous
défend de croire que l’Esprit pur par excellence réponde à l’appel du premier
venu; il y aurait. dans tous les cas, profanation à lui attribuer un
langage indigne de lui.
C‘est par ces considérations que nous nous sommes toujours abstenu de
rien publier qui portât ce nom; et nous croyons qu’on ne saurait être trop
circonspect dans les publications de ce genre, qui n’ont d’authenticité que
pour l'amour-propre, et dont le moindre inconvénient est de fournir des armes
aux ad versaires du spiritisme.
Comme nous l’avons dit, plus les Esprits sont élevés dans la
hiérarchie, plus leur nom doit être accueilli avec défiance; il faudrait
être d0ué d’une bien grande dose d’orgueil pour se flat ter d’avoir le privilège
de leurs communications, et se croire digne de converser avec eux comme avec
ses égaux. Dans la
communication
ci-dcssus, nous ne constatons qu’une chose, c’est la supériorité
incontestable du langage et des pensées, laissant à chacun le soin de juger
si celui dont elle porte le nom ne la désavouerait pas.
_________________
Nota de Frank Montañez:
·
No
existe ninguna nota adicional de Allan Kardec, en este contenido original del
Francés.
·
Las letras negritas y
enfatizadas son de Frank Montañez. Pero todo texto italizado, pertenece al
original.
|
_________________________________________
Es aquí que Allan Kardec, dice que Jesús es un Espiritu Puro y Perfecto. Pero en los Libros Codificados, tenemos otras referencias de que Jesus es de Nazareth.
Los Libros
codificados no tenían la encomienda de definir la naturaleza de Jesús, si era o
no era divina. El libro de Génesis espiritual, los Espíritus le indicaron a Allan
Kardec lo siguiente en el Capitulo XV, ítem #2:
La Génesis - Capítulo XV, Traducción de Gustavo N. Martinez,
Argentina
|
Del Original francés,
Allan Kardec
|
Superioridad de la naturaleza de Jesús
|
OBSERVATIONS
PRÉLIMINAIRES.
|
Los
milagros en el Evangelio
2.
Sin prejuzgar acerca de la naturaleza de Cristo, cuyo examen no está incluido
en el objeto de esta obra, y a partir de la hipótesis que lo considera apenas un
Espíritu superior, no podemos dejar de reconocer que Él es uno de
los Espíritus del orden más elevado, que por sus virtudes se encuentra muy
por encima de la humanidad terrestre.
A
consecuencia de los inmensos resultados que produjo, su encarnación en este
mundo ha sido, forzosamente, una de esas misiones que la Divinidad sólo
confía a sus mensajeros directos, para el cumplimiento de sus designios. En
el supuesto de que no fuera el propio Dios, sino un enviado de Dios, para
transmitir su palabra a los hombres, Jesús ha sido más que un profeta, porque
Él ha sido un Mesías divino.
Como
hombre, tenía el organismo de los seres carnales, pero como Espíritu puro, desprendido de la materia,
vivía más la vida espiritual que la vida corporal, cuyas debilidades no
padecía.
La Superioridad de Jesús con relación a los
hombres no era el resultado de las cualidades particulares de su cuerpo, sino
de las de su Espíritu, que dominaba a la materia de un modo absoluto, y de la cualidad de su periespíritu,
extraído de la parte más quintaesenciada de los fluidos terrestres. (Véase el
Capítulo XIV, § 9.)
Su
alma no se encontraba prisionera del cuerpo más que por los vínculos
estrictamente indispensables.
Constantemente
desprendida, ella le otorgaba la doble vista no sólo permanente,
sino de una penetración excepcional, muy superior a la que poseen los hombres
comunes. Lo mismo debía de darse en Él con relación a los fenómenos que
dependen de los fluidos periespirituales o psíquicos. La calidad de esos
fluidos le confería un inmenso poder magnético, secundado por el deseo incesante
de hacer el bien. ¿Actuaría como médium en las curaciones que
producía? ¿Se lo podría considerar un poderoso médium curativo? No, puesto que
el médium es un intermediario, un instrumento del que se sirven los Espíritus
desencarnados.
Ahora
bien, Cristo no precisaba asistencia; Él era quien asistía a los demás.
Obraba por sí mismo debido a su poder personal, como en ciertos casos pueden
hacerlo los encarnados, en la medida de sus fuerzas. Por otra parte, ¿qué Espíritu
osaría infundirle sus propios pensamientos y le encargaría transmitirlos? Si
acaso Él recibía algún influjo ajeno, este sólo podría provenir de Dios. Según la
definición dada por un Espíritu, Jesús era médium de Dios.
|
LES
MIRACLES DE L'EVANGILE 331
2. — Sans rien
préjuger sur la nature du Christ, qu'il n'entre pas dans le cadre de cet
ouvrage d'examiner, en ne le considérant, par
hypothèse, que comme un Esprit supérieur, on ne peut s'empêcher de
reconnaître en lui un de ceux de l'ordre le plus élevé, et qu'il est placé
par ses vertus bien au-dessus de l'humanité terrestre.
Parles immenses
résultats qu'elle a produits, son incarnation en ce monde ne 'pouvait être
qu'une de ces missions qui ne sont confiées qu'aux messagers directs de la
Divinité pour l'accomplissement de ses desseins. En supposant qu'il ne fût
pas Dieu lui-même, mais un envoyé de Dieu
pour transmettre
sa parole, il serait plus qu'un prophète, car il serait un Messie divin. Comme homme, il avait
l'organisation des êtres char
nels ; mais comme
Esprit pur, détaché de la matière, il
devait vivre de la vie spirituelle plus que de la vie corpo relle, dont il
n'avait point les faiblesses.
Sa supériorité sur
les hommes ne tenait point aux qualités particulières de son corps, mais à
celles de son Esprit, qui dominait la matière d'une manière absolue, et à
celle de son périsprit puisé dans la partie la plus quintessenciée des
fluides terrestres. (Chap.XIV, n° 9).
Son âme ne devait
tenir au corps que par les liens strictement indispensables; con stamment
dégagée, elle devait lui donner une double vue non-seulement permanente, mais
d'une pénétration ex
ceptionnelle et bien autrement supérieure à
dium guérisseur? Non ; car le médium est un intermé diaire, un
instrument dont se servent les Esprits désin
carnés.
Or
forces. Quel
Esprit d'ailleurs eût osé lui insuffler ses propres pensées et le charger de
les transmettre? S'il re cevait un
influx étranger, ce ne pouvait être que de Dieu; selon la définition donnée par un Esprit, il était
médium
de Dieu.
|
Nota de Frank: “Jesús era un Espíritu Superior,
con una Misión Divina, y Dios solo se comunica con Espíritus Puros y
Perfectos, que ya no están encarnados, sin embargo, lo que Dios hace, bien
hecho está (Este último comentario surgió de otro espíritu, pero yo acepto
como bueno pues Dios obra como quiere (Ítem 394, Libro de Los Espíritus)
|
Sabemos que Jesús de
Nazareth, no era el Mesías Prometido, ni tampoco podía ser el Cristo que nació en
Belén, como indicaba Pablo el Apóstol, pero Cristo es un titulo dado a Jesús por
la tradición. Veamos cómo se describe a Cristo como Jesús, según el Evangelio según el Espiritismo, por lo
tanto los Espiritistas no debemos confundirnos con Jesús de Nazareth, que solo
se refería a él cómo Cristo, a manera de apodo, pues Jesús nació en Nazareth. A
continuación en este artículo se dan otras referencias que los Espíritus
mencionaron en los Libros Codificados que corroboran los Evangelios en cuanto a
Jesús de Nazareth.
Libro
EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO, define a Cristo como Jesús de Nazareth,
veamos:
Cristo
3. Jesús no vino a destruir la ley; es decir, la ley
de Dios; vino a darla cumplimiento, esto es, a desarrollarla, a darla su
verdadero sentido, y a apropiarla al grado de adelantamiento de los hombres;
por esto se encuentra en esa ley el principio de los deberes para con Dios y el
prójimo, que son la base de la doctrina. En cuanto a las leyes de Moisés
propiamente dichas, por el contrario, las modificó profundamente, ya en el fondo, ya en
la forma; combatió constantemente los abusos de las prácticas exteriores y las
falsas interpretaciones y no pudo hacerlas sufrir una reforma más radical que reduciéndolas
a estas palabras:
"Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a
sí mismo", añadiendo:
"Esta es toda la ley y los Profetas".
Con esas palabras: "El cielo y la tierra no pasarán sin
que todo sea cumplido hasta un tilde",
Jesús quiso decir, que era menester que
la ley de Dios recibiese su cumplimiento: es decir, que fuese practicada por la
tierra en toda su pureza, con todo su desarrollo y todas sus consecuencias;
pues ¿de qué serviría haber establecido esta ley, si quedase subsistente el
privilegio de algunos hombres o de un solo pueblo? Siendo todos los hombres
hijos de Dios, son, sin distinción, objeto de una misma solicitud.
4. Pero la misión de
Jesús no fué simplemente la de un legislador moralista sin más
autoridad que su palabra; vino a cumplir las profecías que anunciaron su venida;
recibía su autoridad de la naturaleza excepcional de su espíritu y de su visión
divina, vino a enseñar a los hombres que la verdadera vida no
está en la tierra, sino en el reino de los cielos; a enseñarles el camino que
conduce a ella, los medios para reconciliarse con Dios, y hacer
presentir la marcha de las cosas futuras, para el cumplimiento de los destinos
humanos. Sin embargo, no lo dijo todo, y sobre muchos puntos se limitó a dejar
el gérmen de verdades que El mismo declara que no podían ser comprendidas;
habló de todo, pero en términos más o menos explícitos, porque para entender el
sentido oculto de aquellas palabras, era preciso que ideas nuevas y conocimientos
nuevos vinieran a dar la clave, y estas ideas no podían venir antes de cierto
grado de madurez del espíritu humano. La ciencia debía contribuir poderosamente
al nacimiento y al desarrollo de estas ideas; luego era preciso dar a la
ciencia el tiempo para progresar.
______________________________
La
Génesis - Capítulo XV, nos aporta también la verificación de que Jesús el
Nazareno es lo correcto en el Espiritismo, veamos:
Poseídos
29.
“Llegaron luego a Cafarnaúm, y Jesús, entrando en día sábado en la sinagoga,
los instruía. Y se admiraban de su doctrina, porque Él los instruía como quien
tiene autoridad, y no como los escribas.
”Ahora
bien, se encontraba en la sinagoga un hombre poseído de un Espíritu impuro, que
exclamó: ‘¿Qué hay entre tú y nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido para perdernos? Sé
quién eres: eres el santo de Dios’. Pero Jesús lo conminó, diciendo: ‘Cállate y
sal de ese hombre’. Entonces, el Espíritu impuro, agitándolo con violentas
convulsiones, dio un grito y salió de él. ”Quedaron todos tan sorprendidos que
se preguntaban unos a otros: ‘¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta? Él da
órdenes con autoridad, aún a los Espíritus impuros, y estos le obedecen’.”
(San Marcos,
1:21 a 27.)
La
Génesis - Capítulo XV
57.
“Aquel mismo día, iban dos de ellos hacia una aldea llamada Emaús,
que distaba de Jerusalén sesenta estadios, y hablaban entre sí de todo lo que
había ocurrido. Y sucedió que, mientras conversaban y discutían acerca de eso,
Jesús se les acercó y se puso a caminar con ellos; pero
sus ojos estaban retenidos, a fin de que no pudiesen reconocerlo. Él les dijo: ‘¿De
qué vinisteis hablando mientras caminabais y por qué estáis tan tristes?’
”Uno
de ellos, llamado Cleofás, tomando la palabra dijo:
‘¿Serás
en Jerusalén el único forastero que no sabe lo que ha ocurrido allí en los
últimos días?’ Él les preguntó: ‘¿Qué pasó?’. Le respondieron:
‘Lo
de Jesús de Nazaret, que fue un poderoso
profeta delante de Dios y delante de todo el pueblo, y cómo los príncipes de
los sacerdotes y nuestros senadores lo entregaron para que fuera condenado a
muerte y lo crucificaran. Nosotros esperábamos que fuese Él el que rescatara a
Israel, pero ya estamos en el tercer día después de que esas cosas sucedieron.
Es cierto que algunas mujeres de las que estaban con nosotros nos
sorprendieron, pues habiendo ido al sepulcro antes de que despuntara el día,
vinieron a decirnos que se les aparecieron ángeles que les dijeron que Él estaba
vivo. Y algunos de los nuestros fueron también al sepulcro, y encontraron las
cosas tal como las mujeres habían dicho; pero a Él no lo encontraron’.
EL
EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO
Nazarenos.
Nombre dado en la antigua ley a los judíos que hacían voto, ya temporal ya
vitaliciamente, de conservar una pureza perfecta; se obligaban a la castidad, a
la abstinencia de los licores y a conservar sus cabelleras. Samsón, Samuel y
Juan Bautista, eran nazarenos. Más tarde los judíos dieron este nombre a los
primeros cristianos, por alusión a Jesús de Nazareth.
Este fué también el nombre de una secta herética de los primeros siglos de la era cristiana, que, lo
mismo que los ebionistas, de los que adoptan ciertos principios, mezclaban las
prácticas mosaícas con los dogmas cristianos. Esta
secta desapareció en el siglo cuarto.
___________________________________
Resumo con mucha alegría, que el término: “Jesús de Nazareth”, está reconocido en los Libros Codificados y vemos, tal vez la única alusión de que Jesús
es un Espíritu Puro y Perfecto, después de 18 siglos.
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