Allan Kardec,
seudónimo de Hipólito Denizard Rivail es indiscutiblemente el que fue
responsable de recibir, y codificar el mensaje de los Espíritus en lo que se
constituye la tercera revelación
espiritual dada a la humanidad, por inspiración divina. Y es lo que se
constituye en una “Verdad Eterna”
espiritual.
Esta Tercera Revelación Espírita es una
inspiración divina, y se basa en los pensamientos y en la palabra de Dios dada
a Espíritus Puros y Perfectos que son los únicos que pueden comunicarse cara a
cara con Dios.
¿Qué es el Espiritismo? RESUMEN
Video complementario de este tema
El Espiritismo está
basado en el contenido de los Libros
Codificados de Allan Kardec, publicados a
partir del año 1857. Allan Kardec, fue
el escogido para recopilar la información de los Espíritus en lo que se constituye
la Tercera Revelación Espírita dada a la humanidad. Libro de Génesis, escrito
por Allan Kardec nos indica lo siguiente:
Espiritismo Moralizador y Consolador |
La Génesis - Capítulo
XVII
40. El Espiritismo presenta, como ha sido demostrado (cap. I, n.º 30), todos los caracteres del Consolador prometido por Jesús. No es, en absoluto, una doctrina individual, una concepción humana; nadie puede decirse su creador. Es el fruto de la enseñanza colectiva de los espíritus presididos por el Espíritu de Verdad. No suprime nada del Evangelio: lo completa y aclara. Con la ayuda de las nuevas leyes que revela, en unión con las de la ciencia, hace comprender lo que era ininteligible y admitir la posibilidad de aquello que la incredulidad tenía inadmisible. Hubo precursores y profetas que presintieron su llegada. Por su poder moralizador, prepara el reino del bien sobre la Tierra.
40. El Espiritismo presenta, como ha sido demostrado (cap. I, n.º 30), todos los caracteres del Consolador prometido por Jesús. No es, en absoluto, una doctrina individual, una concepción humana; nadie puede decirse su creador. Es el fruto de la enseñanza colectiva de los espíritus presididos por el Espíritu de Verdad. No suprime nada del Evangelio: lo completa y aclara. Con la ayuda de las nuevas leyes que revela, en unión con las de la ciencia, hace comprender lo que era ininteligible y admitir la posibilidad de aquello que la incredulidad tenía inadmisible. Hubo precursores y profetas que presintieron su llegada. Por su poder moralizador, prepara el reino del bien sobre la Tierra.
La doctrina de
Moisés, incompleta, terminó circunscrita al pueblo judío; la de Jesús, más
completa, se extendió a toda la Tierra mediante el cristianismo, pero no
convirtió a todos; el Espiritismo, más completo aún, con raíces en todas las
creencias, convertirá a la Humanidad. (1)
(1). Todas las doctrinas filosóficas y religiosas llevan el nombre de la individualidad fundadora, por lo que se dice: el Mosaísmo, el Cristianismo, el Mahometismo, el Budismo, el Cartesianismo, el Furierismo, el Sansimonismo, etc. La palabra Espiritismo, por el contrario, no involucra a ninguna persona en especial; pero sí define a una idea general que indica, al mismo tiempo, el carácter y la fuente múltiple de la Doctrina. [N. de A. Kardec.]
El Espiritismo se
puede resumir en lo siguiente;
· ::: El Espiritismo: Cree en Dios, en
sus atributos y lo considera la Máxima Inteligencia del Universo.
::: El Espiritismo basa sus enseñanzas en el contenido de los 5 libros codificados por Allan Kardec, y publicados a partir del ano de 1857, con la publicación del Libro de Los Espíritus.
Pero veamos con más detalle de que es Dios, según el Espiritismo,
comencemos con los Carácteres de la Revelación Espírita, en el Libro de Génesis
Espiritual, capitulo I, "Revelación de la Tercera Revelación Espirita.
Razón
existe, pues, para que el Espiritismo sea considerado la tercera de las
grandes revelaciones. Veamos en qué difieren esas revelaciones, y cuál es
el vínculo que las relaciona entre sí.
21. Moisés, como profeta, reveló a los hombres la existencia de un Dios único, soberano Señor y creador de todas las cosas. Promulgó la ley del Sinaí y echó las bases de la verdadera fe. Como hombre, fue el legislador del pueblo a través del cual esa primitiva fe, depurada, habría de expandirse por toda la Tierra.
22. Cristo, que tomó de la antigua ley lo que es eterno y divino, y desechó lo que era transitorio, meramente disciplinario y de concepción humana, agregó la revelación de la vida futura, de la que Moisés no había hablado, como también la de las penas y las recompensas que aguardan al hombre después de la muerte. (Véase la Revista Espírita de marzo y septiembre de 1861.)
23. La parte más importante de la revelación de Cristo, en el sentido de primera fuente, de piedra angular de toda su doctrina, es el punto de vista absolutamente nuevo desde el cual considera a la Divinidad. Esta ya no es el Dios terrible, celoso, vengativo de Moisés; el Dios cruel e implacable que riega la tierra con sangre humana, que ordena la masacre y el exterminio de pueblos, sin exceptuar a las mujeres, a los niños y a los ancianos, y que castiga a quienes tratan con indulgencia a las víctimas; ya no es el Dios injusto que escarmienta a todo un pueblo por la falta de su líder, que se venga del culpable en la persona del inocente, que daña a los hijos por las faltas de los padres; sino un Dios clemente, soberanamente justo y bueno, pleno de mansedumbre y misericordia, que perdona al pecador arrepentido y da a cada uno según sus obras. Ya no es el Dios de un único pueblo privilegiado, el Dios de los ejércitos que dirige los combates para sustentar su propia causa contra el Dios de los otros pueblos, sino el Padre común del género humano, que extiende su protección a todos sus hijos y los convoca a todos hacia él; ya no es el Dios que recompensa y castiga sólo con los bienes de la Tierra, que hace consistir la gloria y la felicidad en la esclavitud de los pueblos rivales y en la multiplicidad de la progenie, sino un Dios que dice a los hombres: “Vuestra verdadera patria no está en este mundo, sino en el reino celestial, allí donde los humildes de corazón serán elevados y los orgullosos serán humillados”. Ya no es el Dios que hace de la venganza una virtud y ordena que se retribuya ojo por ojo, diente por diente; sino el Dios de misericordia que dice: “Perdonad las ofensas si queréis ser perdonados; haced el bien a cambio del mal; no hagáis a los demás lo que no queréis que os hagan”. Ya no es más el Dios mezquino y meticuloso que impone, bajo las más rigurosas penas, el modo como quiere ser adorado, que se ofende por la falta de observancia de una fórmula; sino el Dios grande que ve el pensamiento y al que no se honra con la forma. En fin, ya no es el Dios que quiere ser temido, sino el Dios que quiere ser amado.
24. Por ser Dios el eje de todas las creencias religiosas, y el objetivo de todos los cultos, el carácter de todas las religiones está conforme con la idea que estas tienen de Él. Las religiones que hacen de Dios un ser vengativo y cruel creen honrarlo con actos de crueldad, con hogueras y torturas; las que tienen un Dios parcial y celoso son intolerantes y, en mayor o menor medida, meticulosas en la forma, pues lo consideran más o menos contaminado con las debilidades y la frivolidad humanas.
25. Toda la doctrina de Cristo está fundada en el carácter que Él atribuye a la Divinidad. Con un Dios imparcial, soberanamente justo, bueno y misericordioso, Él hizo del amor de Dios y de la caridad para con el prójimo la condición expresa de la salvación, y dijo: Amad a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a vosotros mismos(Texto aumentado o añadido por Guillón Riveiro, Brasil); en esto consiste toda la ley y los profetas; no existe otra ley. Sobre esta única creencia asentó el principio de la igualdad de los hombres ante Dios, así como el de la fraternidad universal. En cambio, ¿era posible amar al Dios de Moisés? No, sólo se podía temerlo. (Texto aumentado o añadido por Guillón Riveiro, Brasil).
La
revelación de los verdaderos atributos de la Divinidad, juntamente con la
de la inmortalidad del alma y de la vida futura, modificaba profundamente
las relaciones mutuas entre los hombres, les imponía nuevas obligaciones,
los hacía encarar la vida presente desde otro aspecto, y por eso mismo
habría de reaccionar contra las costumbres y las relaciones sociales. Ese
es, indiscutiblemente, por sus consecuencias, el punto principal de la
revelación de Cristo, cuya importancia no fue suficientemente
comprendida. Además, es lamentable decir que también es el punto del que
la humanidad más se ha apartado, el que más ha ignorado en la
interpretación de sus enseñanzas.
También
lo vemos en el Ítem #49, Libro de Génesis Espiritual.
49. Las dos primeras revelaciones sólo podían ser el resultado de
una enseñanza directa. Como los hombres no estaban todavía suficientemente adelantados a fin de que cooperaran para su elaboración, debían ser impuestas por la fe mediante la
autoridad de la palabra de un maestro. No obstante, se percibe entre
las dos una muy sensible diferencia, debida al progreso de las costumbres
y las ideas, aunque fueran hechas al mismo pueblo y en el mismo medio,
pero con dieciocho siglos de intervalo. La
doctrina de Moisés es absoluta, despótica; no admite discusión y se impone
al pueblo por la fuerza. (La doctrine de Moïse
est absolue, despotique; elle n'admet pas de discussion et s'impose atout le
peuple par la force.) La de
Jesús es esencialmente consejera; se acepta libremente y sólo se impone
por la persuasión; dio motivo a controversias aún en vida de su
fundador, que no despreció la discusión con sus adversarios.
_______________________________________
Es
tiempo de dignificar a Dios, presentando sus atributos:
Dios es eterno: "Si hubiera tenido
principio, habría surgido de la nada, o bien hubiera sido creado por un ser
anterior a Él. Así, poco a poco, nos remontamos hasta lo infinito y la
eternidad."
DIOS es inmutable: "Si Él se hallara sujeto
a mudanzas, las leyes que rigen el Universo no poseerían ninguna
estabilidad."
DIOS es inmaterial: "Vale decir, que su
naturaleza difiere de todo lo que llamamos materia. De lo contrario no sería
inmutable, debido a que se encontraría sujeto a las
transformaciones de la materia."
DIOS es único: "Si hubiera varios
dioses, no existiría ni unidad de propósitos ni unidad de poder en la
ordenación del Universo."
DIOS es Todopoderoso: "Porque es único. Si no
poseyera el soberano poder habría algo más poderoso que Él o tan poderoso como
Él. No hubiera creado la totalidad de las cosas, y aquellas que Él no hubiese
hecho serían obras de otro dios."
DIOS es soberanamente justo y
bueno: "La providencial sabiduría de las leyes
divinas se pone de relieve así en las cosas más pequeñas como en las más
grandes, y esa sabiduría no permite dudar ni de su justicia ni de su
bondad."
DIOS ES PERFECTO, el Espiritismo presenta a
Dios como Inmutable que es sinónimo de Perfección: Veamos que la Biblia dice y
presenta a Dios que es Perfecto ¿Dónde lo dice la Biblia? veamos...
Pero presentar a Dios en los términos que la
Biblia lo presenta: Dios Parcial, Vengativo, Fuego Consumidor, Castigador,
Inmisericorde, Despiadado y Ruin, y celoso es lo que debemos rectificar y
eliminar.
- Se es: …un Dios Parcial, cuando se pretende que un rapto de la Iglesia solo
salve a unos pocos y destruya los demás.
- Se es: …un Dios Vengativo, cuando se pretende castigar a los malos sin darle una
puerta hacia el arrepentimiento.
- Se es: …un Dios Fuego Consumidor, cuando se presenta en el antiguo
Testamento de la Biblia como un verdugo de los que no se portan
bien.
- Se es: …un Dios Castigador cuando se
amenaza que el castigara a los malos.
- Se es: …un Dios Inmisericorde, cuando se pretende que el mundo será destruido
en el 2012 por catástrofes y tragedias.
- Se es: …un Dios Despiadado y Ruin cuando permite la destrucción de un mundo creado por él
y cuando permitiría un rapto de la Iglesia sin importarle a los que
difieren en pensamientos.
Si
todo en la vida es o Bueno o Malo, Moral o Inmoral, Perfecto o Imperfecto,
entonces ¿por qué no podemos conceptual a Dios desde un punto de vista positivo
y no negativo? O sea, un Dios Bueno en vez de visualizarlo Malo si su
naturaleza es buena sin lugar a duda.
Libro de Génesis - Capítulo II
Acerca
de la naturaleza divina
8. No nos está permitido adentrarnos en la
naturaleza íntima de Dios. Para comprender a Dios nos falta el sentido que
sólo se adquiere con la completa depuración del espíritu. Más si al hombre
no le es permitido penetrar su esencia, puede, mediante el razonamiento,
conocer sus atributos, es decir, las cualidades que Dios debe tener para
ser Dios. Sin el conocimiento de los atributos de Dios sería imposible
comprender la obra de la Creación, punto de partida de todos los credos
religiosos. Aquellas religiones que no entendieron la Creación, verdadero
faro conductor, han equivocado sus dogmas: las que no creyeron en un
Dios todopoderoso, imaginaron muchos dioses. Esas otras que no atribuyeron
a Dios la bondad suprema crearon un dios celoso, colérico, parcial y
vindicativo.
9. Dios es la inteligencia suprema y soberana.
La inteligencia del hombre es limitada, ya que no puede crear ni
comprender todo lo que existe. La de Dios, que abraza el infinito, debe
ser infinita. Si fuese limitada en algún aspecto, podríamos concebir la existencia
de un ser aún más inteligente, capaz de comprender y hacer lo que el otro
no pudo, y así sucesivamente hasta el infinito.
10. Dios es eterno, no tuvo comienzo ni tendrá
fin. Si hubiese tenido un comienzo habría surgido de la nada. Pero como la
nada es inexistente, no puede producir ni crear cosa alguna. El
otro argumento tampoco sería válido, porque si hubiese sido creado por
otro ser anterior a él, ése sería Dios. Si se le imaginase a Dios un comienzo o un
fin, se podría asimismo sospechar un ser anterior o posterior a Él, y así
indefinidamente.
11. Dios es inmutable. Si estuviese sujeto a
cambios, las leyes que gobiernan el Universo carecerían de estabilidad.
12. Dios es inmaterial. Su naturaleza difiere de
todo lo que llamamos materia, de otra manera no sería inmutable, pues
estaría sujeto a las transformaciones de la materia. Dios no posee una
forma factible de ser apreciada por nuestros sentidos, pues, de ser
así, sería materia. Decimos: la mano de Dios, la boca de Dios, porque como
el hombre sólo conoce su forma, al no comprender algo se toma como modelo
y compara. Las imágenes que representan a Dios como un anciano de larga
barba y vestido con una túnica, son ridículas: intentan
otorgarle proporciones humanas. De eso, a hacerle partícipe de las
pasiones humanas y convertirlo en un dios colérico y celoso, no hay más
que un paso.
13. Dios es todopoderoso. Si no poseyese el poder
supremo, se podría concebir un ser más poderoso que él, y así
sucesivamente hasta llegar al ser que superase a todos en poderío. El
último sería Dios.
14. Dios es soberanamente justo y
bueno. La
sabiduría providencial de las leyes divinas se revela de igual modo en las
cosas pequeñas como en las enormes, y tan grande sabiduría no nos deja
dudar ni un solo instante de su justicia y bondad. Cuando una cualidad es
infinita, no puede existir la cualidad contraria capaz de disminuirla o
anularla. Un ser infinitamente bueno no posee la más pequeña tendencia de
maldad, así como un ser infinitamente malo es incapaz de la mínima bondad,
como un objeto no es completamente negro si presenta una ligera tonalidad blanca, ni el
blanco absoluto permite una sola mancha de color negro. Dios no
puede ser al mismo tiempo bueno y malo, ya que no podría tener ni una ni
otra cualidad en grado supremo, y, por tanto, no sería Dios, todas las
cosas estarían sometidas a su capricho y no habría ninguna estabilidad.
Por consiguiente, existe una doble posibilidad: o es infinitamente bueno o
infinitamente malo. Pero como sus obras testimonian sabiduría, bondad
y previsión, llegamos a la conclusión de que, como no puede ser bueno y
malo a la vez, sin dejar de ser Dios, es infinitamente bueno. La bondad soberana implica justicia soberana, ya que si actuase
injustamente o con parcialidad en una sola circunstancia o con una sola de
sus criaturas, no sería soberanamente justo y, por tanto, tampoco
soberanamente bueno.
15. Dios es infinitamente perfecto. No podemos concebir a Dios
sin la infinitud de sus perfecciones, pues sin ello no sería Dios, ya que
podríamos concebir otro ser que tuviese lo que Él no posee. Para que
ningún ser pueda superarlo es preciso que sea infinito en todo. Al ser los
atributos de Dios infinitos no pueden sufrir aumento ni disminución. De
lo contrario no serían infinitos y Dios no sería perfecto. Si se le
quitase una pequeñísima parte de uno solo de sus atributos, ya no sería
Dios, ya que podría existir otro ser más perfecto.
16. Dios es único. La unidad de Dios es producto
de sus perfección infinita y absoluta. Otro dios no podría existir si no
fuese igualmente infinito en todos sus atributos, ya que si entre
ellos hubiese la más ligera diferencia, uno sería inferior al otro,
estaría subordinado a su poder y ya no sería Dios. Si entre ambos hubiese
una igualdad absoluta, serían desde toda la eternidad un
mismo pensamiento, una misma voluntad, un mismo poder, y, confundidas a
tal punto sus identidades, no serían en realidad sino un solo Dios. Si
cualquiera de ellos tuviera atribuciones especiales, uno podría hacer lo
que el otro no, y, por lo tanto, no existiría entre ellos la igualdad perfecta,
ya que ni uno ni otro poseerían la autoridad soberana.
17. Los pueblos primitivos ignoraban la
infinitud de las perfecciones de Dios, y ello dio origen al politeísmo.
Atribuían divinidad a todo poder que les parecía superior a lo humano.
Más tarde, gracias al razonamiento, concentraron en un solo Dios todos los
atributos de perfección, y, además, al paso que los hombres fueron
comprendiendo la esencia de eses atributos divinos suprimían de sus
creencias todas las cualidades negativas que habían imaginado en Dios.
18. Resumiendo: Dios, para ser
tal, no puede ser superado en nada por otro ser, ya que si existiera
alguien más perfecto que Él, aunque en pequeñísima medida, ese otro sería Dios.
Por tanto, es necesario que sea infinito en todo. Es así que la
existencia de Dios se constata por sus obras, y es mediante una
simple deducción lógica que se llega a determinar los atributos que lo
caracterizan.
19. Dios es, por tanto: la suprema y soberana
inteligencia. Es único, eterno, inmutable, inmaterial, todopoderoso,
soberanamente justo y bueno e infinito en todas sus perfecciones, y
no puede ser de otra manera. Esa base sobre la cual reposa el
edificio universal es el faro que ilumina al Universo entero, y su luz es la única que puede guiar al hombre
en la búsqueda de la verdad. Siguiéndola, no se perderá nunca, y si a
menudo se ha extraviado, es porque se desvió de la ruta que le estaba
indicada. Ese es también el criterio infalible de todas las doctrinas
religiosas y filosóficas. El hombre posee para juzgarlas una medida
rigurosamente exacta en los atributos de Dios, ya que puede proclamar con entera seguridad que toda teoría,
todo principio, todo dogma, toda creencia, toda práctica que esté en
contradicción con uno solo de esos atributos o que intente anularlos
o simplemente debilitarlos, no puede estar en la verdad. En filosofía, en psicología, en moral, en religión, sólo es verdad
lo que no se aparta en nada de las cualidades esenciales de Dios. La religión perfecta sería
aquella en la que ningún artículo de fe contradijese esas cualidades y en
la que todos sus dogmas pudiesen ser sometidos a la prueba de ese control
sin sufrir menoscabo alguno.
El Espiritismo no lo podemos definir
correctamente si no exponemos que sus creencias están expuestas en los 5 libros
codificados por Allan Kardec, y que ese contenido es una inspiración divina,
que se constituye en una “Verdad Eterna”. Y cito del libro de Génesis Espiritual
escrito por Allan Kardec y publicado en enero de 1868: “es la Tercera
Revelación espiritual dada a la humanidad… Su carácter es el de una “Verdad
Eterna”, eso sella su autenticidad, es inspiración divina.
Ítem #10, Libro de Génesis Espiritual: “Sólo
los Espíritus puros reciben la palabra de Dios con la misión de transmitirla.
No obstante, hoy se sabe que no todos los Espíritus son perfectos, y que
existen algunos que se presentan bajo falsas apariencias, lo que llevó a san
Juan a decir: “No creáis en cualquier Espíritu; ved antes si los Espíritus son
de Dios”. (Primera Epístola, 4:1.)
Puede haber, pues, revelaciones serias y verdaderas, como hay
revelaciones apócrifas y mentirosas. El carácter esencial de la revelación
divina es el de la “eterna verdad”. Toda revelación contaminada de errores o sujeta
a modificaciones no puede emanar de Dios.
Allan Kardec, Sí;
tenía la Verdad Espiritual Absoluta…
porque la “Verdad
Eterna” de Dios no se puede cambiar…
El Espiritismo se
puede resumir en lo siguiente;
·
El Espiritismo: Dios es, por tanto: la suprema y soberana
inteligencia. Es único, eterno, inmutable, inmaterial, todopoderoso,
soberanamente justo y bueno e infinito en todas sus perfecciones, y
no puede ser de otra manera.
·
El Espiritismo: Basa sus
creencias en la tercera revelación Espírita dada a Allan Kardec a partir del año
de 1856. Y ese contenido espiritual dado por Espíritus Puros y Perfectos
constituyen una “Verdad Eterna”, pues es inspiración divina y es la
representación de la palabra de Dios a la humanidad, que se dejó por escrito en
los Libros Codificados.
·
El Espiritismo: Cree en la
existencia y las manifestaciones de los Espíritus que fueron creados simples e
ignorantes y que a través de muchas reencarnaciones lograrán progresar en
conocimientos, hasta alcanzar la pureza y perfección espiritual. Constituyéndose
así, la razón primordial de las existencias de los seres que razonan.
·
El Espiritismo: Cree la
Inmortalidad del Alma y que el Alma es inmaterial, revestida de su periespíritu.
Además, enseña que Alma y Espíritu es lo mismo.
·
El Espiritismo: Cree en las
comunicaciones con los Espíritus a través de la facultad de la Mediúmnidad que
todos tienen, y esta facultad debe ser utilizada únicamente para su adelanto
Moral.
·
El Espiritismo: Cree en la
reencarnación para el progreso de los Espíritus en cada existencia. No debe
confundirse con la Palingénesis o la resurrección de la carne.
·
El Espiritismo: Cree en que hay
vida en otros mundos del universo.
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