Publicado 17th April 2018 por Frank Montañez...
La Casa Editora 18 de abril, de Buenos Aires Argentina, cambió el nombre del Libro de "El Genesis" por "La Genesis", sin el consentimiento de los Espíritus, y menos de Allan Kardec. Nora V. Casadellá de Girard y Herculano Pires en acuerdo, publicaron el Libro de Genesis, traducción de la Casa Editora 18 de abril de Buenos Aires, en el año de 1981 en Buenos Aires, Argentina. El título o nombre del Libro de Génesis, al hacer la traducción del idioma francés original "La Gênese" al idioma Español o castellano, se traduce como "El Genesis", no "La Génesis".
El nombre o título del libro de Génesis no se puede cambiar con la sola justificación de que el contenido del libro es la Génesis de la creación, porque, según ellos, sólo el primer capítulo habla del Génesis, pero el resto del contenido habla y explica la Génesis de la creación. Esta modificacion sin autorización la realizaron sin el permiso de los Espíritus. Fueron unos INFAMES, sin tener ningun derecho Moral de mutilar el Libro de Génesis desde su nombre hasta todo el contenido del libro sustituyendo el versión original con una 5ta Edición, 2 Revisión, totalmente falsificada, por Pierre Gaetan Leymarie el 23 de diciembre del año de 1872..
Es como usted permitir que después de haberle puesto el nombre a su hijo al nacer como digamos José (nombre Masculino), y luego pasado el tiempo que José es adulto, alguien quiera cambiarle el nombre a Maria (femenino). Eso no es permitido, y dando énfasis que el Libro de Génesis su contenido pertenecía a los Espíritus, pues es una "Doctrina de Los Espíritus". No era tan siquiera de Allan Kardec que era el Codificador, el secretario y no el Sistematizador del Espiritismo.
Se acusa además, en esta traducción apócrifa y Falsificada a Allan Kardec de eliminar los Artículos #58, #59 y #60 del Capítulo VI, del Libro de Génesis que habla de la CIENCIA. Esta grave acusación, sin pruebas en contra de Allan Kardec demuestra la falta de respeto al Espiritismo y en tratar de destruir sus ENSEÑANZAS, creencias y postulados. Asumen qué era Allan Kardec el autor responsable y por lo tanto autorizado a realizar cambios que habían sido dados por la iniciativa de los Espíritus. Sin prueba alguna, se hacen eco de los que consideran la 5ta Edición, 2nda Revisión Falsificada por Pierre-Gaetan Leymarie, como la copia DEFINITIVA de Génesis.
La Casa Editora 18 de abril, de Buenos Aires Argentina, cambió el nombre del Libro de "El Genesis" por "La Genesis", sin el consentimiento de los Espíritus, y menos de Allan Kardec. Nora V. Casadellá de Girard y Herculano Pires en acuerdo, publicaron el Libro de Genesis, traducción de la Casa Editora 18 de abril de Buenos Aires, en el año de 1981 en Buenos Aires, Argentina. El título o nombre del Libro de Génesis, al hacer la traducción del idioma francés original "La Gênese" al idioma Español o castellano, se traduce como "El Genesis", no "La Génesis".
El nombre o título del libro de Génesis no se puede cambiar con la sola justificación de que el contenido del libro es la Génesis de la creación, porque, según ellos, sólo el primer capítulo habla del Génesis, pero el resto del contenido habla y explica la Génesis de la creación. Esta modificacion sin autorización la realizaron sin el permiso de los Espíritus. Fueron unos INFAMES, sin tener ningun derecho Moral de mutilar el Libro de Génesis desde su nombre hasta todo el contenido del libro sustituyendo el versión original con una 5ta Edición, 2 Revisión, totalmente falsificada, por Pierre Gaetan Leymarie el 23 de diciembre del año de 1872..
Es como usted permitir que después de haberle puesto el nombre a su hijo al nacer como digamos José (nombre Masculino), y luego pasado el tiempo que José es adulto, alguien quiera cambiarle el nombre a Maria (femenino). Eso no es permitido, y dando énfasis que el Libro de Génesis su contenido pertenecía a los Espíritus, pues es una "Doctrina de Los Espíritus". No era tan siquiera de Allan Kardec que era el Codificador, el secretario y no el Sistematizador del Espiritismo.
Se acusa además, en esta traducción apócrifa y Falsificada a Allan Kardec de eliminar los Artículos #58, #59 y #60 del Capítulo VI, del Libro de Génesis que habla de la CIENCIA. Esta grave acusación, sin pruebas en contra de Allan Kardec demuestra la falta de respeto al Espiritismo y en tratar de destruir sus ENSEÑANZAS, creencias y postulados. Asumen qué era Allan Kardec el autor responsable y por lo tanto autorizado a realizar cambios que habían sido dados por la iniciativa de los Espíritus. Sin prueba alguna, se hacen eco de los que consideran la 5ta Edición, 2nda Revisión Falsificada por Pierre-Gaetan Leymarie, como la copia DEFINITIVA de Génesis.
Esta traducción de la Casa Editora 18 de abril es una falsificación del libro de Génesis 4ta Edición 1ra Revisión definitiva, en la cual utilizaron la 5ta Edición, 2nda Revisión FALSIFICADA, publicada por Pierre Gaétan Leymarie el 23 de diciembre de 1872.
Mi pregunta, ¿Porque Nora V. Casedellá de Girard, ni Herculano Pires en sus comentarios por la eliminación de los artículos #58, #59 y #60 del Capítulo 6, de Génesis que habla de la Ciencia, CAPÍTULO VI, no presentan pruebas de sus alegaciones de que fue Allan Kardec que eliminó estos artículos que hablan de la opinión de los Espíritus en relación a La ciencia? Esto sin que medie una justificación de Allan Kardec de hacer cambios del contenido ya publicado, que no les pertenecía a Allan Kardec.
Los Espíritus habían advertido a Allan Kardec en 1866, que no deshiciera lo que ellos habían hecho.
Los Espíritus le indicaron a Allan Kardec: "No deshagas lo que hemos hecho”, así le dijeron los Espíritus el 23 de abril de 1866. Allan Kardec nunca cambió nada de lo que había publicado, ni lo evaluó de manera de crítica, lo publicado era la "Inspiración Divina" que se constituía en una “Verdad Eterna”, una “Verdad Absoluta Espiritual” que no se podía deshacer. http://soyespirita.blogspot.com/2017/04/kardec-no-deshagas-lo-que-hemos-hecho.html
¿Cómo poder también siquiera insinuar que Kardec se atreviera a mutilar y o alterar lo ya publicado el 6 de enero de 1868, del libro de Génesis. Si ya se había publicado en la Revista Espirita del 9 de septiembre de 1868, los únicos 2 (dos) cambios autorizados por los Espíritus y Allan Kardec, que lo dejo por escrito.
Los Espíritus habían advertido a Allan Kardec en 1866, que no deshiciera lo que ellos habían hecho.
Los Espíritus le indicaron a Allan Kardec: "No deshagas lo que hemos hecho”, así le dijeron los Espíritus el 23 de abril de 1866. Allan Kardec nunca cambió nada de lo que había publicado, ni lo evaluó de manera de crítica, lo publicado era la "Inspiración Divina" que se constituía en una “Verdad Eterna”, una “Verdad Absoluta Espiritual” que no se podía deshacer. http://soyespirita.blogspot.com/2017/04/kardec-no-deshagas-lo-que-hemos-hecho.html
¿Cómo poder también siquiera insinuar que Kardec se atreviera a mutilar y o alterar lo ya publicado el 6 de enero de 1868, del libro de Génesis. Si ya se había publicado en la Revista Espirita del 9 de septiembre de 1868, los únicos 2 (dos) cambios autorizados por los Espíritus y Allan Kardec, que lo dejo por escrito.
Los 2 (dos) Únicos cambios a ser añadidos a la 5ta Edición, 2nda Revisión del libro de Génesis 1ra y única Revisión aparece en la Revista Espirita del 9 de septiembre del 1868. http://soyespirita.blogspot.com/2018/02/unicos-dos-2-cambios-ser-anadidos-la.html
Veamos que dicen estos artículos, tan importantes y que Allan Kardec nunca cambió que están en el libro Original en Francés, utilizaré la traducción correcta de la Casa Editora KIER:
La Ciencia :
#58. —La inteligencia humana ha elevado sus potentes concepciones por encima de los límites del espacio y del tiempo; concepciones por encima de los límites del espacio y del tiempo; ha penetrado en el dominio inaccesible de las antiguas edades, sondeado el misterio de los cielos, y explicado el enigma de la creación. El mundo exterior ha desplegado, á los ojos de la ciencia, su panorama espléndido y su magnífica opulencia; y los estudios del hombre le han elevado al conocimiento de lo verdadero: ha explorado el universo, encontrando la expresión de las leyes que lo rigen y la aplicación de las fuerzas que lo sostienen, y, si no ha sido dado á este mirar facie ad faciem, cara á cara, á la causa primera, por lo menos ha llegado á la noción matemática de la serie de las cosas secundarias. En este último siglo, el método experimental,—único verdaderamente científico, —se ha aplicado á las ciencias naturales, y con su auxilio se ha ido el hombre emancipando de las preocupaciones de la antigua escuela y de las teorías especulativas , para encerrarse en el campo de la observación, y cultivarlo con cuidado é inteligencia. Sí, la ciencia del hombre es sólida y fecunda, digna de nuestros homenajes por su pasado penoso y larga mente probado, digna de nuestras simpatías por su porvenir, y preñada de descubrimientos útiles; porque la naturaleza para lo sucesivo es un libro abierto á las investigaciones del hombre estudioso, un mundo franqueado a las meditaciones del hombre pensador, una región brillante, que el espíritu humano ha visitado ya, y en el que puede avanzar con seguridad llevando por brújula la experiencia.
#59.—Un antiguo amigo de mi vida terrestre me hablaba así no hace mucho. Una peregrinación nos había traído á la tierra, y estudiábamos de nuevo moralmente este mundo: mi compañero decía que el hombre está hoy familiarizado con las leyes más abstractas de la Mecánica, de la Física, de la Química: que sus aplicaciones á la industria no son menos no tablas que las deducciones de la ciencia pura, y que la creación entera, sabiamente estudiada por él, parece ser en lo sucesivo su patrimonio que podría llamarse regio. Y como prosiguiésemos nuestra marcha, ya fuera de este mundo, le respondí en estos términos.
#60. —Débil átomo perdido en un punto imperceptible de lo infinito, el hombre ha querido abarcar con sus miradas la extensión universal, cuando podía con templar apenas la región que habita: ha creído estudiar las leyes de la naturaleza entera, cuando sus apreciaciones no habían casi desflorado las fuerzas activas en torno suyo: ha creído determinar la grandeza del cielo, cuando agotaba sus esfuerzos inútilmente para determinar la de un grano de arena. El campo de sus observaciones es tan exiguo, que un hecho per ido de vista, apenas es dado al espíritu poderlo observar de nuevo: el cielo y la tierra del hombre son tan reducidos, que el alma en su vuelo no tiene tiempo de desplegar sus alas antes de haber llegado á los últimos límites accesibles á la observación. El universo inconmensurable nos rodea por todas partes, desplegando del lado de allá de nuestros cielos, riquezas desconocidas, poniendo en juego fuerzas no presumidas, desarrollando modos de existencia inconcebibles para nosotros, y propagando hasta el infinito los esplendores y la vida. Y el arador, mísero ácaro, diminuto insecto privado de alas y de luz, cuya triste existencia pasa en el estrechísimo lóculo que se construye bajo la cutícula de la hoja en que nació, ¿pretendería tener derecho á hablar del árbol inmenso á que pertenece, cuya sombra no ha percibido siquiera, sólo porque ha dado algunos pasos en esa hoja agitada por el viento? Se imaginaria locamente poder hablar razonablemente del bosque del cual forma parte el árbol gigantesco, en una de cuyas innumerables hojas vive oculto, y discurrir sabiamente sobre la naturaleza de todos los vegetales que en el bosque se crían, de los seres que lo habitan, del lejano sol, cuyos rayos descienden alguna voz a llevar a su morada el movimiento y la vida? En verdad que el hombre presumiría demasiado, como el acaro de que hablamos, si quisiera medir la grandeza infinita, por su pequeñez infinita. También conviene que el hombre se penetre bien de esta idea, a saber: que si los áridos y penosos trabajos de los siglos pasados le han proporcionado la primera noción de las cosas, y si la progresión del espíritu le ha llevado al vestíbulo del saber, no hace aun más que deletrear la primera página del libro; le sucede lo que al niño, susceptible de engañarse a cada palabra; lejos de querer interpretar magistralmente la obra, debe contentarse con estudiarla humildemente, letra por letra, palabra por palabra, línea por línea. Dichosos aún. los que pueden hacerlo!
Consideraciones morales.
#61. —Nos has seguido en nuestras excursiones celestes y has visitado en compañía nuestra las regiones inmensas del espacio. Han desfilado bajo nuestra vista soles y soles, sistemas y sistemas, nebulosas y nebulosas: el panorama espléndido de la armonía del cosmos se ha ido desarrollando ante nuestros pasos, y hemos ensayado la formación de una idea de lo infinito, que no podemos comprender en toda su extensión, sino después de haber adelantado mucho en el camino de nuestra perfectibilidad. Los misterios del éter han revelado su enigma hasta ahora indescifrable- y hemos concebido una imagen aunque descolorida de la universalidad de las cosas. Ahora conviene detenernos y reflexionar.
#62,—Bello es sin duda haber reconocido la infinidad de la tierra y su exigua importancia en la jerarquía de los mundos; pero no lo es menos haber humillado ante la grandeza absoluta la presunción humana y la soberbia a que somos tan inclinados; pero lo es todavía mucho más, interpretar bajo su aspecto moral, el espectáculo de que hemos sido testigos. Me refiero a la potencia infinita de la naturaleza y a la idea que debemos formarnos de su modo de acción en las diversas regiones del vasto universo.
#63. —Habituados como estamos a juzgar de las cosas por nuestra pobre y pequeña morada, nos figuramos que la naturaleza no ha podido ni debido proceder en otros mundos, de un modo diferente, ni según otras reglas que las que aquí hemos reconocido. Más en este punto, es precisamente en el que debemos reformar nuestro juicio.
Fija un instante tu atención en una región cualquiera de tu globo y en cualquiera de las producciones de tu naturaleza; ¿no reconocerás el sello de una variedad infinita y la prueba de una actividad sin igual? ¿No reparas las alas de un canario, en el pétalo de un capullo de rosa entreabierto, una muestra de la prestigiosa fecundidad de la bella naturaleza? Sea que tus estudios recaigan sobre los seres alados que cruzan los aires, sobre la humilde violeta de los campos, o descienda a las maravillas que se ocultan en las profundidades del Océano; en todo y en todas partes encontrarás la fórmula de esta verdad universal: La naturaleza omnipotente funciona según los lugares, los tiempos y las circunstancias; es una en su armonía general y múltiple en sus producciones; juega con un sol como con una gota de agua; puebla de seres vivientes un mundo inmenso, con la misma facilidad que hace nacer la oruga del óvulo depuesto por la mariposa de otoño.
#64.—Pues si tal es la variedad que la naturaleza ha podido ostentar en todas partes en este mundo tan limitado, ¿cuánto más debes extender esta cualidad pensando en las perspectivas de los grandes mundos? ¿Y cuánto más puedes ampliar esas ideas y reconocer su inconcebible extensión, aplicándola a esos mundos maravillosos que atestiguan su incomprensible perfección? No verás, pues, en torno de cada uno de los soles del espacio, sistemas parecidos a tu sistema planetario; no verás sobre estos planetas los tres reinos de la naturaleza que tu razón supone en ellos y que se observan en el tuyo; más piensa, que así como no hay rostro ni carácter idéntico en un todo, entre los individuos de la especie humana, del mismo modo una diversidad prodigiosa, inconcebible, reina en esas mansiones etéreas. Porque nuestra naturaleza animada comience en el zoófito para terminar en el hombre; porque la atmósfera alimente mediata e inmediatamente la vida terrestre; porque el elemento líquido la renueve sin cesar, y las estaciones hagan sucederse en esta vida los fenómenos que la caracterizan; no vayas a figurarte que los millones de millones de tierras que flotan en el espacio sean parecidas a la tuya; lejos de eso, se diferencian según las condiciones diversas que les han sido departidas, y según su papel respectivo en la escena del mundo. Son las diminutas piedras de un inmenso mosaico, las flores varias de un jardín interminable.
Nota de Frank Montañez :
"¿Cómo decir que Allan Kardec eliminó estos 3 artículos, como ha indicado Nora V. Casedellá de Girard y Herculano Pires, sí, la Carta de Armand Theodore Desliens certificó que luego de la muerte de Allan Kardec, la 4ta edición, 1ra Revisión definitiva no había sufrido ningún cambio hasta junio de 1871, precisamente cuando Pierre Gaetan Leymarie tomó el control del Espiritismo. Leymarie, nunca explicó ni ofreció pruebas de que estos 3 artículos fueron eliminados por Allan Kardec. Ningún articulo en la Revista Espirita en ninguna de sus ediciones, habla de que Allan Kardec eliminó estos artículos o realizó cambios como este, sin haber dado ninguna explicación, y sin ponerlo por escrito en ninguna Revista Espirita, ni en el mismo libro de Genesis en la 5ta edición, 2nda Revisión o el Libro de Obras Póstumas de Allan Kardec.
No tiene lógica que Allan Kardec hubiera hecho todas esas supresiones y añadiduras, sin mediar ninguna explicación de su parte. Ese no era su Estilo.
Aquí no podemos hablar sin pruebas documentales, los Espíritus ni Allan Kardec hicieron cambios sin notificarlo.
No tiene lógica que Allan Kardec hubiera hecho todas esas supresiones y añadiduras, sin mediar ninguna explicación de su parte. Ese no era su Estilo.
Aquí no podemos hablar sin pruebas documentales, los Espíritus ni Allan Kardec hicieron cambios sin notificarlo.
El Capítulo VI, de Génesis 4ta Edición, 1ra Revisión, consta de 64 artículos, y esta falsificación de Pierre Gaétan Leymarie publicado el 23 de diciembre de 1872 sólo tiene 61 artículos. ¿Por que no se cuestionó la razón real, y no limitarse a decir que Kardec los eliminó?
Nunca tuvieron el deseo de asegurase que la versión original había sido falsificada.
En adición a estas supresiones del capitulo VI, Henri Sausse había identificado un total de 126 alteraciones de las cuales había 65 artículos eliminados o suprimidos y 50 artículos añadidos sin permiso de los Espíritus ni Allan Kardec.
Está misma Casa Editora desprestigia malamente, a Henri Sausse, en el prólogo del libro, y tampoco ofrecieron pruebas para decir lo que dijeron de Henri Sausse es la prueba que la 5ta Edición, 2nda Revisión falsificada por Pierre-Gaetan Leymarie y publicada el 23 de diciembre del 1872, no es la misma a la 4ta Edición, 1ra Revisión de Allan Kardec DEFINITIVA, del 6 de enero del 1868.
NO VALEN JUSTIFICACIONES Y MENTIRAS SINO PRUEBAS DOCUMENTALES DE LOS HECHOS.
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