Frank Montanez, Agosto año 2019 |
Sección VI...
Los seres que se comunican se designan a sí mismos, según hemos dicho, con el nombre de espíritus o genios, y dicen haber pertenecido, algunos, por lo menos a los hombres que vivieron en la tierra. Constituyen el mundo espiritual, como nosotros constituimos, durante la vida, el mundo corporal.
Pasemos a resumir en pocas palabras los puntos más culminantes de la doctrina que nos han transmitido, para responder más fácilmente a ciertas objeciones:
»Dios es eterno, inmutable, inmaterial, único, todopoderoso, soberanamente justo y bueno.
»Creó el universo que comprende todos los seres animados e inanimados, materiales e inmateriales.
»Los seres materiales constituyen el mundo visible o corporal y los inmateriales el invisible o espiritista, es decir, el de los espíritus.
»El mundo espiritista es el normal, primitivo, eterno, preexistente y sobreviviente a todo. El mundo corporal no pasa de ser secundario; podria dejar de existir, o no haber existido nunca, sin que se alterase la esencia del mundo espiritista.
»Los espíritus revisten temporalmente una envoltura material perecedera, cuya destrucción, a consecuencia de la muerte, los constituye nuevamente en estado de libertad.
»Entre las diferentes especies de seres corporales, Dios ha escogido a la especie humanapara la encarnación de los espíritus que han llegado a cierto grado de desarrollo, lo cual les dala superioridad moral e intelectual sobre todos los otros.
»El alma es un espíritu encarnado, cuyo cuerpo no es más que la envoltura.
»Tres cosas existen en el hombre: 1ª el cuerpo o ser material análogo a los animales, yanimado por el mismo principio vital; 2ª el alma o ser inmaterial, espíritu encarnado en elcuerpo, y 3ª el lazo que une el alma al cuerpo, principio intermedio entre la materia y el espíritu.
»Así, pues, el hombre tiene dos naturalezas: por el cuerpo, particípa de la naturaleza de los animales, cuyos instintos tienen, y por el alma, participa de la naturaleza de los espíritus.
»El lazo o periespíritu que une el cuerpo y el espíritu es una especie de envoltura
semimaterial. La muerte es la destrucción de la envoltura más grosera; pero el espírituconserva la segunda, que le constituye un cuerpo etéreo, invisible para nosotros en estadonormal y que puede hacer visible accidentalmente, y hasta tangible. como sucede en elfenómeno de las apariciones.
»Así, pues, el espíritu no es un ser abstracto e indefinido, que sólo puede concebir el pensamiento, sino un ser real y circunscrito que es apreciable en ciertos casos, por los sentidos de la vista, del oído y del tacto.
»Los espíritus pertenecen a diferentes clases y no son iguales en poder, inteligencia, ciencia y moralidad. Los del primer orden son los espíritus superiores, que se distinguen de los demás por su perfección, conocimientos, proximidad a Dios, pureza de sentimientos y amor al bien. Son los ángeles o espíritus puros. Las otras clases se alejan más y más de semejante perfección, estando los de los grados inferiores inclinados a la mayor parte denuestras pasiones, al odio, la envidia, los celos, el orgullo, etcétera, y se complacen en el mal.
»Entre ellos, los hay que no son ni muy buenos, ni muy malos. Más embrollones y
chismosos que malvados, parece ser patrimonio suyo la malicia y la inconsecuencia. Estos tales son los duendes o espíritus ligeros.
»Los espíritus no pertenecen perpetuamente al mismo orden, sino que todos se perfeccionan pasando por los diferentes grados de la jerarquía espiritista. Este perfeccionamiento se realiza por medio de la encarnación, impuesta como expiación a unos, y como misión a otros. La vida material es una prueba que deben sufrir repetidas veces, hasta que alcanzan la perfección absoluta; una especie de tamiz o depuratorio del que salen más o
menos purificados.
»Al abandonar el cuerpo, el alma vuelve al mundo de los espíritus, de donde había salido, para tomar una nueva existencia material, después de un espacio de tiempo más o menos prolongado, durante el cual se encuentra en estado de espíritu errante.¹
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¹ Entre esta doctrina de la reencarnación y de la metempsicosis, como la admiten ciertas sectas, existe la diferencia característica que en el curso de esta obra se explica.
»Debiendo pasar el espíritu por varias encarnaciones, resulta que todos nosotros hemos tenido diversas existencias y que tendremos otras, perfeccionadas más o menos, ora en la tierra, ora en otros mundos.
»Los espíritus se encarnan siempre en la especie humana, y sería erróneo creer que el alma o espíritu pueda encarnarse en el cuerpo de un animal.
Nota de Frank Montañez : "En este ítem los Espíritus establecen que la Especie humana se refiere a todo ser pensante, y con razocinio en el universo. Todos son Humanos."»Las diferentes existencias corporales del espíritu siempre son progresivas, nunca
retrógradas; pero la rapidez del progreso depende de los esfuerzos que hagamos para llegar ala perfección.
»Las cualidades del alma son las mismas que las del espíritu encarnado en nosotros, de modo que el hombre de bien es encarnación de un espíritu bueno y el hombre perverso lo esde un espíritu impuro.
» El alma era individual antes de la encarnación, y continúa siéndolo después de separarse del cuerpo.
» A su vuelta al mundo de los espíritus, el alma encuentra en él a todos los que conocióen la tierra y todas sus existencias anteriores se presentan a su memoria con el recuerdo detodo el bien y de todo el mal que ha hecho.
» El espíritu encarnado está bajo la influencia de la materia, y el hombre que vencesemejante influencia por medio de la elevación y purificación de su alma se aproxima a losespíritus buenos a los cuales se únirá algún día. El que se deja dominar por las malaspasiones, y cifra toda su ventura en la satisfacción de los apetitos groseros, se aproxima a los
espíritus impuros, dándo el predominio a la naturaleza animal.
»Los espíritus encarnados pueblan los diferentes globos del universo.
»Los espíritus no encarnados o errantes no ocupan una región determinada y circunscrita,sino que están en todas partes, en el espacio y a nuestro lado, viéndonos y codeándoseincesantemente con nosotros. Forman una población invisible que se agita a nuestroalrededor.
»Los espíritus ejercen en el mundo moral y hasta en el físico una acción incesante; obransobre la materia y el pensamiento, y constituyen uno de los poderes de la naturaleza, causaeficiente de una multitud de fenómenos inexplicados o mal explicados hasta ahora, y que sóloen el espiritismo encuentran solución racional.
»Las relaciones de los espíritus con los hombres son constantes. Los espíritus buenos nosexcitan al bien, nos fortalecen en las pruebas de la vida y nos ayudan a sobrellevarías convalor y resignación. Los espíritus malos nos excitan al mal, y les es placentero vernossucumbir y equipararnos a ellos.
»Las comunicaciones de los espíritus con los hombres son ocultas u ostensibles. Tienenlugar las comunicaciones ocultas por medio de la buena o mala influencia que ejercen ennosotros sin que lo conozcamos. A nuestro juicio toca el distinguir las buenas de las malas
inspiraciones. Las comunicaciones ostensibles se verifican por medio de la escritura, de lapalabra o de otras manifestaciones materiales, y la mayor parte de las veces por mediación de los médiums que sirven de instrumento a los espíritus.
»Los espíritus se manifiestan espontáneamente o cuando se les evoca. Puede evocárselesa todos, lo mismo a los que animaron a los hombres oscuros, que a los de los más ilustrespersonajes, cualquiera que sea la época en que hayan vivido: así a los de nuestros parientes y
amigos, como a los de nuestros enemigos, y obtener en comunicaciones verbales o escritas,consejos y reseñas de su situación de ultratumba, de sus pensamientos respecto de nosotros, como también aquellas revelaciones que les es licito hacernos.
»Los espíritus son atraídos en razón de su simpatía hacia la naturaleza moral del centroque los convoca. Los espíritus superiores se complacen en las reuniones graves en queprevalecen el amor del bien y el deseo sincero de instruirse y perfeccionarse. Su presencia ahuyenta a los espíritus inferiores que encuentran, por el contrario, franco acceso, y puedenobrar con entera libertad, en personas frívolas o guiadas únicamente por la curiosidad, y en
donde quiera que reinen malos instintos. Lejos de esperar de ellos buenas advertencias yreseñas útiles, no deben esperarse más que sutilezas, mentiras, bromas pesadas osupercherías; porque a veces usurpan nombres venerables para mejor inducir en error.
»Es sumamente fácil distinguir los espíritus buenos de los malos; porque el lenguaje de
los espíritus superiores es siempre digno, noble, inspirado por la más pura moralidad,
desprovisto de toda pasión baja, y porque sus consejos respiran la más profunda sabiduría, teniendo siempre por objeto nuestro perfeccionamiento y el bien de la humanidad. El de los espíritus inferiores es,
por el contrarío, inconsecuente, trivial con frecuencia y hasta grosero. Si dicen a veces cosas buenas y verdaderas, con más frecuencia aún las dicen falsas y absurdas por malicia o por ignorancia, y abusan de la credulidad y se divierten a expensas de los que les consultan, dando pábulo a su vanidad y alimentando sus deseos con mentidas esperanzas.
En resumen, solamente en las reuniones graves (serias), en aquellas cuyos miembros están unidos por una comunidad íntima de pensamientos encaminados al bien, se obtienen comunicaciones graves en la verdadera acepción de la palabra.
»La moral de los espíritus superiores se resume, como la de Cristo, en esta máxima
evangélica: Hacer con los otros lo que quisiéramos que a nosotros se nos hiciese, es decir, hacer bien y no mal. En este principio encuentra el hombre la regla universal de conducta para sus más insignificantes acciones.
»Nos enseñan que el egoísmo, el orgullo, y el sensualismo son pasiones que nos
aproximan a la naturaleza animal, ligándonos a la materia; que el hombre que, desde este mundo, se desprende de la materia despreciando las humanas futilidades y practicando el amor al prójimo, se aproxima a la naturaleza espiritual; que cada uno de nosotros debe ser útil con arreglo a las facultades y a los medios que Dios, para probarle, ha puesto a su
disposición; que el fuerte y el poderoso deben apoyo y protección al débil; porque el que abusa de su fuerza y poderío para oprimir a su semejante viola la ley de Dios. Nos enseñan, en fin, que en el mundo de los espíritus, donde nada puede ocultarse, el hipócrita será descubierto y patentizadas todas sus torpezas; que la presencia inevitable y perenne de aquellos con quienes nos hemos portado mal es uno de los castigos que nos están reservados,
y que al estado de inferioridad y de superioridad de los espíritus son inherentes penas y recompensas desconocidas en la tierra.
»Pero nos enseñan también que no hay faltas irremísíbies y que no pueden ser borradas por la expiación. El medio de conseguirlo lo encuentra el hombre en las diferentes existencias que le permiten avanzar, según sus deseos y esfuerzos, en el camino del progreso y hacia la perfección que es su objeto final. »
Tal es el resumen de la doctrina espiritista, según resulta de la enseñanza dada por los
espíritus superiores. Pasemos ahora a las objeciones que a ella oponen algunos.
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