Espiritismo Moralizador y Consolador es basado en los contenidos de los Libros Codificados |
Entonces, deberíamos entender el Espiritismo Moralizador y Consolador, el Verdadero Espiritismo.
Hola!, Nuestra filosofía Espírita, es según expresado en los Libros Codificados por Allan Kardec. A partir de la publicación del Libros de Los Espíritus en el año 1857.
- Soy Espírita, porque nada de lo que ha sido publicado en los Libros Codificados me presentan un Dios perverso, vengativo, celoso, fuego consumidor y perverso en sus acciones con los seres humanos, como es descrito en TODOS los Libros de otras filosofías o doctrinas espiritualistas, e incluso en la Biblia y en los escritos de Moises. Pues la Doctrina de Moisés era despótica, y le causó mucho daño a la humanidad.
- Soy Espírita, porque TODAS mis dudas en términos espiritistas, han sido meticulosamente contestadas por los Espíritus que dictaron los Libros Codificados.
- Soy Espírita, porque estoy convencido que adquirir la activación al adelantamiento individual de mi Espíritu, mediante la práctica del Bien Común, modificando mi comportamiento conformando mi conducta a los postulados del Espiritismo en cuanto al Bien Común se refiere.
El Espiritismo Moralizador y Consolador deja en claro lo siguiente:
"El origen del mal está en el Egoísmo y en el Orgullo; los abusos de toda la naturaleza cesarán por sí mismos cuando los hombres se sometan a la ley de la Caridad y por consiguiente a la ley del Amor. Y esto se logrará a través de La Transformación Moral del individuo."
La próxima pregunta lógica debe ser,¿Puedo ser Espiritista?
"Se es espiritista por el sólo hecho de simpatizar con los principios de la doctrina y de conformar a ella la conducta. Es una opinión como otra cualquiera, que cada uno ha de tener el derecho de profesar, como se tiene el de ser judío, católico, protestante, furierista, sansimoniano, volteriano, cartesiano, deísta y hasta materialista.
El Espiritismo proclama la libertad de conciencia como un derecho natural y la reclama para los suyos como para todo el mundo. Respeta todas las convicciones sinceras, pidiendo para sí la reciprocidad.",
Allan Kardec, Obras Póstumas