En el Espiritismo Verdadero no juzgamos ni criticamos, descubrimos a los Embusteros e hipócritas. A cada cual le toca evaluar. ¿Sabes los que son las Indulgencias y las Críticas en el Espiritismo?
Todo lo que se hace mal en el Espiritismo, vienen personas como usted a decirnos que no juzguen, y esos son conceptos católicos. La mentira se tiene que descubrir, una mentira no se critica, se descubre para que los demás no sean engañados. Si no se descubren te conviertes en cómplice de la Mentira. Libro de los Espíritus, dice en los artículos #639 hasta el #643, que son cómplices los que aceptan y predican la mentira, sabiendo que es mentira. Los Espiritistas Verdaderos no somos hipócritas y menos Embusteros
http://soyespirita.blogspot.com/2017/01/comience-entender-la-diferencia-entre.html
En el Espiritismo Verdadero no juzgamos ni criticamos, descubrimos a los Embusteros e hipócritas. A cada cual le toca evaluar. ¿Sabes los que son las Indulgencias y las Críticas en el Espiritismo?
Todo lo que se hace mal en el Espiritismo, vienen personas como usted a decirnos que no juzguen, y esos son conceptos católicos. La mentira se tiene que descubrir, una mentira no se critica, se descubre para que los demás no sean engañados. Si no se descubren te conviertes en cómplice de la Mentira. Libro de los Espíritus, dice en los artículos #639 hasta el #643, que son cómplices los que aceptan y predican la mentira, sabiendo que es mentira. Los Espiritistas Verdaderos no somos hipócritas y menos Embusteros
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Todo lo que se hace mal en el Espiritismo, vienen personas como usted a decirnos que no juzguen, y esos son conceptos católicos. La mentira se tiene que descubrir, una mentira no se critica, se descubre para que los demás no sean engañados. Si no se descubren te conviertes en cómplice de la Mentira. Libro de los Espíritus, dice en los artículos #639 hasta el #643, que son cómplices los que aceptan y predican la mentira, sabiendo que es mentira. Los Espiritistas Verdaderos no somos hipócritas y menos Embusteros
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En el Espiritismo Verdadero no juzgamos ni criticamos, descubrimos a los Embusteros e hipócritas. A cada cual le toca evaluar. ¿Sabes los que son las Indulgencias y las Críticas en el Espiritismo?
Todo lo que se hace mal en el Espiritismo, vienen personas como usted a decirnos que no juzguen, y esos son conceptos católicos. La mentira se tiene que descubrir, una mentira no se critica, se descubre para que los demás no sean engañados. Si no se descubren te conviertes en cómplice de la Mentira. Libro de los Espíritus, dice en los artículos #639 hasta el #643, que son cómplices los que aceptan y predican la mentira, sabiendo que es mentira. Los Espiritistas Verdaderos no somos hipócritas y menos Embusteros
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EL BIEN Y EL MAL artículos 629 - 643 en EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS, El Bien y el Mal, los
Espiritistas Verdaderos tienen la responsabilidad con el Bien, si participan
del Mal, o apoyan a los que mienten y hacen el Mal, son CÓMPLICES…
Los que viven la vida sin
pensar, sólo creyendo lo que otros le dicen, son los más mistificados en el
Espiritismo. El que vive y cree sin leer
está obligado a creer lo que otro diga sin pruebas. Eso le ocurre a todos
los religiosos de Fe ciega y a los escépticos por naturaleza, que no creen nada
que no puedan ver físicamente.
Las religiones quieren que
creas con fe ciega y que no cuestiones ni pienses. Entonces, se da lugar al
engaño o al Misticismo.
El que cae en esa trampa
de Fe Ciega, se lo merece y se hace cómplice de las malas acciones de aquellos
que defiende.
Contradicciones
y mistificaciones
Mistificaciones
Libro de los
Médiums
303. Si bien es desagradable equivocarse, peor todavía
es ser objeto de una mistificación. Por otra parte, se trata de uno de los inconvenientes
de los que resulta más fácil preservarse. Los medios para frustrar las tretas
de los Espíritus embusteros ya han sido expuestos en las instrucciones
precedentes, razón por la cual poco agregaremos al respecto. Veamos las
respuestas que nos han dado los Espíritus en relación con el tema:
1. Las mistificaciones son uno de los escollos más
desagradables del espiritismo práctico. ¿Existe algún medio para preservarnos
de ellas?
“Me parece que podéis hallar la respuesta en todo lo que se os ha enseñado. En efecto, hay un medio sencillo para preservarse: no pedir al espiritismo más de lo que puede y debe daros. Su objetivo es el mejoramiento moral de la humanidad.
Mientras no os apartéis de ese objetivo, nunca seréis engañados, pues no existen dos maneras de comprender la verdadera moral, aquella que todo hombre provisto de buen sentido puede admitir.
”Los Espíritus acuden a instruiros y a guiaros en el camino del bien, y no en el de los honores y las riquezas, como tampoco acuden para servir a vuestras pasiones mezquinas. Si nunca se les pidiera nada fútil, o que exceda sus atribuciones, nadie daría acceso a los Espíritus embusteros. De ahí debéis inferir que sólo es objeto de mistificación aquel que lo merece.
”El rol de los Espíritus no consiste en informaros acerca de las cosas de vuestro mundo, sino en guiaros con seguridad en aquello que os pueda ser útil para el otro. Cuando os hablan de las cosas de la Tierra es porque lo juzgan necesario, y no porque vosotros lo pedís. Si consideráis a los Espíritus como sustitutos de los adivinos y los hechiceros, sin duda seréis engañados.
”Si los hombres no tuvieran más que dirigirse a los Espíritus para saberlo todo, ya no poseerían libre albedrío, y se apartarían del camino que Dios ha trazado a la humanidad. El hombre debe actuar por sí mismo. Dios no envía a los Espíritus para que le allanen la ruta material de la vida, sino para prepararles la del porvenir.”[1a] – Pero hay personas que, aunque no pregunten nada, son engañadas de manera infame por Espíritus que se presentan en forma espontánea, sin que se los haya llamado.“No preguntan nada, pero dejan que se les hable, lo que viene a ser lo mismo. Si recibieran con reserva y desconfianza todo lo que se aparta del objetivo esencial del espiritismo, los Espíritus frívolos no las convertirían en sus víctimas con tanta facilidad.”
303.2. LM ¿Por qué Dios permite que personas sinceras,
que aceptan el espiritismo de buena fe, sean engañadas? ¿No podría eso tener el
inconveniente de hacer que su creencia vacile?
“Si su creencia vacila por eso, entonces su fe no es demasiado sólida. Los que renuncian al espiritismo por una simple contrariedad, demuestran que no lo han comprendido ni se han dedicado a su aspecto serio. Dios permite las mistificaciones para poner a prueba la perseverancia de los verdaderos adeptos, así como para castigar a los que hacen del espiritismo un objeto de entretenimiento." EL ESPÍRITU DE VERDAD
OBSERVACIÓN – La astucia de los Espíritus mistificadores a veces supera todo lo imaginable. El arte con que apuntan sus baterías y combinan los medios de persuasión sería un hecho curioso si sólo consistiera en hacer algunas bromas inocentes. Sin embargo, las mistificaciones pueden tener consecuencias desagradables para aquellos que no tomen sus precauciones. Estamos contentos de haber podido abrir a tiempo los ojos de muchas personas que nos solicitaron consejo, y de haberles ahorrado acciones ridículas y comprometedoras. Entre los medios que esos Espíritus emplean, hay que incluir en primer lugar, por ser de los más frecuentes, los que tienen el objetivo de tentar la codicia, como la revelación de presuntos tesoros ocultos, el anuncio Contradicciones y de herencias u otras fuentes de riqueza. Además, deben considerarse sumamente sospechosas las predicciones con fecha determinada, así como todas las indicaciones concretas relativas a intereses materiales. Es preciso abstenerse de aquellas acciones prescritas o aconsejadas por los Espíritus, toda vez que sus fines no sean eminentemente racionales. Nunca hay que dejarse deslumbrar por los nombres que los Espíritus adoptan para dar una apariencia de verdad a sus palabras. Es necesario desconfiar de las teorías y los sistemas científicos arriesgados y, por último, de todo lo que se aparte del objetivo moral de las manifestaciones. Llenaríamos un volumen curiosísimo con la historia de todas las mistificaciones que han llegado a nuestro conocimiento.
EL BIEN Y EL MAL
629. ¿Qué
definición puede darse de la moral?
«La moral es la regla para portarse bien, es decir, la distinción entre el bien y el mal. Está fundada en la observación de la ley de Dios. El hombre se porta bien cuando todo lo hace con la mira y para bien de todos; porque entonces observa la ley de Dios».
630. ¿Cómo
puede distinguirse el bien del mal?
«El bien es todo lo que está conforme con la ley de Dios, y el mal todo lo que de ella se separa. Así, pues, hacer el bien es conformarse con la ley de Dios; hacer el mal es infringirla».
631. ¿El hombre
tiene por si mismo medios de distinguir lo que es bueno de lo que es
malo?
«Sí, cuando cree en Dios y quiere saberlo. Dios le ha dado la inteligencia para discernir lo uno de lo otro».
632. El hombre
sujeto al error como está, ¿no puede aquí vacarse en la apreciación del bien y del mal,
y creer que obra bien cuando en realidad obra mal?
«Jesús os lo dijo: mirad lo que quisierais que se os hiciese o no se os hiciese; todo se reduce a esto. No os engañaréis nunca».
633. La regla
del bien y del mal que podría llamarse de reciprocidad o de solidaridad,
no puede aplicarse
a la conducta del hombre para consigo mismo. ¿Le sirve la ley natural de regla
para esa conducta y de guía seguro?
«Cuando coméis mucho os indigestáis. Pues bien, Dios es quien os da la medida de lo que os es necesario, y cuando la traspasáis, sois castigados. En todo sucede lo mismo. La ley natural traza al hombre el límite de sus necesidades, y cuando lo salva, es castigado con el sufrimiento. Si el hombre escuchase en todo, esa voz que le dice basta, se excusan a la mayor parte de los males que achacan a la naturaleza».
634.
¿Por qué está el mal en la naturaleza de las cosas? Hablo del moral. ¿No podría
Dios haber
creado a la humanidad en mejores condiciones?
«Ya te lo hemos dicho: Los espíritus fueron creados sencillos e ignorantes. (115) Dios deja al hombre la elección del camino, y tanto peor para él, si toma el malo, pues será más larga su peregrinación. Si no existiesen montes,. el hombre no podría comprender que se puede subir y bajar, y si no existiesen rocas, no comprendería que hay cuerpos duros. Es preciso que el espíritu adquiera experiencia, y para ello ha de conocer el bien y el mal. De aquí que haya unión entre el espíritu y el cuerpo». (119)
635. Las
diferentes posiciones sociales crean nuevas necesidades que no son las mismas para todos los
hombres. ¿Parece, pues, que la ley natural no es una regla uniforme?
«Las diferentes posiciones son naturales y están conformes con la ley del progreso, lo que no quebranta la unidad de la ley natural que se aplica a todos ».
Las condiciones de la existencia del hombre cambian según los tiempos y los lugares, y resultan de ello necesidades diferentes y posiciones sociales apropiadas a estas necesidades. Puesto que semejante diversidad está en el orden de las cosas, es conforme a la ley de Dios, que no deja de ser una en su principio. A la razón toca distinguir las necesidades reales de las ficticias o de convención.
636. ¿El bien y
el mal son absolutos para todos los hombres?
«La ley de Dios es igual para todos; pero el mal depende especialmente de la voluntad de hacerlo. El bien siempre es bien y el mal es siempre mal, cualquiera que sea la posición del hombre. La diferencia está en el grado de responsabilidad».
637.
¿El salvaje que, cediendo a su instinto, se alimenta de carne humana, es
culpable?
«He dicho que el mal depende de la voluntad. Pues bien, el hombre es más culpable, cuanto mejor sabe lo que hace».
Las circunstancias dan al bien y al mal una gravedad relativa. El hombre comete a veces faltas, que no por ser consecuencia de la posición en que le ha colocado la sociedad, son menos reprensibles; pero la responsabilidad está en proporción de los medios que tiene de comprender el bien y el mal. Así es que el hombre ilustrado que comete una simple injusticia es más culpable ante Dios que el salvaje ignorante que se entrega a sus instintos.
638. El mal parece a veces ser una consecuencia de la
fuerza de las cosas, y tal sucede, por ejemplo, en ciertos casos, cuando es
necesaria la destrucción hasta de nuestro prójimo. ¿Puede decirse entonces que
hay infracción de la ley de Dios?
«Aunque necesario, no deja de ser un mal; pero semejante necesidad desaparece a medida que el alma se purifica pasando de una existencia a otra, y entonces el hombre es más culpable, cuando falta, porque comprende mejor».
Esto es convertirse en Cómplices:
639. El mal que hacemos, ¿no es a menudo resultado de
la posición que nos han creado los otros hombres, y quienes son en este caso
los más culpables?
«El mal recae en quien lo causa. Así el hombre que es llevado al mal por la posición que le han creado sus semejantes, es menos culpable que los que lo han causado; porque cada uno sufrirá la pena no sólo del mal que haya hecho, sino que también del que haya provocado».
640. El que no hace el mal, pero que se aprovecha del
que otro ha hecho, ¿es culpable en el mismo grado?
«Es como si lo cometiera, porque el que se aprovecha participa de él. Quizá hubiese retrocedido ante la ejecución; pero, si encontrándola realizada, la aprovecha, es porque la aprueba y porque hubiese hecho otro tanto, si hubiese podido, o si se hubiese atrevido».
641. ¿El deseo del mal es tan reprensible como el mal
mismo?
«Según y cómo: hay virtud en resistir voluntariamente al mal cuyo deseo siente, sobre todocuando se tiene posibilidad de realizarlo. Pero si sólo se deja de hacer por falta de ocasión, se es culpable».
642. ¿Basta no hacer mal para ser grato a Dios y
asegurar su posición futura?
«No; es preciso hacer el bien según la posibilidad; porque cada uno responderá de todo el mal que haya sido hecho a consecuencia del bien que no haya hecho».
643. ¿Hay personas que por su posición no tengan
posibilidad de hacer el bien?
«No hay nadie que no pueda hacer el bien, sólo el egoísta carece siempre de ocasión. Basta estar en relación con otros hombres para tener ocasión de hacer el bien, y cada día de la vida ofrece la posibilidad todo el que no esté cegado por el egoísmo; porque hacer el bien no consiste únicamente en ser caritativo, sino en ser útil con arreglo a la posibilidad, siempre que vuestro socorro pueda ser necesario»."Entonces, el Bien siempre prevalece sobre el Mal. Todo el que patrocina el mal que otro hace, es como si Él mismo lo hiciera"… la reencarnación significa progreso para el Espíritu, es un fundamento del Espiritismo que nunca puede ser sustituida por Palingenesia, hacerlo sería en contra de las enseñanzas del Espiritismo." Frank Montañez
644. El centro en que se encuentran ciertos hombres,
¿no es para ellos el primitivo origen de muchos vicios y crímenes?
«Sí; pero también esta es una prueba escogida por el espíritu en estado de libertad, quien ha querido exponerse a la tentación para adquirir mérito resistiéndole».
645. Cuando el hombre está en cierto modo sumergido en
la atmósfera del vicio, ¿no viene a ser el mal para él una atracción casi
irresistible?
«Atracción, sí; irresistible, no; porque en medio de esa atmósfera de vicio encuentras a veces grandes virtudes. Estos son espíritus que han tenido fuerzas para resistir, y que al mismo tiempo han tenido la misión de ejercer una buena influencia en sus semejantes».
646. El mérito del bien que se hace, ¿está subordinado
a ciertas condiciones, o de otro modo, hay diferentes grados en el mérito del bien?
«El mérito del bien está en la dificultad, y no lo hay en hacerlo sin trabajo y cuando nada tuesta. Dios atiende más al pobre que parte su único pedazo de pan, que no al rico, que sólo da lo superfluo. Jesús lo dijo con motivo del donativo de la viuda».