El Espiritismo Moralizador y Consolador, el Verdadero Espiritismo llegará a ser una creencia vulgar, es decir conocida por todos, en su manera correcta. El libro el Evangelio según el Espiritismo, nos motiva a no preocuparnos por lo que observamos hoy en las diferentes facciones del Espiritismo.
Aquellos que decidieron por un Espiritismo religioso, que hasta sustituyeron las enseñanzas de los Libros codificados, por el concepto falso y pernicioso de "Nuestro Hogar", o "Nosso Lar". Ni por las cartas de Posicionamientos de los racionalistas laicos, representados por la Confederación Espírita Panamericana de Brasil CEPA.
Veamos lo que nos indicaron los Espíritus en la Introducción, II.
AUTORIDAD DE LA DOCTRINA ESPIRITISTA. Comprobación universal de la enseñanza de los Espíritus:
II INTRODUCCIÓN.
Por grande, hermosa y justa que sea una idea, es imposible que desde su principio cuente con todas las opiniones. Los conflictos que de ello resultan son consecuencia inevitable del movimiento que se opera; son hasta necesarios para hacer resaltar más la verdad y es útil que tengan lugar en su principio para que las ideas falsas se gasten más pronto. Los Espiritistas que concibieron sobre ello algún temor, deben estar bien tranquilos. Todas las pretensiones aisladas caerán por la fuerza de las cosas, ante el grande y poderoso criterio de la comprobación universal. No será a la opinión de un hombre a la que se unirán, sino a la voz unánime de los Espíritus; no será un hombre, y mucho menos yo, el que funde la ortodoxia Espiritista; tampoco será un Espíritu el que venga a imponerse a cualquiera que sea; será la universalidad de los Espíritus, comunicándose en toda la tierra por orden de Dios; éste es el carácter esencial de la doctrina espiritista; ésta es su fuerza; ésta es su autoridad, Dios ha querido que su ley estuviera cimentada en una base indestructible, por esto no ha querido que se apoya en la frágil cabeza de uno sólo. Ante este poderoso areópago, que no conoce ni espíritu de corporación, ni rivalidades celosas, ni sectas, ni naciones, vendrán a estrellarse todas las oposiciones, todas las ambiciones, todas las pretensiones a la supremacía individual; si nosotros quisiéramos substituir nuestras propias ideas á sus decretos soberanos, nosotros mismos nos estrellaríamos; él solo es el que resolverá todas las cuestiones litigiosas, el que acallará las disidencias y dará la razón a quien de derecho la tenga. Ante este imponente concierto de todas las voces del cielo, ¿qué puede la opinión de un sólo hombre o de un Espíritu? Menos que una gota de agua que se pierde en el Océano, menos que la voz delniño que la tempestad sofoca.
La opinión universal, esa es el juez supremo, la que habla en definitiva; se forma de todas los opiniones individuales; si una de ellas es verdadera, sólo tiene en la balanza su peso relativo; si es falsa, no puede sobrepujar a las otras. En este inmenso concurso, las individualidades desaparecen, y éste es un nuevo jaque al orgullo humano.
Este conjunto armonioso se dibuja ya, y no concluirá este siglo sin que brille en todo su esplendor de una manera que fije todas las incertidumbres, porque de aquí á entonces, voces poderosas habrán recibido la misión de hacerse oír para reunir a los hombres bajo un mismo estandarte, apenas el campo esté suficientemente cultivado. Mientras tanto, el que fluctúa entre dos sistemas opuestos, puede observar en qué sentido se pronuncia la opinión general; éste es el indicio cierto del sentido en que se manifiesta la mayoría de los Espíritus en los diferentes puntos en que se comunican; esta es también la señal no menos cierta del sistema que vencerá.
Libro de Los Espíritus
798.
¿Llegará el espiritismo a ser una creencia vulgar o continuará siendo
patrimonio de algunas personas?
«Ciertamente llegará a ser una creencia vulgar, y señalará una nueva era en la historia de la humanidad; porque está en la naturaleza, y porque ha llegado el tiempo en que debe ingresar en los conocimientos humanos. Habrán de sostenerse, empero, grandes luchas, más contra el interés que contra la convicción; porque es preciso convencerse de que hay gentes interesadas en combatirlo, las unas por amor propio y las otras por causas completamente materiales. Pero hallándose cada día más aislados los contradictores, se verán obligados a pensar como todo el mundo, so pena de ponerse en ridículo».
Sólo a la larga
y nunca súbitamente se transforman las ideas. Se debilitan de generación en generación y
concluyen por desaparecer poco a poco con los que las profesan, y que son
reemplazados por otros individuos
imbuidos de los nuevos principios, lo mismo que acontece con las ideas políticas. Recordad el
paganismo, ciertamente no existen personas hoy que profesen las ideas
religiosas de aquellos tiempos, y no
obstante, muchos siglos después del advenimiento del cristianismo se
encontraban aún vestigios de
ellas que sólo la completa renovación de razas pudo borrar. Lo mismo acontecerá
con el espiritismo.
Hace muchos progresos, pero aún habrá por espacio de dos o tres generaciones
un resto de incredulidad,
que sólo disipará el tiempo. Como quiera que sea, su marcha será más rápida que
la del cristianismo;
porque este mismo le abre el camino y en él se apoya aquél. El cristianismo tenía que destruir; el
espiritismo sólo tiene que edificar.
799. ¿De qué modo puede coadyuvar
el espiritismo al progreso?
«Destruyendo el materialismo, que es una de las plagas de la sociedad, hacer ver a los hombres dónde está su verdadero interés. No estando el porvenir velado por la duda, el hombre comprenderá mejor que puede asegurarlo por medio del presente. Destruyendo las preocupaciones de secta, de castas y de colores, enseñará a los hombres la gran solidaridad que ha de unirlos como hermanos».
800. ¿No es de temer que el
espiritismo no pueda triunfar de la negligencia de los
hombres y de su apego a las cosas
materiales?
«Se conocería muy poco a los hombres, pensando que una causa cualquiera puedetransformarlos como por encanto. Las ideas se modifican poco a poco según los individuos y se necesitan generaciones para borrar completamente los vestigios de los hábitos antiguos. Sólo a la larga puede, pues, operarse la transformación, gradualmente y poco a poco. A cada generación desaparece una parte del velo, el espiritismo viene a rasgarlo del todo. Pero, mientras llega este caso, aunque no produjese otro efecto respecto de un hombre que el de corregirle un solo defecto, sería un paso que le habría hecho dar, y por lo mismo un gran bien; porque este primer paso le hará más fáciles los restantes».
801. ¿Por qué los espíritus no
han enseñado en todos los tiempos lo que enseñan ahora?
«Vosotros no enseñáis a los niños lo que a los adultos, ni dais al recién nacido unalimento que no podría digerir. Cada cosa a su tiempo. Han enseñado muchas cosas que los hombres no han comprendido o desnaturalizado; pero que pueden comprender ahora. Por medio de su enseñanza, imperfecta aún, prepararon el terreno para recibir la semilla que actualmente fructificará».
802. Puesto que el espiritismo ha
de señalar un progreso en la humanidad, ¿por qué los
espíritus no apresuran ese
progreso por medio de manifestaciones tan generales y patentes,
que produjesen convencimiento en
los más incrédulos?
«Vosotros quisierais milagros. Dios los derrama a manos llenas ante vosotros, y aún tenéis hombres que reniegan de él. ¿El mismo Cristo convenció a sus contemporáneos con los prodigios que hizo? ¿No veis hombres que niegan los hechos más patentes que ocurren a su presencia? ¿No los tenéis que dicen que no creerían, aunque viesen? No, no por medio de prodigios conducirá Dios a los hombres. En su bondad, quiere dejarles el mérito de que se convenzan por la razón».