Además, una explicación de lo que creía Baruch Spinoza, (que no era Espiritista, ni predicó las enseñanzas del Espiritismo Verdadero). ¿Cuáles son las diferencias?
Refierase al EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS, ítem # 872. La cuestión del libre albedrío puede resumirse de éste modo ...
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Libre Albedrío está de la mano de La Moral Espírita, pues el Espiritismo Moralizador y el Consuelo de los afligidos al Mundo, el Verdadero Espiritismo, basa sus enseñanzas en el Bien Común que se logra al hacer bien las cosas. Entonces, preguntas cómo, …¿Porqué me pasa lo que me pasa? ¿Porqué sufro tanto? ¿Porqué me pasa a mí? No es lo mismo a Determinismo. Porque TODAS éstas preguntas tienen contestación basado en el Libre Pensar, es decir Libre Albedrío, y no en el Determinismo. Se logra hacer el bien común, deseando hacerlo, por lo tanto sí fuera cuestión de determinismo, nunca existiría la oportunidad de hacer el bien o el mal.
Soy Espírita por Convicción...
Dios dió Libre Albedrío a todos, es decisión de cada cuál decidir qué hacer. Pero somos responsables por nuestras acciones, porque somos nosotros los que vamos a determinar qué pasará con nuestro espíritu cuándo desencarnemos. La Existencia misma en la encarnación del Espíritu, es como una estación de tren, esperando seguir transitando hacia una próxima estación o existencia posterior.
Entonces, decir que Espíritus más adelantados deciden la naturaleza de sus pruebas y expiaciones, interfiere con el Libre albedrio que nunca el Espíritu renuncia durante la erraticidad.
Refierase al Capítulo XVII, Libro de Génesis Espiritista, ítem § 67. —El juicio por emigración, tal cuál se ha definido en el número § 63 de éste capítulo, es racional; está fundado en rigorosa justicia atendiendo a que deja siempre al Espíritu su libre albedrío. Es decir que es el Espíritu que decide antes de cada existencia. En virtud a su Libre Albedrío, son ellos mismos los que deciden por las pruebas que tendrán en las próximas existencias para lograr Adelantar su Espiritu en Moral, en sus intelectos e individualmente.
Nadie puede decidir por ellos, y serán las experiencias de vidas pasadas que irán afinando su capacidad de análisis. No existen Espíritus elevados o como algunos le llaman erróneamente, de alta Espiritualidad, dedicados a decir las pruebas de cada Espíritu, las deciden éstos Espíritus. Éso es incorrecto. Afortunadamente, el Espiritismo Verdadero, define ésos Espiritus, como EVOLUCIONADOS.
De éso se trata la virtud del Libre Albedrio ya incrustada en las mentes de todos los Espíritus, tanto encarnados como desencarnados, antes de cada existencia.
Dios dió Libre Albedrío a todos, es decisión de cada cuál decidir qué hacer. Pero somos responsables por nuestras acciones, porque somos nosotros los que vamos a determinar qué pasará con nuestro espíritu cuando desencarnemos. Según las leyes espirituales y que fueron mencionadas por Jesús, nuestra forma de ser, nuestros pensamientos y nuestras acciones y también nuestras intensiones, deben ser en Moral, que no es otra cosa que todo lo que hagamos o pensemos sea del bien común.
Sí decides hacer algo que tú consideras está bien hecho, pero que lacera a otra persona eso no es actuar en Moral. Entonces todo lo que hacemos o pensamos se relaciona con esta realidad. Sí pretendemos que nuestros propios hijos piensen igual a nosotros haciéndoles firmar juramentos de hombres, cuando aún no están preparados lo suficiente para decidir por ellos mismos, le violamos su Libre Albedrío. O sí le inculcamos nuestras creencias creyendo que los educamos, violamos el Libre Albedrío de cada cuál, lo que pasará es que cuándo éstos pequeños crezcan, tomaran sus propias decisiones basados en su lógica y razón, y de hecho eso es lo que Dios quiere que cada cual haga, que tome sus propias decisiones para que de una u otra forma expié faltas cometidas mediante el bien común. De igual modo tratar de influenciar a otros mediante posiciones de poder, también laceran el Libre Albedrío. , dejarían de existir el bien y el mal, los crímenes y las virtudes. Dios, soberanamente justo, no podría castigar a su criatura por faltas cuya realización no dependería de ella, así como tampoco podría recompensarla por virtudes cuyo mérito no tendría. Semejante ley sería, además, la negación de la ley del progreso, pues el hombre que esperase todo de la suerte no intentaría nada para mejorar su posición, puesto que esta no sería ni mejor ni peor.
****La fatalidad no es, con todo, una palabra vana. Existe en la posición que el hombre ocupa en la Tierra y en las funciones que desempeña en ella, como consecuencia del tipo de existencia que su Espíritu eligió, ya sea una prueba, una expiación o una misión. El hombre sufre fatalmente todas las vicisitudes de ésa existencia y todas las tendencias, buenas o malas, que le son inherentes; pero la fatalidad se detiene allí, porque depende de su voluntad que ceda o no a esas tendencias. El detalle de los acontecimientos está subordinado a las circunstancias que el propio hombre provoca con sus actos, y en los cuáles pueden influir los Espíritus mediante los pensamientos que le sugieren. (Véase el § 459.)
Influencia oculta de los Espíritus en nuestros pensamientos y en nuestras acciones...
459. Los Espíritus, ¿influyen en nuestros pensamientos y en nuestras acciones?
“En ese aspecto su influencia es mayor de lo que creéis, pues muy a menudo son ellos quienes os dirigen.”
460. Además de nuestros propios pensamientos, ¿tenemos otros que nos son sugeridos?
“Vuestra alma es un Espíritu que piensa. No ignoráis que muchos pensamientos se os ocurren a la vez sobre un mismo asunto, y que a menudo son muy contradictorios. Pues bien, los hay siempre vuestros y nuestros. Eso os genera incertidumbre, porque tenéis en vosotros dos ideas que se combaten mutuamente.”
461. ¿De qué modo podemos distinguir nuestros propios pensamientos de aquellos que nos son sugeridos?
“Cuando se os sugiere un pensamiento, es como una voz que os habla. Vuestros propios pensamientos son, por lo general, los que se os ocurren primero. Por otra parte, esa distinción no reviste gran interés para vosotros, y con frecuenciaes útil no saberlo, pues de ese modo el hombre obra con mayor libertad. Si se decide por el bien, lo hace de buen grado. En cambio, si toma el camino del mal, mayor será su responsabilidad.”
462. Los hombres inteligentes y de genio, ¿toman siempre sus ideas de sí mismos?
“A veces las ideas proceden de su propio Espíritu. Sin embargo, a menudo les son sugeridas por otros Espíritus que los juzgan capaces de comprenderlas y dignos de transmitirlas. Cuando no las encuentran en sí mismos, apelan a la inspiración. En ese caso, se trata de una evocación que hacen sin sospecharlo.”
Si hubiese sido útil que pudiéramos distinguir claramente nuestras proprias ideas de las que nos son sugeridas, Dios nos hubiera proporcionado medios para conseguirlo, como nos los da para distinguir la noche del dia. Cuándo una cosa se nos ofrece vagamente, es porque así debe ser para nuestro bien.
RESUMEN TEÓRICO DEL MÓVIL DE LAS ACCIONES DEL HOMBRE
321
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
872. La cuestión del libre albedrío puede resumirse de este modo: El hombre no es
fatalmente arrastrado al mal, los actos que realiza no están escritos de antemano: los crímenesque comete no son resultado de un fallo del destino. Como prueba y como expiación, puedeelegir una existencia en la que sentirá las solicitaciones del crimen, ya a consecuencia del medio en que esté colocado, ya en virtud de las circunstancias que sobrevengan;pero siempre es libre de obrar o de no obrar. Así pues, el libre albedrío existe en el estado deespíritu para la elección de la existencia y de las pruebas, y en estado corporal en la facultadde ceder o de resistir a las solicitudes a que voluntariamente nos hemos sometido. A laeducación toca combatir ésas malas tendencias, y lo hará provechosamente cuando estébasada en el estudio profundo de la naturaleza moral del hombre.
Mediante el conocimientode las leyes que rigen ésa naturaleza moral, se llegará a modificarla, como la inteligencia pormedio de la instrucción, y el temperamento por medio de la higiene.
El espíritu desprendido de la materia y en estado errante, elige sus futuras existenciascorporales según el grado de perfección a que ha llegado, y en ésto, como tenemos dicho,consiste especialmente su libre albedrío.
Semejante libertad no queda anulada por lareencarnación; sí cede a la influencia de la materia, es porque sucumbe a las pruebas que élmismo ha elegido, y para que le ayuden a dominarlas, puede invocar la asistencia de Dios yde los espíritus buenos. (337)
(337)
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
337. ¿Puede ser impuesta por Dios la unión del espíritu a un cuerpo determinado?
«Puede ser impuesta lo mismo que las otras pruebas, sobre todo, cuándo el espíritu no esapto aún para elegir con conocimiento de causa. Por vía de expiación, el espíritu puede serobligado a unirse al cuerpo de un niño que, por su nacimiento y la posición que ocupará en el
mundo, podrá ser objeto de castigo».
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Sin libre albedrío el hombre no tiene culpa del mal, ni mérito por el bien, lo cual está detal modo reconocido, que en el mundo se proporciona siempre la censura o el elogio a laintención, es decir, a la voluntad, y quién dice voluntad dice libertad. El hombre no puede,pues, buscar excusa a sus faltas en su organización, sin abdicar de su razón y de su condiciónde ser humano para asimilarse al bruto.
Sí de tal manera aconteciese respecto del mal,igualmente sucedería respecto del bien; pero cuándo el hombre realiza éste, se da buencuidado en hacerse un mérito de ello, sin atribuirlo a sus órganos, lo cual prueba queinstintivamente no renuncia, a pesar de la opinión de algunos sistemáticos, al más belloprivilegio de su especie, la libertad de pensar.
La fatalidad, tal como vulgarmente se la comprende, supone la decisión anticipada eirrevocable de todos los sucesos de la vida, cualquiera que sea su importancia. Si este fuese elorden de las cosas, el hombre sería una máquina sin voluntad. ¿De qué le serviría suinteligencia, puesto que estaría invariablemente dominado en todos sus actos por la fuerza deldestino? Sí semejante doctrina fuese verdadera, sería la destrucción de toda libertad moral: no
existiría responsabilidad para el hombre, y por consiguiente, ni bien, ni mal, ni crímenes, ni virtudes,Dios, soberanamente justo, no podría castigar a su criatura por faltas que no dependía de elladejar de cometer, ni recompensarla por virtudes, cuyo mérito no le correspondería.
Semejante ley sería además la négación del progreso; porque el hombre que todo lo esperase de la suerte,nada intentaría para mejorar su posición, puesto que no seria ni de mejor, ni de peorcondición.
La fatalidad no es, sin embargo, una palabra hueca, existe en la posición que el hombreocupa en la tierra, y en las funciones que desempeña, a consecuencia de la clase de existenciaque su espíritu ha elegido como prueba, expiación o misión. Sufre fatalmente todas lasvicisitudes de ésa existencia, y todas las tendencias buenas o malas que le son inherentes;pero hasta aquí llega la fatalidad; porque depende de su voluntad el ceder o no a aquellastendencias. Los detalles de los acontecimientos están subordinados a las circunstancias queel hombre provoca por sí mismo con sus actos, y en los cuáles pueden influir los espíritus pormedio de los pensamientos que le sugieren. (459)
(459)
INFLUENCIA OCULTA DE LOS ESPÍRITUS EN NUESTROSPENSAMIENTOS Y ACCIONES
459. ¿Influyen los espíritus en nuestros pensamientos y acciones?
«Bajo éste aspecto su influencia es mayor de lo que creéis; porque a menudo son ellosquienes os dirigen».
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La fatalidad consiste, pues, en los sucesos que se presentan, puesto que son consecuenciade la elección de la existencia hecha por el espíritu. No puede consistir en el resultado deaquellos sucesos, puesto que puede depender del hombre el modificar su curso con su prudencia, y no consiste nunca en los hechos de la vida moral.
Respecto de la muerte, sí que está el hombre sometido de un modo absoluto a lainexorable ley de la fatalidad; porque no puede substraerse al fallo que fija el término de suexistencia, ni al género de muerte que debe interrumpir su curso.
Según la doctrina vulgar, el hombre toma en sí mismo todos sus instintos; éstos
provienen, ora de su organización física, de la que no puede ser responsable, ora de su propianaturaleza en la cuál puede buscar una excusa, diciéndose que no es culpa suya el ser comoes.
Evidentemente es más natural la doctrina espiritista: admite en el hombre el libre albedríoen toda su plenitud, y al decirle que, sí hace mal. cede a una mala sugestión extraña, leabandona toda la responsabilidad, puesto que le reconoce fuerza para resistirla, lo que es evidentemente más fácil que sí tuviese que luchar con su propia naturaleza. Así, según ladoctrina espiritista, no existe solicitación irresistible; el hombre puede negar siempre oídos a la vozoculta que en su fuero interno le solicita al mal, como puede negarlos a la voz material delque habla, y lo puede en virtud de su voluntad, pidiendo a Dios la fuerza necesaria yreclamando a éste efecto la asistencia de los espíritus buenos. Ésto es lo que nos enseña Jesús en la sublime súplica de la Oración dominical, cuándo nos hace decir: «Y no nos dejes caeren la tentación, mas líbranos de mal».
Ésta teoría de la causa excitante de nuestros actos se desprende evidentemente de toda laenseñanza dada por los espíritus. No sólo es sublime por su moralidad, sino que añadimosque ensalza al hombre: lo presenta libre de sacudir un yugo obsesor, como libre es de cerrar su casa a los importunios; no es ya una máquina que obra por un impulso independiente de suvoluntad, sino un ser, dotado de razón que escucha, que juzga y escoge libremente entre dosconsejos.
Añadamos que, a pesar de ésto, el hombre no queda privado de iniciativa, y no deja
de obrar por movimiento propio, puesto que en definitiva no es más que un espíritu
encarnado que conserva bajo la envoltura corporal, las cualidades buenas o malas que poseíacomo espíritu. Las faltas que cometemos tienen, pues, su primer origen en la imperfección denuestro espíritu, que no ha conseguido aún la superioridad moral que tendrá un día; pero queno carece por ello de libre albedrío. La vida corporal le es dada para que se purgue de sus
imperfecciones por medio de las pruebas que sufre, y precisamente las mismas
imperfecciones son las que le hacen más débil y accesible a las sugestiones de los otrosespíritus imperfectos, que de ellas se aprovechan para procurar que sucumba en la lucha queha emprendido. Sí de ella sale victorioso, se eleva; sí sucumbe, se queda como era, ni mejor,ni peor. Habrá de empezar una nueva prueba, lo que puede prolongarse durante mucho tiempo.
Mientras más se purifica, más disminuyen sus lados vulnerables y menos pie dá a los
que le solicitan al mal. Su fuerza moral crece en proporción de su elevación, y los malosespíritus se alejan de él.
Todos los espíritus. más o menos buenos, una vez encarnados, constituyen la especie
humana, y como nuestra tierra es uno de los mundos menos adelantados, se encuentran másespíritus malos que buenos, y he aquí por qué vemos en ella
tanta perversidad.
Esforcémonos, pues, por no volver a este mundo, después de la presenteresidencia, y por merecer ir a descansar en otro mejor, en uno de ésos mundos privilegiados
donde el bien reina sin rival, y en el cuál no recordamos nuestro tránsito por la Tierra más quecomo un período de destierro.
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Veamos a continuación el tema de la PROGRESIÓN DE LOS ESPÍRITUS, en el Libro de Los Espíritus, ítems #114 hasta #127...
#114. ¿Los espíritus son buenos o malos por su naturaleza, o bien se van mejorando?
«Los mismos espíritus van mejorándose, y al conseguirlo, pasan de un orden inferior a otro superior».
#115. ¿Hay espíritus que fueron creados buenos y otros malos?
«Dios creó a todos los espíritus sencillos e ignorantes, es decir, faltos de ciencia, y dio a cada uno de ellos una misión con objeto de ilustrarlos y de hacerles llegar progresivamente a la perfección por medio del conocimiento de la verdad, y aproxímarse a él. La dicha eterna sin perturbación estriba para ellos en esa perfección. Los espíritus adquieren los conocimientos sufriendo las pruebas que Dios les impone, (1) que unos aceptan con sumisión, llegando así más prontamente al objeto de su destino, y que otros sufren con desagrado, permaneciendo por culpa suya lejos de la perfección y de la dicha prometida».
#115a. -Según esto, parece que los espíritus en su origen, son como los niños, ignorantes e inexpertos; pero que adquieren poco a poco los conocimientos que les faltan recorriendo las diferentes etapas de la vida.
«Sí; la comparación es exacta, pues el niño rebelde continúa ignorante e imperfecto, y se aprovecha más o menos según su docilidad; pero, al paso que la vida del hombre tiene término, la del espíritu se dilata en lo infinito».
#116. ¿Hay espíritus que permanecerán perpetuamente en los puestos inferiores?
«No; todos llegarán a ser perfectos; cambiarán, pero a la larga; porque, como lo hemos dicho otra vez, un padre justo y misericordioso no puede desterrar eternamente a sus hijos. ¡Y quieres que Dios, que es tan bueno y tan justo, sea de peor condición que vosotros!»
#117. ¿Depende de los espíritus apresurar su progreso hacia la perfección?
«Indudablemente, y llegan más o menos pronto según su deseo y su sumisión a la voluntad de Dios. ¿El niño dócil no se instruye más pronto que el reacio? »
#118. ¿Pueden degenerar los espíritus?
«No, pues a medida que progresan comprenden lo que les alejaba de la perfección, y terminada una prueba poseen el conocimiento de ella y no lo olvidan. Pueden permanecer estacionarios; pero no retroceden».
#119. ¿No podría Dios librar a los espíritus de las pruebas que han de sufrir para llegar al primer puesto?
«Si hubiesen sido creados perfectos, no tendrían méritos para gozar de los beneficios de la perfección. Sin lucha, ¿Dónde estaría el mérito? Por otra parte, la desigualdad que entre ellos existe, es necesaria a su personalidad; además, la misión que desempeñan en los diferentes grados, entra en las miras de la Providencia respecto de la armonía del universo». Puesto que en la vida social todos los hombres pueden llegar a los primeros puestos, se podria preguntar también: ¿por qué el soberano de un país no hace generales a todos sus soldados, empleados superiores a todos los subalternos y maestros a todos los discípulos? Pues entre la vida social y la espiritual existe aún la diferencia de que la primera es limitada. y no basta siempre a la consecución de todos los grados, al paso que, siendo indefinida la segunda, de a cada cual la posibilidad de elevarse al puesto supremo.
#120. ¿Todos los espíritus pasan por la serie del mal para llegar al bien?
«No por la serie del mal, sino por la de la ignorancia».
#121. ¿Por qué ciertos espíritus han seguido el camino del bien y otros el del mal?
«¿No tienen libre albedrío? Dios no creó espíritus malos. sino sencillos e ignorantes, es decir, igualmente aptos para el bien que para el mal. Los que llegan a ser malos, lo son por su voluntad».
#122. No teniendo en su origen conciencia de sí mismos, ¿cómo pueden los espíritus ser libres de elegir entre el bien y el mal? ¿Existe en ellos un principio, una tendencia cualquiera que los incline más al uno que al otro?
«El libre albedrío se desarrolla a medida que el espíritu adquiere conciencia de sí mismo. Sí la elección se debiese a una causa independiente de la voluntad del espíritu, no existiría libertad. La causa no reside en él, sino fuera, en las influencias a que cede en virtud de su voluntad libre, y esto significa la gran figura de la caída del hombre y del pecado original. Unos cedieron a la tentación; otros resistieron a ella».
#122a,-¿De dónde proceden las influencias que obran sobre el espíritu?
«De los espíritus imperfectos que procuran apoderarse de él y dominarle, y que se consideran felices cuando le hacen sucumbir. Esto es lo que se ha querido representar en la figura de Satanás».
#122b, -¿No sufre esta influencia el espíritu más que en su origen?
«Le persigue en su vida de espíritu, hasta que consigue dominarse de tal modo, que los malos renuncian a obsesionarle».
#123. ¿Por qué ha permitido Dios que los espíritus puedan seguir el camino del mal?
«¿Cómo os atrevéis a pedirle a Dios cuenta de sus actos? ¿Creéis que podéis penetrar en sus designios? Podéis deciros, sin embargo: La sabiduría de Dios consiste en la libertad que a cada uno concede de elegir, porque así tiene cada uno el mérito de sus obras».
#124. Puesto que hay espíritus que desde el principio siguen el camino del bien absoluto y otros el del mal absoluto, ¿existen indudablemente grados entre estos dos extremos? «Ciertamente que sí, y la gran mayoría es la de los que no ocupan los extremos».
#125. Los espíritus que han seguido el camino del mal, ¿podrán llegar al mismo grado de superioridad que los otros?
«Sí; pero las eternidades serán más largas para ellos».
Por estas palabras las eternidades debe entenderse la idea que tienen los espíritus inferiores de que serán perpetuos sus sufrimientos, cuyo término no les es dado ver; idea que se renueva en todas las pruebas en que sucumben.
#126. Los espíritus que llegan al grado supremo, después de haber incurrido en el mal, ¿tienen a los ojos de Dios menos mérito que los otros?
«Dios mira a los extraviados con iguales ojos y a todos los ama con el mismo afecto. Se les llama malos, porque han sucumbido; pero antes eran espíritus sencillos».
#127. ¿Los espíritus son creados iguales en facultades intelectuales?
«Lo son; pero no sabiendo de dónde provienen, es preciso que funcione el libre albedrío, y progresan con más o menos rapidez así intelectual, como moralmente».
Los espíritus que, desde el principio, siguen el camino del bien, no son por ello espíritus perfectos, puesto que, si no tienen malas tendencias, han de adquirir, sin embargo, experiencia y los conocimientos necesarios para llegar a la perfección. Podemos compararlos a los niños que, cualquiera que sea la bondad de sus naturales instintos, tienen necesidad de desarrollarse, de ilustrarse, y que no llegan sin transición de la infancia a la madurez.
Así como tenemos hombres buenos y malos desde la infancia, así también hay espíritus buenos y malos desde el principio, con la diferencia capital, de que el niño tiene instintos completamente formados, al paso que el espíritu, al ser formado, no es ni bueno ni malo, sino que tiene todas las tendencias, y en virtud de su libre albedrío toma una u otra dirección.
(1).-(Nota 📝 añadida por Frank Montañez al item #115, sobre los sufrimientos en la imposición de Dios, recordemos que la imposición es el único camino del Espíritu para lograr el progreso de su Espíritu, todos pasarán a cumplir el mismo requisito, no existe manera de que sea de otro modo éste proceso evolutivo. Sabemos que Dios ni castiga ni premia, sino que la consecuencia de que el Espíritu pueda adelantar, necesitará cumplir con éstos requisitos.)
______________________Determinismo y libre albedrío coexisten en la vida en el Libro el Consolador. Emmanuel habla de coexistencia de dos conceptos contrarios, CUIDADO!!!!!
Determinismo y libre albedrío coexisten en la vida, uniéndose en el sendero de los destinos, para la elevación y redención de los hombres.
El primero es absoluto en las más bajas etapas evolutivas (Libre Albedrío) y el segundo (Determinismo) se amplía con los valores de la educación y de la experiencia. Conviene observar que sobre ambos flotan las determinaciones divinas, basadas en la ley del amor, sagrada y única, de la cual la profecía fue siempre el más elocuente testimonio.
Nota añadida de Frank Montañez: "Estos dos conceptos han sido claramente definidos en los Libros Codificados, así como lo expone Emmanuel, lo expuso Baruch Spinoza, y no es lo que el Espiritismo expuso. Este modo de interpretar Libre Albedrío, es una Opinión personal y no representa el Espiritismo."
¿No verifican, actualmente, las realizaciones previstas por los emisarios del Señor hace dos y cuatro milenios, en el divino simbolismo de las Escrituras?
Establecida la verdad de que el hombre es libre en la pauta de su educación y de sus méritos, en la ley de las pruebas, nos cumple reconocer que el propio hombre, a medida que se torna responsable, organiza el determinismo de su existencia, agravándolo o suavizándolo en sus rigores, hasta poder elevarse definitivamente a los planos superiores del Universo.
Nota: Esto es una Opinión personal, aislada que el Espiritismo no se responsabiliza. Es claro indicado en el Libro de Los Espíritus, la diferencia entre Libre Albedrío y Determinismo.
De manera que logramos influir a los demás de una manera aceptable ante Dios y es por el buen comportamiento, el enseñar con ejemplos de que somos mejores seres humanos no haciéndole a nadie lo que no nos gustaría nos hicieran a nosotros mismos. Ese es un mensaje que no viola ningún derecho del ser humano y ocasiona que los demás decidan por el bien común en sus decisiones en la vida.
No basta el decir que somos buenos, es también necesario modificar nuestra conducta y que el resultado sea algo bueno para ti y tus semejantes. Nuestro responsabilidad de expiar (Ley de Causa y Efecto) se nutre precisamente de todo lo que hacemos y pensamos, si ocasionas algún mal a alguién, entonces se convierten en Faltas que manchan nuestras Almas y por consiguiente, se necesita reencarnar para expiar o limpiar esa falta cometida.
Constantemente estamos preguntándonos ¿porqué ocurre esto?, ¿porqué tengo este problema?. Siempre buscamos un porque de lo que nos está ocurriendo en la vida. Algunos están tan interesados en saber el porqué de los problemas, que buscan en aquellos que creen saber más para obtener una respuesta. Si la respuesta que se obtiene no es de nuestro agrado, usualmente seguimos en la búsqueda hasta encontrar algo que nos sea más cómodo aceptar.
Pero todos hemos pasado por este proceso de búsqueda. En mí caso me sumergí en la lectura de los Libros de la Codificación Espírita y no tardé mucho en conseguir las respuestas que necesitaba conocer.
Cuándo pasas por una situación que no tiene aparente solución es cuando te ves obligado a cuestionar ¿porque a mí?, ¿por qué me pasa esto?, pero cuando descubres que todo lo que te pasa fué una decisión tuya, entonces tu sonrisa se pasma y dices, ¿cómo es posible que haya sido tan estúpido en decidir pasar por esto? Pues tengo noticias para tí, nosotros mismos, somos los que decidimos lo que nos pasa en la vida.
Para lograr desmenuzar todo este lío de pensamientos debo comenzar a explicar lo que es el Libre Albedrío, y me dirijo a buscar una definición fuera de nuestra filosofía, y encuentro en Wikipedia lo siguiente:
Definición de Libre Albedrío según WIKIPEDIA
"El libre albedrío o libre elección es la creencia de aquellas doctrinas filosóficas que sostienen que los humanos tienen el poder de elegir y tomar sus propias decisiones. Muchas autoridades religiosas han apoyado dicha creencia, mientras que ha sido criticada como una forma de ideología individualista por pensadores tales como Baruch Spinoza, Arthur Schopenhauer, Karl Marx o Friedrich Nietzsche. El concepto es comúnmente usado y tiene connotaciones objetivas al indicar la realización de una acción por un agente no-condicionado íntegramente ligado por factores precedentes y subjetivos en el cual la percepción de la acción del agente fue inducida por su propia voluntad.
El principio del libre albedrío tiene implicaciones religiosas, éticas, psicológicas, jurídicas y científicas. Por ejemplo, en la ética puede suponer que los individuos pueden ser responsables de sus propias acciones. En la psicología, implica que la mente controla algunas de las acciones del cuerpo, algunas de las cuales son conscientes.
En el reino científico, el libre albedrío se puede percibir en las acciones del cuerpo, incluyendo al cerebro, no siendo determinadas enteramente por la causalidad física. La existencia del libre albedrío ha sido un tema central a través de la historia de la filosofía y la ciencia.
"El Espiritismo defiende
la libertad de Pensar. Sin
embargo vemos en la historia, que Karl Marx, criticó el concepto, y él mismo fue
el que con sus absurdas creencias y enseñanzas contrarias del Libre Albedrio,
fue el gestor de los más grandes Genocidios en Europa, y Rusia, Stalin ordenó la
matanza genocida de más de 25 millones de sus compatriotas, para así anclarse al
poder. El que no cree en el Libre albedrío, es todo aquel que quiere dominar,
sin cuestionamientos a los demás. Es un mero Espiritualista o ateo intolerante,
orgulloso y egoísta. y por seguro un religioso que impone dominación en sus
religiones...
Lo muy lamentable es que
la mayoría de los seres humanos, no han aprendido a defender el Libre Pensar, pues mas del 95% de los habitantes del planeta tierra, no desean pensar, permitiendo que los líderes inescrupulosos, utilicen el populismo barato para convencer
a los que rinden su libre pensar a sus ocultas pretensiones de poder, sobre los demás. Los sufrimientos son terrible en
una existencia sin libre albedrío. Un religioso como Baruth Spinoza, que
criticaba el Libre Pensar, de lo cual él fue víctima en su vida y que le hizo
creer al genio científico más destacado de la humanidad, Albert Einstein, que
perdiera su existencia sin adelantar el Espíritu. El que no defiende su LibrePensar, pudiendo hacerlo en una sociedad libre y democrática, es un traidor de sí
mismo y de sus hijos, que posiblemente no disfruten la libertad de pensar."
Frank Montañez,
20 de
agosto del 2019.
El Espíritu conserva por toda la eternidad su libre
albedrío…
Capitulo
XVII, Libro de Génesis espiritual
67. —El
juicio por emigración, tal cual se ha definido en el número 63 de este capítulo,
es racional;
está
fundado en rigorosa justicia atendiendo a que deja siempre al Espíritu su libre albedrío;
(Original
Frances #67.—Le jugement, parvoie d’émigration, tel qu’il a été défini
ci—dessus (63), est rationnel; il est fondé sur la plus rigoureuse justice, attendu qu’il laisse éternellement a l’Esprit son libre
arbitre;) a que no
envuelve privilegio alguno; que todos quedan en igual aptitud para progresar,
con las mismas facultades y en iguales condiciones; que la puerta del cielo
queda siempre abierta para los que se hagan dignos de entrar en él; que la destrucción
misma del mundo que acarrea la destrucción del cuerpo, no interrumpe la marcha
progresiva del Espíritu . Tal es la consecuencia de la pluralidad de los mundos
y de la pluralidad de las existencias.
Según esta
interpretación, la calificación de juicio final no es exacta puesto que los Espíritus
pasan por diferentes juicios, á cada renovación de los mundos que habitan ,
hasta haber alcanzado cierto grado de perfección. No hay, pues, hablando con
propiedad juicio final; mas hay juicios generales en todas las épocas de renovación
parcial ó total de la población de los mundos, a consecuencia de los cuales se
verifican las grandes emigraciones é inmigraciones de los Espíritus.
63.—Debiendo reinar el
bien en la tierra , preciso es que los Espíritus obstinados en el mal y que
podrían ser causa de perturbación, sean excluidos. Dios les ha dejado el tiempo
necesario para su arrepentimiento; -más llegado el momento en que el globo debe
ascender en la jerarquía de los mundos por el progreso moral de sus habitantes
; la morada en él como Espíritu 6 como encarnados quedará prohibida a los que
no se hayan aprovechado de las instrucciones que han podido recibir en él. Serán , pues , desterrados a mundos inferiores
como lo fueron en otro tiempo a la tierra los de la raza adámica, mientras que
serán reemplazados por Espíritus mejores. Esta es la separación a que ha de
presidir Cristo, la cuál está figurada por estás palabras del juicio final:
«Los buenos pasarán á mi derecha y los malos á mi izquierda. (Cap. XI, números
31 y siguientes.)
________________________________
67.—Le
jugement, parvoie d’émigration, tel qu’il a été défini ci—dessus (63), est
rationnel; il est fondé sur la plus rigoureuse justice, attendu qu’il laisse éternellement
a l’Esprit son libre arbitre; qu’il ne constitue de privilège pour personne; qu’une
égale latitude est donnée par Dieu a toutes ses créatures, sans exception, pour
progresser; que la porte du ciel est toujours ouverte pour ceux qui se rendent
dignes . d’y entrer; que l’anéantissement même d’un monde, entraînant la
destruction du corps, n’apporterait aucune interruption a la marche progessive de
l’Esprit. Telle est la conséquence de la pluralité des mondes et de la pluralité
des existences. Selon cette interprétation, la qualification de jugement dernier
n’est pas exacte, puisque les Esprits passent par de semblables assises 3.
chaque rénovation des mondes qu’ils habitent, jusqu’à ce qu’ils aient atteint
un certain degré de perfection. Il n’y a donc point, a proprement parler, de jugement
dernier, mais il y a des jugements gé— néraux à toutes les époques de rénovation
partielle ou totale de la population des mondes, par suite desquelles s’opèrent
les grandes émigrations et immigratidns d’Esprits.
_____________________________________
"Durante el viaje de aventura que emprende Don Quijote,
el decide batallar por un ideal: la libertad del ser humano y sus
derechos..."
“La libertad, Sancho, es uno de los más preciados dones a
que los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que
encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra,
se puede y se debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el
mayor mal que puede venir a los hombres”.
Entonces, la prioridad debe ser la Educación del
Espíritu, a través de la lectura de los Libros Codificados por Allan Kardec, para entender que
la Libertad de Pensar es y debe ser la prioridad en cada individuo que se
propone adelantar su Espíritu encarnado en esta existencia.
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Vamos entonces a revisar sobre lo que nuestra filosofía espirita nos tiene que decir al respecto, y no te impacientes, que voy a llegar a donde tienes tus dudas. El Libro de Los Espíritus nos dice lo siguiente:
NOTA: Cuando presentamos extractos de los libros de la codificación, en este caso del Libro de Los Espíritus, siempre aparece el número de la pregunta, se refiere a lo que Allan Kardec preguntó al Espíritu y luego inmediatamente lo que han contestaron los Espíritus a Kardec.
- Puesto que posee libertad de pensar, dispone asimismo de la libertad de actuar. A no ser por el Libre Albedrío, el hombre sería una máquina.
- Goza de la libertad de obrar tan pronto como tiene la voluntad de hacer. En los primeros períodos de la vida su libertad es casi nula. Se desarrolla más tarde, y cambia de objeto, junto con las facultades. Puesto que el niño tiene pensamientos acordes con las necesidades propias de su edad, aplica su libre albedrío a las cosas de que necesita.
845. Las predisposiciones instintivas que el hombre trae al nacer ¿no son un obstáculo para el ejercicio del Libre Albedrío?
- Esas predisposiciones instintivas son las del Espíritu antes de su encarnación. Según sea él más o menos evolucionado, pueden inducirlo a cometer actos reprensibles, y en ésto será secundado por los Espíritus que simpatizan con tales predisposiciones; pero no hay fuerza que sea irresistible cuándo se tiene voluntad de resistir. Recordad que querer es poder. (Ver parágrafo 361).
III.- Facultades morales e intelectuales
361. ¿De dónde le vienen al hombre sus cualidades morales, sean buenas o malas?
- Son las del Espíritu que se halla encarnado en él. Cuanto más puro es el Espíritu, tanto más inclinado al bien es el hombre.
361 a. De ello parecería resultar que el hombre de bien sea la encarnación de un Espíritu bueno, y el individuo vicioso, la de un Espíritu malvado…
- Sí, pero di más bien que es un Espíritu imperfecto, de otro modo se podría creer en Espíritus siempre malos, a los que llamáis demonios.
846. El organismo ¿no influye sobre los actos de la vida? Y si posee una influencia ¿se ejerce ésta a expensas del libre arbitrio? - Ciertamente que el Espíritu es influido por la materia. Ésta puede obstarlo en sus manifestaciones. He aquí por qué, en aquellos mundos donde los cuerpos son menos materiales que en la Tierra, las facultades se desarrollan con mayor libertad: pero el instrumento no da la facultad. Por lo demás, aquí hay que distinguir las facultades morales de las del intelecto. Si un hombre tiene instintos criminales, con seguridad que es su propio Espíritu el que los posee y el que se los da, pero no sus órganos. Aquel que aniquile su pensamiento, ocupándose sólo de la materia, llega a ser semejante a un animal, y peor todavía, porque no piensa ya en precaverse contra el mal, y en esto precisamente falla, puesto que obra así por su voluntad. (Ver párrafos 367 y siguientes: “Influencia del organismo”).
IV.- Influencia del organismo
367. Al unirse al cuerpo ¿se identifica el Espíritu con la materia?
- La materia es tan sólo la envoltura del Espíritu, como la ropa es la envoltura del cuerpo. Al unirse al cuerpo, el Espíritu conserva los atributos de su naturaleza espiritual.
847. La alteración de las facultades ¿quita al hombre su libre arbitrio?
- Aquél cuya inteligencia se halle perturbada por cualquier causa deja de ser dueño de su pensamiento y, desde entonces, no posee ya libertad. Ese extravío constituye a menudo una punición para el Espíritu que, en una existencia anterior, puede que haya sido vano y orgulloso y haber hecho un uso inadecuado de sus facultades. Podrá reencarnar en el cuerpo de un idiota, así como el déspota en el de un esclavo y el mal rico en el de un mendigo. Pero el Espíritu sufre con ese constreñimiento, del que tiene perfecta conciencia. Allí es donde se ejerce la acción de la materia. (Ver los parágrafos 371 y siguientes).
Hablemos ahora del Idiotismo:
V.- Idiotismo, locura
371. ¿Es fundada la opinión según la cual los cretinos e idiotas59
-No: tienen un alma humana, con frecuencia más inteligente de lo que pensáis, y que sufre por la insuficiencia de los medios que dispone para comunicarse, del mismo modo que el mundo padece por no poder hablar. poseerán un alma de naturaleza inferior?
59 Al lector actual chocarán términos tales como imbécil, cretino o idiota, términos empleados no hasta hace mucho, para designar los diferentes grados de discapacidad mental. Los cuales no son sino el fruto de las sensibilidades propias de cada época, de ahí que veamos una continúa mutación hacia términos más suaves y eufemísticos. El Espiritismo, aporta la idea innovadora de que siendo el Espíritu el principio de la inteligencia, éste no puede manifestarse en su totalidad debido a la precariedad de su instrumento físico. [N. del copista.]
372. ¿Qué objeto se propuso la Providencia al crear seres desdichados, como los cretinos e idiotas?
- Son Espíritus en punición los que habitan cuerpos de idiotas. Esos Espíritus sufren por el constreñimiento que experimentan y la impotencia en que se haya para manifestarse mediante órganos no desarrollados o defectuosos.
848. La alteración de las facultades mentales por causa de la embriaguez ¿excusa los actos censurables que el hombre en tal estado cometa? - No, por cuanto el ebrio se ha privado voluntariamente de su razón a fin de satisfacer brutales pasiones. En vez de una falta, está cometiendo dos.
849. ¿Cuál es, en el hombre en estado salvaje, la facultad dominante: el instinto o el libre albedrío? - El instinto, lo que no le impide que obre con entera libertad en cuanto a ciertas cosas. Pero, igual que el niño, aplica esa libertad a sus necesidades, y ella se va desarrollando con la inteligencia. Por tanto tú, que eres más esclarecido que un salvaje, eres también más responsable que él por lo que haces.
850. La posición social ¿no es en ocasiones una valla para la entera libertad de acción?
- A no dudarlo, la sociedad humana tiene sus exigencias. Pero Dios es justo. Toma en cuenta todo, mas os deja la responsabilidad de los pocos esfuerzos que realizáis para superar obstáculos.
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Ya establecido bastante claro de que se trata, pasemos evaluar nuestras preguntas sobre porque nos pasan las cosas. Entonces entramos a evaluar lo que significa la Fatalidad o Razón de las cosas que nos pasa. Otra vez vamos al Libro de los Espíritus;
851. ¿Existe una fatalidad en los acontecimientos de la vida, según el sentido que se da a esta palabra? Es decir, todos los sucesos que se producen ¿son determinados de antemano? En tal caso, ¿qué es del libre albedrío?
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Vemos una gigantesca ola producida por el tsunami de Japon, Marzo 2010
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- La fatalidad sólo existe por la elección que ha hecho el Espíritu, al encarnar, aceptando afrontar tal o cual prueba. Al escogerla, se traza una especie de destino, que es la consecuencia misma de la situación en que se encuentra. Estoy hablando de las pruebas físicas, porque en lo que toca a las pruebas morales y a las tentaciones, el Espíritu, al conservar su libre albedrío respecto del bien y el mal, es siempre dueño de ceder o resistir. Un Espíritu bueno, viéndole flaquear, podrá acudir en su ayuda, pero no puede influir sobre él de manera de adueñarse de su voluntad. Un Espíritu malo, esto es, inferior, mostrándole y exagerando el peligro físico puede conmoverlo y espantarlo. Pero la voluntad del Espíritu encarnado no deja por ello de estar libre de todo impedimento.
852. Hay personas a quienes parece perseguir una fatalidad, independientemente de su manera de obrar. ¿Está la desgracia en su destino?
- Se trata quizá de pruebas que deben soportar y que han elegido. Pero una vez más achacáis al destino lo que casi siempre es sólo una consecuencia de vuestra propia falta. En medio de los males que te afligen; trata de que tu conciencia sea pura y te sentirás casi consolado.
Comentario: Las ideas, justas o falsas, que nos formamos acerca de las cosas nos hacen triunfar o fracasar, según nuestro carácter y posición social. Encontramos más sencillo y menos humillante para nuestro amor propio atribuir nuestros fracasos a la mala suerte o al destino antes que a nosotros mismos. Si la influencia de los Espíritus contribuye a ellos en ocasiones, podemos siempre sustraernos a ese influjo rechazando las ideas que nos sugieran, cuando éstas sean malas.
853. Algunas personas se salvan de un riesgo mortal para caer enseguida en otro. Pareciera como si no pudiesen escapar a la muerte. ¿No hay en esto una fatalidad?
- Sólo es fatal, en el genuino sentido de la palabra, el instante de la muerte. Cuando ese momento ha llegado, bien sea por un medio o por otro, no podéis sustraeros a ella.
853 a. Así pues, cualquiera fuere el peligro que nos amenace, ¿no moriremos si no nos ha llegado la hora?
- No, no perecerás. Y tienes de ello miles de ejemplos. Pero cuando la hora de tú partida haya sonado, nada podrá impedirla. Dios sabe por anticipado con qué clase de muerte te irás de la Tierra, y con frecuencia lo sabe también tú Espíritu, porque le es revelado cuándo opta por tal o cuál existencia.
854. De la infalibilidad de la hora de la muerte, ¿se podrá inferir que las precauciones que adoptemos para evitarla sean inútiles?
- No, por cuánto las precauciones que tomáis os son sugeridas con miras a evitar una muerte que se cierne sobre vosotros. Constituyen uno de los medios para que no ocurra.
855. ¿Qué se propone la Providencia cuando nos hace correr riesgos que no tendrán consecuencia para nosotros?
- Cuanto tú vida se ve puesta en peligro, se trata de una advertencia que tú mismo has deseado a fin de desviarte del mal y hacerte mejor. Si escapas a ese riesgo y te encuentras aún bajo la influencia del peligro que has corrido, piensas con mayor o menor intensidad –según sea la acción más o menos poderosa de los buenos Espíritus- en mejorarte. Pero, si interviene el Espíritu malo (y digo malo sobre entendiendo el mal que todavía reside en él), piensas que podrás librarte en la misma forma de otros peligros y permites que tús pasiones se desencadenen de nuevo. Mediante los riesgos a que os veis sometidos os recuerda Dios cuán débiles sois y la fragilidad de vuestra existencia. Si examinamos la causa y la índole del peligro, veremos que casi siempre sus consecuencias hubieran sido el castigo de una falta cometida o de un deber descuidado. Dios os advierte de éste modo para que reflexionéis y os enmendéis. (Ver párrafos 526 a 532). 115
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115 Tenemos en esta respuesta, de una manera clara y precisa, una exposición sucinta de lo que podemos denominar la dinámica Espírita del perfeccionamiento humano. Por medio de las caídas y de las advertencias, de los riesgos corridos y de la ayuda de los buenos Espíritus, el hombre de buena voluntad irá venciendo sus malas inclinaciones y preparándose, ya en esta existencia, para una vida mejor en el futuro. Muy al contrario de desalentarnos, nuestras caídas deben ser transformadas en peldaños de la escala de nuestro mejoramiento espiritual. Conforme se advertirá, la “auto salvación” de que nos acusan algunos religiosos no es más que el desarrollo de la voluntad y de la razón del Ser, bajo la dispensa de la gracia de Dios y mediante sus mensajeros, los Espíritus buenos. [N. de J. H. Pires.] los comentarios de Herculano Pires son cuestionables, pues el era un Espiritualista Religioso católico de Brasil.
Herculano Pires, fue el problema religioso en el Espiritismo. Las Notas añadidas por Herculano Pires, en el Libro de Los Espíritus y en el Libro de Génesis, no son conformes a las enseñanzas y creencias del Espiritismo Verdadero, que es Moralizador y Consolador. Mí opinión es que es tiempo de establecer que Herculano Pires le hizo mucho mal al Espiritismo, por sus comentarios a veces teñidos de Religiosidad de fe ciega. Un fiel creyente del Espíritu de Emmanuel y de Chico Xavier. ¿Como no se Dio cuenta que Emmanuel, André Luiz y Chico Xavier, no predicaban Espiritismo Verdadero.
http://soyespirita.blogspot.com/2019/06/el-problema-religioso-segun-herculano.html
856. ¿Conoce de antemano el Espíritu el tipo de muerte por el que debe perecer?
- Sabe que la clase de vida que escogió lo expone a morir de tal manera más bien que de tal otra. Pero conoce asimismo las luchas que habrá de sostener para evitarlo, y que, si Dios lo permite, no sucumbirá.
857. Hay hombres que afrontan los peligros de las batallas con la persuasión de que no ha llegado su hora. ¿Tiene esa confianza algún fundamento?
- Muy a menudo el hombre tiene el presentimiento de su fin, como puede también tenerlo de que no morirá todavía. Ese presentimiento le viene de sus Espíritus protectores, los cuales quieren advertirle que se mantenga preparado para partir, o que levantan su coraje en los momentos en que más lo necesita. También puede provenirle de la intuición que tenga de la existencia que eligió, o de la misión que ha aceptado y que sabe deberá cumplir. (Véanse los parágrafos 411 y 522).
411. El Espíritu encarnado, en los instantes en que se halla desprendido de la materia y obra como Espíritu, ¿sabe cuándo morirá?
- Muchas veces lo presiente. En ocasiones tiene de ello muy clara conciencia, y es esto lo que en estado de vigilia la da la intuición del hecho. De ahí procede que ciertas personas prevean a veces su muerte con gran exactitud.
VII.- Presentimientos
522. ¿Es siempre el presentimiento una advertencia del Espíritu protector?
- El presentimiento es el consejo íntimo y oculto de un Espíritu que os quiere bien. Está asimismo en la intuición de la elección que se ha hecho. Es la voz del instinto. Antes de encarnar, el Espíritu tiene conocimiento de las principales fases de su existencia, esto es, del género de pruebas a las que se compromete. Cuando éstas poseen un carácter evidente, guarda de ellas en su fuero interno una especie de impresión, y esa impresión, que constituye la voz del instinto, al revelarse cuando se acerca el instante, se convierte en presentimiento.
521. Ciertos Espíritus ¿pueden coadyuvar al progreso de las artes al proteger a los seres humanos que de ellas se ocupan?
- Hay Espíritus protectores especiales y que asisten a aquellos que los invocan, cuando los juzgan dignos de esto. Pero ¿qué queréis que hagan con los que creen ser lo que no son? No pueden lograr que los ciegos vean ni que los sordos oigan.
858. ¿A qué se debe que aquellos que presienten su muerte la teman, por lo general, menos que los otros?
- El que teme la muerte es el hombre y no el Espíritu. Y el que la presiente, piensa más como Espíritu que como hombre. Comprende su liberación, y la aguarda.
859. Si la muerte no puede evitarse cuando ha de llegarnos, ¿sucede lo mismo con todos los accidentes que sufrimos en el transcurso de la vida?
- Son con frecuencia cosas lo bastante insignificantes para que podamos prevenirnos de ellas, y en ocasiones hacer que las evitéis dirigiendo vuestro pensamiento. Porque no nos agrada el sufrimiento material. Pero esto es poco importante para la vida que habéis elegido. Realmente, la fatalidad sólo consiste en la hora en que debéis aparecer en la Tierra y la hora en que tenéis que marcharos de ella.
859 a. ¿Hay hechos que deban por fuerza suceder y que la voluntad de los Espíritus no pueda evitar?
- Sí, pero que tú, en el estado de Espíritu, has visto y presentido cuando hiciste tu elección. Mas no vayas a creer que cuanto sucede esté ya escrito, como dicen. Un acontecimiento suele ser a menudo la consecuencia de algo que tú has realizado mediante un acto de tu libre voluntad, de manera que si tú no hubieras hecho eso no se habría operado aquel acontecimiento. Si te quemas un dedo, se trata del resultado de tu imprudencia y también de la condición de la materia. Sólo los grandes dolores, los sucesos importantes, que pueden influir sobre lo moral, han sido previstos por Dios, porque resultan útiles para tu instrucción y purificación.
860. ¿Puede el hombre, por su voluntad y por sus actos, hacer que ciertos acontecimientos que debían suceder no ocurran, y a la inversa?
- Le es posible, si esa desviación aparente puede ajustarse a la vida que ha escogido. Por otra parte, para hacer el bien, como debe serlo y en cuanto es ese el único objetivo de la existencia, puede impedir el mal, sobre todo aquel que pudiera contribuir a un mal mayor.
861. El hombre que comete un homicidio ¿sabía, al elegir su vida, que se convertiría en criminal?
- No. Conocía que al optar por una existencia de luchas había posibilidades para él de dar muerte a un semejante, pero ignoraba si lo haría, porque casi siempre hay en el hombre deliberación antes de cometer el crimen. Ahora bien, el que delibera sobre algo es en todos los casos libre de hacerlo o de no hacerlo. Si el Espíritu supiera por anticipado que, ya en su condición de hombre, debía ser autor de un homicidio, estaría entonces predestinado a ello… Y sabed que no hay nadie que se halle predestinado al crimen, y que todo asesinato, como cualquier otro acto, es siempre el resultado de la voluntad y del libre albedrío.
Comentario de Kardec: Por otro lado, confundís continuamente dos cosas muy diversas: los sucesos materiales de la existencia y los actos de la vida moral. Si en ocasiones hay fatalidad, es en esos acontecimientos materiales cuya causa está fuera de vosotros y que son independientes de vuestra voluntad. En cuanto a los actos de la vida moral, ellos emanan siempre del hombre mismo, que en todos los casos tiene, por tanto, la libertad de elegir. Para esos actos, pues, no hay jamás fatalidad.
862. Existen personas a las cuales nada le sale bien y a quienes un genio malo parece perseguir en todas sus empresas. ¿No se puede llamar a esto fatalidad?
- Es fatalidad, si quieres denominarla así, pero resulta de la elección de la clase de existencia, porque tales personas han querido ser probadas mediante una vida de desilusiones, a fin de ejercitar su paciencia y su resignación. No obstante, no creas que esa fatalidad sea absoluta. Es a menudo el resultado del camino erróneo que han tomado y que no está en relación con su inteligencia y aptitudes. El que quiere cruzar a nado un río y no sabe nadar tiene muchas posibilidades de ahogarse. Así sucede en la mayoría de los acontecimientos de la vida. Si el hombre sólo iniciara empresas que estuviesen en relación con sus facultades, casi siempre obtendría buenos resultados. Lo que le pierde es su amor propio y su ambición, que lo desvían de su senda y le hacen tomar por una vocación lo que en realidad es el deseo de satisfacer ciertas pasiones. Fracasa y tiene la culpa, pero en lugar de atribuírselo a sí mismo prefiere acusar de ello a su mala estrella. Uno que hubiese sido un buen operario y que se hubiera ganado honradamente la vida, sería en cambio un mal poeta y moriría de inanición. Para todo el mundo habría lugar si cada cual supiera ocupar el que le corresponde.
863. Las costumbres sociales ¿no obligan muchas veces a un hombre a seguir un camino equivocado, y no está él sometido al contralor del qué dirán cuando escoge sus ocupaciones? Eso que llamamos respeto humano ¿no es un obstáculo para el ejercicio del libre arbitrio?
- Los hombres crean las costumbres sociales, no Dios. Y si a ellas se someten es porque les conviene, lo cual constituye un acto más de su libre albedrío, puesto que si lo desearan podrían liberarse de ellas. Entonces, ¿por qué se quejan? No deben acusar a las costumbres sociales, sino a su tonto amor propio, que les lleva a preferir morirse de hambre o inanición antes que apartarse de ellas. Nadie les toma en cuenta ese sacrificio que realizan en pro del qué dirán, en tanto que Dios sí les tomará en cuenta el sacrificio que hagan de su vanidad. Ésto no significa que haya que desafiar sin necesidad al qué dirán, como hacen ciertas personas, que tienen más extravagancia que verdadera filosofía. Es tan desatinado dar motivo a que lo señalen a uno con el dedo o lo miren cual si se tratara de un ser exótico, como prudente descender por propia voluntad y sin murmurar cuando no puede uno mantenerse en lo alto de la escala.
NOTA: Aquí claramente se define lo que es La Anorexia Nerviosa de nuestros días. Mi opinión es que el reto será que dediquemos tiempo, recursos y esfuerzos para combatir estos ataque inmisericordes de los malos espíritus. Las obsesiones que ocasionan, logran doblegar a los seres humanos.
“Los espíritus me revelan que será necesaria el construir facilidades físicas para tratar estos trastornos de obsesiones espirituales. Nos va a tocar impulsar por medio de filántropos la construcción de éstos Centros de Rehabilitación Espiritual, manejados por profesionales de la salud como Endontrinólogo, Psicólogos y Psiquiatras comprometidos con la filosofía Espírita que darían validez legal de operación a los países que los certifican.”
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Psicografía por Frank Montañez, por Espíritu Sebastian, 9-15-11 (AK & ADS)
864. Si hay personas a las cuales la suerte parece ser contraria, otras en cambio dan la impresión de verse favorecidas por ella, por cuanto todo les sale bien. ¿A qué se debe esto?
- Con frecuencia es porque estas últimas saben hacer mejor las cosas. Pero también puede tratarse de una clase de pruebas. El buen éxito las embriaga, se confían a su destino y muchas veces pagan más tarde esos mismos triunfos mediante crueles reveses, que con prudencia hubieran podido evitar.
865. ¿Cómo explicar la suerte que favorece a algunas personas en circunstancias en que no intervienen de ningún modo ni la voluntad ni la inteligencia: en el juego, por ejemplo?
- Ciertos Espíritus han escogido de antemano determinados tipos de placer. La suerte que se les muestra propicia constituye una tentación. El que como hombre gane, perderá como Espíritu. Es una prueba para su orgullo y su codicia.
866. Así pues, la fatalidad que pareciera presidir los destinos materiales de nuestra vida, ¿sería también un efecto de nuestro libre albedrío?
- Tú mismo has elegido tu prueba. Cuanto más ruda sea y mejor la soportes, tanto más te elevarás. Aquellos que pasan su vida en medio de la abundancia y de la dicha humana son Espíritus cobardes que permanecen estacionarios. Por eso, el número de infortunados es muy superior al de los felices de este mundo, puesto que los Espíritus en su mayoría buscan la prueba, que les será más fructífera. Demasiado bien se les demuestra la futilidad de vuestras grandezas y placeres. Por otra parte, la vida más venturosa es siempre agitada y perturbada: no es sólo el dolor quien produce contrariedades. (Ver párrafos 525 y siguientes).
VIII.- Influencia de los Espíritus sobre los acontecimientos de la vida.
525. ¿Ejercen los Espíritus influencia sobre los sucesos de la vida?
- Por cierto que sí, puesto que te aconsejan.
525 a. Ese influjo ¿lo ejercen de otro modo que por medio de los pensamientos que sugieren? Es decir, ¿tienen una acción directa en el cumplimiento o realización de las cosas?
- Sí, pero no obran nunca fuera de las leyes de la Naturaleza.
Comentario: Erróneamente nos imaginamos que la acción de los Espíritus sólo debe manifestarse mediante fenómenos extraordinarios. Querríamos que acudiesen en nuestra ayuda obrando milagros, y nos los representamos siempre como provistos de una varita mágica. No es así, de ningún modo. He ahí por qué su intervención se manifiesta ocultamente y lo que se hace con su concurso se nos imagina como un efecto natural. Así por ejemplo, ellos provocarán la reunión de dos personas que parecerán encontrarse por casualidad. Inspirarán a alguién la idea de pasar por determinado sitio, y llamarán su atención hacía tal punto, sí ésto debe traer el resultado que desean ellos obtener, de manera que el hombre, creyendo seguir sólo su propio impulso, sigue conservando su libre albedrío.
867. ¿De dónde proviene la expresión “nacer con buena estrella”?
- Antigua superstición, que relacionaba a las estrellas con el destino de cada individuo: alegoría que algunas personas toman tontamente al pie de la letra.