Jesús el nacido en Nazareth no es el mismo Cristo nacido en Belén... Recordemos que Cristo fue un título dado a Jesús por los Fariseos. Jesús no era el Cristo. El mismo Jesús lo dijo, "No me llamen el Cristo". El mismo Jesús indicó que él no era el "Cristo"...
Aprende a Orar. Los Espiritistas Verdaderos, SÓLO ORAMOS a Dios, y no a Jesucristo, ni a Jesús, y mucho menos a Cristo. (Ítem 666, Libro de los Espíritus).
Jesús-Cristo...
Aquí en el siguiente enlace expreso mís argumentos sobre las diferencias entre Jesús nacido en Nazareth y el título de Cristo nacido en Belén...
https://soyespirita.blogspot.com/2018/12/argumentos-para-establecer-las.html
Recordemos que Cristo es un título dado a Jesús por los Fariseos. Jesús no era el Cristo. El mismo Jesús lo dijo, "No me llamen el Cristo". El mismo Jesús indicó que él no era el "Cristo", véalo usted mismo en la biblia:
::: Mateo 16:20, "Entonces ordenó a los discípulos que a nadie dijeran que Él era el Cristo".
::: Juan 9:22, Sus padres dijeron ésto porque tenían miedo a los judíos; porque los judíos ya se habían puesto de acuerdo en que sí alguno confesaba que Jesús era el Cristo, fuera expulsado de la sinagoga.
Pero Pablo de Tarso, luego de perseguir los seguidores de Jesús, y matarlos con el concurso de Gamalier su maestro, y dedicarse al cristianismo, procuró que se le llamara a Jesús el Cristo, mencionándolo en sus escritos en más de 500 ocasiones, y mencionar a Jesús en sólo 24 ocasiones.
El libro de los Hechos 5:42, en la biblia dice: "Y todos los días, en el templo y de casa en casa, no cesaban de enseñar y predicar a Jesús como el Cristo".
El libro de Lucas 23:35, en la biblia, también dice: "Y el pueblo estaba allí mirando; y aún los gobernantes se mofaban de Él, diciendo: A otros salvó; que se salve a sí mismo sí éste es el Cristo de Dios, su Escogido."
Es tiempo de establecer las diferencias marcadas entre estos dos conceptos, Jesús nacido en Nazaret y Cristo nacido en Belén.
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“S o y . E s p í r i t a”: La Oración o Suplica A LOS ESPÍRITUS Protectores..., las Oraciones son efectivas, únicamente cuándo se dirigen a Dios...
Los Espíritus seductores se esfuerzan en desviarnos del camino del bien, sugiriéndonos malos pensamientos. Se aprovechan de todas nuestras debilidades, que son como otras tantas puertas abiertas que les dan acceso a nuestra alma. Los hay que se encarnizan con nosotros como con una presa, pero se alejan cuando reconocen que no pueden luchar contra nuestra voluntad.
Dios nos dio un guía principal y superior en nuestro ángel de la guarda, y guías secundarios en nuestros Espíritus Familiares y amigos; pero es un error creer que tenemos forzosamente un mal genio colocado cerca de nosotros para contrarrestar las buenas influencias. Los malos Espíritus vienen voluntariamente según encuentren acceso en nosotros por nuestra debilidad o por nuestra negligencia en seguir las inspiraciones de los Buenos Espíritus; por tanto, somos nosotros quienes los atraemos.
De esto resulta que nadie está jamás privado de la asistencia de los Buenos Espíritus y que depende de nosotros apartar a los Malos Espíritus. Siendo el hombre la primera causa de las miserias que sufre por sus imperfecciones, muchas veces él mismo, es su propio mal genio. (Libro de Los Espíritus, Cap. V, número 4).
La oración a los Espiritus Guardianes y a los Espíritus Protectores debe tener por objeto solicitar su intervención ante Dios, y pedirles fuerza para resistir a las malas sugestiones y su asistencia en las necesidades de la vida.
Nota de Frank Montañez añadida: "Esta oración que encuentras a continuación debe ser realizada, luego de haber solicitado el permiso a Dios. Ése es el procedimiento que se requiere. Es sencillo; le pides permiso a Dios para dirigirte a tú Espíritu Protector primero, como mencione anteriormente, entonces, el próximo paso es dirigirte a tús espíritus protectores.
ORACIÓN
Espíritus sabios y benévolos, mensajeros de Dios,
cuya misión es la de asistir a los hombres y conducirles por el buen camino; sostenedme en las pruebas de ésta vida, dadme fuerzas para sufrirlas sin murmurar; desviad de mí los malos pensamientos y haced que no dé acceso a ninguno de los malos Espíritus que intenten inducirme al mal.
Iluminad mi conciencia para que pueda ver mis defectos, separad de mis ojos el velo del orgullo que podría impedirme verlos y confesármelos a mí mismo.
Vos sobre todo, N... , mi ángel de la guarda, que
veláis más particularmente y vosotros, Espíritus protectores que os interesáis por mí, haced que me haga digno de vuestra benevolencia. Conocéis mis necesidades, que ellas sean satisfechas según la Voluntad de Dios.
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https://soyespirita.blogspot.com/2011/05/oracion-los-espiritus-protectores.html
La Oración sólo produce efecto cuándo se pronuncia en favor del Espíritu que se ha arrepentido. (Libro de Los Espíritus, #997)...
SIEMPRE LAS ORACIONES SON EFECTIVAS PARA LOS ESPÍRITUS ARREPENTIDOS!!! ♥ ♥ ♥ ♥ ...
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VI.- Expiación y arrepentimiento, según
El Libro de Los Espíritus - Allan Kardec.
997. Vemos que ciertos Espíritus, cuya inferioridad es notoria, son accesibles a los buenos sentimientos y se conmueven por las plegarias que se hacen en su beneficio. ¿Cómo explicar, entonces, que otros Espíritus, que debiéramos suponer más esclarecidos, manifiesten un empedernimiento y un cinismo a toda prueba?
- La oración sólo produce efecto cuándo se pronuncia en favor del Espíritu que se ha arrepentido. Aquellos otros que, impulsados por el orgullo, se sublevan contra Dios y persisten en sus extravíos, exagerándolos incluso, como algunos Espíritus desventurados lo hacen, ningún beneficio obtienen con la plegaria, y no lo tendrán hasta el día en que un atisbo de arrepentimiento se haya manifestado en ellos. No debemos echar al olvido que el Espíritu, después de la muerte del cuerpo, no se transforma de súbito. Sí su vida ha sido censurable, ello se debe a que era imperfecto, y la muerte no lo torna perfecto en forma inmediata. Puede persistir en sus yerros, en sus falsas opiniones, en sus prejuicios, hasta que se haya esclarecido mediante el estudio, la reflexión y el dolor....
https://soyespirita.blogspot.com/2021/06/la-oracion-solo-produce-efecto-cuando.html
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Aprendamos que nuestras Oraciones deben ser logicas y racionales. "Podemos orar por todos los Espíritus, pero las Oraciones son efectivas cuándo se pronuncia en favor del Espíritu que se ha arrepentido". Aquellos otros que, impulsados por el orgullo, se sublevan contra Dios y persisten en sus extravíos, exagerándolos incluso, como algunos Espíritus desventurados lo hacen, ningún beneficio obtienen con la plegaria, y no lo tendrán hasta el día en que un atisbo de arrepentimiento se haya manifestado en ellos. No debemos echar al olvido que el Espíritu, después de la muerte del cuerpo, no se transforma de súbito. Sí su vida ha sido censurable, ello se debe a que era imperfecto, y la muerte no lo torna perfecto en forma inmediata. Puede persistir en sus yerros, en sus falsas opiniones, en sus prejuicios, hasta que se haya esclarecido mediante el estudio, la reflexión y el dolor. Recordemos que siempre acudimos a Dios con nuestras oraciones, y es Dios a través Espíritus enviados por él.
Libro de los Espíritus...
666. ¿Puede suplicarse en oración a los espíritus?
«Puede suplicarse a los espíritus buenos porque son mensajeros de Dios y ejecutores de su voluntad; pero su poder está siempre en proporción de su superioridad y depende siempre del Señor de todas las cosas, sin cuyo permiso nada se hace, y por ésto las oraciones que se les dirigen son eficaces únicamente cuándo merecen la aprobación de Dios».
Con la oración es posible hacer tres cosas:
- alabar, pedir y dar gracias a Dios; pero siempre que lo hagamos con el corazón y no únicamente con los labios...
Las Oraciones Efectivas, van dirigidas a Dios, y no deben ser parcializadas. Oración, 663, Libro de Los Espíritus... La Oracion no debe ser parcializada a ser de beneficio a una de las partes, en prejuicio de la otra, Dios no puede cambiar el orden de la naturaleza a gusto de cada uno;
Libro de Los Espíritus, tambien nos dice:
535. Cuando algo venturoso nos sucede ¿debemos dar las gracias a nuestro Espíritu protector?
«Agradeced sobre todo a Dios, ya que sin su permiso nada se consuma. Y en segundo lugar, dad las gracias a los buenos Espíritus, que han sido los agentes de Él.»
535 a. ¿Qué sucedería si nos olvidáramos de agradecer?
«Lo que a los ingratos acontece.»
535 b. ¿Personas hay, sin embargo, que ni oran, ni dan gracias y todo les va bien?
«Sí; pero es preciso esperar el fin. Pagarán muy cara ésa dicha pasajera que no merecen; porque mientras más hayan recibido más les será exigido»
Frank Montañez, SEPC,
Soy Espírita por Convicción...
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Oración, 663, Libro de Los Espíritus... La Oracion no debe ser parcializada a ser de beneficio a una de las partes, en prejuicio de la otra, Dios no puede cambiar el orden de la naturaleza a gusto de cada uno;
663. Las oraciones que hacemos para nosotros mismos. ¿pueden cambiar la naturaleza de nuestras pruebas y su curso?
«Vuestras pruebas están en manos de Dios y las hay que deben ser sufridas hasta lo último; pero Dios entonces toma siempre en cuenta la resignación. La oración os atrae a los espíritus buenos que os dan fuerzas para soportarlas con valor, y os parecen menos duras. Lo hemos dicho, nunca es inútil la oración cuándo se hace bien; porque da fuerzas, lo cuál es de por sí un gran resultado. Ya lo sabes, ayúdate y el Cielo te ayudará. Por otra parte, Dios no puede cambiar el orden de la naturaleza a gusto de cada uno; porque lo que es un gran mal desde vuestro punto de vista mezquino y desde vuestra efímera vida, es con frecuencia un gran bien en el orden general del universo. Y además; ¡Cuántos males no hay cuyo autor es el mismo hombre por causa de su imprevisión o de sus faltas! El hombre es así castigado por donde él mismo ha pecado. Las peticiones justas son, empero, más escuchadas de lo que creéis; os figuráis que Dios no os ha oído, porque no os ha regalado un milagro, mientras él os asiste por medios de tal modo naturales, que os parecen resultado de la casualidad o de la fuerza de las cosas, y a menudo también, y es lo más frecuente, os sugiere aquel pensamiento que necesitáis para salir por vosotros mismos del aprieto».
El Espiritismo nunca ha confundido a Jesús el Nazareno con el "Cristo" Redentor de pecados o "Salvador del Mundo 🌍 ", un título de los cristianos hacía Jesús el nacido en Nazareth. Entonces de ¿Dónde salió el "Cristo, nacido en Belén?, aquí la gran mentira de los cristianos, pues Jesús no nació en Belén, sino en Nazareth a 71 millas de distancia de Belén en Israel 🇮🇱.
Es un hecho en el libro del Evangelio según el Espiritismo que los Espíritus se referían a Jesús y Cristo (un título), de la siguiente manera: "Jesús-Cristo", separando los 2 nombres.
Libro del Evangelio según el Espiritismo, apítulo VI, #5, en el original Francés.
Spirites ! aimez-vous, voilà le premier enseignement; instruisez-vous, voilà le second. Toutes vérités se trouvent dans le Christianisme; les erreurs qui y ont prisracine sont d'origine humaine; et voilà qu'au delà du tombeau que vous croyiez le néant, des voix vouscrient : Frères ! rien ne périt; Jésus-Christ est le vain queur du mal, soyez les vainqueurs de l'impiété. (L'EsPRIT DE VÉRITÉ. Paris, 1860).
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DE LA ORACIÓN, ser agradecidos a Dios a través de la Oración ... 🛐. LA ORACIÓN, en el Libro de los Espíritus...
658. ¿La oración es agradable a Dios?
«La oración es agradable a Dios cuándo la dicta el corazón porque todo para él se reducea la intención, y la oración que sale del corazón es preferible a la que puede leerse, por bellaque sea, sí se lee más con los labios que con el pensamiento. La oración es agradable a Dios cuando es hecha con fe, fervor y sinceridad; pero no creas que le conmueve la del hombre vano, orgulloso y egoísta, a menos que no constituya un acto de sincero arrepentimiento y de verdadera humildad».
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659. ¿Cuál es el carácter general de la oración?
«La oración es un acto de adoración. Rogar a Dios, es pensar en él, acercarse a él, ponerse en comunicación con él. Tres cosas puede uno proponerse en la oración: alabar, pedir y dar gracias».
660. ¿La oración hace mejor al hombre?
«Sí; porque el que ora con fervor y confianza es más fuerte contra las tentaciones del mal, y Dios le envía buenos espíritus para que le. asistan. La oración es un auxilio que nunca se niega, cuándo es pedido con sinceridad».
666. ¿Puede suplicarse en oración a los espíritus?
«Puede suplicarse a los espíritus buenos porque son mensajeros de Dios y ejecutores de su voluntad; pero su poder está siempre en proporción de su superioridad y depende siempre del Señor de todas las cosas, sin cuyo permiso nada se hace, y por esto las oraciones que se les dirigen son eficaces únicamente cuando merecen la aprobación de Dios».
Con la oración es posible hacer tres cosas: - alabar, pedir y dar gracias a Dios; pero siempre que lo hagamos con el corazón y no únicamente con los labios...
Oración de petición a Dios para Permiso y Protección. (Contestada 2 años después ). Es bello orar a Dios para protección ...
https://soyespirita.blogspot.com/2014/01/permiso-de-dios-la-logica-espiritual-de.html
(Nota añadida de Frank Montañez en ésta descripción : Éste vídeo fue publicado en mí programa en directo o en vivo día 3 de octubre del año 2012, sobre el tema de "Pedir Permiso a Dios en nuestras Oraciones". Pero el 10 de Octubre del 2014, Recibí un mensaje de corroboración del Espíritu Protector y Guía de Omar Galindo, precisamente 2 años, 7 días después "
Ésta es la oración del día 3 de octubre de 2012. Acompáñame cada miércoles a las 16hrs Hora Central de EUA, para que juntos hagamos la Oración Espírita Internacional. Puedes colocar tús peticiones de oración en el Muro de "Soy Espírita" en Facebook cada miércoles en la tarde. Coloca tú petición como un comentario. Sí es algo privado, sólo indica que haces pedido por una situación personal, Dios sabe de antemano cuál es tú petición.
La Oración Espírita es de pedido de permiso a Dios para que comisione los buenos Espíritus y ellos a su vez derramen de sus fluidos que junto a los nuestros en oración se dirijan a cumplir los propósitos a cada uno que con fe los coloca allí. No pidas por cosas materiales, ni cosas sentimentales de pareja o cualquier otra cosa que viole tú libre albedrío.
Los Espíritus Buenos se acercarán a tí para sugerir buenos y nobles pensamientos y para aliviar tú interior en medio de las pruebas que cada cuál tiene. El resultado de ésta intervención espiritual ha de ser consuelo, tranquilidad y felicidad.
Tú eres responsable de la reparación de las pruebas o culpas cometidas, pero la ayuda espiritual es para que puedas lograr vencer tús pruebas con fortaleza y resignación. No murmures jamás ni culpes a Dios por tús pruebas, pues tú mismo fuiste las que las escogisteis antes de tú encarnación.
Pide sólo una vez por la misma petición de oración. No tienes que encender velas, o hacer un ritual con ésta oración de fe que haces. Descansa en que Dios supla tú necesidad y que los Buenos Espíritus te sugieran buenos pensamientos para que puedas vencer. Luchemos juntos para vencer.
Frank Montañez, Director de la página Soy Espírita.
Oración Magnética Mental...
El libro del Evangelio según el Espiritismo, capítulo XXVIII.
https://soyespirita.blogspot.com/2021/05/la-oracion-es-una-especie-de.html
CAPÍTULO XXVII.
9. La oración es una invocación; por ella nos ponemos con el pensamiento en relación con el ser a quién nos dirigimos. Puede tener por objeto suplicar, dar gracias o glorificar. Se puede orar para sí mismo, para otro, para los vivos y para los muertos. Las oraciones dirigidas a Dios son oídas por los espíritus encargados de la ejecución de su voluntad, y las que se dirigen a los buenos espíritus son transmitidas a Dios. Cuándo se ruega a otros seres que a Dios, sólo es con el título de intermediarios, de intercesores, porque nada puede hacerse sin la voluntad de Dios. (vea ítem 666, para saber sobre una Oración Efectiva.)
666. ¿Puede suplicarse en oración a los espíritus?
«Puede suplicarse a los espíritus buenos porque son mensajeros de Dios y ejecutores de su voluntad; pero su poder está siempre en proporción de su superioridad y depende siempre del Señor de todas las cosas, sin cuyo permiso nada se hace, y por ésto las oraciones que se les dirigen son eficaces únicamente cuando merecen la aprobación de Dios».
10. El Espiritismo hace comprender la acción de la oración, explicando el modo de transmitir el pensamiento, ya sea que el ser a quién se ruega venga a nuestro llamamiento, o que nuestro pensamiento llegue a él. Para formarse una idea de lo que sucede en ésta circunstancia, es menester representar a todos los seres, encarnados y desencarnados, sumergidos con un fluido universal que ocupa el espacio, como aquí lo estamos en la atmósfera. Ése fluido recibe una impulsión de la voluntad; es el vehículo del pensamiento, como el aire lo es del sonido, con la diferencia de que las vibraciones del aire están circunscritas, mientras que las del fluido universal se extienden hasta el infinito. Luego, cuándo el pensamiento se dirige hacía un ser cualquiera que está en la tierra o en el espacio, del encarnado al desencarnado o del desencarnado al encarnado, se establece una corriente fluídica entre los dos, la cuál transmite el pensamiento como el aire transmite el sonido.
La energía de la corriente está en razón con la del pensamiento y de la voluntad. Así es como la oración es oída por los espíritus en cualquier parte que se encuentren, como los espíritus se comunican entre sí, como nos transmiten sus inspiraciones y como se establecen relaciones a distancia entre los encarnados.
Ésta explicación, es sobre todo, para aquellos que no comprenden la utilidad de la oración puramente mística; no es con objeto de materializar la oración, sino con el fin de hacer comprensible su efecto, manifestando que puede tener una acción directa y efectiva, sin que por ésto deje de estár menos subordinada a la voluntad de Dios, juez supremo de todas las cosas y el único que puede hacer eficaz su acción.
11. Por la oración el hombre llama el concurso de los buenos espíritus que vienen a sostenerle en sus buenas resoluciones y a inspirarle buenos pensamientos, adquiriendo de éste modo la fuerza moral necesaria para vencer las dificultades y volver a entrar en el camino derecho sí se ha desviado, así como también puede desviar de sí los males que se atrae por sus propias faltas.
Un hombre, por ejemplo, ve su salud deteriorada por los excesos que ha cometido, arrastrando hasta el fin de sus días una vida de sufrimientos; ¿Tiene acaso, derecho a quejarse sí no consigue la curación? No, porque en la oración hubiera podido encontrar la fuerza necesaria para resistir las tentaciones.
12. Sí los males de la vida se dividen en dos partes, una compuesta de aquellos que el hombre no puede evitar y la otra de las tribulaciones cuya primera causa es él mismo por su incuria y sus excesos (capítulo V, número 4), se verá que ésta sobrepuja de mucho en número a la primera. Es, pues, evidente, que el hombre es el autor de la mayor parte de sus aflicciones, y que se las ahorraría si obrase siempre con moderación y prudencia. No es menos cierto que éstas miserias son resultado de nuestras infracciones a las leyes de Dios, y que sí las observásemos puntualmente seríamos felices. Sí no traspasáramos el límite de lo necesario en la satisfacción de nuestras necesidades, no tendríamos las enfermedades que son consecuencia de los excesos y las vicisitudes que conducen a ellos; si pusiéramos límite a nuestra ambición, no temeríamos la ruina; si no quisiéramos subir más alto de lo que podemos, no temeríamos caer; si fuésemos humildes, no sufriríamos los desengaños del orgullo rebajado; si practicáramos la ley de caridad, no maldeciríamos ni seríamos envidiosos, ni celosos, y evitaríamos las querellas y las disensiones; sí no hiciéramos mal a nadie, no temeríamos las venganzas, etc.,
Admitamos que el hombre no pueda nada sobre los otros males y que todas las oraciones sean superfluas para preservarse de ellos; ¿No sería ya bastante el que pudiera evitar todo lo que proviene de sus propios hechos? Pues aquí la acción de la oración se concibe perfectamente, porque tiene por objeto solicitar la inspiración saludable de los buenos espíritus, pidiéndoles fuerza para resistir a los malos pensamientos, cuya ejecución puede sernos funesta. En este caso “no desvían el mal, sino que nos desvían a nosotros mismos del pensamiento que puede causarlo; en nada embarazan los decretos de Dios ni suspenden el curso de las leyes de la naturaleza; “sólo nos impiden infringir estás leyes dirigiendo nuestro libre albedrío”; pero lo hacen sin saberlo nosotros y de una manera oculta, para no encadenar nuestra voluntad. El hombre se encuentra entonces en la posición de aquél que solicita buenos consejos y los pone en práctica, pero siempre es libre de seguirlos o dejarlos de seguir; Dios quiere que así suceda para que tenga la responsabilidad de sus actos dejándole el mérito de la elección entre el bien y el mal. Ésto es lo que el hombre siempre está seguro de obtener sí lo pide con fervor, y a lo que sobre todo pueden aplicarse estas palabras: “Pedid y se os dará”.
La eficacia de la oración, aún reducida a ésta proporción, ¿no tendría, acaso, un resultado inmenso? Estaba reservado al Espiritismo el probarnos su acción por la revelación de las relaciones que existen entre el mundo invisible y el mundo visible. Pero no se limitan únicamente a éstos sus efectos. La oración está recomendada por todos los espíritus; renunciar a la oración es desconocer la bondad de Dios; es renunciar para sí mismo a su asistencia y para los otros al bien que puede hacérseles.
13. Dios, accediendo a la súplica que se le dirige, tiene la mira de recompensar la intención, la sinceridad y la fe del que ruega; por éste motivo la oración del hombre de bien tiene más mérito a los ojos de Dios y siempre más eficacia que la del hombre vicioso y malo, porque éste no puede rogar con el fervor y la confianza que sólo se adquiere por el sentimiento de la verdadera piedad. Del corazón del egoísta, de aquél que ruega sólo con la articulación de la palabra, no pueden salir los impulsos de caridad que dan a la oración todo su poder. De tal modo así se comprende, que, por un movimiento instintivo, nos recomendamos con preferencia a las oraciones de aquellos cuya conducta se cree ser agradable a Dios, porque son más escuchados.
14. Si la oración ejerce una especie de acción magnética, podría creerse que su efecto está subordinado al poder fluídico; pero no sucede así: puesto que los espíritus ejercen esta acción sobre los hombres, suplen cuándo es necesario la insuficiencia del que ora, ya obrando directamente “en su nombre”, ya dándole momentáneamente una fuerza excepcional, cuándo se le juzga digno de éste favor o cuándo la cosa puede ser útil. El hombre que no se cree bastante bueno para ejercer una influencia saludable, no por ésto debe abstenerse de rogar por otro, con el pensamiento de que no es digno de ser escuchado. La conciencia de su inferioridad es una prueba de humildad siempre agradable a Dios, que toma en cuenta la intención caritativa que le anima su fervor y su confianza en Dios, son el primer paso de la vuelta al bien, y los buenos espíritus se felicitan de poderle alentar. La oración que no se escucha es la del “orgulloso que sólo tiene fe en su poder y en sus méritos, creyendo poder substituirse a la voluntad del Eterno”.
15. El poder de la “oración” está en el pensamiento; no se concreta a las palabras, ni al lugar, ni al momento que se hace. Se puede, pues, rogar en todas partes y a todas horas, estando sólo o acompañado. La influencia del lugar o del tiempo está en relación de las circunstancias que pueden favorecer el recogimiento. “La oración en común tiene una acción más poderosa cuándo todos aquellos que oran se asocian de corazón a un mismo pensamiento y tienen un mismo objeto”, porque es como sí muchos levantasen la voz juntos y unísonos; pero ¡qué importaría estar unidos en gran número, sí cada uno obrase aisladamente y por su propia cuenta personal! Cien personas reunidas pueden orar como egoístas, mientras que dos o tres, unidas en una común aspiración, rogarán como verdaderos hermanos en Dios, y su oración tendrá más poder que la de los otros ciento. (Cap. XXVIII. núm. 4 y 5.)
PEDID Y SE OS DARÁ. 369
16. Pues sí yo no entendiere el valor de la voz, seré bárbaro para aquél a quién hablo: y el que habla, lo será para mí. —Porque sí orare en una lengua, mí espíritu ora, más mí mente queda sin fruto. —Más sí bendijeres con el Espíritu: el que ocupa lugar del simple pueblo, ¿cómo dirá Amen sobre tú bendicion? puesto que no entiende lo que tú dices. —Verdad es que tú das bien las gracias: más el otro no es edificado. (S. Pablo, Epísto la 1." á los CorinJ;., cap. XIV, v. 11, 14, 16 y 17.)A
17. La oración solo tiene valor por el pensamiento que se une a ella, y es imposible unir el pensamiento a lo que no se comprende, porque lo que no se comprende no puede conmover al corazón. Para la inmensa mayoría, las oraciones en un lenguaje incomprensible sólo son un conjunto de palabras que nada dicen al Espíritu. Para que la oración conmueva es preciso que cada palabra dispierte una idea, y sí no se comprende no puede despertar ninguna. Se repite como una simple fórmula que tiene más o menos virtud según el número de veces que se repite; muchos oran por deber, y otros por conformarse con los usos; por ésto creen haber cumplido cuándo han dicho una oración un número de veces determinado siguiendo tal o cuál orden. Dios lee en el fondo del corazón, vé el pensamiento y la sinceridad; seria re
bajarle creerle más sensible a la forma que al fondo. (Cap. XXVIII, núm. 2.)
De la oración por los muertos y por los Espiritas que sufren.
18. La oracion es solicitada por los Espíritus que sufren; les es útil, porque viendo que se acuerdan de ellos, se sienten ménos abandonados y son ménos desgraciados. Pero la Oración tiene sobre ellos una acción más directa; aumenta su ánimo, excita en ellos el deseo de elevarse por el arrepentimiento y la reparación, y puede desviarles del pensamiento del mal; en este sentido es como puede, no sólo aligerarse sino abreviarse sus sufrimientos. (Véase Cielo é Infier no, 2.a parte: Ejemplos.)
19. Ciertas personas no admiten la Oración para los muertos; porque en su creencia sólo hay para el alma dos alternativas, ser salvada o condenada a las penas eternas, y en uno y otro caso la Oración es inútil.
Sin discutir el valor de ésta creencia, admitamos por unninstante la realidad de las penas eternas e irremisibles, y que nuestras oraciones sean impotentes para ponerlas un término. Nosotros preguntamos sí en esta hipótesis, ¿es lógico, caritativo, cristiano, el desechar la «oracion por los réprobos? Éstas oraciones, por impotentes que sean para salvarles, ¿no son para ellos una señal de piedad que puede aliviar sus sufrimientos? En la tierra, cuándo un hombre está condenado para siempre, aún cuándo no tenga ninguna esperanza de obtener gracia, ¿se prohibe a una persona caritativa el ir a sostener sus cadenas para aligerarle de su peso? Cuándo ajguno es atacado por un mal incurable, porque no ofrece ninguna esperanza de curación, ¿ha de abandonársele sin ningun consuelo? Pensad que
entre los réprobos, puede encontrarse una persona a quién habeis amado, un amigo, quizás un padre, una madre o un hijo, y ¿por qué, segun vosotros, no podría esperar gracia, le rehusais un vaso de agua para calmar su sed? un bálsamo para curar sus llagas? ¿No hariais por él lo que hariais por un presidiario? ¿No le dariais un testimonio de amor, un consuelo? Nó; ésto
no sería cristiano. Una creencia que seca el corazón no puede aliarse con la de un Dios que coloca en el primer lugar de los deberes, el amor al prójimo.
La no eternidad de las penas, no implica la negación de una penalidad temporal, porque Dios en su justicia, no puede confundir el bien con el mal; así, pues, negar en éste caso la eficacia de la Oración, sería negar la eficacia del consuelo, de la reanimación y de los buenos consejos; sería negar la fuerza que logramos de la asistencia moral de los que nos quieren bien.
20. Otros se fundan en una razón más especiosa:
la inmutabilidad de los decretos divinos, y dicen: Dios no puede cambiar sus decisiones por la demanda de sus criaturas, pues sino, nada habría estable en el mundo. El hombre, pues, nada tiene que pedir á Dios; sólo tiene que someterse y adorarle. En ésta idea hay una falsa aplicación de la inmutabilidad de la ley divina, o mas bien, ignorancia de la ley en lo que concierne a la penalidad futura. Esta Ley está revelada por los Espíritus del Señor, hoy que el hombre está en disposición de comprender lo que tocante a la fé es conforme o contrario a los atributos divinos.
Según el dogma de la eternidad absoluta de las penas, no se le toma en cuenta al culpable, ni sus pesares ni su arrepentimiento; para el todo deseo de mejorarse es supérfluo, puesto que está condenado al mal perpétuamente. Sí está condenado por un tiempo determinado, la pena cesará cuándo el tiempo haya espirado. ¿Pero quién dice que entónces tendrá mejores sentimientos? ¿Quién dice que a ejemplo de muchos de los condenados de la tierra a su salida de la cárcel, no será tan malo como antes? En el primer caso sería tener en el dolor del castigo a un hombre que se volviera bueno; en el segundo, agraciar al que continuase culpable. La ley de Dios es más previsora que ésto; siempre justa, equitativa y misericordiosa, no fija ninguna duración en la pena, cualquiera que sea se resume de éste modo:
21. El hombre sufre siempre la consecuencia de
sus faltas, no hay una sola infraccion a la ley de
Dios que no tenga su castigo.
La severidad del castigo es proporcionada a la
«gravedad de la falta.».
La duración del castigo por cualquier falta que
sea, es indetermidada; está subordinada al arrepentimienio del culpable y a su vuelta al bien;
la pena dura tanto como la obstinación en el mal;
seria perpétua, sí la obstinación fuese perpétua; es de corta duración, sí el arrepentimiento es pronto.
https://soyespirita.blogspot.com/2014/01/permiso-de-dios-la-logica-espiritual-de.html
Lógica de Pedir Permiso a Dios... (vea mí vídeo de éste tema).
https://youtu.be/JA3kAnVtqyQ