Frank Montañez, SEPC, Soy Espírita por y con Conviccion...
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No existen, es decir no hay Poseídos por Espíritus Obsesores y menos por el Diablo, que no existe, a éso el Espiritismo lo llama "Subyugación de Espíritus Obsesores que SIEMPRE son Inferiores", el llamado "EXORCISMO" de los sacerdotes cristianos, no funciona, con ningún supuesto "Poseido por el Diablo", éso no lo enseña, y lo niegan los mismos Espíritus, no existe esa mala enseñanza, en el Mundo 🌍 Espiritista.
Para desalojar a Malos Espíritus OBSESORES, sólo se requiere la voluntad del obsesado, que se adquiere y fortalece a través de la Educación Espírita, leyendo los Libros Codificados por Allan Kardec.
Los Espíritus que provocan las llamadas "Posesiones del Demonio o el Diablo", que son ocasionados SIEMPRE, por Malos Espíritus Inferiores, son Espíritus OBSESORES que se rien de los Exorcistas.
No existen las llamadas posesiones de Espíritus, porque sencillamente, ningún Espíritu puede ser desalojado de su cuerpo físico por ningún otro Espíritu OBSESOR externo. ¿Imaginate sí fuera posible que cualquier mal Espíritu poseyera a cualquier persona? Ni las películas de Holywood, podrían describirlo. Éso no es posible, cada uno de nosotros, los humanos, tenemos un sólo Espíritu que nos gobierna.
Lo que ocurre es que el Espíritu residente u OBSESADO se confabula, es decir se pone de acuerdo, acepta que un mal Espíritu OBSESOR, permite que ése mal Espíritu OBSESOR se manifieste con su permiso. Por lo tanto no EXISTE la POSESIÓN de Espíritus, es en realidad una confabulación entre ambos Espíritus (Espíritu Obsesor Inferior y Espiritu encarnado Obsesado). El que cree en posesiones de Espíritus, no sabe lo que dice, éso es ignorancia y superstición.
Así lo enseña el Espiritismo :
"El Espíritu no penetra en un cuerpo del modo que tú entras en una casa. Se asimila con un Espíritu encarnado que adolece de los mismos defectos y cualidades, para actuar conjuntamente con éste. Pero siempre es el Espíritu encarnado el que obra como quiere sobre la materia de que está revestido. Un Espíritu no puede sustituir a otro que se halle encarnado, porque Espíritu y cuerpo están unidos por el lapso que deba durar la existencia material." [Ref: Libro de Los Espíritus, #473]...
Así lo dice EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS, DE LOS POSEÍDOS...
#473. ¿Puede un espíritu revestir momentáneamente la envoltura de una persona viva, esdecir, introducirse en un cuerpo animado y obrar en vez y en lugar del que en él está encarnado?
«El espíritu no penetra en un cuerpo como tú en una casa, sino que se asimila con elespíritu encarriado que tiene los mismos defectos y las mismas cualidades para obrar deconsuno; pero siempre es el encarnado quién obra como quiere sobre la materia de que está revestido. Un espíritu no puede sustituirse al que está encarnado; porque el espíritu y el cuerpo están ligados hasta el tiempo señalado para término de la existencia material».
http://soyespirita.blogspot.com/2012/02/poseidos-o-subyugados-cual-es-la.html
Veamos el Exorcismo, desde el punto de vista de los religiosos de fe ciega, católicos, cristianos o de cualquier otra religión como la Santería, y cómo es visto por el Espiritismo - Soy Espírita.
El Exorcismo, no funciona con los propósitos de enfrentar a Espíritus Obsesores que ocasionan Obsesiones Subyugantes, no existe según enseña el Espiritismo Verdadero, que es Moralizador y el Consuelo de los afligidos al Mundo, que es el Verdadero Espiritismo, pero la Iglesia Católica, y los Espiritualistas religiosos de la mayoría de las religiones, tanto cristianas como no cristianas, SIEMPRE han creído, que sí funciona el Exorcismo, para sacar demonios. Pero nada de éso es cierto, y nunca lo logran, los Espíritus se rien de los que enfrentan a ésos Espíritus inferiores Obsesores.
https://soyespirita.blogspot.com/2014/07/exorcismo-segun-la-iglesia-catolica-y.html
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Los Espíritus que provocan las llamadas posesiones, que son Espiritus OBSESORES se rien de los Exorcistas. No existen las llamadas posesiones de Espíritus, porque ningún espiritu puede ser desalojado de su cuerpo físico por ningún otro Espíritu OBSESOR. Lo que ocurre es que el Espíritu residente u OBSESADO se confabula se pone de acuerdo con el Espiritu OBSESOR y permite que ese mal Espíritu OBSESOR se manifieste con su permiso. Por lo tanto no EXISTE la POSESIÓN de Espíritus.
"El Espíritu no penetra en un cuerpo del modo que tú entras en una casa. Se asimila con un Espíritu encarnado que adolece de los mismos defectos y cualidades, para actuar conjuntamente con éste. Pero siempre es el Espíritu encarnado el que obra como quiere sobre la materia de que está revestido. Un Espíritu no puede sustituir a otro que se halle encarnado, porque Espíritu y cuerpo están unidos por el lapso que deba durar la existencia material.... " [Libro de Los Espíritus, #473].
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Para la mayoría, la persona cuyo comportamiento muestra signos de estár
poseídos por el
Demonio o Satanás como por ejemplo; que se observa botando espuma por la boca (esencialmente es lo que Hollywood ha presentado), virando los ojos, produciendo voces extrañas, revolcándose por el suelo, desplegando una fuerza sobre natural y mostrando un rostro desorbitado e incoherente, le parece a la mayoría que son
Demonios actuando en ése cuerpo. Casi todos se refieren a éste comportamiento como una
Posesión Demoníaca pero no es eso, es una
Subyugación ocasionada por una
Obsesión Espiritual.
Comencemos el análisis con lo que el Libro de Génesis Espiritista, codificado, escrito y publicado por Allan Kardec el 6 de enero del año 1868, explica de lo que son los Poseídos.
#29 - #36
#29. “Llegaron luego a Cafarnaúm, y Jesús, entrando en día
sábado en la sinagoga, los instruía. Y se admiraban de su doctrina, porque Él
los instruía como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
”Ahora bien, se encontraba en la sinagoga un hombre poseído de
un Espíritu impuro, que exclamó: ‘¿Qué hay entre tú y nosotros, Jesús de
Nazareth? ¿Has venido para perdernos? Sé quién eres: eres el santo de Dios’.
Pero Jesús lo conminó, diciendo: ‘Cállate y sal de ese hombre’. Entonces, el
Espíritu impuro, agitándolo con violentas convulsiones, dio un grito y salió de
él.
”Quedaron todos tan sorprendidos que se preguntaban unos a
otros: ‘¿Qué es ésto ? ¿Qué nueva doctrina es ésta ? Él da órdenes con autoridad, aún a los Espíritus impuros, y estos le
obedecen’.”
(San
Marcos, 1:21 a 27.)
(Nota añadida por Frank Montañez : "Vemos aquí la referencia errónea sobre la posesion de Espíritus, por los antiguos, debido a la falta de conocimientos).
Expulsado el demonio, el mudo habló. Y el pueblo, tomado de
admiración, decía: ‘Jamás se vio cosa semejante en Israel’.
”Pero los fariseos decían: ‘Es por el príncipe de los
demonios que Él expulsa los demonios.” (San Mateo, 9:32
a 34.)
#31. “Cuando Él llegó al lugar donde estaban los otros
discípulos, vio una gran multitud de personas que los rodeaba, y muchos escribas
que discutían con ellos. Todo el pueblo, al verlo, se llenó de asombro y temor,
y corrieron a saludarlo.
”Entonces Él dijo: ‘¿Acerca de qué discutís con ellos?’ Un hombre
de entre el pueblo, tomó la palabra y dijo: ‘Maestro, te traje a mí hijo, que
está poseído por un Espíritu mudo; en cada lugar dónde se apodera de él, lo
echa por tierra, y el niño echa espuma, rechina los dientes y se vuelve todo
rígido. Pedí a tús discípulos que lo expulsasen, pero no pudieron’.
”Jesús les respondió: ‘¡Oh, gente incrédula! ¿Hasta cuándo habré
de estár con vosotros? ¿Hasta cuándo os soportaré? Traédmelo".
Y se lo trajeron. Todavía no había él puesto los ojos en
Jesús, que el Espíritu comenzó a agitarlo con violencia; y él cayó al suelo y
se puso a rodar soltando espuma. ”Jesús le preguntó al padre del niño: ‘¿Desde
cuándo le sucede esto?’ Respondió el padre: ‘Desde pequeño. Y el Espíritu lo ha
lanzado muchas veces, ya al agua, ya al fuego, para hacer que perezca; pero sí
pudieras hacer alguna cosa, ten compasión de nosotros y ayúdanos’.
”Le respondió Jesús: ‘Sí pudieras creer, todo es posible
para quién cree’. Al instante exclamó el padre del niño, bañado en lágrimas:
‘¡Señor, creo, ayúdame en mí incredulidad!’.
”Jesús, al ver que el pueblo acudía en multitud, increpó al Espíritu impuro, diciéndole: ‘Espíritu sordo y mudo, yo te
lo mando: sal de ese niño y no entres más en él’.
Entonces el Espíritu salió
soltando un fuerte grito y sacudiendo al niño con violentas convulsiones, y
quedó el niño como muerto, de modo que muchos decían que había muerto. Pero
Jesús, tomándole de la mano, lo sostuvo y él se levantó. ”Cuando Jesús entró en
la casa, sus discípulos le preguntaron en privado: ‘¿Por qué no pudimos nosotros
expulsar ese demonio?’
Él respondió: ‘Esta clase de demonios no pueden ser
expulsados sino mediante plegaria y ayuno’.” (San Marcos, 9:14
a 29.)
#32. “Entonces le presentaron un poseso ciego y mudo; y Él lo
curó, de modo que el poseso comenzó a hablar y a ver. Todo el pueblo quedó
lleno de admiración y decía: ‘¿No es ese el hijo de David?’
”Pero los fariseos, al oírlo, decían: ‘Éste hombre no
expulsa los demonios más que con el auxilio de Belcebú, príncipe de los
demonios’.
”Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: ‘Todo reino
que se divida contra sí mismo será arruinado, y toda ciudad o casa que se divida
contra sí misma no podrá subsistir. Si Satanás expulsa a Satanás, está dividido
contra sí mismo; ¿cómo, pues, su reino habrá de subsistir?
Y si es por Belcebú que yo expulso los demonios, ¿por quién
los expulsarán vuestros hijos? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero
si expulso los demonios por el Espíritu de Dios, es porque el reino de Dios ha
llegado hasta vosotros’.” (San Mateo, 12:22 a 28.)
#33. Las liberaciones de los posesos, junto con las
curaciones, figuran entre los actos más numerosos de Jesús. Entre los hechos de
esta naturaleza, como los relatados más arriba (§ 30), hay algunos en los que la posesión no es evidente. Probablemente en aquella
época, como todavía hoy sucede, se atribuía a la influencia de los demonios
todas las enfermedades cuya causa no se conocía, principalmente la mudez, la
epilepsia y la catalepsia. No obstante, hay otros hechos en los que la acción
de los Espíritus malos es indudable. Además, presentan tan convincente analogía
con aquellos fenómenos que presenciamos en la actualidad, que en ellos se reconocen
todos los síntomas de ese tipo de afección. La prueba de la participación de
una inteligencia oculta, en esos caso, surge de un hecho material: se trata de
las numerosas curaciones radicales que
se obtuvieron en algunos centros espíritas solamente a través de la evocación y
la moralización de los Espíritus obsesores, sin magnetización ni medicamentos
y, a menudo, en ausencia del paciente y a gran distancia de este. La inmensa
superioridad de Cristo le otorgaba tal autoridad sobre los Espíritus imperfectos, entonces denominados demonios, que le bastaba a Él ordenarles que
se retirasen para que no pudieran resistirse a esa orden formal. (Véase el
Capítulo XIV, § 46.)
#34. El hecho de que algunos Espíritus malos hayan sido mandados
a meterse en los cuerpos de cerdos 87 es contrario a todas las probabilidades. Por otra parte, sería
difícil de explicar la existencia de tantos cerdos en un país donde ese animal
inspiraba horror, además de que no ofrecía ninguna utilidad para la
alimentación. Un Espíritu no deja de ser humano por el hecho de que sea malo, aunque
sea tan imperfecto que después de desencarnar
continúe haciendo el mal como lo hacía antes. Además, es contrario a todas las
leyes de la naturaleza que un Espíritu humano pueda animar el cuerpo de un
animal. Es preciso, pues, considerar ese hecho una de las exageraciones tan
comunes en los tiempos de ignorancia y superstición, o tal vez una alegoría
destinada a caracterizar las tendencias inmundas de ciertos Espíritus.
87 Véase Mateo, 8: 28 a 33; Marcos,
5: 1 a 14; Lucas, 8: 26 a 34. (N. del T.)
#35. Todo indica que en la época
de Jesús, tanto los obsesos como los posesos eran muy numerosos en Judea; de ahí
la oportunidad que Él tuvo de curar a muchos. No cabe duda de que los Espíritus malos habían invadido aquel país y causado una epidemia de posesiones. (Véase
el Capítulo XIV, § 49.) Sin que presenten un carácter epidémico, las obsesiones
individuales son muy frecuentes, y se revelan bajo los más variados aspectos,
los cuales se reconocen fácilmente con un conocimiento más profundo del
espiritismo. Pueden, a menudo, producir consecuencias nocivas para la salud,
tanto si agravan afecciones orgánicas como si las ocasionan. Un día, sin
ninguna duda, llegarán a ser incluidas entre las causas patológicas que, por su
naturaleza especial, requieren medios curativos también especiales. Al revelar la
causa del mal, el espiritismo abre un nuevo camino al arte de curar, y
proporciona a la ciencia los medios para alcanzar el éxito donde hasta el presente,
casi siempre, ve malogrados sus esfuerzos, debido a que no ataca la causa
principal del problema. (Véase El Libro de los Médiums, Segunda
Parte, Capítulo XXIII.)
#36. Los fariseos acusaban a Jesús de expulsar a los demonios
con el auxilio de los mismos demonios. Según ellos, el bien que Jesús hacía era
obra de Satanás, sin reflexionar que si Satanás se expulsase a sí mismo,
cometería una insensatez. Es de destacar que los fariseos de ese tiempo ya
pretendían que toda facultad trascendente, y que por ese motivo era considerada
sobrenatural, fuera obra del demonio, puesto que, según la opinión de ellos, el
propio Jesús recibía su poder de Satanás. Es ese otro punto más de semejanza de
aquella época con la actual, y esa doctrina es aún hoy la que la Iglesia
intenta que prevalezca contra las manifestaciones espíritas. Nota 88.
Nota 88 No todos
los teólogos profesan opiniones tan absolutas sobre la doctrina demoníaca. Aquí
está una, cuyo valor el clero no puede discutir, emitida por un eclesiástico,
Monseñor Freyssinous, obispo de Hermópolis, en el siguiente pasaje de sus
Conferencias sobre la religión, volumen II, p. 341 (Paris, 1825):
“Si Jesús hubiese
producido sus milagros a través del poder del demonio, éste habría trabajado
por la destrucción de su imperio y, por lo tanto, habría empleado contra sí
mismo su poder. Por cierto, un demonio que procurase destruir el reinado del
vicio para implantar el de la virtud, sería un demonio muy extraño. Por eso
Jesús, para replicar a la absurda acusación de los judíos, les decía: ‘Si hago
prodigios en nombre del demonio, el demonio está dividido consigo mismo, y por
lo tanto trabaja para su propia destrucción’. Esta respuesta no admite réplica”.
Este es precisamente el argumento que los espíritas oponen a los que atribuyen
al demonio los buenos consejos que los Espíritus les dan. El demonio obraría
entonces como un ladrón profesional que restituyera todo lo que hubiera robado
y exhortase a otros ladrones a que se conviertan en personas honestas. (N. de
Allan Kardec.)
el siguiente vídeo para un resumen del tema:
Probaré además, que el exorcismo no funciona para los que dicen que este ritual hace y que los espíritus sólo se ríen de los rituales que lo único que hacen es obstinar más a los obsesores. Aunque no importa como se le explique a los religiosos, que son los que defienden la existencia del Diablo, pero que no lo pueden probar.
Pues sencillamente no conocen el mundo espiritual, ni conocen por consiguiente las reglas que gobiernan los espíritus. Por no poseer los conocimientos del mundo espiritual, los llamados exorcistas, no aceptan ninguna explicación de lo que realmente ocurre. Porque lo que han visto y experimentado con casos como el que comencé describiendo, es suficiente prueba para ellos decir que el diablo existe y que es el diablo el que obra en estas personas que ellos le llaman estar poseídas, porque no puede existir nada mas que pueda producir estos comportamientos incoherentes. Éstas actividades de Exorcismo Publico por la iglesia resaltan la importancia del Diablo o Satanás y hacen ver lo que estos espíritus dicen; es para sustentar la existencia del diablo que no existen. Todos son personas obsesada sin saberlo, sólo se manifiestan cuando el espectáculo está listo. Un espectáculo creado para resaltar la figura del diablo 👿, que no existe.
Es muy difícil dialogar con estas personas que piensan de ese modo, pues toda la vida han tenido Gringolas Espirituales. Nunca se han preocupado en conocer la raíz de estos comportamientos, y que al observarlos en manifestaciones públicas asumen que son verdaderos.
Todos las personas que son presas de estas supuestas posesiones, eran personas normales que asisten a estos actos públicos.
Si conocieran la naturaleza de esas manifestaciones y obtuvieran el conocimiento, no solo se enfocarían en las manifestaciones y en que esos espíritus imperfectos obsesores que en confabulación con el Alma encarnada, hacen creer que es el Diablo y no es así. Esos Espíritus malos deben ser corregidos y moralizados, para que no regresen y puedan continuar su proceso evolutivo.
Si; el nombre de Jesús es importante, porque es ahí donde reside la ascendencia Moral y precisamente la ascendencia moral es lo que determina que ese espíritu imperfecto sea corregido momentáneamente.
Muchos de los que creen que están manejando demonios, ellos dicen que han realizado miles de Exorcismos y por tal razón son unos expertos en la materia.
Sustentan sus argumentos con lo que se ha escrito en la Biblia y además con que estos llamados poseídos, sus comportamientos y la forma en que hacen aparecer clavos que son sacados de las bocas de los poseídos, todo esto trata de demostrar que primero es una posesión y que el diablo existe.
Explicaré lo que los Espíritus expresaron en los contenidos los Libros 📚 Codificados por Allan Kardec llamada la Codificación Espírita nos han enseñado
sobre esta situación y definiré lo que realmente ocurre con estos casos, que no son POSESIONES, que son sin lugar a dudas Obsesiones clasificadas cómo "SUBYUGACIONES" y los mismos espíritus que si saben sobre este tema, nos han indicado que es.
Expondré que ésto no es
Posesión de un Demonio en un individuo, y que el
exorcismo no funciona para tratar estos comportamientos raros y que el diablo nada tiene que ver con esto que le llaman
posesión.
131. ¿Hay demonios, en el sentido que se da a esta palabra?
- Si los hubiera, serían obra de Dios, y ¿sería Dios justo y bueno si hubiese creado Seres eternamente consagrados al mal y desdichados? Sí; existen demonios, los hay en tu mundo inferior y en otros similares donde ellos residen.
Han sido los hombres hipócritas los que hicieron de un Dios justo un Dios ruin y vengativo, y que creen serle agradables mediante las abominaciones que en su nombre se cometen.
Pueden referirse al siguiente artículo publicado sobre nuestra posición de que el Diablo o Satanás no existe ni existió jamás.
Pero concentrémonos en el tema de esta reflexión:
Comenzaré con una historia común que es muy trillada oírla una vez más:
Te dicen la siguiente historia: "En la casa de al lado hay una persona que expide espuma por su boca, sus ojos están desorbitados, pronuncia malas palabras y extrañas, se revuelca por el suelo y despliega una fuerza sobre natural”.
Entonces lo primero que se dice es, esa persona esta poseída por un Demonio “Hay que hacer un Exorcismo”, “llevémoslo a alguién que realiza ese tipo de rito”, “pues hay que sacar ese demonio de esa persona"
De manera que nadie se detiene a pensar que es en realidad lo que está ocurriendo. A continuación presento lo que El Libro de los Espíritus nos tiene que decir en cuanto a la Posesiones. Lo primero que presentaré y definiré es que el mundo espiritual existe y que los espíritus se comunican a través de los Médiums.
El termino "Médium" fue creado e indicado por Allan Kardec a través del 1857 cuando publico el primer libro de la Codificación Espírita, El Libro de los Espíritus, específicamente en el capitulo IV.
IV.- Manifestaciones inteligentes:
“La canasta o la tablilla sólo puede ser puesta en movimiento con la influencia de ciertas personas dotadas, a este respecto, de un poder especial, y a quienes se designa con el nombre de medíums –esto es, “medio” 12 o intermediarios entre los Espíritus y los hombres.”
Lo siguiente lo encontramos en el Libro de Los Médiums:
CAPÍTULO XIV
159. Toda persona que siente en cualquier grado la influencia de los Espíritus, es por esto mismo médium. Esta facultad es inherente al hombre, y por consecuencia no es privilegio exclusivo; así es que hay pocos entre los que nos se encuentren algunos rudimentos. Se puede, pues, decir, que casi todos son médiums. Sin embargo, en el uso, esta calificación sólo se aplica a aquellos cuya facultad Mediúmnica está claramente caracterizada y se conoce por los efectos patentes de cierta intensidad, lo que depende de una organización más o menos sensitiva. También debemos notar que esta facultad, no se revela en todos de la misma manera; los médiums tienen generalmente, una aptitud especial para tal o cual orden de fenómenos, y en esto consiste que se hagan tantas variedades, como hay clases de manifestaciones. Las principales son: Los médiums de efectos físicos, los médiums sensitivos o impresionables, auditivos, parlantes, videntes, sonámbulos, curanderos, pneumatógrafos, escribientes o psicógrafos.
El Libro de Los Médiums
166. Los médiums auditivos que no hacen más que transmitir lo que ellos oyen, no son propiamente hablando médiums parlantes; estos últimos muy a menudo no oyen nada; en ellos el Espíritu obra sobre los órganos de la palabra, como obra sobre la mano de los médiums escribientes. El Espíritu, queriendo comunicarse, se sirve del órgano que encuentra más flexible en el médium; a uno toma prestada la mano, a otro la palabra, a un tercero el oído. El médium parlante se expresa, generalmente, sin tener conciencia de lo que dice, y muchas veces dice cosas completamente fuera de sus ideas habituales, de sus conocimientos y aun del alcance de su inteligencia. Aunque esté enteramente despierto y en un estado normal, rara vez conserva el recuerdo de lo que ha dicho; digámoslo de una vez, la palabra es un instrumento del cual se sirve el Espíritu, y con el que puede entrar en comunicación una persona extraña, como puede hacerlo por mediación del médium auditivo. El papel pasivo del médium parlante no es siempre tan completo; los hay que tienen la intuición de lo que dicen en el mismo momento en que pronuncian las palabras. Volveremos a hablar sobre esta variedad, cuando tratemos de los médiums intuitivos.
180. La transmisión del pensamiento tiene también lugar por intermedio del Espíritu del médium, o mejor dicho de su alma, pues nosotros designamos bajo este nombre el Espíritu encarnado. El Espíritu extraño en este caso no obra sobre la mano para hacerla escribir; no la tiene, no la guía; obra sobre el alma con la cual se identifica. El alma, bajo este impulso, dirige la mano y la mano dirige el lápiz. Observamos aquí una cosa importante, a saber: que el Espíritu extraño no sustituye al alma, porque no podría desalojarla; la domina sin que lo sepa y le imprime su voluntad. En esta circunstancia, el papel del alma no es absolutamente pasivo; ella es la que recibe el pensamiento del Espíritu extraño y lo transmite. En esta situación, el médium tiene conciencia de lo que escribe, aunque esto no sea su propio pensamiento; este es el que se llama médium intuitivo. Se dirá que si así sucede nada prueba que el que escribe sea más bien un Espíritu extraño que el del médium. La distinción es, en efecto, algunas veces bastante difícil de hacer, pero puede acontecer que esto importe poco. Sin embargo se puede reconocer el pensamiento sugerido en que nunca se ha concebido anticipadamente; nace a medida que se escribe, y muchas veces es contrario a la idea previa que uno se ha formado; también puede estar fuera de los conocimientos y de la capacidad del médium.
El oficio de médium mecánico es el de una máquina; el médium intuitivo obra como lo haría un intérprete. Este, en efecto, para transmitir el pensamiento debe comprenderle, apropiárselo de cierto modo a fin de traducirlo fielmente, y no obstante no es su pensamiento; no hace más que atravesar su cerebro. Tal es, exactamente, el papel del médium intuitivo.
De manera que la comunicación de los Espíritus con el mundo físico es desde siempre y es constante. Los médiums tienen la capacidad de comunicación con los espíritus. Los espíritus que habitan en el mundo espiritual, los hay buenos elevados e impuros. Vea La Escala Espírita. Estas comunicaciones se pretenden que sean con buenos espíritus y por Médiums que hayan comenzado con su transformación Moral y que se obtengan de manera voluntaria. El propósito siempre debe ser de bien común. Pero también existen Médiums que se comunican con malos espíritus, cuando le invocan para obtener información del futuro o para confabularse para realizar males a los seres humanos producto de sus inmoralidades y de sus bajos instintos.
También existen comunicaciones e intervenciones de los malos espíritus con los seres humanos en ocasiones de forma voluntaria o involuntaria, depende las circunstancias. Cuando esos malos espíritus se aprovechan de las debilidades de carácter y de falta de moralidad de las personas, es terreno fértil para que estos bajos espíritus ocasiones obsesiones que se pueden convertir en Subyugación.
He presentado algunas formas de comunicación de Medíums con los espíritus, para sólo demostrar a los que no conocen el mundo de los espíritus, sepan que las comunicaciones con los espíritus ha sido desde siempre. Entonces cuando continuamos con este tema, debemos dejar bien establecido que las comunicaciones espirituales son reales y además lógicas. Lo que ocurre es que existen muchos tipos de comunicaciones espirituales y que no necesariamente deben ser de orden elevado.
El
Libro de los Espíritus nos ilustra el comportamiento de los supuestamente poseídos, pero que son Convulsionarios.
Libro de Los Espíritus
IV.-
Convulsionarios71
481.
¿Desempeñan los Espíritus un rol en los fenómenos que se producen en esos
individuos a quienes se designa con el nombre de convulsionarios?
- Sí, un papel muy importante, así como el magnetismo,
que es su primera causa. Pero el charlatanismo ha explotado y exagerado muchas
veces esos efectos, lo que ha hecho que cayeran en ridículo.
481 a. ¿De qué naturaleza son, en general, los Espíritus
que contribuyen a la producción de ese tipo de fenómenos?
- Poco elevados. ¿Creeréis que los Espíritus superiores se diviertan con
semejantes cosas?
482. ¿Cómo el
estado anormal de los convulsionarios y los crisíacos72
puede desarrollarse de súbito en
toda una población?
- Efecto simpático. En ciertos casos
las disposiciones morales se comunican con mucha facilidad. No desconocéis
tanto los efectos magnéticos para que no podáis comprender esto, y la
intervención que en ello tienen ciertos Espíritus, por simpatía hacia aquellas
personas que los provocan. 73
Entre las
facultades extrañas que se observan en los convulsionarios se reconocen
fácilmente aquellas de las cuales el sonambulismo y el magnetismo ofrecen
numerosos ejemplos: tales son, entre otras, la insensibilidad física, la lectura
del pensamiento, la transmisión simpática de los dolores, etcétera. No se puede
dudar, pues, que esos “crisíacos” se hallen en una especie de estado de
sonambulismo lúcido, provocado por la influencia que ejercen los unos sobre los
otros. Son a la vez magnetizadores y magnetizados, sin caer en la cuenta de
ello.
483.
¿Cuál es la causa de la insensibilidad física que se observa en algunos
convulsionarios, y también en otras personas, sometidas a las más atroces
torturas?
- En algunos es un efecto
exclusivamente magnético, que obra sobre el sistema nervioso de la misma manera
que ciertas sustancias. En otros, la exaltación de la mente embota la
sensibilidad, porque la vida parece haberse retirado del cuerpo para concentrarse
en el Espíritu. ¿No sabéis acaso que cuando el Espíritu está hondamente
preocupado por una cosa el cuerpo no siente, ni ve, ni escucha nada?
La exaltación
fanática y el entusiasmo ofrecen a menudo, en los suplicios, el ejemplo de una
calma y una tranquilidad que no podrían sobreponerse a un dolor agudo, si no se
admitiera que la sensibilidad se encuentra neutralizada por una especie de
efecto anestésico. Es sabido que en el calor del combate con frecuencia no se
advierte que se ha sufrido una herida grave, en tanto que en las circunstancias
ordinarias un arañazo nos hace estremecer. Puesto que esos fenómenos proceden de una causa física y de
la acción de ciertos Espíritus, cabe que nos preguntemos cómo ha podido
depender de la autoridad el hacerlos cesar, en ciertos casos. La razón de esto
es simple: la acción de los Espíritus sólo era secundaria en tales casos: ellos
no hacían sino aprovechar una disposición natural. La autoridad no suprimía esa
disposición, sino la causa que la mantenía y la exaltaba: de activa como era,
la convertía en latente, y tenía razón de obrar así, porque de ello resultaba
el abuso y el escándalo. Se sabe, por lo demás, que esa intervención resulta
impotente cuando la acción de los Espíritus es directa y espontánea.
71 Este apartado hace referencia al estado en que algunos
sujetos entraban, al someterlos al trance magnético o hipnótico. [N. del copista.]
72 El término crisíaco,
muy poco usado en la actualidad, designa a la persona que se halla en
estado de crisis hipnótica. [N. del T.
al cast.]
Nota aclaratoria, de Frank Montañez con re lacion a los comentarios de Herculano Pires. : "Ningún comentario de Herculano Pires, los consideramos, comentarios religiosos, y muchos en toital contradicción con las enseñanzas del Espiritismo Moralizador y Consolador al Mundo, el Verdadero Espiritismo. Por eso los verán tachados, pero se pueden leer para su analisis.
Herculano Pires, fue el problema religioso en el Espiritismo.
Mi opinión personal, aislada, que el Espiritismo no se puede hacer responsable. Cada cual debe evaluar mi opinion, y decidir por si mismo, es que es tiempo de establecer que Herculano Pires le hizo mucho mal al Espiritismo, con su postura religiosa".
El Libro de los Espíritus
III.- Poseídos
473. ¿Puede un Espíritu momentáneamente revestirse de la envoltura de una persona viva, esto es, introducirse en un cuerpo animado y obrar en lugar del Espíritu que se encuentra encarnado en él?
- El Espíritu no penetra en un cuerpo del modo que tú entras en una casa. Se asimila con un Espíritu encarnado que adolece de los mismos defectos y cualidades, para actuar conjuntamente con éste. Pero siempre es el Espíritu encarnado el que obra como quiere sobre la materia de que está revestido. Un Espíritu no puede sustituir a otro que se halle encarnado, porque Espíritu y cuerpo están unidos por el lapso que deba durar la existencia material.
474. Si no hay posesión propiamente dicha, vale decir, cohabitación de dos Espíritus en un mismo cuerpo, ¿puede el alma estar bajo la dependencia de otro Espíritu, de manera de ser subyugada u obsedida por él, hasta el punto de que su voluntad se vea en cierto modo paralizada?
- Sí, y son los verdaderos poseídos, pero has de saber que este dominio no se ejerce nunca sin participación de quien lo sufre, ya sea por su debilidad, o bien por su deseo. Con frecuencia se ha tomado por poseídos a epilépticos o dementes que tenían mayor necesidad de un médico que de exorcismos.
La palabra poseído, en su significación común, supone la existencia de demonios, es decir, de una categoría de seres de índole malvada, y la cohabitación de uno de tales seres con el alma en el cuerpo de un individuo. Puesto que no existen los demonios, en ese sentido, y que dos Espíritus no pueden residir simultáneamente en un mismo cuerpo, tampoco existen los poseídos, conforme a la idea que de esta palabra se tiene. El vocablo “poseído” sólo debe entenderse como refiriéndose a la dependencia absoluta en que puede encontrarse el alma con relación a Espíritus Imperfectos que la subyugan.
475. ¿Le es posible a una persona ahuyentar por sí misma a los Malos Espíritus y liberarse de su dominación?
- Siempre se puede cortar un yugo, con tal que se tenga firme voluntad de hacerlo.
476. ¿Podría suceder que la fascinación ejercida por el Espíritu perverso sea tal que la persona subyugada no caiga en la cuenta de ello? En tal caso ¿puede una tercera persona lograr que cese la dominación?
- Si se trata de un hombre de bien, su voluntad puede ayudar apelando al concurso de los buenos Espíritus, porque cuanto más hombre de bien se es, tanto más poder se tiene sobre los Espíritus imperfectos para alejarlos y sobre los buenos para atraerlos. Sin embargo, ese hombre sería impotente si el subyugado no presta su cooperación: personas hay que se complacen en hallarse bajo una dependencia que halaga sus gustos y deseos. En todos los casos, aquel cuyo corazón no sea puro no podrá ejercer ninguna influencia: los Espíritus buenos lo desprecian, y los malos no le temen.
477. ¿Tienen las fórmulas de exorcismo alguna eficacia contra los malos Espíritus?
- No. Cuando esos Espíritus ven que alguien toma en serio tales fórmulas, ríen de él y se obstinan en su propósito.
Lo que si es cierto, que estos que se hacen llamar exorcistas están en escándalos en el Vaticano:
A continuación un vídeo del Profeta Joshua, un exorcista cristiano de los supuestos exorcismos.
Observen lo siguiente:
- El Profeta Joshua, hace alardes de su poder de exorcista.
- En ningún momento trata de que ese espíritu obsesor que le llaman Diablo o Satanás para hacer que se retire y que debe cambiar su comportamiento y arrepentirse se sus acciones con los obsesados. Esto para prevenir que retorne a obsesar algún otro.
- Hay un interés enorme en hacer ver el poder de Jesús a través de el Profeta Joshua, dando preponderancia al orgullo y egoísmo humano. El mundo espiritual no avala ningún comportamiento egoísta ni orgullosos
- Estos supuestos exorcismos son unos milagros para todos los creyentes, cuando en realidad son manifestaciones espirituales, de espíritus sufrientes que con sus orgullos egoísmos y sus apegos a lo material despliegan esos comportamientos malignos. Nuestra Filosofía Espirita no cree en milagros sino que son manifestaciones de hechos que cualquiera puede realizar, pues el mismo Jesús dijo:
Juan 14:12
La Biblia de las Américas (LBLA)
12 En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores que éstas hará, porque yo voy al Padre. De manera que todo lo que hizo Jesús lo podemos hacer, y de por si todo es posible, pues los Espíritus pueden hacer cualquier cosa, y al tenerse la seguridad y la capacidad de hacer algo, deja ya de por si ser un milagro.
- El vídeo que incluyo a continuación le da mucho énfasis a intenciones malinas de los obsesionados, pues esos espíritus nunca fueron moralizados.
- Demuestra ademas que los seres humanos están plagados de obsesiones espiritual, y están alli mismo en las iglesias, por lo tanto la maldad esta por doquier y en la persona que menos se lo imagina. y si la persona es una persona religiosa materialista, son presa facil de espíritus obsesores en todo momento.
- A ninguna de las personas a las cuales se les realizo el exorcismo se les educo para cambiar su comportamiento hacia un comportamiento de bien común o Moral. O lo que es lo mismo a decir "No le hagas a nadie lo que no te gustaria te hicieran a ti"
El Libro de Los Espíritus nos dice lo siguiente: Kardec pregunta y el espíritu contesta
478. Existen personas movidas por buenas intenciones y que no por eso dejan de estar obsesas. ¿Cuál es el mejor recurso para liberarse de los Espíritus obsesores?
- Agotar su paciencia, no tomar en cuenta para nada sus sugestiones, mostrarles que están perdiendo su tiempo. Entonces, cuando comprenden que no tienen nada que hacer, se marchan.
479. ¿Es la oración un medio eficaz para curar la obsesión?
- La plegaria es un recurso poderoso en todo. Pero, creedme que no basta con musitar unas cuantas palabras para obtener lo que se desea. Dios asiste a los que actúan y no a aquellos otros que sólo se limitan a pedir. Es menester, entonces, que el obsedido haga por su parte lo necesario para destruir en sí mismo la causa que atrae a los Malos Espíritus.
480. ¿Qué hay que pensar de la expulsión de los demonios de que se habla en el Evangelio?
- Depende de la interpretación del hecho. Si llamáis demonio a un Espíritu malo que subyuga a un individuo, cuando su influencia sea destruida habrá sido en verdad expulsado. Si atribuís una enfermedad al demonio, cuando os hayáis curado de la dolencia afirmaréis también que habéis expulsado al demonio. Una misma cosa puede ser verdadera o falsa, según sea el sentido que a las palabras se atribuya. Las verdades más grandes pueden parecer absurdas cuando sólo se mira la forma y cuando se toma la alegoría por realidad. Comprended bien lo dicho, y retenedlo: es de aplicación general.
El Libro de Los Médiums nos indica lo siguiente:
240. La Subyugación es una restricción que paraliza la voluntad del que la sufre y le hace obrar a pesar suyo. En una palabra, es su verdadero yugo. La Subyugación puede ser moral o corporal. En el primer caso, el subyugado es solicitado a tomar determinaciones muchas veces absurdas y comprometidas, que por una especie de ilusión las cree sensatas; es una especie de fascinación. En el segundo caso el Espíritu obra sobre los órganos materiales y provoca los movimientos involuntarios. Se traduce en el médium escribiendo por una necesidad incesante de escribir, aun en los momentos más inoportunos. Nosotros los hemos visto que, a falta de pluma o de lápiz, escribían con el dedo por todas partes en donde se encontraban, en las mismas calles, en las puertas y en las paredes. La Subyugación corporal va algunas veces más lejos; puede conducir a los actos más ridículos. Hemos conocido a un hombre que no era joven ni hermoso, que bajo el imperio de una obsesión de esta naturaleza se veía obligado por una fuerza irresistible a ponerse de rodillas ante una joven, con la cual no había tenido ninguna intención y pedirla en matrimonio. Otras veces sentía en las espaldas y en las piernas una presión enérgica, que los forzaba contra su voluntad a pesar de la resistencia que hacía al ponerse de rodillas y besar el suelo en los parajes públicos y en presencia de la multitud. Este hombre pasaba por loco entre sus relaciones; pero nosotros nos hemos convencido de que no lo era, porque tenía el pleno convencimiento del ridículo, de lo que hacía contra su voluntad, por lo que sufría horriblemente.
241. En otro tiempo se daba el nombre de posesión al imperio ejercido por malos Espíritus, cuando su influencia llegaba hasta la aberración de las facultades. La posesión sería para nosotros sinónima de Subyugación. Si no adoptamos este término es por dos razones: la primera porque implica la creencia de seres creados para el mal entregados perpetuamente a él, mientras que solo hay seres más o menos imperfectos y que todos pueden mejorarse. La segunda, porque implica igualmente la idea da la toma de posesión de un cuerpo por un Espíritu extraño, de una especie de cohabitación, mientras que sólo hay una sujeción, La palabra subyugación expresa perfectamente el pensamiento. De este modo para nosotros no hay poseídos en el sentido vulgar de la palabra: sólo hay obsesos, subyugados y fascinados.
242. La obsesión, como ya lo hemos dicho, es uno de los más grandes escollos de la Mediúmnidad; es también uno de los más frecuentes; así es que todos los cuidados serían pocos para combatirla, porque además de los inconvenientes personales que pueden resultar de esto, es un obstáculo absoluto para la bondad y la veracidad de las comunicaciones. La obsesión, en cualquier grado que esté, es siempre el efecto de una sujeción y esta sujeción, no pudiendo nunca ser ejercida por un Espíritu bueno, resulta de esto que toda comunicación dada por un médium obseso es de origen sospechoso y no merece ninguna confianza. Si alguna vez se encuentra algo bueno, es menester tomarlo y arrojar todo lo que es simplemente dudoso.
1.º Persistencia de un Espíritu en comunicarse contra la voluntad del médium, por la escritura, el oído, la typtología, Esto es, hablando con propiedad, la semasiología o lenguaje de los signos, como la typtología es el lenguaje de los golpes. )(etc., oponiéndose a que otros Espíritus puedan hacerlo.
2.º Ilusión, que no obstante la inteligencia del médium, le impide reconocer la falsedad y la ridiculez de las comunicaciones que recibe.
3.º Creencia en la infalibilidad y en la identidad absoluta de los Espíritus que se comunican y que, bajo nombres respetables y venerados, dicen cosas falsas o absurdas.
4.º Confianza del Médium en los elogios que hacen de él los Espíritus que se le comunican.
5.º Propensión a separarse de las personas que pueden darle avisos útiles.
6.º Tomar a mal la crítica con respecto a las comunicaciones que reciben.
7.º Necesidad incesante e inoportuna de escribir.
8.º Sujeción física dominando la voluntad de cualquiera y forzándole a obrar o a hablar a pesar suyo.
9.º Ruidos y trastornos de cosas persistentes a su alrededor y de los que se es la causa o el objeto.
244. En presencia del peligro de la obsesión se dice uno que el ser médium será una cosa desagradable; ¿no es esta facultad la que la provoca, en una palabra, no es esto una prueba inconveniente de las comunicaciones espíritas? Nuestra contestación es fácil y rogamos que se medite con cuidado. No son los médiums ni los espiritistas los que han creado a los Espíritus, sino que los Espíritus son la causa de que haya espiritistas y médiums; no siendo los Espíritus otra cosa que las almas de los hombres, hay, pues, Espíritus desde que hay hombres, y por consiguiente han ejercido en todo tiempo su influencia saludable o perniciosa sobre la Humanidad. La facultad medíanímica solo es para ellos un medio para manifestarse; en defecto de esta facultad lo hacen de mil maneras distintas más o menos ocultas. Sería, pues, un error creer que los Espíritus ejercen su influencia sólo por las comunicaciones escritas o verbales; esta influencia es de todos los instantes, y aquellos que no se ocupan de los Espíritus que ni creen en ellos están expuestos como los otros y aún más porque no tienen contrapeso. La Mediúmnidad es para el Espíritu un medio de hacerse conocer; si es malo se hace siempre traición por hipócrita que sea; puede, pues, decirse, que la Mediúmnidad permite que se vea a su enemigo frente a frente si uno puede expresarlo así, y combatirle con sus propias armas; sin esta facultad obra en la oscuridad y al favor de su invisibilidad puede hacer, y hace en realidad, mucho mal. ¡A cuántos actos no está uno impulsado por su desgracia, y que se hubieron evitado si hubiese habido un medio de ilustrarse! Los incrédulos no creen decir tanta verdad cuando dicen de un hombre que se extravía con obstinación: “Un mal genio le empuja hacia la perdición”. De este modo el conocimiento del Espiritismo, lejos de dar imperio a los malos Espíritus, debe tener por resultado en un tiempo más o menos próximo, cuando se habrá propagado, el destruir este imperio dando a cada uno los medios de ponerse en guardia contra sus sugestiones, y el que sucumba a nadie podrá culpar sino sí mismo.
Regla general: cualquiera que tenga malas comunicaciones espiritistas, escritas o verbales, está bajo una mala influencia; esta influencia se ejerce sobre él, que escriba o deje escribir, es decir, que sea o no médium, que crea o no crea. La escritura da el medio de asegurarse de la naturaleza de los Espíritus que obran sobre él y de combatirles si son malos, lo que se hace aún con más éxito cuando viene a conocer el motivo que les hace obrar. Si es demasiado ciego para comprenderle, otros podrán hacerle abrir los ojos.
En resumen, el peligro no está en el mismo Espiritismo, puesto que puede, por el contrario, servir de comprobante y preservarnos del que corremos sin cesar, sin que los sepamos; está en la orgullosa propensión de ciertos médiums en creerse, con demasiada ligereza, los instrumentos exclusivos de Espíritus superiores, y en la especie de fascinación que no les permite comprender las tonterías de las que son los intérpretes. Aquellos mismos que no son médiums pueden dejarse engañar. Citemos una comparación. Un hombre tiene un enemigo secreto que no conoce y que esparce contra él, por bajo mano, la calumnia y todo lo que la más negra maldad puede inventar; ve perder su fortuna, alejarse sus amigos, turbada su felicidad interior, no pudiendo descubrir la mano que le hiere, no puede defenderse y sucumbe; pero viene un día que este enemigo secreto le escribe, y a pesar de su astucia se hace traición. He aquí, pues, a su enemigo descubierto y puede confundirle y remontarse. Tal es el papel de los malos Espíritus, que el Espiritismo nos da la posibilidad de conocer y descubrir.
245. Los motivos de la obsesión varían según el carácter del Espíritu; muchas veces es una venganza que ejerce sobre un individuo de quien ha tenido que quejarse durante su vida o en otra existencia; a menudo no tienen otra razón que el deseo de hacer mal; como sufre, quiere hacer sufrir a los demás; halla una especie de gozo en atormentarles, en vejarles; de este modo la impaciencia que se demuestra le excita, porque tal es su objeto, mientras que se le cansa por la paciencia; irritándose, demostrando despecho, se hace precisamente lo que él quiere. Estos Espíritus obran algunas veces por ira y por celos del bien; por esto dirigen sobre las gentes honradas sus intenciones maléficas. Uno de ellos se ha unido como una polilla a una honrada familia conocida nuestra, que por lo demás no tiene la satisfacción de tomarla por juguete; preguntando por el motivo que tenía para atacar a las buenas gentes, más bien que a los hombres malos como él, contestó: estos no me causan envidia. Otros están guiados por un sentimiento de maldad que les conduce a aprovecharse de la debilidad moral de ciertos individuos que saben que son incapaces de resistirles. Uno de estos últimos que subyugaba a un joven de inteligencia muy limitada, preguntando por los motivos de la elección, nos contestó: Tengo una necesidad muy grande de atormentar a alguno; una persona razonable me rechazaría; me arrimo a un idiota que no me opone ninguna virtud.
246. Hay Espíritus obsesores sin malicia, que son algo buenos, pero que tienen el orgullo del falso saber; tienen sus ideas y sus sistemas sobre la ciencia, la economía social, la moral, la religión, la filosofía; quieren hacer prevalecer su opinión y al efecto buscan médiums bastante crédulos para que les acepten con los ojos cerrados, a quienes fascinan para impedirles que puedan distinguir lo verdadero de lo falso. Estos son los más perjudiciales, porque los sofismas no les cuestan nada y de este modo pueden acreditar las utopías más ridículas; como conocen el prestigio de los grandes nombres no tienen ningún escrúpulo en servirse de aquellos ante los cuales uno se inclina con respeto, y tampoco retroceden por el sacrilegio de nombrarse Jesús, Virgen María o un santo venerado. Procuran deslumbrar por un lenguaje pomposo, más pretencioso que profundo, erizado de términos técnicos y adornado de grandes palabras de caridad y de moral: se guardarán de dar un mal consejo, porque saben bien que serían despedidos; además, los que son sus víctimas les defienden porfiadamente diciendo: ya veis que nada dicen de malo. Pero la moral no es para ellos sino un pase; es el menor de sus cuidados; lo que quieren ante todo es dominar e imponer sus ideas aunque estén desprovistas de razón.
254. Terminaremos este capítulo con las respuestas dadas por los Espíritus a algunas preguntas, viniendo en apoyo de lo que hemos dicho.
1. ¿Por qué ciertos médiums no pueden desembarazarse de los Espíritus malos que se unen a ellos, y cómo los Espíritus buenos que evocan no son bastante poderosos para alejar a los otros y comunicarse directamente?
No es el poder el que falta al Espíritu bueno; muchas veces es el médium que no es bastante fuerte para secundarle; su naturaleza se presta mejor a ciertas relaciones; su fluido se identifica más bien con un Espíritu que con otro; esto es lo que da mucho imperio a los que quieren mortificar.
2. ¿Nos parece, sin embargo, que hay personas muy meritorias, de una moralidad irreprochable, y con todo se ven imposibilitadas de comunicarse con los Espíritus buenos?
Esta es una prueba; ¿y quién os ha dicho que su corazón no esté manchado con un poco de mal, que el orgullo no domine un poco la apariencia de bondad? Estas pruebas, mostrando al obseso su debilidad, deben conducirle a la humildad.
¿Hay alguno sobre la Tierra que pueda llamarse perfecto?
Habrá quien tenga todas las apariencias de la virtud, y aun puede tener muchos defectos ocultos, un antiguo germen de imperfección.
Por ejemplo, vosotros decís de aquel que no hace mal y que es leal en sus relaciones sociales: es un hombre bueno y digno. ¿Pero sabéis vosotros si sus buenas cualidades están empañadas por el orgullo, si no hay en él un fondo de egoísmo, si es avaro, celoso, rencoroso, maldiciente y cien otras cosas que vosotros no apercibís, porque vuestras relaciones con él no os han puesto en este caso? El medio más poderoso para poder combatir la influencia de los Espíritus malos es el acercarse todo lo posible a la naturaleza de los buenos.
3. La obsesión que se opone a que un médium obtenga las comunicaciones que desea, ¿es siempre una señal de ser indigno por su parte?
Yo no he dicho que esta fuese una señal de poca dignidad, sino que puede ponerse un obstáculo a ciertas comunicaciones; lo que debe procurar es quitar el obstáculo que está en él; sin esto, sus oraciones y sus súplicas nada hacen. No basta que un enfermo diga a su médico: Dadme la salud, yo quiero estar bueno; el médico no puede nada si el enfermo no hace lo que es necesario.
4. ¿La privación de comunicarse con ciertos Espíritus sería, acaso, una especie de castigo?
En ciertos casos esto podría ser un verdadero castigo, así como la posibilidad de comunicarse con ellos es una recompensa que debéis esforzaros en merecer. (Véase “Pérdida y suspensión de la Mediúmnidad”, número 220).
5. ¿Pueden combatirse las influencias de los Espíritus malos, moralizándoles?
Sí, esto es lo que no se hace y es lo que no debe olvidarse de hacer, porque a menudo es una tarea que se os ha dado y que vosotros debéis cumplir caritativa y religiosamente. Por sabios consejos puede excitarse al arrepentimiento y activar su adelantamiento.
- — ¿Cómo puede un hombre, con relación a esto, tener una influencia que no tienen los mismos Espíritus?
Los Espíritus perversos se aproximan más bien a los hombres que procuran atormentar, que a los Espíritus, de los que se alejan todo lo posible. En este contacto con los humanos, cuando encuentran quien los moraliza, en un principio no le escuchan, se ríen; después, si se les sabe conducir, concluyen por dejarse conmover. Los Espíritus elevados no pueden hablarle sino en nombre de Dios, y esto les asusta. El hombre no tiene, ciertamente, más poder que los Espíritus superiores, pero su lenguaje se identifica mejor con su naturaleza, y viendo el ascendiente que puede ejercer en los Espíritus inferiores, comprende mejor la solidaridad que existe entre el Cielo y la Tierra. Por lo demás, el ascendiente que el hombre puede ejercer sobre los Espíritus está en razón de su superioridad moral. No domina a los Espíritus superiores, ni aun a aquellos que, sin ser superiores, son buenos o benévolos, pero puede dominar a los Espíritus que le son inferiores en moralidad. (Véase número 279).
279. El ascendiente sólo se ejerce sobre los Espíritus inferiores por la superioridad moral. Los Espíritus perversos reconocen a los hombres de bien como sus señores; frente a frente de aquellos que no les oponen sino la energía de la voluntad, especie de fuerza brutal, luchan y a menudo son los más fuertes. Uno que quería de este modo dominar a un Espíritu rebelde, por su voluntad, el Espíritu le contestó: Déjame tranquilo con tu aspecto de matamoros; tú, que no vales más que yo, ¿no se diría que un ladrón moraliza a otro ladrón? Nos asombramos de que el nombre de Dios que se invoca contra ellos sea, a menudo, impotente; San Luis ha dado la razón en la respuesta siguiente: El nombre de Dios no tiene influencia sobre los Espíritus imperfectos sino en la boca de aquel que puede servirse de él con autoridad por sus virtudes; en la boca del hombre que no tuviera sobre el Espíritu ninguna superioridad moral, es una palabra como otra cualquiera. Lo mismo sucede con las cosas santas que se les opone. El arma más terrible es inofensiva cuando está en manos inhábiles para poderse servir de ella o incapaces de llevarla.
6. ¿La subyugación corporal, llevada hasta cierto grado, podría tener por consecuencia la locura?
Sí, una especie de locura cuya causa no es conocida de la gente, pero que no tiene relación con la locura ordinaria. Entre los que se tienen por locos hay muchos que no son más que subyugados; les sería necesario un tratamiento moral, mientras que se les vuelve verdaderamente locos con los tratamientos corporales. Cuando los médicos conozcan bien el Espiritismo, sabrán hacer esta distinción y curarán más enfermos que con los baños de chorro (221).
- 221. 1. ¿La facultad mediumnica es indicio de un estado patológico cualquiera o simplemente anómalo? - Anómalo algunas veces, pero no patológico; hay medíums de una salud robusta; los que están enfermos lo están por otras causas.
7. ¿Qué debemos pensar de aquellos que, viendo algún peligro en el Espiritismo, creen que el medio de evitarlos es prohibir las comunicaciones espiritistas?
Si pueden impedir a ciertas personas el comunicarse con los Espíritus, no pueden impedir las manifestaciones espontáneas, hechas a estas mismas personas, porque no pueden suprimir los Espíritus ni impedir su influencia oculta. Esto se parece a los niños que se tapan los ojos y creen que nadie les ve. Sería locura el querer suprimir una cosa que ofrece grandes ventajas, porque los imprudentes pueden abusar; el medio de evitar estos inconvenientes, es al contrario, el hacer conocer el fondo de esta cosa.
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Reflexión Final:
Hemos presentado lo que los espíritus superiores nos dijeron, hemos definido claramente lo que es una posesión y además hemos sustentado lo que es verdaderamente lo que ocurre, que es “Subyugación”. Para cumplir esos propósitos de educación además he presentado un Video para explicar estos conceptos.
He indicado que existen 3 tipos de Obsesiones:
Es la “Subyugación” la que es responsable de estos comportamientos que todos desean llamarle posesión. Dí varios ejemplos de la Obsesión y de Fascinación y utilicé para ello los ejemplos de los Falsos Profetas y los Falsos Cristos que pululan en el mundo entero y que han logrado que millones de seres humanos se hayan podido obsesionar con estos líderes o Mercaderes Espirituales.
- en Filipinas (Apollo Quiboloy),
- en Rusia (Jesús Vissarion),
- en Brasil (INRI Cristo),
- en Miami (Dr. José Luis de Jesús Miranda),
La conclusión es que todos estos comportamientos son inducidos por los espíritus impuros, y que todos poseemos el Libre Albedrío de lograr desechar todo esto con el concurso de los buenos espíritus y de Dios mismo, pero debe mediar la Voluntad de querer desalojar esos malos espíritus de sus vidas, sin la Voluntad; es imposible lograr que estos espíritus obsesores desistan y se retiren.
Ningún ritual de "Exorcismo" hace nada contra estos espíritus perturbadores que ocasionan la "Subyugación". Lo que provocan estos rituales no es otra cosa de que los espíritus obsesores se rían y se obstinen en continuar molestando, y se retiran cuando se cansan de obsesionar a sus victimas. De hecho, no se puede decir que al retirarse momentáneamente, los afectados han sido exorcizados, pues no es hasta que esos malos espíritus son expulsados mediante el concurso de buenos y elevados espíritus, junto con la ayuda de personas que poseen altura o elevación Moral sobre estos espíritus que son verdaderamente expulsados. Al no poderse hacer exorcismo con estos espíritus, estarán en los entornos de la persona, hasta que sean Moralizados, o la misma persona ejerciendo su Libre Albedrío, su voluntad y su desarrollo moral es que se logra erradicar estos malos espíritus para siempre.
Finalmente, Los Medíums se deben auto evaluar cuando comportamientos extraños acontezcan, ver la pregunta 243 para una auto-evaluación. Seamos cautos cuando consideremos este tema, y logremos nuestra Activación Moral lo antes posible para adquirir el conocimiento necesario para lidiar con estos asuntos.
REFERENCIAS PARA ESCRIBIR ESTA REFLEXIÓN
- El Evangelio Según El Espiritismo, Allan Kardec
- El Libro de Los Espíritus, Allan Kardec
- Obras Póstumas, Allan Kardec
- Génesis – Allan Kardec
- El Cielo Y el Infierno – Allan Kardec
- El Libro de Los Médiums – Allan Kardec