El Libro de Los Espíritus presenta el tema de La Progresión de Los Espíritus. No existe el retrógrado del Espíritu, o la Caída de Espíritu que expuso, el Espíritu Emmanuel, el Espíritu Protector y Guia de Chico Xavier. Allan Kardec refutó la Caída del Espíritu de Emmanuel y Chico Xavier., antes que Emmanuel lo expresara en el Libro el Consolador de Chico Xavier.
Libro de Los Espíritus:
114.
¿Los espíritus son buenos o malos por su naturaleza, o bien se van mejorando?
«Los mismos espíritus van mejorándose, y al conseguirlo, pasan de un orden inferior a otro superior».
«Los mismos espíritus van mejorándose, y al conseguirlo, pasan de un orden inferior a otro superior».
115.
¿Hay espíritus que fueron creados buenos y otros malos?
«Dios creó a todos los espíritus sencillos e ignorantes, es decir, faltos de clencia, y dio a cada uno de ellos una misión con objeto de ilustrarlos y de hacerles llegar progresivamente a la perfección por medio del conocimiento de la verdad, y aproxímarse a él. La dicha eterna sin perturbación estriba para ellos en esa perfección. Los espíritus adquieren los conocimientos sufriendo las pruebas que Dios les impone, que unos aceptan con sumisión, llegando así más prontamente al objeto de su destino, y que otros sufren con desagrado, permaneciendo por culpa suya lejos de la perfección y de la dicha prometida».
-Según esto, parece que los espíritus en su origen, son como los niños, ignorantes e inexpertos; pero que adquieren poco a poco los conocimientos que les faltan recorriendo las diferentes etapas de la vida.
«Si; la comparación es exacta, pues el niño rebelde continúa ignorante e imperfecto, y se aprovecha más o menos según su docilidad; pero, al paso que la vida del hombre tiene término, la del espíritu se dilata en lo infinito».
-Según esto, parece que los espíritus en su origen, son como los niños, ignorantes e inexpertos; pero que adquieren poco a poco los conocimientos que les faltan recorriendo las diferentes etapas de la vida.
«Si; la comparación es exacta, pues el niño rebelde continúa ignorante e imperfecto, y se aprovecha más o menos según su docilidad; pero, al paso que la vida del hombre tiene término, la del espíritu se dilata en lo infinito».
116.
¿Hay espíritus que permanecerán perpetuamente en los puestos inferiores?
«No; todos llegarán a ser perfectos; cambiarán, pero a la larga;
porque, como lo hemos dicho otra vez, un padre justo y misericordioso no puede desterrar
eternamente a sus hijos. ¡Y quieres que Dios, que es tan bueno y tan justo, sea
de peor condición que vosotros!»
117.
¿Depende de los espíritus apresurar su progreso hacia la perfección?
«Indudablemente, y llegan más o menos pronto según su deseo y su
sumisión a la voluntad de Dios. ¿El niño dócil no se instruye más pronto que el
reacio? »
118.
¿Pueden degenerar los espíritus?
«No, pues a medida que progresan comprenden lo que les alejaba de la
perfección, y terminada una prueba. poseen el conocimiento de ella y no lo
olvidan. Pueden permanecer estacionarios; pero no retroceden».
119.
¿No podría Dios librar a los espíritus de las pruebas que han de sufrir para
llegar al primer puesto?
«Si hubiesen sido creados perfectos, no tendrían méritos para gozar
de los beneficios de la perfección. Sin lucha, ¿dónde estaría el mérito? Por otra parte,
la desigualdad que entre ellos existe, es necesaria a su personalidad; además, la misión que
desempeñan en los diferentes grados, entra en las miras de la Providencia respecto de
la armonía del universo».
Puesto que en la vida social todos los hombres pueden llegar a los primeros puestos, se podría preguntar también: ¿por qué el soberano de un país no hace generales a todos sus soldados, empleados superiores a todos los subalternos y maestros a todos los discípulos? Pues entre la vida social y la espiritual existe aún la diferencia de que la primera es limitada. y no basta siempre a la consecución de todos los grados, al paso que, siendo indefinida la segunda, dela a cada cual la posibilidad de elevarse al puesto supremo.
120.
¿Todos los espíritus pasan por la serie del mal para llegar al bien?
«No por la serie del mal, sino por la de la ignorancia».
121.
¿Por qué ciertos espíritus han seguido el camino del bien y otros el del mal?
«¿No tienen libre albedrío? Dios no creó espíritus malos. sino
sencillos e ignorantes, es decir, igualmente aptos para el bien que para el mal. Los que llegan
a ser malos, lo son por su voluntad».
122.
No teniendo en su origen conciencia de sí mismos, ¿cómo pueden los espíritus
ser libres
de elegir entre el bien y el mal? ¿Existe en ellos un principio, una tendencia
cualquiera que los incline más al uno que al otro?
«El libre albedrío se desarrolla a medida que el espíritu adquiere
conciencia de sí mismo. Si la elección se debiese a una causa independiente de la voluntad
del espíritu, no existiría libertad. La causa no reside en él, sino fuera, en las influencias a
que cede en virtud de su voluntad libre, y esto significa la gran figura de la
caída del hombre y del pecado original. Unos cedieron a la tentación; otros
resistieron a ella».
-¿De
dónde proceden las influencias que obran sobre el espíritu?
«De los espíritus imperfectos que procuran apoderarse de él y
dominarle, y que se consideran felices cuando le hacen sucumbir. Esto es lo que se ha
querido representar en la figura de Satanás».
-¿No
sufre esta influencia el espíritu más que en su origen?
«Le persigue en su vida de espíritu, hasta que consigue dominarse de
tal modo, que los malos renuncian a obsesionarle».
123.
¿Por qué ha permitido Dios que los espíritus puedan seguir el camino del mal?
«¿Cómo os atrevéis a pedirle a Dios cuenta de sus actos? ¿Creéis que
podéis penetrar en sus designios? Podéis deciros, sin embargo: La sabiduría de Dios
consiste en la libertad que a cada uno concede de elegir, porque así tiene cada
uno el mérito de sus obras».
124.
Puesto que hay espíritus que desde el principio siguen el camino del bien
absoluto y otros el del mal absoluto, ¿existen indudablemente grados entre
estos dos extremos?
«Ciertamente que sí, y la gran mayoría es la de los que no ocupan
los extremos».
125.
Los espíritus que han seguido el camino del mal, ¿podrán llegar al mismo grado
de superioridad que los otros?
«Sí; pero las eternidades serán
más largas para ellos».
Por estas palabras las eternidades debe entenderse la idea que tienen los espíritus inferiores de que serán perpetuos sus sufrimientos, cuyo término no les es dado ver; idea que se renueva en todas las pruebas en que sucumben.
126.
Los espíritus que llegan al grado supremo, después de haber incurrido en el
mal, ¿tienen
a los ojos de Dios menos mérito que los otros?
«Dios mira a los extraviados con iguales ojos y a todos los ama con
el mismo afecto. Se les llama malos, porque han sucumbido; pero antes eran espíritus
sencillos».
127.
¿Los espíritus son creados iguales en facultades intelectuales?
«Lo son; pero no sabiendo de dónde provienen, es preciso que
funcione el libre albedrío, y progresan con más o menos rapidez así intelectual, como
moralmente».
Los espíritus que, desde el principio, siguen el camino del bien, no son por ello espíritus perfectos, puesto que, si no tienen malas tendencias, han de adquirir, sin embargo, experiencia y los conocimientos necesarios para llegar a la perfección. Podemos compararlos a los niños que, cualquiera que sea la bondad de sus naturales instintos, tienen necesidad de desarrollarse, de ilustrarse, y que no llegan sin transición de la infancia a la madurez. Así como tenemos hombres buenos y malos desde la infancia, así también hay espíritus buenos y malos desde el principio, con la diferencia capital, de que el niño tiene instintos completamente formados, al paso que el espíritu, al ser formado, no es ni bueno ni malo, sino que tiene todas las tendencias, y en virtud de su libre albedrío toma una u otra dirección.
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