El verdadero Cilicio, I/5/18 - Pruebas voluntarias.
Mitiga los últimos sufrimientos tanto como puedas; pero guárdate de no abreviar
la vida de nadie, aún cuando no sea sino un sólo minuto, porque este minuto
puede evitar muchas lágrimas en el porvenir. Ese es el verdadero silicio, según
las enseñanzas del Espiritismo. Esto lo encontramos en el libro del Evangelio
según el Espiritismo.
La primera parte de este artículo es relacionado a Divaldo
Pereira Franco.
Veamos en Libro del Evangelio según el Espiritismo,
capítulo V, #26, el #27 y el #28. Ésto contesta a las malas enseñanzas de
Divaldo Pereira Franco, que en una estación radial de Colombia, decía los
absurdos más perjudiciales que un Espiritista puede causar en los que están
enfermos y necesitan de nuestro consuelo.
El siguiente relato, lo escuchó un
amigo nuestro, que indignado le comunicó su desagrado al consejo de Divaldo
Pereira Franco en contra de las enseñanzas del Espiritismo. Veamos primero qué dijo Divaldo Pereira Franco, un Espiritualista de Brasil.
"Divaldo Pereira Franco, en un programa radial en
Radio Colombia Espírita, él habló sobre los sufrimientos y las enfermedades de
los demás, y al dirigirse a la audiencia recomendó que no había que orar por la
cura de las enfermedades de nadie. Cada cual tenía que sufrir las consecuencias
de sus enfermedades como castigo a sus malas acciones en otras
existencias."
Gracias le doy a Ángel Alberto Serrano Villar, de Mexico, amigo de
Facebook, que reaccionó a un consejo y mala enseñanza de Divaldo Pereira
Franco, ¿Qué puede decir de ésto ? Un verdadero Espiritista, es compasivo y
siempre está dispuesto ayudar a los demás, pero usted Divaldo está enseñando,
que no debemos orar por las enfermedades de nadie, pues cada cual es
responsable de sus faltas cometidas.
"Usted Divaldo enseña mal el Espiritismo. Somos compasivos,
porque no nos gustaría que nos hagan a nosotros lo mal que le hacemos a los...
demás. Divaldo, ¿Usted solo ha leído el libro Nosso Lar? Recuerde que el
Espiritismo se basa en los libros codificados y no en Nosso lar. Usted es un
irresponsable en el Espiritismo. Usted no dignifica el Espiritismo. Los que lo
siguen y piensan igual que usted, son también Espíritus Encarnados perversos,
mentirosos e hipócritas. Sólo dicen ser Espiritistas, para obtener interés
económico, usted mancha nuestra filosofía de Bien Común.
El libro del Evangelio según el Espiritismo, explica esta
situación, donde desautoriza a Divaldo Pereira Franco con esas malas enseñanzas
de que no había que orar por la cura de las enfermedades de nadie. Cada cual
tenía que sufrir las consecuencias de sus enfermedades por sus malas acciones
del pasado. Eso lo contesta el Capítulo
V, #26, #27, y #28, del Libro el Evangelio segun el Espiritismo "¿Debe
ponerse término a las pruebas del prójimo cuando se puede, o por respeto a la
ley de Dios, se les ha de dejar seguir su curso?", Evangelio según el
Espiritismo.
Por otro lado tenemos a los Esclavos modernos de la
iglesia católica, el OPUS Dei.
La iglesia católica cree en el silicio y la
Mortificación, que es una laceración voluntaria de su cuerpo físico. La lógica
dice que eso no es correcto.
A los amigos que leen mís artículos y ven mis vídeos, y
sufren ser miembros de ésta secta religiosa de Espiritualismo católico cristiano llamados el OPUS Dei, organización religiosa católica,
dirigida por el Papa Francisco. Ésta es una organización ocultistas, que al
igual que Divaldo Pereira Franco no creen en el libre albedrío de los demás.
Les digo que no crean que ésa esclavitud religiosa de los Opus Dei y ésas falsas enseñanzas de Divaldo te hagan perder las esperanzas en
tú curación y en resolver el problema de esclavitud moderna del OPUS Dei en los
llamados "Numerarios", que los engañan en hacerlos creer que sí brindan sus vidas a votos de Obediencia, Castidad y Pobreza lograrán ser santos
un Día. Que se convertirán en Santos de la Iglesia, que son Espiritus Puros y Perfectos.
El Espiritismo enseña que todo espíritu, a través de
muchas reencarnaciones, llegarán a ser Espíritus Puros y Perfectos, pero no es a través
de votos de obediencia cediendo su libre Albedrío, votos de castidad,
renunciando tener familia, o de pobreza, donando todos sus ingresos y su tiempo
a la iglesia. Es a través de hacer el bien a los demás y educando su Espíritu.
Y no permitiendo ser esclavo de nadie.
Lamentablemente los "Numerarios" creen que al
firmar el pacto con la iglesia, jamás podrán romperlo. Ustedes han firmado documentos legales donde
se someten a las reglas y estipulaciones de esta organización perversa de la
Iglesia Católica cristiana, pero en realidad viola los derechos fundamentales
de la libertad del ser humano, que cualquier corte de justicia, puede considerar
como ilegal.
Para ser miembro del OPUS DEI, se requiere estar de
acuerdo a cumplir con
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Masonería y Opus Dei |
votos de pobreza, de castidad y obediencia. No es otra
cosa que estar de acuerdo a convertirse en "Esclavos Modernos", a
ceder a la iglesia todos los bienes materiales, a renunciar al salario de sus
trabajos, trabajando como sirvientes sin paga en las casas de los líderes de la
iglesia. Se comprometen a no casarse, para vivir como beatos y el celibato, y
lo más penoso, se comprometen a rendir su libre pensar o Albedrío para cumplir
con reglas como el silicio o la Mortificación de su cuerpo y los Dogmas
religiosos que no se pueden probar.
Nada de eso convertirá a nadie en Santo, sólo los
católicos lo creen y lo justifican, pero no es conforme al mundo Espiritual.
Los que creen en esas mentiras, no pueden probar que eso es así, sino que lo
justifican con una fe ciega y sin lógica espiritual. Muchos de mis lectores me
han escrito diciendo que es muy difícil salir de eso. Pues creen que el haberse
comprometido, no les da derecho a rectificar. Eso no es correcto. Porque con la
misma voluntad que se hicieron miembros pueden renunciar y retornar a la
libertad que todos tienen derecho. Regresen a sus casa con sus familiares,
comiencen de nuevo su paso por la vida.
En este artículo, el Espiritismo explica que el silicio y
la Mortificación de la carne no es conforme al mundo Espiritual, y no es
avalado por Dios.
Los amigos que están sometidos a esta organización son voluntarios
que han firmado documentos de que se comprometen a cumplir con votos de
pobreza, de castidad y de obediencia, pero eso sí es ilegal. Ningún tribunal o corte de justicia puede
legalizar eso. Todo ser humano tiene derecho a ser libre, tiene derecho a
formar su familia y reproducirse y a recibir salario por el trabajo que
realiza. Tiene derecho a vivir junto a su familia y a disfrutar de ella, eso es
agradable a Dios y conforme a las leyes naturales que han sido puestas a su
disposición.
Esta organización ha fascinado a los
"Numerarios", como se les llama, y eso es en realidad una Obsesión
fascinante que ocurre al momento de firmar la autorización de someterse
voluntariamente a esas condiciones de ventajas para la iglesia en establecer en
llegar a ser "Esclavos modernos" de la iglesia a los que sienten
agradar a Dios convirtiéndose en "Santos " de la Iglesia católica. Yo
te digo, ¿crees en el buen ejemplo de que eres libre de hacer bien a los demás,
de que puedas libremente ser parte de tu familia, siendo parte de esta
organización religiosa del OPUS DEI?.
Ninguna corte de justicia en el mundo, estará de acuerdo
a que estas reglas estúpidas puedan ser forzadas a cumplirse. Por lo tanto ese
contrato no es válido en nuestra sociedad.
Los "Numerarios ", se han comprometido a ceder
todas sus posesiones materiales y a trabajar sin remuneración económica, solo
tienes de paga el alojamiento y la comida diaria, a comprometerse a no casarse,
y a rendir su libre albedrío con una sumisión extrema. Esto no puede causar
felicidad. No existe ni tan siquiera un llamado Santo, que de fe de que esto es
así.
Sean libres de esas falsas enseñanzas, y no desperdicien
su vida. Ustedes son buenos y pueden ser mejores, no dando lugar al sufrimiento
mediante el silicio. Esas son prácticas ilegales que ustedes han aceptado, y
que son inmorales ante los ojos de Dios.
No más esclavitud del OPUS DEI, son falsos y perniciosos
y engañan MISERABLEMENTE a cada uno de los que confían en ellos. Ustedes pueden
ser rescatados del oprobio del OPUS DEI.
Veamos el Libro del Evangelio según el Espiritismo.
Pruebas voluntarias. El verdadero silicio, según las
enseñanzas del Espiritismo. Veamos en Libro del Evangelio según el Espiritismo,
capítulo V, #26, el #27 y el #28.
26. Ustedes preguntarán si les es permitido aligerar sus
propias pruebas; esta pregunta tiene relación con esta otra: Al que se ahoga,
¿le es permitido el que procure salvarse?
Al que se clava una espina, sacársela? Al que está
enfermo, llame al médico? Las pruebas tienen por objeto ejercitar la
inteligencia, del mismo modo que la paciencia y la resignación; un hombre puede
nacer en una posición penosa y embarazosa, precisamente para obligarle a buscar
los medios de vencer las dificultades. El mérito consiste en soportar sin
murmurar las consecuencias de los males que no se pueden evitar, en perseverar
en la lucha, en no desesperarse si no se sale bien del negocio, pero no en el
abandono que sería más bien pereza que virtud.
Naturalmente ésta pregunta conduce a ésta otra. Puesto
que Jesús dijo: «Bienaventurados los afligidos», ¿hay mérito en proporcionarse
aflicciones agravando sus pruebas con sufrimientos voluntarios? A ésto contestaré muy claro. Sí; hay un gran mérito cuándo los sufrimientos y las privaciones
tienen por objeto el bien del prójimo, porque es la caridad por el sacrificio;
no; cuándo no tienen otro objeto que uno mismo, porque eso es egoísmo por
fanatismo.
Aquí debe hacerse una gran distinción; en cuanto a tú personalidad, alégrate con las pruebas que Dios te envía, y no aumentes la
carga ya de por sí muy pesada a veces; acéptalas sin murmurar y con fé, es todo
lo que él te pide. No debilites tu cuerpo con privaciones inútiles y
maceraciones sin objeto, porque debes tener necesidad de todas tus fuerzas para
cumplir tu misión de trabajo en la tierra. Torturar y martirizar
voluntariamente tu cuerpo es contravenir a la ley de Dios, que te dá los medios
de sostenerte y fortificarte; debilitar tu cuerpo sin necesidad, es un
verdadero suicidio.
Usa, pero no
abuses, tal es la ley; el abuso de las mejores cosas, lleva consigo mismo el
castigo en sus consecuencias inevitables. Otra cosa es con respecto a los
sufrimientos que uno se impone para el alivio del prójimo. Si sufres frio y
hambre para calentar y alimentar al que tiene necesidad, y si tu cuerpo padece,
este es un sacrificio que Dios bendice.
Ustedes, los que
dejan sus perfumados tocadores para ir a las infectadas bohardillas a llevar el
consuelo; ustedes, los que ensucian sus delicadas manos, curando llagas;
ustedes, los que se privan del sueño, para velar a la cabecera del enfermo que
es tu hermano en Dios; ustedes, en fin, los que gastan su salud, en la práctica
de las buenas obras, ya tienen su silicio, verdadero silicio de bendición,
porque los goces del mundo no han secado su corazón; no te has dormido en el
seno de las voluptuosidades enervadoras de la fortuna, sino que te has
convertido en los ángeles consoladores de los pobres desheredados. Más ustedes,
los que se retiran del mundo para evitar sus seducciones y vivir en el
aislamiento ¿para qué sirves en la tierra? ¿En dónde está tu valor en las
pruebas, puesto que huyes de la lucha y evitas el combate? Si quieres un
silicio, aplícalo a tu alma y no a tu cuerpo, mortifica tu Espíritu y no tu
carne; azota tu orgullo, recibe las humillaciones sin quejarte; martiriza tu
amor propio; sean fuertes contra el dolor de la injuria y de la calumnia más
punzante que el dolor corporal. Ese es el verdadero silicio, cuyas heridas te
serán tomadas en cuenta, porque atestiguarán tu valor y tu sumisión a la
voluntad de Dios. (UN ÁNGEL GUARDIAN. París, 1863.)
27. ¡Debe ponerse término a las pruebas del prójimo,
cuando se puede, o por respeto a la ley de Dios, se las ha de dejar seguir su
curso? Les hemos dicho y repetido muchas veces que están en esa tierra de
Expiación para acabar tus pruebas, y que
todo lo que te sucede es consecuencia de tus existencias anteriores, el interés
de la deuda que debes pagar. Pero este pensamiento provoca en ciertas personas
reflexiones que es necesario cortar, porque podrían tener funestas
consecuencias. Algunos piensan que desde el momento que se está en la tierra
para expiar, es menester que las pruebas sigan su curso. Los hay también que
llegan a creer que no solamente no debe hacerse nada para atenuarlas, sino por
el contrario es menester contribuir a hacerlas más provechosas
recrudeciéndolas; esto es un gran error. Sí, tus pruebas deben seguir el curso
que Dios las ha trazado, ¿pero conoces acaso ese curso? ¿Sabes hasta que punto
deben llegar, y si tu Padre misericordioso ha dicho al sufrimiento de tal o
cual de tus hermanos: «De aquí no pasarás?» ¿Sabes si su providencia lo ha
elegido, no como un instrumento de suplicio para agravar los sufrimientos del
culpable, sino como el bálsamo de consuelo que debe cicatrizar las llagas que
su justicia había abierto? No digas, pues, cuando veas herido a uno de tus
hermanos: "Es la justicia de Dios, es preciso que siga su curso; sino
dirás lo contrario: veamos que medios nuestro Padre misericordioso ha puesto a
mi alcance para aliviar los sufrimientos de mi hermano. Veamos si mis consuelos
morales, mi apoyo material, mis consejos podrán ayudarle a sobrellevar esta
prueba con más fuerza, paciencia y resignación. Veamos también si Dios ha
puesto en mis manos los medios de hacer cesar ese sufrimiento; si me ha sido
dado también a mí como una prueba, puede ser como Expiación, cortar el mal y
reemplazarlo por la tranquilidad.
Ayuda, pues,
siempre en tus pruebas respectivas, y no te consideres jamás como instrumentos
de tormento: este pensamiento debe desagradar a todo hombre de corazón,
mayormente a todo espiritista; porque el espiritista debe comprender mejor que
los otros, la extensión infinita de la bondad de Dios. El espiritista debe
pensar que su vida entera, ha de ser un acto de amor y de abnegación; que
cualquier cosa que haga para contrarestar las decisiones del Señor, su justicia
seguirá su curso. Puede, pues, sin miedo hacer todos los esfuerzos para
endulzar la amargura de la expiación, pero sólo Dios es el que puede detenerla
o prolongarla, según lo juzgue más conveniente. ¿No habría un orgullo muy
grande en el hombre, en creerse con derecho a exasperar la herida? en aumentar
la dósis de veneno en el pecho del que sufre so pretexto de que tal es su
expiación?
Oh! Contempla
siempre como un instrumento elegido para hacerla cesar. Reasumamos: Todos
ustedes están en la tierra para expiar; pero todos sin excepción deben hacer
todos sus esfuerzos para endulzar la expiación de tus hermanos, según la ley de
amor y de caridad. (BERNARDINO, Espíritu protector. Bordeaux, 1863.)
28. Un hombre está en la agonía, presa de crueles
tormentos; se sabe que no hay esperanza de salvarle; ¿es permitido ahorrarle
algunos instantes de sufrimiento, precipitando su fin? ¿Quién le puede dar el
derecho de prejuzgar los designios de Dios? ¿Acaso no puede conducir a un
hombre al borde del sepulcro para sacarle de él, con el fin de hacerle volver
en sí y conducirle a otras meditaciones? En cualquier estado que se encuentre
un moribundo, nadie puede decir con certeza que haya llegado su última hora.
¿Acaso la ciencia no se ha engañado nunca en sus previsiones? Sé muy bien que
hay casos que con razón pueden llamarse desesperados; pero si no queda esperanza
de vida y de salud, ¿no hay innumerables ejemplos de que en el momento del
último suspiro, el enfermo se reanima, y recobra sus facultades, por algunos
instantes? Pues bien! Esa hora de gracia que se le concede puede tener para él
la mayor importancia, porque ignorais las reflexiones que ha podido hacer su
Espíritu en las convulsiones de la agonía, y los tormentos que puede ahorrarle
un rayo de arrepentimiento! El materialista que sólo vé el cuerpo y nada le
importa el alma, no puede comprender estas cosas; pero el espiritista que sabe
lo que pasa más allá de la tumba, conoce el precio del último pensamiento.
Mitiga los
últimos sufrimientos tanto como puedas; pero guárdate de no abreviar la vida de
nadie, aún cuando no sea sino un sólo minuto, porque este minuto puede evitar
muchas lágrimas en el porvenir. (SAN Luis. París, 1860.)
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Excelente tema, donde prevalece la justicia y la bondad
de Dios. Al que tenga oídos, que escuche aquí la voz de Dios sobre las pruebas
y expiaciones. El bien es también demostrado cuando ayudamos a los que sufren a
que puedan vencer sus pruebas. Nadie cuyo espíritu encarnado sea inferior,
puede esperar de él compasión o ayuda en las pruebas de otros. Pero los
Espíritus buenos encarnados, siempre están dispuestos a realizar el bien en
cualquier circunstancia. El silicio de su propia Alma, es el sílicio aprobado
por Dios en su infinita misericordia.
[Nota de pie de Frank Montañez, este extracto del
Evangelio según el Espiritismo, es conforme a la copia original francés, no
adulterado, de la traducción fiel al español del General Refugio I. González de
México 1875.]
http://soyespirita.blogspot.com/2017/01/los-espiritistas-religiosos-de-brasil-y.html
http://soyespirita.blogspot.com/2015/07/opus-dei.html
Gracias Ángel Alberto Serrano Villarrica, amigo de Facebook, que reaccionó a un consejo y mala enseñanza de Divaldo Pereira
Franco, ¿Qué puede decir de esto? Un verdadero Espiritista, es compasivo y siempre
está dispuesto ayudar a los demás, pero usted Divaldo está enseñando, que no
debemos orar por las enfermedades de nadie, pues cada cual es responsable de
sus faltas cometidas.
Usted Divaldo enseña mal el Espiritismo. Somos
compasivos, porque no nos gustaría que nos hagan a nosotros lo mal que le
hacemos a los... demás. Divaldo, ¿Usted solo ha
leído el libro Nosso Lar? Recuerde que el Espiritismo se basa en los libros
codificados y no en Nosso lar. Usted es un irresponsable en el Espiritismo.
Usted no dignifica el Espiritismo. Los que lo siguen y piensan igual que usted,
son también Espíritus Encarnados perversos, mentirosos e hipócritas. Sólo dicen
ser Espiritistas, para obtener interés económico, usted mancha nuestra
filosofía de Bien Común.
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Aquí tenemos a Divaldo Pereira Franco anunciando una Falsa Profecía, el día 21 de Agosto del 2016. Que se iba a producir una guerra civil en Brasil en 7 días. Nunca ocurrió. |
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