martes, 11 de febrero de 2014

¿Puede uno mismo curar una Obsesión Subyugante, o cualquier Obsesión simple o de Fascinación? Claro que Sí se puede; pero se debe aclarar, que las Obsesiones no se Curan, se erradican. Porque las obsesiones no son enfermedades patológicas, ni surgen del organismo, sino que son provocadas por Espíritus Obsesores. Sólo se necesita ascendiente Moral, la Voluntad y desear y hacer el bien a los demás.

“S o y . E s p í r i t a” comenta: ¿Puede uno mismo curar una Obsesión Subyugante, o cualquier Obsesión simple o de Fascinación? Claro que Sí se puede; pero se debe aclarar, que las Obsesiones no se Curan, se erradican. Porque las obsesiones no son enfermedades patológicas, ni surgen del organismo, sino que son provocadas por Espíritus Obsesores. Sólo se necesita ascendiente Moral, la Voluntad y desear y hacer el bien a los demás. 
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Revisado y actualizado en :12/02/20

El libro ¿Qué es el Espiritismo?, escrito por Allan Kardec nos explica el tema de las obsesiones. 

70 - 82, Escollos de los Médiums, libro ¿Qué es el Espiritismo? Capítulo II, 

Nociones elementales de Espiritismo Escollos de los médiums... 
70. Uno de los mayores escollos de la mediumnidad es la obsesión, es decir, el dominio que ciertos Espíritus ejercen sobre los médiums, imponiéndose a ellos con nombres apócrifos e impidiendo que se comuniquen con otros Espíritus. Es también un obstáculo para el observador novato e inexperto que, por no conocer las características de ese fenómeno, puede ser engañado por las apariencias, como aquel que no conoce de medicina puede equivocarse sobre la causa y la naturaleza de un mal. Si en este caso el estudio previo resulta útil para el observador, para el médium es indispensable, porque le proporciona los medios de prevenir un inconveniente que podría tener para él funestas consecuencias. Por eso nunca nos cansamos de recomendar el estudio antes de entregarse a la práctica. (véase El libro de los médiums, cap. XXIII.)

71. La obsesión presenta tres grados principales, bien caracterizados: la obsesión simple, la fascinación y la subyugación. En la primera, el médium tiene plena conciencia de que no obtiene nada bueno; no se engaña acerca de la naturaleza del Espíritu que se obstina en manifestarse por su intermedio y del cual desea desembarazarse. Este caso no ofrece ninguna gravedad: se trata de una simple contrariedad, de la que el médium se libera cuando deja momentáneamente de escribir, cansado de que no se lo escuche, el Espíritu acaba por retirarse.
La fascinación obsesiva es mucho más grave, porque en ese caso el médium está completamente engañado. El Espíritu que lo domina se apodera de su confianza, a tal punto que le impide juzgar las comunicaciones que recibe, y le hace creer que los mayores absurdos son sublimes.
El carácter distintivo de este género de obsesión es que provoca en el médium una excesiva susceptibilidad, que lo lleva a suponer que sólo es bueno, justo y verdadero lo que él escribe, así como a rechazar e incluso considerar malo todo consejo y toda observación crítica, a tal punto que prefiera romper con sus amigos antes de aceptar que está siendo engañado. También hace que sienta envidia hacia los médiums cuyas comunicaciones son consideradas mejores que las suyas, y que pretenda imponerse en las reuniones espíritas, de las cuales se aparta cuando no lo logra. Por último, el médium llega a sufrir una dominación tal que el Espíritu obsesor puede impulsarlo a cometer los actos más ridículos y comprometedores.

72. Uno de los carácteres distintivos de los Espíritus malos es el de imponerse: dan órdenes y quieren ser obedecidos. En cambio, los buenos nunca se imponen: dan consejos; y si no se los escucha, se retiran. de ahí resulta que la impresión que nos causan los Espíritus malos es casi siempre penosa, agotadora, y produce una especie de malestar. A menudo provoca una agitación febril, movimientos bruscos y desordenados. Por el contrario, la impresión que causan los Espíritus buenos es apacible, suave, y proporciona un verdadero bienestar.

73. La subyugación obsesiva, designada en épocas pasadas con el nombre de posesión, es una coacción física ejercida siempre por Espíritus de la peor especie, y que puede llegar a neutralizar el libre albedrío de la persona. A menudo se limita a simples impresiones desagradables. no obstante, algunas veces provoca movimientos desordenados, actos insensatos, gritos, palabras incoherentes o injuriosas, cuya ridiculez el subyugado comprende en ocasiones, aunque no puede evitarlo. Este estado difiere esencialmente de la locura patológica, con la cual se lo confunde por error, pues en él no hay ninguna lesión orgánica dado que la causa es diferente, los medios para curarla también deben ser otros. no es raro que con la aplicación del método ordinario de las duchas y los tratamientos corporales se llegue a desencadenar una verdadera locura allí donde sólo había una causa moral.

74. En la locura propiamente dicha la causa del mal es interna, y hay que tratar de que el organismo vuelva a su estado normal. En cambio, en la subyugación la causa es externa, por lo que es preciso liberar al enfermo de un enemigo invisible, sin oponerle remedios, sino una fuerza moral superior a la suya. La experiencia prueba que en esos casos los exorcismos nunca han producido un resultado satisfactorio, sino que han agravado la situación en lugar de mejorarla. Al indicar la verdadera causa del mal, sólo el espiritismo puede ofrecer los medios para combatirlo. Es necesario, por decirlo así, efectuar la educación moral del Espíritu obsesor. A través de consejos sabiamente dirigidos se logra tornarlo mejor y que voluntariamente deje de atormentar al enfermo, que entonces queda libre. (véase El libro de los médiums, § 279; Revista Espírita, febrero, marzo y junio de 1864: “La joven obsesa de Marmande”.)

279. El ascendiente sólo se ejerce sobre los Espíritus inferiores por la "superioridad moral". Los Espíritus perversos reconocen a los hombres de bien por sus señores; frente a frente de aquellos que no les oponen sino la energía de la voluntad, (Es decir la de sus intensiones) especie de fuerza brutal, luchan y a menudo son los más fuertes. Uno que quería de este modo dominar a un Espíritu rebelde, por su voluntad, el Espíritu le contestó:

  • "Déjame tranquilo con tú aspecto de matamoros; tú, que no vales más que yo, ¿no se diría que un ladrón moraliza a otro ladrón?" Nos asombramos de que el nombre de Dios que se invoca contra ellos sea, a menudo, impotente; San Luis ha dado la razón en la respuesta siguiente: "El nombre de Dios no tiene influencia sobre los Espíritus imperfectos sino en la boca de aquél que puede servirse de él con autoridad por sus virtudes; en la boca del hombre que no tuviera sobre el Espíritu ninguna superioridad moral, es una palabra como otra cualquiera. Lo mismo sucede con las cosas santas que se les opone. El arma más terrible es inofensiva cuando está en manos inhábiles para poderse servir de ella o incapaces de llevarla".

75. Por lo general, la subyugación obsesiva es individual; pero cuando un grupo de Espíritus malos se lanza sobre una población, puede presentar un carácter epidémico. Un fenómeno de ese tipo ocurrió en tiempos de cristo; sólo un poder moral superior podía doblegar a esos seres malignos -designados entonces con el nombre de demonios- y restituir la calma a sus víctimas. 4

  • 4 Una epidemia semejante hizo estragos durante varios años en una población ubicada en la Alta Saboya (Véase la Revista Espírita, abril y diciembre de 1862; enero, febrero, abril y mayo de 1863: “Los poseídos de Morzine”). (N. de Allan Kardec.)

76. Un hecho importante a considerar es que la obsesión, sea cual fuere su naturaleza, es independiente de la mediumnidad, y que se la encuentra en todos los grados, principalmente en el último, en una gran cantidad de individuos que nunca han escuchado hablar de espiritismo. En efecto, dado que los Espíritus han existido siempre, en todas las épocas han ejercido la misma influencia. La mediumnidad no es una causa, sino un modo de manifestación de la obsesión. de ahí que podamos decir con certeza que todo médium obseso ha sufrido de alguna manera, y a menudo en los actos más comunes de la vida, los efectos de esa influencia. y si no existiera la mediumnidad, se manifestaría por otros efectos, a menudo atribuidos a esas enfermedades misteriosas que escapan a todas las investigaciones de la medicina. A través de la mediumnidad, el ser maligno delata su presencia; sin ella, es un enemigo oculto del que no se sospecha.

77. Los que no admiten nada fuera de la materia no pueden reconocer esa causa oculta. Sin embargo, cuando la ciencia haya salido del atolladero materialista reconocerá, en la acción del mundo invisible que nos rodea y en medio del cual vivimos, un poder que reacciona tanto sobre las cosas físicas como sobre las morales. Será un nuevo camino abierto al progreso, así como la clave de una multitud de fenómenos que han sido mal comprendidos.

78. como la obsesión nunca puede provenir de un Espíritu bueno, es esencial que sepamos reconocer la naturaleza de los que se presentan. El médium que carece de instrucción al respecto puede ser engañado por las apariencias, mientras que el prevenido está atento a las menores señales de sospecha, de modo que el Espíritu termina por retirarse cuando ve que no tiene nada que hacer. El conocimiento previo de los medios para distinguir a los Espíritus buenos de los malos es, pues, indispensable para el médium que no desea exponerse a caer en la trampa, como lo es también para el simple observador, que puede por ese medio apreciar el valor de lo que ve o escucha. (véase El libro de los médiums, cap. XXIV.)
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79 - 88, Escollos de los Médiums, libro ¿Qué es el Espiritismo? Capítulo II, 
Cualidades de los médiums. 
Nociones elementales de espiritismo

79. La facultad mediúmnica depende del organismo. Es independiente de las cualidades morales del médium, y se la encuentra desarrollada tanto en los más indignos como en los más dignos. No sucede lo mismo con la preferencia que los Espíritus buenos conceden al médium. 
  • Nota de Frank Montañez añadida: "Notese que se refiere a que la facultad mediúmnica depende del organismo, pero no dice que es producida por el organismo, porque no es una condición patológica. 
80. Los Espíritus Buenos se comunican con mayor o menor buena voluntad a través de tal o cual médium, según la simpatía que este les inspire. Lo que constituye la cualidad de un médium no es la facilidad con la cual obtiene comunicaciones, sino su aptitud para recibir solamente las buenas y para no ser juguete de Espíritus livianos y embusteros.

81. Los médiums que más dejan que desear desde el punto de vista moral reciben algunas veces muy buenas comunicaciones, que no pueden provenir más que de Espíritus buenos. Esto no debe ser motivo de asombro, pues a menudo sucede para bien del médium y con el fin de trasmitirle sabios consejos. Si este no los 
aprovecha, mayor será su culpa, porque de ese modo redacta su propia condena. Dios, cuya bondad es infinita, no puede negar asistencia a aquellos que más la necesitan. El virtuoso misionero que moraliza a los criminales hace lo mismo que los Espíritus buenos con los médiums imperfectos. Por otra parte, los Espíritus buenos, al querer impartir una enseñanza útil a todos, se sirven del instrumento que tienen a su alcance, pero lo dejan tan pronto como encuentran otro que les es más afín y que aprovecha sus lecciones. cuando los Espíritus buenos se retiran, queda entonces el campo libre para los inferiores, a quienes poco les importan las cualidades morales, que los fastidian de ahí resulta que los médiums moralmente imperfectos y que no procuran enmendarse, tarde o temprano son víctimas de los Espíritus Malos, que muchas veces los conducen a la ruina y a las mayores desgracias incluso en la vida terrenal. En cuanto a su facultad, tan hermosa que era, y que así debía conservarse, se pervierte debido a que los Espíritus buenos los abandonaron, y acaba por desaparecer.

82. Los médiums más meritorios no están libres de las mistificaciones de los Espíritus embusteros. En primer lugar, porque no existe una persona suficientemente perfecta que no tenga algún lado débil por el cual brinde acceso a los Espíritus malos. En segundo, porque los Espíritus buenos permiten eso, algunas veces, a fin de que ejercitemos nuestra razón, aprendamos a distinguir la verdad del error y no nos confiemos, para no aceptar nada ciegamente y sin control. No obstante, el engaño nunca procede de un Espíritu bueno, y todo nombre respetable con el que se firme un error, es necesariamente apócrifo. Esas mistificaciones además pueden ser una prueba para la paciencia y la perseverancia del espírita, sea médium o no. El que se desanimara por algunas decepciones demostraría a los Espíritus buenos que no pueden contar con él.

83. no es asombroso ver Espíritus malos que obsesionan a personas meritorias, pues también vemos en la Tierra sujetos malvados que se ensañan con hombres de bien. Es digno de notar que, después de la publicación de El libro de los médiums, la cantidad de médiums obsesos disminuyó mucho, porque al estar prevenidos se mantienen vigilantes y descubren las menores señales que pudieran denunciar la presencia de un Espíritus engañador. La mayoría de los que están obsesos no han hecho el estudio previo recomendado, o no aprovecharon los consejos que recibieron.

84. Lo que constituye al Médium propiamente dicho es la facultad. En ese aspecto puede estar más o menos formado, más o menos desarrollado. Lo que constituye al médium seguro, a aquel 
que puede realmente ser calificado de buen médium, es la aplicación de la facultad, la aptitud para servir de intérprete a los Espíri-
tus buenos. Si se deja de lado la facultad, el poder del médium para atraer a los Espíritus buenos y rechazar a los malos está en razón de su superioridad moral; esa superioridad es proporcional a la suma de las cualidades que hacen al hombre de bien. Por ella se gana la simpatía de los buenos y ejerce ascendiente sobre los malos.

85. Por el mismo motivo, la suma de las imperfecciones morales del médium, al aproximarlo a la naturaleza de los Espíritus malos, le quita la influencia necesaria para apartarlos de sí. En vez de imponerse a ellos, ellos se imponen a él. Esto se aplica no sólo a los médiums, sino a todas las personas indistintamente, dado que no hay nadie que no esté sometido a la influencia de los Espíritus. (véanse los §§ 74 y 75.)

86. Para imponerse al médium, los Espíritus malos saben explotar hábilmente todos sus defectos morales. Se aprovechan preferentemente del orgullo, sentimiento que predomina en la mayoría de los médiums obsesos, y sobre todo en los fascinados. El orgullo los lleva a que se consideren infalibles y a rechazar las advertencias. Ese sentimiento es, lamentablemente, excitado por los elogios de que son objeto; basta que un Médium presente una facultad un tanto trascendente para que las personas lo busquen y lo adulen. Entonces acaban por considerarse importantes y juzgarse indispensables, lo que constituye su perdición. 

87. Mientras que el médium imperfecto se enorgullece de los nombres ilustres -por lo general apócrifos- que ostentan las comunicaciones que recibe, y que lo llevan a que se considere un intérprete privilegiado de las potencias celestiales, el buen Médium nunca se cree suficientemente digno de semejante favor: tiene siempre una saludable desconfianza acerca de la calidad de lo que recibe, y no se fía de su propio juicio. como no es más que un instrumento pasivo, comprende que una buena comunicación no es fruto de su mérito personal, como tampoco es responsable si lo que recibe es malo, y que sería ridículo confiar en la identidad absoluta de los Espíritus que se manifiestan a través de él. deja que terceros desinteresados juzguen la cuestión, sin que su amor propio se ofenda por alguna opinión desfavorable, del mismo modo que un actor no sufre por la censura dirigida a la pieza que interpreta. El carácter distintivo del buen médium es la simplicidad y la modestia. Se considera feliz con la facultad que posee, no para envanecerse de ella, sino porque le ofrece un medio de ser útil, lo que hace de buen grado cuando se le da la ocasión; y nunca se molesta cuando no lo ubican en primera fila, como los médiums son intermediarios e intérpretes de los Espíritus, corresponde al evocador, e incluso al simple observador, apreciar el mérito del instrumento.

88. La facultad mediúmnica es un don de dios, como todas las otras facultades, que se puede emplear tanto para el bien como para el mal, y de la cual se puede abusar. Tiene por objeto ponernos en relación directa con las almas de los que han vivido, a fin de que recibamos sus enseñanzas y seamos iniciados en la vida futura. Así como la vista nos pone en relación con el mundo visible, la mediumnidad nos pone en relación con el mundo invisible. Aquel que se vale de ella con un fin útil, para su propio adelanto y el de sus semejantes, cumple una verdadera misión, por la que será recompensado. El que abusa de esa facultad y la emplea en cosas fútiles o para satisfacer intereses materiales, la desvía de su fin providencial, y tarde o temprano sufrirá su castigo, como todo aquel que hace mal uso de cualquier otra facultad.

https://soyespirita.blogspot.com/2014/02/puede-uno-mismo-curar-una-obsesion.html

¿Como es posible eso de erradicarse uno mismo una Obsesion? Claro que cualquier Obsesión puede ser erradicada, y puede ser erradicada por uno mismo, sólo con educarte, leyendo los Libros Codificados se pueden erradicar una OBSESION. Incluyendo los llamados "Trastornos Mentales" como la esquizofrenia, síndrome de bipolaridad, déficit de atención en niños y adultos. La más reciente, la "Fibromalgia". 

La contestación es Si es posible. 


Veamos que las Obsesiones Subyugantes, son en realidad los llamados "Trastornos Mentales". 



Trastornos Mentales 4 no existen porque no se sabe que lo produce ni se sabe la Cura, son “Obsesiones Subyugantes", porque se sabe que las produce y sabemos cómo erradicarla o Curarlas – Soy Espírita
Deficiencia de Serotonina

Tenemos a la disposición el Espiritismo
 ¿Por qué los Espiritualistas lo han dejado de lado, con justificaciones infundadas de desequilibrios que se deben a la deficiencia de "serotonina" y que solamente pueden ser aliviados tomando fármacos que trastornan la mente, c omo los antidepresivos?. 
 "No existe 'ninguna prueba concluyente de laboratorio que determine la existencia de un desequilibrio químico en el cerebro, como causa de los llamados Trastornos Mentales".

Nota Importante: 
No deje sus medicamentos de súbito, es muy perjudicial hacerlo, deberá seguir instrucciones de su médico. Es muy peligroso desengancharse de repente. No soy médico, No puedo intervenir en tu tratamiento médico, ni tus medicamentos. Pero la forma más segura de lograr tener éxito y retomar tu vida de un régimen de drogas psicotrópicas es lograr por tu propia voluntad el desengancharte. La Oración es un gran recurso y nos ha dado muy buenos resultados. Este video es muy instructivo sobre la información disponible de los medicamentos psiquiátricos.
IMPORTANTE : Desengancharse de solo una droga, puede llevar meses, ver minuto 2:42:46 de este vídeo... 


Entonces; amigos Espíritas, estamos  olvidando que los supuestos "Trastornos Mentales", no lo son, sino que son "Obsesiones Espirituales" y el Espiritismo tiene la forma de tratar y Curar las Obsesiones. 

Cualquier Espírita que niegue las herramientas que ofrece el Espiritismo como lo son: La Moralización, la Educación Espírita tanto al Obsesor como al obsesado, el fortalecimiento de la Voluntad del Obsesado para decirle Basta ya al Espíritu Obsesor, sean lo que logran erradicar la Obsesión Espiritual. Todo esto unido al proceso de moralización y educación de los familiares o co-dependientes de los obsesados. 


Un RESUMEN sobre los recursos del Espiritismo para sanar las Obsesiones seria:
  • Moralización del Obsesado obteniendo su ascendencia Moral y luego al Obsesor moralizarlo.
  • Fortalecimiento de la "Voluntad" del Obsesado para que pueda Rechazar al Obsesor.
  • Oración Magnética Mental. (Grupales),
  • Magnetización del Obsesado, mediante Pases Magnéticos.
  • Educación Espirita.
A continuación una contribución de una publicación seria que esta circulando en las redes sociales sobre este tema:

EL NEGOCIO MÁS GRANDE ES HACERLE CREER A LAS PERSONAS QUE ESTÁN ENFERMAS !
LAS CASAS FARMACÉUTICAS CREAN LAS ENFERMEDADES PARA QUE TU COMPRES SUS FÁRMACOS QUE CREAN DEPENDENCIA.
La compra-venta de la enfermedad es una estrategia altamente exitosa que convierte las situaciones normales de la vida en condiciones de enfermedad psiquiátrica, haciendo que la gente de todos los estratos sociales se preocupe acerca de la "enfermedad mental" más reciente; y que soliciten una pastilla.
LA TEORÍA DEL "DESEQUILIBRIO QUÍMICO DEL CEREBRO" ES EL FRAUDE MÁS EXITOSO DE LA PSIQUIATRÍA.
Al paso de los años, la psiquiatría ha convencido a millones de personas que sus cambios emocionales, se deben a la deficiencia de serotonina y que solamente pueden ser aliviados tomando fármacos que trastornan la mente, como los antidepresivos.
Cuando se dio a conocer la teoría del desequilibrio químico cerebral, surgió una avalancha de críticas y cuestionamientos, tanto que, el Dr. Steven Sharfestein, entonces presidente de la Asociación Americana Psiquiátrica (APA) tuvo que retractarse públicamente diciendo que "no existe 'ninguna prueba contundente de laboratorio que determine la existencia de un desequilibrio químico en el cerebro".
El vocero de la APA, el Dr. Marc Graff, dijo que la teoría del desequilibrio químico del cerebro, ERA PROBABLEMENTE UNA AFIRMACIÓN PROVENIENTE DE LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA (No resulta para nada sorprendente si consideramos que sólo por la venta de antidepresivos se mueven más de 13 mil millones de dólares anuales).
Cuando se le preguntó al Dr. David Burns, ganador del premio A.E. Bennett de la Sociedad de Bioética de Psiquiatría, sobre el estatus de la teoría del desequilibrio químico de la serotonina, dijo: "pasé los primeros años de mi carrera, investigando tiempo completo el metabolismo de la serotonina, pero nunca encontré ninguna evidencia convincente de que cualquier trastorno psiquiátrico, incluyendo la depresión, fuera debido a una deficiencia de serotonina del cerebro, de hecho no hay forma de medir los niveles de serotonina en una persona viva, por lo que no hay forma de probar éstas teorías".
A pesar de estos hechos, se les ha prescrito psicofármacos a decenas de millones de personas en todo el mundo, Muchos de los consumidores creen, debido al bombardeo de publicidad, que están corrigiendo una condición física, CONDICIÓN QUE SIMPLEMENTE NO EXISTE.
Recién en el 2004, y después de las innumerables tragedias que se habían registrado, se alertó al público del riesgo que corren los niños y adolescentes al tomar antidepresivos. También los adultos corren los mismos riesgo (entre ellos el suicidio).
Los antidepresivos son peligrosos, causan entre otras cosas, ansiedad, agitación, ataques de pánico, insomnio, irritabilidad, hostilidad, impulsividad, acatisia (intranquilidad severa), hipomanía (excitación anormal, manía leve) y manía (psicosis caracterizada por sentimientos exagerados y alucinaciones).
Mientras que los psiquiatras insisten en que la enfermedad es una condición neurobiológica, y han gastado miles de millones de dólares sin haber conseguido evidenciar esta teoría, el psicólogo Bruce Levine, autor de "Common sense Rebellion" (La Rebelión del Sentido Común) está dentro de aquellos que han enderezado los conceptos diciendo: 
NO SE HAN ESTABLECIDO MARCADORES BIOQUÍMICOS O GENÉTICOS PARA EL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN, EL TRASTORNO OPOSICIONISTA DESAFIANTE, LA DEPRESIÓN, ESQUIZOFRENIA, ANSIEDAD, COMPULSIÓN POR EL ALCOHOL O EL ABUSO DE DROGAS, SOBREALIMENTARSE, APOSTAR, O NINGÚN OTRO DE LOS SUPUESTOS ENFERMEDADES, MALES O TRASTORNOS MENTALES.
Cordialmente 
CAMILO VILLAMARIN
EMPRESARIO EJECUTIVO
Cel : 313-663 65 37 315-227 58 66
Tel Oficina: (572) 373 9781
E-MAIL :
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Veamos que dijeron los Espíritus a Allan Kardec:

Pregunta de Allan Kardec al Espíritu:

468. Los Espíritus cuya influencia rechazamos por medio de la voluntad ¿renuncian a sus tentativas?
• « ¿Qué quieres que hagan? Cuando nada pueden hacer, ceden su puesto. Pero atisban, sin embargo, el momento favorable como el gato atisba al ratón». 
Pregunta de Allan Kardec al Espíritu:
469. ¿Por qué medio puede neutralizarse la influencia de los Espíritus malos?

«Haciendo bien y poniendo toda vuestra confianza en Dios, rechazáis la influencia de los Espíritus inferiores y destruis el imperio que quieren tomar sobre vosotros. Guardaos de escuchar las sugerencias de los Espíritus que os suscitan malos pensamientos, que promueven discordias entre vosotros y que os excitan a todas las malas pasiones. Desconfiad sobre todo de los que exaltan vuestro orgullo; porque os atacan por el lado débil. He aquí por qué os hace decir Jesús en la oración dominical: ¡Señor! no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal».  
470. Los Espíritus que tratan de inducirnos al mal y que de este modo ponen a prueba nuestra firmeza en el bien, ¿han recibido la misión de hacerlo? Y si es una misión la que están cumpliendo ¿les cabe la responsabilidad de ella?
- Ningún Espíritu recibe la misión de hacer el mal. Cuando lo acomete, es por su propia voluntad y, por tanto, sufre sus consecuencias. Dios puede permitirle que lo haga para probaros, pero no se lo ordena, y a vosotros toca rechazarlo. 
471. Cuando experimentamos un sentimiento de angustia, de ansiedad indefinible, o de satisfacción interior sin causa conocida, ¿se debe esto únicamente a una disposición física? 
- Casi siempre se trata de un efecto de comunicaciones que, sin saberlo, tenéis con los Espíritus, o que habéis mantenido con ellos durante el sueño. 
472. Los Espíritus que quieren incitarnos al mal ¿lo hacen aprovechando las circunstancias en que nos hallamos, o a éstas pueden producirlas?
- Aprovechan las circunstancias existentes, pero a menudo también las provocan, empujándoos sin que lo sepáis hacia el objeto de vuestra codicia. Así por ejemplo, un hombre encuentra en su camino una suma de dinero. No creo que sean los Espíritus los que la han dejado en tal lugar, pero sí pueden inspirar al hombre la idea de ir hacia ese lado, y entonces ellos le sugieren que se apropie el dinero, en tanto otros Espíritus le están sugiriendo que lo devuelva a su legítimo dueño. Lo propio ocurre con todas las demás tentaciones. 
473. ¿Puede un Espíritu revestir momentáneamente la envoltura corporal de una persona viva, es decir, introducirse en un cuerpo animado y obrar en lugar del que está encarnado?
• «El Espíritu no penetra en un cuerpo como tú en una casa. Se identifica con un Espíritu encarnado que tiene los mismos defectos y las mismas cualidades para obrar de común acuerdo, pero siempre es el encarnado quien obra como quiere, sobre la materia de que está revestido. Un Espíritu no puede sustituir al que está encarnado; porque el Espíritu y el cuerpo están ligados hasta el tiempo señalado para el término de la existencia material». 
Con la VOLUNTAD...

475. ¿Puede uno por sí mismo alejar a los malos Espíritus y emanciparse de su dominación?

• «Teniendo la necesaria firmeza de voluntad, siempre es posible, quien quiera que sea, liberarse de un yugo».
Resumen: Entonces; una Obsesión puede ser curada: HACIENDO EL BIEN Y CON LA VOLUNTAD.

Cuando se trata de decirle a un espiritu que ya no te puede molestar y menos provocar pensamientos no deseados en la mente. Cuatro cosas importante a recordar. Veamos el Libro de los Mediums en el Ítem #249 que menciona estas 4 cosas importantes;

  1. Se le exige al Espiritu que no somos un Juguete de sus Prensiones.
  2. Gastar su paciencia
  3. Se le pide la ayuda al Espiritu protector
  4. Es menester tratarle con severidad,
Veamos en concreto esto que he mencionado como lo explica el Item #249 del Libro de Los Mediums:
249. Los medios de combatir la obsesión varían según el carácter que reviste. El peligro, realmente, no existe para todo médium que está bien convencido de que debe habérselas con un Espíritu mentiroso, como esto tiene lugar en la obsesión simplepara él no es más que una cosa desagradable. Pero por lo mismo que esto le es desagradable con tanta más razón el Espíritu se encarniza con él para vejarle. Dos cosas esenciales deben hacerse en este caso.
  • Primero, probar al Espíritu que uno no es su juguetey que le es imposible el engañarnos; 
  • segundo, gastar su pacienciamostrándose más paciente que él; si está bien convencido que pierde el tiempo, concluirá por retirarse, como lo hacen los importunos cuando no se les escucha. Pero no siempre basta esto, y el proceso puede ser largo porque los hay que son tenaces, y para ellos los meses y los años son poca cosa.
  • En tal caso el médium debe hacer una evocación ferviente a su buen ángel guardián, lo mismo que a los buenos Espíritus que le son simpáticos, y rogarles que le asistan. 
  • Con respecto al Espíritu obsesor, por malo que sea, es menester tratarle con severidad, pero con benevolencia, y vencerle con buenos procederes, rogando por él. 
  • Si realmente es perverso, se burlará al principio; pero moralizándole con perseverancia, finalizará por enmendarse: es la empresa de una conversión, tarea muy a menudo penosa, ingrata, aun repugnante, pero cuyo mérito está en la dificultad, y que si se cumple bien queda siempre la satisfacción de haber llenado un deber de caridad y muchas veces el haber conducido al buen camino a un alma perdida.
  • Conviene igualmente interrumpir toda comunicación escrita desde el momento que se reconoce que viene de un Espíritu malo que no quiere entender la razón, a fin de no darle el placer de ser escuchado. Aun en ciertos casos puede ser útil el dejar de escribir por algún tiempo; cada uno debe conducirse según las circunstancias. Pero si el médium escribiente puede evitar estas conversaciones, absteniéndose de escribir, no sucede lo mismo con el médium auditivo que el Espíritu obsesor persigue algunas veces a cada momento con sus palabras groseras u obscenas, y que ni siquiera tiene el recurso de taparse los oídos. Por lo demás es menester reconocer que ciertas personas se divierten con el lenguaje trivial de esta clase de Espíritus, que animan y provocan, riéndose de sus necesidades en lugar de imponerles silencio y moralizarles. Nuestros consejos no pueden aprovechar a los que quieren perderse.
De modo si alguien le dice que no se puede tratar con "Severidad a un Espiritu Obsesor", dígale en toda confianza que es eso lo que recomiendan los Espíritus a Allan Kardec en el ítem #249 del Libro de Los Mediums, esto es Espiritismo.



Las Obsesiones SI pueden sercerradicadas, sin necesidad de procedimientos de ritos religiosos.

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No existen las llamadas Enfermedades del Alma.

“S o y . E s p í r i t a” comenta: "No existen las llamadas Enfermedades del Alma. El Alma es inmortal e inmaterial, que nada la puede matar, y ninguna ENFERMEDAD puede contagiar o enfermar el Alma, por tanto no EXISTEN ENFERMEDADES DEL ALMA, pero sí existen las Obsesiones Subyugantes. La Obsesión no es una enfermedad del Alma,(1) de tipo patológica ni Orgánica.

    La Mediumnidad, tampoco es orgánica o Patológica, sólo consiste en una disposición orgánica de la que puede todo hombre estar dotado, como la de ver, oír y hablar. (…). La mediumnidad no implica necesariamente relaciones habituales con los Espíritus superiores, sino que es sencillamente una "aptitud" para servir de instrumento más o menos flexible a los Espíritus en general. (…). El Evangelio Según el Espiritismo Cap. XXIV, Ítem 12, así lo especifica. El Libro ¿Qué es el Espiritismo?, escrito por Allan Kardec, separa la Obsesión de la Mediumnidad. Escollos de los médiums: #76. 

    Un hecho importante a considerar es que la obsesión, sea cual fuere su naturaleza, es independiente de la mediumnidad, y que se la encuentra en todos los grados, principalmente en el último, en una gran cantidad de individuos que nunca han escuchado hablar de espiritismo. En efecto, dado que los Espíritus han existido siempre, en todas las épocas han ejercido la misma influencia. La mediumnidad no es una causa, sino un modo de manifestación de la obsesión. de ahí que podamos decir con certeza que todo médium obseso ha sufrido de alguna manera, y a menudo en los actos más comunes de la vida, los efectos de esa influencia. y si no existiera la mediumnidad, se manifestaría por otros efectos, a menudo atribuidos a esas enfermedades misteriosas que escapan a todas las investigaciones de la medicina. A través de la mediumnidad, el ser maligno delata su presencia; sin ella, es un enemigo oculto del que no se sospecha."

Escollos de los médiums


70. Uno de los mayores escollos de la Mediúmnidad es la obsesión, es decir, el dominio que pueden ejercer ciertos espíritus sobre los médiums, imponiéndoseles con nombres apócrifos e impidiéndoles comunicar con otros espíritus. Es al mismo tiempo un escollo para el observador novicio e inexperto que, no conociendo los caracteres de este fenómeno, puede ser engañado por las apariencias, como el que, no sabiendo medicina, puede hacerse ilusiones sobre la causa y la naturaleza del mal. Si en este caso es inútil el estudio anticipado al observador, al médium le es indispensable, porque le proporciona medios de prevenir un inconveniente que podría tener para él consecuencias desagradables. Por esta razón no recomendaremos nunca bastante el estudio, antes de entregarse a la práctica. (El Libro de los Médiums, cap. XXIII.)

71. La obsesión presenta tres grados bien caracterizados: la obsesión simple, la fascinación y la subyugación. En la primera, el médium tiene conciencia perfecta de que no obtiene nada bueno; no se hace ilusión alguna sobre la naturaleza del Espíritu que se obstina en manifestársele y de quién desea deshacerse. Este caso no ofrece ninguna gravedad: es un sencillo contratiempo y el médium queda libre cesando de escribir momentáneamente. El Espíritu, cansado de que no se le oiga, acaba por retirarse. La fascinación obsesional es mucho más grave, porque el médium está completamente fascinado. El Espíritu que le domina se apodera de su confianza hasta paralizar su propio juicio respecto de las comunicaciones, y hasta hacerle encontrar sublime lo más absurdo. El carácter distintivo de este género de obsesión es el de provocar en el médium una excesiva susceptibilidad, haciéndole que no encuentre bueno, justo y verdadero, más que lo que él escribe, y rechazar, hasta tomar con desagrado, todo consejo u observación crítica. Le induce también a malquistarse con sus amigos antes de convenir en que es engañado, a concebir celos de los otros médiums, cuyas comunicaciones son juzgadas mejores que las suyas, a querer imponerse en las reuniones espiritistas, de las que se aleja cuando no puede dominar. Llega en fin a sufrir una dominación tal, que el Espíritu puede arrastrarle a las más ridículas y comprometedoras determinaciones.

72. Uno de los caracteres distintivos de los malos espíritus es el de imponerse; dan órdenes y quieren ser obedecidos. Los buenos no se imponen nunca: dan consejos, y si no se les escucha, se retiran. De esto resulta que la impresión de los malos espíritus es casi siempre penosa, fatiga y produce una especie de malestar; a menudo provoca una agitación febril, movimientos bruscos y desenfrenados; la de los buenos espíritus es, por el contrario, apacible, suave y produce un verdadero bienestar.

73. La subyugación obsesional, designada en otro tiempo con el nombre de posesión, es una coacción física producida siempre por espíritus de la peor especie y que puede hasta neutralizar el libre albedrío. Se limita, a menudo, a simples impresiones desagradables; pero provoca a veces movimientos desordenados; actos de insensatez, gritos y palabras incoherentes o injuriosas cuya ridiculez conoce de vez en cuando, aunque sin poder evitarlas, aquel que es víctima de semejante situación. Este estado difiere esencialmente de la locura patológica, con la cual se la confunde sin motivo, porque no presentan ninguna lesión orgánica, y siendo diferente la causa, los medios curativos deben ser otros. Aplicando gárgolas y tratamientos corporales, se logra hacer a menudo una verdadera locura de lo que era una causa moral.

74. En la locura propiamente dicha la causa del mal es interior. Es preciso, pues, procurar restablecer el organismo a su estado normal; en la subyugación la causa del mal es exterior, y es preciso librar al enfermo de un enemigo invisible, oponiéndole no remedios, sino una fuerza moral superior a la suya. La experiencia prueba que en semejante caso los exorcismos no han producido nunca ningún resultado satisfactorio, y que más bien han agravado que mejorado la situación. Indicando la verdadera causa del mal, sólo el Espiritismo puede dar los medios para combatirlos. Es preciso, en cierto modo, educar moralmente al espíritu obsesor, y por consejos sabiamente dirigidos se logra hacerle mejor y renunciar voluntariamente a atormentar al enfermo, quedando así libre el paciente. (El Libro de los Médiums, núm. 279.)

279. El ascendiente sobre los Espíritus inferiores sólo se ejerce a través de la superioridad moral. Los Espíritus perversos reconocen la autoridad de los hombres de bien. En cambio, contra quien sólo les opone la energía de la voluntad, que es una especie de fuerza bruta, los Espíritus perversos luchan y suelen ser los más fuertes. En cierta ocasión, alguien trataba de dominar a un Espíritu rebelde mediante la exclusiva acción de su voluntad, y recibió la siguiente respuesta: Déjame en paz con esos aires de fanfarrón, pues no vales más que yo. ¿Qué se diría de un ladrón que predicase moral a otro ladrón? Algunos se asombran de que el nombre de Dios, invocado contra los Espíritus malos, por lo general no produzca ningún efecto.

San Luis explicó la causa de ese hecho en la respuesta siguiente:
“El nombre de Dios sólo ejerce influencia sobre los Espíritus imperfectos cuando aquel que lo pronuncia puede valerse de ese nombre con autoridad, en función de las virtudes que posee. Cuando lo pronuncia alguien que no tiene ninguna superioridad moral, es una palabra como cualquier otra. Lo mismo sucede con las cosas sagradas, con las que se trata de dominar a esos Espíritus. El arma más poderosa se vuelve inofensiva en manos inexpertas o incapaces de manejarla.”

75. Ordinariamente la subyugación obsesional es individual; pero cuando una muchedumbre de malos espíritus se cierne sobre una población, puede tener un carácter epidémico. Un fenómeno de esta naturaleza tuvo lugar en tiempo de Cristo. Sólo una poderosa superioridad moral podía abatir aquellos seres malhechores, designados entonces con el nombre de demonios, y devolver la calma a sus víctimas. (1)
1. Una epidemia semejante se cebó durante muchos años en un lugar de la Alta Saboya.
76. Un hecho importante, que debemos considerar, es que la obsesión es independiente de la Mediúmnidad, y que se la encuentra en todos los grados, principalmente en el último, en una multitud de individuos que nunca han oído hablar de Espiritismo. En efecto, habiendo existido en todo tiempo los espíritus, han debido ejercer en todo tiempo la misma influencia. La Mediúmnidad no es una causa, sino una manera de manifestarse aquélla, por lo cual puede decirse con certeza, que todo el médium obsesado ha debido sufrir de algún modo, y a menudo en los actos más vulgares de la vida, los resultados de esta influencia, y que sin la Mediúmnidad se traduciría por otros efectos atribuidos a menudo a esas enfermedades misteriosas, que resisten a todas las investigaciones de la medicina. Por la Mediúmnidad el Espíritu malhechor descubre su presencia; sin la Mediúmnidad es un enemigo oculto del que no se sospecha.

77. Los que no admiten nada fuera de la materia no pueden admitir causas ocultas; pero cuando la ciencia haya salido de la vía materialista, reconocerá en la acción del mundo invisible que nos rodea y en medio del cual vivimos, una potencia que reacciona tanto sobre las cosas físicas como sobre las morales. Este será un nuevo sendero abierto al progreso y la clave de una multitud de fenómenos mal comprendidos.

78. Como la obsesión no puede ser nunca producto de un buen Espíritu, es punto esencial el de saber conocer la naturaleza de los que se presentan. El médium no instruido puede ser engañado por las apariencias, mientras que el que está prevenido espía las señales menos sospechosas, y el Espíritu concluye por alejarse cuando ve que nada consigue. El conocimiento anticipado de los medios de distinguir los buenos de los malos espíritus es, pues, indispensable al médium que no quiere exponerse a ser cogido en el lazo. No lo es menos para el simple observador, que puede por este medio apreciar el valor de lo que ve u oye. (El Libro de los Médiums, cap. XXIV.)


Cualidades de los médiums. 
Nociones elementales de espiritismo


79. La facultad mediúmnica depende del organismo. Es independiente de las cualidades morales del médium, y se la encuentra desarrollada tanto en los más indignos como en los más dignos. No sucede lo mismo con la preferencia que los Espíritus buenos conceden al médium.

80. Los Espíritus buenos se comunican con mayor o menor buena voluntad a través de tal o cual médium, según la simpatía que este les inspire. Lo que constituye la cualidad de un médium no es la facilidad con la cual obtiene comunicaciones, sino su aptitud para recibir solamente las buenas y para no ser juguete de Espíritus livianos y embusteros.

Cualidades de los médiums. 
Nociones elementales de espiritismo

79. La facultad mediúmnica depende del organismo. Es independiente de las cualidades morales del médium, y se la encuentra desarrollada tanto en los más indignos como en los más dignos. No sucede lo mismo con la preferencia que los Espíritus buenos conceden al médium.

80. Los Espíritus buenos se comunican con mayor o menor buena voluntad a través de tal o cual médium, según la simpatía que este les inspire. Lo que constituye la cualidad de un médium no es la facilidad con la cual obtiene comunicaciones, sino su aptitud para recibir solamente las buenas y para no ser juguete de Espíritus livianos y embusteros.

81. Los médiums que más dejan que desear desde el punto de vista moral reciben algunas veces muy buenas comunicaciones, que no pueden provenir más que de Espíritus buenos. Esto no debe ser motivo de asombro, pues a menudo sucede para bien del médium y con el fin de trasmitirle sabios consejos. Si este no los aprovecha, mayor será su culpa, porque de ese modo redacta su propia condena. Dios, cuya bondad es infinita, no puede negar asistencia a aquellos que más la necesitan. El virtuoso misionero que moraliza a los criminales hace lo mismo que los Espíritus buenos con los médiums imperfectos.
Por otra parte, los Espíritus buenos, al querer impartir una enseñanza útil a todos, se sirven del instrumento que tienen a su alcance, pero lo dejan tan pronto como encuentran otro que les es más afín y que aprovecha sus lecciones. cuando los Espíritus buenos se retiran, queda entonces el campo libre para los inferiores, a quienes poco les importan las cualidades morales, 
que los fastidian de ahí resulta que los médiums moralmente imperfectos y que no procuran enmendarse, tarde o temprano son víctimas de los Espíritus Malos, que muchas veces los conducen a la ruina y a las mayores desgracias incluso en la vida terrenal. En cuanto a su facultad, tan hermosa que era, y que así debía conservarse, se pervierte debido a que los Espíritus buenos los abandonaron, y acaba por desaparecer.

82. Los médiums más meritorios no están libres de las mistificaciones de los Espíritus embusteros. En primer lugar, porque no existe una persona suficientemente perfecta que no tenga algún lado débil por el cual brinde acceso a los Espíritus malos. En segundo, porque los Espíritus buenos permiten eso, algunas veces, a fin de que ejercitemos nuestra razón, aprendamos a distinguir la verdad del error y no nos confiemos, para no aceptar nada ciegamente y sin control. No obstante, el engaño nunca procede de un Espíritu bueno, y todo nombre respetable con el que se firme un error, es necesariamente apócrifo.
Esas mistificaciones además pueden ser una prueba para la paciencia y la perseverancia del espírita, sea médium o no. El quese desanimara por algunas decepciones demostraría a los Espíritus buenos que no pueden contar con él.

83. no es asombroso ver Espíritus malos que obsesionan a personas meritorias, pues también vemos en la Tierra sujetos malvados que se ensañan con hombres de bien.
Es digno de notar que, después de la publicación de El libro de los médiums, la cantidad de médiums obsesos disminuyó mucho, porque al estar prevenidos se mantienen vigilantes y descubren las menores señales que pudieran denunciar la presencia de un Espíritus engañador. La mayoría de los que están obsesos no han hecho el estudio previo recomendado, o no aprovecharon los consejos que recibieron.

84. Lo que constituye al Médium propiamente dicho es la facultad. En ese aspecto puede estar más o menos formado, más o menos desarrollado. Lo que constituye al médium seguro, a aquel que puede realmente ser calificado de buen médium, es la aplicación de la facultad, la aptitud para servir de intérprete a los Espíritus buenos. Si se deja de lado la facultad, el poder del médium para atraer a los Espíritus buenos y rechazar a los malos está en razón de su superioridad moral; esa superioridad es proporcional a la suma de las cualidades que hacen al hombre de bien. Por ella se gana la simpatía de los buenos y ejerce ascendiente sobre los malos.

85. Por el mismo motivo, la suma de las imperfecciones morales del médium, al aproximarlo a la naturaleza de los Espíritus malos, le quita la influencia necesaria para apartarlos de sí. En vez de imponerse a ellos, ellos se imponen a él. Esto se aplica no sólo a los médiums, sino a todas las personas indistintamente, dado que no hay nadie que no esté sometido a la influencia de los Espíritus. (véanse los §§ 74 y 75.)

86. Para imponerse al médium, los Espíritus malos saben explotar hábilmente todos sus defectos morales. Se aprovechan preferentemente del orgullo, sentimiento que predomina en la mayoría de los médiums obsesos, y sobre todo en los fascinados. 
El orgullo los lleva a que se consideren infalibles y a rechazar las advertencias. Ese sentimiento es, lamentablemente, excitado por los elogios de que son objeto; basta que un médium presente una facultad un tanto trascendente para que las personas lo busquen y lo adulen. Entonces acaban por considerarse importantes y juzgarse indispensables, lo que constituye su perdición. 

87. Mientras que el médium imperfecto se enorgullece de los nombres ilustres -por lo general apócrifos- que ostentan las comunicaciones que recibe, y que lo llevan a que se considere un intérprete privilegiado de las potencias celestiales, el buen Médium nunca se cree suficientemente digno de semejante favor: tiene siempre una saludable desconfianza acerca de la calidad de lo que recibe, y no se fía de su propio juicio. como no es más que un instrumento pasivo, comprende que una buena comunicación no es fruto de su mérito personal, como tampoco es responsable si lo que recibe es malo, y que sería ridículo confiar en la identidad absoluta de los Espíritus que se manifiestan a través de él. deja que terceros desinteresados juzguen la cuestión, sin que su amor propio se ofenda por alguna opinión desfavorable, del mismo modo que un actor no sufre por la censura dirigida a la pieza que interpreta. El carácter distintivo del buen médium es la simplicidad y la modestia. Se considera feliz con la facultad que posee, no para envanecerse de ella, sino porque le ofrece un medio de ser útil, lo que hace de buen grado cuando se le da la ocasión; y nunca se molesta cuando no lo ubican en primera fila, como los médiums son intermediarios e intérpretes de los 
Espíritus, corresponde al evocador, e incluso al simple observador, apreciar el mérito del instrumento.

88. La facultad mediúmnica es un don de dios, como todas las otras facultades, que se puede emplear tanto para el bien como para el mal, y de la cual se puede abusar. Tiene por objeto ponernos en relación directa con las almas de los que han vivido, a fin de que recibamos sus enseñanzas y seamos iniciados en la vida futura. Así como la vista nos pone en relación con el mundo visible, la mediumnidad nos pone en relación con el mundo invisible. 
Aquel que se vale de ella con un fin útil, para su propio adelanto y el de sus semejantes, cumple una verdadera misión, por la que será recompensado. El que abusa de esa facultad y la emplea en cosas 
fútiles o para satisfacer intereses materiales, la desvía de su fin providencial, y tarde o temprano sufrirá su castigo, como todo aquel que hace mal uso de cualquier otra facultad.

81. Los médiums que más dejan que desear desde el punto de vista moral reciben algunas veces muy buenas comunicaciones, que no pueden provenir más que de Espíritus buenos. Esto no debe ser motivo de asombro, pues a menudo sucede para bien del médium y con el fin de trasmitirle sabios consejos. Si este no los aprovecha, mayor será su culpa, porque de ese modo redacta su propia condena. Dios, cuya bondad es infinita, no puede negar asistencia a aquellos que más la necesitan. El virtuoso misionero que moraliza a los criminales hace lo mismo que los Espíritus buenos con los médiums imperfectos.
Por otra parte, los Espíritus buenos, al querer impartir una enseñanza útil a todos, se sirven del instrumento que tienen a su alcance, pero lo dejan tan pronto como encuentran otro que les es más afín y que aprovecha sus lecciones. cuando los Espíritus buenos se retiran, queda entonces el campo libre para los inferiores, a quienes poco les importan las cualidades morales,
que los fastidian de ahí resulta que los médiums moralmente imperfectos y que no procuran enmendarse, tarde o temprano son víctimas de los Espíritus Malos, que muchas veces los conducen a la ruina y a las mayores desgracias incluso en la vida terrenal. En cuanto a su facultad, tan hermosa que era, y que así debía conservarse, se pervierte debido a que los Espíritus buenos los abandonaron, y acaba por desaparecer.

82. Los médiums más meritorios no están libres de las mistificaciones de los Espíritus embusteros. En primer lugar, porque no existe una persona suficientemente perfecta que no tenga algún lado débil por el cual brinde acceso a los Espíritus malos. En segundo, porque los Espíritus buenos permiten eso, algunas veces, a fin de que ejercitemos nuestra razón, aprendamos a distinguir la verdad del error y no nos confiemos, para no aceptar nada ciegamente y sin control. No obstante, el engaño nunca procede de un Espíritu bueno, y todo nombre respetable con el que se firme un error, es necesariamente apócrifo.
Esas mistificaciones además pueden ser una prueba para la paciencia y la perseverancia del espírita, sea médium o no. El que se desanimara por algunas decepciones demostraría a los Espíritus buenos que no pueden contar con él.

83. no es asombroso ver Espíritus malos que obsesionan a personas meritorias, pues también vemos en la Tierra sujetos malvados que se ensañan con hombres de bien.
Es digno de notar que, después de la publicación de El libro de los médiums, la cantidad de médiums obsesos disminuyó mucho, porque al estar prevenidos se mantienen vigilantes y descubren las menores señales que pudieran denunciar la presencia de un Espíritus engañador. La mayoría de los que están obsesos no han hecho el estudio previo recomendado, o no aprovecharon los consejos que recibieron.

84. Lo que constituye al Médium propiamente dicho es la facultad. En ese aspecto puede estar más o menos formado, más o menos desarrollado. Lo que constituye al médium seguro, a aquel
que puede realmente ser calificado de buen médium, es la aplicación de la facultad, la aptitud para servir de intérprete a los Espíritus buenos. Si se deja de lado la facultad, el poder del médium para atraer a los Espíritus buenos y rechazar a los malos está en razón de su superioridad moral; esa superioridad es proporcional a la suma de las cualidades que hacen al hombre de bien. Por ella se gana la simpatía de los buenos y ejerce ascendiente sobre los malos.

85. Por el mismo motivo, la suma de las imperfecciones morales del médium, al aproximarlo a la naturaleza de los Espíritus
malos, le quita la influencia necesaria para apartarlos de sí. En vez de imponerse a ellos, ellos se imponen a él. Esto se aplica no sólo a los médiums, sino a todas las personas indistintamente, dado que
no hay nadie que no esté sometido a la influencia de los Espíritus.
(véanse los §§ 74 y 75.)

86. Para imponerse al médium, los Espíritus malos saben explotar hábilmente todos sus defectos morales. Se aprovechan preferentemente del orgullo, sentimiento que predomina en la mayoría de los médiums obsesos, y sobre todo en los fascinados.
El orgullo los lleva a que se consideren infalibles y a rechazar las advertencias. Ese sentimiento es, lamentablemente, excitado por los elogios de que son objeto; basta que un médium presente una facultad un tanto trascendente para que las personas lo busquen y lo adulen. Entonces acaban por considerarse importantes y juzgarse indispensables, lo que constituye su perdición.



87. Mientras que el médium imperfecto se enorgullece de los nombres ilustres -por lo general apócrifos- que ostentan las comunicaciones que recibe, y que lo llevan a que se considere un intérprete privilegiado de las potencias celestiales, el buen Médium nunca se cree suficientemente digno de semejante favor: tiene siempre una saludable desconfianza acerca de la calidad de lo que recibe, y no se fía de su propio juicio. como no es más que un instrumento pasivo, comprende que una buena comunicación no es fruto de su mérito personal, como tampoco es responsable si lo que recibe es malo, y que sería ridículo confiar en la identidad  absoluta de los Espíritus que se manifiestan a través de él. deja que terceros desinteresados juzguen la cuestión, sin que su amor propio se ofenda por alguna opinión desfavorable, del mismo modo que un actor no sufre por la censura dirigida a la pieza que interpreta. El carácter distintivo del buen médium es la simplicidad y la modestia. Se considera feliz con la facultad que posee, no para envanecerse de ella, sino porque le ofrece un medio de ser útil, lo que hace de buen grado cuando se le da la ocasión; y nunca se molesta cuando no lo ubican en primera fila, como los médiums son intermediarios e intérpretes de los
Espíritus, corresponde al evocador, e incluso al simple observador, apreciar el mérito del instrumento.

88. La facultad mediúmnica es un don de dios, como todas las otras facultades, que se puede emplear tanto para el bien como para el mal, y de la cual se puede abusar. Tiene por objeto ponernos en relación directa con las almas de los que han vivido, a fin de que recibamos sus enseñanzas y seamos iniciados en la vida futura. Así como la vista nos pone en relación con el mundo visible, la mediumnidad nos pone en relación con el mundo invisible.
Aquel que se vale de ella con un fin útil, para su propio adelanto y el de sus semejantes, cumple una verdadera misión, por la que será recompensado. El que abusa de esa facultad y la emplea en cosas fútiles o para satisfacer intereses materiales, la desvía de su fin providencial, y tarde o temprano sufrirá su castigo, como todo aquel que hace mal uso de cualquier otra facultad.
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RESUMEN: En la locura propiamente dicha la causa del mal es interior. Es preciso, pues, procurar restablecer el organismo a su estado normal; en la subyugación la causa del mal es exterior, y es preciso librar al enfermo de un enemigo invisible, oponiéndole no remedios, sino una fuerza moral superior a la suya.

Nota de Frank:
“El mejor antidepresivo es hacer ejercicio, así que levántese de su silla y haga ejercicio que ese es el mejor antidepresivo. No cuesta nada, es saludable y no tiene efectos secundarios. Nos han engañado toda la vida, Has malgastado tu dinero, y hoy estas peor tomando pastillas anti depresivos. Mira lo que dice una profesional de la Salud, Doctora que trabajó por 15 años con la industria farmacéutica, exponiendo el fraude. No seas más una víctima. Haz ejercicio y cúrate tu mismo.”

Aquí, ilustro un ejemplo de cómo una Casa Espirita tratan las Obsesiones Espirituales y pretenden curarlas. Este es un caso real:
• “El tratamiento del espíritu superior el doctor xxxxx me lo ha dado a través de esta espirita y es leerme todos los días el evangelio, escribir 10 veces todos los días el porque me merezco perdonarme y escuchar durante 5 minutos música relajante.”

Las personas con este procedimiento religioso NUNCA se Curan, en el vídeo adjunto tengo una llamada telefónica donde una chica de 21 años entraba en trance cada vez que el Espíritu Obsesor llegaba y la mantenía en trance por 4 hrs. Con una sola llamada telefónica o una sesión por teléfono, pudo esta chica desprenderse del espíritu Obsesor. Júzgalo tú mismo. Este es un caso real.

Cuando una persona que esta asediada por un Espiritu Obsesor y se comunicó conmigo de lo que estaba sufriendo, me encargué en decirle que la Obsesión se sale de la persona, solo con la Voluntad y haciendo el bien adquiriendo Méritos Morales y con exigirle con severidad, a ese Espiritu obsesor que tiene que dejar libre al obsesado. 


Entonces mi amiga obsesionada, le indicó al Médium de la misma Casa Espirita que indicó el tratamiento de desobsesión que había recomendado con que escribiera 10 oraciones que indicara de porque ella se merecía ser perdonada, se le indicó que El Libros de Los Médium indicaba que se debía tratar con severidad al Espiritu Obsesor: 

"No hagas eso porque el espiritu obsesor tiene otros espíritus le obsesionan y tratarlos con severidad los iba a enfurecer mas contra ella".
Al parecer estos mediums no educados en el Libro de Los Espíritus, nunca recomendó la moralización del obsesado y menos aun reconoció que con solo la "Voluntad" y tratando el Espiritu con firmeza y severidad, el El Espiritu Obsesor es desprendido de la obsesión.

Esto es el resultado de no leer el libro de Los Mediums de muchas casas Espiritas, que le ocasionan mucho daño a los obsesados por no saber lo que recomendaron los Espíritus a Allan Kardec y dejar de ponerlo en práctica.


No tengo ninguna intención de criticar, sino de educar con el ejemplo, pues no podemos dejar que estos comportamientos le ocasionen daño a personas que realmente necesitan ayuda espiritual, y pueden ser ayudadas si se siguen las instrucciones de acuerdo a los libros codificados.


Estos son Médiums que no están educados y le hacen un flaco servicio de ayuda a los que sufren obsesiones.

Este vídeo se ilustra que la Esquizofrenia es una Mediúmnidad en el que esta obsesado, y te doy una orientación de lo que es el Espiritismo.




HAGAMOS LA GUERRA A LA OBSESIÓN, ÚNETE A ESTA GUERRA CONTRA ESE FLAGELO DE LA HUMANIDAD, TODO EMPIEZA CON LA EDUCACIÓN ….


Las Obsesiones sí; tienen cura, sin necesidad de procedimientos alejados de ritos religiosos.

Aquí, ilustro un ejemplo de cómo algunas Casas Espiritas tratan las Obsesiones Espirituales y pretenden curarlas. Este es un caso real:

“El tratamiento del espíritu superior el doctor xxxxx me lo ha dado a través de esta espirita y es leerme todos los días el evangelio, escribir 10 veces todos los días el porque me merezco perdonarme y escuchar durante 5 minutos música relajante.”
Las personas con este procedimiento, luce como un rito religioso y NUNCA se Curan las obsesiones, porque no ha mediado el comportamiento Moral ni la Voluntad del obsesionado.

Amigo Espírita, deja de creer en las supersticiones para curar una Obsesión. Una 
OBSESIÓN se cura, tan pronto entiendes que es tu Voluntad lo que inicia este proceso. Tristemente acuden casos de Obsesión, donde en las Casas Espiritas, pretenden hacer desobsesiones, y ni tan siquiera han leído el Libro de Los Médiums y menos el Libro de Los Espíritus. 


Un Espírita no puede estar buscando los colores del Aura, ni dejarse influenciar que la obsesión es porque unos de los Chakras es atacado por un espíritu. Eso es Metafísica y Superstición. Y menos pensar que un buen espíritu esta en uno de los Chackas evitando que seas atacado. MENTIRA, los espíritus buenos y protectores no intervienen en tu libre albedrío cuando has permitido que un espíritu impuro ocasione una obsesión.

El Ítem #237 del Libro de Los Mediums, dice lo siguiente en la descripcion de una Obsesión:

CAPÍTULO XXIII
DE LA OBSESIÓN 
OBSESIÓN simple. – Fascinación. – Subyugación. –
Causas de la obsesión. – Medios de combatirla.
237. En el número de escollos que presenta la práctica del Espiritismo, es menester poner en primera línea la obsesión, es decir, el imperio que algunos Espíritus saben tomar sobre ciertas personas. Esta nunca tiene lugar sino por Espíritus inferiores que procuran dominar; los Espíritus buenos no hacen experimentar ninguna contrariedad; aconsejan, combaten las influencias de los malos, y si no se les escucha se retiran. Los malos, por el contrario, se unen a aquellos sobre los cuales pueden hacer presa; si llegan a tomar imperio sobre alguno, se identifican con su propio Espíritu y le conducen como a un verdadero niño. La obsesión presenta caracteres diversos que es muy necesario distinguir, y que resultan del grado de opresión y de la naturaleza de los efectos que produce. La palabra obsesión es de algún modo un término genérico por el cual se designa esta especie de fenómeno cuyas principales variedades son: la obsesión simple, la fascinación y la subyugación.”

 Decide inmediatamente a ser mejor hoy que ayer,

RECHAZA CON SEVERIDAD CUALQUIER VOZ EN TU MENTE. pues eso lo recomienda el Ítem #249 del Libro de Los Mediums.

Es tiempo de dejar atrás la religiosidad de centros Espiritas que no leen el Libro de Los Médiums y solo se limitan a decir que ellos son los que curan la Obsesión mediante sus espíritus mentores. ERROOOOOR, la desobsesión es atacada inmediatamente por tu



"V O L U N T A D”,

nada de chackras, nada de lectura de Auras, nada de un cuadro de espíritus que te atormentan, nada de eso.

Sé mejor hoy que ayer, acude a Dios para permiso para que seas inmediatamente asistido por buenos Espíritus que derramen de sus fluidos y estos fluidos te alivian en tu interior y te dan buenas insinuaciones, ocasionado que los malos espíritus empiecen a retirarse.

La OBSESIÓN es derrotada por tu comportamiento en Bien y tu Voluntad.

¡VERAS QUE SERÁS ALIVIADO INMEDIATAMENTE!


Empieza a leer el Libro de Los Espíritus, el Libro de Los Médiums y procura conocer tu Espíritu Protector lo antes posible.

Has sufrido porque te han enseñado mal, no se ha utilizado lo que el Espiritismo enseña, que es la lectura de los Libros Codificados. Tú decides que hacer.



¡ABRE LOS OJOS, LA OBSESIÓN SI TIENE CURA, SIN NECESIDAD DE RITOS ESPIRITAS QUE NADA TE AYUDAN!

Estoy muy apenado ver tanto sufrimiento entre los Espiritas que están Obsesionados.

Ítem 863 Libro de los Espíritus

863. Las costumbres sociales ¿no obligan muchas veces a un hombre a seguir un camino equivocado, y no está él sometido al contralor del qué dirán cuando escoge sus ocupaciones? Eso que llamamos respeto humano ¿no es un obstáculo para el ejercicio del libre albedrío?
- Los hombres crean las costumbres sociales, no Dios. Y si a ellas se someten es porque les conviene, lo cual constituye un acto más de su libre albedrío,
puesto que si lo desearan podrían liberarse de ellas. 
Entonces, ¿por qué se quejan? No deben acusar a las costumbres sociales, sino a su tonto amor propio, que les lleva a preferir morirse de inanición antes que apartarse de ellas. Nadie les toma en cuenta ese sacrificio que realizan en pro del qué dirán, en tanto que Dios sí les tomará en cuenta el sacrificio que hagan de su vanidad. Esto no significa que haya que desafiar sin necesidad al qué dirán, como hacen ciertas personas, que tienen más extravagancia que verdadera filosofía. Es tan desatinado dar motivo a que lo señalen a uno con el dedo o lo miren cual si se tratara de un ser exótico, como prudente descender por propia voluntad y sin murmurar cuando no puede uno mantenerse en lo alto de la escala.
·       Mi Comentario a la contestación de los Espíritus a esta pregunta de Kardec hace 162 años. ¿No sería un presagio de los Espíritus a lo que sucede hoy día a esta condición nerviosa psicosomática que afecta a muchos y preocupa a muchos más? ¿Podemos comprender cuán acertado es la descripción dada por los Espíritus a Kardec hace más de un siglo y medio? Es maravillosos saber que Dios que todo lo sabe, nos dejó plasmado esta condición social, mucho antes de que el mundo tuviera constancia de esto. Esto es una prueba contundente del mensaje de Dios a nuestras vidas. Como se describió con lujo de detalles este mal, precisamente causado por costumbres sociales y la descripción es tal que habla hasta de inanición. Me gustaría saber la opinión de los escépticos en prueba tan incuestionable de lo que Dios nos adelantó en conocimiento.


Porque no podemos hoy día aceptar que la solución y cura también nos la da Dios hoy para que podamos vencer este flagelo. Para nosotros los Espiritas es muy natural achacar estos comportamientos obsesivos a ser productos de espíritus inferiores, pero para los incrédulos, los religiosos, los científicos y los escépticos no pueden entender algo obvio y real.


Caminemos pues por la senda de la transformación Moral y veremos como este y otras enfermedades producidas por espíritus inferiores pueden ser derrotadas. No es hablar por hablar, es poder hablar con firmeza y convicción de que el mundo espiritual si existe y es real.


Las siguientes referencias a lo que todos conocemos hoy día como Anorexia Nerviosa, fueron enunciadas en la contestación a la pregunta #863 del  El Libro de Los Espíritus, escrito por Allan Kardec, hace más 157 años encontramos 
Claras alusiones a la Anorexia Nerviosa que conocemos hoy día:
· las costumbres sociales, 
· puesto que si lo desearan podrían liberarse de ellas,
· tonto amor propio,
· de inanición,
· su vanidad,
· lo señalen a uno con el dedo,
· cual si se tratara de un ser exótico,
· cuando no puede uno mantenerse en lo alto de la escala,
El Espíritu que contestó esta pregunta menciona “las costumbres sociales” o sea razones sociales que conducen a propiciar el ambiente apropiado para que la Anorexia Nerviosa se dé.  Muy importante este comentario y cito: puesto que si lo desearan podrían liberarse de ellas”. Ya se establece que si se desea, aquí el libre Albedrio juega un papel importante. Todos tenemos derecho a decidir, implica que ningún Espíritu Inferior puede imponer esta condición a menos que el obsesado se halla rendido a sus pretensiones y lo permita. 
Cataloga como “tonto amor propio” y es precisamente el detonador de esta condición, un tonto amor a si mismo que es lo que los espíritus inducen en la mente del obsesado para que inadvertidamente se rinda a la obsesión de "Subyugación" de "Subyugación". Pero ya el Espiritu dijo que era un tonto amor propio, ese pensamiento.
Tambien dijo el Espiritu, que les lleva a preferir morirse de inanición antes que apartarse de ellas. No hay alusión más contundente que este argumento, porque es exactamente como se llega a la crisis de esta enfermedad. No hay ninguna duda de el Espiritu se refería a esta enfermedad.
Su vanidad motiva a la persona a tomar la decisión de dejar de alimentarse apropiadamente hasta conducirla a un estado crítico. Pero, aquí se hace referencia a que Dios tomara en cuenta la raíz del problema que es la vanidad y no el resultado. Es aquí donde debemos pensar que la persona que se ha sometido a esta prueba antes de reencarnar, si la vence, logra derrotar la vanidad que solo se logra con la Transformación Moral del individuo. 
Esta otra cita, nos lleva a lo que todos le temen, me refiero al dedo acusador de otro que le indica que esta gordo y que luce mal, cuando en realidad el velo que le han tendido los espíritus inferiores es que se ve mal no por el sobrepeso, sino por la pérdida de peso. Como podemos entender esta ambivalencia, si no es pensando que esa mente obsesionada ha sido tomada por el espíritu obsesor confundiendo a la persona afectada haciéndola creer que cada kilo que pierda lograra que se vea bien.  Es como el que juega y juega compulsivamente a la lotería y justifica su acción a que tarde o temprano se va a pegar con el premio mayor del loto.

Finalmente termina con el dedo acusador que es lo que logra destruir la auto estima de los seres humanos como lo más dañino que existe. Veamos en detalle esta última parte y citamos:
  • “Esto no significa que haya que desafiar sin necesidad al qué dirán, como hacen ciertas personas, que tienen más extravagancia que verdadera filosofía. Es tan desatinado dar motivo a que lo señalen a uno con el dedo o lo miren cual si se tratara de un ser exótico, como prudente descender por propia voluntad y sin murmurar cuando no puede uno mantenerse en lo alto de la escala.
O sea todo lo que es esta contestación del Espíritu, lo único que faltó fue ponerle el nombre de Anorexia Nerviosa.
El reto es uno trascendental, y no es fácil, puesto que conlleva una coordinación de factores que comienzan con la educación. Como la Transformación Moral puede explicar esta obsesión es el mayor reto en que los espiritas nos vamos a enfrentar en los años venideros.  Si logramos divulgar un mensaje de Educación bien coordinado, podemos ser de gran esperanza a tantos que sufren de este flagelo social. 
Me gustaría mucho que esta información de esta reflexión, logre de algún modo motivar a que se vea nuestra filosofía con las contestaciones apropiadas a las preguntas de laAnorexia Nerviosa de este tiempo y a otras enfermedades del Alma que nos agobian.

Cuando termine de escribir este artículo, me fue revelado que era necesario en el futuro la construcción de Centros de Rehabilitación Espiritual para ayudar a las víctimas de este flagelo. Me fue indicado además, que filántropos se darían a la tarea de construir Centros de Tratamiento para estos fines. Mi única preocupación fue, que para eso se necesitaba buscar la forma de que fueran aprobados por los gobiernos que por cierto eran muy estrictos en cuanto a otorgar permisos para esto propósitos. Me fue revelado además, que no me preocupara, pues estos iban a ser dirigidos por personal acreditado y experimentado de nuestra Filosofía Espirita. 



Entonces, al buen entendedor, pocas palabras bastan...

Te invito a leer mi artículo sobre la Obsesión Espiritual.
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Veamos la Obsesión, según el Libro de Obras Póstumas,

7. De la Obsesión y de la Posesión

56. La obsesión es el dominio que los malos Espíritus ejercen sobre ciertas personas, con el fin de enseñorearse de ellas y someterlas a su voluntad por el placer que experimentan causando daño.
   Cuando un Espíritu bueno, o malo, quiere obrar sobre un individuo, lo
envuelve, digámoslo así, con su periespíritu cual si fuere una capa; entonces, penetrándose los dos fluidos, los dos pensamientos y las dos voluntades se confunden, y el Espíritu puede entonces servirse de ese cuerpo como del suyo propio, haciéndole obrar a su voluntad, hablando, escribiendo o dibujando: así son los médiums. Si el Espíritu es bueno, su acción es dulce, benéfica y no hace hacer sino cosas buenas; si es malo, las hace hacer malas.
   Si es perverso e inicuo, arrastra a la persona cual si la tuviera dentro de una red, paraliza hasta su voluntad, y aún su juicio, el cual apaga bajo su fluido como cuando se apaga el fuego con un baño de agua; le hace pensar, obrar por él; le obliga a cometer actos extravagantes a pesar suyo; en una palabra, le magnetiza, le produce la catalepsia moral, y entonces el individuo se convierte en ciego instrumente de sus gustos.
   Tal es la causa de la obsesión, de la fascinación y de la subyugación
vulgarmente llamada posesión.
   Es necesario observar que en este estado, el individuo tiene a menudo
conciencia de que lo que hace es ridículo, pero esta forzado a hacerlo como si un hombre más vigoroso que él, le hiciera mover contra su voluntad, sus brazos, sus piernas y su lengua.

57. Como en todo tiempo han existido Espíritus en todo tiempo han
representado el mismo papel, porque este papel está en la naturaleza; y la prueba es el gran número de personas obsesadas, o poseídas si se quiere, que había antes de tratarse de los Espíritus, o que hay en nuestros días entre quienes no han oído hablar nunca de Espiritismo ni de médiums. La acción de los Espíritus, buena o mala, es, pues, espontánea; la de los malos produce un sin número de
perturbaciones en la economía moral y aún en la física, porque ignorando la verdadera causa es atribuida a causas erróneas. Los malos Espíritus son enemigos invisibles, tanto más peligrosos, cuanto menos su acción se ha sospechado. Habiéndolos el Espiritismo descubierto, viene a revelar una nueva causa de ciertos males de la humanidad; conocida la causa, no se procurará combatir el mal por medios que ya se creen inútiles para lo sucesivo, y se buscarán otros más eficaces. ¿Qué es, pues, lo que ha hecho descubrir esta causa? La mediumnidad; por la mediumnidad es como esos enemigos ocultos han hecho traición a su presencia, ella ha sido para con ellos, lo que el microscopio para los infinitamente pequeños: ha revelado todo un mundo.
   El Espiritismo no ha traído los malos Espíritus; ha descorrido el velo que los cubría y ha dado los medios de paralizar su acción y, por consiguiente, los de alejarlos. No ha traído, pues, el mal, puesto que éste siempre ha existido; al contrario, ha traído el remedio al mal, al mostrar la causa. Una vez reconocida la acción del mundo invisible, se tendrá la clave de una infinidad de fenómenos incomprensibles; y la ciencia, enriquecida con esta nueva luz, verá abrirse delante de ella nuevos horizontes. ¿Cuándo llegará esto? Cuando no se profese más el
materialismo, pues el materialismo detiene su vuelo y le pone una barrera insuperable.

58. Habiendo malos Espíritus que obsesan y buenos que protegen, se
pregunta si los malos Espíritus son más poderosos que los buenos.
No es el buen Espíritu el que es más débil, es el médium que no es bastante fuerte para sacudir la capa que le ha sido echada encima, para desasirse de los brazos que le oprimen y entre los cuales, preciso es decirlo, algunas veces se halla complacido. En este caso, se comprender que el buen Espíritu no puede ocupar este lugar, puesto que se prefiere a otro. Admitamos ahora el deseo de desembarazarse de esa envoltura fluídica, de la cual esta penetrada la suya, como un vestido esta penetrado por la humedad; el deseo no bastaría. La voluntad no
siempre será suficiente.
   Se trata de luchar con un adversario; pues cuando dos hombres luchan cuerpo a cuerpo, el que tiene más fuerza muscular es el que da en tierra con el otro. Con un Espíritu es preciso luchar, no cuerpo a cuerpo, sino Espíritu a Espíritu, y en este caso también vence el más fuerte; aquí la fuerza está en la autoridad que se puede tomar sobre el Espíritu, y esta autoridad está subordinada a la superioridad moral. Esta superioridad es como el sol que disipa la niebla con el poder de sus rayos.
   Esforzarse en ser bueno, ser mejor, si se es ya bueno, purificarse de las imperfecciones, en una palabra, elevarse moralmente lo más posible: tal es el medio de adquirir el poder de mandar a los Espíritus inferiores para separarlos; de otro modo se ríen de vuestros mandatos. (El Libro de los Médiums, Nº 252 y 279).
   Ahora bien; se dirá, ¿por que los Espíritus protectores no les mandan retirarse? Sin duda pueden hacerlo y algunas veces lo verifican; pero permitiendo la lucha, dejan también el mérito de la Victoria; si permiten el desembarazarse de ellos a personas merecedoras, hasta cierto punto, de su apoyo, es para probar su perseverancia y hacerles adquirir más fuerza en el bien, que para ellas esto es una especie de gimnasia moral.
   Ciertas personas, sin duda, preferirían otra receta más fácil para arrojar los malos Espíritus, como por ejemplo, el decir ciertas palabras o hacer ciertos signos, lo cual sería más cómodo que corregirse de los defectos. Lo sentimos, pero no conocemos ningún procedimiento para vencer a un enemigo cuyo ser es más fuerte que él. Cuando se está enfermo, es menester resignarse a tomar una medicina, por amarga que sea; pero también cuando se ha tenido el valor de beberla, ¡qué bien se encuentra uno y que fuerte se es! Es necesario, pues, persuadirse de que no hay, para llegar a ese fin, ni palabras sacramentales, ni
formulas, ni talismanes, ni signo material alguno. Los malos Espíritus se ríen de ellos y se complacen a menudo en indicarlos, y tienen siempre cuidado de llamarlos infalibles para mejor captarse la confianza de aquellos de quienes pretenden abusar; porque entonces, estos, confiando en la virtud del proceder, se entregan a él sin temor. Antes de esperar dominar a los malos Espíritus, es menester dominarse a sí mismo. De todos los medios para adquirir fuerza para conseguirlo, el más eficaz es la voluntad secundada por la oración; la oración de corazón, se entiende, y no palabras en las cuales toma más parte la boca que el pensamiento. Es menester rogar a nuestro ángel guardián y a los buenos Espíritus que nos asistan en la lucha; pero no basta pedirles que aparten a los malos Espíritus, es necesario acordarse de esta máxima, ‘Ayúdate, y el cielo te ayudará’, y pedirles, sobre todo, la fuerza que nos falta para vencer nuestras malas inclinaciones, que son para nosotros peores que los malos Espíritus, pues estas inclinaciones son las que los atraen, como la corrupción atrae a las aves de rapiña.
   Rogar por el Espíritu Obsesor, es devolverle bien por mal, y esto es ya una superioridad. Con perseverancia se acaba, en las más de las veces, por guiarlo de nuevo a mejores sentimientos y se consigue hacer de un perseguidor un agradecido.
   En resumen, la oración ferviente y los esfuerzos serios para mejorarse, son los únicos medios de alejar los malos Espíritus, los cuales reconocen a sus maestros, en aquellos que practican el bien, mientras que las formulas les causan risa, la cólera y la impaciencia los excitan. Es menester cansarlos mostrándose más paciente que ellos.
   Pero algunas veces sucede que la subyugación aumenta hasta el punto de paralizar la voluntad del obsesado y no puede esperarse de su parte ningún concurso serio. Entonces es cuando es necesaria la intervención de un tercero, sea por la oración, sea por la acción magnética; pero la potencia de esta intervención depende también del ascendiente moral que los interventores pueden adquirir sobre los Espíritus, pues si no valen más que ellos, la acción es estéril. La acción magnética, en este caso, tiene por objeto impregnar en el fluido del obsesado otro mejor y arrojar el del mal Espíritu; cuando el magnetizador opera, debe tener el doble objeto de oponer una fuerza moral a otra moral y producir sobre el individuo, una especie de reacción química, y sirviéndonos de una comparación material, diremos, sacar un fluido. Con esto, no solamente opera un cambio saludable, sino también, da fuerza a los órganos debilitados por un largo, y a menudo riguroso, apoderamiento. Se comprende, por otra parte, que la potencia de la acción fluídica está en razón directa, no solamente de la energía de la voluntad, sino sobre todo de la calidad del fluido introducido, y después de lo que hemos dicho, esta cualidad depende de la instrucción y de las cualidades morales del magnetizador; de lo que se deduce que un magnetizador ordinario que obrara maquinalmente para magnetizar, pura y simplemente, produciría poco o ningún efecto: es absolutamente necesario un magnetizador espiritista, que obra con conocimiento, con la intención de producir, no el sonambulismo o una curación orgánica, sino los efectos que acabamos de describir. Por otra parte, es evidente que una acción magnética dirigida en este sentido, no puede ser sino muy útil, en el caso de obsesión ordinaria, porque entonces, si el magnetizador esta secundado por la voluntad del obsesado, el Espíritu es combatido por dos adversarios en vez de uno.
   Es preciso decir también que se achaca a Espíritus extraños malos hechos, de lo cuales son inocentes: ciertos estados de enfermedad y ciertas aberraciones que se atribuyen a una causa oculta, son algunas veces simplemente causa del Espíritu del individuo. Las contrariedades que más ordinariamente se han concentrado en sí mismo, los pesares amorosos, sobre todo, han hecho cometer muchos actos excéntricos que se haría mal, en darles el carácter de obsesiones.
   Muchas veces se es Obsesor de sí mismo. Añadiremos, en fin, que ciertas obsesiones tenaces, sobre todo en personas que las merecen, forman algunas veces parte de las pruebas a que están sometidas. "Y aun algunas veces sucede también que la obsesión, cuando es simple, es una tarea impuesta al obsesado, el cual debe trabajar para el mejoramiento del Obsesor, como un padre para el de un hijo vicioso". (Recomendamos de nuevo, para más detalles, El Libro de los
Médiums).
   La oración es generalmente un poderoso medio para ayudar a libertarse los obsesados; pero no es la oración de palabra, dicha con indiferencia y como una formula trivial, que puede ser eficaz en caso semejante: es necesario una fervorosa oración, que al mismo tiempo sea una especie de magnetización mental; por el pensamiento se puede dirigir sobre el paciente una corriente fluídica saludable, cuya potencia esta en razón de la intención. La oración no tiene, pues, solamente por efecto el invocar un socorro extraño, sino también el ejercer una acción fluídica.
   Lo que una persona no puede hacer sola, muchas personas unidas de intención en una oración colectiva y reiterada, lo pueden casi siempre, porque la potencia de acción aumenta con el número.

59. La ineficacia del exorcismo, en el caso de posesión, está probada por la experiencia, y está probado que la mayor parte de las veces en lugar de disminuir el mal, lo aumenta.
   La razón de esto es que la influencia esta enteramente en el ascendiente moral ejercido sobre los malos Espíritus y no en un acto exterior, cuya virtud consiste en palabras y signos. El exorcismo consiste en ceremonias y formulas de las cuales se ríen los malos Espíritus, mientras que ceden ante la superioridad moral que se les impone; ven que se les quiere dominar por medios impotentes, que se figuran intimarlo con un vano aparato, y por lo mismo se empeñan en hacerse mas fuertes, y así redoblan sus esfuerzos; son como el caballo asombradizo que arroja por el suelo al jinete inhábil y se rinde cuando encuentra uno firme y experto; aquí pues, el fuerte es el hombre de más puro corazón, porque a él, le oyen más los buenos Espíritus.

60. Lo que un buen Espíritu puede hacer sobre un individuo, muchos Espíritus pueden hacerlo simultáneamente sobre varios individuos y dar a la obsesión, un carácter epidémico. Una nube de Espíritus puede invadir una localidad y manifestarse en ella de diversos modos.
   En una epidemia de esta especie se encontraban en Judea en tiempo de Cristo; pues Cristo, por su inmensa superioridad moral, tenía sobre los demonios, o malos Espíritus, tal autoridad que le bastaba mandarles retirar para que lo hicieran, y no empleaba para esto ni signos ni formulas.

61. El Espiritismo está fundado en la observación de hechos, resultado de las relaciones entre el mundo visible y el invisible. Estos hechos, como están en la naturaleza, se han producido en todas las pocas; y donde sobre todo abundan, es en los libros sagrados de todas las religiones, porque han servido de base a la mayor parte de las creencias.
   Si la Biblia y los Evangelios ofrecen tantos pasajes obscuros, es por falta de comprensión, los cuales han sido interpretados en sentidos tan diferentes; el Espiritismo es la clave que debe facilitar su comprensión.
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Veamos la definición de la "Obsesión", según el Libro El Génesis espiritual:

44.—Es fenómeno muy frecuente en la mediumnidad, la aptitud de ciertos médiums para escribir en idiomas que les son desconocidos, y tratar sea de palabra o por escrito materias que están enteramente fuera del círculo de sus conocimientos. No es raro ver algunos que escriben de corrido sin saber escribir, otros que componen poesías sin haber sabido hacer un verso en toda su vida; y otros que dibujan, pintan, tallan y esculpen, componen música y tocan algún instrumento sin haber tenido nociones de dibujo, pintura, escultura ni música. Es muy frecuente que un médium escribiente reproduzca con una semejanza tal que puedan llegar a confundirse, el carácter de letra y la firma que era propia al Espíritu que por él se comunica, aunque no le hubiera jamás conocido.
   Estos fenómenos no son más maravillosos, que el ver escribir a un niño cuando se le guía la mano; por cuyo medio se le puede hacer ejecutar lo que se quiera, así como se puede hacer escribir a cualquiera en un idioma desconocido para él, haciéndole trazar letra por letra las palabras que se desea.
   Se comprende que puede suceder lo mismo en la mediumnidad,
si se atiende a la manera con que los Espíritus se comunican con los médiums, los cuales no son para ellos en realidad, más que instrumentos pasivos. Pero si el médium posee el mecanismo, si ha
vencido las dificultades prácticas, si las expresiones le son familiares, si en fin, hay en su cerebro elementos de lo que el Espíritu le quiere hacer ejecutar, se encuentra en el caso del hombre que sabe leer y escribir
corrientemente; el trabajo es más fácil y más rápido, el Espíritu no tiene que hacer otra cosa que transmitir el pensamiento, y su intérprete lo reproduce por los medios de que dispone.
   La aptitud de un médium para cosas que le son extrañas depende a veces de los conocimientos que ha poseído en otra existencia, y de los cuales su Espíritu conserva la intuición; Si ha sido poeta o músico, por
ejemplo, le será más fácil asimilarse el pensamiento musical y poético que se le quiere hacer reproducir.
   El idioma que ignora hoy, puede haberle sido familiar en otra existencia, y de ahí para él una aptitud mayor para escribir medianimicamente en este idioma. (1). 
(1) La aptitud de ciertas personas para aprender idiomas quepronto les son tan familiares, como si fuesen el suyo propio, no reconoce otra causa que un recuerdo intuitivo de lo que supieron en otra existencia. El ejemplo del poeta Mery referido en la Revue Spirite de Noviembre de 1864 es una prueba palmaria de esto. Es evidente que si Mery hubiese sido médium en su juventud, hubiera escrito en latín también como en francés, y se hubiera tenido por un prodigio.
45.—Los malos Espíritus pululan sobre la tierra a causa de la inferioridad moral de sus habitantes; su acción maléfica es causa en parte de las miserias a que la humanidad está sujeta. La obsesión que es uno de los efectos de esta acción, así como las enfermedades y tantas otras tribulaciones de la vida, deben considerarse como una prueba o una expiación, y aceptarse como tal.
   La obsesión, que es la acción persistente que un Espíritu malo ejerce sobre una persona; presenta caracteres muy diferentes, desde la simple influencia moral sin señales exteriores sensibles hasta la turbación
completa del organismo y de las facultades mentales.
   La obsesión oblitera todas las facultades medianímicas; en la mediumnidad auditiva y psicográfica se traduce por la obstinación de un Espíritu en manifestarse con exclusión de todos los demás.

46 —Del mismo modo que las enfermedades son el resultado de las imperfecciones físicas que hacen al cuerpo accesible a las influencias externas perniciosas, así la obsesión lo es de una imperfección moral que suministra asidero, por decirlo así, a un mal Espíritu. A una causa física se opone una fuerza física, y a una causa moral hay que oponerle una fuerza moral. Para preservarse de las enfermedades, se robustece o conforta el cuerpo; para preservarse de la obsesión hay que confortar y robustecer el alma, y de ahí para él obsesado la necesidad de trabajar en su mejoramiento; lo cual basta á menudo para desembarazarse del Espíritu Obsesor sin necesidad de intervención de personas extrañas. Esta intervención es precisa cuando la obsesión degenera en subyugación y posesión, porque en estos casos el paciente suele perder la voluntad y el libre albedrío.
   La obsesión suele ser efecto de la venganza de un Espirito, y la mayor parte de las veces tienen su origen en las relaciones que el paciente ha tenido con él en otra existencia.
   En los casos de obsesión grave, el paciente está como envuelto e impregnado por un fluido pernicioso que neutraliza la acción de los fluidos saludables y los repele, y es de este fluido de lo que hay que desembarazarle. Un fluido malo no puede ser expulsado por otro de la misma clase, y por una acción idéntica a la del médium curativo en los casos de enfermedad, hay que expeler el fluido malo con el auxilio de un fluido mejor.
   Esta acción casi mecánica no es siempre suficiente; es preciso también, y aún preferente influir sobre el ser inteligente, por quien tenga autoridad para hacerlo; esta autoridad sólo la da la superioridad moral, y cuanto mayor es esta superioridad, mayor es la autoridad y fuerza que puede desplegar sobre el Espíritu Obsesor.
   No es esto todo: para asegurar la emancipación del obsesado, conviene inducir al Espíritu perverso a renunciar a sus malos designios; conducirle al arrepentimiento y al deseo del bien por medio de hábiles exhortaciones y en evocaciones hechas ex profeso para procurar su educación moral, procurándose de este modo la doble satisfacción de libertar a un encarnado y de convertir al bien a un Espíritu imperfecto.
   La tarea es mucho más fácil cuando el obsesado, comprendiendo su situación, concurre con su voluntad y con la oración. No es así cuando el obsesado por un Espíritu falaz tiene en gran concepto las cualidades de
su dominador y se complace en los errores que este le sugiere; porque entonces en vez de secundar , rehúye o rechaza todo auxilio. Este es el caso de la fascinación, siempre mucho más rebelde que la subyugación
más violenta. (Libro de los Médiums, Cap. XXIII.).
   En todos los casos de obsesión, la oración es el más poderoso auxiliar para influir sobre el Espíritu Obsesor.

47—En la obsesión, el Espíritu obra exteriormente con auxilio del periespíritu que identifica con el del encarnado, el cual se encuentra de este modo enlazado o como cogido en una red, y precisado a obrar contra su voluntad.
   En la posesión, en vez de obrar exteriormente, el Espíritu libre se sustituye, por decirlo así, al Espíritu encarnado, se domicilia en su cuerpo sin que el de éste sea desalojado enteramente , puesto que esto sólo tiene lugar a la muerte del individuo. La posesión es siempre temporal e intermitente, porque un Espíritu desencarnado no puede ocupar definitivamente el lugar y puesto de un encarnado, por cuanto la unión molecular del periespíritu y del cuerpo no puede verificarse sino en el momento de la concepción. (Cap. XI,18.)

   El Espíritu, en posesión momentánea del cuerpo, se sirve de él como si fuera el suyo propio; habla por su boca, ve con sus ojos y se sirve de sus brazos , como pudiera hacerlo si viviera vida carnal. No sucede lo
que en la mediumnidad parlante en que el Espíritu encarnado transmite el pensamiento de un Espíritu libre; es este mismo el que habla y acciona; y si se le hubiera conocido en vida, se le reconocería por su lenguaje, por su voz, por sus actitudes y hasta por la expresión de su fisonomía.

48.—La obsesión es producida siempre por un Espíritu maligno; la posesión es a veces producida por un buen Espíritu que quiere hablar, y para hacer más impresión en sus oyentes, toma el cuerpo de un encarnado que éste le presta, como pudiera prestarse un vestido. Esto se verifica sin turbación ni malestar, y durante este tiempo el poseído se encuentra en libertad como en el estado de emancipación, y las más de las veces se queda al lado del posesor para escucharle.
   Cuando el Espíritu posesor es malo, las cosas no pasan de este modo, sino que se apodera del cuerpo del individuo si este no tiene la fuerza moral suficiente para resistirle. Lo hace por malignidad y encono
hacia éste, a quien atormenta y martiriza de mil maneras, hasta querer hacerle morir ya por la estrangulación, ya arrojándole al fuego ya contra otros sitios peligrosos. Sirviéndose de los miembros y de los órganos del desgraciado paciente, blasfema, injuria y maltrata a los que le rodean y se permite excentricidades y actos que tienen todos los caractéres de una locura furiosa.
   Los hechos de esta clase en diferentes grados de intensidad son muy numerosos, y muchos casos de locura no reconocen otra causa. A veces se complican con desórdenes patológicos que son consecutivos, y contra
los cuales son importantes los tratamientos médicos, mientras subsiste la causa. El Espiritismo, al dar a conocer este origen de una parte de las miserias humanas, indica el medio de remediarlas; el cual consiste en obrar contra el autor del mal, que siendo un ser inteligente, debe ser tratado por la inteligencia (1).

   La obsesión y la posesión son las más de las veces individuales, pero a veces son también epidémicas. Cuando una legión de Espíritus malos se deja caer sobre una población, ocurre lo que cuando es invadida
por un ejército de enemigos, y en este caso el número de los atacados puede ser considerable (2).
(1) Ejemplos de curación de obsesiones y posesiones. Revue Spirite.
Diciembre de 1863 Enero de 1864. Junio de 18j4.—Enero de
1865.—Junio de 18 S. Febrero de 1866. Junio de 1867.
(2) Una epidemia de este género es la que se ensaño hace algunos años en el pueblo de Morzine en Saboya, cuya historia completa puede verse en la Revue Spirite de Diciembre de 1862, Enero, Febrero, Abril y Mayo de 1863.


El deber de la MORALIZACIÓN
Libros de los Médiums

1. Médiums de efectos físicos
160. Los médiums de efectos físicos son más especialmente
aptos para producir fenómenos materiales, tales como losmovimientos de los cuerpos inertes, los ruidos, etc.. Se puedendividir en médiums facultativos y médiums involuntarios. (Véaseen la Segunda Parte, los capítulos II y IV).Los médiums facultativos son aquellos que tienen laconciencia de su poder y que producen los fenómenos espíritaspor un acto de su voluntad. Esta facultad, aunque es inherente a laespecie humana, como ya lo hemos dicho, está lejos de existir entodos en el mismo grado; pero si hay pocas personas en que esabsolutamente nula las que son aptas para producir los grandesefectos, tales como la suspensión de los cuerpos graves en elespacio, la traslación aérea y sobre todo las apariciones, son másraras aún. Los efectos más sencillos son los de la rotación de unobjeto, los golpes que da levantándose este objeto, o en su mismasustancia. Sin dar más importancia capital a estos fenómenos,aconsejamos que no se desprecien, pueden dar lugar aobservaciones interesantes y ayudar a la convicción. Pero es denotar que la facultad de producir efectos materiales existe raravez entre aquellos que tienen medios más perfectos decomunicación como la escritura o la palabra. Generalmente lafacultad disminuye en un sentido a medida que se desenvuelve enotro.
161. Los médiums involuntarios o naturales son aquellos
cuya influencia se ejerce sin saberlo ellos mismos. No tienen
ninguna conciencia de su poder, y muchas veces lo anómalo quepasa a su alrededor no les parece de ningún modo extraordinario;
esto forma parte de sí mismos, absolutamente como las personasque están dotadas de la doble vista y ellas mismas no lo saben.Estos sujetos son muy dignos de observación y deben recogerse yestudiarse los hechos de este género que vengan a nuestra noticia;éstos se manifiestan en cualquier edad y a menudo en niños muyjóvenes. (Véase el capítulo V, “Manifestaciones espontáneas”).
Esta facultad no es por sí misma el indicio de un estado patológico, porque no es incompatible con una salud perfecta. Si el que la posee sufre, es por razón de una causa extraña; así los medios terapéuticos son impotentes para hacerla cesar. Puede, en algunos casos, ser consecuencia de cierta debilidad orgánica, pero nunca es causa eficiente. No se podría, pues, razonablemente, concebir ninguna inquietud al punto de vista higiénico; no podrá tener ningún inconveniente, a no ser que si el sujeto que ha llegado a ser médium facultativo, abuse de la facultad, porque entonces habría en él emisión demasiado abundante de fluido vital, y a consecuencia debilidad de los órganos.
162. La razón se subleva a la idea de torturas morales y corporales, a las que la ciencia ha sometido algunas veces a seres débiles y delicados con el fin de asegurarse si por su parte había superchería; estos experimentos, hechos muchas veces con malevolencia, son siempre nocivos a las organizaciones sensitivas; de esto podrían resultar graves desórdenes en la salud; hacer tales pruebas es jugar con la vida. El observador de buena fe no tiene necesidad del empleo de estos medios; aquel que está familiarizado con esta especie de fenómenos sabe que pertenecen más bien al orden moral que al orden físico, y que en vano se buscaría la solución en nuestras ciencias exactas.
Por lo mismo que estos fenómenos corresponden al orden moral, se debe evitar con un cuidado no menos escrupuloso todo lo que pueda sobreexcitar la imaginación. Se saben los accidentes que puede ocasionar el miedo, y se sería menos imprudente si se conocía todos los casos de locura y de epilepsia que tienen son origen en los cuentos de hechiceros y brujerías. ¿Qué sería, pues,
si se persuadía que es el diablo? Los que difunden tales ideas no saben la responsabilidad que contraen: pueden matar. Pues el peligro no es sólo para el sujeto, es también para los que le rodean, que pueden asustarse pensando que su casa es una guarida de demonios.

Esta funesta creencia es la que ha causado tantos actos atroces en los tiempos de ignorancia. 

Con un poco más de discernimiento, sin embargo, se hubiera podido pensar que quemando el cuerpo poseído por el diablo, no se quemaba al diablo.
Puesto que querían deshacerse del diablo, a él era a quien se debía matar; la Doctrina Espírita ilustrándonos sobre la verdadera causa de estos fenómenos, les da el golpe de gracia.

Lejos, pues, de avivar este pensamiento, es un deber de moralidad y de
humanidad combatirle si existe.

Lo que es preciso hacer cuando una facultad semejante se desenvuelve espontáneamente en un individuo, es dejar al fenómeno seguir su curso natural: la Naturaleza es más prudente que los hombres; la Providencia, por otra parte, tiene sus miras, y el más pequeño puede ser instrumento de los más grandes designios.

Pero es menester convenir en que este fenómeno adquiere algunas veces proporciones fatigosas e importunas para todos; (1) pero he aquí en todos los casos lo que deberá hacerse.

En el cap. V., de las Manifestaciones físicas espontáneas hemos dado ya algunos consejos con este objeto, diciendo que es necesario procurar ponerse en relación con el Espíritu para saber de él lo que quiere. El siguiente medio está igualmente fundado sobre la observación.

Los seres invisibles que revelan su presencia por efectos sensibles son, generalmente, Espíritus de un orden inferior, y que se pueden dominar por el ascendiente moral; este ascendiente es el que es preciso tratar de adquirir.

(1) Uno de los hechos más extraordinarios de esta naturaleza, por la variedad y rareza de los fenómenos, es, sin contradicción, el que tuvo lugar en 1852, en el Palatinado (Baviera rhenana) en Bergzabern cerca de Wissemburgo. Es tanto más notable como que casi reunía en el mismo sujeto, todos los géneros de manifestaciones espontáneas; barahúnda hasta quebrantar la casa, trastorno de los muebles, objetos lanzados lejos por una mano invisible, visiones y apariciones, sonambulismo, éxtasis, catalepsia, atracción eléctrica, gritos y sonidos aéreos, instrumentos tocando sin contacto, comunicaciones inteligentes, etc., y no es de menos importancia, la prueba de estos hechos, durante cerca de dos años, por innumerables testigos oculares dignos de fe por su saber y su posición social. La relación auténtica de esto se publicó, en aquella época, en muchos diarios alemanes y notablemente en una obrita hoy día agotada y muy rara. Se encontrará la traducción completa de esta obrita en la Revista Espírita de 1858, con los comentarios y explicaciones necesarias. Según nuestro conocimiento es la sola publicación francesa que se ha hecho de dicha obrita. Además del interés admirable que se desprende de estos fenómenos, son eminentemente instructivos al punto de vista del estudio práctico del Espiritismo.

Para obtener este ascendiente es menester hacer pasar al sujeto del estado de médium natural al de médium facultativo. Entonces se produce un efecto análogo al que tiene lugar en el sonambulismo. Se sabe que el sonambulismo natural cesa generalmente cuando se reemplaza por el sonambulismo
magnético. No se detiene la facultad emancipadora del alma, se le da otro curso. Lo mismo es en cuanto a la facultad Mediúmnica. A este efecto, en lugar de poner trabas a los fenómenos, lo que no se consigue fácilmente, y siempre sin peligro, es preciso excitar al médium a producirlos por su voluntad, imponiéndose al Espíritu; por este medio llega a dominarle, y de un dominador algunas veces tiránico hace un ser subordinado y a menudo muy dócil.

Un hecho digno de observación y justificado por la experiencia es que en
semejante caso un niño tiene tanta y muchas veces más autoridad que un adulto; nueva prueba en apoyo de este punto capital de la doctrina, que el Espíritu solo es niño por el cuerpo y que tiene por sí mismo un desenvolvimiento necesariamente anterior a su encarnación actual, desenvolvimiento que puede darle ascendiente sobre Espíritus que le son inferiores.

La moralización del Espíritu por los consejos de una tercera persona influyente y experimentada, si el médium no está en estado de hacerlo, es a menudo un medio muy eficaz; más adelante volveremos a esto mismo.
163. A esta categoría de médiums parecen pertenecer las personas dotadas de una cierta dosis de electricidad natural, verdaderos torpedos humanos, produciendo por el simple contacto todos los efectos de atracción y de repulsión. Se haría mal, sin embargo, al considerarles como médiums, porque la verdadera Mediúmnidad supone la intervención directa de un Espíritus; pues, en el caso de que hablamos, experimentos concluyentes han probado que la electricidad es el único agente de estos fenómenos.
Esta rara facultad que casi podría llamarse una dolencia, puede algunas veces ligarse con la Mediúmnidad, como se puede ver en la historia del “Espíritu golpeador de Bergzabern”; pero frecuentemente es del todo independiente. Así como lo hemos dicho, la sola prueba de la intervención de los Espíritus, es el
carácter inteligente de las manifestaciones; cuantas veces no existe este carácter, se las puede atribuir con fundamento a una causa puramente física. La cuestión es el saber si las personas eléctricas tendrán una aptitud más grande para llegar a ser médiums de efectos físicos; nosotros los creemos, pero esto sería un resultado de experiencia.

254. Terminaremos este capítulo con las respuestas dadas
por los Espíritus a algunas preguntas, viniendo en apoyo de lo
que hemos dicho.

1. ¿Por qué ciertos médiums no pueden desembarazarse de los Espíritus malos que se unen a ellos, y cómo los Espíritus buenos que evocan no son bastante poderosos para alejar a los otros y comunicarse directamente? No es el poder el que falta al Espíritu bueno; muchas veces es el médium que no es bastante fuerte para secundarle; su naturaleza se presta mejor a ciertas relaciones; su fluido se identifica más bien con un Espíritu que con otro; esto es lo que da mucho imperio a los que quieren mortificar.

2. ¿Nos parece, sin embargo, que hay personas muy meritorias, de una moralidad irreprochable, y con todo se ven imposibilitadas de comunicarse con los Espíritus buenos? 
Esta es una prueba; ¿y quién os ha dicho que su corazón no esté manchado con un poco de mal, que el orgullo no domine un poco la apariencia de bondad? Estas pruebas, mostrando al obseso su debilidad, deben conducirle a la humildad. ¿Hay alguno sobre la Tierra que pueda llamarse perfecto? Habrá quien tenga todas las apariencias de la virtud, y aun puede tener muchos defectos ocultos, un antiguo germen de imperfección. Por ejemplo, vosotros decís de aquel que no hace mal y que es leal en sus relaciones sociales: es un hombre bueno y digno. ¿Pero sabéis vosotros si sus buenas cualidades están empañadas por el orgullo, si no hay en él un fondo de egoísmo, si es avaro, celoso, rencoroso, maldiciente y cien otras cosas que vosotros no apercibís, porque vuestras relaciones con él no os han puesto en este caso? El medio más poderoso para poder combatir la influencia de los Espíritus malos es el acercarse todo lo posible a la naturaleza de los buenos.

3. La obsesión que se opone a que un médium obtenga las comunicaciones que desea, ¿es siempre una señal de ser indigno por su parte? 
Yo no he dicho que esta fuese una señal de poca dignidad, sino que puede ponerse un obstáculo a ciertas comunicaciones; lo que debe procurar es quitar el obstáculo que está en él; sin esto, sus oraciones y sus súplicas nada hacen. No basta que un enfermo diga a su médico: Dadme la salud, yo quiero estar bueno; el médico no puede nada si el enfermo no hace lo que es necesario.

4. ¿La privación de comunicarse con ciertos Espíritus sería, acaso, una especie de castigo? 
En ciertos casos esto podría ser un verdadero castigo, así como la posibilidad de comunicarse con ellos es una recompensa que debéis esforzaros en merecer. (Véase “Pérdida y suspensión de la mediumnidad”, número 220).

5. ¿Pueden combatirse las influencias de los Espíritus malos,
moralizándoles? Sí, esto es lo que no se hace y es lo que no debe olvidarse de hacer, porque a menudo es una tarea que se os ha dado y que vosotros debéis cumplir caritativa y religiosamente. Por sabios
consejos puede excitarse al arrepentimiento y activar su
adelantamiento.  
— ¿Cómo puede un hombre, con relación a esto, tener una influencia que no tienen los mismos Espíritus? Los Espíritus perversos se aproximan más bien a los hombres que procuran atormentar, que a los Espíritus, de los que se alejan todo lo posible. En este contacto con los humanos, cuando encuentran quien los moraliza, en un principio no le escuchan, se ríen; después, si se les sabe conducir, concluyen por dejarse
conmover. Los Espíritus elevados no pueden hablarle sino en nombre
de Dios, y esto les asusta. El hombre no tiene, ciertamente, más
poder que los Espíritus superiores, pero su lenguaje se identifica
mejor con su naturaleza, y viendo el ascendiente que puede ejercer
en los Espíritus inferiores, comprende mejor la solidaridad que
existe entre el Cielo y la Tierra. Por lo demás, el ascendiente que el hombre puede ejercer sobre los Espíritus está en razón de su superioridad moral. No domina a los Espíritus superiores, ni aun a aquellos que, sin ser superiores, son buenos o benévolos, pero puede dominar a los Espíritus que le son inferiores en moralidad. (Véase número 279).

279. El ascendiente sólo se ejerce sobre los Espíritus inferiores por la superioridad moral. Los Espíritus perversos reconocen a los hombres de bien como sus señores; frente a frente de aquellos que no les oponen sino la energía de la voluntad, especie de fuerza brutal, luchan y a menudo son los más fuertes. Uno que quería de este modo dominar a un Espíritu rebelde, por su voluntad, el Espíritu le contestó: Déjame tranquilo con tu
aspecto de matamoros; tú, que no vales más que yo, ¿no se diría
que un ladrón moraliza a otro ladrón?

Nos asombramos de que el nombre de Dios que se invoca
contra ellos sea, a menudo, impotente; San Luis ha dado la razón
en la respuesta siguiente:

El nombre de Dios no tiene influencia sobre los Espíritus
imperfectos sino en la boca de aquel que puede servirse de él con autoridad por sus virtudes; en la boca del hombre que no tuviera sobre el Espíritu ninguna superioridad moral, es una palabra como otra cualquiera. Lo mismo sucede con las cosas santas que se les opone. El arma más terrible es inofensiva cuando está en manos inhábiles para poderse servir de ella o incapaces de llevarla.

6. ¿La subyugación corporal, llevada hasta cierto grado, podría tener por consecuencia la locura?
Sí, una especie de locura cuya causa no es conocida de la gente, pero que no tiene relación con la locura ordinaria. Entre los que se tienen por locos hay muchos que no son más que subyugados; les sería necesario un tratamiento moral, mientras que se les vuelve verdaderamente locos con los tratamientos
corporales. Cuando los médicos conozcan bien el Espiritismo, sabrán hacer esta distinción y curarán más enfermos que con los baños de chorro (221).

7. ¿Qué debemos pensar de aquellos que, viendo algún peligro en el Espiritismo, creen que el medio de evitarlos es prohibir las comunicaciones espiritistas?
Si pueden impedir a ciertas personas el comunicarse con los Espíritus, no pueden impedir las manifestaciones espontáneas, hechas a estas mismas personas, porque no pueden suprimir los Espíritus ni impedir su influencia oculta. Esto se parece a los niños que se tapan los ojos y creen que nadie les ve. Sería locura el querer suprimir una cosa que ofrece grandes ventajas, porque los imprudentes pueden abusar; el medio de evitar estos
inconvenientes, es al contrario, el hacer conocer el fondo de esta cosa.


Los postulados y la definición de la Filosofía Espirita antes expresada es nuestra razón de ser en esta red social. Por la naturaleza de este medio, muchas personas con diferentes corrientes de pensamiento y de diferente postura con relación al Espiritismo, pueden hacer comentarios a nuestras reflexiones. Esto nos llena de mucha satisfacción, porque ilustra claramente que el propósito de la existencia de esta página ha cometido su propósito al lograr cruzar barreras de idiomas y de pensamientos. Estamos muy claros en que nuestra filosofía es una de carácter Kardeciana y es la que promulga el deseo genuino de Dios en cuanto al comportamiento Moral de nuestra sociedad y de toda la raza humana, pero no tenemos ninguna conexión con otras corrientes de pensamiento sincretistas como lo son: Práctica de africanismo, indigenismos o ritualismos étnicos, Religiosos, folklóricos o sincréticos ni se hacen rezos, baños de plantas, consume de aguardiente o tabacos, inhalaciones toxicas, curaciones mágicas, maleficios o encantamientos y Santería.

Todos están bienvenidos a comentar nuestras reflexiones, pero en nada esto significa que patrocinemos estas corrientes diferentes de pensamientos.
Queremos ser un faro, donde aquellos que desean encontrar el puerto seguro, puedan libremente acercarse al dialogo y a la comprensión. Jesús nos enseño a no hacer acepción de persona alguna, somos llamados a la comprensión y a la tolerancia con todos aquellos que aunque tengan pensamientos diferentes, siguen siendo seres humanos en el proceso de encontrar el sendero de la verdad en su camino evolutivo.
REFERENCIAS PARA ESCRIBIR ESTA REFLEXIÓN
  • El Evangelio Según El Espiritismo, Allan Kardec
  • El Libro de Los Espíritus, Allan Kardec
  • Obras Póstumas, Allan Kardec
  • Génesis – Allan Kardec
  • El Cielo Y el Infierno – Allan Kardec
  • El Libro de Los Médiums – Allan Kardec


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INFAMIA denuncia de Henri Sause 1 dic 1884

Vídeos publicados sobre el tema:Falsificación de Génesis

Vídeos publicados sobre el tema:Falsificación de Génesis Espiritista, 5ta Edición, 2nda Revisión del Libro de Génesis Espiritista... https://youtu.be/LahxKBMvd84
Ésta es mí contestación oficial sobre la Carta de la Federación Espírita de Brasil FEB, que publiqué é el 6 de abril del 2018. Y consta en el  artículo que contiene el siguiente Video.

Contestación oficial de mi parte a la Federación Espírita de Brasil FEB



5ta Edición, 2nda Revisión del Libro de Génesis Espiritista... https://youtu.be/fQyH70ypda4


5ta Edición, 2nda Revisión del Libro de Génesis Espiritista... Versión de Carleen Bransteter https://youtu.be/9AABq-nWY-M, Carleen Branstetter, 👌okp21 verificado... (11/29/2021).





Carta de la Federacion Espirita de Brasil FEB del 29 de enero del 2018

Carta de la Federación Espirita de Brasil FEB, 29 de de enero del 2018.

Esta carta de la FEB expresa excusas, como justificación para no hacer nada por 134 años desde que Henri Sausse hizo la denuncia de la Infamia el 1 de diciembre de 1884, en el Periodico "Le Espiritisme".

Todas las excusas son sólo válidas para los que nunca tuvieron compromiso con el Espiritismo, y que creyeron que el Espiritualismo moderno suplantaría las enseñanzas del Espiritismo unido a las enseñanzas apócrifas de Jean Baptiste Roustaing. Pero el Espiritismo, que no es Espiritualismo, no se puede sostener en la mentira. Es por eso que esta defensa por la integridad de la filosofía es muy válida.


Hoy, la Federación Espirita de Brasil FEB, sólo tiene dos (2) opciones.

  • Opción #1 - Corregir las alteraciones a los libros codificados y restaurar la integridad doctrinaria del Espiritismo, en próximas ediciones de traducciones. 
  • Opción #2 - NO HACER NADA, que automáticamente se convierte en la primera y única Opción.
Par saber que va a pasar, se debe evaluar el espíritu o las intenciones, que al menos las tenemos por escrito.

Y es por eso importante evaluar el contenido de la Carta de la FEB del 29 de enero del 2018, a fin de determinar si esas son las intenciones. El hacer las correcciones correspondientes, y cumplir con traducciones correctas, implicaría que sí estaban falsificadas las traducciones realizadas en todos los idiomas, incluyendo el idioma portugués, desde hace 146 años. Esto es poco probable y si esta fuera la opción a seguir, deberíamos estar muy pendientes a que eso se logre. Digamos que quieren hacer creer que esa es la opción, pues es solo cuestión de esperar a que todo se olvide, como ocurrió en el pasado. Hoy la Federación Espirita de Brasil FEB, no ha demostrado ningún interés en preservar la integridad doctrinaria del espiritismo moralizador y consolador, porque el interés real es que el Espiritismo, siga siendo considerado una religión Espiritualista que este de acuerdo a los libros publicados de Chico Xavier y Divaldo Pereira Franco, que son considerados como base fundamental de sus creencias espiritualistas.


Las que nadie se las cree, ni ellos mismos, tergiversa la verdad, y lo peor para ellos los incriminan en esta maldad infame de falsificar el libro de Génesis publicado por Allan Kardec el día 6 de enero del 1868. 


Los cogimos con las manos en la masa.



Creen que ya no tendrán que preocuparse. Están lejos de la verdad. Es ahora que los tenemos con las manos en la masa. Quedarán en ridículo, y la credibilidad mundial los juzgará. No os daremos cuenta pronto que están derrumbado y sin un plan B, por haber sido, malos, mentirosos, hipócritas e Infames. Quedarán en el ridículo mundial. 
Carta de la FEB 1-5 en Portugués y en español


####### Traducción al Español #######
Pagina 1

LA GÉNESIS

MILAGROS Y LAS PREDICCIONES
SEGÚN EL ESPIRITISMO
EDICIÓN FINAL

El propósito de las preguntas formuladas últimamente acerca de lo que sería la edición definitiva de la Génesis, milagros y las predicciones según el Espiritismo, Federación Espírita de Allan Kardec Brasileña, a través de su Consejo de administración, llega oficialmente al movimiento espírita expresa su entendimiento nacional sobre el tema.

Como todos saben, la primera edición de la obra salió a la luz, en París, el 6 de enero en 1868, seguido ese mismo año, la publicación de las segunda y terceros ediciones, absolutamente idénticas, simplemente reimpresiones de la primera edición. La 4 ª edición, que contiene en la cubierta y la portada el año 1868, se publicó sólo en la primavera de 1869, ya desencarnado el codificador, aunque manteniendo las mismas características de las tres primeras ediciones, con el cual no distingue en cualquier momento.

La 5ª edición de la génesis, milagros y las predicciones según el Espiritismo, a diferencia de cuatro primeras ediciones, no contiene el año de su lanzamiento, ni en la portada o en la portada, por lo que hasta hace poco no era posible conocer con precisión la fecha publicada. Hoy en día y que el sitio electrónico de la Biblioteca Nacional de Francia, realizar un seguimiento de la fecha exacta de su fecha de lanzamiento: 23 de diciembre de 1872, en el revisado, corregido y ampliado.

Como es conocido por todos, la quinta edición francesa, o que ella siguió y que son idénticos en todos los puntos, es el que ha servido de espejo a las traducciones en las diversas lenguas nacionales de los países del mundo, por haber sido la última edición revisada. Si he usado los traductores febianos Portugués, incluyendo el Dr. Guillón Ribeiro, siendo pertinente tener en cuenta que la primera edición brasileña de la obra, publicados en los años 80 del siglo XIX y traducido por Joaquim Carlos Travassos, Fortúnio, basado en la edición revisada, corregida y ampliada.

No es nuevo en la controversia que el último libro de la codificación espírita habría sido "adulterado" .

Después de la muerte de Allan Kardec, visto que suprime, modifica o agrega palabras, frases y párrafos completos que, en opinión de algunos, no fueron escritos por el autor y que tu desde 1884, 

1 


http://soyespirita.blogspot.com/2018/03/carta-de-la-federacion-espirita-de.html

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¿Cómo reconocer un “Espiritista Verdadero”, en el Espiritismo?

¿Cómo reconocer un “Espiritista Verdadero”, en el Espiritismo? 
Un Espiritista Verdadero es aquel que según el Libro de Obras Póstumas, de Allan Kardec lo describe así:

Breve Contestación a los Detractores del Espiritismo

“Solo reconoce por adeptos suyos a los que practican su enseñanza, es decir, a los que trabajan en su propio mejoramiento moral, esforzándose en vencer sus malas inclinaciones, en ser menos egoístas y orgullosos, más afables, más humildes, pacientes, benévolos, caritativos para con el prójimo y moderados en todas las cosa, pues este es el signo característico del espiritista verdadero…”

Un Espiritista Verdadero, no es el que cobra menos dinero. Esos son “Charlatanes”, infiltrados en el Espiritismo. Los “Charlatanes”, son los que cobran dinero en el Espiritismo.


Evaluar a un Espiritista, y saber si es uno Verdadero, se necesita tener conocimiento adquirido, mediante la lectura de los Libros Codificados de Allan Kardec, Así se puede verificar la autenticidad.

Mensajes en Fotos


Body

















1/15/16

Un RESUMEN sobre los recursos del Espiritismo para sanar las Obsesiones Espirituales seria:









  • Moralización del Obsesado obteniendo su ascendencia Moral y luego al Obsesor moralizarlo.



  • Fortalecimiento de la "Voluntad" del Obsesado para que pueda Rechazar al Obsesor.



  • Oración Magnética Mental. (Grupales),



  • Magnetización del Obsesado, mediante Pases Magnéticos.



  • Educación Espirita.


Los postulados y la definición de la Filosofía Espirita antes expresada es nuestra razón de ser en esta red social. Por la naturaleza de este medio, muchas personas con diferentes corrientes de pensamiento y de diferente postura con relación al Espiritismo, pueden hacer comentarios a nuestras reflexiones. Esto nos llena de mucha satisfacción, porque ilustra claramente que el propósito de la existencia de esta página ha cometido su propósito al lograr cruzar barreras de idiomas y de pensamientos. Estamos muy claros en que nuestra filosofía es una de carácter Kardeciana y es la que promulga el deseo genuino de Dios en cuanto al comportamiento Moral de nuestra sociedad y de toda la raza humana, pero no tenemos ninguna conexión con otras corrientes de pensamiento sincretistas como lo son: Práctica de africanismo, indigenismos o ritualismos étnicos, Religiosos, folclóricos o sincréticos ni se hacen rezos, baños de plantas, consume de aguardiente o tabacos, inhalaciones toxicas, curaciones mágicas, maleficios o encantamientos y Santería.



Las obsesiones se Curan según el Espiritismo.






Excelente recurso de información según El Espiritismo, en el siguiente Libro Gratuito:








Todos están bienvenidos a comentar nuestras reflexiones, pero en nada esto significa que patrocinemos estas corrientes diferentes de pensamientos.











Queremos ser un faro, donde aquellos que desean encontrar el puerto seguro, puedan libremente acercarse al dialogo y a la comprensión. Jesús nos enseño a no hacer acepción de persona alguna, somos llamados a la comprensión y a la tolerancia con todos aquellos que aunque tengan pensamientos diferentes, siguen siendo seres humanos en el proceso de encontrar el sendero de la verdad en su camino evolutivo.












REFERENCIAS PARA ESCRIBIR ESTA REFLEXIÓN



  • El Evangelio Según El Espiritismo, Allan Kardec

  • El Libro de Los Espíritus, Allan Kardec

  • Obras Póstumas, Allan Kardec

  • Genesis

  • El Cielo Y el Infierno – Allan Kardec

  • El Libro de Los Médiums – Allan Kardec











Frank Montañez

“Soy Espírita”

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Si consideras que este articulo o reflexión es útil, y deseas citarnos en un artículo o nota que publiques en tu blog o en Facebook, por favor haz una mención de que obtuviste la información de un articulo nuestro ya publicado. Eso es actuar en Moral y bien común. No permitas que el atribuirte consciente o inconscientemente crédito por algo que copiaste de otro autor, afecte tu espiritualidad, y que cometas faltas que se han de acumulan a las que ya tienes.




Si me mencionas o no, no es importante para mí, pero sí; es una falta el atribuirte que la información publicada es de tu autoría al no hacer mención alguna del autor original, si no das el crédito al que originalmente lo creo, eso es propiedad intelectual y al no dar el crédito, constituye una falta de moralidad. Recomiendo que añadas al final de tu reflexión algo así:




Partes de esta reflexión ha sido tomada de un artículo publicado por Frank Montañez de “Soy Espírita” en su blog: www.soyespirita.blogspot.com




Nombre del Artículo:


Fecha Publicado:


Eso evitarás que actúes mal sin quererlo hacer, de eso se trata la Educación Espírita.






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Los invito a que descarguen los AUDIO Libros en mi blog. No hay escusas para no leer el Libro de los Espíritus y el de Los Médiums, pues pueden escucharlos narrados. Visita mi blog o simplemente dale clic al libro que ves listado a continuación.





¡VIVA EL ESPIRITÍSMO!





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Espero estos enlaces te conduzcan a información que te ayude a lograr activar tu crecimiento espiritual, a través de la Transformación Moral.


________________________________________




NOTA ACLARATORIA:





Han notado que nuestras reflexiones se redactan para la Educación de nuestra filosofía, tal y como lo ilustran Los Espíritus de La Codificación Espirita dada a Allan Kardec. Muchas de estas enseñanzas lucen como que deben ser tratadas en la Casa Espírita y creo que sí; es esto correcto. Pero la mayoría de nuestros lectores no tienen acceso a Casa Espírita alguna, entonces no nos podemos quedar con las manos cruzadas esperando que Espíritus Impuros que sabiendo esta realidad se adelanten se introduzcan en los hogares de personas que con genuino interés se acercan a nuestra página buscando ayuda. Para ellos les sugiero considerar conformar un pequeño grupo de Estudios en su hogar. Así se deleitaran de las enseñanzas de los Espíritus. Estos dos enlaces te ayudaran a comenzar a conformar tu grupo de Estudio:





  • http://soyespirita.blogspot.com/2014/01/ley-de-sociedad-i-necesidad-de-la-vida.html

  • http://soyespirita.blogspot.com/2011/08/recomendaciones-para-los-nuevos-grupos.html













No demostramos compasión si no ayudamos a estas personas en estos lugares inaccesibles que no existe ninguna Casa Espírita cerca y tal vez nunca la habrá a no ser por nuestra educación por el Internet. Para muchos el desarrollo de la Mediúmnidad es tan serio que no han desarrollado aun Médiums en sus lugares de reunión. Pero eso no debe ser la norma, pues el mismo Allan Kardec nos apercibió de que esto era esencial en el desarrollo espiritual de las comunicaciones Mediúmnica.




Preferimos hacer accesible esta información para aquellos que genuinamente desean crecer espiritualmente, y yo soy el de pensar que si los deseos de estos nuevos allegados son encaminados al desarrollo de la Mediúmnidad, es preferible ayudarlos que dejarlos a expensas de Espíritus Impuros que aprovechándose del deseo más profundo de crecer espiritualmente intervengan para que esto no se logre.




Esta educación debe ser el detonador para el establecimiento de nuevos centros de reunión para nuevos allegados y esto cumple el propósito de la codificación y de la Ley de Progreso y Crecimiento espiritual a que todos tenemos derecho.









































Autenticidad de los libros Codificados por Allan Kardec según el Libro de Génesis, ¿Qué es una Opinión en el Espiritismo? y el propósito del Espiritismo con la Humanidad:





Ítem #10. Sólo los espíritus puros reciben la misión de transmitir la palabra de Dios, pues hoy sabemos que los espíritus están lejos de ser todo perfectos y que algunos intentan aparentar lo que no son, razón por la cual San Juan ha dicho: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios” (Primera Epístola Universal de San Juan Apóstol 4:1).



De modo que nadie tiene la autoridad Espiritual ni Moral de realizar cambios a los libros codificados que no sean los dueños y autores originales; "Los Espíritus".




Veamos lo que dice la introducción del Libro de Génesis, comentado y firmado por Allan Kardec y lee como sigue: Introducción, De la primera edición, publicada en enero de 1868.


“A pesar de la intervención humana en la elaboración de esta





Doctrina, la iniciativa pertenece a los espíritus, pero no a uno en especial, ya que es el resultado de la enseñanza colectiva y concordante de muchos espíritus, puesto que si se basara en la doctrina de un espíritu no tendría otro valor que el de una "opinión personal". El carácter esencial de la Doctrina y su existencia misma se basan en la uniformidad y la concordancia de la enseñanza. Por tanto, todo principio no general no puede considerarse parte integrante de la Doctrina, sino una simple opinión aislada de la cual el Espiritismo no se responsabiliza.


Es esa concordancia colectiva de opiniones, sometidas a la prueba de la lógica, la que otorga fuerza a la Doctrina Espírita y asegura su vigencia. Para que cambiase, sería necesario que la totalidad de los espíritus mudasen de opinión, es decir, que llegase el día en que negasen lo dicho anteriormente. Ya que la Doctrina emana de la enseñanza de los espíritus, para que desapareciese sería necesario que los espíritus dejasen de existir. Y es por eso que esta Doctrina prevalecerá siempre sobre los demás sistemas personales, que no poseen, como ella, raíces por doquier. El Libro de los Espíritus ha consolidado su prestigio porque es la expresión de un pensamiento colectivo y general.”

Firmado por Allan Kardec.






El Libro de Génesis, escrito por Allan Kardec nos indica lo siguiente tambien:


Ítem #40. El Espiritísmo presenta, como ha sido demostrado (cap. I, n.º 30), todos los caracteres del Consolador prometido por Jesús. No es, en absoluto, una doctrina individual, una concepción humana; nadie puede decirse su creador (Pues sus creadores fueron los Espíritus). Es el fruto de la enseñanza colectiva de los espíritus presididos por el Espíritu de Verdad. No suprime nada del Evangelio: lo completa y aclara. Con la ayuda de las nuevas leyes que revela, en unión con las de la ciencia, hace comprender lo que era ininteligible y admitir la posibilidad de aquello que la incredulidad tenía inadmisible. Hubo precursores y profetas que presintieron su llegada. Por su poder moralizador, prepara el reino del bien sobre la Tierra.


La doctrina de Moisés, incompleta, terminó circunscrita al pueblo judío; la de Jesús, más completa, se extendió a toda la Tierra mediante el cristianismo, pero no convirtió a todos; el Espiritismo, más completo aún, con raíces en todas las creencias, convertirá a la Humanidad.1


1. Todas las doctrinas filosóficas y religiosas llevan el nombre de la individualidad fundadora, por lo que se dice: el Mosaísmo, el Cristianismo, el Mahometismo, el Budismo, el Cartesianismo, el Furierismo, el Sansimonismo, etc. La palabra Espiritismo, por el contrario, no involucra a ninguna persona en especial; pero sí define a una idea general que indica, al mismo tiempo, el carácter y la fuente múltiple de la Doctrina. [N. de A. Kardec.]






Claramente Allan Kardec y El Espíritu de verdad que dictó los Libros Codificados que el Espiritísmo, más completo aún, es con raíces en TODAS LAS CREENCIAS y la fuente múltiple de la doctrina, refiriéndose a que con Moisés la Doctrina fue incompleta y la de Jesús se extendió mediante el Cristianismo, pero no convirtió a todos, por lo tanto es hoy que el Espiritísmo ha de ser de todos, todas las doctrinas religiosas, "Mosaísmo, Cristianismo, Mahometismo, el Budismo, el Cartesianismo, el Furierismo, el Sansimonismo, y yo ando los Musulmanes, los Hinduistas, los Ateos, los Laicos, los de Joaquín Trincado, los Santeros, Umbanda, en fin a "TODOS", es más incluyo, hasta los extraterrestres, Todos adelantaran sus Espíritus mediante las enseñanzas del Espiritísmo.



En el libro de Obras Póstumas, Allan Kardec, luego de haber dedicado 13 años a la Codificación Espírita, y haber codificado y publicado los 5 Libros Básicos, dijo lo siguiente refiriéndose al Espiritismo:



EL ESPIRITÍSMO NO ES UNA RELIGIÓN Constituida…



El espiritismo es una doctrina filosófica que tiene consecuencias religiosas como toda filosofía espiritualista y por esto mismo toca forzosamente las bases fundamentales de todas las religiones: Dios, el alma y la vida futura; pero no es una religión constituida, dado que no tiene culto, rito ni templo, y que entre sus adeptos ninguno ha tomado ni recibido titulo de sacerdote o sumo sacerdote. Estas calificaciones son pura invención de la crítica.


Obras Póstumas – Allan Kardec







TODOS SOMOS MÉDIUMS





Libro de Los Mediums - Sobre los Médiums - X




Todos los hombres son médiums, todos tienen un Espíritu que los orienta hacia el bien, en caso de que sepan escucharlo. Ahora bien, poco importa que algunos se comuniquen directamente con él a través de una mediumnidad especial, y que otros sólo lo escuchen a través de la voz del corazón y de la inteligencia, pues no deja de ser su Espíritu familiar quien los aconseja. Llamadlo espíritu, razón o inteligencia: en todos los casos es una voz que responde a vuestra alma y os dicta buenas palabras. Sin embargo, no siempre las comprendéis. No todos saben proceder de acuerdo con los consejos de la razón, no de esa razón que se arrastra y repta más de lo que camina, que se pierde en la maraña de los intereses materiales y groseros, sino de esa razón que eleva al hombre por encima de sí mismo y lo transporta a regiones desconocidas. Esa razón es la llama sagrada que inspira al artista y al poeta, el pensamiento divino que eleva al filósofo, el impulso que arrebata a los individuos y a los pueblos. Razón que el vulgo no puede comprender, pero que eleva al hombre y lo aproxima a Dios más que ninguna otra criatura; entendimiento que sabe conducirlo de lo conocido a lo desconocido, y le hace realizar las cosas más sublimes. Escuchad, pues, esa voz interior, ese genio bueno que os habla sin cesar, y llegaréis progresivamente a oír a vuestro ángel de la guarda, que desde lo alto del cielo os tiende la mano. Repito: la voz íntima que habla al corazón es la de los Espíritus buenos, y desde ese punto de vista todos los hombres son médiums.




Channing






Libro de Los Mediums - Capt. XVII


Amigos míos, permitidme que os dé un consejo, dado que avanzáispor un terreno nuevo, y si seguís la ruta que os indicamos no osextraviaréis. Se os ha dicho una gran verdad, que deseamos recordaros: el espiritismo es sólo una moral, y no debe salirse de los límites de la filosofía, ni más ni menos, salvo que quiera caer en el dominio de la curiosidad.


Dejad de lado las cuestiones científicas, pues la misión de los Espíritus no es resolverlas, ahorrándoos el esfuerzo de las investigaciones.


"Tratad antes de mejoraros, pues de ese modo progresaréis realmente".


San Luis







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