Mostrando entradas con la etiqueta Moisés. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Moisés. Mostrar todas las entradas

viernes, 15 de julio de 2016

El Moisés bíblico, no fue ninguna víctima, fue un juez déspota, entregó los Diez Mandamientos, adulterados y modificados, sin el permiso de Dios, pues se refirió a Dios cómo Celoso, Castigador, Vengativo y pidiendo sacrificios y holocaustos, para los que no los cumplieran.

El siguiente es el enlace de éste contenido, y será utilizado de referencia para describir al Moisés bíblico :
_________________________________
2 

Ver comentarios

Revisado y actualizado en: 12/15/22  

Los Diez mandamientos entregados por  Moisés, le fueron añadidos, condiciones que violaban el Libre Albedrío y presenta como bueno el castigo directamente de Dios y también presenta sacrificios y holocaustos  como agradables a Dios. Moisés le añadió la Ley Mosaíca, es decir, son costumbres temporales a un contenido que es y sigue siendo una "Verdad Eterna".  El Moisés bíblico entregó los Diez Mandamientos, adulterados, pues se refirió a Dios como Celoso, Castigador, Perverso, Fuego Consumidor, Envidioso y pidiendo sacrificios y holocaustos, como si fuera un Dios Egoísta.

   Pero Jesús el Nazareno, como la representación de la segunda Revelación Espírita, corrigió a Moisés bíblico , y es precisamente la tercera revelación, contenida en los Libros codificados que contiene la Eterna Verdad espiritual.

   Moisés bíblico no fue ninguna víctima, fue un juez déspota. El Espiritismo no habla de un individuo ni de un pueblo escogido, sino que todos tienen las mismas oportunidades a lograr su progreso. El Espiritismo expone enfáticamente en el artículo #30 de Génesis, capítulo 1, que no hay privilegios para ningún candidato a ser un Espíritu Puro y Perfecto.

Los 10 Mandamientos fueron modificados por Moisés, añadiendo juicios incorrectos de Dios. Moises pone a Dios como un mentiroso. Él utilizó a Dios para aterrorizar a los Religiosos de su época y todas las generaciones hasta la llegada de Jesús el Nacido en Nazareth, con su mensaje en contra de lo que dijo Moisés. 

Es un hecho que Moisés bíblico no fue incluido entre los Espíritus presididos por el Espíritu de Verdad, para aportar a los contenidos de los Libros Codificados por Allan Kardec.  


Carleen Branstetter, okp21

Te invito a ver y compartir mí vídeo sobre éste... 

Carleen Branstetter, okp21 💞  
________________________


Dios y los Espíritus desautorizaron al Moises biblico, por éso las tablas fueron rotas. Es tiempo de no creer en Moisés y abrazar el mensaje bello de Jesús el Nazareno. Moisés no fue ninguna víctima, fue un juez déspota, entregó los Diez Mandamientos, adulterados, y se refirió a Dios como Celoso, Castigador y pidiendo sacrificios y holocaustos. Moisés presentó a Dios como un Juez Implacable que era vengador a los que no cumplieran con el decálogo. 

El libro Génesis Espiritista, Capítulo 1, ítem # 21, # 22 y # 23... 

 Veamos : 

Item # 21. - Moisés, como profeta, reveló a los hombres la existencia de un Dios único, soberano Señor y creador de todas las cosas. Promulgó la ley del Sinaí y echó las bases de la verdadera fe. Como hombre, fue el legislador del pueblo a través del cuál ésa primitiva fe, depurada, habría de expandirse por toda la Tierra. 

Item # 22. - Cristo, que tomó de la antigua ley lo que es eterno y divino, y desechó lo que era transitorio, meramente disciplinario y de concepción humana, agregó la revelación de la vida futura, de la que Moisés no había hablado, como también la de las penas y las recompensas que aguardan al hombre después de la muerte. (Véase la Revista Espírita de marzo y septiembre de 1861.) 

Item # 23. - La parte más importante de la revelación de Cristo, en el sentido de primera fuente, de piedra angular de toda su doctrina, es el punto de vista absolutamente nuevo desde el cuál considera a la Divinidad. Ésta ya no es el Dios terrible, celoso, vengativo de Moisés; el Dios cruel e implacable que riega la tierra con sangre humana, que ordena la masacre y el exterminio de pueblos, sin exceptuar a las mujeres, a los niños y a los ancianos, y que castiga a quienes tratan con indulgencia a las víctimas; ya no es el Dios injusto que escarmienta a todo un pueblo por la falta de su líder, que se venga del culpable en la persona del inocente, que daña a los hijos por las faltas de los padres; sino un Dios clemente, soberanamente justo y bueno, pleno de mansedumbre y misericordia, que perdona al pecador arrepentido y da a cada uno según sus obras. Ya no es el Dios de un único pueblo privilegiado, el Dios de los ejércitos que dirige los combates para sustentar su propia causa contra el Dios de los otros pueblos, sino el Padre común del género humano, que extiende su protección a todos sus hijos y los convoca a todos hacia él; ya no es el Dios que recompensa y castiga sólo con los bienes de la Tierra, que hace consistir la gloria y la felicidad en la esclavitud de los pueblos rivales y en la multiplicidad de la progenie, sino un Dios que dice a los hombres: “Vuestra verdadera patria no está en este mundo, sino en el reino celestial, allí donde los humildes de corazón serán elevados y los orgullosos serán humillados”. Ya no es el Dios que hace de la venganza una virtud y ordena que se retribuya ojo por ojo, diente por diente; sino el Dios de misericordia que dice: “Perdonad las ofensas si queréis ser perdonados; haced el bien a cambio del mal; no hagáis a los demás lo que no queréis que os hagan”. Ya no es más el Dios mezquino y meticuloso que impone, bajo las más rigurosas penas, el modo como quiere ser adorado, que se ofende por la falta de observancia de una fórmula; sino el Dios grande que ve el pensamiento y al que no se honra con la forma. En fin, ya no es el Dios que quiere ser temido, sino el Dios que quiere ser amado. http://soyespirita.blogspot.com/2014/10/moises-entrego-los-diez-mandamientos.html ________________________ 

Es tiempo de descubrir a Moisés bíblico , como un juez déspota, embustero y que acusó a Dios como un juez implacable que era vengador a los que no cumplieran con el decálogo. Para el  Moisés biblico, Dios era Fuego Consumidor, Vengativo, Dios terrible, celoso, vengativo de Moisés; el Dios cruel e implacable que riega la tierra con sangre humana, que ordena la masacre y el exterminio de pueblos, sin exceptuar a las mujeres, a los niños y a los ancianos, y que castiga a quienes tratan con indulgencia a las víctimas; ya no es el Dios injusto que escarmienta a todo un pueblo por la falta de su líder, que se venga del culpable en la persona del inocente, que daña a los hijos por las faltas de los padres. Moises, fue un juez, que se aprovecho del miedo a Dios. _________________________

 Te invito a compartir éste contenido con tus amigos y familiares, sólo copia el siguiente enlace y lo pegas en tú página de Facebook e INSTAGRAM... https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=3399237113471508&id=100001557580199 

Comparte éste vídeo, analiza el mensaje de los Espíritus... Considero éste mensaje un Revelación de los Espíritus... echalmsno a éste mensaje... 


   Creo que sí no has leído el libro de Génesis Espiritista, es ahí dónde los mismos Espíritus presididos por el Espíritu de Verdad se expresan en total desacuerdo con Moisés.

   Puedes leer los artículos #23, #24, #25, #26, #49 y #50, en el capítulo 1. Los Espíritus claramente expusieron su opinión con relación al Moisés bíblico .

   Moisés, no fue ni tan siquiera invitado a la tercera revelación, y los Espíritus lo trataron como un juez déspota. Creo que Moisés fue y sigue siendo, la influencia más perniciosa y dañina y el impedimento mayor que ha tenido la humanidad para su progreso Espiritual, precisamente por sus falsas percepciones de Dios, en titular a Dios y considerarlo, vengador, perverso, fuego consumidor, celoso, y pavimentar un camino en total desavenencias a la que debería ser un Dios soberanamente justo y bueno en sus atributos que sellaron todo lo creado. Es por eso que surgió la necesidad de que Jesús el Nazareno apareciera encarnado, para precisamente corregir a al Moisés biblico, en una segunda revelación.Es por eso que se necesitó una tercera revelación Espirita, por consecuencia del mal provocado por Moisés y el mal uso de su libre albedrío. En fin, ya no es el Dios que quiere ser temido, sino el Dios que quiere ser amado.Es menester dejar en claro que Dios nunca quiso que se le odiara, ni que se le temiera, sino que se le amara. Dios es uno y no podía promover el castigo a los que se portan mal, y no promover el Libre Albedrío y lo sustituye con ritos de sacrificios de animales y holocaustos. Vemos en la Biblia el decálogo de Moisés, que se constituye como la Primera Revelación Espiritual a la humanidad, como se expresa en el segundo libro de la Biblia llamado el "Éxodo".La Biblia, en el segundo libro el Éxodo 20:1-26.

Éxodo 20:1-26
La Biblia de las Américas (LBLA)

Los Diez Mandamientos... 

20 Y habló Dios todas estas palabras, diciendo:
Yo soy el Señor tú Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre[a].
No tendrás otros dioses delante de[b].
No te harás ídolo[c], ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 
No los adorarás[d] ni los servirás[e]; porque yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta[f] la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 
y muestro misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
No tomarás el nombre del Señor tu Dios en vano, porque el Señor no tendrá por inocente al que tome su nombre en vano.
Acuérdate del día de reposo para santificarlo. 
Seis días trabajarás y harás toda tu obra, 
10 mas el séptimo día es día de reposo para el Señor tu Dios; no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el extranjero que está contigo[g]. 
11 Porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, el Señor bendijo el día de reposo y lo santificó.
12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que el Señor tu Dios te da.
13 No matarás[h].
14 No cometerás adulterio.
15 No hurtarás.
16 No darás falso testimonio contra tu prójimo.
17 No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.

El pueblo teme al Señor

18 Y todo el pueblo percibía los truenos[i] y relámpagos, el sonido de la trompeta y el monte que humeaba; y cuando el pueblo vio aquello, temblaron, y se mantuvieron a distancia. 19 Entonces dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros y escucharemos; pero que no hable Dios con nosotros, no sea que muramos. 20 Y respondió Moisés al pueblo: No temáis, porque Dios ha venido para poneros a prueba, y para que su temor permanezca en[j] vosotros, y para que no pequéis. 21 Y el pueblo se mantuvo a distancia, mientras Moisés se acercaba a la densa nube donde estaba Dios.
22 Entonces el Señor dijo a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: “Vosotros habéis visto que os he hablado[k] desde el cielo. 23 “No haréis junto a mí[l] dioses de plata ni dioses de oro; no os los haréis. 24 “Harás un altar de tierra para mí, y sobre él sacrificarás tus holocaustos y tus ofrendas de paz, tus ovejas y tus bueyes; en todo lugar donde yo haga recordar mi nombre, vendré a ti y te bendeciré. 25 “Y si me haces un altar de piedra, no lo construirás de piedras labradas; porque si alzas tu cincel sobre él, lo profanarás. 26 “Y no subirás por gradas a mi altar, para que tu desnudez no se descubra sobre él.”

Footnotes:

  1. Éxodo 20:2 Lit., esclavos
  2. Éxodo 20:3 O, además de, o, junto a
  3. Éxodo 20:4 O, imagen tallada
  4. Éxodo 20:5 O, te inclinarás a ellas
  5. Éxodo 20:5 U, honrarás
  6. Éxodo 20:5 Lit., sobre
  7. Éxodo 20:10 Lit., tu peregrino que está en tus puertas
  8. Éxodo 20:13 O, No asesinarás
  9. Éxodo 20:18 Lit., los sonidos
  10. Éxodo 20:20 Lit., esté delante de
  11. Éxodo 20:22 Lit., he hablado con vosotros
  12. Éxodo 20:23 O, además de mí
La Biblia de las Américas (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation
________________________________________________

El Libro de Génesis Espiritista escrito por Allan Kardec y el quinto libro publicado cómo libro codificado, nos habla y describe a Moisés. Veamos las referencias de Moisés en Génesis Espiritual...  


CAPÍTULO 1.

"Caracteres de la Revelación Espirita":

   9.— ¿Hay revelaciones directas de Dios a los hombres? Cuestión es esta que no nos atrevemos a resolver de una manera absoluta en sentido afirmativo ni negativo. La cosa no es esencialmente imposible; pero no hay de ella una prueba evidente. Más no puede dudarse que hay Espíritus allegados a Dios por su perfección que se penetran de su pensamiento y pueden comunicarlo.  Por lo que hace a los reveladores encarnados, pueden tomar sus instrucciones en sí mismos, recibirlas de Espíritus más elevados, y aún ser mensajeros inmediatos de Dios, según el orden jerárquico a que pertenecen los últimos, hablando en nombre de Dios, han podido a veces ser mirados como Dios mismo, a causa de la ingenua piedad de sus admiradores.
   Esta clase de comunicaciones no tienen nada de extraño para los que conozcan los fenómenos espíritas y la manera con que se establecen las relaciones entre los encarnados y los desencarnados. Las instrucciones pueden trasmitirse por diferentes medios, a saber: la inspiración pura y simple, por el oído o la audición de la palabra, por la vista de los Espíritus instructores en las visiones y apariciones, ya en sueños, ya en vigilia, como se ve en muchos ejemplos tanto en la Biblia y en los evangelios, como en los libros sagrados de todos los pueblos. Es pues, rigorosamente exacto decir que la mayor parte de los reveladores son médium inspirados, auditivos o videntes: lo cual no quiere decir que todos los médiums sean reveladores, y mucho menos intermediarios directos de la Divinidad o de sus mensajeros.

   10.—Los Espíritus puros son los únicos que reciben directamente la Palabra de Dios con encargo de trasmitirla. Pero se sabe ahora que no todos los Espíritus son perfectos ni mucho menos, y que los hay que revisten falsas apariencias; lo cual ha hecho decir a San Juan: «No creáis á todo Espíritu; más ver antes si son de Dios.» (Epís. 1. a cap. IV n.° 4.).

   Puede haber revelaciones serias y verdaderas, como las hay apócrifas y engañosas. El carácter esencial de la revelación Divina es el de la eterna verdad. Ninguna revelación tachada de error o sujeta a mudanza puede proceder de Dios. Así es como el Decálogo tiene todos los caracteres de su origen; mientras que las otras leyes mosaicas, esencialmente transitorias y frecuentemente en contradicción con la ley del Sinaí, son obra personal y política del legislador hebreo. Las costumbres del pueblo al dulcificarse, han hecho caer en desuso esas leyes, mientras que el Decálogo ha quedado en pie como el faro de la humanidad. Cristo ha hecho de él la base de su doctrina, mientras que ha abolido las otras leyes, lo que no hubiera hecho, sí hubiesen sido obra de Dios. Cristo y Moisés han sido los grandes reveladores que han cambiado la faz del mundo, y esa es la prueba de su misión divina: una obra puramente humana nunca hubiera tenido tal poder.

   Moisés presentó a Dios como un juez implacable que era vengador a los que no cumplieran con el decálogo.


   (…) Razón existe, pues, para que el espiritismo sea considerado la tercera de las grandes revelaciones. Veamos en qué difieren esas revelaciones, y cuál es el vínculo que las relaciona entre sí.

   21. Moisés, como profeta, reveló a los hombres la existencia de un Dios único, soberano Señor y creador de todas las cosas. Promulgó la ley del Sinaí y echó las bases de la verdadera fe. Como hombre, fue el legislador del pueblo a través del cuál ésa primitiva fe, depurada, habría de expandirse por toda la Tierra.

   22. Cristo, que tomó de la antigua ley lo que es eterno y divino, y desechó lo que era transitorio, meramente disciplinario y de concepción humana, agregó la revelación de la vida futura, de la que Moisés no había hablado, como también la de las penas y las recompensas que aguardan al hombre después de la muerte. (Véase la Revista Espírita de marzo y septiembre de 1861.)

   23. La parte más importante de la revelación de Cristo, en el sentido de primera fuente, de piedra angular de toda su doctrina, es el punto de vista absolutamente nuevo desde el cuál considera a la Divinidad. Esta ya no es el Dios terrible, celoso, vengativo de Moisés; el Dios cruel e implacable que riega la tierra con sangre humana, que ordena la masacre y el exterminio de pueblos, sin exceptuar a las mujeres, a los niños y a los ancianos, y que castiga a quienes tratan con indulgencia a las víctimas; ya no es el Dios injusto que escarmienta a todo un pueblo por la falta de su líder, que se venga del culpable en la persona del inocente, que daña a los hijos por las faltas de los padres; sino un Dios clemente, soberanamente justo y bueno, pleno de mansedumbre y misericordia, que perdona al pecador arrepentido y da a cada uno según sus obras. Ya no es el Dios de un único pueblo privilegiado, el Dios de los ejércitos que dirige los combates para sustentar su propia causa contra el Dios de los otros pueblos, sino el Padre común del género humano, que extiende su protección a todos sus hijos y los convoca a todos hacia él; ya no es el Dios que recompensa y castiga sólo con los bienes de la Tierra, que hace consistir la gloria y la felicidad en la esclavitud de los pueblos rivales y en la multiplicidad de la progenie, sino un Dios que dice a los hombres: “Vuestra verdadera patria no está en este mundo, sino en el reino celestial, allí donde los humildes de corazón serán elevados y los orgullosos serán humillados”. Ya no es el Dios que hace de la venganza una virtud y ordena que se retribuya ojo por ojo, diente por diente; sino el Dios de misericordia que dice: “Perdonad las ofensas si queréis ser perdonados; haced el bien a cambio del mal; no hagáis a los demás lo que no queréis que os hagan”. Ya no es más el Dios mezquino y meticuloso que impone, bajo las más rigurosas penas, el modo como quiere ser adorado, que se ofende por la falta de observancia de una fórmula; sino el Dios grande que ve el pensamiento y al que no se honra con la forma. En fin, ya no es el Dios que quiere ser temido, sino el Dios que quiere ser amado.

   24. Por ser Dios el eje de todas las creencias religiosas, y el objetivo de todos los cultos, el carácter de todas las religiones está conforme con la idea que estas tienen de Él. Las religiones que hacen de Dios un ser vengativo y cruel creen honrarlo con actos de crueldad, con hogueras y torturas; las que tienen un Dios parcial y celoso son intolerantes y, en mayor o menor medida, meticulosas en la forma, pues lo consideran más o menos contaminado con las debilidades y la frivolidad humanas.

   25. Toda la doctrina de Cristo está fundada en el carácter que Él atribuye a la Divinidad. Con un Dios imparcial, soberanamente justo, bueno y misericordioso, Él hizo del amor de Dios y de la caridad para con el prójimo la condición expresa de la salvación, y dijo: Amad a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a vosotros mismos; en esto consiste toda la ley y los profetas; no existe otra ley. Sobre esta única creencia asentó el principio de la igualdad de los hombres ante Dios, así como el de la fraternidad universal. En cambio, ¿era posible amar al Dios de Moisés? No, sólo se podía temerlo. La revelación de los verdaderos atributos de la Divinidad, juntamente con la de la inmortalidad del alma y de la vida futura, modificaba profundamente las relaciones mutuas entre los hombres, les imponía nuevas obligaciones, los hacía encarar la vida presente desde otro aspecto, y por eso mismo habría de reaccionar contra las costumbres y las relaciones sociales. Ese es, indiscutiblemente, por sus consecuencias, el punto principal de la revelación de Cristo, cuya importancia no fue suficientemente comprendida. Además, es lamentable decir que también es el punto del que la humanidad más se ha apartado, el que más ha ignorado en la interpretación de sus enseñanzas.

   26. No obstante, Cristo agrega: “Muchas de las cosas que os digo, todavía no las podéis comprender, y muchas otras tendría que deciros, que no comprenderíais; por eso os hablo por parábolas; con todo, más adelante habré de enviaros el Consolador; el Espíritu de Verdad, que restablecerá todas las cosas y os las explicará todas”. (San Juan, 14:16; San Mateo, 17.) 

   Sí Cristo no dijo todo lo que hubiera podido decir, es porque consideró conveniente dejar ciertas verdades en la sombra, hasta que los hombres estuviesen en condiciones de comprenderlas. Como Él mismo lo confesó, su enseñanza estaba incompleta, visto que anunció la llegada de aquel que debería completarla. Había previsto, entonces, que sus palabras serían despreciadas o mal interpretadas, y que los hombres se desviarían de su enseñanza; en suma, que destruirían lo que Él había hecho, puesto que todas las cosas habrán de ser restablecidas. Ahora bien, sólo se restablece aquello que ha sido deshecho.

   48. —Esto no obstante, los centros espiritistas hubieran podido estar mucho tiempo aislados y sin conexión alguna entre sí, confinados como se hallan muchos en países muy lejanos. Necesitaban un lazo de unión que los pusiese en comunidad de pensamientos con sus correligionarios y los instruyese de lo que en otras partes se hace.  Este lazo de unión que en lo antiguo no hubiera tenido el Espiritismo, se encuentra en las publicaciones que circulan por todas partes, y que condensan bajo una sola forma concisa y metódica, la enseñanza dada por todas partes bajo formas múltiples y en todos los idiomas.

   49. —Las dos primeras revelaciones no podían menos de ser el resultado de una enseñanza de secta: debían imponerse a la fe por la autoridad de la palabra del maestro, puesto que los hombres no estaban bastante adelantados para cooperar eficazmente a la elaboración.
   Observamos entre ellas, sin embargo, una diferencia muy característica, que depende de los progresos de las costumbres y de las ideas, aún cuando hechas en un mismo pueblo y en un mismo medio, y a diez y ocho siglos de distancia. La doctrina de Moisés es absoluta, despótica: no consiente discusión y se impone a todo el pueblo por la fuerza la de Jesús es esencialmente conciliadora, se acepta o no se acepta libremente, y no se impone sino por la persuasión: es-controvertible, aún viviendo su fundador, que no desdeña discutir con sus adversarios.

   50.—La tercera revelación, venida en una época de emancipación y de madurez intelectual, en que la inteligencia desarrollada no puede reducirse a un papel pasivo, en que el hombre no acepta nada a ciegas y sin examen, si no que quiere ver a donde se le lleva, saber el cómo y porqué de cada cosa; debía ser el producto de una enseñanza, y al mismo tiempo el fruto del trabajo de la investigación y del libre examen: los Espíritus no enseñan sino lo preciso para ponernos en el camino de la verdad , y se abstienen de revelar lo que el hombre puede encontrar por sí mismo, dejándole el cuidado de discutir, de comprobar y de someterlo todo al crisol de la razón, y aún dejándole a veces adquirir la experiencia a su costa. Le dan el principio, la base y los materiales, y le dejan el cuidado de aprovecharlos y ponerlos en obra (n.° 15).
_______________________
   Comentario de Frank Montañez: 
Moises cometió muchos errores en sus apreciaciones a lo que creía Dios le había revelado. Moises utilizó sus propias opiniones en la información que había  recibido de los Espíritus.  Veamos lo que dijeron los Espíritus a Allan Kardec en el Libro de Génesis espiritual.

Libro de Génesis - Capítulo XII
"A fin de que comprendamos ciertas partes del Génesis, es indispensable que nos coloquemos en el punto de vista de las ideas cosmogónicas de la época que este refleja.

10. A partir de los progresos de la física y la astronomía, una doctrina como esa es insostenible. 54  
54  Por más grosero que sea el error de esa creencia, todavía despierta el entusiasmo de los niños de nuestro tiempo, como si se tratase de una verdad sagrada. Tiemblan los educadores cuando osan aventurarse a una tímida interpretación. ¿Cómo habríamos de pretender que eso no fuera más tarde a generar incrédulos? (N. de Allan Kardec.)

   No obstante, Moisés atribuye esas palabras al propio Dios. Ahora bien, ya que estas expresan un hecho notoriamente falso, tenemos dos opciones: o Dios se equivocó en el relato que hizo de su obra, o ese relato no es una revelación divina. Como la primera suposición no es admisible, se debe concluir que Moisés se limitó a expresar sus propias ideas. (Véase el Capítulo I, § 3.).
________________________ 

Libro del Cielo y el Infierno, Primera Parte - Capítulo XI, 
Entonces, Moisés le añadió a lo revelado, su propia opinión.


CAPÍTULO VI.
DOCTRINA DE LAS PENAS ETERNAS.
Origen de la doctrina de las penas eternas.— Argumentos en apoyo
de las penas eternas.—Imposibilidad material de las penas eternas.—La doctrina de las penas eternas no es yá de estos tiempos.
—Ezequiel contra la eternidad de penas y el pecado original.


Origen de la doctrina de las penas eternas.

   1 . °—La creencia en la eternidad de las penas pierde cada día tanto terreno que, sin ser profeta, cada uno puede proveer su próximo fin; ha sido combatida

con argumentos tan poderosos y tan perentorios, que casi parece supérfluo ocuparse de ella de hoy en adelante, y basta dejarla que se extinga. Sin embargo, hay que conceder que, aunque caduca, es todavía el escudo de los adversarios de las nuevas ideas, el cual defienden con más empeño, porque es uno de los lados más vulnerables y proveen las consecuencias de su caída. Bajo este punto de vista, esta cuestión merece un examen serio.

   2. "—La doctrina de las penas eternas, como la del Infierno material, tuvo su razón de ser, cuando ese te mor podía ser un freno para los hombres poco adelantados intelectual y moralmente. Por lo mismo que se hubieran impresionado poco o nada con la idea de las penas morales, tampoco se hubieran sobre cogido con la de las penas temporales; ni aún  habrían  comprendido la justicia de las penas graduadas y proporcionadas; porque no eran aptos para distinguir las diferencias, algunas veces poco sensibles, entre el bien y el mal, ni el valor relativo de las circunstancias atenuantes o agravantes.


   3. —Cuanto más cerca están los hombres del estado primitivo, tanto más materiales son; el sentido moral se desarrolla en ellos con más lentitud. Por esta misma razón sólo pueden tener de Dios y de sus atributos, una idea muy imperfecta, lo mismo que de la vida futura. Asimilan a Dios a su propia naturaleza; para ellos es un soberano absoluto, tanto más temible cuanto más invisible, como un monarca déspota que escondido en su palacio, no se muestra nunca a sus súbditos. Sólo es poderoso por la fuerza material, por

que no comprenden la fuerza moral; se lo representan armado con el rayo, o en medio de los relámpagos y de la tempestad, sembrando en sus excursiones la ruina y el desconsuelo, a imitación de los guerreros invencibles. Un Dios de mansedumbre y de misericordia no seria un Dios, y sí un ser débil que no sabría hacerse obedecer. La venganza implacable, los castigos terribles, eternos, nada tenían que contradijeran la idea que tenían formada de Dios, ni que repugnase a su razón. Implacables como eran en sus resentimientos, crueles para con sus enemigos, sin piedad para los vencidos, Dios, muy superior a ellos, debía ser todavía más terrible.

   Para hombres tales, se necesitaban creencias religiosas asimiladas a su naturaleza todavía adusta; una religión completamente espiritual, toda amor y caridad, no podía hermanarse con la brutalidad de las costumbres y de las pasiones. No vituperemos, pues, a Moisés por su legislación draconiana, que apenas bastaba para contener a su pueblo indócil, ni el haber representado a Dios como un Dios vengador.


   Era necesario en aquella época; la apreciable doctrina de Jesús no habría encontrado eco y hubiera sido ineficaz.


   4.—Según se fue desarrollando el espíritu, el velo material se fue disipando poco a poco, y los hombres fueron más aptos para comprender las cosas espirituales; pero esto sólo se verificó gradualmente. Cuando vino Jesús pudo anunciar un Dios clemente, hablar de su reino que no es de este mundo, y decir a los hombres: amaos unos a otros, haced bien a los que os odian; siendo así que los antiguos decían: ojo por ojo, diente por diente.


   ¿Quiénes eran, pues, los hombres que vivían en tiempo de Jesús? ¿Eran almas nuevamente creadas y encarnadas? Si esto fuese, Dios habría creado en tiempo de Jesús almas más adelantadas que en tiempos de Moisés. Pero entonces, ¿qué se hicieron éstas? ¿habrían languidecido durante la eternidad en el embrutecimiento? El solo sentido común rechaza esta suposición. No; eran las mismas almas que después de haber vivido bajo la ley mosaica, habían, durante muchas existencias, adquirido un desarrollo suficiente para 
comprender una doctrina más elevada, y están hoy bastante adelantadas para recibir una enseñanza todavía más completa.


   5. —Sin embargo, Cristo no pudo revelar a sus contemporáneos todos los misterios del porvenir; él mismo dijo: Tengo todavía muchas cosas que deciros, pero no las comprenderíais; por esto os habla en parábolas. Sobre todo lo relativo a la moral, es decir, los deberes de hombre a hombre, fue muy explícito, porque haciendo vibrar la cuerda sensible de la vida material, sabia que le comprenderían; sobre los demás puntos, se limitaba a sembrar, bajo una forma alegórica, los germanes de lo que deberá desarrollarse más tarde.


   La doctrina de las penas y de las recompensas futuras pertenece a este último orden de ideas. Con respeto a las penas sobre todo, no debió combatir por de

pronto todas las ideas admitidas. Venia para señalar a los hombres nuevos deberes: la caridad y el amor al prójimo, en lugar del espíritu de odio y de venganza, la abnegación, en lugar del egoísmo; esto era ya mucho; no podía razonablemente amenguar el temor del castigo reservado a los prevaricadores, sin debilitar al mismo tiempo la idea del deber. Prometía el reino de los cielos a los buenos; esta mansión era pues prohibida a los malos. ¿A dónde irían? Era necesaria la contraria, propia para impresionar inteligencias todavía demasiado materiales para identificarse con la vida espiritual; por que no hay que perder de vista que Jesús hablaba al pueblo, a la parte menos  ilustrada de la sociedad, para la cual se necesitaban, por decirlo así, imágenes casi palpables, y no ideas sutiles. Por esto no entra en detalles superfluos: le bastaba oponer un castigo al premio: no se necesitaba más en aquella época.

   6.—Si Jesús amenazó a los culpables con el fuego eterno, también los amenazó con echarlos a la G
éhenna; ¿y qué era esa Géhenna? un sitio cercano a  Jerusalén, un podridero a donde iban las inmundicias de la ciudad. ¿Deberíamos tomar esto así al pié de la letra? Era una de aquellas figuras enérgicas con cuya ayuda impresionaba a las masas. Lo mismo sucede con el fuego eterno. Si tal no hubiese sido su pensamiento, estaría en contradicción  consigo mismo, enalteciendo la clemencia y la misericordia de Dios, porque la clemencia y la inexorabilidad son tan contrarias, que se anulan. Seria pues interpretar muy mal el sentido de las palabras de Jesús, ver en ellas la sanción  del dogma de las penas eternas, cuando toda su enseñanza proclama la mansedumbre del creador.

   En la oración dominical, nos enseña a decir: Señor, perdónanos nuestras ofensas, como perdonamos a los que nos han ofendido. Si el culpable no pudiera esperar perdón alguno, excusado fuera pedirlo. ¿Pero este perdón es sin condición? ¿Es una gracia, un indulto puro y sencillo del merecido castigo? No; la medida de este perdón está subordinada al modo con que habremos perdonado; es decir, que si no perdonamos no seremos perdonados. Dios, imponiendo como condición absoluta el olvido de las ofensas, no podía exigir que el hombre débil hiciese lo que él, todopoderoso, no hiciera. La oración  dominical es una protesta diaria contra la venganza de Dios.

   7. —Para hombres que sólo tenían una noción confusa de la espiritualidad del alma, la idea del fuego material nada chocante era, tanto menos cuanto que

estaba en la creencia vulgar derivada de la del Infierno Pagano, casi universalmente esparcida. La eternidad de las penas nada tenia tampoco que repugnase a gentes sometidas, desde muchos siglos, a la legislación del terrible Jehovah. En el pensamiento de Jesús, el fuego eterno no podía ser más que una figura; poco le importaba que aquella figura fuese tomada al pié de la letra, si debía servir de freno; bien sabia que el tiempo y el progreso se encargarían de hacer comprender su sentido alegórico, sobre todo, cuando  según su predicción, el Espíritu de verdad vendría a iluminar a los hombres sobre todas las cosas. El carácter esencial de las penas irrevocables, es la ineficacia del arrepentimiento; Jesús, pues, jamás dijo que el arrepentimiento nunca hallaría perdón ante Dios. En todas las ocasiones, al contrario, muestra a Dios clemente, misericordioso, pronto a recibir al hijo pródigo a su regreso, bajo el techo paterno. No lo presenta inflexible más que con el pecador endurecido;    pero si tiene el castigo en una mano, en la otra tiene siempre el perdón para el culpable, cuando éste vuelve sinceramente hacia él.
   No es éste por cierto el retrato de un Dios sin piedad. Así es que hay que notar que Jesús nunca pronunció contra persona alguna, ni aún contra los mayores culpables, una condenación irremisible.

   8.—Todas las religiones primitivas, de acuerdo con el carácter de los pueblos, tuvieron Dioses- guerreros que combatieron mandando los ejércitos. El Jehovah 
de los Hebreos les daba mil medios para exterminar a sus enemigos; los premiaba con la victoria, o los castigaba con la derrota. Según la idea que se formaban de Dios, se creía honrarle o aplacarle con la sangre de los animales ó de los hombres: de aquí proceden los sacrificios sangrientos, que tan gran papel hicieron en todas las religiones antiguas. Los Judíos habían abolido los sacrificios humanos; los cristianos a pesar de la enseñanza de Cristo, creyeron mucho tiempo honrar al criador entregando por millares a las llamas y a los tormentos, a aquellos que llamaban herejes; eran, bajo otra forma, verdaderos sacrificios humanos, puesto que lo hacían para mayor gloria de Dios, y con acompañamiento de ceremonias religiosas. Hoy mismo, invocan todavía al Dios de los ejércitos antes del combate y le glorifican después de la victoria, y esto muchas veces por las causas más injustas y más anticristianas.

   9.—¡Cuan tardío es el hombre en desprenderse de sus preocupaciones, de sus costumbres, y de sus ideas primeras! cuarenta siglos nos separan de Moisés, y 
nuestra generación cristiana ve todavía huellas de los antiguos y bárbaros usos, admitidos, o al menos aprobados por la religión actual ! ha sido menester el poder de la opinión de los no-orthodoxos, de aquellos apellidados herejes, para concluir con las hogueras, y hacer comprender la verdadera grandeza de Dios. Pero, a falta de hogueras, las persecuciones materiales y morales están en todo su vigor; tan arraigada está en el hombre la idea de un Dios cruel. Imbuido de sentimientos que se le inculcan desde la niñez ¿puede el hombre admirarse de que el Dios que le representan honrándose por actos bárbaros, condene a tormentos eternos, y vea sin piedad los padecimientos de los condenados?
   Sí, son algunos filósofos impíos, en sentir de algunos, los que se escandalizaron al ver el nombre de Dios profanado por actos indignos de él; son aquellos que lo mostraron a los hombres en toda su magnitud, despojándole de las pasiones y de las pequeñeces humanas que le atribuía una creencia poco ilustrada. La religión  ganó en dignidad lo que perdió en prestigio exterior; pues si son menos los hombres adictos a la forma, es mayor el número de los que son con más sinceridad religiosos en su corazón y en sus sentimientos.
   Pero, al lado de aquéllos ¡cuántos hay que, quedándose en la superficie, han venido a parar a la negación de toda providencia! Por no haber sabido poner a tiempo las creencias religiosas en armonía con los progresos de la razón  humana, han hecho surgir en los unos el deísmo, en los otros la incredulidad absoluta, en otros el panteísmo, es decir que el hombre se hizo Dios a sí mismo por no ver uno bastante perfecto.
__________________________________________________________________
Moisés, responsable de lo que se llamó "La Prohibición de Moisés". que aplicaba a los agoreros (Adivinos Masculinos) y pitonisas (adivinas femeninas) de todos los tiempos.  Aquí tenemos la explicación de los Espíritus. La "Prohibición de Moisés", no tenia nada que ver con el Espiritismo que no existía para el tiempo de Moisés, sino 21 siglos después con la publicación del Libro de Los  Espíritus en el año de 1857, es que surge el Espiritismo Moralizador y Consolador por primera vez. Veamos la explicación en el Libro del Cielo y el Infierno.

CAPÍTULO XI.

   1 .—La Iglesia no niega en ningún concepto el hecho de las manifestaciones; al contrario, las admite todas, como se ha visto en las citas precedentes; pero las atribuye a la intervención exclusiva de los demonios. No hay razón para que algunos invoquen el Evangelio para impedirlas; porque de ellas no habla una palabra. El supremo argumento de que se valen es la prohibición de  Moisés. He aquí en qué términos se expresa con este motivo la pastoral citada en los capítulos anteriores :
   «No es permitido ponerse en relación con ellos (los Espíritus) ya sea inmediatamente, -ya sea por intermedio de los que los evocan y los interrogan. La ley Mosaica castigaba de muerte estas prácticas detestables, en uso entre los gentiles.» «No vayáis a encontrar a los mágicos, dice el Libro del Levítico, y no »»dirijáis a los adivinos ninguna pregunta, por miedo de quedar manchados dirigiéndoos a ellos.» Cap. XVI, v. 31.—«Si un hombre o una mujer tiene un Espíritu de Python o de adivinación, que sean castigados de muerte; serán apedreados y su sangre caerá sobre «sus cabezas.» (Cap. XX, v. 27.» Y en el libro del Deuteronomio: «Que no haya nadie entre vosotros que »consulte a los adivinos, y que observe los sueños «y los augurios, o que use maleficios, sortilegios y encantamientos, o que consulte a los que tienen el Espíritu de Python y que practican la adivinación, o »que interrogan a los muertos para saber la verdad; »porque el Señor tiene en abominación todas estas cosas, y destruirá a vuestra llegada, las naciones que cometan estos crímenes.» (Cap. XVIII, v. 10, 11, 12.)

   2.—Es útil para la inteligencia del verdadero sentido de las palabras de Moisés, recordar el texto completo, un poco abreviado en esta cita: «No os apartéis de vuestro Dios, para ir a buscar los mágicos, y no consultéis a los adivinos, por miedo de mancharos, dirigiéndoos a ellos. Yo soy el Señor vuestro Dios,» (Levítico, cap. XIX, v. 31.). «Si un hombre o una mujer tiene un Espíritu de

Python, o un Espíritu de adivinación, que sean castigados de muerte; serán apedreados, y su sangre caerá sobre su cabeza. (Id., cap. XX, v. 27.).
   «Cuando habréis entrado en el país que el Señor vuestro Dios os dará, tened buen cuidado de no imitar las abominaciones de estos pueblos; y que no se encuentre nadie entre vosotros que pretenda purificar á su hijo o su hija, haciéndoles pasar por el fuego o que consulte a los adivinos, o que observe los sueños y los augurios, o - que use maleficios, —sortilegios y encantamientos, o que consulte los que tienen el Espíritu de Python, y que se entremeten en adivinar, o que interroguen a los muertos para saber la verdad. — Porque el Señor tiene en abominación todas estas cosas, y exterminará todos estos pueblos a vuestra entrada por causa de estas clases de crímenes que han cometido. (Deuteronomio, cap. XVIII, v. 9, 10, 11 y 12.)

   3. —Si la ley de Moisés debe observarse rigurosamente sobre este punto, debe serlo igualmente sobre todos los otros. ¿Por qué había de ser buena en lo que 
concierne a las evocaciones y mala sobre otros puntos? Es preciso ser consecuente; si se reconoce que su ley no está en armonía con nuestras costumbres y nuestra época para ciertas cosas, no hay razón para que no sea así de la prohibición de que se trata.
   Por otra parte, es necesario atender a los motivos que provocaron esta prohibición, motivos que tenían entonces su razón de ser; pero que no existen seguramente hoy. El legislador hebreo quería que su pueblo rompiese con todas las costumbres adquiridas en Egipto, donde la de las evocaciones estaba en uso, y era objeto de abusos, como lo prueban estas palabras de Isaías: «El Espíritu del Egipto se aniquilará en ella, y yo derribaré su prudencia; consultarán sus ídolos, sus adivinos, sus pythonisas y sus mágicos.» (Cap. XIX, v. 3.)
   Además, los israelitas no debían contraer ninguna alianza con las naciones extranjeras; pues iban a encontrar las mismas prácticas, que adoptarían, a pesar de que debían combatirlas. Moisés debió , pues, por política, inspirar al pueblo hebreo aversión a todas las costumbres, que por tener puntos de contacto, se las hubieran asimilado. Para motivar¿» esta aversión, era menester presentarlas como reprobadas por Dios mismo; por esto dice: «El Señor tiene en abominación todas estas cosas, y destruirá á vuestra llegada, las naciones que cometen estos crímenes.

   4.—La prohibición de Moisés era tanto más justificada, como que no se evocaban los muertos por respeto y afecto a ellos , ni con un sentimiento de piedad; era un media de adivinación, con el mismo título que los augurios y los presagios , explotado por el charlatanismo y la superstición. Sin embargo, no consiguió arrancar esta costumbre , que era objeto de tráfico, como lo prueban los pasajes siguientes del profeta ya citado :

   « Y cuando os dirán: Consultad a los mágicos y a los adivinos que hablan bajo en sus encantamientos, respondedles : ¿Cada pueblo no consulta su Dios? ¿Y se va a hablar a los muertos de lo que concierne a los vivos?» (Isaías, Cap. VIII, v. 19.)
   «Soy yo quien hago ver la falsedad de los prodigios de la magia; quien vuelve insensatos a los que se mezclan en adivinar, quien derriba el espíritu de los sabios, y quien convence de locura su vana ciencia.»
(Cap. XLIV, v. 25.)
   «Que estos augurios que estudian el cielo, que con templan los astros, y que cuentan los meses, para sacar de éstos las predicciones que quieren daros del porvenir, vengan ahora, y que os salven. — Han venido a ser como la paja, el fuego les ha devorado; no podrán librar sus almas de las llamas ardientes ; ni aún de su incendio quedarán carbones, con los cuales pudiese calentarse, ni fuego ante el cual pudiese sentarse. — He ahí lo que serán todas estas cosas a las cuales os habíais dedicado con tanto afán ; estos mercaderes que habían  traficado con vosotros desde vuestra juventud, huirán todos, el uno por un lado, el otro por otro, sin que se encuentre de ellos uno sólo que os saque de vuestros males.» (Cap. XLYII, v. 13, 14, 15.).

   En este capítulo Isaías se dirige a los babilonios, bajo la figura alegórica de «la virgen hija de Babilonia, hija de los caldeos.» (vers. 1.) Dice que los encantado res no impedirán la ruina de su monarquía. En el capítulo siguiente, se dirige directamente a los israelitas.

   «Venid aquí , vosotros, hijos de una adivina, raza de un hombre adúltero y de una mujer prostituta. — ¿Con quién os habéis divertido? ¿Contra quién habéis  abierto la boca y lanzado vuestras lenguas agudas? ¿No sois hijos pérfidos y vástagos bastardos, —vosotros que buscáis vuestro consuelo en vuestros dioses, bajo todos los árboles cargados de ramas, que sacrificáis vuestros niños en los torrentes, bajo las rocas salientes?—Habéis puesto vuestra confianza en las piedras del torrente; habéis derramado licores para honrarlas les habéis  ofrecido sacrificios. ¿Después de esto, mi indignación no se inflamará?» (Cap. LVII, v. 3, 4, 5, 6.).

   Estas palabras no dejan duda; prueban claramente que en aquel tiempo las evocaciones tenían por objeto la adivinación, y que se comerciaba con ellas:

estaban asociadas a las prácticas de la magia y de la hechicería, y aún  acompañadas de sacrificios humanos. Moisés tenia, pues, razón en prohibir esas cosas y en decir que Dios las tenia en abominación.

   Hasta la edad media se perpetuaron estas prácticas supersticiosas; pero hoy la razón las hace justicia, y el Espiritismo ha venido a demostrar el fin exclusivamente moral , consolador y religioso de las relaciones de ultra-tumba; desde luego que los espiritistas no «sacrifican los niños y no derraman licores para honrar a los dioses,» que no preguntan ni a los astros ni a los muertos, ni a los augures para conocer el porvenir que Dios ha ocultado sabiamente a los hombres, que repudian todo tráfico de la facultad que algunos han recibido de comunicar con los Espíritus, que no son movidos por la curiosidad ni por la concupiscencia, sino por un sentimiento piadoso, y por el sólo deseo de instruirse, de mejorarse , y de aliviar a las almas que sufren, la prohibición de Moisés no les concierne de ningún modo; esto es lo que habrían visto los que la invocan contra ellos, si hubieran profundizado mejor el sentido de las palabras bíblicas. Habrían reconocido que no existe ninguna analogía entre lo que pasaba entre los hebreos y los principios del Espiritismo; además, el Espiritismo condena precisamente lo que motivaba la prohibición de Moisés; más cegados por el deseo de encontrar un argumento contra las nuevas ideas, no se han apercibido que este argumento es completamente falso.


   La ley civil de nuestros días castiga todos los abusos que quería reprimir Moisés. Si Moisés pronunció el último suplicio contra los delincuentes, es porque necesitaba medios rigorosos para gobernar aquel pueblo indisciplinado; así es que la pena de muerte se halla muy prodigada en su legislación; por lo demás, no tenia mucho que escoger en los medios de represión; faltaban cárceles, casas de corrección en el desierto y la naturaleza de su pueblo no era para ceder al temor de las penas puramente disciplinarias ; no podía graduar su penalidad como se hace en nuestros días. Es, pues, una equivocación apoyarse en la severidad del castigo, para probar el grado de culpabilidad de la evocación de los muertos. ¿Seria necesario, por respeto a la ley de Moisés, mantener la pena capital para todos los casos en que la aplicaba? Por otra parte , ¿por qué se recuerda con tanta insistencia este artículo, cuando se pasa en silencio el principio del capítulo, que prohíbe a los sacerdotes poseer los bienes de la tierra, y no tener parte en ninguna herencia, porque el mismo Señor es su herencia? (Deuteron., cap. XVIII, v. 1 y 2.)


   5. —Hay dos partes distintas en la ley de Moisés: la ley de Dios propiamente dicha, promulgada sobre el monte Sinaí , y la ley civil o disciplinaria apropiada 
a las costumbres y al carácter del pueblo; la una es invariable, la otra se modifica según los tiempos, y no puede ocurrírsele a nadie que pudiésemos ser gobernados por los mismos medios que los hebreos en el de cierto, así como las Capitulares de Carlo-Magno no podrían aplicarse á la Francia del siglo XIX. ¿Quién pensaría, por ejemplo , en aplicar hoy este artículo de la ley mosaica: «Si un buey da una cornada a un hombre o a una mujer, que muera de ella, el buey será apedreado, y no se comerá de su carne; pero el dueño del buey será juzgado inocente?» (Éxodo, capítulo XXI, v. 23 y siguientes.)

   Este artículo, que nos parece tan absurdo, no tenia sin embargo, por objeto castigar al buey y librar de responsabilidad a su dueño; equivalía simplemente a la confiscación del animal causa del accidente, para obligar al propietario a mayor vigilancia. La pérdida del buey era el castigo del dueño, castigo que debía ser bastante sensible en un pueblo pastor, para que fuese necesario imponerle otro; pero no debía aprovechar a nadie; por esto se prohibía comer su carne. Otros artículos expresan el caso en que el dueño es responsable.


   Todo ten
ía su razón de ser en la legislación de Moisés, porque todo estaba previsto en ella hasta los menores detalles; pero la forma, así como el fondo, estaban en armonía con las circunstancias de la época.


   Ciertamente, si Moisés volviese hoy a dar un código a una nación civilizada, no le daría el de los hebreos.


   6. —A esto se opone que todas las leyes de Moisés son dictadas en nombre de Dios, como las del Sinaí. Si se las juzga todas de origen divino ¿por qué 
los Mandamientos están limitados al Decálogo? Es porque se ha hecho diferencia. Si todas dimanan de Dios, todas son- igualmente obligatorias; ¿por qué no se observan todas? ¿Por qué, entre otras, no se ha conservado la circuncisión  que Jesús sufrió y que no abolió? Se olvida que todos los legisladores antiguos,  para dar más autoridad a sus leyes, dijeron que las recibieron de una divinidad. Moisés, más que ningún otro, tenía necesidad de este apoyo, en razón al carácter de su pueblo; si a pesar de esto tuvo tanto trabajo hacerse obedecer, éste hubiera sido mayor, si las hubiese promulgado en nombre propio.

   ¿No vino Jesús a modificar la ley mosaica, y no es su ley el código de los cristianos? ¿No ha dicho : «Habéis aprendido que ha sido dicho a los antiguos tal y cual cosa, y yo os digo tal otra? ¿Pero ha tocado la ley del Sinaí? De ningún modo ; la sanciona, y toda su doctrina moral no es más que desenvolvimiento de aquélla.


   Pero en ninguna parte habla de la prohibición de evocar los muertos. Esta era una cuestión bastante grave, sin embargo, para que la hubiese omitido en sus instrucciones, cuando ha tratado otras más secundarias.


   7. —En resumen, se trata de saber si la Igles
ía sobre pone la ley mosaica a la ley evangélica; o de otro modo, sí es más judía que cristiana. Es digno de- observar que de todas las religiones , la que ha hecho menos oposición al espiritismo es la judía, y no ha invocado contra las relaciones con los muertos la ley de Moisés, en la que se apoyan las sectas cristianas.


   8.—Otra contradicción : Si Moisés prohibió evocar los espíritus de los muertos, es señal que los tales espíritus pueden venir, pues de otro modo su prohibición  era inútil. Si podían venir en su tiempo, lo pueden aún hoy; si son los espíritus de los muertos, no son exclusivamente los demonios. Por lo demás, Moisés no habla de ninguna manera de estos últimos.


   Es, pues, evidente que nadie puede lógicamente apoyarse en la ley de Moisés en esta circunstancia, por el doble motivo de que no rige en el cristianismo, y no ser apropiada a las costumbres de nuestra época. 


   Pero aún suponiéndose toda la autoridad que algunos la conceden, no puede, según hemos visto, aplicarse al Espiritismo.


   Moisés, es verdad, comprende en su prohibición el que se interrogue a los muertos; pero esto no es más que de un modo secundario, y como accesorio a las prácticas de la hechicería. La misma palabra interrogar, puesta al lado de los adivinos y de los augures, prueba que, entre los hebreos, las evocaciones eran un medio de adivinación; pero los espiritistas no evocan 
a los muertos para obtener revelaciones ilícitas, sino para recibir de ellos sabios  consejos y procurar el alivio de los que sufren. Ciertamente, si los hebreos no se hubiesen servido de las comunicaciones de ultra-tumba sino para ese fin, lejos de prohibirlas, Moisés las habría fomentado; porque ellas hubieran hecho a su pueblo más morigerado.

   9.— Si ha sido del gusto de algunos críticos jocosos, o mal intencionados presentar las reuniones espiritistas como asambleas de brujos y de nigrománticos, y los médiums como decidores de la buena ventura; si 
algunos charlatanes mezclan este nombre con prácticas ridículas, que desaprueba el Espiritismo, bastantes gentes saben a qué atenerse sobre el carácter esencialmente moral y grave de las reuniones del Espiritismo serio; la doctrina escrita para todo el mundo, protesta bastante contra los abusos de todas clases, para que la calumnia recaiga sobre quien lo merece.

   10. —La evocación, se dice, es una falta de respeta a los muertos, cuyas cenizas no deben ser removidas.

   
   ¿Quién dice esto? Los adversarios de los dos campos opuestos que se dan la mano: los incrédulos que no creen en las almas, y los que creyendo en ellas,
pretenden que no pueden venir, y que sólo el demonio se presenta.

   Cuando la evocación se hace religiosamente y con respeto; cuando los Espíritus son llamados, no por curiosidad, sino por un sentimiento de afecto y de simpatía, y con el deseo sincero de instruirse y de hacer se mejores, no se comprende que seria más irreverente si llamar a las gentes después de su muerte o durante su vida. Pero hay otra respuesta perentoria a esta objeción, esto es, que los Espíritus vienen libremente y no obligados; que también vienen 
espontáneamente sin ser llamados; que manifiestan su satisfacción en comunicarse con los hombres, y se quejan a menudo del olvido en que se les deja a veces.


   Si fueran turbados en su quietud o estuviesen descontentos de nuestro llamamiento, lo dirían o no vendrían. Puesto que son libres, cuando vienen, es porque esto les place.


   11.—Se alega esta otra razón: las almas, se dice, permanecen en la morada que les ha señalado la justicia de Dios, esto es, en el infierno o en el paraíso; las que están en el infierno, no pueden salir de éste, aúque a los demonios se les deje en libertad. Las que están en el paraíso, se hallan ocupadas enteramente en su beatitud; están muy por encima de los mortales para 
ocuparse de ellos y muy dichosas para volver a esta tierra de miserias a interesarse por los parientes y  amigos, quedan dejado en ella. ¿Son, pues, como esos ricos que apartan la vista de los pobres, por temor de que su miseria no les altere la digestión? Si fuera así,  serian- poco dignas de la dicha suprema que vendría a ser el premio del egoísmo. Quedan, las que están en el purgatorio; pero éstas se hallan sufriendo y tienen que pensar en su salvación antes que todo; así, pues, si ni unas ni otras pueden" venir , sólo el diablo podrá hacerlo en su lugar. Si no pueden venir, no hay, pues,  temor de que se altere su reposo.


   12. —Pero aquí se presenta otra dificultad. Si las almas que están en la beatitud no pueden dejar su morada afortunada, para venir en socorro de los mortales, ¿por qué invoca la Iglesia la asistencia de los santos, que deben gozar de la más grande suma posible de beatitud? ¿Por qué dice a los fieles que les invoquen en las enfermedades , en las aflicciones y para preservarse de las calamidades? ¿Por qué, según ella, los santos, la misma Virgen, vienen a mostrarse a los hombres y a hacer milagros? Dejan, pues, el cielo para venir a la tierra. Si los que están en lo más alto de los cielos pueden dejarlo, ¿por qué no podrán hacerlo los que están menos elevados?


   13.—Que los incrédulos nieguen la manifestación de las almas, se concibe, pues que no creen en el alma; pero lo que es extraño es ver a aquellos cuyas

creencias se apoyan sobre su existencia y su porvenir, encarnizarse contra los medios de probar que existe, y esforzarse en demostrar que eso es imposible. Parecería natural, al contrario, que los que tienen más interés en su existencia, debiesen acoger con alegría, y como un beneficio de la Providencia, los medios de confundir a los negadores con pruebas irrecusables, puesto que éstos son los que niegan la religión. Deploran sin cesar la invasión de la incredulidad que diezma el redil de los fieles, y cuando el más poderoso medio de combatirla se presenta, lo rechazan con más obstinación que los mismos incrédulos, pues cuando las pruebas rebosan hasta el punto de no dejar ninguna duda, se recurre como argumento supremo a la prohibición de ocuparse de ellas; y para justificarla, se aduce un artículo de la ley de Moisés en el cual nadie pensaba, y donde se quiere, a la fuerza, ver una aplicación que no existe. Se conceptúa tan feliz este descubrimiento, que no han sabido ver en él una justificación de la doctrina Espiritista.

   14.—Todos los motivos alegados contra las relaciones con los Espíritus, no pueden resistir un examen serio; del encarnizamiento que se despliega puede,

empero, inferirse que a esta cuestión se une un gran interés, pues de no ser así, no se insistiría tanto en ella. Al ver esta cruzada de todos los cultos contra las  manifestaciones, se diría que les tienen miedo. El verdadero motivo podría  muy bien ser el temor de que los Espíritus, demasiado perspicaces, no viniesen a    ilustrar a los hombres sobre los puntos que se quieren dejar en la obscuridad, y a hacerles conocer de fijo lo que hay en el otro mundo y las verdaderas condiciones para ser en él dichoso o desgraciado. Por esto, lo mismo que se dice a un niño: «No vayas allá, que hay un duende;» se dice a los hombres: «No llaméis  a los Espíritus, pues son el diablo.» Pero sus trabajos tendrá, porque si se prohíbe  a los hombres llamar a los Espíritus, no se impedirá a los Espíritus a que vengan a los hombres a sacar la lámpara de debajo del celemín.

   El culto que está en la verdad absoluta, no tienen que temer nada de la luz, porque la luz hará resaltar la verdad, y el demonio no podrá prevalecer 
contra ella.

   15.—Rechazar las comunicaciones de ultra-tumba, es rechazar el poderoso medio de instrucción que resulta de la iniciación en la vida futura, y de los  ejemplos que ellas nos suministran. La experiencia nos enseña además el bien que se puede hacer a los Espíritus imperfectos apartándoles del mal, ayudando 
a los    que sufren a desprenderse de la materia y a mejorarse. Prohibir, pues, dichas comunicaciones, es privar a las almas desgraciadas de la asistencia que podemos darles. Las siguientes palabras de un Espíritu reasumen admirablemente las consecuencias de la evocación practicada con un fin caritativo.
   «Cada Espíritu doliente y lastimero os contará la causa de su caída, los motivos que le han arrastrado a sucumbir; os dirá sus esperanzas, sus combates, sus
terrores; os dirá sus remordimientos, sus dolores, sus desesperaciones; os mostrará a Dios, justamente irritado, castigando al culpable con toda la severidad de su justicia. Escuchándoles, os conmoveréis y os atemorizareis por vosotros mismos; siguiéndoles en sus lamentos, veréis a Dios, no perdiéndole de vista, esperando al pecador arrepentido, tendiéndole los brazos tan pronto como trate de adelantar. Veréis los progresos del culpable, a los cuales habréis tenido la dicha y la gloria de haber contribuido, y los seguiréis con afán, como el cirujano sigue los progresos de la herida que cura diariamente.» (Burdeos, 1861).
________________________________
   En conclusión a este articulo, prevalece el Libre Pensar, o Libre Albedrío desde la antigüedad. Moisés tuvo la oportunidad de renunciar a su soberbia. Justificar sus actos, en nada cambia las consecuencias de sus actos. Los Espíritus pasando los siglos expresaron sus opiniones y entendieron que la ley Mosaica era y local y  temporal. Tenía que madurarse con el tiempo el entender a Moisés

   Sin duda que se necesitó una Segunda Revelación en Jesús el Nazareno que no estuvo escrita y una Tercera Revelación Espirita, que fue escrita, para que no existiera excusa de cumplir con el adelanto Espiritual individual, pero aún estando escrita, la mayoría no quisieron entenderla, reconocerla, ni practicarla. 

   Hoy podemos evaluar la 1ra Revelación de Moisés, la Segunda Revelación de Jesús, y la Tercera Revelación Espírita. Tenemos la gran oportunidad de hacer progresar el Espíritu, por el conocimiento adquirido con la lectura de los Libros Codificados.

Añadir lapiz de Edición


INFAMIA denuncia de Henri Sause 1 dic 1884

Vídeos publicados sobre el tema:Falsificación de Génesis

Vídeos publicados sobre el tema:Falsificación de Génesis Espiritista, 5ta Edición, 2nda Revisión del Libro de Génesis Espiritista... https://youtu.be/LahxKBMvd84
Ésta es mí contestación oficial sobre la Carta de la Federación Espírita de Brasil FEB, que publiqué é el 6 de abril del 2018. Y consta en el  artículo que contiene el siguiente Video.

Contestación oficial de mi parte a la Federación Espírita de Brasil FEB



5ta Edición, 2nda Revisión del Libro de Génesis Espiritista... https://youtu.be/fQyH70ypda4


5ta Edición, 2nda Revisión del Libro de Génesis Espiritista... Versión de Carleen Bransteter https://youtu.be/9AABq-nWY-M, Carleen Branstetter, 👌okp21 verificado... (11/29/2021).





Carta de la Federacion Espirita de Brasil FEB del 29 de enero del 2018

Carta de la Federación Espirita de Brasil FEB, 29 de de enero del 2018.

Esta carta de la FEB expresa excusas, como justificación para no hacer nada por 134 años desde que Henri Sausse hizo la denuncia de la Infamia el 1 de diciembre de 1884, en el Periodico "Le Espiritisme".

Todas las excusas son sólo válidas para los que nunca tuvieron compromiso con el Espiritismo, y que creyeron que el Espiritualismo moderno suplantaría las enseñanzas del Espiritismo unido a las enseñanzas apócrifas de Jean Baptiste Roustaing. Pero el Espiritismo, que no es Espiritualismo, no se puede sostener en la mentira. Es por eso que esta defensa por la integridad de la filosofía es muy válida.


Hoy, la Federación Espirita de Brasil FEB, sólo tiene dos (2) opciones.

  • Opción #1 - Corregir las alteraciones a los libros codificados y restaurar la integridad doctrinaria del Espiritismo, en próximas ediciones de traducciones. 
  • Opción #2 - NO HACER NADA, que automáticamente se convierte en la primera y única Opción.
Par saber que va a pasar, se debe evaluar el espíritu o las intenciones, que al menos las tenemos por escrito.

Y es por eso importante evaluar el contenido de la Carta de la FEB del 29 de enero del 2018, a fin de determinar si esas son las intenciones. El hacer las correcciones correspondientes, y cumplir con traducciones correctas, implicaría que sí estaban falsificadas las traducciones realizadas en todos los idiomas, incluyendo el idioma portugués, desde hace 146 años. Esto es poco probable y si esta fuera la opción a seguir, deberíamos estar muy pendientes a que eso se logre. Digamos que quieren hacer creer que esa es la opción, pues es solo cuestión de esperar a que todo se olvide, como ocurrió en el pasado. Hoy la Federación Espirita de Brasil FEB, no ha demostrado ningún interés en preservar la integridad doctrinaria del espiritismo moralizador y consolador, porque el interés real es que el Espiritismo, siga siendo considerado una religión Espiritualista que este de acuerdo a los libros publicados de Chico Xavier y Divaldo Pereira Franco, que son considerados como base fundamental de sus creencias espiritualistas.


Las que nadie se las cree, ni ellos mismos, tergiversa la verdad, y lo peor para ellos los incriminan en esta maldad infame de falsificar el libro de Génesis publicado por Allan Kardec el día 6 de enero del 1868. 


Los cogimos con las manos en la masa.



Creen que ya no tendrán que preocuparse. Están lejos de la verdad. Es ahora que los tenemos con las manos en la masa. Quedarán en ridículo, y la credibilidad mundial los juzgará. No os daremos cuenta pronto que están derrumbado y sin un plan B, por haber sido, malos, mentirosos, hipócritas e Infames. Quedarán en el ridículo mundial. 
Carta de la FEB 1-5 en Portugués y en español


####### Traducción al Español #######
Pagina 1

LA GÉNESIS

MILAGROS Y LAS PREDICCIONES
SEGÚN EL ESPIRITISMO
EDICIÓN FINAL

El propósito de las preguntas formuladas últimamente acerca de lo que sería la edición definitiva de la Génesis, milagros y las predicciones según el Espiritismo, Federación Espírita de Allan Kardec Brasileña, a través de su Consejo de administración, llega oficialmente al movimiento espírita expresa su entendimiento nacional sobre el tema.

Como todos saben, la primera edición de la obra salió a la luz, en París, el 6 de enero en 1868, seguido ese mismo año, la publicación de las segunda y terceros ediciones, absolutamente idénticas, simplemente reimpresiones de la primera edición. La 4 ª edición, que contiene en la cubierta y la portada el año 1868, se publicó sólo en la primavera de 1869, ya desencarnado el codificador, aunque manteniendo las mismas características de las tres primeras ediciones, con el cual no distingue en cualquier momento.

La 5ª edición de la génesis, milagros y las predicciones según el Espiritismo, a diferencia de cuatro primeras ediciones, no contiene el año de su lanzamiento, ni en la portada o en la portada, por lo que hasta hace poco no era posible conocer con precisión la fecha publicada. Hoy en día y que el sitio electrónico de la Biblioteca Nacional de Francia, realizar un seguimiento de la fecha exacta de su fecha de lanzamiento: 23 de diciembre de 1872, en el revisado, corregido y ampliado.

Como es conocido por todos, la quinta edición francesa, o que ella siguió y que son idénticos en todos los puntos, es el que ha servido de espejo a las traducciones en las diversas lenguas nacionales de los países del mundo, por haber sido la última edición revisada. Si he usado los traductores febianos Portugués, incluyendo el Dr. Guillón Ribeiro, siendo pertinente tener en cuenta que la primera edición brasileña de la obra, publicados en los años 80 del siglo XIX y traducido por Joaquim Carlos Travassos, Fortúnio, basado en la edición revisada, corregida y ampliada.

No es nuevo en la controversia que el último libro de la codificación espírita habría sido "adulterado" .

Después de la muerte de Allan Kardec, visto que suprime, modifica o agrega palabras, frases y párrafos completos que, en opinión de algunos, no fueron escritos por el autor y que tu desde 1884, 

1 


http://soyespirita.blogspot.com/2018/03/carta-de-la-federacion-espirita-de.html

Seguir a Frank en Facebook

¿Cómo reconocer un “Espiritista Verdadero”, en el Espiritismo?

¿Cómo reconocer un “Espiritista Verdadero”, en el Espiritismo? 
Un Espiritista Verdadero es aquel que según el Libro de Obras Póstumas, de Allan Kardec lo describe así:

Breve Contestación a los Detractores del Espiritismo

“Solo reconoce por adeptos suyos a los que practican su enseñanza, es decir, a los que trabajan en su propio mejoramiento moral, esforzándose en vencer sus malas inclinaciones, en ser menos egoístas y orgullosos, más afables, más humildes, pacientes, benévolos, caritativos para con el prójimo y moderados en todas las cosa, pues este es el signo característico del espiritista verdadero…”

Un Espiritista Verdadero, no es el que cobra menos dinero. Esos son “Charlatanes”, infiltrados en el Espiritismo. Los “Charlatanes”, son los que cobran dinero en el Espiritismo.


Evaluar a un Espiritista, y saber si es uno Verdadero, se necesita tener conocimiento adquirido, mediante la lectura de los Libros Codificados de Allan Kardec, Así se puede verificar la autenticidad.

Mensajes en Fotos


Body

















1/15/16

Un RESUMEN sobre los recursos del Espiritismo para sanar las Obsesiones Espirituales seria:









  • Moralización del Obsesado obteniendo su ascendencia Moral y luego al Obsesor moralizarlo.



  • Fortalecimiento de la "Voluntad" del Obsesado para que pueda Rechazar al Obsesor.



  • Oración Magnética Mental. (Grupales),



  • Magnetización del Obsesado, mediante Pases Magnéticos.



  • Educación Espirita.


Los postulados y la definición de la Filosofía Espirita antes expresada es nuestra razón de ser en esta red social. Por la naturaleza de este medio, muchas personas con diferentes corrientes de pensamiento y de diferente postura con relación al Espiritismo, pueden hacer comentarios a nuestras reflexiones. Esto nos llena de mucha satisfacción, porque ilustra claramente que el propósito de la existencia de esta página ha cometido su propósito al lograr cruzar barreras de idiomas y de pensamientos. Estamos muy claros en que nuestra filosofía es una de carácter Kardeciana y es la que promulga el deseo genuino de Dios en cuanto al comportamiento Moral de nuestra sociedad y de toda la raza humana, pero no tenemos ninguna conexión con otras corrientes de pensamiento sincretistas como lo son: Práctica de africanismo, indigenismos o ritualismos étnicos, Religiosos, folclóricos o sincréticos ni se hacen rezos, baños de plantas, consume de aguardiente o tabacos, inhalaciones toxicas, curaciones mágicas, maleficios o encantamientos y Santería.



Las obsesiones se Curan según el Espiritismo.






Excelente recurso de información según El Espiritismo, en el siguiente Libro Gratuito:








Todos están bienvenidos a comentar nuestras reflexiones, pero en nada esto significa que patrocinemos estas corrientes diferentes de pensamientos.











Queremos ser un faro, donde aquellos que desean encontrar el puerto seguro, puedan libremente acercarse al dialogo y a la comprensión. Jesús nos enseño a no hacer acepción de persona alguna, somos llamados a la comprensión y a la tolerancia con todos aquellos que aunque tengan pensamientos diferentes, siguen siendo seres humanos en el proceso de encontrar el sendero de la verdad en su camino evolutivo.












REFERENCIAS PARA ESCRIBIR ESTA REFLEXIÓN



  • El Evangelio Según El Espiritismo, Allan Kardec

  • El Libro de Los Espíritus, Allan Kardec

  • Obras Póstumas, Allan Kardec

  • Genesis

  • El Cielo Y el Infierno – Allan Kardec

  • El Libro de Los Médiums – Allan Kardec











Frank Montañez

“Soy Espírita”

Director de la Página


Soy Espirita en Facebook

Nuestro Canal Soy Espirita en Youtube

Blog de Soy Espirita

soyespirita@yahoo.com

"Soy Espirita" en Twitter

"Soy Espirita" en Google +

    No dejes de inscribirte en mi blog, así podrás recibir notificación de nuevas adiciones a mi página. Debes tener una cuenta de correo electrónico de gmail para poder hacer comentarios a los artículos y también para inscribirte en este blog. Además, si consideras que esta reflexión hoy ha sido de mucha ayuda, por favor compártela haciendo un enlace a tu muro en Facebook y no dejes de escribir un comentario para así saber que ha servido de ayuda a alguien. Gracias por leer este blog. Frank





NOTA Importante:




Si consideras que este articulo o reflexión es útil, y deseas citarnos en un artículo o nota que publiques en tu blog o en Facebook, por favor haz una mención de que obtuviste la información de un articulo nuestro ya publicado. Eso es actuar en Moral y bien común. No permitas que el atribuirte consciente o inconscientemente crédito por algo que copiaste de otro autor, afecte tu espiritualidad, y que cometas faltas que se han de acumulan a las que ya tienes.




Si me mencionas o no, no es importante para mí, pero sí; es una falta el atribuirte que la información publicada es de tu autoría al no hacer mención alguna del autor original, si no das el crédito al que originalmente lo creo, eso es propiedad intelectual y al no dar el crédito, constituye una falta de moralidad. Recomiendo que añadas al final de tu reflexión algo así:




Partes de esta reflexión ha sido tomada de un artículo publicado por Frank Montañez de “Soy Espírita” en su blog: www.soyespirita.blogspot.com




Nombre del Artículo:


Fecha Publicado:


Eso evitarás que actúes mal sin quererlo hacer, de eso se trata la Educación Espírita.






Los siguientes enlaces te conducen a estos temas ya publicados para ayudarte en tu desarrollo de educación espiritual:









































Te los ofrezco gratuitos en estos enlaces y en audio que son mas fáciles de manejar. Te los ofrezco gratuitos en estos enlaces y en audio que son más fáciles de manejar.




Audio Libros en Español GRATUITOS




Los invito a que descarguen los AUDIO Libros en mi blog. No hay escusas para no leer el Libro de los Espíritus y el de Los Médiums, pues pueden escucharlos narrados. Visita mi blog o simplemente dale clic al libro que ves listado a continuación.





¡VIVA EL ESPIRITÍSMO!





Haz clic en este enlace - AUDIO LIBRO – EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO.


Haz clic en este enlace - AUDIO LIBRO – GÉNESIS




Espero estos enlaces te conduzcan a información que te ayude a lograr activar tu crecimiento espiritual, a través de la Transformación Moral.


________________________________________




NOTA ACLARATORIA:





Han notado que nuestras reflexiones se redactan para la Educación de nuestra filosofía, tal y como lo ilustran Los Espíritus de La Codificación Espirita dada a Allan Kardec. Muchas de estas enseñanzas lucen como que deben ser tratadas en la Casa Espírita y creo que sí; es esto correcto. Pero la mayoría de nuestros lectores no tienen acceso a Casa Espírita alguna, entonces no nos podemos quedar con las manos cruzadas esperando que Espíritus Impuros que sabiendo esta realidad se adelanten se introduzcan en los hogares de personas que con genuino interés se acercan a nuestra página buscando ayuda. Para ellos les sugiero considerar conformar un pequeño grupo de Estudios en su hogar. Así se deleitaran de las enseñanzas de los Espíritus. Estos dos enlaces te ayudaran a comenzar a conformar tu grupo de Estudio:





  • http://soyespirita.blogspot.com/2014/01/ley-de-sociedad-i-necesidad-de-la-vida.html

  • http://soyespirita.blogspot.com/2011/08/recomendaciones-para-los-nuevos-grupos.html













No demostramos compasión si no ayudamos a estas personas en estos lugares inaccesibles que no existe ninguna Casa Espírita cerca y tal vez nunca la habrá a no ser por nuestra educación por el Internet. Para muchos el desarrollo de la Mediúmnidad es tan serio que no han desarrollado aun Médiums en sus lugares de reunión. Pero eso no debe ser la norma, pues el mismo Allan Kardec nos apercibió de que esto era esencial en el desarrollo espiritual de las comunicaciones Mediúmnica.




Preferimos hacer accesible esta información para aquellos que genuinamente desean crecer espiritualmente, y yo soy el de pensar que si los deseos de estos nuevos allegados son encaminados al desarrollo de la Mediúmnidad, es preferible ayudarlos que dejarlos a expensas de Espíritus Impuros que aprovechándose del deseo más profundo de crecer espiritualmente intervengan para que esto no se logre.




Esta educación debe ser el detonador para el establecimiento de nuevos centros de reunión para nuevos allegados y esto cumple el propósito de la codificación y de la Ley de Progreso y Crecimiento espiritual a que todos tenemos derecho.









































Autenticidad de los libros Codificados por Allan Kardec según el Libro de Génesis, ¿Qué es una Opinión en el Espiritismo? y el propósito del Espiritismo con la Humanidad:





Ítem #10. Sólo los espíritus puros reciben la misión de transmitir la palabra de Dios, pues hoy sabemos que los espíritus están lejos de ser todo perfectos y que algunos intentan aparentar lo que no son, razón por la cual San Juan ha dicho: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios” (Primera Epístola Universal de San Juan Apóstol 4:1).



De modo que nadie tiene la autoridad Espiritual ni Moral de realizar cambios a los libros codificados que no sean los dueños y autores originales; "Los Espíritus".




Veamos lo que dice la introducción del Libro de Génesis, comentado y firmado por Allan Kardec y lee como sigue: Introducción, De la primera edición, publicada en enero de 1868.


“A pesar de la intervención humana en la elaboración de esta





Doctrina, la iniciativa pertenece a los espíritus, pero no a uno en especial, ya que es el resultado de la enseñanza colectiva y concordante de muchos espíritus, puesto que si se basara en la doctrina de un espíritu no tendría otro valor que el de una "opinión personal". El carácter esencial de la Doctrina y su existencia misma se basan en la uniformidad y la concordancia de la enseñanza. Por tanto, todo principio no general no puede considerarse parte integrante de la Doctrina, sino una simple opinión aislada de la cual el Espiritismo no se responsabiliza.


Es esa concordancia colectiva de opiniones, sometidas a la prueba de la lógica, la que otorga fuerza a la Doctrina Espírita y asegura su vigencia. Para que cambiase, sería necesario que la totalidad de los espíritus mudasen de opinión, es decir, que llegase el día en que negasen lo dicho anteriormente. Ya que la Doctrina emana de la enseñanza de los espíritus, para que desapareciese sería necesario que los espíritus dejasen de existir. Y es por eso que esta Doctrina prevalecerá siempre sobre los demás sistemas personales, que no poseen, como ella, raíces por doquier. El Libro de los Espíritus ha consolidado su prestigio porque es la expresión de un pensamiento colectivo y general.”

Firmado por Allan Kardec.






El Libro de Génesis, escrito por Allan Kardec nos indica lo siguiente tambien:


Ítem #40. El Espiritísmo presenta, como ha sido demostrado (cap. I, n.º 30), todos los caracteres del Consolador prometido por Jesús. No es, en absoluto, una doctrina individual, una concepción humana; nadie puede decirse su creador (Pues sus creadores fueron los Espíritus). Es el fruto de la enseñanza colectiva de los espíritus presididos por el Espíritu de Verdad. No suprime nada del Evangelio: lo completa y aclara. Con la ayuda de las nuevas leyes que revela, en unión con las de la ciencia, hace comprender lo que era ininteligible y admitir la posibilidad de aquello que la incredulidad tenía inadmisible. Hubo precursores y profetas que presintieron su llegada. Por su poder moralizador, prepara el reino del bien sobre la Tierra.


La doctrina de Moisés, incompleta, terminó circunscrita al pueblo judío; la de Jesús, más completa, se extendió a toda la Tierra mediante el cristianismo, pero no convirtió a todos; el Espiritismo, más completo aún, con raíces en todas las creencias, convertirá a la Humanidad.1


1. Todas las doctrinas filosóficas y religiosas llevan el nombre de la individualidad fundadora, por lo que se dice: el Mosaísmo, el Cristianismo, el Mahometismo, el Budismo, el Cartesianismo, el Furierismo, el Sansimonismo, etc. La palabra Espiritismo, por el contrario, no involucra a ninguna persona en especial; pero sí define a una idea general que indica, al mismo tiempo, el carácter y la fuente múltiple de la Doctrina. [N. de A. Kardec.]






Claramente Allan Kardec y El Espíritu de verdad que dictó los Libros Codificados que el Espiritísmo, más completo aún, es con raíces en TODAS LAS CREENCIAS y la fuente múltiple de la doctrina, refiriéndose a que con Moisés la Doctrina fue incompleta y la de Jesús se extendió mediante el Cristianismo, pero no convirtió a todos, por lo tanto es hoy que el Espiritísmo ha de ser de todos, todas las doctrinas religiosas, "Mosaísmo, Cristianismo, Mahometismo, el Budismo, el Cartesianismo, el Furierismo, el Sansimonismo, y yo ando los Musulmanes, los Hinduistas, los Ateos, los Laicos, los de Joaquín Trincado, los Santeros, Umbanda, en fin a "TODOS", es más incluyo, hasta los extraterrestres, Todos adelantaran sus Espíritus mediante las enseñanzas del Espiritísmo.



En el libro de Obras Póstumas, Allan Kardec, luego de haber dedicado 13 años a la Codificación Espírita, y haber codificado y publicado los 5 Libros Básicos, dijo lo siguiente refiriéndose al Espiritismo:



EL ESPIRITÍSMO NO ES UNA RELIGIÓN Constituida…



El espiritismo es una doctrina filosófica que tiene consecuencias religiosas como toda filosofía espiritualista y por esto mismo toca forzosamente las bases fundamentales de todas las religiones: Dios, el alma y la vida futura; pero no es una religión constituida, dado que no tiene culto, rito ni templo, y que entre sus adeptos ninguno ha tomado ni recibido titulo de sacerdote o sumo sacerdote. Estas calificaciones son pura invención de la crítica.


Obras Póstumas – Allan Kardec







TODOS SOMOS MÉDIUMS





Libro de Los Mediums - Sobre los Médiums - X




Todos los hombres son médiums, todos tienen un Espíritu que los orienta hacia el bien, en caso de que sepan escucharlo. Ahora bien, poco importa que algunos se comuniquen directamente con él a través de una mediumnidad especial, y que otros sólo lo escuchen a través de la voz del corazón y de la inteligencia, pues no deja de ser su Espíritu familiar quien los aconseja. Llamadlo espíritu, razón o inteligencia: en todos los casos es una voz que responde a vuestra alma y os dicta buenas palabras. Sin embargo, no siempre las comprendéis. No todos saben proceder de acuerdo con los consejos de la razón, no de esa razón que se arrastra y repta más de lo que camina, que se pierde en la maraña de los intereses materiales y groseros, sino de esa razón que eleva al hombre por encima de sí mismo y lo transporta a regiones desconocidas. Esa razón es la llama sagrada que inspira al artista y al poeta, el pensamiento divino que eleva al filósofo, el impulso que arrebata a los individuos y a los pueblos. Razón que el vulgo no puede comprender, pero que eleva al hombre y lo aproxima a Dios más que ninguna otra criatura; entendimiento que sabe conducirlo de lo conocido a lo desconocido, y le hace realizar las cosas más sublimes. Escuchad, pues, esa voz interior, ese genio bueno que os habla sin cesar, y llegaréis progresivamente a oír a vuestro ángel de la guarda, que desde lo alto del cielo os tiende la mano. Repito: la voz íntima que habla al corazón es la de los Espíritus buenos, y desde ese punto de vista todos los hombres son médiums.




Channing






Libro de Los Mediums - Capt. XVII


Amigos míos, permitidme que os dé un consejo, dado que avanzáispor un terreno nuevo, y si seguís la ruta que os indicamos no osextraviaréis. Se os ha dicho una gran verdad, que deseamos recordaros: el espiritismo es sólo una moral, y no debe salirse de los límites de la filosofía, ni más ni menos, salvo que quiera caer en el dominio de la curiosidad.


Dejad de lado las cuestiones científicas, pues la misión de los Espíritus no es resolverlas, ahorrándoos el esfuerzo de las investigaciones.


"Tratad antes de mejoraros, pues de ese modo progresaréis realmente".


San Luis







Mapa de Visitas

Horarios en comparación a Puerto Rico