Tú eres Medium, pero no tienes permiso de revelar los SECRETOS DE DIOS, ese conocimiento no es tuyo y sólo Espíritus inferiores e impuros revelan los Secretos de Dios.
Todas las Premoniciones son consideradas los SECRETOS DE DIOS, No se justifican el revelarlos en las creencias del Espiritismo Moralizador y Consolador al Mundo, el Verdadero Espiritismo. El Espiritismo Verdadero es el Espiritismo que se sostiene con los contenidos de los libros Codificados por Allan Kardec, y que define cuáles son los SECRETOS de DIOS, según el contenido de los Libros 📚 Codificadospor Allan Kardec y lo que significa el revelar los "Secretos de Dios".
Lamentablemente los Espiritualistas, las Casas Espíritas, las Federaciones, las Confederaciones, los llamados Consejos Espiritistas y toda organización en el Espiritismo que promueve utilizar la capacidad de la Mediumnidad para comunicar mensajes a terceros sobre el principio de las cosas, el futuro o el porvenir; están utilizando la Mediumnidad para revelar los SECRETOS de DIOS que está prohibido en el Espiritismo. Recordemos que la CAPACIDAD Mediumnica es un don que debe ser utilizado, SÓLO y ÚNICAMENTE para el mejoramiento Moral del Médium que la posee. (Libro de Los Médiums, #197).
Los Espiritistas No SOMOS ADIVINOS del Futuro o el Porvenir. Los Médiums que hacen sesiones Mediúmnicas para interrogar Espiritus sufrientes en temas cómo saber el principio de las cosas, o saber el porvenir, son Médiums Naturales que se tienen que convertir en Médiums Facultativos. Son Espiritualistas cuyos Espiritus no están moralizados, son Espíritus Inferiores e Imperfectos.
http://soyespirita.blogspot.com/2015/08/conocer-el-futuro-es-revelar-los.html
Ver "Médiums Inspirados y de Presentimientos, no justifican la adivinación en el espiritismo – Soy Espírita" en YouTube.
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SECRETOS DE DIOS, 👌 incluye todas las Premoniciones y los Presentimientos, son consideradas los SECRETOS DE DIOS, No se justifican el revelarlos según las creencias del Espiritismo Moralizador y Consolador al Mundo, el Verdadero Espiritismo.
El Espiritismo Verdadero es el Espiritismo que se sostiene con los contenidos de los Libros 📚 Codificados por Allan Kardec, y que define cuáles son los SECRETOS de DIOS, según el contenido de los Libros Codificados y lo que significa que no se puede revelar los "Secretos de Dios".
Lamentablemente los Espiritualistas, las Casas Espíritas, las Federaciones, las Confederaciones, los llamados Consejos Espiritistas y toda organización en el Espiritismo que promueve utilizar la capacidad de la Mediumnidad para comunicar mensajes a terceros sobre el principio de las cosas, el futuro o el porvenir; están utilizando la Mediumnidad para revelar los SECRETOS de DIOS que está prohibido en el Espiritismo.
Recordemos que la CAPACIDAD Mediúmnica es un don que debe ser utilizado, SÓLO y ÚNICAMENTE para el mejoramiento Moral del Médium que la posee. (Libro de Los Médiums, #197).
Los Espiritistas No SOMOS ADIVINOS del Futuro o el Porvenir. Los Médiums que hacen sesiones mediumnicas para interrogar Espiritus sufrientes en temas cómo saber el principio de las cosas, o saber el porvenir son Médiums Naturales que se tienen que convertir en Médiums Facultativos. Son Espiritualistas cuyos Espiritus no están moralizados, son Espíritus Inferiores e Imperfectos.
Los SECRETOS de DIOS en los Libros 📚 Codificados, nos dan testimonio de que el CONOCIMIENTO DEL PRINCIPIO DE LAS COSAS, como también el conocer el FUTURO, pertenecen a los "Secretos de Dios" reclamado en el contenido de los Libros 📚 Codificados.
Los cuáles dejan en claro que el adivinar el PRINCIPIO de las cosas o decir el PORVENIR, que son precisamente SECRETOS de DIOS no se pueden revelar.
Presentimiento, Presentimientos y Pensamientos, Secretos de Dios. La Mediumnidad es individual y es Únicamente para el Adelanto Moral del Médium. (vea el Libro de los Médiums, ítems 197, 220.3, y 14). El que utiliza su capacidad mediúmnica para decirle a terceros los Presentimientos o Premoniciones que recibe, se convierte en un ADIVINO en el Espiritismo. Los Presentimientos o Premoniciones son términos similares en Español, que se refieren a los pensamientos que surgen de lo que va a pasar en el futuro. Cuando esos Pensamientos se refieren a nosotros mismos, SIEMPRE deben ser aceptados como correctos, porque son PENSAMIENTOS generados por BUENOS Espíritus a nosotros, para nuestro beneficio, de lo que nos va a pasar en el futuro. Sin embargo cuando esos PENSAMIENTOS, PRESENTIMIENTOS o PREMONICIONES se refieren a lo que les va a pasar a otros, ya éso se considera ADIVINACIÓN, revelación de los SECRETOS de DIOS que no deben ser revelados y SIEMPRE van a ser provocados por Espíritus inferiores, que no les interesa el LIBRE ALBEDRÍO de los DEMÁS, y no les importa que estén prohibidos el revelarlos, y no se les puede decir a otros. NO SON ACEPTADOS COMO CORRECTOS.
Sí luego de leer este contenido, sigues haciendo sesiones Mediúmnicas, para decirle a otros lo que les va a pasar, eres un Médium Natural, inferior que debes convertirte en Médium Facultativo, lo antes posible. Tal vez nunca has leído los Libros 📚 Codificados por Allan Kardec, no sabes lo que es y lo que no es Espiritismo, pierdes el tiempo en ésta existencia, o los leistes hace tiempo, y has detenido el Adelanto Moral de tú Espíritu. El Espiritismo desea que los Médiums, sean obedientes, sean Facultativos y no sean ADIVINOS del PORVENIR.
Tú eres Médium, pero no tienes permiso de revelar los SECRETOS DE DIOS, y decir que son Profecias del Futuro, y decir que Dios me dijo, y que ese conocimiento no es tuyo y sólo Espíritus inferiores e impuros revelan los Secretos de Dios, por ignorancia.
Todas las Premoniciones y los Presentimientos son consideradas los SECRETOS DE DIOS, No se justifican el revelarlos en las creencias del Espiritismo Moralizador y Consolador al Mundo, el Verdadero Espiritismo. El Espiritismo Verdadero es el Espiritismo que se sostiene con los contenidos de los libros codificados por Allan Kardec, y que define cuáles son los SECRETOS de DIOS, según el contenido de los Libros 📚 Codificadospor Allan Kardec y lo que significa el revelar los "Secretos de Dios".
Lamentablemente los Espiritualistas, las Casas Espíritas, las Federaciones, las Confederaciones, los llamados Consejos Espiritistas y toda organización en el Espiritismo que promueve utilizar la capacidad de la Mediúmnidad para comunicar mensajes a terceros sobre el principio de las cosas, el futuro o el porvenir; están utilizando la Mediumnidad para revelar los SECRETOS de DIOS que está prohibido en el Espiritismo.
Recordemos que la CAPACIDAD Mediúmnica es un don que debe ser utilizado, SÓLO y ÚNICAMENTE para el mejoramiento Moral del Médium que la posee. (Libro de Los Médiums, #197).
Los Espiritistas No SOMOS ADIVINOS del Futuro o el Porvenir. Los Médiums que hacen sesiones Mediúmnicas para interrogar Espíritus sufrientes en temas cómo saber el principio de las cosas, o saber el porvenir, son Médiums Naturales que se tienen que convertir en Médiums Facultativos.
Son Espiritualistas cuyos Espíritus no están moralizados, son Espíritus Inferiores e Imperfectos.
El Espiritismo Verdadero, que es Moralizador y Consolador al Mundo le dice no a la adivinación y no está de acuerdo a la consulta de Brujos, Hechiceros, adivinos o Santeros... que sus predicciones no se dan en su mayoría.
El libro de Génesis, capitulo XVI, habla de la TEORÍA DE LA PRESCIENCIA, para referirse a los que le es revelado los acontecimientos futuros y que siempre se cumplen.
No creas en ningún tipo o modo de Adivinación... Los Espiritistas Verdaderos, no Somos ADIVINOS del futuro o porvenir, pues ésos son Secretos de Dios...
Por favor deja de creer en Profecías de
Rasputín, Nostradamus, de Chico Xavier, Divaldo Pereira Franco, o Becerra de Menezes de Brasil.
No creas tampoco de un supuesto Planeta X, que no existe y que está fuera de su órbita, ni profecías mayas, ni Profecías metáfisicas de fechas numéricas como :11-11-11, ni de 12-12-12, nada que atente contra tú inteligencia.
¿Qué son los Secretos de Dios...???
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EL FIN DEL MUNDO UNA FALACIA
El-fin-del-mundo-ni-sera-el-2011-o-2012-no
21-de-octubre-de-2011-una-falsa, una mentira
El-fin-del-mundo-ni-será-el-2011-o-2012
No-puede-haber-juicio-final-ni-Cristo-ha de Venir-otra-vez
El cataclismo que se nos anunció será un cataclismo Moral, del que todos los hombres seréis instrumentos.
Libro de Obras Póstumas
Los Espíritus le dijeron a Allan Kardec que no se acabaría el Mundo,
Ésto ocurrió en el año 1856.
Allan Kardec
Al tiempo de que los Espíritus le anunciaran a Allan Kardec su misión para publicar los libros que comprenderían la Libros Codificados o la llamada "Codificación Espírita", también le fue revelado la naturaleza de los acontecimientos futuros. Ésto lo encuentras en el libro de Obras Póstumas escrito por él mismo. Ésta confirmación de que el mundo no sería destruido, ni con catástrofes, ni cataclismos fue revelado en 1856 por los mismos Espíritus Superiores y Puros.
Los Espiritistas nos debemos sentir seguros de que tanto los Espíritus cómo el mismo Dios revelaron por Espíritus Puros los acontecimientos futuros. Los mensajes de Dios se canalizan siempre a través de los Espíritus Puros, pues ésa es la responsabilidad de los Espíritus Puros.
No debe haber ninguna duda de los Planes de Dios para la Humanidad. El se encargó de revelarlo a Allan Kardec cuándo su misión le fue anunciada. Ésto demuestra claramente que los espíritus asignados por Dios para la tarea de revelar el mundo espiritual mediante la Codificación Espirita, sí eran espíritus de gran envergadura espiritual, pues Dios no habla sino a través de ellos. Sin embargo hay quién pierde su tiempo tratando de desprestigiar los espíritus que dictaron la Codificación Espírita, y no hay duda que la información dada a Kardec sobre su misión, también estuvo unida a los acontecimientos futuros. ¿Por qué ésta información fue revelada al unísono, sino tenía el firme propósito de demostrar que los que estaban comunicándose, eran Espíritus Superiores y Puros.?
Tags: Secretos de Dios, Médiums Naturales Facultativos, Frank Montañez, Allan Kardec, Espiritismo, Espiritualismo, adivinación futuro o pasado, regresiones, incorporación, 868, 300,
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Revelar los SECRETOS DE DIOS, eso da lugar a
que se COMETEN los Fraudes Espíritas, y se de lugar al Charlatanismo, y que con el concurso de MALOS
Espíritus se aprovechen de los que utilizan su capacidad o don de Mediumnidad para fines no de
acuerdo a las enseñanzas del Espiritismo Moralizador y Consolador, el Verdadero Espiritismo. . Entonces el viejo mito de que el Médium debe trabajar en mesas mediumnicas, no se justifica, pues se debe tener cuidado con revelar Secretos de Dios.
Sí luego de leer este contenido, sigues haciendo sesiones Mediumnicas, para decirle 0}a otros lo que le va a pasar, eses un Médium Natural, que debes convertirte en Médium Facultativo, lo antes posible. Tal vez nunca has leido los Libros 📚 Codificados por Allan Kardec, o los leistes hace tiempo, y has detenido el Adelanto de tú Espíritu. El Espiritismo desea que los Mediums, sean obedientes, sean Facultativos y no sean ADIVINOS del PORVENIR.
Tratar de Conocer el FUTURO, es revelar los SECRETOS de DIOS, eso está prohibido en el Espiritismo Moralizador y Consolador al Mundo, el Verdadero Espiritismo. No importa cómo lo quieras llamar, cartomansia, piromancia, lectura de Cartas del Tarot, Profecías del futuro como las de Chico Xavier, Premoniciones, Presentimientos... Todo lo que es ADIVINACIÓN del principio de las cosas o develar el FUTURO, no es conforme a las creencias del ESPIRITISMO, pues son SECRETOS DE DIOS.
Aquí te cito del libro de los Espíritus, el libro de los Médiums, y el libro del Cielo y el Infierno, todos escritos, codificados y publicados por Allan Kardec, y lo que el Espiritismo enseña sobre este tema de los SECRETOS DE DIOS, que ESTÁN PROHIBIDOS REVELAR, se presentan en este artículo de referencia.
Antes de hablar en concreto de los SECRETOS de DIOS, se necesita tener claro lo qué son los Presentimientos o Premoniciones ¿En qué se diferencian los Presentimientos o las Premoniciones de lo que nos va a pasar a nosotros, o de lo que le va a pasar a otros en el Espiritismo?
Presentimientos o Premoniciones son los mismos términos. Lo que hace la diferencia es que cuando se trata de lo que nos va pasar a nosotros mismos, que SIEMPRE es provocado por buenos Espíritus que te quieren bien, específicamente el Espíritu Protector y Guía, que te están avisando de algo que te va a pasar a tí.
La Mediumnidad es individual y es Únicamente para el adelanto Moral del Médium. (Libro de los Médiums, ítems 197, 220.3,14).
“S o y . E s p í r i t a”: El que utiliza su capacidad mediúmnica para decirle a terceros los Presentimientos o Premoniciones que recibe, se convierte en un ADIVINO en el Espiritismo. Los Presentimientos o Premoniciones son términos similares en Español, que se refiere a pensamientos que surgen de lo que va a pasar en el futuro. Cuando esos Pensamientos se refieren a nosotros mismos, SIEMPRE aceptados porque son PENSAMIENTOS generados por BUENOS Espíritus a nosotros, de lo que nos va a pasar en el futuro.
Sin embargo cuando los PENSAMIENTOS, PRESENTIMIENTOS o PREMONICIONES se refieren a lo que les va a pasar a otros, ya eso se considera ADIVINACIÓN, SECRETOS de DIOS y SIEMPRE van a ser provocados por Espíritus inferiores, que no les interesa el LIBRE ALBEDRÍO de los DEMÁS, y no son aceptados como correctos. Las Casas Espíritas que justifican estar dando mensajes a terceros, basados en Presentimientos, Premoniciones y a través de Manifestaciones Espontáneas, están revelando los SECRETOS de DIOS , sin permiso. Eso es ADIVINACIÓN en el Espiritismo. Los SECRETOS de DIOS no deben ser revelados sin su permiso.
Los Buenos Espíritus NUNCA se inmiscuyen, ni generan pensamientos de lo que le va a pasar en el futuro a otras personas, si se aparecen espontáneamente en sesiones serias de Mediumnidad, porque eso es ADIVINACIÓN. Entonces ningún Médium confiable, Facultativo y Moral, puede estár usando su capacidad Mediúmnica, para decirle nada a nadie, que se vincule a información del principio de las cosas, ni a lo que le acontecerá en el futuro.
Los Médiums ADIVINOS, no son Médiums Facultativos en el Espiritismo, y nunca deben confiar de Espíritus que mano nifiesten espontáneamente (Libro de los Médiums, ítem #269). Nos toca a nosotros los Médiums, identificar esos pensamientos sí son de Buenos o Malos Espíritus. Para entonces, decidir a no ser cómplices de la ADIVINACIÓN en el Espiritismo. Cuando la información surge de la manifestación de un Espíritu de manera espontánea, éso está claramente definido cómo no aceptado en el Espiritísmo, usted puede verificar en el libro de Los Médiums, en el ítem #269, que los Espíritus indicaron que no diéramos lugar a Manifestaciones Espontáneas, porque a esos Espíritus no se les puede creer. Ellos fragantemente, violan el libre albedrío de los demás.
Sí; la información que los Médiums le comunican a otra persona, de lo que le puede pasar a esa otra persona, eso no es de acuerdo a las enseñanzas del Espiritismo Verdadero, eso es ADIVINACION. Nada los separa de brujos, hechiceros, adivinos o santeros.
Nadie le tiene que decir a otro los Presentimiento o las Premoniciones que recibe de Espíritus inferiores. La información que se le comunica al Médium como presentimiento o Premonición, es solamente para su beneficio Moral, y es necesario para que esa persona lo reciba a fin de apercibirse. Esa información es personal, y nadie se la puede transmitir, porque caería en la categoría de la ADIVINACIÓN.
Para eso es la Educación ESPÍRITA, en el Espiritismo, pero nadie, lamentablemente, que utiliza su mediumnidad para decirle a otro lo que le va pasar, es un Espiritista Verdadero, sino un ESPIRITUALISTA, QUE SE RÍE DE LAS CREENCIAS DEL ESPIRITISMO.
EXHORTO a los Espiritistas Verdaderos, a que enseñen este contenido doctrinario. Las Casas Espíritas no educadas, se prestan a las sesiones Mediúmnicas de adivinación. Lo que las Casas Espíritas, deberían hacer es no estár promoviendo la ADIVINACIÓN, en representación del Espiritismo Moralizador y Consolador al Mundo, el Verdadero Espiritismo.
La Educación Espírita sólo surje de los contenidos de los Libros📚 Codificados por Allan Kardec que la mayoría no leen ni practican. Es por éso que el Espiritismo está estigmatizado en la ADIVINACION, en la brujería, la hechicería y la adivinación, porque los que hablan en nombre del Espiritismo no dan lugar a la Educación Espírita, sino a la ADIVINACIÓN, disfrazada de ayuda mediúmnica.
Resumiendo; cuando se trata de nosotros mismos, todo presentimiento es provocado por Buenos Espíritus que nos aman y desean nuestro bien y esos son pensamientos de alerta, que los provocan nuestro Espíritu Protector y Guía. Pero cuándo ésos Presentimiento o Premoniciones se refieren a otros, ya esos pensamientos se convierten en ADIVINACIÓN del futuro o el PORVENIR, que violan los secretos de Dios, que no tenemos el permiso de revelar, y el libre Albedrío, que Dios nos ha dado. Y eso lo hacen los Médiums en Casas Espíritas que no entienden, que su misión debería ser la Educación, y no revelar los Secretos de Dios.
Presentimientos o Premoniciones es lo mismo...
http://soyespirita.blogspot.com/2016/07/presentimientos-no-es-lo-mismo-que.html
Secretos de Dios
http://soyespirita.blogspot.com/2015/08/conocer-el-futuro-es-revelar-los.html
Libros 📚 Codificados por Allan Kardec
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Los presentimientos o premoniciones que son pensamientos que surgen, de tú propia persona, son de tu espíritu guía que sabe lo que va a pasar en tu vida y se utilizan para mantenerte alerta, entonces antes de que algo va ocurrir, es el espíritu bueno y guía que te da el presentimiento o Premonición, para que puedas ayudarte.
Los presentimientos, es decir las premoniciones que se refieren a otras personas se pueden presentar en los sueños, al igual que en la vigilia, cuándo estás despierto.
El libro "Que es el Espiritismo", Allan Kardec define los Presentimientos de la siguiente manera:
132. “¿De qué proceden los presentimientos?”
- Son recuerdos vagos e intuitivos de lo que el Espíritu aprendió en sus momentos de libertad, y, algunas veces, avisos ocultos dados por espíritus simpáticos.
Pero cuando se refieren a otra persona, son presentimiento o premoniciones que revelan los secretos de DIOS, y sólo malos Espíritus se prestan para eso, es entonces que son los Malos Espíritus, que dan esa adivinación del porvenir, que viola la ley de no adivinar el futuro. Es importante que entiendas la diferencia.
El Espiritu de Verdad, le advierte a Allan Kardec, que el futuro no puede ser revelado sin el permiso de Dios, pues son secretos de Dios. Sólo espiritus inferiores, se prestan para dar adivinaciones del futuro. Veamos como lo expresa el Libro de Obras Póstumas.
Libro de Obras Póstumas – Allan Kardec
12 de mayo de 1856
(Sesión personal en casa de Mr. Boudin).
(…) Tú sabes que no debemos ni podemos precisar las cosas futuras. Los acontecimientos presentidos tendrán ciertamente lugar en un tiempo próximo, más cuando, no puede ser precisado.[...]"
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Por lo tanto los Espíritus Puros, buenos y Elevados NINGUNO, se presta para la adivinación. Porque ellos no deben ni pueden predecir el futuro. ¿Por qué, entonces Chico Xavier, y la Federación Espírita de Brasil FEB, están publicando “Las Profecías de Chico Xavier”. Dicho sea de paso, llegó el 2019, y ninguna Profecía de Chico
Libro Segundo – Capítulo IX
522. El presentimiento, ¿es siempre una advertencia del Espíritu protector?
“El presentimiento es el consejo íntimo y oculto de un Espíritu que os quiere bien. No obstante, también está presente en la intuición de la elección que se ha hecho. Es la voz del instinto. Antes de encarnar, el Espíritu tiene conocimiento de las principales fases que tendrá su existencia, es decir, del género de pruebas a las que se compromete. Una vez encarnado, cuándo ésas pruebas poseen un carácter relevante, conserva de ellas una especie de impresión en su fuero interior. Esa impresión, que es la voz del instinto, al despertarse cuándo se acerca el momento de la prueba, se convierte en presentimiento.”
523. Los presentimientos y la voz del instinto siempre tienen cierta vaguedad. ¿Qué debemos hacer ante la incertidumbre?
“Cuándo tengas dudas, invoca a tu Espíritu bueno, o ruégale a Dios, Nuestro Señor, que te envíe uno de sus mensajeros, uno de nosotros.”
524. Las advertencias de nuestros Espíritus protectores, ¿tienen como único objeto la conducta moral, o también la conducta a observar en los asuntos de la vida privada?
“Todo. Ellos tratan de haceros vivir lo mejor posible. No obstante, muchas veces cerráis los oídos a las advertencias saludables y sois desdichados por vuestra culpa.”
Los Espíritus protectores nos ayudan con sus consejos mediante la voz de la conciencia, a la que hacen hablar en nosotros. Sin embargo, como no siempre concedemos a la conciencia la importancia necesaria, los Espíritus nos dan esos consejos de modo más directo, para lo cual se sirven de las personas que nos rodean. Examine cada uno las diversas circunstancias, felices o desdichadas, de su vida, y verá que en muchas ocasiones ha recibido consejos que no siempre aprovechó, y que le habrían evitado bastantes disgustos si los hubiese escuchado.
Premoniciones - Presentimiento - Conocimiento del porvenir – aplica a otras personas, y éso 2am se constituye en Adivinación del futuro.
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Regreso a la Vida Corporal
Acerca de la infancia
379. El Espíritu que anima al cuerpo de un niño, ¿está tan desarrollado como el de un adulto?
“Puede estar más desarrollado, si ha progresado lo suficiente. Sólo la imperfección de los órganos le impide manifestarse. Actúa en virtud del instrumento con cuya ayuda puede expresarse.”
380. En un niño de poca edad, el Espíritu, más allá del obstáculo que la imperfección de los órganos opone a su libre manifestación, ¿piensa como un niño o como un adulto?
“Cuándo es niño, es natural que los órganos de la inteligencia, al no estar desarrollados, no puedan conferirle la intuición de un adulto. En efecto, su inteligencia se halla muy limitada, en espera de que los años hagan madurar su razón. La turbación que acompaña a la encarnación no cesa de súbito en el instante del nacimiento. Se disipa en forma gradual, a medida que se desarrollan los órganos.”
Una observación viene en apoyo de esta respuesta: los sueños del niño no tienen el mismo carácter que los del adulto. Su temática es casi siempre pueril, lo que constituye un indicio de la naturaleza de las preocupaciones del Espíritu.
381. Cuando el niño muere, ¿recobra de inmediato el Espíritu su vigor primitivo?
“Así debe ser, puesto que está liberado de su envoltura carnal. No obstante, sólo recobra su lucidez primitiva cuándo la separación es completa, es decir, cuándo ya no existe ningún lazo entre el cuerpo y el Espíritu.” _______________________________
Libro Segundo – Capítulo VI
258. En el estado errante, antes de comenzar una nueva existencia corporal, ¿tiene el Espíritu conciencia y previsión de lo que habrá de sucederle durante la vida?
“Él mismo escoge la clase de pruebas que quiere sufrir. En eso consiste su libre albedrío.”
[258a] – Entonces, ¿no es Dios quién le impone las tribulaciones de la vida como castigo?
“Nada sucede sin el permiso de Dios, pues es Él quien ha establecido las leyes que rigen el universo. ¡Preguntad, pues, por qué ha hecho tal ley en vez de otra! Al dar al Espíritu la libertad de elegir, Dios le deja la responsabilidad completa de sus actos y de las consecuencias de estos. Nada obstaculiza su porvenir. Puede optar por seguir el camino del bien o el del mal. Pero si sucumbe, le queda un consuelo: no todo terminó para él, pues Dios, en su bondad, le deja la libertad para que recomience lo que hizo mal. Por otra parte, es necesario distinguir lo que es obra de la voluntad de Dios, de lo que es obra de la voluntad del hombre. Si un peligro os amenaza, no habréis sido vosotros quienes lo crearon, sino Dios. No obstante, vuestra fue la voluntad de exponeros a ese peligro, porque habéis visto en él un medio para vuestro progreso, y Dios lo ha permitido.”
Lo mismo sucede entre los hombres. Por muy capaz que sea un estudiante, por más certeza que tengamos de que aprobará, no se le otorga ningún título sin un examen, es decir, sin una prueba. Del mismo modo, el juez sólo condena a un acusado sobre la base del acto consumado y no por la presunción de que podrá o deberá consumarlo. Cuánto más reflexionamos acerca de las consecuencias que para el hombre resultarían del conocimiento del porvenir, tanto más vemos cuán sabia ha sido la Providencia al ocultárselo. La certeza de un acontecimiento dichoso lo sumiría en la inacción. La de un acontecimiento desgraciado, en el desánimo. En ambos casos sus fuerzas se verían paralizadas. Por esa razón, el porvenir sólo se muestra al hombre como un objetivo que debe alcanzar mediante sus esfuerzos, pero sin que conozca la serie de pasos que tendrá que dar para lograrlo. El conocimiento de todos los incidentes del camino le impediría tomar la iniciativa y hacer uso de su libre albedrío. Se dejaría llevar por la pendiente fatal de los acontecimientos, sin ejercer sus facultades. Cuando el éxito de algo está asegurado, ya no nos preocupamos por ello.
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Por lo tanto las premoniciones y los presentimientos son definidas de forma diferente cuándo se refieren a uno mismo y cuándo se refiere a otros.
Cuándo ésos presentimientos se refieren a otros, éso tiende a la adivinación anunciada por malos Espíritus imperfectos, y la segunda que se refiere a uno mismo, es anunciado por su propio Espíritu Mentor.
Las premoniciones, sobre secretos de DIOS, no están disponibles, sólo Espíritus Imperfectos se prestan para revelar lo que ha de ocurrir o adivinar el Porvenir a otros.
Nota de Frank en cuánto a las psicografias de otros:
Entonces, sabiendo que la Mediúmnidad es únicamente para el Adelanto Moral del Médium (Libro de Los Médiums: Ítem 197, 220 (#3 y #14)), se arriba a la conclusión de que toda Psicografia a otras personas cae en la categoría de los "Presentimientos" "Premoniciones", de adivinación del futuro y sólo Espíritus Impuros, estarán dispuestos participar a cualquier comunicación Mediúmnica de psicografias a otros, para decir información de otra persona. Toda psicografía a otros se constituye en adivinaciones del futuro. Y es revelar los secretos de Dios, y violan o interfieren con el Libre Albedrio de la persona a la cual se le revela.
44.
LM: Sistema del alma
colectiva – Es una variante del precedente. Según este sistema, solamente se
manifiesta el alma del médium, pero identificada con las almas de muchas otras
personas vivas, ausentes o presentes en el lugar de la manifestación, para
formar un todo
colectivo que
reúne las aptitudes, la inteligencia y los conocimientos de cada una de ellas.
Aunque el opúsculo que expone esa teoría se
titule La
Luz (7) ,
su estilo nos ha parecido muy oscuro. Confesamos que casi no lo comprendimos, y
sólo de memoria hablamos de él.
Por otra parte, se trata de una opinión
personal, como tantas otras, que cuenta con escasos prosélitos. Con el nombre
de Émah
Tirpsé el
autor designa al ser colectivo que él representa. Como epígrafe, adoptó la
siguiente máxima: Nada hay oculto que no llegue a ser conocido. Esta proposición es evidentemente
falsa, porque existe una infinidad de cosas que el hombre no puede ni debe
saber, y muy presuntuoso sería quien pretendiera descifrar todos los secretos
de Dios.
51. LM: Esta es la respuesta de un Espíritu con respecto a este asunto:
Primera Parte – Capítulo IV
“Lo que algunos llaman periespíritu no es sino lo que otros denominan envoltura
material fluídica. Para hacerme comprender de una manera más lógica, diría que
ese fluido es la perfectibilidad de los sentidos, la extensión de la vista y de
las ideas. Estoy hablando aquí de los Espíritus elevados. En el caso de los
Espíritus inferiores, los fluidos terrenales todavía son completamente
inherentes a ellos; por consiguiente, se trata de materia, como veis. De ahí
los padecimientos del hambre, del frío, etc., padecimientos que los Espíritus superiores
no pueden experimentar, visto que los fluidos terrenales están purificados
alrededor del pensamiento, es decir, del alma. Para progresar, el alma necesita
siempre de un agente. Sin un agente, ella no sería nada para vosotros, o, mejor
dicho, no podríais concebirla. El periespíritu,
para nosotros, los Espíritus errantes, es el agente por medio del cual nos
comunicamos con vosotros, ya sea indirectamente mediante vuestro cuerpo o
vuestro periespíritu, ya sea directamente con vuestra alma. A eso se debe la
infinita variedad de médiums y de comunicaciones. Resta ahora el punto de vista
científico, es decir, conocer la esencia misma del periespíritu. Esa es otra
cuestión. Comprended primero moralmente9. Sólo falta una discusión acerca de la
naturaleza de los fluidos, lo que por ahora es inexplicable. La ciencia todavía
no sabe bastante al respecto, pero lo logrará si se dispone a marchar con el
espiritismo. El periespíritu puede variar y cambiar hasta lo infinito. El alma
es el pensamiento: no cambia de naturaleza. A este respecto no avancéis más, porque
se trata de un punto que no puede ser explicado. ¿Acaso suponéis que, al igual que vosotros, no he investigado yo
también? Vosotros investigáis el periespíritu; nosotros, ahora, investigamos el
alma. Aguardad, pues.”
LAMENNAIS
(7) Es decir, por vías no
empíricas; independientemente del método científico, que se basa en la
observación y la experimentación. (N. del T.).
Como se ve, Espíritus que
consideramos adelantados no han conseguido todavía sondear la naturaleza del
alma. ¿Cómo podríamos hacerlo nosotros? Por lo tanto, es perder el tiempoquerer escrutar el principio de
las cosas que, conforme se ha dicho en El Libro de los Espíritus (§§ 17 y 49 vealos aquí, arriba y abajo),
forma parte de los Secretos
de Dios.
Pretender investigar, con la ayuda del espiritismo, lo
que no se encuentra aún al alcance de la humanidad, es desviarlo de su
verdadero objetivo, y hacer como el niño que quiere saber tanto como un
anciano. Lo esencial es que el hombre aplique el espiritismo a su
perfeccionamiento moral. Lo demás es tan sólo una curiosidad estéril y a menudo
orgullosa, cuya satisfacción no lo hará avanzar ni un paso. El único medio de
progresar consiste en hacernos mejores. Los Espíritus que han dictado el libro
que lleva su nombre demostraron su sabiduría al mantenerse, en lo que respecta
al principio de las cosas, dentro de los límites que Dios no nos permite
superar, dejando a los Espíritus sistemáticos y presuntuosos la responsabilidad
de las teorías prematuras y erróneas, más seductoras que consistentes, que un
día caerán ante la razón, como tantas otras surgidas de los cerebros humanos.
Ellos sólo dijeron exactamente lo que era necesario para que el hombre
comprenda el porvenir que le aguarda y, de esa manera, alentarlo a la práctica
del bien. (Véase, a continuación, Segunda parte, Cap. I, “Acción de los
Espíritus sobre la materia”.)
__________________________________
294.29.LM: El sabio y el inventor, ¿nunca son asistidos por los Espíritus en
sus investigaciones?
“¡Oh! Eso es muy diferente.
Cuando llega el tiempo de un descubrimiento, los Espíritus encargados de dirigir
su marcha buscan al hombre capaz de llevarla a buen término, y le inspiran las
ideas necesarias para lograrlo. De ese modo, le dejan todo el mérito, pues es
preciso que él mismo elabore esas ideas y las ponga en ejecución. Lo mismo
sucede con todas las grandes realizaciones de la inteligencia humana. Los
Espíritus dejan a cada hombre en su propia esfera. Así, al que sólo es capaz de
trabajar la tierra no lo convertirán en depositario de los secretos de Dios.
No obstante, saben cómo sacar de la oscuridad a aquel que es capaz de secundar
sus designios. Por consiguiente, no dejéis que la curiosidad o la ambición os
arrastren a un camino que no corresponda a los objetivos del espiritismo, y que
os conduciría a padecer los más ridículos engaños.”
OBSERVACIÓN – El conocimiento más profundo del espiritismo
ha calmado la fiebre de los descubrimientos que, al principio, muchos se jactaban
de realizar por medio de él. Incluso hubo quienes llegaron a solicitar a los
Espíritus recetas para teñir y hacer crecer el cabello, curar los callos de los
pies, etc. Sabemos de muchas personas que, convencidas de que así harían
fortuna, sólo consiguieron procedimientos más o menos ridículos. Lo mismo
sucede cuando se pretende, con la ayuda de los Espíritus, penetrar los misterios
del origen de las cosas. Algunos Espíritus tienen sus propios sistemas acerca
de esas materias, sistemas que no valen más que los de los hombres, y a los
cuales es prudente acoger con la mayor reserva.”
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Por consiguiente, hay cuestiones sobre las
cuales sería inútil interrogar a los Espíritus, ya sea porque se les prohíbe revelarlas,
o porque ellos mismos las ignoran, de modo que al respecto sólo pueden darnos
su opinión personal. Ahora bien, son precisamente esas opiniones personales las
que los Espíritus orgullosos presentan como verdades absolutas.
Insisten, sobre todo, en aquello
que debe permanecer oculto, como el futuro y el principio de las cosas, a fin
de dar la impresión de que están en conocimiento de los
secretos de Dios. Por esa razón, son esos los puntos
sobre los cuales existen más contradicciones. (Véase el capítulo precedente.)
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Fraudes
espíritas…
Charlatanismo y
artimañas
Libro de los Médiums...
314. LM: Quienes no admiten la
realidad de las manifestaciones físicas, por lo general atribuyen al fraude los
efectos producidos.
Se basan en el hecho de que los
prestidigitadores hábiles hacen cosas que parecen prodigios para quien no
conoce sus secretos. De ahí concluyen que los médiums no son más que escamoteadores.
Ya hemos refutado ese argumento, o mejor dicho, esa opinión, principalmente en
nuestros artículos sobre el Sr. Home, y en los números de la Revista Espírita de enero y
febrero de 1858. Por consiguiente, aquí sólo diremos algunas palabras, antes de
pasar a algo más serio.
Por lo demás, hay una consideración que no
escapará a quien reflexione un poco. No cabe duda de que existen
prestidigitadores de una prodigiosa habilidad, aunque son raros.
Si todos los médiums practicaran el
escamoteo, sería preciso admitir que ese arte ha logrado progresos increíbles
en poco tiempo, y que súbitamente se ha hecho muy común, además de que sería
innato en personas que nunca sospecharon de su existencia, e incluso en los
niños.
Por el hecho de que haya charlatanes que
suministran medicamentos en las plazas públicas, e incluso que haya médicos que,
sin concurrir a las plazas públicas, traicionan la confianza de sus pacientes,
¿se sigue de ahí que todos los médicos sean charlatanes y que la comunidad
médica haya perdido la consideración que merece? Por el hecho de que haya
personas que venden agua coloreado en vez de vino, ¿se sigue de ahí que todos
los comerciantes de vino sean falsificadores, y que no exista el vino puro? Se
abusa de todo, hasta de las cosas más respetables, y se puede decir que el fraude
también requiere talento. Pero el fraude siempre tiene un objetivo, un
determinado interés material. Donde no haya ninguna ganancia, no habrá ningún
interés en engañar.
Por eso dijimos, en alusión a los médiums
mercenarios, que la mejor garantía es el desinterés absoluto.
315. LM: Entre todos los fenómenos espíritas,
los que más se prestan al fraude son los fenómenos físicos, por motivos que es conveniente
considerar. Primero, porque impresionan más a la vista que a la inteligencia,
de modo que son los que la prestidigitación puede imitar con mayor facilidad.
Segundo, porque como estimulan más que los otros la curiosidad, ejercen mayor
atracción sobre las multitudes y, por eso mismo, son más productivos. Por
consiguiente, desde estos dos puntos de vista, los charlatanes tienen gran
interés en simular ese tipo de manifestaciones. Los espectadores, que en su
mayoría ignoran la ciencia espírita, por lo general recurren a esos fenómenos
mucho más en busca de una distracción que de una instrucción seria, pues es
sabido que siempre se paga más por lo
que divierte que por lo que instruye. Por otra parte, existe otro motivo no
menos decisivo. Si bien la prestidigitación puede imitar efectos materiales,
para los cuales no necesita más que habilidad, hasta la fecha no le conocemos
el don de improvisar, que requiere una dosis de inteligencia poco común, ni el
donde producir esos bellos y sublimes dictados, a menudo tan oportunos, que los
Espíritus brindan en sus comunicaciones.
Esto nos hace recordar el hecho siguiente:
Cierto día, un escritor bastante
conocido vino a vernos y nos manifestó que era un excelente médium escribiente intuitivo, y que se
ponía a disposición de la Sociedad Espírita de París. Como tenemos por hábito
sólo admitir en la Sociedad a médiums cuyas facultades conozcamos, le pedimos a
nuestro visitante que primero nos diera pruebas de su facultad en una reunión
particular. En efecto, él concurrió. Durante la reunión, varios médiums
experimentados ofrecieron disertaciones y respuestas de notable precisión a
preguntas que se les formularon y acerca de temas que ignoraban. Cuando llegó
el turno de ese señor, escribió unas pocas palabras sin sentido, dijo que ese
día no se encontraba bien dispuesto, y nunca más lo vimos. No cabe duda de que
comprendió que el rol de médium de efectos inteligentes era más difícil de representar
de lo que él había imaginado.
316. LM: En todas las situaciones, las personas
a las que se engaña con mayor facilidad son aquellas que no pertenecen al oficio.
Lo mismo ocurre con el espiritismo. Las que no lo conocen se dejan engañar
fácilmente por las apariencias, mientras que un estudio previo y atento las
inicia no sólo
en las causas de los fenómenos,
sino también en las condiciones normales en que suelen producirse,
proveyéndoles de ese modo los medios para reconocer el fraude, en caso de que
exista.
317. LM: Los médiums embusteros son condenados,
como lo merecen, en la siguiente carta que hemos publicado en la Revista Espírita del mes de
agosto de 1861:
“París, 21 de julio de 1861.
”Señor,
”Se puede estar en desacuerdo sobre ciertos
puntos, así como en perfecto acuerdo sobre otros. Acabo de leer, en la página
213 del último número de vuestra revista, algunas reflexiones acerca del fraude
en materia de experiencias espiritualistas (o espíritas), a las cuales tengo la
satisfacción de adherir con todas mis fuerzas. Allí, las disidencias a
propósito de teorías y doctrinas desaparecen como por encanto.
”Tal vez no soy tan severo como vos lo sois
en relación con los médiums que, en una forma digna y decente, aceptan un pago
como indemnización por el tiempo que consagran a las experiencias, a menudo
prolongadas y cansadoras. Pero sí lo soy, tanto como vos –y nadie lo sería más–
en lo atinente a los que, en un caso semejante, cuando se les presenta la
ocasión, suplen con trampas Y fraude la ausencia o la
insuficiencia de los resultados prometidos y esperados. (Véase el § 311.)
”Mezclar lo falso con lo verdadero, cuando
se trata de fenómenos obtenidos mediante la intervención de los Espíritus, es
simplemente una infamia, y el médium que considere que puede hacerlo sin
escrúpulo tiene anulado el sentido moral.
Conforme lo habéis observado con exactitud,
eso significa lanzar el descrédito sobre la cuestión en el espíritu de los
indecisos, a partir del momento en que el fraude se descubre. Agregaré que
eso significa comprometer del modo más deplorable a los hombres honrados, que
prestan a los médiums el apoyo desinteresado de sus conocimientos y sus luces,
y que se constituyen en garantes de la buena fe de esos médiums, a quienes en
cierta forma patrocinan. También significa cometer para con ellos una verdadera
traición.
”El médium que sea sorprendido en maniobras
fraudulentas; que sea descubierto, para valerme de una expresión un tanto
trivial, con
las manos en la masa, merecería ser proscripto por todos los espiritualistas o
espíritas del mundo, para quienes constituiría un riguroso deber desenmascararlos o reprobarlos.
”Si considerase conveniente, señor, insertar
estas breves líneas en vuestra revista, quedan a vuestra entera disposición.
”Recibid, etc. – Mathieu”
318. LM: No todos los fenómenos espíritas son
igualmente fáciles de imitar. No cabe duda de que hay algunos que desafían la habilidad
de los prestidigitadores. Tales son, evidentemente, el movimiento de objetos
sin contacto, la suspensión de cuerpos pesados en el espacio, los golpes en
diferentes lugares, las apariciones, etc., que requieren el empleo de trucos y
cómplices. Por eso decimos que en esos casos es necesario observar atentamente
las circunstancias y, sobre todo, tener en cuenta el carácter y la posición de
las personas, el objetivo y el interés que pudieran tener en engañar. Ese es el
mejor de los controles, pues hay circunstancias que disipan CUALQUIER motivo de sospecha.
Consideramos, pues, en principio, que se debe desconfiar de cualquiera que
convierta a esos fenómenos en un espectáculo, o en un objeto de curiosidad y entretenimiento,
y que pretenda producirlos A voluntad y en una fecha determinada, conforme ya
lo explicamos. Nunca estará de más repetir que las inteligencias ocultas que se
manifiestan tienen su susceptibilidad e insisten en demostrarnos que gozan
también de libre albedrío, de modo que no se someten a nuestros caprichos.
(Véase el § 38.)
Basta con que señalemos algunos subterfugios
que se emplean, o que es posible emplear en ciertos casos, a fin de prevenir contra
el fraude a los observadores de buena fe. En cuanto a las personas que se
obstinan en juzgar sin antes haber profundizado en el asunto, sería tiempo
perdido que tratáramos de modificar su opinión.
319. LM: Uno de los fenómenos más comunes es el
de los golpes que se escuchan en la sustancia misma de la madera, con o sin movimiento
de la mesa, o de otros objetos que se empleen. Ese efecto es uno de los más
fáciles de imitar, ya sea mediante el contacto de los pies, ya provocando
mínimos crujidos en el mueble. Hay, sin embargo, un pequeño artificio especial,
que conviene revelar. Basta con que una persona coloque las dos manos aplanadas
sobre la mesa, lo suficientemente próximas como para que las uñas de los
pulgares se apoyen con fuerza la una contra la otra. Entonces, por medio de un movimiento
muscular imperceptible, se provoca entre ellas un frotamiento que produce un
ruidito seco, que presenta gran analogía con el de la tiptología interna. Ese
ruido repercute en la madera y produce una ilusión completa. Nada ES más fácil que hacer que se
escuchen todos los golpes que se quiera, o el redoble del tambor, etc., o la
respuesta a ciertas preguntas mediante un sí o un no, con números,
o incluso con la indicación de las letras del alfabeto.
Es muy simple descubrir el fraude, siempre
que se esté prevenido. El engaño se vuelve imposible si las manos se mantienen separadas
una de otra y si se tiene la certeza de que ningún otro contacto podrá producir
el ruido. Por otra parte, los golpes reales presentan la característica de que
cambian de lugar y de tono a voluntad, lo que no sucede cuando se deben a la
causa que hemos señalado, o a cualquier otra causa semejante. Tanto es así, que
los golpes dejan la mesa
para hacerse escuchar en otro
mueble con el que nadie está en contacto, en las paredes, en el techo, etc., y
además responden a preguntas imprevistas. (Véase el § 41.)
320. LM: La escritura directa es todavía más
fácil de imitar. Sin que aludamos a los conocidos agentes químicos que se emplean
para hacer que en un momento determinado la escritura aparezca en una hoja en
blanco –lo que se puede frustrar con las precauciones más comunes–, existe la posibilidad
de que alguien sustituya un papel por otro, mediante una hábil maniobra.
Además, podría suceder que el interesado en cometer el fraude supiera desviar
la atención de los demás mientras escribe hábilmente algunas palabras. Incluso,
alguien nos dijo que vio a una persona escribiendo de esa manera con un trozo
de la mina de un lápiz escondida debajo de la uña.
321. LM: El fenómeno de aportes también se
presta a las artimañas. Cualquier persona puede ser engañada fácilmente por un escamoteador
más o menos hábil, aunque no sea un profesional de la especialidad. En el
artículo especial que incluimos más atrás (Véase el § 96), los Espíritus mismos
determinaron las condiciones excepcionales en que se producen los aportes, y de
ahí podemos inferir que su obtención fácil y facultativa puede, al
menos, ser considerada sospechosa. La escritura directa se encuentra en el
mismo caso.
322. LM: En el capítulo referido a los “Médiums
especiales” hemos mencionado, de acuerdo con los Espíritus, las aptitudes
mediúmnicas comunes y las que son raras. Así pues, es conveniente desconfiar de
los médiums que pretendan poseer estas últimas con demasiada facilidad, o que
ambicionen disponer de múltiples facultades, pretensión que muy raramente se
justifica.
323. LM: Las manifestaciones inteligentes son,
conforme a las circunstancias, las que ofrecen más garantías. Sin embargo,
tampoco esas escapan a la imitación, al menos en lo que se refiere a las
comunicaciones banales y vulgares. Algunos creen que están más seguros con los
médiums mecánicos, no sólo en lo que respecta a la independencia de las ideas,
sino también como prevención de los engaños. Por esa razón, ciertas personas prefieren
los intermediarios materiales. ¡Pues
bien! Es un error. El fraude se insinúa en todas partes, y sabemos que con
cierta práctica se puede dirigir a voluntad incluso una cesta o una tablilla
escribiente, dándole todas las apariencias de los movimientos espontáneos. Lo
que disipa todas las dudas son los pensamientos que se expresan, ya provengan de
un médium mecánico o de un médium intuitivo, auditivo, parlante o vidente. Hay
comunicaciones que superan de tal modo las ideas, los conocimientos e incluso
el alcance intelectual del médium, que sólo por efecto de una extraña ilusión
alguien podría atribuirlas al intermediario. Reconocemos que los charlatanes
disponen de gran habilidad y vastos recursos, pero todavía no hemos descubierto
en ellos el don de conferir saber a un ignorante, ni talento a quien no lo
posee.
En resumen, repetimos que la mejor garantía contra el fraude radica
en la moralidad notoria de los médiums y en la ausencia de todas las
causas de interés material o de amor propio, pues esas causas podrían estimular
en ellos el ejercicio inadecuado de las facultades mediúmnicas que poseen, así
como inducirlos a simular las que no poseen.
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Libro
del Cielo y el Infierno
Capítulo
III.
12. LCI—La felicidad de los Espíritus
bienaventurados no consiste en la ociosidad contemplativa, que sería, como a menudo se ha dicho, una eterna y fastidiosa inutilidad.
La vida espiritual, en todos los grados, es por lo contrario una
actividad constante; pero una actividad exenta de fatigas. La suprema dicha
consiste en el goce de todos los esplendores de la creación, que ninguna lengua
humana podría expresar y que la imaginación más fecunda no podría concebir; en
el conocimiento y la penetración de todas las cocas ; en la carencia de todas
las penas físicas y morales; en una satisfacción íntima, una serenidad de alma
que nada turba; en el amor puro que une á todos los seres resultado del ningún
roce ni contacto con los malos, y sobre todo, en la vision.de Dios y en la contemplación
de sus misterios revelados a los más dignos.
Consiste también en las funciones, cuyo encargo es una dicha. Los puros
Espíritus son los Mesías o mensajeros de Dios para la trasmisión y la ejecución
de sus voluntades; llevan á cabo las grandes misiones, presidiendo la formación
de los mundos y la armonía general del universo, cometido glorioso al cual no
se llega sino con la perfección. Los del rango más elevado son los únicos
iniciados en los secretos de Dios, inspirándose en su pensamiento
, cuyos son los representantes directos.
CAPÍTULO X.
INTERVENCION DE LOS DEMONIOS EN LAS
MANIFESTACIONES MODERNAS.
1. —Los fenómenos espiritistas modernos han llamado la atención sobre
los hechos análogos que han tenido lugar en todas las épocas, y nunca la
historia se ha compulsado más bajo este aspecto , que en estos últimos tiempos.
De la semejanza de los efectos, se ha deducido la unidad de la causa. Como en
todos los hechos extraordinarios, cuya razón es desconocida, la ignorancia ha
visto en ellos una causa sobrenatural, y la superstición los ha amplificado,
añadiendo creencias absurdas; de ahí una porción de leyendas que, en
su mayor parte, son una mezcla ¿3
algo verdadero y mucho falso.
2.—Las doctrinas sobre el demonio, que han prevalecido tanto tiempo, habían
exagerado de tal modo su poder , que hicieron , por decirlo así, olvidar a Dios;
por esta razón se le hacia el honor de todo lo que parecía sobrepujar la fuerza
humana ; por todas partes aparecía la mano de Satanás; las mejores cosas, los
descubrimientos más útiles, todos aquellos que podían sacar al hombre de la
ignorancia y ensanchar el círculo de sus ideas, han sido diferentes veces consideradas
como obras diabólicas. Los fenómenos
espiritistas más multiplicados en
nuestros días, mejor observados sobre todo, con ayuda de las luces de la razón
y los datos de la ciencia, han confirmado, es verdad, la intervención de
inteligencias ocultas; pero obrando siempre en los límites de las leyes de la
naturaleza, y revelando por su acción, una nueva fuerza y leyes desconocidas
hasta este día. La cuestión se reduce pues a saber de qué orden son estas
inteligencias.
Mientras no se han tenido sobre el mundo espiritual sino nociones
inciertas o sistemáticas , ha podido haber equivocaciones; pero hoy día que las
observaciones rigorosas y los estudios experimentales han hecho luz sobre la
naturaleza de los Espíritus, su origen y su destino, su papel en el universo y
su modo de acción, la cuestión está resuelta por los hechos. Se sabe ahora que
son las almas di los que han vivido en la tierra. Se sabe también que las
diversas categorías de Espíritus buenos y malos, no constituyen seres de
diferentes especies, sino que marcan grados diversos de adelantamiento. Según
el puesto que ocupan, en razón de su adelanto intelectual y moral, los que se
manifiestan se presentan bajo dos aspectos muy opuestos, lo que no les impide
haber salido de la gran familia humana, de la misma manera que el salvaje, el bárbaro y el hombre civilizado.
3. — Sobre este punto, como sobre muchos otros, la Iglesia sostiene sus
viejas creencias en lo que concierne a los demonios. Ella dice: «Tenemos
principios que no han variado desde diez y ocho siglos, los cuales son
inmutables.» Su mal está precisamente en no tomar en cuenta el progreso de las
ideas y en creer a Dios muy poco sabio, para no proporcionar la revelación al
desarrollo de la inteligencia , para usar con los hombres primitivos el mismo lenguaje
que con los hombres avanzados. Si, mientras que la humanidad adelanta, la religión se empeña
en sostener viejos errores, tanto en materia espiritual, como en
materiacientífica, llega un momento en que se desborda la incredulidad.
4.-Veamos como explica la intervención exclusiva de los demonios en las
manifestaciones modernas (1).
«En su intervención exterior, los
demonios no están menos solícitos en disimular su presencia, para apartar las
sospechas. Siempre astutos y pérfidos, »atraen al hombre a sus emboscadas antes
de imponerle las cadenas de la opresión y de la servidumbre.
»Aquí, despiertan la curiosidad por fenómenos y juegos pueriles; allá
llenan de admiración y subyugan por el atractivo de lo maravilloso. Si lo
sobrenatural aparece, si su poder les quita la máscara , calman y aplacan las
aprensiones, solicitan la confianza, y provocan la familiaridad. Tan pronto se
hacen pasar por divinidades y buenos genios; como toman los nombres y aun las
facciones de los muertos que (1) Las citas de este capítulo están tomadas de la
misma pastoral que las del capítulo precedente, del que son continuación , y tienen
la misma autoridad. Han dejado alguna memoria entre los vivos. A favor de estos
fraudes, dignos de la antigua serpiente, hablan y se les escucha; dogmatizan, y
se les cree; mezclan a sus mentiras algunas verdades, y hacen aceptar el error
bajo todas las formas. A eso van a parar las pretendidas revelaciones de
ultra-tumba; para obtener este resultado, la madera, la piedra, los bosques y
las fuentes, el santuario de los ídolos, el pié de las mesas, la mano de los
niños, producen oráculos; por eso la pitonisa profetiza en su delirio, y el
ignorante, »en un misterioso sueño, viene á ser de repente el doctor de la
ciencia. Engañar y pervertir, tal es, »por todas partes y en todos los tiempos,
el objeto final de estas extrañas manifestaciones.
Los resultados sorprendentes de estas observaciones o de estos actos, la
mayor parte extravagantes y ridículos, no pudiendo proceder de su virtud
intrínseca, ni del orden establecido por Dios, sólo pueden resultar del concurso
de las potencias ocultas.
Tales son, especialmente, los fenómenos extraordinarios, obtenidos en
nuestros días por los procederes, en apariencia inofensivos del magnetismo, y
el órgano inteligente de las mesas parlantes. Por medio de estas operaciones de
la magia moderna, vemos reproducirse
entre nosotros las evocaciones y los oráculos, las consultas, las curaciones y
los privilegios »que han ilustrado los templos de los ídolos y los antros de
las sibilas. Como en otro tiempo, se manda a la madera y la madera,
obedece, se la interroga, y responde en todas las lenguas, y sobre todas las »cuestiones;
se encuentra uno en presencia de seres invisibles que usurpan los nombres de
los muertos, y »cuyas pretendidas revelaciones llevan el carácter de la contradicción
y de la mentira; formas ligeras y sin consistencia, aparecen de repente, y se
muestran dotadas de una fuerza sobrehumana.
¿Cuáles son los agentes secretos de estos fenómenos, y los verdaderos
actores de estas escenas inexplicables? Los ángeles no aceptarían estos papeles
indignos, y no se prestarían a todos los caprichos de una vana curiosidad. Las
almas de los muertos, que Dios prohíbe el consultar, permanecen en la morada que
les ha señalado su justicia, y no pueden, sin su »permiso, ponerse á las
órdenes de los vivos. Los seres misteriosos, que comparecen así al primer
llamamiento de los heréticos y de los impíos, como de los fieles; del crimen,
como de la inocencia, no son ni los enviados de Dios, ni los apóstoles de la verdad
y de la salvación, sino los secuaces del error y del infierno. A pesar del
cuidado que tienen en ocultarse bajo los nombres más venerables, se hacen
traición por la ninguna importancia de sus doctrinas, no menos que por la bajeza de sus actos
y la incoherencia de sus palabras. Se esfuerzan en borrar del símbolo religioso
los dogmas del pecado original, de la resurrección de los cuerpos, de la
eternidad de las penas, y toda la revelación divina, a fin de quitar a las
leyes su verdadera sanción, y abrir al »vicio todas las barreras. Si sus
sugestiones pudiesen »prevalecer, formarían una religión cómoda para el uso del
socialismo y de todos aquellos a quienes importuna la noción del deber y de la
conciencia. La incredulidad de nuestro siglo les ha preparado los caminos.
¡Ojalá que las sociedades cristianas puedan por una vuelta sincera a la fe
católica, escapar del »peligro de esta nueva y temible invasión!.
5. —Toda esta teoría descansa en el principio de que los ángeles y los
demonios son seres distintos de las almas de los hombres, y que éstas son
producto de una creación especial, inferior aún a los demonios en inteligencia,
en conocimientos y facultades de toda clase. Concluye la misma teoría con la intervención
exclusiva de los malos ángeles en las manifestaciones antiguas y modernas,
atribuidas á los Espíritus de los muertos.
La posibilidad para las almas de comunicarse con los vivos es una cuestión
de hecho, un resultado de experiencia y de observación que no discutiremos aquí.
Admitamos, por hipótesis, la doctrina arriba dicha, y veamos si por sus propios
argumentos se destruye á sí misma.
6. —En las tres categorías de ángeles, según la Iglesia, una se ocupa
exclusivamente del cielo; otra del gobierno del universo; la tercera tiene á su
cargo la tierra, y en ésta se encuentran los ángeles guardianes encargados de
la protección de cada individuo, algunos de los cuales tomaron parte en la rebelión,
transformándose en demonios. Si Dios permitió a estos últimos inducir á los
hombres á su perdición, por sugestiones de toda clase y el hecho de las
manifestaciones ostensibles, ¿por qué, si es soberanamente justo y bueno, les habría
concedido el inmenso poder de que gozan , dejándoles una libertad de la que
hacen tan pernicioso uso, sin permitir á los ángeles buenos neutralizar sus
malos efectos por manifestaciones semejantes, dirigidas hacia el bien?
Admitamos que Dios haya dado una parte igual de poder a los buenos y á los
malos, lo que ya hubiera sido un favor exorbitante en provecho de estos
últimos, el hombre al menos seria libre de elegir; pero darles el monopolio de
la tentación, con la facultad de simular el bien para engañar y seducir con más
seguridad, sería un verdadero lazo tendido á su debilidad, á su inexperiencia, a
su buena fe; más aún, seria abusar de su confianza en Dios. La razón se resiste
a admitir tal parcialidad en beneficio del mal. Veamos los hechos.
7. —Se conceden a los demonios facultades trascendentales; no han
perdido nada de su naturaleza angélica; tienen el saber, la perspicacia, la previsión,
el discernimiento de los ángeles, y además la astucia, la destreza y el
artificio en grado supremo. Su objeto es apartar á los hombres del bien, y
sobre todo, alejar les de Dios para arrastrarles al infierno del cual son proveedores
y reclutadores.
Se comprende que se dirijan á los que están en el buen camino y se
encuentran perdidos para ellos, si persisten en el mismo; se comprende la seducción
y el simulacro del bien para atraerles a sus redes; pero es incomprensible que
se dirijan á los que les pertenecen ya en cuerpo y alma, para conducirles a
Dios y al bien. ¿Pues quién está más en sus garras sino el que desorden de las
pasiones? ¿Este no está ya en el camino del infierno? ¿Se comprende que seguro
de su presa, le excite á rogar á Dios, a someterse a su voluntad, a renunciar
al mal; que exalte á sus ojos las delicias de la vida de los buenos Espíritus,
y le pinte con horror la posición de los malos? ¿Se ha visto jamás a un
mercader alabar a sus parroquianos la mercancía de su vecino a costa de la suya, e incitarles a ir a su casa? ¿Un reclutador despreciar la vida militar, y ensalzar el descanso de
la vida doméstica? ¿Decir á los reclutas que tendrán una vida de fatigas y de
privaciones, que hay diez probabilidades contra una de morir, o al menos,
da quedarse sin brazos o piernas?
Este es, sin embargo, el papel estúpido que se hace desempeñar al
demonio, porque es un hecho notorio que, a consecuencia de las instrucciones
emanadas del mundo invisible, se ven todos los días incrédulos y ateos, vueltos
a Dios, rogar con fervor, lo que nunca habían hecho; gentes viciosas trabajar
con ardor para su mejoramiento. Pretender que esto es obra del demonio, es
hacer de éste un verdadero bobalicón. Pero como esto no es una suposición, sino
un resultado de experiencia, y contra un hecho, no hay negación posible, es
preciso concluir, o que el demonio es un torpe en grado supremo, que no es ni
tan astuto ni tan maligno como se pretende, y que por consecuencia, no es muy
temible, porque trabaja contra sus
intereses; o que todas las manifestaciones no son suyas.
8. — «Hacen aceptar el error bajo
todas las formas; para obtener este resultado, la madera, la piedra, los bosques,
las fuentes, el santuario de los ídolos, el pié
de las mesas, la mano de los niños,
producen oráculos.»
¿Cuál es pues, según esto, el valor
de estas palabras del Evangelio: «Derramaré mi espíritu sobre toda carne,
vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes tendrán visiones
y vuestros ancianos sueños. —En esos días derramaré mi espíritu sobre mis
servidores y sobre mis servidoras y
profetizarán? (Hechos de los Apóstoles, cap. II, v. 17, 18). ¿No es esto la predicción
de la mediumnidad dada a todo el mundo, aun a los niños, predicción que se
realiza en nuestros días? ¿Han anatematizado los Apóstoles esta
facultad? No, la anuncian como un favor de Dios, y no
como obra del demonio. ¿Los teólogos de nuestros días saben más sobre este
punto que los Apóstoles? ¿No; deberían, pues, ver el dedo de Dios en el cumplimiento
de estas palabras?
9. — «Por medio de estas operaciones de la magia moderna, vemos
reproducirse entre nosotros las evocaciones y los oráculos, las consultas, las
curaciones y los prestigios que han ilustrado los templos de los ídolos y los
antros de las sibilas. »
¿Dónde se ven las operaciones de la Mágia
en las evocaciones espiritistas? Hubo un tiempo en que se podía creer en su
eficacia , pero hoy son ridículas. Nadie cree en ellas y el Espiritismo las
condena. En la época en que florecía la Mágia, no se tenía más que una idea muy
imperfecta de la naturaleza de los Espíritus á los que se consideraban como
seres -dotados de un poder sobrehumano; no se les llamaba sino para obtener de
ellos, aunque fuese a precio del alma, los favores de la suerte y de la
fortuna, el descubrimiento de tesoros, la revelación del porvenir ó de los
filtros. La Mágia, con ayuda de esos signos, fórmulas y operaciones
cabalísticas, tenía la reputación de facilitar pretendidos secretos para obrar
prodigios, de obligar á los Espíritus á ponerse á las órdenes de los hombres y
satisfacer sus deseos. Hoy se sabe que los Espíritus no son más que las almas
de los hombres; no se les llama sino para recibir consejos de los buenos,
moralizar a los imperfectos y para continuar las relaciones con los seres que
nos son queridos. He aquí lo que dice el Espiritismo sobre este punto:
10.—No hay ningún medio de obligar á un Espíritu á venir a pesar suyo,
si es vuestro igual o vuestro superior en moralidad; porque no tenéis ninguna
autoridad sobre él; si es vuestro inferior, lo podéis, si es para su bien;
porque entonces os secundan otros Espíritus. (Lib. de los médiums, cap. XXV.).
—Lo más esencial de todas las
disposiciones para las evocaciones, es el recogimiento cuando se quiere tratar
con Espíritus formales. Con la fe y el deseo del bien, se tiene más facultad,
para evocar los Espíritus superiores. Elevando el alma por algunos instantes de recogimiento, en el momento de la evocación,
se identifica uno con los buenos Espíritus , y se les dispone a venir. (Lib. de
los médiums, cap. XXV.)
—Ningún objeto, medalla o talismán,
tiene la propiedad de atraer y de rechazar a los Espíritus; la materia no tiene
ninguna acción sobre ellos. Jamás aconseja un buen Espíritu semejantes
absurdos. La virtud de los talismanes no ha existido nunca, sino en la imaginación
de las gentes crédulas. (Lib. de los médiums, cap. XXV.)
—No hay fórmula sacramental para la evocación
de los Espíritus. Cualquiera que pretenda dar una, puede tacharse de impostor,
porque para los Espíritus la forma es nada. Sin embargo , la evocación debe hacerse
siempre en nombre de Dios. (Lib. de los médiums, cap. XXVII.)
—Los Espíritus que dan citas en
lugares lúgubres y a horas indebidas, son Espíritus que se divierten a costa de
los que les escuchan. Siempre es inútil y muchas veces peligroso, ceder a tales
sugestiones; inútil, porque no se gana con ello absolutamente otra cosa sino el
ser mistificado; peligroso, no por el mal que pueden hacer los Espíritus, sino
por la influencia que esto puede ejercer sobre cerebros débiles. (Lib. de los
médiums, cap. XXV.)
—No hay días ni horas más
especialmente propicias unas que otras para las evocaciones; esto es completamente
indiferente para los Espíritus , como todo lo que es material, y sería una superstición
el creer en esa influencia. Los momentos
más favorables son
aquellos, en que el evocador puede
estar lo menos distraído por sus ocupaciones habituales, y en que su cuerpo y
su Espíritu están con más calma. (Lib. de los médiums, cap. XXV.)
—La crítica malévola se ha
complacido en representar las comunicaciones espiritistas como rodeadas de las
prácticas ridículas y supersticiosas de la Mágia y de la nigromancia.
Si los que hablan del Espiritismo sin conocerle, se hubiesen tomado el trabajo
de estudiarle, se hubieran ahorrado gastos de imaginación y alegaciones que no
sirven más que para probar su ignorancia su mala voluntad. Para instrucción de las
-personas extrañas a la ciencia, diremos que para comunicar con los Espíritus, no hay días,
horas, ni lugares más propicios unos que otros; que no son necesarias para
evocarles, ni fórmulas, ni palabras sacramentales o cabalísticas; que no hay
necesidad de ninguna preparación, ni de ninguna iniciación;
que no da resultado alguno el empleo de signos u objetos materiales, sea para
atraerles, sea para rechazarles, y que el pensamiento basta; en fin, que los
médiums reciben sus comunicaciones ríe un modo tan natural y sencillo, como si fueran dictadas por una
persona viva sin salir del estado normal. Sólo el charlatanismo podría afectar maneras excéntricas
, y añadir accesorios ridículos. (¿Qué es el Espiritismo? cap. II, núm. 49.)
—En principio, el porvenir debe
estar oculto al hombre; su revelación sólo Dios la permite en casos raros y
excepcionales. Si el hombre conociera el porvenir, despreciaría el presente, no
obraría con la misma libertad; porque estaría dominado por la idea de que si
una cosa ha de suceder, no es
necesario pensar ya en ella, o procuraría impedir su realización. Dios no ha querido
que fuese así, a fin de que cada uno concurriera al cumplimiento de las cosas ,
aún de aquellas a las que quisiera oponerse. Dios permite la revelación del
porvenir cuando este conocimiento anticipado debe facilitar el cumplimiento de
la cosa, en lugar de ponerle trabas, comprometiendo a obrar de otra manera que
no se hubiera hecho, sin aquel conocimiento. (Libro de los Espíritus, t. III,
cap. X. )
—Los Espíritus no pueden guiar en
las investigaciones científicas y los descubrimientos. La ciencia es obra del genio;
no debe adquirirse sino por el trabajo, porque sólo por el trabajo el hombre
adelanta en su camino. ¿Qué mérito habría si bastara preguntar alos Espíritus, para saberlo todo?
Cualquier imbécil
podría ser sabio a poca costa. Lo mismo sucede con las invenciones y
descubrimientos de la industria.
Cuándo ha llegado el tiempo de un descubrimiento, los Espíritus
encargados de dirigir la marcha, buscan al hombre capaz de conducirle a buen
fin , y le inspiran las ideas necesarias, para que tenga todo el mérito; porque
estas ideas es preciso que las elabore y las ponga en obra. Así sucede también
con todos los grandes trabajos de la inteligencia humana. Los Espíritus dejan a cada hombre en su
esfera; de aquél que no es a propósito sino para cavar la tierra,
no harán el depositario de los secretos de Dios; pero sabrán sacar de la obscuridad
al hombre capaz de secundar sus intenciones. No os dejéis, pues, arrastrar por
curiosidad o ambición en un camino que no es el objeto del espiritismo, y que terminaría
para vosotros en las más ridículas mistificaciones. (Lib. de los médiums ,
capítulo XXVI.)
—Los Espíritus no pueden hacer que
se descubran los tesoros ocultos. Los Espíritus superiores no se ocupan de
estas cosas; pero los burlones indican a menudo tesoros que no existen, ó
pueden hacer ver uno en un paraje, que está en paraje opuesto; y esto en utilidad
del engañado, para demostrarle que la verdadera fortuna está en el trabajo. Si
la Providencia destina riquezas ocultas a alguno, las encontrará naturalmente,
de otro modo, no. (Lib. de los médiums, c. XXVI).
—El Espiritismo ilustrándonos sobre
las propiedades de los fluidos, que son los agentes y los medios de acción del
mundo invisible, y constituyen una de las fuerzas y una de las potencias de la
naturaleza, ijps dá la clave de una porción de cosas no explicadas e inexplicables por cualquier otro
medio, y que han podido en tiempos remotos, pasar por prodigios. Revela, lo
mismo que el magnetismo, una ley sino desconocida, al menos mal comprendida; o
por mejor decir, se conocían los efectos, porque se han producido en todos los
tiempos, pero no se conocía la ley, y la ignorancia en que, respecto de ella,
se estaba, es la que ha engendrado la superstición. Conocida esta ley, desaparece
lo maravilloso, y los fenómenos entran en el orden de las cosas naturales. He
aquí porque los espiritistas no hacen milagros,
haciendo girar una mesa o escribir a los difuntos, como no los hace el médico
haciendo revivir a un moribundo, o el físico haciendo caer el rayo. El que
pretendiese con ayuda de esta ciencia, hacer milagros, seria ó un ignorante de
la cosa, o un charlatán. (Lib.de los
médiums, cap. II.)
—Ciertas
personas se forman una idea muy falsa de las evocaciones; las hay que creen que
consisten en hacer venir los muertos, con el aparato lúgubre de la tumba. Sólo
en los romances, en los cuentos fantásticos de aparecidos y en el teatro, se
ven a los muertos desencarnados
salir de sus sepulcros, tapujados con sábanas, y haciendo crujir los huesos. El espiritismo que
no ha hecho nunca milagros de ninguna clase,
y menos el de resucitar un cuerpo muerto ; cuando el cuerpo está en la fosa,
está en ella definitivamente; pero el ser espiritual, fluídico, inteligente, no
ha quedado allí con su envoltura grosera; se ha separado de ésta en el momento
de la muerte, y una vez verificada la operación, no tiene nada de común con
ella.
(¿Qué es el Espiritismo? cap. II, n.° 48.)
11 .—Nos hemos extendido en estas
citas para demostrar que los principios del Espiritismo no tienen ninguna relación
con los de la Mágia. Por consiguiente, ningún Espíritu está á las órdenes de
los hombres, ningún medio de obligarles existe, ningún signo o fórmula
cabalística, ningún descubrimiento de tesoros o procederes para enriquecerse, ningún
milagro o prodigio, ninguna adivinación ni apariciones fantásticas; nada, en
fin de lo que constituye el objeto y los elementos esenciales de la Mágia; no
solamente el Espiritismo desaprueba todas esas cosas, sino qué demuestra su
imposibilidad e ineficacia. No hay, pues, ninguna analogía entre el fin y los
medios de la Mágia y los del Espiritismo; querer asimilarles, es demostrar
ignorancia o mala fe; pero como los principios del Espiritismo no tienen nada
secreto, y se formulan en términos claros y explícitos, el error no podrá
prevalecer.
En cuánto a los hechos de curaciones, admitidos en la precitada pastoral
, debemos decir que el ejemplo está mal elegido para evadir las relaciones con
los Espíritus.
Es uno de los beneficios que tocan más de cerca y que cada uno
puede apreciar; pocas gentes estarán dispuestas a renunciar a ellos, sobre todo
después de haber apurado todos los otros medios, por el temor de ser curados
por el diablo; al contrario, más de uno dirá que si el diablo cura, hace una
buena acción. (1)
(I) Queriendo persuadir a personas
curadas por los Espíritus, de que lo habían sido por el-
diablo, se ha separado de un gran número de la Iglesia que no pensaban
en dejar de ir a ella.
12. —¿Cuáles son los agentes
secretos de éstos fenómenos y los verdaderos actores de estas escenas inexplicables?
Los ángeles no aceptarían estos papeles indignos, y no se prestarían a todos
los caprichos de una vana curiosidad.»
El autor quiere hablar de las
manifestaciones físicas de los Espíritus; entre ellas, ciertamente las hay que
serian poco dignas de Espíritus Superiores; y si a la palabra ángeles,
sustituís puros Espíritus, o Espíritus superiores, tendréis exactamente lo que
dice el Espiritismo. Pero no se podrían
poner en la misma línea las comunicaciones inteligentes por medio de la escritura,
la palabra, la audición, o cualquier otro medio, que no son indignas de los
buenos Espíritus, como no lo son en la tierra de los hombres más eminentes, ni
las apariciones, ni las curaciones y una porción de otros hechos que los libros
sagrados citan con profusión atribuyéndoselos a los ángeles o a los santos. Si,
pues, los ángeles y los santos han producido en otro tiempo fenómenos
semejantes, ¿por qué no los han de producir ahora? ¿Por
qué los mismos hechos serian hoy obra del demonio en manos de ciertas personas,
siendo así que son reputados milagros de los santos en las de otras? Sostener
una tesis semejante, es abdicar de la lógica.
El autor de la pastoral está en el error cuando dice que estos fenómenos
son inexplicables. Al contrario, hoy es cuando se explican perfectamente, y por
esto no se los mira como maravillosos y sobrenaturales; y aunque no lo fuesen,
no sería lógico atribuirlos al diablo, como no lo fue en otro tiempo el hacerle
el honor de atribuirle todos los efectos naturales, que no se comprendían.
Por papeles indignos, es necesario entender los papeles ridículos y los
que consisten en hacer el mal; pero no se puede calificar así el de los
Espíritus que hacen el bien, y conducen á los hombres á Dios y a la virtud.
Pero el Espiritismo dice precisamente que los papeles indignos no pueden representarlos
los Espíritus superiores, como lo prueban los preceptos siguientes:
13. —Se reconoce la cualidad de los
Espíritus en su lenguaje; el de los Espíritus verdaderamente buenos y superiores,
es siempre digno, noble, lógico, exento de contradicción; respira sabiduría,
benevolencia, modestia y la más pura moral;
es conciso y sin palabras inútiles. Entre los Espíritus inferiores, ignorantes u
orgullosos, el vacío de las ideas está casi siempre compensado por la abundancia
de las palabras. Cualquier pensamiento evidentemente falso, toda máxima contraria a la sana
moral, todo consejo ridículo, toda expresión grosera, trivial o
simplemente frívola; en fin, todo asomo malevolencia, de presunción o de arrogancia,
son señales incontestables de inferioridad en un Espíritu.
Los Espíritus superiores no se ocupan sino de comunicaciones
inteligentes, encaminadas a nuestra instrucción; las manifestaciones físicas o
puramente materiales cuadran más especialmente a los Espíritus inferiores,
vulgarmente conocidos bajo el nombre de Espíritus golpeadores, como entre
nosotros los juegos de fuerza son del dominio de los saltimbanquis y no de los sabios.
Sería absurdo pensar que los Espíritus, por poco elevados que
sean, se divierten representando una farsa. (¿Qué es el Espiritismo? Cap. II,
núms. 37, 38, 39, 40 y 60.—Véase también: Libro de los
Espíritus. Lib. II, capítulo I. Diferentes órdenes de Espíritus; escala Espiritista.
Lib. de los médiums, 2.a parte, cap. XXIV.
Identidad de los Espíritus: Distinción
de los buenos y de los malos Espíritus).
¿Qué hombre de buena fe puede ver en
estos preceptos un papel indigno atribuido a los Espíritus elevados? El
Espiritismo no sólo no confunde a los Espíritus, sino que al paso que otros
atribuyen a los demonios una inteligencia igual a los ángeles, él hace constar
por la observación de los hechos, que los Espíritus inferiores son más ó menos
ignorantes, que su horizonte moral es limitado, su perspicacia restringida; que
tienen una idea bastante falsa o incompleta de las cosas y son incapaces de
resolver ciertas cuestiones, lo que les pone en la imposibilidad de hacer todo
lo que se atribuye a los demonios.
¿Qué es Ser Espírita?
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