Lo que dicen o predican los "Charlatanes" se le puede considerar cómo "Basura 🚮 Espiritual", no sirve para nada en el Espiritismo. ¿Qué es un Charlatán en el Espiritismo?. Es un mentiroso, un hipócrita. Llamamos al "Charlatanismo" en el Espiritismo Verdadero, "Basura Espiritual" ...
(Frank Montañez, SEPC, Soy Espírita por Convicción... )
Charlatán es sinónimo de un Embustero e hipócrita |
Entonces, ¿Para qué se necesita un mentiroso o un hipocrita, que es lo mismo en el Espiritismo, por lo tanto un "Charlatán", es considerado como "Basura Espiritual". No aporta nada al adelanto espiritual de nadie.
La palabra :"Charlatán" luce ofensiva pero se le llama "Charlatán", según Wikipedia está es la definición:
"Un charlatán es una persona que practica algún tipo de estafa con el fin de conseguir beneficio económico o alguna otra ventaja mediante el engaño o la superchería. En el Espiritismo el Concepto "Nosso Lar", es decir "Nuestra Casa", un plagio de Chico Xavier, un Misticismo creado por la Federación Espirita de Brasil FEB.
Todo charlatán debe tener alguna habilidad especial; la más común es el don de la palabra, mediante la que logra embaucar a su audiencia, por lo general inculta en la temática que el charlatán postula. Otra de las más comunes es la prestidigitación (movimiento rápido de las manos), mediante la cual hacían los cambios oportunos de productos que entregaban, recibían o devolvían. A menudo los poseedores de la primera habilidad mencionada se asociaban con los de ésta, para mejor llevar a cabo sus estafas.
En lenguaje más coloquial, se llama también charlatán a aquel que habla excesivamente y, más específicamente y en sentido peyorativo, cuándo además habla de algo que no conoce o no entiende. La charlatanería suele asociarse con el esoterismo o el ocultismo, pues a menudo los charlatanes se presentan como astrólogos, adivinos, numerólogos, médicos, curanderos, líderes espirituales y vendedores de remedios milagrosos y en general maestros de cualquier ciencia de la época.
Esta confusión se debe también a la clandestinidad o secreto en el que el charlatán debe mantener sus procedimientos para evitar que otras personas ajenas a su práctica se percaten del fraude. De este modo, la charlatanería no permite la apertura a críticas, puesto que su cuestionamiento y análisis demostrarían que se trata de prácticas fraudulentas.Nota de Frank Montañez :" En el Espiritismo el Concepto "Nosso Lar", es decir "Nuestra Casa", un plagio de Chico Xavier, es un Misticismo creado por la Federación Espirita de Brasil FEB, por lo tanto un engaño como este, es considerado una charlatanería en el Espiritismo."
Origen
La palabra proviene del término francés charlatán, usado para referirse a un tipo de vendedor de medicinas que anunciaba su presencia mediante música y un pequeño espectáculo en directo. El más conocido de los charlatanes parisinos era Tabarin, quien tenía un escenario montado en la Place Dauphin de París en 1618, y cuya Comedia del arte y farsas inspiraron a Molière. Etimológicamente, puede provenir originalmente del italiano ciarlare, charlar; o de Cerretano, un originario de Cerreto, pueblo aparentemente famoso por su producción de curanderos.
La anterior definición la encontramos en Wikipedia. Ahora bien veamos como Allan Kardec describió a los charlatanes en TODOS los Libros Codificados. No se perdió la oportunidad de establecer lo que es un "Charlatán".
¿Cuantos son "Charlatanes en el Espiritismo"?, las siguientes referencias en cada libro codificado son las siguientes:
¿Cuantos son "Charlatanes en el Espiritismo"?, las siguientes referencias en cada libro codificado son las siguientes:
Cuando hablamos de indulgencias en el Espiritismo, se es muy claro en diferenciar la crítica con las indulgencias. Podríamos decir que existen dos tipos de crítica una que es dañina y perniciosa o sea negativa, y la crítica positiva, donde lo que se busca es ayudar a la comprensión y por consiguiente lograr la rectificación. En ese sentido la Indulgencia en el Espiritismo es que se define a continuación permite que los Espiritistas Verdaderos, no se dejen engañar ni de mentirosos, ni de hipócritas.
EL EVANGELIO
SEGÚN EL ESPIRITISMO
Capítulo X, #21
Allan Kardec le preguntó al Espíritu:
21.
"¿Hay casos en que sea útil el descubrir el mal de otro?"
El Espiritu contestó lo siguiente:
"Esta pregunta es muy delicada, y aquí es cuando debe recurrirse a la caridad bien comprendida. Sí las imperfecciones de una persona sólo dañan a ella misma, nunca hay utilidad en hacerlas conocer; pero sí pueden ocasionar perjuicio a otro es menester preferir el interés del mayor número al interés de uno solo. Según las circunstancias, descubrir la hipocresía y la mentira, puede ser un deber, porque vale más que un hombre caiga que no que muchos vengan a ser su ludibrio y sus víctimas. En tal caso, se han de pesar las ventajas y los inconvenientes. (San Luis. París, 1860).
¡Claro
que seguiré enfatizando en que los Mentirosos e hipócritas, no pueden engañar
a los que buscan en realidad su adelanto Espiritual, a través de esta bella filosofía
del Espiritismo, predicando un Espiritismo falso!
No me desgasto, me afirmo en
descubrir a los Detractores del Espiritismo, porque me interesan los nuevos
adeptos, me interesa su adelantamiento Espiritual, y debemos estar apercibidos
de los hipócritas que dicen ser Espiritistas y hablan de amor, ¿y con qué
moral? Dándole validez al Plagio y a fraudes. ¡Claro que es cierto estas predicas ayudan
a no ser engañados por hipócritas que por un lado critican mis esfuerzos y por
otro lado aceptan los malos comportamientos de éstos charlatanes del Espiritismo,
como fue Chico Xavier!
Yo
no idolatro ni a Chico Xavier ni a la imagen que han creado de él, en Brasil, pero sí, me preocupa su influencia, que ha intervenido en millones de adeptos al espiritismo, dirigiéndolos a la idolatría de su persona, y a detener el adelanto espiritual, no siguiendo las enseñanzas del Espiritismo Verdadero, que es Moralizador y Consolador al Mundo.
Te invito a ver el siguiente vídeo raro de Chico Xavier repartiendo limosnas a los pobres para fomentar el Culto a su Personalidad, esto no era Caridad, y repartiendo imágenes de la Virgen Maria, eso es idolatría. No era Espiritista, sino un religioso idolatra, que no predico Espiritismo, sino espiritualismo.
Los Espiritistas Verdaderos que practicamos las enseñanzas del Espiritismo, no damos limosnas, ni somos idolatras de la Virgen María ni de ninguna imagen.
Te invito a ver el siguiente vídeo raro de Chico Xavier repartiendo limosnas a los pobres para fomentar el Culto a su Personalidad, esto no era Caridad, y repartiendo imágenes de la Virgen Maria, eso es idolatría. No era Espiritista, sino un religioso idolatra, que no predico Espiritismo, sino espiritualismo.
Los Espiritistas Verdaderos que practicamos las enseñanzas del Espiritismo, no damos limosnas, ni somos idolatras de la Virgen María ni de ninguna imagen.
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Chico
Xavier hizo hacer creer que el Espíritu de André Luíz, era el que lo asesoraba en
las cuestiones científicas, sin embargo en el Libro Los Mecanismos de la Mediúmnidad,
científicos de Brasil lo refutaron, entonces, André Luíz, no era lo que decía que
era, éso es ser mentiroso e hipócrita, un "Charlatán en el Espiritismo" .
Parece que esta mentira de la existencia de este Espíritu, que tambien se le
atribuyó el libro plagiado de "Nosso Lar" "Nuestro hogar", fue
parte del engaño de Chico Xavier.
Los Verdaderos Espíritus SUPERIORES, en el Espiritismo, ni se contradicen
con las creencias del Espiritismo, ni mienten en las comunicaciones Mediúmnicas
que se captan de ellos. Lo cual demuestra, no tan solo que Chico Xavier, es
cuestionable con su Mediúmnidad, sino que se establece como un misticismo, hacer
creer algo que no fue verdad.
Ésto lo hacen Espíritus embusteros, según definido
por el Espíritu de Verdad, en el Ítem #303, del Libro de los Médiums a Allan
Kardec. Para los efectos aquí expuestos, lo que quiero dejar en claro es que André Luíz, se
equivocó en cosas que él se suponía que fuera un profesional científico, que
pretendía dominar en el campo de la ciencia y la física, pero que no logró. Además, que todo lo relacionado a Chico Xavier y el Espiritismo, es menester exponerlo.
Andre Luíz, al
menos por lo que dejó por escrito, se expuso a ser descubierto en algo erróneo.
En otras palabras, André Luíz, se equivocó en éste tema, objeto del libro, lo
cuál demuestra que no era un Espíritu Superior y menos Perfecto aún. Este es un artículo de referencia, donde vemos que este Espiritu, se equivocó. [http://soyespirita.blogspot.com/2015/08/errores-en-fisica-encontrados-en-el.html
]
Entonces, los comportamientos de Chico Xavier que se describen a continuación, son temas de refeccionar: Veamos las mentiras y Falsificaciones mas recientes:
- Libro de Genesis 5ta edición, 2nda Revisión FALSIFICADO por la Federación Espirita de Brasil, utilizando una traducción falsificada de Guillón Riveíro.
- "Pero ¿qué me puedes decir de las materializaciones falsas que realizó Chico Xavier, por más de 15 años, en Uberaba, Brasil.?
- ¿Qué me dices del plagio de "Nosso Lar" , el UMBRAL y Colonias Espirituales, que no existen ni son creencias en el Espiritismo?, que te hacen creer, que son enseñanzas del Espiritismo y no lo son.
- ¿Qué me dices, de decir que existen las Almas Gemelas,contrario a las enseñanzas del Espiritismo?, que ha establecido que no lo son.
- ¿Qué me dices, de la existencia de "Larvas Espirituales de Andre Luiz", dónde el Espíritu retrógrada en animales o larvas que chupan energías, es una enseñanza fundamental en el Espiritismo, que el Espíritu nunca retrógrada?
- ¿Qué me dices, de que los Espíritus Mentores, de Chico, mienten y secontradicen con las enseñanzas del Espiritismo,?
- ¿Qué me dices, de la caída o retrógrado del Espíritu, queel libro del Consolador, Psicografiado por Chico y dictado por Emmanuel y que mencionaen los ítems #248, y #249, la Caída del Espíritu? , que es lo mismo que afirmar que el retrógrado del Espíritu es correcto, cuando no lo es.
- ¿Qué me dices, que en más de 400 libros publicados, Chico Xavier nunca citó los libros codificados por Allan Kardec correctamente?, entonces los mismos libros son pruebas de que Chico Xavier no predicaba Espiritismo ni sus enseñanzas.
- ¿Qué me dices, de Libros plagiados, más de 5, y que en uno fue acusado en las cortes de Brasil, como ejemplo?
- Es el caso en la corte en Uberaba, Brasil, donde la familia de Humberto O' Campo lo demandó por plagio. (año de 1944)
- ¿Qué me dices, del Espíritu de André Luiz, inventado, contradictorio a las enseñanzas del Espiritismo y lo que se suponía eran datos científicos, eran incorrectos, ejemplo, en el libro "Mecanismos de la Mediúmnidad" , y que fue refutado por científicos universitarios, entre ellos, Dra. Érica Carballo?
- ¿Qué me dices del libro el Consolador que TODA mención del Espiritismo es contradictorio a las creencias del Espiritismo?
- ¿Quieres? , puedo seguir con las psicografías a otros, que son adivinaciones del porvenir, (Más de 10,000 psicografías, que hicieron pensar que en el Espiritismo era correcto decirle el porvenir a otros a través de psicografías que develaban los secretos de Dios, ¿Cómo ayudó moralmente a Chico estas actividades que también fueron contaminadas con Lecturas Frías?, pero que son adivinaciones del futuro y que hoy día, se siguen haciendo en Brasil, por seguidores de Chico,
- ¿Qué de las Profecías del futuro en su libro "Profecías de Chico Xavier", que él Espiritismo es enfático en decir que el Conocer el porvenir son secretos de Dios, por lo tanto no autorizado a revelarlo. Los Espíritus buenos, no revelan los secretos de Dios. [ítem #300, Libro de los Médiums, y ítem #868, libro de los Espíritus],
- ¿No crees que tenemos suficientes argumentos para decir que Chico Xavier y sus Mentores fueron mentirosos e hipócritas en el Espiritismo? .
- Y solo me puedes decir que la Caridad lo justifica, ¿Acaso crees que Dios, nos legó la Tercera Revelación Espirita para ser predicado con el ejemplo de Chico Xavier y Espíritus contradictorios a las creencias del Espiritismo?
La Caridad
no es una justificación para cometer fraudes, Plagios o misticismos. Pues, los libros codificados tienen razón en exponer a
los Mentirosos y a los hipócritas. [Libro del Evangelio según el Espiritismo,
Capitulo 10, ítem #21]
Ya la justificación de la Caridad de Chico Xavier, no es
suficiente prueba para permitir esos malos comportamientos, y decir que
eso es Espiritismo. Yo no soy nadie como
usted pueda pensar, lo que no soy es ser estúpido, que al descubrir
todos los fraudes de Uberaba, Brasil y que su propio sobrino, Amaury Pena
Xavier, lo denunció, indicando que su tío no tenía ninguna comunicación con los
Espíritus, que todo se lo copiaba, pueda estar de acuerdo a las falsedades de Chico Xavier, y sus promotores, como lo es la Federación Espirita de Brasil (FEB).
Chico Xavier, no era Espiritista, era un
"Charlatán" que utilizó el Espiritismo para su lucro personal, y hoy
se idolatra su estatua como un Santo católico en Brasil.
Los libros codificados sí; están en lo correcto en las indulgencias. Y los que están de acuerdo a esos malos comportamientos, son cómplices y no pueden llamarse "Espiritistas Verdaderos".
En el libro de Los Médiums, se menciona lo siguiente:" Se apartan de cualquiera que pretenda convertirla en un
trampolín para alcanzar todo aquello que no corresponda a los designios de la
Providencia. El egoísmo es la plaga de la sociedad. Los Espíritus buenos lo
combaten, y no es lícito suponer que ellos estén a su servicio. Esto es tan
racional que sería inútil insistir más sobre ese punto".
Ítem #307. Los médiums de efectos
físicos no se encuentran en la misma categoría, dado que esos efectos son
producidos generalmente por Espíritus inferiores,
menos escrupulosos. No decimos que esos Espíritus sean necesariamente malos,
porque se puede ser un simple cargador
y al mismo tiempo un hombre muy honesto.
Pero si un médium de esa categoría quisiera explotar su facultad, encontraría
Espíritus que lo asistirían sin demasiada repugnancia. No obstante, también ahí
se presenta otro inconveniente. El médium de efectos
físicos, del mismo modo que el de comunicaciones inteligentes, no ha recibido
su facultad para emplearla conforme le plazca. Se le ha
dado con la condición de que haga buen uso de ella, de modo que, si abusa de
esa facultad, se le puede retirar, o puede volverse en contra de él, porque en
definitiva los Espíritus inferiores se encuentran a las órdenes de los
Espíritus superiores. Los Espíritus inferiores se complacen en engañar, pero no
les agrada ser engañados. Si bien se prestan de buen grado a las bromas, a las
curiosidades, porque les gusta divertirse, también es cierto que, como a los
demás Espíritus, no les satisface que los exploten, ni servir de comparsas para
que la recaudación aumente. A cada instante demuestran que tienen
voluntad propia, y que proceden cuando y como mejor les parece. Esto hace que
el médium de efectos físicos se encuentre aún menos seguro que el médium
escribiente, en lo que respecta a la regularidad de las manifestaciones.
Pretender producirlas en días y horas determinados sería dar pruebas de la más profunda
ignorancia. ¿Qué se hace, entonces, para ganar dinero? Se simulan los
fenómenos. Esto puede suceder no sólo con quienes hacen de ello un oficio
declarado, sino también con las personas aparentemente simples, que descubren
que ese medio es más fácil y cómodo que trabajar. Si el Espíritu no produce
ningún fenómeno, se suple su falta: ¡la imaginación es tan fecunda cuando se
trata de ganar dinero! Dado que el interés constituye un motivo legítimo de sospecha,
nos da derecho a un riguroso examen, con el cual nadie podrá ofenderse si no
quiere que esa sospecha quede justificada. No obstante, la desconfianza es tan
legítima en ese caso, como ofensiva cuando se trata de personas honestas y
desinteresadas.
308. La facultad Mediúmnica, incluso restringida a las
manifestaciones físicas, no ha sido otorgada al hombre para que la exhiba en
los escenarios de las ferias, y quien pretenda tener a los Espíritus bajo sus
órdenes, para mostrarlos en público, con toda razón puede ser sospechoso de charlatanismo o de
prestidigitación más o menos hábil. Téngase presente esto cada vez que
aparezcan anuncios de presuntas sesiones de espiritismo o de espiritualismo
a tanto por persona, como también el derecho que el público adquiere al
comprar su entrada. De todo lo expuesto, concluimos que el desinterés más
absoluto es la mejor garantía contra el charlatanismo. Si bien el desinterés no
siempre asegura la autenticidad de las comunicaciones inteligentes, quita a los
Espíritus malos un poderoso medio de acción, y cierra la boca a ciertos
detractores. Charlatanismo
y artimañas
309. Resta lo que podríamos
denominar artimañas de aficionado,
es decir, los fraudes inocentes cometidos por algunos bromistas. Sin duda, es posible practicarlos como pasatiempo,
en reuniones frívolas y banales, pero nunca en reuniones serias, donde sólo se
admiten personas serias. Además, siempre es posible que alguna persona se dé el
gusto de cometer una mistificación momentánea, pero sería necesario que
estuviera dotada de singular paciencia para representar ese papel durante meses
y años, y durante varias horas consecutivas cada vez. Sólo algún interés podría
alimentar esa perseverancia, y el interés, repetimos, justifica todas las
sospechas.
310. Quizás se alegue que
un médium que consagra todo su tiempo al público, en bien de la causa, no puede
hacerlo gratuitamente, puesto que necesita vivir. Pero ¿lo hace en bien de la
causa o para su propio bien?
¿No será, en realidad, porque ve en eso un oficio lucrativo? A ese precio
siempre encontraremos personas dedicadas.
Ese médium, ¿no tiene otro negocio a su
disposición?
No nos olvidemos de que los Espíritus, sea cual fuere su superioridad o su
inferioridad, son las almas de los muertos, y si consideramos que tanto la
moral como la religión prescriben como un deber que se respeten los despojos
mortales, mayor aún será la obligación de respetar a los Espíritus. ¿Qué se
diría de alguien que para ganar dinero exhumara un cuerpo de la tumba y lo
exhibiese, dado que ese cuerpo puede provocar curiosidad? ¿Es menos
irrespetuoso exhibir el Espíritu que exhibir el cuerpo, con el pretexto de que
resulta curioso ver cómo actúa un Espíritu? Y nótese que el precio de la
entrada se corresponderá con los trucos que ese Espíritu haga y con el
atractivo del espectáculo. Por cierto, aunque en vida hubiese sido un
comediante, nunca habría sospechado que después de su muerte hallaría un director
que, para su propio beneficio, lo hiciera representar una comedia
gratuitamente.
No debemos olvidarnos de que
las manifestaciones físicas, del mismo modo que las manifestaciones
inteligentes, sólo son permitidas por Dios a los fines de nuestra instrucción.
311. Si hacemos a un lado
estas consideraciones morales, no dudamos en absoluto de la posibilidad de que
haya médiums interesados que, al mismo tiempo, sean honrados y escrupulosos, porque
en todas las profesiones hay personas honestas. Sólo nos referimos al abuso.
Con todo, por los motivos que hemos expuesto, es necesario admitir que el abuso
se halla más justificado entre los médiums pagos que entre los que, dado que
consideran la facultad Mediúmnica como una gracia, sólo la emplean para prestar
servicio.
El grado de confianza o de
desconfianza que se debe dispensar a un médium pago depende, ante todo, de la
estima que nos inspiren tanto su carácter como su moralidad, además de las circunstancias.
El médium que, con un objetivo eminentemente serio y útil, esté impedido de
emplear su tiempo de otra manera y, por ese motivo, se vea exonerado, no debe ser confundido con
el médium especulador, es
decir, con aquel que por decisión premeditada convierte a la Mediúmnidad en un
negocio. Por consiguiente, según sea el
motivo y el objetivo del
médium, los Espíritus pueden condenarlo, absolverlo e incluso asistirlo. Ellos
juzgan más la intención que el hecho material.
312. No forman parte del
mismo caso los sonámbulos que utilizan su facultad de un modo lucrativo. Aunque
esa explotación esté sujeta a abusos, y aunque el desinterés constituya la
mayor garantía de sinceridad, la situación de ellos es diferente, puesto que
los que actúan son los propios Espíritus de los sonámbulos. Por consiguiente,
estos se encuentran siempre a su disposición y, en realidad, sólo se explotan a
sí mismos, puesto que son libres de disponer de su persona como mejor les
convenga, mientras los médiums especuladores explotan a las almas de los
difuntos.
(Véase el § 172, Médiums sonámbulos.)
313. No ignoramos que
nuestra severidad para con los médiums interesados subleva a todos aquellos que
explotan o están tentados de explotar este nuevo negocio, y los transforma en
nuestros enemigos encarnizados, así como a sus amigos, que naturalmente hacen
causa común con ellos. Nuestro consuelo consiste en pensar que los mercaderes a
los que Jesús expulsó del templo tampoco veían al Maestro con buenos ojos.
También se oponen a nosotros las personas que no consideran este asunto con la
misma gravedad. Sin embargo, nos consideramos con derecho a tener una opinión y
a emitirla. No obligamos a nadie a que la adopte. Si la inmensa mayoría
coincide con ella, será porque aparentemente la consideran justa. No vemos, en efecto,
cómo se podría demostrar que hay menos posibilidades de que se cometan fraudes
y abusos en la especulación que en el desinterés. En lo que a nosotros
respecta, si nuestros escritos han contribuido a arrojar el descrédito sobre la
Mediúmnidad interesada, tanto en Francia como en otros países, creemos que ese es
uno de los mayores servicios que esos escritos han prestado al espiritismo serio.
Fraudes espíritas
314. Quienes no admiten la
realidad de las manifestaciones físicas, por lo general atribuyen al fraude los
efectos producidos. Se basan en el hecho de que los prestidigitadores hábiles
hacen cosas que parecen prodigios para quien no conoce sus secretos. De ahí
concluyen que los médiums no son más que escamoteadores. Ya hemos refutado ese argumento, o mejor
dicho, esa opinión, principalmente en nuestros artículos sobre el Sr. Home, y
en los números de la Revista Espírita de
enero y febrero de 1858. Por consiguiente, aquí sólo diremos algunas palabras,
antes de pasar a algo más serio. Por lo demás, hay una consideración que no
escapará a quien reflexione un poco. No cabe duda de que existen
prestidigitadores de una prodigiosa habilidad, aunque son raros. Si todos los
médiums practicaran el escamoteo, sería preciso admitir que ese arte ha logrado
progresos increíbles en poco tiempo, y que súbitamente se ha hecho muy común,
además de que sería innato en personas que nunca sospecharon de su existencia,
e incluso en los niños. Por el hecho de que haya charlatanes que suministran
medicamentos en las plazas públicas, e incluso que haya médicos que, sin
concurrir a las plazas públicas, traicionan la confianza de sus pacientes, ¿se
sigue de ahí que todos los médicos sean charlatanes y que la comunidad médica
haya perdido la consideración que merece? Por el hecho de que haya personas que
venden agua coloreado en vez de vino, ¿se sigue de ahí que todos los
comerciantes de vino sean falsificadores, y que no exista el vino puro? Se
abusa de todo, hasta de las cosas más respetables, y se puede decir que el fraude
también requiere talento. Pero el fraude siempre tiene un objetivo, un
determinado interés material. Donde no haya ninguna ganancia, no habrá ningún
interés en engañar. Por eso dijimos, en alusión a los médiums mercenarios, que
la mejor garantía es el desinterés absoluto.
315. Entre todos los
fenómenos espíritas, los que más se prestan al fraude son los fenómenos
físicos, por motivos que es conveniente considerar. Primero, porque impresionan
más a la vista que a la inteligencia, de modo que son los que la
prestidigitación puede imitar con mayor facilidad. Segundo, porque como estimulan
más que los otros la curiosidad, ejercen mayor atracción sobre las multitudes
y, por eso mismo, son más productivos. Por consiguiente, desde estos dos puntos
de vista, los charlatanes tienen gran interés en simular ese tipo de
manifestaciones. Los espectadores, que en su mayoría ignoran la ciencia
espírita, por lo general recurren a esos fenómenos mucho más en busca de una distracción
que de una instrucción seria, pues es sabido que siempre se paga más por lo que
divierte que por lo que instruye. Por otra parte, existe otro motivo no menos
decisivo. Si bien la prestidigitación puede imitar efectos materiales, para los
cuales no necesita más que habilidad, hasta la fecha no le conocemos el don de improvisar,
que requiere una dosis de inteligencia poco común, ni el don de producir esos
bellos y sublimes dictados, a menudo tan oportunos, que los Espíritus brindan
en sus comunicaciones. Esto nos hace recordar el hecho siguiente:
Cierto día, un escritor
bastante conocido vino a vernos y nos manifestó que era un excelente médium
escribiente intuitivo, y que se
ponía a disposición de la Sociedad Espírita de París. Como tenemos por hábito
sólo admitir en la Sociedad a médiums cuyas facultades conozcamos, le pedimos a
nuestro visitante que primero nos diera pruebas de su facultad en una reunión
particular. En efecto, él concurrió. Durante la reunión, varios médiums experimentados
ofrecieron disertaciones y respuestas de notable precisión a preguntas que se
les formularon y acerca de temas que ignoraban. Cuando llegó el turno de ese
señor, escribió unas pocas palabras sin sentido, dijo que ese día no se
encontraba bien dispuesto, y nunca más lo vimos. No cabe duda de que comprendió
que el rol de médium de efectos inteligentes era más difícil de representar de
lo que él había imaginado.
316. En todas las
situaciones, las personas a las que se engaña con mayor facilidad son aquellas
que no pertenecen al oficio. Lo mismo ocurre con el espiritismo. Las que no lo
conocen se dejan engañar fácilmente por las apariencias, mientras que un estudio
previo y atento las inicia no sólo en las causas de los fenómenos, sino también
en las condiciones normales en que suelen producirse, proveyéndoles de ese modo
los medios para reconocer el fraude, en caso de que exista.
317. Los médiums embusteros son condenados,
como lo merecen, en la siguiente carta que hemos publicado en la Revista Espírita del mes de agosto de
1861:
“París, 21 de julio de
1861. “Señor, “Se puede estar en desacuerdo sobre ciertos puntos, así como en
perfecto acuerdo sobre otros. Acabo de leer, en la página 213 del último número
de vuestra revista, algunas reflexiones acerca del fraude en materia de
experiencias espiritualistas (o espíritas), a las cuales tengo la satisfacción
de adherir con todas mis fuerzas. Allí, las disidencias a propósito de teorías
y doctrinas desaparecen como por encanto.
“Tal vez no soy tan severo
como vos lo sois en relación con los médiums que, en una forma digna y decente,
aceptan un pago como indemnización por el tiempo que consagran a las
experiencias, a menudo prolongadas y cansadoras. Pero sí lo soy, tanto como vos
–y nadie lo sería más– en lo atinente a los que, en un caso semejante, cuando
se les presenta la ocasión, suplen con trampas y fraude la ausencia o la
insuficiencia de los resultados prometidos y esperados. (Véase el § 311.)
“Mezclar lo falso con lo
verdadero, cuando se trata de fenómenos obtenidos mediante la intervención de
los Espíritus, es simplemente una infamia, y el médium que considere que puede hacerlo
sin escrúpulo tiene anulado el sentido moral. Conforme lo habéis observado con
exactitud, eso significa lanzar el
descrédito sobre la cuestión en el espíritu de los indecisos, a partir del
momento en que el fraude se descubre. Agregaré que eso significa
comprometer del modo más deplorable a los hombres honrados, que prestan a los
médiums el apoyo desinteresado de sus conocimientos y sus luces, y que se
constituyen en garantes de la buena fe de esos médiums, a quienes en cierta
forma patrocinan. También significa cometer para con ellos una verdadera
traición. “El
médium que sea sorprendido en maniobras fraudulentas; que sea descubierto, para
valerme de una expresión un tanto trivial, con las manos en la masa, merecería ser proscripto por todos los
espiritualistas o espíritas del mundo, para quienes constituiría un riguroso
deber desenmascararlos o reprobarlos. “Si considerase conveniente, señor,
insertar estas breves líneas en vuestra revista, quedan a vuestra entera
disposición. “Recibid, etc. – Mathieu”
318. No todos los fenómenos
espíritas son igualmente fáciles de imitar. No cabe duda de que hay algunos que
desafían la habilidad de los prestidigitadores. Tales son, evidentemente, el movimiento
de objetos sin contacto, la suspensión de cuerpos pesados en el espacio, los
golpes en diferentes lugares, las apariciones, etc., que requieren el empleo de
trucos y cómplices. Por eso decimos que en esos casos es necesario observar
atentamente las circunstancias y, sobre todo, tener en cuenta el carácter y la
posición de las personas, el objetivo y el interés que pudieran tener en engañar.
Ese es el mejor de los controles, pues hay circunstancias que disipan cualquier
motivo de sospecha. Consideramos, pues, en principio, que se debe desconfiar de
cualquiera que convierta a esos fenómenos en un espectáculo, o en un objeto de
curiosidad y entretenimiento, y que pretenda producirlos a voluntad y en una fecha
determinada, conforme ya lo explicamos. Nunca estará de más repetir que las
inteligencias ocultas que se manifiestan tienen su susceptibilidad e insisten
en demostrarnos que gozan también de libre albedrío, de modo que no se someten
a nuestros caprichos. (Véase el § 38.)
Basta con que señalemos
algunos subterfugios que se emplean, o que es posible emplear en ciertos casos,
a fin de prevenir contra el fraude a los observadores de buena fe. En cuanto a
las personas que se obstinan en juzgar sin antes haber profundizado en el
asunto, sería tiempo perdido que tratáramos de modificar su opinión.
319. Uno de los fenómenos
más comunes es el de los golpes que se escuchan en la sustancia misma de la
madera, con o sin movimiento de la mesa, o de otros objetos que se empleen. Ese
efecto es uno de los más fáciles de imitar, ya sea mediante el contacto de los
pies, ya provocando mínimos crujidos en el mueble. Hay, sin embargo, un pequeño
artificio especial, que conviene revelar. Basta con que una persona coloque las
dos manos aplanadas sobre la mesa, lo suficientemente próximas como para que
las uñas de los pulgares se apoyen con fuerza la una contra la otra. Entonces,
por medio de un movimiento muscular imperceptible, se provoca entre ellas un frotamiento
que produce un ruidito seco, que presenta gran analogía con el de la tiptología interna. Ese ruido repercute en la
madera y produce una ilusión completa. Nada es más fácil que hacer que se
escuchen todos los golpes que se quiera, o el redoble del tambor, etc., o la
respuesta a ciertas preguntas mediante un sí o un no, con números,
o incluso con la indicación de las letras del alfabeto.
Es muy simple descubrir el fraude, siempre que se esté prevenido. El engaño se vuelve
imposible si las manos se mantienen separadas una de otra y si se tiene la
certeza de que ningún otro contacto podrá producir el ruido. Por otra parte,
los golpes reales presentan la característica de que cambian de lugar y de tono
a voluntad, lo que no sucede cuando se deben a la causa que hemos señalado, o a
cualquier otra causa semejante. Tanto es así, que los golpes dejan la mesa para
hacerse escuchar en otro mueble con el que nadie está en contacto, en las
paredes, en el techo, etc., y además responden a preguntas imprevistas. (Véase
el § 41.)
320. La escritura directa es todavía más fácil de
imitar. Sin que aludamos a los conocidos agentes químicos que se
emplean para hacer que en un momento determinado la escritura aparezca en una hoja
en blanco –lo que se puede frustrar con las precauciones más comunes–, existe
la posibilidad de que alguien sustituya un papel por otro, mediante una hábil
maniobra. Además, podría suceder que el interesado en cometer el fraude supiera
desviar la atención de los demás mientras escribe hábilmente algunas palabras.
Incluso, alguien nos dijo que vio a una persona escribiendo de esa manera con un
trozo de la mina de un lápiz escondida debajo de la uña.
321. El fenómeno de aportes también se presta a las
artimañas. Cualquier persona puede ser engañada fácilmente por un
escamoteador más o menos hábil, aunque no sea un profesional de la especialidad.
En el artículo especial que incluimos más atrás (Véase el § 96), los Espíritus
mismos determinaron las condiciones excepcionales en que se producen los
aportes, y de ahí podemos inferir que su obtención fácil y facultativa puede,
al menos, ser considerada sospechosa. La escritura directa se encuentra en el
mismo caso.
322. En el capítulo
referido a los “Médiums especiales” hemos mencionado, de acuerdo con los
Espíritus, las aptitudes Mediúmnicas comunes y las que son raras. Así pues, es
conveniente desconfiar de los médiums que pretendan poseer estas últimas con demasiada
facilidad, o que ambicionen disponer de múltiples facultades, pretensión que
muy raramente se justifica.
323. Las manifestaciones
inteligentes son, conforme a las circunstancias, las que ofrecen más garantías.
Sin embargo, tampoco esas escapan a la imitación, al menos en lo que se refiere
a las comunicaciones banales y vulgares. Algunos creen que
están más seguros con los médiums mecánicos, no sólo en lo que respecta a la
independencia de las ideas, sino también como prevención de los engaños.
Por esa razón, ciertas personas prefieren los intermediarios materiales. ¡Pues
bien! Es un error. El fraude se insinúa en todas partes, y sabemos que con
cierta práctica se puede dirigir a voluntad incluso una cesta o una tablilla
escribiente, dándole todas las apariencias de los movimientos espontáneos. Lo
que disipa todas las dudas son los pensamientos que se expresan, ya provengan de
un médium mecánico o de un médium intuitivo, auditivo, parlante o vidente. Hay
comunicaciones que superan de tal modo las ideas, los conocimientos e incluso
el alcance intelectual del médium, que sólo por efecto de una extraña ilusión
alguien podría atribuirlas al intermediario. Reconocemos
que los charlatanes disponen de gran habilidad y vastos recursos, pero todavía
no hemos descubierto en ellos el don de conferir saber a un ignorante, ni talento
a quien no lo posee.
________________________
En resumen, repetimos que la mejor garantía
contra el fraude radica en la moralidad notoria de los médiums y en la ausencia
de todas las causas de interés material o de amor
propio, pues esas causas podrían estimular en ellos el ejercicio
inadecuado de las facultades Mediúmnicas que poseen, así como inducirlos a
simular las que no poseen. (No evaluemos en
el Libro de los Médiums al Médium Parlante, solo leyendo el Ítem #166, sino añada
el Ítem #180. Es aquí donde se explica que las comunicaciones son por la
mente de Espíritu a Espíritu, esto no implica Incorporación
de Espíritus de forma
espontánea. Cada cual puede, mediante su voluntad, permitir o no, que el
Espíritu que trata de manifestarse pueda usar sus órganos físicos, la voz, el
oído, la vista, o la mano del Médium, y no la voz del Espíritu manifestado).
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