Nadie dudó de ellos. El libro de Génesis Espiritista, codificado, escrito y publicado por Allan Kardec, nos habla de los CARÁCTERES DE LA REVELACIÓN ESPÍRITA, nos indicó que probaramos los Espíritus : te invito a leer el Capítulo 1, ítem #10, Juan el Evangelista dijo:
Los famosos Espíritus Mentores de Brasil, Emmanuel, André Luiz, Ismael, Joanna de Ángelis, NINGUNO fue verificado o corroborado por nadie más que por el que farsamente los presentaban como Espíritus elevados, Chico Xavier o Divaldo Pereira Franco, que demostraron ser Mistificadores, impositivos y contradictorios. Nadie dudó de ellos.
El libro de Génesis Espiritual en los CARÁCTERES DE LA REVELACIÓN ESPÍRITA, escrito por Allan Kardec, nos indicó que debiamos probar los Espíritus : Capítulo 1, ítem #10, Juan el Evangelista dijo:
#10. —Los Espíritus puros son los únicos que reciben directamente la Palabra de Dios con encargo de transmitirla. Pero se sabe ahora que no todos los Espíritus son perfectos ni mucho menos, y que los hay que revisten falsas apariencias; lo cual ha hecho decir a San Juan: «No creais a todo Espíritu; más ver antes si son de Dios.» (Epís. 1.a cap. IV n.° 4.).
Entonces, ¿Porqué nadie probó que los Espíritus: Emmanuel, André Luiz, Joanna de Ángelis, Ismael, Ramatís, Francisco de Asís, Bezerra de Menezes, entre muchos, que se equivocan y contradicen con las enseñanzas del Espiritismo NO eran Espíritus confiables? Éso demuestra que eran Espiritualistas que nunca leyeron los Libros Codificados por Allan Kardec.
El libro de Allan Kardec, ¿Qué es el Espiritismo? Clasifica a los Espíritus que se imponen, como Espíritus Malos, es decir son Espíritus inferiores.
Veamos que dice:
#72. Uno de los Carácteres distintivos de los Malos Espíritus es el de imponerse: dan órdenes y quieren ser obedecidos; los buenos no se imponen nunca: dan consejos, y si no se les escucha, se retiran. De esto resulta que la impresión de los Malos Espíritus es casi siempre penosa, fatiga y produce una especie de malestar; a menudo provoca una agitación febril, móvil mientos bruscos y desenfrenados; la de los buenos Espíritus es, por el contrario, apacible, suave y produce un verdadero bienestar.
Entonces, sí además de éso, el Espíritu se contradice, es claro que es un Espíritu inferior.
Tema: Malos Espíritus, no evolucionados...
Los Malos Espíritus, Espíritus Impuros, Imperfectos, son clasificados como Espíritus Obsesores, Detractores del Espiritismo, son Los "Perturbadores" o "Malos Espíritas", como los llamaba Allan Kardec, son Verdaderos Detractores del Espiritismo que pisotean las Enseñanzas y Creencias del Espiritismo Verdadero, que es Moralizador y Consolador al Mundo, el Verdadero Espiritismo. Son los que es preciso descubrir y desembarazarse cuánto antes de ellos...
Malos Espíritus son los que se imponen... y no son EVOLUCIONADOS, ni ENTENDIDOS...
https://soyespirita.blogspot.com/2019/02/los-espiritus-que-se-imponen-en-el.html
Malos Espíritas, o Malos Espiritistas...
http://soyespirita.blogspot.com/2015/08/perturbadores-o-malos-espiritas-de-los.html
Espíritus Embusteros, Mistificadores, e Hipócritas que debemos descubrir...
http://soyespirita.blogspot.com/2015/07/zafate-de-las-mistificaciones-o-enganos.html.
#268. Preguntas sobre la naturaleza y la identidad de los Espíritus 1ª ¿Con qué señales se puede conocer la superioridad o la inferioridad de los Espíritus?
"Con su lenguaje, así como vosotros distinguís a un atolondrado de un hombre sensato. Ya lo hemos dicho: los Espíritus superiores no se contradicen NUNCA y sólo dicen cosas buenas; sólo quieren el bien, esta es su preocupación. Los Espíritus inferiores están aún bajo el Imperio de las ideas materiales; sus discursos se resienten de su ignorancia y de su imperfección. Sólo es dado a los Espíritus Superiores el conocer todas las cosas y juzgarlas sin pasión."
Notemos el caso de Chico Xavier, veamos como funciona en el Espiritismo la ley de afinidad de los Espíritus. Los Espíritus son atraídos, los unos hacía los otros, por la semejanza de sus cualidades, y que de ése modo forman grupos o familias por simpatía. Entonces, sí Chico Xavier presenta a Emmanuel como su Espíritu Protector, y también presenta a Andre Luíz como otro Espíritu Protector y Guía, tenemos a Chico Xavier presentando a 2 Espíritus Protectores y Guías de mentiras a la misma vez, que son afines con las cualidades de Chico Xavier, que también se contradice con las enseñanzas del Espiritismo Verdadero que es Moralizador y el Consuelo de los afligidos al Mundo.
Nadie tiene dos (2) Espíritus Protectores y Guías, porque habría conflictos. Podemos tener Espíritus simpáticos y familiares, que nos ayudan y velan por nosotros, son Espíritus afines y amigos, pero sólo uno es Espíritu Superior, Protector y Guía asignado desde la concepción.
Éso, de tener mas de un Espíritu Protector y Guía no lo enseña el Espiritismo Verdadero que es Moralizador y el Consuelo de los afligidos al Mundo sostenido por las enseñanzas en los contenidos de los Libros Codificados por Allan Kardec. Sí a éso le añades que son Espíritus que se contradicen y se imponen, pues con ésta información, ya tenemos lo que necesitamos saber para decir que ésos Espíritus son Espíritus Inferiores y Malos Espíritus, que atentan en contra de las enseñanzas del Espiritismo Verdadero que es Moralizador y Consolador al mundo. .
No basta ésa mentira de Espíritus Protectores y Guias, que se presentan con vidas pasadas que no se pueden probar y que los Espiritus alertaron que era casi imposible de verificar sí éso era cierto o no.
Pero en el caso de Emmanuel, que dijo siempre que era en una encarnacion anterior un Espiritu encarnado en el tiempo de Jesus, llamado Publios Lentulus, y resulta que ese Espiritu nunca Existio en el tiempo que decia, porque se puede corroborar en la Historia que nun ca existio, hay que ser más que fanático para creer a unos Espiritus que se contradicen, mienten, se imponen y además dan opiniones en contra de las enseñanzas del Espiritismo. Lo mismo ocurre con Andre Luiz, un Espiritu Ficticio que adquirió su nombre del hermano de Chico Xavier, cuándo la corte en Brasil exigió en un juicio de Plagio con la familia de Humberto do Campo en el año 1940. Pues sencillamente Chico los engañó a todos. A ésos Falsos Espíritus se les conoce como Benefactores en Brasil. ¡Basta ya de tantos misticismos.!!!!
La Ley de Afinidad de los Espíritus, Libro de Los Médiums #255 al #263… Segunda Parte – Capítulo XXIV, Temas:
IDENTIDAD DE LOS ESPÍRITUS, Pruebas posibles de identidad. Distinción de los buenos y de los malos Espíritus. Cuestiones sobre la naturaleza y la identidad de los Espíritus. Pruebas posibles de identidad.
IDENTIDAD DE LOS ESPÍRITUS, según el Libro de los Espíritus y el de Los Médiums... , ¿Cómo reconocer Espíritus Buenos y los Malos Espíritus.?, según el Libro de Los Espíritus, introducción, libro de los Médiums, ítem #255 al ítem #267.1-26, (Todos sus incisos), y el ítem #268.1-28 (Todos sus incisos). Además, los ítems #93 al #96, Identidad de los Espíritus, del Libro ¿Qué es el Espiritismo? Capítulo II. Todas éstas referencias mensionadas nos ayudan a definir la IDENTIDAD de los Espíritus.
Es extremadamente fácil diferenciar los buenos Espíritus de los malos Espíritus, segun expresado por Allan Kardec en la Introducción del Libro de los Espíritus, sección VI ...
AFINIDAD y la IDENTIDAD de Los Espíritus : Espíritus EVOLUCIONADOS en el Espiritismo, están bien definidos, y los evaluamos con el tema de la Identidad de los Espíritus en el Libro de Los Médiums, las Mistificaciones y la Escala Espírita.
Los siguientes Ítems nos ilustran éste tema de cómo distinguir sí los Espíritus son afines, sí son Evolucionados o no lo son. En el Libro de los Mediums, el Ítem #227, Ítems #255 al #267, ítems #268.1, #268.5, #303.3 y #303.4, la "Escala Espírita" en el Libro de Los Espíritus Ítems #100 al #113.
Los Espíritus EVOLUCIONADOS o Espíritus ENTENDIDOS, son SIEMPRE BUENOS, no MISTIFICAN NUNCA, no se CONTRADICEN, ni IMPONEN sus criterios, éso lo hacen SÓLO los Espíritus MALOS, IMPUROS e IMPERFECTOS. Por lo tanto, los Espíritus Malos no pueden llamarse Espíritus BENEFACTORES y menos EVOLUCIONADOS en el Espiritismo, porque se ha demostrado que se contradicen, imponen sus criterios, y son mistificadores con las enseñanzas y creencias del Espiritismo Verdadero.
La Definición de Malos Espíritus, no incluye a los Espíritus EVOLUCIONADOS o ENTENDIDOS, que están bien definidos en el libro de Los MÉDIUMS y el Libro de Los Espíritus.
Espíritus Buenos, Superiores, Puros y Perfectos son SIEMPRE Espíritus EVOLUCIONADOS y ENTENDIDOS, además, no se les llama Espíritus Benefactores a los Espíritus que mienten, mistifican, se imponen y se contradicen, con las enseñanzas y creencias del Espiritismo Verdadero, que es Moralizador y el Consuelo de los afligidos al Mundo, según lo hacen los Espiritualistas que nunca han sido Espiritistas Verdaderos ...
Enlace del tema de Espíritus Evolucionados o entendidos...
https://soyespirita.blogspot.com/2019/06/espiritus-evolucionados-en-el.html
La Ley de Afinidad y la IDENTIDAD de Los Espíritus :
https://soyespirita.blogspot.com/2018/09/afinidad-de-los-espiritus-libro-de-los.html
https://soyespirita.blogspot.com/2019/08/identidad-de-los-espiritus-como.html
https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=5354250654636801&id=100001557580199
_______________________________
Nota de Frank Montañez, añadida a éste ítem : "Es aquí precisamente que podemos ver cómo los Espíritus alertaron en los Libros Codificados con relación descubrir a los Malos Espíritus "IMPOSTORES", que han utilizado el ardid de vidas pasadas. Ésto es precisamente, lo que viola la Ley Natural del "Olvido del Pasado". Entonces, es obvio que estos Espíritus, se han valido de utilizar vidas pasadas para hacer creer que han sido Espíritus de renombre del pasado. Estos son secretos de Dios. Veamos el Libro de los Médiums y el de Los Espíritus…
En el Libro de Los Médiums, vemos :
48. Sistema uniespiritista o monoespiritista.
Una variedad del sistema optimista, consiste en la creencia de que un sólo Espíritu se comunica con los hombres, y que este Espíritu es Cristo, quién es el protector de la Tierra. Cuando se ven comunicaciones de la más baja trivialidad, de una grosería irritante, llenas de malevolencia y de maldad, habría profanación e impiedad en suponer que pudiesen dimanar el Espíritu del bien por excelencia. Además, si aquellos que lo creen no hubiesen tenido jamás sino comunicaciones irreprochables, se concebiría su ilusión; pero la mayor parte conviene en haberlas tenido muy malas, lo que explican diciendo, que es una prueba que el buen Espíritu les hace sufrir, dictándoles cosas absurdas; de este modo, mientras los unos atribuyen todas las comunicaciones al diablo, quién puede decir cosas buenas para tentar, otros creen que sólo Jesús se manifiesta, y que puede decir cosas malas para probar. Entre estas dos opiniones tan inversas, ¿quién fallará? El buen sentido y la experiencia. Decimos la experiencia, porque es imposible que los que profesan ideas tan exclusivas lo hayan visto todo como debe verse. Cuándo se les oponen los hechos de identidad que atestiguan la presencia de parientes, amigos o conocidos por las manifestaciones escritas, visuales u otras, responden que es siempre el mismo Espíritu, el diablo según los unos, Cristo según los otros, que toma todas las formas; pero no nos dicen por qué no pueden comunicarse los otros Espíritus, ni con qué objeto el Espíritu de verdad vendrá a engañarnos presentándose bajo falsas apariencias, a burlarse de una pobre madre, haciéndole creer mintiendo, que él es el hijo por quien llora.
La razón rehúsa admitir que el Espíritu Santo se rebaje, ejecutando semejante comedia. Por otra parte, negar la posibilidad de cualquiera otra comunicación, ¿no es quitar al Espiritismo lo que tiene de más dulce: el consuelo de los afligidos? Digamos sencillamente que dicho sistema es irracional, y no puede sostener un examen severo.
49. Sistema multiespiritista o poliespiritista.
Todos los sistemas que hemos examinado, sin exceptuar los que son en sentido negativo, se apoyan en algunas observaciones, pero incompletas o mal interpretadas. Si una casa es de color encarnado por un lado, y blanca de otro, aquel que no la haya visto sino de un lado afirmará que es encarnada, el otro dirá que es blanca: los dos se engañarán y tendrán razón; pero el que haya visto la cosa por ambos lados dirá que es encarnada y blanca, y sólo él estará en lo verdadero. Lo mismo sucede en cuanto a la opinión que se forma del Espiritismo: puede ser verdadera bajo ciertos aspectos, y falsa si se generaliza lo que es sólo parcial, si se toma por regla lo que es sólo la excepción, por el todo lo que no es sino la parte. Por esto decimos que el que quiera estudiar seriamente esta ciencia, debe ver mucho y largo tiempo; sólo el tiempo le permitirá coger los detalles, observar los matices delicados, notar una multitud de hechos característicos que serán para él rayos de luz; pero sí se detiene en la superficie, se expone a formar un juicio prematuro, y por consiguiente erróneo. He aquí las consecuencias generales que se han deducido de una observación completa, y que forman ahora la creencia, se puede decir, de la universidad de los espiritistas, porque los sistemas restrictivos sólo son opiniones aisladas.
1.º Los fenómenos espiritistas se producen por inteligencias extracorporales, o sea por los Espíritus.
2.º Los Espíritus constituyen el mundo invisible; están por todas partes; cubren los espacios hasta lo infinito, los hay sin cesar alrededor nuestro, con los cuales estamos en contacto.
3º Los Espíritus reaccionan incesantemente sobre el mundo físico y sobre el mundo moral, y son una de las potencias de la Naturaleza.
4º Los Espíritus no son seres aparte en la creación; son las almas de aquellos que han vivido sobre la Tierra o en otros mundos, y que han dejado su envoltura corporal; de donde se sigue que las almas de los hombres son Espíritus encarnados, y que muriendo venimos a ser Espíritus.
5º Hay Espíritus de todos los grados de bondad y de malicia, de saber y de ignorancia.
6º Todos están sometidos a la ley del progreso, y todos pueden llegar a la perfección; pero como tienen su libre albedrío, llegan en un tiempo más o menos largo, según sus esfuerzos y su voluntad.
7º Son dichosos o desgraciados, según el bien o el mal que han hecho durante su vida, y el grado de adelantado a que han llegado. La dicha perfecta y sin mezcla sólo pertenece a los Espíritus que llegan al supremo grado de perfección.
8º Todos los Espíritus, en circunstancias dadas, pueden manifestarse a los hombres; el número de los que pueden comunicarse es indefinido.
9º Los Espíritus se comunican por el intermediario de médiums, que les sirven de instrumentos y de intérpretes.
10º Se reconoce la superioridad o inferioridad de los Espíritus en su lenguaje: los buenos sólo aconsejan el bien y no dicen sino cosas buenas: todo atestigua en ellos la elevación; los malos engañan y todas sus palabras llevan el sello de la imperfección y de la ignorancia. Los diferentes grados que recorren los Espíritus están indicados en la Escala Espiritista (Libro de los Espíritus, lib. II, cap. I, n.º 100). El estudio de esta clasificación es indispensable para apreciar la naturaleza de los Espíritus que se manifiestan, sus buenas y malas cualidades.
50. Sistema del alma material. Consiste únicamente en una opinión particular sobre la naturaleza íntima del alma. Según esta opinión, el alma y el periespíritu no serían dos cosas distintas o, por mejor decir, el periespíritu no sería otro que la misma alma, depurándose gradualmente por las diversas transmigraciones, como el alcohol se depura por las diversas destilaciones, mientras que la Doctrina Espiritista no considera al periespíritu sino como la envoltura fluídica del alma o del Espíritu. Siendo el periespíritu una materia, aunque muy etérea, el alma sería de este modo de una naturaleza material más o menos esencial, según el grado de su depuración. Este sistema no invalida ninguno de los principios fundamentales de la Doctrina Espiritista, porque nada cambia el destino del alma; las condiciones de su felicidad futura son siempre las mismas; el alma y el periespíritu forman un todo, bajo el nombre de Espíritu, como el germen y el perispermo lo forman bajo el nombre de fruto; toda la cuestión se reduce a considerar el todo como homogéneo en lugar de formarse de dos partes distintas. Como se ve, de eso no se deduce ninguna consecuencia, y no hubiéramos hablado de ello si no hubiésemos encontrado personas inclinadas a ver una nueva escuela en lo que en definitiva sólo es una simple interpretación de palabras. Esta opinión, muy restringida por cierto, aunque fuese más general,
51. Esta es la respuesta de un Espíritu con respecto a este asunto:
“Lo que algunos llaman periespíritu no es sino lo que otros denominan envoltura material fluídica. Para hacerme comprender de una manera más lógica, diría que ese fluido es la perfectibilidad de los sentidos, la extensión de la vista y de las ideas. Estoy hablando aquí de los Espíritus elevados. En el caso de los Espíritus inferiores, los fluidos terrenales todavía son completamente inherentes a ellos; por consiguiente, se trata de materia, como veis. De ahí los padecimientos del hambre, del frío, etc., padecimientos que los Espíritus superiores no pueden experimentar, visto que los fluidos terrenales están purificados alrededor del pensamiento, es decir, del alma. Para progresar, el alma necesita siempre de un agente. Sin un agente, ella no sería nada para vosotros, o, mejor dicho, no podríais concebirla. El periespíritu, para nosotros, los Espíritus errantes, es el agente por medio del cual nos comunicamos con vosotros, ya sea indirectamente mediante vuestro cuerpo o vuestro periespíritu, ya sea directamente con vuestra alma. A eso se debe la infinita variedad de médiums y de comunicaciones. Resta ahora el punto de vista científico, es decir, conocer la esencia misma del periespíritu. Esa es otra cuestión. Comprended primero moralmente 9. Sólo falta una discusión acerca de la naturaleza de los fluidos, lo que por ahora es inexplicable. La ciencia todavía no sabe bastante al respecto, pero lo logrará si se dispone a marchar con el espiritismo. El periespíritu puede variar y cambiar hasta lo infinito. El alma es el pensamiento: no cambia de naturaleza. A este respecto no avancéis más, porque se trata de un punto que no puede ser explicado.
¿Acaso suponéis que, al igual que vosotros, no he investigado yo también? Vosotros investigáis el periespíritu; nosotros, ahora, investigamos el alma. Aguardad, pues.”
9 Es decir, por vías no empíricas; independientemente del método científico, que se basa en la observación y la experimentación. (N. del T.)LAMENNAIS
Como se ve, Espíritus que consideramos adelantados no han conseguido todavía sondear la naturaleza del alma. ¿Cómo podríamos hacerlo nosotros? Por lo tanto, es perder el tiempo querer escrutar el principio de las cosas que, conforme se ha dicho en El Libro de los Espíritus (§§ 17 y 49), forma parte de los secretos de Dios. Pretender investigar, con la ayuda del espiritismo, lo que no se encuentra aún al alcance de la humanidad, es desviarlo de su verdadero objetivo, y hacer como el niño que quiere saber tanto como un anciano. Lo esencial es que el hombre aplique el espiritismo a su perfeccionamiento moral. Lo demás es tan sólo una curiosidad estéril y a menudo orgullosa, cuya satisfacción no lo hará avanzar ni un paso. El único medio de progresar consiste en hacernos mejores. Los Espíritus que han dictado el libro que lleva su nombre demostraron su sabiduría al mantenerse, en lo que respecta al principio de las cosas, dentro de los límites que Dios no nos permite superar, dejando a los Espíritus sistemáticos y presuntuosos la responsabilidad de las teorías prematuras y erróneas, más seductoras que consistentes, que un día caerán ante la razón, como tantas otras surgidas de los cerebros humanos. Ellos sólo dijeron exactamente lo que era necesario para que el hombre comprenda el porvenir que le aguarda y, de esa manera, alentarlo a la práctica del bien. (Véase, a continuación, Segunda parte, Cap. I, “Acción de los Espíritus sobre la materia”.)
Libro de Los Espíritus, CAPÍTULO II, ítem 17, 49…
ELEMENTOS GENERALES DEL UNIVERSO Conocimiento del principio de las cosas. -Espíritu y materia.
- Propiedades de la materia. -Espacio universal
CONOCIMIENTO DEL PRINCIPIO DE LAS COSAS
17. ¿Es dado al hombre conocer el principio de las cosas?
«No; Dios no permite que se revele todo al hombre en la tierra».
49. Si el germen de la especie humana se encontraba entre los elementos orgánicos del globo, ¿por qué no se forman hombres espontáneamente, como al principio?
«El principio de las cosas es uno de los secretos de Dios; pero puede decirse, no obstante, que una vez diseminados los hombres por la tierra, han absorbido en si mismos los elementos necesarios a su formación para transmitirlos según las leyes de la reproducción. Lo mismo ha sucedido en las diferentes especies de seres vivientes».
Se juzga a los Espíritus como a los hombres, por su lenguaje; si un Espíritu se presenta bajo el nombre de Fenelón, por ejemplo, y dice trivialidades o puerilidades, es muy cierto que no puede ser él; pero si dice cosas dignas del carácter de Fenelón y que este mismo no desmintiera, hay en este caso, sino una prueba material, al menos toda la probabilidad moral que pueda ser él.
Sobre todo en este caso la identidad real es una cuestión accesoria; desde el momento que el Espíritu sólo dice cosas buenas, poco importa el nombre del que las da. Se objetará, sin duda, que el Espíritu que tomase un nombre supuesto, aún cuando sólo fuese para decir cosas buenas, no por eso dejaría de cometer un fraude y en tal caso no puede ser un Espíritu bueno. Aquí es en donde hay matices delicados bastante difíciles de comprender, y que trataremos de desenvolver.
# 256. A medida que los Espíritus se purifican y se elevan en la jerarquía, los carácteres distintivos de su personalidad se borran de cierto modo en la uniformidad de perfección y, sin embargo, no dejan de conservar su individualidad; esto tiene lugar en los Espíritus Superiores y en los Espíritus Puros. En esta posición, el nombre que tenía en la tierra, en una de las mil existencias corporales "efímeras" por las cuales pasaron, es una cosa enteramente insignificante. Notemos también que los Espíritus son atraídos los unos hacia los otros por la semejanza de sus cualidades, y que de este modo forman grupos o familias simpáticas. Por otra parte, si se considera el número inmenso de Espíritus que desde el origen de los tiempos deben haber llegado al primer puesto, y si se compara con el número tan corto de hombres que dejaron un gran nombre sobre la tierra, se comprenderá que entre los Espíritus superiores que pueden comunicarse, la mayor parte no debe tener nombre para nosotros; pero como necesitamos nombres para fijar nuestras ideas, pueden tomar el de un personaje conocido, cuya naturaleza se identifica del mejor modo con la suya; por esto nuestros ángeles guardianes se dan a conocer muy a menudo con el nombre de uno de los santos que nosotros veneramos y generalmente con el de aquel por quién tenemos más simpatía. De esto se sigue que si el ángel de la guarda de una persona toma el nombre de San Pedro, por ejemplo, no hay ninguna prueba material que éste sea, precisamente, el apóstol de este nombre; lo mismo puede ser el que un Espíritu enteramente desconocido, perteneciendo a la familia de los Espíritus de los que San Pedro forma parte; de aquí se sigue que cualquiera que sea el nombre bajo el cual se evoca a su ángel de la guarda vendrá al llamamiento que se le hace, porque se le atrae por el pensamiento, siéndole indiferente elnombre. Lo mismo sucede siempre que un Espíritu superior se comunica espontáneamente bajo el nombre de un personajeconocido; nada prueba que este sea el Espíritu de aquel personaje; pero si no dice nada que desmienta la elevación decarácter de este último, hay "presunción" que sea él y en todo caso puede decirse que si no lo es debe ser un Espíritu del mismo grado y quizás enviado por él. En resumen, la cuestión del nombre es secundaria, pudiendo ser el nombre considerado como un simple indicio del lugar que ocupa el Espíritu en la escala espiritista. La posición es otra cuando un Espíritu de un orden inferiorse reviste de un nombre respetable para dar autoridad a sus palabras, y esto sucede con tanta frecuencia que no podríamos prevenimos bastante contra esta clase de substituciones; porque a favor de estos nombres prestados y sobre todo con la ayuda de la fascinación, ciertos Espíritus sistemáticos, más orgullosos que sabios, procuran acreditar las ideas más ridículas. La cuestión de identidad es, pues, como lo hemos dicho, poco menos que indiferente cuando se trata de instrucciones generales, puesto que los mejores Espíritus pueden substituirselos unos a los otros sin que esto tenga consecuencias. Los Espíritus Superiores forman, por decirlo así, un todo colectivo, cuyas individualidades, con pocas excepciones, nos son completamente desconocidas. Lo que nos interesa no es su persona, sino su enseñanza; pues desde el momento que esta enseñanza es buena, poco importa que el que la da se llame Pedro o Pablo; se le juzga por su calidad y no por su título. Si un vino es malo, el rótulo no lo hará mejor. En cuanto a las comunicaciones íntimas, ya es otra cosa, porque es el individuo, su misma persona, la que nos interesa, y con razón en este caso procuramos asegurarnos si el Espíritu que viene a nuestro llamamiento es realmente el que se desea.
Nota añadida por Frank Montañez a este contenido : "No hay duda que estos Espíritus han demostrado ser presuntuosos y orgullosos, de modo que está descripción no deja dudas del carácter de estos Espíritus llamados Mentores y Benefactores. Son además, Espíritus religiosos y se adjudican atributos que no tienen. En ningún lugar en el contenido de los Libros codificados, se indica que los Espíritus son benefactores. No pueden ser benefactores, sí son mentirosos, Mistificadores e hipócritas, además de que nunca los Espíritus realmente Superiores NUNCA se Contradicen. Entonces Dios no puede confiar la verdad a Espíritus mentirosos".
# 257. La identidad se puede comprobar con mucha más facilidad, cuando se trata de Espíritus contemporáneos cuyo carácter y costumbres se conocen, porque no habiendo tenido aún tiempo de despojarse de sus costumbres, precisamente sedan a conocer por las mismas y decimos en seguida que son una de las señales más ciertas de identidad. El Espíritu puede, sin duda, dar las pruebas sobre la pregunta que se le ha hecho, pero no lo hace nunca sino cuando le conviene, y generalmente esto le hiere; por lo que debe evitarse. Dejando su cuerpo, el Espíritu no se ha despojado de su susceptibilidad, y se incomoda de toda pregunta que tiene por objeto ponerle a prueba. Se hacen "tales preguntas que no se atreverían hacérselas si se presentaba vivo" por temor de faltar a la educación; ¿por qué, pues, ha de tenérsele menos respeto después de la muerte? Si un hombre se presenta en un salón diciendo su nombre, ¿se le irá a decir a que marropa que pruebe que es tal, exhibiendo sus títulos bajo el pretexto de que hay impostores? Este hombre tendría, seguramente, el derecho de recordar al preguntador las reglas de buena crianza. Esto es lo que hacen los Espíritus, no contestando o retirándose. Pongamos un ejemplo por comparación. Supongamos que el astrónomo Arago, cuando vivía, se hubiese presentado en una casa que no le conocieron y que se le apostrofase de estemodo: Decís que sois Arago, pero como no os conocemos, hacednos el favor de probárnoslo contestando a nuestras preguntas; resolved tal problema de astronomía; decidnos vuestros nombres, apellidos, los de vuestros hijos, lo que hicisteis tal día, a tal hora, etc. ¿Qué hubiera contestado? Pues bien! como Espíritu hará lo que hubiera hecho viviendo, y los otros Espíritus hacen lo mismo.
# 258. Mientras que los Espíritus se niegan a contestar a preguntas pueriles y descabelladas, que se hubiera tenido reparo en hacérselas cuando vivían, ellos mismos dan a menudo, y espontáneamente, pruebas irrecusables de su identidad, por su carácter, que se revela en su lenguaje, por el empleo de las palabras que le eran familiares, por la cita de diferentes hechos, particularidades de su vida, algunas veces desconocidas de los asistentes, y cuya exactitud ha podido probarse. Además las pruebas de identidad resaltan de una multitud de circunstancias imprevistas, que no siempre se presentan al primer golpe de vista, sino continuando la lo más conversación. Conviene, pues, esperarlas sin provocarías, observando con cuidado todas aquellas que pueden desprenderse de la naturaleza de las comunicaciones. (Véase el hecho referido número 70).
#70. A bordo de un buque de la marina imperial francesa, enestación en los mares de la China, toda la tripulación, desde losmarineros hasta el estado mayor, se ocupaba en hacer hablar a las mesas. Se tuvo la idea de evocar al Espíritu de un tenientede este mismo buque, muerto hacía dos años. Vino, y despuésde diversas comunicaciones que llenaron a todos de asombro, dijo lo que sigue, por medio de golpes. "Os suplico encarecidamente que paguéis al capitán la suma de… (indicabala cantidad) que le debo, y que siento no haberle podido reembolsar antes de mi muerte." Nadie conocía el hecho; elmismo capitán había olvidado este crédito, por cierto muyinsignificante; pero examinando sus cuentas, encontró elasiento de la deuda del teniente, y cuya cantidad era exactamente la indicada. Dígasenos de qué pensamientoprovenía el reflejo de esta indicación.
#71. Se perfeccionó el arte de comunicar por los golpes alfabéticos, pero el medio era siempre muy largo. Sin embargo se obtienen comunicaciones de cierta extensión así como interesantes revelaciones sobre el mundo de los Espíritus. Estos indicaron otros medios, y a ellos debemos el de las comunicaciones escritas. Las primeras comunicaciones de este género tuvieron lugar adaptando un lápiz al pie de una mesita ligera colocada sobre una hoja de papel. La mesita, puesta en movimiento por la influencia del médium, se puso a trazarcarácteres, luego palabras y frases. Se simplificó sucesivamente este medio sirviéndose de mesitas tan grandescomo la mano, hechas expresamente; después de cestitas, de cajas de cartón y, en fin, de simples tablitas. La escritura era tan corriente, tan rápida y tan fácil como con la mano; pero se reconoció más tarde que todos estos objetos no eran más, en definitiva, que apéndices, verdaderos lapiceros de los cuales no había necesidad, teniendo por sí mismo el lápiz; la mano, arrastrada por un movimiento voluntario, escribía bajo la impulsión dada por el Espíritu y sin el concurso de la voluntad, ni del pensamiento del médium.
Desde entonces lascomunicaciones de ultratumba no tuvieron más límites que lacorrespondencia habitual entre vivos. Volveremos sobre estosdiferentes medios que explicaremos en detalle; los hemos bosquejado rápidamente para demostrar la sucesión de loshechos que han conducido a acreditar en estos fenómenos laintervención de inteligencias ocultas, o de otro modo, de losEspíritus.
# 259. El medio que se emplea algunas veces con buenresultado para asegurar la identidad, cuando el Espíritu que secomunica es sospechoso, consiste en hacerle afirmar, "en nombre de Dios Todopoderoso", que es el mismo que senombra. Sucede a menudo que el que toma un nombresupuesto retrocede ante un sacrilegio, y después de haberempezado a escribir: "Yo afirmo, en nombre de…", se para y traza con cólera líneas insignificantes, o rompe el lápiz; si es más hipócrita, evade la cuestión por una restricción mental, escribiendo por ejemplo: "Os certifico que digo la verdad"; o bien: "Atestiguo en nombre de Dios, que soy yo el que os hablo", etc. Pero los hay que no son tan escrupulosos y juran todo lo que se quiere. Uno de ellos se comunicó a un médium diciendo que era "Dios" y el médium, muy honrado por tan alto favor, no vaciló en creerle. Evocado por nosotros no se atrevióa sostener tal impostura, y dijo: Yo no soy Dios, pero soy, su hijo. Entonces, ¿sois Jesús? Esto no es probable porque Jesús está colocado muy alto para emplear un subterfugio. ¿Os atrevéis, pues, a afirmar, en nombre de Dios que sois Cristo? Yo no digo que sea Jesús; yo digo que soy el hijo de Dios, porque soy una de sus criaturas. Debe deducirse de esto que sí rehúsa un Espíritu el afirmar su identidad en nombre de Dios, es siempre una prueba manifiesta de que el nombre que ha tomado es una impostura, pero que la afirmación sólo es una presunción y no una prueba cierta.
#260. Puede también colocarse entre las pruebas de identidad la semejanza de escritura y de la firma, pero como por otra parte no es dado a todos los médiums el obtener este resultado, esto no es siempre una garantía suficiente; en el mundo de los Espíritus hay tantas falsedades como en éste; no es, pues, sino una presunción de identidad, que no adquierevalor sino por las circunstancias que la acompañan. Lo mismosucede con todas las señales materiales que algunos dan comotalismanes inimitables por los Espíritus mentirosos. Para losque se atreven a jurar a Dios en falso o falsificar una firma, unsigno material cualquiera que sea, no puede ofrecerles mayor obstáculo. La mejor de todas las pruebas de identidad está enel lenguaje y en las circunstancias casuales.
#261. Sin duda se dirá que si un Espíritu puede imitar unafirma, del mismo modo puede imitar el lenguaje. Esto es verdad; nosotros hemos visto que tomando descaradamente elnombre de Cristo, y para engañar, simulaban el estiloevangélico y prodigaban a diestro y a siniestro estas palabras bien conocidas: "En verdad, en verdad yo os lo digo"; perocuando se estudiaba el conjunto "sin prevenciones", cuando se escudriñaba el fondo de los pensamientos, la importancia de las expresiones; cuando al lado de las bellas máximas de caridadse veían recomendaciones pueriles y ridículas, hubiera sido preciso estar "fascinado" para engañarse. Sí; ciertas partes dela forma material del lenguaje pueden ser imitadas pero no elpensamiento; jamás la ignorancia imitará el verdadero saber, y jamás el vicio imitará la verdadera virtud; siempre habrá algoque hiera el oído; entonces es cuando el médium, así como elque evoca, tienen necesidad de toda la perspicacia y de todo sucriterio para distinguir la verdad de la mentira. Deben persuadirse que los Espíritus perversos son capaces de todaslas estratagemas, y cuando más elevado es el nombre bajo elcual se manifiestan, más debe inspirar desconfianza. ¡Cuántosmédiums ha habido que han tenido comunicaciones apócrifasfirmadas por Jesús, María o de un santo venerado! Distinción de los buenos y de los malos Espíritus
#262. Si la identidad absoluta de los Espíritus es, en muchos casos, una cuestión accesoria y sin importancia, no sucede lo mismo con la distinción de los buenos o malos Espíritus; su individualidad puede sernos indiferente, su cualidad no lo es jamás. En todas las comunicaciones instructivas es en donde debe concentrarse más la atención, porque ésta sola es la que puede darnos la medida de la confianza que debemos tener con el Espíritu que se manifiesta, cualquiera que sea el nombre que tome. ¿El Espíritu que se manifiesta, es bueno o malo? ¿A qué grado de la escala espiritista pertenece? Aquí está la cuestión principal. (Véase "Escala Espiritista", Libro de los Espíritus, número 100).
#263. Hemos dicho que los Espíritus deben ser juzgados del mismo modo que los hombres: por el lenguaje que emplean. Supongamos que un hombre reciba veinte cartas de personas a las que no conoce. Por el estilo, por las ideas, por una cantidad de indicios, en definitiva, sabrá si esas personas son instruidas o ignorantes, gentiles o mal educadas, superficiales, profundas, frívolas, orgullosas, serias, livianas, sentimentales, etc. Con los Espíritus sucede lo mismo. Debemos considerarlos como corresponsales a quienes nunca hemos visto, y preguntarnos qué pensaríamos acerca del saber y del carácter de un hombre que dijera o escribiese tales cosas. Se puede establecer, como regla invariable y sin excepción, que el lenguaje de los Espíritus siempre tiene relación con el grado de elevación que estos han alcanzado. Los Espíritus auténticamente superiores no sólo dicen nada más que cosas buenas, sino que también lo hacen en términos que excluyen de un modo absoluto las trivialidades. Por mejores que fuesen esas cosas, si estuvieran opacadas por una sola expresión que revele bajeza, eso sería una señal indudable de inferioridad, y con más razón si el conjunto de la comunicación afectara al decoro, debido a su grosería. El lenguaje siempre revela su origen, ya sea por el pensamiento que traduce, o por la forma, de modo que si un Espíritu quiere engañarnos acerca de su pretendida superioridad, bastará con que conversemos durante algún tiempo con él para juzgarlo.
# 263. Se juzga a los Espíritus, hemos dicho, como se juzga a los hombres, por su lenguaje. Supongamos que un hombre reciba veinte cartas de personas que le son desconocidas; por el estilo, por los pensamientos, por una multitud de señales conocerá, en fin, las que son instruidas o ignorantes, finas o mal educadas, superficiales, profundas, frívolas, orgullosas, formales, ligeras, sentimentales, etc. Lo mismo sucede con los Espíritus; debe considerárseles como corresponsales que jamás han visto, y preguntarse qué es lo que se pensaría del
__________________________________________________
Cuestiones diversas. Disertaciones de un Espíritu sobre la influencia moral.
#227. Si el médium, desde el punto de vista de ejecución, sólo es un instrumento, ejerce con relación a la moral una gran influencia. Puesto que para comunicarse el Espíritu extraño se identifica con el Espíritu del médium, esta identificación no puede tener lugar sino cuando entre los dos hay simpatía y, si puede decirse así, afinidad. El alma ejerce sobre el Espíritu extraño una especie de atracción o de repulsión, según el grado de su semejanza o diferencia; así, pues, los buenos tienen afinidad por los buenos y los malos por los malos; de donde se sigue que las cualidades morales del médium tienen una influencia capital sobre la naturaleza de los Espíritus que se comunican por su intermediario. Si es vicioso, los Espíritus inferiores vienen a agruparse a su alrededor y están siempre prontos para tomar el puesto de los buenos que se han llamado. Las cualidades que atraen con preferencia a los buenos Espíritus son: la bondad, la benevolencia, la sencillez de corazón, el amor al prójimo, el desprendimiento de las cosas materiales; los defectos que les alejan son: el orgullo, el egoísmo, la envidia, los celos, la ira, la ambición, la sensualidad y todas las pasiones por las cuales el hombre se une a la materia._
61 Compárense esta pregunta y su respuesta con las que Allan Kardec introduce en el § IX de la “Conclusión” de El Libro de los Espíritus. (N. del T.).
“No hay nube que pueda opacar la luz más pura. El diamante sin tacha es el que más vale. Así pues, juzgad a los Espíritus por la pureza de sus enseñanzas. La unidad habrá de lograrse allí donde el bien nunca se haya mezclado con el mal. En ese punto los hombres se pondrán de acuerdo por la fuerza de los hechos, porque reconocerán que en esos hechos reside la verdad. Notad, además, que los principios fundamentales son los mismos en todas partes, y deben uniros en un pensamiento común: el del amor a Dios y la práctica del bien. Sea cual fuere, pues, el modo de progresar que se suponga para las almas, el objetivo final es el mismo, y el modo de alcanzarlo también es el mismo: hacer el bien. Y no existen dos maneras de hacerlo. Si surgieran disidencias sustanciales, en lo que se refiere al principio mismo de la doctrina, disponéis de una regla segura para evaluarlas. Esa regla es la siguiente: la mejor doctrina es aquella que mejor satisface al corazón y a la razón, y que dispone de más elementos para conducir a los hombres al bien. Os aseguro que esa es la que prevalecerá.”
Esto fue así, pues los que siguieron a Allan Kardec, después de que éste desencarnara, fueron disidentes Espiritualistas Cristianos Católicos que se introdujeron en un caballo de trolla, inmediatamente luego de la muerte de Allan Kardec, creyeron y siguen creyendo en un Espiritismo Religioso que podían hacer cambios y modificaciones con el fin de mejorar y corregir el mensaje de los Espíritus y de Allan Kardec.OBSERVACIÓN – Las contradicciones que se advierten en las comunicaciones espíritas pueden deberse a las siguientes causas: la ignorancia de ciertos Espíritus; el engaño de Espíritus inferiores que, por malicia o maldad, dicen lo contrario de lo que el Espíritu cuyo nombre usurpan ha manifestado en otro lugar; la voluntad del Espíritu mismo, que habla de acuerdo con las épocas, los lugares y las personas, y que puede juzgar conveniente no comunicar todo a todos; la insuficiencia del lenguaje humano para expresar las cosas del mundo incorporal; la insuficiencia de los medios de comunicación, que no siempre permiten al Espíritu expresar todo su pensamiento; y por último, la interpretación que cada uno puede dar a una palabra o a una explicación, según sus ideas, sus prejuicios, o el punto de vista desde el cual considere el asunto. Sólo el estudio, la observación, la experiencia y la renuncia a todo sentimiento de amor propio pueden enseñar a distinguir esos diversos matices.
Todos perdieron el tiempo, se alejaron de los propósitos del mejoramiento Moral y adelanto individual espiritual.
Hasta se atrevieron a falsificar las enseñanzas de los Espíritus contenidas en los Libros codificados, y era muy aceptable que cada facción de los Espiritualistas que se etiquetaron el nombre del Espiritismo, modificarán las enseñanzas del Espiritismo Moralizador y Consolador por "Opiniones Personales". No se dieron cuenta que con esas acciones se perdía la Generalidad y la universalidad de las Enseñanzas de los Espíritus.
- Cree en Dios y lo define mediante sus atributos: Libro de Génesis Espiritual, Capítulo 2, escrito por Allan Kardec, y cito artículo #18, #19 y #20…
- 18.—En resumen, Dios no puede ser Dios, sino a condición de no ser aventajado en nada por ningún otro ser; porque el ser que fuera superior a Dios en cualquiera cosa que fuese, aunque no montase el grueso de un cabello, ese sería el verdadero Dios. Por eso es preciso que sea infinito en todo.
Así es como, comprobada la existencia de Dios por sus obras, se llega por simple inducción lógica a determinar los atributos que le caracterizan.
- 19.—Dios es pues, la soberana y suprema inteligencia: único, eterno, inmutable, inmaterial, omnipotente, soberanamente justo y bueno, e infinito en todas sus perfecciones, y no puede ser otra cosa. Tal es el fundamento sobre el cual descansa el edificio universal: es el faro cuyos rayos se extienden por el universo entero, y el único que puede guiar al hombre en la investigación de la verdad. Siguiéndole, nunca se extraviará, y si tantas veces se ha extraviado, es por no haber seguido el camino que le estaba indicado.
- 20.—Por Providencia se entiende el amor de Dios a todas sus criaturas. Dios está en todas partes, lo ve todo, preside a todo, aún a las más pequeñas y al parecer insignificantes cosas. En eso consiste la acción providencial. «¿Como Dios tan grande, tan poderoso, tan superior a todo, ha de mezclarse en pormenores tan ínfimos, preocuparse de los más insignificantes actos y fugaces pensamientos de cada individuo? Tal es la pregunta que se hace la incredulidad, y de ella deduce que, admitiendo la existencia de Dios, su acción no debe extenderse sino sobre las leyes generales del universo; que el universo funciona de toda eternidad en virtud de esas leyes, a las cuales, toda criatura está sometida en su esfera de actividad, sin que haya necesidad del concurso incesante de la Providencia.»"
Nota de Frank Montañez: La primera parte de este libro fue escrita por Allan Kardec, mientras aún estaba encarnado, la parte final y la conclusión del libro fue añadida por Pierre Gaetan Leymarie, y gracias a estudiosos del Espiritismo, se ha podido separar lo que era de la autoría de Allan Kardec y lo que añadió Leymarie.
Los Espiritualistas han demostrado que no les importa las creencias y las enseñazas del Espiritismo, pero estos comportamientos de utilizar Espiritus inventados que han utilzado la adivinación al exponer vidas pasadas que siempre fueron "Secretos de Dios", ha sido el resultado de haber dejado de leer los Libros Codificados. Entonces, la ignorancia es atrevida, capaz de convertir las Eternas Verdades del Espiritismo en Mentiras, por haber sustituido Mentiras por Verdades.
Vuscad la Verdad con tenacidad y determinación es ahí que estamos seguros y adelantando NUESTROS Espíritus.
Ahora bien, si la enseñanza es buena, poco importa que quién la imparte se llame Pedro o Pablo. Lo juzgamos por su calidad y no por sus insignias. Si un vino es malo, la etiqueta no lo hará mejor. No sucede lo mismo con las comunicaciones íntimas, porque ahí se trata del individuo: es su persona la que nos interesa. Así, es lógico que, en esas circunstancias, procuremos cerciorarnos de que el Espíritu que atiende nuestro llamado es realmente aquel que deseamos.El Médium Parlante, o de Psicofonía, es una Mediúmnidad, porque está definida en el Libro de Los Médiums. Para poderla entender, debemos saber lo que es un Médium Psicógrafo y el Médium Intuitivo, así podemos entender la Mediúmnidad de Psicofonía. Eso lo encontramos en el Libro de Los Médiums Ítem #166, y tiene como complemento el artículo #180, que habla del Médium Intuitivo.
No importan los misticismos y la ignorancia de los Espiritualistas, el Espiritismo como la "Eterna Verdad" nunca será derrotado, ni destruido, pues, lo que es de "Inspiración Divina" nunca dejará de existir.
http://soyespirita.blogspot.com/2018/09/afinidad-de-los-espiritus-libro-de-los.html