Jean Baptiste Roustaing, quiso cambiar lo que los espíritus ya habían revelado a través de los Libros Codificados.
Para aquellos que no sepan, Jean Baptiste Roustaing era un abogado de la ciudad de Burdeos (Francia), que vivía en la época de Allan Kardec. Él y seguidores, eran enemigos del codificador. La cosa fue más o menos así. Roustaing tenía un diploma que se le facilitó haciéndole creer que era muy importante y tenía una idea muy alta de su persona; cosa todavía muy común en los “maestros" de nuestro tiempo.
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Para ver el gran interés que el Espiritismo generó en la sociedad en el momento, decidió también participar. Pero eligió el camino equivocado. Con la ayuda de una vidente llamada Madame Colignon, se las arregló para escribir un par de libros, llamado hoy "los cuatro evangelios de Roustaing".
Hasta ahora, bien. Cada uno escribe lo que quiere. Pero, en términos de Espiritismo, la cosa no es así. Allan Kardec había establecido normas cautelosas, para aceptar la tesis desde el mundo espiritual.
Los libros de Roustaing eran catolicismo disfrazado del Espiritismo.
El abogado presentó sus tesis para el codificador, que les dio la importancia que el autor pensó tener. Por supuesto, no podía ser diferente, tamaño el número de errores garrafales que existían en los dichos de los espíritus. De una manera muy educada, Kardec no condenó la obra, pero declaró que los diversos volúmenes, se podían haber resumido en los dos o uno solo y que el futuro de estas ideas se conectaría a lo que dijera la universalidad de las enseñanzas de los espíritus. O sea que lo que el exponía debía ser considerada por los Espíritus. Eso fue como una bofetada en la cara.
Estas escrituras psicografiadas por la Medium Madamme Colignon y facilitadas a Roustaing, supuestamente fueron firmadas por los apóstoles de Jesús, no menos que secundadas por el Profeta Moisés. Pero no habían sido avalada por ningún Espíritu de la Codificación y el Mismo "Erasto", un Espíritu parte directa de la Codificación, inmediatamente refutó estos conceptos apócrifos y falsos. Roustaing, motivado por el espíritu de la grandeza de su personalidad, no sospechado. Él (o los espíritus que dieron esta información) dieron el nombre a sus libros de "Revelación de la revelación".
Las absurdas teorías de Roustaing vinieron a encontrar lugar en el movimiento espírita brasileño. Fueron y son publicados por la Federación Espírita Brasileña –FEB de una manera preponderante, es la "casa mater" en el país, un respetable "Vaticano" de quienes pretenden ser seguidores de Allan Kardec. Con la ayuda de los médiums famosos (y hasta cierto punto inocentes) esas ideas se han propagado en el movimiento, caracterizado por conductas similares a lo que ves en la mentalidad católica. Hoy en día, el roustainguismo es el espíritu del sistema que mucha gente de conciencia, para mayor comodidad (o en nombre de la caridad) evita el combate.
HERCULANO PIRES HABLA LA CARNOSA, INCLUYENDO
Prof. j. Herculano Pires, en su libro "la Roustainguismo a la luz de los textos", editorial Cairbar Schutel de 1973, cuéntanos sobre "la metempsicosis de Roustaing".
Herculano Pires y concluye con un montón de lógica: "tenemos que la teoría de la metempsicosis, tan claramente refutada por la lógica del médium espírita Kardec por ilógico volvió a roustainguista. Que este triste episodio, cosechada en el caldero de tontería diabólica de 'los cuatro evangelios', para demostrar, sin la menor sombra de duda, que esta obra es de la autoría de la oscuridad y que su propósito es confundir a los espiritistas, poco acostumbrados a las cosas pasan por el tamiz de la razón. Más que esto, sin embargo, el objetivo obvio es burlarse del espiritualismo a su gente que conduce lejos de sentido común "(véase la parte I del libro" el verbo y la carne "– ediciones Cairbar-1973, págs.40-45).
En la Revista Espirita de junio de 1863 hay un articulo kardeciano sobre la no retrogradación de los Espíritus. Este texto fue citado por el abogado de Bordéus y sometido al examen de los autores espirituales de Los Cuatro Evangelios en el número 59 de la obra. Los guías de la pretendida Revelación de la Revelación concluyeron que los que piensan que la encarnación es una necesidad general “no fueron esclarecidos, o no reflexionaron bastante”.
Kardec dice en su artículo de junio de 1863 que la idea rustenista de que “los Espíritus no habían sido creados para encarnar”, que “la encarnación seria solamente el resultado de su falta”, constituye un sistema “especioso a primera vista” y que, “tal sistema cae por la mera consideración de que, si ningún Espíritu hubiese fallado, no habría hombres en la Tierra, ni en los otros mundos”.
Según el Codificador, el hombre “es una de los engranajes esenciales de la creación” y, por esta razón “Dios no podía subordinar la realización de esta parte de su obra a la caída eventual de sus criaturas, a menos que contase por tanto con un número siempre suficiente de culpados para ofrecer operarios a los mundos creados y por crear”. Para Kardec “El buen sentido repele tal idea”.
Más a esto respondieron los guías de Roustaing: “La última frase debe ser riscada”. Y aún admitiendo que era “pronto” para resolver el “origen del Espíritu” - en relación a lo que, de hecho, ya recomendara Kardec de máxima cautela [1] [1] “São essas opiniões pessoais que os Espíritos orgulhosos nos dão como verdades absolutas. É sobretudo a respeito do que deve permanecer oculto, como o futuro e o princípio das coisas, que eles mais insistem, a fim de darem a impressão de que conhecem os segredos de Deus. E é também sobre esses pontos que há mais contradições.” (O Livro dos Médiuns, 300.)
-, los guías rustenistas exhortaron la vanidad de los más sensibles y del propio jurisconsulto de esta manera:
Serbios de lo que os decimos [sobre el origen de las cosas], porque, al mismo tiempo en que vuestro trabajo aparece a los ojos de todos, los Espíritus encarnados ya se hallaran más dispuestos para recibir lo que entonces [cuando, en el Libro de los Espíritus, fue dicho que el Espíritu era creado simple e ignorante], y aún mismo hoy [abril de 1863], tomarían por una monstruosidad, o por una tontería ridícula.[2] [2] Os Quatro Evangelhos. Vol. I, n. 56. F.E.B, 5.ª ed., 1971, p. 295. Entre colchetes, palavras minhas.
Kardec reafirmó en su artículo de junio de 1863 la doctrina de El Libro de los Espíritus y negó la tesis rustenista que asegura que la reencarnación es ocasionada como castigo a los Espíritus faltosos. Esto prueba irrefutablemente que no es verdadera la propaganda centenaria de la F.E.B., la cual siempre dio cuenta de que Kardec y Roustaing solo divergían en cuanto a la naturaleza del cuerpo de Jesús, concordando en todo lo demás.(Falso)
El Codificador dijo en alta voz que el estado primitivo del Espíritu no es el de “inocencia inteligente y raciocinada”. Estos términos utilizados por el maestro lionés en junio de 1863 resumen con precisión las tesis “especiales” de la revelación de la Revelación, que, sin embargo, solamente seria publicada tres años después. Si no, veamos:
Alcanzando el punto de preparación para entrar en el reino humano, los Espíritus se preparan, de hecho, en mundo ad-hoc, («para esto».1 Generalmente se refiere a una solución específicamente elaborada para un problema o fin preciso) para la vida espiritual consciente, independiente y libre. Es en ese momento en el que entran en aquel estado de inocencia y de ignorancia. La voluntad del soberano Señor les da la conciencia de su inocencia y facultades y, por consiguiente, de sus actos, conciencia que produce el libre albedrio, la vida moral, la inteligencia independiente y capaz de raciocinio, la responsabilidad. Llegando de este modo a la condición de Espíritu formado, de Espíritu pronto para ser humanizado si fuera a fallar, el Espíritu en un estado de inocencia completa, habiendo abandonado, con sus últimas envolturas animales, los instintos oriundos de las exigencias de la animalidad. […] Los que se conservan puros también desenvuelven actividades e inteligencia, con el fin de progresar, en el estado fluídico, por medio de esfuerzos espirituales que necesitan hacer para, de la fase de inocencia y de ignorancia, de infancia y de instrucción, llegar, sin haber fallado, a la perfección![3] [3] Os Quatro Evangelhos. Vol. I, ns. 56 e 59.
Esta flagrante coincidencia de palabras y la citación, en el numero 59 de Los Cuatro Evangelios, de la absoluta negativa de Kardec a la tesis de la “caída” evidencia que, de alguna suerte, ya en 1863, el Codificador había tomado ciencia del material que estaba siendo compilado por Roustaing desde diciembre de 1861. Ponderaba el nostálgico colega Gelio Lacerda de la Silva, ex presidente de la Federación Espirita del Estado del Espíritu santo:
Para entender como Kardec contestó, en 1863, un asunto que Roustaing vínculo en su libro, publicado en 1866, todo lleva a creer que Roustaing, antes de su libro llegar al público, ya divulgaba su contenido.
Fue en abril de 1863 cuando los Espíritus mistificadores dictaron a Roustaing, a través de Mme (médium). Collignon, la enseñanza anti doctrinaria de que el Espíritu solo será humanizado si fallara, conforme la nota en la página. 295, 1. º Volumen, 5ª ed. De Los Cuatro Evangelios; por tanto, no hay duda de que Kardec, en junio de 1863, en su referido artículo, se alabó a Roustaing en el mensaje dictado en abril de 1863. [4] [4] Conscientização Espírita. Do Princípio da Não Retrogradação dos Espíritos.
Y agregó a esto un hecho relevante. El Codificador, cierta vez, publicó una carta de la médium Emilie Collignon encaminando para sí dictados espirituales. Aseguraba la sensitiva que uno de esos comunicados era de un espíritu que, antes, se presentara a Kardec en substitución al de Gerard de Codemberg. Rebatidos los argumentos de la médium, el genio lionés le dijo que el texto “presenta todas los caracteres de una comunicación apócrifa.” que significa ‘falso’, ‘supuesto’ o ‘fingido’ [5] [5] Revista Espírita. Jun/1862. Princípio Vital das Sociedades Espíritas.
Luego Kardec publica mensaje del Espíritu Bernardin a la misma sensitiva, en la que proclama en el "pensamiento filosófico", "lleno de sabiduría", el supuesto hecho de que “somos una esencia creada pura, más decaída; pertenecemos a una patria donde todo es pureza; culpables, fuimos exiliados por algún tiempo, más solo por algún tiempo”. ¡Ya era la doctrina rustenista de la caída del espíritu!
En clara reparación, el maestro recomienda, entre paréntesis, la lectura de su aclamado articulo de enero de 1862, sobre la doctrina de los ángeles decaídos, como también, en su observación final, advierte del peligro de, en ciertas comunicaciones, espíritus no muy elevados iban a emitir opiniones personales, que reflejan apenas sistemas e ideas no siempre justas acerca de los hombres y de las cosas. Según Kardec:
Publicadas sin corrección, esas ideas falsas apenas lanzaran descrédito sobre el espiritismo, ofrecerán armas a sus enemigos y sembrarán la duda y la inseguridad entre los neófitos. Con los comentarios y las explicaciones dados a propósito, el propio mal algunas veces se torna instructivo. Sin esto podrían responsabilizar a la doctrina por todas las utopías enunciadas por ciertos Espíritus más orgullosos que lógicos. Si el Espiritismo pudiese ser retardado en su marcha, no sería por los ataques abiertos de sus enemigos declarados, más si por el celo irreflexivo de los amigos imprudentes. No se trata, pues, de hacer compilaciones indigestas, donde todo se halla amontonado confusamente y cuyo menor inconveniente seria molestar al lector; es preciso evitar con cuidado todo cuanto pueda falsear la opinión sobre el Espiritismo. Ahora, todo esto exige un trabajo que justifica la demora de tales publicaciones. [6] [6] Revista Espírita. Jun/1862. Ensinos e Dissertações Espíritas. O Espiritismo Filosófico. Bordeaux, 4 de abril de 1862. Médium: Sra. Collignon. Observação [de Kardec].
La situación no era del todo buena para la médium, que ya estaba recibiendo la pretendida Revelación de la Revelación desde diciembre de 1861, y que se extendería hasta mayo de 1865,[7] [7] Cf. Os Quatro Evangelhos. Prefácio. F.E.B., 5.ª ed., 1971, pp. 64 e 66.
y en clima, ahora, quien sabe, de probable melindre, en función de estos pareceres desfavorables de Kardec.
Anote el estudioso que el maestro lionés habla, en su observación, sobre “Espíritus más orgullosos que lógicos”, “celo irreflexivo de los amigos imprudentes” y “compilaciones indigestas, donde todo se haya amontonado confusamente y cuyo menos inconveniente seria molestar al lector”. ¡No resta duda! El material rustenista fue enviado a Kardec ya en 1862, más el maestro luego percibió las inconsistencias y peligros.
Roustaing, por tanto, puede contar con la previa advertencia del Codificador, que se dignó hasta preservarlo del ridículo, dada su distinción social, no mencionándole el nombre a aquel artículo de junio de 1863, sobre la no retrogradación de los Espíritus. Elegante, más firme, Kardec definió la tesis rustenista de la caída como “un sistema que tiene algo de engañoso a primera vista”, argumentando de la forma que ya destaque en el inicio.
El abogado bordelés, por tanto, debería haber acatado el entendimiento de su “muy honrado jefe Espírita”. Fue dada a Roustaing la oportunidad de desistir de aquel trabajo, todavía no lo interrumpió; de cierto, por el orgullo herido. Un ex presidente de la Orden de los Abogados, miembro del tribunal Imperial de Bordéus, al ser “desacatado” por un profesor lionés radicado en Paris. No, esto no podía ser, aun mismo que se tratase de un aclamado autor pedagógico.
La Médium Colignon y el abogado Roustaing. Ambos en situación de evidente amargura por no haber obtenido de Kardec el respaldo que ambicionaban para sus trabajos mediúmnicos. Combinación explosiva que generó el primer cisma en el movimiento espirita, cuyos ecos, infelizmente, se pueden oír aún.
No obstante estas advertencias de Kardec, Espíritus orientadores habían expedido alertas al respecto de un ataque de entidades mistificadoras en la ciudad de Bordéus. Durante la sesión general allá ocurrida el 14 de octubre de 1861, Kardec leyó, después de su discurso, una epístola de Erasto a los espiritas de aquella localidad. [8] [8] Revista Espírita. Nov/1861. Primeira Epístola de Erasto aos Espíritas de Bordéus.
En voz un tanto más severa, el amigo espiritual de la codificación Kardeciana aseguró ser necesario prevenir a los espiritas bordeleses contra un peligro que era su deber señalarles.
Erasto los avisó, entonces, del inminente asalto de una turba de Espíritus engañadores, cuya finalidad seria fomentar la cesión, la división, y llevar a una ruptura lamentable por todos los títulos. Repitiendo lo que los propios guías espirituales del movimiento en Bordéus dijeron a los espiritas de aquella ciudad. Erasto esclareció que habría dos tipos de mistificadores en el ataque. Un tipo vendría con combinaciones abiertamente hostiles a las enseñanzas de los legítimos misioneros del Espíritu de Verdad, este, el presidente de la regeneración planetaria y guía personal de Kardec y del espiritismo. Otro tipo de mistificadores, sin embargo, se presentaría con disertaciones sabiamente combinadas, en las cuales, gracias tiradas piadosas, insinuarían la herejía o algún principio disolvente.
¿Roustaing tomó conocimiento de la epístola por terceros? ¿O, como adeptos suyos afirman hoy sin pruebas, estuvo presente en la sesión general? De cualquier forma, no fue por falta de esta advertencia que cometió el error de publicar su pretendida Revelación de la Revelación, cuyos dictados comenzarían a aparecer ya en diciembre de aquel año, dos meses después de la sesión general, insinuando exactamente la herejía gnóstica docetista de Jesús fluídico y el principio disolvente de la reencarnación como resultado de una supuesta caída, especie de falencia, verdadera retrogradación que, según los guías rustenistas, sería aplicable hasta Espíritus con responsabilidades planetarias. [9]
Todo se dio tal cual la predicación. Fue un vaticinio de Erasto; en esta ocasión, mensajero del espíritu de Verdad; este último, por otra parte, algunos espíritus vinculados a la Iglesia primitiva habían identificado como Jesús, al señor Roustaing y el Sr. Sabo, a quien Kardec recomendó lo primero, para que se iniciase en el Espiritismo. Al lado del mal, se ve que Dios puso el remedio, más no fue utilizado. [10] [10] Cf. Revista Espírita. Jun/1861. Correspondência.
La nomenclatura creada por Kardec – la palabra Espiritismo, inclusive – estaba en toda la supuesta Revelación de la revelación, aún mismo en el titulo: “Espiritismo Cristiano”. Como si nunca fuera dicho por Kardec: “El punto esencial es que la enseñanza de los Espíritus es eminentemente cristiano: él se apoya en la inmortalidad del alma, en las penas y recompensas futuras, en el libre albedrio del hombre, en la moral de Cristo, y por tanto no es irreligioso”.
Los Espiritistas que seguimos los Libros Codificados publicados por Allan Kardec, verificado y certificados por los Espíritus Puros, comandados por el Espíritu de Verdad, no aceptamos bajo ninguna justificación las enseñanzas de Jean Baptiste Roustaing, ni de sus 4 Evangelios Apócrifos y Falsos que tienen el propósito de confundir a los nuevos Adeptos del Espiritismo del Mundo.
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