Estás publicaciones apocrifas, en Cartas de Posicionamientos no son conforme a las enseñanzas y creencias del Espiritismo Verdadero. Demuestran un total desconocimiento
de los postulados y creencias del Espiritismo, por lo tanto reclamamos el derecho a replica sobre lo publicado por la CEPA,tenemos derecho a exponer
nuestra posición al respecto. No se Molesten con Frank Montañez, yo sólo soy un firme creyente a los Postulados del Espiritismo Verdadero, que es Moralizador y Consolador.
El Espiritismo no
da margen a que se cambien sus postulados y creencias, por Cartas de Posicionamientos que se alejan de los propósitos del Espiritismo para la
humanidad. Todos tienen derecho a exponer sus "Opiniones Personales" o su modo de
ver el Espiritismo, pero nadie puede cambiar el Espiritismo, porque esos
contenidos no le pertenecen a ninguna organización Espiritista, sino pertenece a
los Espíritus, porque esto es una “Doctrina de los Espíritus”.
La CEPA confundió la
elaboración del contenido espiritual, con que se podían hacer cambios a lo que
es una “Verdad Eterna”, en los contenidos expresados en los Libros Codificados
por Allan Kardec, que surgieron de la Revelación Divina. El que no se esté de
acuerdo a los postulados del Espiritismo, no significa que se pueden cambiar
las creencias del Espiritismo, por "opiniones personales", aisladas, que el
Espiritismo no puede responsabilizarse.
Nadie puede cambiar
una "Verdad Eterna Absoluta" en el Espiritismo. Cuándo no se respetan las creencias del
Espiritismo, lo primero que ocurre es que se dejan de leer los Libros
Codificados por Allan Kardec , y es ahí que se cuelan estos pájaros de confusión.
En este artículo he
incluido dos videos de análisis de cada uno de los posicionamientos de estas
Cartas publicada en Brasil en el año de 2010 y el año 2012.
Usted que lee mis
opniones personales, que son aisladas, y que el Espiritismo no puede
responsabilizarse, ofrecen una herramienta de análisis a los nuevos adeptos del
Espiritismo, para que ellos mismos lleguen o arriben a sus propias conclusiones
y convicciones del Espiritismo Moralizador y Consolador, anunciado por Jesús el
Nazareno hace más de 2,000 años o más de 20 siglos. Esta refutación a los
Posicionamientos de la CEPA, con relación al Espiritismo, no es para polemizar
o para argumentación, sino para reflexionar sobre el tema.
¿De qué vale, sólo una versión de la historia que la CEPA, nos quiere contar?, sí no tiene el aval de los Espíritus. Se necesitan, las
dos caras de la historia o de la moneda. Tal vez, los amigos de la CEPA, nunca
contesten este llamado que más que todo, pretende que se reflexione sobre el
tema, para todos los que se sientan ser adeptos del Espiritismo, participen correctamente de su divulgación.
El Espiritismo, prevalecerá
en sus creencias fundamentales, sin tener que agachar la cabeza, ante
organizaciones que no respetan sus creencias.
Con ésta Carta de Posicionamientos, laAsociación Brasileña de Delegados y Amigos de la Confederación EspíritaPanamericana (CEPABrasil), reunida en ocasión de su II Encuentro Nacional,
realizado en Bento Gonçalves-RS, del 3 al 6 de septiembre de 2010, manifiesta
su pensamiento acerca del Espiritismo y del papel de la CEPA, reconociendo, sin
embargo, a todos los espiritistas, vinculados o no a la CEPA, el derecho de
pensar diferente, admitiendo la mutabilidad de estos mismos posicionamientos
dentro del principio de progresividad inherente al propio Espiritismo.
También reconocen en la CEPA (Confederación
Espiritista Panamericana) la primacía y el liderazgo mundial de un movimiento
de ideas que lucha por el rescate de la propuesta original del fundador del Espiritismo
y por su permanente actualización. Muchas de las posiciones asumidas por la
CEPA están, también, reproducidas en este documento.
1. EN CUANTO A LA
NATURALEZA E IDENTIDAD DEL ESPIRITISMO
1.1 - La afirmación de Allan Kardec, en su
célebre “discurso de apertura” de que, “en el sentido filosófico, el
Espiritismo es religión”, se sostiene en el concepto de religión en el sentido
de “lazo social”, de comunión de pensamientos entre personas y no en lo de
“religación a Dios”, defendido este por el catolicismo;
1.2 - El Espiritismo no tiene carácter
salvacionista, no es poseedor único de la verdad, ni pretende hegemonía en
algún área del conocimiento, sino apoyar con su contribución específica - sus
principios fundamentales;
1.3 - Frente al criterio expuesto por Allan
Kardec de que “el verdadero carácter del Espiritismo es de una ciencia y no de
una religión”, la CEPA interpreta el Espiritismo como ciencia filosófica de
consecuencias morales, prefiriendo considerarlo como un movimiento de ideas,
sin duda amplio, pero de ninguna forma depositario de todas las respuestas y de
todas las verdades;
1.4 - Conceptos como 3ª Revelación Divina,
Consolador Prometido o “renacimiento del cristianismo primitivo” atribuidos al
Espiritismo, no se ajustan a una visión moderna de la teoría espiritista,
siendo rechazados por su naturaleza sectaria y excluyente;
1.5 - El Espiritismo es un área de
conocimiento que necesita de desarrollo y que tiene mucho que aprender de otras
disciplinas y contribuir con estas; no es una revelación en el sentido
teológico, ni está por encima de ningún saber humano;
1.6 - La identificación del Espiritismo con el
laicismo está ratificada en la resolución del Primer Congreso Espírita
Internacional, celebrado en septiembre de 1888: “El Congreso Espírita
recomienda un constante esfuerzo para difundir el LAICISMO por todas las
esferas de la vida. La absoluta libertad del pensamiento, la enseñanza integral
para ambos sexos y el cosmopolitismo como base de las relaciones sociales”.
Firmaron esa Declaración nombres ilustres como José Maria Fernández Colavida
(el “Kardec español”), Pierre Gaëtan Leymarie, Amalia Domingo y Soler, Ercole
Chiaia y otros. Se hace evidente, así, que el laicismo viene con el Espiritismo
desde su inicio y que fue a partir de infiltraciones clericales, como la
Roustainguista entre otras, que se lo comenzó a caracterizar erróneamente, en
una tentativa de convertirlo en una secta mística de carácter salvacionista;
1.7 - No se condice con la verdad pretender
identificar laicismo con anti-religioso, y mucho menos con ateísmo. Laico no es
antirreligioso; laico es arreligioso, o sea, un terreno neutro en cuestiones
religiosas.
2. EN CUANTO A LAS OBRAS
BÁSICAS DEL ESPIRITISMO
2.1 – Las obras básicas del Espiritismo no
pueden ser denominadas como “pentateuco kardeciano”, visto que el uso de esa
expresión asocia indebidamente la producción de Allan Kardec, de más de veinte
(20) libros, a los primeros cinco libros de la Biblia, lo que les da una
connotación de sacraliad;
2.2 – El libro “El Evangelio Según el
Espiritismo” no puede ser tratado como “biblia de los espiritistas”,
constituyéndose en un libro doctrinario de estudio e interpretación, bajo la
óptica espírita, de las enseñanzas morales de Jesús;
2.3 – Las informaciones (respuestas) dadas por
los espíritus no son verdades absolutas y deben ser contextualizadas;
2.4 – Muchos temas de la actualidad no fueron
abordados por los espíritus, mereciendo, por lo tanto, la apreciación y el
posicionamiento del Espiritismo de los días actuales;
2.5 – Allan Kardec no es sólo el “secretario”
de los espíritus; es el sistematizador, autor, codificador y fundador del
espiritismo; disminuir su papel y exaltar los mentores espirituales, es una
maniobra para excluir la posibilidad de falla. Caracterizándolo como
coadyuvante menor, es posible divinizar y sacralizar la revelación espiritista,
haciéndola irreprochable;
https://youtu.be/5yd_8OKrwcs
Desde aquí, se analizaran los siguientes artículos:
2.6 -. Se reconoce la importante contribución
de los espíritus en la estructuración de la obra kardeciana, pero creer que la
codificación se entregó perfecta y acabada, es un contrasentido, pues el propio
Kardec enfatizó que era obra de elaboración humana, habiendo afirmado también
que no había dicho la última palabra sobre el Espiritismo;
2.7 - Se debe considerar la tesis de que Kardec
fue el principal espíritu de la codificación, sólo que encarnado, cabiendo a él
la tarea de desarrollar la parte más difícil y trabajosa del proyecto. Sin él,
todos los otros espíritus, por más elevados y capacitados que fueran, no
habrían concretado la obra.
3. EN CUANTO A LA
ESTRUCTURA, ORGANIZACIÓN Y OBJETIVOS DE LA CEPA
3.1 - La CEPA, por su comportamiento actual
es, claramente, un movimiento de ideas, que congrega; estimula al estudio y la
investigación; promueve eventos culturales: congresos, conferencias y simposios
que son, principalmente, foros de discusión, de debate, de intercambio de
experiencias;
3.2 – La CEPA se define como un movimiento
libre y organizado democráticamente, sin carácter federativo, unificador, pero
simplemente coordinador de personas e instituciones espíritas;
3.3 - La CEPA tiene una visión eminentemente
kardecista, progresista y libre-pensadora del Espiritismo. Admite el pluralismo
de las ideas y los beneficios del diálogo y de la interacción, convive con la
diversidad de interpretaciones y de formas de pensar y actuar consecuencia de
los niveles de comprensión y de preferencia de los espíritas y del derecho de
que estos se aglutinen en organizaciones afines unidas por un núcleo básico de
principios o postulados que identifiquen la doctrina espírita;
3.4 - La adhesión y afiliación de
instituciones espíritas a la CEPA es de libre opción, se funda en la identidad
de principios existente entre ambas y no les impide vinculación a otras
instituciones;
3.5 - La CEPA garantiza a todas las personas e
instituciones a ella vinculadas el derecho irrenunciable a la libertad de
pensamiento, de expresión, de discusión y de crítica;
3.6 - Una institución que se adhiere o se
afilia a la CEPA no está subordinada a normativas de obediencia, a normas
emanadas por aquella. Es un tipo de relación que se da por la identidad
(comunión) de pensamientos, fraterna, democrática y de cooperación mutua con
todas las demás instituciones que la integran;
3.7 – La CEPA evita ofrecer programas,
directrices o manuales de procedimientos para las Instituciones que la
integran, dejándoles total libertad de acción;
3.8 - La CEPA admite y respeta las diferencias
de visión y opinión, promueve una relación alteritaria entre los espiritistas y
entre las instituciones. No apoya el dogmatismo, la intolerancia, el
sectarismo, la sacralización de la obra kardeciana y la consecuente inmovilidad
doctrinaria, la mistificación de la figura extraordinaria de Jesús, la asociación
del Espiritismo al Cristianismo de la iglesia, el ufanismo salvacionista de
algunos, la predestinación, auto-atribuida por algunos segmentos, a Brasil y al
Espiritismo brasileño, la idolatría a espíritus y médiums, la apenas disfrazada
atribución de infalibilidad de los médiums, espíritus y/o instituciones, la
exclusión de los diferentes, el resguardo de la pretendida pureza doctrinaria,
etc., como tampoco apoya el cientificismo desvinculado de la ética, el
academicismo vacío de aplicaciones y el filosofar estéril;
3.9 - Desea entonces la CEPA: a) contribuir
para el desarrollo y permanente actualización del Espiritismo; b) colaborar en
la divulgación de las ideas espíritas; c) estimular el estudio y la
investigación espíritas; d) haber reconocido su derecho de congregar en su
organización, sin exclusividad, instituciones y personas que sean afines con
sus propuestas; y) contribuir para la buena relación entre todas las
organizaciones espíritas nacionales e internacionales dentro de los principios
doctrinarios y de los ideales de tolerancia y fraternidad.
4. EN CUANTO A LA RELACIÓN
DE LA CEPA CON EL MOVIMIENTO ESPIRITISTA BRASILEÑO
4.1 - La CEPA, aunque se oponga a la
transformación del Espiritismo en una mera religión Espiritista, jamás alimentó
el propósito de sustituir el modelo adoptado por el Espiritismo brasileño por
un modelo "laico". El proyecto de la CEPA en Brasil no es de
enfrentamiento y ni de competencia con las demás corrientes del movimiento
espírita;
4.2 - Su visión de movimiento espírita no contempla
un sentido de "poder", de "dominación" o de imposición de
ideas. Federaciones, confederaciones, asociaciones espíritas, consejos
espíritas, a su entender, deben ser órganos que cultivan la libertad de
pensamiento, de acción, de autogestión, dentro de sus concepciones
institucionales;
4.3 - La CEPA busca establecer y mantener una
buena relación con todas las corrientes espíritas, el trabajo conjunto,
respetando el pluralismo de ideas, y guardando la unión y la unidad en torno a
lo esencial. Kardec incluso previó que el Espiritismo tendría esos matices
diferenciados, que le darían perfiles diversificados en diferentes partes del
mundo, preservándose la unidad en torno a los principios esenciales que, en
aquel mismo discurso (RE-diez/1868) él sintetizaría en lo que denominó “credo
espírita”;
4.4 – La CEPA da prioridad al esfuerzo en pro
de la “unión” de los espíritas y de las instituciones en torno a los principios
fundamentales del Espiritismo, respetadas las interpretaciones particulares de
personas o agrupamientos. El modelo de “unificación” del movimiento espiritista
que presupone la supremacía de un pensamiento único y un discurso que rechaza
la diversidad de interpretaciones, está en conflicto con el carácter
libre-pensador del Espiritismo;
4.5 - La CEPA no aprueba los rumbos tomados
por el movimiento espiritista, que desarrolla enfáticamente actividades de
consolación, piedad, asistencialismo, persecución de la salvación moral de las
personas, preocupándose en evitar el mal y preparar el individuo para “no
volver a este valle de lágrimas” y saldar sus deudas con La Justicia Divina,
repitiendo los fundamentos judeo-cristianos de la culpa y del castigo;
4.6 - La CEPA no concuerda con la sumisión del
movimiento espiritista a una presunta determinación de la “espiritualidad
superior”, confundiendo al Espiritismo con el discurso de las facciones
religiosas del cristianismo, transformándolo en una doctrina evangélico-
religiosa, con algún soporte en la obra de Kardec, pero sin la racionalidad por
él propuesta;
4.7 – La CEPA considera impropias las
denominaciones de centros espiritistas que contengan expresiones tales como
“templo”, “casa de oración”, “sinagoga”, “iglesia” y similares;
5. EN CUANTO A LA
ACTUALIZACIÓN DEL ESPIRITISMO
5.1 - La CEPA defiende que el Espiritismo debe
actualizarse permanentemente y considera altamente conveniente e impostergable
llevar adelante un amplio proceso de análisis y reflexión en torno al
pensamiento espírita, a la luz de los avances conquistados por la ciencia y
otros campos del conocimiento humano;
5.2 - Es indiscutible la actualidad de partes
importantes y fundamentales de la obra de Kardec, no superadas por la Ciencia,
encontrándose estas, por lo tanto, en plena vigencia;
5.3 - La CEPA no cuestiona los principios
fundamentales del Espiritismo – existencia de Dios, inmortalidad del alma,
comunicación entre encarnados y desencarnados, reencarnación, pluralidad de los
mundos habitados y evolución infinita. Sin embargo, podrán ser cuestionados
conceptos e interpretaciones referentes a ellos expresados en la literatura
espírita por autores encarnados o desencarnados o que se volvieron corrientes
entre los espíritas;
5.4 - La CEPA entiende que actualizar el
espiritismo es volverlo actual, situarlo en la época en que vivimos, hacerlo
presente y activo en todos los sectores del pensamiento humano. Eso implica la
relectura y, por lo tanto, revisión de contenidos, como también del lenguaje y
del método empleados en su elaboración. No se puede actualizar sin revisar;
5.5 – En ningún caso, bajo pena de violación
de copyright se pueden cambiar los textos o las expresiones de las obras del
fundador del Espiritismo, como los de cualquier autor. Ahora bien: las ideas,
concepciones y teorías expuestas en sus obras y en las que le son complementarias,
como el propio Kardec afirmaba, no siendo más que la expresión del conocimiento
de sus autores subordinadas al contexto de una época, son sensibles de revisión
y de actualización;
5.6 – La CEPA, por lo tanto, se fundamenta en
la afirmativa de Kardec de que “el Espiritismo, avanzando con el adelanto,
jamás será superado, porque si nuevos descubrimientos le demostraren que está
errado en un punto, él se modificará en ese punto; si una verdad nueva se
revelase, él la aceptará”; “No le cabe cerrar la puerta a ningún adelanto, so
pena de suicidarse. Asimilando todas las ideas reconocidamente justas, de
cualquier orden que sean, físicas o metafísicas, ella (la doctrina) jamás será
superada, constituyendo esto una de las principales garantías de su perpetuidad”;
5.7 – Kardec afirma que "la doctrina no
fue dictada completa, ni impuesta a la creencia ciega; porque es deducida por
el trabajo del hombre, de la observación de los hechos que los espíritus ponen
bajo los ojos y de las instrucciones que le dan, instrucciones que el hombre
estudia, comenta y compara con el fin de obtener él mismo sus propias
conclusiones y aplicaciones.”;
5.8 - Para realizar con todo éxito ese
proceso, la CEPA invita a todos los espíritas a participar de ese esfuerzo que
no puede ser considerado como exclusivo patrimonio de la misma o de cualquiera
otra entidad espírita nacional o internacional;
5.9 - La CEPA propone la realización de
seminarios, conferencias y congresos dedicados a estudiar el tema de la
actualización doctrinaria, dentro de la mayor libertad de ideas y de expresión
y en amplio clima de pluralismo y fraternidad;
5.10 – La CEPA no alimenta el propósito de
efectuar, con exclusividad, la revisión puntual de la Doctrina Espiritista.
Pretende, sí, estimular un proceso de reflexión entre los espíritas con vistas
a asegurar el futuro y la permanencia del Espiritismo;
5.11 - La CEPA considera que la actualización
deberá ser el resultado de un proceso, del consenso, de la
"universalidad", por así decir, del conocimiento de los espíritas -
encarnados y desencarnados;
5.12 - En el proceso de actualización del
Espiritismo, es necesario, antes que nada, romper con los esquemas mentales
creados y estratificados a través de la repetición y vivencia en los ciclos
reencarnatorios, sedimentados en el espíritu. Romper con esas estructuras es
indispensable para cualquier renovación positiva y real.
6. EN CUANTO A LOS CONCEPTOS
DE REENCARNACIÓN, EVOLUCIÓN Y MEDIUMNIDAD
6.1 - La CEPA propone la revisión de
concepciones corrientes sobre evolución y reencarnación, para romper con los
límites de la culpa y castigo divinos, comprendiendo que estamos destinados a
la victoria, a la felicidad y no al dolor y a la derrota;
6.2 – La CEPA no estimula la idolatría de
médiums o de espíritus ni les atribuye autoridad especial ni infalibilidad en
sus informaciones. La mediumnidad no es un don divino, gracia, milagro, que
hace privilegiados sus portadores, siendo una facultad que todos poseen, en
mayor o menor grado;
6.3 – La CEPA tiene reservas en cuanto a la
copiosa producción mediúmnica del tipo “autoayuda”, en detrimento de obras de
cuño filosófico-científico sobre el Espiritismo;
6.4 – La CEPA recoge rescatar el papel de la
mediumnidad en la investigación y en la comprobación de la inmortalidad, bajo
criterios científicos, y no sólo como instrumento de socorro a espíritus
afligidos o de cura para enfermedades psicosomáticas;
6.5 - La CEPA no concuerda con directrices
artificialmente establecidas a través de renombrados médiums y espíritus
electos como portavoces divinos, de la llamada “espiritualidad superior”, cuyas
revelaciones estén por encima de cualquier sospecha y sin el necesario
cuestionamiento, articulados en defensa de ideas puramente moralistas de
reforma íntima, de confesionalismo y del asistencialismo;
6.6 - La CEPA acepta que Espiritismo contempla
la evolución natural de la humanidad, no compartiendo las concepciones de
culpa, pecado y castigo que emanan del cristianismo.
7. EN CUANTO A LA
PARTICIPACIÓN DEL ESPIRITISTA EN LA SOCIEDAD
7.1 – El espírita, como cualquier ciudadano,
es invitado a una acción política y al compromiso social;
7.2 - El Espiritismo coincide plenamente con
las corrientes más avanzadas del pensamiento humanista y social de nuestro
tiempo, al ratificar sus principios básicos sobre la vigencia de la ley de
conservación de la vida en todas sus manifestaciones, y su oposición a la pena
de muerte, al aborto, al crimen, a las guerras o cualquier forma de violencia;
7.3 - La doctrina social del Espiritismo se
pronuncia en favor del establecimiento de sistemas de gobierno, nítidamente
democráticos y claramente comprometidos con la justicia social, la igualdad y
la libertad. Denuncia la corrupción, se opone a los modelos autoritarios y
dictatoriales de cualquier sector ideológico, estimula la búsqueda de un
equilibrio social, donde funcionen las leyes del mercado, siempre colocadas al
servicio del hombre, atendiendo sus necesidades y en función de su crecimiento
y promoción espirituales;
7.4 – Es preferible la participación de los
espíritas en las actividades sociales, filantrópicas, asistenciales y
promocionales coordinadas por organizaciones especializadas, en vez de crear
tales actividades en los centros espiritistas;
7.5 - La CEPA reitera su compromiso permanente
con la búsqueda del bienestar social, envolviendo a mujeres y hombres, niños,
jóvenes y ancianos, para la consecución de una sociedad igualitaria, justa y
fraterna, donde no haya lugar para ninguna forma de discriminación por motivos
de raza, sexo, orientación sexual, creencia o nacionalidad. Una sociedad con
oportunidades para todos, que estimule el trabajo, la educación, la cultura,
los deportes, sin vicios perniciosos, por lo tanto regida en definitiva por la
Ley de Amor;
7.6 – La CEPA apoya todas las iniciativas que
tiendan a rescatar las condiciones naturales de nuestro planeta, a la
conservación del medio ambiente e invita a los espíritas a que participen
activamente en todas las iniciativas que promuevan el equilibrio ecológico,
recordando que la preservación ambiental es compromiso de todo ser humano y no
tarea exclusiva de los gobiernos;
7.7 - La CEPA declara que es deber inaplazable
de los espíritas empeñarse en la creación de una sociedad justa, fraterna y
solidaria donde el amor, la felicidad y la paz sean el ideal de todos.
8. EN CUANTO A JESUS, Al
EVANGELIO Y Al CRISTIANISMO
8.1 - La CEPA tiene posiciones muy claras y
varias veces reafirmadas acerca de la importancia de Jesús de Nazaret para la
doctrina espírita. Sus enseñanzas, comprendiendo conceptos de validez
universal, tienen contenidos coincidentes con aquellos desarrollados en la 3ª
parte de “El Libro de los Espíritus” que los amplía en lenguaje y parámetros
compatibles con la modernidad; pero afirmarse, por eso, que el espiritismo es
“cristiano” se constituye en un error, tanto bajo el aspecto semántico como
histórico, ya que el cristianismo, doctrina estructurada por Paulo de Tarso, es
posterior a Jesús que, en verdad, nunca fue cristiano.
La doctrina espírita no comparte postulados
tales como: la divinidad de Jesús, su condición de “único Señor y Salvador” y
la unicidad de vida, entre otros: estos son dogmas radicales e inseparables del
cristianismo;
8.2 - El sustantivo “cristianismo” y el
adjetivo “cristiano”, tanto como los otros términos que Kardec recomendó que no
se utilizaran debido a su ambigüedad, como en el caso de “religión”, sufrieron
alteraciones en su significado en el curso de la historia. En la época de
Kardec, era común hablar de “cristianismo” y de “cristiano” para designar la
doctrina de “Cristo”;
8.3 - Cuando Kardec habla de “Espiritismo
cristiano” (expresión usada pocas veces en su obra), claramente adjetiva al
Espiritismo para vincularlo no al Cristo de las iglesias, sino al pensamiento y
a la moral de Jesús de Nazaret;
8.4 – Se puede hoy distinguir la figura de
Jesús de Nazaret, el hombre, con algunas referencias históricas que están
siendo rescatadas: que nació de la relación carnal de José y Maria, que tuvo
hermanos y que fue un pensador fecundo, un reformador moral; de la figura de
Jesucristo, que es el mito de las iglesias, que “fue concebido sin pecado”,
hijo de la Virgen Maria, encarnación de Dios, tercera persona de la Santísima
Trinidad, responsable por dogmas y creencias que fueron tejiendo esa cultura
cristiana que poco tiene a ver con el otro Jesús, el hombre de Nazaret;
8.5 - La CEPA concuerda con Jesús-hombre y
jamás pensó en retirarlo del Espiritismo. Pero no concuerda con Jesús Cristo,
el Salvador de las iglesias cristianas, del cristianismo real, ese que el
llamado “ecumenismo cristiano” estableció amparado en los dogmas fundamentales de
la divinidad de Jesús, de su condición de “único Señor y Salvador”, que con su
“sacrificio”, con el “derramamiento de su sangre” posibilitó la “salvación” de
los hombres que en él creyeran y fueran bautizados en su nombre. Considerando
que son esos los criterios que las iglesias cristianas y la cultura
contemporánea adoptan para identificar el cristianismo y la condición de
cristiano, es evidente que el Espiritismo en ellos no se encuadra, de ahí no
ser conveniente, para evitar confusión, que se lo adjetive “cristiano”. Somos,
simplemente, espíritas y no espiritistas-cristianos;
8.6 - CEPA respeta los pensadores espíritas,
especialmente brasileños, que consideran el Espiritismo como una religión, pero
que tienen de ella una concepción filosófica no sectaria, que no divinizan a
Jesús y no lo colocan en la posición de mito, medio dios y medio hombre, como
lo hacen los roustainguistas;
8.7 - La información de que la CEPA no acepta
“El Evangelio Según el Espiritismo” es irresponsable y sin base documental,
histórica o concreta. Esa obra enfoca aspectos morales y éticos del
Espiritismo, analizándolos en consonancia con las enseñanzas de Jesús de
Nazaret. Al ser editada esa obra, las bases fundamentales de la moral y de la
ética espíritas ya estaban claramente expuestas en la 3ª parte del “Libro de
los Espíritus”, bajo el amplio título de “De las Leyes Morales”, identificadas
por Kardec y por los espíritus como expresiones de la propia ley natural o
divina y, por eso, “eternas e inmutables”;
8.8 - Es falsa la información de que, para la
CEPA, “la moral espírita es superior a la moral de Jesús”. No cabe supremacía
de una sobre la otra: la moral espírita no es superior ni inferior a la moral
de Jesús, ellas son semejantes. Sin embargo, por estar el Espiritismo insertado
en la modernidad y por proponer volverse una expresión de perenne
contemporaneidad, asimiló los grandes valores humanistas conquistados
justamente en oposición a la opresión religiosa que la cristiandad instauró en
nuestra historia;
8.9 - La CEPA corrobora el criterio de
abordaje exclusivamente en la enseñanza moral de Jesús, establecido por Kardec
en la introducción de “El Evangelio Según el Espiritismo”, pero admite haber
sido demasiada la tentativa del codificador de conciliar los conceptos
espíritas con la teología católica, al dedicarse ampliamente a la
interpretación de los textos bíblicos y evangélicos, buscando darle una
interpretación racional, a través de sus tres últimos libros - El Evangelio
Según el Espiritismo, El Cielo y el Infierno y La Génesis -, que debe ser
comprendida en el contexto histórico vivido por Kardec;
8.10 - Es errónea la expresión “Culto del
Evangelio en el Hogar”, empleada para designar la reunión familiar en la cual
sus miembros confraternizan, dialogan, oran y hacen comentarios varios bajo la
óptica del Espiritismo, ya que no existen cultos ni libro sagrado en el
Espiritismo;
8.11 – La CEPA no utiliza la expresión
“evangelización” en las actividades conectadas a la educación espírita, ya que
la tarea de evangelizar es inherente al catolicismo y al protestantismo; tal
expresión no es encontrada en las obras de Kardec;
8.12 - Reafirmamos que estamos totalmente en
concordancia con las enseñanzas morales del Nazareno, lo que no implica que
aceptemos los adjetivos dados al Espiritismo de “cristiano” o “evangélico”. Esa
es la visión que la CEPA ha divulgado con toda claridad, explicitando, también,
que hay una nítida distinción entre Jesús y el cristianismo.
9. EN CUANTO A LA
DIVULGACIÓN DEL ESPIRITISMO
9.1 – La comunicación social espírita en el
ámbito de la CEPA se funda en una visión pluralista del conocimiento, que
presupone la interacción del Espiritismo con los diversos sectores con los
cuales se relacione;
9.2 – La CEPA evita el lenguaje “adoctrinante”
decurrente de una postura exclusivista de la posesión de la verdad;
9.3 – En la comunicación espírita no es
adecuado el uso de expresiones o de lenguaje religioso o de grupos iniciadores,
así como de fraternidades, logias, organizaciones esotéricas, místicas u
ocultistas;
9.4 - Allan Kardec intentó desarrollar un
lenguaje que se adecuara al nuevo sentido y análisis que el Espiritismo hace de
la vida y de las relaciones entre “muertos” y “vivos”, pero sucumbió a las
necesidades de comunicación y tuvo que usar palabras consagradas, dándoles un
significado diferente. Ejemplo de eso son las expresiones “cielo”, “infierno”,
“purgatorio”, “ángeles de guardia”, “ángeles” y “demonios” que poseen
significado propio en la teología católica. Al utilizarse esas expresiones en
los ambientes espíritas, aunque bajo el enfoque de los principios espíritas, se
corre el riesgo de difundir las concepciones católicas. El Espiritismo
simplemente no admite la existencia de cielo, infierno, purgatorio, ángeles y
demonios;
9.5 – En base a los modernos estudios en el
campo de la comunicación, y coherente con su propia génesis fundamentada en el
diálogo, deberá ser enfatizada la comunicación y no la divulgación del
Espiritismo, considerándose que, en el proceso de la comunicación hay una
interacción y participación de los involucrados mientras que en la divulgación
el que divulga es el que está en posesión del conocimiento, de la verdad, y su
función es sólo de transmitir ese conocimiento y esa verdad sin considerar el
bagaje de que el destinatario es poseedor.
- Declaración Final redactada al final de
diversos congresos y conferencias de la CEPA;
- Artículos de autoría de Jon Aizpúrua, Milton
Medran Moreira, Maurice Herbert Jones, Luiz Signates y Salomão Jacob Benchaya,
divulgados en nombre de la CEPA, en los periódicos OPINIÃO y ABERTURA;
- Libro “Nuevo Modelo Conceptual –
Reescribiendo el Modelo Espiritista”, de Jaci Regis;
- Libros “El Pensamiento Actual de la CEPA”,
“La CEPA y la Actualización del Espiritismo” y “De la Religión Espiritista al
Laicismo”, publicados por el Centro Cultural Espírita de Porto Alegre (CCEPA).
(APROBADA EN REUNIÓN EXTRAORDINARIA DE LA
ASAMBLEA GENERAL, REALIZADA EL 05.09.2010, EN BENTO GONÇALVES-RS, BRASIL)
En Flama Espirita 139 se han
publicado comentarios a algunos de los ítem de esta Carta de Posicionamientos.
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He aquí mi primer Video de análisis de los artículos
#2.5 – al Artículo 9.5 de esta Carta de Posicionamientos de la CEPA:
Con esto concluyo
mi análisis. El Espiritismo NO NECESITA actualizaciones, sino elaboración de los
ingredientes espirituales revelados en los contenidos de los Libros
Codificados. Nadie puede apropiarse de lo que ya tiene dueño. El contenido
espiritual de los Libros Codificados, es una Doctrina de los Espíritus, o sea
pertenece a los Espíritus y para que algún concepto especifico sea cambiado o
modificado de lo que fue expuesto al momento de que Allan Kardec lo recibió, deberá
solicitarse permiso espiritual, convocar a los Espíritus que dieron los
contenidos, y ellos serán los que decidirán si se cambian conceptos por
opiniones personales. Ya de ante mano nos atrevemos a decir que una “Verdad
Eterna”, inspiración de Dios no puede ser cambiada. [Libro de Génesis Espiritual:
Introducción del Libro y firmado por Allan Kardec:
INTRODUCCIÓN A LA PRIMERA
EDICIÓN, PUBLICADA EN
ENERO DE 1868.
Introducción
Esta nueva obra constituye
un paso adelante en el terreno de las consecuencias y las aplicaciones del
espiritismo. Conforme lo indica su título, tiene como objetivo el estudio de
tres puntos hasta ahora diversamente interpretados y comentados: la génesis, los
milagros y las predicciones, en sus relaciones con las
nuevas leyes que se deducen de la observación de los fenómenos espíritas. Dos
elementos, o si se quiere, dos fuerzas rigen el universo: el elemento
espiritual y el elemento material. De la acción simultánea de esos dos
principios resultan fenómenos especiales, que se tornan naturalmente inexplicables
si se prescinde de uno de ellos, del mismo modo que la formación del agua sería
inexplicable si no se tomara en cuenta uno de sus elementos constituyentes: el
oxígeno o el hidrógeno. Al demostrar la existencia del mundo espiritual y sus
relaciones con el mundo material, el espiritismo proporciona la explicación de una inmensidad de
fenómenos que no se han comprendido, y que por eso mismo han sido considerados
inadmisibles por parte de cierta clase de pensadores. Esos hechos abundan en las
Escrituras, pero sus comentadores no han conseguido llegar a una solución
racional, pues ignoraban la ley que los rige. Ubicados en dos campos opuestos,
han girado siempre dentro del mismo círculo de ideas: los unos menospreciando
los datos positivos de la ciencia, los otros sin considerar el principio
espiritual. Esa solución se encuentra en la acción recíproca del espíritu y la materia. Es verdad que
ella quita a la mayoría de esos hechos la Introducción de su carácter sobrenatural. Pero ¿qué vale más: admitirlos como
resultado de las leyes de la naturaleza, o rechazarlos por completo?
Su rechazo absoluto acarrea
la negación de la base misma del edificio, mientras que, admitidos de ese modo,
apenas suprimiendo lo accesorio, la base queda intacta. Por eso el espiritismo
conduce a tantas personas a la creencia en verdades que no hace mucho consideraban
meras utopías. Esta obra es, pues, como ya lo hemos dicho, un complemento de
las aplicaciones del espiritismo, desde un punto de vista especial. Los
materiales estaban listos, o al menos elaborados desde hace mucho tiempo, pero
aún no había llegado el momento de que fueran publicados. Era
preciso, en primer lugar, que las ideas que debían servirles de base llegaran a
la madurez y, además, que se tomara en cuenta la oportunidad de las
circunstancias. El espiritismo no tiene misterios ni teorías secretas; todo en
él debe ser dicho con claridad, a fin de que todos puedan juzgarlo con
conocimiento de causa. No obstante, cada cosa debe llegar a su tiempo, para que
llegue con seguridad. Una solución dada a la ligera, antes de que la cuestión
se elucide por completo, sería más una causa de retroceso que de avance. En la
que aquí tratamos, la importancia del asunto nos imponía el deber de evitar
toda precipitación.
Antes de que entremos en
materia, nos ha parecido necesario definir claramente los roles respectivos de
los Espíritus y de los hombres en la elaboración de la nueva doctrina. Esas
consideraciones preliminares, que apartan de ella toda idea de misticismo, constituyen
el objeto del primer capítulo, titulado: Caracteres de la revelación espírita. Solicitamos que se atienda con seriedad ese punto,
porque en cierto modo allí está el nudo de la cuestión.
Sin perjuicio de la parte
que toca a la actividad humana en la elaboración de esta doctrina, la
iniciativa pertenece a los Espíritus, pero no constituye la opinión personal de
ninguno de ellos.
La doctrina no es, ni puede
dejar de ser, más que el
resultado de la enseñanza colectiva y concordante de los Espíritus. Sólo bajo esta condición podemos denominarla
doctrina de
los Espíritus. De lo contrario, sería
apenas la doctrina de
un Espíritu, y sólo tendría el valor
de una opinión personal. Generalidad y concordancia en la enseñanza, tal es el
carácter esencial de la doctrina espírita, la condición misma de su existencia,
de donde resulta que todo principio que no haya recibido la consagración del
control de la generalidad no puede ser considerado parte integrante de esa
misma doctrina, sino una simple opinión aislada cuya responsabilidad el
espiritismo no puede asumir. Esa concordancia colectiva de la opinión de los
Espíritus, sometida además al criterio de la lógica, constituye la fuerza de la
doctrina espírita y asegura su perpetuidad. Para que ella cambiara, sería
necesario que la universalidad de los Espíritus cambiara de opinión, y que
ellos acudieran un día para decir lo contrario de lo que dijeron anteriormente.
Dado que la doctrina tiene su fuente de origen en la enseñanza de los
Espíritus, para que desapareciera sería necesario que los Espíritus dejaran de
existir. Eso es también lo que hará que el espiritismo prevalezca sobre los
sistemas personales, pues estos no poseen raíces en todas partes. El Libro de los
Espíritus ha visto consolidado su
prestigio porque es la expresión de un
pensamiento colectivo general. En abril de 1867 cumplió su primer decenio. En
ese lapso, los principios fundamentales, cuyas bases había asentado, fueron
sucesivamente completados y desarrollados en virtud de la enseñanza progresiva de
los Espíritus. Ninguno ha sido desmentido por la experiencia. Todos, sin
excepción, han permanecido en pie, más vivos que nunca, mientras que de las
ideas contradictorias que algunos han intentado oponerle, ninguna prevaleció,
precisamente porque en todas partes se enseñaba lo contrario. Ese es un
resultado característico que podemos proclamar sin vanidad, pues jamás nos
hemos atribuido el mérito de ello.
Los mismos escrúpulos han
regido la redacción de nuestras demás obras, de modo que con absoluta verdad
pudimos incluir en sus títulos la expresión según el espiritismo, porque estábamos seguros de su conformidad con
la enseñanza general de los Espíritus.
Lo mismo ocurre con esta,
que por motivos semejantes podemos presentar como complemento de las
precedentes, con excepción, sin embargo, de algunas teorías aún hipotéticas,
que hemos tenido cuidado de indicar como tales, y que deben ser consideradas
simples opiniones personales, hasta tanto sean confirmadas o rechazadas, a fin
de que no pese sobre la doctrina espírita la responsabilidad de ninguna de ellas.
Asimismo, los lectores
asiduos de la Revista
Espírita ya deben de haber notado,
bajo la forma de esbozos, la mayoría de las ideas desarrolladas en esta obra,
conforme lo hemos hecho con las anteriores. A menudo la Revista representa para nosotros un terreno de ensayo,
destinado a sondear la opinión de los hombres y de los Espíritus sobre algunos
principios, antes de admitirlos como partes constitutivas de la doctrina.
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El Libro de los Espíritus
indica en el Ítem #798, lo siguiente (se incluye la pregunta y la respuesta de
los Espíritus.)
Libro de Los Espíritus: Ley del Progreso
Influencia del espiritismo en el
progreso
798. El espiritismo, ¿llegará a ser una creencia común,
o permanecerá como patrimonio de algunas personas?
“Sin duda llegará a ser una creencia
común, y señalará una nueva era en la historia de la humanidad, porque está en
la naturaleza y porque ha llegado el tiempo en que debe ocupar su lugar entre
los conocimientos humanos. No obstante, habrá que sostener grandes luchas, más aún
contra los intereses que contra la convicción, pues no se puede ocultar que
existen personas interesadas en combatirlo, algunas por amor propio y otras por
causas absolutamente materiales. Con todo, dado que sus contradictores van
quedando cada vez más aislados, se verán en la obligación de pensar como todo
el mundo, so pena de ponerse en ridículo.”
Las ideas sólo se transforman con el
tiempo, y nunca de manera súbita. Se debilitan generación tras generación y
concluyen por desaparecer poco a poco junto con quienes las profesan, que serán
reemplazados por otros individuos imbuidos de nuevos principios, tal como
sucede con las ideas políticas. Reparad en el paganismo: no cabe duda de que en la actualidad nadie
profesa las ideas religiosas de aquellos tiempos. No obstante, muchos siglos
después del advenimiento del cristianismo, esas ideas han dejado huellas que
sólo la renovación total de los pueblos pudo borrar. Lo mismo ocurrirá con el
espiritismo. Realiza considerables progresos, pero todavía habrá, durante dos o tres generaciones, un
fermento de incredulidad que sólo el tiempo habrá de disipar. Con todo, su
marcha será más rápida que la del cristianismo, porque el propio cristianismo
le abre el camino y le sirve de apoyo. El
cristianismo debía destruir. El espiritismo sólo tiene que edificar.
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