Este ha de ser el tema más controvertible de la
historia de la humanidad. Aparenta ser que nunca se llegará a
una comprensión total ni a un acuerdo entre todos los que no piensan
igual.
Por un lado los religiosos de todas las religiones en
existencia y hasta dentro de las filas del Espiritismo. Entonces lo más
recomendable es considerar lo que dijeron los Espíritus de la
Codificación a través del trabajo de Allan Kardec.
Y es eso lo que los
Espiritistas deberían hacer, considerar lo dicho por
los Espíritus de la Codificación, y luego a llegar a
sus propias conclusiones en virtud de su Libre Albedrío.
Veamos cómo se explica el Advenimiento de Jesús o lo
que se le llama la Segunda venida de Jesús, según el Libro de
Génesis, escrito por Allan Kardec:
Ítem #43. “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.“Porque, ¿qué aprovechará el hombre, si ganare todo el mundo, y perdiera su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
“Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. “De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino” (San Mateo, 16:24 a 28).
Ítem #44. “Entonces el sumo sacerdote, levantándose en medio, preguntó a Jesús, diciendo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti? Mas él callaba, y nada respondía. El sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo. “Entonces el sumo sacerdote, rasgando su vestidura, dijo: ¿Qué más necesidad tenemos de testigos?” (San Marcos, 14:60 a 63).
Ítem #45. Jesús anunciaba su segunda venida, pero no dice que volverá a la Tierra vistiendo un cuerpo carnal ni tampoco que él personificará al Consolador. Se describe como viniendo en espíritu, en la gloria de su Padre, para juzgar al mérito y al demérito y dar a cada cual según sus obras cuando los tiempos se hayan cumplido. Estas palabras: “Hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino”, parecen una contradicción, ya que es cierto que no volvió, estando en vida ninguno de los allí presentes. No obstante, Jesús no podía equivocarse en una previsión de esa naturaleza y, sobre todo, con respecto a algo contemporáneo que le concernía personalmente. Antes que nada es preciso preguntarnos si sus palabras fueron siempre transcritas fielmente. Se puede dudar, si pensamos que sus apóstoles nada escribieron y que sus palabras fueron recopiladas después de su muerte. Cuando vemos que cada evangelista reproduce el mismo discurso en términos diferentes, tenemos una prueba evidente de que no son las expresiones textuales de Jesús.
Por otra parte, es probable que el sentido haya sido alterado al pasar por traducciones sucesivas. Además, lo cierto es que, si Jesús hubiese dicho todo lo que hubiera podido decir, se habría expresado sobre todas las cosas de una manera neta y precisa que no diese lugar a ningún equívoco, como lo hizo con los principios morales, mientras que debió velar su pensamiento sobre los temas que no juzgó propicio profundizar. Los apóstoles, persuadidos de que la generación presente debía ser testigo de lo que Jesús anunciaba, debieron interpretar el pensamiento de Jesús de acuerdo con sus ideas; pudieron, en consecuencia, redactarlo en tiempo presente de una manera más absoluta de la utilizada tal vez por Jesús. Fuese como fuere, el hecho probado es que las cosas no ocurrieron como ellos lo imaginaron.
Ítem #46. Un punto capital que Jesús no pudo desarrollar, porque los hombres de su tiempo no estaban suficientemente preparados para este orden de ideas y sus consecuencias, pero cuyo principio él dejó sentado, como lo hizo en todos los órdenes, es la grande e importante ley de la reencarnación. Esta ley, estudiada y dada a conocer en nuestros días por el Espiritismo, es la clave de numerosos pasajes del Evangelio que, sin ella, parecen contrasentidos.
Sigo citando de la Biblia en Juan 14:18-31 Reina-Valera 1960 (RVR 1960)
18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.19 Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.22 Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo?23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.25 Os he dicho estas cosas estando con vosotros.26 Más el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.28 Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo.29 Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para que cuando suceda, creáis.30 No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí.31 Mas para que el mundo conozca que amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago. Levantaos, vamos de aquí.
Jesús con estas palabras anunció que “Otro Consolador” sería dado por Dios, pero la Religiosidad se encargó de interpretar de manera equivocada lo que significaban estas palabras.
Nunca antes del 1857, había aparecido el Consolador prometido por Jesús ni tan siquiera en el día de Pentecostés se podía interpretar que el Espíritu Santo era el anunciado Consolador.
La definición de Pentecostés (del griego Πεντηκοστή (ημέρα), Pentekosté (heméra) "el quincuagésimo día") describe la fiesta del quincuagésimo día después de la Pascua y que pone término al tiempo pascual.[1]
A los 50 días de la Pascua, los judíos celebraban la fiesta de las siete semanas (Ex 34:22), esta fiesta en un principio fue agrícola, pero se convirtió después en recuerdo de la Alianza del Sinaí. Al principio los cristianos no celebraban esta fiesta. Las primeras alusiones a su celebración se encuentran en escritos de San Irineo, Tertuliano y Orígenes, a fin del siglo II y principio del III. Ya en el siglo IV hay testimonios de que en las grandes Iglesias de Constantinopla, Roma y Milán, así como en la Península Ibérica, se festejaba el último día de la cincuentena pascual.
Durante Pentecostés se celebró el supuesto descenso del Espíritu Santo y el inicio de las actividades de la Iglesia. Por ello también se le conoce como la celebración del Espíritu Santo. En la liturgia católica es la fiesta más importante después de la Pascua y la Navidad. La liturgia incluye la secuencia medieval Veni, Sancte Spiritus.
Ahora veamos lo que dice Hechos 2:1-42
Hechos 2:1-42
La Biblia de las Américas (LBLA)
La venida del Espíritu Santo
2 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar.
2 De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde estaban sentados,
3 y se les aparecieron lenguas como de fuego que, repartiéndose, se posaron sobre cada uno de ellos.
4 Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba habilidad para expresarse.
5 Y había judíos que moraban en Jerusalén, hombres piadosos, procedentes de todas las naciones bajo el cielo.
6 Y al ocurrir este estruendo, la multitud se juntó; y estaban desconcertados porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.
7 Y estaban asombrados y se maravillaban, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que están hablando?
8 ¿Cómo es que cada uno de nosotros les oímos hablar en nuestra lengua en la que hemos nacido?
9 Partos, medos y elamitas, habitantes de Mesopotamia, de Judea y de Capadocia, del Ponto y de Asia,
10 de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las regiones de Libia alrededor de Cirene, viajeros de Roma, tanto judíos como prosélitos,
11 cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestros idiomas de las maravillas de Dios.
12 Todos estaban asombrados y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?
13 Pero otros se burlaban y decían: Están borrachos. Primer sermón de Pedro
14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les declaró: Varones judíos y todos los que vivís en Jerusalén, sea esto de vuestro conocimiento y prestad atención a mis palabras,
15 porque éstos no están borrachos como vosotros suponéis, pues apenas es la hora tercera del día;
16 sino que esto es lo que fue dicho por medio del profeta Joel:
17 Y SUCEDERÁ EN LOS ÚLTIMOS DÍAS--dice Dios--QUE DERRAMARE DE MI ESPÍRITU SOBRE TODA CARNE; Y VUESTROS HIJOS Y VUESTRAS HIJAS PROFETIZARAN, VUESTROS JÓVENES VERÁN VISIONES, Y VUESTROS ANCIANOS SOÑARAN SUEÑOS;
18 Y AUN SOBRE MIS SIERVOS Y SOBRE MIS SIERVAS DERRAMARE DE MI ESPÍRITU EN ESOS DÍAS, y profetizarán.
19 Y MOSTRARE PRODIGIOS ARRIBA EN EL CIELO Y SEÑALES ABAJO EN LA TIERRA: SANGRE, FUEGO Y COLUMNA DE HUMO.
20 EL SOL SE CONVERTIRÁ EN TINIEBLAS Y LA LUNA EN SANGRE, ANTES QUE VENGA EL DÍA GRANDE Y GLORIOSO DEL SEÑOR.
21 Y SUCEDERÁ QUE TODO AQUEL QUE INVOQUE EL NOMBRE DEL SEÑOR SERA SALVO.
22 Varones israelitas, escuchad estas palabras: Jesús el Nazareno, varón confirmado por Dios entre vosotros con milagros, prodigios y señales que Dios hizo en medio vuestro a través de El, tal como vosotros mismos sabéis,
23 a éste, entregado por el plan predeterminado y el previo conocimiento de Dios, clavasteis en una cruz por manos de impíos y le matasteis,
24 a quien Dios resucitó, poniendo fin a la agonía de la muerte, puesto que no era posible que El quedara bajo el dominio de ella.
25 Porque David dice de El: VEÍA SIEMPRE AL SEÑOR EN MI PRESENCIA; PUES ESTA A MI DIESTRA PARA QUE YO NO SEA CONMOVIDO.
26 POR LO CUAL MI CORAZÓN SE ALEGRO Y MI LENGUA SE REGOCIJO; Y AUN HASTA MI CARNE DESCANSARA EN ESPERANZA;
27 PUES TU NO ABANDONARAS MI ALMA EN EL HADES, NI PERMITIRÁS QUE TU SANTO VEA CORRUPCIÓN.
28 ME HAS HECHO CONOCER LOS CAMINOS DE LA VIDA; ME LLENARAS DE GOZO CON TU PRESENCIA.
29 Hermanos, del patriarca David os puedo decir confiadamente que murió y fue sepultado, y su sepulcro está entre nosotros hasta el día de hoy.
30 Pero siendo profeta, y sabiendo que DIOS LE HABÍA JURADO SENTAR a uno DE SUS DESCENDIENTES EN SU TRONO,
31 miró hacia el futuro y habló de la resurrección de Cristo, que NI FUE ABANDONADO EN EL HADES, NI su carne SUFRIÓ CORRUPCIÓN.
32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
33 Así que, exaltado a la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.
34 Porque David no ascendió a los cielos, pero él mismo dice: DIJO EL SEÑOR A MI SEÑOR:"SIÉNTATE A MI DIESTRA,
35 HASTA QUE PONGA A TUS ENEMIGOS POR ESTRADO DE TUS PIES."
36 Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. Efectos del sermón de Pedro.
37 Al oír esto, compungidos de corazón, dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: Hermanos, ¿qué haremos?
38 Y Pedro les dijo: Arrepentíos y sed bautizados cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo.
39 Porque la promesa es para vosotros y para vuestros hijos y para todos los que están lejos, para tantos como el Señor nuestro Dios llame.
40 Y con muchas otras palabras testificaba solemnemente y les exhortaba diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.
41 Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil almas.
42 Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración.
Este es mi Resumen de Pentecostés:
4 Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba habilidad para expresarse.
6 Y al ocurrir este estruendo, la multitud se juntó; y estaban desconcertados porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.
12 Todos estaban asombrados y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?
13 Pero otros se burlaban y decían: Están borrachos.
Claramente la manifestación de LOS ESPÍRITUS en estas fiestas fue notorio, pues algunos se burlaban y decían "Están Borrachos". Ningún Espíritu Elevado o Bueno se comporta así, estos son los llamados Convulsionarios por el Espiritismo.
Veamos lo que dice el Libro de Génesis, escrito por Allan Kardec.
Anuncio del Consolador
35. “Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre; el Espíritu de Verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no lo ve, ni lo conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. [...] Mas el Consolador, Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (San Juan, 14:15 a 17 y 26).
36. “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuere, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de Juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de Verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber” (San Juan, 16:7 a 14).
37. Esta profecía es, sin duda, una de las más importantes desde el punto de vista religioso, ya que constata de la manera menos equívoca posible que Jesús no dijo todo lo que tenía que decir, si no hubiese sido comprendido, ni siquiera por sus apóstoles, siendo que es a ellos a quienes se dirige. Si les hubiera dado instrucciones secretas, las hubieran mencionado en el Evangelio. Siendo que no dijo todo a sus apóstoles, sus sucesores no pudieron saber más que éstos; pudieron confundir el sentido de sus palabras, dar una falsa interpretación a sus pensamientos, a menudo velados tras la parábola. Las religiones basadas en el Evangelio no pueden considerarse, entonces, en posesión de la verdad íntegra, ya que él habló de completar sus instrucciones ulteriormente. Sus principios de inmutabilidad desmienten a las mismas palabras de Jesús. Anuncia como Consolador y Espíritu de Verdad a quien enseñará todas las cosas y recordará lo que él ha dicho: entonces su enseñanza no era completa; es más, prevé que habrá olvidado y desnaturalizado de lo que él dijo, ya que el Espíritu de Verdad hará recordar, y, en comunidad con Elías, restablecerá todas las cosas, es decir, según el verdadero pensamiento de Jesús.
38. ¿Cuándo vendrá este nuevo revelador? Es muy evidente que, si en los días en que Jesús hablaba los hombres no eran capaces de comprender las cosas que le quedaban por decir, en pocos años no podrían éstos adquirir los conocimientos necesarios. Para comprender ciertas partes del Evangelio, con la excepción hecha de los preceptos morales, eran imprescindibles conocimientos que sólo el progreso científico podía aportar y que debían ser obra del tiempo y de numerosas generaciones. Si el nuevo mesías hubiese venido poco tiempo después que Cristo, hubiere hecho más que él. Ahora bien, desde Cristo hasta nuestros días no se produjo ninguna revelación importante que haya completado al Evangelio o que haya elucidado los párrafos oscuros, señal ésta que evidenciaría la aparición del Enviado.
39. ¿Quién debe ser ese Enviado? Al decir Jesús: “Yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador”, indica con claridad que no se trata de él mismo, pues de ser así hubiese dicho:
“Volveré a completar lo que les enseñé.”
Además agrega: Para que esté con vosotros para siempre y en vosotros. Tal cosa no podría entenderse de una individualidad encarnada, que no puede permanecer eternamente con nosotros y aún menos estar en nosotros; pero se explica. Muy bien, tratándose de una doctrina que, en efecto, una vez asimilada, puede estar eternamente en nosotros. El Consolador es entonces, en el pensamiento de Jesús, la personificación de una doctrina soberanamente consoladora y cuya fuente de inspiración debe ser el Espíritu de Verdad.
40. El Espiritismo presenta, como ha sido demostrado (cap. I, n.º 30), todos los caracteres del Consolador prometido por Jesús. No es, en absoluto, una doctrina individual, una concepción humana; nadie puede decirse su creador. Es el fruto de la enseñanza colectiva de los espíritus presididos por el Espíritu de Verdad. No suprime nada del Evangelio: lo completa y aclara. Con la ayuda de las nuevas leyes que revela, en unión con las de la ciencia, hace comprender lo que era ininteligible y admitir la posibilidad de aquello que la incredulidad tenía inadmisible. Hubo precursores y profetas que presintieron su llegada. Por su poder moralizador, prepara el reino del bien sobre la Tierra. La doctrina de Moisés, incompleta, terminó circunscrita al pueblo judío; la de Jesús, más completa, se extendió a toda la Tierra mediante el cristianismo, pero no convirtió a todos; el Espiritismo, más completo aún, con raíces en todas las creencias, convertirá a la Humanidad.1
1. Todas las doctrinas filosóficas y religiosas llevan el nombre de la individualidad fundadora, por lo que se dice: el Mosaísmo, el Cristianismo, el Mahometismo, el Budismo, el Cartesianismo, el Furierismo, el Sansimonismo, etc. La palabra Espiritismo, por el contrario, no involucra a ninguna persona en especial; pero sí define a una idea general que indica, al mismo tiempo, el carácter y la fuente múltiple de la Doctrina. [N. de A. Kardec.]
41. Al decir Jesús a sus apóstoles: “Otro vendrá después y os enseñará lo que yo no puedo deciros ahora”, proclama con ello la necesidad de la reencarnación. ¿Cómo esos hombres aprovecharían la enseñanza más completa que sería dada ulteriormente? ¿Cómo es posible que fuese más aptos para comprenderla si no volviesen a vivir? Jesús hubiese dicho una falacia si los hombres futuros, de acuerdo con la doctrina popularizada, debiesen ser hombres nuevos, almas salidas de la nada en el momento de nacer. Admitid, por el contrario, que los apóstoles y los hombres de su tiempo vivieron después, que aún viven hoy, y entonces la promesa de Jesús se encontrará justificada. Sus inteligencias, que debieron desarrollarse en contacto con el progreso social, pueden alcanzar a comprender lo que no podían entonces. Sin la reencarnación, la promesa de Jesús hubiese sido ilusoria.
42. Si se alegase que esa promesa se cumplió el día de Pentecostés por el descenso del Espíritu Santo, respondería que el Espíritu Santo los inspiró, pudo abrir las inteligencias, desarrollar en ellos aptitudes Mediúmnicas que facilitarían su misión, pero no les enseñó más de lo que Jesús les había dicho, ya que no existe testimonio de ninguna enseñanza especial. El Espíritu Santo no llevó a cabo lo que Jesús anunció del Consolador, pues en tal caso los apóstoles hubieran elucidado, en vida, todo lo que quedó a oscuras en el Evangelio hasta el día de hoy y cuya interpretación contradictoria dio lugar a innumerables sectas que dividieron al cristianismo desde los primeros siglos.
Hasta aquí lo citado del Libro de Génesis, escrito por Allan Kardec.
Mi Comentario al respecto:
Estas fueron manifestaciones de muchos Espíritus, no de un solo Espíritu Santo. Aquí se ve claramente que no es un solo Espiritu Santo, sino muchos espíritus manifestados, pero esos espíritus manifestados en estas fiestas, no fueron buenos Espíritus, pues los Espíritus buenos y elevados no dan lugar a estos comportamientos convulsionarios. Y esto ocurre en las iglesias cristianas que permiten la incorporación de Espíritus impuros en los feligreses de las iglesias y entienden que es la manifestación del Espiritu Santo.
Los comportamientos convulsivos que se describen en las fiestas de Pentecostés, fueron considerados de borrachos, por los testigos. Ningún Espíritu Bueno o Elevado, se comportaría de manera para les confundieran con borrachos. El Libro de Los Espíritus se refiere a estos comportamientos como de "convulsionarios"
Libro de Los Espíritus:
IV.- Convulsionarios 71
71 Este apartado hace referencia al estado en que algunos sujetos entraban, al someterlos al trance magnético o hipnótico. [N. del copista.]
481. Los Espíritus, ¿desempeñan un papel en los fenómenos que se
producen en los individuos a quienes se designa con el nombre
de convulsionarios?
“Sí, un papel muy importante, así como el magnetismo, que es su causa principal. Sin embargo, el charlatanismo con frecuencia ha explotado y exagerado esos efectos, lo que ha hecho que queden en ridículo.”
[481a] – ¿De qué naturaleza son, por lo general, los Espíritus que participan en ese tipo de fenómenos?
“Poco elevados. ¿Creéis que los Espíritus superiores se divierten con semejantes cosas?”
482. ¿De qué modo el estado anormal de los convulsionarios y los
crisíacos 83 puede desarrollarse de súbito en toda una población?
“Efecto simpático. Las disposiciones morales se comunicancon mucha facilidad en determinados casos. Nodesconocéis tanto los efectos magnéticos como para nocomprender esto, así como la parte que en dichos efectosdeben tomar algunos Espíritus, por simpatía hacia quieneslos provocan.”
83 [Crisiaques: el término es aplicado a las personas que se encuentran en estado de crisis magnética.]
Entre las facultades extrañas que se observan en los convulsionarios se reconocen fácilmente aquellas acerca de las cuales el sonambulismo y el magnetismo ofrecen numerosos ejemplos. Tales son, entre otras, la insensibilidad física, la lectura del pensamiento, la transmisión simpática de los dolores, etc. No se puede dudar, pues, de que esos crisíacos se encuentran en una especie de estado de sonambulismo despierto, provocado por la influencia recíproca que ejercen entre ellos. Aunque no se den cuenta, son a la vez magnetizadores y magnetizados.
El Libro de los Espíritus.
242 ejercen los unos sobre los otros. Son a la vez magnetizadores y magnetizados, sin caer en la cuenta de ello.
483. ¿Cuál es la causa de la insensibilidad física que se observa en algunos convulsionarios, y también en otras personas, sometidas a las más atroces torturas?
- En algunos es un efecto exclusivamente magnético, que obra sobre el sistema nervioso de la misma manera que ciertas sustancias. En otros, la exaltación de la mente embota la sensibilidad, porque la vida parece haberse retirado del cuerpo para concentrarse en el Espíritu. ¿No sabéis acaso que cuando el Espíritu está hondamente preocupado por una cosa el cuerpo no siente, ni ve, ni escucha nada?
La exaltación fanática y el entusiasmo ofrecen a menudo, en los suplicios, el ejemplo de una calma y una tranquilidad que no podrían sobreponerse a un dolor agudo, si no se admitiera que la sensibilidad se encuentra neutralizada por una especie de efecto anestésico. Es sabido que en el calor del combate con frecuencia no se advierte que se ha sufrido una herida grave, en tanto que en las circunstancias ordinarias un arañazo nos hace estremecer.Puesto que esos fenómenos proceden de una causa física y de la acción de ciertos Espíritus, cabe que nos preguntemos cómo ha podido depender de la autoridad el hacerlos cesar, en ciertos casos. La razón de esto es simple: la acción de los Espíritus sólo era secundaria en tales casos: ellos no hacían sino aprovechar una disposición natural. La autoridad no suprimía esa disposición, sino la causa que la mantenía y la exaltaba: de activa como era, la convertía en latente, y tenía razón de obrar así, porque de ello resultaba el abuso y el escándalo. Se sabe, por lo demás, que esa intervención resulta impotente cuando la acción de los Espíritus es directa y espontánea.
La manifestación de los Espíritus en estas fiestas, son consideradas como manifestaciones naturales de los Espíritus. De por si las manifestaciones donde se muestran las incorporaciones de los Espíritus y que logran convulcionamiento, son producidas por Espíritus manifestados que son Espíritus Impuros de bajo nivel espiritual.
Las características del Espíritu de Verdad serian, según Jesús en Juan 14: el versículo #26 :
“26 Más el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
De manera que lo que ocurrió en Pentecostés, no trascendió a través del tiempo como el dar a conocer todas las cosas que deberíamos saber sobre el mundo espiritual, como lo da a conocer el Espiritismo, mediante la revelación dada por el Espíritu de Verdad a través de Allan Kardec.
Entonces, el Espíritu Santo viene a ser el Espíritu de Verdad que dictó los libros de la Codificación Espírita, que la constituyen 5 Libros escritos y codificados por Allan Kardec. Estos libros son:
- Los Espíritus – (18 abril 1857)
- Los Médiums – (Enero 1861)
- Evangelio Según El Espiritismo (Abril 1864)
- Cielo y el Infierno (1° Agosto 1865)
- Génesis (Enero 1868)
Concluyo diciendo, Dios envió primeramente a Moisés a presentar a la humanidad los 10 mandamientos. Los hombres no cumplieron las reglas de Bien Común, y entonces envió a Jesús con su mensaje de Moral Espírita, resumida: “No le hagas a nadie lo que no te gustaría te hicieran a ti”.
Este mensaje tan contundente, tampoco fue interpretado correctamente, pues el comportamiento humano no mejoró, al contrario el orgullo humano y religioso fue el motor a las grandes injusticias jamás vistas en el mundo. La Inquisición religiosa es un ejemplo clásico de los malos comportamientos humanos, producto de la religiosidad, las grandes guerras de la humanidad y el deterioro moral por siglos.
El mensaje de Jesús fue mal interpretado y los hombres haciendo caso omiso al mensaje consolador se volcaron hacia la religiosidad. Y no fue hasta que a partir de 1848 se empezaron a conocer las manifestaciones naturales de los Espíritus. Específicamente en el año de 1856, el Espíritu de Verdad se le presentó a Allan Kardec y lo guió por el proceso de codificar los libros antes mencionados, junto a otros Espíritus puros y superiores.
Este proceso duró 11 años. La información que fue revelada a Allan Kardec durante ese periodo de tiempo, fue codificada mediante el llamado Método Kardec, que hizo que toda la información publicada fuera corroborada mediante preguntas que se le hicieron a los Espíritus que acompañaron al Espíritu de Verdad y a las contestaciones dadas por ellos.
El Método
de Kardec pasó a ser el de la Doctrina misma,
y en su
propia sencillez lleva implícita la garantía de su
eficiencia.
Podemos compendiarlo así:
1º)
Elección de colaboradores mediúmnicos insospechables, tanto en su aspecto moral
cuanto en lo
que se
refiere a la pureza de sus facultades y de la asistencia espiritual que
recibían;
2º)
análisis riguroso de las comunicaciones, desde el punto de vista lógico, así
como su cotejo con las
verdades
científicas demostradas, descartándose todo material que no pudiera ser
justificado lógicamente;
3º)
contralor de las entidades espirituales comunicantes, por medio de la
coherencia de sus comunicaciones y del tenor de su lenguaje, y
4º)
consenso universal, vale decir, concordancia de varias comunicaciones,
obtenidas por médiums diferentes, en forma simultánea y en lugares diversos, acerca
de un mismo tema.
Este método de clasificar toda la información se hizo de modo simultaneo, esto es que cada pregunta realizada, se corroboraba su veracidad cuando se comparaban las notas de diferentes Médiums que se reunían en lugares diferentes y distantes uno del otro, y al compararse debían ser similares. Este trabajo de compilación de información es lo que hoy y le llamamos La Codificación Espírita.
No podía haber duda de la veracidad de la información obtenida, y el resultado al conocimiento espiritual universalmente hablando, resume lo que es El
Espiritismo.
El Espiritismo no puede ser considerado una religión, pues no tiene cultos, ritos, templos o sacerdotes ordenados. No puede decirse tampoco que el Espiritismo es cristiano, porque el Espiritismo vino a romper con conceptos religiosos y viene para lograr que se pueda adelantar el Espíritus mediante un cambio de comportamiento hacia el Bien Común. Eso es lo que nos hace mejorarnos como humanos en cada reencarnación.
El Espiritismo NO PUEDE SER RELIGIOSO, porque le cerraría las puertas a otras corrientes religiosas diferentes al cristianismo para conocer esta verdad espiritual. A través de la historia de la humanidad, han existido líderes religiosos como lo fue Mahoma, Buda, el Mismo Jesús que era judío, y que cada cual ha propuesto diferentes líneas de pensamiento humano. Jesús no ha sido conocido por billones de habitantes en el oriente o en la china, por decir un ejemplo. Ni los cristianos tampoco conocen a Mahoma o a Buda, por lo tanto no se trata de Religión o Religiosidad, se trata del comportamiento humano, que el mismo Jesús nos vino a enseñar que teníamos que modificar.
Concluyo el tema indicando que el mismo Jesús no se consideró Dios jamás, y que nos dio su ejemplo para que cada uno de nosotros pudiera aspirar a ser igual a el. He probado que ni Jesús ni el Espíritu Santo son dioses, sino que esa creencia humana se proclamó a ambos como parte de la trinidad cristiana en el año 325 dc por los hombres religiosos que allí se reunieron.
Jesús no es y nunca fue Dios, pues el mismo lo indicó en la Biblia.
Sin ningún ánimo de herir sensibilidades citaré de la Biblia los pasajes en que el mismo Jesús dijo que él era hijo y que el no era Dios.
Los siguiente pasajes Bíblicos claramente exponen lo que Jesús dijo a su posición como hijo, nunca mencionó que el era DIOS.
Utilicé La Biblia de las Américas (LBLA), para resaltar estos versos Bíblicos.
Pero antes de adentrarnos en las citas bíblicas que avalan este articulo, veamos lo que El Espiritismo expone. lo primero a mencionar es que TODO Espíritu deberá cumplir con una agenda evolutiva que le permite lograr alcanzar un nivel de Pureza y Perfección Espiritual a través de un sin número de reencarnaciones.
Cada Reencarnación pretende ser una oportunidad de adelanto espiritual que ligado a su comportamiento y a su adelanto en conocimientos, logran activar su adelantamiento Espiritual del Alma Inmortal encarnada. Este proceso de evolución es para todo Espíritu Encarnado sin excepciones y sin consideraciones especiales o diferentes.
Para la Cristiandad, Jesús es considerado como de naturaleza divina y lo consideran consustancial con la naturaleza de Dios, colocándole como Dios. Tambien algunas facciones del Espiritismo consideran a Jesús como algo extraordinario, como un Espíritu especial que no tiene que cumplir con las leyes espirituales que el Espiritismo defiende. Jesus debió cumplir con los mismos requisitos que tienen que cumplir los demás Espíritus de la creación.
Como ejemplo, en el Espiritismo tenemos que Emmanuel el Espíritu Mentor de Chico Xavier indica en libros Psicografiado por Chico Xavier, se presenta a Jesús en una condición diferente a las características de los Espíritus Puros y Perfectos definido en la Escala Espirita por los Espíritus que dictaron los Libros Codificados a Allan Kardec.
Comencemos con el libro El Consolador:
Libro el Consolador de Emmanuel, Psicografiado por Chico Xavier en la
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243.- ¿Todos los Espíritus que pasaron por la Tierra tuvieron las mismas características evolutivas, en lo que se refiere al problema del dolor?
Todas las entidades encarnadas en el orbe terrestre son Espíritus que se rescatan o aprenden en las experiencias humanas, después de las caídas del pasado, con excepción de Jesús - Cristo, fundamento de toda la verdad en este mundo, cuya evolución se verificó en línea recta hacia Dios, y en cuyas manos angélicas reposa el gobierno espiritual del planeta, desde sus inicios.
(1)Libro el Consolador de Emmanuel, Psicografiado por Chico Xavier pagina #75
Nota: Este comentario de un solo Espíritu (Emmanuel), sin corroboración espiritual por todos los Espíritus que dictaron la Codificación, se constituye como una “Simple Opinión” en la cual el Espiritismo no se hace responsable.
El Espiritismo no indicó en ninguno de los libros Codificados que Jesús era una excepción a la regla Espiritual. El tratar a Jesús en esos términos, es avalar la concepción de la Cristiandad a la divinidad de Jesús.
Mis opiniones de la postura de Emmanuel con relación a Jesus como una excepción Espiritual:
• Incongruencias de lo dicho por Emmanuel sobre Jesús de Nazareth, a Chico Xavier, dan clara luz de una intensión de cambiar los especifico en el Espiritismo sin tener aval de los Espíritus que dictaron la codificación a Allan Kardec.
• Lo que Emmanuel expone con relación a la naturaleza de Jesús se constituye una Opinión personal a la cual El Espiritismo no se hace responsable (Libro de Génesis en su introducción donde se define que es una Opinión Personal en el Espiritismo).
• Jesús no fue una excepción como indicado en el Libro el Consolador al progreso espiritual de los Espíritus, según el mismo Emmanuel le dijo a Chico Xavier. No hay evidencia de que esto fue avalado por los Espíritus, ya que el Ítem #113 de la Escala Espírita, Libro de Los Espíritus), lo contradice.
• Al momento de Jesús encarnar hace 2014 años, era un Espíritu Superior, según indicado en la Escala Espírita del Libro de Los Espíritus y no un Espíritu Especial y Puro.
• No existe evidencia de que Jesús tuvo que ver con la creación del Planeta tierra hace más de 4,700 millones de años. (Opinión de un solo Espíritu, Emmanuel), y no corroborado por los Espíritus que dictaron la Codificación.
• El concepto de "Redención", no era el propósito de Jesús cuando encarnó la última vez. Pues Jesús no era “Redentor", ni tampoco el Mesías prometido. Los Espiritistas debemos tener claro que Jesús no vino para redimir a nadie. Eso no está indicado en ninguno de los Libros Codificados. La palabra redención solo aparece como cita en los Libros Codificados.
• Según Emmanuel: “Rezan las tradiciones del mundo espiritual que en la dirección de todos los fenómenos, de nuestro sistema, existe una Comunidad de Espíritus Puros y Electos por el Señor Supremo del Universo, en cuyas manos se conservan las riendas que dirigen la vida de todas las colectividades planetarias.
• Esa comunidad de seres angélicos y perfectos, de la cual, es Jesús uno de sus miembros divinos, a que nos fue dado saber, apenas ya se reunieron, en las cercanías de la Tierra, para la solución de problemas decisivos de la organización y de la dirección de nuestro planeta, por dos veces en el curso de los milenios conocidos.
• La primera, se hizo, cuando el planeta terrestre se desprendía de la nebulosa solar, a fin de que se lanzasen, en el tiempo y en el Espacio, las balizas de nuestro sistema cosmogónico y los pródromos de la vida en la materia en ignición, del planeta (CUIDADO: Aquí se deduce que Emmanuel dice que Jesús ya era perfecto, realizando tareas que le competen a un Espíritu Puro y Perfecto. ¿Cómo Jesús aparece de momento como Puro y Perfecto y la Codificación nunca lo mencionó?
• O sea ¡que Jesús ha existido siempre!, pues entonces sería decir ¿que Jesús es igual a Dios? Esto nunca fue mencionado por los Espíritus de la Codificación. CLARAMENTE EMMANUEL SE EQUIVOCO OTRA VEZ….
REFERENCIA: (2) XAVIER, Francisco C. A camino de la luz. Espíritu Emmanuel. 36. ed. Rio de Janeiro: FEB, 2007. Cap. I, ítem A Comunidad de los Espíritus Puros, p. 17.
Por lo tanto las incongruencias de Emmanuel no tienen explicación en el Espiritismo, sino como considerarse como una “Opinión Personal” a lo cual el Espiritismo no se hace responsable.
CONCLUSIÓN: “Jesús no fue una excepción espiritual, no era divino, ni tuvo que ver con la creación del Planeta Tierra, no era un “Redentor”, sino un “Mesías Divino” no con el propósito de perdonar pecados, y cuando encarnó, hace 2014 años, era aún un Espíritu Imperfecto o sea un Espíritu Superior y luego pasó a ser un Espíritu Puro y Perfecto, luego de desencarnar la última vez en el año 33 de nuestra era.” la lógica espiritual indica que ese es propósito de la progresión de los Espíritus. Podrás decir que Jesus era perfecto antes de encarnar, pero la lógica espiritual no lo avala. Kardec se expresó en términos de lo importante de la Misión de Jesús, que sin duda era asignada a alguien muy especial, como tambien Allan Kardec lo fue, y el Espiritu de Verdad tambien.
Los Libros Codificados contienen la Palabra de Dios. Según indicado en el Génesis escrito por Allan Kardec: Ítem #10. “Sólo los espíritus puros reciben la misión de transmitir la palabra de Dios”
Emmanuel le dijo a Chico Xavier que “Jesús es una Excepción espiritual”
http://youtu.be/NgUkpMgnYOI
Otro ejemplo de atribuir a Jesús rasgos divinos sin ningún aval espiritual es el siguiente:
"El Benefactor Emmanuel, a su vez, enriqueció nuestros estudios con sorprendentes informaciones sobre el papel desempeñado por Jesús en la conducción de los destinos humanos:
“Rezan las tradiciones del mundo espiritual que en la dirección de todos los fenómenos, de nuestro sistema, existe una Comunidad de Espíritus Puros y Electos por el Señor Supremo del Universo, en cuyas manos se conservan las riendas que dirigen la vida de todas las colectividades planetarias. Esa comunidad de seres angélicos y perfectos, de la cual, es Jesús uno de sus miembros divinos, a que nos fue dado saber, apenas ya se reunieron, en las cercanías de la Tierra, para la solución de problemas decisivos de la organización y de la dirección de nuestro planeta, por dos veces en el curso de los milenios conocidos. La primera, se hizo, cuando el planeta terrestre se desprendía de la nebulosa solar, a fin de que se lanzasen, en el Tiempo y en el Espacio, las balizas de nuestro sistema cosmogónico y los pródromos de la vida en la materia en ignición, del planeta, y la segunda, cuando se decidía la venida del Señor a la Tierra, trayendo a la familia humana la lección inmortal de su Evangelio de amor y redención. (2)
(2) XAVIER, Francisco C. A camino de la luz. Espíritu Emmanuel. 36. ed. Rio de Janeiro: FEB, 2007. Cap. I, ítem A Comunidad de los Espíritus Puros, p. 17.
Nota: El concepto de "Redención", no era el propósito de Jesús cuando encarnó la última vez. Pues Jesús no era “Redentor", ni tampoco el Mesías prometido. Los Espiritistas debemos tener claro que Jesús no vino para redimir a nadie. Eso no está indicado en ninguno de los Libros Codificados. La palabra redención no aparece como cita en ninguno de los Libros Codificados.
La Redención implica el perdón de pecados, y en el Espiritismo, no existen los pecados, sino las faltas cometidas en vidas anteriores y se encarna con el propósito de “expiar” o reparar esas faltas cometidas. La redención seria un atributo divino e invalidaria el proceso "Reencarnatorio", para ser sustituido con la Doctrina Religiosa del Juicio Final, que el Cristianismo defiende.
Los Espíritus no retrogradan, cuando han llegado a la perfección Espiritual. Un Espíritu perfecto no puede reencarnar, según expresado en la Escala Espírita. Por lo tanto Jesús no podría haber encarnado si hubiese sido un Espiritu Puro al momento de Encarnar. Eso claramente nos induce a pensar que el no había llegado aún a la perfección espiritual cuando encarnó. La prueba más concluyente, fue su padecimiento en su expiación.
Jesús sufrió mucho tratando de dar un mensaje a la humanidad, pero el orgullo humano junto a la libertad que otorga el Libre Albedrío, contribuyeron a tratar a Jesús como un vil ladrón que crucificaron.
Jesús un Espíritu Superior, y no era un Espiritu Puro cuando encarnó. Nunca fue una excepción a la regla de evolución Espiritual, como dijo Emmanuel.
Veamos las caracteristicas de un Espiritu Puro según la Escala Espirita, en el Libro de Los Espíritus y cito a continuación.
Primer orden. – Espíritus puros
112. Caracteres generales. – Influencia nula de la materia. Superioridad intelectual y moral absoluta en comparación con los Espíritus de los otros órdenes.
113. Primera y única clase. – Han recorrido todos los grados de la escala y se han despojado de todas las impurezas de la materia. Alcanzaron la suma de la perfección de que es capaz la criatura, razón por la cual ya no habrán de sufrir pruebas ni expiaciones. Como no se encuentran sujetos a la reencarnación en cuerpos perecederos, realizan la vida eterna en el seno de Dios.
Gozan de una dicha inalterable, porque no están sujetos a las necesidades ni a las vicisitudes de la vida material. Con todo, esa dicha no consiste en una ociosidad monótona que transcurre en perpetua contemplación. Son los mensajeros y los ministros de Dios, cuyas órdenes ejecutan para mantener la armonía universal. Dirigen a los Espíritus inferiores a ellos, los ayudan a perfeccionarse y les asignan su misión. Asistir a los hombres en sus padecimientos, incitarlos al bien o a la expiación de las faltas que los alejan de la felicidad suprema, es para ellos una grata ocupación. Se los designa a veces con los nombres de ángeles, arcángeles o serafines. Los hombres pueden entrar en comunicación con ellos, pero muy presuntuoso sería el que pretendiese tenerlos constantemente a sus órdenes.
Progresión de los Espíritus
114. Los Espíritus, ¿son buenos o malos por naturaleza, o mejoran por sí mismos?
“Los Espíritus mejoran por sí mismos: al hacerlo pasan de un orden inferior a otro superior.”
115. Los Espíritus, ¿han sido creados unos buenos y otros malos?
“Dios creó a todos los Espíritus simples e ignorantes, es decir, desprovistos de ciencia. A cada uno le dio una misión con el objetivo de instruirlos y de hacerlos llegar progresivamente a la perfección mediante el conocimiento de la verdad, y para aproximarlos a Él. Para ellos la dicha eterna e imperturbable reside en esa perfección. Los Espíritus adquieren esos conocimientos al pasar por las pruebas que Dios les impone. Algunos aceptan esas pruebas con sumisión y llegan más pronto al objetivo que se les asignó. Otros sólo las sufren con quejas, y así, por su culpa, quedan alejados de la perfección y de la felicidad prometida.”
[115a] – Según esto, en su origen los Espíritus parecen ser como los niños: ignorantes y sin experiencia, aunque poco a poco adquieren los conocimientos que les faltan a medida que recorren las diferentes fases de la vida.
“Sí, la comparación es exacta. El niño rebelde permanece ignorante e imperfecto. Aprende más o menos según su docilidad. Sin embargo, la vida del hombre tiene un término, mientras que la de los Espíritus se extiende hasta lo infinito.”
116. Entre los Espíritus, ¿los hay que quedarán perpetuamente en
las categorías inferiores?
“No, todos llegarán a ser perfectos. Cambian, pero con lentitud, porque como lo hemos dicho en otra ocasión, un padre justo y misericordioso no puede conservar a sus hijos en el destierro por toda la eternidad. ¿Pretenderías acaso que Dios, tan grande, bueno y justo, fuese peor que vosotros mismos?”
117. ¿Depende de los Espíritus apresurar su progreso hacia la perfección?
“Sin duda. Llegan con mayor o menor rapidez según su deseo y su sumisión a la voluntad de Dios. Un niño dócil, ¿no se instruye acaso más rápido que uno reacio?”
118. Los Espíritus, ¿pueden degenerar?
“No. A medida que avanzan comprenden lo que los alejaba de la perfección. Cuando el Espíritu ha concluido una prueba, adquirió el conocimiento de ella y no lo olvida. Puede permanecer estacionario, pero no retrocede.”
119. ¿No podría Dios eximir a los Espíritus de las pruebas que deben sufrir para llegar a la primera categoría?
“Si hubiesen sido creados perfectos no tendrían el mérito para gozar de los beneficios de esa perfección. ¿Cuál sería el mérito si no hubiera lucha? Por otra parte, la desigualdad que existe entre ellos es necesaria para su personalidad. Además, la misión que cumplen en los diferentes grados está dentro de los designios de la Providencia en relación con la armonía del universo.”
Puesto que en la vida social todos los hombres pueden llegar a los primeros puestos, valdría preguntarse por qué el soberano de un país no asciende a general a cada uno de sus soldados, por qué todos los empleados subalternos no llegan a ser funcionarios superiores, o por qué todos los escolares no se convierten en maestros. Ahora bien, hay una diferencia entre la vida social y la vida espiritual: la primera es limitada y no siempre permite ascender todos los grados, mientras que la segunda es ilimitada y deja a cada uno la posibilidad de elevarse al grado supremo.
En este artículo se pretende demostrar que la divinidad de Jesús carece de fundamento bíblico o espiritual.
Comencemos con las citas bíblicas donde el mismo Jesús el Nazareno, indico que el no era DIOS.
Juan 14:16, 24,
16 Y yo rogaré al Padre, y El os dará otro Consolador para que esté con vosotros para siempre; 24El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que oís no es mía, sino del Padre que me envió.
Por lo tanto Jesús mismo dijo que fue el Padre el que lo envió. Si el padre lo envió pues el es diferente al padre que es Dios. Dios es uno solo.
Vea el Vídeo Complementario de este tema:
http://youtu.be/7W_r91lzgJ4
En el Libro de Obras Póstumas de Allan Kardec, hace un análisis de las referencias que en la Biblia se hace de que el Mismo Jesús indico que el era hijo, pero no era Dios.
3. Las Palabras de Cristo, ¿Prueban su Divinidad?
Dirigiéndose a sus discípulos, que disputaban acerca de quién de entre ellos
era el primero, les dijo tomando a un niño y colocándolo a su lado:
“Cualquiera que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió. Porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése es el más grande." (S. Lucas, cap. IX, v. 48).
"El que reciba en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí; y el que a mí me recibe, no me recibe a mí sino al que me envió.". (S. Marcos, cap. IX, v. 37).
Jesús les dijo:
"Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.”. (S. Juan, cap. VIII, v. 42).
Y Jesús les dijo:
"Todavía un poco de tiempo estaré con vosotros, e iré al que me envió." (S. Juan, cap. Vll, v. 33).
“El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí, desecha al que me envió.". (S. Lucas, cap. X, v. 16).
El dogma de la divinidad de Jesús esta fundado en la igualdad absoluta entre su persona y Dios, puesto que es el mismo Dios. Esto es un artículo de fe. Pues bien, estas palabras tan repetidas por Jesús:
El que me envió, atestiguan, no solo la dualidad de las personas, sino que, como hemos dicho, excluyen la igualdad absoluta entre ellas, puesto que el que es enviado esta necesariamente subordinado al que lo envía, y obedeciendo, practica un acto de sumisión. Un embajador, hablando del soberano, dirá: Mi señor, el que me envía: pero si personalmente es el soberano, hablará en nombre propio, y no dirá: El que me envió. Jesús lo dice, empero, en términos categóricos: Yo de Dios salí y vine, y no de mi mismo.
Estas palabras:
El que a mi me desprecia, desprecia a Aquel que me envió, no implican igualdad y menos aun identidad; puesto que, en todos los tiempos, el insulto hecho a un embajador ha sido considerado como hecho al mismo soberano.
Los apóstoles tenían la palabra de Jesús, como Jesús tenía la de Dios; y cuando les dice:
Quien a vosotros oye, a mi me oye, no entendía decir que sus apóstoles y El constituían una sola persona igual en todo.
Por otra parte, la dualidad de personas, lo mismo que el estado secundario y
subordinado de Jesús con respecte a Dios, se desprenden inequívocamente de los siguientes pasajes:
"Mas vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis tentaciones. Y por esto dispongo yo del reino para vosotros, como mi Padre dispuso de él para mí. Para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis sobre tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel". (S. Lucas, cap. XXII, v. 28, 29 y 30).
“Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre.". (S. Juan, cap. VIII, v. 38).“Entonces vino una nube que les hizo sombra, y desde la nube una voz que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd.” (Transfiguración; S. Marcos, cap. IX, v. 6).
"Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y los apartará unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.". (S. Mateo cap. XXV, v. 3I a 34)
“A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos. ". (S. Mateo, cap. X. 32 y 33).
“Os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios; mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. ". (S. Lucas, cap. XII, v, 8 y 9).
“Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y en la del Padre, y de los santos ángeles." (S. Lucas, cap. IX, v. 26).
Hasta parece que, en estos dos últimos pasajes, Jesús coloca por encima de sí a los santos ángeles, que componen el tribunal celeste ante el cual sería él el defensor de los buenos y el acusador de los malos.
“…pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre.". (S. Mateo, capitule XX, 23).
“Y estando juntos los fariseos, Jesús les preguntó, diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David. El les dijo: ¿Pues cómo David en el Espíritu le llama Señor, diciendo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? Pues si David le llama Señor, ¿cómo es su hijo? (Mateo, XXII: 41-45).
Con estas palabras consagra Jesús el principio de la diferencia jerárquica que existe entre el Padre y el Hijo. Jesús podía ser hijo de David por filiación corporal y como descendiente de su raza, por lo cual se cuida de añadir:
“¿Cómo David en espíritu lo llama Señor?" Si hay, pues, una diferencia jerárquica entre el padre y el hijo. Jesús, como hijo de Dios, no puede ser igual a Dios.
El mismo Cristo confirma esta interpretación, y reconoce su inferioridad respecto de Dios en términos que hacen imposible toda duda.
“Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque EL PADRE MAYOR ES QUE YO. ". (San Juan, cap. XIV, v. 28)
“Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Más si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos." (S. Mateo, cap. XIX, v. 16 y 17.-S. Marcos, cap. X, v. 17 y 18. -S. Lucas, .XVIII: 18 y 19).
Jesús no solo no se supuso igual a Dios en ninguna circunstancia, sino que en los anteriores pasajes afirma positivamente lo contrario, considerándose inferior a él en bondad; y declarar que Dios le es superior en poder y cualidades morales, es declarar que no es Dios.
Los siguientes pasajes vienen en apoyo de este aserto, y son tan explícitos como los que preceden
“Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho.". (Juan, capitulo XII, v. 49 y 50)
“Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta. El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia." (Juan, cap. VIl, v. 16, 17 y 18)
"El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.” (Juan, cap XIV, v. 24)
“¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras."(Juan, cap. XIV, v. 10)
“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. (Marcos, cap. XXIV, v. 35 y 36)
"Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo. Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada." (Juan, cap. VIII, v. 28 y 29)
“Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió." (Juan, cap. VI, v. 38)
“Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado." (S. Juan, cap. V, v. 36)
“Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham." (S. Juan, cap. VIII, v. 40)
Desde el momento en que nada hace de sí mismo, que la doctrina que enseña no es suya, sino que la recibió de Dios que le mandó que viniese a darla a conocer; desde el momento en que solo hace lo que Dios le ha dado poder para hacer y que la verdad que enseña la ha aprendido de Dios, a cuya voluntad está sometido, no es el mismo Dios, sino su enviado, su Mesías y su subordinado. Imposible es recusar de un modo más terminante cualquiera asimilación conla persona de Dios, y determinar en más precisos términos su verdadera misión. No son estos pensamientos ocultos con el velo de la alegoría, y que solo a fuerza de interpretación se descubren; es el sentido propio expresado sin ambigüedades. Si se objetase que, no queriendo Dios darse a conocer en la persona de Jesús, nos ha engañado acerca de su individualidad, se podría preguntar en que se funda esa opinión, y quién ha dado autoridad para penetrar en el fondo de su pensamiento y dar a sus palabras un sentido contrario del que expresan. Puesto que, durante la vida de Jesús, nadie lo consideraba como Dios, sino que se le miraba, por el contrario, como un Mesías, le bastaba no haber dicho nada sobre el particular si no quería ser tenido por quien realmente era. De su afirmación espontánea, preciso es concluir que no era Dios, o que, si lo era, dijo voluntaria e inútilmente una cosa falsa.
II - Es digno de notarse que San Juan Evangelista, en cuya autoridad se han apoyado más para establecer el dogma de la divinidad de Cristo, es precisamente el que proporciona los más numerosos y positivos argumentos en contra. De ello puede convencerse cualquiera leyendo los pasajes siguientes, que nada añaden, es cierto, a las pruebas ya citadas, pero que vienen en su apoyo, porque de los mismos resulta evidentemente la dualidad y la desigualdad de personas:
"Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo. Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo." (S. Juan, cap. V, v. 16 y 17).
"Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió. De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. (Juan. cap. V. v. 22 a 27).
“También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto, ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis. (S. Juan, cap. V, v. 37 y 38).
“Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre.". (S. Juan, cap. VIII, v. 16).
"Estas cosas dijo Jesús, y alzando los ojos al cielo dijo: Padre, viene la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti”.
“Como le has dado poder sobre toda carne, para que todo lo que le diste a Él les des a ellos vida eterna. Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti solo Dios verdadero, y a Jesucristo a quien enviaste.”
"Yo te he glorificado sobre la tierra: he acabado la obra que me diste a hacer. Ahora, pues, Padre, glorifícame tú en ti mismo con aquella gloria que tuve en ti, antes que fuese al mundo."
Y ya no estoy en el mundo, mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti; Padre Santo, guarda por tu nombre a aquellos que me diste: para que sean una cosa, como también nosotros.”
"Yo les di tu palabra, y el mundo los aborreció: porque no nacen del mundo, como tampoco yo soy del mundo.”
"Santifícalos con tu verdad. Tu palabra es la verdad. Como tú me enviaste al mundo, también yo los he enviado al mundo. Y por ellos yo me sacrifico a mí mismo, para que ellos sean también santificados en verdad.”
"Mas no ruego tan solamente por ellos, sino también por los que han de creer en mi por la palabra de ellos. Para que sean todos una cosa, así como tu, Padre, en mi, y yo en ti, que también sean ellos una cosa en nosotros; para que el mundo crea que tu me enviaste.”
"Padre, quiero que aquellos que tu me diste estén conmigo en donde yo estoy: para que vean mi gloria que tu me diste porque me has amado antes del establecimiento del mundo.”
"Padre justo, el mundo no te ha conocido, mas yo te he conocido: y estos han conocido que tu me enviaste. Y les hice conocer tu nombre, y se lo haré conocer: para que el amor con que me has amado esté en ellos, y yo en ellos". (S. Juan, cap. XVII v. l, 5, II, 14, 17, 21, 24 y 26).
“Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. ". (S. Juan, cap. X, v. 17 y 18).
“Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. ". (S. Juan, cap. XI, v. 41 y 42).
“No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí. Mas para que el mundo conozca que amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago. Levantaos, vamos de aquí." (San Juan, cap. XIV, v. 30 y 31).
“Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor." (S. Juan, cap. XV, v. 10).
“Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manosencomiendo mi espíritu. Y diciendo esto, expiró". (S. Lucas, cap. XXIII, v. 46).
Puesto que Jesús, al morir, encomienda su Espíritu en manos de Dios, tenía un alma distinta de Dios, sometida a Dios y por lo tanto no era el mismo Dios. Las siguientes palabras revelan cierta debilidad humana, cierto temor a la muerte y a los sufrimientos que tendría que arrostrar, y que contrastan con la naturaleza esencialmente divina que se le atribuye; pero revelan al mismo tiempo una sumisión que es la del inferior al superior.
“Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú. Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad. ". (S. Mateo, cap. XXVI, v. 36 42)"
Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad.
Yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró que si fuese posible, pasase de él aquella hora. Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú.". (S. Marcos, cap. XIV, v. 34, 35 y 36)
“Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.". (Lucas, cap. XXII, v. 40 a 44)
“Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" (Mateo, cap. XXVII. v. 46)
“Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? que traducido es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" (Marcos, cap. XV, v. 34).
Los siguientes pasajes podrían originar alguna incertidumbre, y dar lugar a creer en una identificación de Dios con la persona de Jesús; pero, aparte de que no pueden prevalecer contra los precisos términos de los que preceden, llevan además en sí mismos su propia rectificación.
“Entonces le dijeron: ¿Tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: Lo que desde el principio os he dicho. Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros; pero el que me envió es verdadero; y yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo." (Juan, cap. VIII, v. 25 y 26).
"Lo que me dio mi Padre es sobre todas las cosas, y nadie lo puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos una misma cosa".
Es decir que su padre y él son uno solo por el pensamiento, puesto que él expresa el pensamiento de Dios y tiene su palabra."Entonces los judíos tomaron piedras para apedrearle.
Jesús les respondió:Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre, ¿por cuál obra de ellas me apedreáis? Los judíos le respondieron: No te apedreamos por la buena obra sino por la blasfemia; y porque tu siendo hombre, te haces Dios a ti mismo".
Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, Dioses sois? Pues si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, la escritura no puede faltar. ¿A mí que el padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: que blasfemas, porque he dicho, soy hijo de Dios? Si no hago las obras de mi Padre, no me creéis. Mas si las hago, aunque a mí no me queráis creer, creed a las obras para que conozcáis, que el Padre está en mí, y yo en el Padre". (S. Juan, Cap. X, v. 29 a 38).
En otro capitulo, dirigiéndose a sus discípulos, les dijo:
"En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre y vosotros en mí y yo en vosotros". (S. Juan, capitulo XIV, v. 20).
No ha de deducirse de estas palabras que Dios y Jesús sean uno solo, pues de lo contrario sería preciso deducir de las mismas palabras que Dios y los apóstoles son igualmente uno solo.
A continuación el resume de lo discutido hasta ahora:
Juan 14: 28 y 31,28 Oísteis que yo os dije: "Me voy, y vendré a vosotros." Si me amarais, os regocijaríais porque voy al Padre, ya que el Padre es mayor que yo. 31 pero para que el mundo sepa que yo amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago. Levantaos, vayámonos de aquí.
"Ya que el Padre es mayor que yo",
"Yo amo al Padre",
"el Padre me mando"
Aquí vemos a Jesús mismo hablando al padre como separado de el.
Lucas 18:1919 Jesús le respondió: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios.
"Sino solo uno, Dios". No debe haber duda de las palabras de Jesús. Solo hay un Dios.
Marcos 10:18
18 Y Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios.
"sino sólo uno, Dios". Sin duda solo un Dios, dicho por Jesús.
Mateo 19:17
17 Y El le dijo: ¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Sólo Uno es bueno; pero si deseas entrar en la vida, guarda los mandamientos.
"Solo uno es bueno, Dios", Otra vez jesus dice un solo Dios.
Juan 6:3838 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
"sino la voluntad del que me envió", no dijo que su voluntad por ser Dios, sino la voluntad del que me envio, y el que lo envió era Dios, solo uno.
Lucas 9:4848y les dijo: El que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe a aquel que me envió; porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése es grande.
"Aquel que me envió", refiriéndose a Dios que lo envio.
Juan 8:4040Pero ahora procuráis matarme, a mí que os he dicho la verdad que oí de Dios. Esto no lo hizo Abraham.
"la verdad que oi de Dios, Jesús la oyó de Dios, no menciona que el era Dios.
Juan 7:3333 Entonces Jesús dijo: Por un poco más de tiempo estoy con vosotros; después voy al que me envió.
"después voy al que me envió , O sea que regresaba a Dios, eso indica que el no era Dios.
Mateo 26:39
39 Y adelantándose un poco, cayó sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú quieras .
"Padre mio", "sino como tu quieras", Se refiere al Padre Dios, y Jesús no se incluye como Dios.
En los siguientes versículos de la Biblia encontrarás al mismo Jesús indicando que él no era Dios, que era el hijo e indicó: “el Padre es mayor que yo”, “Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios”, “después voy al que me envió”, “no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió”:
Juan 14:16, 24, 28 y 31, 6:38, 8:40, y Juan 7:33, Lucas 18:19, Marcos 10:18, 19:17, y Mateo 26:39 , Lucas 9:48,
Entonces, Jesús no puede contradecirse. En ningún momento, se proclama como Dios.
El Espiritismo cree en Jesús y en todas sus enseñanzas, pero Jesús no puede ser Dios, pues Dios es solo uno. Evaluemos los atributos de Dios.
¿Cuáles son los Atributos de Dios?:
- Dios es eterno: Si hubiera tenido principio, habría surgido de la nada, o bien hubiera sido creado por un ser anterior a Él. Así, poco a poco, nos remontamos hasta lo infinito y la eternidad.
- Es inmutable: Si Él se hallara sujeto a mudanzas, las leyes que rigen el Universo no poseerían ninguna estabilidad.
- Es inmaterial: Vale decir, que su naturaleza difiere de todo lo que llamamos materia. De lo contrario no sería inmutable, debido a que se encontraría sujeto a las transformaciones de la materia.
- Es único: Si hubiera varios dioses, no existiría ni unidad de propósitos ni unidad de poder en la ordenación del Universo.
- Es todopoderoso: Porque es único. Si no poseyera el soberano poder habría algo más poderoso que Él o tan poderoso como Él. No hubiera creado la totalidad de las cosas, y aquellas que Él no hubiese hecho serían obras de otro dios.
- Es soberanamente justo y bueno: La providencial sabiduría de las leyes divinas se pone de relieve así en las cosas más pequeñas como en las más grandes, y esa sabiduría no permite dudar ni de su justicia ni de su bondad.
Jesús en su condición de humano, no poseía ninguno de estos atributos que solo le pertenecen a Dios.
El Espiritismo enseña que Jesús es un Espíritu Puro y Perfecto, pero no puede ser Dios, Porque Dios es Único
¿Ahora bien de donde sale que Jesús era Dios?
Entiendo que se confunde el término hijo con lo que es ser Dios, Solo existe un Dios de todas las cosas, todopoderoso e inteligencia suprema.
En todo momento Jesús fue palco, nunca jamás se atribuyó ser Dios, solo hizo hincapié sobre el Padre o sea Dios. Tampoco Jesús se refirió al Espíritu Santo como Dios.
El concepto trinitario fue por decreto, y el que no quisiera creerlo en el tiempo que fue institucionalizado a partir del año 325 dc, en el Concilio de NICEA I, se consideraba anatema por consiguiente una herejía. Los que se opusieran se exponían a ser quemados en la hoguera.
Claramente se demuestra que el decir que Jesús era Dios fue por consecuencia de una decisión tomada por los hombres, específicamente, Constantino I, Emperador de Roma, un pagano que no era cristiano y que no lo fue hasta antes de morir, en su lecho de muerte. Tampoco el Espíritu Santo era considerado Dios, sino que en ese Concilio Católico de Nicea, se determinó que “El Espíritu Santo” era Dios. Lo mismo ocurrió con la Reencarnación que fue sustituida por lo que le llaman la Resurrección, que no tiene explicación ni espiritual ni científica.
El Espiritismo ha demostrado que no puede existir un Solo Espíritu Santo, pues todos somos Espíritus Encarnados o Desencarnados y el Alma es Inmaterial. No puede haber un solo Espíritu, y lo de Santo se lo añadió la iglesia Católica, como modo practico de la época. Los Espíritus siempre han existido, y su naturaleza inmaterial, lo cual implica la invisibilidad es lo que ha causado que por tanto tiempo no se pudiera haber percibido la diferencia de un Solo Espíritu Santo versus el darse cuenta que todos somos Espíritus.
No consideres que esto que expreso pueda ser ofensivo o blasfemia, pero no estoy denigrando en modo alguno al Espíritu Santo, sino que se pone en perspectiva espiritual y el Espiritismo explica muy consistentemente el mundo espiritual. Pero si solo se quiere creer lo que se quiso hacer creer por cientos de años, sin mirar la realidad espiritual, siempre estarás engañado de la realidad espiritual.
La Biblia también indica lo siguiente con relación a la condición de Espíritus Puros y perfectos.:
Hebreos 1:14 (Con relación a los Ángeles)
Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (nblh)
14 ¿No son todos ellos espíritus ministradores[a], enviados para servir por causa de los que heredarán la salvación?
Footnotes:
- Hebreos 1:14 O que sirven
Según este pasaje Bíblico los Espíritus Ministradores es una buena descripción de Jesús que es un Espiritu Puro y Perfecto.
Reflexión Final
Deseo que evalúes este escrito desde un punto de vista no prejuiciado por lo que has conocido desde una vision religiosa.
Los Espiritistas amamos a Jesús, pero comprendemos el Mundo Espiritual, y Jesús como un Espiritu Elevado cumplió una gran Misión. Pero de ahí a considerar a Jesús como Dios, no es lo que se contempla en el Mundo Espiritual. No deseo que lo tomes a la ligera, sino que puedas analizar una realidad Espiritual. Todos somos Espíritus, y Jesús es tambien Espiritu, pues solo existe un DIOS.
El Espiritismo reconoce la importancia de Jesús a la humanidad, de hecho los postulados y los pilares del Espiritismo son basados a las enseñanzas de Jesús consignados en los textos Bíblicos. De hecho no existe ninguna Filosofía o inclusive ninguna religión en estos tiempos que respete más a Jesús como lo hace el Espiritismo.
Pero el Espiritismo te presenta una visión espiritual muy lógica y sustentable. El Espiritismo es el Consolador prometido por Jesús, según Reina Valera 1960, para resaltar estos versos Bíblicos.
Juan 14:16-17
Reina-Valera 1960 (RVR 1960)
16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
El Libro de Génesis, escrito y publicado por Allan Kardec en el año de 1868 nos indica lo siguiente con relación al Consolador prometido por Jesús:
27. ¿Por qué Cristo llama Consolador al nuevo mesías? Ese apelativo, significativo y exento de ambigüedad, es una verdadera revelación. Cristo preveía que los hombres necesitarían ser consolados, lo que implica que en la creencia que erigirían no hallarían suficiente consuelo. Nunca fue Cristo más claro y explícito que en sus últimas palabras, a las que pocos prestaron atención, quizá porque temían sacarlas a la luz y profundizar su sentido profético.
42. El Espiritismo posee, además un poder moralizador incalculable en razón de la finalidad que asigna a todas las acciones de la vida y de las consecuencias que nos demuestra respecto a la práctica del bien y del alma. Asimismo nos brinda, en los momentos penosos, gracias a una inalterable confianza en el futuro, fuerza moral, valor y consuelo. El poder moralizador está, también, en la fe de saber que tenemos cerca nuestro a los seres que hemos amado, la seguridad de reencontrarlos y la posibilidad de relacionarnos con ellos.
En resumen: la certeza de que todo lo que hemos hecho o adquirido en inteligencia, conocimientos o moral, hasta el último día de nuestras vidas, no se perderá, nos ayudará a progresar. Vemos, por tanto, que el Espiritismo cumple con todas las promesas de Cristo cuando anunció al Consolador. Y como es el Espíritu de Verdad quien preside este importante movimiento regenerador, la promesa de su llegada se ve plenamente cumplida, ya que él es el verdadero consolador.2
43. Si sumamos a todos estos resultados la rápida e insólita propagación del Espiritismo, a pesar de todo lo que se intenta para destruirlo, no se puede dudar de que su llegada es providencial, ya que triunfa sobre las fuerzas contrarias y la mala voluntad humana. El Espiritismo se basa sólo en el poder de una idea. Sin embargo, es aceptado con facilidad por un gran número de personas, lo que prueba que responde a una necesidad: la de creer en algo después del vacío dejado por una etapa de incredulidad, razón por la que podemos afirmar que llegó en el momento preciso.
Los Libros Codificados nos dan clara luz de la naturaleza de Jesus, de su mensaje a la humanidad, y de sus propósitos al haber encarnado entre los mortales. Tratar de encasilla a Jesus como el Mesías prometido, el "Redentor" de la humanidad, un Dios, como un Espiritu Puro y Perfecto luego de cumplir su misión y no antes al encarnar que fue un Espiritu, no perfecto aun, esta expresado fuera de toda duda.
Pero los religiosos que ven a Jesus como un mesías, un Dios y un redentor, se les unen los Espiritistas que consideran a Jesus, tambien divino y lo veneran aun, todos tienden a presentar a Jesus, no como es en realidad. Jesus es un Espiritu, Puro y Perfecto, es el arquetipo de lo que TODOS debemos emular. Su mensaje consolador y moralizador es lo que Dios se propuso en Jesus. Elevar a Jesus a algo mas que un Espiritu Puro y Perfecto, aun por mismos espiritistas se sale de lo lógico y verdadero. El Espiritismo a través de los Libros Codificados presenta a un Jesus noble, humilde, y como la expresión máxima de Bondad al servicio de un Dios Justo y Bueno. Procuremos divulgar un Espiritismo Consolador, coherente, siguiendo el mensaje de Jesus y el de los Espíritus, y así contribuimos al adelantamiento Espiritual de Toda la Humanidad.
REFERENCIAS PARA ESCRIBIR ESTA REFLEXIÓN
- El Libro de Los Espíritus – Allan Kardec
- El Libro de Obras Póstumas - Allan Kardec
- El Génesis - Allan Kardec
- El Consolador - Chico Xavier
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