Jose Luis de Jesus Miranda, exigía hasta el 80%
Algunas iglesias exigen a sus miembros el 10% de sus ingresos, usando algunos textos bíblicos como base. Y hasta hay quien descaradamente dice que no es un 10%, sino un 30%, incluso el 80% del ingreso bruto. ¿Es correcto, o no?
Entérate hoy.
Los Mercaderes Espirituales de nuestro tiempo, se han ideado formas de exigir a los feligreses de sus iglesias el pago de exorbitantes sumas de dinero, justificando que Dios requiere que cada creyente sostenga sus iglesias y el que no lo haga, está condenado por Dios.
Ninguna justificación espiritual, y todo se hace ante los ojos de los miembros de las iglesias fascinados por sus líderes. Además del llamado “Diezmo” descaradamente se exige ofrendas especiales en cada “Culto”, valiéndose de amenazas de condenación al que no acceda a sus pedidos desmedidos justificándolo con el nombre de Jesús y de requerimiento de Dios. Venden “Milagros”, que no existen, en todas las reuniones, y que se cumplirán esa misma noche, y nunca se cumplen.
Pero no solamente echemos la culpa a los líderes de estas organizaciones, sino a los mismos incautos que aunque no le crean a sus líderes, acceden con propósitos materiales a buscar que sus ofrendas les sean devueltas 100 x 1, otra gran mentira que todos se creen y nunca verifican.
Nunca los milagros de prosperidad económica se cumplen, los mercaderes Espirituales, se llenan los bolsillos del dinero de sus feligreses engañados, y los que se dejan engañar, terminan mas pobres y desgraciados.
El Espiritismo, es contrario al materialismo. Dios no necesita dinero de nadie, los Espíritus tampoco. El mundo espiritual es inmaterial, no se necesita el dinero. El mensaje de Jesús no se vende, se propaga con las acciones y las buenas intenciones.
La justificación de expandir la palabra de Dios al mundo entero, es una falacia que nadie puede probar, y se les dan cheque en blanco a “Mercaderes Espirituales”, que nunca reportan detalles y el mensaje no se expande.
La población del mundo ronda en los 7,200 millones de habitantes de los cuales, el cristianismo ha logrado alcanzar solo 2,200 millones, escasamente un 33%, luego de 2000 años. Todavía 66%, no quieren saber de los Cristianos y la proporción sigue aumentando.
Jose Luis de Jesus Miranda, exigía hasta el 80% |
Entérate hoy.
Génesis 14
La Biblia de las Américas (LBLA)
La Guerra de los Reyes
14 Y aconteció en los días de Amrafel, rey de Sinar, Arioc, rey de Elasar, Quedorlaomer, rey de Elam, y Tidal, rey de Goyim[a], 2 que éstos hicieron guerra a Bera, rey de Sodoma, y a Birsa, rey de Gomorra, a Sinab, rey de Adma, a Semeber, rey de Zeboim, y al rey de Bela, es decir, Zoar. 3 Todos éstos se reunieron como aliados[b] en el valle de Sidim, es decir, el mar Salado. 4 Doce años habían servido a Quedorlaomer, pero en el año trece se rebelaron. 5 Y en el año catorce, Quedorlaomer y los reyes que estaban con él, vinieron y derrotaron[c] a los refaítas en Astarot Karnaim, a los zuzitas en Ham, a los emitas en Save-quiriataim[d], 6 y a los horeos en el monte de Seir hasta El-parán, que está junto al desierto. 7 Entonces volvieron a En-mispat, es decir, Cades, y conquistaron[e] todo el territorio de los amalecitas, y también a los amorreos que habitaban en Hazezon-tamar. 8 Y salió el rey de Sodoma, con el rey de Gomorra, el rey de Adma, el rey de Zeboim y el rey de Bela, es decir, Zoar, y presentaron batalla contra ellos en el valle de Sidim: 9 esto es, contra Quedorlaomer, rey de Elam, Tidal, rey de Goyim[f], Amrafel, rey de Sinar, y Arioc, rey de Elasar; cuatro reyes contra cinco. 10 Y el valle de Sidim estaba lleno de pozos de asfalto; y el rey de Sodoma y el de Gomorra huyeron y cayeron allí. Y los demás huyeron a los montes. 11 Entonces tomaron todos los bienes de Sodoma y Gomorra y todas sus provisiones, y se fueron. 12 Y tomaron también a Lot, sobrino de Abram, con todas sus posesiones, pues él habitaba en Sodoma, y partieron.
Abram libera a Lot
13 Y uno de los que escaparon[g] vino y se lo hizo saber a Abram el hebreo, que habitaba en el encinar[h] de Mamre el amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, y éstos eran aliados de[i] Abram. 14 Al oír Abram que su pariente[j] había sido llevado cautivo, movilizó a sus hombres adiestrados nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y salió en su persecución hasta Dan. 15 Y por la noche, él, con sus siervos, organizó sus fuerzas[k] contra ellos, y los derrotó[l] y los persiguió hasta Hoba, que está al norte[m] de Damasco. 16 Y recobró todos sus bienes, también a su pariente[n] Lot con sus posesiones, y también a las mujeres y a la gente.
Abram y Melquisedec
17 A su regreso después de derrotar[o] a Quedorlaomer y a los reyes que estaban con él, salió a su encuentro el rey de Sodoma en el valle de Save, es decir, el valle del Rey. 18 Entonces Melquisedec, rey de Salem, sacó pan y vino; él era sacerdote del Dios Altísimo[p]. 19 Y lo bendijo, diciendo[q]:
Bendito sea Abram del Dios Altísimo,
creador[r] del cielo y de la tierra;
20 y bendito sea el Dios Altísimo
que entregó a tus enemigos en tu mano.
creador[r] del cielo y de la tierra;
20 y bendito sea el Dios Altísimo
que entregó a tus enemigos en tu mano.
Y le dio Abram el diezmo de todo. 21 Y el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas[s] y toma para ti los bienes. 22 Y Abram dijo al rey de Sodoma: He jurado[t] al Señor, Dios Altísimo, creador[u] del cielo y de la tierra, 23 que no tomaré ni un hilo ni una correa de zapato, ni ninguna cosa tuya, para que no digas: “Yo enriquecí a Abram.” 24 Nada tomaré[v], excepto lo que los jóvenes han comido y la parte de los hombres que fueron conmigo: Aner, Escol y Mamre. Ellos tomarán su parte.
· Abraham da diezmos, del botín de guerra, dió diezmos de eso. Nunca antes o después Abraham dio diezmo de sus bienes. Solo dió diezmo de un botín de guerra. De una guerra contra aquellos reyes con sus trescientos criados, que raptaron a su sobrino Lot, después que arrasaron a Sodoma y Gomorra. No hay que irse a la guerra para dar diezmos del botín, eso es Absurdo.
Génesis 28
La Biblia de las Américas (LBLA)
Jacob enviado a Padán-aram
28 Y llamó Isaac a Jacob, lo bendijo y le ordenó, diciendo: No tomarás mujer de entre las hijas de Canaán. 2 Levántate, ve a Padán-aram, a casa de Betuel, padre de tu madre; y toma de allí mujer de entre las hijas de Labán, hermano de tu madre. 3 Y el Dios Todopoderoso[a] te bendiga, te haga fecundo y te multiplique, para que llegues a ser multitud de pueblos. 4 Y te dé también la bendición de Abraham, a ti y a tu descendencia[b] contigo, para que tomes posesión de la tierra de tus peregrinaciones, la que Dios dio a Abraham. 5 Entonces Isaac despidió a Jacob, y éste fue a Padán-aram, a casa de Labán, hijo de Betuel arameo, hermano de Rebeca, madre de Jacob y Esaú. 6 Y vio Esaú que Isaac había bendecido a Jacob y lo había enviado a Padán-aram para tomar allí mujer para sí, y que cuando lo bendijo, le dio órdenes, diciendo: No tomarás para ti mujer de entre las hijas de Canaán, 7 y que Jacob había obedecido a su padre y a su madre, y se había ido a Padán-aram. 8 Vio, pues, Esaú que las hijas de Canaán no eran del agrado de[c] su padre Isaac; 9 y Esaú fue a Ismael, y tomó por mujer, además de las mujeres que ya tenía, a Mahalat, hija de Ismael, hijo de Abraham, hermana de Nebaiot.
Sueño de Jacob
10 Y salió Jacob de Beerseba, y fue para Harán. 11 Y llegó a cierto lugar[d] y pasó la noche allí, porque el sol se había puesto; tomó una de las piedras del lugar, la puso de cabecera y se acostó en aquel lugar. 12 Y tuvo un sueño, y he aquí, había una escalera apoyada en la tierra cuyo extremo superior alcanzaba hasta el cielo; y he aquí, los ángeles de Dios subían y bajaban por ella. 13 Y he aquí, el Señor estaba sobre ella[e], y dijo: Yo soy el Señor, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac. La tierra en la que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia[f]. 14 También tu descendencia[g] será como el polvo de la tierra, y te extenderás[h] hacia el occidente y hacia el oriente, hacia el norte y hacia el sur; y en ti y en tu simiente serán bendecidas todas las familias de la tierra. 15 He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que vayas y te haré volver a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he prometido[i]. 16 Despertó Jacob de su sueño y dijo: Ciertamente el Señor está en este lugar y yo no lo sabía. 17 Y tuvo miedo y dijo: ¡Cuán imponente[j] es este lugar! Esto no es más que la casa de Dios, y esta es la puerta del cielo.18 Y se levantó Jacob muy de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, la erigió por señal[k] y derramó aceite por encima. 19 Y a aquel lugar le puso el nombre de Betel[l], aunque anteriormente[m] el nombre de la ciudad había sido Luz. 20 Entonces hizo Jacob un voto, diciendo: Si Dios está conmigo y me guarda en este camino en que voy, y me da alimento[n] para comer y ropa para vestir, 21 y vuelvo sano y salvo[o] a casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios. 22 Y esta piedra que he puesto por señal[p] será casa de Dios; y de todo lo que me des, te daré el diezmo.
· Jacob hace un pacto con Dios. Promete el diezmo, estaba chantaje a DIOS. Si tú me das yo te doy, Ni Antes o después Jacob Diezmó, por lo tanto no es fundamento para justificar el Diezmo.
Luego la Ley enseña que Dios instituye el Diezmo solo aplica al pueblo de Israel. No para los Gentiles.
Santiago 2:10
La Biblia de las Américas (LBLA)
10 Porque cualquiera que guarda toda la ley, pero tropieza en un punto, se ha hecho culpable de todos.
· aquí se enseña a la ley como un todo en donde no se puede tomar solo lo que interesa y dejar el resto. Dice si cumplieras toda la ley y omitieras tan solo un punto de la Ley te haces culpable de todos. Por tanto estas bajo la ley o bajo la Gracia del nuevo testamento según la Biblia. Los que se justifican por la ley de la gracia han caído según dijo Pablo.
Si quieres esforzar la Ley, entonces, si se comen mariscos estas desobedeciendo a Dios,
Levítico 11:9-12
La Biblia de las Américas (LBLA)
· 9 “De todos los animales que hay en las aguas, podréis comer éstos: todos los que tienen aletas y escamas en las aguas, en los mares o en los ríos, podréis comer. 10 “Pero todos los que no tienen aletas ni escamas en los mares y en los ríos, entre todo lo que se mueve en las aguas y entre todas las criaturas vivientes que están en el agua, os serán abominación; 11 os serán abominación, no comeréis de su carne y abominaréis sus cadáveres. 12 “Todo lo que en las aguas no tenga aletas ni escamas, os será abominación.
Levítico 17-
La Biblia de las Américas (LBLA)
Más leyes sobre sacrificios
· 17 Entonces habló el Señor a Moisés, diciendo: 2 Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel, y diles: “Esto es lo que el Señor ha ordenado, diciendo: 3 “Cualquier hombre de la casa de Israel que degüelle un buey, un cordero o una cabra en el campamento, o el que lo degüelle fuera del campamento, 4 sin llevarlo a la puerta de la tienda de reunión para presentarlo como una ofrenda al Señor, delante del tabernáculo[a] del Señor, ese hombre será culpable de la sangre[b]. Ha derramado sangre y ese hombre será cortado de entre su pueblo[c]. 5 “Esto es para que los hijos de Israel traigan los sacrificios que sacrificaban en campo abierto, los traigan al Señor a la puerta de la tienda de reunión, al sacerdote, y los sacrifiquen como sacrificios de las ofrendas de paz al Señor. 6 “Y el sacerdote rociará la sangre sobre el altar del Señor a la puerta de la tienda de reunión, y quemará la grasa como aroma agradable al Señor. 7 “Y ya no sacrificarán sus sacrificios a los demonios[d] con los cuales se prostituyen. Esto les será estatuto perpetuo por todas sus generaciones.”
· 8 Entonces les dirás: “Cualquier hombre de la casa de Israel, o de los forasteros que residen entre ellos, que ofrezca holocausto o sacrificio, 9 y no lo traiga a la entrada de la tienda de reunión para ofrecerlo[e] al Señor, ese hombre también será cortado de su pueblo.
Ley acerca de la sangre
· 10 “Si cualquier hombre de la casa de Israel, o de los forasteros que residen entre ellos, come sangre, yo pondré mi rostro contra esa persona que coma sangre, y la cortaré de entre su pueblo. 11 “Porque la vida[f] de la carne está en la sangre, y yo os la he dado sobre el altar para hacer expiación por vuestras almas; porque es la sangre, por razón de la vida[g], la que hace expiación.” 12 Por tanto dije a los hijos de Israel: “Ninguna persona entre vosotros comerá sangre; tampoco comerá sangre ningún forastero que reside entre vosotros.” 13 Y cuando algún hombre de los hijos de Israel o de los forasteros que residen entre ellos, que al cazar capture un animal o un ave que sea permitido comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierra.
· 14 Porque en cuanto a la vida[h] de toda carne, su sangre es su vida[i]. Por tanto, dije a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida[j] de toda carne es su sangre; cualquiera que la coma será exterminado[k]. 15 Y cuando alguna persona, sea nativo o forastero, coma de un animal muerto, o que haya sido despedazado por fieras, lavará sus vestidos y se bañará en agua, y quedará inmundo hasta el atardecer; entonces será limpio. 16 Pero si no los lava o no baña su cuerpo, llevará su culpa[l].
Levítico 17-
La Biblia de las Américas (LBLA)
Más leyes sobre sacrificios
· 17 Entonces habló el Señor a Moisés, diciendo: 2 Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel, y diles: “Esto es lo que el Señor ha ordenado, diciendo: 3 “Cualquier hombre de la casa de Israel que degüelle un buey, un cordero o una cabra en el campamento, o el que lo degüelle fuera del campamento, 4 sin llevarlo a la puerta de la tienda de reunión para presentarlo como una ofrenda al Señor, delante del tabernáculo[a] del Señor, ese hombre será culpable de la sangre[b]. Ha derramado sangre y ese hombre será cortado de entre su pueblo[c]. 5 “Esto es para que los hijos de Israel traigan los sacrificios que sacrificaban en campo abierto, los traigan al Señor a la puerta de la tienda de reunión, al sacerdote, y los sacrifiquen como sacrificios de las ofrendas de paz al Señor. 6 “Y el sacerdote rociará la sangre sobre el altar del Señor a la puerta de la tienda de reunión, y quemará la grasa como aroma agradable al Señor. 7 “Y ya no sacrificarán sus sacrificios a los demonios[d] con los cuales se prostituyen. Esto les será estatuto perpetuo por todas sus generaciones.”
· 8 Entonces les dirás: “Cualquier hombre de la casa de Israel, o de los forasteros que residen entre ellos, que ofrezca holocausto o sacrificio, 9 y no lo traiga a la entrada de la tienda de reunión para ofrecerlo[e] al Señor, ese hombre también será cortado de su pueblo.
Ley acerca de la sangre
· 10 “Si cualquier hombre de la casa de Israel, o de los forasteros que residen entre ellos, come sangre, yo pondré mi rostro contra esa persona que coma sangre, y la cortaré de entre su pueblo. 11 “Porque la vida[f] de la carne está en la sangre, y yo os la he dado sobre el altar para hacer expiación por vuestras almas; porque es la sangre, por razón de la vida[g], la que hace expiación.” 12 Por tanto dije a los hijos de Israel: “Ninguna persona entre vosotros comerá sangre; tampoco comerá sangre ningún forastero que reside entre vosotros.” 13 Y cuando algún hombre de los hijos de Israel o de los forasteros que residen entre ellos, que al cazar capture un animal o un ave que sea permitido comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierra.
· 14 Porque en cuanto a la vida[h] de toda carne, su sangre es su vida[i]. Por tanto, dije a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida[j] de toda carne es su sangre; cualquiera que la coma será exterminado[k]. 15 Y cuando alguna persona, sea nativo o forastero, coma de un animal muerto, o que haya sido despedazado por fieras, lavará sus vestidos y se bañará en agua, y quedará inmundo hasta el atardecer; entonces será limpio. 16 Pero si no los lava o no baña su cuerpo, llevará su culpa[l].
el desobediente debe ser castigado.
Deuteronomy 21:18-23
La Biblia de las Américas (LBLA)
· 18 Si un hombre tiene un hijo terco y rebelde que no obedece a su padre ni a su madre, y cuando lo castigan, ni aun así les hace caso, 19 el padre y la madre lo tomarán y lo llevarán fuera a los ancianos de su ciudad, a la puerta de su ciudad natal[a], 20 y dirán a los ancianos de la ciudad: “Este hijo nuestro es terco y rebelde, no nos obedece, es glotón y borracho.” 21 Entonces todos los hombres de la ciudad lo apedrearán hasta que muera; así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá esto y temerá.
· 22 Y si un hombre ha cometido pecado digno de muerte, y se le ha dado muerte, y lo has colgado de un árbol, 23 su cuerpo no colgará del árbol toda la noche, sino que ciertamente lo enterrarás el mismo día (pues el colgado es maldito de Dios[b]), para que no contamines la tierra que el Señor tu Dios te da en heredad.
Los Pastores que quieren hacer El diezmo como parte de la Ley, deberían cumplí con toda la ley: Aquí si su hijo es un delincuente, hay que llevarlo a la plaza y apedrearlo hasta morir. Pues eso es también parte de la Ley.
Son mandamientos para el pueblo de Israel, no para los demás.
Malaquías 3
La Biblia de las Américas (LBLA)
El día del juicio
· 3 He aquí, yo envío a mi mensajero[a], y él preparará[b] el camino delante de mí. Y vendrá de repente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis; y el mensajero[c] del pacto en quien vosotros os complacéis, he aquí, viene —dice el Señor de los ejércitos. 2 ¿Pero quién podrá soportar el día de su venida? ¿Y quién podrá mantenerse en pie cuando El aparezca? Porque El es como fuego de fundidor y como jabón de lavanderos. 3 Y El se sentará como fundidor y purificador de plata, y purificará a los hijos de Leví y los acrisolará como a oro y como a plata, y serán los que presenten ofrendas[d] en justicia al Señor. 4 Entonces será grata al Señor la ofrenda[e] de Judá y de Jerusalén, como en los días de antaño y como en los años pasados. 5 Y me acercaré a vosotros para el juicio, y seré un testigo veloz contra los hechiceros, contra los adúlteros, contra los que juran en falso y contra los que oprimen al jornalero en su salario, a la viuda y al huérfano, contra los que niegan el derecho del extranjero[f] y los que no me temen[g] —dice el Señor de los ejércitos. 6 Porque yo, el[h] Señor, no cambio; por eso vosotros, oh hijos de Jacob, no habéis sido consumidos[i].
El Pago de los deisms
· 7 Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis estatutos y no los habéis guardado. Volved a mí y yo volveré a vosotros —dice el Señor de los ejércitos. Pero decís: “¿Cómo hemos de volver?” 8 ¿Robará[j] el hombre a Dios? Pues vosotros me estáis robando. Pero decís: “¿En qué te hemos robado?” En los diezmos y en las ofrendas[k]. 9 Con maldición estáis malditos, porque vosotros, la nación entera, me estáis robando[l]. 10 Traed todo el diezmo al alfolí[m], para que haya alimento[n] en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto —dice el Señor de los ejércitos— si no os abriré las ventanas del cielo, y derramaré para vosotros bendición hasta que sobreabunde[o]. 11 Por vosotros reprenderé al devorador, para que no os destruya los frutos del suelo; ni vuestra vid en el campo será estéril —dice el Señor de los ejércitos. 12 Y todas las naciones os llamarán bienaventurados, porque seréis una tierra de delicias —dice el Señor de los ejércitos.
El justo y el injusto
· 13 Vuestras palabras han sido duras contra mí —dice el Señor—. Pero decís: “¿Qué hemos hablado contra ti?” 14 Habéis dicho: “En vano es servir a Dios. ¿Qué provecho hay en que guardemos sus ordenanzas y en que andemos de duelo delante del Señor de los ejércitos? 15 “Por eso ahora llamamos bienaventurados a los soberbios. No sólo prosperan los que hacen el mal, sino que también ponen a prueba a Dios y escapan impunes.”
· 16 Entonces los que temían[p] al Señor se hablaron unos a otros, y el Señor prestó atención y escuchó, y fue escrito delante de El un libro memorial para los que temen[q] al Señor y para los que estiman[r] su nombre. 17 Y ellos serán míos —dice el Señor de los ejércitos— el día en que yo prepare[s] mi tesoro especial[t], y los perdonaré[u] como un hombre perdona al[v] hijo que le sirve. 18 Entonces volveréis a distinguir entre el justo y el impío, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.
En que te hemos robado? En vuestros Diezmos y ofrendas. Malditos soys con maldición porque vosotros la Nación Toda me habéis robado. Se refiere a la nación de Israel no de la Iglesia.
Alfoli _ graneros (
Diezmos era para los Levitas, huérfanos y las viudas.
Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa. No se hablaba de dinero sino en alimentos.
SOLO LOS QUE TUVIERAN TIERRAS Y GANADO TENIAN QUE DIEZMAR, PERO LOS QUE NADA TENIAN NO TENIAN QUE DIEZMAR.
El pastor que hoy utiliza la Biblia para exigir Diezmos, no puede hacerlo al que no tenga Tierras o Ganado. Si aun así te exigen el Diezmo, pues llévale un camión de trigo o el 10% del ganado que tengas.
Según la Biblia lo que se estaba demandado era que hubiese alimento en su casa.
Levítico 27
La Biblia de las Américas (LBLA)
Leyes sobre votos personales
· 27 El Señor habló a Moisés, diciendo: 2 Habla a los hijos de Israel y diles: “Cuando un hombre haga un voto difícil de cumplir, él será evaluado según tu valuación de personas pertenecientes al Señor. 3 “Si tu valuación es de varón de veinte hasta sesenta años, entonces tu valuación será de cincuenta siclos[a] de plata, según el siclo del santuario. 4 “O si es de una mujer, tu valuación será de treinta siclos. 5 “Si es una persona de cinco hasta veinte años, entonces tu valuación será de veinte siclos para un varón y de diez siclos para una mujer. 6 “Pero si son de un mes hasta cinco años, entonces tu valuación será de cinco siclos de plata para el varón, y para la mujer tu valuación será de tres siclos de plata. 7 “Y si son de sesenta años o más, si es varón, tu valuación será de quince siclos, y para la mujer, de diez siclos. 8 “Pero si es más pobre que tu valuación, entonces será llevado delante del sacerdote, y éste[b] lo valuará; según los recursos[c] del que hizo el voto, el sacerdote lo valuará. 9 “Y si es un animal de los que[d] se pueden presentar como ofrenda al Señor, cualquiera de los tales que uno dé al Señor, será sagrado. 10 “No lo reemplazará ni lo cambiará, el bueno por el malo, o el malo por el bueno; pero si cambia un animal por otro animal, entonces ambos, el animal[e] y su sustituto serán sagrados. 11 “Sin embargo, si es algún animal inmundo de la clase que no se puede presentar[f] como ofrenda al Señor, entonces pondrá el animal delante del sacerdote; 12 y el sacerdote lo valuará como bueno o como malo[g]; como tú, el sacerdote, lo valúes, así será. 13 “Pero si alguna vez él lo quiere redimir, él añadirá la quinta parte a tu valuación.
· 14 “Si un hombre consagra su casa como cosa sagrada al Señor, el sacerdote la valuará como buena o como mala[h]; como el sacerdote la valúe, así será. 15 “Pero si el que la consagra quisiera redimir su casa, añadirá a tu valuación la quinta parte del valor de ella; y así será suya.
· 16 “También, si un hombre consagra al Señor parte de las tierras de su propiedad, entonces tu valuación será en proporción a la semilla[i] que se necesite para ella: cada homer[j] de semilla de cebada a cincuenta siclos de plata. 17 “Si consagra su campo durante el año de jubileo, conforme a tu valuación quedará. 18 “Pero si consagra su campo después del jubileo, entonces el sacerdote le calculará el precio en proporción[k] a los años que quedan hasta el año de jubileo, y será rebajado de tu valuación. 19 “Y si el que lo consagra quiere redimir el campo, le añadirá una quinta parte al precio de tu valuación para que pase a su posesión[l]. 20 “Pero si no quiere redimir el campo, y se[m] vende el campo a otro, ya no podrá redimirlo; 21 y cuando quede libre[n] en el jubileo, el campo será consagrado al Señor, como campo dedicado; será para el sacerdote como posesión[o] suya. 22 “Y si consagra al Señor un campo que ha comprado, que no es parte del campo de su propiedad[p], 23 entonces el sacerdote le calculará la cantidad de tu valuación hasta el año de jubileo; y en ese día dará tu valuación como cosa consagrada al Señor. 24 “En el año de jubileo el campo volverá a aquél de quien lo compró, a quien pertenece la posesión de la tierra. 25 “Toda valuación que hagas[q] será conforme al siclo del santuario. Veinte geras son[r] un siclo.
· 26 “Sin embargo, el primogénito de los animales, que por su primogenitura pertenece al Señor, nadie puede consagrarlo; ya sea buey u oveja, es del Señor. 27 “Pero si está entre los animales inmundos, entonces lo redimirá conforme a tu valuación, y le añadirá una quinta parte al valor fijado; pero si no es redimido, será vendido conforme a tu valuación.
· 28 “Sin embargo, cualquier cosa dedicada que alguno separe[s] para el Señor de lo que posee, sea hombre o animal, o campos de su propiedad, no se venderá ni redimirá. Toda cosa dedicada es santísima al Señor. 29 “Ninguna persona que haya sido dedicada como anatema será redimida; ciertamente se le dará muerte.
· 30 “Así pues, todo el diezmo de la tierra, de la semilla de la tierra o del fruto del árbol, es del Señor; es cosa consagrada al Señor. 31 “Y si un hombre quiere redimir parte de su diezmo, le añadirá la quinta parte. 32 “Todo diezmo del ganado o del rebaño, o sea, de todo lo que pasa debajo del cayado, la décima cabeza será cosa consagrada al Señor. 33 “No debe considerar si es bueno o malo, tampoco lo cambiará; si lo cambia, tanto el animal como su sustituto serán sagrados. No podrán ser redimidos.”
· 34 Estos son los mandamientos que el Señor ordenó a Moisés para los hijos de Israel en el monte Sinaí.
Habla de que si de aquello que se acumulaba era tomado o redimido por algún Judío, se tenía que restituir pagando el valor del animal más un 20% del valor redimido.
2 tipos de Diezmos:
Deuteronomio 14:28
Al fin de cada tercer año, sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año y lo depositarás en tus ciudades.Deuteronomio 14:27-29 (in Context) Deuteronomio 14
Al fin de cada tercer año, sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año y lo depositarás en tus ciudades.Deuteronomio 14:27-29 (in Context) Deuteronomio 14
Deuteronomio 26:12
[ Los diezmos de un pueblo consagrado ] Cuando acabes de pagar todo el diezmo de tus frutos en el tercer año, el año del diezmo, entonces lo darás al levita, al forastero, al huérfano y a la viuda, para que puedan comer en tus ciudades y sean saciados.Deuteronomio 26:11-13
[ Los diezmos de un pueblo consagrado ] Cuando acabes de pagar todo el diezmo de tus frutos en el tercer año, el año del diezmo, entonces lo darás al levita, al forastero, al huérfano y a la viuda, para que puedan comer en tus ciudades y sean saciados.Deuteronomio 26:11-13
· Una vez al año, este no era para guardarlo en el Alfolí, o granero, sino para que todo el pueblo en una Fiesta lo disfrutara. Todo el diezmo de un ano se comía por el pueblo una vez al año.
· Cada 3 años se recogía el Diezmo y se dedicaba para los huérfanos y las viudas. Todos los Diezmos era para los Sacerdotes.
· Una vez cada 7 años no se cobraba Diezmos.
Deuteronomio 18:21
La Biblia de las Américas (LBLA)
21 Y si dices en tu corazón: “¿Cómo conoceremos la palabra que el Señor no ha hablado?”
Jesús no tenia que cobrar diezmos, además que nunca lo hizo.
El diezmo solo se relaciona al pueblo de Israel, nunca se ha mensionados que es para la Iglesia (Gracia)
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