No existe ningún mal Espiritu que pueda afectarte, cuando tienes muy claro que con el conocimiento que adquieres con la lectura de los Libros Codificados por Allan Kardec y tu deseo de hacer el bien a los demás, has adquirido el Ascendente Moral necesario para que ningun Espiritu Obsesor pueda ir en tu contra.
No existe la mala suerte, existe la "Superstición", y la maldad mediante la "Superstición", te puede afectar si tu lo crees. Toma poder, cuando lo crees cuando alguien te siembra eso en tu mente. Los Buenos Espíritus no tienen porque temer de los malos Espíritus.
No Existen los Pactos en el Mundo Espiritual, TODO esa superstición te ha engañado y te ha hecho creer que la maldad no se puede detener. Falso de toda falsedad. Dios nos ha permitido conocer a través de la información revelada por los mismos espíritus que existen reglas en el mundo espiritual y que no hay necesidad de sentirse incapaz de vencer y no permitir que ningún mal te afecte.
Con frecuencia esta pregunta es formulada por las personas que se sienten asediadas por la mala suerte y por sufrimientos que no comprende. La Mala Suerte no existe en términos Espirituales, pues cada cual es responsable de sus actos. Dios nos ha otorgado la capacidad y el privilegio de poder decidir por nosotros mismos, haciendo que seamos responsables de nuestros actos.
Por lo tanto ningun mal Espiritu te puede tocar, cuando estas tratando de ser mejor cada día y cuando tienes el permiso de Dios y a tu lado el Espiritu Protector y Guía. Y junto a tu Voluntad es lo que hace que seas irresistible ante ese Espiritu. Entonces, ningun mal espiritu puede ir en tu contra.
Cada cual tiene libre pensar y libre Albedrío.
Eso lo encuentras en el Libro de Los Espíritus en el Ítem #258a:
Elección de las Pruebas...
258. En el estado errante, antes de comenzar una nueva existencia corporal, ¿tiene el Espíritu conciencia y previsión de lo que habrá de sucederle durante la vida?
“Él mismo escoge la clase de pruebas que quiere sufrir. En eso consiste su libre albedrío.”
[258a] – Entonces, ¿no es Dios quien le impone las tribulaciones de la vida como castigo?.
“Nada sucede sin el permiso de Dios, pues es Él quién ha establecido las leyes que rigen el universo. ¡Pregunta, pues, por qué ha hecho tal ley en vez de otra! Al dar al Espíritu la libertad de elegir, Dios le deja la responsabilidad completa de sus actos y de las consecuencias de estos. Nada obstaculiza su porvenir. Puede optar por seguir el camino del bien o el del mal. Pero si sucumbe, le queda un consuelo: no todo terminó para él, pues Dios, en su bondad, le deja la libertad para que recomience lo que hizo mal. Por otra parte, es necesario distinguir lo que es obra de la voluntad de Dios, de lo que es obra de la voluntad del hombre. Sí un peligro os amenaza, no habréis sido vosotros quienes lo crearon, sino Dios. No bastante, vuestra fue la voluntad de exponeros a ese peligro, porque habéis visto en él un medio para vuestro progreso, y Dios lo ha permitido.”
Por lo tanto, somos responsables de nuestros actos, porque tenemos Libre Albedrío.
Las Pruebas las elegimos nosotros mismos desde antes de encarnar, por lo tanto no debemos quejarnos, ni decir que Dios permite que suframos o que DIOS Castiga o Premia.
Estos sufrimientos son relacionados a la presunción que alguien le ha estado haciendo daños espirituales. En ocasiones sospechan hasta del menos indicado, deseándole mal y reaccionando a la defensiva y crea un circulo vicioso, que en realidad no tenía que haber sido como lo pensaba en producto a su ignorancia. La maldad existe, no hay duda y no es a lo que nos vamos a referir en esta reflexión, pues ya he escrito sobre el Bien y el Mal en otro artículo ya publicado.
“Ningún Espíritu puede obsesar a un Espírita de Verdad que tiene Voluntad", que está educando su Espíritu y procura hacer el Bien Común. No es posible que cualquier Espíritu de otra persona Obsesionada, pueda Obsesionar a un Espírita que debe tener compasión y la Caridad en amor.
No se debe limitar el deseo de ayudar a alguien que está obsesionado, por temor a ser atacado por ese espíritu Obsesor. Estamos llamados a moralizar a ese Espíritu Obsesor. [Libro de los Médiums, ítem #249 al #254 (7)]”
No se debe limitar el deseo de ayudar a alguien que está obsesionado, por temor a ser atacado por ese espíritu Obsesor. Estamos llamados a moralizar a ese Espíritu Obsesor. [Libro de los Médiums, ítem #249 al #254 (7)]”
Frank Montañez
_______________________________Con solo tu Voluntad, puedes destruir la Maldad que cualquiera pueda creer te puede hacer.
Ningún Espíritu puede obsesar a un Espirita de Verdad que tiene Voluntad, y que está educando su Espíritu y procura hacer el Bien Común. No es posible que cualquier Espíritu de otra persona Obsesionada, pueda Obsesionar a un Espírita.
Un Espirita debe tener compasión y la caridad en amor. No se debe limitar el deseo de ayudar a alguien que está obsesionado, por temor a ser atacado por ese espíritu Obsesor. Estamos llamados a moralizar a ese Espíritu Obsesor. [Libro de los Médiums, ítem #249 al #254 (7)]”
No Existen los Pactos en el Mundo Espiritual, TODO esa superstición te ha engañado y te ha hecho creer que la maldad no se puede detener. Falso de toda falsedad. Dios nos ha permitido conocer a través de la información revelada por los mismos espíritus que existen reglas en el mundo espiritual y que no hay necesidad de sentirse incapaz de vencer y no permitir que ningún mal te afecte.
Toda esta información la comparto contigo, es tiempo de levantarte, lograr vencer con el poder de la intención cualquier maquinación de maldad en tu contra. El precio es sencillo, la Maldad se logra derrotar realizando el bien, si el Bien Común que es la Moral. Puedes lograr tú felicidad, haciendo las cosas bien. Aprende a que cambiando tu comportamiento, puedes vencer cualquier ataque de maldad de aquellos que sus acciones e intensiones los clasifica como malos, como comportamientos de Espíritus Impuros e Imperfectos.
El Libro de Génesis espiritual, escrito por Allan Kardec, precisamente en el Ítem #21, del capitulo XIV, dice lo siguiente:
21. No cabe duda de que es posible –se dirá– evitar a los hombres a los que se sabe malintencionados. Pero ¿cómo evitaremos la influencia de los Espíritus malos que pululan alrededor nuestro y se insinúan por todas partes sin que los veamos? El medio es muy simple, porque depende de la voluntad del hombre mismo, que lleva en sí la necesaria prevención. Los fluidos se combinan de acuerdo con la semejanza de su naturaleza; los opuestos se repelen; existe incompatibilidad entre los fluidos buenos y los malos, así como entre el aceite y el agua. ¿Qué se hace cuando el aire está viciado? Se procede a su saneamiento, se lo depura destruyendo el foco de los miasmas, expulsando los efluvios malsanos mediante las corrientes más fuertes de aire salubre. Contra la invasión de los fluidos malos es preciso que se opongan los fluidos buenos, y como cada uno tiene en su propio periespíritu una fuente fluídica permanente, todos son portadores del remedio. Sólo se trata de depurar esa fuente y de darle cualidades tales que se constituya en un repelente de las malas influencias, en vez de que sea una fuerza de atracción. El periespíritu, por lo tanto, es una coraza a la que se le debe dar el mejor temple posible. Ahora bien, como sus cualidades se corresponden con las cualidades del alma, es preciso trabajar en su mejoramiento, visto que son las imperfecciones delalma las que atraen a los Espíritus malos.
Las moscas son atraídas por los focos de putrefacción; destruid esos focos, y ellas desaparecerán. Lo mismo sucede con los Espíritus malos, que van hacia donde el mal los atrae; eliminad el mal, y ellos se alejarán. Los Espíritus realmente buenos, encarnados o desencarnados, no tienen nada que temer de la influencia de los Espíritus malos.
Este es un vídeo complementario del tema, El Mal te vence cuando te confabulas con la Maldad y cuando tus acciones e intenciones no es en bien común, como lo es el EGOÍSMO, EL MATERIALISMO, LA LUJURIA, LA SENSUALIDAD, LA CODICIA O LA INTOLERANCIA ENTRE LOS MALES DE LA SOCIEDAD.
El Mal no puede vencer al Bien, Jamás – Soy Espírita
No existe ningún mal que pueda afectarte, con solo tu Voluntad, puedes destruir la Maldad que cualquiera pueda creer te puede hacer. No Existen los Pactos en el Mundo Espiritual, TODA esa superstición te ha engañado y te ha hecho creer que la maldad no se puede detener. Falso de toda falsedad. Dios nos ha permitido conocer a través de la información revelada por los mismos espíritus que existan reglas en el mundo espiritual y que no hay necesidad de sentirse incapaz de vencer y no permitir que ningún mal te afecte.
El Libro de Génesis espiritual, escrito por Allan Kardec, precisamente en el Ítem #21, del capitulo XIV, dice lo siguiente:
21. No cabe duda de que es posible –se dirá– evitar a los hombres a los que se sabe malintencionados. Pero ¿cómo evitaremos la influencia de los Espíritus malos que pululan alrededor nuestro y se insinúan por todas partes sin que los veamos? El medio es muy simple, porque depende de la voluntad del hombre mismo, que lleva en sí la necesaria prevención. Los fluidos se combinan de acuerdo con la semejanza de su naturaleza; los opuestos se repelen; existe incompatibilidad entre los fluidos buenos y los malos, así como entre el aceite y el agua. ¿Qué se hace cuando el aire está viciado? Se procede a su saneamiento, se lo depura destruyendo el foco de los miasmas, expulsando los efluvios malsanos mediante las corrientes más fuertes de aire salubre. Contra la invasión de los fluidos malos es preciso que se opongan los fluidos buenos, y como cada uno tiene en su propio periespíritu una fuente fluídica permanente, todos son portadores del remedio. Sólo se trata de depurar esa fuente y de darle cualidades tales que se constituya en un repelente de las malas influencias, en vez de que sea una fuerza de atracción. El periespíritu, por lo tanto, es una coraza a la que se le debe dar el mejor temple posible. Ahora bien, como sus cualidades se corresponden con las cualidades del alma, es preciso trabajar en su mejoramiento, visto que son las imperfecciones delalma las que atraen a los Espíritus malos.
Las moscas son atraídas por los focos de putrefacción; destruid esos focos, y ellas desaparecerán. Lo mismo sucede con los Espíritus malos, que van hacia donde el mal los atrae; eliminad el mal, y ellos se alejarán. Los Espíritus realmente buenos, encarnados o desencarnados, no tienen nada que temer de la influencia de los Espíritus malos.
Este es un vídeo complementario del tema, El Mal te vence cuando te confabulas con la Maldad y cuando tus acciones e intenciones no es en bien común, como lo es el EGOÍSMO, EL MATERIALISMO, LA LUJURIA, LA SENSUALIDAD, LA CODICIA O LA INTOLERANCIA ENTRE LOS MALES DE LA SOCIEDAD.
Con frecuencia esta pregunta es formulada por las personas que se sienten asediadas por la mala suerte y por sufrimientos que no comprende. La Mala Suerte no existe en términos Espirituales, pues cada cual es responsable de sus actos. Dios nos ha otorgado la capacidad y el privilegio de poder decidir por nosotros mismos, haciendo que seamos responsables de nuestros actos.
Relaciones de ultratumba
274. Los Espíritus de los
diferentes órdenes, ¿establecen entre sí una jerarquía de poderes? ¿Hay entre
ellos subordinación y autoridad?
“Sí, y muy grande. Los Espíritus ejercen unos sobre otros una autoridad que está en relación con su grado de superioridad, y lo hacen por medio de un ascendiente moral irresistible.”
“Sí, y muy grande. Los Espíritus ejercen unos sobre otros una autoridad que está en relación con su grado de superioridad, y lo hacen por medio de un ascendiente moral irresistible.”
[274a] – Los Espíritus
inferiores, ¿pueden sustraerse a la autoridad de los que son superiores a
ellos?
“He dicho que es irresistible.”
“He dicho que es irresistible.”
Por lo tanto ningun mal Espiritu te puede tocar, cuando estas tratando de ser mejor cada día y cuando tienes el permiso de Dios y a tu lado el Espiritu Protector y Guía. Y junto a tu Voluntad es lo que hace que seas irresistible ante ese Espiritu. Entonces, ningun mal espiritu puede ir en tu contra.
Cada cual tiene libre pensar y libre Albedrío.
Eso lo encuentras en el Libro de Los Espíritus en el Ítem #258a:
Elección de las Pruebas...
258. En el estado errante, antes de comenzar una nueva existencia corporal, ¿tiene el Espíritu conciencia y previsión de lo que habrá de sucederle durante la vida?
“Él mismo escoge la clase de pruebas que quiere sufrir. En eso consiste su libre albedrío.”
[258a] – Entonces, ¿no es Dios quien le impone las tribulaciones de la vida como castigo?.
“Nada sucede sin el permiso de Dios, pues es Él quién ha establecido las leyes que rigen el universo. ¡Pregunta, pues, por qué ha hecho tal ley en vez de otra! Al dar al Espíritu la libertad de elegir, Dios le deja la responsabilidad completa de sus actos y de las consecuencias de estos. Nada obstaculiza su porvenir. Puede optar por seguir el camino del bien o el del mal. Pero si sucumbe, le queda un consuelo: no todo terminó para él, pues Dios, en su bondad, le deja la libertad para que recomience lo que hizo mal. Por otra parte, es necesario distinguir lo que es obra de la voluntad de Dios, de lo que es obra de la voluntad del hombre. Sí un peligro os amenaza, no habréis sido vosotros quienes lo crearon, sino Dios. No bastante, vuestra fue la voluntad de exponeros a ese peligro, porque habéis visto en él un medio para vuestro progreso, y Dios lo ha permitido.”
Por lo tanto, somos responsables de nuestros actos, porque tenemos Libre Albedrío.
Las Pruebas las elegimos nosotros mismos desde antes de encarnar, por lo tanto no debemos quejarnos, ni decir que Dios permite que suframos o que DIOS Castiga o Premia.
Estos sufrimientos son relacionados a la presunción que alguien le ha estado haciendo daños espirituales. En ocasiones sospechan hasta del menos indicado, deseándole mal y reaccionando a la defensiva y crea un circulo vicioso, que en realidad no tenía que haber sido como lo pensaba en producto a su ignorancia. La maldad existe, no hay duda y no es a lo que nos vamos a referir en esta reflexión, pues ya he escrito sobre el Bien y el Mal en otro artículo ya publicado.
En esta ocasión trataré de ilustrar lo que los espíritus buenos de nuestra Libros Codificados nos dijeron con relación a este tema. Para lo cual debemos hablar sobre los llamados Influencia oculta de los Espíritus sobre nuestros pensamientos y acciones (Incluye el Mal de Ojo), Pactos, el poder oculto de los Talismanes, los Hechiceros, Bendiciones y Maldiciones.
Esto es objeto de mucha controversia de los que creen y los que no creen en los efectos de estos actos aquí mencionados. Pero mi propósito como siempre es el de educar y ayudar a comprender mejor cómo se comporta el mundo espiritual.
Esto es objeto de mucha controversia de los que creen y los que no creen en los efectos de estos actos aquí mencionados. Pero mi propósito como siempre es el de educar y ayudar a comprender mejor cómo se comporta el mundo espiritual.
Vea el Vídeo Complementario adelante:
Veamos pues, que nos dijeron los Espíritus. Tenemos suficiente información espiritual para que ningún mal espíritu pueda afectarnos, pero hay que entender como está estipulado a través de los libros de La Codificación Espírita.
II.- Influencia oculta de los Espíritus sobre nuestros pensamientos y acciones.
459. ¿Influyen los Espíritus sobre nuestros actos y pensamientos?
- A ese respecto su influjo es mayor de lo que creéis, porque son sobrada frecuencia son ellos los que os dirigen.
460. ¿Tenemos pensamientos que nos son propios y otros que se nos sugieren?
- Vuestra alma es un Espíritu que piensa. No ignoráis que muchos pensamientos os llegan a la vez sobre un mismo asunto, y a menudo muy contrarios los unos de los otros. Pues bien, lo hay siempre vuestros y nuestros. Es eso lo que os pone en la incertidumbre, porque tenéis en vosotros dos ideas que recíprocamente se combaten.
461. ¿De qué manera podemos distinguir los pensamientos propios de aquellos otros que nos son sugeridos?
- Cuando un pensamiento os es inspirado, viene a ser como una voz que os habla. Vuestros propios pensamientos son, por lo general, los que se os ocurren primero. Por lo demás, esa distinción no reviste para vosotros gran interés, y a menudo resulta útil no saberlo, ya que así el hombre obra con más libertad. Si se decide por el bien, lo hace de mejor gana. Si por el contrario, opta por el mal camino, mayor será su responsabilidad.
462. Los hombres de gran inteligencia y aún geniales, ¿toman siempre sus ideas de su propio acervo?
- En ocasiones las ideas les vienen de su propio Espíritu, pero con frecuencia también les son sugeridas por otros Espíritus que los juzgan capaces de comprenderlas y dignos de transmitirlas. Cuando en sí mismos no las encuentran, apelan a la inspiración: es esta una evocación que están haciendo sin sospecharlo.
Si fuese útil que pudiéramos distinguir con claridad nuestros propios pensamientos de aquellos otros que nos son inspirados, Dios nos hubiera proporcionado el medio para hacerlo, así como nos provee el de distinguir el día de la noche. Cuando una cosa permanece en la oscuridad es porque debe ser así para nuestro bien.
463. Se dice a veces que el primer impulso siempre es bueno. ¿Es esto exacto?
- Puede ser bueno o malo, conforme al grado de adelanto del Espíritu encarnado. Es siempre bueno en aquel que escucha las buenas impresiones.
464. ¿Cómo distinguir si un pensamiento que nos es sugerido procede de un Espíritu bueno o de uno malo?
- Estudiad el asunto. Los Espíritus buenos sólo aconsejan el bien. A vosotros cabe distinguir.
465. ¿Con qué propósitos los Espíritus imperfectos nos incitan al mal?
- Para haceros sufrir como ellos sufren.
465 a. ¿Atenúa esto sus padecimientos?
- No, pero lo hacen por envidia de ver a seres más dichosos.
465 b. ¿Qué clase de sufrimientos quieren que experimentemos?
- Los que resultan de ser de un orden inferior y alejado de Dios.
466. ¿Por qué permite Dios que algunos Espíritus nos empujen al mal?
- Los Espíritus imperfectos son instrumentos destinados a probar la fe y constancia de los hombres en el bien. Tú, puesto que eres Espíritu, debes progresar en la ciencia de lo infinito, de ahí que pases por las pruebas del mal para llegar al bien. Nuestra misión consiste en ponerte en el bueno camino, y cuando actúan sobre ti malas influencias es porque tú las llamas con el deseo del mal, por cuanto los Espíritus inferiores acuden a ayudarte en el mal cuando tienes la voluntad de cometerlo: sólo pueden secundarte en el mal cuanto tú así lo quieres. Si sientes inclinación por el crimen tendrás a tu lado una nube de Espíritus que fomentarán en ti ese pensamiento. Por habrá también a tu vera otros que tratarán de influir sobre ti para el bien, lo cual restablece el equilibrio y te deja dueño de escoger. Así deja Dios librada a nuestra conciencia la elección de la ruta que debemos seguir, y la libertad de ceder a una u otra de las influencias opuestas que sobre nosotros se ejercen.
467. ¿Podemos liberarnos del influjo de aquellos Espíritus que incitan al mal?
- Sí, porque no se dedican sino a quienes los solicitan con sus deseos o los atraen con sus pensamientos.
468. Los Espíritus cuya influencia es rechazada por la voluntad del hombre ¿renuncian a sus tentativas?
- ¿Qué otra cosa quieres que hagan? Cuando no pueden obtener nada, ceden. Sin embargo, acechan el instante propicio, como hace el gato con el ratón.
469. ¿Por qué medio se puede neutralizar el influjo de los malos Espíritus?
- Realizando el bien, y poniendo en ello toda vuestra confianza en Dios, rechazaréis la influencia de los Espíritus inferiores y destruiréis el imperio que querrían tener sobre vosotros. Guardaos de prestar oídos a las sugestiones de aquellos Espíritus que despiertan en vosotros malos pensamientos, que fomentan la discordia entre los hombres y excitan en vosotros todas las pasiones viles. Desconfiad, sobre todo, de aquellos que halagan vuestro orgullo, porque os están tomando por vuestro lado débil. He ahí por qué Jesús os hace exclamar en la oración dominical: “Señor, no nos dejéis caer en tentación, mas líbranos del mal”.
470. Los Espíritus que tratan de inducirnos al mal y que de este modo ponen a prueba nuestra firmeza en el bien, ¿han recibido la misión de hacerlo? Y si es una misión la que están cumpliendo ¿les cabe la responsabilidad de ella?
- Ningún Espíritu recibe la misión de hacer el mal. Cuando lo acomete, es por su propia voluntad y, por tanto, sufre sus consecuencias. Dios puede permitirle que lo haga para probaros, pero no se lo ordena, y a vosotros toca rechazarlo.
471. Cuando experimentamos un sentimiento de angustia, de ansiedad indefinible, o de satisfacción interior sin causa conocida, ¿se debe esto únicamente a una disposición física?
- Casi siempre se trata de un efecto de comunicaciones que, sin saberlo, tenéis con los Espíritus, o que habéis mantenido con ellos durante el sueño.
472. Los Espíritus que quieren incitarnos al mal ¿lo hacen aprovechando las circunstancias en que nos hallamos, o a éstas pueden producirlas?
- Aprovechan las circunstancias existentes, pero a menudo también las provocan, empujándoos sin que lo sepáis hacia el objeto de vuestra codicia. Así por ejemplo, un hombre encuentra en su camino una suma de dinero. No creo que sean los Espíritus los que la han dejado en tal lugar, pero sí pueden inspirar al hombre la idea de ir hacia ese lado, y entonces ellos le sugieren que se apropie el dinero, en tanto otros Espíritus le están sugiriendo que lo devuelva a su legítimo dueño. Lo propio ocurre con todas las demás tentaciones.
459. ¿Influyen los Espíritus sobre nuestros actos y pensamientos?
- A ese respecto su influjo es mayor de lo que creéis, porque son sobrada frecuencia son ellos los que os dirigen.
460. ¿Tenemos pensamientos que nos son propios y otros que se nos sugieren?
- Vuestra alma es un Espíritu que piensa. No ignoráis que muchos pensamientos os llegan a la vez sobre un mismo asunto, y a menudo muy contrarios los unos de los otros. Pues bien, lo hay siempre vuestros y nuestros. Es eso lo que os pone en la incertidumbre, porque tenéis en vosotros dos ideas que recíprocamente se combaten.
461. ¿De qué manera podemos distinguir los pensamientos propios de aquellos otros que nos son sugeridos?
- Cuando un pensamiento os es inspirado, viene a ser como una voz que os habla. Vuestros propios pensamientos son, por lo general, los que se os ocurren primero. Por lo demás, esa distinción no reviste para vosotros gran interés, y a menudo resulta útil no saberlo, ya que así el hombre obra con más libertad. Si se decide por el bien, lo hace de mejor gana. Si por el contrario, opta por el mal camino, mayor será su responsabilidad.
462. Los hombres de gran inteligencia y aún geniales, ¿toman siempre sus ideas de su propio acervo?
- En ocasiones las ideas les vienen de su propio Espíritu, pero con frecuencia también les son sugeridas por otros Espíritus que los juzgan capaces de comprenderlas y dignos de transmitirlas. Cuando en sí mismos no las encuentran, apelan a la inspiración: es esta una evocación que están haciendo sin sospecharlo.
Si fuese útil que pudiéramos distinguir con claridad nuestros propios pensamientos de aquellos otros que nos son inspirados, Dios nos hubiera proporcionado el medio para hacerlo, así como nos provee el de distinguir el día de la noche. Cuando una cosa permanece en la oscuridad es porque debe ser así para nuestro bien.
463. Se dice a veces que el primer impulso siempre es bueno. ¿Es esto exacto?
- Puede ser bueno o malo, conforme al grado de adelanto del Espíritu encarnado. Es siempre bueno en aquel que escucha las buenas impresiones.
464. ¿Cómo distinguir si un pensamiento que nos es sugerido procede de un Espíritu bueno o de uno malo?
- Estudiad el asunto. Los Espíritus buenos sólo aconsejan el bien. A vosotros cabe distinguir.
465. ¿Con qué propósitos los Espíritus imperfectos nos incitan al mal?
- Para haceros sufrir como ellos sufren.
465 a. ¿Atenúa esto sus padecimientos?
- No, pero lo hacen por envidia de ver a seres más dichosos.
465 b. ¿Qué clase de sufrimientos quieren que experimentemos?
- Los que resultan de ser de un orden inferior y alejado de Dios.
466. ¿Por qué permite Dios que algunos Espíritus nos empujen al mal?
- Los Espíritus imperfectos son instrumentos destinados a probar la fe y constancia de los hombres en el bien. Tú, puesto que eres Espíritu, debes progresar en la ciencia de lo infinito, de ahí que pases por las pruebas del mal para llegar al bien. Nuestra misión consiste en ponerte en el bueno camino, y cuando actúan sobre ti malas influencias es porque tú las llamas con el deseo del mal, por cuanto los Espíritus inferiores acuden a ayudarte en el mal cuando tienes la voluntad de cometerlo: sólo pueden secundarte en el mal cuanto tú así lo quieres. Si sientes inclinación por el crimen tendrás a tu lado una nube de Espíritus que fomentarán en ti ese pensamiento. Por habrá también a tu vera otros que tratarán de influir sobre ti para el bien, lo cual restablece el equilibrio y te deja dueño de escoger. Así deja Dios librada a nuestra conciencia la elección de la ruta que debemos seguir, y la libertad de ceder a una u otra de las influencias opuestas que sobre nosotros se ejercen.
467. ¿Podemos liberarnos del influjo de aquellos Espíritus que incitan al mal?
- Sí, porque no se dedican sino a quienes los solicitan con sus deseos o los atraen con sus pensamientos.
468. Los Espíritus cuya influencia es rechazada por la voluntad del hombre ¿renuncian a sus tentativas?
- ¿Qué otra cosa quieres que hagan? Cuando no pueden obtener nada, ceden. Sin embargo, acechan el instante propicio, como hace el gato con el ratón.
469. ¿Por qué medio se puede neutralizar el influjo de los malos Espíritus?
- Realizando el bien, y poniendo en ello toda vuestra confianza en Dios, rechazaréis la influencia de los Espíritus inferiores y destruiréis el imperio que querrían tener sobre vosotros. Guardaos de prestar oídos a las sugestiones de aquellos Espíritus que despiertan en vosotros malos pensamientos, que fomentan la discordia entre los hombres y excitan en vosotros todas las pasiones viles. Desconfiad, sobre todo, de aquellos que halagan vuestro orgullo, porque os están tomando por vuestro lado débil. He ahí por qué Jesús os hace exclamar en la oración dominical: “Señor, no nos dejéis caer en tentación, mas líbranos del mal”.
470. Los Espíritus que tratan de inducirnos al mal y que de este modo ponen a prueba nuestra firmeza en el bien, ¿han recibido la misión de hacerlo? Y si es una misión la que están cumpliendo ¿les cabe la responsabilidad de ella?
- Ningún Espíritu recibe la misión de hacer el mal. Cuando lo acomete, es por su propia voluntad y, por tanto, sufre sus consecuencias. Dios puede permitirle que lo haga para probaros, pero no se lo ordena, y a vosotros toca rechazarlo.
471. Cuando experimentamos un sentimiento de angustia, de ansiedad indefinible, o de satisfacción interior sin causa conocida, ¿se debe esto únicamente a una disposición física?
- Casi siempre se trata de un efecto de comunicaciones que, sin saberlo, tenéis con los Espíritus, o que habéis mantenido con ellos durante el sueño.
472. Los Espíritus que quieren incitarnos al mal ¿lo hacen aprovechando las circunstancias en que nos hallamos, o a éstas pueden producirlas?
- Aprovechan las circunstancias existentes, pero a menudo también las provocan, empujándoos sin que lo sepáis hacia el objeto de vuestra codicia. Así por ejemplo, un hombre encuentra en su camino una suma de dinero. No creo que sean los Espíritus los que la han dejado en tal lugar, pero sí pueden inspirar al hombre la idea de ir hacia ese lado, y entonces ellos le sugieren que se apropie el dinero, en tanto otros Espíritus le están sugiriendo que lo devuelva a su legítimo dueño. Lo propio ocurre con todas las demás tentaciones.
Nota de Frank Montañez: "He aquí lo importante que es la Moralización de los Espíritus Obsesores, según el Libro de Los Médiums."
254. Terminaremos este capítulo con las respuestas dadas por los Espíritus a algunas preguntas, viniendo en apoyo de lo que hemos dicho.
5. ¿Pueden combatirse las influencias de los Espíritus malos, moralizándoles?
Sí, esto es lo que no se hace y es lo que no debe olvidarse de hacer, porque a menudo es una tarea que se os ha dado y que vosotros debéis cumplir caritativa y religiosamente. Por sabios consejos puede excitarse al arrepentimiento y activar su adelantamiento.
— ¿Cómo puede un hombre, con relación a esto, tener una influencia que no tienen los mismos Espíritus? Los Espíritus perversos se aproximan más bien a los hombres que procuran atormentar, que a los Espíritus, de los que se alejan todo lo posible. En este contacto con los humanos, cuando encuentran quien los moraliza, en un principio no le escuchan, se ríen; después, si se les sabe conducir, concluyen por dejarse conmover. Los Espíritus elevados no pueden hablarle sino en nombre de Dios, y esto les asusta. El hombre no tiene, ciertamente, más poder que los Espíritus superiores, pero su lenguaje se identifica mejor con su naturaleza, y viendo el ascendiente que puede ejercer en los Espíritus inferiores, comprende mejor la solidaridad que existe entre el Cielo y la Tierra. Por lo demás, el ascendiente que el hombre puede ejercer sobre los Espíritus está en razón de su superioridad moral. No domina a los Espíritus superiores, ni aún a aquellos que, sin ser superiores, son buenos o benévolos, pero puede dominar a los Espíritus que le son inferiores en moralidad. (Véase número 279).
279. El ascendiente sólo se ejerce sobre los Espíritus inferiores por la superioridad moral. Los Espíritus perversos reconocen a los hombres de bien como sus señores; frente a frente de aquellos que no les oponen sino la energía de la voluntad, especie de fuerza brutal, luchan y a menudo son los más fuertes. Uno que quería de este modo dominar a un Espíritu rebelde, por su voluntad, el Espíritu le contestó: Déjame tranquilo con tu aspecto de matamoros; tú, que no vales más que yo, ¿no se diría que un ladrón moraliza a otro ladrón? Nos asombramos de que el nombre de Dios que se invoca contra ellos sea, a menudo, impotente; San Luis ha dado la razón en la respuesta siguiente:
El nombre de Dios no tiene influencia sobre los Espíritus imperfectos sino en la boca de aquel que puede servirse de él con autoridad por sus virtudes; en la boca del hombre que no tuviera sobre el Espíritu ninguna superioridad moral, es una palabra como otra cualquiera. Lo mismo sucede con las cosas santas que se les opone. El arma más terrible es inofensiva cuando está en manos inhábiles para poderse servir de ella o incapaces de llevarla.
5. ¿Pueden combatirse las influencias de los Espíritus malos, moralizándoles?
Sí, esto es lo que no se hace y es lo que no debe olvidarse de hacer, porque a menudo es una tarea que se os ha dado y que vosotros debéis cumplir caritativa y religiosamente. Por sabios consejos puede excitarse al arrepentimiento y activar su adelantamiento.
— ¿Cómo puede un hombre, con relación a esto, tener una influencia que no tienen los mismos Espíritus? Los Espíritus perversos se aproximan más bien a los hombres que procuran atormentar, que a los Espíritus, de los que se alejan todo lo posible. En este contacto con los humanos, cuando encuentran quien los moraliza, en un principio no le escuchan, se ríen; después, si se les sabe conducir, concluyen por dejarse conmover. Los Espíritus elevados no pueden hablarle sino en nombre de Dios, y esto les asusta. El hombre no tiene, ciertamente, más poder que los Espíritus superiores, pero su lenguaje se identifica mejor con su naturaleza, y viendo el ascendiente que puede ejercer en los Espíritus inferiores, comprende mejor la solidaridad que existe entre el Cielo y la Tierra. Por lo demás, el ascendiente que el hombre puede ejercer sobre los Espíritus está en razón de su superioridad moral. No domina a los Espíritus superiores, ni aún a aquellos que, sin ser superiores, son buenos o benévolos, pero puede dominar a los Espíritus que le son inferiores en moralidad. (Véase número 279).
279. El ascendiente sólo se ejerce sobre los Espíritus inferiores por la superioridad moral. Los Espíritus perversos reconocen a los hombres de bien como sus señores; frente a frente de aquellos que no les oponen sino la energía de la voluntad, especie de fuerza brutal, luchan y a menudo son los más fuertes. Uno que quería de este modo dominar a un Espíritu rebelde, por su voluntad, el Espíritu le contestó: Déjame tranquilo con tu aspecto de matamoros; tú, que no vales más que yo, ¿no se diría que un ladrón moraliza a otro ladrón? Nos asombramos de que el nombre de Dios que se invoca contra ellos sea, a menudo, impotente; San Luis ha dado la razón en la respuesta siguiente:
El nombre de Dios no tiene influencia sobre los Espíritus imperfectos sino en la boca de aquel que puede servirse de él con autoridad por sus virtudes; en la boca del hombre que no tuviera sobre el Espíritu ninguna superioridad moral, es una palabra como otra cualquiera. Lo mismo sucede con las cosas santas que se les opone. El arma más terrible es inofensiva cuando está en manos inhábiles para poderse servir de ella o incapaces de llevarla.
Veamos los llamados Pactos, pues mediante pactos o juramentos, el hombre puede verse obligado a ser influenciado por un mal Espíritu. Muchos le llaman Pactos diabólicos, y ya desde el comienzo debemos tener claro que no hay nada de demoníaco ni diabólico, pues el Diablo ni Satanás existen. Son fabulas creadas por el hombre a fin de asustar y manipular las mentes de los seres humanos, para mantenerlos atados a sus conceptos teológicos. Pues lo que si existen son Espíritus Impuros, Inferiores o malos que no están Moralizados.
El Libro de Los Espíritus nos dice, y de hecho es el único libro de la Libros Codificados por Allan Kardec que nos habla sobre los Pactos, veamos:
XI.- De los Pactos...
549. ¿Hay algo de cierto en los pactos con los malos Espíritus?
- No, no existen pactos, sino una índole perversa que simpatiza con los Espíritus malos. Por ejemplo: tú quieres atormentar a tu vecino y no sabes cómo hacerlo. Entonces acudes a Espíritus inferiores que, igual que tú, sólo quieren el mal, y éstos para ayudarte desean que tú les sirvas en sus malos propósitos. Pero no se deduce de ello que tu vecino no pueda desembarazarse de esos Espíritus mediante una conjura contraria y por imperio de su propia voluntad. El que quiere cometer una mala acción por el mero hecho de desearlo apela a los malos Espíritus para que acudan en su ayuda. Está entonces obligado a servirles, como ellos lo han hecho con él, porque también ellos necesitan de él para el mal que quieren cometer. El pacto consiste solamente en esto. La dependencia en que a veces se encuentra el hombre respecto de los Espíritus inferiores procede de su entrega a los malos pensamientos que ellos le sugieren, y no de estipulación alguna entre ellos y él. El pacto, en el sentido vulgar que se concede a esta palabra, constituye una alegoría que describe a un individuo de mala índole simpatizando con Espíritus malévolos.
XI.- De los Pactos...
549. ¿Hay algo de cierto en los pactos con los malos Espíritus?
- No, no existen pactos, sino una índole perversa que simpatiza con los Espíritus malos. Por ejemplo: tú quieres atormentar a tu vecino y no sabes cómo hacerlo. Entonces acudes a Espíritus inferiores que, igual que tú, sólo quieren el mal, y éstos para ayudarte desean que tú les sirvas en sus malos propósitos. Pero no se deduce de ello que tu vecino no pueda desembarazarse de esos Espíritus mediante una conjura contraria y por imperio de su propia voluntad. El que quiere cometer una mala acción por el mero hecho de desearlo apela a los malos Espíritus para que acudan en su ayuda. Está entonces obligado a servirles, como ellos lo han hecho con él, porque también ellos necesitan de él para el mal que quieren cometer. El pacto consiste solamente en esto. La dependencia en que a veces se encuentra el hombre respecto de los Espíritus inferiores procede de su entrega a los malos pensamientos que ellos le sugieren, y no de estipulación alguna entre ellos y él. El pacto, en el sentido vulgar que se concede a esta palabra, constituye una alegoría que describe a un individuo de mala índole simpatizando con Espíritus malévolos.
Comentario de Frank: Según Los Espíritus Superiores, que no hay nada que pueda ser desembarazado mediante el imperio de la voluntad. Por eso es tan importante enfatizar que cada vez que percibas pensamientos negativos, de tristezas, de preocupación excesiva; debes rechazarlos con persistencia. No puedes dejar que hagan nido en tu mente. Entonces, no importa los malos pensamientos o las malas intenciones, no pueden hacer ningún efecto si se entendiera que pudiera hacer efecto, a menos que tu le permitas a esos malos pensamientos hacer nido en tu mente. Por lo tanto al menor indicio recházalos y pide inmediato socorro y permiso a Dios para que encomiende a buenos espíritus a tu auxilio inmediato mediante sus fluidos. Tu voluntad es algo muy importante, pues según los Espíritus tu VOLUNTAD es lo que se necesita para lograr bloquear esas malas influencias. Ahora bien, como estas malas influencias son ocasionadas por malos espíritus esas malas insinuaciones cogen desprovistos a los que no conocen el mundo espiritual, como lo puede ser niños pequeños y hasta las mismas plantas pueden ser afectadas por esos malos pensamientos, pues lo que opera es los fluidos magnéticos ejercidos con todo interés de ocasionar daños. Cuando se aprende que la Voluntad puede ser un escudo, podemos vencer.
Entonces cuando la persona no sabe que esta ocurriendo, esta mala influencia se convierte en una obsesión Como una obsesión deberá entonces tratarse como obsesión espiritual.
¿Qué sentido tienen las leyendas fantásticas según las cuales ciertos individuos habrían vendido su alma al Diablo para obtener de él ciertos favores?
- Todas las fábulas contienen una enseñanza y una moraleja. Vuestro error consiste en que las tomáis al pie de la letra. Esta es una alegoría que puede explicarse así: el que llama en su ayuda a los Espíritus para obtener de ellos bienes de fortuna o cualquier otro favor, está contra la Providencia. Renuncia a la misión que ha recibido y a las pruebas que ha de soportar en la Tierra, y sufrirá las consecuencias de esto en la vida futura. Ello no significa que su alma quede para siempre condenada al infortunio. Pero, puesto que en lugar de desligarse de la materia se hunde cada vez más en ella, las alegrías de que haya gozado en este mundo no las tendrá en el de los Espíritus, hasta que haya expiado su falta con nuevas pruebas, quizá mayores y más aflictivas aún. Debido a su afición a los goces materiales se pone bajo la dependencia de los Espíritus impuros. Entre ellos y él existe un pacto tácito que lo conduce a su perdición, pero que siempre le es fácil romper con la asistencia de los buenos Espíritus, si tiene la firme voluntad de lograrlo.
De manera que queda meridianamente claro que el confabularse con los malos espíritus para obtener favores de cualquier índole y/o de fortuna, lo que hace es ocasionar más faltas que deberán ser expiadas más adelante. Es muy lógico pensar que se quisiera obtener el favor de los espíritus para ganar la lotería y así poder evitar los sufrimientos que provoca la pobreza o la falta de recursos materiales. Ningún buen espíritu se prestará para esos propósitos, entonces lo que queda es continuar con la vida como ha de ser. Cada paso que des con las intensiones nobles de querer superarte y que lo que tiene que fluir en términos materiales debido a tu esfuerzo honesto y esforzado, se deberá cumplir de acuerdo a la Ley del Trabajo.
Por lo tanto, empieza quitando de tu mente que te están haciendo daño y que como reacción lógica debes hacer lo mismo en maldad. Eso te ocasionaría muchos males y faltas que han de acumularse en las faltas cometidas como consecuencia de las causa y efectos.
¿Qué ocurre con los poderes que le concedemos los poderes Ocultos, Talismanes, amuletos, hechiceros?. Veamos lo que dijeron Los Espíritus Superiores:
XII.- Poder oculto. Talismanes. - Hechiceros
551. ¿Puede un hombre ruin, con el concurso de un Espíritu malo que le sea adicto, hacer mal al prójimo?
- No. Dios no lo consentiría.
552. ¿Qué pensar de la creencia en el poder que poseerían ciertas personas, de obrar maleficios?
- Algunas personas tienen un poder magnético muy grande, del que podrán hacer mal uso si su propio Espíritu es malvado, y en tal caso pueden ser secundadas por otros malos Espíritus. Pero no creáis en ese presunto poder mágico, que sólo está en la imaginación de los supersticiosos, los cuales ignoran las verdaderas leyes de la Naturaleza. Los hechos que al respecto se citan han sido acontecimientos naturales mal observados y, en especial, mal comprendidos.
553. ¿Qué efectos pueden tener las fórmulas y prácticas con cuyo auxilio algunas personas pretenden disponer de la voluntad de los Espíritus?
- El efecto consiste en ponerlas en ridículo si proceden de buena fe. En caso contrario, se trata de bribones que merecen un castigo. Todas las fórmulas son imposturas. No existe ninguna palabra mágica, signo cabalístico ni talismán que ejerza alguna acción sobre los Espíritus, por cuanto éstos sólo son atraídos por el pensamiento y no por las cosas materiales.
553 a. ¿No han dictado algunos Espíritus, a veces, fórmulas cabalísticas?
- Sí, tenéis Espíritus que os indican signos, palabras extravagantes, o que os prescriben determinados actos con cuyo concurso hacéis lo que denomináis conjuros. Pero tened plena certeza de que son Espíritus que están mofándose de vosotros y abusan de vuestra credulidad.
554. Aquel que, con razón o sin ella, tiene confianza en lo que llama la virtud de un talismán, ¿no puede, debido a esa confianza, atraer a un Espíritu? Porque entonces el que obra es el pensamiento, y el talismán sólo constituye un signo que ayuda a dirigir el pensamiento.
- Es cierto. Pero la índole del Espíritu atraído depende de la pureza de la intención y de la elevación de los sentimientos. Ahora bien, es raro que, quien sea lo bastante simple para creer en la virtud de un talismán, no se proponga un objetivo más material que moral. En todos los casos, esto pone de relieve una pequeñez una debilidad de ideas que abren las puertas a los Espíritus imperfectos y burlones.
Comentario de Frank: Aquí podemos encontrar el meollo de esto. El propósito de hacer creer que un amuleto, un talismán o una hechicería o mal de ojo pueda tener efecto reside en lo material, o sea objetivos materiales y no espirituales. Por lo tanto todos esos propósitos que son materiales caen fácilmente cuando le oponemos nuestra voluntad y libre albedrío rechazándolos. Seamos amigos, más espirituales y dejemos los pensamientos materiales fuera de nuestras vidas. Debemos elevar nuestro espíritu, si atesoramos esta enseñanza hoy, nos despojaremos de supersticiones que lo que hacen es que nublan la mente y le damos más importancia a lo que espíritus burlones y perversos que se ríen de sus travesuras y de los sufrimientos que ocasionan que lo que en realidad pueden hacer.
555. ¿Qué sentido se debe atribuir a la calificación de hechicero?
- Los que llamáis hechiceros son personas (cuando actúan de buena fe) dotadas de ciertas facultades, como el poder magnético o la doble vista. Y entonces, como quiera que hacen cosas que no comprendéis, las creéis poseedoras de un poder sobrenatural. Vuestros mismos sabios ¿no han pasado con frecuencia por hechiceros, a los ojos de las personas ignorantes?
Comentario de A.K. - El Espiritismo y el magnetismo nos proporcionan la clave de multitud de fenómenos acerca de los cuales la ignorancia ha bordado infinidad de fábulas, en las que los hechos son exagerados por la imaginación. El conocimiento cabal de esas dos ciencias –que sólo forman una, por así decirlo-, al mostrar la realidad de las cosas y su verdadera causa constituye el mejor escudo contras las ideas supersticiosas, porque demuestra lo que es posible y lo que es imposible, lo que está dentro de las leyes naturales y lo que constituye tan sólo una creencia ridícula.
Allan Kardec lo enfatiza, los Espíritas ya sabemos del poder magnético, pues porque nos sorprende tanto que alguien posea el poder magnético, y la doble vista o Clarividencia, pero ya hemos aprendido que si esos llamados hechiceros tratan de utilizar esas capacidades en contra de nosotros, con nuestra voluntad y libre albedrío podremos desboronar sus efectos si alguno, pues lo mas que predomina es la superstición que nubla las mentes y le otorgan el poder que no tienen. Quiero dar un ejemplo. En la antigüedad las estrategias de guerra que utilizaban los generales que no tenían el ejercito, las armas o el poderío militar para derrotar a sus enemigos se basaba en hacer creer que eran numerosos y que estaba muy bien armados. Con frecuencia en el desierto al acercarse a los ejércitos enemigos utilizaban la sorpresa y también la ilusión de que se aproximaban una cantidad mayor de guerreros de lo que verdaderamente eran. Pues enviaban al frente a unos pocos que valiéndose de ramas de árboles atadas a sus caballos levantaban nubes de polvo que hacían creer a los enemigos que un gran ejercito se aproximaba. Esto tenía el propósito de que sus enemigos se rindieran o huyeran despavoridos. Solo una ilusión creada.
Lo mismo en nuestras vidas. Nos hace un efecto desbastador cuando alguien nos dice que tengamos cuidado que nos van hacer una hechicería o un trabajo que nos pueda hacer daño, entonces en vez de correr despavoridos deberíamos apertrecharnos de fe, de voluntad y Libre Albedrío para rechazar esos pensamientos y acudir al que debemos acudir siempre que es Dios mismo, para permiso para que los Buenos Espíritus, que es el verdadero ejercito, nos protejan y nos alivien las preocupaciones que se han creado en nuestra mente como consecuencia de los pensamientos que dejamos que se anidaran.
Se es Espírita, cuando entendiendo el mundo espiritual y sus leyes descansamos en la razón y la lógica de las cosas, que en meras supersticiones que logramos que se hagan realidad, cuando permitimos que entren en nuestras mentes.
556. ¿Poseen de veras, algunas personas, el don de curar por el simple contacto?
- El poder magnético puede llegar a eso cuando es secundado por la pureza de sentimientos y un ardoroso deseo de realizar el bien, porque entonces los Espíritus buenos acuden para ayudar. Pero hay que desconfiar del modo como cuentan las cosas ciertas personas demasiado crédulas o entusiastas, dispuestas siempre a ver prodigios en los hechos más sencillos y naturales. Es menester, también, no fiarse de los relatos interesados que ofrecen quienes explotan en su propio beneficio la credulidad de los demás.
Ahora bien como se deben interpretar las bendiciones y las maldiciones, Elibro de Los Espíritus, también nos ilustra este tema:
XIII.- Bendición y Maldición
557. La bendición y la maldición ¿pueden atraer el bien y el mal, respectivamente, sobre aquellos a quienes van dirigidas?
- Dios no escucha una maldición injusta, y a sus ojos, quien la lanza es culpable. Como tenemos las dos tendencias opuestas –el bien y el mal-, puede haber una influencia momentánea, inclusive sobre la materia. Pero ese influjo sólo se ejerce, en todos los casos, con el permiso de Dios, y como complemento de prueba para el que es objeto de él. Por otra parte, generalmente maldecimos a los malvados y bendecimos a los buenos. La bendición y la maldición jamás pueden apartar a la Providencia del camino de la justicia. La maldición sólo alcanza al maldecido cuando éste es ruin, y la bendición protege únicamente al que la merece. 76
76 Este problema de la bendición y la maldición, así como el de lo prodigioso, que consta en lo parágrafos 528 y 529, ejemplifica de manera positiva la naturaleza racional del Espiritismo, generalmente acusado de supersticioso por lo que ignoran la Doctrina. Pero uno de los puntos más importantes de este capítulo es el que se refiere al instinto, en el párrafo 522. Vemos allí que el concepto espírita de instinto se refiere al recuerdo inconsciente de las pruebas que hemos escogido antes de encarnar. Así pues, la voz del instinto es el presentimiento de los sucesos destacados de la actual existencia. El Espíritu encarnado recibe el aviso interior, mas puede atenderlo o no, según su libre arbitrio. Pero no se confunda este concepto espírita de instinto con el concepto psico-biológico de instinto como necesidad orgánica. Sobre éste véanse los parágrafos 589 y 590. [N. de J. H. Pires.]
528. Una persona mal intencionada arroja contra alguien un proyectil que lo roza sin lesionarlo. ¿Puede un Espíritu benévolo haber desviado de su trayectoria al proyectil?
- Si el individuo no debe ser alcanzado, el Espíritu benévolo le inspirará la idea de darse vuelta, o bien podrá influir en el agresor, de modo que tome mal la puntería; puesto que el proyectil, una vez lanzado, sigue la trayectoria que debe recorrer.
Innumerables ejemplos sobre esto podríamos contar, de manera que los mismos Espíritus Superiores nos indican cómo podemos ser influenciados por los Buenos Espíritus en su virtud de Espíritus Protectores. Entonces, porque no procuras lograr conocer tu Espíritu Protector lo antes posible y además con tu buen comportamiento haciendo el bien común lograrás que tengas unos guardaespaldas a tiempo completo a tu lado ayudándote en las vicisitudes de la vida, y lo más importante, no te cuesta dinero aunque sacrificios de comportamientos que tú los puedes hacer.
529. ¿Qué debemos pensar de las balas encantadas a que se hace referencia en ciertas leyendas, y que alcanzan fatalmente el blanco?
- Imaginación pura. El hombre se aficiona a lo prodigioso, pero no se contenta con las maravillas de la Naturaleza.
529 a. Los Espíritus que dirigen los acontecimientos de la vida ¿pueden ser contrarrestados por Espíritus que quisieran obtener lo opuesto?
- Lo que Dios quiera, así debe ser. Si hay un retraso o un impedimento, es por su voluntad.
Ahora veamos los presentimientos, como estos son relacionados a nuestro diario vivir. Continuamos con el Libro de Los Espíritus:
VII.- Presentimientos
522. ¿Es siempre el presentimiento una advertencia del Espíritu protector?
- El presentimiento es el consejo íntimo y oculto de un Espíritu que os quiere bien. Está asimismo en la intuición de la elección que se ha hecho. Es la voz del instinto. Antes de encarnar, el Espíritu tiene conocimiento de las principales fases de su existencia, esto es, del género de pruebas a las que se compromete. Cuando éstas poseen un carácter evidente, guarda de ellas en su fuero interno una especie de impresión, y esa impresión, que constituye la voz del instinto, al revelarse cuando se acerca el instante, se convierte en presentimiento.
523. Los presentimientos y la voz del instinto presentan siempre cierta vaguedad: ¿qué debemos hacer, pues, ante la incertidumbre?
- Cuando estés incierto, invoca a tu Espíritu bueno, o ruega a Dios, Nuestro Señor, que te envíe uno de sus mensajeros, uno de nosotros.
524. Las advertencias de nuestros Espíritus protectores ¿tienen por único objeto el comportamiento moral, o se relacionan también con la conducta a seguir en las cosas de la vida privada?
- Ellos procuran de que viváis lo mejor posible. Pero a menudo cerráis los oídos a las advertencias saludables y sois infortunados por vuestra propia culpa.
Los Espíritus protectores nos ayudan con sus consejos mediante la voz de la conciencia, a la que hacen hablar en nosotros. Pero, como no siempre le concedemos la importancia precisa, los Espíritus nos proporcionan consejos más directos, sirviéndose para ello de las personas que nos rodean. Examine cada cual las diversas circunstancias, dichosas o desgraciadas, de su vida, y verá que en muchas ocasiones ha recibido consejos que no siempre aprovechó y que le hubiesen ahorrado bastantes disgustos si los hubiera atendido.
En el Libro de Los Médiums nos encontramos con Los Mediums de Presentimientos veamos,
184. El presentimiento es una intuición vaga de las cosas futuras. Ciertas personas tienen esta facultad más o menos desenvuelta; pueden deberla a una especie de doble vista que les permite entrever las consecuencias de las cosas presentes y la filiación de los acontecimientos; pero a menudo, también en el hecho de comunicaciones ocultas, y en este caso, sobre todo, es cuando podemos dar el nombre de médiums de presentimientos a los que están dotados de ella y son una variedad de los Médiums Inspirados.
Médiums de presentimientos: personas que en ciertas circunstancias tienen una vaga intuición de las cosas futuras vulgares. (Num. 184).
Médiums proféticos: variedad de los médiums inspirados o de presentimientos; reciben con el permiso de Dios y con más precisión que los médiums de presentimientos la revelación de las cosas futuras de un interés general, y que están encargados de hacer conocer a los hombres para su instrucción.
Si hay verdaderos profetas hay muchos más de falsos, que toman los sueños de su imaginación por revelaciones, cuando no son embrollones que se hace pasar por tales por ambición. (Véase El libro de los Espíritus, número. 624, “Caracteres del verdadero profeta”).
624. ¿Cuál es la característica del auténtico profeta?
- El profeta verdadero es un hombre de bien inspirado por Dios. Se puede reconocerlo en sus palabras y en sus actos. Dios no puede servirse de los labios del mentiroso para enseñar la Verdad.
625. ¿Cuál ha sido el arquetipo más perfecto que Dios haya otorgado al hombre para servirle de guía y modelo?
- Ved a Jesús.
Comentario de A.K.: Es Jesús para el hombre el arquetipo de la perfección moral a que puede aspirar la humanidad en la Tierra. Dios nos lo ofrece como el modelo más perfecto, y la doctrina que ha enseñado es la más pura expresión de su ley, porque estaba animado del Espíritu divino y fue el Ser más puro que haya aparecido en la Tierra. Si algunos de los que pretendieron instruir al hombre en la ley de Dios han hecho que en ocasiones aquél se extraviara con falsos principios, esto ha sido porque se dejaron dominar ellos mismos por sentimientos demasiado terrenales y por haber confundido las leyes que rigen las condiciones de la vida del alma con aquellas otras que regulan la existencia del cuerpo. Muchos han presentado como leyes divinas lo que no era otra cosa que leyes humanas, creadas para servir a las pasiones y dominar a los hombres.
Muchos se comunican indicándome que los malos espíritus les ordenan hacer tal o cual cosa con amuletos collares o sea talismanes como hemos mencionado. Que desean salirse de eso, pero que estos malos Espíritus les amenazan con que los van a matar o les van hacer mucho daño físico si los abandonan.
Mi contestación ha sido en términos de que si has decidido caminar hacia la Moral o Bien Común, todos esos artefactos de malicia deben desaparecer de tu vida. No se puede jugar en dos aguas, si tu decisión es seria en cambiar hacia el bien, desecha y destruye todo eso que te atrasa espiritualmente. No deberás tener ningún temor, porque el Mal nunca podrá vencer el Bien.
Pero debes ser firme en la decisión, pues si caminas en lo oculto con la maldad o por solo tenerle miedo y en lo que aparenta ser el bien, ocurrirá lo siguiente: los Buenos Espíritus no estarán a tu lado para apoyarte, porque eres un falsa persona y los Malos Espíritus estarán zarandeándote y ocasionándote tropiezos a su antojo y sin respeto a ti. Muchos desean cambiar sus vidas y deciden dar una cara de que les gusta la Filosofía Espírita, pero en lo oculto siguen sirviéndoles a los malos espíritus por temor a sus amenazas. Muchos piensan que ellos se irán a medida que la persona se va moralizando y nada mas contrario a la verdad que ese pensamiento, pues lo que se hace es ni uno no lo otro, serás un espíritu encarnado Neutro que esta catalogado como espíritu impuro en nuestra Filosofía Espírita.
Decide por tu vida, deja atrás todo lo que tiene que ver con los espíritus impuros o inferiores, se firme y rechaza todo mal pensamiento. Eso incluye en no frecuentar esos lugares impregnados de malos espíritus, pues al estar en esos entornos los buenos espíritus no estarán contigo y estarás a expensas de ellos nuevamente.
Te aseguro, hermano y amigo, que haciendo el Bien lograrás atajar a los malos y alcanzaras la felicidad y tranquilidad que tanto añoras. Pero no juegues con los Espíritus, porque estarás a expensas de los malos y serás presa fácil pues la influencias de estos malos espíritus lograrán obsesiones fascinantes y subyugantes que afectaran tu vida. Solo tu Libre Albedrío, Voluntad firme junto a la ayuda de los buenos espíritus es que podrás vencer cualquier adversidad.
07/281/15
REFERENCIAS PARA ESCRIBIR ESTA REFLEXIÓN
- El Evangelio Según El Espiritismo, Allan Kardec
- El Libro de Los Espíritus, Allan Kardec
- Obras Póstumas, Allan Kardec
- Génesis – Allan Kardec
- El Cielo Y el Infierno – Allan Kardec
- El Libro de Los Médiums – Allan Kardec
Frank Montañez
Director de la Página
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Si me mencionas o no, no es importante para mí, pero sí; es una falta el atribuirte que la información publicada es de tu autoría al no hacer mención alguna del autor original, si no das el crédito al que originalmente lo creo, eso es propiedad intelectual y al no dar el crédito, constituye una falta de moralidad. Recomiendo que añadas al final de tu reflexión algo así:
Partes de esta reflexión ha sido tomada de un artículo publicado por Frank Montañez de “Soy Espírita” en su blog: www.soyespirita.blogspot.com
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Eso evitarás que actúes mal sin quererlo hacer, de eso se trata la Educación Espírita.
Los siguientes enlaces te conducen a estos temas ya publicados para ayudarte en tu desarrollo de educación espiritual:
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