Hoy recibí la información
de quien fue El Sacerdote Catolico, Enrique María Duluc de Venezuela. La información
me llegó a través de Sergio Andres Mazo
Quintero, amigo de Colombia. Es entonces que merece esta información una reflexión
seria, pues los Espiritistas no debemos creernos que los religiosos, no sean capaz
de chocar con las creencias del Espiritismo y establecer una convicción sincera.
Esta historia, es una gran lección para los que creen que los sacerdotes no pueden aceptar el Espiritismo. Esta bella Filosofía, debido a sus enseñanzas, nadie con buen juicio, y con un Espíritu encarnado, que aspira a continuar el camino del bien común, pueda dejar pasar la oportunidad de enamorarse del Espiritismo.
Esta historia, es una gran lección para los que creen que los sacerdotes no pueden aceptar el Espiritismo. Esta bella Filosofía, debido a sus enseñanzas, nadie con buen juicio, y con un Espíritu encarnado, que aspira a continuar el camino del bien común, pueda dejar pasar la oportunidad de enamorarse del Espiritismo.
A continuación
comparto la información del Monseñor Enrique María Duluc, ya fallecido o
desencarnado:
“Mons. Enrique
María Dubuc El 22 de junio de 1962 desencarnó en Madrid, el espiritista
venezolano y Obispo Católico, Mons. Dr. Enrique María Dubuc. “Entre los países
que registra la Historia del Espiritismo, como cuna y escenario de alguno de
estos apóstoles, se cuenta Venezuela. Uno de sus más ilustres hijos, el Obispo
Monseñor Dr. Enrique María Dubuc, nació en Betijoque, un pueblo de los Andes
venezolanos, en 1886. Tres años antes había sido fundado en Quisiro, el primer
grupo espírita del país. Consagrado sacerdote católico en 1912, hizo una
brillante carrera eclesiástica… Sacerdote, Obispo, orador insigne, escritor
afamado, amigo cordial y benefactor de la comunidad donde habitaba, Monseñor
Dubúc es una estrella de primera magnitud en su Patria. Sin abandonar su
condición eclesiástica, se hizo espiritista y publicó en el diario “El
Nacional”, de Caracas, el 31 de octubre de 1960, un artículo notable, verdadero
testimonio de su calidad de espiritista, que ha resultado ser la más notable
contribución de Venezuela al Espiritismo” (Matos Romero, 1983: 129) “Nadie
conquistó a Mons. Dubuc para el Espiritismo. El solo fue viendo las luces que
se aparecían en su camino. Otros clérigos habrán sentido cómo la Verdad llamó a
sus corazones, y otros oirán el llamado después. Pero esperamos que algunos de
ellos, cuando reaccionen, lo hagan con dignidad y el respeto con que lo hizo
Mons. Enrique María Dubuc. Como él, debemos ser cautos ante los errores, o la
ignorancia de quienes no quieren o no pueden ver la Verdad…. Es tanto lo que
gana el Espiritismo cuando una inteligencia como Mons. Dubúc acepta esta
Ciencia, que es de tontos empeñarse en querer convencer a todo el mundo, para
que digan que son espiritistas, aunque esas montoneras sólo vayan a engrosar lo
que el Obispo Dubuc llamó “el Espiritismo imprudente”; ese otro Espiritismo,
que no es Espiritismo, y que tanto daño le ha hecho a nuestra Ciencia, a
nuestra Doctrina y a nuestro Movimiento”. Tratemos, pues, de ser dignos del
acto de valor de este eminente prelado que es uno de nuestros grandes símbolos”
(Matos Romero, 1983; 145).
Carta de Dubuc al
Sr. Chacín: “Apreciado señor: A su primera pregunta: ¿Cree Ud., en la
Reencarnación y por qué?
contesto: Yo no creo sino en lo que no veo; pero como la Reencarnación es un hecho palpable, no creo, sino que la afirmo. La Reencarnación es una idea práctica admitida, desde hace miles de siglos, por todas las humanidades que han existido. Es una verdad tan grande como el mundo. Y un argumento irrebatible para probar la Justicia Universal de nuestro Buen Dios. La enseñaron y profesaron los antiquísimo hindúes, egipcios, caldeos, persas, etc. La han enseñado todos los Grandes Maestros que Dios ha enviado en distintas épocas desde Krishna, Buda, Lao Tse, hasta Jesús. Este mismo lo dejó bien claro en el Evangelio. Los primeros cristianos profesaban la Reencarnación en los primeros siglos; pero los Directores Cristianos, ya imbuidos por ideas judías, trataron de arrancarla de la conciencia de las multitudes cristianas, porque se oponía a los falsos dogmas del diablo, del infierno y del purgatorio.
Estos últimos son también conceptos extraídos de antiquísimas creencias hebreas. ¿Por qué admito la Reencarnación?
Porque es racional, es consoladora y explica las aparentes injusticias humanas.
A la segunda pregunta suya:
¿Qué es el Espiritismo? ...
el Espiritismo es una doctrina, una Ciencia muy nueva y moral, no es una religión; pero se roza con ideas religiosas y las explica. El Espiritismo que usted quizás conoce, no le da la idea precisa de lo que es la Ciencia Espírita. Aquí en Venezuela hay muchísimos espiritistas, pero ninguno que sepa prácticamente lo que es el Espiritismo.
A su tercera pregunta: ¿Es cierto que las almas se comunican cuando necesitan algo a son evocadas? Respondo: Las almas no tienen las necesidades que muchos en la tierra suponen. Las almas al desprenderse del cuerpo físico, necesitan luz espiritual que se les pueda dar con amor, buenas intenciones, buenos pensamientos y, principalmente, haciendo mucha verdadera caridad al prójimo necesitado. Todo por amor a Dios. Prácticamente me consta que las obras buenas hechas en la Tierra, por Amor a Dios, y destinadas a ayudar ciertos espíritus, son eficaces. En cambio, las velas, las flores y demás actos externos que se hacen aquí en la Tierra, no les aprovechan en nada. La evocación no siempre es real: muchas veces fingen ser espíritus o almas desencarnadas, los mismos médium que son pícaros. Otras veces se presentan espíritus embusteros, burlones, que hay miles y miles. Por consiguiente, no siempre es segura la aparición auténtica de un alma o espíritu necesitado. No hay criterio objetivo cierto para conocer a un espíritu embustero y distinguirlo de otro. Eso depende de la inteligencia, honorabilidad y experiencia del operador. De modo que yo le aconsejo a Ud. Ser desconfiado.
Bien, mi amigo, creo haberlo complacido. Lamento tener tanto trabajo.
contesto: Yo no creo sino en lo que no veo; pero como la Reencarnación es un hecho palpable, no creo, sino que la afirmo. La Reencarnación es una idea práctica admitida, desde hace miles de siglos, por todas las humanidades que han existido. Es una verdad tan grande como el mundo. Y un argumento irrebatible para probar la Justicia Universal de nuestro Buen Dios. La enseñaron y profesaron los antiquísimo hindúes, egipcios, caldeos, persas, etc. La han enseñado todos los Grandes Maestros que Dios ha enviado en distintas épocas desde Krishna, Buda, Lao Tse, hasta Jesús. Este mismo lo dejó bien claro en el Evangelio. Los primeros cristianos profesaban la Reencarnación en los primeros siglos; pero los Directores Cristianos, ya imbuidos por ideas judías, trataron de arrancarla de la conciencia de las multitudes cristianas, porque se oponía a los falsos dogmas del diablo, del infierno y del purgatorio.
Estos últimos son también conceptos extraídos de antiquísimas creencias hebreas. ¿Por qué admito la Reencarnación?
Porque es racional, es consoladora y explica las aparentes injusticias humanas.
A la segunda pregunta suya:
¿Qué es el Espiritismo? ...
el Espiritismo es una doctrina, una Ciencia muy nueva y moral, no es una religión; pero se roza con ideas religiosas y las explica. El Espiritismo que usted quizás conoce, no le da la idea precisa de lo que es la Ciencia Espírita. Aquí en Venezuela hay muchísimos espiritistas, pero ninguno que sepa prácticamente lo que es el Espiritismo.
A su tercera pregunta: ¿Es cierto que las almas se comunican cuando necesitan algo a son evocadas? Respondo: Las almas no tienen las necesidades que muchos en la tierra suponen. Las almas al desprenderse del cuerpo físico, necesitan luz espiritual que se les pueda dar con amor, buenas intenciones, buenos pensamientos y, principalmente, haciendo mucha verdadera caridad al prójimo necesitado. Todo por amor a Dios. Prácticamente me consta que las obras buenas hechas en la Tierra, por Amor a Dios, y destinadas a ayudar ciertos espíritus, son eficaces. En cambio, las velas, las flores y demás actos externos que se hacen aquí en la Tierra, no les aprovechan en nada. La evocación no siempre es real: muchas veces fingen ser espíritus o almas desencarnadas, los mismos médium que son pícaros. Otras veces se presentan espíritus embusteros, burlones, que hay miles y miles. Por consiguiente, no siempre es segura la aparición auténtica de un alma o espíritu necesitado. No hay criterio objetivo cierto para conocer a un espíritu embustero y distinguirlo de otro. Eso depende de la inteligencia, honorabilidad y experiencia del operador. De modo que yo le aconsejo a Ud. Ser desconfiado.
Bien, mi amigo, creo haberlo complacido. Lamento tener tanto trabajo.
19:52
Al recibir esta información,
he llorado de alegría, con este contenido. Dios se acuerda de todos. Gracias
por compartir esto tan admirable. Creo menester publicar esto. Gracias, por
comunicarte.