Espíritu de Verdad..
Todos tenemos nuestro "Guía Espiritual", o nuestro "Ángel Guardián" como le llamaba Allan Kardec o nuestro "Espíritu Protector y Guía" como yo le llamo, y Allan Kardec no podía ser una excepción a ésta regla Espiritista.
El siguiente es el enlace de éste contenido sobre quién era el Espíritu de Verdad... que era también el Espíritu Protector y Guía de Allan Kardec...
2/24/16, 12/19/20, 6/15/23
He podido observar que muchos hablan sin pruebas que Allan Kardec no era Médium. Éste es un gran error diseminado entre los Espiritualistas que no tienen muy claro la definición de lo que es un Médium en el Espiritismo Verdadero Moralizador y el Consuelo de los afligidos al Mundo.
Es incorrecto decir éso, porque las comunicaciones Mediúmnicas de Allan Kardec eran, precisamente con su Espíritu Protector y Guía, el Espíritu de Verdad.
Además, las enseñanzas del Espiritismo Moralizador y Consolador al Mundo son en que TODOS somos Médiums. La biografia de Allan Kardec, nos deja meridianamente claro, que sí Él, Allan Kardec se comunicaba con el Espíritu de Verdad.
Veamos la biografia de Allan Kardec... https://soyespirita.blogspot.com/p/allan-kardec.html
Les comparto además el tema acerca de los Médiums que ya he publicado:
ACERCA DE LOS MÉDIUMS...
– Médiums de efectos físicos. – Personas eléctricas. – Médiums sensitivos o
impresionables. – Médiums auditivos. – Médiums parlantes. – Médiums
videntes. – Médiums sonámbulos. – Médiums curativos. – Médiums pneumatógrafos.
En Ítem #159, del libro de los Médiums dice:
"Toda persona que siente, con mayor o menor intensidad, la influencia de los Espíritus es Médium. Ésa facultad es inherente al hombre, de modo que no constituye un privilegio exclusivo, y son pocos los que no poseen algunos rudimentos de ella. Por consiguiente, se puede decir que todas las personas, poco más o menos, son Médiums. Sin embargo, en la práctica, ésa calificación sólo se aplica a aquéllos en quienes la facultad mediúmnica está netamente caracterizada y se pone de manifiesto mediante efectos patentes, cuya intensi-
dad es indudable, lo que depende de una organización (36) más o menos sensitiva. Hay que señalar, además, que ésta facultad no se revela en todos de la misma manera. Por lo general, cada Médium tiene una aptitud especial para tal o cuál orden de fenómenos, de modo que existen tantas variedades de
médiums como especies de manifestaciones. Los principales son: médiums de efectos físicos, médiums sensitivos o impresionables, médiums auditivos, médiums parlantes, médiums
videntes, médiums sonámbulos, médiums curativos, médiums pneumatógrafos, médiums escribientes o psicógrafos.
En resumen todos somos Mediums...
Espiritualista no es lo mismo que ser Espírita o ser Espiritistas. El ESPIRITUALISTA es considerado en el Espiritismo como uno que no tiene DIGNIDAD INTERIOR, no practica la RESIGNACIÓN, y no tiene la necesidad de elevarse hacia DIOS, porque lo han olvidado y no lo comprenden, lo cual los convierte en criaturas INGRATAS:
Libro de Los Médiums, Capitulo XXXI, sección III, veamos como los Espíritus se encargaron de describir y dar la deficion de lo que es un Espiritualista en el Espiritismo, y lo que, tambien dice el Libro de Génesis, el original Francés ; J.J. ROUSSEAU.
Lo interesante de esta reflexión no es solamente que Allan Kardec, también tenía su "Guía Espiritual", sino algo interesante ocurrió cuando Allan Kardec conoció a su guía, pues surgió la cuestión Material. Vemos aquí lo que le contestó El Espíritu de Verdad a Allan Kardec cuando le expresó su preocupación sobre lo Material y lo que le contestó el Espíritu de Verdad de cómo ellos consideran la parte material en nuestras vidas.
Debemos recordar que Jesús no era el Espíritu de Verdad....
http://soyespirita.blogspot.com/2015/09/jesus-no-era-el-espiritu-de-verdad.html
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Éste fue Primer encuentro del guía espiritual de Allan Kardec con el Espíritu de la Verdad.
-Pregunta. (a la Verdad) Criticasteis el trabajo que hice el otro día y teníais razón: Lo he releído y he hallado en la línea 30 un error, contra el cual vuestros golpes eran una justa protesta. Esto me ha conducido a reconocer otros defectos y a rehacer el trabajo. ¿Los satisface este último?
-Respuesta. Lo encuentro mejor, pero te invito a que esperes un mes antes de darlo a luz.
-Pregunta. ¿Qué entendéis por darlo a luz? Yo no tengo ciertamente la intención de publicarlo, ni jamás he dicho que lo haría.
-Respuesta. Entiendo por darlo a luz mostrarlo a los extraños. Busca un pretexto para rehusar exhibirlo a quienes te lo soliciten, y en el entretanto, lo perfeccionas. Te hago esta recomendación para evitarla critica y que sufra tu amor propio.
-Pregunta. Me habéis dicho que seríais para mi un guía que me ayudaría y me protegería; yo concibo en principio esta protección dentro de cierto orden de cosas, pero, ¿querríais decirme si esta protección se extiende también a las cosas materiales de la vida?
-Respuesta. En la tierra la vida material es preocupación para muchos; no ayudarte a vivir, no seria amarte.
-del cual estaba lejos de deducir su superioridad jamás le faltó.
Veamos este vídeo que ilustra la vida de Allan Kardec,
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Referencias:
OBRAS PÓSTUMAS - ALLAN KARDEC
Mi opinión hacia lo que aquí ocurrió indica que cuando se tiene una misión todo lo relacionado a ese propósito, también está determinado de ante mano. Allan Kardec - Hippolyte León Denizard Rivail le preocupaba el tiempo necesario para tan insigne labor, que iba a significar dejarlo todo para dedicarse a la noble tarea de La Codificación de toda la información a fin de lograr organizarlo todo.
Debemos recordar que Jesús no era el Espíritu de Verdad....
http://soyespirita.blogspot.com/2015/09/jesus-no-era-el-espiritu-de-verdad.html
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Veamos la historia: Libro de Obras Póstumas de Allan Kardec
El encuentro de Allan Kardec con su Espíritu Protector y Guía, el Espíritu de Verdad.
El encuentro de Allan Kardec con su Espíritu Protector y Guía, el Espíritu de Verdad.
11 de diciembre de 1855
(Casa de Mr. Baudin. - Médium, Mlle. Baudin)
Mi Espíritu Protector
- Pregunta al Espíritu Z. - En el mundo de los Espíritus, ¿hay alguno que sea para mi un buen genio? -Respuesta: Si.
- Pregunta. ¿Es el Espíritu de algún pariente o de algún amigo -Respuesta. Ni lo uno ni lo otro.
- Pregunta. ¿Cuál fue su estado en la tierra? -Respuesta. Un hombre justo y sabio.
- Pregunta. ¿Que debo hacer para captarme sus simpatías? -Respuesta. El mayor bien posible.
- Pregunta. ¿Con que signos podré reconocer su intervención? -Respuesta. Con la satisfacción que experimentarás.
- Pregunta. ¿Hay algún medio por el cual pueda invocarle? Si le hay, ¿cual es? -Respuesta. Tener una fe viva y pedirle con insistencia.
- Pregunta. Después de mi muerte, ¿le reconoceré en el mundo de los Espíritus? -Respuesta. Ésto no es dudoso: el será quien saldrá a recibirte y a felicitarte sí has cumplido tu misión.
- Nota. - Por todas estas preguntas puede colegirse cuán novicio era yo todavía en las cosas del mundo espiritual.
- Pregunta. El Espíritu de mi madre, ¿viene alguna vez a visitarme? -Respuesta. Sí, y te protege tanto cuanto le es posible.
- Pregunta. Frecuentemente la veo en sueños; ¿es, en efecto, así, o es ilusión imaginativa? -Respuesta. No, es ella que se te aparece, y tú debes comprendedlo por la emoción que experimentas.
Nota. - Esto es perfectamente exacto; tan luego como mi madre se me
aparece en sueños, yo experimento una emoción indescriptible, que el médium no podía saber.
- Pregunta. Hace algún tiempo evocamos a S. y le preguntamos sí podría ser el genio protector de algunos de nosotros. "Que uno de vosotros se muestre digno, y yo estaré con él; Z. os lo dirá", nos contestó. ¿Me crees tú capaz de este favor? -Respuesta: Si, si tú lo quieres.
- Pregunta. ¿Qué he de hacer para quererlo? -Respuesta. Practicar todo el bien que puedas y soportar las penalidades de la vida con firmeza.
- Pregunta. ¿Soy apto. por mi inteligencia, para penetrar tanto cuanto al hombre le es permitido, las grandes verdades de nuestro destino futuro?
- Pregunta. ¿Soy apto. por mi inteligencia, para penetrar tanto cuanto al hombre le es permitido, las grandes verdades de nuestro destino futuro?
-Respuesta. Sí; tú tienes las aptitudes necesarias, mas el resultado dependerá de tu perseverancia en el trabajo.
- Pregunta. ¿Puedo contribuir a la propagación de estas verdades? -Respuesta. Sin duda alguna.
- Pregunta. ¿Por que medios? -Respuesta. Más tarde lo sabrás; ínterin, trabaja.
Éste fue Primer encuentro del guía espiritual de Allan Kardec con el Espíritu de la Verdad.
25 de marzo de 1856
(Casa de Mr. Baudin. - Médium Mlle. Baudin)
Mi Guía Espiritual
Mí Guía Espiritual. Por ésta época habitaba yo en la calle
de los Mártires, Nº 8, 2ª habitación interior.
"Una noche, estando en mí gabinete de
trabajo, percibí el ruido de pequeños golpes dados en el tabique que me
separaba de la pieza vecina. Al principio no les dí importancia, ni les
preste atención, pero como persistieran cada vez con mayor fuerza y
cambiando de lugar, me levante y fui a examinar ambos lados del tabique, y
escuché si podrían provenir de alguna otra estancia contigua. Nada en
claro pude sacar de mí examen minucioso. Lo particular era, que cada
vez que me levantaba para proceder al examen; los golpes cesaban, y en
cuanto reanudaba mí trabajo, volvían a dejarse oír.
A éso de las diez, mi
esposa entró en el gabinete, y no tardó en darse cuenta de ellos y en
preguntarme a que eran debidos. No lo sé, le respondí; hace ya más de una
hora que duran. Nos sentamos uno junto al otro y no volvimos a ocuparnos
del asunto; a medianoche, hora en que nos retiramos a descansar, todavía
continuaban.
(Nota añadida de Frank Montañez : "En el momento de que Allan Kardec y Amalie, su esposa se dieron cuenta de esos ruidos, es el indicio de que ambos ya tenían desarrollados la Capacidad Mediúmnica, en cada uno de ellos".
Al
día siguiente tuvimos sesión en casa de Mr. Baudin; conté el hecho, y solicité
se me explicara.
Pregunta. Estaréis sin duda enterados del hecho que
acabo de referir; ¿podríais decirme la causa de aquellos golpes tan
persistentes?
-Respuesta. Era tu Espíritu familiar.
Pregunta. ¿Con que objeto golpeaba así?
-Respuesta. Quería comunicarse contigo.
Pregunta. ¿Podríais decirme que quería?
-Respuesta. Puedes preguntárselo a él
mismo, ya que está presente.
Nota. -
En ésta época no se había hecho aún la distinción entre las
diversas categorías de Espíritus simpáticos y a todos los englobaba bajo
la denominación genérica de Espíritus familiares.
Pregunta. Mi Espíritu familiar, quién quiera que
seáis, os agradezco que os hayáis dignado visitarme. ¿Querríais decirme quien
sois?
-Respuesta. Para tí,
me llamo la Verdad, y todos los meses, durante un cuarto de hora, estaré
aquí a tu disposición.
Pregunta. Cuando golpeasteis mientras trabajaba,
¿teníais algo de particular que decirme?
-Respuesta. Lo que quería decirte se relacionaba
con el trabajo que estabas realizando; no me satisfacía lo que escribías y
quería hacerte cesar.
Nota. -Lo
que escribía precisamente era relativo al estudio que venía haciendo sobre
los Espíritus y sus manifestaciones.
Pregunta. Vuestra desaprobación, ¿recae sobre el
capitulo que escribía o sobre el conjunto del trabajo?
Respuesta. Sobre el capítulo de ayer. Te
constituyo en juez de tu obra; léelo esta noche y verás cómo reconoces y corriges
sus faltas.
Pregunta. Tampoco yo estaba muy satisfecho, y lo he
rehecho hoy; ¿es este mejor?
-Respuesta. Mejor es, pero no está bien. Lee
de la tercera a la trigésima línea, y reconocerás un grave error.
Pregunta. Ya rompí lo que hice ayer.
-Respuesta. No
importa; lo que rompiste no priva que en lo que hoy has hecho la falta
subsista. Léelo y verás.
Pregunta. El nombre de Verdad que vos tomáis, ¿es una
alusión a la verdad que yo busco?
-Respuesta. Puede ser; por lo menos será un guía
que te protegerá y te ayudará.
Pregunta. ¿Puedo evocaros
por mí?
-Respuesta. Si, te
asistiré por el pensamiento; pero por la escritura, pasará mucho tiempo
antes de que recibas mis instrucciones.
Nota. -En
efecto, durante un año, no pude obtener por mí, ninguna comunicación escrita, y
cada vez que encontré un médium con el que esperaba lograr alguna cosa,
cualquiera circunstancia imprevista se oponía a ello. No conseguí sus
comunicaciones de este género hasta que me serví a mi mismo
de instrumento.
Pregunta. ¿Podríais
comunicarnos más a menudo que todos los meses? --Respuesta. Sí, pero no te lo prometo hasta nueva orden.
Pregunta. ¿Habéis
animado alguna persona conocida sobre la tierra? -Respuesta. Ya te he dicho que para ti
soy la Verdad, y este para ti quiere decir discreción; de ello no saldrás
sin ventajas.
Nota. -Por
la noche, concentrándome en mi mismo, releí lo que había escrito, y así en
la copia arrojada al cesto de los papeles, como en la nueva, en la línea
30 reconocí un error grave que me sorprendió lo hubiera cometido. Después
de este momento, ninguna comunicación del mismo género tuvo lugar. Las
relaciones con mi Espíritu protector quedaron establecidas, mas como
aquellas manifestaciones no eran necesarias, cesaron. El intervalo de un
mes que él asignó para sus comunicaciones, no fue observado más que al
principio, y aún entonces muy raramente, más tarde no se comunicó. Esto
fue, sin duda, una advertencia acerca del deber en que me hallaba de
trabajar por mí mismo y no recurrir a él para solventar cualquiera
dificultad.
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9 de abril de 1856
(Casa de Mr. Baudin. - Médium, Mlle. Baudin)
-Pregunta. ¿Qué entendéis por darlo a luz? Yo no tengo ciertamente la intención de publicarlo, ni jamás he dicho que lo haría.
-Respuesta. Entiendo por darlo a luz mostrarlo a los extraños. Busca un pretexto para rehusar exhibirlo a quienes te lo soliciten, y en el entretanto, lo perfeccionas. Te hago esta recomendación para evitarla critica y que sufra tu amor propio.
-Pregunta. Me habéis dicho que seríais para mi un guía que me ayudaría y me protegería; yo concibo en principio esta protección dentro de cierto orden de cosas, pero, ¿querríais decirme si esta protección se extiende también a las cosas materiales de la vida?
-Respuesta. En la tierra la vida material es preocupación para muchos; no ayudarte a vivir, no seria amarte.
Nota. - La protección de este Espíritu, del que estaba lejos de sospechar su superioridad, no ha defraudado jamás mis esperanzas. Su solicitud y la solicitud de los buenos Espíritus a sus órdenes, se ha extendido sobre todas las circunstancias de mi vida, sea para allanar mis dificultades materiales, sea para facilitarme el cumplimiento de mis trabajos, sea, en fin, para preservarme de los efectos de la malevolencia de mis adversarios, justamente reducidos a la impotencia. Si las tribulaciones inherentes a la misión que tengo que llenar no han podido ahorrármelas, han hecho por endulzarles y me las han compensado largamente con inefables satisfacciones morales. Sí hubo dolores, también le llegaron suaves compensaciones. La protección y la ayuda de los buenos Espíritus jamás le faltaron. El Espíritu de Verdad lo asistía, solicito y bueno. Inclusive, orientaciones sobre su salud le fueron dadas. En diversas comunicaciones los Espíritus le pedían prudencia, discreción y dedicación, a fin de que su misión pudiese ser concluida. «No hables jamás de tu misión, ese sería el medio de hacerla fracasar», le recomendó el Espíritu de Verdad. Obedeció a las recomendaciones: sus libros y la Revista Espírita fueron elaborados en el más riguroso silencio.
El Espíritu de Verdad demostró desear protegerlo, ocultando su propia identidad, cuando Kardec indagó, el 25 de marzo de 1856, en la casa del Sr. Baudin: «Mi Espíritu familiar, quien quiera que seáis, os agradezco por haber venido a visitarme; ¿Queréis decirme quién sois?»
En respuesta, escuchó: «Para ti, yo me llamaré La Verdad» Exactos quince días después, en el mismo local, este espíritu le brinda una emocionante prueba de afecto cuando Kardec indaga:
«Dijisteis que serías para mí un guía, que me ayudarías y me protegerías; concibo esta protección y su objetivo en un cierto orden de cosas, pero ¿Te gustaría decirme si esa protección se extiende también a las cosas materiales de la vida?».
Y la tierna respuesta:
«En este mundo, la vida material importa mucho; no ayudarte a vivir, sería no amarte»
Tiempo después, Kardec señala que de hecho la protección de este Espíritu
En diversas ocasiones el Espíritu de Verdad registró su felicidad al ver el prodigioso crecimiento del Espiritismo.
« ¡Con cuántas dulces consolaciones mis tribulaciones fueron pagas! ¡Cuántas bendiciones! ¡Cuántos testimonios de real simpatía recibí por parte de los numerosos afligidos que la Doctrina consoló! Ese resultado no me fue anunciado por el Espíritu de Verdad que, sin duda, deseó no mostrarme sino las dificultades del camino. ¡Cuánta sería mi ingratitud si me quejase!», apuntó. Además, decía que cuando le llegaba una decepción o una contrariedad cualquiera, se elevaba con el pensamiento por sobre la Humanidad. «Me colocaba, por anticipación, en la región de los Espíritus y, desde este punto culminante, las miserias de la vida se deslizaban sobre mí sin afectarme. Hice de esto un hábito para que los gritos de los malos jamás me perturbaran».
Veamos este vídeo que ilustra la vida de Allan Kardec,
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Referencias:
OBRAS PÓSTUMAS - ALLAN KARDEC
Reflexión Final:
Es parte del plan previamente determinado. Pues una misión no puede ser completada sin los recursos necesarios. Digo esto, porque no debemos pensar que todo debe ser de un modo estandarizado. Debemos siempre usar la lógica y la razón, y que el mundo espiritual se comporta en ocasiones de cierto modo y de acuerdo a las circunstancias.
El conocer tu Espíritu Protector es vital en tu desarrollo espiritual. Es muy fácil, e incluso te muestro ¿Cómo Conocer tu Espíritu Protector?. Visita este enlace y te ayudo a conocerlo.
Es esencial que lo conozcas, porque tus luchas en la vida serán mas fácil lograr vencerlas. No tienes que ser Médium, eso vendrá luego, cuando empieces a entender el mundo espiritual e instruirte a como desarrollar tu Mediúmnidad.
¿Qué podemos decir del Espíritu de Verdad según anunciado por la Biblia?
Juan 14:1-31
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Juan 14
Jesús, el camino al Padre
1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
4 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.
5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?
6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta.
9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
La promesa del Espíritu Santo, que era en realidad el Espiritu de Verdad,
15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.
16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
19 Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.
20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.
21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
22 Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo?
23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.
25 Os he dicho estas cosas estando con vosotros.
26 Más el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
28 Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo.
29 Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para que cuando suceda, creáis.
30 No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí.
31 Más para que el mundo conozca que amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago. Levantaos, vamos de aquí.
Libro de los Mediums expresó este relato de Allan Kardec sobre la comunicación con El Espíritu de Verdad de la siguiente manera:
Segunda Parte – Capítulo V
Libro de los Mediums expresó este relato de Allan Kardec sobre la comunicación con El Espíritu de Verdad de la siguiente manera:
Segunda Parte – Capítulo V
86. Hace muchos años, al comienzo de mis estudios sobre espiritismo, estaba cierta noche ocupado en un trabajo relativo a esta materia, cuando escuché golpes alrededor mío durante cuatro horas consecutivas. Era la primera vez que me sucedía algo semejante. Constaté que los golpes no se debían a ninguna causa accidental, pero en esa ocasión fue todo lo que pude saber. Por ese entonces mantenía contactos frecuentes con un excelente médium escribiente, de modo que al otro día interrogué al Espíritu que se comunicaba por su intermedio acerca de la causa de aquellos golpes. A lo que me respondió:–Era tu Espíritu familiar, que deseaba hablar contigo.–¿Qué quería decirme?–Puedes preguntárselo tú mismo, pues está aquí. Interrogué al Espíritu, que se dio a conocer con un nombre alegórico. (Supe más tarde, a través de otros Espíritus, que pertenece a una categoría muy elevada, y que desempeñóen la Tierra un importante papel.) Me señaló errores en mi trabajo, y me indicó las líneas del manuscrito donde esos errores se encontraban. También me brindó útiles y sabios consejos, y agregó que estaría siempre conmigo y que acudiría a mi llamado cada vez que yo quisiera consultarle algo. De hecho, a partir de entonces ese Espíritu jamás me ha abandonado. Recibí de él muchas pruebas de una gran superioridad, y su intervención benévola y eficaz a mi favor fue manifiesta, tanto en los asuntos de la vida material, como en lo concerniente a las cuestiones metafísicas. No obstante, desde nuestra primera entrevista los golpes cesaron. ¿Qué deseaba él, en realidad? Ponerse en comunicación regular conmigo, y para eso necesitaba avisarme. Una vez que el aviso fue entregado y explicado, y que se establecieron las relaciones regulares, los golpes eran inútiles, y por esa razón cesaron. No se toca más el tambor para despertar a los soldados cuando ya están en pie.
Un hecho casi similar ocurrió con uno de nuestros amigos. Hacía algún tiempo que se producían en su cuarto ruidos diversos que se volvieron muy molestos. Cuando se le presentó la ocasión de interrogar al Espíritu de su padre, a través de un médium escribiente, nuestro amigo supo qué queríande él, hizo lo que se le encomendó y a partir de entonces no escuchó más ruidos. Debemos señalar que las personas que disponen de un medio regular y fácil de comunicación con los Espíritus, sólo muy raramente presencian manifestaciones de ese género, lo que es comprensible.
Es esencial que lo conozcas, porque tus luchas en la vida serán mas fácil lograr vencerlas. No tienes que ser Médium, eso vendrá luego, cuando empieces a entender el mundo espiritual e instruirte a como desarrollar tu Mediúmnidad.
REFERENCIAS PARA ESCRIBIR ESTA REFLEXIÓN
- El Evangelio Según El Espiritismo, Allan Kardec
- El Libro de Los Espíritus, Allan Kardec
- Obras Póstumas, Allan Kardec
- Génesis – Allan Kardec
- El Cielo Y el Infierno – Allan Kardec
- El Libro de Los Médiums – Allan Kardec
Frank Montañez
Director de la Página
Revisado en: 2/24/16
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