Hablemos de la Perfección Moral del Espíritu , y la Influencia Moral del Médium. Éstos dos (2) temas sientan las bases fundamentales de la influencia Moral, para el Adelantamiento de los Espíritus.
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PERFECCIÓN MORAL... del Espíritu...
Libro de los Espíritus, capítulo XII (12)..
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TEMA : Qué es el Espiritismo según los contenidos de los Libros Codificados por Allan Kardec, Soy Espírita, en YouTube
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El Libro de Los Espíritus...
CAPÍTULO XII
PERFECCIÓN MORAL
La virtudes y los vicios. - De las pasiones. - Del egoísmo. - Carácteres del hombre de bien. - Conocimento de sí mismo.
LAS VIRTUDES Y LOS VICIOS
§ 893. ¿Cuál es la más meritoria de todas las virtudes?
«Todas las virtudes tienen su mérito, porque todas son señales de progreso en el camino del bien. Hay virtud siempre que hay resistencia voluntaria a las solicitaciones de las malas inclinaciones; pero la sublimidad de la virtud consiste en el sacrificio voluntario del interés personal por el bien del prójimo. La virtud más meritoria está fundada en la caridad más desinteresada».
§ 894. Hay personas que hacen el bien espontáneamente, sin que hayan de vencer ningún sentimiento contrario, ¿tienen éstos tanto mérito como los que han de luchar con su propia naturaleza, y la vencen?
«Los que no tienen que luchar es porque en ellos se ha realizado ya el progreso. Han luchado en otro tiempo y han vencido, y de aquí que los buenos sentimientos no les cuesten ningún esfuerzo y les parezcan muy naturales sus acciones; el bien se ha convertido para ellos en hábito. Débeseles honrar, pues, cómo a viejos guerreros que han ganado sus grados.
»Como estáis lejos aún de la perfección, ésos ejemplos te sorprenden por el contraste, y los admirás tanto más cuánto más raros son; pero debes saber que en los mundos más adelantados que el de ustedes, es regla general lo que es excepción en el de nosotros. En ellos es espontáneo por todas partes el sentimiento del bien; porque no están habitados más que por los espíritus buenos, y una sola mala intención sería allí una excepción monstruosa. He aquí por qué en ellos los hombres son felices, y así sucederá en la Tierra cuándo la humanidad se haya transformado, y cuándo comprenda y practíque la caridad en su verdadera acepción».
§ 895. Aparte de los defectos y vicios, respecto de los cuáles nadie puede equivocarse, ¿cuál es la señal más característica de la imperfección?
«El interés personal. Las cualidades morales son a menudo como el dorado de un objeto de cobre, que no resiste la piedra de toque. Un hombre puede poseer cualidades reales que le hacen un hombre de bien a los ojos de los otros; pero, aunque semejantes cualidades sean un progreso, no resisten siempre a ciertas pruebas, y basta a veces tocar la fibra del interés personal para descubrir la realidad. El verdadero desinterés es una cosa rara en el mundo, que cuándo se presenta se le admira como un fenómeno.
»El apego a las cosas materiales es una señal notoria de inferioridad; porque cuanto más se apega el hombre a los bienes del mundo, menos comprende su destino. Con el desinterés prueba, por el contrario, que contempla el porvenir desde más elevado punto».
§ 896. Hay gentes desinteresadas sin discernimiento, que prodigan su hacienda sin provecho real y sin emplearla racionalmente; ¿tienen algún mérito?
«Tienen el del desinterés, pero no el del bien que podrían hacer. Sí el desinterés es una virtud, la prodigalidad irreflexiva es siempre una falta de juicio por lo menos. No se da a los unos la fortuna para que la despilfarren, como no se da a los otros para que la encierren en sus arcas. Es un depósito del que habrán de dar cuenta; porque habrán de responder de todo el bien que estaba en sus manos hacer, y que no hicieron; de todas las lágrimas que hubieran podido enjugar con el dinero que han dado a los que no lo necesitaban».
§ 897. El que hace el bien, no con la mira de una recompensa terrena, sino con la esperanza de que se le tomará en cuenta en la otra vida, y de que su posición será mejor en consecuencia, ¿es reprensible y perjudica a su adelanto semejante pensamiento?
«Es preciso hacer el bien por caridad, es decir, con desinterés».
§ 897a. -Cada uno, empero, tiene el natural deseo de adelantar para salir del penoso estado de ésta vida; los mismos espíritus nos enseñan a practicar el bien con éste objeto. ¿Es. pues, un mal el pensar que, haciendo el bien, puede esperarse mejor vida que en la tierra?
«Ciertamente que no, pero el que hace el bien desinteresadamente y por el sólo placer de ser agradable a Dios y a su prójimo que sufre, se encuentra ya en un grado de adelanto que le permitirá llegar a la dicha mucho antes que su hermano que, más positivista, hace el bien por reflexión, y no por el natural impulso de su corazón». (§ 894)
§ 897b. -¿No ha de establecerse aquí una distinción entre el bien que pueda hacerse al prójimo y el cuidado que uno pone en corregirse de sus defectos? Concebimos que hacer el bien con la idea de que se nos tomará en cuenta en la otra vida, es poco meritorio; pero enmendarse, vencer sus pasiones, corregir su carácter con la mira de aproximarse a los espíritus buenos y elevarse ¿Es igualmente señal de inferioridad?
«No, no. Por hacer el bien entendemos el ser caritativo. El que calcula lo que cada buena acción puede reportarle así en la vida futura como en la terrestre, procede como un Egoísta; pero no existe Egoísmo en mejorarse con la mira de acercarse a Dios, pues éste es el objeto a que debe propender cada uno».
§ 898. - Puesto que la vida corporal no es más que una permanencia temporal en la tierra, y que nuestro principal cuidado ha de ser el porvenir, ¿Es útil esforzarse en adquirir conocimientos científicos que sólo se relacionan con las cosas y necesidades materiales?
«Sin duda. Ante todo porque os pone en disposición de aliviar a vuestros hermanos, y después porque vuestro espíritu progresará más de prisa, sí ha progresado ya intelectualmente. En el intervalo de las encarnaciones, aprendéis en una hora lo que os costaría años en la tierra. No hay conocimiento alguno inútil; todos contribuyen más o menos al progreso, porque el Espíritu perfecto debe saberlo todo, y porque, debiendo realizarse el progreso en todos los sentidos, todas las ideas adquiridas favorecen el desarrollo del espíritu».
§ 899. De dos hombres ricos que el uno ha nacido en la opulencia y nunca ha conocido la necesidad, y que el otro debe su fortuna al trabajo, y ambos la emplean exclusivamente en su satisfacción personal, ¿Cuál es más culpable?
«El que ha conocido el sufrimiento. Sabe lo que es sufrir, conoce el dolor que no alivia, aunque con mucha frecuencia no se acuerde de ello».
§ 900. El que acumula sin cesar y sin hacer bien a nadie, ¿Tiene excusa valedera en la idea de que amontona para legar más a sus herederos?
«Éso es un compromiso con la mala conciencia».
§ 901. De dos avaros, el uno se priva de lo necesario y muere de hambre junto a su tesoro, y el segundo sólo es avaro respecto de los otros. Es pródigo para si mismo, y mientras retrocede ante el más pequeño sacrificio para hacer un servicio o algo útil, nada le cuesta satisfacer sus gustos y pasiones. Sí se le pide un favor, siempre está en mala situación; pero siempre tiene lo suficiente para complacerse en sus caprichos. ¿Cuál de los dos es más culpable, y cuál tendrá peor lugar en el mundo de los espíritus?
«El que goza. Es más egoísta que avaro. El otro ha encontrado ya parte de su castigo».
§ 902. ¿Es reprensible envidiar la riqueza, cuando sucede por deseo de hacer bien?
«El sentimiento, cuando es puro, es laudable, no cabe duda; pero semejante deseo, ¿es siempre completamente desinteresado y no encuentrá alguna pretensión personal? La primera persona a quién se desea hacer bien, ¿no es con frecuencia a sí mismo?»
§ 903. ¿Hay culpabilidad en estudiar los defectos de los otros?
«Si es para criticarlos y divulgarlos, hay mucha culpabilidad, porque es faltar a la caridad; sí es para sacar provecho del estudio y evitarlos en si mismo, puede ser útil a veces, pero es preciso no olvidar que la indulgencia para con todos los defectos ajenos es una de las virtudes comprendidas en la caridad. Antes de reprochar a los otros sus imperfecciones, ved sí puede decirse otro tanto de ustedes. Procura, pues, tener las cualidades opuestas a los defectos que criticáis en otro, que éste es el medio de hacerte superior. Le censuras la avaricia, se entonces generoso; el orgullo, se humilde y modesto; la dureza, se amable; la pequeñez en las acciones, se grande en todas las tuyas, en una palabra: hacer de modo que no se pueda aplicar ésta frase de Jesús: Ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el suyo».
§ 904. ¿Hay culpabilidad en sondear los defectos de la sociedad y en descubrirlos?
«Depende del sentimiento que conduce a hacerlo. Sí el escritor no tiene otra mira que producir escándalo, se procura un goce personal, presentando ésos cuadros que antes sirven de malo que de buen ejemplo. El espíritu aprecia, pero no puede ser castigado por ésa clase de placer que experimenta revelando el mal».
§ 904.a -¿Cómo podrá juzgarse, en caso semejante, de la pureza de las intenciones y de la sinceridad del escritor?
«Éso no siempre es útil. Sí escribe cosas buenas, aprovechate de ellas, pues sí él obra mal, ésa es cuestión de conciencia que sólo a él atafle. Por lo demás, sí desea probar su sinceridad, tócale apoyar el precepto con el ejemplo propio».
§ 905. Ciertos autores han publicado obras muy bellas y morales que favorecen el progreso de la humanidad; pero de las cuales se han aprovechado muy poco sus autores; ¿se les toma en cuenta, como a espíritus, el bien que han hecho sus obras?
«La moral sin las acciones, es la semilla sin trabajo. ¿De qué te sirve la semilla sí no la haces fructificar para alimentarte? Ésos hombres son los más culpables, porque tenían inteligencia para comprender. No practicando las máximas que daban a los otros, han renunciado a recoger el fruto».
§ 906. ¿El que hace bien es censurable de conocerlo y confesárselo a si mismo?
«Puesto que puede tener conciencia del mal que hace, debe tener asimismo la del bien, a fin de saber sí obra mal o bien. Pesando todas sus acciones en la balanza de la ley de Dios, y sobre todo en la de la ley de justicia, de amor y de caridad, es como podrá decirse sí son buenas o malas, aprobarlas o desaprobarías. No puede, pues, ser reprensible porque conozca que ha triunfado de las malas tendencias, y de estár satisfecho por ello, siempre que no se envanezca, pues entonces caería en otro escollo». (919).
Resumen :
Soy Frank Montanez, Soy Espírita por Convicción y no por imposición SEPC, la meta mayor de los Espiritistas Verdaderos es el lograr alcanzar la Perfección Moral, poco a poco, ésa es la meta de cada existencia. Y éso se logra educando el Espíritu y aplicando lo aprendido a mejorar el comportamiento, liderado por las intenciones de Bien Común.
Sugiero que ores a Dios Omnipotente, para que te ayude enviando a buenos Espíritus a darte buenas insinuaciones y así lo lograrás ...
Libro de los Médiums, Capítulo XX
• Preguntas diversas. • Disertación de un Espíritu sobre la influencia Moral .
Item § 226. 1. El desarrollo de la mediumnidad, ¿tiene relación con el desarrollo moral del Médium?
“No. La facultad propiamente dicha depende del organismo; es independiente de la Moral. No pasa lo mismo con el uso que se hace de ella, que puede ser bueno o malo, de acuerdo con las cualidades del Médium.”
2. Siempre se ha dicho que la Mediúmnidad es un don de Dios, una gracia, un favor. ¿Por qué, entonces, no constituye un privilegio de los hombres de bien? ¿Por qué vemos personas indignas que la poseen en el más alto grado, y abusan de ella?
“Todas las facultades son favores por los cuales se debe dar gracias a Dios, pues hay hombres que están privados de ellas. Podríais también preguntar por qué Dios concede buena visión a los malhechores, destreza a los estafadores, elocuencia a quienes sólo la usan para el mal. Lo mismo sucede con la mediumnidad. Si hay personas indignas que la poseen, es porque necesitan de ella más que las otras, para mejorarse. ¿Acaso suponéis que Dios niega los medios de salvación a los culpables? Por el contrario, los multiplica en el camino que recorren, los coloca en sus manos. Al hombre le corresponde aprovecharlos. Judas, el traidor, ¿no obró milagros y sanó enfermos en su condición de apóstol? Dios permitió que tuviera ese don para hacer que su traición fuera más detestable.”
3. Los médiums que hacen mal uso de su facultad, que no se valen de ella para el bien, o que no la aprovechan para instruirse, ¿sufrirán las consecuencias de esa falta?
“Sí la usan mal serán doblemente castigados, porque cuentan con un medio más para ilustrarse y no lo aprovechan. Aquél que ve con claridad, pero tropieza, es más censurable que el ciego que cae en una zanja.”
4. Hay Médiums que reciben comunicaciones espontáneas y casi continuas acerca de un mismo tema: sobre ciertas cuestiones morales, por ejemplo, o sobre determinados defectos. ¿Tiene éso una finalidad?
“Sí, y esa finalidad es ilustrarlos acerca del asunto que se reitera con frecuencia, o para que se corrijan de ciertos defectos. Por eso a algunos médiums los Espíritus les hablan sin cesar del orgullo, y a otros de la caridad. Sólo la insistencia con que son tratados ésos temas podrá, por fin, abrirles los ojos. No existe un Médium que abuse de su facultad, por ambición o por interés, o que la comprometa por causa de un defecto grave, como el orgullo, el egoísmo, la liviandad, etc., y que no reciba de tiempo en tiempo algunas advertencias de los Espíritus. Lo malo es que la mayoría de las veces no las toma como dirigidas a sí mismo.”
OBSERVACIÓN – Los Espíritus a menudo imparten sus lecciones con reserva. Lo hacen de modo indirecto, para no quitarle el mérito al que sabe aprovecharlas y las aplica a sí mismo. Sin embargo, el orgullo y la ceguera son tan grandes en algunas personas, que estas no se reconocen en el cuadro que los Espíritus les ponen delante de los ojos. Peor aún: Influencia Moral del médium si el Espíritu les da a entender que se refiere de ellas, se encolerizan y lo califican de embustero o de bromista de mal gusto. Con éso alcanza para probar que el Espíritu tiene razón.
5. Cuándo el Médium recibe lecciones de carácter general, sin una aplicación personal, ¿no actúa como un instrumento pasivo que sirve para instruir a los demás?
“Muchas veces ésos avisos y consejos no son dirigidos al Médium personalmente, sino a otras personas, a las cuáles sólo podemos llegar por intermedio de él. No obstante, el Médium debe asumir la parte que le toca, en caso de que no lo haya cegado su amor propio.
“No creáis que la facultad mediúmnica haya sido concedida para corregir tan sólo a una o dos personas. No, el objetivo es más elevado: se trata de toda la humanidad. Un Médium es un instrumento que, en cuánto individuo, tiene muy poca importancia. Por éso, cuándo damos instrucciones que deben beneficiar a la generalidad de las personas, nos servimos de aquéllos Médiums que ofrecen las facilidades necesarias. No obstante, tened por cierto que llegará el tiempo en que los buenos Médiums abundarán, de modo que los Espíritus buenos no se verán obligados a valerse de instrumentos inadecuados.”
6. Dado que las cualidades morales del Médium alejan a los Espíritus imperfectos, ¿a qué se debe que un Médium dotado de buenas cualidades transmita respuestas falsas o groseras?
“¿Conoces acaso todos los secretos de su alma? Por otra parte, sin que sea vicioso, el Médium puede ser liviano y frívolo; y a veces también necesita una lección, a fin de que mantenga una actitud vigilante.”
Libro de los Médiums, Capítulo XX...
7. ¿Por qué los Espíritus Superiores permiten que personas dotadas de gran poder como Médiums, y que podrían hacer mucho bien, sean instrumentos del error?
“Los Espíritus superiores tratan de influir sobre ellas. Con todo, cuándo ésas personas se dejan arrastrar por caminos equivocados, ellos no se lo impiden. Por éso se sirven de ellas con repugnancia, ya que la verdad no puede ser interpretada por la mentira.”
8. ¿Es absolutamente imposible que se obtengan buenas comunicaciones a través de un Médium imperfecto?
“Un médium imperfecto puede, algunas veces, obtener cosas buenas, porque sí dispone de una facultad valiosa los Espíritus buenos podrán servirse de él, a falta de otro, en circunstancias especiales. Pero sólo lo harán ocasionalmente, porque tan pronto como encuentren un Médium que les convenga más, darán preferencia a ése .”
OBSERVACIÓN – Se debe tomar en cuenta que, cuándo los Espíritus buenos consideran que un Médium deja de estár bien asistido, y a causa de sus imperfecciones se convierte en presa de Espíritus embusteros, por lo general favorecen la aparición de circunstancias que ponen en evidencia los defectos del intermediario, y lo apartan de las personas serias y bien intencionadas, de cuya buena fe se podría abusar. En ése caso, sean cuáles fueren las facultades que ése Médium posea, no hay razón para lamentarse.
9. ¿Cuál es el Médium que podríamos denominar perfecto?
“¿Perfecto? ¡Ah! Bien sabéis que en la Tierra no existe la perfección; de lo contrario no estaríais en ella. Decid, por consiguiente, un buen Médium, que ya es mucho, porque los buenos Médiums son escasos. El Médium perfecto sería aquel ante el cual los Espíritus malos nunca hubieran osado hacer la tentativa de engañarlo. El mejor Médium es el que, por el hecho de simpatizar exclusivamente con Espíritus Buenos, ha sido engañado con menos frecuencia.”
10. Sí el mejor Médium sólo simpatiza con Espíritus buenos, ¿cómo permiten éstos que sea engañado?
“A veces los Espíritus Buenos permiten que éso suceda con los mejores Médiums, a fin de que ejerciten su juicio, y para enseñarles a discernir lo verdadero de lo falso. Además, por mejor que sea, un Médium nunca es tan perfecto como para que no pueda ser atacado por algún lado débil. Eso debe servirle de lección. Las comunicaciones falsas que de tiempo en tiempo recibe son advertencias para que no se considere infalible ni se deje envolver por el orgullo. El médium que obtiene las cosas más notables no tiene motivo para vanagloriarse, como tampoco lo tiene el organillero que produce las más hermosas canciones con solo accionar la manivela de su instrumento.”
11. ¿Cuáles son las condiciones necesarias para que la palabra de los Espíritus superiores llegue hasta nosotros pura, libre de cualquier alteración?
“Querer el bien; rechazar el egoísmo y el orgullo. Ambas cosas son necesarias.”
12. Si la palabra de los Espíritus superiores sólo nos llega pura en condiciones que son difíciles de cumplir, ¿no es eso un obstáculo para la propagación de la verdad?
“No, porque la luz siempre llega a quien desea recibirla. Todo aquel que quiera esclarecerse debe huir de las tinieblas, y las tinieblas están en la impureza del corazón. “Los Espíritus a quienes consideráis como personificaciones del bien no atienden de buen grado al llamado de los que tienen el corazón manchado por el orgullo, la codicia y la falta de caridad.
“Así pues, los que deseen esclarecerse, despójense de toda vanidad humana, y humillen su razón ante el poder infinito del Creador. Esa será la mejor prueba de la sinceridad que los anima. Se trata de una condición que todos pueden cumplir.”
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Soy Frank Montanez, Soy Espírita por Convicción y no por Imposición SEPC, y creo fimemente que la Moralidad en los Mediums es un hecho consumado en los que pueden considerar como Médiums Buenos Moralizados.
En resumen un "Espiritista Verdadero", es todo aquél que practica las enseñanzas del Espiritismo que, "Sólo reconoce por adeptos suyos a los que practican su enseñanza, es decir, a los que trabajan en su propio mejoramiento moral, esforzándose en vencer sus malas inclinaciones, en ser menos egoístas y orgullosos, más afables, más humildes, pacientes, benévolos, caritativos para con el prójimo y moderados en todas las cosa, pues este es el signo característico del Espiritista Verdadero." Es entonces que puede decirse, que un Espiritista Verdadero es aquél que es un Espíritu Sincero.
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