El bien se debe imponer en el Espiritismo...
Muchos Espiritistas confunden la palabra Criticar con conceptos personales de lo que es Moral, pero la Moral Espírita, significa:
“No le hagas a otro lo que no te gustaría te hagan a tí”, eso es MORAL Espírita.
Sin embargo, tratar de corregir un concepto erróneo, eso no es ir contra la Moral. En el Libro de los Espíritus, Allan Kardec le pregunta a los Espíritus:
Ítem #841. Por respeto a la libertad de conciencia, ¿debemos permitir que se difundan doctrinas perniciosas, o podemos –sin atentar contra esa libertad– intentar que vuelvan al camino de la verdad aquellos que se han extraviado por seguir principios falsos?.
El Espíritu le contesta lo siguiente:
“Sin duda podéis intentarlo, e incluso debéis hacerlo. Pero enseñad, según el ejemplo de Jesús, mediante la dulzura y la persuasión, y no por la fuerza, lo cual sería peor que la creencia de aquel a quién queréis convencer. Si hay algo que está permitido imponer, es el bien y la fraternidad. Con todo, no creemos que el medio de lograr que se los admita sea obrar con violencia, pues la convicción no se impone.”.
Entonces como Espiritistas, si alguién postula o enseña algo erróneo a la verdad ya contenida en los Libros 📚 Codificados por Allan Kardec, es correcto evaluarlo y tratar de corregirlo e imponer el Bien, pero con la condición de hacerlo como lo haría Jesús, con mucho amor.
Pero quedarse callado y no hacer nada, nada logramos, ni para nosotros, ni para la persona que está en un error.
Ya es tiempo de salir de esa falsa enseñanza de que hay que respetar lo que los demás dicen aunque estén equivocados, y sean Embustes y Misticismos. Eso le ha hecho mucho daño a Espiritismo Moralizador y Consolador al Mundo 🌍, el Verdadero Espiritismo, debemos sí, establecer nuestra posición y defenderla en amor, así todos se benefician; pero quedarse callado, no ayuda a la evolución del Espiritismo.
• El PREFACIO – en Libro 📙 del Evangelio según el Espiritismo. Dice:
“En verdad os digo, que han llegado los tiempos en que todas las cosas deben ser restablecidas en su verdadero sentido, para disipar las tinieblas, confundir a los orgullosos y glorificar a los justos.”
Ya esos tiempos han llegado para defender los postulados del Espiritismo de los que enseñan diferente, e interfieren con el progreso y adelanto individual de los Espíritus de los individuos.
Un hecho importante a considerar es que la obsesión, sea cual fuere su naturaleza, es independiente de la Mediúmnidad, y que se la encuentra en todos los grados, principalmente en el último, en una gran cantidad de individuos que nunca han escuchado hablar de espiritismo.
En efecto, dado que los Espíritus han existido siempre, en todas las épocas han ejercido la misma influencia. La Mediumnidad no es una causa, sino un modo de manifestación de la obsesión, de ahí que podamos decir con certeza que todo médium obseso ha sufrido de alguna manera, y a menudo en los actos más comunes de la vida, los efectos de esa influencia. y si no existiera la Mediumnidad, se manifestaría por otros efectos, a menudo atribuidos a esas enfermedades misteriosas que escapan a todas las investigaciones de la medicina. A través de la Mediúmnidad, el ser maligno delata su presencia; sin ella, es un enemigo oculto del que no se sospecha."
Entonces, es aquí que lo que dijeron los Espíritus en la pregunta #841, del Libro de los Espíritus, toma significado práctico y relevante. Pues tanto a los Espíritus Obsesados como a sus Obsesores, es que aplica el imponerle el Bien, y no aceptar que se imponga la maldad de las obsesiones. Es un hecho que en el caso de la Desobsesión, el Bien impuesto con convencimiento, logra neutralizar al Espíritu Obsesor.
El libro de los Médiums, tambien nos ayuda a identificar a los Malos Espiritas, y los clasifica como Espíritus Perturbadores, lea el Item #336, #337 y #338.:
Entonces, leamos directamente del Libro de Los Médiums, la definición de los "Perturbadores" en el Espiritismo.
#336. No nos olvidemos de que el espiritismo tiene enemigos interesados en impedir su avance, y sus triunfos les causan irritación. Los más peligrosos no son aquellos que lo atacan abiertamente, sino los que actúan en la sombra. Son los que con una mano lo alientan, y con la otra lo atacan. Esos seres malévolos se infiltran en todas partes donde puedan introducir el mal. Como saben que la unión hace la fuerza, tratan de socavarla sembrando la discordia. Así pues, ¿quién podrá afirmar que, en las reuniones espíritas, las personas que esparcen la perturbación y la cizaña no son agentes provocadores, interesados en el desorden? De seguro no son espíritas verdaderos, ni buenos espíritas.
Nunca harán el bien, pero pueden hacer mucho mal. Se comprende que para ellos es infinitamente más fácil infiltrarse en las reuniones numerosas que en los grupos pequeños, donde todos se conocen. Merced a maniobras solapadas, que pasan desapercibidas, siembran la duda, la desconfianza y la enemistad. Con un hipócrita interés por la causa, critican todo, forman conciliábulos y bandos que posteriormente destruyen la armonía del conjunto, pues eso se proponen. Con esta clase de personas, apelar a los sentimientos de caridad y fraternidad equivale a hablar a quienes desean ser sordos, porque su objetivo consiste precisamente en destruir esos sentimientos, que constituyen los mayores obstáculos para sus maniobras.
Ese estado de cosas, lamentable en cualquier sociedad, se vuelve aún peor en las sociedades espíritas, porque, si no ocasiona una ruptura, genera una preocupación que es incompatible con el recogimiento y la atención.
#337. “Sin embargo –se dirá–, si las reuniones van por mal camino, los hombres sensatos y bien intencionados que las frecuentan, ¿no tendrán derecho a ejercer la crítica? ¿Deberán, acaso, dejar que el mal se instale, sin decir nada, y aprobar todo con el silencio?” De ningún modo, pues les asiste ese derecho, e incluso constituye un deber. Pero si la intención que los anima es realmente buena, emitirán sus opiniones con discreción y benevolencia, abiertamente y no a escondidas. Si no son escuchados, se retirarán, pues no se puede concebir que quien no proceda con segundas intenciones se obstine en permanecer en una sociedad donde se hacen cosas que los perjudican. Así pues, se puede establecer como principio que todo aquel que en una reunión espírita incita al desorden o a la desunión, de manera ostensible o encubierta, a través de cualquier medio, es un agente provocador o, por lo menos, un muy mal espírita, del que es preciso desembarazarse cuanto antes. No obstante, los compromisos mismos que vinculan a los integrantes de la reunión suelen crear obstáculos para eso, de ahí que sea conveniente que se eviten los compromisos indisolubles. Los hombres de bien siempre se comprometen en la medida de lo necesario, mientras que los malintencionados lo hacen en exceso.
#338. Además de las personas notoriamente malévolas que se infiltran en las reuniones, existen también las que, por su propio carácter, llevan consigo la perturbación a todas partes adonde van. De modo que todo cuidado es poco para la admisión de nuevos elementos. Los más perjudiciales, en ese caso, no son los que ignoran la materia, ni tampoco los que no creen.
Los perturbadores en el Espiritismo, son muy fácil de reconocer. Es un riesgo muy grande mantenerse vinculados a ellos. Preferimos no estar vinculados a ellos mediante ser mutuos amigos en FACEBOOK.
El siguiente enlace es de mi vídeo sobre este tema.
El libro escrito y publicado por Allan Kardec en el año 1859, titulado: ¿Qué es el Espiritismo?, explica lo que debemos considerar como un Espíritu Malo en el Espiritismo, y lo es el que trata de imponer su criterio con cualquier Espíritu, incluyendo al supuesto Espíritu protegido. En éste menester, el luchar para decirle a ése Espíritu Obsesor, que no es su juguete y que su maldad no prevalecerá, la justicia de imponer el bien es lo correcto, porque lo contrario seria permitir que el mal persista.
Es ahí que educando al Espíritu Obsesado, enseñad, según el ejemplo de Jesús, mediante la dulzura y la persuasión, y no por la fuerza, lo cual sería peor que la creencia de aquel a quién queréis convencer. Si hay algo que está permitido imponer, es el bien y la fraternidad. Con todo, no creemos que el medio de lograr que se los admita sea obrar con violencia, pues la convicción no se impone.”.
La justicia nos asiste, porque es justo imponer el bien sobre el mal, y a veces debe ser impuesto, para vencer al mal del Espíritu Obsesor ,y así neutralizarlo.
En el Espiritismo, se consideran como Espíritus Protectores y Guías a los Espíritus Superiores en BONDAD y AMOR 😍, con la ayuda de ellos, es posible prevalecer en esa Imposicion. Espero que no le cause confusión con el derecho a Libre Albedrío. Porque el que no haya entendido la diferencia entre el bien y el mal, y que no se haya dado cuenta de que está obsesado, lo propio es traerlo a la realidad. Así lo enseñamos en el Espiritismo Moralizador y Consolador al Mundo 🌍 , el Verdadero Espiritismo.
Es ahí que educando al Espíritu Obsesado, enseñad, según el ejemplo de Jesús, mediante la dulzura y la persuasión, y no por la fuerza, lo cual sería peor que la creencia de aquel a quién queréis convencer. Si hay algo que está permitido imponer, es el bien y la fraternidad. Con todo, no creemos que el medio de lograr que se los admita sea obrar con violencia, pues la convicción no se impone.”.
La justicia nos asiste, porque es justo imponer el bien sobre el mal, y a veces debe ser impuesto, para vencer al mal del Espíritu Obsesor ,y así neutralizarlo.
En el Espiritismo, se consideran como Espíritus Protectores y Guías a los Espíritus Superiores en BONDAD y AMOR 😍, con la ayuda de ellos, es posible prevalecer en esa Imposicion. Espero que no le cause confusión con el derecho a Libre Albedrío. Porque el que no haya entendido la diferencia entre el bien y el mal, y que no se haya dado cuenta de que está obsesado, lo propio es traerlo a la realidad. Así lo enseñamos en el Espiritismo Moralizador y Consolador al Mundo 🌍 , el Verdadero Espiritismo.
Veamos lobsiguiente:
70. Uno de los mayores escollos de la Mediúmnidad es la obsesión, es decir, el dominio que pueden ejercer ciertos espíritus sobre los médiums, imponiéndoseles con nombres apócrifos e impidiéndoles comunicar con otros espíritus. Es al mismo tiempo un escollo para el observador novicio e inexperto que, no conociendo los caracteres de este fenómeno, puede ser engañado por las apariencias, como el que, no sabiendo medicina, puede hacerse ilusiones sobre la causa y la naturaleza del mal. Si en este caso es inútil el estudio anticipado al observador, al médium le es indispensable, porque le proporciona medios de prevenir un inconveniente que podría tener para él consecuencias desagradables. Por esta razón no recomendaremos nunca bastante el estudio, antes de entregarse a la práctica. (El Libro de los Médiums, cap. XXIII.)
71. La obsesión obsesión simple, la fascinación y la subyugación. En la primera, el médium tiene conciencia perfecta de que no obtiene nada bueno; no se hace ilusión alguna sobre la naturaleza del Espíritu que se obstina en manifestársele y de quién desea deshacerse. Este caso no ofrece ninguna gravedad: es un sencillo contratiempo y el médium queda libre cesando de escribir momentáneamente. El Espíritu, cansado de que no se le oiga, acaba por retirarse. La fascinación obsesional es mucho más grave, porque el médium está completamente fascinado. El Espíritu que le domina se apodera de su confianza hasta paralizar su propio juicio respecto de las comunicaciones, y hasta hacerle encontrar sublime lo más absurdo. El carácter distintivo de este género de obsesión es el de provocar en el médium una excesiva susceptibilidad, haciéndole que no encuentre bueno, justo y verdadero, más que lo que él escribe, y rechazar, hasta tomar con desagrado, todo consejo u observación crítica. Le induce también a malquistarse con sus amigos antes de convenir en que es engañado, a concebir celos de los otros médiums, cuyas comunicaciones son juzgadas mejores que las suyas, a querer imponerse en las reuniones espiritistas, de las que se aleja cuando no puede dominar. Llega en fin a sufrir una dominación tal, que el Espíritu puede arrastrarle a las más ridículas y comprometedoras determinaciones.
72. Uno de los caracteres distintivos de los malos espíritus es el de imponerse; dan órdenes y quieren ser obedecidos. Los buenos no se imponen nunca: dan consejos, y si no se les escucha, se retiran. De esto resulta que la impresión de los malos espíritus es casi siempre penosa, fatiga y produce una especie de malestar; a menudo provoca una agitación febril, movimientos bruscos y desenfrenados; la de los buenos espíritus es, por el contrario, apacible, suave y produce un verdadero bienestar.
73. La subyugación obsesional, designada en otro tiempo con el nombre de posesión, es una coacción física producida siempre por espíritus de la peor especie y que puede hasta neutralizar el libre albedrío. Se limita, a menudo, a simples impresiones desagradables; pero provoca a veces movimientos desordenados; actos de insensatez, gritos y palabras incoherentes o injuriosas cuya ridiculez conoce de vez en cuando, aunque sin poder evitarlas, aquel que es víctima de semejante situación. Este estado difiere esencialmente de la locura patológica, con la cual se la confunde sin motivo, porque no presentan ninguna lesión orgánica, y siendo diferente la causa, los medios curativos deben ser otros. Aplicando gárgolas y tratamientos corporales, se logra hacer a menudo una verdadera locura de lo que era una causa moral.
Relexión final:
Sabemos que la Escala Espírita, en el Libro de Los Espíritus define a los Espíritus Malos, ligeros, inferiores, Imperfectos y a los Espíritus Buenos y Elevados, también a los Espíritus Superiores y Puros.
Sin embargo, Allan Kardec en su Libro, ¿Qué es el Espiritismo?, nos describe a los Malos Espíritus, y los vincula a Espíritus que Imponen sus criterios. El mejor ejemplo hoy día en el Espíritu Protector y Guía de DIVALDO PEREIRA FRANCO, en que en el año 1988, éste Espíritu llamado Joanna de Ángelis, anunció una imposición para ser implementada en más de 13,000 casas Espíritas agremiadas a la Federación Espirita de Brasil FEB. Esa imposición de la Mentora, llamada Joanna de Ángelis imponía el que se logrará Espiritizar a los adeptos del Espiritismo. Otro ejemplo lo es el Espíritu Emmanuel, Espíritu Protector y Guía de Chico Xavier, también era un Espíritu que imponía sus criterios a Chico Xavier. Obligó a Chico Xavier, a escribir más de 100 libros, dicho por el mismo Chico Xavier.
“S o y . E s p í r i t a” comenta: "Espíritu Malo es clasificado en el Espiritismo como uno que IMPONE su Criterio. Tambien es considerado como un Mal Espírita a los que son descubiertos como" Perturbadores".
Lo podemos constatar en la supuesta materialización de Emmanuel en 1954, y se constituye como un gran ejemplo de éste tema sobre los MALOS ESPÍRITUS.
Es un ejemplo de un Espíritu que imponía su criterio ante su supuesto protegido, Chico Xavier, y es la característica de un Espíritu Malo en el Espiritismo. La supuesta materialización de "Emmanuel" comprueba el misticismo y encierra un proceso de decepción en 1954... en esa ocasión, Emmanuel le ordenó a Chico Xavier a continuar escribiendo libros, por lo menos 100 libros, la buena noticia es que El Libro, ¿Qué es el Espiritismo?, escrito y publicado por Allan Kardec en el año 1859, nos enseña que a los Espíritus que se imponen, se les clasifica como MALOS ESPÍRITUS, y dice así: #72. Uno de los caracteres distintivos de los Malos Espíritus es el de imponerse: dan órdenes y quieren ser obedecidos; los buenos no se imponen nunca: dan consejos, y si no se les escucha, se retiran. De esto resulta que la impresión de los malos Espíritus es casi siempre penosa, fatiga y produce una especie de malestar; a menudo provoca una agitación febril, movimientos bruscos y desenfrenados; la de los buenos Espíritus es, por el contrario, apacible, suave y produce un verdadero bienestar. Veamos lo que dice la revista Espírita de Febrero de 1859, y cito: Los espíritus superiores no imponen deberes, no restringen los Médiums, sólo sugieren y se retiran cuando no se cumplen (RE, Febrero 1859)."
Este artículo publicado en Brasil en 2014, en el idioma Portugués, y lo he traducido. Aquí se describe la FATULA o FALSA Materialización del Espíritu MISTIFICADOR y contradictorio de Emmanuel en el año 1954.
Una muestra contundente de una Materialización fraudulenta FATULA con el propósito de decepción. Yo pregunto: ¿Porqué nadie se dio cuenta que siempre se trató de que Emmanuel era un Espíritu inferior Malo? La contestación más rápida y lógica, ¡Porque nadie leyó los Libros Codificados y nadie le interesó saber lo importante de saber!
http://soyespirita.blogspot.com/2018/07/supuesta-materializacion-de-emmanuel.html
https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=3104795622915660&id=100001557580199
Relexión final:
Sabemos que la Escala Espírita, en el Libro de Los Espíritus define a los Espíritus Malos, ligeros, inferiores, Imperfectos y a los Espíritus Buenos y Elevados, también a los Espíritus Superiores y Puros.
Sin embargo, Allan Kardec en su Libro, ¿Qué es el Espiritismo?, nos describe a los Malos Espíritus, y los vincula a Espíritus que Imponen sus criterios. El mejor ejemplo hoy día en el Espíritu Protector y Guía de DIVALDO PEREIRA FRANCO, en que en el año 1988, éste Espíritu llamado Joanna de Ángelis, anunció una imposición para ser implementada en más de 13,000 casas Espíritas agremiadas a la Federación Espirita de Brasil FEB. Esa imposición de la Mentora, llamada Joanna de Ángelis imponía el que se logrará Espiritizar a los adeptos del Espiritismo. Otro ejemplo lo es el Espíritu Emmanuel, Espíritu Protector y Guía de Chico Xavier, también era un Espíritu que imponía sus criterios a Chico Xavier. Obligó a Chico Xavier, a escribir más de 100 libros, dicho por el mismo Chico Xavier.
“S o y . E s p í r i t a” comenta: "Espíritu Malo es clasificado en el Espiritismo como uno que IMPONE su Criterio. Tambien es considerado como un Mal Espírita a los que son descubiertos como" Perturbadores".
Lo podemos constatar en la supuesta materialización de Emmanuel en 1954, y se constituye como un gran ejemplo de éste tema sobre los MALOS ESPÍRITUS.
Es un ejemplo de un Espíritu que imponía su criterio ante su supuesto protegido, Chico Xavier, y es la característica de un Espíritu Malo en el Espiritismo. La supuesta materialización de "Emmanuel" comprueba el misticismo y encierra un proceso de decepción en 1954... en esa ocasión, Emmanuel le ordenó a Chico Xavier a continuar escribiendo libros, por lo menos 100 libros, la buena noticia es que El Libro, ¿Qué es el Espiritismo?, escrito y publicado por Allan Kardec en el año 1859, nos enseña que a los Espíritus que se imponen, se les clasifica como MALOS ESPÍRITUS, y dice así: #72. Uno de los caracteres distintivos de los Malos Espíritus es el de imponerse: dan órdenes y quieren ser obedecidos; los buenos no se imponen nunca: dan consejos, y si no se les escucha, se retiran. De esto resulta que la impresión de los malos Espíritus es casi siempre penosa, fatiga y produce una especie de malestar; a menudo provoca una agitación febril, movimientos bruscos y desenfrenados; la de los buenos Espíritus es, por el contrario, apacible, suave y produce un verdadero bienestar. Veamos lo que dice la revista Espírita de Febrero de 1859, y cito: Los espíritus superiores no imponen deberes, no restringen los Médiums, sólo sugieren y se retiran cuando no se cumplen (RE, Febrero 1859)."
Este artículo publicado en Brasil en 2014, en el idioma Portugués, y lo he traducido. Aquí se describe la FATULA o FALSA Materialización del Espíritu MISTIFICADOR y contradictorio de Emmanuel en el año 1954.
Una muestra contundente de una Materialización fraudulenta FATULA con el propósito de decepción. Yo pregunto: ¿Porqué nadie se dio cuenta que siempre se trató de que Emmanuel era un Espíritu inferior Malo? La contestación más rápida y lógica, ¡Porque nadie leyó los Libros Codificados y nadie le interesó saber lo importante de saber!
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