El siguiente es el enlace de éste contenido sobre el tema de la logica de Pedir Permiso a Dios...
En éste artículo vea - La lógica espiritual de Pedir Permiso a Dios SIEMPRE, en nuestra Oración Magnética Mental Grupal y en todo momento en cualquier actividad Mediúmnica. Aquí en éste artículo te cito del contenido de los Libros Codificados por Allan Kardec la importancia y la Lógica de Pedir Permiso a Dios en nuestras Oraciones Magnéticas Mentales y Grupales. - Soy Espírita.
Toda Oración, requiere el permiso de Dios, para que sea una Oración efectiva o eficaz . ¿Pedir permiso a Dios, porqué y para qué? ¿Porqué eso es así, si Dios sabe todas las cosas? ¿Porque Dios ha de preocuparse por escuchar a la especie humana pedirle permiso? ¿No SOMOS muy insignificantes para que Dios se tome el tiempo en dar su permiso en cada oración que se eleve a él reclamando su permiso? En este artículo vea - La lógica espiritual de Pedir Permiso a Dios SIEMPRE, en nuestra Oración Magnética Mental Grupal y en todo momento en cualquier actividad Mediúmnica. Aquí en este artículo te cito del contenido de los Libros Codificados por Allan Kardec la importancia y la Lógica de Pedir Permiso a Dios en nuestras oraciones Magnéticas Mentales y grupales. - Soy Espírita
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#Espiritismo_Moralizador_y_Consolador
El Espiritismo Verdadero, que es Moralizador y Consolador al Mundo, el Verdadero Espiritismo cree en las Oraciones dirigidas a Dios, y no a Espíritus desencarnados, incluyendo a Jesús el Nazareno. Las Oraciones efectivas son aquellas dirigidas a Dios, pero los religiosos oran a cuánto pedazo de yeso, madera o metal que se les aparece en el camino, en las paredes de las iglesias, y hasta en las paredes y podiums de las Casas Espíritas que dicen que el Espiritismo es una Religión. Por el otro lado tenemos los Racionalistas Laicos, que le huyen a las Oracionesa Dios y a los Espíritus. Gozan de un derroche de Orgullo, según la Revista Espírita de 1866.
Para los Racionalistas, que ya no son Espiritistas, porque renunciaron a las enseñanzas del Espiritismo sustituyendo el Espiritismo con Pactos Áureoss, y Cartas de Posicionamientos en contra de TODAS las enseñanzas del Espiritismo, sus comportamientos como Espiritualistas, en algunos, son similares a los Ateos de éste mundo. Dicen ser Espiritistas, pero no practican las enseñanzas y creencias del Espiritismo Moralizador y Consolador al Mundo, sino sus propios escritos basados en sus "Opiniones Personales", aisladas, que el Espiritismo no puede responsabilizarse.
También tenemos a Racionalistas seguidores a las enseñanzas de Joaquin Trincado Mateos que se sostienen con libros 📚 apocrifos en contra a todas las enseñanzas y creencias del Espiritismo Verdadero. Estos ultimos, tienen hasta un Dios, o Juez del Universo, en Joaquin Trincado Mateos. Estos Espiritualistas religiosos y que se hacen llamar racionalistas, tampoco son Espiritistas, pero como todos, son hipocritas, porque estan de espaldas al Espiritismo.
Para todos ellos los actos de Oración 🛐 son contrarios a las enseñanzas del Espiritismo, ellos han creado sus sincretismos en el tema de la Oración 🛐 .
"La oración está recomendada por todos los espíritus; renunciar a la oración es desconocer la bondad de Dios; es renunciar para sí mismo a su asistencia y para los otros al bien que puede hacérseles."
[Libro del Evangelio según el Espiritismo, cap. XXVIII Ítem #11].
No dejo de orar, aunque los racionalistas Espiritualistas me llamen "Sincretista".
Desde los tiempos de Allan Kardec, los racionalistas preferían no orar. Por eso la Revista Espírita de 1866/enero, Allan Kardec dejó en claro que negar la Oración 🛐 era un acto de derroche de orgullo humano.
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Frank Montañez, SEPC,
Soy Espírita por Convicción
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- Se puede suplicar a los Espíritus buenos en su carácter de mensajeros de Dios y ejecutores de sus mandatos. Pero su poder está en razón de su superioridad y depende siempre del Señor de todas las cosas, sin cuyo permiso nada se hace. De ahí que las oraciones que se les dirijan sólo sean eficaces si son aprobadas por Dios.
Aquí se resume la Oración 🛐 Magnética Mental Grupal....
Por el otro lado tenemos a los Espiritualistas Racionalistas que reclaman ser Laicos, son también idólatras de imágenes, porque las aceptan de los Espiritualistas Religiosos de fe ciega.
Los Racionalistas dicen que no hacen oraciones, sino con sus almohadas, pero no en público. Hipócritas!!!, el Espiritismo enseña a que tengamos Oraciones para comunicarnos con Dios para pedir permiso, pero no oran a Dios, y Allan Kardec dijo en la Revista Espírita, enero 1866, página #5, que aunque creían en Dios, no oraban a Él, era un derroche de Egoísmo y Orgullo.
Frank Montañez, SEPC,
Soy Espírita por Convicción...
Cito nuevamente de la Revista Espírita de 1866, Enero...
El Espiritismo no es una Religión y nunca lo ha sido. Refutación de Allan Kardec en el periodico el Universal, París 🗼 Francia 🇫🇷. Es un hecho que los Espíritus dejaron muy claro que TODAS las Religiones han sido un instrumento de DOMINACIÓN, incluyendo la Religión Cristiana.
Sin embargo los Espiritualistas nunca hacen mención de que Allan Kardec refutó que se le llamara al Espiritismo una religión, en un Artículo publicado en el diario el Universal de París, Francia y lo vemos en la Revista Espírita de 1859, Allan Kardec fue enfático en decir por escrito que el Espiritismo no es una Religión, más claro no canta un gallo. Acción de la oración, Transmisión del pensamiento,
Extraído del libro “El evangelio según el espiritismo”, (Cap. XXVIII, artículos del 9 al 15).
9. La oración es una invocación; por ella nos ponemos con el pensamiento en relación con el ser a quién nos dirigimos. Puede tener por objeto suplicar, dar gracias o glorificar. Se puede orar para sí mismo, para otro, para los vivos y para los muertos. Las oraciones dirigidas a Dios son oídas por los espíritus encargados de la ejecución de su voluntad, y las que se dirigen a los buenos espíritus son transmitidas a Dios. Cuándo se ruega a otros seres que a Dios, sólo es con el título de intermediarios, de intercesores, porque nada puede hacerse sin la voluntad de Dios.
10. El Espiritismo hace comprender la acción de la oración, explicando el modo de transmitir el pensamiento, ya sea que el ser a quién se ruega venga a nuestro llamamiento, o que nuestro pensamiento llegue a él. Para formarse una idea de lo que sucede en ésta circunstancia, es menester representar a todos los seres, encarnados y desencarnados, sumergidos con un fluido universal que ocupa el espacio, como aquí lo estamos en la atmósfera. Ése fluido recibe una impulsión de la voluntad; es el vehículo del pensamiento, como el aire lo es del sonido, con la diferencia de que las vibraciones del aire están circunscritas, mientras que las del fluido universal se extienden hasta el infinito. Luego, cuando el pensamiento se dirige hacía un ser cualquiera que está en la tierra o en el espacio, del encarnado al desencarnado o del desencarnado al encarnado, se establece una corriente fluídica entre los dos, la cual transmite el pensamiento como el aire transmite el sonido. La energía de la corriente está en razón con la del pensamiento y de la voluntad. Así es como la oración es oída por los espíritus en cualquier parte que se encuentren, como los espíritus se comunican entre sí, como nos transmiten sus inspiraciones y como se establecen relaciones a distancia entre los encarnados.
Ésta explicación, es sobre todo, para aquellos que no comprenden la utilidad de la oración puramente mística; no es con objeto de materializar la oración, sino con el fin de hacer comprensible su efecto, manifestando que puede tener una acción directa y efectiva, sin que por ésto deje de estar menos subordinada a la voluntad de Dios, juez supremo de todas las cosas y el único que puede hacer eficaz su acción.
11. Por la oración el hombre llama el concurso de los buenos espíritus que vienen a sostenerle en sus buenas resoluciones y a inspirarle buenos pensamientos, adquiriendo de este modo la fuerza moral necesaria para vencer las dificultades y volver a entrar en el camino derecho si se ha desviado, así como también puede desviar de sí los males que se atrae por sus propias faltas. Un hombre, por ejemplo, ve su salud deteriorada por los excesos que ha cometido, arrastrando hasta el fin de sus días una vida de sufrimientos; ¿tiene acaso, derecho a quejarse si no consigue la curación? No, porque en la oración hubiera podido encontrar la fuerza necesaria para resistir las tentaciones.
12. Si los males de la vida se dividen en dos partes, una compuesta de aquellos que el hombre no puede evitar y la otra de las tribulaciones cuya primera causa es él mismo por su incuria y sus excesos (capítulo V, número 4), se verá que ésta sobrepuja de mucho en número a la primera. Es, pues, evidente, que el hombre es el autor de la mayor parte de sus aflicciones, y que se las ahorraría si obrase siempre con moderación y prudencia. No es menos cierto que estas miserias son resultado de nuestras infracciones a las leyes de Dios, y que si las observásemos puntualmente seríamos felices. Si no traspasáramos el límite de lo necesario en la satisfacción de nuestras necesidades, no tendríamos las enfermedades que son consecuencia de los excesos y las vicisitudes que conducen a ellos; si pusiéramos límite a nuestra ambición, no temeríamos la ruina; si no quisiéramos subir más alto de lo que podemos, no temeríamos caer; si fuésemos2 humildes, no sufriríamos los desengaños del orgullo rebajado; si practicáramos la ley de caridad, no maldeciríamos ni seríamos envidiosos, ni celosos, y evitaríamos las querellas y las disensiones; si no hiciéramos mal a nadie, no temeríamos las venganzas, etc.,
Admitamos que el hombre no pueda nada sobre los otros males y que todas las oraciones sean superfluas para preservarse de ellos; ¿no sería ya bastante el que pudiera evitar todo lo que proviene de sus propios hechos? Pues aquí la acción de la oración se concibe perfectamente, porque tiene por objeto solicitar la inspiración saludable de los buenos espíritus, pidiéndoles fuerza para resistir a los malos pensamientos, cuya ejecución puede sernos funesta.
En éste caso “no desvían el mal, sino que nos desvían a nosotros mismos del pensamiento que puede causarlo; en nada embarazan los decretos de Dios ni suspenden el curso de las leyes de la naturaleza; “sólo nos impiden infringir estas leyes dirigiendo nuestro libre albedrío”; pero lo hacen sin saberlo nosotros y de una manera oculta, para no encadenar nuestra voluntad. El hombre se encuentra entonces en la posición de aquél que solicita buenos consejos y los pone en práctica, pero siempre es libre de seguirlos o dejarlos de seguir; Dios quiere que así suceda para que tenga la responsabilidad de sus actos dejándole el mérito de la elección entre el bien y el mal.
Ésto es lo que el hombre siempre está seguro de obtener si lo pide con fervor, y a lo que sobre todo pueden aplicarse estas palabras: “Pedid y se os dará”. La eficacia de la oración, aún reducida a esta proporción, ¿no tendría, acaso, un resultado inmenso? Estaba reservado al Espiritismo el probarnos su acción por la revelación de las relaciones que existen entre el mundo invisible y el mundo visible. Pero no se limitan únicamente a éstos sus efectos.
La oración está recomendada por todos los espíritus; renunciar a la oración es desconocer la bondad de Dios; es renunciar para sí mismo a su asistencia y para los otros al bien que puede hacérseles.
13. Dios, accediendo a la súplica que se le dirige, tiene la mira de recompensar la intención, la sinceridad y la fe del que ruega; por este motivo la oración del hombre de bien tiene más mérito a los ojos de Dios y siempre más eficacia que la del hombre vicioso y malo, porque éste no puede rogar con el fervor y la confianza que sólo se adquiere por el sentimiento de la verdadera piedad. Del corazón del egoísta, de aquél que ruega sólo con la articulación de la palabra, no pueden salir los impulsos de caridad que dan a la oración todo su poder. De tal modo así se comprende, que, por un movimiento instintivo, nos recomendamos con preferencia a las oraciones de aquellos cuya conducta se cree ser agradable a Dios, porque son más escuchados.
14. Sí la oración ejerce una especie de acción magnética, podría creerse que su efecto está subordinado al poder fluídico; pero no sucede así: puesto que los espíritus ejercen esta acción sobre los hombres, suplen cuando es necesario la insuficiencia del que ora, ya obrando directamente “en su nombre”, ya dándole momentáneamente una fuerza excepcional, cuando se le juzga digno de este favor o cuando la cosa puede ser útil. El hombre que no se cree bastante bueno para ejercer una influencia saludable, no por esto debe abstenerse de rogar por otro, con el pensamiento de que no es digno de ser escuchado. La conciencia de su inferioridad es una prueba de humildad siempre agradable a Dios, que toma en cuenta la intención caritativa que le anima su fervor y su confianza en Dios, son el primer paso de la vuelta al bien, y los buenos espíritus se felicitan de poderle alentar. La oración que no se escucha es la del “orgulloso que sólo tiene fe en su poder y en sus méritos, creyendo poder substituirse a la voluntad del Eterno”.
15. El poder de la “oración” está en el pensamiento; no se concreta a las palabras, ni al lugar, ni al momento que se hace. Se puede, pues, rogar en todas partes y a todas horas, estando sólo o acompañado. La influencia del lugar o del tiempo está en relación de las circunstancias que pueden favorecer el recogimiento. “La oración en común tiene una acción más poderosa cuando todos aquellos que oran se asocian de corazón a un mismo pensamiento y tienen un mismo objeto”, porque es como si muchos levantasen la voz juntos y unísonos; pero ¡qué importaría estar unidos en gran número, si cada uno obrase aisladamente y por su propia cuenta personal! Cien personas reunidas pueden orar como egoístas, mientras que dos o tres, unidas en una común aspiración, rogarán como verdaderos hermanos en Dios, y su oración tendrá más poder que la de los otros ciento.
https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=2037531532975413&id=100001557580199
El Espiritismo, su verdadero carácter es, pues, el de una ciencia y no de una religión.
EL ESPIRITÍSMO Nunca se consideró como UNA RELIGIÓN… Es un hecho que es una doctrina filosófica, porque el termino filosofia significa, "Amor 😍 al Conocimiento, a la Sabiduría", y precisanente eso es lo que el Espiritismo inspira, el amor al conocimiento, eso es la Filosofia del Espiritismo, que sí tiene consecuencias religiosas como toda filosofía espiritualista y por esto mismo toca forzosamente las bases fundamentales de todas las religiones: como lo son: Dios, el Alma y la Vida Futura; pero no es una RELIGIÓN CONSTITUIDA, dado que no tiene CULTO , RITO ni TEMPLOS DE IDOLATRIA, y que entre sus adeptos ninguno ha tomado ni recibido títulos de sacerdote o sumo sacerdote. Éstas calificaciones son pura invención de la crítica. Obras Póstumas – Allan Kardec.
Además, el Espiritismo no puede ser "dogmatico", porque se basa en hechos reales... el dogmatismo, es religioso y nunca se puede probar.
No te sorprendas que seas rechazado por ese grupo de Espiritualistas que son extremistas, y que no pueden considerarse como Espiritistas Verdaderos, porque han sustituido las creencias del Espiritismo, con Cartas de Posicionamientos, como lo ha hecho descaradamente la Confederacion Espirita Panamericana de Brasil CEPA. Es un hecho que es un grupo pequeño que no crece en el Espiritismo. Ellos creen que el Espiritismo debe salir de las oraciones.
Allan Kardec se encontró con estos Espiritualistas en el camino. Precisamente en la Revista Espírita de enero del 1866, en la página #5, aparece publicado la Opinión de Los Espíritus con aquellos que no oran en el Espiritismo. Veamos, y cito entre paréntesis :
CONSIDERACIONES PARA LA ORACIÓN EN EL ESPIRITISMO.
"Cada uno es libre para enfrentar las cosas en su propio camino y que se quejan de libertad para nosotros, no podemos negarnos a los demás. Pero, el hecho de que una opinión sea libre, no sigue que no puede discutir, examinar los fuertes y los débiles, y pesar las ventajas o desventajas.
Decimos esto con respecto a la negación de la utilidad de la oración, que algunas personas: ¿Cómo erigir en su sistema, para hacer la bandera de una escuela de disidente. Esta opinión puede resumirse así:
"Dios estableció leyes eternas, a las que son sometidos todos los seres; No podemos nada que preguntar y no tienes que estar agradecido por favores especiales, por lo tanto, es inútil el ruego."
Página #4, de la Revista Espirita 1866/Enero
"La suerte de los espíritus está trazada; Por lo tanto, es inútil orar por ellos. No se puede cambiar el orden inmutable de las cosas, por lo tanto, es inútil orar por ellos" .
- (nota añadida: "Se refiere al destino de los Espíritus desencarnados, que tuvieron su oportunidad de decidir por el camino del bien común y adelantar sus Espíritus, mientras estaban encarnados, pero ya en el mundo Espiritista de la ERRATICIDAD, su suerte está trazada, necesitarán continuar reencarnando como cualquier espíritu, y lograr su adelanto, a través de la Expiación de faltas cometidas y mediante su Moralización y las oraciones que se les haga, no pueden cambiar su destino.
Su destino es siempre el progreso, el adelanto de su propio Espíritu, ese progreso del Espíritu es individual y no colectivo. Todos los Espíritus Encarnados y desencarnados son responsables de sus actos).
>Opinión Personal de Frank Montanez, 24 de noviembre del 2019<.")
"El Espiritismo es una ciencia puramente filosófica; No sólo no es una religión, y NO debe tener ningún carácter religioso. Cada oración aceptada y cada deseo dictado en las reuniones tiende a mantener la superstición y la religión".
El tema de la oración, hace mucho tiempo, se hablaba de que es inútil repetir a ese respecto. Si el Espiritismo proclama la utilidad, no por un sistema espiritual, sino porque la observación le ha demostrado la eficacia y el modo de acción.
Desde entonces, en el sistema de leyes, entender, es el poder del pensamiento, entendemos también la oración, es decir, ella misma, un pensamiento dirigido a una meta determinada.
Para algunos, la palabra oración no revela una idea de una reclamación; grave error.
Con respecto a la Deidad es un acto de adoración, la humildad y sumisión a los que uno no puede rechazar sin desconocer el poder y la bondad del creador.
"Negar la oración a Dios", es que (ellos), reconocen a Dios como un hecho, pero se niegan a rendir homenaje a Él; aún hay un derroche de orgullo humano, en los que así lo hacen".
Nota añadida por Frank Montañez: "El que no ora a Dios, es un ORGULLOSO, EGOISTA Y MATERIALISTA. Por seguro es un mal Espírita, o no es Espiritista, sino un Espiritualista que utiliza el tema de de los Espíritus para esconder su verdadera vocación al materialismo puro y Panteísta."
https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=2729525267109366&id=100001557580199
CONOCIMIENTO DEL PRINCIPIO DE LAS COSAS.
Libro de Los Espíritus, CAPÍTULO II, ítem 17, 49…ELEMENTOS GENERALES DEL UNIVERSO
Conocimiento del principio de las cosas. -Espíritu y materia.
-Propiedades de la materia. -Espacio universal
17. ¿Es dado al hombre conocer el principio de las cosas?
«No; Dios no permite que se revele todo al hombre en la tierra».
49. Si el germen de la especie humana se encontraba entre los elementos orgánicos del globo, ¿por qué no se forman hombres espontáneamente, como al principio?
«El principio de las cosas es uno de los Secreto de Dios; pero puede decirse, no obstante, que una vez diseminados los hombres por la tierra, han absorbido en si mismos los elementos necesarios a su formación para transmitirlos según las leyes de la reproducción. Lo mismo ha sucedido en las diferentes especies de seres vivientes».
Se juzga a los Espíritus como a los hombres, por su lenguaje; si un Espíritu se presenta bajo el nombre de Fenelón, por ejemplo, y dice trivialidades o puerilidades, es muy cierto que no puede ser él; pero si dice cosas dignas del carácter de Fenelón y que este mismo no desmintiera, hay en este caso, sino una prueba material, al menos toda la probabilidad moral que pueda ser él. Sobre todo en este caso la identidad real es una cuestión accesoria; desde el momento que el Espíritu sólo dice cosas buenas, poco importa el nombre del que las da. Se objetará, sin duda, que el Espíritu que tomase un nombre supuesto, aún cuando sólo fuese para decir cosas buenas, no por eso dejaría de cometer un fraude y en tal caso no puede ser un Espíritu bueno. Aquí es en donde hay matices delicados bastante difíciles de comprender, y que trataremos de desenvolver.
CONOCIMIENTO DEL PORVENIR...
#868. ¿Puede ser revelado el porvenir al hombre?
«En principio el porvenir está oculto para él, y sólo en casos raros y excepcionales Dios
permite su revelación».
Libro de los Médiums...
#300. ¿Para qué sirve la enseñanza de los Espíritus –alegarán algunas personas–, si no nos ofrece mayor certeza que la enseñanza humana? La respuesta es fácil. No aceptamos con la misma confianza la enseñanza de todos los hombres y, entre dos doctrinas, preferimos aquella cuyo autor nos parece más ilustrado, más capaz y juicioso, y menos accesible a las pasiones. De la misma manera se debe proceder con los Espíritus. Sí bien entre ellos los hay que no están por encima de la humanidad, muchos son también los que la han superado, y que pueden ofrecernos instrucciones que en vano
buscaríamos entre los hombres más instruidos. Debemos dedicarnos, pues, a distinguirlos entre la multitud de los Espíritus inferiores, en caso de que queramos ilustrarnos. El conocimiento en profundidad del espiritismo nos conduce a
que hagamos ésa distinción. No obstante, ésas instrucciones tienen un límite, porque sí no es dado a los Espíritus saberlo todo, con más razón debe ser así en el caso de los hombres.
Por consiguiente, hay cuestiones sobre las cuales sería inútil interrogar a los Espíritus, ya sea porque se les prohíbe revelarlas, o porque ellos mismos las ignoran, de modo que al respecto sólo pueden darnos su opinión personal. Aho-
ra bien, son precisamente ésas opiniones personales las que los Espíritus orgullosos presentan como verdades absolutas."
Los Espiritistas Verdaderos no somos ADIVINOS del futuro, y no consultamos con Brujos, hechiceros, Santeros o Adivinos, que además de no ser Espiritistas, son mentirosos e hipócrita. Hacen creer que son Espiritistas, que son Mediums y que pueden hablar con los Espíritus y cobrar dinero por ello. Éso no es Espiritismo, y sus comunicaciones, sí algunas, son SIEMPRE con Espíritus desencarnados inferiores, no evolucionados. Engañan, porque sus supuestas predicciones no se cumplen y no son de Buenos Espíritus, y porque se lucran de ésas comunicaciones apocrifas.
Ver mí vídeo sobre éste tema : "Consultas con Brujos, hechiceros, o adivinos, sólo atraen a Malos Espíritus, Soy Espírita" en YouTube, Carleen Branstetter, okp
https://youtu.be/dJnUw5ICH2c
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Por éso los Espiritistas Verdaderos no creemos en la adivinacion ni en los supuestos Médiums que son Espiritus orgullosos e inferiores...
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Todas las Adivinaciones del futuro o de lo qué pasó, son
Secretos de Dios, dichos por un supuesto Médium, que no se tiene permiso de ser revelados. Sólo los Malos Espíritus encarnados se prestan a ésos engaños ...
Adivinación, Profecías, Secretos de Dios,
Ver "Sólo Espíritus Puros tienen la Misión de transmitir “La Palabra de DIOS" a la humanidad, Soy Espírita" en YouTube, Angel Alberto Serrano Villar,
Los Espiritistas Verdaderos oramos SÓLO a Dios para permiso, primero y nunca oramos a imágenes de yeso, madera o metal. No somos IDÓLATRAS de Imágenes de yeso o madera, como por ejemplo, orar al Espíritu desencarnado de Francisco De Asís, ni de ningún Santo de la Iglesia Católica. Nuestras Oraciones, son siempre dirigidas a Dios, y son en primera instancia para pedir Permiso, para que Buenos Fluidos Cósmicos Universales y Vitales impregnados de Dios sean derramados sobre cada uno de nosotros. Será Él, Dios Omnipotente, quién asigne a sus Espíritus buenos y elevados a contestar nuestras oraciones.
El que ora a imágenes religiosas o simplemente no ora, esta en contra de las enseñanzas del Espiritismo Verdadero. Y le da la espalda a Dios, cuando le ora a imágenes religiosas. El supuesto Espíritu de Francisco de Asís, es un Espíritu desencarnado NO EVOLUCIONADOS contradictorio de las enseñanzas que Dios reveló en los Libros Codificados, ese Espíritu religioso, NO EVOLUCIONADO, que contradice las enseñanzas del Espiritismo es sin duda un Espíritu INFERIOR, IMPERFECTO NO EVOLUCIONADOS . Éste Espíritu, todavía cree en la Resurrección del Espíritu y que Cristo es Dios, parte de la Santísima Trinidad Católica. Este Espíritu llamado Francisco de Asia, NO ha entendido aún que Cristo que nacio en Belén, no es el mismo Jesús que nació en Nazareth, Israel.
A ese Espíritu, se le idolatra y se le ha creado un culto a su imagen, y a su Estatua, y le ponen nombres a edificios e instituciones Espiritualistas.
Toda esa ignorancia espiritual, es debido a la falta de Educación Espírita y al no querer leer el contenido de los Libros Codificados, no querer pensar, ni evaluar la lógica y razón de las cosas.
El libro de Oraciones Escogidas de Allan Kardec, fue un compendio de Oraciones de Allan Kardec, que ya estaban incluidas en el contenido del libro del "Evangelio según el Espiritismo", donde se incluía la Oración Dominical. Cada una de esas Oraciones, se dirigían a Dios para pedir permiso y nunca jamás para venerar ninguna imagen religiosa de yeso o madera. Pero debe dejarse claro, que nunca Allan Kardec publicó un compendio o libro titulado "Oraciones Escogidas de Allan Kardec". Esa publicación fue una publicación separada y publicada en España la primera Edicion:agosto de 1966. No fue un libro publicado por Allan Kardec.
La Oración en el Espiritismo Verdadero es un mandato de Dios y Jesús el Nazareno, los Espiritistas oramos a Dios para permiso y nunca dedicamos ni tan siquiera una oración por ningún Espíritu desencarnado.
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“S o y . E s p í r i t a” comenta : "Permiso de Dios, ¿Pedir permiso a Dios, porqué y para qué? ¿Porqué eso es así, si Dios sabe todas las cosas? ¿Porque Dios ha de preocuparse por escuchar a la especie humana pedirle permiso? ¿No SOMOS muy insignificantes para que Dios se tome el tiempo en dar su permiso en cada oración que se eleve a él reclamando su permiso? En este artículo vea - La lógica espiritual de Pedir Permiso a Dios SIEMPRE, en nuestra Oración Magnética Mental Grupal y en todo momento en cualquier actividad Mediúmnica. Aquí en este artículo te cito del contenido de los Libros Codificados por Allan Kardec la importancia y la Lógica de Pedir Permiso a Dios en nuestras oraciones Magnéticas Mentales y grupales." - Soy Espírita.
Nadie debe imponer reglas para que tu seas Espirita o Espiritista, el que así lo haga, estará actuando en desacuerdo con el Espiritismo.
A eso le añadimos, lo que es un Espiritista Verdadero. Es aquí en este extracto a continuación, es que se define lo que se considera un "Espiritista Verdadero" en el Espiritismo.
Permiso de Dios ¿Porque debemos Pedir Permiso a Dios? - Soy Espírita
No hay nada sacramental en esto de Pedir Permiso a Dios, es nuevo para ti, pero es lo que nos enseñan los Espíritus a través de los Libros Codificados por Allan Kardec. Lo primero veamos si somos Espíritas,
¿Puedo ser Espiritista?
"Se es espiritista por el sólo hecho de simpatizar con los principios de la doctrina y de conformar a ella la conducta. Es una opinión como otra cualquiera, que cada uno ha de tener el derecho de profesar, como se tiene el de ser judío, católico, protestante, furierista, sansimoniano, volteriano, cartesiano, deísta y hasta materialista.
El Espiritismo proclama la libertad de conciencia como un derecho natural y la reclama para los suyos como para todo el mundo. Respeta todas las convicciones sinceras, pidiendo para sí la reciprocidad.",
Allan Kardec, Obras Póstumas
Nadie debe imponer reglas para que tu seas Espirita o Espiritista, el que así lo haga, estará actuando en desacuerdo con el Espiritismo.
A eso le añadimos, lo que es un Espiritista Verdadero.
Es aquí en este extracto a continuación, es que se define lo que se considera un "Espiritista Verdadero" en el Espiritismo.
El Libro de Obras Póstumas
Breve Contestación a los Detractores del Espiritismo
El derecho de examen y de crítica es un derecho imprescriptible al que no pretende esquivarse el Espiritismo, como tampoco pretende satisfacer a todos. Cada cual es, pues, libre de aprobarlo o de rechazarlo, pero aún así, preciso debiera ser que se le discutiese con conocimiento de causa. Pues bien, la crítica ha probado con suma frecuencia su ignorancia respecto de los principios más elementales de aquél, haciéndole decir justamente lo contrario de lo que dice, atribuyéndole lo que rechaza, confundiéndole con las groseras y burlescas imitaciones del charlatanismo, dando, en fin, como regla general, las excentricidades de algunos individuos. Con suma frecuencia también la malevolencia ha querido hacerle responsable de actos reprensibles o ridículos, en los que se halla su nombre incidentalmente, de lo que se ha hecho arma contra él.
Antes de imputar a una doctrina la incitación a un acto reprensible cualquiera, exigen la razón y la equidad que se examine si tal doctrina contiene máximas justificadoras de aquel acto. Para conocer la parte de responsabilidad que alcanza al Espiritismo en determinada circunstancia, existe un medio muy sencillo, cual es el de inquirir de buena fe, no de los adversarios, sino en el mismo origen, lo que aprueba y lo que condena.
Esto es tanto más fácil, cuanto que el Espiritismo no tiene secretos; su enseñanza se da a la luz del día y cada cual puede comprobarla. Si, pues, los libres de la doctrina espiritista condenan de un modo explícito y formal un acto justamente reprobado; sí; por el contrario, sólo contienen instrucciones capaces de conducir al bien, prueba es de que el individuo culpable del delito no se ha inspirado en aquella, aunque tuviese en su poder los libros.
El Espiritismo no es más solidario de aquellos a quienes se les antoja llamarse espiritistas, que la Medicina de los charlatanes que la explotan, y la sana Religión de los abusos y hasta de los crímenes cometidos en su nombre. "Solo reconoce por adeptos suyos a los que practican su enseñanza, es decir, a los que trabajan en su propio mejoramiento moral, esforzándose en vencer sus malas inclinaciones, en ser menos egoístas y orgullosos, más afables, más humildes, pacientes, benévolos, caritativos para con el prójimo y moderados en todas las cosa, pues este es el signo característico del espiritista verdadero."
El objeto de esta breve contestación no es el de refutar todas las alegaciones falsas dirigidas contra el Espiritismo, ni el de desarrollar o probar todos sus principios, y menos aún el de convertir a sus ideas a los que profesan opiniones contrarias, sino el de decir, en pocas palabras, lo qué es el Espiritismo y lo qué no es, lo que admite y lo que rechaza.
Veamos desde el comienzo como este tema se va desarrollando:
"Cabe a las personas sensatas separar lo bueno de lo malo.
Con seguridad que los que extraen de este hecho la consecuencia de que nos
relacionamos sólo con seres malvados, cuya única ocupación consiste en
embaucarnos, no tienen conocimiento de las comunicaciones que se llevan a
efecto en las reuniones en que no se manifiestan sino Espíritus superiores. Con
tal conocimiento no pensarían así. Es enojoso que el azar los haya servido tan
mal como para no mostrarles más que el lado malo del Mundo Espírita, porque no
queremos suponer que una tendencia simpática atraiga hacia ellos a los malos
Espíritus más bien que a los buenos, a los Espíritus mentirosos o a aquellos
cuyo lenguaje subleva la grosería. Cuándo más, se podría concluir de ello que
la solidez de sus principios no es lo bastante poderosa para apartar el mal y
que, encontrando cierto placer en satisfacer su curiosidad a este respecto, los
malos Espíritus aprovechan la ocasión para deslizarse entre ellos, en tanto que
los buenos se alejan.
Juzgar la cuestión de los Espíritus sobre la base de
tales hechos, sería tan carente de lógica como evaluar el carácter de un pueblo
por lo que se diga y se haga en la reunión de algunos atolondrados o de gentes
de mala fama, a la que no asistan ni los sabios ni las personas sensatas. Los
que así juzgan se encuentran en la misma situación de un extranjero que,
entrando en una gran capital por el peor de sus arrabales, juzgara a todos los
habitantes de aquélla sobre la base de las costumbres y el lenguaje de ese
barrio de ínfima categoría. En el Mundo de los Espíritus hay también una buena
y una mala sociedad. Sírvanse esas personas estudiar lo que sucede entre los
Espíritus escogidos y se persuadirán de que la ciudad celeste incluye algo más
que la escoria de la población. “Pero –preguntaran ellas- los Espíritus
selectos ¿acuden a comunicarse con nosotros?” A éstas les responderemos: No
permanezcáis en el arrabal. Mirad, observad, y juzgaréis. Allí están los
hechos, para todo el mundo. A menos que no deban aplicarse a esas personas las
palabras de Jesús: “Tienen ojos y no
ven; oídos, y no escuchan”.
Una variante de
esa opinión consiste en no ver, en las comunicaciones espíritas y en todos los
hechos materiales a que ellas dan lugar, sino la intervención de una potencia
diabólica, nuevo Proteo que se revestiría de todas las formas para engañarnos
mejor. No la creemos merecedora de un examen serio, de ahí que no nos demoremos
en ella. Ha sido refutada por lo que acabamos de expresar. Sólo agregaremos
que, si así fuese, habría que convenir que el diablo es en ocasiones muy sabio
y razonable y, sobre todo, muy moral, o si no, que hay también diablos buenos…
En efecto, ¿cómo creer
que Dios permita sólo al Espíritu del mal que se manifieste sin darnos por
contrapeso los consejos de los Espíritus buenos? Si Él no puede hacerlo, sería
impotencia. Si puede y no lo hace, esto es incompatible con su bondad. Las dos
suposiciones constituirían blasfemias. Notad que admitir la comunicación de los
Espíritus malos equivale a reconocer el principio de las manifestaciones. Ahora
bien, puesto que ellas existen, no pueden acontecer sin el permiso de Dios.
¿Cómo creen entonces, sin ser impíos, que Él permita sólo el mal, con exclusión
del bien? Semejante doctrina es contraria a las más elementales nociones de
buen sentido y de la religión.
En efecto,
¿cómo creer que Dios permita sólo al Espíritu del mal que se manifieste sin darnos por
contrapeso los consejos de los Espíritus buenos?
Si Él no puede
hacerlo, sería impotencia. Si puede y no lo hace, esto es incompatible con su bondad. Las dos suposiciones
constituirían blasfemias. Notad que admitir la comunicación de los Espíritus malos equivale a reconocer el
principio de las manifestaciones. Ahora bien, puesto que ellas existen, no pueden acontecer sin el permiso de Dios.
¿Cómo creen entonces, sin ser impíos, que Él permita sólo el mal, con exclusión del bien? Semejante doctrina es
contraria a las más elementales nociones de buen sentido y de la religión.
SI DIOS LO SABE TODO, EL YA SABE LO QUE ME PASA, ¿Por qué TENGO QUE ORAR?
Frank, ¿Por qué tengo que ir a Dios para permiso, si él sabe lo que me está ocurriendo?
Contestación: "Porque DIOS respeta tu Libre Albedrío, y nunca jamás viola tu derecho de elección, por lo tanto cuando acudes a Dios, tú mismo estas solicitando su permiso a que asigne buenos Espíritus que derramen de sus fluidos en tu beneficio, solo cuando tu se lo pides."
Frank Montañez
Soy Espírita por Convicción...
A continuación sin orden en especifico, las referencias en los Libros Codificados que se relacionan al tema de Pedir Permiso a Dios y su justificación.
El Libro de los
Espíritus
235. ¿Progresan
los Espíritus durante esas estaciones en mundos transitorios?
- Por cierto que sí. Los
que de esta manera se reúnen lo hacen con el propósito de instruirse y poder,
con más facilidad, obtener
permiso para ir a lugares mejores, llegando a la posición que alcanzan
los elegidos.
Vida Espírita
[244a] – Cuando un Espíritu inferior dice que Dios le prohíbe o le permite alguna cosa, ¿cómo sabe que eso proviene de Él?
“Ese Espíritu no ve a Dios, pero siente su soberanía. Cuandoalgo no tiene que hacerse o una palabra no debe decirse,siente una especie de intuición, una advertencia invisibleque le prohíbe hacerlo. Vosotros mismos, ¿no tenéis presentimientos que son como advertencias secretas para que hagáis o dejéis de hacer tal o cual cosa? Lo mismo nos ocurre anosotros, sólo que en un grado superior, pues comprenderásque, dado que la esencia de los Espíritus es más sutil que lavuestra, ellos pueden recibir mejor las advertencias divinas.”
[244b] – La orden, ¿es transmitida al Espíritu directamente por Dios, o por intermedio de otros Espíritus?
“No le llega directamente de Dios. Para comunicarse conÉl hay que ser digno de ello. Dios le transmite sus ordenesa través de Espíritus que se hallan más elevados en perfeccióne instrucción.”
Nota: Solo Espíritus Puros tienen la misión de transmitir la palabra de Dios. Génesis #10
V.- Elección de las pruebas
258. En estado
errante, y antes de iniciar una nueva existencia corporal, ¿tiene el Espíritu
conciencia y previsión de lo que le sucederá durante la vida?
- Él mismo escoge el tipo de pruebas a que
quiere ser sometido, y en esto consiste su libre albedrío.
[258a] – Entonces, ¿no es Dios quien le impone las tribulaciones de la vida como castigo?
“Nada sucede sin el permiso de Dios, pues es Él quienhha establecido las leyes que rigen el universo. ¡Pregunta, pues, por qué ha hecho tal ley en vez de otra! Al dar al Espíritu la libertad de elegir, Dios le deja la responsabilidad completa de sus actos y de las consecuencias de estos. Nada obstaculiza su porvenir. Puede optar por seguir el camino del bien o el del mal. Pero si sucumbe, le queda un consuelo: no todo terminó para él, pues Dios, en su bondad, le deja la libertad para que recomience lo que hizo mal. Por otra parte, es necesario distinguir lo que es obra de la voluntad de Dios, de lo que es obra de la voluntad del hombre. Si un peligro os amenaza, no habré is sido vosotros quienes lo crearon, sino Dios. No obstante, vuestra fue la voluntad de exponeros a ese peligro, porque habéis visto en él un medio para vuestro progreso, y Dios lo ha permitido.”
522.
Vemos allí que el concepto espírita de instinto se refiere al recuerdo
inconsciente de las pruebas que hemos escogido antes de encarnar. Así pues, la voz del instinto es el presentimiento de los
sucesos destacados de la actual existencia. El Espíritu encarnado recibe el
aviso interior, mas puede atenderlo o no, según su libre arbitrio. Según Herculano Pirez en su mala traducción, por eso la he tachado. Veamos la traducción realizada por la Sociedad Barcelonesa, copia de traducción confiable. Los comentarios religiosos de Herculano Pires, nunca fueron aprobado por los Espíritus, y pretenden cambiar la esencia del mensaje de los Espíritus con meras "Opiniones Personales", aisladas de Herculano Pires.
PRESENTIMIENTOS
522. El presentimiento, ¿es siempre una advertencia del espíritu protector?
«El presentimiento es el consejo íntimo y oculto de un espíritu que os quiere bien. Se
halla también en la intuición de la elección que se ha hecho; es la voz del instinto. El espíritu
antes de encarnarse, tiene conocimiento de las principales fases de su existencia, es decir, de
la clase de pruebas a que se compromete. Cuando tiene un carácter predominante, el espíritu
conserva una especie de impresión en su fuero interno, y esta impresión, que es la voz del
instinto, acentuándose cuando se aproxima el momento, se convierte en presentimiento».
Pero no se
confunda este concepto espírita de instinto con el concepto psico-biológico de
instinto como necesidad orgánica. Sobre éste véanse los parágrafos 589 y 590. [N. de J. H. Pires.]
589. Ciertas plantas, tales como la sensitiva
y la dionea, por ejemplo, tienen movimientos que denotan gran sensibilidad, y
en ciertos casos una especie de voluntad, como sucede con la segunda de las
nombradas, cuyas hojas aprisionan al insecto que acude a posarse en ellas para
libar su zumo, y al cual la dionea parece tender una trampa para después
matarlo. Esas plantas ¿están dotadas de la facultad de pensar? ¿Poseen
voluntad? ¿Constituyen una clase intermedia entre los reinos vegetal y animal?
¿Son una transición de uno a otro de esos reinos?
- En la Naturaleza todo es transición, por el hecho mismo de que
nada es semejante y, sin embargo, todo se relaciona. Las plantas no piensan y,
por consiguiente, carecen de voluntad. La ostra que se abre, así como todos los
zoófitos, están desprovistos de pensamiento. Sólo hay en ellos un instinto
ciego y natural.El organismo humano nos provee
ejemplos de movimientos análogos sin participación de la voluntad, como en las
funciones digestivas y circulatorias. El píldoro se contrae al contacto de
ciertos cuerpos para impedir su paso. Lo propio tiene que suce-der con la
sensitiva, cuyos movimientos no implican en manera alguna la necesidad de una
percepción, y menos todavía de una voluntad.
590. ¿No hay en las plantas, como en los
animales, un instinto de conservación que las mueva a buscar lo que pueda serles
útil y a sustraerse de lo que sea capaz de dañarlas?
- Es, si así se quiere, una especie de instinto. Depende de la
extensión que se conceda a este vocablo. Pero es puramente mecánico. Cuando en
las operaciones químicas veis unirse dos cuerpos, es porque son compatibles,
vale decir que hay entre ellos afinidad. Pero no denomináis instinto a esto.
591. En los mundos superiores ¿son las
plantas, así como los demás seres, de una naturaleza más perfecta?
- Todo es más perfecto allí, pero las plantas son siempre plantas,
como los animales siempre son animales y los hombres son siempre hombres.78
78.Los Espíritus ¿han tenido un
principio o existen, como Dios, de toda eternidad?
- Si no hubieran tenido un
principio sería iguales a Dios, pero
constituyen su creación y se hallan sometidos a su voluntad. Dios existe de
toda eternidad, y esto es incontestable, pero en lo que se refiere a saber
cuándo y cómo Él nos creó, no sabemos nada al respecto. Puedes decir que no
hemos tenido comienzo si entiendes por ello que, siendo Dios eterno, debió
crear sin tregua pero cuándo y cómo fue hecho cada uno de nosotros, te lo
repito, nadie lo sabe: allí reside el misterio.
535. Cuando
algo venturoso nos sucede ¿debemos dar las gracias a nuestro Espíritu
protector?
- Agradeced sobre todo a Dios, ya que sin su permiso nada se consuma.
Y en segundo lugar, dad las gracias a los buenos Espíritus, que han sido los
agentes de Él.
535 a.
¿Qué sucedería si nos olvidáramos de agradecer?
-
Lo que a los ingratos acontece.
IX.- Acción de los Espíritus sobre los fenómenos de la
Naturaleza
536. Los
grandes fenómenos naturales, aquellos que se consideran una perturbación de los
elementos, ¿se deben a causas fortuitas o tienen todos ellos un objeto
providencial?
- Todo posee su razón de
ser y nada ocurre sin permiso de Dios.
XIII.- Bendición y maldición
557. La
bendición y la maldición ¿pueden atraer el bien y el mal, respectivamente,
sobre aquellos a quienes van dirigidas?
- Dios no escucha una maldición injusta, y a sus ojos,
quien la lanza es culpable. Como tenemos las dos tendencias opuestas –el bien y
el mal-, puede haber una influencia momentánea, inclusive sobre la materia.
Pero ese influjo sólo se ejerce, en todos los casos, con el permiso de Dios, y
como complemento de prueba para el que es objeto de él. Por otra parte,
generalmente maldecimos a los malvados y bendecimos a los buenos. La bendición
y la maldición jamás pueden apartar a la Providencia del camino de la justicia.
La maldición sólo alcanza al maldecido cuando éste es ruin, y la bendición
protege únicamente al que la merece. 76
76 Este problema de la bendición y la maldición, así como el de lo prodigioso, que consta en lo parágrafos 528 y 529, ejemplifica de manera positiva la
naturaleza racional del Espiritismo, generalmente acusado de supersticioso por
lo que ignoran la Doctrina. Pero uno de los puntos más importantes de este
capítulo es el que se refiere al instinto, en el párrafo.
528. Una persona mal intencionada arroja contra
alguien un proyectil que lo roza sin lesionarlo. ¿Puede un Espíritu benévolo
haber desviado de su trayectoria al proyectil?-.
Si
el individuo no debe ser alcanzado, el Espíritu benévolo le inspirará la idea
de darse vuelta, o bien podrá influir en el agresor, de modo que tome mal la
puntería; puesto que el proyectil, una vez lanzado, sigue la trayectoria que
debe recorrer.
529. ¿Qué debemos pensar de las balas encantadas
a que se hace referencia en ciertas leyendas, y que alcanzan fatalmente el
blanco?
-
Imaginación pura. El hombre se aficiona a lo prodigioso, pero no se contenta
con las maravillas de la Naturaleza.
529 a. Los Espíritus que dirigen los
acontecimientos de la vida ¿pueden ser contrarrestados por Espíritus que
quisieran obtener lo opuesto?
- Lo que Dios quiera, así debe ser. Si hay un
retraso o un impedimento, es por su voluntad.
666. ¿Podemos
orar a los Espíritus?
- Se puede suplicar a los Espíritus buenos
en su carácter de mensajeros de Dios y ejecutores de sus mandatos. Pero su poder está en razón de su superioridad y depende
siempre del Señor de todas las cosas, sin cuyo permiso nada se hace.
De ahí que las oraciones que se les dirijan sólo sean eficaces si son aprobadas por Dios.
Libro
de Los Médiums
11. ¿La producción del fenómeno de los
aportes os causa alguna dificultad, algún embarazo?
No
nos causa ninguna dificultad, cuando tenemos elpermiso;
podría causárnoslos muy grandes si quisiéramosproducir estos efectos sin estar autorizados para
eso.
17. Entre los objetos aportados ¿los hay que pueden ser
fabricados por los Espíritus, esto es, producidos espontáneamente por las modificaciones que los Espíritus pueden hacer sufrir al fluido o al elemento universal?
Para
mí no, porque no tengo el permiso; sólo lo puede unEspíritu
elevado.
18. ¿Cómo habéis introducido el otro día estos objetos,
puesto que la habitación estaba cerrada?
Los he hecho entrar conmigo envueltos, por decirlo así,
enmi sustancia; para vosotros
esto no tiene más explicación.
100. De todas las manifestaciones
espiritistas, las más interesantes son, sin contradicción, aquellas por las
cuales los Espíritus pueden hacerse visibles. Se verá por la explicación de este
fenómeno que, como los otros, nada tiene de sobrenatural. A continuación
ponemos las respuestas que con este objeto han dado los Espíritus.
1. ¿Los Espíritus pueden hacerse visibles?
Sí,
sobre todo durante el sueño; sin embargo, ciertas personas los ven también
durante la vigilia, pero es más raro. Observación.
– Mientras que el cuerpo
descansa, el Espíritu se desprende de los lazos materiales; es más libre y
puede más fácilmente ver a los otros Espíritus con los cuales entra en
comunicación. El sueño no es más que el recuerdo de este estado; cuando uno no
se acuerda de nada, se dice que no ha soñado, pero el alma no ha dejado de ver
y gozar de su libertad. Nosotros nos ocupamos más especialmente aquí de las
apariciones en estado de vigilia. (1)
(1)Véase para más detalles
sobre el estado del Espíritu durante el sueño. El libro de los Espíritus, cap. “Emancipación del alma”, núm.
409.
2. Los Espíritus que se
manifiestan a la vista, ¿pertenecen más bien a una clase que otra?
No,
pueden pertenecer a todas las clases, a las más elevadas como
a las más inferiores.
3. ¿Es dado a todos los
Espíritus el manifestarse visiblemente?
Todos
lo pueden; pero para esto no tienen siempre el permiso ni
la voluntad.
4. ¿Cuál es el fin de los
Espíritus que se manifiestan visiblemente?
Esto
depende de su naturaleza; el fin puede ser bueno o malo.
5. ¿Cómo puede darse este permiso cuando el fin es malo?
Entonces es para probar a aquellos a quienes se aparecen. La intención del Espíritu puede ser mala, pero el resultado puede ser bueno.
6. ¿Cuál puede ser el fin de
los Espíritus que tienen mala intención haciéndose ver?
Asustar
y muchas veces vengarse.
– ¿Cuál es el de los Espíritus
que vienen con buena intención?
Consolar
a las personas que lamentan su ausencia, probar que
existen y están cerca de vosotros, dar consejos y algunas veces reclamar
asistencia para ellos mismos.
7. ¿Qué inconveniente habría
en que la posibilidad de ver
los Espíritus fuese permanente
y general? ¿No sería esto un medio de quitar las dudas de los más
incrédulos?Estando
el hombre constantemente rodeado de Espíritus, su visión incesante le
alteraría, le mortificaría en sus acciones y le quitaría la iniciativa en la
mayor parte de los casos, mientras que creyéndose solo obra más libremente. En
cuando a los incrédulos, bastantes medios tienen de convencerse si quieren aprovecharse
y si no les ciega el orgullo. Sabéis muy bien que hay personas que han visto y
que por esto no creen más, puestoque
dicen que son ilusiones. No os inquietéis por estas gentes; Dios se encarga de
ellas.
Observación. – Habría tanto inconveniente en verse
constantemente en
presencia de los Espíritus, como en ver el aire que nos rodea, o los millares
de animales microscópicos que pululan alrededor de nosotros y sobre nosotros.
De donde debemos deducir que lo que Dios hace está bien hecho y que sabe mejor
que nosotros lo que nos conviene.
105. Por su naturaleza y en su estado normal el
periespíritu es invisible, así como hay una porción de fluidos que sabemos que
existen y que, sin embargo, no hemos visto jamás; pero pueden también, lo mismo
que ciertos fluidos, sufrir modificaciones que le hagan perceptible a la vista,
ya sea por una especie de condensación, ya por un cambio en la disposición
molecular; entonces nos aparece bajo una forma
vaporosa. La condensación (no es necesario tomar esta palabra a letra; sólo la
empleamos a falta de otra y a título de comparación), la condensación, decimos,
puede ser tal que el periespíritu adquiere las propiedades de un cuerpo sólido
y tangible; pero puede instantáneamente volver a tomar su estado etéreo e
invisible. Podemos darnos cuenta de este efecto por el del vapor, que puede
pasar de la invisibilidad al estado nebuloso, luego líquido, luego sólido y
viceversa. Estos diferentes estados del periespíritu son el resultado de la
voluntad del Espíritu y no de una causa física exterior como en nuestros gases.
Cuando nos aparece, es porque pone su
periespíritu en el estado necesario para hacerle visible; para esto su voluntad
no basta, porque la modificación del periespíritu se opera por su combinación
con el fluido propio del médium; pero esta combinación no es siempre posible,
lo que explica porque la visibilidad de los Espíritus no es general. Así, no
basta que el Espíritu quiera mostrarse; no basta tampoco que una persona quiera
verle; es preciso que los dos fluidos puedan combinarse, que haya entre ellos
una especie de afinidad; puede ser también que la emisión del fluido de la
persona sea bastante abundante para operar la transformación del periespíritu y
probablemente otras condiciones que nos son desconocidas; por fin es menester
que el Espíritu tenga el permiso de hacerse ver a tal persona, lo cual no
siempre se le concede o sólo se le permite en ciertas circunstancias, por
motivos que no podemos apreciar.
13. Entonces podría hacer una sustancia
alimenticia; supongamos que hubiese hecho un fruto, un manjar cualquiera, ¿se
hubiera podido comer y quedar saciado?Sí, sí; pero no
investiguéis tanto para encontrar lo que es tan fácil de comprender. Basta un
rayo de sol para hacer perceptibles a vuestros órganos groseros estas
partículas materiales que llena el espacio en medio del cual vivís; ¿no sabéis que
el aire contiene vapores de agua? condensadlos, los pondréis en el estado
normal; privadles del calor y he aquí que esas moléculas impalpables e
invisibles vienen a ser un cuerpo sólido y muy sólido, y
muchas otras sustancias de las cuales los químicos os sacarán maravillas más
admirables aún; sólo el Espíritu posee instrumentos más perfectos que los
vuestros: la voluntad y el permiso de Dios.
Observación. – La cuestión de saciedad es aquí muy
importante. ¿Cómo una sustancia que no tiene sino una existencia y propiedades temporales
y en algún modo de convención puede producir la saciedad? Esta sustancia por su
contacto con el estómago, produce la
sensación de saciedad, pero no la saciedad resultante de la plenitud. Si
tal sustancia puede obrar sobre la economía y modificar un estado mórbido,
puede del mismo modo obrar también sobre el estómago y en ello producir el
sentimiento de la saciedad. Rogamos, sin embargo, a los señores farmacéuticos y
fondistas que no conciban celos, ni crean que los Espíritus vengan a hacerles
la competencia; estos casos son raros, excepcionales, y no dependen jamás de la
voluntad; de otro modo se alimentaría y curaría a muy poco precio.
Médiums proféticos: variedad de los médiums inspirados o de
presentimientos; reciben con el permiso de Dios
y con más precisión que los médiums de presentimientos la revelación de las
cosas futuras de un interés general, y que están encargados de hacer conocer a los hombres para su instrucción.
203. El deseo natural de todo aspirante a
médium es el poderse comunicar con el Espíritu de las personas que le son queridas,
pero debe moderar su impaciencia, porque la comunicación con un Espíritu
determinado ofrece muchas veces dificultades materiales que la hacen imposible
para el principiante. Para que un Espíritu pueda comunicarse, es preciso que
entre él y el médium haya relaciones fluídicas, que no se establecen siempre
instantáneamente, sino a
medida que la facultad se desarrolla y que el médium adquiere poco a poco la
aptitud necesaria para entrar en relación con el primer Espíritu que se
presenta. De consiguiente puede suceder que con aquel con quien uno desea comunicarse
no esté en condiciones propicias para hacerlo, a pesar de su presencia, así como puede también suceder que no
tenga la posibilidad ni el permiso de venir al llamamiento que se le hace. Por esto conviene en un
principio no obstinarse en evocar a un Espíritu determinado con exclusión de
cualquier otro, porque acontece muchas veces que con aquél no se establecen las
relaciones fluídicas con tanta facilidad, por simpatía que se tenga por él.
Antes, pues, de pensar en obtener comunicaciones de tal o cual Espíritu, es
necesario dedicarse al desarrollo de la facultad, y para esto es preciso hacer
un llamamiento general y dirigirse sobre todo a su ángel guardián.
3. ¿Cuáles son las causas que pueden
impedir a un Espíritu el venir a nuestro llamamiento?
Su voluntad, la primera; después su
estado corporal si está reencarnado, las misiones que pueda tener a su cargo y
además puede no concedérsele permiso.
Hay Espíritus
que no pueden comunicarse nunca; éstos son aquellos que por su naturaleza
pertenecen aún a los mundos inferiores a la Tierra. Los que están en las
esferas de castigo tampoco lo pueden a menos de un permiso superior que solo se
concede con un fin útil y general. Para que un Espíritu pueda comunicarse, es
menester que haya alcanzado el grado de adelanto del mundo en
que es llamado; de otro modo es extraño a las ideas de este mundo y no tiene
ningún punto de comparación. No sucede lo mismo con los que son enviados en
misión o en expiación en los mundos inferiores; éstos tienen las ideas
necesarias para contestar.
4. ¿Por qué motivos puede rehusarse a un
Espíritu el permiso de comunicarse?
Esto puede ser
una prueba o un castigo para él o para quien lo llama.
Habiendo preguntado a San Luis si entendía
por esto vituperar las manifestaciones físicas, contestó:
Yo no podría
vituperar las manifestaciones físicas, puesto que si tienen lugar, es con permiso de Dios y con un fin útil; diciendo que
fueron el vestíbulo de la ciencia, las coloco en su verdadero puesto y afirmo
su utilidad. Yo sólo vitupero a aquellos que hacen de ellas un objeto de
diversión y de curiosidad, sin aprovechar la enseñanza que es su consecuencia;
son para la filosofía del Espiritismo lo que la gramática para la literatura, y
el que ha llegado a cierto grado en una ciencia no pierde el tiempo en repasar
los elementos.
Obras Póstumas Pag 13
Estos
diferentes estados del periespíritu son resultado de la voluntad del Espíritu, no de
una causa física exterior, como en el gas. Cuando un Espíritu aparece, es porque
pone su periespíritu en el estado referido para hacerlo visible. Mas no basta
siempre su voluntad; se necesita, para que pueda operarse esta modificación del
periespíritu, un concurso de circunstancias independientes de él. Se necesita, además, que el Espíritu tenga permiso para hacerse ver por
una determinada persona, lo que no siempre le es concedido, o no lo es más que
en ciertas circunstancias por motivos que no podemos apreciar. (Véase El Libro
de los Médiums, cap. VI).
Obras Póstumas
49. Médiums proféticos. Son igualmente una
variedad de los Médiums inspirados, los
cuales reciben, con el permiso de Dios, y con más precisión que los médiums de
presentimientos, la revelación de las cosas futuras de un interés general, que
están encargados de hacer conocer a los hombres para su instrucción. El
presentimiento es dado a la mayor parte de los hombres, en cierta medida, para
su uso personal; el don de profecía, al contrario, es excepcional, e implica la
idea de una misión en la tierra.
Referencias de los Libros Digitales
Evangelio Según El Espiritismo Pag. 196
Amigos, acordaos de este precepto: "Amaos
unos a otros", y entonces, al golpe dado por el odio contestaréis con una
sonrisa, y al ultraje, con el perdón. Sin duda el mundo se alzará furioso y os
tratará de cobardes; levantad entonces la cabeza bien alta, y mostrad que
vuestra frente no temería tampoco en cargarse de espinas, a ejemplo de Cristo,
pero que vuestra mano no quiere ser cómplice de un asesinato, que autoriza,
digámoslo así, una falsa honra que no es otra cosa que orgullo y amor propio.
¿Dios, al crearnos, os dió el derecho de vida y muerte a los unos sobre los
otros? No, sólo ha dado ese derecho a la naturaleza para reformarse y
reconstruirse; pero a vosotros, ni siquiera os ha dado el permiso de disponer
de vosotros mismos. Como el suicida, el duelista será marcado con sangre cuando
comparezca ante Dios, y al uno y al otro el soberano Juez prepara rudos y largos
castigos. ¡Si amenazó con su justicia al que dice a su hermano: Racca,
cuanto más severa será la pena para el que comparezca ante El con las manos
teñidas en sangre de su hermano! (San Agustín. París, 1862).
El Cielo y el
Infierno o la Justicia Divina según el Espiritismo - Allan Kardec
El hombre de bien
3. El verdadero hombre de bien es el que
practica la ley de justicia, de amor y de caridad en su más grande pureza. Si
pregunta a su conciencia sobre sus propios actos, mira si ha violado esta ley;
si no ha hecho daño, si ha hecho todo el bien "que ha podido", si ha
despreciado voluntariamente alguna ocasión de ser útil, si alguien tiene quejas
contra él; en fin, si ha hecho a otro lo que hubiera querido que hicieran por
él. Tiene fe en Dios, en su voluntad, en
su justicia y en su sabiduría; sabe que nada sucede sin su permiso, y se somete
en todas las cosas a su voluntad.
15. No es esto todo. “Dios permite
que ocupen todavía un lugar en la Creación, en las relaciones que debían
tener con el hombre y de las cuales hacen el más pernicioso abuso.” ¿Podía Dios
ignorar el abuso que harían de la libertad que les concedió? ¿Pues por qué se
la concedió? De lo que resulta que fue con conocimiento de causa que entregó
sus criaturas a merced suya, sabiendo, en virtud de toda su presciencia, que
sucumbirían y tendrían la suerte de los demonios. ¿No tenían bastante con su
propia debilidad, sin permitir que fuesen incitadas al mal por un enemigo,
tanto más peligroso cuanto es invisible? ¡Al menos si el castigo no fuese más
que temporal, y si el culpable pudiese rescatarse por medio de la
reparación...! Pero no, está condenado para una eternidad. Su arrepentimiento,
su vuelta al bien y sus pesares serán inútiles. De este modo los demonios son
los agentes provocadores predestinados a reclutar almas para el infierno, y
esto con el permiso de Dios, que sabía, creando esas almas, la suerte que les estaba
reservada. ¿Qué se diría en la Tierra de un juez que obrase así para llenar las
cárceles? ¡Extraña idea la que se nos da de la divinidad de un Dios cuyos
atributos esenciales son la soberana bondad! ¡En nombre de Jesucristo, de aquel que no ha predicado sino el
amor, la caridad y el perdón, se enseñan semejantes doctrinas! Hubo un tiempo
en que tales anomalías pasaban desapercibidas, o no se las comprendía, o no se
las sentía. El hombre encorvado bajo el yugo del despotismo sometía su razón a ciegas, o mejor, abdicaba de su razón, pero
hoy, la hora de la emancipación ha sonado. Comprende la justicia, la quiere
durante su vida y después de su muerte. Por esto asevera: “¡Esto no es así, no
puede ser, o Dios no es Dios!”
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¿Cuáles
son los agentes secretos de estos fenómenos, y los verdaderos actores de estas escenas
inexplicables? Los ángeles no aceptarían estos papeles indignos, y no se
prestarían a todos los caprichos de una vana curiosidad. Las almas de los
muertos, que Dios prohíbe consultar, permanecen en la morada que les ha
señalado su justicia, y no pueden, sin su permiso, ponerse a las órdenes de los
vivos. Los seres misteriosos que comparecen tanto al primer llamamiento de los heréticos y de los impíos, como de los
fieles, del crimen como de la inocencia. no son ni los enviados
de Dios, ni los apóstoles de la verdad y de la salvación, sino los secuaces del
error y del infierno.
“A
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14.
“Las almas de los muertos, con las que Dios prohíbe consultar,
permanecen en la morada que les ha señalado su justicia y no pueden, sin su permiso, ponerse a las
órdenes de los vivos.”
El
Espiritismo dice también que no pueden venir sin el permiso de Dios. Pero
todavía es más riguroso, porque dice que ningún espíritu, bueno o malo, puede
venir sin este permiso,
mientras
que la iglesia atribuye a los demonios la facultad de poder prescindir de él.
Va más lejos aún, puesto que dice que si vienen con este permiso cuando los
vivos les llaman, no es para ponerse
a sus órdenes.
¿El espíritu acude voluntariamente a la
evocación o se le obliga a ello?
Obedece a la voluntad de Dios,
esto es, a la ley general que rige el Universo. Juzga si es útil acudir,
ejerciendo también de este modo su libre albedrío. El espíritu superior viene
siempre que se le llama con un fin útil. No se niega a responder sino a personas poco formales
que lo toman todo a broma (El Libro
de
los Médiums, cap. XXV)
Los
espiritistas están de tal modo convencidos de que no tienen ningún poder sobre
los espíritus, y de que no pueden obtener nada de éstos sin el
permiso de Dios, que cuando llaman a un espíritu, sea el que quiera, dicen: Ruego a Dios Todopoderoso permita a un buen
espíritu
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76
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15. Las
acusaciones lanzadas por la iglesia contra 1a práctica de las evocaciones no conciernen,
pues, al Espiritismo, puesto que se dirigen principalmente contra las
operaciones de la magia con 1a cual no tiene ninguna relación. Puesto que
condena en estas operaciones lo que ella misma
condena, puesto que no atribuye a los buenos espíritus un papel indigno de
ellos, y puesto que, en fin, declara que no pide ni quiere obtener nada sin el
permiso de Dios.
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más
materiales que puedan afectar los sentidos, puesto que los hay? ¿Dios pone,
pues, estos medios, que son obra suya, porque todo proviene de Él y nada sucede
sin su permiso, a disposición únicamente de los malos espíritus, mientras que
impide a los buenos servirse de ellos? De esto se deduce que Dios concede a los
demonios más facilidad para perder a los hombres que no a los ángeles
guardianes para salvarles.
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Un
miembro de la Sociedad Espiritista de París, que oró por este desgraciado
espíritu y le evocó, obtuvo en diferentes intervalos las comunicaciones
siguientes:
I
Fui
evocado casi después de mi muerte, y no pude comunicarme enseguida, pero muchos
espíritus ligeros han tomado mi nombre y mi puesto. Me he aprovechado de la
presencia en Bruselas del Presidente de la sociedad de París, y con el permiso
de los espíritus superiores, me he comunicado. Iré a
comunicarme a la Sociedad, y haré revelaciones que serán un principio de
reparación de mis faltas, y podrán servir de enseñanza a todos los criminales,
que leerán y que retlexionarán sobre el relato de mis sufrimientos.
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208
de este
lapso de tiempo comprendí que el objeto de la encarnación era otro que el que
mis sentidos groseros y obtusos me habían hecho seguir, obtuve a fuerza de
oraciones, de resignación y de pesares, el permiso de ocuparme en la tarea
material de soportar los mismos sufrimientos, y más aún, que había hecho pasar
a los otros. Obtuve este permiso, y Dios me dejó el derecho, por mi libre albedrío,
de amplificar mis sufrimiento morales y físicos. Gracias al socorro de buenos
espíritus que me asistían, persistí en mi resolución de practicar el bien, y
les doy gracias por esto, porque evitaron que sucumbiera en la tarea que tomé.
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217
Por lo demás, no sabemos que los que
no admiten esta doctrina la hayan jamás combatido con otros argumentos más que
con el de su repugnancia personal a volver a la Tierra. A ésos podemos
contestarles: Para que volváis a ella, Dios no os pide vuestro permiso, así
como el juez no consulta la voluntad del condenado para enviarle a presidio.
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“Por un
momento ha llegado al Altísimo su arrepentimiento, la muerte ha suspendido su espada
sobre esta cabeza tan querida. Pero ha vuelto a la rebelión y el
castigo sigue siempre a la misma. ¡Dichoso uno cuando es castigado en esa
Tierra! Rogad, amigos míos, por esta pobre niña, cuya juventud hará difíciles
los últimos momentos. Es tan abundante la savia en este pobre ser, a pesar de
su estado de decaimiento, que el alma se desatará con trabajo. ¡Oh! Rogad, más
tarde os ayudará, y ella misma os dará consuelos, porque su espíritu es más
elevado que los de las personas
que la
rodean.
“Por
un permiso especial del Señor he contestado a lo que me has preguntado,
porque es necesario que este espíritu esté ayudado para que el desprendimiento
sea más fácil”
Conclusión:
Permiso de Dios
¿Porque debemos Pedir Permiso de Dios?
Muchos
me han criticado porque he indicado que todo lo que hagamos relacionado a
cualquier actividad espiritual, procuremos el debido permiso de DIOS, primero. Muchos se han reído y hecho bromas de lo que trato
de educar. Sin embargo, lo irónico del
caso es que esos críticos de Frank, son los primeros que no han dejado atrás las
imágenes religiosas y nunca van a Dios para permiso, claramente indicando que no han leído los libros codificados o lo que muchos le llaman la Codificación Espirita. Dándole más importancia a la idolatría por precisamente no
ir a DIOS para permiso, y como consideran que eso no es importante, porque en
sus casas espiritas o en su vida personal, nunca le piden permiso a Dios. Prefieren interponer cualquier cosa, que aceptar que a Dios se acude para permiso.
Ellos realizan
Oraciones sin sentido Espiritual y como papagayos oraciones repetitivas, o de la manera que hacen los religiosos que es exigiéndole a DIOS que interceda por peticiones materiales o egoístas que solo aplican a ellos mismos. Como
lo hacen los religiosos de antaño, y que solo creen que la religión es lo
importante en sus vidas. Un Espirita debe pedir permiso SIEMPRE y no hacer meras oraciones repetitivas sin sentido.
El
comportamiento religioso, no puede entender que el Espiritismo nos enseña a
pedir permiso a Dios primero, y no a interponer, ni CULTOS, ni RITOS, ni IMÁGENES RELIGIOSAS, y menos SACRIFICIOS. Actividades
que solo te alejan del propósito espiritual de acudir a DIOS para Permiso.
El Libro de los Espíritus nos ilustra claramente este
concepto.
Ítem #666.
¿Podemos orar a los Espíritus?
- Se puede
suplicar a los Espíritus buenos en su carácter de mensajeros de Dios y
ejecutores de sus mandatos. Pero su poder está
en razón de su superioridad y depende siempre del Señor de todas las cosas, sin
cuyo permiso nada se hace. De ahí que las oraciones que se les
dirijan sólo sean eficaces si son aprobadas por Dios.
Por eso es importante, dejar de criticar y nos dedicarnos a leer y a
instruirnos con lógica y razón de las instrucciones de los Espíritus en Los
Libros Codificados.
Este articulo pretende dejar en "record" como referencia la mayoría de
las referencias donde se indica lo importante que es “Pedir Permiso a Dios”.
Ya no se vale la justificación de criticar, solo por criticar y dejar a un
lado el adelantamiento espiritual que se obtiene mediante la educación y hacer
el bien.
Si aprendes hoy que tu Libre Albedrío es parte de comprender que se
debe pedir permiso a Dios, pues Dios respeta tu libre albedrío y no interfiere
en tus decisiones, y eso se logra respetando el hecho que nada acontece sin el
permiso de Dios, incluyendo cuando le solicitas ayuda en tus aflicciones.
Abre tu mente a entender los procedimientos espirituales que ya están definidos
en la Codificación Espírita. Cuando
acudes a Dios para Permiso, no necesitas acudir a oraciones repetitivas sin
sentido, ni a imágenes ni a ninguna actividad que se interponga con un Dios, TODOPODEROSO,
inmensamente Justo y Bueno. Solo acude a el con Fe razonada, humildemente y en
amor.
Una Oración de pedido de permiso la encontramos en el Libro de Los mediums, en el ítem # 203, veamos:
203. El deseo natural de todo aspirante a médium es el poderse comunicar con el Espíritu de las personas que le son queridas, pero debe moderar su impaciencia, porque la comunicación con un Espíritu determinado ofrece muchas veces dificultades materiales que la hacen imposible para el principiante. Para que un Espíritu pueda comunicarse, es preciso que entre él y el médium haya relaciones fluídicas, que no se establecen siempre instantáneamente, sino a medida que la facultad se desarrolla y que el médium adquiere poco a poco la aptitud necesaria para entrar en relación con el primer Espíritu que se presenta. De consiguiente puede suceder que con aquel con quien uno desea comunicarse no esté en condiciones propicias para hacerlo, a pesar de su presencia, así como puede también suceder que no tenga la posibilidad ni el permiso de venir al llamamiento que se le hace. Por esto conviene en un principio no obstinarse en evocar a un Espíritu determinado con exclusión de cualquier otro, porque acontece muchas veces que con aquél no se establecen las relaciones fluídicas con tanta facilidad, por simpatía que se tenga por él. Antes, pues, de pensar en obtener comunicaciones de tal o cual Espíritu, es necesario dedicarse al desarrollo de la facultad, y para esto es preciso hacer un llamamiento general y dirigirse sobre todo a su ángel guardián. En esto no hay fórmula sacramental; cualquiera que pretendiera dar una, puede tacharse resueltamente de falsa, porque los Espíritus no atienden a la forma sino al fondo. La evocación debe hacerse siempre en nombre de Dios, y se la puede hacer en los términos siguientes o parecido:
"Ruego a Dios Todopoderoso permita a un buen Espíritu comunicarse conmigo y hacerme escribir; ruego también a mi ángel guardián tenga la bondad de asistirme y apartar a los malos.
Se espera entonces que un Espíritu se manifieste haciendo escribir alguna cosa. Puede que se presente el que se desea, así como puede ser un espíritu desconocido o el ángel guardián; de todos modos, generalmente, se da a conocer escribiendo su nombre; pero entonces se presenta la cuestión de la identidad, una de las que requieren más experiencia, pues hay pocos principiantes que no estén expuestos a ser engañados. Trataremos de ella más adelante en un capítulo especial.Cuando quieran evocarse Espíritus determinados es muy esencial dirigirse primero a los que se sabe que son buenos y simpáticos y que pueden tener un motivo para venir como son los parientes o amigos. En ese caso la evocación puede formularse de este modo:
En nombre de Dios Todopoderoso ruego al Espíritu de tal que se comunique conmigo; o bien: Ruego a Dios Todopoderoso permita al Espíritu de N____. el comunicarse conmigo; o cualquiera otra fórmula respondiendo al mismo pensamiento.No deja de ser conveniente el que las primeras preguntas se hagan de tal modo que simplemente requieran la respuesta de sí o no,como por ejemplo: ¿Estás aquí? ¿Quieres responderme? ¿Puedes hacerme escribir? etc. Más tarde esta precaución viene a ser inútil;en un principio sólo se trata de establecer una relación; lo esenciales que la pregunta no sea frívola, que no tenga relación con cosas de interés privado y, sobre todo, que sea la expresión de un sentimiento benévolo y simpático para el Espíritu al cual se dirige.(Véase más adelante el capítulo especial sobre las “Las Evocaciones”).
Entonces debe estar claro que un Espirita, pide permiso primero a Dios. Si lo crees conveniente, sugiero que adoptes este modo de pensar y de orar, aunque no lo hayas hecho nunca. de este modo.
REFERENCIAS PARA ESCRIBIR ESTA REFLEXIÓN
- El Evangelio Según El Espiritismo, Allan Kardec
- El Libro de Los Espíritus, Allan Kardec
- Obras Póstumas, Allan Kardec
- Génesis – Allan Kardec
- El Cielo Y el Infierno – Allan Kardec
- El Libro de Los Médiums – Allan Kardec
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