Lo más difícil
para incluso al más templado, es perdonar una Infidelidad en su pareja. Yo he
meditado sobre esta situación que le pasa a tantos de mis amigos. Y decir que
se perdona algo a otro es fácil decirlo, siempre y cuando no te afecte en lo
sentimental, pero perdonar una infidelidad, creo que es la prueba más
trascendental que todo humano tiene.
¿Qué es la
Infidelidad?
Infidelidad s. f.
1-Engaño que consiste en tener relaciones sexuales con una persona distinta de la pareja habitual: muchos divorcios tienen como origen la infidelidad conyugal.
2-Incumplimiento de un juramento o de una promesa. Deslealtad.
3-Condición de la persona que defiende ideas religiosas contrarias a los dogmas y a la fe de una doctrina religiosa.
A diario se
acercan a mi tantos (Hombres, Mujeres y jóvenes de ambos sexos) que sufren el Flagelo
de la Infidelidad. Este sufrimiento de
sentirse engañado, de sentirse traicionado por un ser que se ama mucho es algo
TERRIBLE, el dolor es casi insoportable si pensamos no como Espiritas, sino con
una persona normal.
Este sufrimiento
que percibo en los que se comunican conmigo lo considero casi imposible de
consolar. Veo específicamente casos de mujeres en México que soportan el
"Machismo" de sus parejas, y se resignan, pues es como si una cultura
se ha entretejido en la sociedad, donde los hombres “Machistas”, “Prepotentes”,
Orgullosos y Egoístas creen que ellos lo pueden hacer pero no sus parejas. Es
como el que gobierna un país, cree que todo lo ellos hacen alejados del bien Común,
le da una justificación a tomar decisiones abusivas acorde con sus creencias y
sus ideologías, sin nunca detenerse a pensar, primero que fueron elegidos. Y que su gestión publica no deben ser sus
propios intereses, sino los intereses de la mayoría que decidieron por ellos en
unas elecciones que deben ser justas y bajo el marco de la ley.
Pero no es así,
el orgullo y el egoísmo lacera, hiere y hace sufrir a los que no piensan
igual. En una relación sentimental, pasa
lo mismo. Cuando uno u otro de una pareja, solo piensa en si mismo, sin pensar
que sus acciones afectan a la otra pareja, actúan mal.
Esta reflexión es normal, pasa todos los días. Pero que le dices a una víctima ultrajada por
el comportamiento egoísta de la otra parte no es lo fácil que quisiéramos que
fuera.
Jesús, nos enseñó:
“NO HAGAS A NADIE LO QUE NO TE GUSTARÍA TE HAGAN A TI”,
esto no
significa que si te hacen un mal de infidelidad, sea un permiso para la persona
afectada hacer lo mismo, No; es aquí lo difícil, poder perdonar a la otra
parte, o dar la otra mejilla.
Y es precisamente
ahí, donde podemos demostrar si estamos dispuestos a doblegar nuestro orgullo y
perdonar una infidelidad de cualquier tipo, pues sería una señal clara de que
hemos doblegado nuestro orgullo y somos capaces de poder detener esos
pensamientos en nuestra mente y que no nos hieran con una cicatriz que no puede
ser cerrada.
Es ahí, donde
podemos ver que la persona ha logrado superar ese dolor, y es ahí donde el
Espiritismo, nos ayuda a ser consolados.
Enseño y grito a
los 4 vientos,
“RECHAZA LOS MALOS PENSAMIENTOS”,
“RECHAZA LOS MALOS PENSAMIENTOS”,
“RECHAZA LOS MALOS PENSAMIENTOS”,
Cuando lo haces;
es una lucha con tu mente y ya no con tu pareja, tu pareja deberá expiar la
falta cometida, el no haberte valorado en el Amor que eres capaz de dar, y eso
es posible que sea mas fácil de manejar, entender la inferioridad y la insensatez
de una pareja que al ser infiel, da un mensaje de que no le interesas y que te
ha mentido. Aunque sigues amando a esa
persona, aunque con el corazón partió, pero tu lucha es con tu mente que sí; es
un reto vencer.
No sé si estas palabras
te ayuden a salir de esta gran tristeza, pero te presento la posible solución a
tu dilema, ““RECHAZA LOS MALOS PENSAMIENTOS”, y serás aliviado desde adentro
hacia afuera y será mas fácil perdonar estos comportamientos egoístas de
infidelidad.
Al “RECHAZA LOS
MALOS PENSAMIENTOS”, darás inicio a cerrar la herida sangrante de tu Alma, y podrás
tener fuerzas para vencer al infiel que esta a tu lado.
Procura ser
Feliz, vence tus pensamientos, inducidos por un mal espíritu que quiere hacerte
mal. Es una decisión que requiere “Voluntad” de tu parte. Yo digo, “Que si se
Puede vencer el dolor de una infidelidad y además Perdonar”.
A continuación analicemos lo que el Espiritismo nos dice sobre este flagelos de la Infidelidad.
Vea mi vídeo complementario de este tema:
Cuando nos proponemos a cambiar nuestro modo de comportarnos por medio de la Transformación Moral, que se comienza cambiando nuestro comportamiento cada día, siendo mejores que lo que fuimos ayer. Nos damos cuenta que inmediatamente se interponen innumerables obstáculos debido al modo en que vivimos y a que no nos habíamos percatado que la mayoría, sino decir la totalidad de nuestros problemas se deben a la interferencia de los malos Espíritus. Tenemos un corazón tierno y con ansias de ser feliz, pero nuestras parejas sentimentales representan en ocasiones obstáculos para que ese cambio se realice.
Pues hay comportamientos que se han desarrollado por la relación con la pareja que ha provocado comportamientos de Sensualidad, Infidelidad y de lujurias. Pero todos estos comportamientos sus orígenes son espirituales.
La Moral de los Espíritus superiores se resume, como la de Cristo, en esta máxima evangélica:
“Hagamos a los demás lo que quisiéramos que los demás nos hiciesen a nosotros”.
Esto es, hacer el bien y no el mal. En este principio encuentra el hombre la regla universal de conducta que puede guiarlo hasta en sus más insignificantes acciones.
Los Espíritus Superiores nos enseñan que egoísmo, orgullo y sensualidad son pasiones que nos acercan a la naturaleza animal, ligándonos a la materia. Que el hombre que ya en la Tierra se desligue de la materia por medio del desprecio hacia las futilezas mundanas y el amor al prójimo se acerca a la naturaleza espiritual. Que cada uno de nosotros debe hacerse útil según las facultades y recursos que Dios ha puesto en sus manos para probarnos. Que el fuerte y el poderoso deben su protección y apoyo al débil, porque aquel que abusa de su fuerza y de su poder oprimiendo a sus semejantes, viola la ley de Dios. Nos enseñan, por último, que puesto que en el Mundo de los Espíritus nada puede ser ocultado, el hipócrita será desenmascarado y develadas todas sus torpezas. Que la presencia inevitable y permanente de aquellos con quienes hayamos procedido mal constituye uno de los castigos que nos están reservados. Y que a los estados de inferioridad y de superioridad de los Espíritus corresponden penas y goces, respectivamente, que nos son desconocidos en la Tierra.
Pero también nos enseñan que no hay faltas irremisibles que no puedan ser borradas mediante la expiación. El hombre encuentra el medio de hacerlo en las diversas existencias, que le permiten adelantar, conforme su deseo y sus esfuerzos, por la senda del progreso y hacia la perfección, que es su meta final.”
Este es el resumen de la Doctrina Espírita, tal como resulta de la enseñanza impartida por los Espíritus superiores. Veamos ahora las objeciones que a ellas plantean.
102. Décima clase: Espíritus impuros.- Son propensos al mal y éste constituye el objeto de sus preocupaciones. En cuanto Espíritus, dan consejos pérfidos, alientan la discordia y la desconfianza y adoptan todos los disfraces para engañar mejor. Se apegan a las personas de carácter lo bastante débil para ceder a sus sugestiones, y hacen esto a fin de empujarlas hacia su perdición, satisfechos de poder retrasar su progreso haciéndolas sucumbir ante las pruebas que sufren. Durante las comunicaciones se les reconoce por su lenguaje: trivialidad y grosería de las expresiones, tanto entre los Espíritus como entre los hombres, denotan siempre inferioridad moral, si no intelectiva. Sus comunicaciones denuncian la bajeza de sus inclinaciones, y si quieren inducir a engaño expresándose de una manera sensata no pueden prolongar mucho tiempo su comedia y terminan siempre por dejar traslucir su origen. Algunos pueblos han hecho de ellos sus divinidades maléficas y otros los designan con los nombres de demonios, genios malos o Espíritus del mal.
Los seres
vivientes a quienes animan, cuando se han encarnado, son propensos
a cuantos vicios engendran las pasiones viles y degradantes: sensualidad y
crueldad, bellaquería e hipocresía, avidez y sórdida avaricia. Practican
el mal por el mero placer de hacerlo, casi siempre sin motivos para ello, y por
odio al bien escogen las más de las veces a sus víctimas entre las personas
honradas. Son plagas para la humanidad, sea cual fuere su clase social a que
pertenezcan, y su barniz de civilizados no les exime del oprobio y la
ignominia.
261. En las pruebas que debe arrostrar el Espíritu para alcanzar la perfección ¿tiene que experimentar toda clase de tentaciones, debe pasar por todas las circunstancias capaces de despertar en él el orgullo y la envidia, la avaricia y la sensualidad, etcétera?
- Ciertamente que no, puesto que sabéis que hay entre ellos quienes toman desde el comienzo una senda que los exime de muchas pruebas. Pero el que se deje conducir por el mal camino corre todos los peligros que en el mismo existen. Puede un Espíritu, por ejemplo, pedir riqueza, y podrá concedérsela. Entonces, conforme a su carácter, es posible que se torne avaro o pródigo, egoísta o generoso; o si no, se entregará a todos los goces de la sensualidad. Pero esto no significa que deba pasar forzosamente por la serie de pruebas de todas esas características.
III.- Obstáculos a la Reproducción
694. ¿Qué hay que pensar de los procedimientos que tienen por efecto impedir la reproducción humana con miras a satisfacer la sensualidad?
- Ello demuestra la predominancia del cuerpo sobre el alma y cuán sumergido en la materia está el hombre.
701. Entre la poligamia y la monogamia, ¿cuál de las dos se halla más de acuerdo con la ley natural?
- La poligamia es una ley humana cuya abolición significa un progreso social. El matrimonio, según los designios de Dios, debe basarse en el afecto de los seres que se unen. Con la poligamia no hay afecto real, sino sólo sensualidad.
El Libro de Los Médiums
11. ¿Cuáles son las condiciones necesarias para que la palabra de los Espíritus superiores nos llegue pura de toda alteración?
Querer el bien, desterrar el egoísmo y el orgullo, lo uno y lo otro es necesario.
12. Si la palabra de los Espíritus superiores no llega a nosotros pura, sino con las condiciones que con dificultad se encuentran ¿no es esto un obstáculo para la propagación de la verdad?
No, porque la luz llega siempre para aquel que quiere recibirla. El que quiere ver claro debe huir de las tinieblas y las tinieblas están en la impureza del corazón. Los Espíritus que vosotros miráis como la personificación de bien no se presentan de buena gana al llamamiento de aquellos cuyo corazón está manchado por el orgullo, la ambición y la falta de caridad. Aquellos, pues, que quieren ver claro que se despojen de toda vanidad humana y humillen su razón ante el poder infinito del Creador; esta será la mejor prueba de su sinceridad, y esta condición cada uno puede llenarla.
Desprendimiento de los bienes terrestres
No seáis depositarios infieles haciéndolos servir para la satisfacción de vuestro orgullo y de vuestra Sensualidad; no os creáis con el derecho de disponer únicamente para vosotros de lo que sólo es un préstamo y no un don. Si no sabéis devolver, no tenéis el derecho de pedir, y acordáos que el que da a los pobres paga la deuda que ha contraído con Dios. (Lacordaire. Constantina, 1863.)
Libro de Génesis de Allan Kardec
Por el contrario, lo que distingue a los espíritus atrasados es, en primer lugar, su rebelión contra Dios y negativa a reconocer ningún poder superior al del hombre. Y en segundo término, sus propensiones instintivas a las pasiones degradantes, a los sentimientos anti fraternas del egoísmo, el orgullo, la envidia y los celos, y, finalmente, su apego a los bienes materiales y a todo lo que ata al mundo corpóreo, representado por la sensualidad, la rapacidad y la avaricia.
El Libro El Cielo y el Infierno o la Justicia Divina según el Espiritismo -
Allan Kardec
CAPÍTULO VII
Las penas futuras según el Espiritismo
La carne es débil
Hay inclinaciones viciosas que son evidentemente inherentes al espíritu, porque tienen más relación con la gran parte moral que con la física. Otras más bien parecen consecuencia del organismo, y por este motivo, uno se cree menos responsable, por ejemplo: las predisposiciones a la cólera, a la indolencia, a la sensualidad, etc.
Se reconoce hoy perfectamente por los filósofos espiritualistas que los órganos cerebrales, correspondiendo a las diversas aptitudes, deben su desarrollo a la actividad de su espíritu, y que así este desarrollado es un efecto y no una causa. Un hombre no es músico porque tenga la protuberancia de la música, sino que tiene esta protuberancia porque su espíritu es músico.
Si la actividad del espíritu obra sobre el cerebro, debe obrar igualmente sobre las otras partes del organismo. De este modo, el espíritu es el artífice que arregla su propio cuerpo, por decirlo así, a fin de amoldarlo a sus necesidades y a la manifestación de sus tendencias. Sentado esto, la perfección del cuerpo de las razas adelantadas no será producto de creaciones distintas, sino resultado del trabajo del espíritu, que perfecciona su instrumento a medida que aumenta sus facultades.
Por una consecuencia natural de este principio, las disposiciones morales del espíritudeben modificar las cualidades de la sangre, darle más o menos actividad, provocar secreciones más o menos abundantes de bilis u otros fluidos. Así es, por ejemplo, que al glotón se le hace la boca agua a la vista de un bocado apetitoso. En este caso, no es el bocado el que puede sobreexcitar el órgano del gusto, puesto que no hay contacto, sino el espíritu, que obra en virtud de la sensibilidad que se le ha despertado, con la acción del pensamiento, sobre este órgano, mientras que en otro, la vista de aquel bocado no produce ningún efecto. Por la misma razón una persona sensible derrama lágrimas fácilmente. La abundancia de las lágrimas no da la sensibilidad al espíritu, sino que la sensibilidad del espíritu provoca la secreción abundante de las lágrimas. El organismo, bajo el impulso de la sensualidad, se ha apropiado esta disposición normal del espíritu, como se ha apropiado la del espíritu del glotón.
Por una consecuencia natural de este principio, las disposiciones morales del espíritudeben modificar las cualidades de la sangre, darle más o menos actividad, provocar secreciones más o menos abundantes de bilis u otros fluidos. Así es, por ejemplo, que al glotón se le hace la boca agua a la vista de un bocado apetitoso. En este caso, no es el bocado el que puede sobreexcitar el órgano del gusto, puesto que no hay contacto, sino el espíritu, que obra en virtud de la sensibilidad que se le ha despertado, con la acción del pensamiento, sobre este órgano, mientras que en otro, la vista de aquel bocado no produce ningún efecto. Por la misma razón una persona sensible derrama lágrimas fácilmente. La abundancia de las lágrimas no da la sensibilidad al espíritu, sino que la sensibilidad del espíritu provoca la secreción abundante de las lágrimas. El organismo, bajo el impulso de la sensualidad, se ha apropiado esta disposición normal del espíritu, como se ha apropiado la del espíritu del glotón.
Siguiendo este orden de ideas, se comprende que unespíritu iracundo debe propender al temperamento bilioso. De esto se deduce que un hombre no es colérico porque sea bilioso, sino que es bilioso porque es colérico. Lo mismo sucede en cuanto a las otras disposiciones instintivas. Un espíritu perezoso e indolente dejará su organismo en un estado de atonía en relación con su carácter, mientras que si es activo y enérgico, dará a su sangre y a sus nervios cualidades muy diferentes. Es tan evidente la acción del espíritu sobre la parte física que se ven a menudo producirse graves desórdenes por efecto de violentas conmociones morales. La expresión común:La emoción le ha cambiado la sangre, no está tan carente de sentido como podría creerse. ¿Pero qué ha podido cambiar la sangre, sino las disposiciones morales del espíritu?
Se puede, pues, admitir que el temperamento es, al menos en parte, determinado por la naturaleza del espíritu, que es la causa y no el efecto. Decimos en parte, porque hay casos en que lo físico influye ciertamente sobre lo moral. Esto sucede cuando un estado mórbido o anormal se determina por una causa externa accidental, independiente del espíritu, como la temperatura, el clima, los vicios hereditarios de constitución, un malestar pasajero, etc. Entonces, puede estar afectada la moral del espíritu en sus manifestaciones por el estado patológico, sin que su naturaleza intrínseca se modifique.
Excusarse de sus defectos por la debilidad de la carne no es más que un subterfugio para eludir la responsabilidad. La carne sólo es débil porque el espíritu es débil, lo cual destruye la excusa y deja al espíritu la responsabilidad de sus actos. La carne no tiene pensamiento ni voluntad. No prevalece jamás sobre el espíritu, que es el ser pensante y voluntario. El espíritu es quien da a la carne las cualidades correspondientes a sus instintos, como un artista imprime a su obra material el sello de su genio. El espíritu, emancipado de los instintos de la bestialidad, se compone un cuerpo que no es un tirano para sus aspiraciones hacia la espiritualidad de su ser. Entonces es cuando el hombre come para vivir, porque vivir es una necesidad, pero no vive para comer.
Así pues, sobre el espíritu recae la responsabilidad moral de sus propios actos. Pero la razón manifiesta que las consecuencias de esta responsabilidad deben estar en relación con el desarrollo intelectual del espíritu. Cuanto más ilustrado es, menos excusa tiene, porque con la inteligencia y el sentido moral nacen las nociones del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto.
Esta ley explica el mal resultado de la medicina en ciertos casos. Desde luego que el temperamento es un efecto y no una causa, y los esfuerzos hechos para modificarlo se hallan necesariamente paralizados por las disposiciones morales del espíritu, que opone una resistencia inconsciente y neutraliza la acción terapéutica. Dad, si es posible, ánimo al medroso, y veréis cesar los efectos fisiológicos del miedo.
Es prueba, repito, la necesidad que tiene la medicina convencional de tener en cuenta la acción del elemento espiritual sobre el organismo (Revue Spirite, marzo 1866, p. 65).
Excusarse de sus defectos por la debilidad de la carne no es más que un subterfugio para eludir la responsabilidad. La carne sólo es débil porque el espíritu es débil, lo cual destruye la excusa y deja al espíritu la responsabilidad de sus actos. La carne no tiene pensamiento ni voluntad. No prevalece jamás sobre el espíritu, que es el ser pensante y voluntario. El espíritu es quien da a la carne las cualidades correspondientes a sus instintos, como un artista imprime a su obra material el sello de su genio. El espíritu, emancipado de los instintos de la bestialidad, se compone un cuerpo que no es un tirano para sus aspiraciones hacia la espiritualidad de su ser. Entonces es cuando el hombre come para vivir, porque vivir es una necesidad, pero no vive para comer.
Así pues, sobre el espíritu recae la responsabilidad moral de sus propios actos. Pero la razón manifiesta que las consecuencias de esta responsabilidad deben estar en relación con el desarrollo intelectual del espíritu. Cuanto más ilustrado es, menos excusa tiene, porque con la inteligencia y el sentido moral nacen las nociones del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto.
Esta ley explica el mal resultado de la medicina en ciertos casos. Desde luego que el temperamento es un efecto y no una causa, y los esfuerzos hechos para modificarlo se hallan necesariamente paralizados por las disposiciones morales del espíritu, que opone una resistencia inconsciente y neutraliza la acción terapéutica. Dad, si es posible, ánimo al medroso, y veréis cesar los efectos fisiológicos del miedo.
Es prueba, repito, la necesidad que tiene la medicina convencional de tener en cuenta la acción del elemento espiritual sobre el organismo (Revue Spirite, marzo 1866, p. 65).
Lo vemos nuevamente en el Libro Obras Póstumas otra vez mejor definido, veamos
La Carne es Débil – Estudio Fisiológico y Moral
(Este estudio se ha publicado en la Revue Spirite de París, en 1866, – Sociedad Anónima Propagadora del Espiritismo)
Hay pensamientos viciosos que evidentemente son inherentes al Espíritu, porque tienden más a lo moral que a lo físico: otros más bien parecen la consecuencia del organismo y por esta razón, se cree que en ellos hay menos responsabilidad. Tales son las predisposiciones a la cólera, a la malicie, a la sensualidad, etc.
Esta perfectamente reconocido hoy por los filósofos espiritualistas que los órganos cerebrales, correspondiendo a las diversas aptitudes, deben su desarrollo a la actividad del Espíritu; que este desarrollo es, pues, un efecto y no una causa. Un hombre no es músico porque tiene la protuberancia de la música, sino que tiene la protuberancia de la música porque su Espíritu es músico.
Si la actividad del Espíritu obra sobre el cerebro, debe obrar igualmente sobre las demás partes del organismo. El Espíritu es así el artista de su propio cuerpo, que amolda, por decirlo así, con objeto de apropiarlo a sus necesidades y a la manifestación de sus tendencias. Dado esto, la perfección del cuerpo en las razas adelantadas sería el resultado del trabajo del Espíritu, que perfecciona su organismo a medida que aumenta sus facultades. (El Génesis según él-Espiritismo, Cáp. II; Génesis Espiritual).
Esta perfectamente reconocido hoy por los filósofos espiritualistas que los órganos cerebrales, correspondiendo a las diversas aptitudes, deben su desarrollo a la actividad del Espíritu; que este desarrollo es, pues, un efecto y no una causa. Un hombre no es músico porque tiene la protuberancia de la música, sino que tiene la protuberancia de la música porque su Espíritu es músico.
Si la actividad del Espíritu obra sobre el cerebro, debe obrar igualmente sobre las demás partes del organismo. El Espíritu es así el artista de su propio cuerpo, que amolda, por decirlo así, con objeto de apropiarlo a sus necesidades y a la manifestación de sus tendencias. Dado esto, la perfección del cuerpo en las razas adelantadas sería el resultado del trabajo del Espíritu, que perfecciona su organismo a medida que aumenta sus facultades. (El Génesis según él-Espiritismo, Cáp. II; Génesis Espiritual).
Por una consecuencia natural de este principio, las disposiciones morales del Espíritu deben modificar las cualidades de la sangre, darle más o menos actividad, provocar una secreción más o menos abundante de bilis o de otros fluidos. Así es, por ejemplo, como el glotón se siente venir la saliva o, como vulgarmente se dice, el agua a la boca, al ver un manjar apetitoso. No es el manjar quien puede sobrexcitar el órgano del gusto, puesto que no hay contacto: es, pues, el Espíritu, cuya sensualidad se ha despertado, quien obra por el pensamiento sobre este órgano, mientras que la vista de este manjar no produce efecto alguno .en otro Espíritu. Lo mismo sucede con todos los apetitos, con todos los deseos provocados por la vista.
La diversidad de las emociones no puede explicarse en muchos casos sino por la diversidad de las cualidades del Espíritu. Tal es la razón porque una persona sensible vierte fácilmente lágrimas: no es la abundancia de las lágrimas la que da la sensibilidad al Espíritu, sino la sensibilidad del Espíritu es la que provoca la secreción abundante de lágrimas. Bajo el imperio de la sensibilidad se ha modelado el organismo sobre esta disposición normal del Espíritu, como se ha modelado sobre la del Espíritu glotón.
Siguiendo este orden de ideas, se comprende que un Espíritu irascible debe infundirse en un temperamento bilioso: de donde se deduce que un hombre no es colérico porque es bilioso, sino que es bilioso porque es colérico. Lo mismo sucede con todas las demás disposiciones instintivas. Un Espíritu débil e indolente dejará a su organismo en un estado de atonía en relación con su carácter, en tanto que si es activo y enérgico, dará a su sangre y a sus nervios cualidades completamente distintas. La acción del Espíritu sobre el físico es de tal modo evidente, que se ve con frecuencia producirse por el efecto de violentas conmociones morales grandes desórdenes orgánicos. La expresión vulgar: La emoción le ha vuelto la sangre, no es tan desnuda de sentido como pudiera creerse; luego, ¿Quién ha podido volver la sangre sino las disposiciones morales del Espíritu?
Este efecto es sensible, especialmente en los grandes dolores, las grandes alegrías y los grandes sustos, cuya reacción puede hasta causar la muerte. Se ven gentes que mueren de miedo de morir; ¿qué relación existe, pues, entre el cuerpo del individuo y el objeto que causa su espanto, objeto que, con frecuencia, no tiene realidad alguna? Se dice: es efecto de la imaginación: sea; pero, ¿qué es la imaginación sino un atributo, un modo de sensibilidad del Espíritu? Difícil parece atribuir la imaginación a los músculos y a los nervios, porque entonces no se explicaría por qué estos músculos. Y estos nervios no tienen siempre imaginación; porque no la tienen ya después de la muerte; porque lo que en unos causa un espanto mortal, excita el valor en otros, etc.
De cualquier sutileza que se use para explicar los fenómenos morales por las solas propiedades de la materia, se cae inevitablemente en un laberinto, en cuyo fondo se percibe, en toda su evidencia y como única solución posible, el ser espiritual independiente, para quien el organismo no es sino un medio de manifestación, como el piano es el instrumento de las manifestaciones del pensamiento del músico. Del mismo modo que el músico armoniza su piano, puede decirse que el Espíritu armoniza su cuerpo para ponerlo al diapasón de sus disposiciones morales.
Es curioso, en verdad, ver al materialismo hablar incesantemente de la necesidad de levantar la dignidad del hombre, cuando se esfuerza por reducirlo a un pedazo de carne que se pudre y desaparece sin dejar ningún vestigio; reivindicar para él la libertad como un derecho natural, cuando le considera solo un mecanismo sin responsabilidad de sus actos.
Con el ser espiritual independiente, preexistente y sobreviviendo al cuerpo, la responsabilidad es absoluta; pues, para la mayoría, el primero, el principal móvil de la creencia en la nada, es el espanto que causa esta responsabilidad, fuera de la ley humana, y a la cual creen escapar cerrando los ojos. Hasta hoy ninguna buena definición tenía esta responsabilidad: no era más que un terror vago, fundado, es preciso reconocerlo, en creencias no siempre admisibles por la razón: el Espiritismo la demuestra como una realidad patente, efectiva, sin restricción, como una consecuencia natural de la espiritualidad del ser; por eso ciertas gentes tienen miedo al Espiritismo, que les turbaría en su inquietud, colocando frente a ellos el terrible tribunal del porvenir. Probar que el hombre es responsable de todos sus actos, es probar su libertad de acción, y probar su libertad, es elevar su dignidad. La perspectiva de la responsabilidad fuera de la ley humana es el elemento moralizador más poderoso; a este fin conduce el Espiritismo por la fuerza de las cosas.
Según las precedentes .observaciones fisiológicas, puede, pues, admitirse, que el temperamento es, en parte al menos, determinado por la naturaleza del Espíritu, que es causa y no es efecto. Decimos en parte, porque hay casos en que el físico influye evidentemente sobre lo moral; por ejemplo, cuando un estado mórbido o anormal está determinado por una causa externa accidental, independiente del Espíritu, como la temperatura, el clima, los vicios hereditarios de constitución, un mal pasajero, etc. La moral del Espíritu puede entonces estar afectada en sus manifestaciones por el estado patológico, sin que su naturaleza intrínseca sea modificada.
Con el ser espiritual independiente, preexistente y sobreviviendo al cuerpo, la responsabilidad es absoluta; pues, para la mayoría, el primero, el principal móvil de la creencia en la nada, es el espanto que causa esta responsabilidad, fuera de la ley humana, y a la cual creen escapar cerrando los ojos. Hasta hoy ninguna buena definición tenía esta responsabilidad: no era más que un terror vago, fundado, es preciso reconocerlo, en creencias no siempre admisibles por la razón: el Espiritismo la demuestra como una realidad patente, efectiva, sin restricción, como una consecuencia natural de la espiritualidad del ser; por eso ciertas gentes tienen miedo al Espiritismo, que les turbaría en su inquietud, colocando frente a ellos el terrible tribunal del porvenir. Probar que el hombre es responsable de todos sus actos, es probar su libertad de acción, y probar su libertad, es elevar su dignidad. La perspectiva de la responsabilidad fuera de la ley humana es el elemento moralizador más poderoso; a este fin conduce el Espiritismo por la fuerza de las cosas.
Según las precedentes .observaciones fisiológicas, puede, pues, admitirse, que el temperamento es, en parte al menos, determinado por la naturaleza del Espíritu, que es causa y no es efecto. Decimos en parte, porque hay casos en que el físico influye evidentemente sobre lo moral; por ejemplo, cuando un estado mórbido o anormal está determinado por una causa externa accidental, independiente del Espíritu, como la temperatura, el clima, los vicios hereditarios de constitución, un mal pasajero, etc. La moral del Espíritu puede entonces estar afectada en sus manifestaciones por el estado patológico, sin que su naturaleza intrínseca sea modificada.
Excusarse de las malas acciones por la debilidad de la carne, no es, pues, más que un pretexto para escapar a la responsabilidad. La carne no es débil sino porque el Espíritu es débil, lo que cambia la cuestión y deja al Espíritu la responsabilidad de todos sus actos. La carne, que no tiene pensamiento ni voluntad, no prevalece nunca sobre el ser pensador y que quiere; el Espíritu es quien da a la carne las cualidades correspondientes a sus instintos, como un artista imprime a su obra material el sello de su genio. El Espíritu, libre de los instintos de la bestialidad, se amolda un cuerpo que ya no es un tirano para sus aspiraciones hacia la espiritualidad de su ser: entonces es cuando el hombre come para vivir, porque vivir es una necesidad, pero no vive ya para comer.
La responsabilidad moral de los actos de la vida, queda, pues íntegra; pero la razón dice que las consecuencias de esta responsabilidad deben ser proporcionadas al desarrollo intelectual del Espíritu; cuanto más ilustrado, le es menos excusable, porque con la inteligencia y el sentido moral nacen las nociones del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto. El salvaje, muy próximo todavía a la animalidad, que cede al instinto del bruto comiéndose a su semejante, es, sin duda, menos culpable que el hombre civilizado que comete simplemente una injusticia.
También en la medicina encuentra esta ley su aplicación y da la razón del mal éxito de aquella en ciertos casos. Desde el momento que el temperamento es un efecto y no una causa, los esfuerzos intentados para modificarlo pueden ser paralizados por las disposiciones morales del Espíritu, que opone una resistencia inconsciente y neutraliza la acción terapéutica. Es, pues, preciso obrar sobre la causa principal: si se consigue cambiar las disposiciones morales del Espíritu, el temperamento se modificará él mismo bajo, el imperio de una voluntad diferente o, por lo menos, la acción del tratamiento médico será secundada en vez de ser contrarrestada. Dad, si es posible, valor al poltrón y veréis cesar los efectos fisiológicos del miedo: lo mismo sucede con las demás disposiciones.
Sin embargo, ¿se dirá, el médico del cuerpo, puede hacerse médico del alma? ¿Está en sus atribuciones hacerse el moralizador de sus enfermos? Si, indudablemente, hasta cierto punto; es hasta un deber que un buen médico no desatiende nunca, desde el instante que ve en el estado del alma un obstáculo al restablecimiento de la salud del cuerpo; lo esencial es aplicar el remedio moral con prudencia, tacto y oportunidad, según las circunstancias. Desde este punto de vista, su acción es forzosa- mente circunscrita, porque, además de no tener el médico sobre el enfermo más que un ascendiente moral, una transformación del carácter es difícil en cierta edad: a la educación primera es a quien incumbe esta clase de cuidados. Cuando desde la cuna la educación se dirija en este sentido, cuando se trate de ahogar en su germen las imperfecciones morales, como se hace para las imperfecciones físicas, el médico no encontrará ya en el temperamento un obstáculo contra el cual es impotente su ciencia las más de las veces.
Este es, como se ve, todo un estudio pero un estudio completamente estéril, en tanto que no se cuide de la acción del elemento espiritual en el organismo. Participación incesantemente activa del elemento espiritual en los fenómenos de la vida: tal es la clave de la mayor parte de los problemas contra los que se estrella la ciencia; cuando la ciencia haga tener en cuenta la acción de este principio, verá abrirse ante ella horizontes completamente nuevos. El Espiritismo demuestra esta verdad.
Lujuria, según aparece en: Obras Póstumas de Allan Kardec:
Se distingue, por el contrario, a los Espíritus atrasados, por su rebelión desde el primer instante contra Dios, negando la providencia y todo poder superior a la humanidad; y después, por la propensión instintiva a las pasiones degradantes, a los sentimientos anti fraternales del orgullo, la malevolencia, los celos, la lujuria, en fin, por el predominio, por el deseo vehemente en ellos hacia todo lo que es material.
Conclusión:
Luego de escribir este articulo sobre un tema que es tan vigente, o sea tan actual, he aprendido que los ataques de Celos, deben tomarse con mucha diligencia y con mucha importancia. No es meramente pensar que es algo tan común. Sino, que es el responsable de muertes pasionales día a día. Es el comienzo de la destrucción de los mas hermosos propósitos de la felicidad de las parejas, de la destrucción de la familia y que otras muchas malas consecuencias de la vida.
Nos aferramos a pensar que no nos merecemos una infidelidad, y de súbito ocurre. No debe ser el comienzo del final, sino la oportunidad de vencerla como prueba.
He concluido, que cuando esto ocurre, hay que reaccionar a la lógica. Que es que sabemos que seremos atacados en la mente primero por los pensamientos de tristeza, y que hay que continuar la vida con una persona que es infiel.
El Espiritismo, es el Consolador prometido por Jesús. Y para un tema como la Infidelidad, se tiene el buen consejo para superar una prueba tan dificil.
REFERENCIAS PARA ESCRIBIR ESTA REFLEXIÓN
El Libro de Los
Espíritus, Allan Kardec
El Libro de Los Médiums – Allan Kardec
El Evangelio Según El Espiritismo, Allan Kardec
El Cielo Y el Infierno – Allan Kardec
Génesis – Allan Kardec
Obras Póstumas, Allan Kardec
Frank Montañez
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para así saber que ha servido de ayuda a alguien. Gracias por leer este blog.
Frank
NOTA Importante:
Si
consideras que este articulo o reflexión es útil, y deseas citarnos en un
artículo o nota que publiques en tu blog o en Facebook, por favor haz una
mención de que obtuviste la información de un articulo nuestro ya
publicado. Eso es actuar en Moral y bien común. No permitas que el
atribuirte consciente o inconscientemente crédito por algo que copiaste de otro
autor, afecte tu espiritualidad, y que cometas faltas que se han de acumulan a
las que ya tienes.
Si me
mencionas o no, no es importante para mí, pero sí; es una falta el atribuirte
que la información publicada es de tu autoría al no hacer mención alguna del
autor original, si no das el crédito al que originalmente lo creo, eso es
propiedad intelectual y al no dar el crédito, constituye una falta de
moralidad. Recomiendo que añadas al final de tu reflexión algo así:
Partes de
esta reflexión ha sido tomada de un artículo publicado por Frank Montañez de
“Soy Espírita” en su blog: www.soyespirita.blogspot.com
Nombre
del Artículo:
Fecha
Publicado:
Eso evitarás
que actúes mal sin quererlo hacer, de eso se trata
la Educación Espírita.
Los siguientes enlaces te conducen
a estos temas ya publicados para ayudarte en tu desarrollo
de educación espiritual:
La obsesión desde la Perspectiva Espírita
¿Qué es La Transformación Moral?
¿Cómo activamos nuestra Transformación Moral?
¿Significa lo mismo Reforma Íntima y Transformación Moral?
Reforma Íntima
¿Qué es La Reforma Íntima?
Los Espíritus de La Codificación Espírita
LA OBSESIÓN - INTRODUCCIÓN
Causa y Cura de la Obsesión
CONOCE TU ESPÍRITU PROTECTOR
OBSESIÓN EN LA MEDIÚMNIDAD
LIBRE ALBEDRÍO Y LA MORAL
Ley de Causa y Efecto
ESPÍRITUS IMPERFECTOS, ESPÍRITUS BUENOS
¿QUE ES LA REENCARNACIÓN?
NO PAGAR POR CONSULTAS CON ADIVINOS
CAUSA Y CURA DE LA OBSESIÓN
Influencia Oculta de los Espíritus en Nuestros pensamientos.
El Diablo, Satanás o el Demonio no existe
Egoísmo
¿El Alma Sufre o no en Transito?
¿Qué es la Erraticidad?
La Resignación en las pruebas sin murmurar ni acusar a Dios
DIOS... ¿Qué quieres Saber sobre Dios?
La Regla de Oro – Moral de Jesús
La Moral es la regla para conducirse bien, es decir para distinguir El Bien del Mal
¿Qué es El Periespíritu?
¿Cómo se alimenta Dios?
¿Qué es el Remordimiento?
Fallidas predicciones de que el mundo se va acabar
¿Qué es La Triada espirita?
Humildad es una Virtud olvidada!
¿Podemos orar a los Espíritus? No, se pide permiso a Dios primero SIEMPRE
Cultos Religiosos Letales a la Humanidad
¿Qué es la limosna?
Espiritismo SIMPLE
Los Animales y el Hombre según la Perspectiva Espírita
¿Qué es La Resignación?
Estudio Libro de los Espíritus
No Temas, No todo está Perdido déjame Ayudarte
El HORÓSCOPO es Adivinación! C U I D A D O !
El Método de como presentar el Espiritismo.
¿Hay Espíritus?
Ser Materialista es Sinónimo de ser Religioso
Sonámbulismo desde una Perspectiva Espírita
El hombre o Espíritu Malo es lo mismo
Las Pruebas del pasado cuando Las Habremos pagado
El-Método-de-como-Presentar-el Espiritismo
El-Espiritismo-añade y-no-separa
Hay-Espíritus-pues-si-el-alma-es Inmortal
El blog-de-azucena-ocurrió-en-una-casa Espirita
Ser-materialista-es-sinónimo-de-ser religioso
Infiltración-programada-de-espíritus en las Casas Espiritas
Médiums-serios-como-sabemos-si-son
No-los-Rituales
Psicografía-para-un-llamado-al-estudio
Método-Kardec-para-escribir-la la Codificación Espirita
Tienen-alma-los-Clonados
Monita-Secreta-Instrucciones-secretas de los Jesuitas
El-Espiritismo-y-la-Oración
Mercaderes Espirituales
Juliana-María - La Mendiga
No a la Actualización del Libro de Los Espíritus
OSHO – Un verdadero Mercader Espiritual, no apto para menores.
La Reencarnación vs el Renacimiento
ZOANTROPIA
Médiums desprestigiados y desenmascarados por los religiosos y escépticos en la TV.
Los Espíritus le dijeron a Allan Kardec que no se acabaría el Mundo, Esto ocurrió en el año 1856.
Allan Kardec no era Mason
La Ley de Progreso
Egoismo es el enemigo #1 de la Humanidad
Metafisica y Espiritismo no es lo mismo
Aura y el significado de los colores
Conversacion o Dialogo Espiritual con un Espiritu Desencarnado
Estudia El Espiritismo – Leccion #1 - ¿Qué es Dios?
Incorporación de Los Espíritus no es conforme al Espiritismo
¿Que dijeron los Espíritus en relación a vida en otros planetas?
El Espíritu Protector e siempre un Espíritu Superior
El Espiritismo Es de TODOS, no es una Religión
El Espiritismo y el Laicismo
El Fenómeno de la Bicorporeidad y el Desdoblamiento
¿Que son los Suenos-Dreams-Sonhos?
Conversación o Dialogo con los Espíritus
Aura-y-el-significado-de-los-colores.
Metafisisca y Espiritismo NO es lo Mismo
La Biblia modificada por los Hombres
¿Que dijeron Los Espíritus sobre la Vida en Otros Planetas?
El Espíritu Protector es Siempre un Espíritu Superior
No a la Incorporación de Espíritus Impuros Espíritus
Soy un Hombre o Mujer de Bien, ¿Qué pasara con mi Alma cuando Desencarne?
Dios no es un Dios Vengativo
Los Espiritus no tienen Edad
Esquizofrenia según una Perspectiva Espirita
Metodo para la CURA de una Obsesion Subyugante
La Huelga de Hambre es un intento de Suicidio
5 Libros de La
Codificación Espírita escritos por Allan Kardec, son los siguientes
Los Espíritus – (18
abril 1857)
Los Médiums –
(Enero 1861)
Evangelio Según El
Espiritismo (Abril 1864)
Cielo y el Infierno
(1° Agosto 1865)
Génesis (Enero
1868)
Te los ofrezco gratuitos
en estos enlaces y en audio que son mas fáciles de manejar.
Audio Libros en Español
Los invito a que descarguen los AUDIO Libros en mi blog. No hay escusas para no leer el Libro de los Espíritus y el de los Médiums, pues pueden escucharlos narrados. Visita mi blog o simplemente dale clic al libro que ves listado a continuación. ¡VIVA EL ESPIRITISMO!
Descargas gratuitas de Libros digitales
http://www.soyespirita.blogspot.com/p/descargas.html
AUDIOLIBRO - EL LIBRO DE LOS ESPIRITUS
AUDIOLIBRO – EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO
AUDIOLIBRO – EL CIELO Y EL INFIERNO
AUDIOLIBRO – GENESIS
Espero estos enlaces te conduzcan
a información que te ayude a lograr activar tu crecimiento espiritual, a través
de la Transformación Moral.
NOTA ACLARATORIA:
Han notado que nuestras reflexiones se redactan para la Educación de
nuestra filosofía, tal y como lo ilustran Los
Espíritus de La Codificación Espirita dada a Allan Kardec. Muchas
de estas enseñanzas lucen como que deben ser tratadas en la Casa
Espírita y creo que sí; es esto correcto. Pero la mayoría
de nuestros lectores no tienen acceso a Casa Espírita alguna,
entonces no nos podemos quedar con las manos cruzadas esperando que Espíritus
Impuros que sabiendo esta realidad se adelanten se introduzcan en los
hogares de personas que con genuino interés se acercan a nuestra página
buscando ayuda.
No demostramos compasión si no ayudamos a estas personas en estos lugares
inaccesibles que no existe ninguna Casa Espírita cerca y tal
vez nunca la habrá a no ser por nuestra educación por el
Internet. Para muchos el desarrollo de la Mediúmnidad es
tan serio que no han desarrollado aun Médiums en sus
lugares de reunión. Pero eso no debe ser la norma, pues el
mismo Allan
Kardec nos apercibió de que esto era esencial en el desarrollo
espiritual de las comunicaciones Mediúmnica.
Preferimos hacer accesible esta información para aquellos que genuinamente
desean crecer espiritualmente, y yo soy el de pensar que si los deseos de
estos nuevos allegados son encaminados al desarrollo de la Mediúmnidad, es
preferible ayudarlos que dejarlos a expensas de Espíritus
Impuros que aprovechándose del deseo más profundo de crecer
espiritualmente intervengan para que esto no se logre.
Esta educación debe ser el detonador para el establecimiento de nuevos
centros de reunión para nuevos allegados y esto cumple el propósito de la
codificación y de la Ley
de Progreso y Crecimiento espiritual a que todos tenemos derecho.