Los sueños que te causan placer o las llamadas pesadillas o malos sueños no necesitan interpretación de nadie. Sólo los brujos 🧙♂️, hechiceros🧙♂️, santeros, adivinos, ignorantes y superticiosos andan dando interpretación a los sueños de otros. ¿Para qué? ¿Para sacar dinero? Éso es ser un Charlatán que se lucra con la ADIVINACIÓN, engañando a los incautos.... Deja de consultar adivinos del futuro 🔮...
El siguiente es el enlace de éste contenido sobre el tema de los "Sueños", segun las enseñanzas de los Libros Codificados por Allan Kardec, especificamente en el Libro de Los Espíritus, Items #400 al Ítem #418, inclusive...
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¿Cómo definimos los Sueños? ¿Qué son los Sueños? según el Espiritismo Verdadero, que es Moralizador y Consolador al Mundo.
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Los SUEÑOS, no necesitan interpretación de nadie. Éso sería entrar en el terreno de la ADIVINACIÓN. Lo cuál no es correcto y los Espiritistas Verdaderos no somos ADIVINOS del futuro. Además, no es lo que enseñamos en el Espiritismo Verdadero. ¿Qué provecho tiene el que los sueños o las pesadillas sean interpretados?. Cuándo despiertes en la mañana rechase cualquier sueño que te haya perturbado y sigue tú vida. Deja ésa curiosidad, ésa superstición que tal vez alguién te dijo.
Ningún sueño requiere interpretación, son experiencias íntimas de tú Espíritu y Espiritus en el mundo invisible Espiritista, son de indole personal. No cometas el error de buscar que alguién interprete tús sueños, porque estás consultando con adivinos, brujos o hechiceros que son los que se dedican a éso, adivinar los sueños. Ningún Espíritu Bueno se dedica a la Adivinación.
Los Espíritus desencarnados, están en su ambiente natural, están en la patria de los Espíritus. «Vuestra verdadera patria no está en éste mundo, sino en el universo, el mundo invisible de los Espíritus; allí es donde los humildes de corazón ♥ serán ensalzados, y abatidos los soberbios.» [eso lo dice el Libro de Génesis Espiritista, codificado, escrito y publicado por Allan Kardec el 6 de enero del año 1868, en París 🗼, Francia 🇫🇷.].
Vive y disfruta tús Sueños, que son bellos encuentros y recuerdos de tú Alma y el otro Espíritu. SÍ; tús sueños, se tornan en pesadillas, es que te demuestra que tú Alma, está en conflicto con otros Espíritus, allá en el mundo Espiritista, tal vez inferiores en Moral al tuyo. De éso se tratan los Sueños, que el libro de los Espíritus, explican en los ítems #400 al #418. Recuerda, rechaza todos los pensamientos que te causan perturbación. Rechaza ésas malas influencias con severidad de tú mente.
Los sueños son
parte de nuestra vida, los científicos al día de hoy no pueden explicar qué producen los sueños. Sigmund Freud, el famoso psicoanalista del siglo XX, definió erróneamente, que los sueños son el cumplimiento del deseo, es decir son deseos insatisfecho.
Sueños- Dreams - Sonhos - Soy Espírita.
Te invito a ver y compartir mí vídeo sobre éste...
TEMA : Sueños, desde una Perspectiva Espírita, en YouTube
Éste vídeo fue publicado en el canal de YouTube de Frank Montañez Soy Espírita por Convicción el día 30 de enero del año 2013...se discuten los Ítems #400 al #418, del Libro de Los Espíritus de Allan Kardec... okp24💞
Éste vídeo fue publicado en el canal de YouTube de Frank Montañez Soy Espírita por Convicción el día 30 de enero del año 2013...se discuten los Ítems #400 al #418, del Libro de Los Espíritus de Allan Kardec.. okp24 💞
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Por seguro, Sigmund Freud, no sabía qué eran los sueños, ni qué los producen. El Espiritismo SÍ SABE QUÉ SON LOS SUEÑOS Y QUÉ LOS PRODUCE... NO ES LO QUE PENSABA SIGMUND FREUD... Gracias al Espiritismo, podemos saber con profundidad qué son los Sueños y qué los produce...
El Espiritismo SÍ SABE QUÉ SON LOS SUEÑOS Y QUÉ LOS PRODUCE... NO ES LO QUE PENSABA SIGMUND FREUD... ¡Gracias al Espiritismo, podemos saber con profundidad qué son los Sueños!!! ...
Ésto es lo que dijo SIGMUND FREUD, el famoso psicoanalista del siglo passdo, y muy citado por los Espiritualista cristianos religiosos, que no saben un carijo, de lo qué son los sueños.
Obras de S. Freud: "El sueño es un cumplimiento del deseo..." ERROR GARRAFAL...
"El sueño es un cumplimiento del deseo..."
Sí hemos atravesado un desfiladero y de pronto alcanzamos una eminencia desde la cuál los caminos se separan y se ofrecen las más ricas perspectivas en diversas direcciones, podemos demorarnos un momento y pararnos a considerar adónde nos dirigiremos primero. Algo semejante nos ha ocurrido después de tramontar ésta primera interpretación de sueños. Ahora nos rodea la claridad de un conocimiento súbito.
El sueño no es comparable al sonido desordenado de un instrumento que no pulsa el ejecutante sino que es golpeado por un poder externo; no carece de sentido, no es absurdo, no presupone que una parte de nuestro tesoro de representaciones duerme al tiempo que otra empieza a despertar.
Es un fenómeno psíquico de pleno derecho, más precisamente un cumplimiento de deseo; debe clasificárselo dentro de la concatenación de las acciones anímicas de vigilia que nos resultan comprensibles; lo ha construido una actividad mental en extremo compleja. Pero un tropel de preguntas nos conturba en el mismo momento en que queremos regocijarnos con este conocimiento. Si el sueño según lo declara su interpretación figura un deseo cumplido, de dónde viene la forma sorprendente y extraña en que se expresa ese cumplimiento de deseo? Qué alteración han sufrido los pensamientos oníricos hasta que se configuró desde ellos el sueño manifiesto, tal como lo recordamos al despertar?
¿Por qué vias se cumplió esa alteración de dónde surge el material que ha sido procesado como un sueño? ¿De dónde provienen muchas de las características que podemos observar en los pensamientos oníricos, por ejemplo, el que están autorizados a contradecirse entre sí? (Cf. la analogía con el caldero).
¿Puede el sueño enseñarnos algo nuevo acerca de nuestros procesos psíquicos internos, puede su contenido corregir opiniones que sostuvimos durante el día?
Propongo que por el momento dejemos de lado todas esas preguntas y sigamos adelante por un único sendero. Hemos averiguado que el sueño figura un deseo como cumplido.
Con qué sueñan los animales, eso no lo sabemos. Un dicho cuya mención debo a uno de mis estudiantes afirma saberlo, pues pregunta: ¿Con qué sueña el ganso? y responde, <<"Con maíz" >>.
Toda la teoría que ve en el sueño un cumplimiento de deseo está contenida en estas dos frases. Ahora reparamos en que habríamos alcanzado también por un camino más corto nuestra doctrina sobre el sentido oculto del sueño con sólo indagar en los modismos idiomáticos. La sabiduría del lenguaje juzga muchas veces bastante mal al sueño parece que quisiera dar razón a la ciencia cuando dictamina- "Los sueños, sueños son", pero en los giros idiomáticos el sueño es preferentemente el bienaventurado cumplidor de deseos. Ni en el sueño más atrevido lo hubiera imaginado, exclama, en su trasporte, el que ve sus esperanzas colmadas con creces en la realidad.
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Nota de Frank Montañez añadida: "La opinión de Sigmund Freud, es una completa aberración a lo que enseña el Espiritismo, prefiero a lo que dijeron los Espíritus. Si fuera así meramente, cómo han de suscitarse eventos que han de ocurrir, o conversaciones y eventos con Espíritus ya desencarnados. ¿Cómo se ajusta esa teoría boba de Freud, sin comprobación, con relación información que no se deseaba, pero que resulta ser real?
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Sugiero que busque en Google lo que significal los Sueños, según la Perpectiva del Espiritismo Verdadero que es Moralizador y el Consuelo de los afligidos al Mundo.
Busca con Google...
Sueños- Dreams - Sonhos, Soy Espírita. - Buscar con Google
Esto es lo que dijo S. FREUD, muy citado por los Espiritualistas, que no saben un carijo, de lo qué son los sueños.
Titulo: Obras de S. Freud: "El sueño es un cumplimiento de deseo..."
"El sueño es un cumplimiento de deseo..."
Si hemos atravesado un desfiladero y de pronto alcanzamos una eminencia desde la cual los caminos se separan y se ofrecen las más ricas perspectivas en diversas direcciones, podemos demorarnos un momento y pararnos a considerar adónde nos dirigiremos primero. Algo semejante nos ha ocurrido después de tramontar esta primera interpretación de sueños. Ahora nos rodea la claridad de un conocimiento súbito. El sueño no es comparable al sonido desordenado de un instrumento que no pulsa el ejecutante sino que es golpeado por un poder externo; no carece de sentido, no es absurdo, no presupone que una parte de nuestro tesoro de representaciones duerme al tiempo que otra empieza a despertar.
Es un fenómeno psíquico de pleno derecho, más precisamente un cumplimiento de deseo; debe clasificárselo dentro de la concatenación de las acciones anímicas de vigilia que nos resultan comprensibles; lo ha construido una actividad mental en extremo compleja. Pero un tropel de preguntas nos conturba en el mismo momento en que queremos regocijarnos con este conocimiento. Si el sueño según lo declara su interpretación figura un deseo cumplido, de dónde viene la forma sorprendente y extraña en que se expresa ese cumplimiento de deseo? Qué alteración han sufrido los pensamientos oníricos hasta que se configuró desde ellos el sueño manifiesto, tal como lo recordamos al despertar?
¿Por qué vias se cumplió esa alteración de dónde surge el material que ha sido procesado como un sueño? ¿De dónde provienen muchas de las características que podemos observar en los pensamientos oníricos, por ejemplo, el que están autorizados a contradecirse entre sí? (Cf. la analogía con el caldero).
¿Puede el sueño enseñarnos algo nuevo acerca de nuestros procesos psíquicos internos, puede su contenido corregir opiniones que sostuvimos durante el día?
Propongo que por el momento dejemos de lado todas esas preguntas y sigamos adelante por un único sendero. Hemos averiguado que el sueño figura un deseo como cumplido.
Con qué sueñan los animales, eso no lo sabemos. Un dicho cuya mención debo a uno de mis estudiantes afirma saberlo, pues pregunta: ¿Con qué sueña el ganso? y responde, <<"Con maíz" >>.
Toda la teoría que ve en el sueño un cumplimiento de deseo está contenida en estas dos frases. Ahora reparamos en que habríamos alcanzado también por un camino más corto nuestra doctrina sobre el sentido oculto del sueño con sólo indagar en los modismos idiomáticos. La sabiduría del lenguaje juzga muchas veces bastante mal al sueño parece que quisiera dar razón a la ciencia cuando dictamina- "Los sueños, sueños son", pero en los giros idiomáticos el sueño es preferentemente el bienaventurado cumplidor de deseos. Ni en el sueño más atrevido lo hubiera imaginado, exclama, en su trasporte, el que ve sus esperanzas colmadas con creces en la realidad.
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Nota de Frank Montañez añadida: "La opinión de Sigmund Freud, es una completa aberración a lo que enseña el Espiritismo, prefiero a lo que dijeron los Espíritus. Si fuera así meramente, cómo han de suscitarse eventos que han de ocurrir, o conversaciones y eventos con Espíritus ya desencarnados. ¿Cómo se ajusta esa teoría boba de Freud, sin comprobación, con relación información que no se deseaba, pero que resulta ser real?
Los científicos psicoanalistas, nunca han vinculado los sueños con el mundo espiritista. Hablan de 4 etapas en el sueño, una de las etapas en que se alcanza un sueño profundo y cuando los ojos comienzan a moverse rápidamente con los parpados cerrados. A esto le llaman el “REM” y en ocasiones indican que se tienen trastornos de sueño en el estado “REM”, (Rapid Eye Movement) Wikipedia traduce “Dreams” como “Ensueño”.
Presento mí vídeo sobre este tema: "Sueños, desde una Perspectiva Espírita,
https://youtu.be/7HZX1AFtKms,
Mickey Owsley, okp21
Veamos lo que los expertos dicen con relación a los sueños. Nótese que en ningún momento mencionan el aspecto espiritual. En ningún momento dicen que el Alma está envuelta en éste proceso del Sueño.
Te invito a ver y compartir mí vídeo sobre éste...
TEMA : Los Sueños, según el Espiritismo, Chat en Vivo 8 28 13 Video 2 de 2 Sueños y Las Pesadillas Soy Espírita,
Mickey Owsley, okp21 💞
Mickey Owsley, okp21 💞
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Ensueño
De
Wikipedia, la enciclopedia libre
El sueño del
eunuco por Jean Lecomte du Nouÿ
"The Knight's Dream", 1655, by Antonio de Pereda |
Ensueño es la palabra específica que describe el proceso de soñar,[1]
aunque suele utilizarse más frecuentemente el término sueño. Los sueños
son manifestaciones mentales de imágenes, sonidos, pensamientos y sensaciones
en un individuo durmiente,
y normalmente relacionadas con la realidad. Para la psicología,
los sueños son estímulos esencialmente anímicos que representan manifestaciones
de fuerzas psíquicas que durante la vigilia se hallan impedidas de desplegarse
libremente. Soñar es un proceso mental involuntario en el que se produce una
reelaboración de la información almacenada en la memoria,
generalmente relacionada con experiencias vividas por el soñante el día
anterior. Los recuerdos que se mantienen al despertar pueden ser simples (una
imagen, un sonido, una idea, etcétera) o muy elaborados. Los sueños más
elaborados contienen escenas, personajes, escenarios y objetos. Se ha
comprobado que puede haber sueños en cualquiera de las fases del dormir humano. Sin
embargo, se recuerdan más sueños y ellos son más elaborados en la llamada fase REM (Movimiento Ocular Rápido [MOR], por
sus siglas en inglés Rapid Eye
Movement) que tiene lugar en el último tramo del ciclo del sueño. El acto de soñar sólo ha sido confirmado en el Homo
sapiens. Los animales también pasan por la fase de sueño REM. Parece
que los mamíferos
son los animales con mayor probabilidad de soñar debido a su ciclo del sueño
similar al humano. El animal que más tiempo pasa en fase de sueño REM es el armadillo.
El adjetivo correspondiente a ensueño-sueño es onírico (del griego
ónar, "ensueño"). Por
analogía
con el ensueño -que cumple a menudo fantasías del durmiente- se llama también
«sueño» a cualquier anhelo o ilusión que moviliza a una persona. La disciplina
encargada del estudio científico de los sueños se conoce como onirología.
Según las afirmaciones de la parapsicología,
si el sueño anticipara eventos futuros o exhibiera eventos pasados desconocidos
se podría hablar de una premonición o de una retro
cognición respectivamente.
Generalidades
Soñar es un proceso mental involuntario en el que se produce una
reelaboración de informaciones almacenadas en la memoria, generalmente
relacionadas con experiencias vividas por el soñante los días o meses
anteriores . El soñar nos sumerge en una realidad virtual formada por imágenes,
sonidos, pensamientos y/o sensaciones. Los recuerdos que se mantienen al
despertar pueden ser simples (una imagen, un sonido, una idea, etc.) o muy
elaborados. Los sueños más elaborados contienen escenas, personajes, escenarios
y objetos. Se ha comprobado que puede haber sueños en cualquiera de las fases
del dormir humano. Sin embargo, se recuerdan mejor los sueños y estos son más
elaborados en la llamada fase MOR (Movimiento ocular rápido; en inglés,
REM: Rapid Eye Movement), que
tiene lugar en el último tramo del ciclo del sueño.
Durante el siglo XX se avanzó muchísimo en el estudio científico de los
sueños, ya que la tecnología facilitó en gran medida el acercamiento a lo que
podría denominarse "energía del sueño". Sistemas avanzados de escáner
han detectado que en numerosas ocasiones los sueños son bucles de actividad
cerebral que se repiten noche tras noche. Se sabe que cada sujeto tiene una
forma única e irrepetible de soñar, pues la actividad cerebral representada por
ondas electromagnéticas en las pantallas de esos escáneres presenta gráficas
muy similares en cada paciente, y distintas entre dos de ellos.
Interpretación de los sueños
Artículo principal: Interpretación de los sueños.
Ilustración de John Tenniel de Alicia en el País de las Maravillas (1865) |
A principios del siglo XX, Sigmund
Freud retoma la cuestión desde una perspectiva racionalista con su obra La interpretación de los sueños
(1900). Esta obra se convirtió en uno de los libros más influyentes del siglo
XX. Al principio tropezó con una enconada resistencia, pues el psicoanálisis
representaba un enorme reto para la tradición occidental. Los trabajos de Freud
llamaban la atención sobre las zonas marginales del ser humano: la
irracionalidad y el sexo. Freud muestra que el inconsciente
(y no la conciencia)
es la parte de nuestra psique que ordena todo nuestro pensar y sentir. Según
sus palabras: "El yo no es el señor de su propia casa". El análisis
de los sueños es para él la vía regia
de acceso al inconsciente. Los psicoanalistas
posteriores, ortodoxos o no, persisten en este posicionamiento. Para el psicoanálisis es importante distinguir en los sueños el contenido
manifiesto y el contenido latente. El contenido manifiesto de los sueños es la
historia o sucesos tal como el soñante los vive, es un material elaborado a
partir de las experiencias cotidianas y los deseos reprimidos mediante los
distintos procesos de elaboración onírica. El contenido manifiesto no se
encuentra en el nivel del significado, sino del símbolo.
El contenido
latente es el significado verdadero del sueño, el psicoanalista se esfuerza
por interpretar el contenido manifiesto del sueño que el paciente le relata,
para revelar el contenido latente, su significado. Carl Gustav Jung, discípulo heterodoxo de Freud,
sostenía que los sueños eran un órgano de información y de control.[3] Los
símbolos oníricos son, según este autor, transmisores de mensajes instintivos a
las partes racionales de la mente del ser humano, y resulta necesario
interpretarlos para comprender el lenguaje de los instintos.[4] Jung
no creía, como sí lo hacía Freud, que los sueños fueran un ropaje que oculta
otra cosa. Los sueños eran para Jung información y comunicación de ideas
expresadas dentro de los límites de un medio. Tras estudiar unos ochenta mil
sueños, llegó a la conclusión de que éstos son relativos a la vida del
observador. Este organiza sus imágenes oníricas en un centro llamado sí mismo,
el cual tiene la función de ordenar y legislar toda la vida psíquica, ora
consciente ora inconsciente, a través de numerosos sueños que tienen lugar en
la vida de la persona. Jung interpretaba, pues, el sueño como único y relativo
al soñador. Para comprenderlo, debía examinarse el cuadro onírico como meollo
del estudio y el análisis. Desde una perspectiva distinta a la terapéutica, el surrealismo
preconiza también la observación de los sueños. Las revistas del movimiento
ponen de moda la anotación de las fantasías nocturnas. En su obra Los vasos comunicantes (1932), André
Breton expone su visión del fenómeno y, al mismo tiempo que reconoce la
aportación de Freud, polemiza con él por encontrarla insuficiente.
El modelo de sistema nervioso que formuló Sigmund Freud está plasmado en su
artículo «Proyecto para una psicología científica», de 1895, aunque publicado
en 1954. Es un aspecto relevante que un artículo tan importante para una teoría
sobre el entendimiento humano no haya sido publicado en los albores mismos de
las hipótesis freudianas. Freud suscribía la creencia de que el cerebro puede explicarse a partir,
pero no sólo a partir de su estructura física, por lo que manifestaba,
contrariamente a como suele creerse, una postura propensa al fisicalismo.
Función psicológica y biológica de los sueños
Rey Rojo roncando, por John Tenniel |
Característicamente, las hipótesis de Freud tras la interpretación de los
sueños se infieren de estos supuestos. Consideraba a las neuronas unidades
diferenciadas que, cuales recipientes de descarga de energía provenientes del
sistema nervioso, propiciaban los impulsos y deseos descargados mediante una
realización consciente. Conjeturó, entonces, que aquellos impulsos no
descargados adecuadamente, eran sobrellevados inconscientemente en los sueños.
Espero estos enlaces te conduzcan
a información que te ayude a lograr activar tu crecimiento espiritual, a través
de la Transformación Moral.
Las ciencias cognitivas y la moderna neurociencia niegan que este modelo
tenga validez empírica. En particular, los psiquiatras Allan
Hobson y Robert McCarley, a partir de las
evidencias fisiológicas a disposición de la investigación, propusieron una
teoría racionalmente plausible. El cerebro, sostienen ambos científicos, es un
generador de estados oníricos. Cuando se activan regiones implicadas en los
sueños, se desencadena información que el cerebro trata de ordenar a través de
un proceso fisiológico. La región implicada es el pontino. Cuando una persona
sueña, células nerviosas del bulbo raquídeo llamadas pons son cuarenta veces
más activas. Se propone que son las responsables de iniciar el conocido MOR
(Movimiento Ocular Rápido) o REM (en inglés) y las imágenes oníricas (a través
de la activación de los centros visuales del cerebro).
Al estar despierta una persona, los movimientos que efectúan los ojos están
a merced de centros más evolucionados que los pons. Cuando se realiza
un movimiento con el ojo, el cerebro es receptor de mensajes que tienen la
función de controlar la percepción. Bajo el sueño, las células nerviosas del
pontino transmiten información sobre los movimientos oculares hasta los centros
principales del cerebro. Ahora bien, dicha información consistiría, en
ocasiones, en una llana incoherencia para el sistema cerebral que, en una
persona despierta, comienza el movimiento de los ojos. Consiguientemente, se
concibe al sueño como una forma de ordenar información, como una función
biológica que intenta otorgar sentido a esa fuente de información incoherente.
El absurdo de los sueños, teorizan ambos psiquiatras, es la falla del cerebro
por integrar adecuadamente su propia información. El cerebro, tras recibir la
información proveniente de los ojos en el MOR, intenta compararla con la fuente
de datos disponibles en la memoria a corto plazo. Está confirmado por grandes
especialistas.
Los sueños en la mitología y el arte.
Los sueños suponen para el ser humano un pasaje a mundos no relacionados
directamente con la realidad. El primer indicio de la curiosidad humana por el
sueño se remonta a la Grecia clásica, en cuya mitología aparece Hipnos como dios
del sueño, hermano gemelo de la muerte no violenta (Tánatos) y
hermano de las muertes violentas (Keres) y las diosas del destino (Moiras), entre
otros. Se le consideraba hijo de la noche (Nyx), nacida a su vez del
Caos. El sueño
aparece, pues, vinculado a la muerte y la noche.
Más adelante, en diferentes escritos sobre la mitología griega, aparecen
los hijos de Hipnos con una de las Nereidas, (Pasítea),
llamados los oniros.
Éstos encarnaban cada uno de los posibles sueños, siendo liderados por Morfeo, Fobetor y Fantaso. Morfeo
se aparecía solo en sueños de personalidades con forma humana, a diferencia de
sus hermanos, que representaban animales, plantas o seres inanimados.
Más tarde Morfeo ha pasado a sustituir a su padre, aunque según algunos
autores murió asesinado por Zeus. Morfeo presenta una temática muy atractiva para el arte:
ha sido esculpido por Jean-Antoine Houdon y pintado por John William Waterhouse y Nicolas
Poussin. Además, es protagonista de canciones populares, como Mister
Sandman de las Chordettes, basada en su leyenda, u
obras escritas como las novelas y cómics creadas por el escritor Neil Gaiman
de las cuales destaca The Sandman.
He compartido como
siempre lo que la ciencia tiene que decir sobre este tema. Claramente, El
Espiritismo no está mencionado en ningún inciso de esta información publicada
por los neurólogos o profesionales de la Salud, pero el Alma si es responsable
de los Sueños que cada noche cada uno tenemos. Cuando en transcurso del sueño
se tienen experiencias agresivas por parte de la persona que suena, es
relacionado al nivel espiritual del Alma que se emancipa. Si esa Alma no está
moralizada, sus comportamientos durante el sueño y que es agresivo indica que
el Alma esta en lucha con otros Espíritus.
Los científicos le
llaman a ese comportamiento como un “Trastorno del Sueño y lo llaman en etapa “REM”.
Eso no es ningún problema que cataloguen como ellos quieran a ese
comportamiento, el problema es que inmediatamente prescriben drogas psiquiátricas
que logran violar el Libre Albedrio del paciente y esas drogas pueden ser
administradas de por vida, sin tener un diagnostico claro de lo que provoca
este Trastorno de Sueno.
No existe análisis patológicos
ni exámenes de laboratorio, sino que lo consideran un Trastorno y con eso
concluyen su trabajo. Pero vamos, eso es
algo que hay que seguir trabajando en la educación espirita.
Vemos la explicación
de la Filosofía Espírita en cuanto a este tema :
_________________________
El Libro de Los Espíritus
CAPÍTULO VIII
EMANCIPACIÓN DEL ALMA
I.- El sueño y
los sueños
400. El Espíritu encarnado ¿permanece de buena
gana en su envoltura corporal?
- Es como si
preguntaras si al preso le agrada estar en la cárcel. El Espíritu encarnado
aspira sin tregua a liberarse, y cuanto más grosera es la envoltura, tanto más
desea deshacerse de ella.
401. Durante el sueño ¿descansa el alma tanto como
el cuerpo?
- No. El Espíritu
nunca está inactivo. En el transcurso del sueño, los vínculos que le unen al
cuerpo se relajan, y no teniendo el cuerpo ya necesidad de él, el Espíritu
recorre el espacio y entra en relación
más directa con los otros Espíritus.
402. ¿Cómo podemos evaluar la libertad del
Espíritu durante el sueño?
- Por los sueños.
Convéncete de que cuando el cuerpo reposa el Espíritu posee más facultades que
durante la vigilia. Tiene la memoria del pasado y, en ocasiones, la previsión
del porvenir. Adquiere más poder y puede entrar en comunicación con los otros
Espíritus, ya sea en este mundo o bien
en otro. Con frecuencia dices: “He tenido un sueño extravagante y
horroroso, pero que no poseía ninguna verosimilitud”. Y te engañas, porque
muchas veces es un sueño en el que aparecen los lugares y cosas que has visto o
verás en otra vida o en otro momento. Hallándose adormecido el cuerpo, el
Espíritu trata de quebrar su cadena para indagar en el pasado o en el porvenir.
¡Pobres hombres, que tan poco conocéis los fenómenos más ordinarios de la vida!
Creéis ser muy sabios y las cosas más vulgares os confunden. Ante las preguntas
que todos los niños formulan: “¿Qué hacemos cuando dormimos? ¿Qué son los
sueños?”, permanecéis perplejos. El
sueño libera, en parte, al alma del cuerpo. Al dormir nos hallamos
momentáneamente en el estado en que uno se encuentra en forma permanente
después de la muerte. Los Espíritus que al desencarnar se desprenden pronto de
la materia han tenido en vida sueños lúcidos. Cuando dormían, se sumaban a la
sociedad de los otros seres, superiores a ellos. Viajaban, conversaban y se
instruían con ellos. Incluso trabajaban en tareas que al morir encontraron
concluidas. Esto debe enseñaros una vez más a no temer la muerte, puesto que
morís un poco todos los días, según la expresión de un santo. Esto se refiere a
los Espíritus elevados, porque el común de los hombres, que a su muerte deben
permanecer largas horas en la turbación, en esa incertidumbre de que os han
hablado, se marchan a mundos inferiores a la Tierra, adonde antiguos afectos
los reclaman, o bien van a buscar placeres quizá todavía más bajos que los que
aquí tenían, aprendiendo doctrinas incluso más viles, innobles y perjudiciales
que las que profesaban en medio de vosotros. Y lo que engendra la simpatía en
la Tierra no es otra cosa que el hecho de sentirnos, al despertar, unidos por
el corazón a aquellos con quienes acabamos de pasar ocho o nueve horas de
felicidad o de placer. Lo que explica asimismo esas antipatías invencibles que
a veces experimentamos, es que sabemos en el fondo de nuestro corazón que
determinadas personas tienen una conciencia diferente a la nuestra, porque ya
las conocemos sin haberlas visto jamás con nuestros propios ojos. Y esto es lo
que inclusive explica nuestra indiferencia, puesto que no tratamos de hacer
nuevos amigos cuando sabemos que tenemos otros que nos aman y reconfortan. En
pocas palabras: el sueño influye en vuestra vida más de lo que pensáis. Por
efecto del sueño los Espíritus encarnados están siempre en relación con el
Mundo de los Espíritus, y es esto lo que hace que los Espíritus superiores
consientan, sin demasiada repulsa, en encarnar entre vosotros. Dios ha querido
que durante su contacto con el vicio puedan ir a revigorizarse a la fuente del
bien, para no flaquear ellos mismos, que venían para instruir a los demás. El
sueño es la puerta que Dios les ha abierto hacia sus amigos del cielo.
Constituye la recreación después del trabajo, mientras esperan la gran
liberación, la liberación postrera que debe devolverlos a su verdadero medio. El
sueño es el recuerdo de lo que vuestro Espíritu vio mientras dormíais. Pero
notad que no en todos los casos soñáis, porque no os acordáis siempre de lo que
habéis visto, o de todo lo que visteis. El recuerdo no os muestra al alma en
todo su desarrollo. A menudo sólo recordáis la turbación que acompaña a vuestra
partida o reingreso, a lo que se agrega la memoria de lo que habéis hecho o de
lo que os preocupa en estado de vigilia. A no ser por esto, ¿cómo explicaríais
esos sueños absurdos, que tanto los más sabios como los más simples suelen
tener? Los malos Espíritus se sirven también de los sueños para atormentar a
las almas débiles y pusilánimes. Por lo
demás, veréis dentro de poco surgir otra clase de sueños. Es tan antigua como
la de que vosotros conocéis, pero lo ignoráis. El sueño de Juana, el de Jacob,
el de los profetas judíos y de algunos adivinos hindúes: ese sueño es el
recuerdo del alma desprendida por completo del cuerpo, el recuerdo de esa
segunda vida de que os hablaba yo hace poco. Poned mucha atención para
distinguir esas dos especies de sueños entre aquellos que recordáis. De no
hacerlo, incurriríais en contradicciones y errores que resultarían funestos
para vuestra fe.
Los sueños son el
producto de la emancipación del alma, que se torna más independiente debido a
la suspensión de la vida activa y de relación. De ahí una especie de
clarividencia indefinida que se extiende hasta los lugares más distantes o que
nunca se vieron, y a veces inclusive a otros mundos. De ahí también el recuerdo
que vuelve a traer a la memoria los acontecimientos verificados en la vida
actual o en las anteriores. Lo extraño de las imágenes de lo que acontece o
aconteció en mundos desconocidos, entremezcladas con cosas del mundo presente,
integran esos conjuntos extravagantes y confusos que parecieran no tener
sentido ni relación. La incoherencia de los sueños se explica aun por las
lagunas que produce el recuerdo incompleto de aquello que se nos apareció en el
transcurso del sueño. Tal como un relato al que se hubiera quitado al azar
frases o trozos de ellas: al reunir los fragmentos restantes perderían todo
razonable significado.
403. ¿Por qué no recordamos siempre los sueños?
- En lo que tú
llamas el dormir hay sólo el descanso del cuerpo, por cuanto el Espíritu está
siempre en movimiento. En el transcurso del sueño recobra parte de su libertad
y alterna con aquellos a quienes ama, ya sea en este mundo o bien en otros.
Pero, como el cuerpo es una materia pesada y grosera, conserva con dificultad
las impresiones que ha recibido del Espíritu, porque el Espíritu no las
percibió por intermedio de los órganos corporales.
404. ¿Qué pensar del significado que a los sueños
se atribuye?
- Los sueños no son
en modo alguno verdaderos, como lo entienden los decidores de la buenaventura,
porque es absurdo creer que soñar con tal cosa anuncia que ocurrirá tal otra.
Son verdaderos, en el sentido de que presentan imágenes reales para el
Espíritu, pero que a menudo no tienen relación con lo que sucede en la vida corporal.
Con frecuencia también, conforme hemos dicho ya, el sueño es un recuerdo. Y por
último, puede ser en ocasiones un presentimiento del porvenir, si Dios lo
permite, o la visión de lo que está aconteciendo en ese instante en otro lugar,
adonde el alma se traslada. ¿No tenéis numerosos ejemplos de personas que se
aparecen en sueños y advierten a sus parientes o amigos de lo que les sucede?
¿Qué son esas apariciones, sino el alma o Espíritu de tales personas que acuden
a comunicarse con el vuestro? Cuando adquirís la certidumbre de que lo que
habéis visto ha tenido lugar en la realidad, ¿no es ésta una prueba de que la
imaginación no ha intervenido en nada en el fenómeno, sobre todo si eso no
estaba en modo alguno en vuestra mente durante el estado de vigilia?
405. Muchas veces vemos en sueños cosas que
parecen presentimientos y que después no se cumplen. ¿A qué se debe esto?
- Pueden cumplirse
para el Espíritu, si no es para el cuerpo, vale decir que el Espíritu ve la
cosa que desea porque va en su búsqueda.
No hay que olvidar que durante el sueño el alma se halla siempre más o
menos bajo la influencia de la materia y que, en consecuencia, no se libera
nunca por entero de las ideas terrenales. De lo que resulta que las
preocupaciones de la vigilia pueden otorgar a aquello que se ve la apariencia
de lo que se desea o de lo que se teme: es ese, en verdad, lo que se puede
denominar un efecto de la imaginación. Cuando nos hallamos muy preocupados por
una idea, relacionamos con ella todo lo que estamos viendo.
406. Si vemos en
sueños a personas vivientes, a la que conocemos muy bien, realizando actos en
los que no piensan ellas en manera alguna, ¿es ese un efecto de pura
imaginación?
- “En los que no
piensan ellas en manera alguna”: ¿qué sabes tú? Sus Espíritus pueden venir a
visitar al tuyo, como el tuyo puede visitar al de ellas, y tú no conoces
siempre en qué están pensando. Además, frecuentemente también aplicáis a
personas que conocéis, y esto según vuestros propios deseos, lo que ha sucedido
o sucede en otras existencias.
407. El sueño completo ¿es necesario para la
emancipación del Espíritu?
- No. El Espíritu
recupera su libertad cuando los sentidos se adormecen. Aprovecha, para
emanciparse, todos los instantes de respiro que el cuerpo le concede. Tan
pronto como hay postración de las energías vitales, el Espíritu se desprende, y
cuanto más débil es el cuerpo, tanto más libre se halla el Espíritu.
Así pues, la
somnolencia, o un simple aletargamiento de los sentidos, presentan en muchos
casos las mismas imágenes que el sueño.
408. En ocasiones nos parece escuchar en nuestro
fuero interno palabras pronunciadas con claridad y que no tienen relación
alguna con lo que nos preocupa. ¿A qué se debe esto?
- En efecto, y
hasta frases enteras, sobre todo cuando los sentidos comienzan a aletargarse. A
veces es un eco débil procedente de un Espíritu que quiere comunicarse contigo.
409. A menudo, en un estado que no llega a ser aún
el de somnolencia, cuando permanecemos con los ojos cerrados vemos imágenes
netas, figuras cuyos más pequeños detalles captamos. ¿Es efecto de una visión,
o simplemente producto de la imaginación?
- Una vez
aletargado el cuerpo, el Espíritu intenta romper su cadena. Se traslada y ve.
Si se estuviera dormido por completo, sería entonces un sueño.
410. En ocasiones tenemos, durante el sueño o el
adormecimiento, ideas que parecen muy buenas, y que a pesar de los esfuerzos
que hacemos para recordarlas, se borran de nuestra memoria. ¿De dónde provienen
tales ideas?
- Son el resultado
de la libertad del Espíritu, que se emancipa y disfruta de más facultades en
ese momento. Suelen ser casi siempre consejos que dan otros Espíritus.
410 a. ¿De qué sirven esas ideas y consejos, puesto que perdemos su
recuerdo y no podemos, por tanto, aprovecharlos?
- Tales ideas pertenecen a
veces más al Mundo de los Espíritus que al corporal. Pero casi siempre, si el
cuerpo olvida el Espíritu recuerda, y la idea vuelve en el instante preciso
como una inspiración momentánea.
411. El Espíritu encarnado, en los instantes en
que se halla desprendido de la materia y obra como Espíritu, ¿sabe cuándo
morirá?
- Muchas veces lo
presiente. En ocasiones tiene de ello muy clara conciencia, y es esto lo que en
estado de vigilia la da la intuición del hecho. De ahí procede que ciertas
personas prevean a veces su muerte con gran exactitud.
412. La actividad del Espíritu durante el descanso
o el sueño del cuerpo ¿puede ocasionar fatiga a éste?
- Sí, por cuanto el
Espíritu se encuentra ligado al cuerpo, como el globo cautivo lo está al poste.
Ahora bien, así como las sacudidas del globo aflojan el poste, la actividad del
Espíritu reacciona sobre el cuerpo y puede producirle cansancio.
II.- Visitas
espíritas entre personas vivientes
413. Del principio de la emancipación del alma en
el transcurso del sueño parece resultar que llevamos una doble existencia
simultánea: la del cuerpo, que nos provee la vida de relación exterior, y la
del alma, que nos proporciona la vida de relación oculta. ¿Es esto exacto?
- En el estado de
emancipación la vida consciente del cuerpo cede a la del alma. Pero no se
trata, propiamente dicho, de dos existencias, sino más bien de dos fases de una
misma vida, porque el hombre no vive doblemente.
414. Dos personas que se conozcan ¿pueden
visitarse durante el sueño?
- Sí, y otras
muchas que creen no conocerse se reúnen y se hablan. Tú puedes tener, sin
sospecharlo, amigos en otro país. El hecho de ir a ver, en el transcurso del
sueño, a los amigos, parientes, conocidos y personas que pueden seros útiles,
es tan frecuente que lo hacéis vosotros mismos casi todas las noches.
415. ¿Cuál puede ser la utilidad de esas visitas
nocturnas, puesto que no las recordamos?
- Por lo general,
queda de ellas una intuición al despertar, y suelen ser el origen de ciertas
ideas que surgen de manera espontánea, sin que uno se las explique, y que no
son sino las que se han recibido en esos contactos.
416. ¿Puede el hombre provocar voluntariamente las
visitas espíritas? ¿Le es posible, por ejemplo, decir, cuando está a punto de
dormirse: “Esta noche quiero encontrarme, en Espíritu, con tal persona,
hablarle y comunicarle tal otra cosa”?
- He aquí lo que
sucede: el hombre se adormila, su Espíritu se aleja, y lo que el hombre había
resuelto el Espíritu con frecuencia está muy lejos de hacerlo, porque la vida
del hombre interesa poco al Espíritu cuando éste se halla desprendido de la
materia. Esto se refiere a los hombres suficientemente elevados, pues los otros
pasan de un modo muy distinto su existencia espiritual: se dedican a sus
pasiones o permanecen en la inactividad. Puede acontecer, pues, que según cuál sea
el motivo que lo mueva, el Espíritu vaya a visitar a las personas que desea
ver, pero aunque tenga voluntad de hacer algo cuando se encuentra despierto, no
hay razón para que después lo haga.
417. Cierto número de Espíritus encarnados ¿pueden
reunirse, pues, en asamblea?
- A no dudarlo. Los
lazos de amistad, antiguos o recientes, suelen congregar de esta manera a
diversos Espíritus, dichosos de hallarse juntos.
La palabra antiguos ha
de entenderse como refiriéndose a los vínculos de amistad contraídos en
existencias anteriores. Al despertar, tenemos una intuición de las ideas que
hemos obtenido en esos coloquios ocultos, pero cuyo origen ignoramos.
418. Una persona que creyera muerto a uno de sus
amigos, cuando en realidad éste se hallara con vida, ¿podría encontrarse con él
en Espíritu y comprobar así que estaba vivo? Y en tal caso, ¿puede tener esa
persona la intuición del hecho, al despertar?
- Como Espíritu
podrá, por cierto, verle y conocer su suerte. Si el creer muerto a su amigo no
le es impuesto como prueba, dicha persona tendrá un presentimiento de que el
amigo está vivo, así como puede tener el presentimiento de su muerte.
III.-
Transmisión oculta del pensamiento
419. ¿A qué se debe que una misma idea –la de un
descubrimiento, por ejemplo- se produzca en varios puntos a la vez?
- Ya hemos dicho
que en el transcurso del sueño los Espíritus se comunican mutuamente. Pues
bien, cuando el cuerpo despierta, el Espíritu se acuerda de lo que ha aprendido,
y el hombre cree haberlo inventado. De esta manera, muchos pueden descubrir lo
mismo a la vez. Cuando manifestáis que una idea “está en el aire” es una figura
más exacta de lo que creéis. Cada cual contribuye a difundirla, sin
sospecharlo.
De este modo nuestro
Espíritu revela muchas veces a otros Espíritus, y sin que nosotros lo sepamos,
lo que era objeto de nuestras preocupaciones durante la vigilia.
420. ¿Pueden los Espíritus comunicarse si el
cuerpo está del todo despierto?
- El Espíritu no se
halla encerrado en el cuerpo como en una caja. Irradia a su alrededor. De ahí
que le sea posible comunicarse con otros Espíritus incluso en estado de
vigilia, aun cuando haga esto más difícilmente.
421. ¿A qué se debe que con frecuencia dos
personas completamente despiertas tengan al mismo tiempo la misma idea?
- Se trata de dos
Espíritus simpáticos que se comunican y ven recíprocamente su pensamiento, aun
cuando el cuerpo no duerma.
Hay
entre los Espíritus que se encuentran, una comunicación de pensamientos que
hace que dos personas se vean y se comprendan sin necesidad de los signos
exteriores del lenguaje. Se pudiera afirmar que hablan el lenguaje de los
Espíritus.
Casos de
Bicorporeidad de acuerdo al libro de Los Médiums.
117. Sin embargo, he aquí otro hecho más característico, y nos alegraríamos al
ver cómo podría explicarse por el solo juego de la imaginación. Un caballero
habitante en provincia no había querido jamás casarse, a pesar de las
instancias de su familia. Se le había insistido notablemente a favor de una
persona que residía en una ciudad vecina, y que él no había visto nunca. Un
día, estando en su cuarto, se admiró al verse en presencia de una joven vestida
de blanco y la cabeza adornada con una corona de flores. Le dijo que era su
desposada; le tendió la mano, que tomó, y en la cual vio un anillo. Al cabo de
algunos instantes todo desapareció. Sorprendido de esta aparición, y
asegurándose que se hallaba bien despierto, se informó si alguien había venido
aquel día, pero se le contestó que no se había visto a nadie. Un año después,
cediendo a las nuevas instancias de una parienta, se decidió ir a ver a la que
se le proponía. Llegó el día de Corpus; volviendo de la procesión, una de las
primeras personas que se presentó a su vista entrando en la casa fue una joven
que reconoció por la que se le había aparecido, vestida de la misma manera,
porque el día de la aparición era también el del Corpus. Quedó anonadado, y por
su parte la joven dio un grito de sorpresa y se puso enferma. Vuelta en sí,
dijo que había visto a este caballero en semejante día del año precedente. Se
efectuó el casamiento. Esto ocurrió hacia el año de 1835; en aquella época no
se trataba de Espíritus, y por otra parte uno y otro son personas de un
positivismo extremo y de una imaginación nada exaltada. Puede ser que se diga
que uno y otro tenían el Espíritu afectado con la idea de la unión propuesta, y
que esta preocupación determinó una alucinación; pero es preciso no olvidar que
el marido era tan indiferente a esto, que estuvo un año sin ir a ver a su pretendida.
Aun admitiendo esta hipótesis, quedaría por explicar la doble aparición, la
coincidencia del traje con el día de Corpus y, en fin, el reconocimiento físico
entre personas que no se había visto jamás, circunstancias que no pueden ser
producto de la imaginación.
118. Antes de ir más lejos debemos responder inmediatamente a una pregunta que
no dejarán de hacernos: es saber cómo el cuerpo puede vivir mientras que el
Espíritu está ausente. Podríamos decir que el cuerpo puede vivir con la vida
orgánica que es independiente de la presencia del Espíritu, y la prueba de esto
es que las plantas viven y no tienen Espíritu; pero debemos añadir que durante
la vida el Espíritu nunca está desprendido completamente del cuerpo. Los
Espíritus, lo mismo que ciertos médiums videntes, reconocen el Espíritu de una
persona viviente por medio de un cordón luminoso que termina en su cuerpo
fenómeno que no tiene nunca lugar cuando el cuerpo está muerto, porque entonces
la separación es completa. Por medio de esta comunicación el Espíritu es
advertido instantáneamente de la necesidad que el cuerpo puede tener de su
presencia, y entonces vuelve con la prontitud del relámpago desde cualquier
distancia que esté. Resulta de esto que el cuerpo jamás puede morir mientras
dure la ausencia del Espíritu, y que no puede nunca acontecer que éste, a su
vuelta, encuentre la puerta cerrada como lo han dicho algunos novelistas en las
historias de su invención. El libro de
los Espíritus, núms. 400 y siguientes).
Reflexión final
Los Sueños son algo esencial a TODOS los
seres humanos desde la creación de la humanidad. Y algo tan importante definir,
no lo es todavía en nuestros días. Difícil de creer que los científicos de la
salud no puedan explicar que producen los sueños. Una razón más para ver que El
Espiritismo teniendo la respuesta a esta incógnita aun los científicos nunca
han tomando en consideración que los Sueños son los recuerdos de la Emancipación
del Alma.
Es tiempo que los Científicos Espíritas demuestren que lo que provoca los Sueños es el Alma cuando cada noche se
emancipa. Los Espíritus Superiores y Puros ya se han manifestado en psicográfias
en estos términos. Y han indicado que el
mundo espiritual está disponible para ayudar en el estudio y en divulgación de
las verdades espirituales sobre este y otros temas espirituales como las
obsesiones Subyugantes. Lo que el Espiritismo enseña con relación de la naturaleza y el proceso de los sueños, está muy alejado de lo que los psicoanalistas creen de lo que son los sueños.
Lo que he presentado sobre los sueños y la información
que se ha publicado por los científicos te puede dar un panorama bastante
real. Los Sueños son parte de nuestras
vidas y contribuyen al adelantamiento individual del Espíritu de cada individuo de la humanidad, cuando se
comprenden qué son y para qué sirven en nuestras vidas.
REFERENCIAS PARA ESCRIBIR ESTA REFLEXION
El Libro de Los
Espíritus, Allan Kardec
WIKIPEDIA
Libro de los mediums - Allan Kardec
Frank
Montañez
“Soy Espírita”
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